Arquitectura abasí
La arquitectura abasí se desarrolló en el califato abasí entre los años 750 y 945, principalmente en su centro de Mesopotamia. Los abasíes heredaron las tradiciones arquitectónicas persas en Mesopotamia, y posteriormente se vieron influidos por los estilos de Asia Central. Desarrollaron estilos propios, sobre todo en la decoración de sus edificios. Aunque los abasíes perdieron el control de gran parte de su imperio después de 870, su arquitectura siguió siendo copiada por los estados sucesores de Irán, Egipto y el norte de África.
Antecedentes históricos
En el año 750, los abasíes arrebataron el poder a los gobernantes omeyas del imperio árabe, que perdieron todas sus posesiones excepto España.[1] Los califas abasíes, con sede en el actual Irak, gobernaron Irán, Mesopotamia, Arabia y las tierras del Mediterráneo oriental y meridional. El periodo comprendido entre el 750 y el 900 se ha descrito como la Edad de Oro del islam.[2] Mientras que los omeyas solían reutilizar los edificios preislámicos de las ciudades que habían conquistado, en la época abasí muchas de estas estructuras debían ser sustituidas. La propagación de las creencias musulmanas también trajo consigo cambios en las necesidades. Los abasíes tuvieron que construir masyid y palacios, así como fortificaciones, casas, edificios comerciales e incluso instalaciones para carreras y partidos de polo.[3] Mejoraron el camino de peregrinación desde Bagdad y Kufa a La Meca, nivelaron la superficie y construyeron muros y zanjas en algunas zonas, además de estaciones para los peregrinos con habitaciones y una mezquita en la que rezar.[3]
En el año 762, el califa Al-Mansur fundó una nueva capital, Bagdad, a orillas del Tigris, que pronto se convirtió en una de las mayores ciudades del mundo. En el 836 el califa Al-Mustá'sim trasladó la capital a Samarra. Los abasíes empezaron a perder el control sobre las zonas periféricas del imperio, y las dinastías locales obtuvieron una independencia efectiva en Jorasán (samaníes), en el este de Irán, en Egipto (tuluníes) y en Ifriqiya (aglabíes). El califa al-Mu'tamid, que ya solamente gobernaba en Irak, trasladó su capital a Bagdad en el 889. En el año 945, los buyíes, seguidores del chiismo, se convirtieron en gobernantes efectivos como emires, mientras que los califas abasíes conservaron su título nominal. Con el califa An-Násir (1179-1225), los abasíes volvieron a controlar Irak, pero el saqueo de Bagdad por los mongoles en 1258 puso fin al califato abasí.[1]
Orígenes
La primera arquitectura abasí era muy similar a la del imperio sasánida, como demuestra el palacio de Ujaidir. Utilizaba las mismas técnicas, los mismos materiales de ladrillos de barro, ladrillos cocidos y bloques de piedra tosca colocados con mortero, y seguía los diseños sasánidas.[1] La piedra es escasa en las llanuras aluviales del centro y el sur que formaban el corazón del territorio abasí, por lo que muchos de los edificios eran de ladrillos de barro, revestidos de yeso y frecuentemente reparados o reconstruidos. A veces se utilizaba el ladrillo cocido. [3]
Cuando el califa Al-Mansur construyó la ciudad redonda de Bagdad, llamada Madinat al-Salam, que contenía el palacio califal, la mezquita y los edificios administrativos, es posible que siguiera tradiciones anteriores, como la ciudad redonda de Gur construida por Ardacher I (r. 224-241) en Firuzabad.[3]
Con la Conquista musulmana de Transoxiana, aumentó la influencia de la arquitectura sogdiana. En Samarra, los estucos y las pinturas murales son similares a los de los palacios de Panjakent, en la actual Tayikistán. Más tarde, en los siglos XII y XIII, la arquitectura de las tierras gobernadas por los abasíes pasó a estar dominada por la arquitectura selyúcida.[1]
Innovaciones
Las ciudades abasíes se asentaban en lugares enormes. Los palacios y mezquitas de Samarra se extendían a lo largo de las orillas del Tigris a lo largo de 40 kilómetros. Para adaptarse a la escala de los lugares, se erigieron edificios monumentales, como los enormes minaretes en espiral de la mezquita Abu Dulaf y la Gran Mezquita de Samarra, que no tenían equivalente en ningún otro lugar.[1] El arco apuntado de dos centros y la bóveda habían aparecido antes de que los abasíes tomaran el poder, pero se convirtieron en la norma de la arquitectura abasí, con el punto cada vez más prominente.[3] El primer ejemplo plenamente desarrollado del arco apuntado de cuatro centros fue en el Qasr al-'Ashiq, construido entre el 878 y el 882.[4]
En Samarra se desarrollaron tres nuevos tipos de decoración de estuco que se popularizaron rápidamente en otros lugares.[1] Los dos primeros estilos pueden considerarse derivados de los estilos decorativos de la Antigüedad tardía o de los omeyas, pero el tercero es totalmente nuevo. El estilo C utilizaba moldes para crear patrones repetitivos de líneas curvas, muescas, hendiduras y otros elementos. Los diseños fluidos no hicieron uso de los temas vegetales, geométricos o animales tradicionales.[5] El trabajo de estuco se coloreaba a veces en rojo o azul, y a veces incorporaba un mosaico de vidrio.[6] Este es el primer y más puro ejemplo del arabesco.[5] Puede representar un intento deliberado de realizar una forma abstracta de decoración que evite la representación de seres vivos, y esto puede explicar su rápida adopción en todo el mundo musulmán.[7]
Características
Entre los rasgos típicos de los edificios más importantes se encontraban los enormes pilares redondos y las pequeñas columnas adosadas.[8] La arquitectura abbasí del siglo IX contaba con decoraciones foliadas en los arcos, bóvedas pinjantes, bóvedas de mocárabes y enjutas policromadas entrelazadas que se identificaron como típicas de la arquitectura islámica, aunque estas formas pueden tener su origen en la arquitectura sasánida. Así, el arco frontal del Arco de Ctesifonte estuvo decorado con una moldura lobulada, forma copiada en el Palacio de Ujaidir.[9]
Palacios
El palacio abasí más antiguo que se conserva, construido hacia el año 775, es el palacio de Ujaidir. Tiene una planta derivada de los anteriores palacios sasánidas y omeyas.[10] Se encuentra situado en el desierto, a unos 180 km al sur de Bagdad.[11] Tiene forma rectangular, 175 por 169 metros, con cuatro puertas. Tres de ellas se encuentran en torres semicirculares que sobresalen de la muralla y una en un hueco rectangular de la misma. En el interior hay un vestíbulo de entrada abovedado, un patio central, un iwán abierto al patio opuesto al vestíbulo y dependencias residenciales.[10] Las técnicas sasánidas persisten en la construcción de bóvedas con curvas puntiagudas utilizando escombros y mortero revestido de ladrillo y estuco, arcos ciegos como decoración de grandes superficies de muros y largos salones abovedados con nichos detrás de los arcos sostenidos por pesados pilares. Las descripciones verbales indican que los palacios de Bagdad tenían una disposición similar, aunque a mayor escala.[12]
Los palacios de Samarra, como Qasr al-'Ashiq y al-Jiss, construidos en torno al año 870, presentan molduras polilobuladas talladas profundamente en el intradós de los arcos, lo que da la apariencia de un arco foliado.[13] Los suelos eran a veces de mármol, más a menudo de baldosas.[4] Las salas de recepción de los palacios de Samarra tenían dados de estuco tallados o moldeados que decoraban la parte inferior de las paredes, y el estuco también decoraba los marcos de las puertas, los nichos de las paredes y los arcos, en tres estilos distintos.[4] Otros palacios que se han excavado suelen tener una cámara central abovedada rodeada por cuatro iwánes que dan al exterior.[14]
El único palacio abasí que queda en Bagdad se encuentra en el barrio de Al-Maiden, con vistas al Tigris.[15] El palacio fue erigido bajo el mandato del califa An-Násir (1179-1225). Tiene dos pisos y contiene un patio central y un iwán con techo y fachada de ladrillo. Las excavaciones y los trabajos de restauración demuestran que lo más probable es que funcionara como escuela y no como palacio. Algunos estudiosos creen que se trata de la Escuela Sharabiya, una escuela de teología islámica construida en el siglo XII.[16] La estructura y el diseño del palacio guardan grandes similitudes con la Universidad al-Mustansiriya. Algunas partes del palacio fueron reconstruidas por el Establecimiento Estatal de Antigüedades y Patrimonio, incluida la restauración del gran Iwán y las fachadas adyacentes.[17]
Mezquitas
Los abasíes continuaron con la planta hipóstila rectangular omeya, con un patio porticado y una sala de oración cubierta. Construyeron mezquitas a escala monumental utilizando ladrillos, ornamentos de estuco y las formas arquitectónicas desarrolladas en Mesopotamia y otras regiones de Oriente.[19] La mezquita más antigua fue construida por Al-Mansur en Bagdad, hoy destruida. La Gran Mezquita de Samarra, construida por Al-Mutawákkil, medía 256 por 139 metros. Tenía un techo plano de madera sostenido por columnas.[10] La sala de oración de la mezquita Abu Dulaf de Samarra tenía arcadas sobre pilares rectangulares de ladrillo que formaban un ángulo recto con el muro de la qibla. Las dos mezquitas de Samarra tienen minaretes en espiral, los únicos ejemplos en Irak.[10] Una mezquita en Balj, en lo que hoy es Afganistán, tenía unos 20 por 20 metros cuadrados, con tres filas de tres tramos cuadrados que soportaban nueve cúpulas abovedadas.[4] Otras mezquitas abasíes que se conservan son la mezquita de Ibn Tulun, de finales del siglo IX en El Cairo, la Tarikhaneh de Damghan (Irán), de entre 750 y 789, y la Masjid-I-Tarikh, del siglo IX, en Balj (Afganistán).[20]
Otras estructuras
La mayoría de las casas parecen ser de dos pisos.[14] El nivel inferior solía estar hundido en el suelo para refrescarse y tenía techos abovedados. El nivel superior tenía un techo de madera y un tejado plano adosado que proporcionaba espacio para vivir en las noches de verano. Las casas se construían en torno a patios y tenían un exterior sin rasgos distintivos, aunque a menudo estaban decoradas de forma muy elaborada en su interior.[6] La mayoría de las casas tenían letrinas e instalaciones para el baño de agua fría.[14]
Los abasíes también emprendieron obras públicas que incluyeron la construcción de canales en Samarra y de cisternas en Túnez y Palestina. El nilómetro de Fustat, cerca del actual El Cairo, construido en el año 861, tiene una elaborada y ornamentada mampostería y arcos de descarga.[21]
Decoración
Los tres tipos (estilos A, B y C) de decoración de estuco mejor ejemplificados, y quizás desarrollados, en la Samarra abasí fueron rápidamente imitados en otros lugares y el estilo C, que a su vez siguió siendo común en el mundo islámico durante siglos, fue un importante precursor de la decoración arabesca plenamente desarrollada. Los tuluníes de Egipto construyeron copias de edificios abasíes en El Cairo.[22] La mezquita de Ibn Tulun, construida en Fustat, cerca de El Cairo, en 876-879, combina características estructurales y decorativas omeyas y abasíes.[23] Es la única mezquita fuera de Irak que tiene un minarete en espiral.[10]
El trazado de la ciudad fatimí de Al-Mansuriya, en Ifriqiya, fundada en el año 946, era circular, quizá a imitación de Bagdad. La arquitectura fatimí de Ifriqiya y Egipto siguió los estilos abasíes, como demuestran la Gran Mezquita de Mahdía y la mezquita de al-Azhar en El Cairo.[24] Incluso los edificios omeyas de la península ibérica muestran la influencia abasí.[2] Se han encontrado mezquitas de nueve cúpulas en España, Túnez, Egipto y Asia Central.[25] Los edificios más recientes siguen a veces estilos arquitectónicos abasíes, como la mezquita Hamoudi de Yibuti, del siglo XIX.
Ejemplos
La mezquita de Bay'ah es la mezquita de las afueras de La Meca, en Arabia Saudita. Se construyó por orden del califa abasí Al-Mansur en 761/762 en el lugar de al-Bay'ah, es decir, el lugar donde el profeta Mahoma se reunió con los Ansar (los partidarios) y tomaron el juramento ('bay'ah). esta mezquita es un gran ejemplo de la arquitectura abasí.
Construido por el califa Al-Mutawákkil. El minarete en espiral de la Gran Mezquita de Samarra, Irak, hereda la arquitectura única del «Minar» de Firuzabad
Qasr al-'Ashiq (قصر العاشق) es un palacio histórico de principios de la época abasí, situado cerca de la ciudad de Samarra. El palacio se encargó bajo el mandato del decimoquinto califa abbasí Al-Mu'tamid, y su construcción tuvo lugar entre los años 877 y 882
Vista del corredor de Palacio de Qasr al-'Ashiq
La Mezquita de Ibn Tulun es un ejemplo de arquitectura abasí construido por el gobernador abasí Ahmad ibn Tulun
Decoraciones de arcos geométricos abasíes
Panel de estuco tallado procedente de la ciudad de Samarra, Irak. Motivo floral con diseños geométricos abasíes, uvas, vides y piñas. Siglo III de la era islámica (siglo IX)
Mezquita de Al-Khulafa construida por el califa abasí Al-Muktafi, esta mezquita es un gran ejemplo de la arquitectura abasí
Mezquita y mausoleo de Zumurrud Khatun. El lugar fue construido por Sitt Zubayda también conocida como Zumurrud Khatun en 1202, que fue madre del 34º califa abasí Al-Nasir, y esposa del 33º califa abasí Al-Mustadi
La mezquita de Al-Sarai fue colocada por primera vez por el trigésimo cuarto califa abasí Al-Nasir, esta mezquita es un ejemplo de la arquitectura del periodo abasí posterior
La Universidad al-Mustansiriya es un ejemplo de la arquitectura del periodo abasí posterior
La entrada principal de la Universidad al-Mustansiriya es un ejemplo de la decoración de los arcos geométricos abasíes
Referencias
- ↑ Petersen, 2002, p. 1.
- ↑ Bloom y Blair, 2009, p. 78.
- ↑ Bloom y Blair, 2009, p. 79.
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- Petersen, 2002, p. 32.
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Bibliografía
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