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Antolín Monescillo

Antolín Monescillo y Viso (Corral de Calatrava, 2 de septiembre de 1811Toledo, 11 de agosto de 1897) fue un cardenal español, arzobispo primado de Toledo. Fue anteriormente vicario general de Estepa, canónigo de Granada, maestrescuela de Toledo, diputado y senador, obispo electo de las órdenes militares de Calahorra y la Calzada, obispo de Jaén, prelado conciliar del concilio Vaticano I y arzobispo de Valencia.

Antolín Monescillo y Viso

Antolín Monescillo en 1897, como cardenal-arzobispo de Toledo.

Título Cardenal presbítero de San Agustín
Patriarca de las Indias Occidentales
Arzobispo primado de Toledo
Otros títulos Obispo de Calahorra y La Calzada
Obispo de Jaén
Arzobispo de Valencia
Arzobispo de Toledo
Información religiosa
Ordenación sacerdotal 1836
Ordenación episcopal 6 de octubre de 1861 por Cirilo de Alameda y Brea
Proclamación cardenalicia 10 de noviembre de 1884 por León XIII
Información personal
Nombre Antolín Monescillo y Viso
Nacimiento 2 de septiembre de 1811 en Corral de Calatrava
Fallecimiento 11 de agosto de 1897 en Toledo

Monstra te esse matrem

Biografía

Primeros años

Hijo de Nicasio Monescillo y María Viso, modestos labradores de Corral de Calatrava, pequeña localidad de la provincia de Ciudad Real, donde nació el 2 de septiembre de 1811 siendo bautizado al día siguiente y confirmado el 29 de diciembre de 1816 por monseñor Luis Gregorio López Castrillo, obispo titular de Lorima.

Todavía en su pueblo comienza a estudiar latinidad, siendo su profesor el dómine Celestino Novalvos, profesor secularizado de la Orden de los Camilos, quien a su vez, en vista de sus cualidades, lo pone bajo la protección de Lorenzo Hernández Alba, deán de Toledo y paisano de Monescillo. A los doce años comenzó sus estudios en Toledo y los continuó con gran aprovechamiento hasta obtener los grados de licenciado en Cánones y doctor en Teología.

Su carrera académica fue brillante, como dicen sus informes: asistía a clase “con puntualidad, aplicación y aprovechamiento”, poseía “en todos (los) conceptos instrucción sólida, apoyada en la verdadera doctrina”. Las calificaciones obtenidas confirman estos informes: Sobresaliente en los exámenes de Bachillerato (4 de junio de 1835), Licenciatura (20, 28 y 29 de octubre de 1839) y Doctorado en Teología (29 de noviembre de 1840).

De su estancia como catedrático en Teología Pastoral en Toledo hay que destacar su amistad con el poeta Zorrilla, siendo posiblemente Monescillo quien persuadiera al poeta a dejar sus estudios jurídicos para dedicarse por completo a la poesía. Otro de sus grandes amigos seglares y posiblemente el más influyente en Monescillo es León Carbonero y Sol, fundador, propietario y director de la revista La Cruz y, acaso el más notable publicista del catolicismo español de la segunda mitad del siglo XIX. Del grupo de Monescillo es el también publicista eclesiástico Juan González, chantre de la catedral de Valladolid. Ellos constituyen uno de los más importantes focos del naciente periodismo católico español, siendo Monescillo el decano del periodismo católico.

A partir de 1833 comienza a recibir las Órdenes Sagradas. El 25 de septiembre de este año, al admitirle el título de Congrua, era ya tonsurado. El domingo de la Trinidad del año siguiente le fueron conferidas las Órdenes Menores por el obispo de Oaxaca (México) monseñor Abella, en el Convento de las Capuchinas de Madrid. Juan José Bonel y Orbe, que por entonces ocupaba la sede cordobesa le ordena de Epístola el 4 de abril y de Evangelio el 19 de septiembre de 1835, siendo ordenado de sacerdote en 1836, a la edad de 25 años, celebrando su Primera Misa en la Iglesia de Santa Cruz de Madrid.

Por su amor al estudio y viva inteligencia, se granjea el aprecio de sus profesores, que quisieron tenerle a su lado, y así, desempeñó varias cátedras en el Seminario de Toledo, hasta que en 1835 obtuvo por oposición un curato de dicho arzobispado, aprobando “con una de las principales censuras”.

Dotado de una vasta cultura y maestro del habla castellana, fue el cardenal Monescillo un orador de primer orden y un escritor notable. Desde su juventud publicó en los periódicos gran número de bien documentados artículos en defensa de la religión, que halló en él uno de sus más celosos propagadores. Sus pastorales son modelos en su género, y otro tanto se puede decir de sus Sermones y Panegíricos, reunidos en seis tomos. Publicó un vasto número de escritos, por ello incluimos al final, para no ir citando a cada año varios libros, una bibliografía de forma cronológica, aunque si aparecerán citadas de forma algunas de sus obras debido a su importancia literaria o pastoral.

Como se ha dicho, pronto se dio a conocer por sus cualidades periodísticas, colaborando en publicaciones, como El Católico o El Pensamiento Español, pero en 1842 Monescillo funda junto a Juan González el diario La Cruz, en el cual colaboran el marqués de Berriozábal, Roca y Cornet, Manuel de Jesús Rodríguez (figura importante de la Nunciatura), Crespo (primero, obispo auxiliar de Toledo, y luego, de Mondoñedo) y el gran García Cuesta, futuro cardenal de Santiago. Poco después colaboran con Pedro de la Hoz en el recién fundado diario La Esperanza. Es en este grupo donde se fragua y perfila la vocación de publicista de Monescillo que, con el paso del tiempo y su brillante carrera eclesiástica se convertirá en el portavoz oficioso del episcopado español ante el Trono. Pero su carrera periodística se vio interrumpida en 1842 a consecuencia de los disturbios que ocasionaron su exilio y el de otros sacerdotes toledanos.

Desde 1836 se hallaba vacante la sede de Toledo, el 30 de enero fallecía el cardenal Inguanzo y la reina María Cristina había presentado para sucederle a D. Pedro González Vallejo, el cual no era del agrado de Roma. Tal era el desagrado que cuando muere en 1842 aún no había entrado en la diócesis y a su muerte se quiso nombrar sin más, Vicario Capitular al que había sido su provisor, Golfanguer, como si se tratase de una normal y legitima sede vacante. Pero un grupo de sacerdotes se oponía a esta lesión de los derechos de la Santa Sede y firmaron una Representación a la Reina que fue redactada por Monescillo. La respuesta oficial no se hizo esperar: fueron detenidos cuarenta de los firmantes. Monescillo, aconsejado por sus amigos, huye a Madrid, ocultándose por buhardillas, escapando de un sitio para otro a fin de no comprometer a nadie, pasando auténtica hambre, pero aun encontró tiempo y modo para seguir escribiendo artículos. Pero la situación no podía prolongarse, y decidió presentarse espontáneamente a las autoridades, siendo desterrado eligió como residencia San Sebastián. Posiblemente pensaba huir a Francia, como así realizará. El exilio le adherirá poco a poco a toda la facción antiliberal y conservadora de la Iglesia española, y a corto plazo le permitió estudiar y ponerse en contacto con la cultura católica francesa.

Con la mayoría de edad de Isabel II y la entrega por parte de esta del poder a los moderados, bajo el gobierno de Narváez, y en vista de los buenos informes que se dan del desterrado, Monescillo entra de nuevo en España. Vuelto de Francia, continúa sus tareas literarias y periodísticas.

El 13 de marzo de 1849 fue nombrado “Vicario General y Juez Eclesiástico Ordinario de la Villa de Estepa (Sevilla) y su Estado, vere nullius nec intra límites alicuius Dioecesis, con territorio propio separado, inmediatamente sujeto a la Sede Apostólica”. Aquí es donde comienza su preparación, propiamente dicha, como pastor y hombre de gobierno, pues en la práctica era un cargo casi episcopal. Contaba treinta y seis años y junto a su cargo y al desempeño del oficio de Examinador Sinodal en varias diócesis, es nombrado caballero de la Orden de Carlos III, con fecha del 2 de julio de 1849 y comunicado a Monescillo el 16 de agosto del mismo.

Al quedar suprimido este Vicariato sevillano en 1852 por el Concordato de 1851 fue nombrado canónigo de Granada, pasando el 5 de septiembre de 1853 por permuta su canonjía granadina con el canónigo de Toledo Rafael Aguilar a la Catedral de Toledo, donde fue promovido el 6 de abril de 1858 a maestreescuela por Cirilo de Alameda y Brea, arzobispo de Toledo, donde quiso dedicarse de nuevo al profesorado y volvió a ocupar la cátedra de Teología en el Seminario conciliar de Toledo.

En este periodo de formación y docencia del que sería arzobispo de Valencia el papa Pío IX promulga el 8 de diciembre de 1854 el dogma de la Inmaculada Concepción de María, donde se encuentra una expresión adecuada de veneración a dicho dogma en Valencia con la composición de la Felicitación Sabatina por Juan García, el 5 de marzo de 1859, en la capilla del Seminario, a los pies del célebre lienzo de la Patrona, obra de Ribalta.

Obispo de Calahorra y La Calzada (1861–1865)

En 1861 es preconizado obispo de Calahorra y La Calzada por el papa Pío IX, recibiendo la consagración episcopal el 6 de octubre de 1861 en las Salesas Reales de Madrid, de manos del cardenal Cirilo Alameda, arzobispo de Toledo. Los consagrantes fueron: Francisco Landeira, obispo de Cartagena, y Clemente de Jesús Munguía, obispo de Michoacán (México), siendo apadrinado por el Marqués de Estepa y actuando como testigos dos compañeros del cabildo toledano. A partir de este momento Monescillo irá convirtiéndose en uno de los principales dirigentes de la Iglesia Católica española de la segunda mitad del siglo XIX.

Toma posesión por poderes de la diócesis el 12 de octubre del mismo, entrando en la diócesis cuatro días después. En esta etapa la diócesis de Calahorra le toca a Monescillo vivir el mayor acontecimiento por el que pasaría la diócesis, aunque tiene un matiz negativo y doloroso, pues está vinculado a la desmembración pendiente de ejecución ordenada por el Concordato de 1851, que dispone en su artículo 5º la conveniencia de trasladas la sede a Logroño y que se cree la diócesis de Vitoria a base principalmente de territorio calagurritano.

Al poco de llegar a Calahorra, comienza su actividad pastoral escrita. El 1 de noviembre de 1861 firma su pastoral de ingreso en la diócesis; y junto a los saludos y bendiciones de rigor, ofrece su adhesión a la Exposición que Costa y Borrás escribió en contra de los desvíos antirreligiosos de la prensa.

El primero de enero de 1862, publica su pastoral sobre La Tolerancia, pastoral en la que se realiza un ataque afilado y duro contra los Gobiernos centralistas de O'Donnell, que tratan de sobrevivir y dar continuidad a la situación permitiendo una mayor holgura de expresión al liberalismo progresista y al librepensamiento. En este documento se alude al periódico Irurac-bat, citando algunos párrafos del mismo, incursos en la condena de esta pastoral. El periódico Irurac-bat se apresuró a presentar sus disculpas con total sumisión e integridad católica. Y muy probablemente se refería a este incidente un despacho del nuncio Barili al cardenal Antonelli en el que se estimaba que Monescillo había molestado a algunos de sus diocesanos por cierta imprudente provocación.

Las pruebas de sus magnos y elocuentes dotes de orador se irán desarrollando en este obispado, pues es requerido en solemnes ocasiones en este periodo episcopal y como muestra de su buen hacer dos de sus intervenciones merecieron pasar por la imprenta.

Obispo de Jaén: diputado, senador y prelado conciliar (1865–1877)

Imagen externa
  Antolín Monescillo como obispo de Jaén.
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Antolín Monescillo hacia 1870, como obispo de Jaén.

En el año 1865 es promovido a la sede episcopal de Jaén, entrando en ella a la edad de 54 años el día 27 de junio del mismo, esta va a ser una época en la que va a luchar en varios campos, aunque especialmente en el sexenio y en el Concilio Vaticano I. Esta va a ser para el recién electo obispo de Jaén una dura etapa de actividad sin descanso, y a consecuencia de esta actividad va a ser noticia dentro y fuera de España. En una palabra: éste es el “Obispo de Jaén”. Sin más. Basta esta generalidad para que todos los españoles y bastantes extranjeros sepan que se habla de Antolín Monescillo y Viso.

El nuevo obispo de Jaén se puso manos a la obra en dos frentes: el clero y el pueblo, pues como informa al Nuncio: “Muy pronto, esta provincia, no movida ni excitada hasta hoy, dará muestras de que vive en ella la fe”

Se trabajó con el clero comienza por el Cabildo, ya que a los pocos meses de la toma de posesión consiguió de la Reina el tratamiento de Excelencia para el Cabildo, además de tener frecuentes deferencias con ellos: haciéndoles pequeños regalos, presidiendo algunas de sus sesiones y preocupándose de su situación económica en los años difíciles del Sexenio revolucionario y a comienzos de la Restauración, interponiendo en ocasiones su influencia ante los políticos de Madrid.

Nuestro prelado se dedica pastoralmente a emanar cartas pastorales con el fin de lograr un clero que fuese ejemplar en su ministerio, de recta formación y a la altura de lo que las circunstancias requerían, para que viviese modestamente y poder así iluminar cristianamente las conciencias.

Llevaba más de la mitad del territorio diocesano recorrido en Visitas Pastorales en octubre de 1866, tan solo 15 meses más tarde de su toma de posesión, Visitas que se prolongarán a su vuelta del Concilio Vaticano I, al igual que bajo la Interinidad y la I República, gracias a estas Visitas Pastorales se contribuye a mantener la fe del pueblo, pues la fe popular fue uno de los objetos de trabajo llevados a cabo por el prelado de Jaén.

Otra de sus preocupaciones, como sucederá en Valencia, fue el Seminario. En esta diócesis había dos seminario: el de la capital y el de Baeza, este último bien dotado, sobre todo en cuanto a biblioteca.

El Seminario de Baeza no pudo resistir la penuria que asoló a la Iglesia española durante el Sexenio: al no haber fondos para las cátedras de 5.º y 6.º de Teología, sus alumnos pasaron al de Jaén, y el de Jaén resistió a base de becas y de una reducción de alumnos, siendo pues éste el más beneficiado de los esfuerzos llevados a cabo por Monescillo, pues el Seminario de Baeza cerró parcialmente.

En el año 1868, como se indicó anteriormente se llega al Sexenio, siendo este un periodo revolucionario, en el cual se inician persecuciones y abusos a la Iglesia. En Madrid, Barcelona, Salamanca y en otros muchos lugares se procedió al cierre de iglesias, a la quema de edificios religiosos, al saqueo y a la destrucción de objetos. Se embargaron los fondos de la sociedad de San Vicente de Paúl.

Monescillo encaja la Revolución de 1868 con un comportamiento equilibrado y cauto, teniendo por consigna “al Cesar lo que es del Cesar”, consigna que se encargó de extender al clero y a los fieles de la diócesis.

En este convulso ambiente es elegido diputado[1]​ por Ciudad Real de las Cortes Constituyentes de 1869 convocadas por el Gobierno provisional. Acepta esta delicada investidura con el propósito de defender la unidad católica, aislándose completamente de las luchas políticas, ajenas a su carácter y al ejercicio de su sagrado ministerio.

Durante los periodos de preparación de la nueva Constitución de 1869, se habla de una inminencia por decretar la libertad de cultos, debido a la recepción de sumas económicas por parte del protestantismo extranjero. Para protestar contra esto, varios prelados asisten a las cortes, a la vez que se forma la Asociación de Católicos, presidida por el marqués de Viluma, el cual logra reunir tres millones y medio de firmas a favor de la unidad católica. Dichas firmas son presentadas por los prelados en las Cortes el 6 de abril, pero fue en vano, pues en la sesión del 26 de mayo fue sancionada la libertad de culto. Por toda la geografía española se realizaron desagravios públicos y voces elocuentes como la de Monescillo y la del canónigo magistral de Vitoria, Don Vicente Manterola, que se enfrentaron a la parte contraria defendida por Castelar.

Al llegar la discusión de la totalidad del proyecto constitucional Monescillo creyó necesario tomar parte en ella, y lo hizo en las sesiones del 13 y 14 de abril de 1869 en los términos siguientes:

«La nación española, y en su nombre las Cortes Constituyentes, desean restablecer la justicia, afianzar su libertad y la seguridad y desenvolver la prosperidad en bien de cuantos viven en España.» ¡Qué nobilísimo intento el de la comisión! Esa es vuestra aspiración, es la mía, esa es la de todo el que siente la justicia y la equidad; nunca le agradeceremos bastante a la comisión este arranque de nobleza y de verdadera rectitud de miras: ¿quién no querrá ir a dónde la comisión le quiera llevar? ¿Quién no querrá establecer la justicia, afianzar la libertad y la seguridad, y desenvolver la prosperidad en bien de cuantos moran en España? Señores, establecer la justicia, ¡cosa santa, cosa grande, cosa admirable!

Mi antigua escuela decía que una de las propiedades trascendentales era el unum, la unidad. ¿No es verdad esto? Yo no comprendo la variedad de religiones: si todas son iguales, no hay ninguna religión: voy a decir sinceramente cuál es en esta materia el pensamiento cristiano, cuál es el pensamiento pagano, cuál es el pensamiento político, y al llegar a este punto, será cuando entre a examinar el proyecto de Constitución.

Oigo a un pagano, gloria de la elocuencia y de la literatura, quien acercándose ya al cristianismo, habiendo visto los primeros albores de la luz, de esa luz magnífica que irradia, de Nuestro Señor Jesucristo, decía a los que andaban dando culto a diferentes dioses: «Dejaos de locuras, dejaos de insensateces: aut Deus non est, aut unus est; o no hay Dios, o es uno. ¿No es verdad, señores diputados, que hiere la grandeza de este pensamiento? Pluralitas Deorum nulitas Deorum: a pluralidad de Dioses, nulidad de Dioses; a pluralidad de religiones, nulidad de religiones. Ved, pues, por qué yo vengo a apoyar la unidad religiosa, porque creo que si todas las religiones son falsas, no hay moral verdadera: la moral se asienta en la religión.

El diputado que os dirige su humilde voz no habla en nombre de la Iglesia, porque no representa ni es digno de representar a la Iglesia. En la Iglesia católica no hay Iglesia española, ni francesa, ni italiana: hay dos palabras que no caben en el catolicismo, aunque el catolicismo es muy grande, muy vasto, universal, que todo lo abarca. ¿Sabéis cuales son esas dos palabras? El yo y el nosotros; el yo no cabe en la Iglesia católica; el nosotros no cabe en la Iglesia católica.

La actuación de Monescillo en el Congreso a favor de la unidad católica fue muy comentada, y muy especialmente la primera parte de su discurso, que tuvo una amplia y favorable resonancia en la prensa española de todos los bandos.

En esta época de revolución político-religiosa, Monescillo marcha en agosto de 1869 a Roma para participar en el Concilio Vaticano I junto con Muñoz Garnica, perito conciliar nombrado por el Papa, y un familiar. Tras un periodo de descanso en su pueblo natal, reemprende el viaje a Roma el 11 de noviembre, llegando a destino el 27 del mismo.

Las Actas del Concilio dejan constancia de su asistencia a las tres primeras Sesiones Públicas y del permiso para ausentarse que le fue concedido el 5 de abril “tum ob valetudinis incommoda, tum ob Ecclesiae suae necessitates”. Así, entre agosto de 1869 y abril de 1870 desarrolla toda su actividad conciliar, siendo uno de los prelados españoles que desplegó mayor actividad en las sesiones conciliares, como nos narra García Gil, arzobispo de Zaragoza. Aparte de ser uno de los prelados que más se movió dentro de la ciudad de Roma, junto a Caixal, obispo de Urgel, para organizar las actuaciones españolas en el aula conciliar.

Fue elegido para la Diputación De Fide, una Diputación, en palabras del obispo de Salamanca, que estaba compuesta “entre lo más selecto de todos ellos (los padres conciliares), puesto que en ella se tratan las cuestiones de fe, que son las más arduas y difíciles, y por consiguiente de altísima importancia”.

Tuvo un discurso al debatirse la cuestión del esquema De parvo Catechismo presentado por el Concilio, pues propugna la adopción de un texto único para la enseñanza catequética en la Iglesia universal. Su discurso fue una disertación docta y discreta desarrollando en ella toda una lección de teología tomista, defendiendo los derechos del Papa y trazando una historia de la catequesis española, aparte de enfrentarse como contrapunto a la autoexaltación a la que acababan de entregarse algunos franceses en el Concilio, en plena casa materna de la Iglesia, en la cual las únicas exaltaciones que deben oírse son las glorias de la misma Iglesia. Estando aun en Roma Monescillo es proclamado rey de España Amadeo de Saboya, al cual estos años de Interinidad la vida en España se le hace imposible y renuncia a la Corona española al mediodía del 11 de febrero de 1873 volviendo a Italia, para que ese mismo día fuese declarada la I República.

La actividad de Monescillo como hombre público a la vuelta de Roma, a finales de abril de 1870 continua, siendo nombrado senador por Vizcaya en 1871 durante el periodo de Interinidad de Amadeo de Saboya, nombramiento que acepta y que a su vez interpreta como un encargo de enaltecer la enseña de Dios, Patria, Rey y Fueros.[2]

Convoca un Sínodo diocesano que cuenta con la adversidad de las condiciones políticas que imperaban en España durante esta época. El Sínodo se celebra entre el 15 y el 17 de mayo de 1872, siendo el primero desde el celebrado en Jaén desde 1624. La intención del Sínodo fue la de intentar aplicar en la diócesis jienense los principios del Syllabus y del Concilio Vaticano I. Atendiendo más en concreto a la situación española e intentando responder a las nuevas situaciones creadas por la legislación eclesiástica emanada en el periodo del Sexenio. Sobre todo se preocupa de lo tocante a la libertad de cultos, los matrimonios civiles y los cementerios.

La proclamación de la I República en 1873 fue muy bien recibida por un amplio sector de la sociedad española, pensando que el nuevo sistema de gobierno resolvería todos sus problemas, dando una significación a la República tales como orden, progreso, libertad y justicia. Pero he aquí que el gobierno republicano fue incapaz de resolver nada y al caer el gobierno de Pi y Maragall, el movimiento cantonalista y disgregador se extendió por toda España, como ocurre en Valencia y Alcoy.

Monescillo se enfrenta al Ministro de Gracia y Justicia republicano en 1873 debido a la supresión de la jurisdicción de las Órdenes Militares, cuya validez era puesta en tela de juicio por el Gobierno. En relación con este asunto tomó providencias contra los que se negaran a aceptar lo ordenado en el motu proprio Quo gravius. Otro enfrentamiento con el Gobierno fue el mantenido con Ruiz Zorrilla, jefe del Gobierno, debido al intento de someter a la censura de la autoridad civil todas las pastorales, edictos y demás disposiciones que emanaran los prelados españoles a la vez que se procedía a la incautación de los archivos eclesiásticos. En este periodo los ataques a la unidad española fueron feroces y el anticlericalismo llega a cotas impensables. Salmerón avergonzado por como se desarrollaban los hechos abandona la presidencia de la República en la que solo pudo mantenerse durante cuarenta días. Aquello pues, no podía acabar de otra manera: Castelar, queriendo poner orden para salvar la República recibe el 2 de enero de 1874 el golpe de estado del general Pavía, el cual toma el palacio de las Cortes haciendo huir a los diputados republicanos al oír los primeros disparos y acabando así la I República. A estos hechos sigue un gobierno provisional que nada pudo remediar, a la vez que tuvo que luchar con los carlistas que triunfaban en Bilbao y Cuenca.

En el campamento militar de Sagunto (Valencia), el general Martínez Campos proclama rey de España el 29 de diciembre de 1874 a Alfonso XII, hijo de Isabel II. El nuevo rey desembarca después en Barcelona y visita Valencia, ciudad esta en la cual se le tributa una triunfal recepción, para posteriormente ser reconocido en Madrid, asumiendo la presidencia del gobierno Cánovas del Castillo, el cual se apresura a arreglar lo más pronto posible la mala situación religiosa creada en los años anteriores: envió embajador ante la Santa Sede y derogó la ley del matrimonio civil.

Llegamos con ello a la Restauración, periodo en el cual se organiza la vida política en dos partidos políticos: el conservador y el liberal, los cuales se irán turnando en el poder de forma pacífica y periódica. Ambos tenían la misma política económica y las diferencias entre ellos eran pocas, solo que los liberales se distinguieron por su anticlericalismo, haciendo suyas todas las insolencias, burlas e insultos que se hicieron a la Iglesia.

En este periodo se reconoce la confesionalidad del Estado español con una simple tolerancia a los otros cultos. Sin embargo, el malestar no desapareció del todo. En 1876 la Restauración era ya un hecho que parecía duradero, se trataba de una democracia puramente formal, aunque con una decisiva influencia caciquista, especialmente de los gobernadores civiles, falsificadores magistrales de los resultados electorales. Cánovas del Castillo logra aprobar una Constitución que duraría 50 años, pero muchos de los problemas de fondo quedaban por resolver, como es el caso de los carlistas, los republicanos y especialmente el problema obrero, que con el paso de los años la Iglesia valenciana irá paliando, como se verá en el desarrollo de los acontecimientos del pontificado de Monescillo.


Arzobispo de Valencia (1877–1892)

 
Busto en terracota del cardenal Monescillo, Museo de Bellas Artes de Valencia.

En 1877 fue propuesto por el Gobierno conservador para la sede arzobispal de Valencia, de la que toma posesión el 5 de octubre del mismo año, haciéndosele un solemne recibimiento. En esta diócesis durará mucho tiempo el recuerdo del prelado, que supo ganarse el afecto y respeto de todos en una época difícil y llena de dificultades.

Pero ¿cuál era el clima que reinaba en Valencia a la llegada de Monescillo? retrocedamos 5 años atrás en la vida política de Valencia.

Con la caída del gobierno de la I República de Pi y Maragall en 1873 el movimiento cantonalista y disgregador se extendió por las dos ciudades más importantes de la archidiócesis: la capital Valencia y Alcoy.

El 19 de julio de 1873 se constituyó en el Paraninfo de la Universidad la Junta Revolucionaria con el objeto de satisfacer las aspiraciones modernistas y progresistas fracasadas de la I República, y el 22 del mismo a las puertas de la casa Vestuario, ante un gentío enloquecido se declara el Cantó Valencià.

Nicolás Salmerón, en contra de sus convicciones recurre al ejército para la pacificación de Valencia y el día 25 de julio se declara el sitio a la ciudad de Valencia. La población alarmada y atemorizada se refugia en sus casas, en templos parroquiales y una muchedumbre corre a refugiarse a pueblos cercanos, especialmente al Cabanyal y a Alboraia. Por su parte la Junta Revolucionaria se instalará en el Aula Capitular de la Catedral.

Pero a lo largo de una semana la insurrección no se había apaciguado, por lo que el General Martínez Campos da la orden de bombardear la ciudad, sembrando así el pánico entre los insurrectos. Los cabecillas más destacados abandonan Valencia huyendo en barco a Cartagena, quedando en quince días destruida la expectativa independentista.

Con la llegada de la Restauración y la organización de la vida política en dos partidos políticos y el sistema de alternancia en el poder de forma pacífica y periódica, como ya se dijo se llega en Valencia a las elecciones generales de 1876, 1879 y 1884, las cuales fueron ganadas, todas ellas por los conservadores. A los liberales les correspondían las elecciones de 1886. Por su parte la Iglesia valenciana, representada por el arzobispo Monescillo, exhortaba a los fieles a no votar por los candidatos librecultistas, citando a su favor las enseñanzas de Pío IX contenidas en el Syllabus, en las que se rechaza la libertad de culto. Pero esto no impidió que los liberales salieran triunfadores y que los anticlericales publicaran sus panfletos, revistas, sainetes, en los que se realizaba todo tipo de mofa a los Dogmas, a los religiosos y sacerdotes; plasmando magistralmente Blasco Ibáñez estos hechos en su novela Cañas y Barro, el cual a sus veintitrés años (1889) era ya un agitador consumado, considerado en el campo político como un espíritu diabólico, debido a su marcado anticlericalismo, con facilidad de palabra para arrastrar a las clases medias y a los estamentos populares contra la monarquía y la Iglesia. Los sacerdotes veían en el republicano Blasco Ibáñez la encarnación del mal, pues eran atacados con dureza y sin piedad, siendo su huella muy profunda en Valencia y en los pueblos periféricos.

En este clima revuelto dedica Monescillo los primeros meses de su pontificado a recopilar toda la información posible sobre el estado de la archidiócesis y fiel a su táctica comienza a trabajar con el clero, dedicando grandes atenciones al Cabildo, como ya hiciera en Jaén; preocupándose de que al Cabildo le fueran concedidas distinciones exteriores: el título de Excelencia a la Corporación, insignias especiales a los capitulares, etc. Pero no solo se dedica a los gestos externos, pues se dedica a reformar los Estatutos y el Reglamento, en los que introduciría más tarde algunos cambios, a petición y a favor de los Beneficiados. Hechos estos que hacen suponer la fidelidad que obtendría de los canónigos, aunque hay indicios que hacen suponer que al final del pontificado de Monescillo algún sector se distancia del prelado. Con respecto a los sacerdotes de la diócesis, actúa según el estilo adoptado en Jaén: realiza concursos de curatos, escribe circulares, entre otras iniciativas.

Su primera gran tarea pastoral en la archidiócesis valentina en el transcurso de 1878, consiste en el inicio de la visita pastoral a las parroquias de la capital y del colegio mayor de la Presentación, que no había sido visitado desde hacia 120 años. Trasladándose posteriormente a Alcoy, por ser la ciudad más importante de la archidiócesis, en la cual también se desarrolló en afán independentista de 1873.

El 15 de mayo de 1878, de común acuerdo con los obispos sufragáneos, presenta en las Cortes una Suplica y Observaciones sobre el proyecto de Bases para las Leyes de Instrucción Pública. En ellas, Monescillo defiende una mayor influencia del principio religioso y la intervención del episcopado en la redacción de las leyes y reglamentos que dieran lugar dichas Bases. Durante este periodo, nuestro arzobispo promueve la iniciativa de enviar al Papa escritos colectivos, por provincias eclesiásticas, que luego se transformarían en el mensaje del episcopado español a León XIII. Esta iniciativa de Monescillo tuvo una buena acogida en la Nunciatura y en la Secretaria de Estado de la Santa Sede, pues en estos escritos se mostraba la reacción compacta y favorable de los obispos ante la importante intervención papal en los asuntos de importante gravedad que se iban sucediendo en España. Dos fueron las intervenciones colectivas del episcopado español en el siglo XIX, a raíz de graves problemas en la vida político – religiosa: la primera intervención tuvo lugar el 1 de enero de 1870, cuando los prelados residentes en Roma protestaron contra la introducción del matrimonio civil y la segunda fue el 6 de enero de 1883, en cuya intervención enviaban los obispos españoles su adhesión a la encíclica publicada por León XIII Cum multa.

Sin embargo, la encíclica Cum multa sirvió para poco, porque las disensiones entre los católicos españoles no solo no terminaron tras la intervención del papa, sino que se agudizaron. Las implicaciones de los intereses políticos en los asuntos eclesiales eran tan frecuentes e intensas que difícilmente se podían apagar las pasiones y escindir los campos.

Los católicos liberales, escasos y desorganizados, carecían de apoyo eclesial, y tuvieron que enfrentarse durante decenios con el bloque monolítico del carlismo – tradicionalismo – integrismo, que con sensibles variaciones ideológicas y políticas ha estado presente en la historia de la España hasta nuestros días. Mientras el catolicismo liberal fracasaba en España, aunque el sector más cerrado e intransigente del área confesional consiguió afianzarse en el terreno de la lucha política.

La intervención de León XIII fue, con todo, importante y significativa porque por primera vez en la historia de la Iglesia española contemporánea, un pontífice levantó la voz, de forma solemne, para denunciar una situación deplorable de los católicos, del clero y de los obispos: la falta de unidad, por la que tanto luchaba Monescillo. Esta unidad no se logró, de ahí el fracaso de la encíclica.

Con respecto al Seminario Central, Monescillo nada más llegar a Valencia se entrevista con el provincial de los jesuitas, el padre Vigordá, para ofrecerles tres cosas: que escogiesen un templo en la ciudad para ejercer allí sus ministerios, que fundasen una residencia en el palacio del santo Duque en la ciudad de Gandía, y finalmente, que se hiciesen cargo de la dirección del Seminario. Lo único que consiguió el prelado, y tras muchas dificultades, fue lo segundo. El clero valentino y algunos jesuitas se oponen al protagonismo que el nuevo arzobispo quería dar en la ciudad a los jesuitas. Así el arzobispo abandona el proyecto, presionado también por algunos canónigos que no veían con buenos ojos las intromisiones de los religiosos en la institución del Seminario. Los jesuitas que comenzaron a trabajar en él en 1877 se van retirando discretamente hasta desaparecer por completo en 1879. Con la retirada de los jesuitas del Seminario se demuestra que las relaciones entre ellos y el clero, con el prelado a la cabeza, se habían deteriorado: junto a los recelos personales existen razones políticas que ensombrecieron estas relaciones, pues los jesuitas atribuyen el fracaso del Seminario a la remoción de su rector Luis Badal, amigo de estos y conocido carlista. Entre Badal y Monescillo no faltaron las tensiones, si bien el prelado lo nombró miembro de la comisión preparatoria de la peregrinación romana de 1882 y le propuso en varias ocasiones para el episcopado.

La salida de los jesuitas del Seminario coincide que el 4 de agosto de 1879 se promulga la encíclica Aeterni Patris en la cual León XIII apostaba por una renovación de la educación de los futuros pastores con el impulso del estudio del tomismo. En esta labor de difusión del tomismo Monescillo colabora activamente desde Valencia, gracias en cierta medida al buen hacer del presbítero y profesor del Seminario Niceto Alonso Perujo. En diez años se culminaron en Valencia importantes obras dentro de ese empeño católico por la restauración e implantación del tomismo, las tres siguientes a cargo de Niceto Alonso: una nueva edición latina anotada de la Summa Theologica de Santo Tomás, su complemento Lexicon philosophico-theologicum y el Diccionario de ciencias eclesiásticas, que dirigió junto con Juan Pérez Angulo, también profesor del Seminario.

A excepción de estas iniciativas científicas de Alonso Perujo son muy escasos los vestigios de un resurgir tomista entre el clero valentino. Es cierto que desde el curso 1879 – 80 las lecciones filosóficas y teológicas se adaptan a las enseñanzas de santo Tomás de Aquino, aunque, en realidad, el tomismo se enseñaba en el Seminario Conciliar de Valencia desde su restauración en 1845, cuando fue introducida en el mismo la Facultad de Teología, suprimida de la Universidad civil. Todas las tesis y proposiciones a defender por los candidatos a grados estaban inspiradas en la doctrina de santo Tomás y en los libros de la Summa.

El empeño del profesor y sacerdote Alonso Perujo sirvió únicamente para asentar unas bases, pues no hubo continuidad ni se consiguió formar una escuela, aunque Monescillo insistió sobre la línea tomista impuesta por León XIII, prueba de ello será la reafirmación que realizará en el Concilio provincial de 1889 sobre la necesidad de enseñar y explicar la doctrina del Doctor Angélico en el Seminario, tal y como versaba la encíclica Aeterni Patris. También en el Seminario valenciano se cuidaba mucho la formación clásica, indicio de esta preocupación formativa son las ediciones de escritores latinos que se hacen para uso de los seminaristas, como es el caso de la Nueva edición de clásicos latinos compilada por F. Genovés Burguet, obras en su mayoría patrocinadas por Monescillo. Junto a la formación tomista y clásica de los seminaristas el Seminario contaba con uno de los mejores Gabinetes de Química, la biblioteca era excelente y los edificios en general estaban bien acondicionados.

La noche del 3 al 4 de junio de 1880 se inaugura en la capilla de la comunión de la parroquia de San Bartolomé la Adoración Nocturna, fundada en París en 1848; rápidamente se extiende el movimiento por la capital, creando nuevos turnos que en pocos años alcanzan a ser más de 30, situados en las principales parroquias e iglesias. Junto a los turnos de la Adoración Nocturna se fomenta también la celebración de vigilias extraordinarias en fechas litúrgicas señaladas, surgiendo las XL Horas, que alcanzarán también gran difusión, propiciada desde Roma por el papa León XIII.

En febrero de 1883, Gregorio Gea Miquel con la ayuda de varios compañeros funda el Patronato de la Juventud Obrera, que empleó como albergue de seminaristas pobres y escuela nocturna de doctrina cristiana para aprendices de los distintos oficios. Gea presentó la naciente institución al arzobispo, aprobando sus estatutos el 29 de mayo de 1884. En este mismo año, nuestro prelado concede la autorización para abrir una casa a la hoy Beata Juana María Condesa Lluch, con el fin de dar la necesaria asistencia espiritual, intelectual y material a las obreras y la atención a los pobres. Recibiendo en 1892 la aprobación diocesana del Instituto, naciendo en este periodo la Congregación de las Esclavas de María Inmaculada, periodo en el que la mujer comenzaba a introducirse en la vida laboral española.

Además de conceder el permiso para la fundación del Patronato de la Juventud Obrera y de la apertura del Instituto a las Esclavas de María Inmaculada, Antolín Monescillo protege como arzobispo la fundación y expansión de congregaciones religiosas tales como las Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia y los Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los Dolores y de las Hermanas de la Doctrina Cristiana, congregación dedicada a la enseñanza de la doctrina cristiana a la juventud y atender a los enfermos.

Además de propiciar la creación de nuevas congraciones y obras de carácter social y educativo a favor de los más pobres y desfavorecidos, Monescillo intentó, al igual que hizo con el Cabildo y el clero, ganarse las simpatías del pueblo valenciano cultivando de modo especial todo lo relacionado con la devoción a la Virgen de los Desamparados, ya que su capilla era, junto con la catedral, el centro de la religiosidad de los valencianos. Con dicho propósito alcanzó, tanto para la catedral como para la basílica de la Virgen de los Desamparados honores y privilegios. Pío IX concede cien días de indulgencias a los fieles que invocasen a la Inmaculada venerada en la catedral, templo al que León XIII, a instancias de Monescillo, otorgó el título de basílica; con respecto a la Virgen de los Desamparados, consiguió una reforma de sus celebraciones litúrgicas; además de dotar a la capilla con un órgano, considerado por aquel entonces, el mejor de España. A instancia suya, el papa León XIII, declaró patrona de Valencia y de su reino a la Virgen de los Desamparados, aunque esto fue el reconocimiento oficial de una situación de hecho.

A este capítulo de congraciarse con el pueblo valenciano, hay que citar todo lo que el arzobispo realizó en pro de cuatro ilustres personalidades de la diócesis: su intento fallido de pedir a Roma que su predecesor en la cátedra, santo Tomas de Villanueva, fuese declarado Doctor de la Iglesia. En el transcurso de 1881 celebró solemnemente el III centenario de san Luis Bertrán. Con respecto a sor Inés de Benigánim introdujo en Roma el proceso de beatificación. Finalmente, dedicó un gran interés por la causa de beatificación de la fundadora de las Adoratrices, la que fuera vizcondesa de Jorbalán, sor María Micaela del Santísimo Sacramento, fallecida en Valencia durante el cólera de 1865, designando un tribunal diocesano para recabar información sobre sus virtudes en 1889, y dos años después trasladando sus restos mortales al convento de las Adoratrices.

Todas estas iniciativas tenían, como se ha dicho, una evidente finalidad pastoral y formaron parte de la actuación de Monescillo en el terreno pastoral, que durante estos primeros años de pontificado, como se ha visto, fueron muchas y muy variadas, pero ya en los sucesivos años, bien por enfermedad, bien por vejez, su agenda pastoral va reduciéndose sustancialmente.

Cardenal y arzobispo de Valencia (1884–1892)

El papa León XIII, sin duda conmovido y asombrado por el activismo tomista desplegado desde la diócesis valentina, ayudado por el sacerdote Niceto Alonso, decidió premiar al arzobispo Monescillo creándole cardenal,[3]​ en el consistorio del 10 de noviembre de 1884, con el título de San Agustín In urbe, habiéndole impuesto la birreta cardenalicia el rey Alfonso XII. Hasta el año 1885 mantuvo el arzobispo un ritmo intenso de visitas, pero a sus setenta y cuatro años y debido a un sobresalto que se llevó en Carlet, donde estuvo a punto de ahogarse debido a la crecida inesperada del río, se ve obligado a reducir su actividad pastoral, terminando de esta forma la primera etapa de su pontificado, durante la cual pudo recorrer y predicar con su habitual brillantez en la inmensa mayoría de los pueblos.

En 1885 otra peste se cebó sobre la ciudad de Valencia, causando cerca de cinco mil muertos, provocada por las deficiencias sanitarias de las aguas y la crisis alimenticia provocada por la mala cosecha del arroz. En estos años, 1886–87, de escasez terrible que asolaba a la región valentina, nuestro prelado no solo consiguió con su elocuencia despertar la caridad de los ricos, sino que, predicando con el ejemplo, empeñó sus alhajas y hasta su paga para atender al socorro de los desvalidos, como ya hiciera en Jaén cuando vendió su propio automóvil. El ya cardenal arzobispo de Valencia, convoca un Concilio provincial que se celebra en octubre de 1889. Este sería el III Concilio provincial y a su vez, el primero que se celebra desde la época de Martín Pérez de Ayala en 1565. Durante los meses previos va nombrando a quienes serían los consultores, peritos, etc., intentándose rodear de los mejores. Como muestra citaremos que el 18 de septiembre nombra consultor conciliar al franciscano Luis Amigó y Ferrer, fundador de dos congregaciones religiosas, posterior Administrador Apostólico de Solsona y obispo de la misma, posteriormente obispo de Segorbe y cuyo proceso de beatificación a día de hoy está abierto.

En este III Concilio provincial de Valencia se ordena que en cada diócesis se establezca, en el menor tiempo posible un colegio, donde los hijos de familias pobres o menos acomodadas pudieran, abonando una módica pensión, morar en calidad de internos y seguir su vocación apartados del mundo. Esta disposición conciliar fue fácil de acatar en Valencia, pues la institución Colegio de San José de Vocaciones eclesiásticas cumplía con esta misión desde el año 1884, cuando el Seminario contaba con 1000 alumnos externos además del internado. Monescillo insiste, como se dijo, en la necesidad de explicar en el Seminario la doctrina del Doctor Angélico según la encíclica Aeterni Patris.

Junto a esta reforma educativa y estructural del Seminario, el Concilio provincial trató un tema candente de esos años: el integrismo, que amenazaba con crear una Iglesia separada, aunque posteriormente en los Decretos solo se tocó de pasada, al tratar otros asuntos; junto al tema del integrismo incipiente se dictan normas disciplinares, se realiza una reforma de las costumbres y una impugnación de errores. Enviados los Decretos conciliares a Roma fueron aprobados y publicados en 1891 con unas mínimas correcciones de detalle.

En 1891, el cardenal Antolín Monescillo realizará una segunda reforma estructural del Seminario valentino, agregando al Seminario el Colegio de San José de Vocaciones eclesiásticas, como institución subsidiaria del Seminario, convirtiéndolo en instituto diocesano bajo la dirección de los Operarios Diocesanos, pero respetando el orden económico y administrativo. Los alumnos asistirían a las clases del Seminario acatando su reglamento y ordenando una separación entre los alumnos de Gramática y Filosofía. Las reformas del Seminario de Valencia llevadas a cabo por Monescillo llevan a afirmar de él que es “el primero, sin duda, de España, (y) uno de los más bien montados de Europa”.

Por su energía, su celo y su caridad inagotable, supo hacerse querer por todos. Fue un líder dentro del episcopado y así lo reconoció el propio papa León XIII en el consistorio del 11 de julio de 1892 preconizando al cardenal Monescillo para la sede primada, pese a haber superado los ochenta años.

Pero antes de marchar a la sede toledana, el cardenal Monescillo se despide de los fieles valencianos con palabras de elogio referidas al Seminario de Valencia, que el mismo reformó: “A todas partes llega el crédito que bien adquirida tiene la instrucción sólida impartida a los jóvenes levitas en la escuela eclesiástica de Valencia; y nadie ignora la afluencia con que de varias diócesis de España acuden alumnos al central de este arzobispado para obtener títulos académicos, que ocupan como credenciales para sus ejercicios literarios otorgados al mérito por jueces hábiles y prudentes”.

Con estas palabras se despide un prelado que dejó honda huella, debido a que la actividad desplegada por Monescillo en Valencia no tenía antecedentes en ninguno de sus predecesores del siglo XIX. En la archidiócesis nadie se atrevió a discutir su prestigio, su recia formación, sólida cultura y su brillante oratoria. El 7 de agosto de 1892, tras despedirse de las autoridades y encareciéndoles que no hubiese solemnidades en su despedida, abandona Valencia.

Cardenal arzobispo de Toledo y primado de España (1892–1897)

Vuelve Monescillo en su última etapa pastoral a sus inicios, a los años entrañables de su juventud, la ciudad que siempre amó y de la que había escrito, en Pensamientos: “hay atmósferas en las cuales se ahoga quien no respira tradición y piedad. Roma y Toledo ofrecen este curioso espectáculo”.

Este nombramiento fue el sueño de toda su vida y se sintió muy feliz cuando llegó a Toledo. En su primera carta pastoral escribe que siempre quiso que Toledo fuese su sepultura. Y a un periodista de El Liberal declaró el 31 de octubre de 1894:

Yo no me encuentro a gusto más que en Toledo (…). Por este cielo y este país me intereso tanto, que preferiría ser sacristán de nuestra Primada que Arzobispo de Valencia

Pero antes de entrar en la diócesis de Toledo, se detiene unos días en Madrid, donde recibe el palio en la capilla privada del palacio madrileño de su gran amigo el Conde de Guaqui. Recibe el palio arzobispal de manos del hasta entonces obispo de Madrid, Ciriaco María Sancha, ya preconizado para sustituirle en Valencia.

Toma posesión de la diócesis por poderes el 12 de agosto de 1892, entrando en persona a Toledo el día siguiente. Llega a una diócesis grande, pero no inabarcable, 457 parroquias, atendidas por un buen número de sacerdotes, concentrados sobre todo en la capital. Solo la Catedral albergaba en su seno tres cabildos canonicales: el de la Iglesia Primada, el de la Capilla Real y el de la Capilla Mozárabe. Contaba también la diócesis con ocho conventos de religiosos, que Monescillo ampliará a diez, 56 de monjas de clausura y varios de religiosas de vida activa.

Los canónigos eran, vista la situación, una fuerza importante en la diócesis y, Monescillo que fue miembro del Cabildo Primado lo sabía. Para ello al igual que hiciera en las diócesis anteriores, intentó remediar en lo posible las posibles irregularidades e injusticias interesándose por la reforma de los Estatutos y logrando establecer una economía más racional y saneada.

Como hiciera en Jaén y Valencia, multiplicó sus deferencias con la corporación, reconstruye a sus expensas la Ermita de Santa María de la Cabeza, con el producto de sus sermones convirtió el lugar en un lugar de paseo y devoción lo que antes era teatro de miseria e inmoralidades. Posteriormente mandó edificar una casa aneja, que regaló al Cabildo para que los capitulares pudieran retirarse a ella a realizar los Ejercicios Espirituales. Después de muerto los albaceas de su testamento entregaron a la corporación capitular un pectoral y un anillo, ambos de valor, para que formasen parte del tesoro de la Virgen del Sagrario.

Con respecto al clero, atenúa las dificultades de los pontificados anteriores, convocando cinco concursos de curatos y defendiendo a sus párrocos contra el anticlericalismo y el caciquismo imperantes. Llegando inclusive a adelantar de sus fondos la paga de un mes para todos y cada uno de sus curas cuando vieron retrasadas sus nóminas, debido a un incidente con el Habilitado. Aunque alejado de la política desde muchos años antes, en los últimos tiempos de su vida evolucionó hacia el partido tradicionalista, y al ser autorizado el culto público de los protestantes, protestó por escrito. Se mostró partidario de la celebración de un Concilio nacional con la intención de definir de una manera precisa la división de lo temporal y lo espiritual.

Ya en los últimos años de su vida escribió una Salve a la que puso música el maestro Mancinelli, siendo interpretada por primera vez en el templo madrileño de San Francisco el Grande el 8 de diciembre de 1892.

En noviembre de 1894 publicó una carta dirigida al cardenal Vaughan, arzobispo de Westminster, defendiendo la política de reconciliación entre los anglicanos y el papado.

Estando convaleciente y en la cama, casi todo el tiempo, el cardenal no asiste ya desde 1894, a actos oficiales, ya no escribe obras extensas, sus Pastorales son más breves, menos densas y menos rigurosas que antes. Deja de leer la prensa y se entera de las noticias importantes por sus familiares, con la lógica de que algunas de sus actuaciones públicas están muy influidas por los puntos de vista de sus colaboradores.

El 28 de julio de 1897 recibe el Viático, debido a su grave estado, en una ceremonia que duraría hora y media y a la que asisten varias autoridades. Y el 7 de agosto se comunica oficialmente que Monescillo ha recibido la Extremaunción.

Ya en su lecho de muerte recibe la noticia del asesinato de Cánovas. Reuniendo fuerzas dicta desde la cama un telegrama a la Reina Regente, otro a la viuda y un tercero al General Azcárraga, que es el encargado de formar un nuevo gobierno. Este es el último acto de presencia de la persona que siempre estuvo atento a las relaciones Iglesia–Estado y a las vicisitudes por las que pasaba España.

Antolín, de la Santa Iglesia Romana Cardenal Monescillo y Viso, arzobispo de Toledo, primado de las Españas, comisario general de la Bula de la Cruzada en España, vicario general castrense, patriarca de las Indias Occidentales y capellán mayor de Palacio, fallece a la edad de 81 años, habiendo sido sin duda, el prelado más conocido de entre todos los españoles del siglo XIX, en la Ciudad Imperial a la una y veinte de la tarde del 11 de agosto de 1897, asistido por su obispo auxiliar.

Rápidamente se entera España, conmovida todavía por el asesinato del Presidente del Gobierno. Llueven los telegramas al Palacio Arzobispal: la reina, el nuncio, el secretario de Estado de León XIII, etc. Mientras revestido de pontifical, pasa sin cesar el pueblo durante los tres días que durará la capilla ardiente. La víspera de la Asunción, con honores de capitán general con mando en plaza, es conducido a su último reposo, la antecapilla de la Virgen del Sagrario, ante la que tantas veces había rezado de seminarista, entre los cardenales Alamena y Portocarrero. En representación de la reina asiste el intendente de la Casa Real, por el Gobierno, el ministro de Gracia y Justicia entre una gran multitud de gente que quería dar su último adiós al cardenal. Todos eran conscientes de que se daba sepultura a un luchador, a un Quijote que había quemado sus fuerzas por un ideal: la unión y la armonía de los católicos bajo la tutela de la Iglesia. Lo cual era justo que se produjese por lo menos al final de su vida, aunque fuese como símbolo efímero se pudo ver hermandados junto al féretro a hombres de todos los partidos políticos, las capas pluviales, los uniformes militares y las condecoraciones civiles junto a la gran multitud de pueblo: todo esto había sido el ideal de la vida de Monescillo.


Referencias

  1. Congreso de los Diputados, Buscador Histórico de Diputados (Legislatura 1869-1871). . Elecciones 15.1.1869. Archivo Histórico de Diputados (1810-1977). Archivado desde el original el 18 de octubre de 2019. Consultado el 25 de enero de 2020. 
  2. Senado de España, Expediente personal del Senador (4 de septiembre de 2020). «Monescillo Viso, Antolín. Obispo de Jaén y arzobispo de Valencia». 
  3. Catholic Hierarchy. «Antolín Cardinal Monescillo y Viso». 

Bibliografía

  • García González, Francisco (2005). De un lugar de La Mancha a la Sede Primada de Toledo: La familia del cardenal Monescillo en el Antiguo Régimen. Vol. 14. Santiago de Compostela: Universidad de Santiago de Compostela: Obradoiro de Historia Moderna. pp. 175-200. 
  • Sanz de Diego, Rafael María (1979). Medio siglo de relaciones Iglesia-Estado: El Cardenal Antolín Monescillo y Viso (1811-1897). Tomo I. Madrid: Universidad Pontificia Comillas. ISBN 84-85281-22-5. 
  • Villena Espinosa, Rafael (1997). «Antolín Monescillo en la España Democrática (1869)». Vol. I. Centenario del Cardenal Monescillo (1897-1997). Autores: Francisco Alía Miranda y Antonio de Juan García (coord.) (Cuenca: Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha): 123-166. ISBN 84-89958-00-9. 

Enlaces externos

  •   Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Antolín Monescillo.
  • Ficha de Antolín Monescillo y Viso en la web de Catholic Hierarchy
  •   Datos: Q2517837
  •   Multimedia: Antolín Monescillo

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Existen desacuerdos sobre la neutralidad en el punto de vista de la version actual de este articulo o seccion En la pagina de discusion puedes consultar el debate al respecto Antolin Monescillo y Viso Corral de Calatrava 2 de septiembre de 1811 Toledo 11 de agosto de 1897 fue un cardenal espanol arzobispo primado de Toledo Fue anteriormente vicario general de Estepa canonigo de Granada maestrescuela de Toledo diputado y senador obispo electo de las ordenes militares de Calahorra y la Calzada obispo de Jaen prelado conciliar del concilio Vaticano I y arzobispo de Valencia Antolin Monescillo y VisoAntolin Monescillo en 1897 como cardenal arzobispo de Toledo TituloCardenal presbitero de San AgustinPatriarca de las Indias OccidentalesArzobispo primado de ToledoOtros titulosObispo de Calahorra y La CalzadaObispo de JaenArzobispo de ValenciaArzobispo de ToledoInformacion religiosaOrdenacion sacerdotal1836Ordenacion episcopal6 de octubre de 1861 por Cirilo de Alameda y BreaProclamacion cardenalicia10 de noviembre de 1884 por Leon XIIIInformacion personalNombreAntolin Monescillo y VisoNacimiento2 de septiembre de 1811 en Corral de CalatravaFallecimiento11 de agosto de 1897 en ToledoMonstra te esse matrem editar datos en Wikidata Indice 1 Biografia 1 1 Primeros anos 1 2 Obispo de Calahorra y La Calzada 1861 1865 1 3 Obispo de Jaen diputado senador y prelado conciliar 1865 1877 1 4 Arzobispo de Valencia 1877 1892 1 5 Cardenal y arzobispo de Valencia 1884 1892 1 6 Cardenal arzobispo de Toledo y primado de Espana 1892 1897 2 Referencias 3 Bibliografia 4 Enlaces externosBiografia EditarPrimeros anos Editar Hijo de Nicasio Monescillo y Maria Viso modestos labradores de Corral de Calatrava pequena localidad de la provincia de Ciudad Real donde nacio el 2 de septiembre de 1811 siendo bautizado al dia siguiente y confirmado el 29 de diciembre de 1816 por monsenor Luis Gregorio Lopez Castrillo obispo titular de Lorima Todavia en su pueblo comienza a estudiar latinidad siendo su profesor el domine Celestino Novalvos profesor secularizado de la Orden de los Camilos quien a su vez en vista de sus cualidades lo pone bajo la proteccion de Lorenzo Hernandez Alba dean de Toledo y paisano de Monescillo A los doce anos comenzo sus estudios en Toledo y los continuo con gran aprovechamiento hasta obtener los grados de licenciado en Canones y doctor en Teologia Su carrera academica fue brillante como dicen sus informes asistia a clase con puntualidad aplicacion y aprovechamiento poseia en todos los conceptos instruccion solida apoyada en la verdadera doctrina Las calificaciones obtenidas confirman estos informes Sobresaliente en los examenes de Bachillerato 4 de junio de 1835 Licenciatura 20 28 y 29 de octubre de 1839 y Doctorado en Teologia 29 de noviembre de 1840 De su estancia como catedratico en Teologia Pastoral en Toledo hay que destacar su amistad con el poeta Zorrilla siendo posiblemente Monescillo quien persuadiera al poeta a dejar sus estudios juridicos para dedicarse por completo a la poesia Otro de sus grandes amigos seglares y posiblemente el mas influyente en Monescillo es Leon Carbonero y Sol fundador propietario y director de la revista La Cruz y acaso el mas notable publicista del catolicismo espanol de la segunda mitad del siglo XIX Del grupo de Monescillo es el tambien publicista eclesiastico Juan Gonzalez chantre de la catedral de Valladolid Ellos constituyen uno de los mas importantes focos del naciente periodismo catolico espanol siendo Monescillo el decano del periodismo catolico A partir de 1833 comienza a recibir las ordenes Sagradas El 25 de septiembre de este ano al admitirle el titulo de Congrua era ya tonsurado El domingo de la Trinidad del ano siguiente le fueron conferidas las ordenes Menores por el obispo de Oaxaca Mexico monsenor Abella en el Convento de las Capuchinas de Madrid Juan Jose Bonel y Orbe que por entonces ocupaba la sede cordobesa le ordena de Epistola el 4 de abril y de Evangelio el 19 de septiembre de 1835 siendo ordenado de sacerdote en 1836 a la edad de 25 anos celebrando su Primera Misa en la Iglesia de Santa Cruz de Madrid Por su amor al estudio y viva inteligencia se granjea el aprecio de sus profesores que quisieron tenerle a su lado y asi desempeno varias catedras en el Seminario de Toledo hasta que en 1835 obtuvo por oposicion un curato de dicho arzobispado aprobando con una de las principales censuras Dotado de una vasta cultura y maestro del habla castellana fue el cardenal Monescillo un orador de primer orden y un escritor notable Desde su juventud publico en los periodicos gran numero de bien documentados articulos en defensa de la religion que hallo en el uno de sus mas celosos propagadores Sus pastorales son modelos en su genero y otro tanto se puede decir de sus Sermones y Panegiricos reunidos en seis tomos Publico un vasto numero de escritos por ello incluimos al final para no ir citando a cada ano varios libros una bibliografia de forma cronologica aunque si apareceran citadas de forma algunas de sus obras debido a su importancia literaria o pastoral Como se ha dicho pronto se dio a conocer por sus cualidades periodisticas colaborando en publicaciones como El Catolico o El Pensamiento Espanol pero en 1842 Monescillo funda junto a Juan Gonzalez el diario La Cruz en el cual colaboran el marques de Berriozabal Roca y Cornet Manuel de Jesus Rodriguez figura importante de la Nunciatura Crespo primero obispo auxiliar de Toledo y luego de Mondonedo y el gran Garcia Cuesta futuro cardenal de Santiago Poco despues colaboran con Pedro de la Hoz en el recien fundado diario La Esperanza Es en este grupo donde se fragua y perfila la vocacion de publicista de Monescillo que con el paso del tiempo y su brillante carrera eclesiastica se convertira en el portavoz oficioso del episcopado espanol ante el Trono Pero su carrera periodistica se vio interrumpida en 1842 a consecuencia de los disturbios que ocasionaron su exilio y el de otros sacerdotes toledanos Desde 1836 se hallaba vacante la sede de Toledo el 30 de enero fallecia el cardenal Inguanzo y la reina Maria Cristina habia presentado para sucederle a D Pedro Gonzalez Vallejo el cual no era del agrado de Roma Tal era el desagrado que cuando muere en 1842 aun no habia entrado en la diocesis y a su muerte se quiso nombrar sin mas Vicario Capitular al que habia sido su provisor Golfanguer como si se tratase de una normal y legitima sede vacante Pero un grupo de sacerdotes se oponia a esta lesion de los derechos de la Santa Sede y firmaron una Representacion a la Reina que fue redactada por Monescillo La respuesta oficial no se hizo esperar fueron detenidos cuarenta de los firmantes Monescillo aconsejado por sus amigos huye a Madrid ocultandose por buhardillas escapando de un sitio para otro a fin de no comprometer a nadie pasando autentica hambre pero aun encontro tiempo y modo para seguir escribiendo articulos Pero la situacion no podia prolongarse y decidio presentarse espontaneamente a las autoridades siendo desterrado eligio como residencia San Sebastian Posiblemente pensaba huir a Francia como asi realizara El exilio le adherira poco a poco a toda la faccion antiliberal y conservadora de la Iglesia espanola y a corto plazo le permitio estudiar y ponerse en contacto con la cultura catolica francesa Con la mayoria de edad de Isabel II y la entrega por parte de esta del poder a los moderados bajo el gobierno de Narvaez y en vista de los buenos informes que se dan del desterrado Monescillo entra de nuevo en Espana Vuelto de Francia continua sus tareas literarias y periodisticas El 13 de marzo de 1849 fue nombrado Vicario General y Juez Eclesiastico Ordinario de la Villa de Estepa Sevilla y su Estado vere nullius nec intra limites alicuius Dioecesis con territorio propio separado inmediatamente sujeto a la Sede Apostolica Aqui es donde comienza su preparacion propiamente dicha como pastor y hombre de gobierno pues en la practica era un cargo casi episcopal Contaba treinta y seis anos y junto a su cargo y al desempeno del oficio de Examinador Sinodal en varias diocesis es nombrado caballero de la Orden de Carlos III con fecha del 2 de julio de 1849 y comunicado a Monescillo el 16 de agosto del mismo Al quedar suprimido este Vicariato sevillano en 1852 por el Concordato de 1851 fue nombrado canonigo de Granada pasando el 5 de septiembre de 1853 por permuta su canonjia granadina con el canonigo de Toledo Rafael Aguilar a la Catedral de Toledo donde fue promovido el 6 de abril de 1858 a maestreescuela por Cirilo de Alameda y Brea arzobispo de Toledo donde quiso dedicarse de nuevo al profesorado y volvio a ocupar la catedra de Teologia en el Seminario conciliar de Toledo En este periodo de formacion y docencia del que seria arzobispo de Valencia el papa Pio IX promulga el 8 de diciembre de 1854 el dogma de la Inmaculada Concepcion de Maria donde se encuentra una expresion adecuada de veneracion a dicho dogma en Valencia con la composicion de la Felicitacion Sabatina por Juan Garcia el 5 de marzo de 1859 en la capilla del Seminario a los pies del celebre lienzo de la Patrona obra de Ribalta Obispo de Calahorra y La Calzada 1861 1865 Editar En 1861 es preconizado obispo de Calahorra y La Calzada por el papa Pio IX recibiendo la consagracion episcopal el 6 de octubre de 1861 en las Salesas Reales de Madrid de manos del cardenal Cirilo Alameda arzobispo de Toledo Los consagrantes fueron Francisco Landeira obispo de Cartagena y Clemente de Jesus Munguia obispo de Michoacan Mexico siendo apadrinado por el Marques de Estepa y actuando como testigos dos companeros del cabildo toledano A partir de este momento Monescillo ira convirtiendose en uno de los principales dirigentes de la Iglesia Catolica espanola de la segunda mitad del siglo XIX Toma posesion por poderes de la diocesis el 12 de octubre del mismo entrando en la diocesis cuatro dias despues En esta etapa la diocesis de Calahorra le toca a Monescillo vivir el mayor acontecimiento por el que pasaria la diocesis aunque tiene un matiz negativo y doloroso pues esta vinculado a la desmembracion pendiente de ejecucion ordenada por el Concordato de 1851 que dispone en su articulo 5º la conveniencia de trasladas la sede a Logrono y que se cree la diocesis de Vitoria a base principalmente de territorio calagurritano Al poco de llegar a Calahorra comienza su actividad pastoral escrita El 1 de noviembre de 1861 firma su pastoral de ingreso en la diocesis y junto a los saludos y bendiciones de rigor ofrece su adhesion a la Exposicion que Costa y Borras escribio en contra de los desvios antirreligiosos de la prensa El primero de enero de 1862 publica su pastoral sobre La Tolerancia pastoral en la que se realiza un ataque afilado y duro contra los Gobiernos centralistas de O Donnell que tratan de sobrevivir y dar continuidad a la situacion permitiendo una mayor holgura de expresion al liberalismo progresista y al librepensamiento En este documento se alude al periodico Irurac bat citando algunos parrafos del mismo incursos en la condena de esta pastoral El periodico Irurac bat se apresuro a presentar sus disculpas con total sumision e integridad catolica Y muy probablemente se referia a este incidente un despacho del nuncio Barili al cardenal Antonelli en el que se estimaba que Monescillo habia molestado a algunos de sus diocesanos por cierta imprudente provocacion Las pruebas de sus magnos y elocuentes dotes de orador se iran desarrollando en este obispado pues es requerido en solemnes ocasiones en este periodo episcopal y como muestra de su buen hacer dos de sus intervenciones merecieron pasar por la imprenta Obispo de Jaen diputado senador y prelado conciliar 1865 1877 Editar Imagen externa Antolin Monescillo como obispo de Jaen Atencion este archivo esta alojado en un sitio externo fuera del control de la Fundacion Wikimedia Antolin Monescillo hacia 1870 como obispo de Jaen En el ano 1865 es promovido a la sede episcopal de Jaen entrando en ella a la edad de 54 anos el dia 27 de junio del mismo esta va a ser una epoca en la que va a luchar en varios campos aunque especialmente en el sexenio y en el Concilio Vaticano I Esta va a ser para el recien electo obispo de Jaen una dura etapa de actividad sin descanso y a consecuencia de esta actividad va a ser noticia dentro y fuera de Espana En una palabra este es el Obispo de Jaen Sin mas Basta esta generalidad para que todos los espanoles y bastantes extranjeros sepan que se habla de Antolin Monescillo y Viso El nuevo obispo de Jaen se puso manos a la obra en dos frentes el clero y el pueblo pues como informa al Nuncio Muy pronto esta provincia no movida ni excitada hasta hoy dara muestras de que vive en ella la fe Se trabajo con el clero comienza por el Cabildo ya que a los pocos meses de la toma de posesion consiguio de la Reina el tratamiento de Excelencia para el Cabildo ademas de tener frecuentes deferencias con ellos haciendoles pequenos regalos presidiendo algunas de sus sesiones y preocupandose de su situacion economica en los anos dificiles del Sexenio revolucionario y a comienzos de la Restauracion interponiendo en ocasiones su influencia ante los politicos de Madrid Nuestro prelado se dedica pastoralmente a emanar cartas pastorales con el fin de lograr un clero que fuese ejemplar en su ministerio de recta formacion y a la altura de lo que las circunstancias requerian para que viviese modestamente y poder asi iluminar cristianamente las conciencias Llevaba mas de la mitad del territorio diocesano recorrido en Visitas Pastorales en octubre de 1866 tan solo 15 meses mas tarde de su toma de posesion Visitas que se prolongaran a su vuelta del Concilio Vaticano I al igual que bajo la Interinidad y la I Republica gracias a estas Visitas Pastorales se contribuye a mantener la fe del pueblo pues la fe popular fue uno de los objetos de trabajo llevados a cabo por el prelado de Jaen Otra de sus preocupaciones como sucedera en Valencia fue el Seminario En esta diocesis habia dos seminario el de la capital y el de Baeza este ultimo bien dotado sobre todo en cuanto a biblioteca El Seminario de Baeza no pudo resistir la penuria que asolo a la Iglesia espanola durante el Sexenio al no haber fondos para las catedras de 5 º y 6 º de Teologia sus alumnos pasaron al de Jaen y el de Jaen resistio a base de becas y de una reduccion de alumnos siendo pues este el mas beneficiado de los esfuerzos llevados a cabo por Monescillo pues el Seminario de Baeza cerro parcialmente En el ano 1868 como se indico anteriormente se llega al Sexenio siendo este un periodo revolucionario en el cual se inician persecuciones y abusos a la Iglesia En Madrid Barcelona Salamanca y en otros muchos lugares se procedio al cierre de iglesias a la quema de edificios religiosos al saqueo y a la destruccion de objetos Se embargaron los fondos de la sociedad de San Vicente de Paul Monescillo encaja la Revolucion de 1868 con un comportamiento equilibrado y cauto teniendo por consigna al Cesar lo que es del Cesar consigna que se encargo de extender al clero y a los fieles de la diocesis En este convulso ambiente es elegido diputado 1 por Ciudad Real de las Cortes Constituyentes de 1869 convocadas por el Gobierno provisional Acepta esta delicada investidura con el proposito de defender la unidad catolica aislandose completamente de las luchas politicas ajenas a su caracter y al ejercicio de su sagrado ministerio Durante los periodos de preparacion de la nueva Constitucion de 1869 se habla de una inminencia por decretar la libertad de cultos debido a la recepcion de sumas economicas por parte del protestantismo extranjero Para protestar contra esto varios prelados asisten a las cortes a la vez que se forma la Asociacion de Catolicos presidida por el marques de Viluma el cual logra reunir tres millones y medio de firmas a favor de la unidad catolica Dichas firmas son presentadas por los prelados en las Cortes el 6 de abril pero fue en vano pues en la sesion del 26 de mayo fue sancionada la libertad de culto Por toda la geografia espanola se realizaron desagravios publicos y voces elocuentes como la de Monescillo y la del canonigo magistral de Vitoria Don Vicente Manterola que se enfrentaron a la parte contraria defendida por Castelar Al llegar la discusion de la totalidad del proyecto constitucional Monescillo creyo necesario tomar parte en ella y lo hizo en las sesiones del 13 y 14 de abril de 1869 en los terminos siguientes La nacion espanola y en su nombre las Cortes Constituyentes desean restablecer la justicia afianzar su libertad y la seguridad y desenvolver la prosperidad en bien de cuantos viven en Espana Que nobilisimo intento el de la comision Esa es vuestra aspiracion es la mia esa es la de todo el que siente la justicia y la equidad nunca le agradeceremos bastante a la comision este arranque de nobleza y de verdadera rectitud de miras quien no querra ir a donde la comision le quiera llevar Quien no querra establecer la justicia afianzar la libertad y la seguridad y desenvolver la prosperidad en bien de cuantos moran en Espana Senores establecer la justicia cosa santa cosa grande cosa admirable Mi antigua escuela decia que una de las propiedades trascendentales era el unum la unidad No es verdad esto Yo no comprendo la variedad de religiones si todas son iguales no hay ninguna religion voy a decir sinceramente cual es en esta materia el pensamiento cristiano cual es el pensamiento pagano cual es el pensamiento politico y al llegar a este punto sera cuando entre a examinar el proyecto de Constitucion Oigo a un pagano gloria de la elocuencia y de la literatura quien acercandose ya al cristianismo habiendo visto los primeros albores de la luz de esa luz magnifica que irradia de Nuestro Senor Jesucristo decia a los que andaban dando culto a diferentes dioses Dejaos de locuras dejaos de insensateces aut Deus non est aut unus est o no hay Dios o es uno No es verdad senores diputados que hiere la grandeza de este pensamiento Pluralitas Deorum nulitas Deorum a pluralidad de Dioses nulidad de Dioses a pluralidad de religiones nulidad de religiones Ved pues por que yo vengo a apoyar la unidad religiosa porque creo que si todas las religiones son falsas no hay moral verdadera la moral se asienta en la religion El diputado que os dirige su humilde voz no habla en nombre de la Iglesia porque no representa ni es digno de representar a la Iglesia En la Iglesia catolica no hay Iglesia espanola ni francesa ni italiana hay dos palabras que no caben en el catolicismo aunque el catolicismo es muy grande muy vasto universal que todo lo abarca Sabeis cuales son esas dos palabras El yo y el nosotros el yo no cabe en la Iglesia catolica el nosotros no cabe en la Iglesia catolica La actuacion de Monescillo en el Congreso a favor de la unidad catolica fue muy comentada y muy especialmente la primera parte de su discurso que tuvo una amplia y favorable resonancia en la prensa espanola de todos los bandos En esta epoca de revolucion politico religiosa Monescillo marcha en agosto de 1869 a Roma para participar en el Concilio Vaticano I junto con Munoz Garnica perito conciliar nombrado por el Papa y un familiar Tras un periodo de descanso en su pueblo natal reemprende el viaje a Roma el 11 de noviembre llegando a destino el 27 del mismo Las Actas del Concilio dejan constancia de su asistencia a las tres primeras Sesiones Publicas y del permiso para ausentarse que le fue concedido el 5 de abril tum ob valetudinis incommoda tum ob Ecclesiae suae necessitates Asi entre agosto de 1869 y abril de 1870 desarrolla toda su actividad conciliar siendo uno de los prelados espanoles que desplego mayor actividad en las sesiones conciliares como nos narra Garcia Gil arzobispo de Zaragoza Aparte de ser uno de los prelados que mas se movio dentro de la ciudad de Roma junto a Caixal obispo de Urgel para organizar las actuaciones espanolas en el aula conciliar Fue elegido para la Diputacion De Fide una Diputacion en palabras del obispo de Salamanca que estaba compuesta entre lo mas selecto de todos ellos los padres conciliares puesto que en ella se tratan las cuestiones de fe que son las mas arduas y dificiles y por consiguiente de altisima importancia Tuvo un discurso al debatirse la cuestion del esquema De parvo Catechismo presentado por el Concilio pues propugna la adopcion de un texto unico para la ensenanza catequetica en la Iglesia universal Su discurso fue una disertacion docta y discreta desarrollando en ella toda una leccion de teologia tomista defendiendo los derechos del Papa y trazando una historia de la catequesis espanola aparte de enfrentarse como contrapunto a la autoexaltacion a la que acababan de entregarse algunos franceses en el Concilio en plena casa materna de la Iglesia en la cual las unicas exaltaciones que deben oirse son las glorias de la misma Iglesia Estando aun en Roma Monescillo es proclamado rey de Espana Amadeo de Saboya al cual estos anos de Interinidad la vida en Espana se le hace imposible y renuncia a la Corona espanola al mediodia del 11 de febrero de 1873 volviendo a Italia para que ese mismo dia fuese declarada la I Republica La actividad de Monescillo como hombre publico a la vuelta de Roma a finales de abril de 1870 continua siendo nombrado senador por Vizcaya en 1871 durante el periodo de Interinidad de Amadeo de Saboya nombramiento que acepta y que a su vez interpreta como un encargo de enaltecer la ensena de Dios Patria Rey y Fueros 2 Convoca un Sinodo diocesano que cuenta con la adversidad de las condiciones politicas que imperaban en Espana durante esta epoca El Sinodo se celebra entre el 15 y el 17 de mayo de 1872 siendo el primero desde el celebrado en Jaen desde 1624 La intencion del Sinodo fue la de intentar aplicar en la diocesis jienense los principios del Syllabus y del Concilio Vaticano I Atendiendo mas en concreto a la situacion espanola e intentando responder a las nuevas situaciones creadas por la legislacion eclesiastica emanada en el periodo del Sexenio Sobre todo se preocupa de lo tocante a la libertad de cultos los matrimonios civiles y los cementerios La proclamacion de la I Republica en 1873 fue muy bien recibida por un amplio sector de la sociedad espanola pensando que el nuevo sistema de gobierno resolveria todos sus problemas dando una significacion a la Republica tales como orden progreso libertad y justicia Pero he aqui que el gobierno republicano fue incapaz de resolver nada y al caer el gobierno de Pi y Maragall el movimiento cantonalista y disgregador se extendio por toda Espana como ocurre en Valencia y Alcoy Monescillo se enfrenta al Ministro de Gracia y Justicia republicano en 1873 debido a la supresion de la jurisdiccion de las ordenes Militares cuya validez era puesta en tela de juicio por el Gobierno En relacion con este asunto tomo providencias contra los que se negaran a aceptar lo ordenado en el motu proprio Quo gravius Otro enfrentamiento con el Gobierno fue el mantenido con Ruiz Zorrilla jefe del Gobierno debido al intento de someter a la censura de la autoridad civil todas las pastorales edictos y demas disposiciones que emanaran los prelados espanoles a la vez que se procedia a la incautacion de los archivos eclesiasticos En este periodo los ataques a la unidad espanola fueron feroces y el anticlericalismo llega a cotas impensables Salmeron avergonzado por como se desarrollaban los hechos abandona la presidencia de la Republica en la que solo pudo mantenerse durante cuarenta dias Aquello pues no podia acabar de otra manera Castelar queriendo poner orden para salvar la Republica recibe el 2 de enero de 1874 el golpe de estado del general Pavia el cual toma el palacio de las Cortes haciendo huir a los diputados republicanos al oir los primeros disparos y acabando asi la I Republica A estos hechos sigue un gobierno provisional que nada pudo remediar a la vez que tuvo que luchar con los carlistas que triunfaban en Bilbao y Cuenca En el campamento militar de Sagunto Valencia el general Martinez Campos proclama rey de Espana el 29 de diciembre de 1874 a Alfonso XII hijo de Isabel II El nuevo rey desembarca despues en Barcelona y visita Valencia ciudad esta en la cual se le tributa una triunfal recepcion para posteriormente ser reconocido en Madrid asumiendo la presidencia del gobierno Canovas del Castillo el cual se apresura a arreglar lo mas pronto posible la mala situacion religiosa creada en los anos anteriores envio embajador ante la Santa Sede y derogo la ley del matrimonio civil Llegamos con ello a la Restauracion periodo en el cual se organiza la vida politica en dos partidos politicos el conservador y el liberal los cuales se iran turnando en el poder de forma pacifica y periodica Ambos tenian la misma politica economica y las diferencias entre ellos eran pocas solo que los liberales se distinguieron por su anticlericalismo haciendo suyas todas las insolencias burlas e insultos que se hicieron a la Iglesia En este periodo se reconoce la confesionalidad del Estado espanol con una simple tolerancia a los otros cultos Sin embargo el malestar no desaparecio del todo En 1876 la Restauracion era ya un hecho que parecia duradero se trataba de una democracia puramente formal aunque con una decisiva influencia caciquista especialmente de los gobernadores civiles falsificadores magistrales de los resultados electorales Canovas del Castillo logra aprobar una Constitucion que duraria 50 anos pero muchos de los problemas de fondo quedaban por resolver como es el caso de los carlistas los republicanos y especialmente el problema obrero que con el paso de los anos la Iglesia valenciana ira paliando como se vera en el desarrollo de los acontecimientos del pontificado de Monescillo Arzobispo de Valencia 1877 1892 Editar Busto en terracota del cardenal Monescillo Museo de Bellas Artes de Valencia En 1877 fue propuesto por el Gobierno conservador para la sede arzobispal de Valencia de la que toma posesion el 5 de octubre del mismo ano haciendosele un solemne recibimiento En esta diocesis durara mucho tiempo el recuerdo del prelado que supo ganarse el afecto y respeto de todos en una epoca dificil y llena de dificultades Pero cual era el clima que reinaba en Valencia a la llegada de Monescillo retrocedamos 5 anos atras en la vida politica de Valencia Con la caida del gobierno de la I Republica de Pi y Maragall en 1873 el movimiento cantonalista y disgregador se extendio por las dos ciudades mas importantes de la archidiocesis la capital Valencia y Alcoy El 19 de julio de 1873 se constituyo en el Paraninfo de la Universidad la Junta Revolucionaria con el objeto de satisfacer las aspiraciones modernistas y progresistas fracasadas de la I Republica y el 22 del mismo a las puertas de la casa Vestuario ante un gentio enloquecido se declara el Canto Valencia Nicolas Salmeron en contra de sus convicciones recurre al ejercito para la pacificacion de Valencia y el dia 25 de julio se declara el sitio a la ciudad de Valencia La poblacion alarmada y atemorizada se refugia en sus casas en templos parroquiales y una muchedumbre corre a refugiarse a pueblos cercanos especialmente al Cabanyal y a Alboraia Por su parte la Junta Revolucionaria se instalara en el Aula Capitular de la Catedral Pero a lo largo de una semana la insurreccion no se habia apaciguado por lo que el General Martinez Campos da la orden de bombardear la ciudad sembrando asi el panico entre los insurrectos Los cabecillas mas destacados abandonan Valencia huyendo en barco a Cartagena quedando en quince dias destruida la expectativa independentista Con la llegada de la Restauracion y la organizacion de la vida politica en dos partidos politicos y el sistema de alternancia en el poder de forma pacifica y periodica como ya se dijo se llega en Valencia a las elecciones generales de 1876 1879 y 1884 las cuales fueron ganadas todas ellas por los conservadores A los liberales les correspondian las elecciones de 1886 Por su parte la Iglesia valenciana representada por el arzobispo Monescillo exhortaba a los fieles a no votar por los candidatos librecultistas citando a su favor las ensenanzas de Pio IX contenidas en el Syllabus en las que se rechaza la libertad de culto Pero esto no impidio que los liberales salieran triunfadores y que los anticlericales publicaran sus panfletos revistas sainetes en los que se realizaba todo tipo de mofa a los Dogmas a los religiosos y sacerdotes plasmando magistralmente Blasco Ibanez estos hechos en su novela Canas y Barro el cual a sus veintitres anos 1889 era ya un agitador consumado considerado en el campo politico como un espiritu diabolico debido a su marcado anticlericalismo con facilidad de palabra para arrastrar a las clases medias y a los estamentos populares contra la monarquia y la Iglesia Los sacerdotes veian en el republicano Blasco Ibanez la encarnacion del mal pues eran atacados con dureza y sin piedad siendo su huella muy profunda en Valencia y en los pueblos perifericos En este clima revuelto dedica Monescillo los primeros meses de su pontificado a recopilar toda la informacion posible sobre el estado de la archidiocesis y fiel a su tactica comienza a trabajar con el clero dedicando grandes atenciones al Cabildo como ya hiciera en Jaen preocupandose de que al Cabildo le fueran concedidas distinciones exteriores el titulo de Excelencia a la Corporacion insignias especiales a los capitulares etc Pero no solo se dedica a los gestos externos pues se dedica a reformar los Estatutos y el Reglamento en los que introduciria mas tarde algunos cambios a peticion y a favor de los Beneficiados Hechos estos que hacen suponer la fidelidad que obtendria de los canonigos aunque hay indicios que hacen suponer que al final del pontificado de Monescillo algun sector se distancia del prelado Con respecto a los sacerdotes de la diocesis actua segun el estilo adoptado en Jaen realiza concursos de curatos escribe circulares entre otras iniciativas Su primera gran tarea pastoral en la archidiocesis valentina en el transcurso de 1878 consiste en el inicio de la visita pastoral a las parroquias de la capital y del colegio mayor de la Presentacion que no habia sido visitado desde hacia 120 anos Trasladandose posteriormente a Alcoy por ser la ciudad mas importante de la archidiocesis en la cual tambien se desarrollo en afan independentista de 1873 El 15 de mayo de 1878 de comun acuerdo con los obispos sufraganeos presenta en las Cortes una Suplica y Observaciones sobre el proyecto de Bases para las Leyes de Instruccion Publica En ellas Monescillo defiende una mayor influencia del principio religioso y la intervencion del episcopado en la redaccion de las leyes y reglamentos que dieran lugar dichas Bases Durante este periodo nuestro arzobispo promueve la iniciativa de enviar al Papa escritos colectivos por provincias eclesiasticas que luego se transformarian en el mensaje del episcopado espanol a Leon XIII Esta iniciativa de Monescillo tuvo una buena acogida en la Nunciatura y en la Secretaria de Estado de la Santa Sede pues en estos escritos se mostraba la reaccion compacta y favorable de los obispos ante la importante intervencion papal en los asuntos de importante gravedad que se iban sucediendo en Espana Dos fueron las intervenciones colectivas del episcopado espanol en el siglo XIX a raiz de graves problemas en la vida politico religiosa la primera intervencion tuvo lugar el 1 de enero de 1870 cuando los prelados residentes en Roma protestaron contra la introduccion del matrimonio civil y la segunda fue el 6 de enero de 1883 en cuya intervencion enviaban los obispos espanoles su adhesion a la enciclica publicada por Leon XIII Cum multa Sin embargo la enciclica Cum multa sirvio para poco porque las disensiones entre los catolicos espanoles no solo no terminaron tras la intervencion del papa sino que se agudizaron Las implicaciones de los intereses politicos en los asuntos eclesiales eran tan frecuentes e intensas que dificilmente se podian apagar las pasiones y escindir los campos Los catolicos liberales escasos y desorganizados carecian de apoyo eclesial y tuvieron que enfrentarse durante decenios con el bloque monolitico del carlismo tradicionalismo integrismo que con sensibles variaciones ideologicas y politicas ha estado presente en la historia de la Espana hasta nuestros dias Mientras el catolicismo liberal fracasaba en Espana aunque el sector mas cerrado e intransigente del area confesional consiguio afianzarse en el terreno de la lucha politica La intervencion de Leon XIII fue con todo importante y significativa porque por primera vez en la historia de la Iglesia espanola contemporanea un pontifice levanto la voz de forma solemne para denunciar una situacion deplorable de los catolicos del clero y de los obispos la falta de unidad por la que tanto luchaba Monescillo Esta unidad no se logro de ahi el fracaso de la enciclica Con respecto al Seminario Central Monescillo nada mas llegar a Valencia se entrevista con el provincial de los jesuitas el padre Vigorda para ofrecerles tres cosas que escogiesen un templo en la ciudad para ejercer alli sus ministerios que fundasen una residencia en el palacio del santo Duque en la ciudad de Gandia y finalmente que se hiciesen cargo de la direccion del Seminario Lo unico que consiguio el prelado y tras muchas dificultades fue lo segundo El clero valentino y algunos jesuitas se oponen al protagonismo que el nuevo arzobispo queria dar en la ciudad a los jesuitas Asi el arzobispo abandona el proyecto presionado tambien por algunos canonigos que no veian con buenos ojos las intromisiones de los religiosos en la institucion del Seminario Los jesuitas que comenzaron a trabajar en el en 1877 se van retirando discretamente hasta desaparecer por completo en 1879 Con la retirada de los jesuitas del Seminario se demuestra que las relaciones entre ellos y el clero con el prelado a la cabeza se habian deteriorado junto a los recelos personales existen razones politicas que ensombrecieron estas relaciones pues los jesuitas atribuyen el fracaso del Seminario a la remocion de su rector Luis Badal amigo de estos y conocido carlista Entre Badal y Monescillo no faltaron las tensiones si bien el prelado lo nombro miembro de la comision preparatoria de la peregrinacion romana de 1882 y le propuso en varias ocasiones para el episcopado La salida de los jesuitas del Seminario coincide que el 4 de agosto de 1879 se promulga la enciclica Aeterni Patris en la cual Leon XIII apostaba por una renovacion de la educacion de los futuros pastores con el impulso del estudio del tomismo En esta labor de difusion del tomismo Monescillo colabora activamente desde Valencia gracias en cierta medida al buen hacer del presbitero y profesor del Seminario Niceto Alonso Perujo En diez anos se culminaron en Valencia importantes obras dentro de ese empeno catolico por la restauracion e implantacion del tomismo las tres siguientes a cargo de Niceto Alonso una nueva edicion latina anotada de la Summa Theologica de Santo Tomas su complemento Lexicon philosophico theologicum y el Diccionario de ciencias eclesiasticas que dirigio junto con Juan Perez Angulo tambien profesor del Seminario A excepcion de estas iniciativas cientificas de Alonso Perujo son muy escasos los vestigios de un resurgir tomista entre el clero valentino Es cierto que desde el curso 1879 80 las lecciones filosoficas y teologicas se adaptan a las ensenanzas de santo Tomas de Aquino aunque en realidad el tomismo se ensenaba en el Seminario Conciliar de Valencia desde su restauracion en 1845 cuando fue introducida en el mismo la Facultad de Teologia suprimida de la Universidad civil Todas las tesis y proposiciones a defender por los candidatos a grados estaban inspiradas en la doctrina de santo Tomas y en los libros de la Summa El empeno del profesor y sacerdote Alonso Perujo sirvio unicamente para asentar unas bases pues no hubo continuidad ni se consiguio formar una escuela aunque Monescillo insistio sobre la linea tomista impuesta por Leon XIII prueba de ello sera la reafirmacion que realizara en el Concilio provincial de 1889 sobre la necesidad de ensenar y explicar la doctrina del Doctor Angelico en el Seminario tal y como versaba la enciclica Aeterni Patris Tambien en el Seminario valenciano se cuidaba mucho la formacion clasica indicio de esta preocupacion formativa son las ediciones de escritores latinos que se hacen para uso de los seminaristas como es el caso de la Nueva edicion de clasicos latinos compilada por F Genoves Burguet obras en su mayoria patrocinadas por Monescillo Junto a la formacion tomista y clasica de los seminaristas el Seminario contaba con uno de los mejores Gabinetes de Quimica la biblioteca era excelente y los edificios en general estaban bien acondicionados La noche del 3 al 4 de junio de 1880 se inaugura en la capilla de la comunion de la parroquia de San Bartolome la Adoracion Nocturna fundada en Paris en 1848 rapidamente se extiende el movimiento por la capital creando nuevos turnos que en pocos anos alcanzan a ser mas de 30 situados en las principales parroquias e iglesias Junto a los turnos de la Adoracion Nocturna se fomenta tambien la celebracion de vigilias extraordinarias en fechas liturgicas senaladas surgiendo las XL Horas que alcanzaran tambien gran difusion propiciada desde Roma por el papa Leon XIII En febrero de 1883 Gregorio Gea Miquel con la ayuda de varios companeros funda el Patronato de la Juventud Obrera que empleo como albergue de seminaristas pobres y escuela nocturna de doctrina cristiana para aprendices de los distintos oficios Gea presento la naciente institucion al arzobispo aprobando sus estatutos el 29 de mayo de 1884 En este mismo ano nuestro prelado concede la autorizacion para abrir una casa a la hoy Beata Juana Maria Condesa Lluch con el fin de dar la necesaria asistencia espiritual intelectual y material a las obreras y la atencion a los pobres Recibiendo en 1892 la aprobacion diocesana del Instituto naciendo en este periodo la Congregacion de las Esclavas de Maria Inmaculada periodo en el que la mujer comenzaba a introducirse en la vida laboral espanola Ademas de conceder el permiso para la fundacion del Patronato de la Juventud Obrera y de la apertura del Instituto a las Esclavas de Maria Inmaculada Antolin Monescillo protege como arzobispo la fundacion y expansion de congregaciones religiosas tales como las Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia y los Terciarios Capuchinos de Nuestra Senora de los Dolores y de las Hermanas de la Doctrina Cristiana congregacion dedicada a la ensenanza de la doctrina cristiana a la juventud y atender a los enfermos Ademas de propiciar la creacion de nuevas congraciones y obras de caracter social y educativo a favor de los mas pobres y desfavorecidos Monescillo intento al igual que hizo con el Cabildo y el clero ganarse las simpatias del pueblo valenciano cultivando de modo especial todo lo relacionado con la devocion a la Virgen de los Desamparados ya que su capilla era junto con la catedral el centro de la religiosidad de los valencianos Con dicho proposito alcanzo tanto para la catedral como para la basilica de la Virgen de los Desamparados honores y privilegios Pio IX concede cien dias de indulgencias a los fieles que invocasen a la Inmaculada venerada en la catedral templo al que Leon XIII a instancias de Monescillo otorgo el titulo de basilica con respecto a la Virgen de los Desamparados consiguio una reforma de sus celebraciones liturgicas ademas de dotar a la capilla con un organo considerado por aquel entonces el mejor de Espana A instancia suya el papa Leon XIII declaro patrona de Valencia y de su reino a la Virgen de los Desamparados aunque esto fue el reconocimiento oficial de una situacion de hecho A este capitulo de congraciarse con el pueblo valenciano hay que citar todo lo que el arzobispo realizo en pro de cuatro ilustres personalidades de la diocesis su intento fallido de pedir a Roma que su predecesor en la catedra santo Tomas de Villanueva fuese declarado Doctor de la Iglesia En el transcurso de 1881 celebro solemnemente el III centenario de san Luis Bertran Con respecto a sor Ines de Beniganim introdujo en Roma el proceso de beatificacion Finalmente dedico un gran interes por la causa de beatificacion de la fundadora de las Adoratrices la que fuera vizcondesa de Jorbalan sor Maria Micaela del Santisimo Sacramento fallecida en Valencia durante el colera de 1865 designando un tribunal diocesano para recabar informacion sobre sus virtudes en 1889 y dos anos despues trasladando sus restos mortales al convento de las Adoratrices Todas estas iniciativas tenian como se ha dicho una evidente finalidad pastoral y formaron parte de la actuacion de Monescillo en el terreno pastoral que durante estos primeros anos de pontificado como se ha visto fueron muchas y muy variadas pero ya en los sucesivos anos bien por enfermedad bien por vejez su agenda pastoral va reduciendose sustancialmente Cardenal y arzobispo de Valencia 1884 1892 Editar El papa Leon XIII sin duda conmovido y asombrado por el activismo tomista desplegado desde la diocesis valentina ayudado por el sacerdote Niceto Alonso decidio premiar al arzobispo Monescillo creandole cardenal 3 en el consistorio del 10 de noviembre de 1884 con el titulo de San Agustin In urbe habiendole impuesto la birreta cardenalicia el rey Alfonso XII Hasta el ano 1885 mantuvo el arzobispo un ritmo intenso de visitas pero a sus setenta y cuatro anos y debido a un sobresalto que se llevo en Carlet donde estuvo a punto de ahogarse debido a la crecida inesperada del rio se ve obligado a reducir su actividad pastoral terminando de esta forma la primera etapa de su pontificado durante la cual pudo recorrer y predicar con su habitual brillantez en la inmensa mayoria de los pueblos En 1885 otra peste se cebo sobre la ciudad de Valencia causando cerca de cinco mil muertos provocada por las deficiencias sanitarias de las aguas y la crisis alimenticia provocada por la mala cosecha del arroz En estos anos 1886 87 de escasez terrible que asolaba a la region valentina nuestro prelado no solo consiguio con su elocuencia despertar la caridad de los ricos sino que predicando con el ejemplo empeno sus alhajas y hasta su paga para atender al socorro de los desvalidos como ya hiciera en Jaen cuando vendio su propio automovil El ya cardenal arzobispo de Valencia convoca un Concilio provincial que se celebra en octubre de 1889 Este seria el III Concilio provincial y a su vez el primero que se celebra desde la epoca de Martin Perez de Ayala en 1565 Durante los meses previos va nombrando a quienes serian los consultores peritos etc intentandose rodear de los mejores Como muestra citaremos que el 18 de septiembre nombra consultor conciliar al franciscano Luis Amigo y Ferrer fundador de dos congregaciones religiosas posterior Administrador Apostolico de Solsona y obispo de la misma posteriormente obispo de Segorbe y cuyo proceso de beatificacion a dia de hoy esta abierto En este III Concilio provincial de Valencia se ordena que en cada diocesis se establezca en el menor tiempo posible un colegio donde los hijos de familias pobres o menos acomodadas pudieran abonando una modica pension morar en calidad de internos y seguir su vocacion apartados del mundo Esta disposicion conciliar fue facil de acatar en Valencia pues la institucion Colegio de San Jose de Vocaciones eclesiasticas cumplia con esta mision desde el ano 1884 cuando el Seminario contaba con 1000 alumnos externos ademas del internado Monescillo insiste como se dijo en la necesidad de explicar en el Seminario la doctrina del Doctor Angelico segun la enciclica Aeterni Patris Junto a esta reforma educativa y estructural del Seminario el Concilio provincial trato un tema candente de esos anos el integrismo que amenazaba con crear una Iglesia separada aunque posteriormente en los Decretos solo se toco de pasada al tratar otros asuntos junto al tema del integrismo incipiente se dictan normas disciplinares se realiza una reforma de las costumbres y una impugnacion de errores Enviados los Decretos conciliares a Roma fueron aprobados y publicados en 1891 con unas minimas correcciones de detalle En 1891 el cardenal Antolin Monescillo realizara una segunda reforma estructural del Seminario valentino agregando al Seminario el Colegio de San Jose de Vocaciones eclesiasticas como institucion subsidiaria del Seminario convirtiendolo en instituto diocesano bajo la direccion de los Operarios Diocesanos pero respetando el orden economico y administrativo Los alumnos asistirian a las clases del Seminario acatando su reglamento y ordenando una separacion entre los alumnos de Gramatica y Filosofia Las reformas del Seminario de Valencia llevadas a cabo por Monescillo llevan a afirmar de el que es el primero sin duda de Espana y uno de los mas bien montados de Europa Por su energia su celo y su caridad inagotable supo hacerse querer por todos Fue un lider dentro del episcopado y asi lo reconocio el propio papa Leon XIII en el consistorio del 11 de julio de 1892 preconizando al cardenal Monescillo para la sede primada pese a haber superado los ochenta anos Pero antes de marchar a la sede toledana el cardenal Monescillo se despide de los fieles valencianos con palabras de elogio referidas al Seminario de Valencia que el mismo reformo A todas partes llega el credito que bien adquirida tiene la instruccion solida impartida a los jovenes levitas en la escuela eclesiastica de Valencia y nadie ignora la afluencia con que de varias diocesis de Espana acuden alumnos al central de este arzobispado para obtener titulos academicos que ocupan como credenciales para sus ejercicios literarios otorgados al merito por jueces habiles y prudentes Con estas palabras se despide un prelado que dejo honda huella debido a que la actividad desplegada por Monescillo en Valencia no tenia antecedentes en ninguno de sus predecesores del siglo XIX En la archidiocesis nadie se atrevio a discutir su prestigio su recia formacion solida cultura y su brillante oratoria El 7 de agosto de 1892 tras despedirse de las autoridades y encareciendoles que no hubiese solemnidades en su despedida abandona Valencia Cardenal arzobispo de Toledo y primado de Espana 1892 1897 Editar Vuelve Monescillo en su ultima etapa pastoral a sus inicios a los anos entranables de su juventud la ciudad que siempre amo y de la que habia escrito en Pensamientos hay atmosferas en las cuales se ahoga quien no respira tradicion y piedad Roma y Toledo ofrecen este curioso espectaculo Este nombramiento fue el sueno de toda su vida y se sintio muy feliz cuando llego a Toledo En su primera carta pastoral escribe que siempre quiso que Toledo fuese su sepultura Y a un periodista de El Liberal declaro el 31 de octubre de 1894 Yo no me encuentro a gusto mas que en Toledo Por este cielo y este pais me intereso tanto que preferiria ser sacristan de nuestra Primada que Arzobispo de Valencia Pero antes de entrar en la diocesis de Toledo se detiene unos dias en Madrid donde recibe el palio en la capilla privada del palacio madrileno de su gran amigo el Conde de Guaqui Recibe el palio arzobispal de manos del hasta entonces obispo de Madrid Ciriaco Maria Sancha ya preconizado para sustituirle en Valencia Toma posesion de la diocesis por poderes el 12 de agosto de 1892 entrando en persona a Toledo el dia siguiente Llega a una diocesis grande pero no inabarcable 457 parroquias atendidas por un buen numero de sacerdotes concentrados sobre todo en la capital Solo la Catedral albergaba en su seno tres cabildos canonicales el de la Iglesia Primada el de la Capilla Real y el de la Capilla Mozarabe Contaba tambien la diocesis con ocho conventos de religiosos que Monescillo ampliara a diez 56 de monjas de clausura y varios de religiosas de vida activa Los canonigos eran vista la situacion una fuerza importante en la diocesis y Monescillo que fue miembro del Cabildo Primado lo sabia Para ello al igual que hiciera en las diocesis anteriores intento remediar en lo posible las posibles irregularidades e injusticias interesandose por la reforma de los Estatutos y logrando establecer una economia mas racional y saneada Como hiciera en Jaen y Valencia multiplico sus deferencias con la corporacion reconstruye a sus expensas la Ermita de Santa Maria de la Cabeza con el producto de sus sermones convirtio el lugar en un lugar de paseo y devocion lo que antes era teatro de miseria e inmoralidades Posteriormente mando edificar una casa aneja que regalo al Cabildo para que los capitulares pudieran retirarse a ella a realizar los Ejercicios Espirituales Despues de muerto los albaceas de su testamento entregaron a la corporacion capitular un pectoral y un anillo ambos de valor para que formasen parte del tesoro de la Virgen del Sagrario Con respecto al clero atenua las dificultades de los pontificados anteriores convocando cinco concursos de curatos y defendiendo a sus parrocos contra el anticlericalismo y el caciquismo imperantes Llegando inclusive a adelantar de sus fondos la paga de un mes para todos y cada uno de sus curas cuando vieron retrasadas sus nominas debido a un incidente con el Habilitado Aunque alejado de la politica desde muchos anos antes en los ultimos tiempos de su vida evoluciono hacia el partido tradicionalista y al ser autorizado el culto publico de los protestantes protesto por escrito Se mostro partidario de la celebracion de un Concilio nacional con la intencion de definir de una manera precisa la division de lo temporal y lo espiritual Ya en los ultimos anos de su vida escribio una Salve a la que puso musica el maestro Mancinelli siendo interpretada por primera vez en el templo madrileno de San Francisco el Grande el 8 de diciembre de 1892 En noviembre de 1894 publico una carta dirigida al cardenal Vaughan arzobispo de Westminster defendiendo la politica de reconciliacion entre los anglicanos y el papado Estando convaleciente y en la cama casi todo el tiempo el cardenal no asiste ya desde 1894 a actos oficiales ya no escribe obras extensas sus Pastorales son mas breves menos densas y menos rigurosas que antes Deja de leer la prensa y se entera de las noticias importantes por sus familiares con la logica de que algunas de sus actuaciones publicas estan muy influidas por los puntos de vista de sus colaboradores El 28 de julio de 1897 recibe el Viatico debido a su grave estado en una ceremonia que duraria hora y media y a la que asisten varias autoridades Y el 7 de agosto se comunica oficialmente que Monescillo ha recibido la Extremauncion Ya en su lecho de muerte recibe la noticia del asesinato de Canovas Reuniendo fuerzas dicta desde la cama un telegrama a la Reina Regente otro a la viuda y un tercero al General Azcarraga que es el encargado de formar un nuevo gobierno Este es el ultimo acto de presencia de la persona que siempre estuvo atento a las relaciones Iglesia Estado y a las vicisitudes por las que pasaba Espana Antolin de la Santa Iglesia Romana Cardenal Monescillo y Viso arzobispo de Toledo primado de las Espanas comisario general de la Bula de la Cruzada en Espana vicario general castrense patriarca de las Indias Occidentales y capellan mayor de Palacio fallece a la edad de 81 anos habiendo sido sin duda el prelado mas conocido de entre todos los espanoles del siglo XIX en la Ciudad Imperial a la una y veinte de la tarde del 11 de agosto de 1897 asistido por su obispo auxiliar Rapidamente se entera Espana conmovida todavia por el asesinato del Presidente del Gobierno Llueven los telegramas al Palacio Arzobispal la reina el nuncio el secretario de Estado de Leon XIII etc Mientras revestido de pontifical pasa sin cesar el pueblo durante los tres dias que durara la capilla ardiente La vispera de la Asuncion con honores de capitan general con mando en plaza es conducido a su ultimo reposo la antecapilla de la Virgen del Sagrario ante la que tantas veces habia rezado de seminarista entre los cardenales Alamena y Portocarrero En representacion de la reina asiste el intendente de la Casa Real por el Gobierno el ministro de Gracia y Justicia entre una gran multitud de gente que queria dar su ultimo adios al cardenal Todos eran conscientes de que se daba sepultura a un luchador a un Quijote que habia quemado sus fuerzas por un ideal la union y la armonia de los catolicos bajo la tutela de la Iglesia Lo cual era justo que se produjese por lo menos al final de su vida aunque fuese como simbolo efimero se pudo ver hermandados junto al feretro a hombres de todos los partidos politicos las capas pluviales los uniformes militares y las condecoraciones civiles junto a la gran multitud de pueblo todo esto habia sido el ideal de la vida de Monescillo Predecesor Cipriano Juarez Berzosa Obispo de Calahorra y La Calzada1861 1865 Sucesor Fabian Sebastian Arenzana MagdalenoPredecesor Andres Rosales Munoz Obispo de Jaen1865 1877 Sucesor Manuel Maria Leon Gonzalez y SanchezPredecesor Mariano Barrio Fernandez Arzobispo de Valencia1877 1892 Sucesor Ciriaco Sancha y HervasPredecesor Miguel Paya y Rico Arzobispo de Toledo1892 1897 Sucesor Ciriaco Sancha y HervasReferencias Editar Congreso de los Diputados Buscador Historico de Diputados Legislatura 1869 1871 MONESCILLO VISO ANTOLIN Elecciones 15 1 1869 Archivo Historico de Diputados 1810 1977 Archivado desde el original el 18 de octubre de 2019 Consultado el 25 de enero de 2020 Senado de Espana Expediente personal del Senador 4 de septiembre de 2020 Monescillo Viso Antolin Obispo de Jaen y arzobispo de Valencia Catholic Hierarchy Antolin Cardinal Monescillo y Viso Bibliografia EditarGarcia Gonzalez Francisco 2005 De un lugar de La Mancha a la Sede Primada de Toledo La familia del cardenal Monescillo en el Antiguo Regimen Vol 14 Santiago de Compostela Universidad de Santiago de Compostela Obradoiro de Historia Moderna pp 175 200 Sanz de Diego Rafael Maria 1979 Medio siglo de relaciones Iglesia Estado El Cardenal Antolin Monescillo y Viso 1811 1897 Tomo I Madrid Universidad Pontificia Comillas ISBN 84 85281 22 5 Villena Espinosa Rafael 1997 Antolin Monescillo en la Espana Democratica 1869 Vol I Centenario del Cardenal Monescillo 1897 1997 Autores Francisco Alia Miranda y Antonio de Juan Garcia coord Cuenca Ediciones de la Universidad de Castilla La Mancha 123 166 ISBN 84 89958 00 9 Enlaces externos Editar Wikimedia Commons alberga una categoria multimedia sobre Antolin Monescillo Ficha de Antolin Monescillo y Viso en la web de Catholic Hierarchy Datos Q2517837 Multimedia Antolin MonescilloObtenido de https es wikipedia org w index php title Antolin Monescillo amp oldid 137537546, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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