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Segunda guerra carlista

La guerra de los matiners, segunda guerra carlista[nota 1]​ o campaña montemolinista fue un conflicto bélico que tuvo lugar fundamentalmente en Cataluña entre septiembre de 1846 y mayo de 1849.

Segunda guerra carlista
Guerras carlistas
Parte de Guerras Carlistas

Batalla del Pasteral, 26 al 27 de enero de 1849.
Fecha 18461849
Lugar España (principalmente en Cataluña)
Resultado Victoria liberal
Beligerantes
Liberales
(Leales a Isabel II)
Carlistas
(Leales a Carlos VI)
Comandantes
Fuerzas en combate
50 000[2] 5 000[3]

Se debió al fracaso de los intentos de casar a Isabel II con el pretendiente carlista, Carlos Luis de Borbón (Carlos VI en la nomenclatura de sus adeptos), que había sido pretendido tanto por algunos sectores moderados isabelinos —singularmente los liderados por Jaime Balmes y Juan Donoso Cortés— como por el carlismo. La reina terminaría casándose con su otro primo Francisco de Asís de Borbón.

Caracterizado por algunos historiadores más como un conflicto que como una auténtica guerra, se trató fundamentalmente de un levantamiento popular en distintos puntos de Cataluña. El número de partidas carlistas en esta región alcanzaba a fines de 1847 unos 4000 hombres armados frente a un ejército regular formado por 40 000 soldados que dirigía Manuel Pavía. Los partidarios más destacados de la guerra anterior, incluido Ramón Cabrera, se lanzaron a las montañas de Cataluña. En esta ocasión, los carlistas tomaron también el nombre de montemolinistas. La acción de más importancia de esta nueva campaña fue la sorpresa de Cervera hecha por Benito Tristany en la madrugada del 16 de febrero de 1847.[4]

A mediados de 1848 surgieron partidas en Extremadura y en Castilla, que no consiguieron éxitos significativos. Las partidas de matiners (madrugadores, en catalán, en referencia a que las partidas hostigaban a las tropas a primeras horas de la mañana) colaboraron en ocasiones con insurrectos de ideología progresista o republicana, en lo que vino en llamarse «coalición carlo-progresista».[5]​ Sin embargo, dicha coalición nunca llegó a existir realmente, sino que hubo meramente un acuerdo tácito, ya que ambos combatían a un enemigo común: el gobierno de Narváez.[6]

A finales de 1848 el nuevo capitán general de Cataluña, Manuel Gutiérrez de la Concha, que sustituyó a Fernando Fernández de Córdoba, consiguió debilitar la resistencia de las partidas carlistas. Esto, unido a los fracasos de sublevaciones carlistas en Guipúzcoa, Navarra, Burgos, Maestrazgo y Aragón, dificultó continuar con el conflicto. La guerra concluyó entre abril y mayo de 1849, cuando Cabrera y los Tristany cruzaron la frontera francesa ante la persecución del ejército gubernamental. El pretendiente Carlos Luis fue detenido en Francia cuando pretendía entrar en España.

Origen y antecedentes

En Cataluña habían persistido bandas carlistas tras el fin de la primera guerra carlista, aunque actuaban más como bandoleros (trabucaires) que como guerrilleros.

Ya en la década moderada, desacreditado el carlismo por la derrota en la primera guerra, abandonado por muchos de sus famosos defensores tras el convenio de Vergara y juzgado por muchos como incompatible con la civilización de la época, en octubre de 1844 Antonio de Arjona, representante de Carlos María Isidro, fundaba en Madrid el diario La Esperanza, a fin de mantener viva la causa carlista. El 18 de mayo del año siguiente, Don Carlos abdicó en su hijo primogénito, Carlos Luis de Borbón y Braganza, con la intención de que este procurase contraer matrimonio con su prima Isabel II y resolviese así el pleito dinástico.[7]

Carlos Luis, titulado conde de Montemolín y conocido como Carlos VI por sus defensores, pensó entonces que era forzoso transigir con las circunstancias de la época, modificar algún tanto sus principios y admitir algunos de los progresos de la revolución liberal. Con este objeto dirigió a los españoles un manifiesto el 23 de mayo de 1845, que fue el acicate a que respondió con entusiasmo todo el partido montemolinista.[4]

Uno de los principales valedores de la idea de casar a Isabel II con el conde de Montemolín era el clérigo catalán Jaime Balmes, quien inspiró un partido monárquico escindido del partido moderado. Pero el proyecto de matrimonio fracasó, entre otras cosas, debido a las exigencias de los carlistas (que no se conformaban con que Carlos Luis fuese el rey consorte), a la escasez de apoyos internacionales del pretendiente (especialmente en la Francia de Luis Felipe de Orleans), a la oposición de Narváez y al hecho de que a Isabel le desagradaba el aspecto físico de su primo, que padecía estrabismo. Finalmente, el 28 de agosto de 1846 se anunció el próximo matrimonio de la reina con otro de sus primos, Francisco de Asís de Borbón, que contaba con el apoyo de Francia.[8]

A la cuestión dinástica se unió la crisis agraria e industrial de 1846, especialmente importante en Cataluña y algunas reformas impopulares de los gobiernos moderados de Ramón María Narváez como las quintas, el impuesto de consumos y la introducción de un sistema de propiedad liberal que entraba en contradicción con los usos comunales de la tierra. La crisis de 1846 había sido importante en Cataluña. Por una parte las comarcas más pobres y dependientes de la agricultura en las zonas de montaña tenían serias dificultades de suministro de alimentos desde 1840, lo que obligó a los distintos gobiernos a enviar ayudas económicas, siempre insuficientes, para paliar el hambre. En segundo lugar, la crisis que se estaba gestando en Europa en las actividades industriales incidió especialmente en la incipiente revolución industrial catalana a partir de 1840 y hasta 1846 con una disminución de la demanda exterior y la competencia desleal que suponía el contrabando. En tercer y último lugar, la introducción del sistema de reclutamiento de quintas privaba a las familias de manos útiles en momentos especialmente difíciles.[cita requerida]

El conflicto

 
Carlos Luis de Borbón y Braganza, conde de Montemolín (Carlos VI).

Desechadas las proposiciones pacíficas de Carlos Luis de Borbón y Braganza —Carlos VI para los carlistas—, estos recurrieron de nuevo a las armas. En Bourges el conde de Montemolín lanzó una nueva proclama el 12 de septiembre de 1846,[9]​ luego pasó a Londres para organizar sus proyectos y desde allí dirigiría la guerra. Dos días después, en compañía del general Montenegro y del marqués de Villafranca, marchó a Londres, desde donde dirigiría la guerra. Estaba incomodada Inglaterra por el casamiento de la infanta María Luisa con el duque de Montpensier, por lo que, sin perjuicio de dar también auxilios al infante Enrique y a los progresistas españoles para que se sublevasen, acogió bien al príncipe, recibiéndole la sociedad inglesa como rey, visitándole Lord Palmerston, defendiendo la prensa su causa y negándose el gobierno a asegurar su persona conforme lo pedía Guizot. Al poco tiempo publicó una proclama anunciando que había llegado el momento que había querido evitar y llamando a las armas a los españoles. Se creó una Junta vasconavarra que publicó un manifiesto para el alzamiento de las Provincias, a los gritos de ¡viva el rey! y ¡vivan los fueros!; pero obtuvo poco éxito.[10]

En cambio, en Cataluña tuvo éxito la rebelión, que dio comienzo a finales de 1846. Empezando por Solsona, se formaron diversas partidas guerrilleras, que no sobrepasaban los 500 hombres a comienzos de 1847, y que atacaban fundamentalmente a funcionarios públicos y a unidades militares. Estas partidas actuaban al modo de las guerrillas y estaban integradas por grupos poco numerosos de hombres con un cabecilla. Actuaban en la zona donde tenían su residencia y eran buenos conocedores del terreno. Los cabecillas, bien provenían de los carlistas no depurados de la primera guerra y que se habían mantenido en el terreno; bien de aquellos que se habían visto obligados a huir a Francia y que regresaban aprovechando el descontento social, o bien de nuevos elementos pertenecientes a un carlismo menos absolutista.[cita requerida]

 
Bartolomé Porredón (Ros de Eroles).

El líder más importante de este primer momento fue el sacerdote Benito Tristany, quien, junto con Porredón (Ros de Eroles) y 300 hombres bien armados, en febrero de 1847 protagonizó una entrada en Cervera[11]​ para hacerse con fondos y munición. Los carlistas entraron después en Guisona, apareciendo en seguida diferentes partidas, especialmente en la Alta Cataluña y en el Ampurdán, que recorren el país, le ponen a contribución y tratan de alzarle en armas a los gritos de ¡fuera los extranjeros! y ¡unión de todos los españoles![11]

El capitán general, Manuel Pavía, se puso en movimiento y tuvo la suerte de derrotar a Tristany y cogerle prisionero, fusilándole, con otros de sus compañeros, el 17 de mayo. Porredón, que había caído enfermo después de entrar en Cervera, fue descubierto en las casas de Vilá casi al mismo tiempo y cosido a bayonetazos en la cama, fusilándose a su yerno y ayudante de campo, que quiso defenderle. Con la muerte de estos dos jefes dio el gobierno liberal por terminada la guerra; pero no fue así, pues aparecieron nuevas partidas, como la de Tintoret en Igualada. A Pavía sucedió Concha en el mando del ejército liberal del Principado que ascendía a 40 000 hombres disponibles, publicando una proclama concediendo indulto a los carlistas en armas; pero estos, preguntados por sus jefes, rechazaron el indulto, y la guerra prosiguió sosteniéndola los tres sobrinos de Tristany (Antonio, Francisco y Rafael), Boquica, Marsal (Marcelino Gonfaus), Caletrus, Sobrevias, el Muchacho y otros muchos, que si bien eran batidos, se retiraban para volver a presentarse en seguida.[11]

Según la Enciclopedia Espasa, los carlistas, cumpliendo órdenes terminantes de Don Carlos, «mostraban una gran humanidad, mayor que sus enemigos, en el modo de hacer la guerra». Concha reemplazó otra vez Pavía, quien comenzó una terrible persecución contra los montemolinistas, reduciéndoles, en el término de dos meses, a dispersarse y ocultarse, refugiándose en Andorra o volviendo a sus casas; cazando como fieras a los que intentaron mantenerse en armas, de modo que a fines de 1847 parecía estar pacificado el Principado catalán. Aunque también este año aparecieron partidas carlistas en Galicia, León, Burgos, Ávila y Toledo, no llegaron a tener importancia.[11]

En realidad, la guerra carlista era como el barómetro que marcaba los grados de la presión revolucionaria, sirviendo de contentivo a los liberales más exaltados. Sin embargo, estos, dirigidos por Inglaterra y por las logias masónicas, no dejaban de continuar su camino, con más o menos obstáculos. Los progresistas no cejaban en ser instrumento de ella. En Londres, Espartero, con Gurrea y Gómez de la Serna; en París, Mendizábal, en Burdeos, Capaz, y en Lisboa, Infante, organizaban Juntas que conspiraban también contra el gobierno del partido moderado.[11]

La represión enérgica de Narváez en 1844 no los desanimó, y al año siguiente ocurrieron insurrecciones en Cataluña, conspiraciones militares en Málaga, motines en Madrid y otros puntos. En el mismo año en que se casó la reina con su primo Francisco de Asís, estallaron sublevaciones militares en Oviedo, Santiago, Lugo, Vigo, Logroño, Cartagena y otros sitios, teniendo lugar los llamados fusilamientos de Carral y siendo sorprendida la guarnición de Pamplona en flagrante conspiración.[11]

Alzamiento carlista de 1848

 
Barricada en París en febrero de 1848, por Horace Vernet.

En 1848 estalló la revolución general en los países católicos, Austria, Italia, Francia y España, demostrando la casi simultaneidad de ella (enero y febrero) en todos estos que obedecía a un plan general. En Austria, sublevada Viena, fue arrojado del poder Metternich, que tuvo que huir al extranjero. En Francia estalló la Commune, huyendo Luis Felipe y proclamándose la Segunda República Francesa (24 de febrero); en Italia, todos los soberanos tuvieron que dar Constituciones, se gritó ¡abajo el Papa!, estalló la revolución en Roma y Pío IX tuvo que refugiarse en Gaeta, y en España estallaron siete conspiraciones revolucionarias, algunas francamente republicanas, siendo la más importante la de Cataluña, que ofreció la particularidad de intentar el establecimiento de una república presidida por el infante Enrique (el ciudadano Enrique María, como le llamaban), siendo muchos fusilados y centenares de ellos deportados a Filipinas.[11]

Todo esto produjo el incremento del carlismo, aumentándose el número de los carlistas en Cataluña. Brujó fue nombrado comandante general interino en tanto no llegase Cabrera; y el general José Borges lo fue de la provincia de Tarragona. El 21 de febrero las fuerzas de Borges, Castells y Caletrus se apoderaron de Igualada, llegando después Borges hasta Sants, a las puertas de Barcelona. También el general Masgoret entró en España, dando el 1 de abril una proclama, atacando al gobierno de Isabel II y excitando a los pueblos a tomar las armas por Don Carlos.[11]

Este se propuso intensificar la guerra y extenderla. Para Guipúzcoa nombró comandante general a Joaquín Julián de Alzáa, su gentilhombre, que ya había, como hemos visto, tratado de volver a levantar las Vascongadas, y entró en España, por Navarra, el 23 de junio. Escondido cerca de Tolosa, preparaba la sorpresa de la Fábrica de Armas de Plasencia y del castillo de Santa Bárbara de Hernani, lo que, de acuerdo con un oficial isabelino, debía realizarse el día 28; pero el comandante general liberal tuvo noticia de ello y relevó la guarnición, por lo que Alzáa salió a campaña al frente de unos 60 hombres, la mayor parte oficiales carlistas de la última guerra. El pueblo no le secundó y el capitán general de las Vascongadas (el excarlista marqués de la Solana) envió contra su antiguo compañero las columnas del brigadier Zapatero y del coronel Dameto; y alcanzado por este fue batido y hecho prisionero, siendo fusilado al día siguiente en el pueblo de Zaldivia (3 de julio de 1848).[11]

Elío fue designado capitán general del ejército del Norte, pero el fusilamiento de Alzáa fracasó el alzamiento, y si bien Elío (que no llegó a entrar en España) dirigió una proclama a los navarros, estos tampoco respondieron como se esperaba. Se alzaron, así y todo, varias partidas, al mando de Zabaleta, Ripalda, Zubiri y otros (en total unos mil hombres), que perseguidas sin descanso por el general Villalonga no tardaron en disolverse.[11]

Ramón Cabrera se hallaba en Lyon cuando comenzó la guerra, en su opinión la nueva lucha no tenía ninguna posibilidad de éxito, y cuando se le instó contestó:

“Mi deber de súbdito y de soldado me impone el de obedecer las órdenes del rey; mas creo francamente que la causa de éste está interesada en que no se agiten de nuevo todos los recursos con que cuenta en España; yo opinaré siempre por que en las fragosidades de Cataluña se sostenga la guerra de guerrillas, a fin de atraer las fuerzas y perpetuar, si es posible, la inquietud y los recelos del gobierno de Madrid; mas de esto a una guerra en que se equilibren nuestras fuerzas con las del enemigo, creo que hay una distancia inmensa”.

El 23 de junio de 1848 atravesó la frontera francesa e intentó organizar lo que denominó el Ejército Real de Cataluña sin mucho éxito, y tampoco pudo entrar en el Maestrazgo.[cita requerida]

Cabrera entró en España el 28 de junio por la noche, juntamente con Forcadell y Palacios. Convocó varias partidas y al frente de unos mil hombres se presentó el día 26 a 7 leguas de Barcelona, trabando en Gavá una acción que le fue ventajosa. Las fuerzas carlistas fueron creciendo hasta llegar a contar unos 6000 hombres. Con ellos no podían librarse grandes combates, por lo que Cabrera se mantuvo a la defensiva, realizando sorpresas, entrando en poblaciones y fatigando a los 30 000 hombres que mandaba Pavía. Pensó Cabrera en llevar la guerra al Maestrazgo pasando el Ebro; pero tuvo que replegarse, y alcanzado en Estany por la columna del brigadier Manzano, salvarse en la retirada.[12]

 
Espada del general Ramón Cabrera, obsequio de Carlos VI.

De todos modos el ejército carlista tardaba en crecer y tropezaba con serias dificultades. Narváez había logrado dominar las sublevaciones progresistas y republicanas y su severidad de dictador imponía a no pocos. El peligro de la revolución se veía como menos apremiante y los liberales esparcieron la voz de que Don Carlos había convenido con Inglaterra un tratado librecambista perjudicial para la industria catalana, y de que Cabrera se había liberalizado. Pavía, excitado por Narváez para terminar la guerra, repartió 6000 fusiles entre liberales de confianza, intensificó las rondas, hizo fortificar algunas poblaciones y excitó a los pueblos haciéndoles algunas promesas, para que ayudasen a combatir a los carlistas; y como todo esto no bastase, abrió tratos para comprar la sumisión de algunos jefes, comenzando negociaciones con el comandante Miguel Vila (Caletrus), el brigadier José Pons (Pep del Oli) y otros, que por entonces no se terminaron.[13]

 
Fernando Fernández de Córdova, II marqués de Mendigorría.

En septiembre fue sustituido Pavía por Fernández de Córdoba, bajo cuyo mando tomó la guerra mayor incremento, con ventaja para los carlistas, pues si bien Caletrus y Pep del Oli acabaron por pasarse a las filas liberales, Forcadell y Palacios lograron pasar al Maestrazgo y sostenerse en él por algún tiempo, hasta que fueron batidos en Pinell y Vallmoll; teniendo que retirarse a la montaña, en donde estuvieron hasta el fin de la guerra, en que volvieron a pasar a Francia.

En cambio, los carlistas entraron en varias poblaciones, apoderándose Masgoret del fuerte de La Bisbal, haciendo prisionera a la guarnición. Una columna enviada por Fernández de Córdoba a las órdenes del general Paredes fue derrotada por Borges en Esquirol; y la del coronel Manzano fue vencida por Cabrera en Aviñó, haciéndola este 400 prisioneros, entre ellos el jefe liberal, que fue por una casualidad libertado a los pocos días por el general Paredes. En Barcelona se tramó una conspiración para entregar a Cabrera varias plazas fuertes y el castillo de Montjuich; pero descubierta fue sangrientamente castigada. Fernández de Córdoba usó de una mayor severidad con los prisioneros carlistas que sus predecesores, pues si bien se negó a fusilarlos, como lo quería Narváez, no hicieron lo mismo algunos de sus subordinados, y desde luego se los deportaba a Filipinas; conducta que contrasta con la de Cabrera, que en esta ocasión no quería usar de represalias y proponía siempre el canje.[13]

 
Batalla del Pasteral (del 26 al 27 de enero de 1849).

Fernández de Córdoba dimitió finalmente el mando y vino otra vez Concha a ponerse al frente del ejército liberal el 3 de diciembre de 1848. Las fuerzas carlistas se habían aumentado hasta 10 000 hombres, si bien los jefes eran por lo general poco disciplinados, lo que imposibilitó un plan general, operando muchos por su cuenta. Con todo, el país era recorrido por ellos, atacando poblaciones importantes, como Manresa y Mora de Ebro. Cabrera tenía su cuartel general en Amer (Gerona), en donde organizaba sus fuerzas, teniendo en El Pasteral talleres y tratando de establecer una fundición de artillería. Desde allí enviaba expediciones para cobrar los impuestos, reclutar voluntarios y sitiar poblaciones como Vich, Olot y Solsona, y salía para hacer frente á las columnas liberales de Nouvilas y otros jefes enemigos.[13]

 
File:Estado_Mayor_General_del_Ejército_Español,_Manuel_de_la_Concha,_Marqués_del_Duero.jpg
Manuel Gutiérrez de la Concha e Irigoyen, marqués del Duero.

Concha estableció su cuartel general en Gerona y dio comienzo a sus operaciones el 11 de enero de 1849. Envió a Quesada contra Borges, que, al frente de mil infantes y 40 caballos le hizo frente en Selma, si bien tuvo que retirarse con bastantes pérdidas. Contra Cabrera dispuso tres columnas, al mando de Ruiz, Nouvilas y Ríos. La primera de éstas atacó El Pasteral, siendo rechazada, poniéndola Cabrera en situación apurada, hasta que acudiendo las otras dos, lograron pasar el Ter; y herido Cabrera de un balazo en un muslo tuvo que retirarse tras los combates del 26 y 27 de enero de 1849.[13]

No sólo se pusieron en acción las armas para reducir a los carlistas, sino que también se recurrió a la seducción y al soborno. Se intentó varias veces envenenará Cabrera; valiéndose de un sacerdote que se hizo amigo suyo, se logró echar el veneno en la comida, pero habiendo sido visto el hecho por un primo del jefe carlista, este convidó a comer al envenenador, haciéndole tragar el manjar envenenado; y aunque al confesar su delito se le hicieron todos los remedios para salvarle, no fue ello posible. Mayor resultado dio a los liberales el soborno y el reconocimiento de grados, merced a lo cual lograron varias defecciones, viéndose Cabrera precisado a realizar varios fusilamientos y a dar una proclama a sus tropas para ver de contrarrestar tales manejos. Así y todo se pasaron a las filas liberales varios jefes, como Posas, que vendió su partida entregándola al general liberal Mata, quien tuvo que imponerse para lograr que los soldados se sometiesen, pues a los gritos de ¡antes morir! ¡mueran los traidores y cobardes! trataron de resistirse, no logrando éxito por estar rodeados por el enemigo.[13]

 
Rafael Tristany (sobrino de Benito Tristany). Más adelante participaría también en la tercera guerra carlista como capitán general de Cataluña.

También quiso hacerse en Cataluña algo de lo que Muñagorri y Avinareta hicieron en las Vascongadas al final de la guerra anterior. El barón de Abella, rico propietario de Cardona, de acuerdo con los liberales, fundó la Hermandad de la Concepción, para ir apartando a los catalanes de la causa carlista. Era el barón amigo de Rafael Tristany (uno de los tres sobrinos de Benito Tristany, quien se batían en las filas carlistas, y otro de los cuales, llamado Antonio, había sido preso por varios mozos de escuadra mientras estaba hablando con su prometida) y trató de seducirle para que entregase a Cabrera. Aparentó acceder y se convino el plan, en ejecución del que fueron Tristany y el barón adonde estaba Cabrera, quien hizo prender y fusilar al segundo, así como a otras personas que, de las cartas que se le ocuparon, resultaban comprometidas en la conjura. También el coronel liberal Leonardo Santiago entró en tratos con el tercer Tristany (Francisco) para que entregase a Cabrera, e igualmente aparentó acceder el requerido, que percibió 15 000 duros (que entregó al caudillo tortosino) y estuvo a punto de hacer perecer al coronel y a sus tropas, preparándoles una emboscada, de la que sólo pudieron escapar con grandes pérdidas, después de un rudo combate y a merced de la noche.[13]

Más grave contratiempo representó para Cabrera la pérdida de 6000 fusiles que le enviaba Romualdo María Mon, ministro de Don Carlos, y los cuales, por infidelidad del encargado de entregarlos, Enrique Téllez, fueron a parar a poder del cónsul español en Marsella.[13]

 
Marcelino Gonfaus, alias «Marsal».

Todas estas contrariedades y más que nada la resistencia a la disciplina y subordinación de los jefes de partida desalentaron a Cabrera, quien para reanimar la guerra instó al conde de Montemolín para que viniese a Cataluña. Animoso el príncipe, accedió a lo que su general le pedía y salió de Londres el 27 de marzo, atravesando toda Francia; pero ya en la frontera, en San Lorenzo de Cárdenas, seis aduaneros franceses, disfrazados de catalanes, le intimaron que se diese preso; trató de huir, y al saltar una zanja cayó en ella, prendiéndosele y llevándosele a la fortaleza de Perpiñán.[14]

Coincidiendo con este contratiempo, ejerció el ejército liberal, que constaba de unos 50 000 hombres, una activa persecución de los carlistas. El excarlista Pons (Pep del Oli), al frente de una brigada, acosaba a los Tristany en los montes de Segarra; Lafont, Manzano y Lasala, con sus columnas, vencían a otros jefes carlistas, y uno de éstos, Marsal, acorralado en Bañolas por las cuatro columnas de Rios, Hore, Ruiz y el cuartel general, fue derrotado y preso, acogiéndose a indulto. Intentó Cabrera diversificar las fuerzas liberales y envió parte de las suyas, al mando de Arnau y de Pascual Gamundi (investido del cargo de comandante general) al Alto Aragón, las cuales hicieron prisionera a una compañía de miñones, prendieron a 40 guardias civiles en Calamocha y entraron en Molina de Aragón; pero perseguidas por fuerzas superiores tuvieron que regresar a Cataluña, repasando el Cinca y siendo vencidas en Castelflorite por la brigada de Domingo Dulce.

 
Editorial del diario carlista La Esperanza tras constatarse la derrota de los montemolinistas en 1849.

Cabrera, con poca gente, se retiró a la sierra; pero acosado en ella y siéndole imposible sostener la lucha por más tiempo, pasó a Francia con algunos de los suyos el 23 de abril de 1849, siendo presos en Err y llevado aquel a la fortaleza de Tolón. Las partidas que quedaron se fueron sometiendo o internándose en Francia, siendo los Tristany los últimos en abandonar la lucha y expatriarse el 18 de mayo. El 8 de junio del mismo año concedió Narváez una amplia amnistía a los carlistas, por virtud de la cual regresaron a España muchos de éstos, Casa-Eguía, Villarreal, Zaratiegui y Montenegro, entre ellos.[15]

En junio de 1849 el gobierno publicó un decreto amnistiando a los carlistas. Más de 1400 regresaron a España, mientras otros decidieron quedarse en Francia. Muchos de los veteranos carlistas que regresaron combatieron más tarde en la guerra de África (1859-1860).

El periodista Pedro de la Hoz, director del diario carlista La Esperanza, atribuyó la derrota al hecho de no haberse producido dos circunstancias. La primera era que los carlistas alzados en armas, debido a su escaso número, no habían tenido posibilidades de atraer a su causa a una parte del Ejército y, la segunda, que tampoco habían contado con una cooperación fuerte del bando revolucionario o progresista. Sin embargo, ante la hipótesis de que se hubiera producido esto último, La Hoz añadía que «por cada auxiliar que [los progresistas] dieran al príncipe proscrito, alejarían de sus filas dos o diez» y afirmaba que la revolución que los progresistas pretendían hubiera sido tan perjudicial para los carlistas como para el gobierno de aquel entonces.[16]

Partidas en otras regiones de España

En La Mancha levantó la bandera carlista el coronel Vicente Sabariegos, que recibió a poco una herida, viéndose obligado a pasar a Portugal. En Extremadura reapareció Mariano Peco al frente de unos 200 hombres, así como algunas pequeñas partidas, pero tampoco fue secundado el movimiento, escapando Peco, que fue poco después preso en Madrid. En la misma Madrid se realizaron trabajos para levantar una partida que saliese a campaña operando en combinación con las fuerzas de Cabrera; mas descubiertos por la policía, se prendió a los principales comprometidos y fracasó la empresa. Para organizar y dirigir las fuerzas carlistas en Andalucía vinieron desde Londres el general Gómez, nombrado comandante general de aquella región, y Arévalo como segundo, con otros nueve jefes más. Sin embargo, aunque se levantaron partidas en Cabra, Baldicio, Cazlona, Quintanar y Guadalcanal, no llegó a prosperar el alzamiento, por lo que se volvieron a Inglaterra. En Aragón se hizo también poco, y una partida del llamado Cojo de Cariñena, acosada por tropas liberales, se acogió a indulto en Calatayud el 2 de agosto de 1848.[11]

Notas

  1. No confundir con la guerra carlista de 1872-1876, también conocida como "segunda guerra carlista", especialmente en el País Vasco y Navarra.

Referencias

  1. Pirala, 1876, pp. 578-583.
  2. Pirala, 1876, p. 74.
  3. Pirala, 1876, p. 55.
  4. Una sociedad de literatos distinguidos, 1854, p. 521.
  5. Rodríguez Vives, 2019, p. 422.
  6. Ferrer, —, p. 124.
  7. Acedo Castilla, José F. (1999). . Razón Española (94). ISSN 0212-5978. 
  8. Marrero, 1958, pp. 48-51.
  9. Marrero, 1958, p. 60.
  10. Espasa-Calpe, 1928, p. 462.
  11. Espasa-Calpe, 1928, p. 463.
  12. Espasa-Calpe, 1928, pp. 463-464.
  13. Espasa-Calpe, 1928, p. 464.
  14. Espasa-Calpe, 1928, pp. 464-465.
  15. Espasa-Calpe, 1928, p. 465.
  16. La Hoz, Pedro (19 de mayo de 1849). «Terminacion de la guerra civil. Articulo I». La Esperanza: 1. 

Bibliografía

  • Un testigo ocular de los acontecimientos (1849). Teatro de la guerra: Cabrera, los montemolinistas y republicanos en Cataluña. Crónica de nuestros días. Madrid: Imrenta de D. B. González. 
  • Una sociedad de literatos distinguidos (1854). «Montemolinista (insurrección)». Diccionario Universal de Historia y de Geografía. Tomo V. México. p. 521. 
  • Pirala, Antonio (1875). Historia contemporanéa: Anales desde 1843 hasta la conclusión de la actual guerra civil. Tomo I. Madrid: Imprenta y Fundición de Manuel Tello. 
  • Pirala, Antonio (1876). Historia contemporanéa: Anales desde 1843 hasta la conclusión de la actual guerra civil. Tomo II. Madrid: Imprenta y Fundición de Manuel Tello. 
  • Espasa-Calpe (1928). «Tradicionalismo». Enciclopedia universal ilustrada europeo-americana. Tomo 63. pp. 376-506. 
  • Ferrer, Melchor (—). Historia del Tradicionalismo Español. Tomo XIX. Sevilla: Editorial Católica Española S.A. 
  • Marrero, Vicente (1958). «La reconciliación dinástica y el siglo XIX». Punta Europa (28): 44-62. 
  • Vallverdú, Robert (2002). La guerra dels Matiners a Catalunya (1846-1849). Una crisi econòmica i una revolta popular. Barcelona: Publicacions de l'Abadia de Montserrat. ISBN 84-8415-416-5. 
  • Rodríguez Vives, Conxa (2019). Los exilios de Ramón Cabrera. Puz. ISBN 978-84-17633-40-0. 

Enlaces externos

  •   Wikisource contiene obras originales de o sobre Segunda guerra carlista.
  • Noticias de Cabrera en Wikisource. Artículo de Ramón Cabrera publicado en el diario de Paris "L'Unión" el 18 de noviembre de 1848.
  •   Datos: Q3025312

segunda, guerra, carlista, para, guerra, civil, españa, 1872, 1876, también, llamada, frecuencia, segunda, guerra, carlista, véase, tercera, guerra, carlista, guerra, matiners, segunda, guerra, carlista, nota, campaña, montemolinista, conflicto, bélico, tuvo, . Para la guerra civil de Espana de 1872 1876 tambien llamada con frecuencia segunda guerra carlista vease Tercera guerra carlista La guerra de los matiners segunda guerra carlista nota 1 o campana montemolinista fue un conflicto belico que tuvo lugar fundamentalmente en Cataluna entre septiembre de 1846 y mayo de 1849 Segunda guerra carlistaGuerras carlistasParte de Guerras CarlistasBatalla del Pasteral 26 al 27 de enero de 1849 Fecha1846 1849LugarEspana principalmente en Cataluna ResultadoVictoria liberalBeligerantesLiberales Leales a Isabel II Carlistas Leales a Carlos VI ComandantesManuel BretonManuel PaviaFernando Fernandez de CordovaManuel Gutierrez de la Concha 1 Ramon CabreraBenito Tristany Jose BorgesJose EstartusJose MasgoretMarsalPlanademunt Fuerzas en combate50 000 2 5 000 3 editar datos en Wikidata Se debio al fracaso de los intentos de casar a Isabel II con el pretendiente carlista Carlos Luis de Borbon Carlos VI en la nomenclatura de sus adeptos que habia sido pretendido tanto por algunos sectores moderados isabelinos singularmente los liderados por Jaime Balmes y Juan Donoso Cortes como por el carlismo La reina terminaria casandose con su otro primo Francisco de Asis de Borbon Caracterizado por algunos historiadores mas como un conflicto que como una autentica guerra se trato fundamentalmente de un levantamiento popular en distintos puntos de Cataluna El numero de partidas carlistas en esta region alcanzaba a fines de 1847 unos 4000 hombres armados frente a un ejercito regular formado por 40 000 soldados que dirigia Manuel Pavia Los partidarios mas destacados de la guerra anterior incluido Ramon Cabrera se lanzaron a las montanas de Cataluna En esta ocasion los carlistas tomaron tambien el nombre de montemolinistas La accion de mas importancia de esta nueva campana fue la sorpresa de Cervera hecha por Benito Tristany en la madrugada del 16 de febrero de 1847 4 A mediados de 1848 surgieron partidas en Extremadura y en Castilla que no consiguieron exitos significativos Las partidas de matiners madrugadores en catalan en referencia a que las partidas hostigaban a las tropas a primeras horas de la manana colaboraron en ocasiones con insurrectos de ideologia progresista o republicana en lo que vino en llamarse coalicion carlo progresista 5 Sin embargo dicha coalicion nunca llego a existir realmente sino que hubo meramente un acuerdo tacito ya que ambos combatian a un enemigo comun el gobierno de Narvaez 6 A finales de 1848 el nuevo capitan general de Cataluna Manuel Gutierrez de la Concha que sustituyo a Fernando Fernandez de Cordoba consiguio debilitar la resistencia de las partidas carlistas Esto unido a los fracasos de sublevaciones carlistas en Guipuzcoa Navarra Burgos Maestrazgo y Aragon dificulto continuar con el conflicto La guerra concluyo entre abril y mayo de 1849 cuando Cabrera y los Tristany cruzaron la frontera francesa ante la persecucion del ejercito gubernamental El pretendiente Carlos Luis fue detenido en Francia cuando pretendia entrar en Espana Indice 1 Origen y antecedentes 2 El conflicto 2 1 Alzamiento carlista de 1848 2 2 Partidas en otras regiones de Espana 3 Notas 4 Referencias 5 Bibliografia 6 Enlaces externosOrigen y antecedentes Editar Ramon Maria de Narvaez En Cataluna habian persistido bandas carlistas tras el fin de la primera guerra carlista aunque actuaban mas como bandoleros trabucaires que como guerrilleros Ya en la decada moderada desacreditado el carlismo por la derrota en la primera guerra abandonado por muchos de sus famosos defensores tras el convenio de Vergara y juzgado por muchos como incompatible con la civilizacion de la epoca en octubre de 1844 Antonio de Arjona representante de Carlos Maria Isidro fundaba en Madrid el diario La Esperanza a fin de mantener viva la causa carlista El 18 de mayo del ano siguiente Don Carlos abdico en su hijo primogenito Carlos Luis de Borbon y Braganza con la intencion de que este procurase contraer matrimonio con su prima Isabel II y resolviese asi el pleito dinastico 7 Carlos Luis titulado conde de Montemolin y conocido como Carlos VI por sus defensores penso entonces que era forzoso transigir con las circunstancias de la epoca modificar algun tanto sus principios y admitir algunos de los progresos de la revolucion liberal Con este objeto dirigio a los espanoles un manifiesto el 23 de mayo de 1845 que fue el acicate a que respondio con entusiasmo todo el partido montemolinista 4 Uno de los principales valedores de la idea de casar a Isabel II con el conde de Montemolin era el clerigo catalan Jaime Balmes quien inspiro un partido monarquico escindido del partido moderado Pero el proyecto de matrimonio fracaso entre otras cosas debido a las exigencias de los carlistas que no se conformaban con que Carlos Luis fuese el rey consorte a la escasez de apoyos internacionales del pretendiente especialmente en la Francia de Luis Felipe de Orleans a la oposicion de Narvaez y al hecho de que a Isabel le desagradaba el aspecto fisico de su primo que padecia estrabismo Finalmente el 28 de agosto de 1846 se anuncio el proximo matrimonio de la reina con otro de sus primos Francisco de Asis de Borbon que contaba con el apoyo de Francia 8 A la cuestion dinastica se unio la crisis agraria e industrial de 1846 especialmente importante en Cataluna y algunas reformas impopulares de los gobiernos moderados de Ramon Maria Narvaez como las quintas el impuesto de consumos y la introduccion de un sistema de propiedad liberal que entraba en contradiccion con los usos comunales de la tierra La crisis de 1846 habia sido importante en Cataluna Por una parte las comarcas mas pobres y dependientes de la agricultura en las zonas de montana tenian serias dificultades de suministro de alimentos desde 1840 lo que obligo a los distintos gobiernos a enviar ayudas economicas siempre insuficientes para paliar el hambre En segundo lugar la crisis que se estaba gestando en Europa en las actividades industriales incidio especialmente en la incipiente revolucion industrial catalana a partir de 1840 y hasta 1846 con una disminucion de la demanda exterior y la competencia desleal que suponia el contrabando En tercer y ultimo lugar la introduccion del sistema de reclutamiento de quintas privaba a las familias de manos utiles en momentos especialmente dificiles cita requerida El conflicto Editar Carlos Luis de Borbon y Braganza conde de Montemolin Carlos VI Desechadas las proposiciones pacificas de Carlos Luis de Borbon y Braganza Carlos VI para los carlistas estos recurrieron de nuevo a las armas En Bourges el conde de Montemolin lanzo una nueva proclama el 12 de septiembre de 1846 9 luego paso a Londres para organizar sus proyectos y desde alli dirigiria la guerra Dos dias despues en compania del general Montenegro y del marques de Villafranca marcho a Londres desde donde dirigiria la guerra Estaba incomodada Inglaterra por el casamiento de la infanta Maria Luisa con el duque de Montpensier por lo que sin perjuicio de dar tambien auxilios al infante Enrique y a los progresistas espanoles para que se sublevasen acogio bien al principe recibiendole la sociedad inglesa como rey visitandole Lord Palmerston defendiendo la prensa su causa y negandose el gobierno a asegurar su persona conforme lo pedia Guizot Al poco tiempo publico una proclama anunciando que habia llegado el momento que habia querido evitar y llamando a las armas a los espanoles Se creo una Junta vasconavarra que publico un manifiesto para el alzamiento de las Provincias a los gritos de viva el rey y vivan los fueros pero obtuvo poco exito 10 En cambio en Cataluna tuvo exito la rebelion que dio comienzo a finales de 1846 Empezando por Solsona se formaron diversas partidas guerrilleras que no sobrepasaban los 500 hombres a comienzos de 1847 y que atacaban fundamentalmente a funcionarios publicos y a unidades militares Estas partidas actuaban al modo de las guerrillas y estaban integradas por grupos poco numerosos de hombres con un cabecilla Actuaban en la zona donde tenian su residencia y eran buenos conocedores del terreno Los cabecillas bien provenian de los carlistas no depurados de la primera guerra y que se habian mantenido en el terreno bien de aquellos que se habian visto obligados a huir a Francia y que regresaban aprovechando el descontento social o bien de nuevos elementos pertenecientes a un carlismo menos absolutista cita requerida Bartolome Porredon Ros de Eroles El lider mas importante de este primer momento fue el sacerdote Benito Tristany quien junto con Porredon Ros de Eroles y 300 hombres bien armados en febrero de 1847 protagonizo una entrada en Cervera 11 para hacerse con fondos y municion Los carlistas entraron despues en Guisona apareciendo en seguida diferentes partidas especialmente en la Alta Cataluna y en el Ampurdan que recorren el pais le ponen a contribucion y tratan de alzarle en armas a los gritos de fuera los extranjeros y union de todos los espanoles 11 El capitan general Manuel Pavia se puso en movimiento y tuvo la suerte de derrotar a Tristany y cogerle prisionero fusilandole con otros de sus companeros el 17 de mayo Porredon que habia caido enfermo despues de entrar en Cervera fue descubierto en las casas de Vila casi al mismo tiempo y cosido a bayonetazos en la cama fusilandose a su yerno y ayudante de campo que quiso defenderle Con la muerte de estos dos jefes dio el gobierno liberal por terminada la guerra pero no fue asi pues aparecieron nuevas partidas como la de Tintoret en Igualada A Pavia sucedio Concha en el mando del ejercito liberal del Principado que ascendia a 40 000 hombres disponibles publicando una proclama concediendo indulto a los carlistas en armas pero estos preguntados por sus jefes rechazaron el indulto y la guerra prosiguio sosteniendola los tres sobrinos de Tristany Antonio Francisco y Rafael Boquica Marsal Marcelino Gonfaus Caletrus Sobrevias el Muchacho y otros muchos que si bien eran batidos se retiraban para volver a presentarse en seguida 11 Manuel Pavia Segun la Enciclopedia Espasa los carlistas cumpliendo ordenes terminantes de Don Carlos mostraban una gran humanidad mayor que sus enemigos en el modo de hacer la guerra Concha reemplazo otra vez Pavia quien comenzo una terrible persecucion contra los montemolinistas reduciendoles en el termino de dos meses a dispersarse y ocultarse refugiandose en Andorra o volviendo a sus casas cazando como fieras a los que intentaron mantenerse en armas de modo que a fines de 1847 parecia estar pacificado el Principado catalan Aunque tambien este ano aparecieron partidas carlistas en Galicia Leon Burgos Avila y Toledo no llegaron a tener importancia 11 En realidad la guerra carlista era como el barometro que marcaba los grados de la presion revolucionaria sirviendo de contentivo a los liberales mas exaltados Sin embargo estos dirigidos por Inglaterra y por las logias masonicas no dejaban de continuar su camino con mas o menos obstaculos Los progresistas no cejaban en ser instrumento de ella En Londres Espartero con Gurrea y Gomez de la Serna en Paris Mendizabal en Burdeos Capaz y en Lisboa Infante organizaban Juntas que conspiraban tambien contra el gobierno del partido moderado 11 La represion energica de Narvaez en 1844 no los desanimo y al ano siguiente ocurrieron insurrecciones en Cataluna conspiraciones militares en Malaga motines en Madrid y otros puntos En el mismo ano en que se caso la reina con su primo Francisco de Asis estallaron sublevaciones militares en Oviedo Santiago Lugo Vigo Logrono Cartagena y otros sitios teniendo lugar los llamados fusilamientos de Carral y siendo sorprendida la guarnicion de Pamplona en flagrante conspiracion 11 Alzamiento carlista de 1848 Editar Barricada en Paris en febrero de 1848 por Horace Vernet En 1848 estallo la revolucion general en los paises catolicos Austria Italia Francia y Espana demostrando la casi simultaneidad de ella enero y febrero en todos estos que obedecia a un plan general En Austria sublevada Viena fue arrojado del poder Metternich que tuvo que huir al extranjero En Francia estallo la Commune huyendo Luis Felipe y proclamandose la Segunda Republica Francesa 24 de febrero en Italia todos los soberanos tuvieron que dar Constituciones se grito abajo el Papa estallo la revolucion en Roma y Pio IX tuvo que refugiarse en Gaeta y en Espana estallaron siete conspiraciones revolucionarias algunas francamente republicanas siendo la mas importante la de Cataluna que ofrecio la particularidad de intentar el establecimiento de una republica presidida por el infante Enrique el ciudadano Enrique Maria como le llamaban siendo muchos fusilados y centenares de ellos deportados a Filipinas 11 Todo esto produjo el incremento del carlismo aumentandose el numero de los carlistas en Cataluna Brujo fue nombrado comandante general interino en tanto no llegase Cabrera y el general Jose Borges lo fue de la provincia de Tarragona El 21 de febrero las fuerzas de Borges Castells y Caletrus se apoderaron de Igualada llegando despues Borges hasta Sants a las puertas de Barcelona Tambien el general Masgoret entro en Espana dando el 1 de abril una proclama atacando al gobierno de Isabel II y excitando a los pueblos a tomar las armas por Don Carlos 11 Joaquin Julian de Alzaa Este se propuso intensificar la guerra y extenderla Para Guipuzcoa nombro comandante general a Joaquin Julian de Alzaa su gentilhombre que ya habia como hemos visto tratado de volver a levantar las Vascongadas y entro en Espana por Navarra el 23 de junio Escondido cerca de Tolosa preparaba la sorpresa de la Fabrica de Armas de Plasencia y del castillo de Santa Barbara de Hernani lo que de acuerdo con un oficial isabelino debia realizarse el dia 28 pero el comandante general liberal tuvo noticia de ello y relevo la guarnicion por lo que Alzaa salio a campana al frente de unos 60 hombres la mayor parte oficiales carlistas de la ultima guerra El pueblo no le secundo y el capitan general de las Vascongadas el excarlista marques de la Solana envio contra su antiguo companero las columnas del brigadier Zapatero y del coronel Dameto y alcanzado por este fue batido y hecho prisionero siendo fusilado al dia siguiente en el pueblo de Zaldivia 3 de julio de 1848 11 Elio fue designado capitan general del ejercito del Norte pero el fusilamiento de Alzaa fracaso el alzamiento y si bien Elio que no llego a entrar en Espana dirigio una proclama a los navarros estos tampoco respondieron como se esperaba Se alzaron asi y todo varias partidas al mando de Zabaleta Ripalda Zubiri y otros en total unos mil hombres que perseguidas sin descanso por el general Villalonga no tardaron en disolverse 11 Daguerrotipo de Ramon Cabrera Ramon Cabrera se hallaba en Lyon cuando comenzo la guerra en su opinion la nueva lucha no tenia ninguna posibilidad de exito y cuando se le insto contesto Mi deber de subdito y de soldado me impone el de obedecer las ordenes del rey mas creo francamente que la causa de este esta interesada en que no se agiten de nuevo todos los recursos con que cuenta en Espana yo opinare siempre por que en las fragosidades de Cataluna se sostenga la guerra de guerrillas a fin de atraer las fuerzas y perpetuar si es posible la inquietud y los recelos del gobierno de Madrid mas de esto a una guerra en que se equilibren nuestras fuerzas con las del enemigo creo que hay una distancia inmensa El 23 de junio de 1848 atraveso la frontera francesa e intento organizar lo que denomino el Ejercito Real de Cataluna sin mucho exito y tampoco pudo entrar en el Maestrazgo cita requerida Cabrera entro en Espana el 28 de junio por la noche juntamente con Forcadell y Palacios Convoco varias partidas y al frente de unos mil hombres se presento el dia 26 a 7 leguas de Barcelona trabando en Gava una accion que le fue ventajosa Las fuerzas carlistas fueron creciendo hasta llegar a contar unos 6000 hombres Con ellos no podian librarse grandes combates por lo que Cabrera se mantuvo a la defensiva realizando sorpresas entrando en poblaciones y fatigando a los 30 000 hombres que mandaba Pavia Penso Cabrera en llevar la guerra al Maestrazgo pasando el Ebro pero tuvo que replegarse y alcanzado en Estany por la columna del brigadier Manzano salvarse en la retirada 12 Espada del general Ramon Cabrera obsequio de Carlos VI De todos modos el ejercito carlista tardaba en crecer y tropezaba con serias dificultades Narvaez habia logrado dominar las sublevaciones progresistas y republicanas y su severidad de dictador imponia a no pocos El peligro de la revolucion se veia como menos apremiante y los liberales esparcieron la voz de que Don Carlos habia convenido con Inglaterra un tratado librecambista perjudicial para la industria catalana y de que Cabrera se habia liberalizado Pavia excitado por Narvaez para terminar la guerra repartio 6000 fusiles entre liberales de confianza intensifico las rondas hizo fortificar algunas poblaciones y excito a los pueblos haciendoles algunas promesas para que ayudasen a combatir a los carlistas y como todo esto no bastase abrio tratos para comprar la sumision de algunos jefes comenzando negociaciones con el comandante Miguel Vila Caletrus el brigadier Jose Pons Pep del Oli y otros que por entonces no se terminaron 13 Fernando Fernandez de Cordova II marques de Mendigorria En septiembre fue sustituido Pavia por Fernandez de Cordoba bajo cuyo mando tomo la guerra mayor incremento con ventaja para los carlistas pues si bien Caletrus y Pep del Oli acabaron por pasarse a las filas liberales Forcadell y Palacios lograron pasar al Maestrazgo y sostenerse en el por algun tiempo hasta que fueron batidos en Pinell y Vallmoll teniendo que retirarse a la montana en donde estuvieron hasta el fin de la guerra en que volvieron a pasar a Francia En cambio los carlistas entraron en varias poblaciones apoderandose Masgoret del fuerte de La Bisbal haciendo prisionera a la guarnicion Una columna enviada por Fernandez de Cordoba a las ordenes del general Paredes fue derrotada por Borges en Esquirol y la del coronel Manzano fue vencida por Cabrera en Avino haciendola este 400 prisioneros entre ellos el jefe liberal que fue por una casualidad libertado a los pocos dias por el general Paredes En Barcelona se tramo una conspiracion para entregar a Cabrera varias plazas fuertes y el castillo de Montjuich pero descubierta fue sangrientamente castigada Fernandez de Cordoba uso de una mayor severidad con los prisioneros carlistas que sus predecesores pues si bien se nego a fusilarlos como lo queria Narvaez no hicieron lo mismo algunos de sus subordinados y desde luego se los deportaba a Filipinas conducta que contrasta con la de Cabrera que en esta ocasion no queria usar de represalias y proponia siempre el canje 13 Batalla del Pasteral del 26 al 27 de enero de 1849 Fernandez de Cordoba dimitio finalmente el mando y vino otra vez Concha a ponerse al frente del ejercito liberal el 3 de diciembre de 1848 Las fuerzas carlistas se habian aumentado hasta 10 000 hombres si bien los jefes eran por lo general poco disciplinados lo que imposibilito un plan general operando muchos por su cuenta Con todo el pais era recorrido por ellos atacando poblaciones importantes como Manresa y Mora de Ebro Cabrera tenia su cuartel general en Amer Gerona en donde organizaba sus fuerzas teniendo en El Pasteral talleres y tratando de establecer una fundicion de artilleria Desde alli enviaba expediciones para cobrar los impuestos reclutar voluntarios y sitiar poblaciones como Vich Olot y Solsona y salia para hacer frente a las columnas liberales de Nouvilas y otros jefes enemigos 13 File Estado Mayor General del Ejercito Espanol Manuel de la Concha Marques del Duero jpgManuel Gutierrez de la Concha e Irigoyen marques del Duero Concha establecio su cuartel general en Gerona y dio comienzo a sus operaciones el 11 de enero de 1849 Envio a Quesada contra Borges que al frente de mil infantes y 40 caballos le hizo frente en Selma si bien tuvo que retirarse con bastantes perdidas Contra Cabrera dispuso tres columnas al mando de Ruiz Nouvilas y Rios La primera de estas ataco El Pasteral siendo rechazada poniendola Cabrera en situacion apurada hasta que acudiendo las otras dos lograron pasar el Ter y herido Cabrera de un balazo en un muslo tuvo que retirarse tras los combates del 26 y 27 de enero de 1849 13 No solo se pusieron en accion las armas para reducir a los carlistas sino que tambien se recurrio a la seduccion y al soborno Se intento varias veces envenenara Cabrera valiendose de un sacerdote que se hizo amigo suyo se logro echar el veneno en la comida pero habiendo sido visto el hecho por un primo del jefe carlista este convido a comer al envenenador haciendole tragar el manjar envenenado y aunque al confesar su delito se le hicieron todos los remedios para salvarle no fue ello posible Mayor resultado dio a los liberales el soborno y el reconocimiento de grados merced a lo cual lograron varias defecciones viendose Cabrera precisado a realizar varios fusilamientos y a dar una proclama a sus tropas para ver de contrarrestar tales manejos Asi y todo se pasaron a las filas liberales varios jefes como Posas que vendio su partida entregandola al general liberal Mata quien tuvo que imponerse para lograr que los soldados se sometiesen pues a los gritos de antes morir mueran los traidores y cobardes trataron de resistirse no logrando exito por estar rodeados por el enemigo 13 Rafael Tristany sobrino de Benito Tristany Mas adelante participaria tambien en la tercera guerra carlista como capitan general de Cataluna Tambien quiso hacerse en Cataluna algo de lo que Munagorri y Avinareta hicieron en las Vascongadas al final de la guerra anterior El baron de Abella rico propietario de Cardona de acuerdo con los liberales fundo la Hermandad de la Concepcion para ir apartando a los catalanes de la causa carlista Era el baron amigo de Rafael Tristany uno de los tres sobrinos de Benito Tristany quien se batian en las filas carlistas y otro de los cuales llamado Antonio habia sido preso por varios mozos de escuadra mientras estaba hablando con su prometida y trato de seducirle para que entregase a Cabrera Aparento acceder y se convino el plan en ejecucion del que fueron Tristany y el baron adonde estaba Cabrera quien hizo prender y fusilar al segundo asi como a otras personas que de las cartas que se le ocuparon resultaban comprometidas en la conjura Tambien el coronel liberal Leonardo Santiago entro en tratos con el tercer Tristany Francisco para que entregase a Cabrera e igualmente aparento acceder el requerido que percibio 15 000 duros que entrego al caudillo tortosino y estuvo a punto de hacer perecer al coronel y a sus tropas preparandoles una emboscada de la que solo pudieron escapar con grandes perdidas despues de un rudo combate y a merced de la noche 13 Mas grave contratiempo represento para Cabrera la perdida de 6000 fusiles que le enviaba Romualdo Maria Mon ministro de Don Carlos y los cuales por infidelidad del encargado de entregarlos Enrique Tellez fueron a parar a poder del consul espanol en Marsella 13 Marcelino Gonfaus alias Marsal Todas estas contrariedades y mas que nada la resistencia a la disciplina y subordinacion de los jefes de partida desalentaron a Cabrera quien para reanimar la guerra insto al conde de Montemolin para que viniese a Cataluna Animoso el principe accedio a lo que su general le pedia y salio de Londres el 27 de marzo atravesando toda Francia pero ya en la frontera en San Lorenzo de Cardenas seis aduaneros franceses disfrazados de catalanes le intimaron que se diese preso trato de huir y al saltar una zanja cayo en ella prendiendosele y llevandosele a la fortaleza de Perpinan 14 Coincidiendo con este contratiempo ejercio el ejercito liberal que constaba de unos 50 000 hombres una activa persecucion de los carlistas El excarlista Pons Pep del Oli al frente de una brigada acosaba a los Tristany en los montes de Segarra Lafont Manzano y Lasala con sus columnas vencian a otros jefes carlistas y uno de estos Marsal acorralado en Banolas por las cuatro columnas de Rios Hore Ruiz y el cuartel general fue derrotado y preso acogiendose a indulto Intento Cabrera diversificar las fuerzas liberales y envio parte de las suyas al mando de Arnau y de Pascual Gamundi investido del cargo de comandante general al Alto Aragon las cuales hicieron prisionera a una compania de minones prendieron a 40 guardias civiles en Calamocha y entraron en Molina de Aragon pero perseguidas por fuerzas superiores tuvieron que regresar a Cataluna repasando el Cinca y siendo vencidas en Castelflorite por la brigada de Domingo Dulce Editorial del diario carlista La Esperanza tras constatarse la derrota de los montemolinistas en 1849 Cabrera con poca gente se retiro a la sierra pero acosado en ella y siendole imposible sostener la lucha por mas tiempo paso a Francia con algunos de los suyos el 23 de abril de 1849 siendo presos en Err y llevado aquel a la fortaleza de Tolon Las partidas que quedaron se fueron sometiendo o internandose en Francia siendo los Tristany los ultimos en abandonar la lucha y expatriarse el 18 de mayo El 8 de junio del mismo ano concedio Narvaez una amplia amnistia a los carlistas por virtud de la cual regresaron a Espana muchos de estos Casa Eguia Villarreal Zaratiegui y Montenegro entre ellos 15 En junio de 1849 el gobierno publico un decreto amnistiando a los carlistas Mas de 1400 regresaron a Espana mientras otros decidieron quedarse en Francia Muchos de los veteranos carlistas que regresaron combatieron mas tarde en la guerra de Africa 1859 1860 El periodista Pedro de la Hoz director del diario carlista La Esperanza atribuyo la derrota al hecho de no haberse producido dos circunstancias La primera era que los carlistas alzados en armas debido a su escaso numero no habian tenido posibilidades de atraer a su causa a una parte del Ejercito y la segunda que tampoco habian contado con una cooperacion fuerte del bando revolucionario o progresista Sin embargo ante la hipotesis de que se hubiera producido esto ultimo La Hoz anadia que por cada auxiliar que los progresistas dieran al principe proscrito alejarian de sus filas dos o diez y afirmaba que la revolucion que los progresistas pretendian hubiera sido tan perjudicial para los carlistas como para el gobierno de aquel entonces 16 Partidas en otras regiones de Espana Editar En La Mancha levanto la bandera carlista el coronel Vicente Sabariegos que recibio a poco una herida viendose obligado a pasar a Portugal En Extremadura reaparecio Mariano Peco al frente de unos 200 hombres asi como algunas pequenas partidas pero tampoco fue secundado el movimiento escapando Peco que fue poco despues preso en Madrid En la misma Madrid se realizaron trabajos para levantar una partida que saliese a campana operando en combinacion con las fuerzas de Cabrera mas descubiertos por la policia se prendio a los principales comprometidos y fracaso la empresa Para organizar y dirigir las fuerzas carlistas en Andalucia vinieron desde Londres el general Gomez nombrado comandante general de aquella region y Arevalo como segundo con otros nueve jefes mas Sin embargo aunque se levantaron partidas en Cabra Baldicio Cazlona Quintanar y Guadalcanal no llego a prosperar el alzamiento por lo que se volvieron a Inglaterra En Aragon se hizo tambien poco y una partida del llamado Cojo de Carinena acosada por tropas liberales se acogio a indulto en Calatayud el 2 de agosto de 1848 11 Notas Editar No confundir con la guerra carlista de 1872 1876 tambien conocida como segunda guerra carlista especialmente en el Pais Vasco y Navarra Referencias Editar Pirala 1876 pp 578 583 Pirala 1876 p 74 Pirala 1876 p 55 a b Una sociedad de literatos distinguidos 1854 p 521 Rodriguez Vives 2019 p 422 Ferrer p 124 Acedo Castilla Jose F 1999 Balmes en su aniversario Razon Espanola 94 ISSN 0212 5978 Marrero 1958 pp 48 51 Marrero 1958 p 60 Espasa Calpe 1928 p 462 a b c d e f g h i j k Espasa Calpe 1928 p 463 Espasa Calpe 1928 pp 463 464 a b c d e f g Espasa Calpe 1928 p 464 Espasa Calpe 1928 pp 464 465 Espasa Calpe 1928 p 465 La Hoz Pedro 19 de mayo de 1849 Terminacion de la guerra civil Articulo I La Esperanza 1 Bibliografia EditarUn testigo ocular de los acontecimientos 1849 Teatro de la guerra Cabrera los montemolinistas y republicanos en Cataluna Cronica de nuestros dias Madrid Imrenta de D B Gonzalez Una sociedad de literatos distinguidos 1854 Montemolinista insurreccion Diccionario Universal de Historia y de Geografia Tomo V Mexico p 521 Pirala Antonio 1875 Historia contemporanea Anales desde 1843 hasta la conclusion de la actual guerra civil Tomo I Madrid Imprenta y Fundicion de Manuel Tello Pirala Antonio 1876 Historia contemporanea Anales desde 1843 hasta la conclusion de la actual guerra civil Tomo II Madrid Imprenta y Fundicion de Manuel Tello Espasa Calpe 1928 Tradicionalismo Enciclopedia universal ilustrada europeo americana Tomo 63 pp 376 506 Ferrer Melchor Historia del Tradicionalismo Espanol Tomo XIX Sevilla Editorial Catolica Espanola S A Marrero Vicente 1958 La reconciliacion dinastica y el siglo XIX Punta Europa 28 44 62 Vallverdu Robert 2002 La guerra dels Matiners a Catalunya 1846 1849 Una crisi economica i una revolta popular Barcelona Publicacions de l Abadia de Montserrat ISBN 84 8415 416 5 Rodriguez Vives Conxa 2019 Los exilios de Ramon Cabrera Puz ISBN 978 84 17633 40 0 Enlaces externos Editar Wikisource contiene obras originales de o sobre Segunda guerra carlista Noticias de Cabrera en Wikisource Articulo de Ramon Cabrera publicado en el diario de Paris L Union el 18 de noviembre de 1848 Datos Q3025312 Obtenido de https es wikipedia org w index php title Segunda guerra carlista amp oldid 140709646, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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