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Guerra Fría Cultural Latinoamericana

La Guerra Fría Cultural latinoamericana fue una extensa red de actores, prácticas y estrategias comunicativas que, en el terreno de la diplomacia cultural y las producciones culturales de masas en Latinoamérica, estuvieron sujetas a las tensiones entre el bloque socialista, el bloque capitalista y el bloque cubano.[1][2]​ Esta formó parte de la Guerra Fría Latinoamericana, la cual se caracterizó por una paulatina escalada de las tensiones políticas y sociales internas y externas en los países de la región como parte de la Guerra Fría Global. Estas tensiones se vieron fortalecidas por sucesos como la Revolución Cubana o las dictaduras militares en países latinoamericanos durante las décadas de 1970 y 1980.[3]​ La Guerra Fría Cultural en América Latina tuvo un gran efecto en el entorno intelectual latinoamericano de la segunda mitad del siglo XX, incluyendo manifestaciones como las artes, las ciencias sociales y la llamada cultura de masas.[4]

La Casa de las Américas fue una de las principales instituciones que participaron en la Guerra Fría Cultura Latinoamericana

Cronológicamente, la Guerra Fría Cultural latinoamericana puede ser divida en tres etapas, aunque estas pueden variar de acuerdo a los contextos nacionales y locales. La primera de ellas, conocida como Guerra Fría Cultural temprana, va de 1949, con la formación de los primeros comités nacionales del Consejo Mundial de la Paz, hasta 1959, con el triunfo de la Revolución Cubana. Este periodo se caracterizó por la confrontación entre los grupos latinoamericanos asociados al Congreso por la Libertad de la Cultura y los sectores asociados tradicionalmente con el comunismo, muchos de ellos relacionados con el Consejo Mundial de la Paz.

Una segunda etapa, nombrada como la Revolución Cubana y la radicalización de las posturas, va de 1959, con la formación de las primeras instituciones culturales posrevolucionarias cubanas hasta 1971, con el encarcelamiento del poeta cubano Heberto Padilla. Esta se caracterizó por el protagonismo que la Revolución Cubana tuvo sobre los artistas e intelectuales latinoamericanos, así como la revitalización de los organismos regionales del Congreso por la Libertad de la Cultura. Una última etapa, conocida como Guerra Fría Cultural tardía, se extiende desde 1971, hasta finales de la década de 1980 e inicios de la de 1990, con el regreso a la democracia en distintos países latinoamericanos. Se caracterizó por el decaimiento del protagonismo de la Revolución Cubana, la represión que gobiernos militares de la región realizaron en contra de sectores de la izquierda, y el tránsito a discusiones sobre el restablecimiento la democracia y la búsqueda de nuevos modelos políticos ante el colapso del bloque socialista.

Las tensiones de la Guerra Fría Cultural latinoamericana se debieron a diversas razones. Una de ellas fue la confrontación de visiones de modernidad entre los grupos participantes, lo que se manifestó la disputa de términos como libertad, democracia, paz, cultura, justicia, lucha, compromiso, revolución e intelectual.[5]​ Otra causa fue la ubicación geográfica del continente americano y su importancia geopolítica para los participantes en el conflicto. A inicios de la Guerra Fría, los estadounidenses no consideraron a la región latinoamericana como un espacio de acción prioritario para frenar el avance comunista, debido a la hegemonía cultural que ejercían sobre el continente desde finales del siglo XIX. Sin embargo, ante las emergentes amenazas que representaron las posturas emanadas desde la Unión Soviética y Cuba, las cuales lograron un importante apoyo de intelectuales latinoamericanos, los estadounidenses se vieron en la necesidad de actuar, pero sin lograr una total hegemonía política y cultural sobre el continente. Un último motivo de las tensiones se debió a los conflictos culturales existentes entre los actores latinoamericanos, los cuales se potenciaron por el conflicto global. Problemas como la desigualdad social imperante en la región, el autoritarismo y la inestabilidad política que vivían diferentes países, y el reempoderamiento de las élites políticas y económicas tradicionales provocaron discusiones y conflictos intelectuales en la región que, se fortalecieron con las dinámicas globales de la Guerra Fría Cultural.

Este fenómeno, aunque tuvo un carácter global –pues trastocó las dinámicas culturales en Europa, Asía, América, África y Oceanía—, en el espacio latinoamericano tuvo actores y dinámicas propios. Organismos como Casa de las Américas, la Asociación Interamericana Pro Democracia y Libertad o el Instituto Latinoamericana de Relaciones Internacionales fueron actores exclusivos de la Guerra Fría Cultural latinoamericana. Estos organismos defendieron intereses propios, y en ocasiones rompieron con las dinámicas bipolares de la Guerra Fría. A su vez, elementos como el compromiso intelectual con la defensa de la Revolución Cubana, la promoción del escritor revolucionario o la construcción de totalitarismos latinoamericanos fueron rasgos distintivos del fenómeno en América Latina.

Orígenes y posiciones en torno a la Guerra Fría Cultural en América Latina

El concepto de Guerra Fría Cultural tiene su origen en el trabajo de Christopher Lasch, particularmente en su artículo “The Cultural Cold War: a short History of the Congress for Cultural Freedom”. En este trabajo, aparecido en 1963, Lasch la define como la confrontación ideológico-cultural, posterior a la Segunda Guerra Mundial, entre el bloque capitalista –liderado por los Estados Unidos de América— y el bloque comunista –encabezado por la Unión Soviética—. La visión de Lasch resaltaba la disputa entre dos organismos que representaban los intereses de cada bloque ideológico: el Congreso por la Libertad de la Cultura del lado capitalismo, y el Consejo Mundial por la Paz del lado socialista.[6]

Pero sería hasta 1999 cuando el término comenzaría a cobrar auge en el mundo académico, con la aparición del libro de Frances Stonor Saunders The cultural cold war. En este libro, el autor centró su atención en explicar la vinculación que existió entre el Congreso por la Libertad de la Cultura y la Agencia Central de Inteligencia (CIA por sus siglas en inglés). Esta vinculación, señala Saunders, se dio a través del subsidio otorgado a actividades culturales por parte de distintos organismos vinculados al Congreso por la Libertad de la Cultura con fondos económicos provenientes de la CIA.[7]​ Esta perspectiva ayudaría a consolidar el término Guerra Fría Cultural como una categoría aplicada para explicar la dimensión ideológica, cultural e intelectual de la Guerra Fría.

Desde esta perspectiva, la historiografía tradicionalmente ha caracterizado a la Guerra Fría Cultural como el choque ideológico y propagandístico entre el bloque capitalista y el comunista. Este conflicto se definió por la búsqueda por imponer los modelos de vida asociados a cada uno de los bloques ideológicos. Para ello se echó mano de distintos recursos, como las artes, las ciencias sociales, los medios de comunicación, las producciones de masas, entre otros. A su vez, se articularon iniciativas de carácter gubernamental y privado, en las cuales participaron diplomáticos, artistas, académicos, intelectuales, periodistas, escritores, etc.[8]

Con el creciente uso de Guerra Fría Cultural en el entorno académico, este comenzó a ser aplicado para la región de América Latina. Desde mediados de la década del 2000 comenzaron a aparecer estudios que tenían como propósito analizar el impacto de la Guerra Fría Cultural en la Región.[9][10][11]​ Pero sería hasta finales de la misma década que comenzó a utilizarse el término de Guerra Fría Cultural en América Latina. Autores como Olga Glondys, Marina Franco, Benedetta Calandra, y Patrick Iber, comenzaron a interpretar de diferente modo lo que se entendía por Guerra Fría Cultural en América Latina.[12][13][1] 

Entre las formas en que ha sido definida la Guerra Fría Cultural en América Latina destaca aquella que apunta no solo a entender el conflicto como el choque ideológico y propagandístico entre el bloque socialista y el capitalista, sino que busca entender este proceso como un marco interpretativo, desde el cual grupos sociales regionales, nacionales y locales actuaban de acuerdo a sus lógicas e intereses.[14]​ Este enfoque rompió con la interpretación de que los actores latinoamericanos solamente eran actores pasivos frente a las políticas de la diplomacia cultural emprendidas por los organismos del bloque capitalista y socialista.

Dentro de esta perspectiva es posible ubicar diversas dinámicas desarrolladas dentro de la Guerra Fría Cultural en América Latina, como la confrontación ideológica interna que vivieron los grupos de izquierda de la región, cuyas posturas estuvieron fuertemente mediadas por la retórica y símbolos asociados con los bloques capitalista y soviético, aun cuando poseían intereses y propósitos propios. A ello se suma la influencia que la Revolución Cubana tuvo, a partir de 1959, en el actuar de los intelectuales latinoamericanos y los discursos que articularon durante la época. Sin importar su procedencia ideológica –liberales, socialistas moderados, reformistas, trotskistas, nacionalistas, comunistas, etc.— o su postura política –ya fuesen de derecha o izquierda—, la Revolución Cubana vino a trastocar la forma en que los intelectuales se desempeñaban en la esfera pública latinoamericana.[13]

Otro elemento interpretativo que destaca es la división entre alta cultura y cultura popular como foco de atención de la Guerra Fría Cultural latinoamericana. Por un lado, se encuentran la consideración de autores como Marina Franco, Benedetta Calandra o Germán Alburquerque, de que la alta cultura –las artes, las humanidades y las ciencias sociales— fue el terreno exclusivo de la Guerra Fría Cultural, es decir, el ámbito en donde las acciones de la diplomacia cultural tuvieron profundos efectos.[1]​ Predominando la actuación de los intelectuales –artistas, académicos, científico—, esta posición sostiene que es posible encontrar las tensiones y dinámicas de la Guerra Fría en los debates y producciones realizados por ellos.[15]​ Por otro lado, se encuentra la propuesta de Ximena Espeche y Laua Erlich, en la cual se concibe que para comprender la Guerra Fría Cultural en la región también es necesario voltear hacía las producciones culturales de masas. Con ello buscan superar la visión de que el proceso solo afectó a la alta cultura y entender cómo a través de la realización, consumo y recepción de películas, música, espectáculos, entre otras producciones, puede comprenderse la Guerra Fría.[2]

La Guerra Fría Cultural: una breve caracterización global

Algunos autores consideran que el conflicto entre el bloque socialista y el bloque capitalista puede rastrearse desde finales de la Primera Guerra Mundial, entre 1917 y 1918, con la emergencia del primer Estado socialista producto del triunfo de la Revolución de Octubre en Rusia. Esto provocó una reacción por parte de diversos Estados capitalistas, que temían una rápida expansión del comunismo a nivel global, y que llevó a aplicar diversas medidas tanto en política interna como externa. Esta interpretación ha sido ajustada a diversos contextos y espacios, como América Latina.[16]

Al término de la Primera Guerra Mundial y en las décadas posteriores, la Internacional Comunista –Komintern—, buscó atraer a los países europeos dentro de su esfera de influencia, promoviendo la Revolución socialista por diversos medios. Uno de ellos fue la elaboración de campañas propagandísticas, con las cuales promover una imagen positiva de la Unión Soviética. Muestra de esa iniciativa fue la campaña de los Frentes Populares, con los cuales se buscaba formar una coalición con otras fuerzas políticas de izquierda para combatir al fascismo. Por su parte, los países capitalistas buscaron responder a esa amenaza con políticas de contención anticomunista, aplicadas tanto en el orden interno como el externo, persiguiendo cualquier manifestación asociada con comunistas o comunismo.[8]

 
La Segunda Guerra Mundial fue el antecedente directo de los conflictos que desencadenarían la Guerra Fría

Otro antecedente directo de la Guerra Fría Cultural fue la división que vivió la izquierda en las décadas de 1920 y 1930. Los conflictos que se desarrollaron entre los comunistas con los socialdemócratas, los anarquistas y los trotskistas por la persecución y represión que se vivía a la sombra de la Unión Soviética causó grandes fracturas. A su vez existieron muchos militantes comunistas que quedaron desilusionados por el culto a Stalin dentro del comunismo y las grandes purgas que se vivieron al interior del comunismo internacional. Esto pegó profundamente en la opinión de distintos sectores de intelectuales, creando una fuerza de opinión dentro de la izquierda internacional ampliamente anticomunista y crítica de la Unión Soviética.[8][13]

Con el término de la Segunda Guerra Mundial, la confrontación entre los vencedores fue tomando forma. La Unión Soviética formó en un primer momento a la Kominform, organismo que reemplazaría a la Komintern y se encargaría de la coordinación de acciones en el terreno internacional.[13]​ Por su parte los Estados Unidos comenzaron a desarrollar acciones en el terreno de la propaganda y la acción cultual, por medio de leyes como la Smith-Mundt, promulgada en 1948, o la formación de organismos como la United States Information Agency, la emisora Voice of America, o el programa de becas Fullbright. A ello se sumó el apoyo de la naciente Agencia Central de Información (CIA).[17]

Pero la Guerra Fría Cultural no tendría plena vigencia hasta la formación de sus dos organismos protagonistas: el Consejo Mundial por la Paz y el Congreso por la Libertad de la Cultura. La formación del Consejo, auspiciado por la Unión Soviética, tuvo como antecedentes varios congresos organizados entre 1948 y 1950 en Bratislava, París, Praga y Varsovia, pero no quedaría constituido formalmente como Consejo hasta 1950. El propósito del Consejo era fomentar la paz ante la amenaza de un nuevo conflicto armado a nivel mundial. Pero a su vez conllevaba una crítica a la cultura y al modelo de vida capitalista, los cuales eran considerados como enajenados y bárbaros. La crítica al individualismo, el cosmopolitismo, el aburguesamiento, la frivolidad y la defensa de la soberanía nacional y la democracia popular se convirtieron en puntos centrales de las iniciativas encabezadas por el Consejo y el bloque comunista para articular su ofensiva cultural. La formación de redes de cooperación internacional y la realización de Congresos en distintos espacios fueron las formas en que se organizó el Consejo, contando con la participación de intelectuales como Jean Frédéric Joliot-Curie, Pablo Picasso, Pablo Neruda, Diego Rivera, Jean-Paul Sartre, Georg Lukács, Jorge Amado, Oscar Niemeyer, entre otros.[13]

A su vez, el Congreso por la Libertad de la Cultura fue parte de la respuesta del bloque capitalista al esfuerzo soviético. Conformado en 1950 en Berlín, Alemania, el Congreso tenía como propósito el crear un frente intelectual para la defensa de la democracia liberal y las libertades individuales, combatiendo las ideas y los regímenes totalitarios, asociados principalmente con el socialismo.[14]​ Oponiéndose a ideas como el arte con compromiso social o la sujeción de las ideas a los mandatos del Estado, el Congreso buscó promover a los artistas e intelectuales como actores independientes de cualquier gobierno o institución, cuyo juicio y producción artístico debía ser muestra de su libertad intelectual.[18]

Para ello, el Congreso articuló una extensa red de organismos que realizaron actividades como ciclos de conferencias, exposiciones, intercambios académicos, publicaciones periódicas y proyectos editoriales.[18]​ Entre los participantes del Congreso se encontraba una amplia gama de ideologías, entre liberales, liberales reformistas de izquierda, socialistas, trotskistas, anarquistas y antiguos comunistas decepcionados. Entre los intelectuales participantes destacan Karl Jaspers, Benedetto Croce, Bertrand Russell, Raymond Aaron, Germán Arciniegas, Upton Sinclair, Tennessee Williams, entre otros más.[5]

 
La CIA fue uno de los principales respaldos económicos de las actividades del Congreso por la Libertad de la Cultura

En paralelo al Congreso por la Libertad de la Cultura también participaron otras instituciones estadounidenses, como las fundaciones Rockefeller, Ford, Guggenheim, entre otras. Estas buscaban extender el margen de acción de la diplomacia cultural estadounidense a través de recursos económicos e proyectos provenientes de la iniciativa privada.[19]​ A ellas también se sumó la Agencia Central de Información (CIA), la que de forma encubierta coordinó las acciones del Congreso y sus organismos afiliados. Por medio de la gestión de recursos económicos y materiales, la CIA buscaba impulsar la campaña cultural del bloque capitalista.[18]​ Sin embargo, el hecho de que la CIA financiara muchas de las actividades realizadas por el Congreso o las fundaciones, no le otorgó control sobre los actores beneficiados por dichos recursos. Se podría decir que los intelectuales y artistas resultaron más beneficiados en sus intereses, sin representar necesariamente una ganancia para la campaña emprendida por los organismos estadounidenses.[20]

La vinculación entre la CIA y el Congreso por la Libertad de la Cultura a la larga significaría la decadencia y el fin del Congreso. En 1964, una investigación del Congreso de los Estados Unidos, que se mantuvo en secreto, vinculó a la CIA con distintas fundaciones estadounidenses.[13]​ Pero sería hasta 1966 cuando una serie de artículos publicados en el New York Times sacó a la luz la vinculación entre el Congreso y la CIA. A ello se sumaron otros artículos publicados en 1967 en la revista estadounidense Rampage, los cuales expusieron aún más la relación. Esto marcó el declive de la organización, la cual buscó la forma de sobrevivir a través de cambios internos realizados en 1969, como el financiamiento o la transformación del nombre del organismo, el cual cambió a Asociación Internacional por la Libertad de la Cultura. A pesar de estos esfuerzos, la organización perdió reputación, pues muchos de sus colaboradores desconocían está relación, lo que provocó que la abandonaran y se desvincularan públicamente de ella.[8]

Orígenes de la Guerra Fría Cultural latinoamericana (1930-1949)

La Guerra Fría Cultural en América Latina tiene sus orígenes en diferentes sucesos políticos y organismos fundados durante las décadas de 1930 y 1940, y cuyos efectos se prolongaron a las décadas posteriores. La experiencia del ascenso de los fascismos en Europa, el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, la llegada de distintos exiliados europeos de izquierda a los países latinoamericanos y la existencia de diferentes dictaduras en el continente causó una paulatina politización de los intelectuales de la región. Esto llevó a que convergieran una gran variedad de posturas políticas en el entorno intelectual latinoamericano, como liberales, nacionalistas, comunistas, trotskistas, liberales reformistas, socialistas y anarquistas.[13]

Con el ascenso del fascismo en Europa, se fortaleció la postura política del antifascismo entre los intelectuales latinoamericanos. Esta posición identificaba a los regímenes fascistas como sistemas totalitarios, en los cuales el Estado intervenía en todas las esferas de la sociedad, eliminando todo marco de libertad, tanto individual como colectiva. A su vez algunos sectores dentro del antifascismo, vinculados con el anticomunismo, identificaban al régimen soviético como otra manifestación del totalitarismo.[13]

Pero el sentir antitotalitario en América Latina no se utilizó solo para calificar a los países europeos, ya que hubo quienes veían una extensión del totalitarismo en los regímenes dictatoriales existentes durante las décadas de 1930 y 1940 en países como Argentina, Brasil, República Dominicana o Nicaragua, calificadas como dictaduras caudillistas. A ello se sumaba un sentir antiimperialista, debido al respaldo político y diplomático que los Estados Unidos brindaron a dichos regímenes. Los sectores intelectuales latinoamericanos cercanos al liberalismo reformista emprendieron diversos organismos, con el propósito de denunciar los abusos y la represión de estos gobiernos. Personajes como Germán Arciniegas, Rómulo Gallegos, Rómulo Betancourt, Luis Alberto Sánchez, entre otros, estuvieron vinculados en dichas acciones.[21]

Uno de esos organismos fue la Junta Americana de Defensa de la Democracia, que posteriormente se transformaría en la Asociación Interamericana Pro Democracia y Libertad. Con actividad desde 1948, aunque constituida formalmente en 1950, este organismo agrupó tanto a intelectuales latinoamericanos como estadounidenses. Buscaba provocar un cambio en la política estadounidense respecto a las dictaduras latinoamericanas, con el propósito de que se les retirara el apoyo político y diplomático. Entre sus miembros se encontraban algunos de los intelectuales anteriormente nombrados, además de Alfonso Reyes, Víctor Haya de la Torre, Victoria Ocampo, José Luis Romero, entre otros. Muchos de los miembros de esta organización posteriormente migrarían al Congreso por la Libertad de la Cultura.[21]

Pero la política estadounidense no estuvo caracterizada durante las décadas de 1930 y 1940 solamente por el respaldo a las dictaduras latinoamericanas.[1]​ Con la llegada de Franklin D. Roosevelt a la presidencia estadounidense y la implementación de la política del Buen Vecino, Estados Unidos comenzó a desarrollar una estructura diplomática cultural que se enfocó en América Latina, con el propósito de impulsar el panamericanismo como elemento de identificación y unión continental. La creación en 1940 de la Office of the Coordinator of the Inter-American Affairs, encabezada por Nelson Rockefeller, desembocó en la coordinación de iniciativas tanto públicas como privadas de ayuda económica y cultural, que tenían como objetivo estrechar los lazos de Estados Unidos con las naciones latinoamericanas.

La Guerra Fría Cultural latinoamericana y su periodización

La Guerra Fría Cultural en América Latina puede ser divida en tres etapas, cada una con una cronología especifica: 1) Guerra Fría Cultural temprana (1949-1959); 2) La Revolución Cubana y la radicalización de las posturas (1959-1971); y 3) Ruptura de la fase cubana y Guerra Fría Cultural tardía (1971-1990)

La Guerra Fría Cultural temprana (1949-1959)

En América Latina es posible identificar una activación de la Guerra Fría Cultural a partir de 1949, con la formación de la Consejo Mundial por la Paz. Este organismo, formado también en 1949 en Helsinki, Finlandia, tuvo sus primeros acercamientos con la región a través de figuras como Pablo Neruda, Oscar Niemeyer, Jorge Amado, María Rosa Oliver, David Alfaro Siqueiros y Diego Rivera. Estos personajes compartían la convicción de la militancia comunista o eran simpatizantes, lo que propició un perfil homogéneo respecto al compromiso con la organización y el sujetar en cierta medida su producción artística a los ideales del comunismo.[13]

La organización tenía como propósito en Latinoamérica formar un bloque de promoción de la agenda soviética, con el cual contrarrestar la posición moral estadounidense en el continente. Para ello se trataron de formar comités nacionales, como en Brasil, Argentina, Uruguay, México, con resultados diversos. También una herramienta muy usada fue la organización de congresos. A pesar de estos esfuerzos, los alcances del Consejo en América Latina fueron limitados, en parte por no contar con una estructura bien desarrollada y, en parte, por la hegemonía política y cultural que Estados Unidos detentaba sobre el continente.[13]

 
Julian Gorkin fue uno de los principales impulsores del Congreso Por la Libertad de la Cultura en América Latina

En respuesta a la Conferencia se formó el Congreso por la Libertad de la Cultura, fundado formalmente en 1950 en la ciudad de Berlín, Alemania. No sería hasta 1953 cuando se formaron los primeros comités en los países latinoamericanos, siendo Chile (1953), Uruguay (1953), México (1954), Argentina (1955), Cuba (1955), Perú (1957) y Brasil (1958). Impulsado por Julián Gorkin, el Congreso tenía como objetivo crear un frente intelectual en América Latina que promoviera la defensa de la libertad de la cultura, de las libertades individuales y de la democracia liberal, encarnados en el bloque capitalista, en oposición a lo que ellos consideraban como totalitarismo soviético.[14]​ Entre sus estrategias para lograr dichos fines se encontraban el desarrollo de conferencias, exposiciones de artes, congresos, así como publicaciones, tales como Cuadernos y Cuadernos Brasileiros. Entre sus participantes latinoamericanos más destacados se encontraban Germán Arciniegas, Alfonso Reyes, Octavio Paz, Victoria Ocampo, Jorge Luis Borges, Luis Alberto Sánchez, José Figueres, José Luis Romero, Emir Rodríguez Monegal, entre muchos más.[13]

Los grupos latinoamericanos que se inscribieron dentro del Congreso fueron de carácter heterogéneo, cada uno con intereses y agendas propias. Es posible identificar grupos dominantes en cada comité nacional, tal como los demócratas cristianos en el caso chileno, la facción antiperonista para el caso argentino, o el ala de la derecha priista para el caso mexicano. Ello complicó la conciliación de intereses y esfuerzos con relación al objetivo anticomunista que tenían originalmente los promotores del Congreso en la región.[14]​ A pesar de estos conflictos, es posible señalar que la promoción del anticomunismo por parte de los promotores del Congreso logró atraer a aquellos intelectuales que militaban en la Asociación Interamericana Pro Democracia y Libertad, logrando que en cierta medida se trasladaran del combate de lo que ellos consideraba como totalitarismos latinoamericanos a la condena del totalitarismo soviético.[21]

Un esfuerzo que complementó la actividad del Congreso por la Libertad de la Cultura en América Latina fue la organización de actividades promocionadas por distintas fundaciones originarias de Estados Unidos, como la Ford y la Rockefeller y, de forma más limitada, la Woodrow Wilson International National Fellowship Foundation, la John Simon Guggenheim Foundation, la Wenner-Gren Foundation for Anthropological Research y la Doherty Foundation. Cada una de estas atendió intereses diferentes, ya que, por ejemplo, la Fundación Ford priorizó la atención de las ciencias sociales y económicas, así como los estudios agrarios, mientras que la Rockefeller atendió el aspecto de la salud y las ciencias exactas.[19]

Para finales de la década de 1950, el Congreso por la Libertad de la Cultura había sido incapaz de formar un polo intelectual opositor al Consejo Mundial por la Paz y de establecer una postura anticomunista homogénea entre los intelectuales latinoamericanos. Esto se debió a la incapacidad de los promotores del Congreso –como Gorkin—, de entender que en el perfil intelectual de muchos de los latinoamericanos participantes en el Congreso había una profunda convicción antiimperialista, lo que restaba efectividad a defender moralmente la postura de Estados Unidos. A ello habría que sumar la pluralidad de perfiles e intereses que convivieron dentro del Congreso, lo que complicó la capacidad de equiparar el anticomunismo con la defensa de la libertad, la cual trascendía al anticomunismo.[13]

La Revolución Cubana y la radicalización de las posturas (1959-1971)

El estallido y triunfo de la Revolución Cubana vino a cambiar totalmente la dinámica de la Guerra Fría Cultural en América Latina. La experiencia cubana atrajo desde su inició la atención de los sectores de la izquierda latinoamericana, quienes independientemente de su postura ideológica, se mostraron a favor del movimiento encabezado por Fidel Castro. Sectores cubanos vinculados al Congreso por la Libertad de la Cultura y al anticomunismo liberal de izquierda apoyaron el desarrollo de la oposición y lucha en contra del régimen de Fulgencio Batista.[13]​ Esta cercanía intelectual en buena medida se debió a que el proceso cubano se interpretó como un esfuerzo nacionalista y democratizador, el cual buscaba restablecer las condiciones republicanas en la isla. Pero esta ilusión duró poco tiempo, pues las primeras medidas políticas de régimen cubano, que paulatinamente causarían el giro político hacía el comunismo, causó el malestar de un amplio sector que en un inició simpatizó con la Revolución.[15][22][13]

La emergencia del régimen cubano vino a cambiar la dinámica de la Guerra Fría Cultural en la región. Signo de ello fue el surgimiento de instituciones dentro de la isla, como Casa de las Américas o el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográfica, ambos en 1959, así como el desarrollo de una agresiva campaña de diplomacia cultural basada en la defensa de la Revolución. Esto provocó la consolidación de un nuevo polo ideológico e intelectual dentro de la región que vino a romper con las dinámicas de la década anterior.[13]

Esto hizo que se polarizara aún más el campo intelectual latinoamericano, pues muchos miembros de la nueva izquierda latinoamericana se vieron identificados con la Revolución, volcándose a su favor.[22]​ Por otro lado, el Congreso por la Libertad de la Cultura y los intelectuales que participaban en él vivieron una reconfiguración, cobrando nuevo brío. Se abandonaron los organismos nacionales, y la acción en la región fue encauzada a través del recién formado Instituto Latinoamericana de Relaciones Internacionales, con sede en París. Este organismo editaría la revista Mundo Nuevo, esfuerzo editorial lanzado con el propósito de disminuir la influencia de Casa de las Américas, revista homónima del organismo cubano.[15][14]

 
Gabriel García Márquez fue uno de los escritores más destacados del Boom de la Literatura Latinoamericana durante la décadas de 1960 y 1970

Otro fenómeno que se ligó con la Revolución Cubana fue el llamado "Boom" de la literatura latinoamericana. Escritores como Gabriel García Marquez, Carlos Fuentes, Guillermo Cabrera Infante, Severo Sarduy, Mario Vargas Llosa, José Donoso o Julio Cortázar comenzaron a gozar de éxito editorial y literario fuera de América Latina. Bajo la promoción del realismo mágico, estos escritores comenzaron a ganar reconocimiento mundial y a ser traducidos y editados por importantes editoriales de países europeos y en Estados Unidos. Pero a la vez que gozaban del éxito literario, también enfrentaron tensiones y conflictos con el régimen cubano –del cual varios eran partidarios— y sus simpatizantes.[9][23]

Otro de los efectos de la Revolución Cubana en la región fue el fortalecimiento de las posturas anticomunistas que pasarían a cobrar factura también en el mundo de la cultura. Es el caso del despido de Arnaldo Orfila Reynal como director de la editorial mexicana Fondo de Cultura Económica en 1965, debido al descontento que causó en el gobierno mexicano la edición del libro Los hijos de Sánchez, de Oscar Lewis. Pero la razón del despido de Orfila se debió a la radicalización de su postura política, cercana al socialismo y la defensa de la Revolución Cubana.[24]​ Además, el proceso cubano en la región provocó el aumento de la actividad de las fundaciones y organismos norteamericanos, quienes sufragaban distintas clases de iniciativas y proyectos culturales y académicos. Uno de ellos fue el Proyecto Camelot, iniciativa de investigación en ciencias sociales desarrollada por el Departamento de Defensa estadounidense en Chile con el propósito de detectar patrones sociales que permitiesen predecir la rebelión social.[19]

La radicalización de las posturas intelectuales llevó a la confrontación ideológica entre los simpatizantes de la Revolución Cubana y aquellos críticos y disidentes de la misma, donde se encontraban antiguos simpatizantes, anticomunistas y un amplio sector de la izquierda latinoamericana. Producto de ello fue el modelo del escritor revolucionario. Este se basaba en el compromiso del escritor con la Revolución, en cual debía manifestarse en utilizar su producción intelectual y escrita, así como su proyección pública, para la defensa y promoción del proceso cubano. A su vez debía rechazar cualquier aspiración cosmopolita y vinculación con grupos o sectores considerados como imperialistas y pro estadounidenses.[9][13]

Pero para finales de la década de 1960 e inicios de la de 1970, tanto la defensa de la Revolución como su crítica desde el Congreso por la Libertad de la Cultura comenzaron a sufrir desgastes. Esto se debió a diferentes eventualidades que disminuyeron el entusiasmo inicial y el prestigio de las causas. El Congreso por la Libertad de la Cultura entró en decadencia, pues en 1966 se hizo pública la vinculación que tenía con la CIA y cómo esta agencia daba recursos para la realización de las actividades del Congreso. Esto causó gran desprestigio público a la institución, lo que llevaría a su disolución en 1969.[13]

Al igual que el Congreso entró en plena decadencia, la posición cubana también resultó dañada. Las medidas tomadas por el régimen cubano respecto a su acercamiento con la Unión Soviética, apoyar la entrada de los tanques soviéticos a Praga en 1968, y las medidas represivas que se emplearon en contra de sectores disidentes dentro de la isla marcaron la paulatina pérdida de apoyo por parte de los intelectuales que inicialmente habían apoyado a la Revolución. El punto de inflexión se vivió en 1971, con el encarcelamiento del poeta crítico Heberto Padilla, proceso represivo similar a los que se vivieron en el ámbito intelectual de la Unión Soviética. Esto causó una defensa acérrima de los escritores cercanos al gobierno cubano, pero también una profunda crítica de muchos de los escritores que habían apoyado inicialmente la Revolución, causándoles una profunda decepción de las acciones realizadas por las autoridades de la isla, lo que propició su distanciamiento del régimen cubano.[15][13]

Ruptura de la fase cubana y Guerra Fría Cultural tardía (1971-1990)

Las fracturas dentro de las posiciones de los intelectuales latinoamericanos a causa del desprestigio sufrido por el Congreso por la Libertad de la Cultura y las instituciones cubanas propiciaron una reconfiguración del entorno durante las décadas de 1970 y 1980. Durante la década de 1970, las instituciones culturales cubanas y las artes en general sufrieron un proceso conocido como “sovietización”, en la cual se ejerció un mayor control sobre la producción de arte y el propósito al que se dirigía dicha producción. Esto dio como resultado la represión de aquellas posturas vistas como disidentes o contrarrevolucionarias, además de un mayor control ideológico sobre la producción intelectual cubana.[15]

Este proceso de control y represión no solo se vivió en Cuba, sino que también en muchos países latinoamericanos. Con el advenimiento de una nueva ola de golpes de estados y gobiernos militares en la región durante la década de 1970 y parte de la de 1980, se ejerció mayor persecución y represión contra aquellos intelectuales asociados con posturas de izquierda. Ello causó que muchos de ellos se exiliaran en otros países o fueran encarcelados, torturados e incluso asesinados por los regímenes militares de Argentina, Chile, Paraguay, Brasil, Uruguay, Bolivia, entre otros. Desde su exilio en México, Canadá u otras naciones europeas, estos intelectuales realizaron actividades de denuncia de las violaciones de los derechos humanos cometidos por los regímenes de sus países de origen.[25]

 
El Golpe de Estado que Augusto Pinochet realizó en contra del gobierno chileno de Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973 marcó una de las eventualidades que transformó el desarrollo de la Guerra Fría Cultural en América Latina

También para finales de la década de 1970 y la de 1980 comenzó un intercambio de producciones culturales de masas entre las naciones latinoamericanas y los países del bloque soviético. Estos intercambios fueron motivados en parte por el “deshielo” experimentado por el bloque soviético y una relativa distensión de las relaciones diplomáticas entre los países soviéticos y las naciones sudamericanas, sobre todo con el advenimiento de la democracia en estas al término del periodo de las dictaduras durante la década de 1980. Entre los espectáculos que se realizaron de manera mutua se encontraban giras de compañías de ballet y teatro, espectáculos circenses, cantantes y grupos musicales, los cuales permitieron la creación de vínculos culturales, aun cuando en el aspecto político, estos se encontraban rotos.[26]

Con la transición a la democracia en diversos países de Sudamérica, en algunos casos los intelectuales jugaron un papel importante en los procesos de reivindicación democrática. Es el caso del llamado Grupo Esmeralda y su participación en la transición democrática argentina, en el cual participaron Carlos Altamirano, Beatriz Sarlo, Hilda Sábato, Jorge Tula, María Teresa Gramuglio, Oscar Terán, Juan Carlos Portanteiro, entre otros. Este grupo, rompiendo con esquemas intelectuales de décadas pasadas –el intelectual revolucionario—, se volcó a la defensa de los ideales de la democracia por medio de su producción escrita, defendiendo la figura del presidente Raúl Alfonsín.[27]​ A su vez algunas producciones culturales de masas jugaron papeles de importancia en el proceso de transición de la dictadura a la democracia. Es el caso de la figura de Mafalda, cuyo papel en la transición argentina permitió que a través de esta tira cómica y la simbolización que tenía para sectores de la sociedad argentina, sirviese como un símbolo para la defensa del naciente sistema democrático.[28]

A la par de la transición democrática, las posturas de los intelectuales latinoamericano sufrieron cambios durante la década de 1980. Con el paulatino resquebrajamiento del bloque socialista a nivel mundial, los intelectuales latinoamericanos afrontaron el proceso por medio de debates en publicaciones periódicas y en el Congreso, a través de los cuales trataron de interpretar y posicionarse frente al cambiante panorama mundial. Las posturas de izquierda sufrieron un retroceso, algunos intelectuales pasaron a simpatizar con el ascendente neoliberalismo. Mientras que aquellos sectores que simpatizaban con el bloque capitalista, vieron fortalecidas sus posturas intelectuales y morales, lo que marcaría el fin de la Guerra Fría Cultural en América Latina y el advenimiento de una nueva etapa.[29][30]

Referencias

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guerra, fría, cultural, latinoamericana, guerra, fría, cultural, latinoamericana, extensa, actores, prácticas, estrategias, comunicativas, terreno, diplomacia, cultural, producciones, culturales, masas, latinoamérica, estuvieron, sujetas, tensiones, entre, blo. La Guerra Fria Cultural latinoamericana fue una extensa red de actores practicas y estrategias comunicativas que en el terreno de la diplomacia cultural y las producciones culturales de masas en Latinoamerica estuvieron sujetas a las tensiones entre el bloque socialista el bloque capitalista y el bloque cubano 1 2 Esta formo parte de la Guerra Fria Latinoamericana la cual se caracterizo por una paulatina escalada de las tensiones politicas y sociales internas y externas en los paises de la region como parte de la Guerra Fria Global Estas tensiones se vieron fortalecidas por sucesos como la Revolucion Cubana o las dictaduras militares en paises latinoamericanos durante las decadas de 1970 y 1980 3 La Guerra Fria Cultural en America Latina tuvo un gran efecto en el entorno intelectual latinoamericano de la segunda mitad del siglo XX incluyendo manifestaciones como las artes las ciencias sociales y la llamada cultura de masas 4 La Casa de las Americas fue una de las principales instituciones que participaron en la Guerra Fria Cultura Latinoamericana Cronologicamente la Guerra Fria Cultural latinoamericana puede ser divida en tres etapas aunque estas pueden variar de acuerdo a los contextos nacionales y locales La primera de ellas conocida como Guerra Fria Cultural temprana va de 1949 con la formacion de los primeros comites nacionales del Consejo Mundial de la Paz hasta 1959 con el triunfo de la Revolucion Cubana Este periodo se caracterizo por la confrontacion entre los grupos latinoamericanos asociados al Congreso por la Libertad de la Cultura y los sectores asociados tradicionalmente con el comunismo muchos de ellos relacionados con el Consejo Mundial de la Paz Una segunda etapa nombrada como la Revolucion Cubana y la radicalizacion de las posturas va de 1959 con la formacion de las primeras instituciones culturales posrevolucionarias cubanas hasta 1971 con el encarcelamiento del poeta cubano Heberto Padilla Esta se caracterizo por el protagonismo que la Revolucion Cubana tuvo sobre los artistas e intelectuales latinoamericanos asi como la revitalizacion de los organismos regionales del Congreso por la Libertad de la Cultura Una ultima etapa conocida como Guerra Fria Cultural tardia se extiende desde 1971 hasta finales de la decada de 1980 e inicios de la de 1990 con el regreso a la democracia en distintos paises latinoamericanos Se caracterizo por el decaimiento del protagonismo de la Revolucion Cubana la represion que gobiernos militares de la region realizaron en contra de sectores de la izquierda y el transito a discusiones sobre el restablecimiento la democracia y la busqueda de nuevos modelos politicos ante el colapso del bloque socialista Las tensiones de la Guerra Fria Cultural latinoamericana se debieron a diversas razones Una de ellas fue la confrontacion de visiones de modernidad entre los grupos participantes lo que se manifesto la disputa de terminos como libertad democracia paz cultura justicia lucha compromiso revolucion e intelectual 5 Otra causa fue la ubicacion geografica del continente americano y su importancia geopolitica para los participantes en el conflicto A inicios de la Guerra Fria los estadounidenses no consideraron a la region latinoamericana como un espacio de accion prioritario para frenar el avance comunista debido a la hegemonia cultural que ejercian sobre el continente desde finales del siglo XIX Sin embargo ante las emergentes amenazas que representaron las posturas emanadas desde la Union Sovietica y Cuba las cuales lograron un importante apoyo de intelectuales latinoamericanos los estadounidenses se vieron en la necesidad de actuar pero sin lograr una total hegemonia politica y cultural sobre el continente Un ultimo motivo de las tensiones se debio a los conflictos culturales existentes entre los actores latinoamericanos los cuales se potenciaron por el conflicto global Problemas como la desigualdad social imperante en la region el autoritarismo y la inestabilidad politica que vivian diferentes paises y el reempoderamiento de las elites politicas y economicas tradicionales provocaron discusiones y conflictos intelectuales en la region que se fortalecieron con las dinamicas globales de la Guerra Fria Cultural Este fenomeno aunque tuvo un caracter global pues trastoco las dinamicas culturales en Europa Asia America Africa y Oceania en el espacio latinoamericano tuvo actores y dinamicas propios Organismos como Casa de las Americas la Asociacion Interamericana Pro Democracia y Libertad o el Instituto Latinoamericana de Relaciones Internacionales fueron actores exclusivos de la Guerra Fria Cultural latinoamericana Estos organismos defendieron intereses propios y en ocasiones rompieron con las dinamicas bipolares de la Guerra Fria A su vez elementos como el compromiso intelectual con la defensa de la Revolucion Cubana la promocion del escritor revolucionario o la construccion de totalitarismos latinoamericanos fueron rasgos distintivos del fenomeno en America Latina Indice 1 Origenes y posiciones en torno a la Guerra Fria Cultural en America Latina 2 La Guerra Fria Cultural una breve caracterizacion global 3 Origenes de la Guerra Fria Cultural latinoamericana 1930 1949 4 La Guerra Fria Cultural latinoamericana y su periodizacion 4 1 La Guerra Fria Cultural temprana 1949 1959 4 2 La Revolucion Cubana y la radicalizacion de las posturas 1959 1971 4 3 Ruptura de la fase cubana y Guerra Fria Cultural tardia 1971 1990 5 ReferenciasOrigenes y posiciones en torno a la Guerra Fria Cultural en America Latina EditarEl concepto de Guerra Fria Cultural tiene su origen en el trabajo de Christopher Lasch particularmente en su articulo The Cultural Cold War a short History of the Congress for Cultural Freedom En este trabajo aparecido en 1963 Lasch la define como la confrontacion ideologico cultural posterior a la Segunda Guerra Mundial entre el bloque capitalista liderado por los Estados Unidos de America y el bloque comunista encabezado por la Union Sovietica La vision de Lasch resaltaba la disputa entre dos organismos que representaban los intereses de cada bloque ideologico el Congreso por la Libertad de la Cultura del lado capitalismo y el Consejo Mundial por la Paz del lado socialista 6 Pero seria hasta 1999 cuando el termino comenzaria a cobrar auge en el mundo academico con la aparicion del libro de Frances Stonor Saunders The cultural cold war En este libro el autor centro su atencion en explicar la vinculacion que existio entre el Congreso por la Libertad de la Cultura y la Agencia Central de Inteligencia CIA por sus siglas en ingles Esta vinculacion senala Saunders se dio a traves del subsidio otorgado a actividades culturales por parte de distintos organismos vinculados al Congreso por la Libertad de la Cultura con fondos economicos provenientes de la CIA 7 Esta perspectiva ayudaria a consolidar el termino Guerra Fria Cultural como una categoria aplicada para explicar la dimension ideologica cultural e intelectual de la Guerra Fria Desde esta perspectiva la historiografia tradicionalmente ha caracterizado a la Guerra Fria Cultural como el choque ideologico y propagandistico entre el bloque capitalista y el comunista Este conflicto se definio por la busqueda por imponer los modelos de vida asociados a cada uno de los bloques ideologicos Para ello se echo mano de distintos recursos como las artes las ciencias sociales los medios de comunicacion las producciones de masas entre otros A su vez se articularon iniciativas de caracter gubernamental y privado en las cuales participaron diplomaticos artistas academicos intelectuales periodistas escritores etc 8 Con el creciente uso de Guerra Fria Cultural en el entorno academico este comenzo a ser aplicado para la region de America Latina Desde mediados de la decada del 2000 comenzaron a aparecer estudios que tenian como proposito analizar el impacto de la Guerra Fria Cultural en la Region 9 10 11 Pero seria hasta finales de la misma decada que comenzo a utilizarse el termino de Guerra Fria Cultural en America Latina Autores como Olga Glondys Marina Franco Benedetta Calandra y Patrick Iber comenzaron a interpretar de diferente modo lo que se entendia por Guerra Fria Cultural en America Latina 12 13 1 Entre las formas en que ha sido definida la Guerra Fria Cultural en America Latina destaca aquella que apunta no solo a entender el conflicto como el choque ideologico y propagandistico entre el bloque socialista y el capitalista sino que busca entender este proceso como un marco interpretativo desde el cual grupos sociales regionales nacionales y locales actuaban de acuerdo a sus logicas e intereses 14 Este enfoque rompio con la interpretacion de que los actores latinoamericanos solamente eran actores pasivos frente a las politicas de la diplomacia cultural emprendidas por los organismos del bloque capitalista y socialista Dentro de esta perspectiva es posible ubicar diversas dinamicas desarrolladas dentro de la Guerra Fria Cultural en America Latina como la confrontacion ideologica interna que vivieron los grupos de izquierda de la region cuyas posturas estuvieron fuertemente mediadas por la retorica y simbolos asociados con los bloques capitalista y sovietico aun cuando poseian intereses y propositos propios A ello se suma la influencia que la Revolucion Cubana tuvo a partir de 1959 en el actuar de los intelectuales latinoamericanos y los discursos que articularon durante la epoca Sin importar su procedencia ideologica liberales socialistas moderados reformistas trotskistas nacionalistas comunistas etc o su postura politica ya fuesen de derecha o izquierda la Revolucion Cubana vino a trastocar la forma en que los intelectuales se desempenaban en la esfera publica latinoamericana 13 Otro elemento interpretativo que destaca es la division entre alta cultura y cultura popular como foco de atencion de la Guerra Fria Cultural latinoamericana Por un lado se encuentran la consideracion de autores como Marina Franco Benedetta Calandra o German Alburquerque de que la alta cultura las artes las humanidades y las ciencias sociales fue el terreno exclusivo de la Guerra Fria Cultural es decir el ambito en donde las acciones de la diplomacia cultural tuvieron profundos efectos 1 Predominando la actuacion de los intelectuales artistas academicos cientifico esta posicion sostiene que es posible encontrar las tensiones y dinamicas de la Guerra Fria en los debates y producciones realizados por ellos 15 Por otro lado se encuentra la propuesta de Ximena Espeche y Laua Erlich en la cual se concibe que para comprender la Guerra Fria Cultural en la region tambien es necesario voltear hacia las producciones culturales de masas Con ello buscan superar la vision de que el proceso solo afecto a la alta cultura y entender como a traves de la realizacion consumo y recepcion de peliculas musica espectaculos entre otras producciones puede comprenderse la Guerra Fria 2 La Guerra Fria Cultural una breve caracterizacion global EditarAlgunos autores consideran que el conflicto entre el bloque socialista y el bloque capitalista puede rastrearse desde finales de la Primera Guerra Mundial entre 1917 y 1918 con la emergencia del primer Estado socialista producto del triunfo de la Revolucion de Octubre en Rusia Esto provoco una reaccion por parte de diversos Estados capitalistas que temian una rapida expansion del comunismo a nivel global y que llevo a aplicar diversas medidas tanto en politica interna como externa Esta interpretacion ha sido ajustada a diversos contextos y espacios como America Latina 16 Al termino de la Primera Guerra Mundial y en las decadas posteriores la Internacional Comunista Komintern busco atraer a los paises europeos dentro de su esfera de influencia promoviendo la Revolucion socialista por diversos medios Uno de ellos fue la elaboracion de campanas propagandisticas con las cuales promover una imagen positiva de la Union Sovietica Muestra de esa iniciativa fue la campana de los Frentes Populares con los cuales se buscaba formar una coalicion con otras fuerzas politicas de izquierda para combatir al fascismo Por su parte los paises capitalistas buscaron responder a esa amenaza con politicas de contencion anticomunista aplicadas tanto en el orden interno como el externo persiguiendo cualquier manifestacion asociada con comunistas o comunismo 8 La Segunda Guerra Mundial fue el antecedente directo de los conflictos que desencadenarian la Guerra Fria Otro antecedente directo de la Guerra Fria Cultural fue la division que vivio la izquierda en las decadas de 1920 y 1930 Los conflictos que se desarrollaron entre los comunistas con los socialdemocratas los anarquistas y los trotskistas por la persecucion y represion que se vivia a la sombra de la Union Sovietica causo grandes fracturas A su vez existieron muchos militantes comunistas que quedaron desilusionados por el culto a Stalin dentro del comunismo y las grandes purgas que se vivieron al interior del comunismo internacional Esto pego profundamente en la opinion de distintos sectores de intelectuales creando una fuerza de opinion dentro de la izquierda internacional ampliamente anticomunista y critica de la Union Sovietica 8 13 Con el termino de la Segunda Guerra Mundial la confrontacion entre los vencedores fue tomando forma La Union Sovietica formo en un primer momento a la Kominform organismo que reemplazaria a la Komintern y se encargaria de la coordinacion de acciones en el terreno internacional 13 Por su parte los Estados Unidos comenzaron a desarrollar acciones en el terreno de la propaganda y la accion cultual por medio de leyes como la Smith Mundt promulgada en 1948 o la formacion de organismos como la United States Information Agency la emisora Voice of America o el programa de becas Fullbright A ello se sumo el apoyo de la naciente Agencia Central de Informacion CIA 17 Pero la Guerra Fria Cultural no tendria plena vigencia hasta la formacion de sus dos organismos protagonistas el Consejo Mundial por la Paz y el Congreso por la Libertad de la Cultura La formacion del Consejo auspiciado por la Union Sovietica tuvo como antecedentes varios congresos organizados entre 1948 y 1950 en Bratislava Paris Praga y Varsovia pero no quedaria constituido formalmente como Consejo hasta 1950 El proposito del Consejo era fomentar la paz ante la amenaza de un nuevo conflicto armado a nivel mundial Pero a su vez conllevaba una critica a la cultura y al modelo de vida capitalista los cuales eran considerados como enajenados y barbaros La critica al individualismo el cosmopolitismo el aburguesamiento la frivolidad y la defensa de la soberania nacional y la democracia popular se convirtieron en puntos centrales de las iniciativas encabezadas por el Consejo y el bloque comunista para articular su ofensiva cultural La formacion de redes de cooperacion internacional y la realizacion de Congresos en distintos espacios fueron las formas en que se organizo el Consejo contando con la participacion de intelectuales como Jean Frederic Joliot Curie Pablo Picasso Pablo Neruda Diego Rivera Jean Paul Sartre Georg Lukacs Jorge Amado Oscar Niemeyer entre otros 13 A su vez el Congreso por la Libertad de la Cultura fue parte de la respuesta del bloque capitalista al esfuerzo sovietico Conformado en 1950 en Berlin Alemania el Congreso tenia como proposito el crear un frente intelectual para la defensa de la democracia liberal y las libertades individuales combatiendo las ideas y los regimenes totalitarios asociados principalmente con el socialismo 14 Oponiendose a ideas como el arte con compromiso social o la sujecion de las ideas a los mandatos del Estado el Congreso busco promover a los artistas e intelectuales como actores independientes de cualquier gobierno o institucion cuyo juicio y produccion artistico debia ser muestra de su libertad intelectual 18 Para ello el Congreso articulo una extensa red de organismos que realizaron actividades como ciclos de conferencias exposiciones intercambios academicos publicaciones periodicas y proyectos editoriales 18 Entre los participantes del Congreso se encontraba una amplia gama de ideologias entre liberales liberales reformistas de izquierda socialistas trotskistas anarquistas y antiguos comunistas decepcionados Entre los intelectuales participantes destacan Karl Jaspers Benedetto Croce Bertrand Russell Raymond Aaron German Arciniegas Upton Sinclair Tennessee Williams entre otros mas 5 La CIA fue uno de los principales respaldos economicos de las actividades del Congreso por la Libertad de la Cultura En paralelo al Congreso por la Libertad de la Cultura tambien participaron otras instituciones estadounidenses como las fundaciones Rockefeller Ford Guggenheim entre otras Estas buscaban extender el margen de accion de la diplomacia cultural estadounidense a traves de recursos economicos e proyectos provenientes de la iniciativa privada 19 A ellas tambien se sumo la Agencia Central de Informacion CIA la que de forma encubierta coordino las acciones del Congreso y sus organismos afiliados Por medio de la gestion de recursos economicos y materiales la CIA buscaba impulsar la campana cultural del bloque capitalista 18 Sin embargo el hecho de que la CIA financiara muchas de las actividades realizadas por el Congreso o las fundaciones no le otorgo control sobre los actores beneficiados por dichos recursos Se podria decir que los intelectuales y artistas resultaron mas beneficiados en sus intereses sin representar necesariamente una ganancia para la campana emprendida por los organismos estadounidenses 20 La vinculacion entre la CIA y el Congreso por la Libertad de la Cultura a la larga significaria la decadencia y el fin del Congreso En 1964 una investigacion del Congreso de los Estados Unidos que se mantuvo en secreto vinculo a la CIA con distintas fundaciones estadounidenses 13 Pero seria hasta 1966 cuando una serie de articulos publicados en el New York Times saco a la luz la vinculacion entre el Congreso y la CIA A ello se sumaron otros articulos publicados en 1967 en la revista estadounidense Rampage los cuales expusieron aun mas la relacion Esto marco el declive de la organizacion la cual busco la forma de sobrevivir a traves de cambios internos realizados en 1969 como el financiamiento o la transformacion del nombre del organismo el cual cambio a Asociacion Internacional por la Libertad de la Cultura A pesar de estos esfuerzos la organizacion perdio reputacion pues muchos de sus colaboradores desconocian esta relacion lo que provoco que la abandonaran y se desvincularan publicamente de ella 8 Origenes de la Guerra Fria Cultural latinoamericana 1930 1949 EditarLa Guerra Fria Cultural en America Latina tiene sus origenes en diferentes sucesos politicos y organismos fundados durante las decadas de 1930 y 1940 y cuyos efectos se prolongaron a las decadas posteriores La experiencia del ascenso de los fascismos en Europa el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial la llegada de distintos exiliados europeos de izquierda a los paises latinoamericanos y la existencia de diferentes dictaduras en el continente causo una paulatina politizacion de los intelectuales de la region Esto llevo a que convergieran una gran variedad de posturas politicas en el entorno intelectual latinoamericano como liberales nacionalistas comunistas trotskistas liberales reformistas socialistas y anarquistas 13 Con el ascenso del fascismo en Europa se fortalecio la postura politica del antifascismo entre los intelectuales latinoamericanos Esta posicion identificaba a los regimenes fascistas como sistemas totalitarios en los cuales el Estado intervenia en todas las esferas de la sociedad eliminando todo marco de libertad tanto individual como colectiva A su vez algunos sectores dentro del antifascismo vinculados con el anticomunismo identificaban al regimen sovietico como otra manifestacion del totalitarismo 13 Pero el sentir antitotalitario en America Latina no se utilizo solo para calificar a los paises europeos ya que hubo quienes veian una extension del totalitarismo en los regimenes dictatoriales existentes durante las decadas de 1930 y 1940 en paises como Argentina Brasil Republica Dominicana o Nicaragua calificadas como dictaduras caudillistas A ello se sumaba un sentir antiimperialista debido al respaldo politico y diplomatico que los Estados Unidos brindaron a dichos regimenes Los sectores intelectuales latinoamericanos cercanos al liberalismo reformista emprendieron diversos organismos con el proposito de denunciar los abusos y la represion de estos gobiernos Personajes como German Arciniegas Romulo Gallegos Romulo Betancourt Luis Alberto Sanchez entre otros estuvieron vinculados en dichas acciones 21 Uno de esos organismos fue la Junta Americana de Defensa de la Democracia que posteriormente se transformaria en la Asociacion Interamericana Pro Democracia y Libertad Con actividad desde 1948 aunque constituida formalmente en 1950 este organismo agrupo tanto a intelectuales latinoamericanos como estadounidenses Buscaba provocar un cambio en la politica estadounidense respecto a las dictaduras latinoamericanas con el proposito de que se les retirara el apoyo politico y diplomatico Entre sus miembros se encontraban algunos de los intelectuales anteriormente nombrados ademas de Alfonso Reyes Victor Haya de la Torre Victoria Ocampo Jose Luis Romero entre otros Muchos de los miembros de esta organizacion posteriormente migrarian al Congreso por la Libertad de la Cultura 21 Pero la politica estadounidense no estuvo caracterizada durante las decadas de 1930 y 1940 solamente por el respaldo a las dictaduras latinoamericanas 1 Con la llegada de Franklin D Roosevelt a la presidencia estadounidense y la implementacion de la politica del Buen Vecino Estados Unidos comenzo a desarrollar una estructura diplomatica cultural que se enfoco en America Latina con el proposito de impulsar el panamericanismo como elemento de identificacion y union continental La creacion en 1940 de la Office of the Coordinator of the Inter American Affairs encabezada por Nelson Rockefeller desemboco en la coordinacion de iniciativas tanto publicas como privadas de ayuda economica y cultural que tenian como objetivo estrechar los lazos de Estados Unidos con las naciones latinoamericanas La Guerra Fria Cultural latinoamericana y su periodizacion EditarLa Guerra Fria Cultural en America Latina puede ser divida en tres etapas cada una con una cronologia especifica 1 Guerra Fria Cultural temprana 1949 1959 2 La Revolucion Cubana y la radicalizacion de las posturas 1959 1971 y 3 Ruptura de la fase cubana y Guerra Fria Cultural tardia 1971 1990 La Guerra Fria Cultural temprana 1949 1959 Editar En America Latina es posible identificar una activacion de la Guerra Fria Cultural a partir de 1949 con la formacion de la Consejo Mundial por la Paz Este organismo formado tambien en 1949 en Helsinki Finlandia tuvo sus primeros acercamientos con la region a traves de figuras como Pablo Neruda Oscar Niemeyer Jorge Amado Maria Rosa Oliver David Alfaro Siqueiros y Diego Rivera Estos personajes compartian la conviccion de la militancia comunista o eran simpatizantes lo que propicio un perfil homogeneo respecto al compromiso con la organizacion y el sujetar en cierta medida su produccion artistica a los ideales del comunismo 13 La organizacion tenia como proposito en Latinoamerica formar un bloque de promocion de la agenda sovietica con el cual contrarrestar la posicion moral estadounidense en el continente Para ello se trataron de formar comites nacionales como en Brasil Argentina Uruguay Mexico con resultados diversos Tambien una herramienta muy usada fue la organizacion de congresos A pesar de estos esfuerzos los alcances del Consejo en America Latina fueron limitados en parte por no contar con una estructura bien desarrollada y en parte por la hegemonia politica y cultural que Estados Unidos detentaba sobre el continente 13 Julian Gorkin fue uno de los principales impulsores del Congreso Por la Libertad de la Cultura en America Latina En respuesta a la Conferencia se formo el Congreso por la Libertad de la Cultura fundado formalmente en 1950 en la ciudad de Berlin Alemania No seria hasta 1953 cuando se formaron los primeros comites en los paises latinoamericanos siendo Chile 1953 Uruguay 1953 Mexico 1954 Argentina 1955 Cuba 1955 Peru 1957 y Brasil 1958 Impulsado por Julian Gorkin el Congreso tenia como objetivo crear un frente intelectual en America Latina que promoviera la defensa de la libertad de la cultura de las libertades individuales y de la democracia liberal encarnados en el bloque capitalista en oposicion a lo que ellos consideraban como totalitarismo sovietico 14 Entre sus estrategias para lograr dichos fines se encontraban el desarrollo de conferencias exposiciones de artes congresos asi como publicaciones tales como Cuadernos y Cuadernos Brasileiros Entre sus participantes latinoamericanos mas destacados se encontraban German Arciniegas Alfonso Reyes Octavio Paz Victoria Ocampo Jorge Luis Borges Luis Alberto Sanchez Jose Figueres Jose Luis Romero Emir Rodriguez Monegal entre muchos mas 13 Los grupos latinoamericanos que se inscribieron dentro del Congreso fueron de caracter heterogeneo cada uno con intereses y agendas propias Es posible identificar grupos dominantes en cada comite nacional tal como los democratas cristianos en el caso chileno la faccion antiperonista para el caso argentino o el ala de la derecha priista para el caso mexicano Ello complico la conciliacion de intereses y esfuerzos con relacion al objetivo anticomunista que tenian originalmente los promotores del Congreso en la region 14 A pesar de estos conflictos es posible senalar que la promocion del anticomunismo por parte de los promotores del Congreso logro atraer a aquellos intelectuales que militaban en la Asociacion Interamericana Pro Democracia y Libertad logrando que en cierta medida se trasladaran del combate de lo que ellos consideraba como totalitarismos latinoamericanos a la condena del totalitarismo sovietico 21 Un esfuerzo que complemento la actividad del Congreso por la Libertad de la Cultura en America Latina fue la organizacion de actividades promocionadas por distintas fundaciones originarias de Estados Unidos como la Ford y la Rockefeller y de forma mas limitada la Woodrow Wilson International National Fellowship Foundation la John Simon Guggenheim Foundation la Wenner Gren Foundation for Anthropological Research y la Doherty Foundation Cada una de estas atendio intereses diferentes ya que por ejemplo la Fundacion Ford priorizo la atencion de las ciencias sociales y economicas asi como los estudios agrarios mientras que la Rockefeller atendio el aspecto de la salud y las ciencias exactas 19 Para finales de la decada de 1950 el Congreso por la Libertad de la Cultura habia sido incapaz de formar un polo intelectual opositor al Consejo Mundial por la Paz y de establecer una postura anticomunista homogenea entre los intelectuales latinoamericanos Esto se debio a la incapacidad de los promotores del Congreso como Gorkin de entender que en el perfil intelectual de muchos de los latinoamericanos participantes en el Congreso habia una profunda conviccion antiimperialista lo que restaba efectividad a defender moralmente la postura de Estados Unidos A ello habria que sumar la pluralidad de perfiles e intereses que convivieron dentro del Congreso lo que complico la capacidad de equiparar el anticomunismo con la defensa de la libertad la cual trascendia al anticomunismo 13 La Revolucion Cubana y la radicalizacion de las posturas 1959 1971 Editar El estallido y triunfo de la Revolucion Cubana vino a cambiar totalmente la dinamica de la Guerra Fria Cultural en America Latina La experiencia cubana atrajo desde su inicio la atencion de los sectores de la izquierda latinoamericana quienes independientemente de su postura ideologica se mostraron a favor del movimiento encabezado por Fidel Castro Sectores cubanos vinculados al Congreso por la Libertad de la Cultura y al anticomunismo liberal de izquierda apoyaron el desarrollo de la oposicion y lucha en contra del regimen de Fulgencio Batista 13 Esta cercania intelectual en buena medida se debio a que el proceso cubano se interpreto como un esfuerzo nacionalista y democratizador el cual buscaba restablecer las condiciones republicanas en la isla Pero esta ilusion duro poco tiempo pues las primeras medidas politicas de regimen cubano que paulatinamente causarian el giro politico hacia el comunismo causo el malestar de un amplio sector que en un inicio simpatizo con la Revolucion 15 22 13 La emergencia del regimen cubano vino a cambiar la dinamica de la Guerra Fria Cultural en la region Signo de ello fue el surgimiento de instituciones dentro de la isla como Casa de las Americas o el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematografica ambos en 1959 asi como el desarrollo de una agresiva campana de diplomacia cultural basada en la defensa de la Revolucion Esto provoco la consolidacion de un nuevo polo ideologico e intelectual dentro de la region que vino a romper con las dinamicas de la decada anterior 13 Esto hizo que se polarizara aun mas el campo intelectual latinoamericano pues muchos miembros de la nueva izquierda latinoamericana se vieron identificados con la Revolucion volcandose a su favor 22 Por otro lado el Congreso por la Libertad de la Cultura y los intelectuales que participaban en el vivieron una reconfiguracion cobrando nuevo brio Se abandonaron los organismos nacionales y la accion en la region fue encauzada a traves del recien formado Instituto Latinoamericana de Relaciones Internacionales con sede en Paris Este organismo editaria la revista Mundo Nuevo esfuerzo editorial lanzado con el proposito de disminuir la influencia de Casa de las Americas revista homonima del organismo cubano 15 14 Gabriel Garcia Marquez fue uno de los escritores mas destacados del Boom de la Literatura Latinoamericana durante la decadas de 1960 y 1970 Otro fenomeno que se ligo con la Revolucion Cubana fue el llamado Boom de la literatura latinoamericana Escritores como Gabriel Garcia Marquez Carlos Fuentes Guillermo Cabrera Infante Severo Sarduy Mario Vargas Llosa Jose Donoso o Julio Cortazar comenzaron a gozar de exito editorial y literario fuera de America Latina Bajo la promocion del realismo magico estos escritores comenzaron a ganar reconocimiento mundial y a ser traducidos y editados por importantes editoriales de paises europeos y en Estados Unidos Pero a la vez que gozaban del exito literario tambien enfrentaron tensiones y conflictos con el regimen cubano del cual varios eran partidarios y sus simpatizantes 9 23 Otro de los efectos de la Revolucion Cubana en la region fue el fortalecimiento de las posturas anticomunistas que pasarian a cobrar factura tambien en el mundo de la cultura Es el caso del despido de Arnaldo Orfila Reynal como director de la editorial mexicana Fondo de Cultura Economica en 1965 debido al descontento que causo en el gobierno mexicano la edicion del libro Los hijos de Sanchez de Oscar Lewis Pero la razon del despido de Orfila se debio a la radicalizacion de su postura politica cercana al socialismo y la defensa de la Revolucion Cubana 24 Ademas el proceso cubano en la region provoco el aumento de la actividad de las fundaciones y organismos norteamericanos quienes sufragaban distintas clases de iniciativas y proyectos culturales y academicos Uno de ellos fue el Proyecto Camelot iniciativa de investigacion en ciencias sociales desarrollada por el Departamento de Defensa estadounidense en Chile con el proposito de detectar patrones sociales que permitiesen predecir la rebelion social 19 La radicalizacion de las posturas intelectuales llevo a la confrontacion ideologica entre los simpatizantes de la Revolucion Cubana y aquellos criticos y disidentes de la misma donde se encontraban antiguos simpatizantes anticomunistas y un amplio sector de la izquierda latinoamericana Producto de ello fue el modelo del escritor revolucionario Este se basaba en el compromiso del escritor con la Revolucion en cual debia manifestarse en utilizar su produccion intelectual y escrita asi como su proyeccion publica para la defensa y promocion del proceso cubano A su vez debia rechazar cualquier aspiracion cosmopolita y vinculacion con grupos o sectores considerados como imperialistas y pro estadounidenses 9 13 Pero para finales de la decada de 1960 e inicios de la de 1970 tanto la defensa de la Revolucion como su critica desde el Congreso por la Libertad de la Cultura comenzaron a sufrir desgastes Esto se debio a diferentes eventualidades que disminuyeron el entusiasmo inicial y el prestigio de las causas El Congreso por la Libertad de la Cultura entro en decadencia pues en 1966 se hizo publica la vinculacion que tenia con la CIA y como esta agencia daba recursos para la realizacion de las actividades del Congreso Esto causo gran desprestigio publico a la institucion lo que llevaria a su disolucion en 1969 13 Al igual que el Congreso entro en plena decadencia la posicion cubana tambien resulto danada Las medidas tomadas por el regimen cubano respecto a su acercamiento con la Union Sovietica apoyar la entrada de los tanques sovieticos a Praga en 1968 y las medidas represivas que se emplearon en contra de sectores disidentes dentro de la isla marcaron la paulatina perdida de apoyo por parte de los intelectuales que inicialmente habian apoyado a la Revolucion El punto de inflexion se vivio en 1971 con el encarcelamiento del poeta critico Heberto Padilla proceso represivo similar a los que se vivieron en el ambito intelectual de la Union Sovietica Esto causo una defensa acerrima de los escritores cercanos al gobierno cubano pero tambien una profunda critica de muchos de los escritores que habian apoyado inicialmente la Revolucion causandoles una profunda decepcion de las acciones realizadas por las autoridades de la isla lo que propicio su distanciamiento del regimen cubano 15 13 Ruptura de la fase cubana y Guerra Fria Cultural tardia 1971 1990 Editar Las fracturas dentro de las posiciones de los intelectuales latinoamericanos a causa del desprestigio sufrido por el Congreso por la Libertad de la Cultura y las instituciones cubanas propiciaron una reconfiguracion del entorno durante las decadas de 1970 y 1980 Durante la decada de 1970 las instituciones culturales cubanas y las artes en general sufrieron un proceso conocido como sovietizacion en la cual se ejercio un mayor control sobre la produccion de arte y el proposito al que se dirigia dicha produccion Esto dio como resultado la represion de aquellas posturas vistas como disidentes o contrarrevolucionarias ademas de un mayor control ideologico sobre la produccion intelectual cubana 15 Este proceso de control y represion no solo se vivio en Cuba sino que tambien en muchos paises latinoamericanos Con el advenimiento de una nueva ola de golpes de estados y gobiernos militares en la region durante la decada de 1970 y parte de la de 1980 se ejercio mayor persecucion y represion contra aquellos intelectuales asociados con posturas de izquierda Ello causo que muchos de ellos se exiliaran en otros paises o fueran encarcelados torturados e incluso asesinados por los regimenes militares de Argentina Chile Paraguay Brasil Uruguay Bolivia entre otros Desde su exilio en Mexico Canada u otras naciones europeas estos intelectuales realizaron actividades de denuncia de las violaciones de los derechos humanos cometidos por los regimenes de sus paises de origen 25 El Golpe de Estado que Augusto Pinochet realizo en contra del gobierno chileno de Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973 marco una de las eventualidades que transformo el desarrollo de la Guerra Fria Cultural en America Latina Tambien para finales de la decada de 1970 y la de 1980 comenzo un intercambio de producciones culturales de masas entre las naciones latinoamericanas y los paises del bloque sovietico Estos intercambios fueron motivados en parte por el deshielo experimentado por el bloque sovietico y una relativa distension de las relaciones diplomaticas entre los paises sovieticos y las naciones sudamericanas sobre todo con el advenimiento de la democracia en estas al termino del periodo de las dictaduras durante la decada de 1980 Entre los espectaculos que se realizaron de manera mutua se encontraban giras de companias de ballet y teatro espectaculos circenses cantantes y grupos musicales los cuales permitieron la creacion de vinculos culturales aun cuando en el aspecto politico estos se encontraban rotos 26 Con la transicion a la democracia en diversos paises de Sudamerica en algunos casos los intelectuales jugaron un papel importante en los procesos de reivindicacion democratica Es el caso del llamado Grupo Esmeralda y su participacion en la transicion democratica argentina en el cual participaron Carlos Altamirano Beatriz Sarlo Hilda Sabato Jorge Tula Maria Teresa Gramuglio Oscar Teran Juan Carlos Portanteiro entre otros Este grupo rompiendo con esquemas intelectuales de decadas pasadas el intelectual revolucionario se volco a la defensa de los ideales de la democracia por medio de su produccion escrita defendiendo la figura del presidente Raul Alfonsin 27 A su vez algunas producciones culturales de masas jugaron papeles de importancia en el proceso de transicion de la dictadura a la democracia Es el caso de la figura de Mafalda cuyo papel en la transicion argentina permitio que a traves de esta tira comica y la simbolizacion que tenia para sectores de la sociedad argentina sirviese como un simbolo para la defensa del naciente sistema democratico 28 A la par de la transicion democratica las posturas de los intelectuales latinoamericano sufrieron cambios durante la decada de 1980 Con el paulatino resquebrajamiento del bloque socialista a nivel mundial los intelectuales latinoamericanos afrontaron el proceso por medio de debates en publicaciones periodicas y en el Congreso a traves de los cuales trataron de interpretar y posicionarse frente al cambiante panorama mundial Las posturas de izquierda sufrieron un retroceso algunos intelectuales pasaron a simpatizar con el ascendente neoliberalismo Mientras que aquellos sectores que simpatizaban con el bloque capitalista vieron fortalecidas sus posturas intelectuales y morales lo que marcaria el fin de la Guerra Fria Cultural en America Latina y el advenimiento de una nueva etapa 29 30 Referencias Editar a b c d Calandra Benedetta Franco Marina Desafios y limites para una nueva mirada de las relaciones interamericanas La guerra fria cultural en America Latina desafios y limites para una nueva mirada de las relaciones interamericanas 1a ed edicion p 11 ISBN 987 691 045 0 OCLC 853450652 Consultado el 11 de septiembre de 2020 a b Espeche Ximena Ehrlich Laura 1 de octubre de 2019 Guerra fria cultural en America Latina practicas del saber 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