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Tres músicos

Tres músicos o Los músicos es una pintura al óleo de Diego Velázquez, presumiblemente una de las primeras obras conservadas del pintor sevillano. En el siglo XIX se encontraba en Irlanda, en la colección La Touche, de donde pasó a Londres y ya en 1906 al Kaiser Friedrich Museum de Berlín, encontrándose actualmente en la Gemäldegalerie de esa misma ciudad. Se conocen cuatro copias antiguas de esta composición, de peor calidad, una de ellas en colección privada de Barcelona.

Tres músicos
Año c. 1617 - 1618
Autor Diego Velázquez
Técnica Óleo sobre lienzo
Estilo Barroco
Tamaño 87 cm × 110 cm
Localización Gemäldegalerie, Berlín, Alemania Alemania

Historia

Los Tres músicos, recogidos en el catálogo de López-Rey con el número 1, fueron incorporados al corpus velazqueño por Aureliano Beruete en 1906, cuando el cuadro salió a subasta en Londres y fue adquirido por el museo berlinés. Los rasgos del más joven recuerdan efectivamente los del mismo personaje en otras obras de la primera etapa de Velázquez, aunque en este caso los hace más duros el tratamiento de las masas de color como esculpidas a espátula y animadas sólo en la parte intensamente iluminada por ligeras pinceladas de color blanco, apuntadas apenas en lo alto de la frente y en pocos lugares más. Es él quien se dirige al espectador, invitándole a sumarse al alegre grupo de músicos y bebedores. No hay ninguna prueba de que sea éste el «aldeanillo» que según afirmaba Francisco Pacheco tenía «cohechado» Velázquez durante su etapa de aprendizaje y que le servía de modelo en diferentes posturas, pero nada hay tampoco que se oponga a ello. La intuición de Beruete, seguida de forma mayoritaria por la crítica, parece haber quedado confirmada con el estudio de las radiografías, que han revelado algunos arrepentimientos en el personaje que ocupa el centro de la composición, afectando especialmente al traje completamente repintado de negro, perdiéndose con ello los grises matizados del primer estado. Por otra parte, bajo la Cabeza de hombre joven de perfil del Museo del Hermitage se ha descubierto en la radiografía la existencia de otra cabeza anterior estrechamente relacionada con la del personaje central en el lienzo de Berlín.[1]

Descripción

El cuadro se inscribe en el género que Pacheco denominó de «figuras ridículas con sugetos varios y feos para provocar a risa».[2]​ Dos hombres con instrumentos musicales cantan en tanto el tercero, el más joven de ellos, con la vihuela bajo el brazo y un vaso de vino en la mano, llama la atención del espectador con su sonrisa burlesca haciendo ver que es el vino el que inspira a los músicos. A su espalda un mono, con una pera en la mano, subraya el carácter grotesco de la escena. El propio nombre de bodegón dado por Pacheco a este tipo de pinturas de género se asocia con la denominación de las tabernas o mesones sevillanos, probable marco de actuación para estos músicos como indicaría la presencia ante ellos de una mesa con una hogaza de pan sobre una servilleta, una copa de vino y un queso con un cuchillo, que sirven además a Velázquez para realizar un estudio de las distintas texturas. La luz intensa y dirigida, proyectada desde la izquierda, provoca efectos de claroscuro.

Influencias

Desde que Jonathan Brown[3]​ cuestionase las que para muchos eran obvias influencias de Caravaggio en la elección de temas y tipos vulgares y en su tratamiento formal, atento a las dificultades para hallar en Sevilla obras originales de Caravaggio, vienen destacándose influencias flamencas, a través de la estampa, o italianas a través de colecciones sevillanas como la del duque de Alcalá, aunque su colección de pintura napolitana, y con ella los filósofos de José de Ribera, no llegase a Sevilla antes de 1632. El duque, propietario de un par de bodegones de Velázquez, estaba en posesión, en efecto, de alguna pintura del género llamado en Italia «pittura ridicola», pero relacionada más directamente con Vincenzo Campi que con Caravaggio y, en algún caso, como el cuadro de un «bufón que se come todo» de Diego de Rómulo Cincinnato, su pintura es posterior a la salida de Velázquez de Sevilla.[4]​ La pintura satírica formaba, en cualquier caso, un género común a Italia y los Países Bajos, atestiguándose su temprano conocimiento en España en la obra de un modesto pintor llamado Juan Esteban, autor de un «bodegón de tienda» fechado en 1606.[5]

El conocimiento por Velázquez de la obra de Caravaggio, al menos indirecto y a través de pinturas de este género o de sus copistas, se ha subrayado especialmente en el caso de los Tres músicos, en el que se ha señalado la influencia de Los jugadores de cartas (Kimbell Art Museum), una obra de Caravaggio pintada hacia 1594.[6]​ En la forma de modelar y en las telas del músico situado a la derecha pueden reconocerse también influencias de Luis Tristán, quien había viajado a Italia y practicaba un personal claroscurismo.[7]​ Velázquez pudo, además, tener noticia de la fama de Caravaggio y de su método de pintar del natural, actuando ese conocimiento como un estímulo en el proceso de creación de sus propias obras, en las que más allá de ciertas semejanzas formales o tipológicas se advierte la radical independencia del pintor, tanto en relación con los bodegones de Caravaggio y los caravaggistas como en relación con su maestro.[8]

Contenido

La Fábula del Greco, en sus varias versiones, ha sido recordada por Peter Cherry a propósito de este lienzo de Velázquez por la presencia del mono, «animal vinculado al vicio», que podría conducir a una interpretación de tipo moral, como las que se podrían encontrar en otras pinturas de este género en las que personajes de baja condición retratados de forma grotesca eran ridiculizados como espejos del vicio. El propio Cherry, sin embargo, no encontrando evidencias de moralización, apunta como más probable que la intención de estos cuadros «sólo consistiera en ofrecer situaciones con un aire de júbilo báquico, apropiado al ambiente de una taberna», a la vez que a los espectadores más acomodados podían resultarles graciosos, por lo ridículo, de modo semejante a como podían encontrar distraídas las aventuras de las novelas protagonizadas por pícaros de clase social ínfima.[9]​ Las conocidas críticas de Vicente Carducho a los pintores de género, al margen de su posicionamiento en la controversia sobre la imitación del natural, ponen de manifiesto que un hombre culto de la época no encontraba intenciones aleccionadoras en tales pinturas, caracterizadas precisamente por la ausencia de un «asunto», en lo que, en último extremo, consistía la nobleza de la pintura, de la que carecían los bodegones pintados «sin más ingenio, ni más assunto, de avérsele antojado al Pintor retratar quatro pícaros descompuestos y dos mugercillas desaliñadas, en mengua del mismo Arte, y poca reputación del Artífice».[10]

Tampoco se hacen evidentes las intenciones morales atendiendo a Francisco Pacheco, quien aludía a este género de pinturas como puros objetos de entretenimiento, únicamente destinados a provocar la risa. Pero la posición de Pacheco ante el bodegón, como han observado Peter Cherry y Benito Navarrete Prieto entre otros, queda matizada al tratar de los bodegones de su yerno, concebidos como medios a través de los cuales obtenía «la verdadera imitación del natural».[11]​ En tanto ejercicios de estilo, sin sometimiento a las limitaciones que imponían los géneros tradicionales, la búsqueda de la verdadera imitación del natural llevaba aparejada en Velázquez una profunda investigación pictórica sobre los modos de representación visual. Su carácter intelectual radicaría entonces no en las interpretaciones alegóricas o los contenidos narrativos, sino en el modo de abordar de forma empírica los problemas ópticos y perspectivos, las calidades táctiles de la materia y la expresión psicológica del carácter y las emociones. La desfiguración de la guitarra vista a través del vaso de vino probaría el interés del joven Velázquez por esa clase de problemas de naturaleza pictórica, que también pudieron atraer a sus primeros cultos clientes, problemas de efectos ópticos que siguieron interesando al pintor en fechas tardías al abordar, por ejemplo, el movimiento de la rueca en Las hilanderas.[12]

Véase también

Referencias

  1. López-Rey, pág. 10.
  2. Pacheco, pág. 517.
  3. Brown, págs. 12-15.
  4. Catálogo Velázquez y Sevilla, Estudios: Peter Cherry, «Los bodegones de Velázquez y la verdadera imitación del natural», pág. 78.
  5. Brown, pág. 15.
  6. Catálogo de la exposición De Herrera a Velázquez (Benito Navarrete Prieto), pág. 202.
  7. Catálogo de la exposición De Herrera a Velázquez (Benito Navarrete Prieto), pág. 204.
  8. Catálogo Velázquez y Sevilla, Estudios: Peter Cherry, «Los bodegones de Velázquez y la verdadera imitación del natural», págs. 80-81.
  9. Catálogo Velázquez y Sevilla, Estudios: Peter Cherry, «Los bodegones de Velázquez y la verdadera imitación del natural», págs. 78-79.
  10. Carducho, Diálogos de la pintura, pág. 111.
  11. Catálogo de la exposición De Herrera a Velázquez, op. cit.
  12. Catálogo Velázquez y Sevilla, Estudios: Peter Cherry, «Los bodegones de Velázquez y la verdadera imitación del natural», págs. 81-83.

Bibliografía

  • Brown, Jonathan (1986). Velázquez. Pintor y cortesano. Madrid: Alianza Editorial. ISBN 84-206-9031-7. 
  • Catálogo de la exposición (1999). Velázquez y Sevilla. Sevilla: Junta de Andalucía. Consejería de Cultura. ISBN 84-8266-098-5. 
  • Catálogo de la exposición (2006). De Herrera a Velázquez. El primer naturalismo en Sevilla. Bilbao Sevilla: Museo de Bellas Artes de Bilbao-Fundación Focus Abengoa. ISBN 84-898-9514-7. 
  • López-Rey, José (1996). Velázquez. Catalogue raisonné, vol. II. Colonia: Taschen Wildenstein Institute. ISBN 3-8228-8731-5. 
  • Pacheco, Francisco, ed. de Bonaventura Bassegoda (1990). El arte de la pintura. Madrid: Cátedra. ISBN 84-376-0871-6. 
  •   Datos: Q389198

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Tres musicos o Los musicos es una pintura al oleo de Diego Velazquez presumiblemente una de las primeras obras conservadas del pintor sevillano En el siglo XIX se encontraba en Irlanda en la coleccion La Touche de donde paso a Londres y ya en 1906 al Kaiser Friedrich Museum de Berlin encontrandose actualmente en la Gemaldegalerie de esa misma ciudad Se conocen cuatro copias antiguas de esta composicion de peor calidad una de ellas en coleccion privada de Barcelona Tres musicosAnoc 1617 1618AutorDiego VelazquezTecnicaoleo sobre lienzoEstiloBarrocoTamano87 cm 110 cmLocalizacionGemaldegalerie Berlin Alemania Alemania editar datos en Wikidata Indice 1 Historia 2 Descripcion 3 Influencias 4 Contenido 5 Vease tambien 6 Referencias 7 BibliografiaHistoria EditarLos Tres musicos recogidos en el catalogo de Lopez Rey con el numero 1 fueron incorporados al corpus velazqueno por Aureliano Beruete en 1906 cuando el cuadro salio a subasta en Londres y fue adquirido por el museo berlines Los rasgos del mas joven recuerdan efectivamente los del mismo personaje en otras obras de la primera etapa de Velazquez aunque en este caso los hace mas duros el tratamiento de las masas de color como esculpidas a espatula y animadas solo en la parte intensamente iluminada por ligeras pinceladas de color blanco apuntadas apenas en lo alto de la frente y en pocos lugares mas Es el quien se dirige al espectador invitandole a sumarse al alegre grupo de musicos y bebedores No hay ninguna prueba de que sea este el aldeanillo que segun afirmaba Francisco Pacheco tenia cohechado Velazquez durante su etapa de aprendizaje y que le servia de modelo en diferentes posturas pero nada hay tampoco que se oponga a ello La intuicion de Beruete seguida de forma mayoritaria por la critica parece haber quedado confirmada con el estudio de las radiografias que han revelado algunos arrepentimientos en el personaje que ocupa el centro de la composicion afectando especialmente al traje completamente repintado de negro perdiendose con ello los grises matizados del primer estado Por otra parte bajo la Cabeza de hombre joven de perfil del Museo del Hermitage se ha descubierto en la radiografia la existencia de otra cabeza anterior estrechamente relacionada con la del personaje central en el lienzo de Berlin 1 Descripcion EditarEl cuadro se inscribe en el genero que Pacheco denomino de figuras ridiculas con sugetos varios y feos para provocar a risa 2 Dos hombres con instrumentos musicales cantan en tanto el tercero el mas joven de ellos con la vihuela bajo el brazo y un vaso de vino en la mano llama la atencion del espectador con su sonrisa burlesca haciendo ver que es el vino el que inspira a los musicos A su espalda un mono con una pera en la mano subraya el caracter grotesco de la escena El propio nombre de bodegon dado por Pacheco a este tipo de pinturas de genero se asocia con la denominacion de las tabernas o mesones sevillanos probable marco de actuacion para estos musicos como indicaria la presencia ante ellos de una mesa con una hogaza de pan sobre una servilleta una copa de vino y un queso con un cuchillo que sirven ademas a Velazquez para realizar un estudio de las distintas texturas La luz intensa y dirigida proyectada desde la izquierda provoca efectos de claroscuro Influencias EditarDesde que Jonathan Brown 3 cuestionase las que para muchos eran obvias influencias de Caravaggio en la eleccion de temas y tipos vulgares y en su tratamiento formal atento a las dificultades para hallar en Sevilla obras originales de Caravaggio vienen destacandose influencias flamencas a traves de la estampa o italianas a traves de colecciones sevillanas como la del duque de Alcala aunque su coleccion de pintura napolitana y con ella los filosofos de Jose de Ribera no llegase a Sevilla antes de 1632 El duque propietario de un par de bodegones de Velazquez estaba en posesion en efecto de alguna pintura del genero llamado en Italia pittura ridicola pero relacionada mas directamente con Vincenzo Campi que con Caravaggio y en algun caso como el cuadro de un bufon que se come todo de Diego de Romulo Cincinnato su pintura es posterior a la salida de Velazquez de Sevilla 4 La pintura satirica formaba en cualquier caso un genero comun a Italia y los Paises Bajos atestiguandose su temprano conocimiento en Espana en la obra de un modesto pintor llamado Juan Esteban autor de un bodegon de tienda fechado en 1606 5 El conocimiento por Velazquez de la obra de Caravaggio al menos indirecto y a traves de pinturas de este genero o de sus copistas se ha subrayado especialmente en el caso de los Tres musicos en el que se ha senalado la influencia de Los jugadores de cartas Kimbell Art Museum una obra de Caravaggio pintada hacia 1594 6 En la forma de modelar y en las telas del musico situado a la derecha pueden reconocerse tambien influencias de Luis Tristan quien habia viajado a Italia y practicaba un personal claroscurismo 7 Velazquez pudo ademas tener noticia de la fama de Caravaggio y de su metodo de pintar del natural actuando ese conocimiento como un estimulo en el proceso de creacion de sus propias obras en las que mas alla de ciertas semejanzas formales o tipologicas se advierte la radical independencia del pintor tanto en relacion con los bodegones de Caravaggio y los caravaggistas como en relacion con su maestro 8 Contenido EditarLa Fabula del Greco en sus varias versiones ha sido recordada por Peter Cherry a proposito de este lienzo de Velazquez por la presencia del mono animal vinculado al vicio que podria conducir a una interpretacion de tipo moral como las que se podrian encontrar en otras pinturas de este genero en las que personajes de baja condicion retratados de forma grotesca eran ridiculizados como espejos del vicio El propio Cherry sin embargo no encontrando evidencias de moralizacion apunta como mas probable que la intencion de estos cuadros solo consistiera en ofrecer situaciones con un aire de jubilo baquico apropiado al ambiente de una taberna a la vez que a los espectadores mas acomodados podian resultarles graciosos por lo ridiculo de modo semejante a como podian encontrar distraidas las aventuras de las novelas protagonizadas por picaros de clase social infima 9 Las conocidas criticas de Vicente Carducho a los pintores de genero al margen de su posicionamiento en la controversia sobre la imitacion del natural ponen de manifiesto que un hombre culto de la epoca no encontraba intenciones aleccionadoras en tales pinturas caracterizadas precisamente por la ausencia de un asunto en lo que en ultimo extremo consistia la nobleza de la pintura de la que carecian los bodegones pintados sin mas ingenio ni mas assunto de aversele antojado al Pintor retratar quatro picaros descompuestos y dos mugercillas desalinadas en mengua del mismo Arte y poca reputacion del Artifice 10 Tampoco se hacen evidentes las intenciones morales atendiendo a Francisco Pacheco quien aludia a este genero de pinturas como puros objetos de entretenimiento unicamente destinados a provocar la risa Pero la posicion de Pacheco ante el bodegon como han observado Peter Cherry y Benito Navarrete Prieto entre otros queda matizada al tratar de los bodegones de su yerno concebidos como medios a traves de los cuales obtenia la verdadera imitacion del natural 11 En tanto ejercicios de estilo sin sometimiento a las limitaciones que imponian los generos tradicionales la busqueda de la verdadera imitacion del natural llevaba aparejada en Velazquez una profunda investigacion pictorica sobre los modos de representacion visual Su caracter intelectual radicaria entonces no en las interpretaciones alegoricas o los contenidos narrativos sino en el modo de abordar de forma empirica los problemas opticos y perspectivos las calidades tactiles de la materia y la expresion psicologica del caracter y las emociones La desfiguracion de la guitarra vista a traves del vaso de vino probaria el interes del joven Velazquez por esa clase de problemas de naturaleza pictorica que tambien pudieron atraer a sus primeros cultos clientes problemas de efectos opticos que siguieron interesando al pintor en fechas tardias al abordar por ejemplo el movimiento de la rueca en Las hilanderas 12 Vease tambien EditarSingerieReferencias Editar Lopez Rey pag 10 Pacheco pag 517 Brown pags 12 15 Catalogo Velazquez y Sevilla Estudios Peter Cherry Los bodegones de Velazquez y la verdadera imitacion del natural pag 78 Brown pag 15 Catalogo de la exposicion De Herrera a Velazquez Benito Navarrete Prieto pag 202 Catalogo de la exposicion De Herrera a Velazquez Benito Navarrete Prieto pag 204 Catalogo Velazquez y Sevilla Estudios Peter Cherry Los bodegones de Velazquez y la verdadera imitacion del natural pags 80 81 Catalogo Velazquez y Sevilla Estudios Peter Cherry Los bodegones de Velazquez y la verdadera imitacion del natural pags 78 79 Carducho Dialogos de la pintura pag 111 Catalogo de la exposicion De Herrera a Velazquez op cit Catalogo Velazquez y Sevilla Estudios Peter Cherry Los bodegones de Velazquez y la verdadera imitacion del natural pags 81 83 Bibliografia EditarBrown Jonathan 1986 Velazquez Pintor y cortesano Madrid Alianza Editorial ISBN 84 206 9031 7 Catalogo de la exposicion 1999 Velazquez y Sevilla Sevilla Junta de Andalucia Consejeria de Cultura ISBN 84 8266 098 5 Catalogo de la exposicion 2006 De Herrera a Velazquez El primer naturalismo en Sevilla Bilbao Sevilla Museo de Bellas Artes de Bilbao Fundacion Focus Abengoa ISBN 84 898 9514 7 Lopez Rey Jose 1996 Velazquez Catalogue raisonne vol II Colonia Taschen Wildenstein Institute ISBN 3 8228 8731 5 Pacheco Francisco ed de Bonaventura Bassegoda 1990 El arte de la pintura Madrid Catedra ISBN 84 376 0871 6 Datos Q389198Obtenido de https es wikipedia org w index php title Tres musicos amp oldid 127340292, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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