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Revolución de 1904

La Revolución de 1904 fue la última guerra civil que se vivió en el Uruguay, así como la más sangrienta y decisiva en la suerte del país en el siglo XX, cuya finalización determinó, entre otras consecuencias, un nuevo orden como la imposición de los valores eminentemente urbanos e intelectualistas –encarnados por José Batlle y Ordóñez– sobre la cultura del caudillismo rural imperante desde la independencia hasta aquel momento representado por Aparicio Saravia.

Revolución de 1904
Fecha 1904
Lugar Uruguay
Conflicto

La Revolución blanca de 1904 fue la última patriada al estilo del siglo XIX, y movilizó a un número elevadísimo de combatientes de todas las clases sociales, en un país que no superaba el millón de habitantes. Expresó, por un lado, el deseo gubernamental de recuperar la unidad política del Uruguay; y, por otro, como en 1897, manifestó la aspiración de los blancos de gozar de garantías electorales –representación de minorías, voto secreto– y transparencia administrativa.

La última gran guerra civil uruguaya marcó el ocaso de una cultura de raíz rural, ganadera e independiente. Tras la paz se inició el poderoso ciclo del Batllismo, que signó la historia del Uruguay durante al menos cinco décadas.Revolución de 1897.
Resultado Victoria del Partido Colorado, que gobernaba Uruguay. Los nacionalistas sublevados obtuvieron una amnistía general y una promesa de reforma constitucional que contemplase sus reivindicaciones.
Beligerantes
Comandantes
Aparicio Saravia Pablo Galarza
Fuerzas en combate
9.000[1]​-15.000[2]
(probablemente 12.000)[1]
25.000[2][3]​-36.000[1]

Introducción

El 1 de marzo de 1903 José Batlle y Ordóñez, líder emergente del Partido Colorado, fue elegido Presidente de la República con los votos de una fracción disidente del Partido Nacional –En Uruguay hasta 1922 las elecciones presidenciales eran indirectas, es decir, votaban los miembros del Parlamento– encabezada por Eduardo Acevedo Díaz, quien pronto opinaría que Saravia, del que fue secretario en la Revolución de 1897, “no es más que un pobre gaucho, engreído y camorrista, antes que belicoso”.

Batlle tenía la intención de denunciar el Pacto de la Cruz –que puso fin a la Revolución de 1897 y que concedió al Partido Nacional el control político de seis departamentos–, según lo había proclamado antes de su elección: “La aspiración de la próxima lucha electoral debe ser el gobierno del partido. La consecuencia necesaria del triunfo de ese principio debe ser la reconquista de los departamentos”. En ese plan, el 12 de marzo Batlle designó ser intendente de Las Piedras y jefes político departamental, entre ellos seis blancos –nacionalistas–, pero dos (Rivera y San José) los adjudicó al grupo de Acevedo Díaz, que había sido expulsado del partido. Como fue la última Guerra civil fue nombrada la paz de Aceguá

Tensión de las posturas o paz armada

El caudillo blanco ordenó de inmediato al Jefe Político de Rivera, Carmelo Cabrera, que no entregara el poder. El departamento de Rivera, fronterizo con Brasil, era una base fundamental y fuente de pertrechos militares para las guerrillas militares del Partido Nacional. El 16 de marzo Saravia reunió unos 15.000 hombres en pie de guerra “La demostración armada”.

Después de una dramática negociación, llevada a cabo por Alfonso Lamas –hermano de Diego Lamas y médico personal de Batlle– y José Pedro Ramírez, el 22 de marzo se llegó a un acuerdo –el Pacto de Nico Pérez– que evitó la guerra civil: el Partido Nacional controlaría Rivera y otros cuatro departamentos, pero Batlle designaría el jefe político de San José sin consultar al Directorio blanco.

El 30 de marzo fue una jornada de apoteosis para Saravia: concentró y luego dispersó unos 15.000 hombres, casi todos jinetes,[2]​ en la población de Nico Pérez, departamento de Florida. Durante el resto de 1903 Batlle mejoró el Ejército, al que dotó de fusiles Máuser e incorporó ametralladoras Colt y cañones Canet de 75 milímetros.

Batlle y Saravia, quienes nunca llegarían a verse los rostros, se comunicaban a través de José Pedro Ramírez que, por su espíritu conciliador, suavizaba las posturas de ambos, con lo cual generó equívocos y, consecuentemente, contribuyó a precipitar las tensiones. Actuaban, además, sectores y grupos que querían la guerra sin importar las consecuencias.

Inminente estallido de la guerra civil

El incidente de Rivera

La situación se había pensionado al tal extremo, desde la “protesta armada” de 1903, que bastaba una chispa para hacer estallar la tormenta. Y esa chispa la encendió un incidente de borrachos acontecido en la ciudad de Rivera. El jefe político de la ciudad era, desde 1903, Carmelo Cabrera, uno de los líderes más prestigiosos del Partido Nacional y hombre estrechamente vinculado a Aparicio Saravia. Venía teniendo Cabrera problemas con los brasileños, que transitaban por entonces, en particular en Río grande do Sul, por una situación política tensa. El 16 de marzo de 1903, mientras se desarrollaba la “protesta armada”, y cuando el jefe político de Rivera aún era Abelardo Márquez, gente en armas del caudillo João Francisco Pereira de Souza había irrumpido en la oriental y había destruido las instalaciones de dos periódicos publicados por los federales adversarios de este, en la ciudad oriental: O Maragato y O Canabarro. En aquella violenta acción habían muerto algunos de los responsables de estas publicaciones. Si bien Saravia mantenía excelentes relaciones con João Francisco, se molestó y mucho ante esta violación de la soberanía nacional, y sustituyó a Márquez por Cabrera. Este no estaba dispuesto a permitir una repetición de este episodio.

El domingo 1 de noviembre de 1903 hubo un incidente en el curso del cual un ciudadano brasileño llamado Gentil Gomes cometió diversos desmanes. No era la primera vez; Gomes había sido uno de los cabecillas de la irrupción de marzo. En estas circunstancias, Carmelo Cabrera metió en cárcel al revoltoso y a algunos de sus secuaces. Pero poco tiempo después se reunieron en la frontera unos 400 hombres de João Francisco, encabezados por Ataliva Gomes, alcalde de Santa Ana do Livramento y hermano del protagonista de los incidentes. Ataliva Gomes exigió perentoriamente la liberación de los detenidos.

Cabrera, que contaba con poco más de 100 hombres en armas, intento negociar con los brasileños y liberó a todos los detenidos, menos precisamente a Gentil Gomes, que estaba en la cárcel por disposición judicial. Pero Ataliva pretendía, concretamente, que se devolviesen la libertad a su hermano, y la reunión fue en extremo tensa; incluyó un intento de agresión al propio jefe político, que estuvo a punto de ser asesinado y se salvó por la intervención de Bernardino Pereira de Souza, hermano de João Francisco. Ante la firmeza de Carmelo Cabrera, los brasileños entraron en Rivera en actitud francamente agresiva. El jerarca oriental, entonces, dispuso a sus tropas en formación de combate y telegrafió a José Batlle y Ordóñez para informarlo de la situación y pedir auxilios. El presidente ordenó no liberar a Gomes y envió al departamento dos regimientos de caballería.

A medianoche, mientras se cruzaban disparos, uno de los custodios de Gentil Gomes lo puso en libertad y se fue con él a territorio brasileño. Con ese hecho debió por darse por concluido el incidente; pero el 2 de noviembre entraron en Rivera los dos regimientos enviados por el gobierno y se instalaron en Tranqueras. El día 3 el directorio del Partido Nacional, presidido por el doctor Alfonso Lamas, pidió la retirada de esas tropas, dado que el motivo que había determinado su entrada en Rivera estaba superado. El presidente se negó en redondo; era su derecho constitucional enviar tropas a cualquier zona del país, y no admitía compromiso alguno al respecto. Para peor, Carmelo Cabrera logró descifrar un mensaje en clave del ministro de Guerra, general Eduardo Vázquez, por el que daba instrucciones a los jefes militares instalados en Tranqueras de que estuviesen listos para combatir en caso de que se pretendiera expulsarlos del departamento violentamente. Enterado Aparicio Saravia de estos hechos, se reunió con Lamas y otros miembros del directorio; acordaron poner un plazo límite a la permanencia de las fuerzas del Ejército en Rivera. Si para el 15 de enero de 1904 no se habían retirado, se enviaría un ultimátum al presidente.

Búsqueda infructuosa de la paz

Según el escritor Lincoln Maiztegui Casas, el presidente que consideraba propicio aquel momento para librar una guerra, que veía como inevitable, decidió aprovechar la coyuntura para provocarla y definir de una vez la tensa situación política. Batlle, ordenó el movimiento de tropas en todo el país y el 29 de diciembre empezó a enviar tropas al interior del Uruguay, incluidos los departamentos blancos. El Directorio consideró anulados todos los acuerdos y Saravia dio órdenes de movilización, aunque evitando de momento los enfrentamientos, también Batlle detuvo a algunos dirigentes blancos en Tacuarembó. El directorio comunicó a Batlle, a través de Gonzalo Ramírez, que consideraba violado el pacto de Nico Pérez.

En ese contexto, el 1 y 2 de enero de 1904 Martín C. Martínez –blanco disidente, ministro de Hacienda– Aureliano Rodríguez Larreta, José Pedro Ramírez y Gonzalo Ramírez buscaron frenéticamente y por todos los medios un acuerdo.

En medio de febriles negociaciones, el 3 de enero Batlle comunicó, a través de su ministro Martín C. Martínez, que si se llegaba a un acuerdo electoral entre ambos partidos, no tendría necesidad de tener acampados los regimientos en las cuchillas y los haría volver a sus cuarteles. El 5 de enero Rodríguez Larreta se entrevistó en Melo (Cerro Largo) con Saravia, que aceptó la propuesta presidencial. A las 72 horas el intermediario comunicó a Martín C. Martínez que la paz era un hecho; pero cuando el ministro habló con el presidente este respondió con una frase: “Ya es tarde”. Era el 8 de enero de 1904, y aquel tajante veredicto significaba la guerra.

Confirmación del conflicto

 
José Batlle y Ordóñez.

De inmediato la Policía comenzó a detener dirigentes blancos en todo el país. “El gobierno se ha sublevado” repetían los nacionalistas en el interior uruguayo. El 3 de enero un grupo de 70 blancos había rechazado a la Caballería gubernista liderada por Pablo Galarza, que por órdenes de Batlle se proponía tomar Trinidad; estos primeros tiroteos provocaron a su vez las primeras bajas. El 8 de enero, enterado de la respuesta del presidente, Saravia ordenó la movilización general.

A lo largo de la campaña, que duraría ocho meses, unos 12.000[1]​ a 15.000[2]​ guerrilleros blancos desafiaron a las 36.000 tropas gubernamentales,[1]​ repitiendo la táctica usada en la revolución de 1897: movimiento permanente, batallas ocasionales seguidas de retiradas, recibo de pertrechos desde Brasil y Argentina y extender el enfrentamiento hasta que el gobierno –agotado– acepte negociar.

Batlle –un líder de notable autoridad y decisión– se sirvió de un Ejército mejor organizado y armado que el de 1897, empleó bien los recursos modernos como el ferrocarril, el telégrafo y las nuevas armas, y adoptó medidas de insólita severidad: leva en masa para servir en las Guardias Nacionales, interdicción de bienes privados, lugares de reuniones y órganos de prensa. Batlle dirigió personalmente los movimientos militares y dividió a sus tropas en dos grandes cuerpos: el del Sur, liderado por Justino Muniz, y el del Norte, comandado por Manuel Benavente.

Comienzos

Los primeros enfrentamientos se dieron en el Departamento de Rivera, en el cual Carmelo Cabrera resistió la entrada de las fuerzas coloradas e hizo explotar los puentes que permitían el paso del ferrocarril. El 9 de enero Aparicio atacó una fuerza colorada de pequeño tamaño poniéndola en desbandada, marchando hacia el Sur de inmediato sobre las fuerzas de Justino Muniz, que salió con tan solo 3.000 hombres contra los 9.000 de su enemigo emprendiendo la retirada por consejo de José Saravia, hermano colorado del caudillo nacionalista, en dicha retirada se produjeron algunas escaramuzas menores en los parajes de La Ternera, Las Pavas y Sierra de Sosa. Batlle de inmediato envió 6.000 hombres para respaldar a las fuerzas de Muniz, produciéndose el 14 de enero el primer combate de gran amplitud, en la Batalla de Mansavillagra, actual departamento de Florida. La gran capacidad de fuego de las tropas coloradas, destrozo las barricadas de Aparicio y este debió retirarse.

En retirada hacia el Norte, el 15 de ese mes los revolucionarios fueron batidos en el pueblo de Illescas, en el límite departamental de Florida y Lavalleja. Durante siete días los blancos huyeron hacia Melo. A lo largo de 200 kilómetros Muniz persiguió a Saravia, que se dirigía hacia la capital cerrolarguense, con ánimo de traspasar la frontera. En el trayecto se suscitaron algunas escaramuzas, pero el ejército blanco consiguió llegar a Melo. El 21 de enero, al frente de 15.000 hombres, Saravia atravesó la ciudad de Melo, luego dividió a sus tropas en tres grupos y aparentó internarse en Brasil.

Pronto la calle se llenó de hombres gesticulantes, barbudos y harapientos, que pasaban en nerviosos caballos peludos gritando cosas que yo no entendía. Uno se detuvo un momento, dio a mi madre una carta, recibió de ésta un paquete y volvió a sumarse al desfile ruidoso, que parecía interminable. (…) Los blancos eran hombres desaseados, roncos y desagradables. Las banderas, descoloridas y en jirones, carecían de grandeza. Decididamente, la guerra era para mí cada vez más incomprensible.
Juana de Ibarbourou, Chico Carlo.

Muniz envió al gobierno noticias de victoria. Pero mientras Muniz perseguía a Basilio Muñoz hacia el Norte, Saravia –más un guerrillero astuto que un buen jefe de un ejército formal– giró hacia el sur, atravesó a marchas forzadas Lavalleja y Florida y llegó hasta el río Santa Lucía. Los revolucionarios obtuvieron una sorpresiva victoria en la batalla de Fray Marcos el 31 de enero y el camino hacia Montevideo pareció expedito.

Amague sobre la capital

 
Aparicio Saravia.

En la capital cundió el pánico y Batlle ordenó cavar trincheras en Paso Molino y reforzar la Casa de Gobierno. Pero la toma de Montevideo no estaba en los planes de Saravia –consciente de sus debilidades y relativa indisciplina de sus guerrillas–, pues las intactas tropas del Ejército que estaban en el interior del país lo encerrarían fácilmente. Tras pasar por el departamento de Canelones marchó abierto en un amplio abanico hacia el litoral del río Uruguay, en procura de armas que serían enviadas por la Junta de Guerra formada en Buenos Aires, esta vez con el respaldo del Directorio partidario.

A Saravia, se lo recuerda en un diario de viaje de su campaña, dirigirse desde el camino de la cuchilla de Peralta, haber cruzado el río Queguay, por la calzada de Paso del Sauce y hacia el norte, pasó, por la estancia Buen Retiro, de Francisco León Barreto (Paysandú, 27.02.1904). Luego de describir el sitio, continuó su viaje, subestimando la rapidez de la persecución de Muniz y, sorprendido, fue derrotado en la batalla de Paso del Parque el 2 de marzo, sobre el río Daymán. Se enfrentaron 10.000 de sus hombres contra 7.000 soldados.[4]​ Perdió muchos hombres y pertrechos pero logró escapar. El 13 de marzo los revolucionarios ingresaron a la ciudad de Rivera, donde se reorganizaron y reunieron 15.000 hombres[2]​ pero solo la mitad estaban armados.[5]​ Sus enemigos por su parte tenían 12.000 hombres en operaciones, con mejor entrenamiento y equipo.[6]​ Luego marcharon hacia el sureste, cruzaron el río Negro por un puente flotante diseñado por Carmelo Cabrera, atravesaron los departamentos de Treinta y Tres, Florida y Lavalleja y el 13 de mayo ingresaron a Minas.

Tras una escaramuza con Muniz en el paso de los Carros del río Olimar Grande (20 de mayo), Saravia ordenó la retirada hacia el norte. Una vez más Muniz no lo persiguió, lo que provocó la ira de Batlle, quien lo sustituyó por Galarza como jefe del Ejército del Sur. Paralelamente el presidente solicitó al gobierno de Estados Unidos, a través de su embajador en Washington, Eduardo Acevedo Díaz, que presionara a Brasil y Argentina para que evitaran proveer de pertrechos a los revolucionarios.

Desastre de Guayabos y búsqueda de Galarza

Acampado sobre el río Negro, Saravia envió una columna al mando de Abelardo Márquez hacia Bella Unión, para que recogiese 1700 fusiles y 250.000 cartuchos que la Junta de Guerra había logrado comprar en Buenos Aires, con la tolerancia casi cómplice del presidente Julio Argentino Roca. Márquez cumplió el encargo, pero recibió del enviado de la Junta, Carlos Berro, la orden de tomar la ciudad de Salto, que esperaban convertir en “capital revolucionaria” y así obtener el reconocimiento internacional como banda beligerante, en igualdad con el gobierno de Montevideo. Márquez fue rechazado en Salto y el 6 de junio, en la batalla de Guayabos, perdió todo el armamento.

Saravia mantuvo el desastre en secreto, y después de una reunión de jefes, se resolvió atacar directamente al Ejército del Sur de Galarza, estacionado en Cerro Largo. La batalla de Tupambaé –más de 2300 muertos y heridos–,[7]​ la más sangrienta de la guerra civil junto con la batalla de Masoller, se peleó el 22 y el 23 de junio; a ambos bandos se les agotaron las municiones[8]​ y los blancos se retiraron. La llegada de los heridos a Montevideo avivó el clamor y las presiones por una paz negociada, hipótesis que el gobierno no descartó.

Crisis en el ejército blanco

 
Comisión encargada del pago a las tropas del ejército revolucionario.

En el campo revolucionario las cosas no estaban mejor: Gregorio Lamas sostenía que la derrota por falta de armas y municiones era inminente. Saravia envió entonces hacia el Norte el grueso de su desharrapado “Ejército Nacional”, en busca de armas que proporcionaría Joāo Francisco Pereira de Souza y, al frente de una pequeña fuerza, emprendió una insólita persecución de Galarza. Este, escaso de armas y sin el conocimiento cabal de la situación, no presentó batalla y continuó retirándose hacia el sur, hasta que en el arroyo de las Pavas recibió pertrechos y dio la vuelta.

Saravia giró hacia el norte, para lo cual atravesó el río Negro sobre otro puente, el mayor –medía 305 metros– construido por Carmelo Cabrera sobre el paraje de Picada de Osorio, en Cerro Largo. El caudillo blanco se mostraba entonces deprimido:

Este ejército me abruma… Si yo pudiera quedarme con tres mil hombres armados aquí, en el Sur, y mandar la gente desarmada al Norte. Pero en quién confiar….

También por esos días diría:

No tengo quién me ayude, y tendré que hacerme matar para morir con gloria….

Provisiones revolucionarias y las últimas cartas de Batlle

Los blancos se unieron en Rivera y todos marcharon de inmediato hacia el litoral del río Uruguay, donde debían recibir otra partida de armas. Batlle quitó a Benavente el mando el ejército del norte y designó a Muniz; este acampó en Tranqueras, con la misión de detener el paso de los revolucionarios hacia el oeste, pero Saravia lo eludió y entró al departamento de Artigas el 12 de agosto, lo que motivó la dimisión de Muniz. Batlle, ya sin muchas opciones, determinó que el ministro de Guerra y Marina, Eduardo Vázquez, tomase el relevo, cosa que hizo hacia el 27 de agosto.

Los revolucionarios ocuparon Bella Unión el 20 de agosto y con unas 50 chalanas y botes de remo atravesaron el río Uruguay hacia la ciudad correntina de Monte Caseros, donde recogieron 1.288 fusiles, 700.000 cartuchos y dos viejos cañones Krupp. Con una moral muy elevada, los blancos se aprestaron a librar un combate que podía ser decisivo: en ese momento eran 6500 hombres, a los que se sumaban unos 13 000 que poseían apenas armas blancas y algunas viejas pistolas.

El 24 de agosto Saravia recibió a un enviado de Batlle, Joāo Baptista de Franca Mascarenhas, militar y hacendado brasileño radicado en Uruguay quien presuntamente le ofreció un acuerdo de paz y la administración de algunos departamentos. En ese marco, Saravia dialogó con su hijo Nepomuceno:

-Nos ofrecen partir la naranja al medio y deseo llegar a Rivera para concretar.

-¿Y por qué no lo hace acá?

-Porque si falla el asunto, continuaremos la guerra hasta que el presidente quiera. Y si nos toca desarmarnos, podemos devolver muchas armas a nuestros amigos del Brasil.

Muerte de Saravia y fin de la guerra civil

 
Cartel con José Batlle y Ordóñez en primer plano que alude al fin de la Revolución de 1904.

Pero el 1 de septiembre, al hallar la vanguardia de Vázquez al mando de J.M. Escobar firmemente parapetada tras largos cercos de piedra —las denominadas mangueras—, los blancos decidieron combatir; se sentían más fuertes que nunca y probablemente deseaban mejorar su posición en las negociaciones de paz.

Sin embargo, la sangrienta Batalla de Masoller, que parecía favorable a los revolucionarios, derivó en la dispersión y posterior derrota de los blancos después de que Saravia fuese herido en el vientre por un disparo de Mauser mientras recorría el frente a unos 200 metros de las líneas enemigas –moriría nueve días después en territorio brasileño–. Algo a tener en cuenta era el alcance de sus fusiles que ya no eran de 400 m sino de 1800 con una tecnología muy similar a la de hoy, con esta ventaja a su favor los francotiradores solo hicieron una descarga e hirieron de muerte a Aparicio que revoleaba el pòncho en una cuchilla al alcance de estas formidables armas para la fecha.

Cuando la tropa conoció la noticia, comenzó a dispersarse. Los jefes riñeron entre sí y se llegó al extremo de ofrecerle el mando a João Francisco Pereira de Souza, quien lo rechazó. Tampoco la delegación de un triunvirato de caudillos —Basilio Muñoz, Juan José Muñoz y José González— pudo salvar la situación; aquel era un ejército saravista y, muerto Saravia, perdió su cohesión y mística.

Finalmente Basilio Muñoz firmó la Paz de Aceguá el 24 de septiembre de 1904, que implicó una rendición; los sublevados obtuvieron solamente una amnistía general y la vaga promesa de una reforma constitucional, que recién se lograría en 1918. El resto de la tropa revolucionaria entregó las armas el 9 de octubre en Nico Pérez, y a cambio recibió una pequeña retribución.

La Revolución de 1904 fue la última patriada al estilo del siglo XIX, y movilizó a un número elevadísimo de combatientes de todas las clases sociales, en un país que no superaba el millón de habitantes. Expresó, por un lado, el deseo gubernamental de recuperar la unidad política del Uruguay; y, por otro, como en 1897, manifestó la aspiración de los blancos de gozar de garantías electorales –representación de minorías, voto secreto– y transparencia administrativa.

La última gran guerra civil uruguaya marcó el ocaso de una cultura de raíz rural, ganadera e independiente. Tras la paz se inició el poderoso ciclo del Batllismo, que signó la historia del Uruguay durante al menos cinco décadas.

Hagamos votos porque este dolor sea para nosotros una gran lección; porque no dirimamos ya nuestras cuestiones en los campos de batalla, porque las dirimamos siempre alrededor de las urnas (…). Acompañadme a dar una viva a los soldados de las instituciones… a dar un ¡hurra! Tan doloroso como entusiasta por los que han caído en su defensa… y a explorar la suerte de los que luchando por lo que ellos creían en un ideal patriótico… han caído también, extraviados en el no siempre claro camino del deber.
José Batlle y Ordóñez, octubre de 1904.

Fuentes

  • Peirano, Ricardo (2000 - 2002). Gran Enciclopedia del Uruguay. Barcelona: Sol 90. OCLC 51576630. 
  • Blixen, Samuel ; Adami, Ángel (1905). Sangre de hermanos. Montevideo ː Talleres A. Barreiro y Ramos.

Referencias

  1. Anales de La Universidad, 1929, no. 125, Montevideo: Universidad de la República, pp. 32
  2. Ruth Leger Sivard (1991). World Military and Social Expenditures, 1996. Washington DC: World Priorities, pp. 18. ISBN 978-0-91828-109-8.
  3. Lino Leites. . Boletín Histórico del Ejército. Montevideo, 2006, No. 327-330, pp. 45
  4. Leites, 2006: 61
  5. Arturo Olivera Doll (2004). [http://www.laondadigital.com/laonda/LaOnda/201-300/202/A4.htm "Aparicio Saravia: siendo caudillo nunca entró en Montevideo". La Onda. Consultado el 7 de septiembre de 2012
  6. Leites, 2006: 66
  7. Wilfredo Pérez. "A Cien años de 1904. Parte VII". Diario El País. Montevideo. 28 de abril de 2004. Consultado el 7 de octubre de 2012.
  8. Alejandro Sequeira. "Batallas que hicieron historia. Montevideo". El País. 2005, pp. 40.

Enlaces externos

  •   Datos: Q6107175
  •   Multimedia: Uruguayan revolution of 1904

revolución, 1904, última, guerra, civil, vivió, uruguay, así, como, más, sangrienta, decisiva, suerte, país, siglo, cuya, finalización, determinó, entre, otras, consecuencias, nuevo, orden, como, imposición, valores, eminentemente, urbanos, intelectualistas, e. La Revolucion de 1904 fue la ultima guerra civil que se vivio en el Uruguay asi como la mas sangrienta y decisiva en la suerte del pais en el siglo XX cuya finalizacion determino entre otras consecuencias un nuevo orden como la imposicion de los valores eminentemente urbanos e intelectualistas encarnados por Jose Batlle y Ordonez sobre la cultura del caudillismo rural imperante desde la independencia hasta aquel momento representado por Aparicio Saravia Revolucion de 1904Fecha1904LugarUruguayConflictoLa Revolucion blanca de 1904 fue la ultima patriada al estilo del siglo XIX y movilizo a un numero elevadisimo de combatientes de todas las clases sociales en un pais que no superaba el millon de habitantes Expreso por un lado el deseo gubernamental de recuperar la unidad politica del Uruguay y por otro como en 1897 manifesto la aspiracion de los blancos de gozar de garantias electorales representacion de minorias voto secreto y transparencia administrativa La ultima gran guerra civil uruguaya marco el ocaso de una cultura de raiz rural ganadera e independiente Tras la paz se inicio el poderoso ciclo del Batllismo que signo la historia del Uruguay durante al menos cinco decadas Revolucion de 1897 ResultadoVictoria del Partido Colorado que gobernaba Uruguay Los nacionalistas sublevados obtuvieron una amnistia general y una promesa de reforma constitucional que contemplase sus reivindicaciones BeligerantesPartido Nacional UruguayComandantesAparicio Saravia Pablo GalarzaFuerzas en combate9 000 1 15 000 2 probablemente 12 000 1 25 000 2 3 36 000 1 editar datos en Wikidata Indice 1 Introduccion 2 Tension de las posturas o paz armada 3 Inminente estallido de la guerra civil 3 1 El incidente de Rivera 3 2 Busqueda infructuosa de la paz 3 3 Confirmacion del conflicto 4 Comienzos 4 1 Amague sobre la capital 4 2 Desastre de Guayabos y busqueda de Galarza 4 3 Crisis en el ejercito blanco 4 4 Provisiones revolucionarias y las ultimas cartas de Batlle 4 5 Muerte de Saravia y fin 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designo ser intendente de Las Piedras y jefes politico departamental entre ellos seis blancos nacionalistas pero dos Rivera y San Jose los adjudico al grupo de Acevedo Diaz que habia sido expulsado del partido Como fue la ultima Guerra civil fue nombrada la paz de AceguaTension de las posturas o paz armada EditarEl caudillo blanco ordeno de inmediato al Jefe Politico de Rivera Carmelo Cabrera que no entregara el poder El departamento de Rivera fronterizo con Brasil era una base fundamental y fuente de pertrechos militares para las guerrillas militares del Partido Nacional El 16 de marzo Saravia reunio unos 15 000 hombres en pie de guerra La demostracion armada Despues de una dramatica negociacion llevada a cabo por Alfonso Lamas hermano de Diego Lamas y medico personal de Batlle y Jose Pedro Ramirez el 22 de marzo se llego a un acuerdo el Pacto de Nico Perez que evito la guerra civil el Partido Nacional controlaria Rivera y otros cuatro departamentos pero Batlle designaria el jefe politico de San Jose sin consultar al Directorio blanco El 30 de marzo fue una jornada de apoteosis para Saravia concentro y luego disperso unos 15 000 hombres casi todos jinetes 2 en la poblacion de Nico Perez departamento de Florida Durante el resto de 1903 Batlle mejoro el Ejercito al que doto de fusiles Mauser e incorporo ametralladoras Colt y canones Canet de 75 milimetros Batlle y Saravia quienes nunca llegarian a verse los rostros se comunicaban a traves de Jose Pedro Ramirez que por su espiritu conciliador suavizaba las posturas de ambos con lo cual genero equivocos y consecuentemente contribuyo a precipitar las tensiones Actuaban ademas sectores y grupos que querian la guerra sin importar las consecuencias Inminente estallido de la guerra civil EditarEl incidente de Rivera Editar La situacion se habia pensionado al tal extremo desde la protesta armada de 1903 que bastaba una chispa para hacer estallar la tormenta Y esa chispa la encendio un incidente de borrachos acontecido en la ciudad de Rivera El jefe politico de la ciudad era desde 1903 Carmelo Cabrera uno de los lideres mas prestigiosos del Partido Nacional y hombre estrechamente vinculado a Aparicio Saravia Venia teniendo Cabrera problemas con los brasilenos que transitaban por entonces en particular en Rio grande do Sul por una situacion politica tensa El 16 de marzo de 1903 mientras se desarrollaba la protesta armada y cuando el jefe politico de Rivera aun era Abelardo Marquez gente en armas del caudillo Joao Francisco Pereira de Souza habia irrumpido en la oriental y habia destruido las instalaciones de dos periodicos publicados por los federales adversarios de este en la ciudad oriental O Maragato y O Canabarro En aquella violenta accion habian muerto algunos de los responsables de estas publicaciones Si bien Saravia mantenia excelentes relaciones con Joao Francisco se molesto y mucho ante esta violacion de la soberania nacional y sustituyo a Marquez por Cabrera Este no estaba dispuesto a permitir una repeticion de este episodio El domingo 1 de noviembre de 1903 hubo un incidente en el curso del cual un ciudadano brasileno llamado Gentil Gomes cometio diversos desmanes No era la primera vez Gomes habia sido uno de los cabecillas de la irrupcion de marzo En estas circunstancias Carmelo Cabrera metio en carcel al revoltoso y a algunos de sus secuaces Pero poco tiempo despues se reunieron en la frontera unos 400 hombres de Joao Francisco encabezados por Ataliva Gomes alcalde de Santa Ana do Livramento y hermano del protagonista de los incidentes Ataliva Gomes exigio perentoriamente la liberacion de los detenidos Cabrera que contaba con poco mas de 100 hombres en armas intento negociar con los brasilenos y libero a todos los detenidos menos precisamente a Gentil Gomes que estaba en la carcel por disposicion judicial Pero Ataliva pretendia concretamente que se devolviesen la libertad a su hermano y la reunion fue en extremo tensa incluyo un intento de agresion al propio jefe politico que estuvo a punto de ser asesinado y se salvo por la intervencion de Bernardino Pereira de Souza hermano de Joao Francisco Ante la firmeza de Carmelo Cabrera los brasilenos entraron en Rivera en actitud francamente agresiva El jerarca oriental entonces dispuso a sus tropas en formacion de combate y telegrafio a Jose Batlle y Ordonez para informarlo de la situacion y pedir auxilios El presidente ordeno no liberar a Gomes y envio al departamento dos regimientos de caballeria A medianoche mientras se cruzaban disparos uno de los custodios de Gentil Gomes lo puso en libertad y se fue con el a territorio brasileno Con ese hecho debio por darse por concluido el incidente pero el 2 de noviembre entraron en Rivera los dos regimientos enviados por el gobierno y se instalaron en Tranqueras El dia 3 el directorio del Partido Nacional presidido por el doctor Alfonso Lamas pidio la retirada de esas tropas dado que el motivo que habia determinado su entrada en Rivera estaba superado El presidente se nego en redondo era su derecho constitucional enviar tropas a cualquier zona del pais y no admitia compromiso alguno al respecto Para peor Carmelo Cabrera logro descifrar un mensaje en clave del ministro de Guerra general Eduardo Vazquez por el que daba instrucciones a los jefes militares instalados en Tranqueras de que estuviesen listos para combatir en caso de que se pretendiera expulsarlos del departamento violentamente Enterado Aparicio Saravia de estos hechos se reunio con Lamas y otros miembros del directorio acordaron poner un plazo limite a la permanencia de las fuerzas del Ejercito en Rivera Si para el 15 de enero de 1904 no se habian retirado se enviaria un ultimatum al presidente Busqueda infructuosa de la paz Editar Segun el escritor Lincoln Maiztegui Casas el presidente que consideraba propicio aquel momento para librar una guerra que veia como inevitable decidio aprovechar la coyuntura para provocarla y definir de una vez la tensa situacion politica Batlle ordeno el movimiento de tropas en todo el pais y el 29 de diciembre empezo a enviar tropas al interior del Uruguay incluidos los departamentos blancos El Directorio considero anulados todos los acuerdos y Saravia dio ordenes de movilizacion aunque evitando de momento los enfrentamientos tambien Batlle detuvo a algunos dirigentes blancos en Tacuarembo El directorio comunico a Batlle a traves de Gonzalo Ramirez que consideraba violado el pacto de Nico Perez En ese contexto el 1 y 2 de enero de 1904 Martin C Martinez blanco disidente ministro de Hacienda Aureliano Rodriguez Larreta Jose Pedro Ramirez y Gonzalo Ramirez buscaron freneticamente y por todos los medios un acuerdo En medio de febriles negociaciones el 3 de enero Batlle comunico a traves de su ministro Martin C Martinez que si se llegaba a un acuerdo electoral entre ambos partidos no tendria necesidad de tener acampados los regimientos en las cuchillas y los haria volver a sus cuarteles El 5 de enero Rodriguez Larreta se entrevisto en Melo Cerro Largo con Saravia que acepto la propuesta presidencial A las 72 horas el intermediario comunico a Martin C Martinez que la paz era un hecho pero cuando el ministro hablo con el presidente este respondio con una frase Ya es tarde Era el 8 de enero de 1904 y aquel tajante veredicto significaba la guerra Confirmacion del conflicto Editar Jose Batlle y Ordonez De inmediato la Policia comenzo a detener dirigentes blancos en todo el pais El gobierno se ha sublevado repetian los nacionalistas en el interior uruguayo El 3 de enero un grupo de 70 blancos habia rechazado a la Caballeria gubernista liderada por Pablo Galarza que por ordenes de Batlle se proponia tomar Trinidad estos primeros tiroteos provocaron a su vez las primeras bajas El 8 de enero enterado de la respuesta del presidente Saravia ordeno la movilizacion general A lo largo de la campana que duraria ocho meses unos 12 000 1 a 15 000 2 guerrilleros blancos desafiaron a las 36 000 tropas gubernamentales 1 repitiendo la tactica usada en la revolucion de 1897 movimiento permanente batallas ocasionales seguidas de retiradas recibo de pertrechos desde Brasil y Argentina y extender el enfrentamiento hasta que el gobierno agotado acepte negociar Batlle un lider de notable autoridad y decision se sirvio de un Ejercito mejor organizado y armado que el de 1897 empleo bien los recursos modernos como el ferrocarril el telegrafo y las nuevas armas y adopto medidas de insolita severidad leva en masa para servir en las Guardias Nacionales interdiccion de bienes privados lugares de reuniones y organos de prensa Batlle dirigio personalmente los movimientos militares y dividio a sus tropas en dos grandes cuerpos el del Sur liderado por Justino Muniz y el del Norte comandado por Manuel Benavente Comienzos EditarLos primeros enfrentamientos se dieron en el Departamento de Rivera en el cual Carmelo Cabrera resistio la entrada de las fuerzas coloradas e hizo explotar los puentes que permitian el paso del ferrocarril El 9 de enero Aparicio ataco una fuerza colorada de pequeno tamano poniendola en desbandada marchando hacia el Sur de inmediato sobre las fuerzas de Justino Muniz que salio con tan solo 3 000 hombres contra los 9 000 de su enemigo emprendiendo la retirada por consejo de Jose Saravia hermano colorado del caudillo nacionalista en dicha retirada se produjeron algunas escaramuzas menores en los parajes de La Ternera Las Pavas y Sierra de Sosa Batlle de inmediato envio 6 000 hombres para respaldar a las fuerzas de Muniz produciendose el 14 de enero el primer combate de gran amplitud en la Batalla de Mansavillagra actual departamento de Florida La gran capacidad de fuego de las tropas coloradas destrozo las barricadas de Aparicio y este debio retirarse En retirada hacia el Norte el 15 de ese mes los revolucionarios fueron batidos en el pueblo de Illescas en el limite departamental de Florida y Lavalleja Durante siete dias los blancos huyeron hacia Melo A lo largo de 200 kilometros Muniz persiguio a Saravia que se dirigia hacia la capital cerrolarguense con animo de traspasar la frontera En el trayecto se suscitaron algunas escaramuzas pero el ejercito blanco consiguio llegar a Melo El 21 de enero al frente de 15 000 hombres Saravia atraveso la ciudad de Melo luego dividio a sus tropas en tres grupos y aparento internarse en Brasil Pronto la calle se lleno de hombres gesticulantes barbudos y harapientos que pasaban en nerviosos caballos peludos gritando cosas que yo no entendia Uno se detuvo un momento dio a mi madre una carta recibio de esta un paquete y volvio a sumarse al desfile ruidoso que parecia interminable Los blancos eran hombres desaseados roncos y desagradables Las banderas descoloridas y en jirones carecian de grandeza Decididamente la guerra era para mi cada vez mas incomprensible Juana de Ibarbourou Chico Carlo Muniz envio al gobierno noticias de victoria Pero mientras Muniz perseguia a Basilio Munoz hacia el Norte Saravia mas un guerrillero astuto que un buen jefe de un ejercito formal giro hacia el sur atraveso a marchas forzadas Lavalleja y Florida y llego hasta el rio Santa Lucia Los revolucionarios obtuvieron una sorpresiva victoria en la batalla de Fray Marcos el 31 de enero y el camino hacia Montevideo parecio expedito Amague sobre la capital Editar Aparicio Saravia En la capital cundio el panico y Batlle ordeno cavar trincheras en Paso Molino y reforzar la Casa de Gobierno Pero la toma de Montevideo no estaba en los planes de Saravia consciente de sus debilidades y relativa indisciplina de sus guerrillas pues las intactas tropas del Ejercito que estaban en el interior del pais lo encerrarian facilmente Tras pasar por el departamento de Canelones marcho abierto en un amplio abanico hacia el litoral del rio Uruguay en procura de armas que serian enviadas por la Junta de Guerra formada en Buenos Aires esta vez con el respaldo del Directorio partidario A Saravia se lo recuerda en un diario de viaje de su campana dirigirse desde el camino de la cuchilla de Peralta haber cruzado el rio Queguay por la calzada de Paso del Sauce y hacia el norte paso por la estancia Buen Retiro de Francisco Leon Barreto Paysandu 27 02 1904 Luego de describir el sitio continuo su viaje subestimando la rapidez de la persecucion de Muniz y sorprendido fue derrotado en la batalla de Paso del Parque el 2 de marzo sobre el rio Dayman Se enfrentaron 10 000 de sus hombres contra 7 000 soldados 4 Perdio muchos hombres y pertrechos pero logro escapar El 13 de marzo los revolucionarios ingresaron a la ciudad de Rivera donde se reorganizaron y reunieron 15 000 hombres 2 pero solo la mitad estaban armados 5 Sus enemigos por su parte tenian 12 000 hombres en operaciones con mejor entrenamiento y equipo 6 Luego marcharon hacia el sureste cruzaron el rio Negro por un puente flotante disenado por Carmelo Cabrera atravesaron los departamentos de Treinta y Tres Florida y Lavalleja y el 13 de mayo ingresaron a Minas Tras una escaramuza con Muniz en el paso de los Carros del rio Olimar Grande 20 de mayo Saravia ordeno la retirada hacia el norte Una vez mas Muniz no lo persiguio lo que provoco la ira de Batlle quien lo sustituyo por Galarza como jefe del Ejercito del Sur Paralelamente el presidente solicito al gobierno de Estados Unidos a traves de su embajador en Washington Eduardo Acevedo Diaz que presionara a Brasil y Argentina para que evitaran proveer de pertrechos a los revolucionarios Desastre de Guayabos y busqueda de Galarza Editar Acampado sobre el rio Negro Saravia envio una columna al mando de Abelardo Marquez hacia Bella Union para que recogiese 1700 fusiles y 250 000 cartuchos que la Junta de Guerra habia logrado comprar en Buenos Aires con la tolerancia casi complice del presidente Julio Argentino Roca Marquez cumplio el encargo pero recibio del enviado de la Junta Carlos Berro la orden de tomar la ciudad de Salto que esperaban convertir en capital revolucionaria y asi obtener el reconocimiento internacional como banda beligerante en igualdad con el gobierno de Montevideo Marquez fue rechazado en Salto y el 6 de junio en la batalla de Guayabos perdio todo el armamento Saravia mantuvo el desastre en secreto y despues de una reunion de jefes se resolvio atacar directamente al Ejercito del Sur de Galarza estacionado en Cerro Largo La batalla de Tupambae mas de 2300 muertos y heridos 7 la mas sangrienta de la guerra civil junto con la batalla de Masoller se peleo el 22 y el 23 de junio a ambos bandos se les agotaron las municiones 8 y los blancos se retiraron La llegada de los heridos a Montevideo avivo el clamor y las presiones por una paz negociada hipotesis que el gobierno no descarto Crisis en el ejercito blanco Editar Comision encargada del pago a las tropas del ejercito revolucionario En el campo revolucionario las cosas no estaban mejor Gregorio Lamas sostenia que la derrota por falta de armas y municiones era inminente Saravia envio entonces hacia el Norte el grueso de su desharrapado Ejercito Nacional en busca de armas que proporcionaria Joao Francisco Pereira de Souza y al frente de una pequena fuerza emprendio una insolita persecucion de Galarza Este escaso de armas y sin el conocimiento cabal de la situacion no presento batalla y continuo retirandose hacia el sur hasta que en el arroyo de las Pavas recibio pertrechos y dio la vuelta Saravia giro hacia el norte para lo cual atraveso el rio Negro sobre otro puente el mayor media 305 metros construido por Carmelo Cabrera sobre el paraje de Picada de Osorio en Cerro Largo El caudillo blanco se mostraba entonces deprimido Este ejercito me abruma Si yo pudiera quedarme con tres mil hombres armados aqui en el Sur y mandar la gente desarmada al Norte Pero en quien confiar Tambien por esos dias diria No tengo quien me ayude y tendre que hacerme matar para morir con gloria Provisiones revolucionarias y las ultimas cartas de Batlle Editar Los blancos se unieron en Rivera y todos marcharon de inmediato hacia el litoral del rio Uruguay donde debian recibir otra partida de armas Batlle quito a Benavente el mando el ejercito del norte y designo a Muniz este acampo en Tranqueras con la mision de detener el paso de los revolucionarios hacia el oeste pero Saravia lo eludio y entro al departamento de Artigas el 12 de agosto lo que motivo la dimision de Muniz Batlle ya sin muchas opciones determino que el ministro de Guerra y Marina Eduardo Vazquez tomase el relevo cosa que hizo hacia el 27 de agosto Los revolucionarios ocuparon Bella Union el 20 de agosto y con unas 50 chalanas y botes de remo atravesaron el rio Uruguay hacia la ciudad correntina de Monte Caseros donde recogieron 1 288 fusiles 700 000 cartuchos y dos viejos canones Krupp Con una moral muy elevada los blancos se aprestaron a librar un combate que podia ser decisivo en ese momento eran 6500 hombres a los que se sumaban unos 13 000 que poseian apenas armas blancas y algunas viejas pistolas El 24 de agosto Saravia recibio a un enviado de Batlle Joao Baptista de Franca Mascarenhas militar y hacendado brasileno radicado en Uruguay quien presuntamente le ofrecio un acuerdo de paz y la administracion de algunos departamentos En ese marco Saravia dialogo con su hijo Nepomuceno Nos ofrecen partir la naranja al medio y deseo llegar a Rivera para concretar Y por que no lo hace aca Porque si falla el asunto continuaremos la guerra hasta que el presidente quiera Y si nos toca desarmarnos podemos devolver muchas armas a nuestros amigos del Brasil Muerte de Saravia y fin de la guerra civil Editar Cartel con Jose Batlle y Ordonez en primer plano que alude al fin de la Revolucion de 1904 Pero el 1 de septiembre al hallar la vanguardia de Vazquez al mando de J M Escobar firmemente parapetada tras largos cercos de piedra las denominadas mangueras los blancos decidieron combatir se sentian mas fuertes que nunca y probablemente deseaban mejorar su posicion en las negociaciones de paz Sin embargo la sangrienta Batalla de Masoller que parecia favorable a los revolucionarios derivo en la dispersion y posterior derrota de los blancos despues de que Saravia fuese herido en el vientre por un disparo de Mauser mientras recorria el frente a unos 200 metros de las lineas enemigas moriria nueve dias despues en territorio brasileno Algo a tener en cuenta era el alcance de sus fusiles que ya no eran de 400 m sino de 1800 con una tecnologia muy similar a la de hoy con esta ventaja a su favor los francotiradores solo hicieron una descarga e hirieron de muerte a Aparicio que revoleaba el poncho en una cuchilla al alcance de estas formidables armas para la fecha Cuando la tropa conocio la noticia comenzo a dispersarse Los jefes rineron entre si y se llego al extremo de ofrecerle el mando a Joao Francisco Pereira de Souza quien lo rechazo Tampoco la delegacion de un triunvirato de caudillos Basilio Munoz Juan Jose Munoz y Jose Gonzalez pudo salvar la situacion aquel era un ejercito saravista y muerto Saravia perdio su cohesion y mistica Finalmente Basilio Munoz firmo la Paz de Acegua el 24 de septiembre de 1904 que implico una rendicion los sublevados obtuvieron solamente una amnistia general y la vaga promesa de una reforma constitucional que recien se lograria en 1918 El resto de la tropa revolucionaria entrego las armas el 9 de octubre en Nico Perez y a cambio recibio una pequena retribucion La Revolucion de 1904 fue la ultima patriada al estilo del siglo XIX y movilizo a un numero elevadisimo de combatientes de todas las clases sociales en un pais que no superaba el millon de habitantes Expreso por un lado el deseo gubernamental de recuperar la unidad politica del Uruguay y por otro como en 1897 manifesto la aspiracion de los blancos de gozar de garantias electorales representacion de minorias voto secreto y transparencia administrativa La ultima gran guerra civil uruguaya marco el ocaso de una cultura de raiz rural ganadera e independiente Tras la paz se inicio el poderoso ciclo del Batllismo que signo la historia del Uruguay durante al menos cinco decadas Hagamos votos porque este dolor sea para nosotros una gran leccion porque no dirimamos ya nuestras cuestiones en los campos de batalla porque las dirimamos siempre alrededor de las urnas Acompanadme a dar una viva a los soldados de las instituciones a dar un hurra Tan doloroso como entusiasta por los que han caido en su defensa y a explorar la suerte de los que luchando por lo que ellos creian en un ideal patriotico han caido tambien extraviados en el no siempre claro camino del deber Jose Batlle y Ordonez octubre de 1904 Fuentes EditarPeirano Ricardo 2000 2002 Gran Enciclopedia del Uruguay Barcelona Sol 90 OCLC 51576630 Blixen Samuel Adami Angel 1905 Sangre de hermanos Montevideo ː Talleres A Barreiro y Ramos Referencias Editar a b c d e Anales de La Universidad 1929 no 125 Montevideo Universidad de la Republica pp 32 a b c d e Ruth Leger Sivard 1991 World Military and Social Expenditures 1996 Washington DC World Priorities pp 18 ISBN 978 0 91828 109 8 Lino Leites La campana militar de 1904 Boletin Historico del Ejercito Montevideo 2006 No 327 330 pp 45 Leites 2006 61 Arturo Olivera Doll 2004 http www laondadigital com laonda LaOnda 201 300 202 A4 htm Aparicio Saravia siendo caudillo nunca entro en Montevideo La Onda Consultado el 7 de septiembre de 2012 Leites 2006 66 Wilfredo Perez A Cien anos de 1904 Parte VII Diario El Pais Montevideo 28 de abril de 2004 Consultado el 7 de octubre de 2012 Alejandro Sequeira Batallas que hicieron historia Montevideo El Pais 2005 pp 40 Enlaces externos Editar Wikimedia Commons alberga una categoria multimedia sobre Revolucion de 1904 Datos Q6107175 Multimedia Uruguayan revolution of 1904 Obtenido de https es wikipedia org w index php title Revolucion de 1904 amp oldid 139988689, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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