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Pelagianismo

El pelagianismo es una de las doctrinas que la Iglesia católica ha considerado como herejía cristiana, con más peso en la Edad Antigua. La doctrina recibe su nombre de Pelagio.

Contexto

Surgió como doctrina en el siglo V, y fue condenado por la Iglesia católica de forma definitiva el año 417. Negaba la existencia del pecado original, falta que habría afectado solo a Adán, por tanto la humanidad nacía libre de culpa y una de las funciones del bautismo, limpiar ese supuesto pecado, quedaba así sin sentido. Además, defendía que la gracia no tenía ningún papel en la salvación, solo era importante obrar bien siguiendo el ejemplo de Jesús.

Vida

Aparte de los principales episodios de la controversia pelagiana, poco o nada se conoce sobre la vida de Pelagio. Son más abundantes las fuentes tras su salida de Roma en el 411, hasta después del 418, cuando de nuevo se produce un silencio sobre su persona en la Historia. Como, según San Agustín (De peccat. orig., XXIV) testifica, Pelagio vivió en Roma «por largo tiempo», podemos suponer que residió allá al menos desde el pontificado del papa Anastasio I (398-401). Respecto a su larga vida antes del año 400 y, sobre todo respecto a su juventud, todo es oscuridad; aun el lugar en que nació está en discusión. Mientras que testimonios fiables, como Agustín, Orosio, Próspero y Mario Mercátor, son absolutamente explícitos en asignar Britania como su país nativo, como así parece según su nombre familiar: Brito o Britannicus. Jerónimo[1]​ lo ridiculiza como «escocés»,[2]​ quien, habiendo sido «rellenado con gachas de avena escocesa» (Scotorum pultibus proegravatus) sufre de débil memoria.

Argumentando correctamente que los «escoceses» de aquellos días eran realmente los irlandeses, H. Zimmer[3]​ ha adelantado razones de peso para la hipótesis de que el verdadero lugar de origen de Pelagio debiera ser buscado en Irlanda, y que habría permanecido en el sudoeste de Gran Bretaña solo en tránsito hacia Roma. Alto de estatura y corpulento de apariencia,[4]​ Pelagio tenía educación superior, hablaba y escribía bien, con gran fluidez, tanto el latín como el griego, además era versado en teología. Fue monje, entregado consecuentemente a prácticas de ascetismo, pero nunca fue clérigo. Tanto Orosio como el Papa Zósimo lo llamaron «hombre de leyes». En Roma misma gozó de reputación por su austeridad. S. Agustín lo llama «varón santo», vir sanctus. Mantuvo una edificante correspondencia —que más tarde usó para su defensa personal— con San Paulino de Nola (405) y otros prominentes obispos.

Obra

Durante su permanencia en Roma compuso varias obras:

  • De fide Trinitatis libri III, ahora perdida, que fue elogiada por Gennadio como «indispensable materia de lectura para los estudiantes»
  • Eclogarum ex divinis Scripturis liber unus, que es la principal colección de pasajes de la Biblia basada en el Testimoniorum libri III de Cipriano. De esta obra san Agustín ha preservado un número de fragmentos
  • Commentarii in epistolas S. Pauli. Fue elaborada sin duda antes de la destrucción de Roma por Alarico (410) y conocida por san Agustín en el 412. Zimmer[5]​ es digno de crédito por haber redescubierto, en este comentario sobre san Pablo, el trabajo original de Pelagio, que había sido, en el curso del tiempo, atribuido a san Jerónimo.[6]​ Un examen riguroso de esta obra, que ha llegado a ser de un momento a otro famosa, ha traído a la luz que contiene las ideas fundamentales condenadas después por la Iglesia como «herejía pelagiana». En esta obra Pelagio negaba el estado primitivo del hombre en el paraíso y el pecado original,[7]​ insistía en la naturalidad de la concupiscencia y la muerte del cuerpo, y vinculaba la existencia y universalidad actual del pecado al mal ejemplo dado por Adán al cometer el primer pecado.

Como todas las ideas de Pelagio estuvieron principalmente radicadas en la antigua filosofía pagana —especialmente en el popular sistema de los estoicos— en lugar de estarlo en el cristianismo, consideró la fuerza moral de la voluntad humana (liberum arbitrium), cuando está fortalecida por el ascetismo, como suficiente en sí misma para desear y conseguir el noble ideal de la virtud. El valor de la redención de Cristo era, en su opinión, limitado principalmente a la formación (doctrina) y al ejemplo (exemplum) que el Salvador puso en la balanza como contrapeso frente al mal ejemplo de Adán, de manera que la naturaleza mantiene la habilidad de someter al pecado y ganar la vida eterna aun sin la ayuda de la gracia.

Por justificación mediante la sola fe hemos sido indudablemente limpiados de nuestros pecados personales,[8]​ pero este perdón (gratia remissionis) no implica una renovación interior de la santificación del alma. Hasta qué punto la doctrina de la sola fides «no haya tenido un defensor más potente antes de Lutero que Pelagio» y si, en particular, la concepción protestante de fe fiducial despuntó en este varios siglos antes que en Lutero, como Loofs[9]​ asume, es algo que probablemente necesita más cuidadoso examen. Por lo demás, Pelagio no habría anunciado nada nuevo con esta doctrina, dado que los adversarios de la naciente Iglesia Apostólica estaban ya familiarizados con la «justificación por la sola fe». Por otro lado, la presunción de Lutero de ser el primero en proclamar la doctrina de la fe fiducial, ya había encontrado oposición. Sin embargo, Pelagio insiste expresamente[10]​ «Ceterum sine operibus fidei, non legis, mortua est fides».

Pelagio y Celestio

Una influencia de largo alcance, sobre el posterior desarrollo del pelagianismo, fue la amistad que Pelagio contrajo en Roma con Celestio, un abogado de noble ascendencia (probablemente italiana). Celestio había sido ganado para el ascetismo debido a su entusiasmo por la vida monástica y, en su condición de hermano lego, se esforzó por convertir las máximas prácticas, aprendidas de Pelagio, en principios teóricos que fueron propagados en Roma con éxito. San Agustín, mientras califica a Pelagio de misterioso, mendaz y peligroso, llama a Celestio (De peccat. orig., XV) no solo «increíblemente locuaz», sino también persona de ánimo abierto, obstinado y desenvuelto en las relaciones sociales. Aun cuando sus intrigas secretas o abiertas no pasaron desapercibidas, los dos amigos —Pelagio y Celestio— no fueron molestados por los círculos oficiales romanos. Pero las cosas cambiaron cuando, en el 411, dejaron el hospitalario suelo de la metrópoli, al ser saqueada por Alarico (410), y se embarcaron al África del Norte. Cuando desembarcaron en la costa, cerca de Hipona, san Agustín, el obispo de la ciudad, estaba ausente, encontrándose muy ocupado en calmar las disputas donatistas en África. Más tarde se encontraría varias veces con Pelagio en Cartago, pero sin entrar en estrecha relación con él. Después de un breve periodo de estancia en África del Norte, Pelagio viajó a Palestina, mientras Celestio trataba de ser ordenado presbítero en Cartago. Pero su plan fue frustrado por el diácono Paulino de Milán, quien envió al obispo Aurelio un memorial en el que las seis tesis de Celestio —quizá extraídas de su obra ahora perdida Contra traducem peccati— fueron marcadas como herejes. Las tesis eran las siguientes:

  • Aun si Adán no hubiera pecado, habría muerto.
  • El pecado de Adán lo perjudicó solo a él, no a la humanidad entera.
  • Los niños recién nacidos se encuentran en el mismo estado que Adán antes de la caída.
  • La humanidad entera ni murió a través del pecado o de la muerte de Adán, ni resucitó a través de la resurrección de Cristo.
  • La ley mosaica es tan buena guía para el cielo como el Evangelio.
  • Antes de la venida de Cristo hubo hombres que se mantuvieron sin pecado.

A causa de estas doctrinas, que contienen claramente la quintaesencia del pelagianismo, Celestio fue citado para comparecer ante el sínodo de Cartago (411); pero se negó a retractarse de ellas, alegando que la herencia del pecado de Adán era una cuestión abierta y que su negación no era una herejía. Como resultado, Celestio no fue solo excluido de la ordenación, sino que sus seis tesis fueron condenadas. Declaró entonces su intención de apelar al papa en Roma, pero, sin ejecutar su decisión, se fue a Éfeso en Asia Menor, donde fue ordenado sacerdote.

Mientras tanto las ideas de Pelagio se habían extendido por un amplia área, especialmente en torno a Cartago, de manera que san Agustín y otros obispos se vieron impulsados a tomar una postura firme contra estas concepciones en los sermones y conversaciones privadas. Urgido por su amigo Marcelino, quien «diariamente soportó extenuantes debates con hermanos equivocados», san Agustín en el 412 escribió sus famosas obras De peccatorum meritis et remissione libri III (P. L., XLIV, 109 sqq.) y De spiritu et litera (ibid., 201 sqq.), en las que positivamente establece la existencia del pecado original, la necesidad del bautismo de los niños, la imposibilidad de una vida sin pecado y la necesidad de la gracia interior (spiritus) en oposición a la gracia exterior de la ley (litera). Cuando en el 414 inquietantes rumores llegaron de Sicilia y, las así llamadas Definitiones Caelestii (reconstruidas por Garnier, Marii Mercatoris Opera, I, 384 sqq., París, 1673), consideradas obras de Celestio, fueron enviadas a san Agustín, quien publicó como réplica: De perfectione justitiae hominis (P. L., XLIV, 291 sqq.), obra en la que, otra vez, demolió la ilusión de una completa libertad frente al pecado. Fuera el hacerlo por caridad, o con el fin de vencer el error más eficazmente, san Agustín, en estos escritos, nunca mencionó a los dos autores de la herejía por su nombre.

En tanto, Pelagio, quien permanecía en Palestina, no se quedó inactivo; escribió una carta, que aún se conserva (en P. L., XXX, 15-45), a una noble virgen romana llamada Demetria quien, a la llegada de Alarico, había emigrado a Cartago. A ella le había inculcado sus principios estoicos de la ilimitada energía de la naturaleza. Además publicó en el 415 una obra ahora perdida: De natura, en la que trata de probar su doctrina a partir de autoridades, apelando no solo a los escritos de Hilario y Ambrosio, sino también a las obras más recientes de Jerónimo y Agustín, estando aún, estos ambos, vivos. San Agustín le respondió entonces con su tratado De natura et gratia (P. L., XLIV, 247 sqq.). Jerónimo, sin embargo, a quien Orosio, sacerdote español y discípulo de san Agustín, había personalmente explicado el peligro de la nueva herejía, y quien había sido humillado por la severidad con que Pelagio hubo criticado su comentario a la Epístola a los Efesios, maduró con el tiempo su entrada en la lista de los opositores a Pelagio; lo hizo mediante su carta a Ctesiphon (Ep. CLXXIII) y su obra llena de gracia Dialogus contra Pelagianos (P. L., XXIII, 495 sqq.). Estuvo ayudado por Orosio, quien inmediatamente acusó a Pelagio de herejía en Jerusalén. Después, el obispo de Jerusalén estimó mucho (S. Agustín, Ep. CLXXIX) a Pelagio y lo tomó como su invitado. Convocó en julio del 415 un concilio diocesano para la investigación del cargo. Los procedimientos se vieron obstaculizados por el hecho de que Orosio, la parte acusadora, no entendía el griego y había conseguido un mal intérprete, mientras que Pelagio, el defendido, fue muy hábil para defenderse a sí mismo en griego y sostener su ortodoxia. Sin embargo, de acuerdo al informe personal (escrito al término del 415) de Orosio (Liber apolog. contra Pelagium, P. L., XXXI, 1173), las partes litigantes al final acordaron dejar el último juicio de todas las cuestiones a los latinos —dado que tanto Pelagio como sus adversarios eran latinos— y apelar a la decisión de Inocencio I; mientras tanto se impuso silencio a ambas partes.

Pero Pelagio tenía concedido solo un breve plazo. Porque en el mismo año, los obispos de las Galias, Heros de Arlés y Lázaro de Aix, quienes, después de la derrota del usurpador Constantino (411), habían dejado sus diócesis retirándose a Palestina, llevaron el asunto ante el obispo Eulogio de Cesarea, con el resultado de que este último convocó a Pelagio en diciembre del 415 delante de un sínodo de catorce obispos, que se llevó a cabo en Diospolis, la antigua Lida. Sin embargo, la fortuna favoreció otra vez al heresiarca. Respecto a las acciones legales y el asunto en sí estamos extraordinariamente bien informados gracias a De gestis Pelagii (P. L., XLIV, 319 sqq.) de san Agustín, obra escrita en el 417 y basada en las actas del sínodo. Pelagio puntualmente obedeció a las citaciones, pero los principales acusadores, Heros y Lázaro, no hicieron su aparición, uno de ellos debido su mala salud. Y como Orosio, demasiado expuesto al ridículo, hubo de partir, Pelagio no se defendió personalmente, sino que encontró un hábil abogado en el diácono Aniano de Celeda (cf. Hieronym., Ep. cxliii, ed. Vallarsi, I, 1067). Los puntos principales de la petición fueron traducidos al griego por un intérprete y leídos solo como un extracto. Pelagio, habiendo ganado la buena voluntad de la asamblea, debido a que les leyó algunas cartas privadas recibidas de prominentes obispos, entre ellos san Agustín (Ep. cxlvi), empezó a refutar las diversas acusaciones. Entonces, se eximió del cargo de que él había afirmado la posibilidad de una vida sin pecado, solamente dependiente de la libre voluntad; diciendo, por el contrario, que requería la ayuda de Dios (adjutorium Dei) para vivir sin pecado, aunque, sin embargo, con esto no se refería nada más que a la gracia de la creación (gratia creationis). Respecto a las otras doctrinas de que se le acusaba, dijo que, tal como estaban formuladas en la acusación, no eran de su autoría y que él las rechazaba. Después de la audiencia, no quedó nada más para el sínodo que retirar los cargos al defendido y anunciar que este gozaba de la comunión con la Iglesia. Oriente ahora había hablado dos veces y no había encontrado nada que condenar en Pelagio.

Continuación y fin de la controversia (415-418)

La nueva absolución de Pelagio no dejó de causar excitación y alarma en el Norte del África, donde Orosio se había dirigido en el 416 con cartas de los obispos Heros y Lázaro. Para enfrentar la cuestión algo decisivo debía hacerse. En otoño del 416, sesenta y siete obispos del África Proconsular se reunieron en un sínodo en Cartago, fue presidido por Aurelio, mientras que cincuenta y nueve obispos de la provincia eclesiástica de Numidia, a la que pertenecía la sede de Hipona, sede de S. Agustín, sostuvieron un sínodo en Milevo. En ambos lugares las doctrinas de Pelagio y Celestio fueron de nuevo rechazadas como contradictorias a la fe católica. Sin embargo, para asegurar sus decisiones con la «autoridad de la Santa Sede», ambos sínodos escribieron a Inocencio I, pidiendo su sanción suprema. Además, para llamar la atención del Papa con mayor fuerza sobre la seriedad de la situación, cinco obispos (Agustín, Aurelio, Alipio, Evodio y Posidio) le adelantaron una carta conjunta en la que detallaban la doctrina del pecado original, el bautismo de los niños, y la gracia cristiana (S. Agustín, Epp. clxxv-vii). En tres cartas separadas, fechadas el 27 de enero de 417, el papa contestó a las cartas sinodales de Cartago y Milevo así como también a las de los cinco obispos (Jaffé, 'Regest., 2nd ed., nn. 321-323, Leipzig, 1885). Comenzando a partir del principio de que las resoluciones de los sínodos provinciales no tienen fuerza vinculante hasta que son confirmadas por la suprema autoridad de la sede apostólica, el papa desarrolló la enseñanza católica sobre el pecado original y la gracia y excluyó a Pelagio y Celestio, quienes habían rechazado estas enseñanzas, de la comunión con la Santa Sede, hasta que ellos revirtieran sus pareceres (donec resipiscant). En África, donde la decisión fue recibida con sincera alegría, la controversia no podía considerarse cerrada, y Agustín, el 23 de septiembre de 417 anunció desde el púlpito (Serm., cxxxi, 10 in P. L., XXXVIII, 734), «Jam de hac causa dúo concilia missa sunt ad Sedem apostolicam, inde etiam rescripta venerunt; causa finita est». Dos sínodos han escrito a la santa sede sobre este asunto, la respuesta ha llegado, el asunto ya está aclarado). Pero estaba equivocado; el asunto aún no había quedado terminado.

Inocencio I murió el 12 de marzo de 417 y Zósimo, un griego de nacimiento, lo sucedió. Ante su tribunal la cuestión pelagiana en su integridad fue ahora una vez más abierta y discutida con todas sus implicaciones. La ocasión para esto fueron las instancias que Pelagio y Celestio enviaron a la sede romana para justificarse a sí mismos. Pero, aunque las previas decisiones de Inocencio I habían removido todas las dudas sobre el asunto mismo, aún la cuestión de las personas comprometidas estaba sin decidir, es decir: ¿Habían realmente enseñado Pelagio y Celestio las doctrinas condenadas como heréticas? El sentido de justicia de Zósimo le impedía castigar a alguien con excomunión, siendo este dudosamente convicto de su error. Y, si los pasos recientemente dados por los dos que se defendían habían sido considerados, las dudas que debieron surgir sobre este punto no fueron enteramente carentes de fundamento. En el 416 Pelagio publicó un nuevo trabajo, ahora perdido, De libero arbitrio libri IV que, en su fraseología parece inclinarse hacia la concepción agustiniana de gracia y del bautismo de los infantes, aunque en principio no se separe del anterior punto de vista del mismo autor. Hablando de la gracia cristiana, Pelagio no solo admite la revelación divina, sino que además se refiere un tipo de gracia interior, es decir una iluminación de la mente (por medio de los sermones, la lectura de la Biblia, etc.) añadiendo, sin embargo, que esta última no sirve para que sea posible hacer obras que salven, sino solo para facilitar su realización. Respecto al bautismo de los infantes, Pelagio afirma que les debe ser administrado en la misma forma que a los adultos, no para limpiar a los niños de un reato original, sino para asegurar su entrada «en el reino de Dios». Los niños no bautizados, estima, podrían ser excluidos del «reino de Dios» después de su muerte, pero no de la «vida eterna».

Pelagio envió esta obra junto con una confesión de fe que aún se conserva. En ella testimonia su obediencia como la de un niño, humildemente necesitado y, al mismo tiempo reconoce inexactitudes fortuitas que pueden ser corregidas por él quien «sostiene la misma fe y el parecer de Pedro». Todo esto fue dirigido a Inocencio I, de cuyo deceso Pelagio no se había aún enterado. Celestio quien, mientras tanto, había cambiado su residencia de Éfeso a Constantinopla, pero había sido proscrito desde entonces por el obispo anti-pelagiano Ático, dio activamente pasos hacia su rehabilitación. En el 417 fue a Roma en persona y dejó a los pies de Zósimo una confesión de fe detallada (Fragmentos, P. L., XLV, 1718). En ésta afirma su creencia en todas las doctrinas, «desde que hay un Dios Uno y Trino hasta la resurrección de los muertos» (cf. S. Agustín, De peccato orig., xxiii). Muy contento con esta fe católica y obediencia, Zósimo envió dos cartas diferentes (P. L., XLV, 1719 sqq.) a los obispos africanos, diciendo que, en el caso de Celestio, los obispos Heros y Lázaro habían procedido sin la debida circunspección y que, Pelagio también, como se había probado por su reciente confesión de fe, no se había desviado de la verdad católica. Como para el caso de Celestio, quien estaba entonces en Roma, el Papa encargó a los Africanos revisar la anterior sentencia o acusarlo de herejía delante del mismo Papa dentro de dos meses. El mandato papal golpeó África como una bomba. Con gran rapidez se convocó un sínodo en Cartago en noviembre del 417, y se escribió a Zósimo pidiéndole no rescindir la sentencia que su predecesor, Inocencio I, había pronunciado contra Pelagio y Celestio, hasta que ambos hubieran confesado la necesidad de la gracia interior para todos los pensamientos, palabras y actos saludables. Al fin Zósimo se detuvo. Por un rescripto del 21 de marzo de 418, aseguró a ellos que no se había pronunciado definitivamente, sino que había despachado al África todos los documentos sobre el pelagianismo para pavimentar el camino hacia una nueva investigación conjunta. De acuerdo con el mandato papal se celebró el primero de mayo del 418, en presencia de 200 obispos, el famoso Concilio de Cartago, que otra vez tipificó al pelagianismo como una herejía en ocho (o nueve) cánones (Denzinger, Enchir., 10th ed., 1908, 101-8). Debido a su importancia ellos se resumen a continuación:

  • La muerte no vino para Adán por necesidad física sino a través del pecado.
  • Los niños recién nacidos deben ser bautizados a causa del pecado original.
  • La gracia justificante no solo vale para perdonar los pecados pasados sino que ayuda a evitar los pecados futuros.
  • La gracia de Cristo no solo permite conocer los mandamientos de Dios sino que también da fuerza a la voluntad para ejecutarlos.
  • Sin la gracia de Dios no es tan solo más difícil, sino absolutamente imposible, realizar buenas obras.
  • No solo por humildad sino con toda verdad debemos confesarnos como pecadores.
  • Los santos refieren la petición del Padre nuestro, «Perdona nuestras ofensas» no solo a otros sino también a ellos mismos.
  • Los santos pronuncian la misma súplica no solo por mera humildad sino con toda verdad.

Algunos códices contienen un noveno canon (Denzinger, loc. cit., nota 3):

  • Los niños que mueren sin bautismo no van a un lugar intermedio (medius locus), ya que la no recepción del bautismo excluye tanto del «reino del cielo» como de la «vida eterna».

Estos cánones claramente expresados, que (excepto el último mencionado) después llegaron a ser artículos de fe de la Iglesia universal, dieron el tiro de gracia al pelagianismo que, más pronto o más tarde, se desangraría hasta morir.

Mientras tanto, urgido por los africanos (probablemente mediante un cierto Valerio, quien como comes tenía una posición influyente en Ravena) el poder secular también tomó en sus manos la disputa. El emperador Honorio I, por un rescripto del 30 de abril de 418, desde Ravena, expulsó a todos los pelagianos de las ciudades de Italia. Si Celestio evadió la audiencia ante Zósimo, a la que él ahora estaba citado, «huyendo de Roma» (S. Agustín, Contra duas epist. Pelag., II, 5), o si él fue uno de los primeros en caer víctima del decreto imperial de exilio, no puede ser satisfactoriamente establecido a partir de las fuentes. Respecto a su vida posterior, hemos dicho que en el 421, nuevamente, llegó a Roma o a sus proximidades pero fue expulsado una segunda vez por un rescripto imperial (cf. P. L., XLV, 1750). Se afirma además que en el 425 su petición de audiencia con Celestino I fue respondida con una tercera expulsión (cf. P. L., LI, 271). Entonces buscó refugio en Oriente, donde lo encontraremos más tarde. Pelagio no pudo ser incluido en el decreto imperial de exilio de Roma, porque en ese momento sin duda residía en el Oriente, ya que a más tardar en el verano del 418, se comunicó con Piniano y su esposa Melania, quienes vivían en Palestina (cf. Card. Rampolla, Santa Melania giuniore, Roma, 1905). Pero esta es la última información que tenemos sobre él. Probablemente murió en el oriente. Habiendo recibido las actas del Concilio de Cartago, Zósimo envió a todos los obispos del mundo su famosa Epistola tractoria (418) de la que desgraciadamente solamente nos han llegado fragmentos. La encíclica papal, un largo documento, proporcionó un minucioso recuento de la entera causa Caelestii et Pelagii, de cuyas obras incluye abundantes citas, y categóricamente demanda la condenación del pelagianismo como una herejía. La afirmación de que cada uno de los obispos del mundo estaba obligado a confirmar esta circular mediante su propia firma, no puede ser probada; es más probable que se hubiera requerido a los obispos transmitir a Roma su acuerdo por escrito; si un obispo se negaba a firmar, sería depuesto de su oficio y condenado. Un segundo y más drástico rescripto publicado por el emperador el 9 de junio de 419 y dirigido al obispo Aurelio de Cartago (P. L., XLV, 1731), dio fuerza adicional a la medida.

El triunfo de Agustín fue completo. En el 418, sacando el balance de cómo fue la entera controversia, escribió contra los heresiarcas su última gran obra: De gratia Christi et de peccato originali (P. L., XLIV, 359 sqq.).

Las disputas de San Agustín con Juliano de Eclana (419-428)

Mediante las vigorosas medidas adoptadas en el 418 el pelagianismo estaba sin duda condenado pero no aplastado. Entre los dieciocho obispos de Italia que fueron exiliados por rehusarse a firmar el decreto papal, Juliano I, Julián, Obispo de Eclana, una ciudad de la Apulia ahora abandonada, fue el primero en protestar contra la Tractoria de Zósimo. Muy bien educado y capaz en filosofía y dialéctica, asumió el liderazgo entre los pelagianos. Pero pelear por el pelagianismo en ese entonces significaba pelear contra Agustín. El ámbito literario fue el fijado para el combate. Es probable que el mismo Julián haya sido quien denunció a San Agustín como damnator nupitarum ante el influyente comes Valerio en Rávena, un hombre noble, quien estaba muy felizmente casado. Para enfrentar la acusación, Agustín escribió al comienzo del 419 una apología: De nuptiis et concupiscentia libri II (P. L., XLIV, 413 sqq.) y la dirigió a Valerio. Inmediatamente después (419 o 420), Julián publicó una réplica que atacaba el primer libro de la obra de Agustín y llevaba el título de Libri IV ad Turbantium. Agustín refutó esta obra de Julián en su famosa réplica, escrita en el 421 o 422: Contra Iulianum libri VI (P. L., XLIV, 640 sqq.). Cuando dos circulares pelagianas, escritas por Julián castigando las «concepciones maniqueas» de los antipelagianos, cayeron en sus manos, las atacó enérgicamente (420 0 421) en una obra dedicada a Bonifacio I, Contra duas epistolas Pelagianorum libri IV (P. L., XLIV, 549 sqq.). Siendo conducido fuera de Roma, Julián encontró (a más tardar en el 421) un lugar de refugio en Cilicia con Teodoro de Mopsuestia. Allí empleó su tiempo libre para elaborar una extensa obra: Libri VIII ad Florum, que fue enteramente dedicada a refutar el segundo libro del De nuptiis et concupiscentia de San Agustín. Esa obra fue redactada poco después del 421, así que no llegó a ser conocida por San Agustín hasta el 427. La última réplica, que cita la argumentación de Julián sentencia por sentencia, refutándolas una a una, fue desarrollada solo hasta el sexto libro, de aquí que se la denomine en la literatura patrística como Opus imperfectum contra Iulianum (P. L., XLV, 1049 sqq.). Un reporte comprehensivo del pelagianismo, que puso en definido relieve las concepciones diametralmente opuestas de su autor, fue elaborado por Agustín en su obra De haeresibus (P. L., XLII, 21 sqq.). Se trata de uno de los últimos escritos de San Agustín publicado antes de su muerte (430), que ya no fue dirigido contra el pelagianismo sino contra el semipelagianismo.

Después de la muerte de Teodoro de Mopsuestia (428), Julián de Eclana dejó la hospitalaria ciudad de Cilicia y, en el 429 lo encontramos inesperadamente en compañía de sus compañeros exiliados: los obispos Floro, Oroncio y Fabio; en la corte del patriarca Nestorio de Constantinopla, quien voluntariamente mantuvo a los fugitivos. Fue aquí también, en el 429, donde Celestio emergió otra vez como protegido del patriarca. Esta es su última aparición en la Historia. A partir de aquí toda traza de él se ha perdido. Los obispos exiliados no por mucho tiempo gozaron de la protección de Nestorio. Cuando Mario Mercator, un laico y amigo de San Agustín, que estuvo presente en Constantinopla, escuchó sobre las maquinaciones de los pelagianos en la ciudad imperial, escribió hacia fines del 429 su Commonitorium super nomine Caelestii (P. L., XLVIII, 63 sqq.), en el que expuso la desgraciada vida y el carácter herético de los protegidos de Pelagio. El resultado fue que el emperador Teodosio II decretó su destierro en el 430. Cuando el Concilio de Éfeso (431) repitió la condenación pronunciada en occidente (cf. Mansi, Concil. collect., IV, 1337), el pelagianismo fue aplastado en oriente. De acuerdo al fiable relato de Próspero de Aquitania (Chronic. ad a. 439, in P. L., LI, 598), Juliano de Eclana, pretendiendo arrepentimiento, trató de retomar posesión de su anterior diócesis, plan que Sixto III frustró valientemente. El año de su muerte es incierto. Parece que murió en Italia entre el 441 y el 445 durante el reinado de Valentiniano III.

Últimas trazas del Pelagianismo (429-529)

Después del Concilio de Éfeso (431), el pelagianismo no ocasionó más disturbios en la Iglesia Griega, de manera que los historiadores del siglo V no mencionan ya la controversia ni los nombres de los heresiarcas. Pero los rescoldos de la herejía continuaron encendidos en occidente y ésta murió muy lentamente. Los principales centros fueron las Galias y Gran Bretaña. Respecto a las Galias, un sínodo, celebrado probablemente en Troyes en el 429, se vio obligado a tomar medidas contra los pelagianos. Este sínodo además envió a los obispos Germán de Auxerre y Lobo de Troyes a Gran Bretaña, para combatir la rampante herejía, que recibió poderoso apoyo de dos discípulos de Pelagio: Agrícola y Fastidius (cf. Caspari, Letters, Treatises and Sermons from the two last Centuries of Ecclesiastical Antiquity, pp. 1-167, Christiania, 1891). Casi un siglo después, Gales fue el centro de las intrigas pelagianas. El santo arzobispo David de Menevia participó en el 519 en el sínodo de Brefy y dirigió sus ataques contra los pelagianos residentes allá. Después fue hecho primado de Cambria y convocó un sínodo contra ellos. En Irlanda también el Comentario de S. Pablo de Pelagio, descrito al comienzo de este artículo, estuvo en uso por largo tiempo después, como está probado por varias citas irlandesas de esta obra. Aun en Italia se pueden encontrar trazas, no solamente en la diócesis de Aquilea (cf. Garnier, Opera Marii Mercat., I, 319 sqq., París, 1673) sino también en Italia central; el así llamado Liber Praedestinatus, escrito cerca del 440 quizá en Roma misma, consta no tanto de semipelagianismo sino, más bien, de genuino pelagianismo (cf. von Schubert, Der sog. Praedestinatus, ein Beitrag zur Geschichte des Pelagianismus, Leipzig, 1903). No fue sino hasta el segundo Concilio de Orange (529) cuando el pelagianismo exhaló su último aliento en Occidente, pero esta convención dirigió sus decisiones primariamente contra el semipelagianismo (q.v.).

Notas

  1. Praef. in Jerem., lib. I y III
  2. loc. cit., «habet enim progeniem Scoticae gentis de Britannorum vicinia».
  3. «Pelagius in Ireland», p. 20, Berlín, 1901
  4. Jerónimo, loc. cit., «grandis et corpulentus».
  5. loc. cit.
  6. P.L., XXX, 645-902
  7. cf. P. L., XXX, 678, «Insaniunt, qui de Adam per traducem asserunt ad nos venire peccatum».
  8. loc. cit., 663, «per solam fidem justificat Deus impium convertendum».
  9. Realencyklopädies fur protest. Theologie, XV, 753, Leipzig, 1904.
  10. loc. cit. 812

El contenido de este artículo incorpora parte de la Enciclopedia Católica (1913), que se encuentra en el dominio público.

  •   Datos: Q122398

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El pelagianismo es una de las doctrinas que la Iglesia catolica ha considerado como herejia cristiana con mas peso en la Edad Antigua La doctrina recibe su nombre de Pelagio Indice 1 Contexto 2 Vida 3 Obra 4 Pelagio y Celestio 5 Continuacion y fin de la controversia 415 418 6 Las disputas de San Agustin con Juliano de Eclana 419 428 7 Ultimas trazas del Pelagianismo 429 529 8 NotasContexto EditarSurgio como doctrina en el siglo V y fue condenado por la Iglesia catolica de forma definitiva el ano 417 Negaba la existencia del pecado original falta que habria afectado solo a Adan por tanto la humanidad nacia libre de culpa y una de las funciones del bautismo limpiar ese supuesto pecado quedaba asi sin sentido Ademas defendia que la gracia no tenia ningun papel en la salvacion solo era importante obrar bien siguiendo el ejemplo de Jesus Vida EditarAparte de los principales episodios de la controversia pelagiana poco o nada se conoce sobre la vida de Pelagio Son mas abundantes las fuentes tras su salida de Roma en el 411 hasta despues del 418 cuando de nuevo se produce un silencio sobre su persona en la Historia Como segun San Agustin De peccat orig XXIV testifica Pelagio vivio en Roma por largo tiempo podemos suponer que residio alla al menos desde el pontificado del papa Anastasio I 398 401 Respecto a su larga vida antes del ano 400 y sobre todo respecto a su juventud todo es oscuridad aun el lugar en que nacio esta en discusion Mientras que testimonios fiables como Agustin Orosio Prospero y Mario Mercator son absolutamente explicitos en asignar Britania como su pais nativo como asi parece segun su nombre familiar Brito o Britannicus Jeronimo 1 lo ridiculiza como escoces 2 quien habiendo sido rellenado con gachas de avena escocesa Scotorum pultibus proegravatus sufre de debil memoria Argumentando correctamente que los escoceses de aquellos dias eran realmente los irlandeses H Zimmer 3 ha adelantado razones de peso para la hipotesis de que el verdadero lugar de origen de Pelagio debiera ser buscado en Irlanda y que habria permanecido en el sudoeste de Gran Bretana solo en transito hacia Roma Alto de estatura y corpulento de apariencia 4 Pelagio tenia educacion superior hablaba y escribia bien con gran fluidez tanto el latin como el griego ademas era versado en teologia Fue monje entregado consecuentemente a practicas de ascetismo pero nunca fue clerigo Tanto Orosio como el Papa Zosimo lo llamaron hombre de leyes En Roma misma gozo de reputacion por su austeridad S Agustin lo llama varon santo vir sanctus Mantuvo una edificante correspondencia que mas tarde uso para su defensa personal con San Paulino de Nola 405 y otros prominentes obispos Obra EditarDurante su permanencia en Roma compuso varias obras De fide Trinitatis libri III ahora perdida que fue elogiada por Gennadio como indispensable materia de lectura para los estudiantes Eclogarum ex divinis Scripturis liber unus que es la principal coleccion de pasajes de la Biblia basada en el Testimoniorum libri III de Cipriano De esta obra san Agustin ha preservado un numero de fragmentos Commentarii in epistolas S Pauli Fue elaborada sin duda antes de la destruccion de Roma por Alarico 410 y conocida por san Agustin en el 412 Zimmer 5 es digno de credito por haber redescubierto en este comentario sobre san Pablo el trabajo original de Pelagio que habia sido en el curso del tiempo atribuido a san Jeronimo 6 Un examen riguroso de esta obra que ha llegado a ser de un momento a otro famosa ha traido a la luz que contiene las ideas fundamentales condenadas despues por la Iglesia como herejia pelagiana En esta obra Pelagio negaba el estado primitivo del hombre en el paraiso y el pecado original 7 insistia en la naturalidad de la concupiscencia y la muerte del cuerpo y vinculaba la existencia y universalidad actual del pecado al mal ejemplo dado por Adan al cometer el primer pecado Como todas las ideas de Pelagio estuvieron principalmente radicadas en la antigua filosofia pagana especialmente en el popular sistema de los estoicos en lugar de estarlo en el cristianismo considero la fuerza moral de la voluntad humana liberum arbitrium cuando esta fortalecida por el ascetismo como suficiente en si misma para desear y conseguir el noble ideal de la virtud El valor de la redencion de Cristo era en su opinion limitado principalmente a la formacion doctrina y al ejemplo exemplum que el Salvador puso en la balanza como contrapeso frente al mal ejemplo de Adan de manera que la naturaleza mantiene la habilidad de someter al pecado y ganar la vida eterna aun sin la ayuda de la gracia Por justificacion mediante la sola fe hemos sido indudablemente limpiados de nuestros pecados personales 8 pero este perdon gratia remissionis no implica una renovacion interior de la santificacion del alma Hasta que punto la doctrina de la sola fides no haya tenido un defensor mas potente antes de Lutero que Pelagio y si en particular la concepcion protestante de fe fiducial despunto en este varios siglos antes que en Lutero como Loofs 9 asume es algo que probablemente necesita mas cuidadoso examen Por lo demas Pelagio no habria anunciado nada nuevo con esta doctrina dado que los adversarios de la naciente Iglesia Apostolica estaban ya familiarizados con la justificacion por la sola fe Por otro lado la presuncion de Lutero de ser el primero en proclamar la doctrina de la fe fiducial ya habia encontrado oposicion Sin embargo Pelagio insiste expresamente 10 Ceterum sine operibus fidei non legis mortua est fides Pelagio y Celestio EditarUna influencia de largo alcance sobre el posterior desarrollo del pelagianismo fue la amistad que Pelagio contrajo en Roma con Celestio un abogado de noble ascendencia probablemente italiana Celestio habia sido ganado para el ascetismo debido a su entusiasmo por la vida monastica y en su condicion de hermano lego se esforzo por convertir las maximas practicas aprendidas de Pelagio en principios teoricos que fueron propagados en Roma con exito San Agustin mientras califica a Pelagio de misterioso mendaz y peligroso llama a Celestio De peccat orig XV no solo increiblemente locuaz sino tambien persona de animo abierto obstinado y desenvuelto en las relaciones sociales Aun cuando sus intrigas secretas o abiertas no pasaron desapercibidas los dos amigos Pelagio y Celestio no fueron molestados por los circulos oficiales romanos Pero las cosas cambiaron cuando en el 411 dejaron el hospitalario suelo de la metropoli al ser saqueada por Alarico 410 y se embarcaron al Africa del Norte Cuando desembarcaron en la costa cerca de Hipona san Agustin el obispo de la ciudad estaba ausente encontrandose muy ocupado en calmar las disputas donatistas en Africa Mas tarde se encontraria varias veces con Pelagio en Cartago pero sin entrar en estrecha relacion con el Despues de un breve periodo de estancia en Africa del Norte Pelagio viajo a Palestina mientras Celestio trataba de ser ordenado presbitero en Cartago Pero su plan fue frustrado por el diacono Paulino de Milan quien envio al obispo Aurelio un memorial en el que las seis tesis de Celestio quiza extraidas de su obra ahora perdida Contra traducem peccati fueron marcadas como herejes Las tesis eran las siguientes Aun si Adan no hubiera pecado habria muerto El pecado de Adan lo perjudico solo a el no a la humanidad entera Los ninos recien nacidos se encuentran en el mismo estado que Adan antes de la caida La humanidad entera ni murio a traves del pecado o de la muerte de Adan ni resucito a traves de la resurreccion de Cristo La ley mosaica es tan buena guia para el cielo como el Evangelio Antes de la venida de Cristo hubo hombres que se mantuvieron sin pecado A causa de estas doctrinas que contienen claramente la quintaesencia del pelagianismo Celestio fue citado para comparecer ante el sinodo de Cartago 411 pero se nego a retractarse de ellas alegando que la herencia del pecado de Adan era una cuestion abierta y que su negacion no era una herejia Como resultado Celestio no fue solo excluido de la ordenacion sino que sus seis tesis fueron condenadas Declaro entonces su intencion de apelar al papa en Roma pero sin ejecutar su decision se fue a Efeso en Asia Menor donde fue ordenado sacerdote Mientras tanto las ideas de Pelagio se habian extendido por un amplia area especialmente en torno a Cartago de manera que san Agustin y otros obispos se vieron impulsados a tomar una postura firme contra estas concepciones en los sermones y conversaciones privadas Urgido por su amigo Marcelino quien diariamente soporto extenuantes debates con hermanos equivocados san Agustin en el 412 escribio sus famosas obras De peccatorum meritis et remissione libri III P L XLIV 109 sqq y De spiritu et litera ibid 201 sqq en las que positivamente establece la existencia del pecado original la necesidad del bautismo de los ninos la imposibilidad de una vida sin pecado y la necesidad de la gracia interior spiritus en oposicion a la gracia exterior de la ley litera Cuando en el 414 inquietantes rumores llegaron de Sicilia y las asi llamadas Definitiones Caelestii reconstruidas por Garnier Marii Mercatoris Opera I 384 sqq Paris 1673 consideradas obras de Celestio fueron enviadas a san Agustin quien publico como replica De perfectione justitiae hominis P L XLIV 291 sqq obra en la que otra vez demolio la ilusion de una completa libertad frente al pecado Fuera el hacerlo por caridad o con el fin de vencer el error mas eficazmente san Agustin en estos escritos nunca menciono a los dos autores de la herejia por su nombre En tanto Pelagio quien permanecia en Palestina no se quedo inactivo escribio una carta que aun se conserva en P L XXX 15 45 a una noble virgen romana llamada Demetria quien a la llegada de Alarico habia emigrado a Cartago A ella le habia inculcado sus principios estoicos de la ilimitada energia de la naturaleza Ademas publico en el 415 una obra ahora perdida De natura en la que trata de probar su doctrina a partir de autoridades apelando no solo a los escritos de Hilario y Ambrosio sino tambien a las obras mas recientes de Jeronimo y Agustin estando aun estos ambos vivos San Agustin le respondio entonces con su tratado De natura et gratia P L XLIV 247 sqq Jeronimo sin embargo a quien Orosio sacerdote espanol y discipulo de san Agustin habia personalmente explicado el peligro de la nueva herejia y quien habia sido humillado por la severidad con que Pelagio hubo criticado su comentario a la Epistola a los Efesios maduro con el tiempo su entrada en la lista de los opositores a Pelagio lo hizo mediante su carta a Ctesiphon Ep CLXXIII y su obra llena de gracia Dialogus contra Pelagianos P L XXIII 495 sqq Estuvo ayudado por Orosio quien inmediatamente acuso a Pelagio de herejia en Jerusalen Despues el obispo de Jerusalen estimo mucho S Agustin Ep CLXXIX a Pelagio y lo tomo como su invitado Convoco en julio del 415 un concilio diocesano para la investigacion del cargo Los procedimientos se vieron obstaculizados por el hecho de que Orosio la parte acusadora no entendia el griego y habia conseguido un mal interprete mientras que Pelagio el defendido fue muy habil para defenderse a si mismo en griego y sostener su ortodoxia Sin embargo de acuerdo al informe personal escrito al termino del 415 de Orosio Liber apolog contra Pelagium P L XXXI 1173 las partes litigantes al final acordaron dejar el ultimo juicio de todas las cuestiones a los latinos dado que tanto Pelagio como sus adversarios eran latinos y apelar a la decision de Inocencio I mientras tanto se impuso silencio a ambas partes Pero Pelagio tenia concedido solo un breve plazo Porque en el mismo ano los obispos de las Galias Heros de Arles y Lazaro de Aix quienes despues de la derrota del usurpador Constantino 411 habian dejado sus diocesis retirandose a Palestina llevaron el asunto ante el obispo Eulogio de Cesarea con el resultado de que este ultimo convoco a Pelagio en diciembre del 415 delante de un sinodo de catorce obispos que se llevo a cabo en Diospolis la antigua Lida Sin embargo la fortuna favorecio otra vez al heresiarca Respecto a las acciones legales y el asunto en si estamos extraordinariamente bien informados gracias a De gestis Pelagii P L XLIV 319 sqq de san Agustin obra escrita en el 417 y basada en las actas del sinodo Pelagio puntualmente obedecio a las citaciones pero los principales acusadores Heros y Lazaro no hicieron su aparicion uno de ellos debido su mala salud Y como Orosio demasiado expuesto al ridiculo hubo de partir Pelagio no se defendio personalmente sino que encontro un habil abogado en el diacono Aniano de Celeda cf Hieronym Ep cxliii ed Vallarsi I 1067 Los puntos principales de la peticion fueron traducidos al griego por un interprete y leidos solo como un extracto Pelagio habiendo ganado la buena voluntad de la asamblea debido a que les leyo algunas cartas privadas recibidas de prominentes obispos entre ellos san Agustin Ep cxlvi empezo a refutar las diversas acusaciones Entonces se eximio del cargo de que el habia afirmado la posibilidad de una vida sin pecado solamente dependiente de la libre voluntad diciendo por el contrario que requeria la ayuda de Dios adjutorium Dei para vivir sin pecado aunque sin embargo con esto no se referia nada mas que a la gracia de la creacion gratia creationis Respecto a las otras doctrinas de que se le acusaba dijo que tal como estaban formuladas en la acusacion no eran de su autoria y que el las rechazaba Despues de la audiencia no quedo nada mas para el sinodo que retirar los cargos al defendido y anunciar que este gozaba de la comunion con la Iglesia Oriente ahora habia hablado dos veces y no habia encontrado nada que condenar en Pelagio Continuacion y fin de la controversia 415 418 EditarLa nueva absolucion de Pelagio no dejo de causar excitacion y alarma en el Norte del Africa donde Orosio se habia dirigido en el 416 con cartas de los obispos Heros y Lazaro Para enfrentar la cuestion algo decisivo debia hacerse En otono del 416 sesenta y siete obispos del Africa Proconsular se reunieron en un sinodo en Cartago fue presidido por Aurelio mientras que cincuenta y nueve obispos de la provincia eclesiastica de Numidia a la que pertenecia la sede de Hipona sede de S Agustin sostuvieron un sinodo en Milevo En ambos lugares las doctrinas de Pelagio y Celestio fueron de nuevo rechazadas como contradictorias a la fe catolica Sin embargo para asegurar sus decisiones con la autoridad de la Santa Sede ambos sinodos escribieron a Inocencio I pidiendo su sancion suprema Ademas para llamar la atencion del Papa con mayor fuerza sobre la seriedad de la situacion cinco obispos Agustin Aurelio Alipio Evodio y Posidio le adelantaron una carta conjunta en la que detallaban la doctrina del pecado original el bautismo de los ninos y la gracia cristiana S Agustin Epp clxxv vii En tres cartas separadas fechadas el 27 de enero de 417 el papa contesto a las cartas sinodales de Cartago y Milevo asi como tambien a las de los cinco obispos Jaffe Regest 2nd ed nn 321 323 Leipzig 1885 Comenzando a partir del principio de que las resoluciones de los sinodos provinciales no tienen fuerza vinculante hasta que son confirmadas por la suprema autoridad de la sede apostolica el papa desarrollo la ensenanza catolica sobre el pecado original y la gracia y excluyo a Pelagio y Celestio quienes habian rechazado estas ensenanzas de la comunion con la Santa Sede hasta que ellos revirtieran sus pareceres donec resipiscant En Africa donde la decision fue recibida con sincera alegria la controversia no podia considerarse cerrada y Agustin el 23 de septiembre de 417 anuncio desde el pulpito Serm cxxxi 10 in P L XXXVIII 734 Jam de hac causa duo concilia missa sunt ad Sedem apostolicam inde etiam rescripta venerunt causa finita est Dos sinodos han escrito a la santa sede sobre este asunto la respuesta ha llegado el asunto ya esta aclarado Pero estaba equivocado el asunto aun no habia quedado terminado Inocencio I murio el 12 de marzo de 417 y Zosimo un griego de nacimiento lo sucedio Ante su tribunal la cuestion pelagiana en su integridad fue ahora una vez mas abierta y discutida con todas sus implicaciones La ocasion para esto fueron las instancias que Pelagio y Celestio enviaron a la sede romana para justificarse a si mismos Pero aunque las previas decisiones de Inocencio I habian removido todas las dudas sobre el asunto mismo aun la cuestion de las personas comprometidas estaba sin decidir es decir Habian realmente ensenado Pelagio y Celestio las doctrinas condenadas como hereticas El sentido de justicia de Zosimo le impedia castigar a alguien con excomunion siendo este dudosamente convicto de su error Y si los pasos recientemente dados por los dos que se defendian habian sido considerados las dudas que debieron surgir sobre este punto no fueron enteramente carentes de fundamento En el 416 Pelagio publico un nuevo trabajo ahora perdido De libero arbitrio libri IV que en su fraseologia parece inclinarse hacia la concepcion agustiniana de gracia y del bautismo de los infantes aunque en principio no se separe del anterior punto de vista del mismo autor Hablando de la gracia cristiana Pelagio no solo admite la revelacion divina sino que ademas se refiere un tipo de gracia interior es decir una iluminacion de la mente por medio de los sermones la lectura de la Biblia etc anadiendo sin embargo que esta ultima no sirve para que sea posible hacer obras que salven sino solo para facilitar su realizacion Respecto al bautismo de los infantes Pelagio afirma que les debe ser administrado en la misma forma que a los adultos no para limpiar a los ninos de un reato original sino para asegurar su entrada en el reino de Dios Los ninos no bautizados estima podrian ser excluidos del reino de Dios despues de su muerte pero no de la vida eterna Pelagio envio esta obra junto con una confesion de fe que aun se conserva En ella testimonia su obediencia como la de un nino humildemente necesitado y al mismo tiempo reconoce inexactitudes fortuitas que pueden ser corregidas por el quien sostiene la misma fe y el parecer de Pedro Todo esto fue dirigido a Inocencio I de cuyo deceso Pelagio no se habia aun enterado Celestio quien mientras tanto habia cambiado su residencia de Efeso a Constantinopla pero habia sido proscrito desde entonces por el obispo anti pelagiano Atico dio activamente pasos hacia su rehabilitacion En el 417 fue a Roma en persona y dejo a los pies de Zosimo una confesion de fe detallada Fragmentos P L XLV 1718 En esta afirma su creencia en todas las doctrinas desde que hay un Dios Uno y Trino hasta la resurreccion de los muertos cf S Agustin De peccato orig xxiii Muy contento con esta fe catolica y obediencia Zosimo envio dos cartas diferentes P L XLV 1719 sqq a los obispos africanos diciendo que en el caso de Celestio los obispos Heros y Lazaro habian procedido sin la debida circunspeccion y que Pelagio tambien como se habia probado por su reciente confesion de fe no se habia desviado de la verdad catolica Como para el caso de Celestio quien estaba entonces en Roma el Papa encargo a los Africanos revisar la anterior sentencia o acusarlo de herejia delante del mismo Papa dentro de dos meses El mandato papal golpeo Africa como una bomba Con gran rapidez se convoco un sinodo en Cartago en noviembre del 417 y se escribio a Zosimo pidiendole no rescindir la sentencia que su predecesor Inocencio I habia pronunciado contra Pelagio y Celestio hasta que ambos hubieran confesado la necesidad de la gracia interior para todos los pensamientos palabras y actos saludables Al fin Zosimo se detuvo Por un rescripto del 21 de marzo de 418 aseguro a ellos que no se habia pronunciado definitivamente sino que habia despachado al Africa todos los documentos sobre el pelagianismo para pavimentar el camino hacia una nueva investigacion conjunta De acuerdo con el mandato papal se celebro el primero de mayo del 418 en presencia de 200 obispos el famoso Concilio de Cartago que otra vez tipifico al pelagianismo como una herejia en ocho o nueve canones Denzinger Enchir 10th ed 1908 101 8 Debido a su importancia ellos se resumen a continuacion La muerte no vino para Adan por necesidad fisica sino a traves del pecado Los ninos recien nacidos deben ser bautizados a causa del pecado original La gracia justificante no solo vale para perdonar los pecados pasados sino que ayuda a evitar los pecados futuros La gracia de Cristo no solo permite conocer los mandamientos de Dios sino que tambien da fuerza a la voluntad para ejecutarlos Sin la gracia de Dios no es tan solo mas dificil sino absolutamente imposible realizar buenas obras No solo por humildad sino con toda verdad debemos confesarnos como pecadores Los santos refieren la peticion del Padre nuestro Perdona nuestras ofensas no solo a otros sino tambien a ellos mismos Los santos pronuncian la misma suplica no solo por mera humildad sino con toda verdad Algunos codices contienen un noveno canon Denzinger loc cit nota 3 Los ninos que mueren sin bautismo no van a un lugar intermedio medius locus ya que la no recepcion del bautismo excluye tanto del reino del cielo como de la vida eterna Estos canones claramente expresados que excepto el ultimo mencionado despues llegaron a ser articulos de fe de la Iglesia universal dieron el tiro de gracia al pelagianismo que mas pronto o mas tarde se desangraria hasta morir Mientras tanto urgido por los africanos probablemente mediante un cierto Valerio quien como comes tenia una posicion influyente en Ravena el poder secular tambien tomo en sus manos la disputa El emperador Honorio I por un rescripto del 30 de abril de 418 desde Ravena expulso a todos los pelagianos de las ciudades de Italia Si Celestio evadio la audiencia ante Zosimo a la que el ahora estaba citado huyendo de Roma S Agustin Contra duas epist Pelag II 5 o si el fue uno de los primeros en caer victima del decreto imperial de exilio no puede ser satisfactoriamente establecido a partir de las fuentes Respecto a su vida posterior hemos dicho que en el 421 nuevamente llego a Roma o a sus proximidades pero fue expulsado una segunda vez por un rescripto imperial cf P L XLV 1750 Se afirma ademas que en el 425 su peticion de audiencia con Celestino I fue respondida con una tercera expulsion cf P L LI 271 Entonces busco refugio en Oriente donde lo encontraremos mas tarde Pelagio no pudo ser incluido en el decreto imperial de exilio de Roma porque en ese momento sin duda residia en el Oriente ya que a mas tardar en el verano del 418 se comunico con Piniano y su esposa Melania quienes vivian en Palestina cf Card Rampolla Santa Melania giuniore Roma 1905 Pero esta es la ultima informacion que tenemos sobre el Probablemente murio en el oriente Habiendo recibido las actas del Concilio de Cartago Zosimo envio a todos los obispos del mundo su famosa Epistola tractoria 418 de la que desgraciadamente solamente nos han llegado fragmentos La enciclica papal un largo documento proporciono un minucioso recuento de la entera causa Caelestii et Pelagii de cuyas obras incluye abundantes citas y categoricamente demanda la condenacion del pelagianismo como una herejia La afirmacion de que cada uno de los obispos del mundo estaba obligado a confirmar esta circular mediante su propia firma no puede ser probada es mas probable que se hubiera requerido a los obispos transmitir a Roma su acuerdo por escrito si un obispo se negaba a firmar seria depuesto de su oficio y condenado Un segundo y mas drastico rescripto publicado por el emperador el 9 de junio de 419 y dirigido al obispo Aurelio de Cartago P L XLV 1731 dio fuerza adicional a la medida El triunfo de Agustin fue completo En el 418 sacando el balance de como fue la entera controversia escribio contra los heresiarcas su ultima gran obra De gratia Christi et de peccato originali P L XLIV 359 sqq Las disputas de San Agustin con Juliano de Eclana 419 428 EditarMediante las vigorosas medidas adoptadas en el 418 el pelagianismo estaba sin duda condenado pero no aplastado Entre los dieciocho obispos de Italia que fueron exiliados por rehusarse a firmar el decreto papal Juliano I Julian Obispo de Eclana una ciudad de la Apulia ahora abandonada fue el primero en protestar contra la Tractoria de Zosimo Muy bien educado y capaz en filosofia y dialectica asumio el liderazgo entre los pelagianos Pero pelear por el pelagianismo en ese entonces significaba pelear contra Agustin El ambito literario fue el fijado para el combate Es probable que el mismo Julian haya sido quien denuncio a San Agustin como damnator nupitarum ante el influyente comes Valerio en Ravena un hombre noble quien estaba muy felizmente casado Para enfrentar la acusacion Agustin escribio al comienzo del 419 una apologia De nuptiis et concupiscentia libri II P L XLIV 413 sqq y la dirigio a Valerio Inmediatamente despues 419 o 420 Julian publico una replica que atacaba el primer libro de la obra de Agustin y llevaba el titulo de Libri IV ad Turbantium Agustin refuto esta obra de Julian en su famosa replica escrita en el 421 o 422 Contra Iulianum libri VI P L XLIV 640 sqq Cuando dos circulares pelagianas escritas por Julian castigando las concepciones maniqueas de los antipelagianos cayeron en sus manos las ataco energicamente 420 0 421 en una obra dedicada a Bonifacio I Contra duas epistolas Pelagianorum libri IV P L XLIV 549 sqq Siendo conducido fuera de Roma Julian encontro a mas tardar en el 421 un lugar de refugio en Cilicia con Teodoro de Mopsuestia Alli empleo su tiempo libre para elaborar una extensa obra Libri VIII ad Florum que fue enteramente dedicada a refutar el segundo libro del De nuptiis et concupiscentia de San Agustin Esa obra fue redactada poco despues del 421 asi que no llego a ser conocida por San Agustin hasta el 427 La ultima replica que cita la argumentacion de Julian sentencia por sentencia refutandolas una a una fue desarrollada solo hasta el sexto libro de aqui que se la denomine en la literatura patristica como Opus imperfectum contra Iulianum P L XLV 1049 sqq Un reporte comprehensivo del pelagianismo que puso en definido relieve las concepciones diametralmente opuestas de su autor fue elaborado por Agustin en su obra De haeresibus P L XLII 21 sqq Se trata de uno de los ultimos escritos de San Agustin publicado antes de su muerte 430 que ya no fue dirigido contra el pelagianismo sino contra el semipelagianismo Despues de la muerte de Teodoro de Mopsuestia 428 Julian de Eclana dejo la hospitalaria ciudad de Cilicia y en el 429 lo encontramos inesperadamente en compania de sus companeros exiliados los obispos Floro Oroncio y Fabio en la corte del patriarca Nestorio de Constantinopla quien voluntariamente mantuvo a los fugitivos Fue aqui tambien en el 429 donde Celestio emergio otra vez como protegido del patriarca Esta es su ultima aparicion en la Historia A partir de aqui toda traza de el se ha perdido Los obispos exiliados no por mucho tiempo gozaron de la proteccion de Nestorio Cuando Mario Mercator un laico y amigo de San Agustin que estuvo presente en Constantinopla escucho sobre las maquinaciones de los pelagianos en la ciudad imperial escribio hacia fines del 429 su Commonitorium super nomine Caelestii P L XLVIII 63 sqq en el que expuso la desgraciada vida y el caracter heretico de los protegidos de Pelagio El resultado fue que el emperador Teodosio II decreto su destierro en el 430 Cuando el Concilio de Efeso 431 repitio la condenacion pronunciada en occidente cf Mansi Concil collect IV 1337 el pelagianismo fue aplastado en oriente De acuerdo al fiable relato de Prospero de Aquitania Chronic ad a 439 in P L LI 598 Juliano de Eclana pretendiendo arrepentimiento trato de retomar posesion de su anterior diocesis plan que Sixto III frustro valientemente El ano de su muerte es incierto Parece que murio en Italia entre el 441 y el 445 durante el reinado de Valentiniano III Ultimas trazas del Pelagianismo 429 529 EditarDespues del Concilio de Efeso 431 el pelagianismo no ocasiono mas disturbios en la Iglesia Griega de manera que los historiadores del siglo V no mencionan ya la controversia ni los nombres de los heresiarcas Pero los rescoldos de la herejia continuaron encendidos en occidente y esta murio muy lentamente Los principales centros fueron las Galias y Gran Bretana Respecto a las Galias un sinodo celebrado probablemente en Troyes en el 429 se vio obligado a tomar medidas contra los pelagianos Este sinodo ademas envio a los obispos German de Auxerre y Lobo de Troyes a Gran Bretana para combatir la rampante herejia que recibio poderoso apoyo de dos discipulos de Pelagio Agricola y Fastidius cf Caspari Letters Treatises and Sermons from the two last Centuries of Ecclesiastical Antiquity pp 1 167 Christiania 1891 Casi un siglo despues Gales fue el centro de las intrigas pelagianas El santo arzobispo David de Menevia participo en el 519 en el sinodo de Brefy y dirigio sus ataques contra los pelagianos residentes alla Despues fue hecho primado de Cambria y convoco un sinodo contra ellos En Irlanda tambien el Comentario de S Pablo de Pelagio descrito al comienzo de este articulo estuvo en uso por largo tiempo despues como esta probado por varias citas irlandesas de esta obra Aun en Italia se pueden encontrar trazas no solamente en la diocesis de Aquilea cf Garnier Opera Marii Mercat I 319 sqq Paris 1673 sino tambien en Italia central el asi llamado Liber Praedestinatus escrito cerca del 440 quiza en Roma misma consta no tanto de semipelagianismo sino mas bien de genuino pelagianismo cf von Schubert Der sog Praedestinatus ein Beitrag zur Geschichte des Pelagianismus Leipzig 1903 No fue sino hasta el segundo Concilio de Orange 529 cuando el pelagianismo exhalo su ultimo aliento en Occidente pero esta convencion dirigio sus decisiones primariamente contra el semipelagianismo q v Notas Editar Praef in Jerem lib I y III loc cit habet enim progeniem Scoticae gentis de Britannorum vicinia Pelagius in Ireland p 20 Berlin 1901 Jeronimo loc cit grandis et corpulentus loc cit P L XXX 645 902 cf P L XXX 678 Insaniunt qui de Adam per traducem asserunt ad nos venire peccatum loc cit 663 per solam fidem justificat Deus impium convertendum Realencyklopadies fur protest Theologie XV 753 Leipzig 1904 loc cit 812 El contenido de este articulo incorpora parte de laEnciclopedia Catolica 1913 que se encuentra en el dominio publico Datos Q122398Obtenido de https es wikipedia org w index php title Pelagianismo amp oldid 136764998, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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