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Revolución de 1868

La Revolución de 1868, llamada la Gloriosa o Revolución de Septiembre o la Septembrina, fue una sublevación militar con elementos civiles que tuvo lugar en España en septiembre de 1868, la cual supuso el destronamiento y exilio de la reina Isabel II y el inicio del período denominado Sexenio Democrático (1868-1874).

Revolución de 1868

Revolución de 1868 «La Gloriosa», caricatura alegórica de 1874 publicada en la revista La Flaca
Contexto del acontecimiento
Fecha 19-28 de septiembre de 1868
Sitio España
Impulsores Partido Progresista, Partido Democrático y una parte de la Unión Liberal liderados por Juan Prim, Francisco Serrano y Juan Bautista Topete
Motivos Véase Antecedentes
Gobierno previo
Gobernante
Ver lista
Isabel II
Reina de España
Luis González Bravo
Presidente del Consejo de Ministros y ministro de Gobernación
José Gutiérrez de la Concha
Presidente del Consejo de Ministros y ministro de la Guerra
Manuel Pavía y Lacy
Mando militar
Forma de gobierno Monarquía constitucional
Gobierno resultante
Gobernante
Ver lista
Francisco Serrano y Domínguez
Regente
Pascual Madoz
Presidente de la Junta Provisional Revolucionaria
Forma de gobierno Gobierno provisional

Como señaló la historiadora María Victoria López-Cordón, «la Revolución de Septiembre fue una brusca sacudida en la historia del siglo XIX español, cuyos efectos se dejaron sentir ampliamente en toda la geografía del país»,[1]​ ya que a partir de ella tuvo lugar en el país el primer intento de su historia de establecer un régimen político democrático, primero en forma de monarquía parlamentaria, durante el reinado de Amadeo I de Saboya (1871-1873), y después en forma de república, la Primera República (1873-1874). Sin embargo, ambas fórmulas acabaron fracasando.

Antecedentes

A mediados de los años 1860, el descontento contra el régimen monárquico de Isabel II era patente y el moderantismo español, en el poder desde 1844, salvo los intervalos del bienio progresista (1854-1856) y los gobiernos de la Unión Liberal (1858-1863), se encontraba en una fuerte crisis interna. Por su parte, el Partido Progresista, con Pedro Calvo Asensio como uno de sus impulsores, había optado por el retraimiento en las elecciones para deslegitimar las Cortes que salieran de ellas. En 1864 volvió al poder el general Narváez, que tuvo que abandonarlo tras los trágicos sucesos de la Noche de San Daniel, siendo sustituido por el general Leopoldo O'Donnell.

 
Caricatura de 1874 publicada en La Flaca sobre las etapas del Sexenio Democrático.

En junio de 1866 tuvo lugar una insurrección en Madrid para acabar con la Monarquía de Isabel II que fue dominada por el gobierno de la Unión Liberal del general O'Donnell y que fue conocida como la sublevación del cuartel de San Gil, porque fueron los sargentos de este cuartel de artillería los que protagonizaron el alzamiento. Al mes siguiente, la reina Isabel II destituyó al general O'Donnell por considerar que había sido demasiado blando con los insurrectos, a pesar de que habían sido fusilados 66 de ellos, y nombró para sustituirle al general Narváez, líder del Partido Moderado.[2]

Narváez adoptó inmediatamente una política autoritaria y represiva, lo que hizo imposible el turno en el poder con la Unión Liberal de O'Donnell, que entonces optó por hacer el «vacío en Palacio» —según la expresión del propio O'Donnell—, lo que significaba el retraimiento en el Senado, pero a lo que se negó en rotundo el líder unionista fue a pactar ninguna iniciativa con los progresistas, con los que estaba «dolido por los acontecimientos del cuartel de San Gil, en especial con Prim», líder del Partido Progresista y de la coalición de fuerzas que pretendía el derrocamiento de Isabel II. Solo tras la muerte de O'Donnell, en noviembre de 1867, se sumaría la Unión Liberal —liderada entonces por el general Serrano— al pacto de Ostende que habían firmado un año antes progresistas y demócratas.[3]

La crisis económica de 1866-1868

 
La red de ferrocarriles en España durante el siglo XIX

A principios de 1866 estalló la primera crisis financiera de la historia del capitalismo español. Aunque estuvo precedida de la crisis de la industria textil catalana, cuyos primeros síntomas aparecieron en 1862 a consecuencia de la escasez de algodón provocada por la Guerra de Secesión norteamericana, el detonante de la crisis financiera de 1866 fueron las pérdidas sufridas por las compañías ferroviarias, que arrastraron con ellas a bancos y sociedades de crédito.[4]​Las primeras quiebras de sociedades de crédito vinculadas a las compañías ferroviarias se produjeron en 1864, pero fue en mayo de 1866 cuando la crisis alcanzó a dos importantes sociedades de crédito de Barcelona, la Catalana General de Crédito y el Crédito Mobiliario Barcelonés, lo que desató una oleada de pánico.[5]

A la crisis financiera de 1866 se sumó una grave crisis de subsistencias en 1867 y 1868 motivada por la malas cosechas de esos años. Los afectados no fueron los hombres de negocios o los políticos, como en la crisis financiera, sino las clases populares debido a la escasez y carestía de productos básicos como el pan. Se desataron motines populares en varias ciudades, como en Sevilla, donde el trigo llegó a multiplicar por seis su precio, o en Granada, al grito de «pan a ocho [reales]». La crisis de subsistencias se vio agravada por el crecimiento del paro provocado por la crisis económica desencadenada por la crisis financiera, que afectó sobre todo a dos de los sectores que más trabajo proporcionaban, las obras públicas —incluidos los ferrocarriles— y la construcción. La coincidencia de ambas crisis, la financiera y la de subsistencias, creaba «unas condiciones sociales explosivas que daban argumentos a los sectores populares para incorporarse a la lucha contra el régimen isabelino».[6]

El pacto de Ostende

 
Juan Prim en 1870

El pacto de Ostende entre progresistas y demócratas, que recibe su nombre por el de la ciudad de Bélgica donde se firmó el 16 de agosto de 1866, fue una iniciativa del general progresista Juan Prim con el objetivo de derribar la Monarquía de Isabel II. Constaba de dos puntos:[3]

1.º, destruir lo existente en las altas esferas del poder;
2.º, nombramiento de una asamblea constituyente, bajo la dirección de un Gobierno provisorio, la cual decidiría la suerte del país, cuya soberanía era la ley que representase, siendo elegida por sufragio universal directo.

La ambigua redacción del primer punto permitía incorporar al Pacto a otras personalidades y fuerzas políticas. Así, tras el fallecimiento de O'Donnell, Prim y Serrano —paradójicamente, el mismo militar que había dirigido la represión de la sublevación del cuartel de San Gil— firmaron un acuerdo en marzo de 1868 por el que la Unión Liberal se sumaba al Pacto. «Con esto la Unión Liberal aceptaba la entrada en un nuevo proceso constituyente y en la búsqueda de una nueva dinastía, y, según el punto segundo [del pacto de Ostende], la soberanía única de la nación y el sufragio universal».[3]

La respuesta de Narváez fue acentuar su política autoritaria. Las Cortes cerradas en julio de 1866 no volvieron a abrirse porque fueron disueltas y se convocaron nuevas elecciones para principios de 1867. La «influencia moral» del gobierno dio una mayoría tan aplastante a los diputados ministeriales que la Unión Liberal, lo más parecido a una oposición parlamentaria, quedó reducida a cuatro diputados. Además en el nuevo reglamento de las Cortes aprobado en junio de 1867, tres meses después de haber sido abiertas, se suprimió el voto de censura, reduciendo así sensiblemente su capacidad para controlar al gobierno.[7]​ En abril de 1868 falleció el general Narváez y la reina nombró para sustituirle al ultraconservador Luis González Bravo que siguió con la política autoritaria y represiva de su antecesor.


Estallido de la revolución

A principios de septiembre de 1868 todo estaba preparado para el pronunciamiento militar que se acordó que se iniciaría en Cádiz con la sublevación de la flota por el almirante unionista Juan Bautista Topete. Allí llegó en la noche del 16 de septiembre desde Londres, vía Gibraltar, el general Prim, acompañado de los progresistas Práxedes Mateo Sagasta y Manuel Ruiz Zorrilla, antes de que llegaran desde Canarias en un vapor alquilado con dinero del duque de Montpensier los generales unionistas que estaban allí desterrados, encabezados por el general Francisco Serrano.[8]​ Prim y Topete decidieron no esperar y el 18 de septiembre se sublevaba Topete al frente de la escuadra. Al día siguiente, tras la llegada de Serrano y los generales unionistas desde Canarias, Topete leyó un manifiesto redactado por el escritor unionista Adelardo López de Ayala en el que se justificaba el pronunciamiento y que acababa con un grito —«¡Viva España con honra!»— que se haría célebre. Según Josep Fontana, el manifiesto «era un auténtico prodigio de ambigüedad política».[9]

Españoles: la ciudad de Cádiz puesta en armas con toda su provincia (...) niega su obediencia al gobierno que reside en Madrid, segura de que es leal intérprete de los ciudadanos (...) y resuelta a no deponer las armas hasta que la Nación recobre su soberanía, manifieste su voluntad y se cumpla. (...) Hollada la ley fundamental (...), corrompido el sufragio por la amenaza y el soborno, (...) muerto el Municipio; pasto la Administración y la Hacienda de la inmoralidad; tiranizada la enseñanza; muda la prensa (...). Tal es la España de hoy. Españoles, ¿quién la aborrece tanto que no se atreva a exclamar: «Así ha de ser siempre»? (...) Queremos que una legalidad común por todos creada tenga implícito y constante el respeto de todos. (...) Queremos que un Gobierno provisional que represente todas las fuerzas vivas del país asegure el orden, en tanto que el sufragio universal echa los cimientos de nuestra regeneración social y política. Contamos para realizar nuestro inquebrantable propósito con el concurso de todos los liberales, unánimes y compactos ante el común peligro; con el apoyo de las clases acomodadas, que no querrán que el fruto de sus sudores siga enriqueciendo la interminable serie de agiotistas y favoritos; con los amantes del orden, si quieren ver lo establecido sobre las firmísimas bases de la moralidad y del derecho; con los ardientes partidarios de las libertades individuales, cuyas aspiraciones pondremos bajo el amparo de la ley; con el apoyo de los ministros del altar, interesados antes que nadie en cegar en su origen las fuentes del vicio y del ejemplo; con el pueblo todo y con la aprobación, en fin, de la Europa entera, pues no es posible que en el consejo de las naciones se haya decretado ni decrete que España ha de vivir envilecida. (...) Españoles: acudid todos a las armas, único medio de economizar la efusión de sangre (...), no con el impulso del encono, siempre funesto, no con la furia de la ira, sino con la solemne y poderosa serenidad con que la justicia empuña su espada. ¡Viva España con honra!

«El manifiesto "España con honra" que redactó Adelardo López de Ayala y firmaron el Duque de la Torre, Juan Prim, Domingo Dulce, Ramón Nouvilas, Rafael Primo de Rivera, Antonio Caballero y Fernández de Rodas y Juan Bautista Topete estaba llamado a ser uno de los emblemas básicos de la España liberal y democrática».[10]

 
Fragata blindada Zaragoza.

En los días siguientes el levantamiento se fue extendiendo por el resto del país, empezando por Andalucía. El 20 de septiembre se formaba en Sevilla la primera junta que publicó un manifiesto en el que exponía una serie de reivindicaciones populares, como la abolición de las quintas y los consumos o la libertad religiosa, que iban mucho más lejos que lo ofrecido en el manifiesto leído por Topete.[11]​ Prim por su parte a bordo de la fragata blindada Zaragoza recorrió la costa mediterránea logrando que se sumaran al movimiento todas las ciudades ribereñas desde Málaga hasta Barcelona.[12]

El día anterior, 19 de septiembre, González Bravo dimitió y la reina Isabel II nombró para sustituirle al general José Gutiérrez de la Concha, quien mantuvo a casi todos los ministros del gobierno anterior y puso a González Bravo al frente del ministerio de Gobernación. El general de la Concha organizó en Madrid un ejército como pudo, dada la falta de apoyo que encontró entre los mandos militares —ni un solo general «se me presentó entonces, ni aun después, para pedirme un puesto para combatir la revolución», afirmaría más tarde— y lo envió a Andalucía al mando del general Manuel Pavía y Lacy, Marqués de Novaliches, para que acabara con la rebelión. Al mismo tiempo aconsejó a la reina que volviera a Madrid desde San Sebastián donde estaba de veraneo, al igual que el padre Claret que le dijo: «Si su majestad fuera una muñeca, me la pondría en el bolsillo y echaría a correr a Madrid para salvar a España de su revolución». Sin embargo, al poco tiempo de iniciar el viaje en tren a Madrid, el general de la Concha le envió un telegrama a la reina pidiéndole ahora que siguiera en San Sebastián porque las situación de las fuerzas leales había empeorado.[13]

 
Madrid: la Puerta del Sol en la mañana del 29 de septiembre de 1868, de Urrabieta, en El Museo Universal.

El 28 de septiembre tuvo lugar la decisiva batalla de Alcolea (en la provincia de Córdoba) en la que la victoria fue para las fuerzas sublevadas al mando del general Serrano que contaron con el apoyo de millares de voluntarios armados. Al día siguiente el levantamiento triunfaba en Madrid y el día 30 Isabel II abandonaba España desde San Sebastián.[14]

En el mensaje dirigido por la reina a la nación «al poner mi planta en tierra extranjera» advertía de que no renunciaba a

la integridad de mis derechos ni podrán afectarle en modo alguno los actos del gobierno revolucionario; y menos aún los acuerdas de las asambleas que habrán de formarse necesariamente al impulso de los furores demagógicos, con manifiesta coacción de las conciencias y de las voluntades.

Entonces terminó toda resistencia de las fuerzas leales a la reina y el 8 de octubre se formaba un gobierno provisional presidido por el general Serrano, y del que formaban parte el general Prim y el almirante Topete. Se sellaba así el triunfo de la que sería llamada la Revolución de 1868 o La Gloriosa que había puesto fin al reinado de Isabel II.[11]

 
El Gobierno Provisional en 1869. De izquierda a derecha: Laureano Figuerola, Hacienda; Práxedes Mateo Sagasta, Gobernación; Manuel Ruiz Zorrilla, Fomento; Juan Prim, Guerra; Francisco Serrano, presidente del gobierno provisional; Juan Bautista Topete, Marina; Adelardo López de Ayala, Ultramar; Antonio Romero Ortiz, Gracia y Justicia; y Juan Álvarez Lorenzana, Estado. Foto de J. Laurent.

«Como en 1840 y 1854, el esquema del pronunciamiento aparece con toda claridad: primero, el resentimiento de los generales-políticos por su alejamiento del poder y la justificación de este resentimiento en principios teóricos; después, la etapa de los sondeos y los compromisos; por último, el pronunciamiento mismo, acompañado de las proclamas emocionales y vibrantes, en las que se hace un llamamiento al pueblo y en las que se expone mejor lo que no se quiere que lo que se proyecta hacer». Sin embargo, el de 1868 presenta algunas novedades: «el objetivo del pronunciamiento no se dirige solo contra un Gobierno corrompido, sino contra la misma persona de la Reina, a la que se juzga incompatible con "la honradez y la libertad" que los pronunciados proclaman; su difusión desde la periferia, donde tienen su fuerza, es muy rápida, imponiéndose desde ella al centro; y finalmente, la misma naturaleza del compromiso contraído por los conspiradores era una novedad sin precedentes: el que fuera una Asamblea Constituyente, elegida por sufragio universal directo, la que decidiese el tipo de gobierno que debía tener el país».[15]

Que un clásico pronunciamiento se convirtiera en la «Revolución Gloriosa» de 1868, se debió, según María Victoria López Cordón, al entusiástico apoyo que le dieron la burguesía, las «clases ciudadanas» y en algunos casos los campesinos. «Fue esta participación, unida al deseo de cambio que experimentaba la mayoría del país y al rápido desmoronamiento de la España oficial, lo que produjo el fácil espejismo de convertir el pronunciamiento de Cádiz en la Revolución de Septiembre de 1868».[16]​ En la misma dirección apunta Manuel Suárez Cortina cuando señala que lo que buscaban tanto la Unión Liberal como el Partido Progresista —este último en un sentido más radical— era eliminar los obstáculos que permitieran «culminar el tránsito hacia una sociedad plenamente burguesa, donde el sistema capitalista funcionara de un modo racional», mientras que el Partido Demócrata sí «buscaba un cambio real en las condiciones de vida y [era] el que reclamaba, junto a una verdadera democracia asentada sobre el sufragio universal, la liquidación de aquellas medidas que más afectaban a las clases populares: quintas, consumos, una auténtica adhesión a Europa. La revolución democrática era la meta que movilizó a aquellos sectores populares que organizaron las barricadas y sostuvieron con su actitud las Juntas revolucionarias que más tarde el Gobierno Provisional se ocupó de desarticular».[17]

El debate historiográfico sobre las causas de la revolución

La historiografía liberal del siglo XIX explicó la revolución de 1868 por motivos políticos. Según esta visión, durante el reinado de Isabel II se produjo un enfrentamiento entre dos ideologías: una casi absolutista, reaccionaria, clerical, representada por el Partido Moderado y por la Corona y su camarilla; y otra liberal, reformista, anticlerical (que no anticatólica) y progresista. Así la revolución de 1868 significaba el triunfo de la segunda sobre la primera, como lo demostraba el grito que resonó fuertemente durante «La Gloriosa»: «¡Viva la Soberanía Nacional! ¡Abajo los Borbones!».[18]

En 1957 el historiador catalán Jaume Vicens Vives cuestionó que los motivos políticos fueran suficientes para explicar la revolución y defendió que había que tener en cuenta la difícil coyuntura económica por la que atravesaba España en aquellos momentos a causa de la crisis financiera de 1866 lo que explicaría que la «burguesía» se «separase» del régimen isabelino para derribar el incompetente gobierno del Partido Moderado y el propio trono de Isabel II que era quien lo sustentaba. Esta tesis fue desarrollada a finales de los años 1960 y principios de la década de 1970 —coincidiendo con el primer centenario de la revolución— por una serie de historiadores como Nicolás Sánchez Albornoz, Manuel Tuñón de Lara, Gabriel Tortella y Josep Fontana. Este último publicó en 1973 un libro en el que su capítulo más extenso se titulaba «Cambio económico y crisis política. Reflexiones sobre las causas de la revolución de 1868» que ejercería una gran influencia y en el que señalaba que buena parte de los políticos y militares que protagonizaron la revolución tenían intereses en las compañías ferroviarias cuyas crecientes pérdidas habían desencadenado la crisis financiera de 1866 —el general Serrano, por ejemplo, era el presidente de la Compañía de los Ferrocarriles del Norte que atravesaba graves problemas que solo una subvención del Estado podría solucionar—. Además había que considerar la importancia de otra crisis de raíz económica, paralela a la crisis financiera, la crisis de subsistencias de 1867-1868 resultado de las malas cosechas de aquellos años que provocó una grave escasez y carestía de productos básicos como el pan y que afectó muy duramente a las clases populares. Todos estos estudios abrieron un gran debate, especialmente cuando Miguel Artola por aquellos mismos años volvió a defender la primacía de los factores políticos sobre los factores económicos y sociales para explicar la revolución.[19]

En el año 2000 Gregorio de la Fuente publicó un estudio sobre la Revolución de 1868[20]​ en el que defendió la tesis de que la «La Gloriosa» se había producido como resultado del conflicto entre dos sectores de las élites políticas de la era isabelina: un sector «revolucionario» encabezado por el Partido Progresista aliado con el Partido Demócrata, y liderado por el general Prim; y un sector conservador que apoyaba a Isabel II y que estaba integrado inicialmente por el Partido Moderado liderado por el general Narváez y por la Unión Liberal del general Leopoldo O'Donnell, y que fracasó en su intento de volver a integrar en el régimen a los progresistas. Precisamente la muerte de estos dos líderes (el primero en abril de 1868 y el segundo en noviembre del año anterior) fue un elemento decisivo en la caída de Isabel II, pues con el fallecimiento del primero el régimen perdió a su principal bastión defensivo por la influencia que tenía en el Ejército y con el fallecimiento del segundo desaparecía el último obstáculo que impedía que la Unión Liberal se pasara al campo «revolucionario», lo que selló la suerte final de la monarquía de Isabel II.[21]

En el estudio de De la Fuente asimismo se criticaba la tesis de la causalidad económica y social de la revolución de 1868 elaborada en los años 1970. Así De la Fuente señalaba que la crisis financiera de 1866 había afectado a toda la élite política isabelina por igual, por lo que no explicaba que un sector de ella se mantuviera del lado de Isabel II y otro del lado revolucionario, y por tanto había que descartar a la crisis financiera como una de las principales causas de la revolución. De hecho se podía constatar que la mayoría de los hombres de negocios, banqueros y grandes comerciantes y empresarios ni colaboraron ni se sumaron al pronunciamiento. En cuanto a la crisis de subsistencias de 1867-1868 De la Fuente también la descartaba como causa directa de la revolución, porque la movilización popular se produjo después de la revolución y como consecuencia del mayor margen de libertad que trajo consigo, y no antes.[22]​ Sin embargo, Josep Fontana, en un libro publicado en 2007 reafirmaba la importancia de las causas económicas de la revolución de 1868: «La revolución de 1868 fue un movimiento organizado desde arriba por políticos y militares que tenían unos objetivos limitados: acabar con el bloqueo del sistema parlamentario que impedía el acceso al poder de los progresistas e implantar unas medidas de urgencia para resolver la mala situación económica, en particular la de las empresas ferroviarias».[23]

Una síntesis del relativo consenso que se ha alcanzado en la actualidad en el debate sobre las causas de la revolución de 1868 la podemos encontrar en dos libros publicados en 2006 y 2007.[24][25]​ En el segundo de ellos Juan Francisco Fuentes resume así el estado de la cuestión:[6]

Conviene descartar, pues, interpretaciones simplistas del final de la Monarquía isabelina basadas en una relación causa-efecto entre la crisis económica y la Revolución de 1868, en la que tanto protagonismo tuvieron algunos políticos y generales directamente afectados por la situación de las empresas financieras y ferroviarias. Pero tampoco se puede ignorar la importancia que aquella gran crisis del capitalismo español iniciada en 1864 tuvo en la percepción general de las élites políticas y económicas: el convencimiento de que el régimen isabelino, reducido finalmente a una pequeña camarilla político-clerical, se había aislado por completo de la realidad nacional. A los ojos de una buena parte de la sociedad española, aquello era el final de una época. Una grave crisis de subsistencias en los años 1867-1868 acabaría de generalizar esa sensación de catástrofe nacional que se apodera del país en la última etapa del reinado de Isabel II

Consecuencias

 
Prim, Serrano y Topete subastan los atributos del trono español durante la búsqueda de un nuevo rey. Publicado en La Flaca en abril de 1869.
 
La reina Isabel II de España en su exilio de París.

A partir del triunfo de la revolución y durante seis años conocidos como el Sexenio Democrático (1868-1874) se intentará crear en España un nuevo sistema de gobierno.

La coalición de liberales, moderados y republicanos se enfrentaba a la tarea de encontrar un mejor gobierno que sustituyera al de Isabel. Al principio las Cortes rechazaron el concepto de una república para España, y Serrano fue nombrado regente mientras se buscaba un monarca adecuado para liderar el país. Previamente se había aprobado una constitución de corte liberal que fue promulgada por las cortes en 1869.

La búsqueda de un Rey apropiado demostró finalmente ser más que problemática para las Cortes. Juan Prim, el eterno rebelde contra los gobiernos isabelinos, fue nombrado dirigente del gobierno en 1869 y el general Serrano sería regente, y suya es la frase: «¡Encontrar a un rey democrático en Europa es tan difícil como encontrar un ateo en el cielo!». Se consideró incluso la opción de nombrar rey a un anciano Espartero, aunque encontró el rechazo del propio general, que, no obstante, obtuvo ocho votos en el recuento final.

Muchos proponían al joven hijo de Isabel, Alfonso (que posteriormente sería el rey Alfonso XII de España), pero la sospecha de que este podría ser fácilmente influenciable por su madre y que podría repetir los fallos de la anterior reina hacían que no fuera una alternativa viable. Fernando de Sajonia-Coburgo, antiguo regente de la vecina Portugal, fue considerado también como una posibilidad. Otra de las posibilidades era el príncipe Leopoldo de Hohenzollern, de la Casa Hohenzollern, que fue propuesto por Otto von Bismarck, y que provocó abiertamente el rechazo de Francia, hasta el punto de que el ministro de asuntos exteriores francés enviara el llamado Telegrama de Ems, que posteriormente sería el detonante (o la excusa) para la Guerra Franco-Prusiana. Finalmente, se optó por un rey italiano, Amadeo de Saboya, pero su reinado tan solo duró dos años y un mes entre 1871 y 1873.

Véase también

Referencias

  1. López-Cordón, 1976, p. 1.
  2. Vilches, 2001, p. 70.
  3. Vilches, 2001, p. 71.
  4. Fuentes, 2007, pp. 229-230.
  5. Fontana, 2007, «El pánico se extendió por todo el país, donde afectó inicialmente a sociedades de crédito y a bancos, que arrastraban en su caída a otras empresas que se encontraban sin liquidez y con una demanda reducida, como consecuencia de la ruina de quienes habían colocado sus ahorros en obligaciones de bancos y ferrocarriles», p. 330.
  6. Fuentes, 2007, p. 233.
  7. Fuentes, 2007, p. 228.
  8. Fontana, 2007, «Prim, que estaba tomando aguas en Vichy, burló la vigilancia francesa y escapó a Londres, donde el 12 de septiembre embarcó para Gibraltar en un buque que hacía la travesía hacia la India, disfrazado de ayuda de cámara de unos aristócratas británicos y acompañado por Ruis Zorrilla y por Sagasta», p. 351.
  9. Fontana, 2007, pp. 351-352.
  10. Suárez Cortina, 2006, p. 22.
  11. Fuentes, 2007, p. 235.
  12. Fontana, 2007, p. 352.
  13. Fontana, 2007, pp. 352-353.
  14. Fontana, 2007, «El 30 de septiembre, a las once de la mañana, salió para la frontera francesa, en medio de la indiferencia general, el tren que llevaba al exilio a la reina, acompañada de su familia (el rey consorte la abandonaría muy pronto, para irse a vivir con Meneses) y de toda su corte de los milagros.», p. 354.
  15. López-Cordón, 1976, p. 13.
  16. López-Cordón, 1976, p. 17.
  17. Suárez Cortina, 2006, p. 233.
  18. De la Fuente, 2002, p. 53.
  19. De la Fuente, 2002, pp. 44-46.
  20. De la Fuente, 2002.
  21. De la Fuente, 2002, pp. 46-47.
  22. De la Fuente, 2002, pp. 53-57.
  23. Fontana, 2007, pp. 354-355.
  24. Suárez Cortina, 2006, «De todos modos esta situación [de crisis] política no es del todo comprensible sin la existencia de una fuerte crisis económica y de subsistencias que se dejó sentir con fuerza en el país desde 1864. Ambas crisis dan sentido tanto a la intervención de la elite económica como a la participación de las masas populares en el proceso revolucionario».
  25. Fuentes, 2007.

Bibliografía

  • De la Fuente, Gregorio (2000). Los revolucionarios de 1868: élites y poder en la España liberal. Madrid: Marcial Pons. ISBN 84-95379163. 
  • —— (2002). «Actores y causas de la revolución de 1868». En Rafael García Serrano, ed. España, 1868-1874. Nuevos enfoques sobre el Sexenio Democrático. Valladolid: Junta de Castilla y León. ISBN 84-9718-089-5. 
  • Fontana, Josep (2007). La época del liberalismo. Vol. 6 de la Historia de España, dirigida por Josep Fontana y Ramón Villares. Barcelona: Crítica/Marcial Pons. ISBN 978-84-8432-876-6. 
  • Fuentes, Juan Francisco (2007). El fin del Antiguo Régimen (1808-1868). Política y sociedad. Madrid: Síntesis. ISBN 978-84-975651-5-8. 
  • López-Cordón, María Victoria (1976). La revolución de 1868 y la I República. Madrid: Siglo XXI. ISBN 84-323-0238-4. 
  • Suárez Cortina, Manuel (2006). La España Liberal (1868-1917). Política y sociedad. Madrid: Síntesis. 
  • Vilches, Jorge (2001). Progreso y Libertad. El Partido Progresista en la Revolución Liberal Española. Madrid: Alianza Editorial. ISBN 84-206-6768-4. 

Enlaces externos

  • Los abolicionistas entre 1833 y la revolución de 1868
  •   Datos: Q1540751
  •   Multimedia: Glorious Revolution (Spain)

revolución, 1868, gloriosa, redirige, aquí, para, otras, acepciones, véase, gloriosa, desambiguación, llamada, gloriosa, revolución, septiembre, septembrina, sublevación, militar, elementos, civiles, tuvo, lugar, españa, septiembre, 1868, cual, supuso, destron. La Gloriosa redirige aqui Para otras acepciones vease La Gloriosa desambiguacion La Revolucion de 1868 llamada la Gloriosa o Revolucion de Septiembre o la Septembrina fue una sublevacion militar con elementos civiles que tuvo lugar en Espana en septiembre de 1868 la cual supuso el destronamiento y exilio de la reina Isabel II y el inicio del periodo denominado Sexenio Democratico 1868 1874 Revolucion de 1868Revolucion de 1868 La Gloriosa caricatura alegorica de 1874 publicada en la revista La FlacaContexto del acontecimientoFecha19 28 de septiembre de 1868SitioEspanaImpulsoresPartido Progresista Partido Democratico y una parte de la Union Liberal liderados por Juan Prim Francisco Serrano y Juan Bautista TopeteMotivosVease AntecedentesGobierno previoGobernanteVer listaIsabel IIReina de Espana Luis Gonzalez BravoPresidente del Consejo de Ministros y ministro de Gobernacion Jose Gutierrez de la ConchaPresidente del Consejo de Ministros y ministro de la Guerra Manuel Pavia y LacyMando militarForma de gobiernoMonarquia constitucionalGobierno resultanteGobernanteVer listaFrancisco Serrano y DominguezRegente Pascual MadozPresidente de la Junta Provisional RevolucionariaForma de gobiernoGobierno provisional editar datos en Wikidata Como senalo la historiadora Maria Victoria Lopez Cordon la Revolucion de Septiembre fue una brusca sacudida en la historia del siglo XIX espanol cuyos efectos se dejaron sentir ampliamente en toda la geografia del pais 1 ya que a partir de ella tuvo lugar en el pais el primer intento de su historia de establecer un regimen politico democratico primero en forma de monarquia parlamentaria durante el reinado de Amadeo I de Saboya 1871 1873 y despues en forma de republica la Primera Republica 1873 1874 Sin embargo ambas formulas acabaron fracasando Indice 1 Antecedentes 1 1 La crisis economica de 1866 1868 1 2 El pacto de Ostende 2 Estallido de la revolucion 2 1 El debate historiografico sobre las causas de la revolucion 3 Consecuencias 4 Vease tambien 5 Referencias 5 1 Bibliografia 6 Enlaces externosAntecedentes EditarArticulo principal Crisis final del reinado de Isabel II A mediados de los anos 1860 el descontento contra el regimen monarquico de Isabel II era patente y el moderantismo espanol en el poder desde 1844 salvo los intervalos del bienio progresista 1854 1856 y los gobiernos de la Union Liberal 1858 1863 se encontraba en una fuerte crisis interna Por su parte el Partido Progresista con Pedro Calvo Asensio como uno de sus impulsores habia optado por el retraimiento en las elecciones para deslegitimar las Cortes que salieran de ellas En 1864 volvio al poder el general Narvaez que tuvo que abandonarlo tras los tragicos sucesos de la Noche de San Daniel siendo sustituido por el general Leopoldo O Donnell Caricatura de 1874 publicada en La Flaca sobre las etapas del Sexenio Democratico En junio de 1866 tuvo lugar una insurreccion en Madrid para acabar con la Monarquia de Isabel II que fue dominada por el gobierno de la Union Liberal del general O Donnell y que fue conocida como la sublevacion del cuartel de San Gil porque fueron los sargentos de este cuartel de artilleria los que protagonizaron el alzamiento Al mes siguiente la reina Isabel II destituyo al general O Donnell por considerar que habia sido demasiado blando con los insurrectos a pesar de que habian sido fusilados 66 de ellos y nombro para sustituirle al general Narvaez lider del Partido Moderado 2 Narvaez adopto inmediatamente una politica autoritaria y represiva lo que hizo imposible el turno en el poder con la Union Liberal de O Donnell que entonces opto por hacer el vacio en Palacio segun la expresion del propio O Donnell lo que significaba el retraimiento en el Senado pero a lo que se nego en rotundo el lider unionista fue a pactar ninguna iniciativa con los progresistas con los que estaba dolido por los acontecimientos del cuartel de San Gil en especial con Prim lider del Partido Progresista y de la coalicion de fuerzas que pretendia el derrocamiento de Isabel II Solo tras la muerte de O Donnell en noviembre de 1867 se sumaria la Union Liberal liderada entonces por el general Serrano al pacto de Ostende que habian firmado un ano antes progresistas y democratas 3 La crisis economica de 1866 1868 Editar La red de ferrocarriles en Espana durante el siglo XIX A principios de 1866 estallo la primera crisis financiera de la historia del capitalismo espanol Aunque estuvo precedida de la crisis de la industria textil catalana cuyos primeros sintomas aparecieron en 1862 a consecuencia de la escasez de algodon provocada por la Guerra de Secesion norteamericana el detonante de la crisis financiera de 1866 fueron las perdidas sufridas por las companias ferroviarias que arrastraron con ellas a bancos y sociedades de credito 4 Las primeras quiebras de sociedades de credito vinculadas a las companias ferroviarias se produjeron en 1864 pero fue en mayo de 1866 cuando la crisis alcanzo a dos importantes sociedades de credito de Barcelona la Catalana General de Credito y el Credito Mobiliario Barcelones lo que desato una oleada de panico 5 A la crisis financiera de 1866 se sumo una grave crisis de subsistencias en 1867 y 1868 motivada por la malas cosechas de esos anos Los afectados no fueron los hombres de negocios o los politicos como en la crisis financiera sino las clases populares debido a la escasez y carestia de productos basicos como el pan Se desataron motines populares en varias ciudades como en Sevilla donde el trigo llego a multiplicar por seis su precio o en Granada al grito de pan a ocho reales La crisis de subsistencias se vio agravada por el crecimiento del paro provocado por la crisis economica desencadenada por la crisis financiera que afecto sobre todo a dos de los sectores que mas trabajo proporcionaban las obras publicas incluidos los ferrocarriles y la construccion La coincidencia de ambas crisis la financiera y la de subsistencias creaba unas condiciones sociales explosivas que daban argumentos a los sectores populares para incorporarse a la lucha contra el regimen isabelino 6 El pacto de Ostende Editar Juan Prim en 1870 El pacto de Ostende entre progresistas y democratas que recibe su nombre por el de la ciudad de Belgica donde se firmo el 16 de agosto de 1866 fue una iniciativa del general progresista Juan Prim con el objetivo de derribar la Monarquia de Isabel II Constaba de dos puntos 3 1 º destruir lo existente en las altas esferas del poder 2 º nombramiento de una asamblea constituyente bajo la direccion de un Gobierno provisorio la cual decidiria la suerte del pais cuya soberania era la ley que representase siendo elegida por sufragio universal directo La ambigua redaccion del primer punto permitia incorporar al Pacto a otras personalidades y fuerzas politicas Asi tras el fallecimiento de O Donnell Prim y Serrano paradojicamente el mismo militar que habia dirigido la represion de la sublevacion del cuartel de San Gil firmaron un acuerdo en marzo de 1868 por el que la Union Liberal se sumaba al Pacto Con esto la Union Liberal aceptaba la entrada en un nuevo proceso constituyente y en la busqueda de una nueva dinastia y segun el punto segundo del pacto de Ostende la soberania unica de la nacion y el sufragio universal 3 La respuesta de Narvaez fue acentuar su politica autoritaria Las Cortes cerradas en julio de 1866 no volvieron a abrirse porque fueron disueltas y se convocaron nuevas elecciones para principios de 1867 La influencia moral del gobierno dio una mayoria tan aplastante a los diputados ministeriales que la Union Liberal lo mas parecido a una oposicion parlamentaria quedo reducida a cuatro diputados Ademas en el nuevo reglamento de las Cortes aprobado en junio de 1867 tres meses despues de haber sido abiertas se suprimio el voto de censura reduciendo asi sensiblemente su capacidad para controlar al gobierno 7 En abril de 1868 fallecio el general Narvaez y la reina nombro para sustituirle al ultraconservador Luis Gonzalez Bravo que siguio con la politica autoritaria y represiva de su antecesor Estallido de la revolucion EditarVease tambien Revolucion de 1868 en Cadiz Almirante Juan Bautista Topete 1887 por Rafael Monleon Museo Naval de Madrid A principios de septiembre de 1868 todo estaba preparado para el pronunciamiento militar que se acordo que se iniciaria en Cadiz con la sublevacion de la flota por el almirante unionista Juan Bautista Topete Alli llego en la noche del 16 de septiembre desde Londres via Gibraltar el general Prim acompanado de los progresistas Praxedes Mateo Sagasta y Manuel Ruiz Zorrilla antes de que llegaran desde Canarias en un vapor alquilado con dinero del duque de Montpensier los generales unionistas que estaban alli desterrados encabezados por el general Francisco Serrano 8 Prim y Topete decidieron no esperar y el 18 de septiembre se sublevaba Topete al frente de la escuadra Al dia siguiente tras la llegada de Serrano y los generales unionistas desde Canarias Topete leyo un manifiesto redactado por el escritor unionista Adelardo Lopez de Ayala en el que se justificaba el pronunciamiento y que acababa con un grito Viva Espana con honra que se haria celebre Segun Josep Fontana el manifiesto era un autentico prodigio de ambiguedad politica 9 Espanoles la ciudad de Cadiz puesta en armas con toda su provincia niega su obediencia al gobierno que reside en Madrid segura de que es leal interprete de los ciudadanos y resuelta a no deponer las armas hasta que la Nacion recobre su soberania manifieste su voluntad y se cumpla Hollada la ley fundamental corrompido el sufragio por la amenaza y el soborno muerto el Municipio pasto la Administracion y la Hacienda de la inmoralidad tiranizada la ensenanza muda la prensa Tal es la Espana de hoy Espanoles quien la aborrece tanto que no se atreva a exclamar Asi ha de ser siempre Queremos que una legalidad comun por todos creada tenga implicito y constante el respeto de todos Queremos que un Gobierno provisional que represente todas las fuerzas vivas del pais asegure el orden en tanto que el sufragio universal echa los cimientos de nuestra regeneracion social y politica Contamos para realizar nuestro inquebrantable proposito con el concurso de todos los liberales unanimes y compactos ante el comun peligro con el apoyo de las clases acomodadas que no querran que el fruto de sus sudores siga enriqueciendo la interminable serie de agiotistas y favoritos con los amantes del orden si quieren ver lo establecido sobre las firmisimas bases de la moralidad y del derecho con los ardientes partidarios de las libertades individuales cuyas aspiraciones pondremos bajo el amparo de la ley con el apoyo de los ministros del altar interesados antes que nadie en cegar en su origen las fuentes del vicio y del ejemplo con el pueblo todo y con la aprobacion en fin de la Europa entera pues no es posible que en el consejo de las naciones se haya decretado ni decrete que Espana ha de vivir envilecida Espanoles acudid todos a las armas unico medio de economizar la efusion de sangre no con el impulso del encono siempre funesto no con la furia de la ira sino con la solemne y poderosa serenidad con que la justicia empuna su espada Viva Espana con honra El manifiesto Espana con honra que redacto Adelardo Lopez de Ayala y firmaron el Duque de la Torre Juan Prim Domingo Dulce Ramon Nouvilas Rafael Primo de Rivera Antonio Caballero y Fernandez de Rodas y Juan Bautista Topete estaba llamado a ser uno de los emblemas basicos de la Espana liberal y democratica 10 Fragata blindada Zaragoza En los dias siguientes el levantamiento se fue extendiendo por el resto del pais empezando por Andalucia El 20 de septiembre se formaba en Sevilla la primera junta que publico un manifiesto en el que exponia una serie de reivindicaciones populares como la abolicion de las quintas y los consumos o la libertad religiosa que iban mucho mas lejos que lo ofrecido en el manifiesto leido por Topete 11 Prim por su parte a bordo de la fragata blindada Zaragoza recorrio la costa mediterranea logrando que se sumaran al movimiento todas las ciudades riberenas desde Malaga hasta Barcelona 12 El dia anterior 19 de septiembre Gonzalez Bravo dimitio y la reina Isabel II nombro para sustituirle al general Jose Gutierrez de la Concha quien mantuvo a casi todos los ministros del gobierno anterior y puso a Gonzalez Bravo al frente del ministerio de Gobernacion El general de la Concha organizo en Madrid un ejercito como pudo dada la falta de apoyo que encontro entre los mandos militares ni un solo general se me presento entonces ni aun despues para pedirme un puesto para combatir la revolucion afirmaria mas tarde y lo envio a Andalucia al mando del general Manuel Pavia y Lacy Marques de Novaliches para que acabara con la rebelion Al mismo tiempo aconsejo a la reina que volviera a Madrid desde San Sebastian donde estaba de veraneo al igual que el padre Claret que le dijo Si su majestad fuera una muneca me la pondria en el bolsillo y echaria a correr a Madrid para salvar a Espana de su revolucion Sin embargo al poco tiempo de iniciar el viaje en tren a Madrid el general de la Concha le envio un telegrama a la reina pidiendole ahora que siguiera en San Sebastian porque las situacion de las fuerzas leales habia empeorado 13 Madrid la Puerta del Sol en la manana del 29 de septiembre de 1868 de Urrabieta en El Museo Universal El 28 de septiembre tuvo lugar la decisiva batalla de Alcolea en la provincia de Cordoba en la que la victoria fue para las fuerzas sublevadas al mando del general Serrano que contaron con el apoyo de millares de voluntarios armados Al dia siguiente el levantamiento triunfaba en Madrid y el dia 30 Isabel II abandonaba Espana desde San Sebastian 14 En el mensaje dirigido por la reina a la nacion al poner mi planta en tierra extranjera advertia de que no renunciaba a la integridad de mis derechos ni podran afectarle en modo alguno los actos del gobierno revolucionario y menos aun los acuerdas de las asambleas que habran de formarse necesariamente al impulso de los furores demagogicos con manifiesta coaccion de las conciencias y de las voluntades Entonces termino toda resistencia de las fuerzas leales a la reina y el 8 de octubre se formaba un gobierno provisional presidido por el general Serrano y del que formaban parte el general Prim y el almirante Topete Se sellaba asi el triunfo de la que seria llamada la Revolucion de 1868 o La Gloriosa que habia puesto fin al reinado de Isabel II 11 El Gobierno Provisional en 1869 De izquierda a derecha Laureano Figuerola Hacienda Praxedes Mateo Sagasta Gobernacion Manuel Ruiz Zorrilla Fomento Juan Prim Guerra Francisco Serrano presidente del gobierno provisional Juan Bautista Topete Marina Adelardo Lopez de Ayala Ultramar Antonio Romero Ortiz Gracia y Justicia y Juan Alvarez Lorenzana Estado Foto de J Laurent Como en 1840 y 1854 el esquema del pronunciamiento aparece con toda claridad primero el resentimiento de los generales politicos por su alejamiento del poder y la justificacion de este resentimiento en principios teoricos despues la etapa de los sondeos y los compromisos por ultimo el pronunciamiento mismo acompanado de las proclamas emocionales y vibrantes en las que se hace un llamamiento al pueblo y en las que se expone mejor lo que no se quiere que lo que se proyecta hacer Sin embargo el de 1868 presenta algunas novedades el objetivo del pronunciamiento no se dirige solo contra un Gobierno corrompido sino contra la misma persona de la Reina a la que se juzga incompatible con la honradez y la libertad que los pronunciados proclaman su difusion desde la periferia donde tienen su fuerza es muy rapida imponiendose desde ella al centro y finalmente la misma naturaleza del compromiso contraido por los conspiradores era una novedad sin precedentes el que fuera una Asamblea Constituyente elegida por sufragio universal directo la que decidiese el tipo de gobierno que debia tener el pais 15 Que un clasico pronunciamiento se convirtiera en la Revolucion Gloriosa de 1868 se debio segun Maria Victoria Lopez Cordon al entusiastico apoyo que le dieron la burguesia las clases ciudadanas y en algunos casos los campesinos Fue esta participacion unida al deseo de cambio que experimentaba la mayoria del pais y al rapido desmoronamiento de la Espana oficial lo que produjo el facil espejismo de convertir el pronunciamiento de Cadiz en la Revolucion de Septiembre de 1868 16 En la misma direccion apunta Manuel Suarez Cortina cuando senala que lo que buscaban tanto la Union Liberal como el Partido Progresista este ultimo en un sentido mas radical era eliminar los obstaculos que permitieran culminar el transito hacia una sociedad plenamente burguesa donde el sistema capitalista funcionara de un modo racional mientras que el Partido Democrata si buscaba un cambio real en las condiciones de vida y era el que reclamaba junto a una verdadera democracia asentada sobre el sufragio universal la liquidacion de aquellas medidas que mas afectaban a las clases populares quintas consumos una autentica adhesion a Europa La revolucion democratica era la meta que movilizo a aquellos sectores populares que organizaron las barricadas y sostuvieron con su actitud las Juntas revolucionarias que mas tarde el Gobierno Provisional se ocupo de desarticular 17 El debate historiografico sobre las causas de la revolucion Editar La historiografia liberal del siglo XIX explico la revolucion de 1868 por motivos politicos Segun esta vision durante el reinado de Isabel II se produjo un enfrentamiento entre dos ideologias una casi absolutista reaccionaria clerical representada por el Partido Moderado y por la Corona y su camarilla y otra liberal reformista anticlerical que no anticatolica y progresista Asi la revolucion de 1868 significaba el triunfo de la segunda sobre la primera como lo demostraba el grito que resono fuertemente durante La Gloriosa Viva la Soberania Nacional Abajo los Borbones 18 En 1957 el historiador catalan Jaume Vicens Vives cuestiono que los motivos politicos fueran suficientes para explicar la revolucion y defendio que habia que tener en cuenta la dificil coyuntura economica por la que atravesaba Espana en aquellos momentos a causa de la crisis financiera de 1866 lo que explicaria que la burguesia se separase del regimen isabelino para derribar el incompetente gobierno del Partido Moderado y el propio trono de Isabel II que era quien lo sustentaba Esta tesis fue desarrollada a finales de los anos 1960 y principios de la decada de 1970 coincidiendo con el primer centenario de la revolucion por una serie de historiadores como Nicolas Sanchez Albornoz Manuel Tunon de Lara Gabriel Tortella y Josep Fontana Este ultimo publico en 1973 un libro en el que su capitulo mas extenso se titulaba Cambio economico y crisis politica Reflexiones sobre las causas de la revolucion de 1868 que ejerceria una gran influencia y en el que senalaba que buena parte de los politicos y militares que protagonizaron la revolucion tenian intereses en las companias ferroviarias cuyas crecientes perdidas habian desencadenado la crisis financiera de 1866 el general Serrano por ejemplo era el presidente de la Compania de los Ferrocarriles del Norte que atravesaba graves problemas que solo una subvencion del Estado podria solucionar Ademas habia que considerar la importancia de otra crisis de raiz economica paralela a la crisis financiera la crisis de subsistencias de 1867 1868 resultado de las malas cosechas de aquellos anos que provoco una grave escasez y carestia de productos basicos como el pan y que afecto muy duramente a las clases populares Todos estos estudios abrieron un gran debate especialmente cuando Miguel Artola por aquellos mismos anos volvio a defender la primacia de los factores politicos sobre los factores economicos y sociales para explicar la revolucion 19 En el ano 2000 Gregorio de la Fuente publico un estudio sobre la Revolucion de 1868 20 en el que defendio la tesis de que la La Gloriosa se habia producido como resultado del conflicto entre dos sectores de las elites politicas de la era isabelina un sector revolucionario encabezado por el Partido Progresista aliado con el Partido Democrata y liderado por el general Prim y un sector conservador que apoyaba a Isabel II y que estaba integrado inicialmente por el Partido Moderado liderado por el general Narvaez y por la Union Liberal del general Leopoldo O Donnell y que fracaso en su intento de volver a integrar en el regimen a los progresistas Precisamente la muerte de estos dos lideres el primero en abril de 1868 y el segundo en noviembre del ano anterior fue un elemento decisivo en la caida de Isabel II pues con el fallecimiento del primero el regimen perdio a su principal bastion defensivo por la influencia que tenia en el Ejercito y con el fallecimiento del segundo desaparecia el ultimo obstaculo que impedia que la Union Liberal se pasara al campo revolucionario lo que sello la suerte final de la monarquia de Isabel II 21 En el estudio de De la Fuente asimismo se criticaba la tesis de la causalidad economica y social de la revolucion de 1868 elaborada en los anos 1970 Asi De la Fuente senalaba que la crisis financiera de 1866 habia afectado a toda la elite politica isabelina por igual por lo que no explicaba que un sector de ella se mantuviera del lado de Isabel II y otro del lado revolucionario y por tanto habia que descartar a la crisis financiera como una de las principales causas de la revolucion De hecho se podia constatar que la mayoria de los hombres de negocios banqueros y grandes comerciantes y empresarios ni colaboraron ni se sumaron al pronunciamiento En cuanto a la crisis de subsistencias de 1867 1868 De la Fuente tambien la descartaba como causa directa de la revolucion porque la movilizacion popular se produjo despues de la revolucion y como consecuencia del mayor margen de libertad que trajo consigo y no antes 22 Sin embargo Josep Fontana en un libro publicado en 2007 reafirmaba la importancia de las causas economicas de la revolucion de 1868 La revolucion de 1868 fue un movimiento organizado desde arriba por politicos y militares que tenian unos objetivos limitados acabar con el bloqueo del sistema parlamentario que impedia el acceso al poder de los progresistas e implantar unas medidas de urgencia para resolver la mala situacion economica en particular la de las empresas ferroviarias 23 Una sintesis del relativo consenso que se ha alcanzado en la actualidad en el debate sobre las causas de la revolucion de 1868 la podemos encontrar en dos libros publicados en 2006 y 2007 24 25 En el segundo de ellos Juan Francisco Fuentes resume asi el estado de la cuestion 6 Conviene descartar pues interpretaciones simplistas del final de la Monarquia isabelina basadas en una relacion causa efecto entre la crisis economica y la Revolucion de 1868 en la que tanto protagonismo tuvieron algunos politicos y generales directamente afectados por la situacion de las empresas financieras y ferroviarias Pero tampoco se puede ignorar la importancia que aquella gran crisis del capitalismo espanol iniciada en 1864 tuvo en la percepcion general de las elites politicas y economicas el convencimiento de que el regimen isabelino reducido finalmente a una pequena camarilla politico clerical se habia aislado por completo de la realidad nacional A los ojos de una buena parte de la sociedad espanola aquello era el final de una epoca Una grave crisis de subsistencias en los anos 1867 1868 acabaria de generalizar esa sensacion de catastrofe nacional que se apodera del pais en la ultima etapa del reinado de Isabel IIConsecuencias EditarArticulo principal Gobierno Provisional de 1868 1871 Prim Serrano y Topete subastan los atributos del trono espanol durante la busqueda de un nuevo rey Publicado en La Flaca en abril de 1869 La reina Isabel II de Espana en su exilio de Paris A partir del triunfo de la revolucion y durante seis anos conocidos como el Sexenio Democratico 1868 1874 se intentara crear en Espana un nuevo sistema de gobierno La coalicion de liberales moderados y republicanos se enfrentaba a la tarea de encontrar un mejor gobierno que sustituyera al de Isabel Al principio las Cortes rechazaron el concepto de una republica para Espana y Serrano fue nombrado regente mientras se buscaba un monarca adecuado para liderar el pais Previamente se habia aprobado una constitucion de corte liberal que fue promulgada por las cortes en 1869 La busqueda de un Rey apropiado demostro finalmente ser mas que problematica para las Cortes Juan Prim el eterno rebelde contra los gobiernos isabelinos fue nombrado dirigente del gobierno en 1869 y el general Serrano seria regente y suya es la frase Encontrar a un rey democratico en Europa es tan dificil como encontrar un ateo en el cielo Se considero incluso la opcion de nombrar rey a un anciano Espartero aunque encontro el rechazo del propio general que no obstante obtuvo ocho votos en el recuento final Muchos proponian al joven hijo de Isabel Alfonso que posteriormente seria el rey Alfonso XII de Espana pero la sospecha de que este podria ser facilmente influenciable por su madre y que podria repetir los fallos de la anterior reina hacian que no fuera una alternativa viable Fernando de Sajonia Coburgo antiguo regente de la vecina Portugal fue considerado tambien como una posibilidad Otra de las posibilidades era el principe Leopoldo de Hohenzollern de la Casa Hohenzollern que fue propuesto por Otto von Bismarck y que provoco abiertamente el rechazo de Francia hasta el punto de que el ministro de asuntos exteriores frances enviara el llamado Telegrama de Ems que posteriormente seria el detonante o la excusa para la Guerra Franco Prusiana Finalmente se opto por un rey italiano Amadeo de Saboya pero su reinado tan solo duro dos anos y un mes entre 1871 y 1873 Vease tambien EditarReinado de Isabel II de Espana Sexenio Democratico Constitucion espanola de 1869Referencias Editar Lopez Cordon 1976 p 1 Vilches 2001 p 70 a b c Vilches 2001 p 71 Fuentes 2007 pp 229 230 Fontana 2007 El panico se extendio por todo el pais donde afecto inicialmente a sociedades de credito y a bancos que arrastraban en su caida a otras empresas que se encontraban sin liquidez y con una demanda reducida como consecuencia de la ruina de quienes habian colocado sus ahorros en obligaciones de bancos y ferrocarriles p 330 a b Fuentes 2007 p 233 Fuentes 2007 p 228 Fontana 2007 Prim que estaba tomando aguas en Vichy burlo la vigilancia francesa y escapo a Londres donde el 12 de septiembre embarco para Gibraltar en un buque que hacia la travesia hacia la India disfrazado de ayuda de camara de unos aristocratas britanicos y acompanado por Ruis Zorrilla y por Sagasta p 351 Fontana 2007 pp 351 352 Suarez Cortina 2006 p 22 a b Fuentes 2007 p 235 Fontana 2007 p 352 Fontana 2007 pp 352 353 Fontana 2007 El 30 de septiembre a las once de la manana salio para la frontera francesa en medio de la indiferencia general el tren que llevaba al exilio a la reina acompanada de su familia el rey consorte la abandonaria muy pronto para irse a vivir con Meneses y de toda su corte de los milagros p 354 Lopez Cordon 1976 p 13 Lopez Cordon 1976 p 17 Suarez Cortina 2006 p 233 De la Fuente 2002 p 53 De la Fuente 2002 pp 44 46 De la Fuente 2002 De la Fuente 2002 pp 46 47 De la Fuente 2002 pp 53 57 Fontana 2007 pp 354 355 Suarez Cortina 2006 De todos modos esta situacion de crisis politica no es del todo comprensible sin la existencia de una fuerte crisis economica y de subsistencias que se dejo sentir con fuerza en el pais desde 1864 Ambas crisis dan sentido tanto a la intervencion de la elite economica como a la participacion de las masas populares en el proceso revolucionario Fuentes 2007 Bibliografia Editar De la Fuente Gregorio 2000 Los revolucionarios de 1868 elites y poder en la Espana liberal Madrid Marcial Pons ISBN 84 95379163 2002 Actores y causas de la revolucion de 1868 En Rafael Garcia Serrano ed Espana 1868 1874 Nuevos enfoques sobre el Sexenio Democratico Valladolid Junta de Castilla y Leon ISBN 84 9718 089 5 Fontana Josep 2007 La epoca del liberalismo Vol 6 de la Historia de Espana dirigida por Josep Fontana y Ramon Villares Barcelona Critica Marcial Pons ISBN 978 84 8432 876 6 Fuentes Juan Francisco 2007 El fin del Antiguo Regimen 1808 1868 Politica y sociedad Madrid Sintesis ISBN 978 84 975651 5 8 Lopez Cordon Maria Victoria 1976 La revolucion de 1868 y la I Republica Madrid Siglo XXI ISBN 84 323 0238 4 Suarez Cortina Manuel 2006 La Espana Liberal 1868 1917 Politica y sociedad Madrid Sintesis Vilches Jorge 2001 Progreso y Libertad El Partido Progresista en la Revolucion Liberal Espanola Madrid Alianza Editorial ISBN 84 206 6768 4 Enlaces externos EditarLa caida de Isabel II a traves de la prensa Los abolicionistas entre 1833 y la revolucion de 1868 Datos Q1540751 Multimedia Glorious Revolution Spain Obtenido de https es wikipedia org w index php title Revolucion de 1868 amp oldid 139930457, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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