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Reforma eclesiástica de Rivadavia

Reforma eclesiástica de Rivadavia es el nombre que –en el marco más amplio de las reformas llevadas a cabo por Bernardino Rivadavia, ministro del gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Martín Rodríguez– se da a la ley de 1822 mediante la cual dicho Estado provincial adoptó una política regalista y modificó la organización de la Iglesia católica por la que suprimió el fuero eclesiástico, eliminó el diezmo, encargó al Estado provincial bonaerense el costo del culto manteniendo como recursos de la Iglesia las primicias y los emolumentos, creó el colegio Del Sol de Bahía Blanca y el Colegio Nacional de Estudios Eclesiásticos, reorganizó el Cabildo eclesiástico -que pasó a llamarse Senado del Clero-, suprimió órdenes religiosas del clero regular traspasando a los religiosos al clero secular y expropió los bienes inmuebles y rentas de los conventos que fueron suprimidos.

El proceso reformista

Entre 1820 y 1827 se desarrolló en Buenos Aires y, en cierta medida, en Cuyo, un proceso de reformas que abarcó los ámbitos militar, económico, administrativo, cultural y religioso, conocidas en Buenos Aires como reformas rivadavianas, por haber sido impulsadas en esa provincia, por Bernardino Rivadavia, quien era ministro del gobernador Martín Rodríguez.

De todas estas reformas rivadavianas, sin duda, la reforma eclesiástica o religiosa fue la que en ese momento motivó la polémica más virulenta sino la que además, a lo largo de los años, ha seguido siendo un tema de enfrentamiento renovado en debates ideológicos actuales.

Encuadre y contenido de la reforma eclesiástica

La reforma eclesiástica en la provincia de Buenos Aires estuvo precedida de decretos que la anticipaban y tras un encendido debate, en diciembre de 1822 se sancionó.

Sus principales disposiciones fueron: la supresión del fuero eclesiástico, la eliminación del diezmo, asumiendo el Estado el costo del culto católico y manteniendo como recursos de la Iglesia las primicias y los emolumentos, la creación del Colegio Nacional de Estudios Eclesiásticos, la reorganización del Cabildo eclesiástico -que pasó a llamarse Senado del Clero- la fijación de las condiciones para la secularización voluntaria de los religiosos del clero regular y la expropiación de los bienes inmuebles y rentas de algunos conventos que fueron suprimidos.

El proyecto original preveía la eliminación del clero regular –salvo el de monjas–, muy criticado por su desorden, la desobediencia de sus miembros y los escándalos a los que se los vinculaba. La comisión de la Legislatura que lo estudió se inclinó por su reforma y, finalmente, se llegó a una fórmula de transacción conforme la cual se dispuso su reforma con miras a preparar su futura extinción.

José Carlos Chiaramonte, un historiador estudioso de la Ilustración hispanoamericana y especialmente rioplatense, que analizó la naturaleza de las primeras entidades soberanas después del comienzo del movimiento independentista así como las concepciones políticas implicadas en su aparición, dice que a partir de la reasunción de facultades soberanas por parte de las provincias luego de la caída del poder central en 1820, el proceso de institucionalización de un estado independiente mostró muchos de los aspectos positivos que Buenos Aires podía esperar del disfrute de su posición de privilegio sobre el Río de la Plata debida, sobre todo, al usufructo de las rentas de la Aduana, el control de la navegación fluvial y la regulación del comercio exterior. Conscientes los porteños de esas ventajas, el proceso de organización de ese Estado dio lugar a un brillante movimiento reformista impulsado por una amplia eliteilustrada” de laicos y eclesiásticos que encaró las reformas a partir del gobierno de Martín Rodríguez y que se extendndió hasta la crisis de 1827.

Al impulso cultural modernizador que se apreció en medidas tales como la revitalización de la Ley de Prensa de 1811, la prohibición de las corridas de toros, el florecimiento del teatro, la creación de instituciones tales como la Sociedad de Beneficencia de Buenos Aires, la Sociedad Literaria, la Universidad de Buenos Aires, las diversas Academias, etc. [1]​ se agregaron logros en el terreno político y económico.

Ese ímpetu reformista del periodo rivadaviano no pudo dejar de generar fuerte resistencia; tanto la orientación de la enseñanza, la prédica doctrinaria de la prensa y las medidas que afectaban el papel o la imagen de la Iglesia, motivaron por momentos acres disputas, de las cuales las más virulentas fueron desencadenadas por la reforma eclesiástica [1]​ que, por otra parte, tuvo, con matices, un fuerte apoyo del clero secular de Buenos Aires. Nancy Calvo, que en época reciente ha escrito sobre la reforma, retrocede a los primeros años del siglo XIX para señalar que allí se comenzó a notar una disminución en las ordenaciones y una menor calidad de la formación sacerdotal en las aulas del colegio San Carlos. Al surgir para los jóvenes nuevas opciones en el ejército y la política, el sacerdocio perdió atractivo para muchos de ellos. El clero regular atravesaba una prolongada crisis evidenciada en el abandono de los conventos, en el incumplimiento de los votos y en la creciente insubordinación y las peleas internas durante las deliberaciones de los capítulos generales. La llegada de la Revolución de Mayo, en 1810, provocó un estado deliberativo dentro del clero, y la alineación de sus integrantes en las facciones en pugna exacerbaba los conflictos.

La interrupción de la relación con España derivó en una incomunicación con Roma y, por ende, en la imposibilidad de designar nuevos obispos pues las autoridades locales se consideraban con derecho a ejercer el Patronato. También la fragmentación geográfica agregó un elemento de perturbación. La sede arzobispal de Charcas quedó fuera de la órbita del gobierno independiente y, por otra parte, a partir de 1820 las diócesis con sede en Buenos Aires, Córdoba y Salta vieron cómo su territorio diocesano se desmembraba en varios estados provinciales, cada uno de los cuales pretendía para sí el ejercicio del Patronato regio. Esto incidía además en la recaudación y distribución de los diezmos y provocaba confusión en el tema de las atribuciones judiciales propias de la jurisdicción eclesiástica. [2]

Análisis de la reforma

Para Chiaramonte las querellas desatadas por las llamadas reformas rivadavianas han sido pocas veces objeto del tratamiento adecuado.

En algunos pesa un criterio historiográfico faccioso que ve la obra del demonio en lo que no era otra cosa que la prolongación de las tendencias reformistas españolas, enraizadas en parte en la misma Iglesia.

Otros, intentando poner sordina a las disputas, tienden a disminuir la percepción de lo que constituyó sin lugar a dudas uno de los propósitos claves de la reforma: el de desterrar a la vez las concepciones organicista de lo social predominantes en la Iglesia, en cuanto adversas a la sustancia del régimen representativo liberal que se buscaba, y la índole corporativa de su participación política, de manera de relegar al clero a la tarea de formación moral de la población, especialmente de su parte más numerosa, y riesgosa para el orden social.[3]​ No cabe duda, entonces, de que entre los asuntos más afectados por los preconceptos historiográficos heredados del siglo pasado, las relaciones de los gobiernos independientes con la Iglesia figura en los primeros lugares. [3]

Esta posición está bien alejada de la sustentada por historiadores de orientación confesional como Cayetano Bruno para quien Rivadavia “falto de originalidad y desconocedor de las verdaderas exigencias del país …intentó remedar estructuras y alteraciones de la vieja Europa, injustas en sí y totalmente ajenas a nuestras necesidades”[4]​ o el padre Guillermo Furlong para quien la confiscación de los bienes de la Iglesia era el motivo principal de la reforma al punto que la calificó de “robo total y criminal”.[5]

Roberto Di Stéfano, un especialista en Historia Religiosa, afirma que durante muchos años los historiadores que trataban la Revolución de Mayo lo hacían, en general, con una visión antinómica –muchas veces influenciada por razones ideológicas atinentes a la época en que escribían- que los llevaba a plantear algunas opciones rígidas. Así, por ejemplo, privilegiar las ideas de Rousseau o de Francisco Suárez como sustentadoras ideológicas de los revolucionarios, o tomar a la Iglesia local como un bloque atemporal inclinado a favor o en contra del proceso independentista.[6]​ Este autor sostiene que para comprender la historia del catolicismo durante el proceso pre y post revolucionario resulta esencial analizar qué factores económicos, sociales, culturales y religiosos incidían en la decisión de ingresar al clero, cómo fueron ellos variando con el tiempo y cómo evolucionaron las relaciones entre el clero, la sociedad y los gobernantes. [6]​ Para ello hace una detallada descripción del clero secular de Buenos Aires y de sus relaciones con las instituciones religiosas y los grupos de la sociedad porteña, en especial con las familias más pudientes. El autor no se limita a los aspectos religiosos, sociales y políticos sino que profundiza además en los económicos.[7]

Opina Chiaramonte que las reformas que se aprobaron durante los gobiernos de Martín Rodríguez y de Rivadavia, esto es en el período que sus partidarios denominaron el de la “feliz experiencia de Buenos Aires”, tuvieron el propósito de ordenar y modernizar las instituciones heredadas de España. Orientadas hacia una centralización del poder, incluyeron cambios en el régimen político, en la justicia, en la administración, en lo económico, en lo cultural y en las esferas militar y eclesiástica. La reforma eclesiástica –que fue parte de los cambios generales- apuntó inequívocamente a redefinir el papel de la Iglesia Católica en la sociedad rioplatense, pues de ello dependía en gran parte su éxito. Como había sucedido a lo largo de la historia europea americana, la apoyó una parte del clero local que era partidaria de la preeminencia del estado, y la combatió encarnizadamente otra parte del clero y de la feligresía que sólo admitía la prioridad de su credo religioso [3]

Tulio Halperín Donghi, un historiador alejado tanto de las corrientes historiográficas revisionistas como de las marxistas, remarca que las líneas fundamentales de estas reformas venían de tiempo atrás y señala concretamente iniciativas del gobierno del Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, Juan Martín de Pueyrredón, que marcaban una política en esa dirección pero que en ese momento no pudieron avanzar porque lo impidió el peso de la guerra. [8]

El enfoque de Nancy Calvo, después de resaltar que el ámbito de la reforma fue exclusivamente porteño, es que con la reforma el gobierno pretendía contribuir a la modernización de la provincia con la extensión de la igualdad política, unificación del clero, “nacionalización” de la formación del mismo y mejoramiento de la distribución de las parroquias rurales al mismo tiempo que promovía el papel de las mismas en su papel civilizador. Los propulsores de la reforma consideraban que con la reducción o eliminación del clero regular habría más sacerdotes para las parroquias de campaña, a las que se asignaba un rol civilizador en momentos en que el gobierno trataba de incrementar la actividad ganadera. El mismo propósito de beneficiar a la campaña tenía la eliminación del diezmo, un tributo de dificultosa recaudación que salía de ella pero que se gastaba en la ciudad.[9]

A la pregunta sobre qué beneficios justificativos de su elevado costo político esperaba el gobierno de la reforma responde Halperín Donghi relativizando el provecho que se obtenía de la incautación de bienes de comunidades religiosas suprimidas, ya que esos bienes eran de rendimiento generalmente bajo y no fáciles de colocar en el mercado, pero en cambio Nancy Calvo vincula la medida con el propósito de hacer circular los bienes para tonificar la economía, si bien admite que se requieren más investigaciones acerca de su eficacia. [9]​ En cuanto a lo político, Halperín Donghi dice que la relajación progresiva de la vida conventual había dejado en libertad de acción a figuras cuyo ascendiente popular podía llegar a ser inquietante -Castañeda es el caso paradigmático- pero resulta difícil descubrir de qué manera la reforma podía socavar el ascendiente de los frailes lanzados a la política. [10]

Los autores coinciden en que las iniciativas reformistas no eran otra cosa que la prolongación de las tendencias que habían bullido tanto en el seno de la monarquía castellana como en el de la misma Iglesia, y las doctrinas que las informaban eran también prolongación de las que se conocieron en la Iglesia española de aquella época. Esas corrientes con ideas galicanas, jansenistas e ilustradas, aunque diferentes en muchos aspectos coincidían en el rechazo de la piedad y prácticas tradicionales y en la oposición a los jesuitas [11]​ así como a cuestionar el creciente poder del papado en la organización de la Iglesia[2]​ y alentar la autonomía nacional de las iglesias, en sintonía con las tendencias centralizadoras de la monarquía absoluta. Chiaramonte encuentra antecedentes incluso anteriores a la ilustración, en la fuerte tradición regalista española de la que formaba parte principal el derecho de patronato concedido a la corona de Castilla. Esas doctrinas estuvieron presentes en las escuelas en que se formaron fuertes impulsores de la reforma como Rivadavia, Manuel José García, el canónigo Valentín Gómez, el deán de Buenos Aires Diego Estanislao Zavaleta y Julián Agüero, párroco rector de la Catedral de Buenos Aires. En cuanto a la influencia de las ideas de Bentham, en tanto Klaus Gallo se pronuncia afirmativamente al respecto,[12]​ Nancy Calvo niega una relación entre la reforma y el utilitarismo y señala que Bentham tenía una visión negativa de la religión, a la que asociaba con la opresión y, por tanto, con la infelicidad. Esta historiadora relativiza el rol de las influencias doctrinarias y opina que la reforma se debió fundamentalmente a las necesidades del momento y, en especial, la de adaptar la Iglesia a los tiempos que corrían.[9]

La fundamentación de medidas que significaban el avance del gobierno sobre terreno reservado hasta el momento al clero requería una justificación jurídico-política que los impulsores hallaron en el derecho de patronato que consideraron heredado de los reyes de España. La interpretación debió forzarse para legitimar a un poder laico sustentado en la soberanía popular la sucesión de un derecho que había sido ejercido por una monarquía por derecho divino.

Chiaramonte identifica dos aspectos de la ley de reforma que eran particularmente irritativos para el sector opositor del clero: por una parte, la supresión del fuero eclesiástico y por la otra, las medidas referidas a la organización interna de la Iglesia. La abolición del fuero eclesiástico avanzaba el camino de la igualdad política más allá de lo que gran parte del clero toleraba a pesar de que, en realidad, la medida no puede considerarse como dirigida particularmente contra la Iglesia sino que formaba parte de una más general tendencia a suprimir los privilegios, personales o corporativos, que prolongaban rasgos de la sociedad colonial contradictorios de la naturaleza de un régimen representativo liberal como que el que intentaba ser organizado en esos años. Esto se hizo explícito en la intervención de algunos diputados que demandaron la supresión de todos los privilegios, aboliendo no sólo el fuero eclesiástico sino también el militar.[13]​ En cuanto al conjunto de disposiciones de diversa naturaleza sobre la organización del clero regular y secular, terreno hasta entonces poco afectado por el control de las autoridades civiles, y al suprimir algunas congregaciones religiosas con incautación de sus bienes, sus opositores afirmaron que el gobierno carecía de derecho a inmiscuirse en ese terreno y consideraron las medidas como un ataque a la Iglesia.[14]​ El debate acerca de la reforma dio lugar a un florecimiento de la prensa escrita favorecido por la Ley de Prensa de 1821 en la cual sus partidarios y sus opositores abogaban tanto en prosa como en verso a favor de sus posiciones. [15][16]​ Entre los primeros cabe mencionar a Juan Cruz Varela y a Ignacio Núñez y entre los segundos al sacerdote Francisco de Paula Castañeda.

Uno de los frutos de la reforma que perduró pese a la diferente orientación de gobiernos posteriores fue la difusión de pautas de tolerancia en materia religiosa. [17]​ En la concepción de Di Stéfano, es con la reforma de 1822 que empezó a cobrar existencia la Iglesia en tanto entidad dotada de un centro de poder, no de muchos, relativamente autónomos y superpuestos y suficientemente diferenciada de los intereses privados, del poder con nombre y apellido. Se tiende así a conformar un único clero, el secular, que absorbe a buena parte del clero regular, y a los religiosos que quedan se los sujeta estrictamente al prelado diocesano. Las parroquias pasan a ser consideradas oficinas del Estado naciente y los sacerdotes pasan a ser agentes públicos. Esta concepción de la Iglesia es la misma que va a manejar más tarde Juan Manuel de Rosas, quien va a operar un cambio todavía más significativo al permitir que el Papado designe para el gobierno de la diócesis al primer obispo nombrado sin intervención de la monarquía española: Mariano Medrano. En síntesis, “así como el Estado nace de un proceso de “expropiación” de poderes antes fragmentados y disueltos en la sociedad, la Iglesia surge de una “expropiación religiosa y de la iniciativa del Estado naciente”. Un aspecto de interés historiográfico es que la mayoría de los autores no trata el tema de la religiosidad de Rivadavia, como sí lo hacen Haydée Frizzi de Longoni, una historiadora vinculada al revisionismo, y Ricardo Piccirilli en forma destacada para respaldar su afirmación de que las reformas no tenían una intención antirreligiosa. La historiadora en el prólogo de su libro afirma que “el dogma, los ritos en una religión, para que la misma exista, no pueden ser discutidos; se apoyan en la fe, patrimonio del corazón y no en las teorizaciones especulativas, dominio de la razón. Los hombres que creen en el dogma y practican los ritos religiosos, humanos y no dioses, son susceptibles de claudicaciones y pueden desfallecer ¿Rivadavia se dirigió al dogma o a los hombres? indudablemente hacia estos últimos” [18]

Otro aspecto también peculiar en la obra de Frizzi de Longoni es que comienza su libro con una biografía somera de Rivadavia; refiere la muerte temprana de la madre, la internación en un severo colegio, el cumplimiento de sus deberes religiosos como creyente, las actividades que emprende, primero incorporándose a la milicia y luego intentando, sin éxito, el comercio. El libro pone empeño en resaltar aquellas circunstancias en la vida de Rivadavia que según la autora, fueron formando una personalidad marcada por el tesón y firmeza que ponía en las causas que emprendía, los cuales explican las posiciones políticas que alcanzara y las relaciones con intelectuales europeos que mantuviera, incluso a pesar de la falta de educación universitaria.

A diferencia de Piccirilli y de Frizzi de Longoni, Nancy Calvo dice que el análisis del debate sobre la reforma permite apartar la centralidad casi absoluta en que se ubica a Rivadavia en la historiografía y señala, en cambio, el papel destacado de figuras del clero como Mariano y Diego E. Zavaleta, Valentín Gómez, Agüero y el deán Funes.[9]​ En forma concordante Halperín Donghi opina que si bien el proceso reformista se identificó con la figura de Rivadavia, el mismo tuvo sus raíces en proyectos que ya existían durante el gobierno de Pueyrredón y recibieron el impulso de muchas personalidades laicas y religiosas de la época.

Conclusiones

La reforma eclesiástica formó parte del proceso impulsado por una elite de Buenos Aires que, con amplio consenso, aprovechó la coyuntura política y económica para reformar instituciones que continuaban con las mismas estructuras existentes al tiempo de la Revolución de Mayo. Si bien esta actualización estaba respaldada por antecedentes doctrinarios europeos, sus propulsores buscaron adaptarla a las condiciones locales; en el caso de la Iglesia no fueron medidas contra ella sino que se procuró mejorarla y reorganizarla para que prestara un mejor servicio a la sociedad, en especial en la campaña. Si el debate fue intenso en aquel momento, sus ecos continúan alimentando disputas ideológicas que, posiblemente, tengan escasa concordancia con las que se plantearon en aquel momento.

Véase también

Referencias

  1. Chiaramonte, 2007, p. 180/181.
  2. Calvo, 2005.
  3. Chiaramonte, 2007, p. 192.
  4. Cayetano Bruno: Historia de la Iglesia en la Argentina, citada por Lucía Gálvez de Tiscornia
  5. Guillermo Furlong, “Los jesuitas en el Río de la Plata” cit. por Gálvez de Tiscornia
  6. Di Stéfano y Zanatta, 2004, p. 16.
  7. Di Stéfano y Zanatta, 2004, p. 25/89.
  8. Halperín Donghi, 1979, p. 352.
  9. Calvo, 2001.
  10. Halperín Donghi, 1979, p. 361.
  11. Chiaramonte, 2007, p. 193.
  12. Klauss Gallo: Jeremy Bentham y la feliz experiencia. Presencia del utilitarismo en Buenos Aires, en Prismas, Revista de Historia Intelectual, Universidad Nacional de Quilmes, 2002
  13. Chiaramonte, 2007, p. 196/7.
  14. Chiaramonte, 2007, p. 197.
  15. Ternavasio, 2005, p. 176/7.
  16. Ternavasio, 2009, p. 139 y sgtes.
  17. Chiaramonte, 2007, p. 193/194.
  18. Fritz de Longoni, 1943, p. 10.

Bibliografía

  • Calvo, Nancy (2005). «1822: La reforma eclesiástica porteña». Todo es Historia (451 de febrero de 2005). 
  • Calvo, Nancy (2001). «“Cuando se trata de la civilización del clero”. Principios y motivaciones del debate sobre la reforma eclesiástica porteña de 1822». Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani” 3* serie (24, 2* semestre de 2001). 
  • Chiaramonte, Juan Carlos (2007). Ciudades, provincias, Estados: Orígenes de la Nación Argentina (1800-1846). Buenos Aires: Emece Editores S.A. ISBN 978-950-04-2861-3. 
  • Di Stéfano, Roberto (2004). El púlpito y la plaza: clero, sociedad y política de la monarquía católica a la república rosista (1* edición). Buenos Aires: Siglo XXI Editores Argentinos. ISBN 987-1105-75-4. 
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  • Gallo, Klaus (2008). «“A la altura de las luces del siglo”: el surgimiento de un clima intelectual en la Buenos Aires postrevolucionaria». En Historia de los intelectuales en América Latina, dirigido por Carlos Altamirano (Buenos Aires: . Katz Editores). p. 184. 
  • Halperín Donghi, Tulio (1979). Revolución y guerra. Formación de una élite dirigentes en la Argentina criolla. Buenos Aires: Siglo XXI Editores S.A. ISBN 968-23-0376-1. 
  • Piccirilli, Ricardo (1943). Rivadavia y su tiempo. Buenos Aires: Editorial Peuser. 
  • Ternavasio, Marcela (2005). «Las reformas rivadavianas en Buenos Aires y el Congreso General Constituyente (1824-1827)». Nueva historia argentina tomo III pág. 159 (2° edición) (Buenos Aires: Editorial Sudamericana). ISBN 950-07-1386-1. isbn (obra completa) 950-07-1385-3. 


  •   Datos: Q24960254

reforma, eclesiástica, rivadavia, nombre, marco, más, amplio, reformas, llevadas, cabo, bernardino, rivadavia, ministro, gobernador, provincia, buenos, aires, martín, rodríguez, 1822, mediante, cual, dicho, estado, provincial, adoptó, política, regalista, modi. Reforma eclesiastica de Rivadavia es el nombre que en el marco mas amplio de las reformas llevadas a cabo por Bernardino Rivadavia ministro del gobernador de la Provincia de Buenos Aires Martin Rodriguez se da a la ley de 1822 mediante la cual dicho Estado provincial adopto una politica regalista y modifico la organizacion de la Iglesia catolica por la que suprimio el fuero eclesiastico elimino el diezmo encargo al Estado provincial bonaerense el costo del culto manteniendo como recursos de la Iglesia las primicias y los emolumentos creo el colegio Del Sol de Bahia Blanca y el Colegio Nacional de Estudios Eclesiasticos reorganizo el Cabildo eclesiastico que paso a llamarse Senado del Clero suprimio ordenes religiosas del clero regular traspasando a los religiosos al clero secular y expropio los bienes inmuebles y rentas de los conventos que fueron suprimidos Indice 1 El proceso reformista 2 Encuadre y contenido de la reforma eclesiastica 3 Analisis de la reforma 4 Conclusiones 5 Vease tambien 6 Referencias 7 BibliografiaEl proceso reformista EditarEntre 1820 y 1827 se desarrollo en Buenos Aires y en cierta medida en Cuyo un proceso de reformas que abarco los ambitos militar economico administrativo cultural y religioso conocidas en Buenos Aires como reformas rivadavianas por haber sido impulsadas en esa provincia por Bernardino Rivadavia quien era ministro del gobernador Martin Rodriguez De todas estas reformas rivadavianas sin duda la reforma eclesiastica o religiosa fue la que en ese momento motivo la polemica mas virulenta sino la que ademas a lo largo de los anos ha seguido siendo un tema de enfrentamiento renovado en debates ideologicos actuales Encuadre y contenido de la reforma eclesiastica EditarLa reforma eclesiastica en la provincia de Buenos Aires estuvo precedida de decretos que la anticipaban y tras un encendido debate en diciembre de 1822 se sanciono Sus principales disposiciones fueron la supresion del fuero eclesiastico la eliminacion del diezmo asumiendo el Estado el costo del culto catolico y manteniendo como recursos de la Iglesia las primicias y los emolumentos la creacion del Colegio Nacional de Estudios Eclesiasticos la reorganizacion del Cabildo eclesiastico que paso a llamarse Senado del Clero la fijacion de las condiciones para la secularizacion voluntaria de los religiosos del clero regular y la expropiacion de los bienes inmuebles y rentas de algunos conventos que fueron suprimidos El proyecto original preveia la eliminacion del clero regular salvo el de monjas muy criticado por su desorden la desobediencia de sus miembros y los escandalos a los que se los vinculaba La comision de la Legislatura que lo estudio se inclino por su reforma y finalmente se llego a una formula de transaccion conforme la cual se dispuso su reforma con miras a preparar su futura extincion Jose Carlos Chiaramonte un historiador estudioso de la Ilustracion hispanoamericana y especialmente rioplatense que analizo la naturaleza de las primeras entidades soberanas despues del comienzo del movimiento independentista asi como las concepciones politicas implicadas en su aparicion dice que a partir de la reasuncion de facultades soberanas por parte de las provincias luego de la caida del poder central en 1820 el proceso de institucionalizacion de un estado independiente mostro muchos de los aspectos positivos que Buenos Aires podia esperar del disfrute de su posicion de privilegio sobre el Rio de la Plata debida sobre todo al usufructo de las rentas de la Aduana el control de la navegacion fluvial y la regulacion del comercio exterior Conscientes los portenos de esas ventajas el proceso de organizacion de ese Estado dio lugar a un brillante movimiento reformista impulsado por una amplia elite ilustrada de laicos y eclesiasticos que encaro las reformas a partir del gobierno de Martin Rodriguez y que se extendndio hasta la crisis de 1827 Al impulso cultural modernizador que se aprecio en medidas tales como la revitalizacion de la Ley de Prensa de 1811 la prohibicion de las corridas de toros el florecimiento del teatro la creacion de instituciones tales como la Sociedad de Beneficencia de Buenos Aires la Sociedad Literaria la Universidad de Buenos Aires las diversas Academias etc 1 se agregaron logros en el terreno politico y economico Ese impetu reformista del periodo rivadaviano no pudo dejar de generar fuerte resistencia tanto la orientacion de la ensenanza la predica doctrinaria de la prensa y las medidas que afectaban el papel o la imagen de la Iglesia motivaron por momentos acres disputas de las cuales las mas virulentas fueron desencadenadas por la reforma eclesiastica 1 que por otra parte tuvo con matices un fuerte apoyo del clero secular de Buenos Aires Nancy Calvo que en epoca reciente ha escrito sobre la reforma retrocede a los primeros anos del siglo XIX para senalar que alli se comenzo a notar una disminucion en las ordenaciones y una menor calidad de la formacion sacerdotal en las aulas del colegio San Carlos Al surgir para los jovenes nuevas opciones en el ejercito y la politica el sacerdocio perdio atractivo para muchos de ellos El clero regular atravesaba una prolongada crisis evidenciada en el abandono de los conventos en el incumplimiento de los votos y en la creciente insubordinacion y las peleas internas durante las deliberaciones de los capitulos generales La llegada de la Revolucion de Mayo en 1810 provoco un estado deliberativo dentro del clero y la alineacion de sus integrantes en las facciones en pugna exacerbaba los conflictos La interrupcion de la relacion con Espana derivo en una incomunicacion con Roma y por ende en la imposibilidad de designar nuevos obispos pues las autoridades locales se consideraban con derecho a ejercer el Patronato Tambien la fragmentacion geografica agrego un elemento de perturbacion La sede arzobispal de Charcas quedo fuera de la orbita del gobierno independiente y por otra parte a partir de 1820 las diocesis con sede en Buenos Aires Cordoba y Salta vieron como su territorio diocesano se desmembraba en varios estados provinciales cada uno de los cuales pretendia para si el ejercicio del Patronato regio Esto incidia ademas en la recaudacion y distribucion de los diezmos y provocaba confusion en el tema de las atribuciones judiciales propias de la jurisdiccion eclesiastica 2 Analisis de la reforma EditarPara Chiaramonte las querellas desatadas por las llamadas reformas rivadavianas han sido pocas veces objeto del tratamiento adecuado En algunos pesa un criterio historiografico faccioso que ve la obra del demonio en lo que no era otra cosa que la prolongacion de las tendencias reformistas espanolas enraizadas en parte en la misma Iglesia Otros intentando poner sordina a las disputas tienden a disminuir la percepcion de lo que constituyo sin lugar a dudas uno de los propositos claves de la reforma el de desterrar a la vez las concepciones organicista de lo social predominantes en la Iglesia en cuanto adversas a la sustancia del regimen representativo liberal que se buscaba y la indole corporativa de su participacion politica de manera de relegar al clero a la tarea de formacion moral de la poblacion especialmente de su parte mas numerosa y riesgosa para el orden social 3 No cabe duda entonces de que entre los asuntos mas afectados por los preconceptos historiograficos heredados del siglo pasado las relaciones de los gobiernos independientes con la Iglesia figura en los primeros lugares 3 Esta posicion esta bien alejada de la sustentada por historiadores de orientacion confesional como Cayetano Bruno para quien Rivadavia falto de originalidad y desconocedor de las verdaderas exigencias del pais intento remedar estructuras y alteraciones de la vieja Europa injustas en si y totalmente ajenas a nuestras necesidades 4 o el padre Guillermo Furlong para quien la confiscacion de los bienes de la Iglesia era el motivo principal de la reforma al punto que la califico de robo total y criminal 5 Roberto Di Stefano un especialista en Historia Religiosa afirma que durante muchos anos los historiadores que trataban la Revolucion de Mayo lo hacian en general con una vision antinomica muchas veces influenciada por razones ideologicas atinentes a la epoca en que escribian que los llevaba a plantear algunas opciones rigidas Asi por ejemplo privilegiar las ideas de Rousseau o de Francisco Suarez como sustentadoras ideologicas de los revolucionarios o tomar a la Iglesia local como un bloque atemporal inclinado a favor o en contra del proceso independentista 6 Este autor sostiene que para comprender la historia del catolicismo durante el proceso pre y post revolucionario resulta esencial analizar que factores economicos sociales culturales y religiosos incidian en la decision de ingresar al clero como fueron ellos variando con el tiempo y como evolucionaron las relaciones entre el clero la sociedad y los gobernantes 6 Para ello hace una detallada descripcion del clero secular de Buenos Aires y de sus relaciones con las instituciones religiosas y los grupos de la sociedad portena en especial con las familias mas pudientes El autor no se limita a los aspectos religiosos sociales y politicos sino que profundiza ademas en los economicos 7 Opina Chiaramonte que las reformas que se aprobaron durante los gobiernos de Martin Rodriguez y de Rivadavia esto es en el periodo que sus partidarios denominaron el de la feliz experiencia de Buenos Aires tuvieron el proposito de ordenar y modernizar las instituciones heredadas de Espana Orientadas hacia una centralizacion del poder incluyeron cambios en el regimen politico en la justicia en la administracion en lo economico en lo cultural y en las esferas militar y eclesiastica La reforma eclesiastica que fue parte de los cambios generales apunto inequivocamente a redefinir el papel de la Iglesia Catolica en la sociedad rioplatense pues de ello dependia en gran parte su exito Como habia sucedido a lo largo de la historia europea americana la apoyo una parte del clero local que era partidaria de la preeminencia del estado y la combatio encarnizadamente otra parte del clero y de la feligresia que solo admitia la prioridad de su credo religioso 3 Tulio Halperin Donghi un historiador alejado tanto de las corrientes historiograficas revisionistas como de las marxistas remarca que las lineas fundamentales de estas reformas venian de tiempo atras y senala concretamente iniciativas del gobierno del Director Supremo de las Provincias Unidas del Rio de la Plata Juan Martin de Pueyrredon que marcaban una politica en esa direccion pero que en ese momento no pudieron avanzar porque lo impidio el peso de la guerra 8 El enfoque de Nancy Calvo despues de resaltar que el ambito de la reforma fue exclusivamente porteno es que con la reforma el gobierno pretendia contribuir a la modernizacion de la provincia con la extension de la igualdad politica unificacion del clero nacionalizacion de la formacion del mismo y mejoramiento de la distribucion de las parroquias rurales al mismo tiempo que promovia el papel de las mismas en su papel civilizador Los propulsores de la reforma consideraban que con la reduccion o eliminacion del clero regular habria mas sacerdotes para las parroquias de campana a las que se asignaba un rol civilizador en momentos en que el gobierno trataba de incrementar la actividad ganadera El mismo proposito de beneficiar a la campana tenia la eliminacion del diezmo un tributo de dificultosa recaudacion que salia de ella pero que se gastaba en la ciudad 9 A la pregunta sobre que beneficios justificativos de su elevado costo politico esperaba el gobierno de la reforma responde Halperin Donghi relativizando el provecho que se obtenia de la incautacion de bienes de comunidades religiosas suprimidas ya que esos bienes eran de rendimiento generalmente bajo y no faciles de colocar en el mercado pero en cambio Nancy Calvo vincula la medida con el proposito de hacer circular los bienes para tonificar la economia si bien admite que se requieren mas investigaciones acerca de su eficacia 9 En cuanto a lo politico Halperin Donghi dice que la relajacion progresiva de la vida conventual habia dejado en libertad de accion a figuras cuyo ascendiente popular podia llegar a ser inquietante Castaneda es el caso paradigmatico pero resulta dificil descubrir de que manera la reforma podia socavar el ascendiente de los frailes lanzados a la politica 10 Los autores coinciden en que las iniciativas reformistas no eran otra cosa que la prolongacion de las tendencias que habian bullido tanto en el seno de la monarquia castellana como en el de la misma Iglesia y las doctrinas que las informaban eran tambien prolongacion de las que se conocieron en la Iglesia espanola de aquella epoca Esas corrientes con ideas galicanas jansenistas e ilustradas aunque diferentes en muchos aspectos coincidian en el rechazo de la piedad y practicas tradicionales y en la oposicion a los jesuitas 11 asi como a cuestionar el creciente poder del papado en la organizacion de la Iglesia 2 y alentar la autonomia nacional de las iglesias en sintonia con las tendencias centralizadoras de la monarquia absoluta Chiaramonte encuentra antecedentes incluso anteriores a la ilustracion en la fuerte tradicion regalista espanola de la que formaba parte principal el derecho de patronato concedido a la corona de Castilla Esas doctrinas estuvieron presentes en las escuelas en que se formaron fuertes impulsores de la reforma como Rivadavia Manuel Jose Garcia el canonigo Valentin Gomez el dean de Buenos Aires Diego Estanislao Zavaleta y Julian Aguero parroco rector de la Catedral de Buenos Aires En cuanto a la influencia de las ideas de Bentham en tanto Klaus Gallo se pronuncia afirmativamente al respecto 12 Nancy Calvo niega una relacion entre la reforma y el utilitarismo y senala que Bentham tenia una vision negativa de la religion a la que asociaba con la opresion y por tanto con la infelicidad Esta historiadora relativiza el rol de las influencias doctrinarias y opina que la reforma se debio fundamentalmente a las necesidades del momento y en especial la de adaptar la Iglesia a los tiempos que corrian 9 La fundamentacion de medidas que significaban el avance del gobierno sobre terreno reservado hasta el momento al clero requeria una justificacion juridico politica que los impulsores hallaron en el derecho de patronato que consideraron heredado de los reyes de Espana La interpretacion debio forzarse para legitimar a un poder laico sustentado en la soberania popular la sucesion de un derecho que habia sido ejercido por una monarquia por derecho divino Chiaramonte identifica dos aspectos de la ley de reforma que eran particularmente irritativos para el sector opositor del clero por una parte la supresion del fuero eclesiastico y por la otra las medidas referidas a la organizacion interna de la Iglesia La abolicion del fuero eclesiastico avanzaba el camino de la igualdad politica mas alla de lo que gran parte del clero toleraba a pesar de que en realidad la medida no puede considerarse como dirigida particularmente contra la Iglesia sino que formaba parte de una mas general tendencia a suprimir los privilegios personales o corporativos que prolongaban rasgos de la sociedad colonial contradictorios de la naturaleza de un regimen representativo liberal como que el que intentaba ser organizado en esos anos Esto se hizo explicito en la intervencion de algunos diputados que demandaron la supresion de todos los privilegios aboliendo no solo el fuero eclesiastico sino tambien el militar 13 En cuanto al conjunto de disposiciones de diversa naturaleza sobre la organizacion del clero regular y secular terreno hasta entonces poco afectado por el control de las autoridades civiles y al suprimir algunas congregaciones religiosas con incautacion de sus bienes sus opositores afirmaron que el gobierno carecia de derecho a inmiscuirse en ese terreno y consideraron las medidas como un ataque a la Iglesia 14 El debate acerca de la reforma dio lugar a un florecimiento de la prensa escrita favorecido por la Ley de Prensa de 1821 en la cual sus partidarios y sus opositores abogaban tanto en prosa como en verso a favor de sus posiciones 15 16 Entre los primeros cabe mencionar a Juan Cruz Varela y a Ignacio Nunez y entre los segundos al sacerdote Francisco de Paula Castaneda Uno de los frutos de la reforma que perduro pese a la diferente orientacion de gobiernos posteriores fue la difusion de pautas de tolerancia en materia religiosa 17 En la concepcion de Di Stefano es con la reforma de 1822 que empezo a cobrar existencia la Iglesia en tanto entidad dotada de un centro de poder no de muchos relativamente autonomos y superpuestos y suficientemente diferenciada de los intereses privados del poder con nombre y apellido Se tiende asi a conformar un unico clero el secular que absorbe a buena parte del clero regular y a los religiosos que quedan se los sujeta estrictamente al prelado diocesano Las parroquias pasan a ser consideradas oficinas del Estado naciente y los sacerdotes pasan a ser agentes publicos Esta concepcion de la Iglesia es la misma que va a manejar mas tarde Juan Manuel de Rosas quien va a operar un cambio todavia mas significativo al permitir que el Papado designe para el gobierno de la diocesis al primer obispo nombrado sin intervencion de la monarquia espanola Mariano Medrano En sintesis asi como el Estado nace de un proceso de expropiacion de poderes antes fragmentados y disueltos en la sociedad la Iglesia surge de una expropiacion religiosa y de la iniciativa del Estado naciente Un aspecto de interes historiografico es que la mayoria de los autores no trata el tema de la religiosidad de Rivadavia como si lo hacen Haydee Frizzi de Longoni una historiadora vinculada al revisionismo y Ricardo Piccirilli en forma destacada para respaldar su afirmacion de que las reformas no tenian una intencion antirreligiosa La historiadora en el prologo de su libro afirma que el dogma los ritos en una religion para que la misma exista no pueden ser discutidos se apoyan en la fe patrimonio del corazon y no en las teorizaciones especulativas dominio de la razon Los hombres que creen en el dogma y practican los ritos religiosos humanos y no dioses son susceptibles de claudicaciones y pueden desfallecer Rivadavia se dirigio al dogma o a los hombres indudablemente hacia estos ultimos 18 Otro aspecto tambien peculiar en la obra de Frizzi de Longoni es que comienza su libro con una biografia somera de Rivadavia refiere la muerte temprana de la madre la internacion en un severo colegio el cumplimiento de sus deberes religiosos como creyente las actividades que emprende primero incorporandose a la milicia y luego intentando sin exito el comercio El libro pone empeno en resaltar aquellas circunstancias en la vida de Rivadavia que segun la autora fueron formando una personalidad marcada por el teson y firmeza que ponia en las causas que emprendia los cuales explican las posiciones politicas que alcanzara y las relaciones con intelectuales europeos que mantuviera incluso a pesar de la falta de educacion universitaria A diferencia de Piccirilli y de Frizzi de Longoni Nancy Calvo dice que el analisis del debate sobre la reforma permite apartar la centralidad casi absoluta en que se ubica a Rivadavia en la historiografia y senala en cambio el papel destacado de figuras del clero como Mariano y Diego E Zavaleta Valentin Gomez Aguero y el dean Funes 9 En forma concordante Halperin Donghi opina que si bien el proceso reformista se identifico con la figura de Rivadavia el mismo tuvo sus raices en proyectos que ya existian durante el gobierno de Pueyrredon y recibieron el impulso de muchas personalidades laicas y religiosas de la epoca Conclusiones EditarLa reforma eclesiastica formo parte del proceso impulsado por una elite de Buenos Aires que con amplio consenso aprovecho la coyuntura politica y economica para reformar instituciones que continuaban con las mismas estructuras existentes al tiempo de la Revolucion de Mayo Si bien esta actualizacion estaba respaldada por antecedentes doctrinarios europeos sus propulsores buscaron adaptarla a las condiciones locales en el caso de la Iglesia no fueron medidas contra ella sino que se procuro mejorarla y reorganizarla para que prestara un mejor servicio a la sociedad en especial en la campana Si el debate fue intenso en aquel momento sus ecos continuan alimentando disputas ideologicas que posiblemente tengan escasa concordancia con las que se plantearon en aquel momento Vease tambien EditarPatronato nacional en ArgentinaReferencias Editar a b Chiaramonte 2007 p 180 181 a b Calvo 2005 a b c Chiaramonte 2007 p 192 Cayetano Bruno Historia de la Iglesia en la Argentina citada por Lucia Galvez de Tiscornia Guillermo Furlong Los jesuitas en el Rio de la Plata cit por Galvez de Tiscornia a b Di Stefano y Zanatta 2004 p 16 Di Stefano y Zanatta 2004 p 25 89 Halperin Donghi 1979 p 352 a b c d Calvo 2001 Halperin Donghi 1979 p 361 Chiaramonte 2007 p 193 Klauss Gallo Jeremy Bentham y la feliz experiencia Presencia del utilitarismo en Buenos Aires en Prismas Revista de Historia Intelectual Universidad Nacional de Quilmes 2002 Chiaramonte 2007 p 196 7 Chiaramonte 2007 p 197 Ternavasio 2005 p 176 7 Ternavasio 2009 p 139 y sgtes Chiaramonte 2007 p 193 194 Fritz de Longoni 1943 p 10 Bibliografia EditarCalvo Nancy 2005 1822 La reforma eclesiastica portena Todo es Historia 451 de febrero de 2005 fechaacceso requiere url ayuda Calvo Nancy 2001 Cuando se trata de la civilizacion del clero Principios y motivaciones del debate sobre la reforma eclesiastica portena de 1822 Boletin del Instituto de Historia Argentina y Americana Dr Emilio Ravignani 3 serie 24 2 semestre de 2001 fechaacceso requiere url ayuda Chiaramonte Juan Carlos 2007 Ciudades provincias Estados Origenes de la Nacion Argentina 1800 1846 Buenos Aires Emece Editores S A ISBN 978 950 04 2861 3 Di Stefano Roberto 2004 El pulpito y la plaza clero sociedad y politica de la monarquia catolica a la republica rosista 1 edicion Buenos Aires Siglo XXI Editores Argentinos ISBN 987 1105 75 4 Di Stefano Roberto Zanatta Loris 2009 Historia de la Iglesia Argentina Desde la conquista hasta fines del siglo XX 2 edicion Buenos Aires Sudamericana ISBN 978 950 07 3040 2 Frizzi de Longoni Haydee E 1947 Rivadavia y la reforma eclesiastica Sin constancia de editor Gallo Klaus Rivadavia y el modelo europeo Todo es Historia 451 de febrero de 2005 fechaacceso requiere url ayuda Gallo Klaus 2008 A la altura de las luces del siglo el surgimiento de un clima intelectual en la Buenos Aires postrevolucionaria En Historia de los intelectuales en America Latina dirigido por Carlos Altamirano Buenos Aires Katz Editores p 184 Halperin Donghi Tulio 1979 Revolucion y guerra Formacion de una elite dirigentes en la Argentina criolla Buenos Aires Siglo XXI Editores S A ISBN 968 23 0376 1 Piccirilli Ricardo 1943 Rivadavia y su tiempo Buenos Aires Editorial Peuser Ternavasio Marcela 2005 Las reformas rivadavianas en Buenos Aires y el Congreso General Constituyente 1824 1827 Nueva historia argentina tomo III pag 159 2 edicion Buenos Aires Editorial Sudamericana ISBN 950 07 1386 1 isbn obra completa 950 07 1385 3 Datos Q24960254Obtenido de https es wikipedia org w index php title Reforma eclesiastica de Rivadavia amp oldid 135977954, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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