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Cisma de Occidente

El Cisma de Occidente, también conocido como Gran Cisma de Occidente (distinto del Gran Cisma de Oriente y Occidente), y a menudo llamado Cisma de Aviñón, hace referencia a la división que se produjo en la Iglesia católica en el periodo comprendido entre 1378 y 1417, cuando dos obispos, y a partir de 1410 incluso tres, se disputaron la autoridad pontificia.[1]

Miniatura del siglo XV de un manuscrito de las Crónicas de Jean Froissart, que representa el Gran Cisma de la Iglesia católica iniciado en 1378.

Antecedentes históricos

La difícil situación de la relación entre el reino de Francia y el Papado, que venía arrastrándose desde los conflictos de Bonifacio VIII con Felipe el Hermoso, era una de las causas por las que los últimos cónclaves habían sido especialmente largos. La división en el seno del colegio cardenalicio se prolongaba ya que algunos consideraban que los papas de Aviñón eran demasiado serviles a la política del monarca francés. Por otro lado, el regreso a Roma se hacía imposible por las divergencias políticas entre familias que mantenían en pie de guerra la ciudad.[2]

A estas cuestiones que causaban una constante división entre los cardenales hay que añadir la progresiva toma de conciencia de estos del poder que tenían al ser quienes elegían al papa. Durante los cónclaves se requería que quien fuera el elegido siguiera una serie de políticas y hasta se dejaba escrito que se procedería de ese modo. Pero dado que tales juramentos y acuerdos eran completamente ilegales –los documentos escritos de los cónclaves no los mencionaban– los papas luego se sentían con la libertad de no seguir tales acuerdos. Y para evitar que a raíz de esta actitud, los cardenales se le opusieran, se apresuraba a nombrar cardenales a personas de su entorno propiciando el nepotismo.[3]

El ambiente intelectual también había cambiado. A la propuesta de conciliación de la teología con la filosofía aristotélica realizada por Tomás de Aquino se había opuesto primero Duns Scoto y luego Guillermo de Ockham generando una tendencia antirracionalista dentro de la cristiandad y otro foco de división que sería determinante en el cisma.

El tan deseado regreso del papa Gregorio XI a Roma no había solucionado los problemas políticos que había en Roma y estando a punto de abandonar de nuevo la ciudad, el papa falleció en el año 1378.

El cónclave de 1378

El Cónclave para la elección del nuevo pontífice de la Iglesia se celebró en Roma; los habitantes de la ciudad no querían que el futuro papa se instalase de nuevo en Aviñón[3]​ y por ello se produjeron importantes disturbios, no solo en la ciudad, sino en toda la península. Se impidió a los cardenales abandonar Roma. Incluso algún cardenal fue agredido, como Bertrand Lagier. Las autoridades municipales de la ciudad hicieron saber a los cardenales que no podrían contener a las turbas si la elección no se realizaba según su gusto. Sin embargo, la situación no era tan peligrosa ya que los cardenales no tomaron todas las medidas que, en caso de temer por sus vidas, habrían puesto: los grupos armados que los acompañaban quedaron fuera de la ciudad y no usaron el Castillo Sant'Angelo (que estaba más protegido) para el cónclave, sino que decidieron reunirse en la basílica de San Pedro.[4]

El cónclave comienza el 7 de abril de 1378 con 16 cardenales (10 de los cuales eran franceses).[5]​ Mientras van llegando los cardenales, las turbas romanas les gritan enfervorizadas: «Romano, romano lo volemo, o almanco italiano» («lo queremos romano, romano, o al menos italiano»).[6]​ Luego entraron en las estancias pontificias amenazando a los electores. Los cardenales hicieron saber a las autoridades civiles que, si continuaban las presiones, la elección no podría considerarse válida.[7]

Al día siguiente el cardenal Giacomo Orsini propuso la elección de un papa de compromiso que fuera temporal mientras se pudiera organizar un cónclave con la necesaria seguridad.[8]​ La propuesta fue rechazada unánimemente.[3]​ Finalmente y a instancias de los cardenales Pedro de Luna y Jean de Cros, fue elegido el arzobispo de Bari, Bartolomeo de Prignano, quien tomaría el nombre de Urbano VI.[9]​ El elegido no era cardenal y por tanto no se encontraba entre los electores. Dos se oponen: el cardenal de Bretaña y el cardenal Guillaume de Noellet. El primero luego concede su voto al candidato de los demás y el segundo anuncia que seguirá a la mayoría. En cambio, el cardenal Orsini considera que, debido a la situación de presión, la elección podría ser inválida y por tanto vota en contra.[9]​ La noticia no se anuncia inmediatamente.

A media mañana el cardenal Orsini anuncia a las turbas que se tendría un papa italiano antes del fin del día. Luego convoca a siete obispos para evitar que se conociera la noticia antes de tiempo. Al comer, se renueva la votación y 12 cardenales votan a favor de Prignano. Pero la situación se vuelve nuevamente difícil por la presión de la multitud. Orsini pide a todos que se dirijan a la Basílica de san Pedro: esto llevó a una confusión pues pensaron que el elegido era el prior de la basílica, es decir, el cardenal Tebaldeschi, a quien hicieron los honores.[9]​ Pero algunos supusieron que se trataba de una dilación debido a que el elegido no era italiano, y entonces arremetieron contra los cardenales. En la confusión, los asaltantes, inducidos por la confusa pronunciación de un monseñor francés presente en el lugar, que quiso decir «Bari», creyeron que el elegido era el obispo Jean de Bar. Esto acrecentó la furia de la turba. La confusión era enorme y en medio de ella los cardenales abandonaron el palacio papal, siendo incluso agredidos.

Inicio del Cisma

Inicio del Pontificado de Urbano VI

El día 9 de abril los cardenales que se quedaron en Roma (doce cardenales) aprueban la entronización del papa recién elegido aunque varios de ellos se niegan a salir de sus casas por temor a las turbas. Los días siguientes la situación se tranquiliza, lo que permite que regresen a Roma los demás electores. El 18 el nuevo papa fue coronado por Orsini. El 24 de junio Urbano recibió la carta de aprobación de los cardenales que se habían quedado en Aviñón.

El nuevo pontífice era partidario de una reforma de la Iglesia y desde el inicio no ahorró críticas al modo de vida de los cardenales, tales como Jean de La Grange, que llevaban una vida de lujos y exagerada pomposidad.[10]​ También dispensó un trato poco amable a los embajadores de Nápoles y de Fondi granjeándose la enemistad de sus señores. Unos días después de su elección reprendió a los obispos presentes por estar en Roma y no al frente de sus diócesis. El cardenal obispo de Pamplona, Martín de Zalba, se enfrentó a él negando la acusación, alegando que estaba en Roma como refrendario del papa.

La declaración de Anagni y el cisma de Fondi

Finalmente, con el verano, los cardenales salieron de Roma y algunos de ellos comenzaron a oponerse abiertamente al papa. Cuatro de los electores, precisamente los italianos, son los únicos que se quedan en Roma. Los demás se reúnen en Anagni y el 2 de agosto declaran que la elección realizada doce días antes era inválida por falta de libertad de los cardenales.[6]​ A este acto siguieron una serie de negociaciones en que incluso los cardenales italianos titubearon solicitando la celebración de un concilio.

El 9 de agosto el grupo de Anagni endureció su posición y comenzó a buscar apoyos políticos pues era evidente ya que Urbano no cedería, ni consentiría que se celebrase un nuevo cónclave. Luego se trasladaron a Fondi, donde recibieron también el apoyo militar de la reina de Nápoles, Juana I. En septiembre Borsano, Corsini y Orsini se unieron a los cardenales de Fondi y el rey francés les hizo saber su apoyo. El 18 de septiembre, Urbano VI –que ya no contaba con el apoyo de ningún cardenal– decidió nombrar un nuevo colegio: 29 cardenales (20 italianos) y de este modo seguir adelante. Con estos antecedentes, el 20 de septiembre se produjo un nuevo cónclave que eligió a Roberto de Ginebra, quien tomó la denominación de Clemente VII.[11]​ Era el inicio formal del cisma.

 
En el mapa se puede apreciar la división en la que se vio inmersa Europa durante el Cisma de Occidente. Unos reinos dieron su obediencia al papa de Aviñón (en anaranjado), otros al papa de Roma (en azul) y otros, según la conveniencia, cambiaron de bando una o más veces.[12]

Cristiandad dividida

División de los reinos y señoríos

Al parecer el apoyo del rey francés fue decisivo para los cardenales de Fondi: se le achaca haberlo hecho porque quería que los papas volvieran a Aviñón y por su parentesco con el finalmente elegido papa, Clemente. En cuanto se eligió a Clemente en el cónclave de Fondi, el rey francés reunió a su consejo y decidieron apoyarlo. Sin embargo, la universidad de París se opone y decide, al menos al inicio, mantenerse neutral.

Comenzó la «guerra de legados» que ambos papas enviaron a todos los reinos y señoríos. Tras Francia, el condado de Saboya y Escocia se alinean con Clemente. Inglaterra (no sin problemas en sus territorios dentro del continente) y el imperio germánico ya con Carlos IV, elegido ese mismo año, se ponen de parte de Urbano, aunque también algunos territorios del Imperio (los más occidentales y meridionales) se pasaron a la obediencia de Clemente.

En la península ibérica, el rey Enrique II de Castilla convoca una asamblea para estudiar el asunto en Illescas (diciembre de 1378). Pero no se llega a nada y se decide consultar a otros reinos. Hasta 1380 en que, tras una especie de sínodo realizado en Medina del Campo, el reino se decanta a favor de Clemente. Se anuncia oficialmente esta decisión en Salamanca en mayo de 1381 aun cuando parte del clero consideraba mejor la solución de la convocatoria de un concilio. En Aragón, el rey Pedro IV también se hizo aconsejar por medio de asambleas y ante la imposibilidad de que una de las partes prevaleciera, tomó la original decisión de declararse «neutral» y disponer de la financiación del clero asumiendo también las rentas de la Cámara Apostólica. Así se mantuvo hasta que murió. Por su parte, Carlos II de Navarra también se mantuvo neutral. El rey Fernando I de Portugal se decanta por Clemente a fines de 1379, pero reconoció a Urbano en 1381 y volvió a la obediencia a Aviñón el año siguiente, siempre de acuerdo con los movimientos políticos de la corona. Tras la batalla de Aljubarrota (1385) se pasarán definitivamente a los «urbanitas».[8]

Como se ha mencionado anteriormente, en la península itálica tanto Fondi como Nápoles se unen desde el inicio a los cardenales contrarios a Urbano y luego al papa Clemente. A estos se suman el Marquesado de Montferrato, Viterbo. Apoyaban a Urbano: Florencia, Pisa y Perugia. Milán se mantuvo entre ambas obediencias. En Italia además se dieron los primeros enfrentamientos armados que buscaban la prevalencia de uno de los papas. El primero ocurrió en Carpineto (1379) y terminó con la victoria urbanista. La situación se agravó de tal manera que Clemente tuvo que huir primero a Nápoles (donde las turbas le gritaban de todo a pesar del apoyo de la reina) y luego a Aviñón.[9]

Evidentemente tras una separación tal de la cristiandad estaban las alianzas políticas del momento. Las universidades también se dividieron, en general las que sostenían el nominalismo pasaron al papa Urbano. En cambio las que se mantuvieron tomistas fueron seguidoras de Clemente o se mantuvieron neutrales. Más curioso resulta el constatar que precisamente los reinos que apoyaron a Urbano fueron los que luego apoyarían más la Reforma protestante, con excepción de Italia y la península ibérica.

División de la Iglesia

Urbano y Clemente se excomulgaron uno al otro, de esa forma toda la cristiandad se encontró excomulgada. Los fieles católicos estaban confundidos, tenían delante a dos personas que decían y reclamaban ser el representante de Dios y de su Iglesia. El caos era tremendo, muchas diócesis con dos obispos, monasterios con dos abades, órdenes religiosas con dos generales, parroquias con dos párrocos, etc. Uno clementino y otro urbaniano.[13]​ Por ejemplo, los dominicos, que contaban con 24 provincias, 19 de ellas dieron su obediencia al papa de Roma, mientras que 5 al papa aviñonés.

Cada obediencia tenía incluso su santo, Catalina de Siena y Catalina de Suecia eran urbanistas, mientras que Coleta de Corbie y Vicente Ferrer estaban a favor de Clemente VII. Varios de ellos serían canonizados o beatificados por la Iglesia luego de la unificación.

Algunos, como el arzobispo de Toledo, decidieron permanecer neutrales ante la duda. De hecho, en la Eucaristía rezaba pro illo qui est verus papa, «por quien es el verdadero papa».[9]

Intentos de solución

Via facti: por medio de la guerra

Tras el cónclave de Fondi (1378), la reina Juana de Nápoles se adhirió al grupo que seguía al antipapa Clemente VII pero esta era la opción menos popular entre la población, que quería un papa italiano. El conde de Anjou, Luis I de Anjou, tras encontrarse con Clemente VII pensó en una solución que implicaba el uso de las armas contra el papa Urbano VI usando la base de Nápoles. Para ello, la reina adoptaría a Luis I como hijo y el papa Clemente reconocería oficialmente la adopción, luego este se haría con un ejército que entraría en Nápoles y desde allí comenzaría la guerra contra Urbano. El 29 de junio de 1380, Juana adoptó a Luis I, haciéndolo su heredero, pero la acción en Nápoles tuvo que esperar debido a la muerte del rey francés. En respuesta Urbano declaró hereje a la reina Juana, la depuso y nombró rey a Carlos de Durazzo. El 16 de julio de 1381, Carlos III, que tomó ese nombre, se hizo con Nápoles aunque la reina resistió en el Castel Nuovo hasta el 2 de septiembre.

El conde de Anjou no se dio por vencido: se hizo nombrar heredero oficial por el papa Clemente VII y formó un ejército en mayo de 1382. Atravesó Italia pero en julio la reina muere o es asesinada y su ejército disperso y falto de fondos, aunque gana algunas batallas es finalmente arrinconado en Tarento. Se retira a Bari y luego el conde enferma y muere el 21 de septiembre de 1384. Así, los intentos de acabar el cisma por las armas se mostraron fallidos.

Via concilii: por medio del concilio

Tras el primer recurso a las armas, y al tiempo de este, se intentaron otras vías para la reconciliación: la primera de ellas es la via cessionis, que pretendía que uno de los dos papas, o los dos, abdicaran; la segunda era la via compromossionis, con la que se aceptaba el arbitraje de un tercero y se acataba la decisión final de este; y finalmente la via concilii, que consistía en que los dos papas debían aceptar el juicio de un concilio ecuménico. También quienes querían acabar con el cisma buscaban algún sistema teológico que permitiera deponer a los papas o juzgar su proceder o la validez del cónclave.[13]

En este momento se desarrolló con fuerza la doctrina conciliarista, que hunde sus raíces sobre todo en las doctrinas de Guillermo de Ockam y Marsilio de Padua, quienes afirmaban la superioridad de un concilio general sobre el papa. Algunas universidades famosas como las de Oxford, Salamanca y París fueron los principales núcleos del conciliarismo.[14]

Los problemas para la celebración del deseado concilio no eran solo de naturaleza teórica o teológica sino también política dada la división de toda Europa. De todos modos no fueron pocos los que se dedicaron a reflexionar sobre el problema como por ejemplo, Conrado de Gelnhausen, Enrique de Langenstein o Pierre d'Ailly. Dado que el rey de Francia, impulsado por el Conde de Anjou, buscaba la solución por la fuerza del cisma, hizo presión para acallar las voces favorables al concilio: los profesores terminaron por abandonar la universidad y trasladarse a ciudades del imperio donde podían seguir enseñando sus tesis tanto conciliaristas como nominalistas.

Recrudecimiento del Cisma

Urbano VI murió en 1389. Se pensó que con su muerte se llegaría al final del conflicto, sin embargo, los cardenales fieles al difunto papa escogieron al cardenal Piero Tomacelli como su sucesor. El nuevo pontífice romano tomó el nombre de Bonifacio IX. De igual modo procedieron los cardenales disidentes, tras la muerte de Clemente VII, acaecida el 16 de septiembre de 1394, se reunieron en cónclave en Aviñón, a pesar de la negativa de los reyes, y eligieron pontífice al cardenal Pedro de Luna, quien tomó el nombre de Benedicto XIII. El cisma se recrudeció en la sede de Roma, a Bonifacio IX, le sucedió primero Inocencio VII (1404-1406) y luego Gregorio XII (1406-1415). El papa aviñonés en cambio permaneció en el solio pontificio hasta el fin del cisma.[13]​ Este era de carácter mucho menos manejable que su antecesor, los franceses cambiaron de bando y se inclinaron por encontrar una solución.

En la Universidad de París, Enrique de Langenstein y Conrado de Gelnhausen, pronto seguidos por Pedro de Ailly y por Jean Gerson, indicaron las «tres vías» que podían poner fin al cisma: el compromiso, la cesión y el concilio.

En 1407 se estuvo a punto de dar una solución al problema, los dos papas de entonces, Gregorio XII y Benedicto XIII, acordaron encontrarse en Savona, para abdicar conjuntamente y dar paso a una nueva elección. Sin embargo, los dos se arrepintieron y no estuvieron dispuestos a ceder el poder. En ese punto los perfiles se dirigían más hacia la solución de un concilio ecuménico, superior al papa.[14]

El Concilio de Pisa

Los cardenales disidentes, las ciudades del norte de Italia, el rey de Francia y por supuesto la Universidad de París llegaron al acuerdo de convocar un Concilio en Pisa, al cual se adhirieron los alemanes y los ingleses. El concilio comenzó el 25 de marzo del 1409, inmediatamente fueron llamados los dos papas (quienes no se presentaron) a comparecer en calidad de acusados y fueron depuestos el 5 de junio como herejes y cismáticos, basándose en las teorías de Ailly y Gerson. Los 24 cardenales presentes se reunieron en cónclave inmediatamente y eligieron como nuevo papa a Pedro Philargés, franciscano, humanista, profesor en Oxford y en París, de origen cretense, quien tomó el nombre de Alejandro V.

A pesar de la gran cantidad de obispos que habían acudido a Pisa y de que al papa elegido en el cónclave le siguieran en obediencia la mayoría de los reinos cristianos, la legitimidad de la convocatoria del concilio era dudosa. De hecho no todos los cardenales y teólogos estaban convencidos de que la autoridad de un concilio pudiese deponer a un papa (en cualquier situación), ni de cómo se podría llevar a término esa decisión. El concilio en vez de ser la solución, empeoró la situación, pues se pasó de un diabólico dualismo a un maldito trinomio.[15]

El pisano Alejandro V solo duró un año en el cargo, puesto que murió en Bolonia al año siguiente de su elección. Su sucesor, Baldassare Cossa, será elegido por los cardenales pisanos el 17 de mayo de 1410, y tomará el nombre de Juan XXIII. En Italia, continuó la lucha en Nápoles y Roma, el embrollo llegó a su colmo. Tomada Roma por Juan XXIII y saqueada por Ladislao de Durazzo, aquel celebró en ella un nuevo concilio. Francia se mantenía desgarrada por la contienda entre los borgoñones y los Armagnacs (netamente galicanos).

Benedicto XIII, reconocido por Aragón, Navarra, Castilla y Escocia, se retiró a Barcelona y después, en 1411, a Peñíscola. Por su parte, Gregorio XII se vio obligado a huir a Gaeta y a Rímini por la deserción de los venecianos.

El Concilio de Constanza

Para muchos, la salvación de la Iglesia solo podía venir del emperador, que era el único que tenía poder para convocar un concilio ecuménico fuera del papa. Segismundo, elegido rey de los Romanos en 1410, había dado su obediencia a Juan XXIII, pero soñaba con desempeñar la función de mediador. Convocó el 30 de octubre de 1413 un gran concilio para la unión, en la ciudad imperial de Constanza. El 9 de diciembre del mismo año, Juan XXIII confirma la convocatoria, creyendo que podía ser en beneficio suyo.[15]

El concilio de Constanza inició el 5 de noviembre de 1414,[16]​ Una vez reunida la asamblea, todo se puso a discusión: los derechos del concilio, del papa, del emperador, organización de los escrutinios (individualmente o por «nación»), reforma de la Iglesia, entre otros temas. Juan XXIII, el único de los tres papas que estaba presente, se enemistó pronto con Segismundo y en vez de abdicar, huyó de noche disfrazado. Fue destituido, arrestado y hecho prisionero el 29 de mayo de 1415. En cuanto a Gregorio XII hizo leer un decreto por el que convocaba el concilio de Constanza (cuya legitimidad confirmaba de esta manera) ante Segismundo y renunció al pontificado.

Las negociaciones de Morella

Poco antes de la reunión del concilio, estando ya convocado, en 1414 se reunieron en Morella el rey de Aragón Fernando de Antequera, fray Vicente Ferrer y el antipapa Benedicto XIII (Papa Luna) en un intento de solucionar el cisma con la renuncia de este último.

El 18 de julio de 1414 Benedicto XIII hizo su entrada en Morella, a requerimiento del rey que se encontraba allí desde unos días antes. Entró a lomos de una mula y fue llevado bajo palio portado por el rey Fernando y otros caballeros hasta la iglesia arciprestal. Fernando tampoco descuidó hacer venir de Castilla a Vicente Ferrer, que a la sazón se hallaba predicando por aquellas tierras. El 15 de agosto se celebró la solemne misa, famosa en la historia de Morella, por concurrir a ella un rey, un papa y un santo.

Las negociaciones, infructuosas, duraron hasta que llegó la noticia de la muerte del rey Ladislao de Nápoles (6 de agosto) sin haber dejado sucesión directa, lo que obligó al rey a abandonar Morella. El papa volvió a Peñíscola a mediados de septiembre, y nunca renunció al papado, muriendo el 23 de mayo de 1423.[17]

Fin del Cisma

Ya solamente quedaba Benedicto XIII, y Segismundo viajó a Perpiñán para reunirse con él, pero no pudo vencer su intransigencia. Esto determinó a Castilla, a Navarra y, menos claramente, a Aragón a abandonarle y comparecer ante el concilio, en el cual estuvieron representadas desde entonces seis autoridades: la italiana, la francesa, la imperial, la inglesa, la navarra y la castellana. Benedicto XIII fue finalmente depuesto por el Concilio el 26 de julio de 1417 como cismático y hereje.[1]​ Entretanto, los principales impulsores del Concilio de Constanza estaban empeñados en la realización de la reforma de la Iglesia «en su cabeza y en sus miembros». Para conseguirlo proclamaron el 6 de abril de 1415 la superioridad del concilio sobre el papa[18]​ y que la autoridad de la Iglesia no reposaba ni sobre el papa ni sobre los cardenales, sino sobre la agregatio fidelium, cuya expresión la constituían las naciones.

A fin de asegurar lo acordado, se procedió a la censura de los escritos de Wycliff, el proceso y la condenación de Jan Hus (el 6 de julio de 1415), de Jerónimo de Praga (el 30 de mayo de 1416) y la discusión, con ocasión del asesinato del duque de Orleans, de la legitimidad del tiranicidio. Se votaron cinco decretos de reforma, entre los que se destacó el Decreto Frequens (del 9 de octubre de 1417), que imponía la celebración obligatoria de un concilio cada 10 años.

Elección de Martín V y fin del cisma

 
Virgen de la Misericordia, imagen de la Iglesia reconciliada luego del concilio de Constanza. Retablo Cadard (hacia 1444), de Enguerrand Quarton.

Los alemanes, inquietos por el estado de la Iglesia, quisieron ante todo decretar las reformas indispensables de la misma. Las otras naciones protestaron, por el contrario, contra toda demora en «hacer desaparecer la anomalía de una Iglesia sin jefe». Se decidió a agregar a los 23 cardenales, muy atacados por el concilio, otros 30 prelados (seis por nación). Otón Colonna fue elegido casi unánimemente el 11 de noviembre de 1417 y tomó el nombre de Martín V, quedando de este modo abierta la vía para restablecer la unidad en la Iglesia católica,[18]​ dando por finalizado un cisma de casi medio siglo.

Benedicto XIII, el papa Luna, siguió imperturbable en su postura y murió en 1423, a los 94 años en Peñíscola, a donde había mudado su sede, en el antiguo castillo de la Orden del Templo. Tras ello sus cardenales eligieron a su sucesor, Gil Sánchez Muñoz, que tomó el nombre de Clemente VIII, último papa de la obediencia de Aviñón, en el Salón del Cónclave del castillo de Peñíscola, lugar donde residió hasta su abdicación. Esta se produjo en 1429 en San Mateo, Castellón, debido a las presiones políticas del rey de Aragón, Alfonso V, por entonces ocupado en la conquista del Reino de Nápoles.[19]

Línea de papas del cisma

Papas y antipapas del Cisma de Occidente
Juan XXIII (antipapa)Juan XXIII (antipapa)Alejandro V (antipapa)Gregorio XIIInocencio VIIInocencio VIIBonifacio IXUrbano VIBenedicto XIII (antipapa)Clemente VII (antipapa)Martín VGregorio XI

Impacto sociocultural

La Iglesia de Occidente vivió uno de los momentos de mayor tensión en la Baja Edad Media. Durante el siglo XIV se da el largo episodio del Pontificado en Aviñón —trasladado a esta ciudad francesa por diferentes razones entre las que destacan la grave crisis que sufría Italia y el deseo de centralización fiscal por parte del papado— y el Cisma de Occidente con la elección simultánea de Urbano VI y Clemente VII.[20]​ La extinción del cisma se consigue con la elección de Martín V, en la centuria siguiente; pero, los problemas no se resuelven, surgiendo con fuerza la vía conciliarista.[13]

El triunfo del Pontificado se alcanzó con Martín V en el seno del concilio. Respecto a la cultura y la espiritualidad, las convulsiones sociales, la presencia de la guerra como un hecho permanente y las duras oleadas de peste que merman Europa, causas y consecuencias de sí mismas, inducen a la toma de posturas y sentimientos contrapuestos y extremos: el más absoluto idealismo y el realismo más desgarrado; movimientos de rígido ascetismo junto a una escandalosa inmoralidad.[20]

Aunque el foco central de la cultura siguió estando en manos de los clérigos, se observó una cierta secularización evidente en el laicismo humanista, cuyos primeros esbozos empezaron a aparecer en esta época.[13]

Véase también

Referencias

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  2. Erba, Andrea Maria; Guiducci, Pier Luigi (2008). «L'esilio avignonese». La Chiesa nella storia. Duemila anni di Cristianesimo (en italiano). Roma: Ellidice. pp. 299-304. ISBN 978-88-01-03810-1. 
  3. Llorca, Bernardino; García Villoslada, Ricardo (1967). «Regreso de los papas a la Ciudad Eterna». Historia de la Iglesia Católica. vol. III Edad Nueva (2ª edición). Madrid: BAC. pp. 160-181. 
  4. Baumgartner, Frederic J. (2005). Atrás de Puertas Cerradas. Macmillan. pp. 55-56. ISBN 0-312-29463-8. 
  5. Mollat, N. (1951). «Contribution à l'histoire du Sacré Collège de Clement V à Eugène IV». Revue d’histoire ecclésiastique (en francés) (46): 566-594. 
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  8. Llorca, Bernardino; García Villoslada, Ricardo. «El gran cisma de Occidente». Historia de la Iglesia Católica. pp. 181-236. 
  9. Mezzadri, Luigi (2001). «La túnica lacerata». Storia della Chiesa tra medioevo ed epoca moderna (en italiano). vol. 1 Dalla crisi della Cristianità alle riforme (1294-1492) (2ª edición). Roma: Edizione. pp. 83-102. ISBN 88-86655-64-9. 
  10. McGee Morganstern, Anne (1973). «The La Grange Tomb and Choir: A Monument of the Great Schism of the West». Speculum (en inglés) 48 (1): 52-69. 
  11. Fernández Pérez, Gregorio (1820). Historia de la iglesia y obispos de Pamplona, real y eclesiástica del reino de Navarra. Sucesión de los Reyes y Obispos; sus instituciones, arreglos y providencias eclesiásticas; usos, costumbres y disciplina de aquella Iglesia, y sus variaciones en diferentes siglos.. Madrid. Consultado el 21 de diciembre de 2014. 
  12. El mapa no es 100% correcto, pero da una idea de la situación de división de la cristiandad entre 1378 y 1317.
  13. Erba, Andrea Maria; Guiducci, Pier Luigi. «Lo scisma occidentale». La Chiesa nella storia. pp. 305-314. 
  14. Bihlmeyer, Karl; Tuechle, Hermann (2001). «Il grande scisma d'Occidente fino al concilio di Pisa (1378-1409)». Storia della Chiesa (en italiano). vol. 3, l'epoca delle riforme (10ª edición). Brescia: Morcelliana. pp. 58-69. ISBN 88-372-0665-8. 
  15. Jedin, Hubert (1978-1986). «Il concilio sta al disopra del papa?». Breve storia dei concili. I ventuno concili ecumenici nel quadro della storia della Chiesa (en italiano) (7ª edición). Roma-Brescia: Herder-Morcelliana. pp. 95-125. ISBN 88-372-1013-2. 
  16. Sahan, Thomas (1908). «Concilio de Constanza». Enciclopedia Católica. Nueva York. Consultado el 22 de noviembre de 2014. 
  17. Segura Barreda, José (1868). Morella y sus Adeas. tomo III. pp. 37-46. 
  18. Alberigo, Giuseppe (2004). «El concilio de Constanza». Historia de los concilios ecuménicos. Salamanca: Sígueme. pp. 189-201. ISBN 9788430111992. 
  19. Percivaldi, Elena (2014). «Il grande scisma (1378-1417)». Gli antipapi. Storia e segreti (en italiano). Roma: Newton Compton Editori. pp. 303-315. ISBN 978-88-541-7152-7. 
  20. Huizinga, Johan (1998). Autunno del medioevo (en italiano) (9ª edición). Milano: Bur Rizzoli. pp. 16-17. ISBN 978-88-17-11221-5. 

Bibliografía

  • Bernardo Bayona Aznar - José Antonio R.C. de Souza, Doctrinas y relaciones de poder en el Cisma de Occidente y en la época conciliar (1378-1449), Prensas Universitarias de Zaragoza, 2013, ISBN 978-84-15770-53-4
  • Vicente Ángel Álvarez Palenzuela, El cisma de Occidente, RIALP, Madrid 1982, ISBN 84-321-2187-8
  • Giancarlo Zizola, Il conclave. Storia e segreti, Newton & Compton editori, Palermo 2005, ISBN 88-541-0396-9
  • María Teresa, El cisma de Occidente, Ediciones RIALP, Madrid 1982, ISBN 84-321-2187-8

Enlaces externos

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El Cisma de Occidente tambien conocido como Gran Cisma de Occidente distinto del Gran Cisma de Oriente y Occidente y a menudo llamado Cisma de Avinon hace referencia a la division que se produjo en la Iglesia catolica en el periodo comprendido entre 1378 y 1417 cuando dos obispos y a partir de 1410 incluso tres se disputaron la autoridad pontificia 1 Miniatura del siglo XV de un manuscrito de las Cronicas de Jean Froissart que representa el Gran Cisma de la Iglesia catolica iniciado en 1378 Indice 1 Antecedentes historicos 2 El conclave de 1378 3 Inicio del Cisma 3 1 Inicio del Pontificado de Urbano VI 3 2 La declaracion de Anagni y el cisma de Fondi 4 Cristiandad dividida 4 1 Division de los reinos y senorios 4 2 Division de la Iglesia 5 Intentos de solucion 5 1 Via facti por medio de la guerra 5 2 Via concilii por medio del concilio 6 Recrudecimiento del Cisma 7 El Concilio de Pisa 8 El Concilio de Constanza 8 1 Las negociaciones de Morella 8 2 Fin del Cisma 9 Eleccion de Martin V y fin del cisma 10 Linea de papas del cisma 11 Impacto sociocultural 12 Vease tambien 13 Referencias 14 Bibliografia 15 Enlaces externosAntecedentes historicos EditarLa dificil situacion de la relacion entre el reino de Francia y el Papado que venia arrastrandose desde los conflictos de Bonifacio VIII con Felipe el Hermoso era una de las causas por las que los ultimos conclaves habian sido especialmente largos La division en el seno del colegio cardenalicio se prolongaba ya que algunos consideraban que los papas de Avinon eran demasiado serviles a la politica del monarca frances Por otro lado el regreso a Roma se hacia imposible por las divergencias politicas entre familias que mantenian en pie de guerra la ciudad 2 A estas cuestiones que causaban una constante division entre los cardenales hay que anadir la progresiva toma de conciencia de estos del poder que tenian al ser quienes elegian al papa Durante los conclaves se requeria que quien fuera el elegido siguiera una serie de politicas y hasta se dejaba escrito que se procederia de ese modo Pero dado que tales juramentos y acuerdos eran completamente ilegales los documentos escritos de los conclaves no los mencionaban los papas luego se sentian con la libertad de no seguir tales acuerdos Y para evitar que a raiz de esta actitud los cardenales se le opusieran se apresuraba a nombrar cardenales a personas de su entorno propiciando el nepotismo 3 El ambiente intelectual tambien habia cambiado A la propuesta de conciliacion de la teologia con la filosofia aristotelica realizada por Tomas de Aquino se habia opuesto primero Duns Scoto y luego Guillermo de Ockham generando una tendencia antirracionalista dentro de la cristiandad y otro foco de division que seria determinante en el cisma El tan deseado regreso del papa Gregorio XI a Roma no habia solucionado los problemas politicos que habia en Roma y estando a punto de abandonar de nuevo la ciudad el papa fallecio en el ano 1378 El conclave de 1378 EditarArticulo principal Conclave de 1378 El Conclave para la eleccion del nuevo pontifice de la Iglesia se celebro en Roma los habitantes de la ciudad no querian que el futuro papa se instalase de nuevo en Avinon 3 y por ello se produjeron importantes disturbios no solo en la ciudad sino en toda la peninsula Se impidio a los cardenales abandonar Roma Incluso algun cardenal fue agredido como Bertrand Lagier Las autoridades municipales de la ciudad hicieron saber a los cardenales que no podrian contener a las turbas si la eleccion no se realizaba segun su gusto Sin embargo la situacion no era tan peligrosa ya que los cardenales no tomaron todas las medidas que en caso de temer por sus vidas habrian puesto los grupos armados que los acompanaban quedaron fuera de la ciudad y no usaron el Castillo Sant Angelo que estaba mas protegido para el conclave sino que decidieron reunirse en la basilica de San Pedro 4 El conclave comienza el 7 de abril de 1378 con 16 cardenales 10 de los cuales eran franceses 5 Mientras van llegando los cardenales las turbas romanas les gritan enfervorizadas Romano romano lo volemo o almanco italiano lo queremos romano romano o al menos italiano 6 Luego entraron en las estancias pontificias amenazando a los electores Los cardenales hicieron saber a las autoridades civiles que si continuaban las presiones la eleccion no podria considerarse valida 7 Al dia siguiente el cardenal Giacomo Orsini propuso la eleccion de un papa de compromiso que fuera temporal mientras se pudiera organizar un conclave con la necesaria seguridad 8 La propuesta fue rechazada unanimemente 3 Finalmente y a instancias de los cardenales Pedro de Luna y Jean de Cros fue elegido el arzobispo de Bari Bartolomeo de Prignano quien tomaria el nombre de Urbano VI 9 El elegido no era cardenal y por tanto no se encontraba entre los electores Dos se oponen el cardenal de Bretana y el cardenal Guillaume de Noellet El primero luego concede su voto al candidato de los demas y el segundo anuncia que seguira a la mayoria En cambio el cardenal Orsini considera que debido a la situacion de presion la eleccion podria ser invalida y por tanto vota en contra 9 La noticia no se anuncia inmediatamente A media manana el cardenal Orsini anuncia a las turbas que se tendria un papa italiano antes del fin del dia Luego convoca a siete obispos para evitar que se conociera la noticia antes de tiempo Al comer se renueva la votacion y 12 cardenales votan a favor de Prignano Pero la situacion se vuelve nuevamente dificil por la presion de la multitud Orsini pide a todos que se dirijan a la Basilica de san Pedro esto llevo a una confusion pues pensaron que el elegido era el prior de la basilica es decir el cardenal Tebaldeschi a quien hicieron los honores 9 Pero algunos supusieron que se trataba de una dilacion debido a que el elegido no era italiano y entonces arremetieron contra los cardenales En la confusion los asaltantes inducidos por la confusa pronunciacion de un monsenor frances presente en el lugar que quiso decir Bari creyeron que el elegido era el obispo Jean de Bar Esto acrecento la furia de la turba La confusion era enorme y en medio de ella los cardenales abandonaron el palacio papal siendo incluso agredidos Inicio del Cisma EditarInicio del Pontificado de Urbano VI Editar El dia 9 de abril los cardenales que se quedaron en Roma doce cardenales aprueban la entronizacion del papa recien elegido aunque varios de ellos se niegan a salir de sus casas por temor a las turbas Los dias siguientes la situacion se tranquiliza lo que permite que regresen a Roma los demas electores El 18 el nuevo papa fue coronado por Orsini El 24 de junio Urbano recibio la carta de aprobacion de los cardenales que se habian quedado en Avinon El nuevo pontifice era partidario de una reforma de la Iglesia y desde el inicio no ahorro criticas al modo de vida de los cardenales tales como Jean de La Grange que llevaban una vida de lujos y exagerada pomposidad 10 Tambien dispenso un trato poco amable a los embajadores de Napoles y de Fondi granjeandose la enemistad de sus senores Unos dias despues de su eleccion reprendio a los obispos presentes por estar en Roma y no al frente de sus diocesis El cardenal obispo de Pamplona Martin de Zalba se enfrento a el negando la acusacion alegando que estaba en Roma como refrendario del papa La declaracion de Anagni y el cisma de Fondi Editar Finalmente con el verano los cardenales salieron de Roma y algunos de ellos comenzaron a oponerse abiertamente al papa Cuatro de los electores precisamente los italianos son los unicos que se quedan en Roma Los demas se reunen en Anagni y el 2 de agosto declaran que la eleccion realizada doce dias antes era invalida por falta de libertad de los cardenales 6 A este acto siguieron una serie de negociaciones en que incluso los cardenales italianos titubearon solicitando la celebracion de un concilio El 9 de agosto el grupo de Anagni endurecio su posicion y comenzo a buscar apoyos politicos pues era evidente ya que Urbano no cederia ni consentiria que se celebrase un nuevo conclave Luego se trasladaron a Fondi donde recibieron tambien el apoyo militar de la reina de Napoles Juana I En septiembre Borsano Corsini y Orsini se unieron a los cardenales de Fondi y el rey frances les hizo saber su apoyo El 18 de septiembre Urbano VI que ya no contaba con el apoyo de ningun cardenal decidio nombrar un nuevo colegio 29 cardenales 20 italianos y de este modo seguir adelante Con estos antecedentes el 20 de septiembre se produjo un nuevo conclave que eligio a Roberto de Ginebra quien tomo la denominacion de Clemente VII 11 Era el inicio formal del cisma En el mapa se puede apreciar la division en la que se vio inmersa Europa durante el Cisma de Occidente Unos reinos dieron su obediencia al papa de Avinon en anaranjado otros al papa de Roma en azul y otros segun la conveniencia cambiaron de bando una o mas veces 12 Cristiandad dividida EditarDivision de los reinos y senorios Editar Al parecer el apoyo del rey frances fue decisivo para los cardenales de Fondi se le achaca haberlo hecho porque queria que los papas volvieran a Avinon y por su parentesco con el finalmente elegido papa Clemente En cuanto se eligio a Clemente en el conclave de Fondi el rey frances reunio a su consejo y decidieron apoyarlo Sin embargo la universidad de Paris se opone y decide al menos al inicio mantenerse neutral Comenzo la guerra de legados que ambos papas enviaron a todos los reinos y senorios Tras Francia el condado de Saboya y Escocia se alinean con Clemente Inglaterra no sin problemas en sus territorios dentro del continente y el imperio germanico ya con Carlos IV elegido ese mismo ano se ponen de parte de Urbano aunque tambien algunos territorios del Imperio los mas occidentales y meridionales se pasaron a la obediencia de Clemente En la peninsula iberica el rey Enrique II de Castilla convoca una asamblea para estudiar el asunto en Illescas diciembre de 1378 Pero no se llega a nada y se decide consultar a otros reinos Hasta 1380 en que tras una especie de sinodo realizado en Medina del Campo el reino se decanta a favor de Clemente Se anuncia oficialmente esta decision en Salamanca en mayo de 1381 aun cuando parte del clero consideraba mejor la solucion de la convocatoria de un concilio En Aragon el rey Pedro IV tambien se hizo aconsejar por medio de asambleas y ante la imposibilidad de que una de las partes prevaleciera tomo la original decision de declararse neutral y disponer de la financiacion del clero asumiendo tambien las rentas de la Camara Apostolica Asi se mantuvo hasta que murio Por su parte Carlos II de Navarra tambien se mantuvo neutral El rey Fernando I de Portugal se decanta por Clemente a fines de 1379 pero reconocio a Urbano en 1381 y volvio a la obediencia a Avinon el ano siguiente siempre de acuerdo con los movimientos politicos de la corona Tras la batalla de Aljubarrota 1385 se pasaran definitivamente a los urbanitas 8 Como se ha mencionado anteriormente en la peninsula italica tanto Fondi como Napoles se unen desde el inicio a los cardenales contrarios a Urbano y luego al papa Clemente A estos se suman el Marquesado de Montferrato Viterbo Apoyaban a Urbano Florencia Pisa y Perugia Milan se mantuvo entre ambas obediencias En Italia ademas se dieron los primeros enfrentamientos armados que buscaban la prevalencia de uno de los papas El primero ocurrio en Carpineto 1379 y termino con la victoria urbanista La situacion se agravo de tal manera que Clemente tuvo que huir primero a Napoles donde las turbas le gritaban de todo a pesar del apoyo de la reina y luego a Avinon 9 Evidentemente tras una separacion tal de la cristiandad estaban las alianzas politicas del momento Las universidades tambien se dividieron en general las que sostenian el nominalismo pasaron al papa Urbano En cambio las que se mantuvieron tomistas fueron seguidoras de Clemente o se mantuvieron neutrales Mas curioso resulta el constatar que precisamente los reinos que apoyaron a Urbano fueron los que luego apoyarian mas la Reforma protestante con excepcion de Italia y la peninsula iberica Division de la Iglesia Editar Urbano y Clemente se excomulgaron uno al otro de esa forma toda la cristiandad se encontro excomulgada Los fieles catolicos estaban confundidos tenian delante a dos personas que decian y reclamaban ser el representante de Dios y de su Iglesia El caos era tremendo muchas diocesis con dos obispos monasterios con dos abades ordenes religiosas con dos generales parroquias con dos parrocos etc Uno clementino y otro urbaniano 13 Por ejemplo los dominicos que contaban con 24 provincias 19 de ellas dieron su obediencia al papa de Roma mientras que 5 al papa avinones Cada obediencia tenia incluso su santo Catalina de Siena y Catalina de Suecia eran urbanistas mientras que Coleta de Corbie y Vicente Ferrer estaban a favor de Clemente VII Varios de ellos serian canonizados o beatificados por la Iglesia luego de la unificacion Algunos como el arzobispo de Toledo decidieron permanecer neutrales ante la duda De hecho en la Eucaristia rezaba pro illo qui est verus papa por quien es el verdadero papa 9 Intentos de solucion EditarVia facti por medio de la guerra Editar Tras el conclave de Fondi 1378 la reina Juana de Napoles se adhirio al grupo que seguia al antipapa Clemente VII pero esta era la opcion menos popular entre la poblacion que queria un papa italiano El conde de Anjou Luis I de Anjou tras encontrarse con Clemente VII penso en una solucion que implicaba el uso de las armas contra el papa Urbano VI usando la base de Napoles Para ello la reina adoptaria a Luis I como hijo y el papa Clemente reconoceria oficialmente la adopcion luego este se haria con un ejercito que entraria en Napoles y desde alli comenzaria la guerra contra Urbano El 29 de junio de 1380 Juana adopto a Luis I haciendolo su heredero pero la accion en Napoles tuvo que esperar debido a la muerte del rey frances En respuesta Urbano declaro hereje a la reina Juana la depuso y nombro rey a Carlos de Durazzo El 16 de julio de 1381 Carlos III que tomo ese nombre se hizo con Napoles aunque la reina resistio en el Castel Nuovo hasta el 2 de septiembre El conde de Anjou no se dio por vencido se hizo nombrar heredero oficial por el papa Clemente VII y formo un ejercito en mayo de 1382 Atraveso Italia pero en julio la reina muere o es asesinada y su ejercito disperso y falto de fondos aunque gana algunas batallas es finalmente arrinconado en Tarento Se retira a Bari y luego el conde enferma y muere el 21 de septiembre de 1384 Asi los intentos de acabar el cisma por las armas se mostraron fallidos Via concilii por medio del concilio Editar Articulo principal Conciliarismo Tras el primer recurso a las armas y al tiempo de este se intentaron otras vias para la reconciliacion la primera de ellas es la via cessionis que pretendia que uno de los dos papas o los dos abdicaran la segunda era la via compromossionis con la que se aceptaba el arbitraje de un tercero y se acataba la decision final de este y finalmente la via concilii que consistia en que los dos papas debian aceptar el juicio de un concilio ecumenico Tambien quienes querian acabar con el cisma buscaban algun sistema teologico que permitiera deponer a los papas o juzgar su proceder o la validez del conclave 13 En este momento se desarrollo con fuerza la doctrina conciliarista que hunde sus raices sobre todo en las doctrinas de Guillermo de Ockam y Marsilio de Padua quienes afirmaban la superioridad de un concilio general sobre el papa Algunas universidades famosas como las de Oxford Salamanca y Paris fueron los principales nucleos del conciliarismo 14 Los problemas para la celebracion del deseado concilio no eran solo de naturaleza teorica o teologica sino tambien politica dada la division de toda Europa De todos modos no fueron pocos los que se dedicaron a reflexionar sobre el problema como por ejemplo Conrado de Gelnhausen Enrique de Langenstein o Pierre d Ailly Dado que el rey de Francia impulsado por el Conde de Anjou buscaba la solucion por la fuerza del cisma hizo presion para acallar las voces favorables al concilio los profesores terminaron por abandonar la universidad y trasladarse a ciudades del imperio donde podian seguir ensenando sus tesis tanto conciliaristas como nominalistas Recrudecimiento del Cisma EditarArticulo principal Conclave de 1389 Urbano VI murio en 1389 Se penso que con su muerte se llegaria al final del conflicto sin embargo los cardenales fieles al difunto papa escogieron al cardenal Piero Tomacelli como su sucesor El nuevo pontifice romano tomo el nombre de Bonifacio IX De igual modo procedieron los cardenales disidentes tras la muerte de Clemente VII acaecida el 16 de septiembre de 1394 se reunieron en conclave en Avinon a pesar de la negativa de los reyes y eligieron pontifice al cardenal Pedro de Luna quien tomo el nombre de Benedicto XIII El cisma se recrudecio en la sede de Roma a Bonifacio IX le sucedio primero Inocencio VII 1404 1406 y luego Gregorio XII 1406 1415 El papa avinones en cambio permanecio en el solio pontificio hasta el fin del cisma 13 Este era de caracter mucho menos manejable que su antecesor los franceses cambiaron de bando y se inclinaron por encontrar una solucion En la Universidad de Paris Enrique de Langenstein y Conrado de Gelnhausen pronto seguidos por Pedro de Ailly y por Jean Gerson indicaron las tres vias que podian poner fin al cisma el compromiso la cesion y el concilio En 1407 se estuvo a punto de dar una solucion al problema los dos papas de entonces Gregorio XII y Benedicto XIII acordaron encontrarse en Savona para abdicar conjuntamente y dar paso a una nueva eleccion Sin embargo los dos se arrepintieron y no estuvieron dispuestos a ceder el poder En ese punto los perfiles se dirigian mas hacia la solucion de un concilio ecumenico superior al papa 14 El Concilio de Pisa EditarArticulo principal Concilio de Pisa Los cardenales disidentes las ciudades del norte de Italia el rey de Francia y por supuesto la Universidad de Paris llegaron al acuerdo de convocar un Concilio en Pisa al cual se adhirieron los alemanes y los ingleses El concilio comenzo el 25 de marzo del 1409 inmediatamente fueron llamados los dos papas quienes no se presentaron a comparecer en calidad de acusados y fueron depuestos el 5 de junio como herejes y cismaticos basandose en las teorias de Ailly y Gerson Los 24 cardenales presentes se reunieron en conclave inmediatamente y eligieron como nuevo papa a Pedro Philarges franciscano humanista profesor en Oxford y en Paris de origen cretense quien tomo el nombre de Alejandro V A pesar de la gran cantidad de obispos que habian acudido a Pisa y de que al papa elegido en el conclave le siguieran en obediencia la mayoria de los reinos cristianos la legitimidad de la convocatoria del concilio era dudosa De hecho no todos los cardenales y teologos estaban convencidos de que la autoridad de un concilio pudiese deponer a un papa en cualquier situacion ni de como se podria llevar a termino esa decision El concilio en vez de ser la solucion empeoro la situacion pues se paso de un diabolico dualismo a un maldito trinomio 15 El pisano Alejandro V solo duro un ano en el cargo puesto que murio en Bolonia al ano siguiente de su eleccion Su sucesor Baldassare Cossa sera elegido por los cardenales pisanos el 17 de mayo de 1410 y tomara el nombre de Juan XXIII En Italia continuo la lucha en Napoles y Roma el embrollo llego a su colmo Tomada Roma por Juan XXIII y saqueada por Ladislao de Durazzo aquel celebro en ella un nuevo concilio Francia se mantenia desgarrada por la contienda entre los borgonones y los Armagnacs netamente galicanos Benedicto XIII reconocido por Aragon Navarra Castilla y Escocia se retiro a Barcelona y despues en 1411 a Peniscola Por su parte Gregorio XII se vio obligado a huir a Gaeta y a Rimini por la desercion de los venecianos El Concilio de Constanza EditarArticulo principal Concilio de Constanza Habemus Papam en el Concilio de Constanza Para muchos la salvacion de la Iglesia solo podia venir del emperador que era el unico que tenia poder para convocar un concilio ecumenico fuera del papa Segismundo elegido rey de los Romanos en 1410 habia dado su obediencia a Juan XXIII pero sonaba con desempenar la funcion de mediador Convoco el 30 de octubre de 1413 un gran concilio para la union en la ciudad imperial de Constanza El 9 de diciembre del mismo ano Juan XXIII confirma la convocatoria creyendo que podia ser en beneficio suyo 15 El concilio de Constanza inicio el 5 de noviembre de 1414 16 Una vez reunida la asamblea todo se puso a discusion los derechos del concilio del papa del emperador organizacion de los escrutinios individualmente o por nacion reforma de la Iglesia entre otros temas Juan XXIII el unico de los tres papas que estaba presente se enemisto pronto con Segismundo y en vez de abdicar huyo de noche disfrazado Fue destituido arrestado y hecho prisionero el 29 de mayo de 1415 En cuanto a Gregorio XII hizo leer un decreto por el que convocaba el concilio de Constanza cuya legitimidad confirmaba de esta manera ante Segismundo y renuncio al pontificado Las negociaciones de Morella Editar Poco antes de la reunion del concilio estando ya convocado en 1414 se reunieron en Morella el rey de Aragon Fernando de Antequera fray Vicente Ferrer y el antipapa Benedicto XIII Papa Luna en un intento de solucionar el cisma con la renuncia de este ultimo El 18 de julio de 1414 Benedicto XIII hizo su entrada en Morella a requerimiento del rey que se encontraba alli desde unos dias antes Entro a lomos de una mula y fue llevado bajo palio portado por el rey Fernando y otros caballeros hasta la iglesia arciprestal Fernando tampoco descuido hacer venir de Castilla a Vicente Ferrer que a la sazon se hallaba predicando por aquellas tierras El 15 de agosto se celebro la solemne misa famosa en la historia de Morella por concurrir a ella un rey un papa y un santo Las negociaciones infructuosas duraron hasta que llego la noticia de la muerte del rey Ladislao de Napoles 6 de agosto sin haber dejado sucesion directa lo que obligo al rey a abandonar Morella El papa volvio a Peniscola a mediados de septiembre y nunca renuncio al papado muriendo el 23 de mayo de 1423 17 Fin del Cisma Editar Ya solamente quedaba Benedicto XIII y Segismundo viajo a Perpinan para reunirse con el pero no pudo vencer su intransigencia Esto determino a Castilla a Navarra y menos claramente a Aragon a abandonarle y comparecer ante el concilio en el cual estuvieron representadas desde entonces seis autoridades la italiana la francesa la imperial la inglesa la navarra y la castellana Benedicto XIII fue finalmente depuesto por el Concilio el 26 de julio de 1417 como cismatico y hereje 1 Entretanto los principales impulsores del Concilio de Constanza estaban empenados en la realizacion de la reforma de la Iglesia en su cabeza y en sus miembros Para conseguirlo proclamaron el 6 de abril de 1415 la superioridad del concilio sobre el papa 18 y que la autoridad de la Iglesia no reposaba ni sobre el papa ni sobre los cardenales sino sobre la agregatio fidelium cuya expresion la constituian las naciones A fin de asegurar lo acordado se procedio a la censura de los escritos de Wycliff el proceso y la condenacion de Jan Hus el 6 de julio de 1415 de Jeronimo de Praga el 30 de mayo de 1416 y la discusion con ocasion del asesinato del duque de Orleans de la legitimidad del tiranicidio Se votaron cinco decretos de reforma entre los que se destaco el Decreto Frequens del 9 de octubre de 1417 que imponia la celebracion obligatoria de un concilio cada 10 anos Eleccion de Martin V y fin del cisma Editar Virgen de la Misericordia imagen de la Iglesia reconciliada luego del concilio de Constanza Retablo Cadard hacia 1444 de Enguerrand Quarton Los alemanes inquietos por el estado de la Iglesia quisieron ante todo decretar las reformas indispensables de la misma Las otras naciones protestaron por el contrario contra toda demora en hacer desaparecer la anomalia de una Iglesia sin jefe Se decidio a agregar a los 23 cardenales muy atacados por el concilio otros 30 prelados seis por nacion Oton Colonna fue elegido casi unanimemente el 11 de noviembre de 1417 y tomo el nombre de Martin V quedando de este modo abierta la via para restablecer la unidad en la Iglesia catolica 18 dando por finalizado un cisma de casi medio siglo Benedicto XIII el papa Luna siguio imperturbable en su postura y murio en 1423 a los 94 anos en Peniscola a donde habia mudado su sede en el antiguo castillo de la Orden del Templo Tras ello sus cardenales eligieron a su sucesor Gil Sanchez Munoz que tomo el nombre de Clemente VIII ultimo papa de la obediencia de Avinon en el Salon del Conclave del castillo de Peniscola lugar donde residio hasta su abdicacion Esta se produjo en 1429 en San Mateo Castellon debido a las presiones politicas del rey de Aragon Alfonso V por entonces ocupado en la conquista del Reino de Napoles 19 Linea de papas del cisma EditarPapas y antipapas del Cisma de OccidenteImpacto sociocultural EditarLa Iglesia de Occidente vivio uno de los momentos de mayor tension en la Baja Edad Media Durante el siglo XIV se da el largo episodio del Pontificado en Avinon trasladado a esta ciudad francesa por diferentes razones entre las que destacan la grave crisis que sufria Italia y el deseo de centralizacion fiscal por parte del papado y el Cisma de Occidente con la eleccion simultanea de Urbano VI y Clemente VII 20 La extincion del cisma se consigue con la eleccion de Martin V en la centuria siguiente pero los problemas no se resuelven surgiendo con fuerza la via conciliarista 13 El triunfo del Pontificado se alcanzo con Martin V en el seno del concilio Respecto a la cultura y la espiritualidad las convulsiones sociales la presencia de la guerra como un hecho permanente y las duras oleadas de peste que merman Europa causas y consecuencias de si mismas inducen a la toma de posturas y sentimientos contrapuestos y extremos el mas absoluto idealismo y el realismo mas desgarrado movimientos de rigido ascetismo junto a una escandalosa inmoralidad 20 Aunque el foco central de la cultura siguio estando en manos de los clerigos se observo una cierta secularizacion evidente en el laicismo humanista cuyos primeros esbozos empezaron a aparecer en esta epoca 13 Vease tambien Editar Portal Iglesia catolica Contenido relacionado con Iglesia catolica AntipapaReferencias Editar a b Salembier Louis Cisma de Occidente Enciclopedia Catolica Consultado el 21 de diciembre de 2014 Erba Andrea Maria Guiducci Pier Luigi 2008 L esilio avignonese La Chiesa nella storia Duemila anni di Cristianesimo en italiano Roma Ellidice pp 299 304 ISBN 978 88 01 03810 1 a b c Llorca Bernardino Garcia Villoslada Ricardo 1967 Regreso de los papas a la Ciudad Eterna Historia de la Iglesia Catolica vol III Edad Nueva 2ª edicion Madrid BAC pp 160 181 Baumgartner Frederic J 2005 Atras de Puertas Cerradas Macmillan pp 55 56 ISBN 0 312 29463 8 Mollat N 1951 Contribution a l histoire du Sacre College de Clement V a Eugene IV Revue d histoire ecclesiastique en frances 46 566 594 a b Kelly John N D 1989 Gran Dizionario Illustrato dei Papi en ingles Casale Monferrato AL Edizioni Piemme S p A pp 563 564 ISBN 88 384 1326 6 Zizola Giancarlo 2005 Il conclave Storia e segreti en italiano Palermo Newton amp Compton editori p 63 ISBN 88 541 0396 9 a b Llorca Bernardino Garcia Villoslada Ricardo El gran cisma de Occidente Historia de la Iglesia Catolica pp 181 236 a b c d e Mezzadri Luigi 2001 La tunica lacerata Storia della Chiesa tra medioevo ed epoca moderna en italiano vol 1 Dalla crisi della Cristianita alle riforme 1294 1492 2ª edicion Roma Edizione pp 83 102 ISBN 88 86655 64 9 McGee Morganstern Anne 1973 The La Grange Tomb and Choir A Monument of the Great Schism of the West Speculum en ingles 48 1 52 69 Fernandez Perez Gregorio 1820 Historia de la iglesia y obispos de Pamplona real y eclesiastica del reino de Navarra Sucesion de los Reyes y Obispos sus instituciones arreglos y providencias eclesiasticas usos costumbres y disciplina de aquella Iglesia y sus variaciones en diferentes siglos Madrid Consultado el 21 de diciembre de 2014 El mapa no es 100 correcto pero da una idea de la situacion de division de la cristiandad entre 1378 y 1317 a b c d e Erba Andrea Maria Guiducci Pier Luigi Lo scisma occidentale La Chiesa nella storia pp 305 314 a b Bihlmeyer Karl Tuechle Hermann 2001 Il grande scisma d Occidente fino al concilio di Pisa 1378 1409 Storia della Chiesa en italiano vol 3 l epoca delle riforme 10ª edicion Brescia Morcelliana pp 58 69 ISBN 88 372 0665 8 a b Jedin Hubert 1978 1986 Il concilio sta al disopra del papa Breve storia dei concili I ventuno concili ecumenici nel quadro della storia della Chiesa en italiano 7ª edicion Roma Brescia Herder Morcelliana pp 95 125 ISBN 88 372 1013 2 Sahan Thomas 1908 Concilio de Constanza Enciclopedia Catolica Nueva York Consultado el 22 de noviembre de 2014 Segura Barreda Jose 1868 Morella y sus Adeas tomo III pp 37 46 a b Alberigo Giuseppe 2004 El concilio de Constanza Historia de los concilios ecumenicos Salamanca Sigueme pp 189 201 ISBN 9788430111992 Percivaldi Elena 2014 Il grande scisma 1378 1417 Gli antipapi Storia e segreti en italiano Roma Newton Compton Editori pp 303 315 ISBN 978 88 541 7152 7 a b Huizinga Johan 1998 Autunno del medioevo en italiano 9ª edicion Milano Bur Rizzoli pp 16 17 ISBN 978 88 17 11221 5 Bibliografia EditarBernardo Bayona Aznar Jose Antonio R C de Souza Doctrinas y relaciones de poder en el Cisma de Occidente y en la epoca conciliar 1378 1449 Prensas Universitarias de Zaragoza 2013 ISBN 978 84 15770 53 4 Vicente Angel Alvarez Palenzuela El cisma de Occidente RIALP Madrid 1982 ISBN 84 321 2187 8 Giancarlo Zizola Il conclave Storia e segreti Newton amp Compton editori Palermo 2005 ISBN 88 541 0396 9 Maria Teresa El cisma de Occidente Ediciones RIALP Madrid 1982 ISBN 84 321 2187 8Enlaces externos EditarArticulo sobre el Cisma de Occidente en la Enciclopedia Catolica Datos Q26189 Multimedia Western Schism Obtenido de https es wikipedia org w index php title Cisma de Occidente amp oldid 142079406, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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