Revolución cognitiva
El concepto "revolución cognitiva" ha sido utilizado principalmente en la Psicología y en la Historia. A continuación se explica su significado en cada una de estas ciencias:
Revolución cognitiva en Psicología
La revolución cognitiva es el nombre que se ha dado al paso del conductismo al cognitivismo como paradigma de la comunidad científica en psicología durante los 1950s. Algunos eventos históricos relevantes que produjeron este paso fueron la revisión del libro Conducta Verbal de Skinner por parte de Noam Chomsky (1957), la aparición de la inteligencia artificial, la confluencia de la psicología cognitiva con la neurociencia, y la publicación del libro "Cognitive Psychology" por parte de Ulric Neisser (1967).
En el ámbito de la psicología, se puso en evidencia que el conductismo no lograba explicar, o ni siquiera tener en cuenta, las experiencias subjetivas, sea en la forma de representaciones mentales, mapas cognitivos sobre el espacio, mapas mentales, memoria declarativa, memoria episódica y autobiográfica, memoria semántica, lenguaje, cultura, o incluso las emociones y la personalidad.[1][2][3]
En un recuento histórico el psicólogo George A. Miller[4] , quien fue uno de los protagonistas de la revolución cognitiva, sostiene:
La ciencia cognitiva es hija de la década de 1950, el producto de una época en la que la psicología, la antropología y la lingüística se estaban redefiniendo a sí mismas y la informática y la neurociencia como disciplinas estaban surgiendo. La psicología no podía participar en la revolución cognitiva hasta que se hubiese liberado del conductismo, restaurando así la cognición a la respetabilidad científica. Para entonces, en varias disciplinas se estaba haciendo evidente que la solución de algunos de sus problemas dependía de manera crucial de la resolución de problemas tradicionalmente asignados a otras disciplinas. Se hizo un llamado a la colaboración... Para 1960 estaba claro que estaba sucediendo algo interdisciplinario. En Harvard lo llamamos estudios cognitivos, en Carnegie-Mellon lo llamaron psicología del procesamiento de la información y en La Jolla lo llamaron ciencia cognitiva.George Miller (2003). The cognitive revolution: a historical perspective.
Con la revolución cognitiva ascendió y adquirió cada vez más influencia la psicología cognitiva y la ciencia cognitiva en general, reemplazando al conductismo como el paradigma dominante en psicología científica. Actualmente la psicología cognitiva tiene un alto grado de interacción e integración teórica con la neurociencia cognitiva, la neurociencia afectiva, el estudio de las emociones y la lingüística, algo que, pese a algunos intentos aislados, los teóricos conductistas no han podido lograr.[5]
Los críticos de la idea de “revolución cognitiva” sostienen que no constituye una descripción adecuada de la historia de la psicología, ya que de acuerdo a ellos no puede decirse que el conductismo haya sido refutado en el sentido de Karl Popper, ni que haya entrado en un período de anomalías en el sentido de Kuhn o que se haya degenerado como programa de investigación en el sentido de Lakatos. Según esta visión, el paso al cognitivismo no se debió a un fracaso de los conceptos conductistas en la explicación de los fenómenos, sino a un cambio en los intereses de muchos investigadores, y se explicaría por cuestiones sociológicas más que epistemológicas. Si el conductismo hubiera sido reemplazado por el cognitivismo, se debería hallar evidencia de que cada vez menos trabajos conductistas se publican y discuten y, de acuerdo a esta visión crítica, no es esto lo que ha ocurrido (Friman y otros 1993).
Según Leahey (1992), los cambios metateóricos en la psicología no tuvieron las características de "revoluciones", sino de cambios graduales: "Las tesis de Kuhn fueron cuestionadas, y la tendencia en historia y filosofía de la ciencia es enfatizar la continuidad en lugar de las revoluciones. Kuhn se retractó de muchas de sus propuestas más controvertidas, aunque muchos psicólogos lo ignoran. En lugar de una historia de revoluciones, la historia de la psicología debe analizar una multiplicidad de tradiciones de investigación (Laudan, MacIntyre). Cada tradición ha progresado. Las representaciones propuestas por la ciencia cognitiva son más sofisticadas que las "ideas" de Locke o el mapa cognitivo de Tolman. Las redes neurales del conexionismo actual avanzaron respecto a leyes de asociación E-R hacia espacios de estados caracterizados matemáticamente."
Revolución cognitiva en Historia
La revolución cognitiva es un concepto utilizado por el historiador israelí Yuval Harari para hacer referencia al momento en que empezaron a pensar los homo sapiens. A pesar de que científicamente no se sabe la causa de este salto cualitativo en la historia del mundo, podemos conocer sus consecuencias.
Otros animales y miembros del género homo podían decir: "¡Huyamos! ¡Se acerca un león!". Gracias a la revolución cognitiva, el hombre fue capaz de decir: «El león es el espíritu guardián de nuestra tribu». Este tipo de ficciones nos ha permitido no solo imaginar cosas, sino hacerlo colectivamente.
Podemos urdir mitos comunes tales como la historia bíblica de la creación de Adán y Eva, el mito maya de la creación de los hombres maíz, el mito griego de los doce trabajos de Hércules, el mito nazi de la raza aria y los mitos nacionalistas de los estados modernos. Dichos mitos han conferido a los sapiens la capacidad sin precedentes de cooperar flexiblemente con un número incontable de extraños. Esta es la razón por la que los hombres dominan el mundo.
¿Cómo consiguió Homo sapiens consolidar imperios que gobernaban a cientos de millones de personas? El secreto fue a aparición de la ficción. Un gran número de extraños pueden cooperar con éxito si creen en mitos comunes. Cualquier cooperación humana a gran escala (ya sea un Estado moderno, una iglesia medieval, una ciudad antigua o una tribu arcaica) está establecida sobre mitos comunes que solo existen en la imaginación colectiva de la gente."[6]
Referencias
- Baars, B. J. (1986). The cognitive revolution in psychology. New York, NY: The Guilford Press.
- Miller, G. A. (2003). The cognitive revolution: A historical perspective. Trends in Cognitive Sciences, 7, 141–144.
- Sperry, R. W. (1993). The impact and promise of the cognitive revolution. American Psychologist, 48, 878 – 885.
- Miller, G. A. (2003). The cognitive revolution: a historical perspective. Trends in Cognitive Sciences, 7, 3, 141-144.
- Mandler, G. (2002). Origins of the cognitive (r)evolution. Journal of History of the Behavioral Sciences, 38, 339 –353.
- Harari, Yuval Noah (4 de septiembre de 2014). Sapiens. De animales a dioses: Una breve historia de la humanidad. Penguin Random House Grupo Editorial España. p. 29. ISBN 978-84-9992-474-8. Consultado el 18 de diciembre de 2019.
Bibliografía
- Chomsky, N. (1959). Verbal Behavior. By B. F. Skinner. Language, 35(1), 26-58. (Artikel online)
- Friman, P. C., Allen, K. D., Kerwin, M. L. E. & Larzelere, R. (1993). Changes in modern psychology: A citation analysis of the Kuhnian displacement thesis. American Psychologist, 48, 658 - 664.
- Leahey. (1992). The mythical revolutions of American Psychology. American Psychologist, 47, 308-318.
- O'Donohue, W.; Ferguson, K.E. & Naugle, A.E. (2003). The structure of the cognitive revolution. An examination from the philosophy of science. The Behavior Analyst, 26, 85-110.