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Café de tertulia

Un café de tertulia o simplemente un café es un establecimiento público con unas características especiales que desde sus inicios lo distinguieron de otros establecimientos relacionados (alojerías o botillerías, etc.), como espacio donde, además de tomar café, se hace vida social que atañe preferentemente a la cultura. El alma del café es la tertulia.

Historia

En España, en los reinados de Fernando VI y Carlos III existían las botillerías como lugar de conversación y de discusión, un sitio donde se podían escuchar las novedades. No era un sitio cómodo para pasar una tarde entera sino un lugar de paso donde se tomaba una bebida o un refresco —la mayoría de las veces de pie—, se hablaba un poco y se abandonaba. Poco a poco fue introduciéndose la moda de tomar y degustar un café, sin prisa, acompañado de conversación y surgieron estos locales llamados cafés sustituyendo a las botillerías que fueron desapareciendo lentamente.[1][2]​ Estaban amueblados con mesas pequeñas y sillas para los clientes que acudían allí en busca de conversación y de relaciones sociales. Tanto las fondas como estos cafés aparecieron en el reinado de Carlos IV y empezaron a proliferar a partir de la invasión francesa; se mantuvieron en activo durante todo el siglo XIX y casi todo el siglo XX.[3]

El café[a]​ llegó a ser un lugar agradable de reunión, el lugar donde se trasladaron las tertulias tradicionales y particulares que consistían en el puro placer de la conversación; incluso la decoración cambió en contraste con las botillerías. Desde su nacimiento hubo un afán de embellecimiento a imitación de los salones de los palacios con pinturas y otros ornatos que incluían los techos; a todo ello se unió la gran novedad de las luces de gas. Al principio las consumiciones eran exclusivamente de café, o leche o alguna bebida pero poco a poco alguno de estos establecimientos se lanzó a ofrecer un servicio de restaurante.[4]

Cafés de tertulia en Madrid

 
Jugadores de ajedrez en el café de Levante; boceto del cuadro pintado hacia 1839 por Alenza para decorar el frontis de la puerta del Café de Levante.

Hacia 1820 había ya en Madrid unos cuantos cafés muy populares y especialmente apreciados por su clientela: Lorencini, San Sebastián, La Cruz de Malta, La Fontana de Oro, Venecia y el del Príncipe. A ellos acudían personajes del mundo de las artes, las letras y la política. Hubo dos cafés que en cierto modo estuvieron relacionados con dos pintores famosos. El café de Levante, que a lo largo del siglo XIX cambió varias veces de domicilio, tuvo el honor de ser decorado por Leonardo Alenza no solo con pinturas en sus paredes sino con el frontis de reclamo de su puerta. Según apunta el cronista Pedro de Répide en su obra Las calles de Madrid, el otro fue el café de la Alegría que estuvo en la calle de la Abada, cuyo frontis o muestra parece ser que fue pintado por Goya, que era un asiduo parroquiano. Era un lienzo donde estaban representados algunos de los clientes incluido el propio pintor.[b][4]

Cada café tenía su forma particular de atraer al público ofreciendo sus productos exclusivos; en la Fontana de Oro se daba chocolate a la francesa y bollos para mojar; en el café del Ángel se ofrecían tés a la inglesa y vaso de leche con nata; el de La Cruz de Malta hacía la competencia con el horario pues cerraba un poco más tarde que los otros; el de San Luis, situado en la calle de la Montera, tenía un servicio casi continuo pues cerraba al amanecer y después de limpiar un poco se volvía a abrir.[1]

A lo largo del siglo XX fueron desapareciendo la mayoría de estos locales, algunos físicamente con la destrucción del edificio o el cambio de negocio, otros simplemente por la evolución de las costumbres; aunque alguno quedó en representación de tiempos pasados en que tanta importancia se dio a la práctica cultural de la tertulia: fueron el café Comercial y el Café Gijón.[5]

Los contertulios

Los contertulios se reunían para conversar, opinar, escuchar con todo lo cual experimentaban un verdadero placer. Respetaban unas reglas tradicionales que consistían en: el tiempo y el lugar debían ser siempre los mismos y cada uno debía ocupar siempre idéntico sitio; la conversación debía ser general, sin hacer apartes; tenían permiso para hablar mal de los ausentes con lo que se conseguía que nadie faltase a la reunión y que nadie se marchara antes que los demás.[5]​ En cada uno de estos establecimientos se fue decantando un estilo o una preferencia de manera que los clientes acudían a uno u otro según sus aficiones y lo que le interesara. El café del Príncipe tenía su tertulia llamada El Parnasillo; acudían literatos del Romanticismo como Espronceda y Zorrilla, oradores, pintores y grabadores. El café de Pombo era un local estrecho y de techo bajo que Ramón Gómez de la Serna bautizó con el nombre de La sagrada cripta. Después la propia tertulia se conoció con ese nombre. A esta tertulia acudían periodistas, escritores, poetas y pintores.[6]​ Se conserva en el museo Romántico la mesa de reunión de los contertulios. La mesa es rectangular de mármol blanco que se apoya sobre un armazón de hierro con dos patas, base circular y un fuste con ménsula con decoración de volutas. El tablero de mármol está partido por lo que se optó por superponer uno nuevo que sirviera de protección. Mide 153 cm × 53 cm × 1,5 cm de grueso.[7]

En la literatura

De la abundante colección de singulares páginas de la literatura española e hispanoamericana dedicadas a los cafés de tertulia, y de modo más concreto y abundante, a los cafés de Madrid y sus tertulias, cabría recoger una descripción ejemplar de Benito Pérez Galdós, en una de sus obras más populares Fortunata y Jacinta:[8]

De ocho a diez estaba el café completamente lleno, y los alientos, el vapor y el humo hacían un potaje atmosférico que indigestaba los pulmones (...) Poco después empezaba a clarear la concurrencia; algunos se iban, y las peñas de estudiantes se disolvían (...) A las doce vuelve a animarse el local con la gente que regresa del teatro y que tiene costumbre de tomar chocolate o de cenar antes de irse a la cama. Después de la una sólo quedan los enviciados con la conversación, los adheridos al diván o a las sillas por una especie de solidificación calcárea, las verdaderas ostras del café.
Fortunata y Jacinta. Parte tercera (I.III)

Notas

  1. También llamados «casas públicas de conversación» Cf: Goya y su contexto. Seminario internacional celebrado en la Institución «Fernando el Católico» de Zaragoza los días 27, 28 y 29 de octubre de 2011, p. 46
  2. Fue uno de los cafés preferidos por los viajeros extranjeros en la década de 1820. Moratín aseguraba que era «un café al que se iba solamente a tomar café y no un polvorín revolucionario como La Fontana de Oro o el Lorenzini». Répide, Pedro de (1981). Las calles de Madrid. Madrid: Afrodisio Aguado. ISBN 84-202-0001-8. 

Referencias

  1. Bravo Morata, 1972, p. 268.
  2. Giménez, M.R. (1 de marzo de 2012). «De alojerías, botillerías y cafés en la calle del Prado». antiguoscafesdemadrid. Consultado el 1 de enero de 2020. 
  3. Quirós Linares, 1991, p. 105. cf. Fernández de los Ríos, A. C. Guía de Madrid, manual del madrileño y del forastero. Madrid 1876, XII, p. 813
  4. Quirós Linares, 1991, p. 105.
  5. Carandell, 1995, p. 72.
  6. Carandell, 1995, p. 74.
  7. El café de Pombo. Cuadernos hispanoamericanos.
  8. Benito Pérez Galdós. Fortunata y Jacinta II. p. 18. ISBN 978-8490074053. 

Bibliografía

Enlaces externos

  • Museo Romántico: pieza del mes, mesa del café Pombo
  •   Datos: Q85865869

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Un cafe de tertulia o simplemente un cafe es un establecimiento publico con unas caracteristicas especiales que desde sus inicios lo distinguieron de otros establecimientos relacionados alojerias o botillerias etc como espacio donde ademas de tomar cafe se hace vida social que atane preferentemente a la cultura El alma del cafe es la tertulia Indice 1 Historia 2 Cafes de tertulia en Madrid 3 Los contertulios 4 En la literatura 5 Notas 6 Referencias 7 Bibliografia 8 Enlaces externosHistoria EditarEn Espana en los reinados de Fernando VI y Carlos III existian las botillerias como lugar de conversacion y de discusion un sitio donde se podian escuchar las novedades No era un sitio comodo para pasar una tarde entera sino un lugar de paso donde se tomaba una bebida o un refresco la mayoria de las veces de pie se hablaba un poco y se abandonaba Poco a poco fue introduciendose la moda de tomar y degustar un cafe sin prisa acompanado de conversacion y surgieron estos locales llamados cafes sustituyendo a las botillerias que fueron desapareciendo lentamente 1 2 Estaban amueblados con mesas pequenas y sillas para los clientes que acudian alli en busca de conversacion y de relaciones sociales Tanto las fondas como estos cafes aparecieron en el reinado de Carlos IV y empezaron a proliferar a partir de la invasion francesa se mantuvieron en activo durante todo el siglo XIX y casi todo el siglo XX 3 El cafe a llego a ser un lugar agradable de reunion el lugar donde se trasladaron las tertulias tradicionales y particulares que consistian en el puro placer de la conversacion incluso la decoracion cambio en contraste con las botillerias Desde su nacimiento hubo un afan de embellecimiento a imitacion de los salones de los palacios con pinturas y otros ornatos que incluian los techos a todo ello se unio la gran novedad de las luces de gas Al principio las consumiciones eran exclusivamente de cafe o leche o alguna bebida pero poco a poco alguno de estos establecimientos se lanzo a ofrecer un servicio de restaurante 4 Cafes de tertulia en Madrid Editar Jugadores de ajedrez en el cafe de Levante boceto del cuadro pintado hacia 1839 por Alenza para decorar el frontis de la puerta del Cafe de Levante Hacia 1820 habia ya en Madrid unos cuantos cafes muy populares y especialmente apreciados por su clientela Lorencini San Sebastian La Cruz de Malta La Fontana de Oro Venecia y el del Principe A ellos acudian personajes del mundo de las artes las letras y la politica Hubo dos cafes que en cierto modo estuvieron relacionados con dos pintores famosos El cafe de Levante que a lo largo del siglo XIX cambio varias veces de domicilio tuvo el honor de ser decorado por Leonardo Alenza no solo con pinturas en sus paredes sino con el frontis de reclamo de su puerta Segun apunta el cronista Pedro de Repide en su obra Las calles de Madrid el otro fue el cafe de la Alegria que estuvo en la calle de la Abada cuyo frontis o muestra parece ser que fue pintado por Goya que era un asiduo parroquiano Era un lienzo donde estaban representados algunos de los clientes incluido el propio pintor b 4 Cada cafe tenia su forma particular de atraer al publico ofreciendo sus productos exclusivos en la Fontana de Oro se daba chocolate a la francesa y bollos para mojar en el cafe del Angel se ofrecian tes a la inglesa y vaso de leche con nata el de La Cruz de Malta hacia la competencia con el horario pues cerraba un poco mas tarde que los otros el de San Luis situado en la calle de la Montera tenia un servicio casi continuo pues cerraba al amanecer y despues de limpiar un poco se volvia a abrir 1 A lo largo del siglo XX fueron desapareciendo la mayoria de estos locales algunos fisicamente con la destruccion del edificio o el cambio de negocio otros simplemente por la evolucion de las costumbres aunque alguno quedo en representacion de tiempos pasados en que tanta importancia se dio a la practica cultural de la tertulia fueron el cafe Comercial y el Cafe Gijon 5 Los contertulios EditarVease tambien Tertulia Los contertulios se reunian para conversar opinar escuchar con todo lo cual experimentaban un verdadero placer Respetaban unas reglas tradicionales que consistian en el tiempo y el lugar debian ser siempre los mismos y cada uno debia ocupar siempre identico sitio la conversacion debia ser general sin hacer apartes tenian permiso para hablar mal de los ausentes con lo que se conseguia que nadie faltase a la reunion y que nadie se marchara antes que los demas 5 En cada uno de estos establecimientos se fue decantando un estilo o una preferencia de manera que los clientes acudian a uno u otro segun sus aficiones y lo que le interesara El cafe del Principe tenia su tertulia llamada El Parnasillo acudian literatos del Romanticismo como Espronceda y Zorrilla oradores pintores y grabadores El cafe de Pombo era un local estrecho y de techo bajo que Ramon Gomez de la Serna bautizo con el nombre de La sagrada cripta Despues la propia tertulia se conocio con ese nombre A esta tertulia acudian periodistas escritores poetas y pintores 6 Se conserva en el museo Romantico la mesa de reunion de los contertulios La mesa es rectangular de marmol blanco que se apoya sobre un armazon de hierro con dos patas base circular y un fuste con mensula con decoracion de volutas El tablero de marmol esta partido por lo que se opto por superponer uno nuevo que sirviera de proteccion Mide 153 cm 53 cm 1 5 cm de grueso 7 En la literatura EditarDe la abundante coleccion de singulares paginas de la literatura espanola e hispanoamericana dedicadas a los cafes de tertulia y de modo mas concreto y abundante a los cafes de Madrid y sus tertulias cabria recoger una descripcion ejemplar de Benito Perez Galdos en una de sus obras mas populares Fortunata y Jacinta 8 De ocho a diez estaba el cafe completamente lleno y los alientos el vapor y el humo hacian un potaje atmosferico que indigestaba los pulmones Poco despues empezaba a clarear la concurrencia algunos se iban y las penas de estudiantes se disolvian A las doce vuelve a animarse el local con la gente que regresa del teatro y que tiene costumbre de tomar chocolate o de cenar antes de irse a la cama Despues de la una solo quedan los enviciados con la conversacion los adheridos al divan o a las sillas por una especie de solidificacion calcarea las verdaderas ostras del cafe Fortunata y Jacinta Parte tercera I III Notas Editar Tambien llamados casas publicas de conversacion Cf Goya y su contexto Seminario internacional celebrado en la Institucion Fernando el Catolico de Zaragoza los dias 27 28 y 29 de octubre de 2011 p 46 Fue uno de los cafes preferidos por los viajeros extranjeros en la decada de 1820 Moratin aseguraba que era un cafe al que se iba solamente a tomar cafe y no un polvorin revolucionario como La Fontana de Oro o el Lorenzini Repide Pedro de 1981 Las calles de Madrid Madrid Afrodisio Aguado ISBN 84 202 0001 8 Referencias Editar a b Bravo Morata 1972 p 268 Gimenez M R 1 de marzo de 2012 De alojerias botillerias y cafes en la calle del Prado antiguoscafesdemadrid Consultado el 1 de enero de 2020 Quiros Linares 1991 p 105 cf Fernandez de los Rios A C Guia de Madrid manual del madrileno y del forastero Madrid 1876 XII p 813 a b Quiros Linares 1991 p 105 a b Carandell 1995 p 72 Carandell 1995 p 74 El cafe de Pombo Cuadernos hispanoamericanos Benito Perez Galdos Fortunata y Jacinta II p 18 ISBN 978 8490074053 Bibliografia EditarBonet Correa Antonio 2014 Los cafes historicos Catedra ISBN 978 84 376 3341 1 Bravo Morata Federico 1972 Historia de Madrid I II Madrid Fenicia Carandell Luis 1995 Madrid Alianza Editorial ISBN 84 206 4676 8 Espina Antonio 1995 Las tertulias de Madrid Madrid Alianza Editorial Gelz Andreas 2006 Tertulia Literatur und Soziabilitat im Spanien des 18 und 19 Jahrhunderts en aleman Frankfurt Vervuert Quiros Linares Francisco 1991 Las ciudades espanolas en el siglo XIX Valladolid Ambito ISBN 84 86770 39 4 Tudela Mariano 1984 Aquellas tertulias de Madrid 1 ª octubre 1984 edicion Madrid El Avapies ISBN 8486280087 Enlaces externos EditarMuseo Romantico pieza del mes mesa del cafe Pombo Datos Q85865869 Obtenido de https es wikipedia org w index php title Cafe de tertulia amp oldid 126763547, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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