Homo antecessor
Homo antecessor (del latín, homo ‘hombre’ y antecessor ‘explorador’)[2] es una especie extinta perteneciente al género Homo, considerada la especie homínida más antigua de Europa y probable ancestro de la línea Homo heidelbergensis- Homo neanderthalensis. Vivió hace unos 900 000 años (Calabriense, Pleistoceno temprano).[3] Eran individuos altos, fuertes, con rostro de rasgos arcaicos y cerebro más pequeño que el del ser humano actual.[2]
Homo antecessor | ||
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Rango temporal: 0,85 Ma - 0,75 Ma Pleistoceno Inferior | ||
Taxonomía | ||
Reino: | Animalia | |
Filo: | Chordata | |
Subfilo: | Vertebrata | |
Clase: | Mammalia | |
Orden: | Primates | |
Suborden: | Haplorrhini | |
Infraorden: | Simiiformes | |
Superfamilia: | Hominoidea | |
Familia: | Hominidae | |
Género: | Homo | |
Especie: | H. antecessor Bermúdez de Castro et al., 1997[1] | |
Sinonimia | ||
Existe un intenso debate en torno a la clasificación taxonómica de H. antecessor y las relaciones de este con el resto de especies del género Homo, debido a la falta de un cráneo adulto completo y que la mayoría de los especímenes conocidos de H. antecessor representan etapas juveniles. Sus descubridores, junto con el respaldo de otros expertos, consideran a H. antecessor como una especie diferente, sugiriendo que fue un vínculo evolutivo entre H. ergaster y H. heidelbergensis,[4] y que por tanto es también antepasado de Homo neanderthalensis; siendo a su vez el último ancestro común entre los humanos modernos y los neandertales. Por otra parte algunos científicos consideran que los restos de H. antecessor pertenecen a individuos de H. heidelbergensis, que habitó Europa entre los 600 000 y los 250 000 años en el Pleistoceno.[5]
Descripción
La definición de esta especie es fruto de los más de ochenta restos hallados desde 1994 en el nivel TD6 del yacimiento de Gran Dolina en la sierra de Atapuerca, y que datan de hace al menos 900 000 años, según mediciones paleomagnéticas.[6][3]
De acuerdo con sus descubridores, entre los caracteres anatómicos de estos homínidos cabe destacar un conjunto de rasgos muy primitivos en el aparato dental, que llevaron a establecer una relación entre estos y los homínidos africanos del Pleistoceno Inferior. Una mandíbula muy bien conservada de una mujer H. antecessor, de entre 15 y 16 años, recuperada del yacimiento de la Gran Dolina tiene similitudes muy claras con las del Hombre de Pekín (Homo erectus), lo que sugiere un origen asiático de H. antecessor. Sin embargo, el patrón de desarrollo y erupción de los dientes es prácticamente idéntico al de las poblaciones modernas.
La morfología facial es similar a la de Homo sapiens, con orientación coronal y ligera inclinación hacia atrás de la placa infraorbital que determina la presencia de una fosa canina muy conspicua. El borde inferior de esta placa es horizontal y ligeramente arqueado. El arco superciliar es en doble arco y la capacidad encefálica, estimada a partir de un fragmento incompleto de hueso frontal, indica una cifra superior a los 1000 cm³. Mientras que H. erectus tiene un patrón de crecimiento facial que es similar al observado en los primeros Homo y los Australopithecus, tanto en H. antecessor como H. sapiens predomina la resorción ósea durante el crecimiento facial. Las similitudes entre la anatomía subnasal de H. antecessor y H. sapiens sugieren que la "modernización" de la cara estaba ya claramente en marcha en H. antecessor.[7]
La morfología de la mandíbula recuerda a la de ciertos homínidos muy posteriores, del Pleistoceno Medio, de la especie Homo heidelbergensis, como los de la Sima de los Huesos, también de Atapuerca. El esqueleto postcraneal indica una cierta gracilidad en comparación con la mayor robustez del Hombre de Neanderthal de la segunda mitad del Pleistoceno Medio.
La mayoría de individuos alcanzarían una altura de entre 160 y 185 centímetros, con un peso de entre 60 y 90 kilogramos.
En la actualidad, la validez de esta denominación como especie diferente es defendida por sus descubridores y otros expertos, que consideran que H. antecessor precede a H. heidelbergensis y por tanto es también antepasado de H. neanderthalensis; sin embargo, parte de la comunidad científica la considera una simple denominación, no específica, para referirse a restos encontrados en Atapuerca, que ellos asignan a la especie H. heidelbergensis o bien, la consideran una variedad de Homo erectus/Homo ergaster.
Relación con otros homininos
De un molar del nivel TD6 del yacimiento Gran Dolina se han podido extraer proteínas del esmalte. Un estudio, publicado en 2020, compara el proteoma del esmalte de este diente con el obtenido de restos de Homo georgicus de Dmanisi (Georgia), y concluye que Homo antecessor pertenecía a un grupo afín al grupo al que pertenecen los neandertales, denisovanos y Homo sapiens.[8][9]
Yacimientos
Hombre de Ceprano
En 1994 se descubrió en Ceprano (Italia) la parte superior del cráneo de un Homo de caracteres primitivos, datada entre 800 000 y 900 000 años de antigüedad, y para el que se propuso en 2003 la especie Homo cepranensis. Sin embargo, las características filogenéticas, cronológicas, arqueológicas y geográficas de los restos hallados en Ceprano (Italia) han llevado a algunos autores[10][11] a atribuirlos a Homo antecessor. La comparación directa de ambos conjuntos de fósiles no es posible, pues pertenecen a distintas partes anatómicas o corresponden a individuos de edades diferentes, pero ambos conjuntos poseen en común el presentar rasgos intermedios entre las poblaciones de Homo primitivas de África y las más recientes de Homo heidelbergensis de Europa. Por otro lado, tanto la datación absoluta como la industria lítica de Ceprano son coherentes con las obtenidas del nivel TD6 de la Gran Dolina. Si realmente estos restos corresponden a la misma especie de Homo, la denominación H. antecessor tiene prioridad nomenclatorial.[12]
Norfolk, Inglaterra
En 2010 se informó sobre el descubrimiento de herramientas en Happisburgh, Norfolk, Inglaterra,[13][14] las cuales se cree fueron usadas por H. antecessor y datan de hace 780 000 años antes del presente.[13]
En la playa de Happisburgh, en la misma formación geológica en la que han aparecido los restos anteriores, se han encontrado numerosas huellas de pisadas dejadas por al menos cinco individuos, un adulto y varios juveniles, sobre los sedimentos fangosos de un estuario. Las icnitas, datadas entre 1 000 000 y 780 000 años, se atribuyen tentativamente a Homo antecessor atendiendo a la edad similar de los restos de Atapuerca.[15]
Gran Dolina (Atapuerca)
Los primeros restos de Homo antecessor fueron encontrados en el nivel 6 del sitio fosilífero de la Gran Dolina, en la Sierra de Atapuerca, en lo que ahora es el este de Burgos, el 8 de julio de 1994 por la arqueóloga Aurora Martín Nájera. La descripción y denominación de la nueva especie la realizaron José María Bermúdez de Castro, Juan Luis Arsuaga, Eudald Carbonell, Antonio Rosas, Ignacio Martínez y Marina Mosquera en un artículo publicado en 1997 en la revista Science.[1]
Entre 1994 y 1995 se descubrieron más de 80 fragmentos de hueso de seis individuos. El sitio también incluyó aproximadamente 200 herramientas de piedra y 300 huesos de animales. Se encontraron herramientas de piedra incluyendo un cuchillo tallado en piedra junto con los antiguos restos de homínidos. Todos estos restos databan de al menos 900 000 años de antigüedad. Los restos mejor conservados son un maxilar superior y un hueso frontal de un individuo que murió a la edad de 10-11 años.
Homo sp. de la Sima del Elefante (Atapuerca)
En marzo de 2008 se dieron a conocer nuevos restos que se atribuyeron inicialmente a Homo antecessor, concretamente parte de una mandíbula de un individuo de unos 20 años y 32 herramientas de sílex de tipo olduvayense (modo 1), datados en 1,2 millones de años de antigüedad, haciendo retroceder considerablemente la presencia de homínidos en Europa. Los restos fueron hallados en 2007 en la Sima del Elefante, yacimiento situado a unos 200 metros de la Gran Dolina.[16][17] Sin embargo el estudio detallado de la mandíbula, que presenta características en la dentición y la sínfisis que la aproximan a los Homo más antiguos de África y de Dmanisi (Georgia) pero con algún carácter derivado (parte interna de la sínfisis), han llevado posteriormente a identificar estos restos como Homo sp. (pertenecientes al género Homo pero sin precisar la especie), ya que probablemente pertenezcan a una nueva especie aún por definir, y cuyas relaciones filogenéticas, sin más datos, son aún imprecisas.[18]
Importancia social
En el municipio de Atapuerca se ha tenido un crecimiento significativo a nivel económico, demográfico y social con el impacto generado con el yacimiento arqueológico y sus servicios asociados. El 15% de la población activa ya se dedica al turismo, esta "terciarización" de su economía ha revertido el despoblamiento y ha hecho que vuelva a crecer el número de habitantes, rejuveneciendo la población y situando la media de edad en 42 años. Directamente relacionado, la creación de empleo que se ha derivado de este tipo de acciones, ha tenido un impacto social positivo en la sociedad.[19]
Véase también
Referencias
- ↑ Bermúdez de Castro y Risueño, J. M.; Arsuaga Ferreras, J. L.; Carbonell i Roura, E.; Rosas, A.; Martínez, I y Mosquera, M (1997). «A Hominid from the Lower Pleistocene of Atapuerca, Spain: Possible Ancestor to Neandertals and Modern Humans». Science 276: 1392-1395.
- ↑ Bermúdez de Castro, José María (2018). «Sobre los nuevos hallazgos en los yacimientos de la Sierra de Atapuerca, España». Estocolmo: Instituto Cervantes.
- ↑ Parés, J. M.; Arnold, L.; Duval, M.; Demuro, M.; Pérez-González, A.; Bermúdez de Castro, J. M.; Carbonell, E.; Arsuaga, J. L. (2013). «Reassessing the age of Atapuerca-TD6 (Spain): new paleomagnetic results». Journal of Archaeological Science 40: 4586-4595. doi:10.1016/j.jas.2013.06.013. Consultado el 3 de agosto de 2013.
- Klein, Richard. 2007. "Hominin Disperals in the Old World" in The Human Past, ed. Chris Scarre, 2nd ed., p. 108.
- «Homo antecessor». Australian Museum. 26 de noviembre de 2011. Consultado el 9 de diciembre de 2015.
- Falguères, Christophe; J. Bahain; Y. Yokoyama, J. Arsuaga, J. Bermudez de Castro, E. Carbonell, J. Bischoff and J. Dolo (1999) "Earliest humans in Europe: the age of TD6 Gran Dolina, Atapuerca, Spain"; Journal of Human Evolution 37 (3-4): 343-352 (351).
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- . Sior.ub.edu. Social Impact Open Repository. Archivado desde el original el 5 de septiembre de 2017. Consultado el 5 de septiembre de 2017.
Bibliografía
- Arsuaga, Juan Luis; Martínez, I.; Carretero, J. M.; Gracia, A.; Lorenzo, C. y Bermúdez de Castro J. Mª. 1994: "Evolución humana en Europa: registro y debates". Revista Española de Paleontología 399: 255-258.
- Arsuaga, Juan Luis e Ignacio Martínez. 1998: La especie elegida. La larga marcha de la evolución humana. Madrid: Ediciones Temas de Hoy. ISBN 84-7880-909-0
- Arsuaga, Juan Luis ; Martínez, Ignacio. 2005: Atapuerca y la Evolución Humana. Barcelona: Fundacio Caixa Catalunya. ISBN 84-89860-56-4
- Bermúdez de Castro, José María; J.L. Arsuaga y E. Carbonell (Eds.) 1995: Human Evolution in Europe and the Atapuerca Evidence / Evolución Humana en Europa y los yacimientos de la Sierra de Atapuerca (Workshop, Castillo de la Mota, Medina del Campo, Valladolid, 1992). Valladolid: Junta de Castilla y León, Consejería de Cultura y Turismo. 2 Volúmenes. ISBN 84-7846-463-8
- Cervera, José; Arsuaga, J.L. y Trueba, J. 1998: Atapuerca. Un millón de años de historia. Madrid: PLOT Ediciones, S.A. - Editorial Complutense. ISBN 84-86702-45-3
Enlaces externos
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