Terror Rojo (España)
«Terror Rojo» es un término revisionista utilizado por parte de la historiografía para referirse a la represión en la zona republicana durante la guerra civil española, y alude a una sucesión de actos criminales por parte de grupos de izquierda que en ocasiones incluyen al Gobierno de la Segunda República Española. Esto implicó el asesinato de decenas de miles de personas, que incluyen unos 6832 miembros del clero católico (13 obispos, 4184 sacerdotes seculares, 2.365 monjes y frailes y unas 283 monjas[3]), aunque también afectó a miembros de la nobleza española, industriales y políticos conservadores. Estos actos de violencia además conllevaron actos de vandalismo tales como la profanación y la quema de numerosos monasterios e iglesias.[3] Algunas estimaciones del Terror Rojo oscilan entre 38 000[4] a ~ 72,344 vidas.[5] Paul Preston calculó la cifra en poco menos de 50 000.[cita requerida]
Esto fue el fruto de un proceso de polarización política que caracterizó a la Segunda República Española: las divisiones partidistas se volvieron cada vez más amargas y las cuestiones de identidad religiosa adquirieron importancia política. Esto también se debió a que electoralmente, la Iglesia se había identificado con la derecha, ya que se había opuesto a la reforma social.[6]
El historiador Julio de la Cueva escribió que "a pesar de que la Iglesia... sufrió una persecución espantosa", los hechos hasta ahora se han topado no sólo con "la vergonzosa parcialidad de los eruditos eclesiásticos, sino también con el vergonzoso silencio o intentos en justificación de un gran número de historiadores y memorias".[3] Analistas como Helen Graham han vinculado el Rojo y el Blanco Terrores, señalando que fue el golpe el que permitió que floreciera la cultura de la violencia brutal: "su acto original de violencia fue que acabó con la posibilidad de otras formas de evolución política pacífica".[7] Otros ven la persecución y la violencia como anteriores al golpe y encontraron en lo que ven como un anticlericalismo "radical y antidemocrático" de la República y su constitución.[8] En En los últimos años, la Iglesia Católica ha beatificado a cientos de víctimas (498 en una ceremonia de 2007, el mayor número de beatificaciones en su historia).[9]
Tras el fallido golpe de julio de 1936 se desencadenó un violento ataque contra aquellos que los revolucionarios de la zona republicana identificaron como enemigos; "donde la rebelión fracasó, durante varios meses después, el mero hecho de ser identificado como un sacerdote, un religiosos o simplemente un cristiano militante o miembro de alguna organización apostólica o piadosa, era suficiente para que una persona ser ejecutado sin juicio ".[10] Los sublevados atribuyeron a estos crímenes una intencionalidad política o anticlerical.[11][12] Aunque el anticlericalismo no era exclusivo de las fuerzas revolucionarias,[cita requerida] la violencia contra la iglesia y sus miembros por parte de integrantes de los grupos radicales de izquierda en las fases inmediatamente posteriores al levantamiento del 18 de julio fueron bautizados como «Terror Rojo» por la maquinaria de propaganda del bando sublevado. Esta empleó la represión republicana como justificación a posteriori de la necesidad de un levantamiento armado para detener los desmanes de la «horda roja».
Historia del término
El término «Terror Rojo» se empleó por primera vez para definir las últimas seis semanas del período conocido como El Terror durante la Revolución francesa, que finalizaron con la ejecución de Maximilien Robespierre. En contraposición, se llamó Terror Blanco al período represivo inmediatamente posterior, en el que las anteriores víctimas se transformaron en verdugos.[13]
Tras la revolución rusa de 1917, se llamó «Terror Rojo» a un período de tiempo entre 1918 y 1922 durante el cual los bolcheviques efectuaron una campaña de arrestos y ejecuciones masivas. Antes de la Guerra Civil el término «Terror Rojo» se empleaba exclusivamente en referencia a dicho período. Tras iniciarse la guerra, las fuentes de propaganda del autodenominado bando nacional reacuñaron el término para referirse a los incidentes de asesinatos organizados que ocurrieron en el bando republicano, hablando de un «nuevo Terror Rojo».[12][14][15]
Revolución de Asturias
Algunas fuentes han argumentado que el concepto mismo de «Terror Rojo» debe considerarse como iniciado durante la sofocada revolución de Asturias de 1934, que ocasionó la muerte de 37 miembros del clero y la quema de 58 iglesias.[16][17] Sin embargo, los brotes de violencia ocasionados por el anticlericalismo venían ocurriendo de forma habitual desde el siglo XIX, es decir, mucho antes del primer uso moderno del término como referencia a violencia política originada por un partido revolucionario. Estos brotes se daban cada vez que se producía una disminución en el control del gobierno por efecto de una revuelta o incidente social similar; incluso la proclamación misma de la Segunda República vino acompañada de la quema de unas 20 iglesias, sin víctimas mortales.[14][18]
Otros autores relacionan directamente varias de las muertes de este periodo con una clara intervención política a favor de las fuerzas de derecha por parte de miembros del clero ejecutados por los revolucionarios.[19] Del mismo modo, se citan también casos de miembros del clero (especialmente monjas) tratados de forma decorosa y respetuosa, relatados por los mismos religiosos.[19]
La Guerra Civil
Los crímenes etiquetadas de inmediato por el bando sublevado como Terror Rojo, al igual que las originalmente ocurridas durante la revolución bolchevique, eran cometidas por grupos de revolucionarios contra aquellos a los que percibían como sus enemigos de clase. En España, eso incluía tanto a empresarios, industriales, terratenientes y políticos de la derecha como a miembros y bienes de la iglesia católica, a quien tradicionalmente las fuerzas de izquierda había visto siempre como alineada junto a las clases capitalistas y reaccionarias, y actuando como un factor necesario para la represión psicológica del obrero.[12][14][15]En su libro el Delegado de Propaganda Antonio Bahamonde Sánchez de Castro sitúa la cifra de víctimas en alrededor de 85.000.
Los saqueos y quema de monasterios e iglesias y el asesinato de miembros del clero católico se convirtieron en una característica percibida en las fuerzas leales al Gobierno de la República y opuestas al golpe de Estado, gracias a las crónicas sensacionalistas de los corresponsales extranjeros destacados en el país.[12][14] A pesar de que el total de incidentes fuera enormemente exagerado en la época,[20] de que no fuera ordenada por el gobierno sino ejecutada por grupos incontrolados,[21][22] y de que su cantidad fuera proporcionalmente inferior al de otros incidentes,[23] La persecución al clero fue un punto central en el apoyo incondicional de la iglesia al bando sublevado, que llevaría posteriormente al nacionalcatolicismo. El Terror Rojo pasó así de tener un significado originalmente de violencia política encuadrada en una supuesta lucha de clases, a ser sinónimo de intolerancia y persecución religiosa.
Véase también
Notas
- Ealham, Chris y Michael Richards, The Splintering of Spain, pág. 80, 168, Cambridge University Press, 2005, ISBN 0-521-82178-9, ISBN 978-0-521-82178-0
- /m629-f02-19.html Disparos de guerra: fotoperiodismo durante la Guerra Civil española
- ↑ Cueva, 1998, p. 355
- Beevor, Antony. La batalla por España; La Guerra Civil Española 1936-1939. Libros de pingüinos. 2006. Londres. pag. 87
- Zychowicz, Piotr (2015-03-20 <! - (14:15) ->). [https: //opinie.wp.pl/francisco-franco-jedyny-przywodca-ktory-pokonal-stalina- 6126039183566977a «Francisco Franco - jedyny przywódca, który pokonał Stalina»]. Wp.Opinie / Historia do Rzeczy. «Komuniści i ich lewaccy sojusznicy wymordowali 72 344 ludzi i zagłodzili ponad 100 tys.»
- Hilari Raguer, "Pólvora e Incienso", p. 115
- Desenterrando la política de Franco Legacy , University of Notre Dame Press, ISBN 0-268-03268-8 p. 7
- Redzioch , Wlodzimierz (entrevista al historiador Vicente Carcel Orti) Los mártires de la guerra civil española, Cultura católica
- . Archivado desde el original el 17 de noviembre de 2007. Consultado el 23 de septiembre de 2016. Parámetro desconocido
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ignorado (ayuda) - Raguer, p. 126
- Esparza, José Javier, op. cit.
- ↑ Beevor, Antony, op. cit.
- ten Brink, Jan (1899). Robespierre and the Red Terror. reimpreso en 2004. ISBN 1-4021-3829-6.
- ↑ Thomas, Hugh, op. cit.
- ↑ Payne, Stanley, op. cit.
- Redzioch, Wlodzimierz (entrevista a Mons. Vicente Carcel Orti). Catholic Culture, ed. «The Martyrs of Spain's Civil War».
- Del mismo modo, Pío Moa y César Vidal han insistido en el mismo concepto en varios de sus libros.
- Véase al respecto el artículo Quema de conventos de 1931 en España.
- ↑ Tuñón de Lara, op. cit.
- «[...]; los nacionales afirmaron que había habido medio millón de asesinatos en la zona republicana, aunque después de la guerra redujeron esa cifra a la, también inflada, de 55.000». Beevor, op. cit.
- Montero, op. cit.
- Mons. Vicente Cárcel. Conferencia Episcopal Española, ed. . Archivado desde el original el 1 de abril de 2010. Consultado el 26 de mayo de 2010.
- Conferencia Episcopal Española (ed.). . Archivado desde el original el 1 de abril de 2010. Consultado el 26 de mayo de 2010.
Bibliografía
- Beevor, Antony (2005). «Cap. 7 — El terror rojo». La Guerra Civil Española. Barcelona: Crítica. p. 899. ISBN 84-8432-665-3
|isbn=
incorrecto (ayuda). Consultado el 26 de mayo de 2010. - Esparza Torres, José Javier. . Barcelona: Áltera. p. 375. ISBN 978-84-96840-04-1. Archivado desde el original el 20 de febrero de 2009. Consultado el 15 de mayo de 2019.
- Montero Moreno, Antonio (1961). Historia de la persecución religiosa en España. 1936–1939. Madrid: Editorial Católica. p. 883. Consultado el 26 de mayo de 2010.
- Thomas, Hugh (2004). La Guerra Civil Española. 2 volúmenes. Barcelona: Random House Mondadori. p. 1164. ISBN 84-9759-832-6.
- Payne, Stanley (2005). El colapso de la República. Los orígenes de la Guerra Civil (1933–1936). Madrid: La Esfera de los Libros. ISBN 84-9734-327-1. Consultado el 26 de mayo de 2010.
- Ruiz, Julius (2012). El Terror Rojo (1ª edición). Madrid: Espasa. ISBN 978-84-670-3433-2.
- Tuñón de Lara, Manuel (1974). La España del siglo XX: De la Segunda República a la Guerra Civil (1931–1936) (3ª edición). Barcelona: Laia. ISBN 84-7222-284-5.*