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La recuperación de Bahía de Todos los Santos

La recuperación de Bahía de Todos los Santos es un óleo de Juan Bautista Maíno (1580-1649) pintado entre 1634 y 1635 con destino al Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro, conservado en el Museo del Prado.

La recuperación de Bahía de Todos los Santos
Año 1634-1635
Autor Juan Bautista Maíno
Técnica Óleo sobre lienzo
Estilo Barroco
Tamaño 309 cm × 381 cm
Localización Museo del Prado, Madrid, España España

El cuadro le fue encargado al pintor a finales de 1634 y lo entregó acabado el 16 de junio de 1635, cuando cobró por él los doscientos ducados en que fue tasado. Con otros once cuadros de distintas manos formaba una serie de batallas destinada a conmemorar las victorias de las armas españolas en los primeros momentos de la Guerra de los Treinta Años, conforme a un proyecto del conde-duque de Olivares puesto en ejecución por el protonotario de Aragón Jerónimo de Villanueva.[1]​ Aparece citado en 1701 en la testamentaría de Carlos II en el palacio del Buen Retiro como «la toma del Brasil por Don Fadrique toledo de mano de Vn Religioso dominico flamenco tasado en Ziento y Veinte doblones».[2]​ Llevado a París tras la ocupación francesa con destino al Museo Napoleón y reintegrado en 1815, se incorporó en 1827 al Museo del Prado.[3]

El hecho conmemorado es la recuperación en la Jornada del Brasil de 1625 de la plaza de Salvador de Bahía de Todos los Santos, que los holandeses habían tomado un año antes, por una flota hispano-portuguesa formada por cincuenta y dos barcos y doce mil hombres al mando de Fadrique de Toledo. La noticia de la victoria fue recibida en la península con numerosas muestras de alegría y a ella dedicó Lope de Vega una obra teatral estrenada en noviembre del mismo año con el título El Brasil restituido, en la que se inspiró el pintor dominico.[2]

Descripción de la obra

Para los mentores del programa decorativo del Salón de Reinos, la recuperación de Bahía por un ejército conjunto castellano y portugués ejemplificaba como ninguna otra de las victorias allí representadas los beneficios que cabía esperar del proyecto de Unión de Armas presentado por el conde-duque de Olivares. Cuando los desprevenidos habitantes de Bahía, expulsados de la ciudad por los holandeses, lo daban todo por perdido, escribió Juan Antonio de Vera y Zúñiga en su biografía del conde-duque, «para confusión suya les dio Dios la gran mano de Felipe IV y la ardiente solicitud del Conde de Olivares», demostrando «que tales peligros con ninguna otra cosa se previenen que con vivir unidos y armados; de lo qual nace la plaza segura».[4]​ Como símbolo de los beneficios que al conjunto de los territorios de la monarquía podía reportar la Unión de Armas al tiempo que de la magnanimidad del monarca, era este el único cuadro de la serie de batallas en el que hacían acto de presencia el rey y el conde-duque, bien que su presencia fuese figurada y no real, en el tapiz que en el plano medio muestra don Fadrique a los derrotados holandeses.[5]​ Lo representado, que no responde a ningún hecho realmente ocurrido, ilustra uno de los momentos culminantes de El Brasil restituido de Lope de Vega: el momento en que la guarnición holandesa presenta sus condiciones para la capitulación que don Fadrique rechaza pues, dice, no se le ha enviado a concederles mercedes sino a castigar su insolencia, aunque inmediatamente después, terminando el tercer acto, ante un retrato del rey y en su nombre les otorga un generoso perdón, que hará posible su repatriación en dignas condiciones :

Mas porque conozco el pecho
de aquel divino monarca
que, cuando es juez severo,
sabrá ser padre piadoso,
reconociendo su imperio
desde aquí le quiero hablar,
y porque en mi tienda tengo
su retrato, mientras le hablo
pon la rodilla en el suelo.

Descúbrese el retrato de S. M. Felipe IV, que Dios guarde.

Magno Felipe, esta gente
pide perdón de sus yerros;
¿quiere Vuestra Majestad
que esta vez los perdonemos?
Parece que dijo sí.

Ciérrase

Pues el perdón os concedo.[6]

En el tapiz que muestra don Fadrique a los soldados holandeses arrodillados acompañan al rey, coronándolo de laurel, la diosa Minerva y el conde-duque de Olivares, con la espada de la justicia y el olivo de la paz y de la misericordia, mas también de su nombre, otorgando así al valido un protagonismo destacado en las victorias y los anhelos de paz, corroborado en la radiografía en la que se aprecia que las figuras de Olivares y de Minerva las pintó Maíno originalmente de menor tamaño que la de Felipe IV.[7]​ El rey, vestido de media coraza con el bastón de mando y la palma de la victoria que le entrega la diosa de la guerra, se alza sobre la figura de un hombre semidesnudo que muerde furioso una cruz rota, imagen alegórica de la Herejía derrotada por el monarca al arrebatar Salvador de Bahía a los herejes holandeses.[7]​ A los pies de Olivares otras dos figuras alegóricas, según la Iconología de Cesare Ripa, representan el Furor con las manos atadas a la espalda, como derrotado por la Razón, y el Fraude o la Hipocresía, como figura femenina con doble cara, las manos invertidas y en ellas una rama de olivo como emblema de la paz que ofrece engañosamente, solo para apuñalar por la espalda con la daga que esconde en la otra mano, imagen, quizá, del maquiavelismo repudiado por Olivares.[8][9]​ Sobre el dosel, en una cartela que sostienen dos angelotes, la inscripción latina «sed dextera tva» tomada del Salmo 43,4 de la Vulgata,[10]​ otorga la victoria a la intervención divina. El fraile dominico colocaba en último extremo la victoria en manos de Dios de una forma no muy distinta a como lo hacía el propio conde-duque de Olivares en carta al conde de Gondomar, embajador de España en Londres, tratando de la victoria en Breda y de los avances en Bahía: «¡Ánimo, señor mío!, Dios es español y lucha por nuestra nación estos días»,[11]​ apreciación que pudo completar cinco días más tarde, al llegar las noticias de la captura de Bahía:

La victoria de Brasil no es menos buena que la de Breda (...) Recobróse el día de San Felipe y Santiago, y aunque a los principios hubo sangre de todas partes y murieron algunos soldados particulares de los nuestros, pero después se rindieron los enemigos a la clemencia del general, salvaron las vidas, y mejoraron nuestra reputación, que el perdonar a los rendidos gloria es de las armas de S.M.; y querrá Dios que la clemencia obre en nuestro favor más que el cuchillo. Sucesos son estos en que se conoce que Dios asiste a su causa, y como los fines de S.M. se enderezan a solo defenderla sin otra pretensión humana, y los ministros en lo que nos toca concurrimos a su imitación, podemos esperar que en todas partes nos ha de favorecer y prosperar esta monarquía.[12]

Uno de esos soldados que vertieron su sangre en el mes escaso que duró el asedio es lo que eligió representar Maíno en el primer término como demostración de los dramáticos efectos de la guerra. Un arcabucero herido en el pecho, con la cabeza reposada en el regazo de un compañero, centra la atención de un grupo de mujeres que lo atienden solícitas en presencia de varias figuras masculinas que comentan el suceso apuntando con sus índices al soldado caído. Maíno pudo servirse aquí nuevamente de unos versos de Lope para concebir la escena:

¡Oh duro, sangriento Marte!
¡Ay Musas, entristeceos,
porque a don Rodrigo Ramírez
le pasa una bala el pecho!
Notable ha sido la herida,
pero no querrán los cielos
que muera, aunque su valor
viviera en la fama eterna.[13]

Pero los modelos iconográficos son cristianos, como advirtió Julián Gállego, que supo ver en el grupo del soldado herido y la mujer que lo cura un recuerdo del motivo muy común en el barroco de san Sebastián curado por santa Irene, y en la mujer sentada con el pequeño en los brazos una imagen de la Caridad cristiana, para significar la victoria de la Caridad sobre la Guerra,[14]​ o, de nuevo, según la interpretación de Jonathan Brown y John Elliott, como una demostración de lo que cabía esperar de esa «comunión de espíritus» que era la Unión de Armas a la que aspiraba Olivares, representada en la mujer, portuguesa, que atiende al soldado español que ha derramado su sangre con el fin de recuperar Bahía para los fugitivos portugueses, que pueden ahora retornar a ella confiados.[15]

Referencias

  1. Ruiz Gómez (2009), p. 180.
  2. Úbeda de los Cobos (2005), p. 122.
  3. «La recuperación de Bahía de Todos los Santos». Galería online. Museo del Prado. Consultado el 9 de septiembre de 2015. 
  4. Citado en Brown y Elliott (1981), p. 179.
  5. Brown y Elliott (1981), p. 179.
  6. Citado en Ruiz Gómez (2009), p. 190, y antes por Pedro Beroqui.
  7. Ruiz Gómez (2009), p. 190.
  8. Ruiz Gómez (2009), p. 191.
  9. Brown y Elliott (1981), p. 198.
  10. «Neque enim gladio suo occupaverunt terram, nec brachium eorum salvavit eos, sed dextera tua et brachium tuum, Domine, quoniam salvavit eos» (Pues no conquistaron con su espada el país, ni su brazo los hizo vencedores; mas lo hicieron tu diestra y tu brazo, y la luz de tu rostro, porque los amabas).
  11. Citado en Ruiz Gómez (2009), p. 192.
  12. Citado en Brown y Elliott (1981), p. 200.
  13. Citado en Ruiz Gómez (2009), p. 189.
  14. Gállego (1984), p. 242. En ese orden, también Gállego y Brown, p. 197, agregan la figura de la mujer que camina con un hato de ropa como imagen de una de las obras de misericordia: vestir al desnudo.
  15. Brown y Elliott (1981), p. 197.

Bibliografía

Enlaces externos


  •   Datos: Q9067298

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La recuperacion de Bahia de Todos los Santos es un oleo de Juan Bautista Maino 1580 1649 pintado entre 1634 y 1635 con destino al Salon de Reinos del Palacio del Buen Retiro conservado en el Museo del Prado La recuperacion de Bahia de Todos los SantosAno1634 1635AutorJuan Bautista MainoTecnicaoleo sobre lienzoEstiloBarrocoTamano309 cm 381 cmLocalizacionMuseo del Prado Madrid Espana Espana editar datos en Wikidata El cuadro le fue encargado al pintor a finales de 1634 y lo entrego acabado el 16 de junio de 1635 cuando cobro por el los doscientos ducados en que fue tasado Con otros once cuadros de distintas manos formaba una serie de batallas destinada a conmemorar las victorias de las armas espanolas en los primeros momentos de la Guerra de los Treinta Anos conforme a un proyecto del conde duque de Olivares puesto en ejecucion por el protonotario de Aragon Jeronimo de Villanueva 1 Aparece citado en 1701 en la testamentaria de Carlos II en el palacio del Buen Retiro como la toma del Brasil por Don Fadrique toledo de mano de Vn Religioso dominico flamenco tasado en Ziento y Veinte doblones 2 Llevado a Paris tras la ocupacion francesa con destino al Museo Napoleon y reintegrado en 1815 se incorporo en 1827 al Museo del Prado 3 El hecho conmemorado es la recuperacion en la Jornada del Brasil de 1625 de la plaza de Salvador de Bahia de Todos los Santos que los holandeses habian tomado un ano antes por una flota hispano portuguesa formada por cincuenta y dos barcos y doce mil hombres al mando de Fadrique de Toledo La noticia de la victoria fue recibida en la peninsula con numerosas muestras de alegria y a ella dedico Lope de Vega una obra teatral estrenada en noviembre del mismo ano con el titulo El Brasil restituido en la que se inspiro el pintor dominico 2 Indice 1 Descripcion de la obra 2 Referencias 3 Bibliografia 4 Enlaces externosDescripcion de la obra EditarPara los mentores del programa decorativo del Salon de Reinos la recuperacion de Bahia por un ejercito conjunto castellano y portugues ejemplificaba como ninguna otra de las victorias alli representadas los beneficios que cabia esperar del proyecto de Union de Armas presentado por el conde duque de Olivares Cuando los desprevenidos habitantes de Bahia expulsados de la ciudad por los holandeses lo daban todo por perdido escribio Juan Antonio de Vera y Zuniga en su biografia del conde duque para confusion suya les dio Dios la gran mano de Felipe IV y la ardiente solicitud del Conde de Olivares demostrando que tales peligros con ninguna otra cosa se previenen que con vivir unidos y armados de lo qual nace la plaza segura 4 Como simbolo de los beneficios que al conjunto de los territorios de la monarquia podia reportar la Union de Armas al tiempo que de la magnanimidad del monarca era este el unico cuadro de la serie de batallas en el que hacian acto de presencia el rey y el conde duque bien que su presencia fuese figurada y no real en el tapiz que en el plano medio muestra don Fadrique a los derrotados holandeses 5 Lo representado que no responde a ningun hecho realmente ocurrido ilustra uno de los momentos culminantes de El Brasil restituido de Lope de Vega el momento en que la guarnicion holandesa presenta sus condiciones para la capitulacion que don Fadrique rechaza pues dice no se le ha enviado a concederles mercedes sino a castigar su insolencia aunque inmediatamente despues terminando el tercer acto ante un retrato del rey y en su nombre les otorga un generoso perdon que hara posible su repatriacion en dignas condiciones Mas porque conozco el pecho de aquel divino monarca que cuando es juez severo sabra ser padre piadoso reconociendo su imperio desde aqui le quiero hablar y porque en mi tienda tengo su retrato mientras le hablo pon la rodilla en el suelo Descubrese el retrato de S M Felipe IV que Dios guarde Magno Felipe esta gente pide perdon de sus yerros quiere Vuestra Majestad que esta vez los perdonemos Parece que dijo si Cierrase Pues el perdon os concedo 6 En el tapiz que muestra don Fadrique a los soldados holandeses arrodillados acompanan al rey coronandolo de laurel la diosa Minerva y el conde duque de Olivares con la espada de la justicia y el olivo de la paz y de la misericordia mas tambien de su nombre otorgando asi al valido un protagonismo destacado en las victorias y los anhelos de paz corroborado en la radiografia en la que se aprecia que las figuras de Olivares y de Minerva las pinto Maino originalmente de menor tamano que la de Felipe IV 7 El rey vestido de media coraza con el baston de mando y la palma de la victoria que le entrega la diosa de la guerra se alza sobre la figura de un hombre semidesnudo que muerde furioso una cruz rota imagen alegorica de la Herejia derrotada por el monarca al arrebatar Salvador de Bahia a los herejes holandeses 7 A los pies de Olivares otras dos figuras alegoricas segun la Iconologia de Cesare Ripa representan el Furor con las manos atadas a la espalda como derrotado por la Razon y el Fraude o la Hipocresia como figura femenina con doble cara las manos invertidas y en ellas una rama de olivo como emblema de la paz que ofrece enganosamente solo para apunalar por la espalda con la daga que esconde en la otra mano imagen quiza del maquiavelismo repudiado por Olivares 8 9 Sobre el dosel en una cartela que sostienen dos angelotes la inscripcion latina sed dextera tva tomada del Salmo 43 4 de la Vulgata 10 otorga la victoria a la intervencion divina El fraile dominico colocaba en ultimo extremo la victoria en manos de Dios de una forma no muy distinta a como lo hacia el propio conde duque de Olivares en carta al conde de Gondomar embajador de Espana en Londres tratando de la victoria en Breda y de los avances en Bahia Animo senor mio Dios es espanol y lucha por nuestra nacion estos dias 11 apreciacion que pudo completar cinco dias mas tarde al llegar las noticias de la captura de Bahia La victoria de Brasil no es menos buena que la de Breda Recobrose el dia de San Felipe y Santiago y aunque a los principios hubo sangre de todas partes y murieron algunos soldados particulares de los nuestros pero despues se rindieron los enemigos a la clemencia del general salvaron las vidas y mejoraron nuestra reputacion que el perdonar a los rendidos gloria es de las armas de S M y querra Dios que la clemencia obre en nuestro favor mas que el cuchillo Sucesos son estos en que se conoce que Dios asiste a su causa y como los fines de S M se enderezan a solo defenderla sin otra pretension humana y los ministros en lo que nos toca concurrimos a su imitacion podemos esperar que en todas partes nos ha de favorecer y prosperar esta monarquia 12 Uno de esos soldados que vertieron su sangre en el mes escaso que duro el asedio es lo que eligio representar Maino en el primer termino como demostracion de los dramaticos efectos de la guerra Un arcabucero herido en el pecho con la cabeza reposada en el regazo de un companero centra la atencion de un grupo de mujeres que lo atienden solicitas en presencia de varias figuras masculinas que comentan el suceso apuntando con sus indices al soldado caido Maino pudo servirse aqui nuevamente de unos versos de Lope para concebir la escena Oh duro sangriento Marte Ay Musas entristeceos porque a don Rodrigo Ramirez le pasa una bala el pecho Notable ha sido la herida pero no querran los cielos que muera aunque su valor viviera en la fama eterna 13 Pero los modelos iconograficos son cristianos como advirtio Julian Gallego que supo ver en el grupo del soldado herido y la mujer que lo cura un recuerdo del motivo muy comun en el barroco de san Sebastian curado por santa Irene y en la mujer sentada con el pequeno en los brazos una imagen de la Caridad cristiana para significar la victoria de la Caridad sobre la Guerra 14 o de nuevo segun la interpretacion de Jonathan Brown y John Elliott como una demostracion de lo que cabia esperar de esa comunion de espiritus que era la Union de Armas a la que aspiraba Olivares representada en la mujer portuguesa que atiende al soldado espanol que ha derramado su sangre con el fin de recuperar Bahia para los fugitivos portugueses que pueden ahora retornar a ella confiados 15 Referencias Editar Ruiz Gomez 2009 p 180 a b Ubeda de los Cobos 2005 p 122 La recuperacion de Bahia de Todos los Santos Galeria online Museo del Prado Consultado el 9 de septiembre de 2015 Citado en Brown y Elliott 1981 p 179 Brown y Elliott 1981 p 179 Citado en Ruiz Gomez 2009 p 190 y antes por Pedro Beroqui a b Ruiz Gomez 2009 p 190 Ruiz Gomez 2009 p 191 Brown y Elliott 1981 p 198 Neque enim gladio suo occupaverunt terram nec brachium eorum salvavit eos sed dextera tua et brachium tuum Domine quoniam salvavit eos Pues no conquistaron con su espada el pais ni su brazo los hizo vencedores mas lo hicieron tu diestra y tu brazo y la luz de tu rostro porque los amabas Citado en Ruiz Gomez 2009 p 192 Citado en Brown y Elliott 1981 p 200 Citado en Ruiz Gomez 2009 p 189 Gallego 1984 p 242 En ese orden tambien Gallego y Brown p 197 agregan la figura de la mujer que camina con un hato de ropa como imagen de una de las obras de misericordia vestir al desnudo Brown y Elliott 1981 p 197 Bibliografia EditarBrown Jonathan Elliott J H 1981 Un palacio para el rey El Buen Retiro y la corte de Felipe IV Madrid Alianza Editorial ISBN 84 292 5111 1 Gallego Julian 1984 Vision y simbolos en la pintura espanola del Siglo de Oro Madrid Catedra ISBN 84 376 0461 3 Ruiz Gomez Leticia ed 2009 Juan Bautista Maino 1581 1649 Catalgo de la exposicion Madrid Museo Nacional del Prado ISBN 978 84 8480 190 0 Ubeda de los Cobos Andres ed 2005 El Palacio del Rey Planeta Felipe IV y el Buen Retiro Catalgo de la exposicion Madrid Museo Nacional del Prado ISBN 978 84 8480 081 1 Enlaces externos EditarFicha en la pagina web del Museo del Prado Datos Q9067298Obtenido de https es wikipedia org w index php title La recuperacion de Bahia de Todos los Santos amp oldid 126965484, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, 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