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Crisis final del reinado de Isabel II

La crisis final del reinado de Isabel II constituye el cuarto y último período en el que se suele dividir el reinado de Isabel II de España. Comienza en marzo de 1863 con la caída del gobierno de la Unión Liberal del general Leopoldo O'Donnell y termina con la Revolución de 1868 que puso fin a la Monarquía de Isabel II -que marchó al exilio- y abrió la nueva etapa de la historia contemporánea de España denominada Sexenio Democrático (1868-1874).

Isabel II

Antecedentes: la caída de O'Donnell

A partir de 1861 la cohesión interna de la Unión Liberal, el partido que sustentaba al gobierno de Leopoldo O'Donnell, se fue resquebrajando al carecer de una firme base ideológica y basarse casi exclusivamente en la comunidad de intereses. La firma del Tratado de Londres de 1861 por el que España se comprometía en la expedición a México junto a Gran Bretaña y Francia ya suscitó un vivo debate en las Cortes sobre la constitucionalidad del acuerdo, en el que algunos diputados de la Unión Liberal no respaldaron al gobierno. El fraccionamiento del partido gubernamental también se evidenció cuando el 16 de diciembre de 1861 se votó una moción de confianza al gobierno en la que unos 80 diputados se la negaron, entre ellos uno de los fundadores de la Unión Liberal, el exministro Antonio de los Ríos Rosas, que como el resto de unionistas disidentes criticaban el estilo personalista de gobierno de O'Donnell. Poco a poco este grupo se fue ampliando con figuras de tanto peso dentro de la Unión Liberal como Antonio Cánovas del Castillo, Manuel Alonso Martínez o el general Manuel Gutiérrez de la Concha, marqués del Duero.[1]​ También se sumaron al sector crítico Alejandro Mon y los antiguos progresistas "resellados" encabezados por Manuel Cortina y por el general Juan Prim, quien acabaría volviendo a las filas del Partido Progresista.[2]

 
El general Leopoldo O'Donnell.

Asimismo arreció la oposición de los progresistas "puros" -los que a diferencia de los progresistas "resellados" no se integraron en la Unión Liberal cuando se fundó en 1858-, como se pudo comprobar en diciembre de 1861 cuando el líder progresista "puro" Salustiano de Olózaga denunció en las Cortes la gran influencia que sobre la reina Isabel II ejercía la camarilla clerical -encabezada por sor Patrocinio y a la que en 1857 se había incorporado el padre Claret, nuevo confesor real, y de la que también formaba parte el nuevo "favorito" de la reina Miguel Tenorio- y a la que culpaba de limitar la política del gobierno de O'Donnell, impidiendo por ejemplo que España reconociera al reino de Italia por estar enfrentado con el papa en la llamada cuestión romana, y, sobre todo, de ser responsable de que los progresistas nunca fueran llamados por la Corona a formar gobierno. Su discurso terminó con una frase que se haría célebre: «Hay obstáculos tradicionales que se oponen a la libertad de España».[3]

Al mismo tiempo comenzaron a aflorar las denuncias de corrupción a lo que se unió la presión de Napoleón III para que el gobierno condenara la conducta del general Prim al ordenar la retirada unilateral del contingente español en la expedición de México, lo que acabó provocando una crisis de gobierno a mediados de enero de 1863.[4]

A comienzos de marzo de 1863 O'Donnell pidió a la reina la disolución de las Cortes, que llevaban abiertas cuatro años, para contar con un parlamento más adicto poniendo fin a la disidencia que había surgido en la Unión Liberal -ya fuera la integrada por antiguos moderados "puritanos", como Cánovas, o por antiguos progresistas "resellados", como Cortina o el general Prim-.[2]​ Pero Isabel II se negó a disolver las Cortes, entre otras razones por la oposición del gobierno de O'Donnell a que la reina madre María Cristina de Borbón volviera a España. Entonces O'Donnell presentó su dimisión que le fue aceptada. Fue el final del "gobierno largo" de la Unión Liberal.[4]

La vuelta de los moderados al poder (1863-1865)

El gobierno de Miraflores y el retraimiento de los progresistas

Para decidir quién sustituiría a O'Donnell la reina convocó a palacio al presidente del Congreso de los Diputados, Diego López Ballesteros, y al del Senado, Manuel Gutiérrez de la Concha, quienes le aconsejaron que nombrara a un progresista como nuevo presidente del gobierno. La reina aceptó la propuesta pero cuando se entrevistó con una comisión del Partido Progresista integrada por el "resellado" Manuel Cortina y por el "puro" Pascual Madoz éstos no le dieron ningún nombre para presidente del gobierno y le pidieron tiempo para reorganizar el partido. Los dos sectores del Partido Progresista -"resellados" y "puros"- se reunieron el 19 de marzo de 1863 para reunificar el partido ante la inminencia de la entrada en el Gobierno de los progresistas. En la reunión se barajó el nombre del general Juan Prim, quien mantenía unas excelentes relaciones con la reina y que además había sido el político progresista que O'Donnell le había propuesto a Isabel II para sustituirle.[5]

El problema que tenía la reina es que no encontraba ningún político que quisiera hacerse cargo del gobierno con unas Cortes con mayoría de la Unión Liberal y al que no podía otorgar el decreto de disolución porque ya se lo había denegado a O'Donnell, lo que había causado su dimisión. Así que tuvo que recurrir a última hora al anciano moderado Marqués de Miraflores para que gobernara con las Cortes «tal cual existían». Como era de esperar Miraflores se tuvo que enfrentar con una fuerte oposición parlamentaria por lo que suspendió las sesiones de las Cortes el 6 de mayo y finalmente obtuvo de la reina el decreto de disolución a mediados de agosto de 1863.[6]

Miraflores se reunió con el líder progresista Salustiano de Olózaga ofreciéndole entre 50 y 70 diputados en las nuevas Cortes que tendrían una mayoría moderada y unionista, pero Olózaga "tras una primera aceptación, acabó negándose a la componenda".[7]​ Miraflores le había puesto como condición para "otorgarle" un número tan relativamente grande de diputados que los progresistas renunciaran a la Milicia Nacional y al principio de que el poder legislativo residiera únicamente en las Cortes, y no en "las Cortes con el rey" como se decía en la Constitución de 1845, a lo que Olózaga se negó.[8]

Entonces el ministro de la Gobernación Florencio Rodríguez Vaamonde envió unas circulares a los gobernadores civiles en las que, para impedir que los progresistas consiguieran más escaños de los que pensaba "otorgarles" el gobierno, se restringía el derecho de reunión exclusivamente a las personas que tenían derecho al voto -"que eran 179.000 en toda España, en una población de unos diecisiete millones de habitantes"-[9]​ y además se ordenaba que la policía ejerciera la "influencia moral" del gobierno para que salieran elegidos los candidatos afines. El conocimiento de estas circulares provocó la ruptura entre progresistas y moderados, desbaratándose así la oportunidad de que los dos partidos se turnasen en el gobierno. El 23 de agosto de 1863 un grupo de progresistas hacía pública su protesta por las circulares y anunciaba que renunciaban a reunirse, haciendo responsable al Gobierno de las consecuencias. El general Prim se entrevistó con la reina en tres ocasiones para que presionara al gobierno para que retirara las circulares pero no lo consiguió, por lo que el Comité central del Partido Progresista reunido el 7 de septiembre de 1863 decidió el retraimiento en las elecciones, lo que suponía no presentar candidatos a las mismas y, sobre todo, negar la legitimidad a las Cortes que salieran de ellas. El objetivo era presionar a la reina para que rectificara, pero ésta no lo hizo.[10]

La vuelta de Narváez

El gobierno del Marqués de Miraflores duró diez meses, hasta el 17 de enero de 1864. La razón de su corta duración fue que no tenía detrás de él a ninguna de las facciones que constituían el Partido Moderado por lo que cuando presentó en las Cortes su proyecto de reforma de las Constitución de 1845 -intentando introducir como en 1853 los senadores hereditarios- su propio partido tampoco la apoyó. Le sucedió Lorenzo Arrazola, que se presentó en las Cortes como representante del «partido moderado histórico» pero su gobierno solo duró cuarenta días. Su final se debió a que varios ministros prefirieron dimitir antes que ceder a la presión del rey consorte Francisco de Asís de Borbón que quería que firmaran una concesión de ferrocarril para el financiero José de Salamanca, de quien iba a recibir una comisión millonaria.[11]​ El elegido por la reina para sustituirle fue el veterano político moderado Alejandro Mon, por lo que los progresistas se sintieron engañados al ver incumplida la promesa de que serían llamados por la Corona para formar gobierno. Así en el banquete del 3 de mayo de 1864, que reunió a tres mil personas, se adoptó el lema «O todo o nada» -lo que significaba que si no accedían al gobierno mantendrían el retraimiento- y Práxedes Mateo Sagasta habló de «dinastías marchando a su destierro».[12]

El gobierno de Alejandro Mon estaba integrado por moderados y unionistas con lo que contaba con una base parlamentaria más amplia que los dos gobiernos anteriores, pero a pesar de ello solo logró mantenerse en el poder seis meses, hasta que en septiembre de 1864 los ministros de la Unión Liberal dimitieron para forzar la caída del gobierno. Su única obra importante fue la aprobación de una nueva ley de imprenta, que sustituía a la de Cándido Nocedal y que fue redactada por Cánovas del Castillo, en la que se ponía bajo la jurisdicción militar los artículos periodísticos que «tendieran a relajar la fidelidad o disciplina de las fuerzas armadas».[13]

"Con la dimisión de Alejandro Mon se cerraría un período de año y medio de inestabilidad presidido por gobiernos de bajo perfil, buenas intenciones y escaso apoyo político. [...] Tampoco se puede decir que la reina y su círculo más conservador mostrara excesivo entusiasmo por aquel moderantismo de medias tintas [un «moderantismo teñido de unionismo»]", afirma Juan Francisco Fuentes.[14]​ El escritor Juan Valera describió así años después la situación política que vivía el país:[15]

La corona estaba sin norte, el gobierno sin brújula, el Congreso sin prestigio, los partidos sin bandera, las fracciones sin cohesión, las individualidades sin fe, el tesoro ahogado, el crédito en el suelo, los impuestos en las nubes, el país en la iquietud...

Entonces la reina llamó el 16 de septiembre de 1864 al general Narváez, el único político que podía unir tras de sí a un Partido Moderado muy dividido, para que formara gobierno por sexta vez -mientras, el general Prim seguía sin conseguir que los progresistas abandonaran el retraimiento-. Al parecer, en la decisión de llamar a Narváez influyó la reina madre María Cristina de Borbón, que pensó en él para que consiguiera apartar del retraimiento a los progresistas derogando las circulares restrictivas del derecho de reunión y prometiéndoles unas elecciones limpias, dentro de lo que cabía en aquella época. Según Jorge Vilches, María Cristina se llegó a entrevistar con el general Espartero para que hiciera cambiar de opinión al Partido Progresista, lo que no consiguió, e incluso intentó que su hija Isabel II despidiera a la camarilla clerical que la rodeaba, que era otro de los argumentos de los progresistas para seguir sin participar en las instituciones de la Monarquía, pero su hija se negó.[16]

Narváez siguió con la política conciliadora de los tres gobiernos anteriores -nada más producirse su nombramiento declaró ser «más liberal que Riego»- por lo que pactó con O'Donnell la alternancia en el poder entre moderados y unionistas y tomó algunas medidas "aperturistas", como el mantenimiento de los funcionarios en sus puestos o una amnistía por los delitos de opinión, para que los progresistas abandonaran el retraimiento.[15]

Pero cuando Narváez convocó elecciones los progresistas se mantuvieron en su postura del retraimiento afirmando que solo la abandonarían si la reina les llamaba a gobernar, volviendo a repetir el "o todo o nada" que ratificaron a finales de octubre en una asamblea de los representantes de los comités provinciales reunidos en Madrid, en la que 61 votaron a favor del retraimiento, y solo 4, Prim y los suyos, en contra. El retraimiento acercó a los progresistas con el sector "liberal-democrático" del Partido Demócrata que encabezaba Emilio Castelar y que defendía la "abstención" de su propio partido y la alianza con los progresistas para «humillar y vencer a los enemigos de la libertad».[17]

La respuesta de Narváez fue abandonar rápidamente la política de conciliación escorándose hacia posiciones autoritarias que radicalizaron la actitud los progresistas cada vez más decantados hacia la insurrección y hacia la adopción de la causa de la democracia, desarrollando al mismo tiempo un discurso político claramente antidinástico. El progresista Carlos Rubio declaró en 1865: «La democracia es hoy la teoría del partido progresista; el partido progresista es la práctica de la democracia».[18]

 
Retrato de Sor Patrocinio.

Otro problema al que tuvo que hacer frente el gobierno de Narváez fue la cuestión romana porque Isabel II se oponía al propósito del gobierno y de toda la clase política liberal de reconocer al nuevo reino de Italia enfrentado con el Papado a causa de la usurpazione ingiusta de los Estados Pontificios -como le escribió el papa Pío IX a la reina- por parte de la monarquía italiana unificada. "La cuestión, que venía coleando desde 1861, contribuyó a dar nuevos argumentos a la leyenda negra sobre la influencia de la camarilla clerical en Palacio, a aumentar el desprestigio personal de Isabel II y, en última instancia, a debilitar aún más un sistema ya de por sí muy frágil por sus divisiones internas y por la creciente fuerza de la oposición. La figura de la reina se colocó así en el centro mismo del debate público. Cada vez eran más quienes cuestionaban abiertamente no sólo su papel político -los famosos "obstáculos tradicionales"- sino su conducta privada, marcada de forma contradictoria por su irrefrenable vida amorosa y por su devoción supersticiosa hacia figuras como el padre Claret y sor Patrocinio, popularmente conocida como la monja de las llagas".[19]

La "Noche de San Daniel" y la caída de Narváez

El desencadenante de la crisis conocida con el nombre de la Noche de San Daniel fueron dos artículos críticos con la reina Isabel II publicados por Emilio Castelar el 21 y el 22 de febrero de 1865 en La Democracia, el primero titulado "¿De quién es el patrimonio real?" y el segundo "El rasgo", que se referían a la decisión de la reina de vender algunas propiedades del Patrimonio de la Corona y, del beneficio resultante, ceder el 75% al Estado para hacer frente a su déficit y conservar para sí el 25%. En palabras de Narváez fue un gesto «tan grande, tan extraordinario, tan sublime» que fue muy aplaudido por la mayoría de los diputados que calificaron a Isabel II de «émula de Isabel la Católica» y por la prensa dinástica que también se deshizo en elogios. Emilio Castelar, por el contrario, opinaba que no existía tal gesto -"el rasgo" como lo calificó irónicamente- porque lo que había hecho la reina en realidad había sido apropiarse del 25% de un patrimonio que era "del país... La casa real devuelve al país una propiedad que es del país". Así pues el supuesto "rasgo" era en realidad un «engaño, un desacato a la ley, una amenaza..., y desde todos los puntos de vista, uno de esos amaños de que el partido moderado se vale para para sostenerse en el poder que la voluntad de la nación maldice».[20]​ Así pues, los artículos de Castelar "vinieron a descubrir el misterio [de la supuesta generosidad de la reina]: Isabel, agobiada por las deudas, se reservaba un 25 por 100 del producto de la venta de unos bienes que, en su mayor parte, no eran de su patrimonio, sino de la nación".[21]

La reacción del gobierno Narváez fue de gran virulencia. Separó de su cátedra de Historia de la Universidad de Madrid a Emilio Castelar y a los profesores que como Nicolás Salmerón se solidarizaron con él, y destituyó al rector de la Universidad, Juan Manuel Montalbán, por negarse a instruir los expedientes contra sus compañeros. El ministro de la Gobernación Luis González Bravo declaró el estado de guerra en previsión de incidentes. El 10 de abril, día de San Daniel, cuando el nuevo rector debía jurar su cargo, los estudiantes se manifestaron por las calles de Madrid en defensa del rector depuesto.[22]

Entonces el gobierno sacó a la calle a la guardia civil a pie y a caballo y cuando los guardias llegaron a la Puerta del Sol, según relató un testigo, «sin que mediase intimación ni advertencia de ningún género, principiaron con un coraje ciego a hacer uso de las armas y a cazar a la multitud descuidada». Hubo 11 muertos y 193 heridos, en su mayoría transeúntes que no participaban en la algarada estudiantil, incluyendo ancianos, mujeres y niños. En cambio, la guardia civil solo tuvo un herido, un centinela a caballo que recibió una pedrada -por lo que el ministro de la Gobernación Luis González Bravo faltó a la verdad cuando aseguró ante las Cortes que se había «derramado la sangre de nuestros soldados»-. Los trágicos sucesos de la que sería conocida como la Noche de San Daniel se debieron, según Josep Fontana, "a un ataque de furor de Narváez y González Bravo, que se consideraban desafiados por los manifestantes e incitaron al brutal ataque".[23]

Las consecuencias políticas de la "Noche de San Daniel" acabaron con el gobierno Narváez. Al día siguiente se reunió el consejo de ministros en el que tuvo lugar un acalorado debate entre el ministro de Fomento -del que dependía todo lo relativo a la educación-, el veterano liberal Antonio Alcalá Galiano, y el ministro de la Gobernación Luis González Bravo, durante el cual Alcalá Galiano sufrió una angina de pecho y falleció poco después. Diputados de la Unión Liberal, como Cánovas del Castillo, Posada Herrera y Ríos Rosas también dirigieron sus críticas hacia González Bravo —Ríos Rosas conmocionó al Congreso de Diputados cuando afirmó: «esa sangre pesa sobre vuestras cabezas»—.[24]​ Esta situación convenció a la reina de que debía destituir a Narváez, aunque aún esperó dos meses hasta que el 21 de junio de 1865 volvió a llamar a O'Donnell.[25]​ Isabel II no hizo caso a su madre María Cristina, que le aconsejó que llamara a los progresistas para que se integraran en la Monarquía y dejaran de conspirar contra ella, y ello a pesar de que O'Donnell le expresó a la reina su deseo de retirarse de la política y marchar al extranjero.[26]

La vuelta de la Unión Liberal de O'Donnell (1865-1866)

 
José Posada Herrera, ministro de la Gobernación en el gobierno de Leopoldo O'Donnell, retratado por Ignacio Suárez Llanos.

O'Donnel formó un gobierno de la Unión Liberal en el que destacaban José Posada Herrera en Gobernación y Antonio Cánovas del Castillo en Ultramar -el general Serrano quedó fuera del gobierno para ocupar la Capitanía General de Castilla la Nueva que incluía Madrid-.[27]​ La política que emprendió O'Donnell, animado por Ríos Rosas, estuvo dirigida a afianzar a la Unión Liberal como la alternativa liberal del régimen isabelino, mientras el Partido Moderado representaba la alternativa conservadora, poniendo así las bases para el turno pacífico entre los dos partidos dinásticos, y de esa forma consolidar la Monarquía Constitucional de Isabel II. Por eso, según Jorge Vilches, empezó a aplicar buena parte del programa de los progresistas: "rebaja del censo a la mitad para ampliar el cuerpo electoral [que pasó de 170.000 a más de 400.000], establecimiento de la circunscripción provincial, derogación de la restrictiva ley de imprenta moderada, el juicio por jurado para los delitos de imprenta, continuación de la desamortización eclesiástica, y reconocimiento del reino de Italia".[28]​ Estos dos últimos dos puntos provocaron las protestas y condenas de la jerarquía eclesiástica española.[29]

O'Donnell incluso intentó formar un gobierno de coalición entre unionistas y progresistas, propuesta que aceptaron Prim y López Grado -director de El Progreso Constitucional- pero que rechazaron Angel Fernández de los Ríos y Práxedes Mateo Sagasta, directores respectivamente de La Soberanía Nacional y de La Iberia, lo que frustró el proyecto. Después O'Donnell ofreció a Prim un amplio grupo parlamentario para los progresistas en las futuras elecciones si conseguía que abandonaran el retraimiento, pero en la junta general del partido que se celebró en noviembre de 1865 su propuesta de participación en las elecciones volvió a salir derrotada pues solo consiguió 12 votos de los 83 emitidos.[30]

Al no conseguir que su partido apoyara la vuelta a las instituciones, el general Prim optó por la vía del pronunciamiento para que la reina lo nombrara presidente del gobierno, emulando la experiencia de la Vicalvarada de 1854. Así el 3 de enero de 1866 Prim se pronunció, sin conocimiento del Comité central del Partido Progresista, en la localidad madrileña de Villarejo de Salvanés -Jorge Vilches sugiere que fue el propio O'Donnell quien le aconsejó que siguiera esta vía para formar un gobierno con dos militares, como el que siguió al triunfo de la Vicalvarada-.[31]​ Prim pretendía dar un golpe exclusivamente militar sin contar con los civiles porque su participación daba lugar, según Prim, a «la perturbación que traen las juntas, que ya se establecen hasta en las aldeas» y que dificultaban «restablecer el principio de autoridad».[32]

El general Prim al frente de los regimientos de Calatrava y Balilén estacionados en Aranjuez y Ocaña intentó marchar desde Villarejo de Salvanés hacia Madrid para forzar un cambio de gobierno y evitar «que el pueblo tirase el trono por el balcón y que, con los soldados que contaba, se pondría sobre las cercas de Madrid, se le rendiría la corte y el país tendría un gobierno que, sin sangre ni disturbios, realizara la mudanza política». Pero el pronunciamiento fracasó porque otras unidades militares supuestamente comprometidas no se unieron al mismo por lo que "los pronunciados pasaron unos días dando vueltas por tierras castellanas, mientras aguardaban en vano que se les sumasen otras fuerzas, y acabaron internándose en Portugal, sin atacar Madrid".[33]

El fracaso del pronunciamiento de Villarejo de Salvanés hizo que Prim apoyara la línea mayoritaria de su partido basada en el retraimiento y en la alianza con los demócratas, y a partir de entonces se dedicara en cuerpo y alma a preparar una insurrección que derribara a la Monarquía de Isabel II.[34]​ "Así se convirtió Prim en el líder no sólo del progresismo, sino del movimiento revolucionario, falto hasta entonces de un hombre de prestigio que lo liderara".[35]

La crisis financiera de 1866

 
La red de ferrocarriles en España durante el siglo XIX

A principios de 1866 estalló la primera crisis financiera de la historia del capitalismo español. El detonante de la crisis fueron las compañías ferroviarias, que arrastraron con ellas a bancos y sociedades de crédito. A raíz de la aprobación durante el bienio progresista de la Ley de Ferrocarriles de 1855 muchos inversores habían dirigido sus capitales hacia las compañías ferroviarias cuyas acciones experimentaron un gran auge alimentando así una espiral especulativa. Pero cuando empezaron a explotarse las líneas se vio que las expectativas de beneficio que tenían los inversores eran exageradas -dado el bajo nivel de desarrollo de economía española había pocas mercancías y pocos pasajeros para transportar- y el valor de las acciones de las compañías ferroviarias se desplomó.[36]

Dos años antes era evidente que el ciclo expansivo vivido durante los gobiernos de la Unión Liberal había tocado a su fin y que durante ese tiempo no se había hecho nada por resolver los problemas de base de la economía española, ya que el crecimiento "más que en una estructura productiva bien articulada" se había basado "en la especulación en los ferrocarriles y en las finanzas". Por eso algunos historiadores sitúan en 1864 el inicio de la "primera crisis moderna del sistema económico español".[37]​ El primer sector afectado fue la industria textil catalana, como consecuencia de la escasez de algodón provocada por la Guerra de Secesión norteamericana, al que siguieron la crisis de las compañías ferroviarias ante la falta de rentabilidad de las mismas tras la finalización de la primera fase de la construcción de la red, que inmediatamente "se trasladó al sistema bancario, dado el estrecho vínculo entre compañías ferroviarias y sistema financiero. Los resultados fueron múltiples: quiebras bancarias, falta de liquidez y, de un modo más amplio, un descenso en la producción de hierro y un retraimiento económico general".[38]

El 1 de febrero de 1866 un grupo de políticos, militares y financieros dirigieron una exposición a la reina en la que explicaban la grave crisis que amenazaba al sector ferroviario motivada por la "escasez de rendimientos" de las sociedades concesionarias, y además advertían del peligro que corrían también las sociedades de crédito que habían invertido la inmensa mayoría de su capital en el negocio ferroviario. Como solución pedían la concesión de nuevas subvenciones públicas a las compañías ferroviarias para salvarlas de la quiebra. Entre los firmantes se encontraban algunos de los más importantes empresarios del país —Ignacio Bauer, Jaime Girona, José Campo Pérez, Bertrán de Lis— y también políticos como Alejandro Mon, José de Salamanca, Bravo Murillo o el general Serrano, cuyo nombre aparecía en primer lugar. Lo cierto era que desde los años 50 había comenzado una estrecha vinculación entre el mundo de los negocios y los principales partidos políticos. "La nómina de políticos y generales que prestaron su nombre y su influencia a bancos y compañías ferroviarias sería interminable".[39]

Las primeras quiebras de sociedades de crédito vinculadas a las compañías ferroviarias se produjeron en 1864, como la francesa Caja General de Crédito con sede en Madrid, que suspendió pagos debido a la escasa rentabilidad de la línea Sevilla-Jerez-Cádiz de la que era el principal accionista, o el Banco de Valladolid. En mayo de 1866 la crisis alcanzó a dos importantes sociedades de crédito de Barcelona, la Catalana General de Crédito y el Crédito Mobiliario Barcelonés, lo que desató una oleada de pánico.[40]​ Al mes siguiente se producía la fracasada sublevación del Cuartel de San Gil por lo que la crisis política complicó aún más la salida de la crisis económica. Como ha señalado Juan Francisco Fuentes, "la pérdida de credibilidad de las instituciones políticas añadía aún mayor dramatismo a la situación económica".[41]

En enero de 1867 el político progresista Pascual Madoz, que había sido ministro de Hacienda durante el bienio progresista, describía así la situación económica española en una carta enviada a su amigo el general Prim:[41]

La situación del país es mala, malísima. El crédito a tierra... Los negocios, perdidos... Nadie paga porque nadie puede pagar... La España ha llegado a una decadencia grande, y yo, como buen español, desearía que hubiera medios hábiles de levantar el prestigio y dignidad de este pueblo, que merece mejor suerte.

La sublevación del cuartel de San Gil y la caída de O'Donnell

El 22 de junio de 1866 se produjo en Madrid un levantamiento protagonizado por los sargentos de artillería del Cuartel de San Gil, que acabó en un rotundo fracaso. "El caso es que los artilleros del cuartel de San Gil, que habían planeado sorprender a sus oficiales de guardia para encerrarles, se encontraron con que uno de ellos se resistía y les disparaba, lo que dio lugar a una carnicería y desconcertó los planes de actuación previstos. Saliendo en desorden del cuartel, unos 1.200 hombres vagaron por las calles de Madrid con 30 piezas de artillería, mientras los dos mil paisanos [progresistas y demócratas] que se habían sublevado luchaban con heroísmo en las barricadas, para acabar sucumbiendo en medio de la confusión general".[42]

La sublevación del Cuartel de San Gil fracasó pero O'Donnell se encontró en una difícil situación pues varios oficiales habían resultado muertos por los insurrectos -la versión oficial fue que los sargentos sublevados habían «asesinado a sus jefes»-, lo que le obligaba a aplicar una dura represión.[35]​ O'Donnell resaltó el hecho de que los sargentos habían «repartido fusiles a los paisanos proletarios que acudían a recibirlos», lo que a él le pareció el inicio de una revolución social por lo que llegó a afirmar en las Cortes a los pocos días: «los horrores de la revolución francesa no se hubieran parecido en nada a lo que habría pasado aquí... aquí no existían más principios ni otro objeto que el saqueo, el asesinato y la desaparición de los fundamentos sociales». Y concluyó su intervención instando a los diputados a olvidar «nuestras disensiones pequeñas... para hacer frente a la revolución social».[43]

La represión del levantamiento fue muy dura. Fueron fusiladas 66 personas, en su inmensa mayoría sargentos de artillería, y también algunos solados, además de un paisano y un pobre carlista chiflado. A pesar de eso la reina insistió ante O'Donnell para que fueran fusilados inmediatamente todos los detenidos, alrededor de unos mil, a lo que el jefe del gobierno se negó.[44]

Por otro lado, la sublevación dejó claro que los progresistas se habían puesto fuera del sistema y habían optado por la "vía revolucionaria" por lo que había fracasado la estrategia de la Unión Liberal y del propio O'Donnell de integralos mediante una política muy liberal, asumiendo muchas de sus propuestas, con el fin último de formar con ellos el partido liberal del régimen isabelino que se alternaría con el partido conservador, que representaban los moderados. Así que la reina destituyó a O'Donnell y llamó de nuevo a Narváez para que formara gobierno.[35]​ Según Josep Fontana, la razón de la sustitución de O'Donnell fue que la reina consideró que había sido demasiado blando en la represión de la sublevación del Cuartel de San Gil.[45]

"Se ha dicho que aquella fue la peor decisión política tomada por la reina a lo largo de su reinado, tras la cual muchos vieron la influencia de su confesor, el padre Claret, decidido partidario de una política autoritaria y ultramontana... [y que nunca perdonó] a O'Donnell el reconocimiento del reino de Italia".[46]

Los últimos gobiernos moderados y el final de la Monarquía de Isabel II (1866-1868)

El último gobierno del general Narváez (julio de 1866-abril de 1868)

 
El neocatólico Manuel Orovio, ministro de Fomento del gobierno de Narváez

El séptimo gobierno del general Narváez optó por una política autoritaria y represiva, como dejó muy claro desde el primer día cuando el general declaró en la Cortes que la prioridad era «la cuestión del orden público, la que interesa a todos los españoles» y a continuación suspendió las garantías constitucionales y decretó el cierre temporal del parlamento. Unas de las víctimas principales de la represión fueron los profesores de la Universidad de Madrid, a pesar de que ya habían pasado varios meses desde la noche de San Daniel, porque muchos de ellos eran krausistas, que eran considerados por los neocatólicos -que predominaban en el entorno de la reina y en el del gobierno moderado- como una especie de secta que quería acabar con la religión y con la monarquía. Así el 22 de enero de 1867 el ministro de Fomento, el neocatólico Manuel Orovio, decretó la destitución de sus cátedras de los profesores Emilio Castelar, Julián Sanz del Río, Fernando de Castro y Nicolás Salmerón. Este y otros abusos provocaron que un grupo de diputados intentara hacer llegar a la reina su protesta pero el gobierno lo impidió y se incautó del manifiesto. La espiral represiva llegó a alcanzar a los presidentes del Congreso y del Senado -dos unionistas de peso: Antonio de los Ríos Rosas y el general Serrano- que fueron detenidos y desterrados.[47]​ La razón era que habían encabezado el escrito presentado a la reina por una comisión de diputados y senadores pidiendo la reapertura de las Cortes antes de que acabara el año, conforme mandaba la Constitución de 1845. Los firmantes del escrito fueron desterrados a Baleares y a Canarias por orden del gobierno, aunque a Serrano, encerrado inicialmente en un castillo militar, se le dejó marchar al extranjero gracias a la intercesión de la reina.[48]

La política autoritaria y represiva del gobierno de Narváez hizo imposible el turno en el poder con la Unión Liberal de O'Donnell, que optó por hacer el «vacío en Palacio» -según la expresión del propio O'Donnell-, lo que significaba el retraimiento en el Senado. O'Donnell llegó incluso a plantear la abdicación de Isabel II en favor de su hijo Alfonso -el futuro Alfonso XII-, que solo tenía nueve años de edad. A lo que se negó en rotundo O'Donnell fue a pactar ninguna iniciativa con los progresistas con los que estaba "dolido por los acontecimientos del Cuartel de San Gil, en especial con Prim". Solo tras su muerte en noviembre de 1867,[49]​ se sumaría la Unión Liberal -liderada entonces por el general Serrano- al pacto de Ostende que habían firmado un año antes progresistas y demócratas.[50]

 
Juan Prim en 1869

El pacto de Ostende de progresistas y demócratas, que recibe su nombre por el de la ciudad de Bélgica donde se firmó el 16 de agosto de 1866, constaba de dos puntos:[51]

1º, destruir lo existente en las altas esferas del poder;
2º, nombramiento de una asamblea constituyente, bajo la dirección de un Gobierno provisorio, la cual decidiría la suerte del país, cuya soberanía era la ley que representase, siendo elegida por sufragio universal directo.

La ambigua redacción del primer punto permitía incorporar al mismo a otras personalidades y fuerzas políticas. Así, tras el fallecimiento de O'Donnell, Prim y Serrano -paradójicamente, el mismo militar que había dirigido la represión de la sublevación del cuartel de San Gil- firmaron un acuerdo en marzo de 1868 por el que la Unión Liberal se sumaba al mismo.[52][53]

Las Cortes cerradas en julio de 1866 no volvieron a abrirse porque fueron disueltas y se convocaron nuevas elecciones para principios de 1867. La "influencia moral" del gobierno dio una mayoría tan aplastante a los diputados ministeriales que la Unión Liberal, lo más parecido a una oposición parlamentaria, quedó reducida a cuatro diputados. Además en el nuevo reglamento de las Cortes aprobado en junio de 1867, tres meses después de haber sido abiertas, se suprimió el voto de censura, reduciendo así sensiblemente su capacidad para controlar al gobierno.[54]​ Asimismo las Cortes declararon al gobierno «libre de responsabilidad» de lo que hubiera hecho o legislado por decreto cuando estaban cerradas, lo que fue calificado por un diputado de la oposición como un "golpe de estado".[55]

La crisis de subsistencias de 1867-1868

A la crisis financiera de 1866 se sumó una grave crisis de subsistencias en 1867 y 1868 motivada por la malas cosechas de esos años, en un momento en que “el país se encontró totalmente falto de reservas de las que poder echar mano, debido a que las exportaciones a Cuba, Francia e Inglaterra lo habían vaciado prácticamente”.[56]​ La primera subida del precio del trigo se produjo en septiembre de 1866 debido a la escasez de trigo causada por las exportaciones realizadas para reducir el déficit de la balanza comercial después de dos años de excelentes cosechas. El problema se agravó con la mala cosecha de 1867. "El precio del trigo subió durante el año agrícola de 1867-1868 un 37% respecto del año anterior, y un 64% en relación con 1865-1866". Para intentar paliar la crisis el último gobierno de Narváez aprobó un decreto en marzo de 1868 por el que se ponía fin al tradicional política proteccionista y se dejaba totalmente libre del pago de aranceles la importación de trigos y de harinas, aunque la medida se tomó no porque se hubiera asumido la teoría del liberalismo económico, sino como repuesta al descontento popular y a las revueltas sociales de 1868.[57]

Los afectados por la crisis de subsistencias no fueron los hombres de negocios o los políticos, como en la crisis financiera, sino las clases populares debido a la escasez y carestía de productos básicos como el pan. Se desataron motines populares en varias ciudades, como en Sevilla, donde el trigo llegó a multiplicar por seis su precio, o en Granada, al grito de "pan a ocho" (reales). La crisis de subsistencias se vio agravada por el crecimiento del paro provocado por la crisis económica desencadenada por la crisis financiera, que afectó sobre todo a dos de los sectores que más trabajo proporcionaban, las obras públicas -incluidos los ferrocarriles- y la construcción. Así pues, como han señalado los historiadores de la economía en esos años confluyeron dos tipos de crisis, una moderna de tipo capitalista que generaba desempleo y otra tradicional, de subsistencias, que provocaba carestía y escasez. La coincidencia de ambas creaba "unas condiciones sociales explosivas que daban argumentos a los sectores populares para incorporarse a la lucha contra el régimen isabelino".[58]

El problema afectaba especialmente a las ciudades de cierta importancia, como lo reflejan las actas del Ayuntamiento de Madrid en las que aparecen los problemas que tenía para intentar remediar la situación y también las medidas que se pusieron en marcha que recordaban las que adoptaban las autoridades en el Antiguo Régimen: “desde la puesta en venta de pan de ínfima calidad y las suscripciones en el vecindario con destino a dar raciones diarias a las clases menesterosas, hasta el tradicional reparto de potaje en los centros de beneficencia”.[59]

Los dos últimos gobiernos de la Monarquía (abril-septiembre 1868)

El 23 de abril de 1868 murió el general Narváez y la reina, que ya no pudo recurrir a O'Donnell que también había fallecido unos meses antes, nombró al ultraconservador ministro de la Gobernación, Luis González Bravo, nuevo presidente del gobierno. Como ha señalado Juan Francisco Fuentes, en aquel momento "la Monarquía se había situado en un punto de no retorno. Muertos O'Donnell y Narváez y en plena desbandada los principales generales unionistas, como Prim -pasado al progresismo-, Serrano -antiguo favorito de la reina- o Dulce, la soledad política de la reina resultaba incontestable. En opinión de Carmen Llorca, con la muerte de Narváez el reinado de Isabel II se podía dar por virtualmente terminado. Ante tal panorama, la opción de la reina fue reforzar aún más el giro autoritario confiando a Luis González Bravo la formación de un nuevo gobierno".[60]

Cuando González Bravo se presentó ante las Cortes definió a su gobierno como uno «de resistencia a toda tendencia revolucionaria». Enseguida, cerró las Cortes y mandó detener y desterrar a los principales generales de la Unión Liberal -Francisco Serrano, Domingo Dulce, Fernando Fernández de Córdova y Antonio Caballero y Fernández de Rodas. La respuesta de la oposición antidinástica fue el Pacto de Bruselas del 30 de junio de 1868 en el que se ratificaron los objetivos del Pacto de Ostende.[61]

Una prueba más del aislamiento en que se encontraba el régimen isabelino fue el decreto que promulgó el gobierno en julio de 1868 por el que se desterraba de España al duque de Montpensier y a su esposa, que era la hermana de la reina, ya que se sospechaba que aspiraba al trono, una vez que estuviera vacante por el triunfo del pronunciamiento que se estaba preparando. Era el candidato que preferían los generales unionistas una vez hubiera caído Isabel II, por lo que esta decisión hizo que más mandos militares se sumaran al movimiento, entre ellos el almirante Juan Bautista Topete.[62]

La Revolución de 1868

El 16 de septiembre el general Prim llegó a Cádiz procedente de Londres, vía Gibraltar y dos días después, el 18 de septiembre, se sublevaba el almirante Juan Bautista Topete al frente de la escuadra. El 19, tras la llegada desde Canarias del general Serrano y del resto de los generales unionistas comprometidos, Topete leyó un manifiesto redactado por el escritor unionista Adelardo López de Ayala en el que se justificaba el pronunciamiento y que acababa con un grito -«¡Viva España con honra!»- que se haría célebre. En los días siguientes el levantamiento se fue extendiendo por el resto del país, empezando por Andalucía.[63]

El mismo día en que se hizo público el manifiesto de los sublevados, Luis González Bravo aconsejó a la reina Isabel II que a él le sustituyese en la presidencia un militar, para mejor hacer frente a la lucha armada, dimitiendo de su presidencia en favor del general José Gutiérrez de la Concha, quien mantuvo a casi todos los ministros del gobierno anterior y puso al frente del Ministerio de Gobernación a González Bravo, este último habiendo ocupado ya antes tal puesto en tres ocasiones. El nuevo presidente organizó en Madrid un ejército como pudo, dada la falta de apoyo que encontró entre los mandos militares, y lo envió a Andalucía al mando del general Manuel Pavía y Lacy, Marqués de Novaliches, para que acabara con la rebelión. Al mismo tiempo aconsejó a la reina que volviera a Madrid desde San Sebastián donde estaba de veraneo pero al poco tiempo de iniciar el viaje en tren el general de la Concha le envió un telegrama a la reina pidiéndole ahora que siguiera en San Sebastián porque las situación de las fuerzas leales había empeorado.[64]

El 28 de septiembre tuvo lugar la decisiva batalla de Alcolea (en la provincia de Córdoba) en la que la victoria fue para las fuerzas sublevadas al mando del general Serrano que contaron con el apoyo de millares de voluntarios armados. Al día siguiente el levantamiento triunfaba en Madrid y el día 30 Isabel II abandonaba España desde San Sebastián.[65]​ Entonces terminó toda resistencia de las fuerzas leales a la reina y el 8 de octubre se formaba un gobierno provisional presidido por el general Serrano, y del que formaban parte el general Prim y el almirante Topete. Se sellaba así el triunfo de la que sería llamada la Revolución de 1868 o "La Gloriosa" que había puesto fin al reinado de Isabel II.[66]

Referencias

  1. Fuentes, 2007, p. 221.
  2. Vilches, 2001, p. 59.
  3. Fontana, 2007, pp. 305-306.
  4. Fontana, 2007, p. 306.
  5. Vilches, 2001, pp. 59-61.
  6. Fontana, 2007, pp. 315-316.
  7. Vilches, 2001, pp. 61-62.
  8. Fontana, 2007, p. 317.
  9. Vilches, 2001, pp. 62-63.
  10. Fontana, 2007, pp. 317-318.
  11. Fontana, 2007, p. 319.
  12. Fontana, 2007, p. 318.
  13. Fuentes, 2007, pp. 222-223.
  14. Fuentes, 2007, p. 223.
  15. Vilches, 2001, pp. 65-66.
  16. Vilches, 2001, pp. 66-67.
  17. Fuentes, 2007, p. 224.
  18. Fuentes, 2007, pp. 224-225.
  19. Fuentes, 2007, p. 225.
  20. Fontana, 2007, p. 321.
  21. Fuentes, 2007, pp. 225-226.
  22. Fontana, 2007, pp. 321-322.
  23. Fontana, 2007, p. 322.
  24. Fuentes, 2007, p. 226. «La reina no tardó en retirar su confianza al general Narváez, cuyo desaforado autoritarismo parecía volverse contra los intereses de la corona. Se imponía un discreto giro hacia posiciones más templadas, que nadie podía encarnar mejor que el general Leopoldo O'Donnell»
  25. Fontana, 2007, p. 323. «La reina, consciente de que tan sólo recurriendo a la Unión Liberal podía manejar aquella compleja situación sin efectuar cambios políticos importantes, le volvió a encargar que formase gobierno»
  26. Fuentes, 2007, p. 226.
  27. Vilches, 2001, p. 67.
  28. Fontana, 2007, pp. 323-324.
  29. Vilches, 2001, p. 68.
  30. Vilches, 2001, pp. 69-70.
  31. Fontana, 2007, p. 323.
  32. Fontana, 2007, p. 325.
  33. Fuentes, 2007, p. 226. «El fracaso de su intentona le llevó a un peregrinaje por diversas capitales europeas, donde se dedicó a conspirar abiertamente con progresistas y demócratas en pos del derrocamiento de Isabel II»
  34. Vilches, 2001, p. 70.
  35. Fuentes, 2007, pp. 229-230.
  36. Suárez Cortina, 2006, p. 19.
  37. Suárez Cortina, 2006, pp. 19-20.
  38. Fuentes, 2007, pp. 230-231.
  39. Fontana, 2007, p. 330. «El pánico se extendió por todo el país, donde afectó inicialmente a sociedades de crédito y a bancos, que arrastraban en su caída a otras empresas que se encontraban sin liquidez y con una demanda reducida, como consecuencia de la ruina de quienes habían colocado sus ahorros en obligaciones de bancos y ferrocarriles»
  40. Fuentes, 2007, p. 232.
  41. Fontana, 2007, p. 326.
  42. Fontana, 2007, pp. 326-327. «Era un pánico disparatado, ya que se trataba de un levantamiento de progresistas y demócratas, no muy distinto en esencia del de 1854, que se proponía instalar un gobierno formado por los Prim, Sagasta, Ruiz Zorilla o Rivero»
  43. Fontana, 2007, p. 327.
  44. Fontana, 2007, p. 328.
  45. Fuentes, 2007, p. 227.
  46. Fuentes, 2007, pp. 227-228.
  47. Fontana, 2007, pp. 342-343.
  48. Fontana, 2007, p. 328. «O'Donnell falleció de tifus el 5 de noviembre de 1867 y en sus funerales solemnes en Madrid, donde Narváez hizo su elogio, no hubo ni siquiera representación de la familia real»
  49. Vilches, 2001, pp. 70-71.
  50. Vilches, 2001, p. 71.
  51. Vilches, 2001, p. 71. «Con esto la Unión Liberal aceptaba la entrada en un nuevo proceso constituyente y en la búsqueda de una nueva dinastía, y, según el punto segundo [del pacto de Ostende], la soberanía única de la nación y el sufragio universal»
  52. Fontana, 2007, pp. 343-344. «Serrano estaba dolido por la ofensa que se le había hecho al arrestarle y le preocupaba además, como presidente del consejo de administración de Ferrocarriles del Norte, conseguir auxilios del gobierno para una empresa cuya cuenta general de explotación registró pérdidas en 1866 y 1867. Todo lo cual facilitó su aproximación al grupo de progresistas y demócratas que habían negociado el Pacto de Ostende»
  53. Fuentes, 2007, p. 228.
  54. Fontana, 2007, p. 343.
  55. López-Cordón, 1976, p. 2.
  56. Suárez Cortina, 2006, pp. 20-21.
  57. Fuentes, 2007, p. 233.
  58. López Cordón, 1976, p. 3.
  59. Fuentes, 2007, p. 229.
  60. Fuentes, 2007, pp. 227; 229.
  61. Fontana, 2007, pp. 348-349.
  62. Fontana, 2007, pp. 351-352.
  63. Fontana, 2007, pp. 352-353.
  64. Fontana, 2007, p. 354. «El 30 de septiembre, a las once de la mañana, salió para la frontera francesa, en medio de la indiferencia general, el tren que llevaba al exilio a la reina, acompañada de su familia (el rey consorte la abandonaría muy pronto, para irse a vivir con Meneses) y de toda su corte de los milagros».
  65. Fuentes, 2007, p. 235.

Bibliografía

  • Fontana, Josep (2007). La época del liberalismo. Vol. 6 de la Historia de España, dirigida por Josep Fontana y Ramón Villares. Barcelona: Crítica/Marcial Pons. ISBN 978-84-8432-876-6. 
  • Fuentes, Juan Francisco (2007). El fin del Antiguo Régimen (1808-1868). Política y sociedad. Madrid: Síntesis. ISBN 978-84-975651-5-8. 
  • López-Cordón, María Victoria (1976). La revolución de 1868 y la I República. Madrid: Siglo XXI. ISBN 84-323-0238-4. 
  • Suárez Cortina, Manuel (2006). La España Liberal (1868-1917). Política y sociedad. Madrid: Síntesis. 
  • Vilches, Jorge (2001). Progreso y Libertad. El Partido Progresista en la Revolución Liberal Española. Madrid: Alianza Editorial. ISBN 84-206-6768-4. 


  •   Datos: Q5791139

crisis, final, reinado, isabel, crisis, final, reinado, isabel, constituye, cuarto, último, período, suele, dividir, reinado, isabel, españa, comienza, marzo, 1863, caída, gobierno, unión, liberal, general, leopoldo, donnell, termina, revolución, 1868, puso, m. La crisis final del reinado de Isabel II constituye el cuarto y ultimo periodo en el que se suele dividir el reinado de Isabel II de Espana Comienza en marzo de 1863 con la caida del gobierno de la Union Liberal del general Leopoldo O Donnell y termina con la Revolucion de 1868 que puso fin a la Monarquia de Isabel II que marcho al exilio y abrio la nueva etapa de la historia contemporanea de Espana denominada Sexenio Democratico 1868 1874 Isabel II Indice 1 Antecedentes la caida de O Donnell 2 La vuelta de los moderados al poder 1863 1865 2 1 El gobierno de Miraflores y el retraimiento de los progresistas 2 2 La vuelta de Narvaez 2 3 La Noche de San Daniel y la caida de Narvaez 3 La vuelta de la Union Liberal de O Donnell 1865 1866 3 1 La crisis financiera de 1866 3 2 La sublevacion del cuartel de San Gil y la caida de O Donnell 4 Los ultimos gobiernos moderados y el final de la Monarquia de Isabel II 1866 1868 4 1 El ultimo gobierno del general Narvaez julio de 1866 abril de 1868 4 2 La crisis de subsistencias de 1867 1868 4 3 Los dos ultimos gobiernos de la Monarquia abril septiembre 1868 4 4 La Revolucion de 1868 5 Referencias 5 1 BibliografiaAntecedentes la caida de O Donnell EditarArticulo principal Gobiernos de la Union Liberal A partir de 1861 la cohesion interna de la Union Liberal el partido que sustentaba al gobierno de Leopoldo O Donnell se fue resquebrajando al carecer de una firme base ideologica y basarse casi exclusivamente en la comunidad de intereses La firma del Tratado de Londres de 1861 por el que Espana se comprometia en la expedicion a Mexico junto a Gran Bretana y Francia ya suscito un vivo debate en las Cortes sobre la constitucionalidad del acuerdo en el que algunos diputados de la Union Liberal no respaldaron al gobierno El fraccionamiento del partido gubernamental tambien se evidencio cuando el 16 de diciembre de 1861 se voto una mocion de confianza al gobierno en la que unos 80 diputados se la negaron entre ellos uno de los fundadores de la Union Liberal el exministro Antonio de los Rios Rosas que como el resto de unionistas disidentes criticaban el estilo personalista de gobierno de O Donnell Poco a poco este grupo se fue ampliando con figuras de tanto peso dentro de la Union Liberal como Antonio Canovas del Castillo Manuel Alonso Martinez o el general Manuel Gutierrez de la Concha marques del Duero 1 Tambien se sumaron al sector critico Alejandro Mon y los antiguos progresistas resellados encabezados por Manuel Cortina y por el general Juan Prim quien acabaria volviendo a las filas del Partido Progresista 2 El general Leopoldo O Donnell Asimismo arrecio la oposicion de los progresistas puros los que a diferencia de los progresistas resellados no se integraron en la Union Liberal cuando se fundo en 1858 como se pudo comprobar en diciembre de 1861 cuando el lider progresista puro Salustiano de Olozaga denuncio en las Cortes la gran influencia que sobre la reina Isabel II ejercia la camarilla clerical encabezada por sor Patrocinio y a la que en 1857 se habia incorporado el padre Claret nuevo confesor real y de la que tambien formaba parte el nuevo favorito de la reina Miguel Tenorio y a la que culpaba de limitar la politica del gobierno de O Donnell impidiendo por ejemplo que Espana reconociera al reino de Italia por estar enfrentado con el papa en la llamada cuestion romana y sobre todo de ser responsable de que los progresistas nunca fueran llamados por la Corona a formar gobierno Su discurso termino con una frase que se haria celebre Hay obstaculos tradicionales que se oponen a la libertad de Espana 3 Al mismo tiempo comenzaron a aflorar las denuncias de corrupcion a lo que se unio la presion de Napoleon III para que el gobierno condenara la conducta del general Prim al ordenar la retirada unilateral del contingente espanol en la expedicion de Mexico lo que acabo provocando una crisis de gobierno a mediados de enero de 1863 4 A comienzos de marzo de 1863 O Donnell pidio a la reina la disolucion de las Cortes que llevaban abiertas cuatro anos para contar con un parlamento mas adicto poniendo fin a la disidencia que habia surgido en la Union Liberal ya fuera la integrada por antiguos moderados puritanos como Canovas o por antiguos progresistas resellados como Cortina o el general Prim 2 Pero Isabel II se nego a disolver las Cortes entre otras razones por la oposicion del gobierno de O Donnell a que la reina madre Maria Cristina de Borbon volviera a Espana Entonces O Donnell presento su dimision que le fue aceptada Fue el final del gobierno largo de la Union Liberal 4 La vuelta de los moderados al poder 1863 1865 EditarEl gobierno de Miraflores y el retraimiento de los progresistas Editar Para decidir quien sustituiria a O Donnell la reina convoco a palacio al presidente del Congreso de los Diputados Diego Lopez Ballesteros y al del Senado Manuel Gutierrez de la Concha quienes le aconsejaron que nombrara a un progresista como nuevo presidente del gobierno La reina acepto la propuesta pero cuando se entrevisto con una comision del Partido Progresista integrada por el resellado Manuel Cortina y por el puro Pascual Madoz estos no le dieron ningun nombre para presidente del gobierno y le pidieron tiempo para reorganizar el partido Los dos sectores del Partido Progresista resellados y puros se reunieron el 19 de marzo de 1863 para reunificar el partido ante la inminencia de la entrada en el Gobierno de los progresistas En la reunion se barajo el nombre del general Juan Prim quien mantenia unas excelentes relaciones con la reina y que ademas habia sido el politico progresista que O Donnell le habia propuesto a Isabel II para sustituirle 5 El problema que tenia la reina es que no encontraba ningun politico que quisiera hacerse cargo del gobierno con unas Cortes con mayoria de la Union Liberal y al que no podia otorgar el decreto de disolucion porque ya se lo habia denegado a O Donnell lo que habia causado su dimision Asi que tuvo que recurrir a ultima hora al anciano moderado Marques de Miraflores para que gobernara con las Cortes tal cual existian Como era de esperar Miraflores se tuvo que enfrentar con una fuerte oposicion parlamentaria por lo que suspendio las sesiones de las Cortes el 6 de mayo y finalmente obtuvo de la reina el decreto de disolucion a mediados de agosto de 1863 6 Salustiano de Olozaga Miraflores se reunio con el lider progresista Salustiano de Olozaga ofreciendole entre 50 y 70 diputados en las nuevas Cortes que tendrian una mayoria moderada y unionista pero Olozaga tras una primera aceptacion acabo negandose a la componenda 7 Miraflores le habia puesto como condicion para otorgarle un numero tan relativamente grande de diputados que los progresistas renunciaran a la Milicia Nacional y al principio de que el poder legislativo residiera unicamente en las Cortes y no en las Cortes con el rey como se decia en la Constitucion de 1845 a lo que Olozaga se nego 8 Entonces el ministro de la Gobernacion Florencio Rodriguez Vaamonde envio unas circulares a los gobernadores civiles en las que para impedir que los progresistas consiguieran mas escanos de los que pensaba otorgarles el gobierno se restringia el derecho de reunion exclusivamente a las personas que tenian derecho al voto que eran 179 000 en toda Espana en una poblacion de unos diecisiete millones de habitantes 9 y ademas se ordenaba que la policia ejerciera la influencia moral del gobierno para que salieran elegidos los candidatos afines El conocimiento de estas circulares provoco la ruptura entre progresistas y moderados desbaratandose asi la oportunidad de que los dos partidos se turnasen en el gobierno El 23 de agosto de 1863 un grupo de progresistas hacia publica su protesta por las circulares y anunciaba que renunciaban a reunirse haciendo responsable al Gobierno de las consecuencias El general Prim se entrevisto con la reina en tres ocasiones para que presionara al gobierno para que retirara las circulares pero no lo consiguio por lo que el Comite central del Partido Progresista reunido el 7 de septiembre de 1863 decidio el retraimiento en las elecciones lo que suponia no presentar candidatos a las mismas y sobre todo negar la legitimidad a las Cortes que salieran de ellas El objetivo era presionar a la reina para que rectificara pero esta no lo hizo 10 La vuelta de Narvaez Editar Alejandro Mon retratado por Jose Casado del Alisal El gobierno del Marques de Miraflores duro diez meses hasta el 17 de enero de 1864 La razon de su corta duracion fue que no tenia detras de el a ninguna de las facciones que constituian el Partido Moderado por lo que cuando presento en las Cortes su proyecto de reforma de las Constitucion de 1845 intentando introducir como en 1853 los senadores hereditarios su propio partido tampoco la apoyo Le sucedio Lorenzo Arrazola que se presento en las Cortes como representante del partido moderado historico pero su gobierno solo duro cuarenta dias Su final se debio a que varios ministros prefirieron dimitir antes que ceder a la presion del rey consorte Francisco de Asis de Borbon que queria que firmaran una concesion de ferrocarril para el financiero Jose de Salamanca de quien iba a recibir una comision millonaria 11 El elegido por la reina para sustituirle fue el veterano politico moderado Alejandro Mon por lo que los progresistas se sintieron enganados al ver incumplida la promesa de que serian llamados por la Corona para formar gobierno Asi en el banquete del 3 de mayo de 1864 que reunio a tres mil personas se adopto el lema O todo o nada lo que significaba que si no accedian al gobierno mantendrian el retraimiento y Praxedes Mateo Sagasta hablo de dinastias marchando a su destierro 12 El gobierno de Alejandro Mon estaba integrado por moderados y unionistas con lo que contaba con una base parlamentaria mas amplia que los dos gobiernos anteriores pero a pesar de ello solo logro mantenerse en el poder seis meses hasta que en septiembre de 1864 los ministros de la Union Liberal dimitieron para forzar la caida del gobierno Su unica obra importante fue la aprobacion de una nueva ley de imprenta que sustituia a la de Candido Nocedal y que fue redactada por Canovas del Castillo en la que se ponia bajo la jurisdiccion militar los articulos periodisticos que tendieran a relajar la fidelidad o disciplina de las fuerzas armadas 13 Con la dimision de Alejandro Mon se cerraria un periodo de ano y medio de inestabilidad presidido por gobiernos de bajo perfil buenas intenciones y escaso apoyo politico Tampoco se puede decir que la reina y su circulo mas conservador mostrara excesivo entusiasmo por aquel moderantismo de medias tintas un moderantismo tenido de unionismo afirma Juan Francisco Fuentes 14 El escritor Juan Valera describio asi anos despues la situacion politica que vivia el pais 15 La corona estaba sin norte el gobierno sin brujula el Congreso sin prestigio los partidos sin bandera las fracciones sin cohesion las individualidades sin fe el tesoro ahogado el credito en el suelo los impuestos en las nubes el pais en la iquietud General Ramon Maria Narvaez Entonces la reina llamo el 16 de septiembre de 1864 al general Narvaez el unico politico que podia unir tras de si a un Partido Moderado muy dividido para que formara gobierno por sexta vez mientras el general Prim seguia sin conseguir que los progresistas abandonaran el retraimiento Al parecer en la decision de llamar a Narvaez influyo la reina madre Maria Cristina de Borbon que penso en el para que consiguiera apartar del retraimiento a los progresistas derogando las circulares restrictivas del derecho de reunion y prometiendoles unas elecciones limpias dentro de lo que cabia en aquella epoca Segun Jorge Vilches Maria Cristina se llego a entrevistar con el general Espartero para que hiciera cambiar de opinion al Partido Progresista lo que no consiguio e incluso intento que su hija Isabel II despidiera a la camarilla clerical que la rodeaba que era otro de los argumentos de los progresistas para seguir sin participar en las instituciones de la Monarquia pero su hija se nego 16 Narvaez siguio con la politica conciliadora de los tres gobiernos anteriores nada mas producirse su nombramiento declaro ser mas liberal que Riego por lo que pacto con O Donnell la alternancia en el poder entre moderados y unionistas y tomo algunas medidas aperturistas como el mantenimiento de los funcionarios en sus puestos o una amnistia por los delitos de opinion para que los progresistas abandonaran el retraimiento 15 Pero cuando Narvaez convoco elecciones los progresistas se mantuvieron en su postura del retraimiento afirmando que solo la abandonarian si la reina les llamaba a gobernar volviendo a repetir el o todo o nada que ratificaron a finales de octubre en una asamblea de los representantes de los comites provinciales reunidos en Madrid en la que 61 votaron a favor del retraimiento y solo 4 Prim y los suyos en contra El retraimiento acerco a los progresistas con el sector liberal democratico del Partido Democrata que encabezaba Emilio Castelar y que defendia la abstencion de su propio partido y la alianza con los progresistas para humillar y vencer a los enemigos de la libertad 17 La respuesta de Narvaez fue abandonar rapidamente la politica de conciliacion escorandose hacia posiciones autoritarias que radicalizaron la actitud los progresistas cada vez mas decantados hacia la insurreccion y hacia la adopcion de la causa de la democracia desarrollando al mismo tiempo un discurso politico claramente antidinastico El progresista Carlos Rubio declaro en 1865 La democracia es hoy la teoria del partido progresista el partido progresista es la practica de la democracia 18 Retrato de Sor Patrocinio Otro problema al que tuvo que hacer frente el gobierno de Narvaez fue la cuestion romana porque Isabel II se oponia al proposito del gobierno y de toda la clase politica liberal de reconocer al nuevo reino de Italia enfrentado con el Papado a causa de la usurpazione ingiusta de los Estados Pontificios como le escribio el papa Pio IX a la reina por parte de la monarquia italiana unificada La cuestion que venia coleando desde 1861 contribuyo a dar nuevos argumentos a la leyenda negra sobre la influencia de la camarilla clerical en Palacio a aumentar el desprestigio personal de Isabel II y en ultima instancia a debilitar aun mas un sistema ya de por si muy fragil por sus divisiones internas y por la creciente fuerza de la oposicion La figura de la reina se coloco asi en el centro mismo del debate publico Cada vez eran mas quienes cuestionaban abiertamente no solo su papel politico los famosos obstaculos tradicionales sino su conducta privada marcada de forma contradictoria por su irrefrenable vida amorosa y por su devocion supersticiosa hacia figuras como el padre Claret y sor Patrocinio popularmente conocida como la monja de las llagas 19 La Noche de San Daniel y la caida de Narvaez Editar Articulo principal Noche de San Daniel El desencadenante de la crisis conocida con el nombre de la Noche de San Daniel fueron dos articulos criticos con la reina Isabel II publicados por Emilio Castelar el 21 y el 22 de febrero de 1865 en La Democracia el primero titulado De quien es el patrimonio real y el segundo El rasgo que se referian a la decision de la reina de vender algunas propiedades del Patrimonio de la Corona y del beneficio resultante ceder el 75 al Estado para hacer frente a su deficit y conservar para si el 25 En palabras de Narvaez fue un gesto tan grande tan extraordinario tan sublime que fue muy aplaudido por la mayoria de los diputados que calificaron a Isabel II de emula de Isabel la Catolica y por la prensa dinastica que tambien se deshizo en elogios Emilio Castelar por el contrario opinaba que no existia tal gesto el rasgo como lo califico ironicamente porque lo que habia hecho la reina en realidad habia sido apropiarse del 25 de un patrimonio que era del pais La casa real devuelve al pais una propiedad que es del pais Asi pues el supuesto rasgo era en realidad un engano un desacato a la ley una amenaza y desde todos los puntos de vista uno de esos amanos de que el partido moderado se vale para para sostenerse en el poder que la voluntad de la nacion maldice 20 Asi pues los articulos de Castelar vinieron a descubrir el misterio de la supuesta generosidad de la reina Isabel agobiada por las deudas se reservaba un 25 por 100 del producto de la venta de unos bienes que en su mayor parte no eran de su patrimonio sino de la nacion 21 Emilio Castelar La reaccion del gobierno Narvaez fue de gran virulencia Separo de su catedra de Historia de la Universidad de Madrid a Emilio Castelar y a los profesores que como Nicolas Salmeron se solidarizaron con el y destituyo al rector de la Universidad Juan Manuel Montalban por negarse a instruir los expedientes contra sus companeros El ministro de la Gobernacion Luis Gonzalez Bravo declaro el estado de guerra en prevision de incidentes El 10 de abril dia de San Daniel cuando el nuevo rector debia jurar su cargo los estudiantes se manifestaron por las calles de Madrid en defensa del rector depuesto 22 Entonces el gobierno saco a la calle a la guardia civil a pie y a caballo y cuando los guardias llegaron a la Puerta del Sol segun relato un testigo sin que mediase intimacion ni advertencia de ningun genero principiaron con un coraje ciego a hacer uso de las armas y a cazar a la multitud descuidada Hubo 11 muertos y 193 heridos en su mayoria transeuntes que no participaban en la algarada estudiantil incluyendo ancianos mujeres y ninos En cambio la guardia civil solo tuvo un herido un centinela a caballo que recibio una pedrada por lo que el ministro de la Gobernacion Luis Gonzalez Bravo falto a la verdad cuando aseguro ante las Cortes que se habia derramado la sangre de nuestros soldados Los tragicos sucesos de la que seria conocida como la Noche de San Daniel se debieron segun Josep Fontana a un ataque de furor de Narvaez y Gonzalez Bravo que se consideraban desafiados por los manifestantes e incitaron al brutal ataque 23 Las consecuencias politicas de la Noche de San Daniel acabaron con el gobierno Narvaez Al dia siguiente se reunio el consejo de ministros en el que tuvo lugar un acalorado debate entre el ministro de Fomento del que dependia todo lo relativo a la educacion el veterano liberal Antonio Alcala Galiano y el ministro de la Gobernacion Luis Gonzalez Bravo durante el cual Alcala Galiano sufrio una angina de pecho y fallecio poco despues Diputados de la Union Liberal como Canovas del Castillo Posada Herrera y Rios Rosas tambien dirigieron sus criticas hacia Gonzalez Bravo Rios Rosas conmociono al Congreso de Diputados cuando afirmo esa sangre pesa sobre vuestras cabezas 24 Esta situacion convencio a la reina de que debia destituir a Narvaez aunque aun espero dos meses hasta que el 21 de junio de 1865 volvio a llamar a O Donnell 25 Isabel II no hizo caso a su madre Maria Cristina que le aconsejo que llamara a los progresistas para que se integraran en la Monarquia y dejaran de conspirar contra ella y ello a pesar de que O Donnell le expreso a la reina su deseo de retirarse de la politica y marchar al extranjero 26 La vuelta de la Union Liberal de O Donnell 1865 1866 Editar Jose Posada Herrera ministro de la Gobernacion en el gobierno de Leopoldo O Donnell retratado por Ignacio Suarez Llanos O Donnel formo un gobierno de la Union Liberal en el que destacaban Jose Posada Herrera en Gobernacion y Antonio Canovas del Castillo en Ultramar el general Serrano quedo fuera del gobierno para ocupar la Capitania General de Castilla la Nueva que incluia Madrid 27 La politica que emprendio O Donnell animado por Rios Rosas estuvo dirigida a afianzar a la Union Liberal como la alternativa liberal del regimen isabelino mientras el Partido Moderado representaba la alternativa conservadora poniendo asi las bases para el turno pacifico entre los dos partidos dinasticos y de esa forma consolidar la Monarquia Constitucional de Isabel II Por eso segun Jorge Vilches empezo a aplicar buena parte del programa de los progresistas rebaja del censo a la mitad para ampliar el cuerpo electoral que paso de 170 000 a mas de 400 000 establecimiento de la circunscripcion provincial derogacion de la restrictiva ley de imprenta moderada el juicio por jurado para los delitos de imprenta continuacion de la desamortizacion eclesiastica y reconocimiento del reino de Italia 28 Estos dos ultimos dos puntos provocaron las protestas y condenas de la jerarquia eclesiastica espanola 29 O Donnell incluso intento formar un gobierno de coalicion entre unionistas y progresistas propuesta que aceptaron Prim y Lopez Grado director de El Progreso Constitucional pero que rechazaron Angel Fernandez de los Rios y Praxedes Mateo Sagasta directores respectivamente de La Soberania Nacional y de La Iberia lo que frustro el proyecto Despues O Donnell ofrecio a Prim un amplio grupo parlamentario para los progresistas en las futuras elecciones si conseguia que abandonaran el retraimiento pero en la junta general del partido que se celebro en noviembre de 1865 su propuesta de participacion en las elecciones volvio a salir derrotada pues solo consiguio 12 votos de los 83 emitidos 30 Al no conseguir que su partido apoyara la vuelta a las instituciones el general Prim opto por la via del pronunciamiento para que la reina lo nombrara presidente del gobierno emulando la experiencia de la Vicalvarada de 1854 Asi el 3 de enero de 1866 Prim se pronuncio sin conocimiento del Comite central del Partido Progresista en la localidad madrilena de Villarejo de Salvanes Jorge Vilches sugiere que fue el propio O Donnell quien le aconsejo que siguiera esta via para formar un gobierno con dos militares como el que siguio al triunfo de la Vicalvarada 31 Prim pretendia dar un golpe exclusivamente militar sin contar con los civiles porque su participacion daba lugar segun Prim a la perturbacion que traen las juntas que ya se establecen hasta en las aldeas y que dificultaban restablecer el principio de autoridad 32 El general Prim al frente de los regimientos de Calatrava y Balilen estacionados en Aranjuez y Ocana intento marchar desde Villarejo de Salvanes hacia Madrid para forzar un cambio de gobierno y evitar que el pueblo tirase el trono por el balcon y que con los soldados que contaba se pondria sobre las cercas de Madrid se le rendiria la corte y el pais tendria un gobierno que sin sangre ni disturbios realizara la mudanza politica Pero el pronunciamiento fracaso porque otras unidades militares supuestamente comprometidas no se unieron al mismo por lo que los pronunciados pasaron unos dias dando vueltas por tierras castellanas mientras aguardaban en vano que se les sumasen otras fuerzas y acabaron internandose en Portugal sin atacar Madrid 33 El fracaso del pronunciamiento de Villarejo de Salvanes hizo que Prim apoyara la linea mayoritaria de su partido basada en el retraimiento y en la alianza con los democratas y a partir de entonces se dedicara en cuerpo y alma a preparar una insurreccion que derribara a la Monarquia de Isabel II 34 Asi se convirtio Prim en el lider no solo del progresismo sino del movimiento revolucionario falto hasta entonces de un hombre de prestigio que lo liderara 35 La crisis financiera de 1866 Editar La red de ferrocarriles en Espana durante el siglo XIXA principios de 1866 estallo la primera crisis financiera de la historia del capitalismo espanol El detonante de la crisis fueron las companias ferroviarias que arrastraron con ellas a bancos y sociedades de credito A raiz de la aprobacion durante el bienio progresista de la Ley de Ferrocarriles de 1855 muchos inversores habian dirigido sus capitales hacia las companias ferroviarias cuyas acciones experimentaron un gran auge alimentando asi una espiral especulativa Pero cuando empezaron a explotarse las lineas se vio que las expectativas de beneficio que tenian los inversores eran exageradas dado el bajo nivel de desarrollo de economia espanola habia pocas mercancias y pocos pasajeros para transportar y el valor de las acciones de las companias ferroviarias se desplomo 36 Dos anos antes era evidente que el ciclo expansivo vivido durante los gobiernos de la Union Liberal habia tocado a su fin y que durante ese tiempo no se habia hecho nada por resolver los problemas de base de la economia espanola ya que el crecimiento mas que en una estructura productiva bien articulada se habia basado en la especulacion en los ferrocarriles y en las finanzas Por eso algunos historiadores situan en 1864 el inicio de la primera crisis moderna del sistema economico espanol 37 El primer sector afectado fue la industria textil catalana como consecuencia de la escasez de algodon provocada por la Guerra de Secesion norteamericana al que siguieron la crisis de las companias ferroviarias ante la falta de rentabilidad de las mismas tras la finalizacion de la primera fase de la construccion de la red que inmediatamente se traslado al sistema bancario dado el estrecho vinculo entre companias ferroviarias y sistema financiero Los resultados fueron multiples quiebras bancarias falta de liquidez y de un modo mas amplio un descenso en la produccion de hierro y un retraimiento economico general 38 El 1 de febrero de 1866 un grupo de politicos militares y financieros dirigieron una exposicion a la reina en la que explicaban la grave crisis que amenazaba al sector ferroviario motivada por la escasez de rendimientos de las sociedades concesionarias y ademas advertian del peligro que corrian tambien las sociedades de credito que habian invertido la inmensa mayoria de su capital en el negocio ferroviario Como solucion pedian la concesion de nuevas subvenciones publicas a las companias ferroviarias para salvarlas de la quiebra Entre los firmantes se encontraban algunos de los mas importantes empresarios del pais Ignacio Bauer Jaime Girona Jose Campo Perez Bertran de Lis y tambien politicos como Alejandro Mon Jose de Salamanca Bravo Murillo o el general Serrano cuyo nombre aparecia en primer lugar Lo cierto era que desde los anos 50 habia comenzado una estrecha vinculacion entre el mundo de los negocios y los principales partidos politicos La nomina de politicos y generales que prestaron su nombre y su influencia a bancos y companias ferroviarias seria interminable 39 Las primeras quiebras de sociedades de credito vinculadas a las companias ferroviarias se produjeron en 1864 como la francesa Caja General de Credito con sede en Madrid que suspendio pagos debido a la escasa rentabilidad de la linea Sevilla Jerez Cadiz de la que era el principal accionista o el Banco de Valladolid En mayo de 1866 la crisis alcanzo a dos importantes sociedades de credito de Barcelona la Catalana General de Credito y el Credito Mobiliario Barcelones lo que desato una oleada de panico 40 Al mes siguiente se producia la fracasada sublevacion del Cuartel de San Gil por lo que la crisis politica complico aun mas la salida de la crisis economica Como ha senalado Juan Francisco Fuentes la perdida de credibilidad de las instituciones politicas anadia aun mayor dramatismo a la situacion economica 41 En enero de 1867 el politico progresista Pascual Madoz que habia sido ministro de Hacienda durante el bienio progresista describia asi la situacion economica espanola en una carta enviada a su amigo el general Prim 41 La situacion del pais es mala malisima El credito a tierra Los negocios perdidos Nadie paga porque nadie puede pagar La Espana ha llegado a una decadencia grande y yo como buen espanol desearia que hubiera medios habiles de levantar el prestigio y dignidad de este pueblo que merece mejor suerte La sublevacion del cuartel de San Gil y la caida de O Donnell Editar Articulo principal Sublevacion del Cuartel de San Gil San Antonio Maria Claret Luis de Madrazo y Kuntz Museo Nacional del Romanticismo de Madrid El 22 de junio de 1866 se produjo en Madrid un levantamiento protagonizado por los sargentos de artilleria del Cuartel de San Gil que acabo en un rotundo fracaso El caso es que los artilleros del cuartel de San Gil que habian planeado sorprender a sus oficiales de guardia para encerrarles se encontraron con que uno de ellos se resistia y les disparaba lo que dio lugar a una carniceria y desconcerto los planes de actuacion previstos Saliendo en desorden del cuartel unos 1 200 hombres vagaron por las calles de Madrid con 30 piezas de artilleria mientras los dos mil paisanos progresistas y democratas que se habian sublevado luchaban con heroismo en las barricadas para acabar sucumbiendo en medio de la confusion general 42 La sublevacion del Cuartel de San Gil fracaso pero O Donnell se encontro en una dificil situacion pues varios oficiales habian resultado muertos por los insurrectos la version oficial fue que los sargentos sublevados habian asesinado a sus jefes lo que le obligaba a aplicar una dura represion 35 O Donnell resalto el hecho de que los sargentos habian repartido fusiles a los paisanos proletarios que acudian a recibirlos lo que a el le parecio el inicio de una revolucion social por lo que llego a afirmar en las Cortes a los pocos dias los horrores de la revolucion francesa no se hubieran parecido en nada a lo que habria pasado aqui aqui no existian mas principios ni otro objeto que el saqueo el asesinato y la desaparicion de los fundamentos sociales Y concluyo su intervencion instando a los diputados a olvidar nuestras disensiones pequenas para hacer frente a la revolucion social 43 La represion del levantamiento fue muy dura Fueron fusiladas 66 personas en su inmensa mayoria sargentos de artilleria y tambien algunos solados ademas de un paisano y un pobre carlista chiflado A pesar de eso la reina insistio ante O Donnell para que fueran fusilados inmediatamente todos los detenidos alrededor de unos mil a lo que el jefe del gobierno se nego 44 Por otro lado la sublevacion dejo claro que los progresistas se habian puesto fuera del sistema y habian optado por la via revolucionaria por lo que habia fracasado la estrategia de la Union Liberal y del propio O Donnell de integralos mediante una politica muy liberal asumiendo muchas de sus propuestas con el fin ultimo de formar con ellos el partido liberal del regimen isabelino que se alternaria con el partido conservador que representaban los moderados Asi que la reina destituyo a O Donnell y llamo de nuevo a Narvaez para que formara gobierno 35 Segun Josep Fontana la razon de la sustitucion de O Donnell fue que la reina considero que habia sido demasiado blando en la represion de la sublevacion del Cuartel de San Gil 45 Se ha dicho que aquella fue la peor decision politica tomada por la reina a lo largo de su reinado tras la cual muchos vieron la influencia de su confesor el padre Claret decidido partidario de una politica autoritaria y ultramontana y que nunca perdono a O Donnell el reconocimiento del reino de Italia 46 Los ultimos gobiernos moderados y el final de la Monarquia de Isabel II 1866 1868 EditarEl ultimo gobierno del general Narvaez julio de 1866 abril de 1868 Editar El neocatolico Manuel Orovio ministro de Fomento del gobierno de Narvaez El septimo gobierno del general Narvaez opto por una politica autoritaria y represiva como dejo muy claro desde el primer dia cuando el general declaro en la Cortes que la prioridad era la cuestion del orden publico la que interesa a todos los espanoles y a continuacion suspendio las garantias constitucionales y decreto el cierre temporal del parlamento Unas de las victimas principales de la represion fueron los profesores de la Universidad de Madrid a pesar de que ya habian pasado varios meses desde la noche de San Daniel porque muchos de ellos eran krausistas que eran considerados por los neocatolicos que predominaban en el entorno de la reina y en el del gobierno moderado como una especie de secta que queria acabar con la religion y con la monarquia Asi el 22 de enero de 1867 el ministro de Fomento el neocatolico Manuel Orovio decreto la destitucion de sus catedras de los profesores Emilio Castelar Julian Sanz del Rio Fernando de Castro y Nicolas Salmeron Este y otros abusos provocaron que un grupo de diputados intentara hacer llegar a la reina su protesta pero el gobierno lo impidio y se incauto del manifiesto La espiral represiva llego a alcanzar a los presidentes del Congreso y del Senado dos unionistas de peso Antonio de los Rios Rosas y el general Serrano que fueron detenidos y desterrados 47 La razon era que habian encabezado el escrito presentado a la reina por una comision de diputados y senadores pidiendo la reapertura de las Cortes antes de que acabara el ano conforme mandaba la Constitucion de 1845 Los firmantes del escrito fueron desterrados a Baleares y a Canarias por orden del gobierno aunque a Serrano encerrado inicialmente en un castillo militar se le dejo marchar al extranjero gracias a la intercesion de la reina 48 La politica autoritaria y represiva del gobierno de Narvaez hizo imposible el turno en el poder con la Union Liberal de O Donnell que opto por hacer el vacio en Palacio segun la expresion del propio O Donnell lo que significaba el retraimiento en el Senado O Donnell llego incluso a plantear la abdicacion de Isabel II en favor de su hijo Alfonso el futuro Alfonso XII que solo tenia nueve anos de edad A lo que se nego en rotundo O Donnell fue a pactar ninguna iniciativa con los progresistas con los que estaba dolido por los acontecimientos del Cuartel de San Gil en especial con Prim Solo tras su muerte en noviembre de 1867 49 se sumaria la Union Liberal liderada entonces por el general Serrano al pacto de Ostende que habian firmado un ano antes progresistas y democratas 50 Juan Prim en 1869 El pacto de Ostende de progresistas y democratas que recibe su nombre por el de la ciudad de Belgica donde se firmo el 16 de agosto de 1866 constaba de dos puntos 51 1º destruir lo existente en las altas esferas del poder 2º nombramiento de una asamblea constituyente bajo la direccion de un Gobierno provisorio la cual decidiria la suerte del pais cuya soberania era la ley que representase siendo elegida por sufragio universal directo La ambigua redaccion del primer punto permitia incorporar al mismo a otras personalidades y fuerzas politicas Asi tras el fallecimiento de O Donnell Prim y Serrano paradojicamente el mismo militar que habia dirigido la represion de la sublevacion del cuartel de San Gil firmaron un acuerdo en marzo de 1868 por el que la Union Liberal se sumaba al mismo 52 53 Las Cortes cerradas en julio de 1866 no volvieron a abrirse porque fueron disueltas y se convocaron nuevas elecciones para principios de 1867 La influencia moral del gobierno dio una mayoria tan aplastante a los diputados ministeriales que la Union Liberal lo mas parecido a una oposicion parlamentaria quedo reducida a cuatro diputados Ademas en el nuevo reglamento de las Cortes aprobado en junio de 1867 tres meses despues de haber sido abiertas se suprimio el voto de censura reduciendo asi sensiblemente su capacidad para controlar al gobierno 54 Asimismo las Cortes declararon al gobierno libre de responsabilidad de lo que hubiera hecho o legislado por decreto cuando estaban cerradas lo que fue calificado por un diputado de la oposicion como un golpe de estado 55 La crisis de subsistencias de 1867 1868 Editar A la crisis financiera de 1866 se sumo una grave crisis de subsistencias en 1867 y 1868 motivada por la malas cosechas de esos anos en un momento en que el pais se encontro totalmente falto de reservas de las que poder echar mano debido a que las exportaciones a Cuba Francia e Inglaterra lo habian vaciado practicamente 56 La primera subida del precio del trigo se produjo en septiembre de 1866 debido a la escasez de trigo causada por las exportaciones realizadas para reducir el deficit de la balanza comercial despues de dos anos de excelentes cosechas El problema se agravo con la mala cosecha de 1867 El precio del trigo subio durante el ano agricola de 1867 1868 un 37 respecto del ano anterior y un 64 en relacion con 1865 1866 Para intentar paliar la crisis el ultimo gobierno de Narvaez aprobo un decreto en marzo de 1868 por el que se ponia fin al tradicional politica proteccionista y se dejaba totalmente libre del pago de aranceles la importacion de trigos y de harinas aunque la medida se tomo no porque se hubiera asumido la teoria del liberalismo economico sino como repuesta al descontento popular y a las revueltas sociales de 1868 57 Los afectados por la crisis de subsistencias no fueron los hombres de negocios o los politicos como en la crisis financiera sino las clases populares debido a la escasez y carestia de productos basicos como el pan Se desataron motines populares en varias ciudades como en Sevilla donde el trigo llego a multiplicar por seis su precio o en Granada al grito de pan a ocho reales La crisis de subsistencias se vio agravada por el crecimiento del paro provocado por la crisis economica desencadenada por la crisis financiera que afecto sobre todo a dos de los sectores que mas trabajo proporcionaban las obras publicas incluidos los ferrocarriles y la construccion Asi pues como han senalado los historiadores de la economia en esos anos confluyeron dos tipos de crisis una moderna de tipo capitalista que generaba desempleo y otra tradicional de subsistencias que provocaba carestia y escasez La coincidencia de ambas creaba unas condiciones sociales explosivas que daban argumentos a los sectores populares para incorporarse a la lucha contra el regimen isabelino 58 El problema afectaba especialmente a las ciudades de cierta importancia como lo reflejan las actas del Ayuntamiento de Madrid en las que aparecen los problemas que tenia para intentar remediar la situacion y tambien las medidas que se pusieron en marcha que recordaban las que adoptaban las autoridades en el Antiguo Regimen desde la puesta en venta de pan de infima calidad y las suscripciones en el vecindario con destino a dar raciones diarias a las clases menesterosas hasta el tradicional reparto de potaje en los centros de beneficencia 59 Los dos ultimos gobiernos de la Monarquia abril septiembre 1868 Editar Luis Gonzalez Bravo El 23 de abril de 1868 murio el general Narvaez y la reina que ya no pudo recurrir a O Donnell que tambien habia fallecido unos meses antes nombro al ultraconservador ministro de la Gobernacion Luis Gonzalez Bravo nuevo presidente del gobierno Como ha senalado Juan Francisco Fuentes en aquel momento la Monarquia se habia situado en un punto de no retorno Muertos O Donnell y Narvaez y en plena desbandada los principales generales unionistas como Prim pasado al progresismo Serrano antiguo favorito de la reina o Dulce la soledad politica de la reina resultaba incontestable En opinion de Carmen Llorca con la muerte de Narvaez el reinado de Isabel II se podia dar por virtualmente terminado Ante tal panorama la opcion de la reina fue reforzar aun mas el giro autoritario confiando a Luis Gonzalez Bravo la formacion de un nuevo gobierno 60 Cuando Gonzalez Bravo se presento ante las Cortes definio a su gobierno como uno de resistencia a toda tendencia revolucionaria Enseguida cerro las Cortes y mando detener y desterrar a los principales generales de la Union Liberal Francisco Serrano Domingo Dulce Fernando Fernandez de Cordova y Antonio Caballero y Fernandez de Rodas La respuesta de la oposicion antidinastica fue el Pacto de Bruselas del 30 de junio de 1868 en el que se ratificaron los objetivos del Pacto de Ostende 61 Una prueba mas del aislamiento en que se encontraba el regimen isabelino fue el decreto que promulgo el gobierno en julio de 1868 por el que se desterraba de Espana al duque de Montpensier y a su esposa que era la hermana de la reina ya que se sospechaba que aspiraba al trono una vez que estuviera vacante por el triunfo del pronunciamiento que se estaba preparando Era el candidato que preferian los generales unionistas una vez hubiera caido Isabel II por lo que esta decision hizo que mas mandos militares se sumaran al movimiento entre ellos el almirante Juan Bautista Topete 62 La Revolucion de 1868 Editar Articulo principal Revolucion de 1868 Almirante Juan Bautista Topete 1887 por Rafael Monleon Museo Naval de Madrid El 16 de septiembre el general Prim llego a Cadiz procedente de Londres via Gibraltar y dos dias despues el 18 de septiembre se sublevaba el almirante Juan Bautista Topete al frente de la escuadra El 19 tras la llegada desde Canarias del general Serrano y del resto de los generales unionistas comprometidos Topete leyo un manifiesto redactado por el escritor unionista Adelardo Lopez de Ayala en el que se justificaba el pronunciamiento y que acababa con un grito Viva Espana con honra que se haria celebre En los dias siguientes el levantamiento se fue extendiendo por el resto del pais empezando por Andalucia 63 El mismo dia en que se hizo publico el manifiesto de los sublevados Luis Gonzalez Bravo aconsejo a la reina Isabel II que a el le sustituyese en la presidencia un militar para mejor hacer frente a la lucha armada dimitiendo de su presidencia en favor del general Jose Gutierrez de la Concha quien mantuvo a casi todos los ministros del gobierno anterior y puso al frente del Ministerio de Gobernacion a Gonzalez Bravo este ultimo habiendo ocupado ya antes tal puesto en tres ocasiones El nuevo presidente organizo en Madrid un ejercito como pudo dada la falta de apoyo que encontro entre los mandos militares y lo envio a Andalucia al mando del general Manuel Pavia y Lacy Marques de Novaliches para que acabara con la rebelion Al mismo tiempo aconsejo a la reina que volviera a Madrid desde San Sebastian donde estaba de veraneo pero al poco tiempo de iniciar el viaje en tren el general de la Concha le envio un telegrama a la reina pidiendole ahora que siguiera en San Sebastian porque las situacion de las fuerzas leales habia empeorado 64 El 28 de septiembre tuvo lugar la decisiva batalla de Alcolea en la provincia de Cordoba en la que la victoria fue para las fuerzas sublevadas al mando del general Serrano que contaron con el apoyo de millares de voluntarios armados Al dia siguiente el levantamiento triunfaba en Madrid y el dia 30 Isabel II abandonaba Espana desde San Sebastian 65 Entonces termino toda resistencia de las fuerzas leales a la reina y el 8 de octubre se formaba un gobierno provisional presidido por el general Serrano y del que formaban parte el general Prim y el almirante Topete Se sellaba asi el triunfo de la que seria llamada la Revolucion de 1868 o La Gloriosa que habia puesto fin al reinado de Isabel II 66 Referencias Editar Fuentes 2007 p 221 a b Vilches 2001 p 59 Fontana 2007 pp 305 306 a b Fontana 2007 p 306 Vilches 2001 pp 59 61 Fontana 2007 pp 315 316 Vilches 2001 p 61 Las razones de Olozaga pudieron ser el purismo ideologico o el rechazo de las falsificaciones electorales aunque si hubiera sido por este motivo se habria opuesto desde el principio Pudo ser por cuestiones politicas esto es forzar a la reina y a los otros partidos a reconocer la injusticia del desheredamiento historico y asegurar su gobierno exclusivo antes de las elecciones y por tanto mostrar que la direccion de su politica de oposicion desde 1858 habia sido correcta Finalmente quiza fueron razones personales pues iba a ser Prim un recien llegado el que recogiera el fruto de su labor opositora e incluso el propio Espartero que Olozaga reconocia mas popular que el Vilches 2001 pp 61 62 Fontana 2007 p 317 Vilches 2001 pp 62 63 Fontana 2007 pp 317 318 Fontana 2007 p 319 Fontana 2007 p 318 Fuentes 2007 pp 222 223 a b Fuentes 2007 p 223 Vilches 2001 pp 65 66 Vilches 2001 pp 66 67 Fuentes 2007 p 224 Fuentes 2007 pp 224 225 Fuentes 2007 p 225 Fontana 2007 p 321 Fuentes 2007 pp 225 226 Fontana 2007 pp 321 322 Fontana 2007 p 322 Fuentes 2007 p 226 La reina no tardo en retirar su confianza al general Narvaez cuyo desaforado autoritarismo parecia volverse contra los intereses de la corona Se imponia un discreto giro hacia posiciones mas templadas que nadie podia encarnar mejor que el general Leopoldo O Donnell Fontana 2007 p 323 La reina consciente de que tan solo recurriendo a la Union Liberal podia manejar aquella compleja situacion sin efectuar cambios politicos importantes le volvio a encargar que formase gobierno Fuentes 2007 p 226 Vilches 2001 p 67 Fontana 2007 pp 323 324 Vilches 2001 p 68 Vilches 2001 pp 69 70 Fontana 2007 p 323 Fontana 2007 p 325 Fuentes 2007 p 226 El fracaso de su intentona le llevo a un peregrinaje por diversas capitales europeas donde se dedico a conspirar abiertamente con progresistas y democratas en pos del derrocamiento de Isabel II a b c Vilches 2001 p 70 Fuentes 2007 pp 229 230 Suarez Cortina 2006 p 19 Suarez Cortina 2006 pp 19 20 Fuentes 2007 pp 230 231 Fontana 2007 p 330 El panico se extendio por todo el pais donde afecto inicialmente a sociedades de credito y a bancos que arrastraban en su caida a otras empresas que se encontraban sin liquidez y con una demanda reducida como consecuencia de la ruina de quienes habian colocado sus ahorros en obligaciones de bancos y ferrocarriles a b Fuentes 2007 p 232 Fontana 2007 p 326 Fontana 2007 pp 326 327 Era un panico disparatado ya que se trataba de un levantamiento de progresistas y democratas no muy distinto en esencia del de 1854 que se proponia instalar un gobierno formado por los Prim Sagasta Ruiz Zorilla o Rivero Fontana 2007 p 327 Fontana 2007 p 328 Fuentes 2007 p 227 Fuentes 2007 pp 227 228 Fontana 2007 pp 342 343 Fontana 2007 p 328 O Donnell fallecio de tifus el 5 de noviembre de 1867 y en sus funerales solemnes en Madrid donde Narvaez hizo su elogio no hubo ni siquiera representacion de la familia real Vilches 2001 pp 70 71 Vilches 2001 p 71 Vilches 2001 p 71 Con esto la Union Liberal aceptaba la entrada en un nuevo proceso constituyente y en la busqueda de una nueva dinastia y segun el punto segundo del pacto de Ostende la soberania unica de la nacion y el sufragio universal Fontana 2007 pp 343 344 Serrano estaba dolido por la ofensa que se le habia hecho al arrestarle y le preocupaba ademas como presidente del consejo de administracion de Ferrocarriles del Norte conseguir auxilios del gobierno para una empresa cuya cuenta general de explotacion registro perdidas en 1866 y 1867 Todo lo cual facilito su aproximacion al grupo de progresistas y democratas que habian negociado el Pacto de Ostende Fuentes 2007 p 228 Fontana 2007 p 343 Lopez Cordon 1976 p 2 Suarez Cortina 2006 pp 20 21 Fuentes 2007 p 233 Lopez Cordon 1976 p 3 Fuentes 2007 p 229 Fuentes 2007 pp 227 229 Fontana 2007 pp 348 349 Fontana 2007 pp 351 352 Fontana 2007 pp 352 353 Fontana 2007 p 354 El 30 de septiembre a las once de la manana salio para la frontera francesa en medio de la indiferencia general el tren que llevaba al exilio a la reina acompanada de su familia el rey consorte la abandonaria muy pronto para irse a vivir con Meneses y de toda su corte de los milagros Fuentes 2007 p 235 Bibliografia Editar Fontana Josep 2007 La epoca del liberalismo Vol 6 de la Historia de Espana dirigida por Josep Fontana y Ramon Villares Barcelona Critica Marcial Pons ISBN 978 84 8432 876 6 Fuentes Juan Francisco 2007 El fin del Antiguo Regimen 1808 1868 Politica y sociedad Madrid Sintesis ISBN 978 84 975651 5 8 Lopez Cordon Maria Victoria 1976 La revolucion de 1868 y la I Republica Madrid Siglo XXI ISBN 84 323 0238 4 Suarez Cortina Manuel 2006 La Espana Liberal 1868 1917 Politica y sociedad Madrid Sintesis Vilches Jorge 2001 Progreso y Libertad El Partido Progresista en la Revolucion Liberal Espanola Madrid Alianza Editorial ISBN 84 206 6768 4 Predecesor Gobiernos de la Union Liberal Periodos de la Historia de EspanaCrisis final del reinado de Isabel II Sucesor Gobierno Provisional de 1868 1871 Datos Q5791139Obtenido de https es wikipedia org w index php title Crisis final del reinado de Isabel II amp oldid 133842283, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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