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El dios Marte

Marte o El dios Marte es una pintura al óleo sobre lienzo de 181 x 99 cm, obra del artista sevillano Diego Velázquez (Sevilla, 1599-Madrid, 1660), conservada en el Museo del Prado.

El dios Marte
Año 1640 y c. 1638
Autor Diego Velázquez
Técnica Óleo sobre lienzo
Estilo Barroco
Tamaño 181 cm × 99 cm
Localización Museo del Prado, Madrid, España España

Descripción de la obra

Para la imagen velazqueña del dios Marte se han propuesto modelos tomados de la antigüedad clásica —el helenístico Ares Ludovisi, alguna vez atribuido a Escopas—, y de Miguel Ángel —escultura de Lorenzo el Magnífico, llamado Il Pensieroso, para la Sacristía nueva de la Basílica de San Lorenzo de Florencia— reinterpretados por Velázquez en forma satírica o irónica, mostrando al dios mitológico a escala humana. Para Tolnay esa interpretación velazqueña enlazaría con el motivo de la vanitas, a través de la representación del dios como un melancólico saturnal algo decrépito, «meditando sobre la vanidad de su victoria». Se ha sugerido también, en clave de interpretación histórica, que el contenido de la meditación del dios pudiera tener como objeto la decadencia de los Tercios de Flandes en torno a los años de su derrota en la batalla de Rocroi (1643), interpretándose en este sentido el mostacho que luce el dios o las armas modernas a sus pies.[1][2]

La figura del dios ha sido pintada con el pincel cargado de pasta, con manchas de color aplicadas con insistencia para resaltar el modelado y morbidez de las carnes, con las que obtiene efectos vibrátiles, y trazos largos que delimitan sus contornos sin precisión en el dibujo, que de hecho se encuentra ausente de ella. Así son fácilmente perceptibles los cambios introducidos en la figura, especialmente en el paño azul, inicialmente más amplio y ocultando partes mayores de la anatomía. Pero esa indefinición es también el resultado de la técnica empleada por Velázquez, en la que, por ejemplo, el emborronamiento de la mano, con el que crea la sensación de movimiento, parece el resultado de aplicar capas de pintura sobre otra anterior cuando esta aún estaba fresca.[3]

Cronológicamente, debe situarse en las mismas fechas, entre 1639 y 1640, que los otros cuadros pintados para la Torre de la ParadaMenipo y Esopo— cuya técnica y destino comparte.

Historia del cuadro

El cuadro iba dirigido a la Torre de la Parada,[4]​ situada a medio camino del cazadero de El Pardo. Entre 1635 y 1638, este palacete se llenó de cuadros referentes a temas mitológicos y de cacerías de artistas tales como Rubens, Frans Snyders o Cornelis de Vos, entre otros. Junto a estos cuadros y para este mismo ambiente, el pintor sevillano pintó también una serie de lienzos entre los que destacan Esopo y Menipo.

El Marte velazqueño estuvo allí desde 1642 aproximadamente para luego pasar al Palacio Real antes de 1772. La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando lo albergó desde 1816 a 1827 y a partir de esta fecha está ubicado en una sala del Museo del Prado de Madrid.

Análisis formal

El cuadro está realizado en óleo sobre lienzo, soporte muy utilizado por Velázquez ya que le permitía libertad para combinar efectos opacos y transparentes en la pintura.

Técnicamente, la obra es de una suave soltura y por el contraste algo agrio de los colores más vivos, el azul y el rojo, parece seguir la costumbre francesa de moderar los tonos calientes por uno frío, más que en seguir una entonación cálida a la veneciana típica de Tiziano. Junto a esa posible influencia francesa, hay que añadir una segunda donde Velázquez asimila el colorido frío y plateado de Veronés, Tintoretto y El Greco. Paralelo a ese cambio en el colorido destaca también el en la factura. En el cuadro, la pasta de color se va desentendiendo del anterior sentido escultórico de la forma que utilizaba el pintor antes de 1630, y ahora piensa más en la virtud del color mismo vivificado por la luz y en el efecto que, visto a distancia produce en el ojo del espectador.

Estamos ante una obra del Barroco donde se establece un sistema compositivo en el cual prevalece la estructura geométrica, y además la actitud o la postura del personaje, cuya actitud es de reposo, se basa en principios de simetría.

El cuadro sigue el ritmo velazqueño, que es un orden iconográfico de izquierda a derecha, igual que cuando se escribe o se lee. El pintor añade un elemento, la luz, que coincide en el punto de vista del espectador, y si la lectura empieza por la izquierda, la derecha es como una pared reflectante para que a partir de ahí se vuelva la vista a la izquierda. Se trata de una mirada pendular para captar la composición. Por lo demás, la obra presenta una línea horizontal en primer plano, marcada por el escudo, que es la línea de la lectura: de izquierda a derecha, más otras líneas escorzadas de profundidad. El desarrollo en vertical arranca en diagonal desde la parte inferior izquierda de la composición, culminando en línea recta. Por último, un aspecto velazqueño importante lo constituye la factura de las manos, la cual es típica del artista sevillano, ya que nunca las termina del todo. Es como si las esbozara en vez de dibujarlas.

El cuadro representa a un hombre desnudo, salvo un paño azul que rodea sus caderas, un manto rojo sobre el que está sentado y el casco o yelmo. La cabeza, ornada con el mostacho carecterístico de los soldados de los Tercios, que acentúa grotescamente su melancolía, se apoya en la mano izquierda. Sobre el desnudo hay ciertos recuerdos de Rubens en la carnación rojiza y brillante y en la musculatura de madurez, que le quitan prosopopeya y le añaden humanidad. La mano derecha, oculta bajo el manto, tiene una maza o bengala de madera. A los pies, un aparatoso escudo de torneo, una espada moderna, de enormes gavilanes, y un trozo de armadura. Velázquez ha extremado, como en el retrato del bufón llamado don Juan de Austria, los atributos bélicos, que subrayan lo aparatoso y ridículo de esta visión melancólica.

Significado de la obra

La figura representada en el cuadro es Marte, el dios romano identificado con el Ares helénico. Es el dios de la guerra pero también de la primavera, porque la estación guerrera empieza al terminar el invierno. Es el dios de la juventud, porque la guerra es una actividad propia de esta. Él es quien, en las "primaveras sagradas", guía a los jóvenes que emigran de las ciudades sabinas para ir a fundar otras nuevas y procurarse nuevas residencias. Era hijo de Zeus y Hera y pertenece a la segunda generación de los dioses olímpicos. Figura entre los doce grandes dioses y se le representa normalmente como un guerrero, con coraza y casco, y armado de escudo, lanza y espada. Unas veces tiene un aspecto joven, imberbe y melancólico, otras es maduro, con barba y serio. Pero en el cuadro de Velázquez, Marte es una figura de aspecto casi ridículo representado en actitud melancólica enlazando de esta forma con línea de ironía referente a las representaciones mitológicas cultivada por Rodríguez de Ardila, Góngora, Cervantes, Lope de Vega, Quevedo, etc.

El lienzo podría representar el final de los amores de Marte con Venus, por la cara de resignación y tristeza que observamos en el dios. El gesto ha sido perfectamente captado por el pintor, demostrándonos su facilidad para enseñar el alma de sus modelos. Vulcano, esposo de Venus, al ser informado de los amores entre su mujer y Marte, que Velázquez recogió en su Fragua de Vulcano, tejió una malla de hierro para sorprender a los ilícitos amantes y que los demás dioses del Olimpo contemplaran el engaño. Todo esto ya ha ocurrido y Marte, aturdido y derrotado, reflexiona sobre todo ello. Tras la figura contemplamos una sábana de color blanco del lecho donde los amantes fueron sorprendidos. Además, hay quien ha querido ver en esta pintura una alegoría de la decadencia militar del poder español en Europa durante la década de 1640, pero resulta un poco extraño que Velázquez, siempre respetuoso hacia su señor y deseoso de obtener el ennoblecimiento, pudiera realizar una imagen en la que el honor de los temidos y famosos tercios españoles quedara dañado

Referencias

  1. Tolnay, Charles, «Las pinturas mitológicas de Velázquez», Archivo Español de Arte, 34, 133 (1961), pp. 31-45.
  2. López Torrijos, Rosa, La mitología en la pintura española del Siglo de Oro, Madrid, 1985, pp. 332-333.
  3. Garrido Pérez, Carmen (1992). Velázquez, técnica y evolución. Madrid: Museo del Prado. p. 482. ISBN 84-87317-16-2. 
  4. «museodelprado.es». Consultado el 19 de marzo de 2013. 

Enlaces externos

  •   Datos: Q1133875
  •   Multimedia: Mars by Velazquez (Prado)

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Marte o El dios Marte es una pintura al oleo sobre lienzo de 181 x 99 cm obra del artista sevillano Diego Velazquez Sevilla 1599 Madrid 1660 conservada en el Museo del Prado El dios MarteAno1640 y c 1638AutorDiego VelazquezTecnicaoleo sobre lienzoEstiloBarrocoTamano181 cm 99 cmLocalizacionMuseo del Prado Madrid Espana Espana editar datos en Wikidata Indice 1 Descripcion de la obra 2 Historia del cuadro 3 Analisis formal 4 Significado de la obra 5 Referencias 6 Enlaces externosDescripcion de la obra EditarPara la imagen velazquena del dios Marte se han propuesto modelos tomados de la antiguedad clasica el helenistico Ares Ludovisi alguna vez atribuido a Escopas y de Miguel Angel escultura de Lorenzo el Magnifico llamado Il Pensieroso para la Sacristia nueva de la Basilica de San Lorenzo de Florencia reinterpretados por Velazquez en forma satirica o ironica mostrando al dios mitologico a escala humana Para Tolnay esa interpretacion velazquena enlazaria con el motivo de la vanitas a traves de la representacion del dios como un melancolico saturnal algo decrepito meditando sobre la vanidad de su victoria Se ha sugerido tambien en clave de interpretacion historica que el contenido de la meditacion del dios pudiera tener como objeto la decadencia de los Tercios de Flandes en torno a los anos de su derrota en la batalla de Rocroi 1643 interpretandose en este sentido el mostacho que luce el dios o las armas modernas a sus pies 1 2 La figura del dios ha sido pintada con el pincel cargado de pasta con manchas de color aplicadas con insistencia para resaltar el modelado y morbidez de las carnes con las que obtiene efectos vibratiles y trazos largos que delimitan sus contornos sin precision en el dibujo que de hecho se encuentra ausente de ella Asi son facilmente perceptibles los cambios introducidos en la figura especialmente en el pano azul inicialmente mas amplio y ocultando partes mayores de la anatomia Pero esa indefinicion es tambien el resultado de la tecnica empleada por Velazquez en la que por ejemplo el emborronamiento de la mano con el que crea la sensacion de movimiento parece el resultado de aplicar capas de pintura sobre otra anterior cuando esta aun estaba fresca 3 Cronologicamente debe situarse en las mismas fechas entre 1639 y 1640 que los otros cuadros pintados para la Torre de la Parada Menipo y Esopo cuya tecnica y destino comparte Historia del cuadro EditarEl cuadro iba dirigido a la Torre de la Parada 4 situada a medio camino del cazadero de El Pardo Entre 1635 y 1638 este palacete se lleno de cuadros referentes a temas mitologicos y de cacerias de artistas tales como Rubens Frans Snyders o Cornelis de Vos entre otros Junto a estos cuadros y para este mismo ambiente el pintor sevillano pinto tambien una serie de lienzos entre los que destacan Esopo y Menipo El Marte velazqueno estuvo alli desde 1642 aproximadamente para luego pasar al Palacio Real antes de 1772 La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando lo albergo desde 1816 a 1827 y a partir de esta fecha esta ubicado en una sala del Museo del Prado de Madrid Analisis formal EditarEl cuadro esta realizado en oleo sobre lienzo soporte muy utilizado por Velazquez ya que le permitia libertad para combinar efectos opacos y transparentes en la pintura Tecnicamente la obra es de una suave soltura y por el contraste algo agrio de los colores mas vivos el azul y el rojo parece seguir la costumbre francesa de moderar los tonos calientes por uno frio mas que en seguir una entonacion calida a la veneciana tipica de Tiziano Junto a esa posible influencia francesa hay que anadir una segunda donde Velazquez asimila el colorido frio y plateado de Verones Tintoretto y El Greco Paralelo a ese cambio en el colorido destaca tambien el en la factura En el cuadro la pasta de color se va desentendiendo del anterior sentido escultorico de la forma que utilizaba el pintor antes de 1630 y ahora piensa mas en la virtud del color mismo vivificado por la luz y en el efecto que visto a distancia produce en el ojo del espectador Estamos ante una obra del Barroco donde se establece un sistema compositivo en el cual prevalece la estructura geometrica y ademas la actitud o la postura del personaje cuya actitud es de reposo se basa en principios de simetria El cuadro sigue el ritmo velazqueno que es un orden iconografico de izquierda a derecha igual que cuando se escribe o se lee El pintor anade un elemento la luz que coincide en el punto de vista del espectador y si la lectura empieza por la izquierda la derecha es como una pared reflectante para que a partir de ahi se vuelva la vista a la izquierda Se trata de una mirada pendular para captar la composicion Por lo demas la obra presenta una linea horizontal en primer plano marcada por el escudo que es la linea de la lectura de izquierda a derecha mas otras lineas escorzadas de profundidad El desarrollo en vertical arranca en diagonal desde la parte inferior izquierda de la composicion culminando en linea recta Por ultimo un aspecto velazqueno importante lo constituye la factura de las manos la cual es tipica del artista sevillano ya que nunca las termina del todo Es como si las esbozara en vez de dibujarlas El cuadro representa a un hombre desnudo salvo un pano azul que rodea sus caderas un manto rojo sobre el que esta sentado y el casco o yelmo La cabeza ornada con el mostacho carecteristico de los soldados de los Tercios que acentua grotescamente su melancolia se apoya en la mano izquierda Sobre el desnudo hay ciertos recuerdos de Rubens en la carnacion rojiza y brillante y en la musculatura de madurez que le quitan prosopopeya y le anaden humanidad La mano derecha oculta bajo el manto tiene una maza o bengala de madera A los pies un aparatoso escudo de torneo una espada moderna de enormes gavilanes y un trozo de armadura Velazquez ha extremado como en el retrato del bufon llamado don Juan de Austria los atributos belicos que subrayan lo aparatoso y ridiculo de esta vision melancolica Significado de la obra EditarLa figura representada en el cuadro es Marte el dios romano identificado con el Ares helenico Es el dios de la guerra pero tambien de la primavera porque la estacion guerrera empieza al terminar el invierno Es el dios de la juventud porque la guerra es una actividad propia de esta El es quien en las primaveras sagradas guia a los jovenes que emigran de las ciudades sabinas para ir a fundar otras nuevas y procurarse nuevas residencias Era hijo de Zeus y Hera y pertenece a la segunda generacion de los dioses olimpicos Figura entre los doce grandes dioses y se le representa normalmente como un guerrero con coraza y casco y armado de escudo lanza y espada Unas veces tiene un aspecto joven imberbe y melancolico otras es maduro con barba y serio Pero en el cuadro de Velazquez Marte es una figura de aspecto casi ridiculo representado en actitud melancolica enlazando de esta forma con linea de ironia referente a las representaciones mitologicas cultivada por Rodriguez de Ardila Gongora Cervantes Lope de Vega Quevedo etc El lienzo podria representar el final de los amores de Marte con Venus por la cara de resignacion y tristeza que observamos en el dios El gesto ha sido perfectamente captado por el pintor demostrandonos su facilidad para ensenar el alma de sus modelos Vulcano esposo de Venus al ser informado de los amores entre su mujer y Marte que Velazquez recogio en su Fragua de Vulcano tejio una malla de hierro para sorprender a los ilicitos amantes y que los demas dioses del Olimpo contemplaran el engano Todo esto ya ha ocurrido y Marte aturdido y derrotado reflexiona sobre todo ello Tras la figura contemplamos una sabana de color blanco del lecho donde los amantes fueron sorprendidos Ademas hay quien ha querido ver en esta pintura una alegoria de la decadencia militar del poder espanol en Europa durante la decada de 1640 pero resulta un poco extrano que Velazquez siempre respetuoso hacia su senor y deseoso de obtener el ennoblecimiento pudiera realizar una imagen en la que el honor de los temidos y famosos tercios espanoles quedara danadoReferencias Editar Tolnay Charles Las pinturas mitologicas de Velazquez Archivo Espanol de Arte 34 133 1961 pp 31 45 Lopez Torrijos Rosa La mitologia en la pintura espanola del Siglo de Oro Madrid 1985 pp 332 333 Garrido Perez Carmen 1992 Velazquez tecnica y evolucion Madrid Museo del Prado p 482 ISBN 84 87317 16 2 museodelprado es Consultado el 19 de marzo de 2013 Enlaces externos Editar Wikimedia Commons alberga una categoria multimedia sobre El dios Marte Datos Q1133875 Multimedia Mars by Velazquez Prado Obtenido de https es wikipedia org w index php title El dios Marte amp oldid 133318168, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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