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Proyecto Cloud

El proyecto CLOUD es un proyecto en el que intervienen científicos de 17 instituciones, e intentará verificar la hipótesis de que la actividad de los rayos cósmicos sobre la atmósfera terrestre, regulada por variaciones en el flujo del viento solar, podría ejercer una importante influencia sobre la formación de nubes, de forma experimental.

Los cambios en el clima de la Tierra ocurridos durante los últimos años han hecho que tanto la comunidad científica como la opinión pública estén inmersos en un acalorado debate sobre el calentamiento global de la atmósfera y la influencia que el hombre puede ejercer sobre el clima.

Debido a la gran importancia de la cuestión, cuyos problemas derivados dejarían sentir sus efectos en la práctica totalidad de los habitantes del planeta y de la que se podrían derivar medidas correctoras que alterarían notablemente los sistemas productivos industriales existentes así como la vida cotidiana de los ciudadanos de los países industrializados (e incluso las posibilidades de desarrollo de los países en vías de alcanzarlo), asistimos a una discusión que traspasa el ámbito académico y en el que las presiones políticas e intereses económicos cobran una importancia capital.

La dificultad de los estudios climáticos globales, en los que hasta poco tiempo se carecía de la capacidad para abordarlos con un margen de confianza necesario, ha añadido elementos a la polémica. Por un lado, es solo desde 1990 cuando los avances tecnológicos han comenzado a suministrar las herramientas de observación necesarias para recoger la compleja mezcla de datos y los sistemas informáticos precisos para el tratamiento que sus análisis requieren. Por otro, la falta de unicidad en las conclusiones que los diferentes estudios parciales pueden arrojar es fuente continua de posicionamientos en pro y en contra de las hipótesis que señalan a la influencia humana como responsable principal del problema, cuyo máximo exponente son las oscilaciones y correcciones en las previsiones referentes a incrementos de temperatura previstos para los próximos años, o incluso en las variaciones producidas en el pasado.

La cuestión ha alcanzado un punto en el que incluso se ha llegado a insinuar que en determinados casos se han favorecido estudios en uno u otro sentido (lo cual no quiere decir, por supuesto, que se falseen datos, sino que aquellos trabajos cuyas conclusiones coinciden con algunos posicionamientos pueden verse posteriormente beneficiados frente a otros a la hora de recibir fondos suplementarios o una mayor difusión).

No obstante, con toda seguridad la fuente última de las discrepancias radica en el hecho de que estamos comenzando a entender los complejos sistemas que intervienen en la regulación climática de la Tierra, en la que intervienen múltiples factores y complicados mecanismos de retroalimentación.

Con todo, parece existir un consenso general respecto al hecho de que asistimos a un lento y paulatino calentamiento global. Por término medio se barajan cifras entre los 0,4 y los 0,8 ºC durante el último siglo XX (según se expuso en la conferencia de presentación con motivo de la Sexta Conferencia de las Partes para el Grupo de Trabajo sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas, el 13 de noviembre de 2000, realizada por Robert T. Watson, quien ocupa la presidencia del Grupo de Expertos sobre Cambio Climático, IPCC).

Si ampliamos los datos hasta el siglo pasado, diversos estudios suelen coincidir en que entre 1860 y 1992 se produjo un incremento global medio de unos 0,6 ºC

Ver: Intergovernmental Panel on Climate Change, IPCC. Climate change 1995: the science of climate change, eds. J. T. Houghton et al., WMO and UNEP, Cambridge University Press, Cambridge, (1996).

Pero quizá el hecho que ha disparado las alarmas es que a pesar de que ha habido también periodos con estancamientos y ligeros descensos en la temperatura (por ejemplo entre 1945 y 1970), durante los últimos 20 años asistimos a un aumento más acusado de la temperatura global media tomada en superficie.

CO2 y los gases de efecto invernadero

El papel que las diferentes actividades humanas juegan en este incremento ha sido y continúa siendo objeto de un intenso debate. Conocida la capacidad que tanto el CO2 como otros gases pueden tener para provocar el llamado efecto invernadero, parece lógico pensar que las grandes cantidades de estos gases vertidas a la atmósfera ejerciesen una lenta pero paulatina influencia.

La atmósfera es bastante transparente a la radiaciones solares de onda corta, que inciden sobre la superficie terrestre y provoca un calentamiento de la misma, en parte devuelto como radiación infrarroja emitida hacia la atmósfera. Pero algunos de los gases que ésta contiene, como el dióxido de carbono, el metano o el óxido nitroso, pueden funcionar como una pantalla reflectante que impide que parte de la radiación infrarroja escape al espacio. A mayor proporción de dichos gases, más intenso es el fenómeno.

En este sentido, la mayoría de la comunidad científica coincide en que la emisión de gases de efecto invernadero así como otras partículas fruto principalmente de procesos actividades humanas como industria, transporte, y calefacción, junto con la deforestación global producida, tienen buena parte de culpa en el proceso global. El incremento en la cantidad de CO2 de la atmósfera ha pasado de las 290 partes por millón en 1900 a 315 ppm en 1960 y 370 ppm en el año 2000.

Esta es la posición que podríamos catalogar como actualmente "dominante" a la hora de buscar responsabilidades y es respaldada, entre otras instituciones, por el IPCC (Grupo de Expertos o "Panel" Intergubernamental para el Cambio Climático) de las Naciones Unidas. Sin embargo, no es la única corriente de pensamiento en torno al problema.

La influencia solar: los ciclos solares

Desde el siglo XIX los científicos han considerado la posible existencia de variaciones en la energía emitida por el Sol como un factor que podría ser determinante en las oscilaciones climáticas de la Tierra. Recientemente varios trabajos han puesto de manifiesto una relación entre la variabilidad del ciclo de manchas solares y años más o menos cálidos.

En 1991 E. Friis-Christensen y K. Lassen observaron que podía existir una correlación entre la longitud de los ciclos solares, con una longitud media de aproximadamente 11 años pero con duraciones que oscilan entre los 7 y 17 años (otros estudios arrojan variaciones comprendidas entre los 9 y 14 años en función del periodo analizado), y etapas con una mayor actividad solar. En una gráfica que compara los datos recogidos en el informe del IPCC de 1995 sobre la variación de la temperatura media sobre la tierra en el hemisferio norte recogidos desde 1861 a 1989 con la longitud de los ciclos se ve que a los ciclos más cortos se corresponden con periodos más cálidos.

Ver: E. Friis-Christensen and K.Lassen, Length of the solar cycle: an indicator of solar activity closely associated with climate, Science 254, (1991), 698.

La gráfica basada en el trabajo de E. Friis-Christensen and K.Lassen muestra conjuntamente las variaciones en la longitud de los ciclos de manchas solares (tomando los valores máximos como marcadores) y los datos de anomalías en la temperatura del hemisferio norte a partir de datos del IPCC.

(Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC), Climate change 1995:the science of climate change, eds. J. T. Houghton et al., WMO and UNEP, Cambridge University Press, Cambridge - 1996).

Además, la hipótesis de la emisión de gases de efecto invernadero como responsable único del calentamiento global va en contra de lo que parece deducirse de algunos datos experimentales. Así, en la gráfica de variación de temperaturas medias puede verse que se ha producido un mantenimiento en la temperatura global entre 1945 y 1970, con etapas en las que incluso descendió ligeramente, algo que no concuerda con el incremento de emisiones producido durante esos años.

Por otro lado, en los datos recogidos por diferentes satélites (ACRIM I y II, Nimbus 7 y ERBS) se ha observado que la denominada "Constante Solar", una magnitud utilizada para representar la emisión de energía por parte del Sol, es en realidad una variable que en los dos últimos ciclos solares ha oscilado un 0,1 por ciento.

Ver: C.Fröhlich and J.Lean, Pro. IAU Symposium 185, ed.F. L. Deubner, Kyoto. (1997).

Respecto a este último dato, la posición actual del IPCC considera que cifras de variación tan reducidas provocarían cambios climáticos que no pueden compararse con los ocasionados por la emisión de gases de efecto invernadero, por lo que su papel se vería muy reducido en comparación con los efectos de estos últimos. Sin embargo, las apreciaciones del IPCC en este último punto no son aceptadas por todos. Se esgrimen dos razones principales para ello.

  1. La primera es que los datos de satélite solo recogen la variabilidad de los dos últimos ciclos solares, ignorando qué ha ocurrido en periodos anteriores. La variabilidad del 0,1 por ciento podría haber sido mayor.
  2. La segunda indica que el valor del 0,1 por ciento representa la oscilación de la amplitud absoluta en la variación de la constante solar en una gráfica corregida ("suavizada" con los valores medios de tres ciclos de rotación solar de 27 días; por tanto cada punto de la misma representa la media de las observaciones realizadas durante 81 días) que no tiene en cuenta los grandes cambios entre los valores máximos y mínimos consecutivos que se producen en los datos recogidos, debidos a la rotación solar de las manchas solares. Si se tomaran en cuenta, el rango de variación aumentaría a un 0,22 por ciento, lo cual sí podría ser significativo y representar por sí solo un incremento de hasta 0,3 ºC según determinados autores.

Actualmente, científicos del NCAR (National Center for Atmospheric Research, o Centro Nacional para la Investigación Atmosférica de Estados Unidos) trabajan en observaciones más detalladas sobre las variaciones en la emisión de energía por parte del Sol, y consideran que aunque reducida, la oscilación puede ser suficiente como para ocasionar cambios medibles en el clima. De hecho, la simulación realizada por el Modelo de Sistema Climático del NCAR coincide en establecer un paralelismo entre el pequeño enfriamiento global producido entre 1945 y 1970 respecto a la relativa baja actividad solar de ese periodo, aunque estima que la influencia solar podría representar solo una tercera parte del calentamiento global desde principios de siglo.

Así pues, cada vez más grupos de científicos parecen coincidir en que pequeñas variaciones en la actividad solar, las cuales hemos comenzado a medir con exactitud durante los últimos 20 años, pueden tener su reflejo en el clima terrestre.

De los datos recogidos parece deducirse que los periodos con una menor actividad solar, reconocibles entre otros parámetros por una menor cantidad de manchas solares (cuyos registros más o menos fiables abarcan los últimos 200 años, aunque hay observaciones aún más antiguas que se remontan al periodo inmediatamente posterior al descubrimiento del telescopio, durante principios del siglo XVII), favorecen pequeños enfriamientos relativos en el clima terrestre. Así, durante el periodo comprendido entre 1645 y 1715, conocido como la Pequeña Edad de Hielo, y en el que no existieron apenas manchas solares, hay numerosos registros que indican que se trató de una época de bajas temperaturas y un clima riguroso.

No obstante, los mecanismos de actuación de este factor sobre el clima terrestre pueden no ser todo lo "directos" que podría parecer y el mecanismo causante podría ser más complejo de lo que en un principio podría suponerse.

El viento solar

En 1951 Ludwig Biermann propuso la existencia de una "radiación solar corpuscular" para explicar el hecho de la existencia de las grandes y largas colas de los cometas, cuya orientación es siempre contraria a la posición del Sol, tanto cuando se acercan como cuando se alejan de este (tal y como observó Cuno Hoffmeister en 1943), y cuyo tamaño no se explica por la diferencia de velocidades que podría existir entre las partículas emitidas en el supuesto vacío espacial y el núcleo del cometa.

Años más tarde, en 1958, Eugene N. Parker propuso la existencia de dicha radiación solar corpuscular como parte de una explicación teórica sobre el equilibrio en la estructura de la corona solar, denominándolo "viento solar". En 1960 el soviético K. I. Gringauz pudo comprobar esta teoría gracias a los datos de la sonda soviéticas Luna 2, dato que fue corroborado más tarde por Herbert Bridge y Bruno Rossi gracias a las observaciones de los instrumentos a bordo de la sonda Explorer 10, de la NASA. Cuando en 1962 la NASA lanzó la nave Mariner II con destino a Venus, pudo no solo verificarse de nuevo su existencia, sino que se vio que el viento solar no era uniforme, existiendo corrientes más intensas que se repetían con una periodicidad de unos 27 días, lo que al coincidir con el periodo de rotación solar, sugería que las fuentes giraban con él. (Realmente la velocidad de rotación del Sol no es igual en todas sus latitudes y mientras la parte central complete una vuelta cada 27 días, en los polos el giro tarda alrededor de 31, aproximadamente).

Hoy sabemos que el viento solar se trata de un flujo constante de partículas cargadas eléctricamente emitido por el Sol a grandes velocidades (alrededor de 400 km/s, con una variación normal entre los 200 y 800 km/s, aunque pueden registrarse valores mayores), formado principalmente por iones de hidrógeno (o protones, en una proporción de aproximadamente el 96% respecto del total), de helio (o partículas alfa, en aproximadamente un 4%), trazas de otros iones más pesados (oxígeno, carbono, etc) y electrones.

En realidad se trata de la corona solar expandiéndose en el espacio y, por ello, su densidad varía en relación a la distancia del Sol. Ejercen además una acción directa en la configuración de la ionosfera terrestre, cuya interacción provoca a su vez que su densidad varíe en función del campo magnético de la Tierra. A la altura de su órbita es de aproximadamente 6 partículas por cm³ (centímetro cúbico) con oscilaciones que normalmente varían entre los 3 y los 10 partículas por cm³, pero las diferentes zonas de la magnetosfera ofrecen mediciones que descienden a 1 partícula por cm³ en la parte más exterior de la misma, y valores inferiores a las 0,5 partículas por cm³ en zonas de los denominados lóbulos de la cola.

Sin embargo el Sol no es la única fuente de las partículas energéticas que inciden sobre la tierra.

Los rayos cósmicos y la atmósfera terrestre

La existencia de una fuente de ionización que afectaba a los electroscopios (detectores utilizados para medir diferencias de potencial) era un misterio para los científicos de finales del siglo XIX. En un principio se pensó que la fuente estaba en algún mineral de la corteza terrestre. Gracias a diversos experimentos, especialmente los realizados en 1910 por el suizo Albert Gockel y los efectuados por el físico austriaco (más tarde nacionalizado estadounidense) Victor Franz Hess entre 1911 y 1912, se pudo comprobar que el nivel de la ionización atmosférica, provocada por reacciones de alta energía del cual era responsable un agente desconocido, crecía con la altitud. Dichos experimentos se vieron continuados y confirmados por Robert A. Millikan quien introdujo el término "Rayos Cósmicos". Posteriormente Walther Bothe y Dr. Werner Kolhörster, establecieron que dichos rayos cósmicos eran en realidad partículas cargadas.

Hoy se sabe que los rayos cósmicos, de forma parecida al viento solar, son principalmente iones de hidrógeno (es decir, protones, que representan un 80-85% del total), de helio (o partículas alfa, aproximadamente el 12% del total), en menor medida de carbono, oxígeno y una proporción mucho menor de iones de hierro y otros elementos más pesados (representando todos ellos aproximadamente entre un 1% y un 5% del total), además de un 2% de electrones y positrones (en una proporción de 5:1). Una pequeña porción (aproximadamente el 0,1%) son rayos gamma.

No obstante, estas partículas se mueven a grandes velocidades, cercanas a la velocidad de la luz. Su rango de energías varía entre 10+9 eV (10 elevado a 9 electronvoltios) y 10+20 eV, y su origen, al menos en aquellas con una energía de hasta 10+16 eV, está en las ondas de choque generadas en la explosión de estrellas supernovas. (El origen de los rayos cósmicos de muy alta energía, superior a los 10+19 eV, está aún sin determinar). Por otra parte, el Sol emite en las grandes erupciones solares partículas energéticas que podrían considerarse como rayos cósmicos, aunque debido a su baja energía (generalmente por debajo de 10+9 eV o 1 GeV, aunque a veces pueden alcanzar valores en torno a los 10 GeV) en comparación con los anteriores, se agrupan en una categoría diferente: las llamadas Partículas Energéticas Solares (Solar Energetic Particles o SEPs).

En 1997 Henrik Svensmark and E. Friis-Christensen descubrieron una correlación entre la intensidad de los rayos cósmicos que inciden sobre la Tierra y su cubierta nubosa global. Observaron que en los periodos en los que se registraban mayores intensidades de rayos cósmicos aumentaba globalmente la capa nubosa.

Ver: Svensmark, H. & Friis-Christensen, E.: Variation of cosmic ray flux and global cloud coverage - a missing link in solar climate relationships. J. Atm. Sol. Terr. Phys. 59 (1997), 1225.

De acuerdo con estudios recientes efectuados por investigadores del Instituto de Investigaciones Espaciales Danés, en Copenhague, la causa principal en las oscilaciones del número de rayos cósmicos recibidos en la Tierra se debería a las variaciones en el flujo de viento solar emitido, ya que este actúa como un escudo protector frente a los primeros. En los periodos con una emisión más intensa de viento solar, que coinciden con un mayor número de manchas solares, se produce un aumento en la densidad de partículas por cm³ de aquel, y por tanto aumenta la posibilidad de colisiones entre estas y los rayos cósmicos, obstaculizando su llegada a la Tierra.

La incidencia de los rayos cósmicos en la atmósfera terrestre provoca fenómenos de ionización por colisión ("rotura" de moléculas y/o pérdida o ganancia de uno o más electrones). Esta es más intensa en las zonas superiores de la atmósfera y disminuye a medida que descendemos en la misma. Estaría también relacionada con la producción de aerosoles (partículas de entre 0,001 y 1 micra de diámetro de líquidos o sólidos que por su pequeño tamaño están suspendidos en el aire entre los cuales se incluyen polvo, sal marina, hollín y restos procedentes de la combustión de materia orgánica, sulfatos, nitratos, etc) y/o su crecimiento. Se piensa también que los rayos cósmicos influirían en la formación de micro partículas de hielo en las nubes altas.

Los aerosoles actuarían a su vez como núcleos de condensación de nubes, a modo de "siembra" que permitiría su formación (la microfísica de nubes indica que es necesaria la presencia de pequeñas partículas de tamaño micrométrico con gran afinidad por el agua para que se produzca su formación en condiciones atmosféricas, cuyo papel sería actuar como núcleos de condensación en lo que se ha dado a conocer como nucleación heterogénea).

Una comparación de las gráficas sobre variaciones globales absolutas en la absorción del infrarrojo (con longitudes de onda entre 10 y 12 micrómetros) de la cobertura de nubes tomadas de los datos del Proyecto Internacional de Observaciones por Satélite sobre el Clima y las Nubes (International Satellite Cloud Climate Project, ISCCP) y la variación en el flujo de rayos cósmicos muestran una correlación bastante significativa entre la intensidad de estos y la frecuencia de nubes bajas (cuya altitud es inferior a los 3.200 metros).

Ver: N.Marsh and H.Svensmark, Low cloud properties influenced by solar activity, enviado a Geophys. Res. Lett. (2000)

Los mapas de correlaciones globales entre el flujo de rayos cósmicos y la frecuencia de nubes o cobertura, y la temperatura en la zona superior de la capa nubosa ambos referentes a nubes bajas, resentan valores medios de las zonas con un coeficiente de correlación sobre 0,6 son del 14,2% para el primer caso y del 29,6% en el segundo. En este último, sorprendentemente puede observarse que la correlación es más intensa en las zonas cercanas al ecuador magnético terrestre, en donde los efectos de la modulación de los rayos cósmicos por el viento solar deberían ser algo menores que en latitudes magnéticas altas. La probabilidad calculada de obtener un coeficiente de correlación mayor o igual de 0,6 de forma aleatoria en uno de los píxeles de la gráfica es del 0,01%.

El efecto de la capa nubosa sobre el balance de radiación recibida/emitida por la Tierra varía en función del tipo de nube. Así, aquellas de pequeño grosor situadas a altitudes medias y altas favorecen el calentamiento global ya que son relativamente transparentes a las longitudes cortas de onda (energía recibida) pero opacas para longitudes de ondas infrarrojas (energía irradiada por la Tierra debido al calentamiento de su superficie). Sin embargo, si se analiza el papel desempeñado por aquellas de mayor grosor o en las situadas en las capas bajas de la atmósfera (estimadas en su conjunto) se ve que respecto al balance energético predomina el efecto de reflexión de las radiaciones recibidas (albedo) frente a la energía que impiden se irradie al espacio.

Como el incremento en los rayos cósmicos, modulado por disminuciones en la actividad solar, estaría asociado a incrementos en la formación de nubes bajas, ello favorecería un enfriamiento relativo de las temperaturas en superficie, y viceversa.

El proyecto CLOUD.

Para estudiar en detalle el mecanismo antes descrito, científicos de 17 instituciones y universidades internacionales han propuesto el proyecto CLOUD (Cosmics Leaving OUtdoor Droplets):

  • University of Aarhus, Institute of Physics and Astronomy, Aarhus, Denmark
  • University of Bergen, Institute of Physics, Bergen, Norway
  • CERN, Geneva, Switzerland
  • Danish Space Research Institute, Copenhagen, Denmark
  • Finnish Meteorological Institute, Helsinki, Finland
  • University of Helsinki, Institute of Physics, Helsinki, Finland
  • University of Helsinki, Laboratory of aerosol and Environmental Physics, Helsinki, Finland
  • Ioffe Physical Technical Institute, Dept.of Fusion Technology, St.Petersburg, Russia
  • University of Kuopio, Department of Applied Physics, Kuopio, Finland
  • Lebedev Physical Institute, Solar and Cosmic Ray Research Laboratory, Moscow, Russia
  • University of Leeds, School of the Environment, Leeds, United Kingdom
  • University of Mainz, Institute for tmospheric Physics, Mainz, Germany
  • Max-Planck Institute for Nuclear Physics (MPIK), Atmospheric Physics Division, Heidelberg, Germany
  • University of Missouri-Rolla, Cloud and Aerosol Sciences Laboratory, Rolla, USA
  • University of Reading, Department of Meteorology, Reading, United Kingdom
  • Rutherford Appleton Laboratory, Space Science & Particle Physics Depts., Chilton, United Kingdom
  • University of Vienna, Institute for Experimental Physics, Vienna, Austria

Su funcionamiento se basa en la creación de una cámara especial de nubes (siendo estas mecanismos destinados a permitir la detección de los rastros de partículas cargadas tales como rayos cósmicos, conocidos también como cámaras de Wilson), diseñada para reproducir las condiciones existentes en la atmósfera (algo no conseguido hasta la fecha), en la que se analizarían los efectos de un haz de rayos cósmicos ajustable. Como fuente para el mismo se ha propuesto la utilización del Sincrotrón de Protones (Super Proton Synchrotron accelerator o SEP) que el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), aunque su utilización está actualmente pendiente de aprobación.

Metas

Las metas principales del proyecto CLOUD son:

  • Estudiar la relación entre los rayos cósmicos y la formación de grandes iones, partículas de aerosol, gotitas y cristales de hielo.
  • Comprender los mecanismos microfísicos que conectan los rayos cósmicos con los cambios en las partículas de aerosol y con las nubes.
  • Simular los efectos de los rayos cósmicos sobre las propiedades de aerosoles y nubes bajo condiciones atmosféricas.

Enlaces relacionados

  • Web del Laboratorio Europeo de Física de Partículas, CERN.
  • The sun-climate question.George C. Reid, Aeronomy Laboratory, NOAA/ERL.
  • Large Angle and Spectrometric Coronagraph Experiment (LASCO).
  • Telescopio Solar Espacial SOHO.
  • Sonda espacial Ulysses.
  • Solar-Terrestrial Physics.
  • Explicación sobre la magnetosfera. David P. Stern and Mauricio Peredo.
  • Danish Space Research Institute.
  • Proyecto CLOUD y otros trabajos sobre la posible influencia de los rayos cósmicos en la capa de nubes de la Tierra.
  • Grupo de Expertos sobre Cambio Climático, IPCC.
  • Presentación de Robert T. Watson. Chair Intergovernmental Panel on Climate Change at the Sixth Conference of Parties to the United Nations Framework Convention on Climate Change. November 13, 2000.
  • Páginas de John L. Daly. Se recogen puntos de vista contrarios a la hipótesis de calentamiento global por el efecto invernadero. (Ver especialmente las páginas de T.Landscheidt. Schroeter Institute for Research in Cycles of Solar Activity)
  • Pew Center on Climate Change.
  • University Corporation for Atmospheric Research.
  • US Global Change Research Program.
  •   Datos: Q664424

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Este articulo o seccion necesita referencias que aparezcan en una publicacion acreditada Este aviso fue puesto el 17 de abril de 2017 Este articulo o seccion sobre fisica necesita ser wikificado por favor editalo para que cumpla con las convenciones de estilo Este aviso fue puesto el 9 de enero de 2010 El proyecto CLOUD 1 es un proyecto en el que intervienen cientificos de 17 instituciones e intentara verificar la hipotesis de que la actividad de los rayos cosmicos sobre la atmosfera terrestre regulada por variaciones en el flujo del viento solar podria ejercer una importante influencia sobre la formacion de nubes de forma experimental Los cambios en el clima de la Tierra ocurridos durante los ultimos anos han hecho que tanto la comunidad cientifica como la opinion publica esten inmersos en un acalorado debate sobre el calentamiento global de la atmosfera y la influencia que el hombre puede ejercer sobre el clima Debido a la gran importancia de la cuestion cuyos problemas derivados dejarian sentir sus efectos en la practica totalidad de los habitantes del planeta y de la que se podrian derivar medidas correctoras que alterarian notablemente los sistemas productivos industriales existentes asi como la vida cotidiana de los ciudadanos de los paises industrializados e incluso las posibilidades de desarrollo de los paises en vias de alcanzarlo asistimos a una discusion que traspasa el ambito academico y en el que las presiones politicas e intereses economicos cobran una importancia capital La dificultad de los estudios climaticos globales en los que hasta poco tiempo se carecia de la capacidad para abordarlos con un margen de confianza necesario ha anadido elementos a la polemica Por un lado es solo desde 1990 cuando los avances tecnologicos han comenzado a suministrar las herramientas de observacion necesarias para recoger la compleja mezcla de datos y los sistemas informaticos precisos para el tratamiento que sus analisis requieren Por otro la falta de unicidad en las conclusiones que los diferentes estudios parciales pueden arrojar es fuente continua de posicionamientos en pro y en contra de las hipotesis que senalan a la influencia humana como responsable principal del problema cuyo maximo exponente son las oscilaciones y correcciones en las previsiones referentes a incrementos de temperatura previstos para los proximos anos o incluso en las variaciones producidas en el pasado La cuestion ha alcanzado un punto en el que incluso se ha llegado a insinuar que en determinados casos se han favorecido estudios en uno u otro sentido lo cual no quiere decir por supuesto que se falseen datos sino que aquellos trabajos cuyas conclusiones coinciden con algunos posicionamientos pueden verse posteriormente beneficiados frente a otros a la hora de recibir fondos suplementarios o una mayor difusion No obstante con toda seguridad la fuente ultima de las discrepancias radica en el hecho de que estamos comenzando a entender los complejos sistemas que intervienen en la regulacion climatica de la Tierra en la que intervienen multiples factores y complicados mecanismos de retroalimentacion Con todo parece existir un consenso general respecto al hecho de que asistimos a un lento y paulatino calentamiento global Por termino medio se barajan cifras entre los 0 4 y los 0 8 ºC durante el ultimo siglo XX segun se expuso en la conferencia de presentacion con motivo de la Sexta Conferencia de las Partes para el Grupo de Trabajo sobre Cambio Climatico de las Naciones Unidas el 13 de noviembre de 2000 realizada por Robert T Watson quien ocupa la presidencia del Grupo de Expertos sobre Cambio Climatico IPCC Si ampliamos los datos hasta el siglo pasado diversos estudios suelen coincidir en que entre 1860 y 1992 se produjo un incremento global medio de unos 0 6 ºCVer Intergovernmental Panel on Climate Change IPCC Climate change 1995 the science of climate change eds J T Houghton et al WMO and UNEP Cambridge University Press Cambridge 1996 Pero quiza el hecho que ha disparado las alarmas es que a pesar de que ha habido tambien periodos con estancamientos y ligeros descensos en la temperatura por ejemplo entre 1945 y 1970 durante los ultimos 20 anos asistimos a un aumento mas acusado de la temperatura global media tomada en superficie Indice 1 CO2 y los gases de efecto invernadero 2 La influencia solar los ciclos solares 3 El viento solar 4 Los rayos cosmicos y la atmosfera terrestre 5 El proyecto CLOUD 6 Metas 7 Enlaces relacionadosCO2 y los gases de efecto invernadero EditarEl papel que las diferentes actividades humanas juegan en este incremento ha sido y continua siendo objeto de un intenso debate Conocida la capacidad que tanto el CO2 como otros gases pueden tener para provocar el llamado efecto invernadero parece logico pensar que las grandes cantidades de estos gases vertidas a la atmosfera ejerciesen una lenta pero paulatina influencia La atmosfera es bastante transparente a la radiaciones solares de onda corta que inciden sobre la superficie terrestre y provoca un calentamiento de la misma en parte devuelto como radiacion infrarroja emitida hacia la atmosfera Pero algunos de los gases que esta contiene como el dioxido de carbono el metano o el oxido nitroso pueden funcionar como una pantalla reflectante que impide que parte de la radiacion infrarroja escape al espacio A mayor proporcion de dichos gases mas intenso es el fenomeno En este sentido la mayoria de la comunidad cientifica coincide en que la emision de gases de efecto invernadero asi como otras particulas fruto principalmente de procesos actividades humanas como industria transporte y calefaccion junto con la deforestacion global producida tienen buena parte de culpa en el proceso global El incremento en la cantidad de CO2 de la atmosfera ha pasado de las 290 partes por millon en 1900 a 315 ppm en 1960 y 370 ppm en el ano 2000 Esta es la posicion que podriamos catalogar como actualmente dominante a la hora de buscar responsabilidades y es respaldada entre otras instituciones por el IPCC Grupo de Expertos o Panel Intergubernamental para el Cambio Climatico de las Naciones Unidas Sin embargo no es la unica corriente de pensamiento en torno al problema La influencia solar los ciclos solares EditarDesde el siglo XIX los cientificos han considerado la posible existencia de variaciones en la energia emitida por el Sol como un factor que podria ser determinante en las oscilaciones climaticas de la Tierra Recientemente varios trabajos han puesto de manifiesto una relacion entre la variabilidad del ciclo de manchas solares y anos mas o menos calidos En 1991 E Friis Christensen y K Lassen observaron que podia existir una correlacion entre la longitud de los ciclos solares con una longitud media de aproximadamente 11 anos pero con duraciones que oscilan entre los 7 y 17 anos otros estudios arrojan variaciones comprendidas entre los 9 y 14 anos en funcion del periodo analizado y etapas con una mayor actividad solar En una grafica que compara los datos recogidos en el informe del IPCC de 1995 sobre la variacion de la temperatura media sobre la tierra en el hemisferio norte recogidos desde 1861 a 1989 con la longitud de los ciclos se ve que a los ciclos mas cortos se corresponden con periodos mas calidos Ver E Friis Christensen and K Lassen Length of the solar cycle an indicator of solar activity closely associated with climate Science 254 1991 698 La grafica basada en el trabajo de E Friis Christensen and K Lassen muestra conjuntamente las variaciones en la longitud de los ciclos de manchas solares tomando los valores maximos como marcadores y los datos de anomalias en la temperatura del hemisferio norte a partir de datos del IPCC Intergovernmental Panel on Climate Change IPCC Climate change 1995 the science of climate change eds J T Houghton et al WMO and UNEP Cambridge University Press Cambridge 1996 Ademas la hipotesis de la emision de gases de efecto invernadero como responsable unico del calentamiento global va en contra de lo que parece deducirse de algunos datos experimentales Asi en la grafica de variacion de temperaturas medias puede verse que se ha producido un mantenimiento en la temperatura global entre 1945 y 1970 con etapas en las que incluso descendio ligeramente algo que no concuerda con el incremento de emisiones producido durante esos anos Por otro lado en los datos recogidos por diferentes satelites ACRIM I y II Nimbus 7 y ERBS se ha observado que la denominada Constante Solar una magnitud utilizada para representar la emision de energia por parte del Sol es en realidad una variable que en los dos ultimos ciclos solares ha oscilado un 0 1 por ciento Ver C Frohlich and J Lean Pro IAU Symposium 185 ed F L Deubner Kyoto 1997 Respecto a este ultimo dato la posicion actual del IPCC considera que cifras de variacion tan reducidas provocarian cambios climaticos que no pueden compararse con los ocasionados por la emision de gases de efecto invernadero por lo que su papel se veria muy reducido en comparacion con los efectos de estos ultimos Sin embargo las apreciaciones del IPCC en este ultimo punto no son aceptadas por todos Se esgrimen dos razones principales para ello La primera es que los datos de satelite solo recogen la variabilidad de los dos ultimos ciclos solares ignorando que ha ocurrido en periodos anteriores La variabilidad del 0 1 por ciento podria haber sido mayor La segunda indica que el valor del 0 1 por ciento representa la oscilacion de la amplitud absoluta en la variacion de la constante solar en una grafica corregida suavizada con los valores medios de tres ciclos de rotacion solar de 27 dias por tanto cada punto de la misma representa la media de las observaciones realizadas durante 81 dias que no tiene en cuenta los grandes cambios entre los valores maximos y minimos consecutivos que se producen en los datos recogidos debidos a la rotacion solar de las manchas solares Si se tomaran en cuenta el rango de variacion aumentaria a un 0 22 por ciento lo cual si podria ser significativo y representar por si solo un incremento de hasta 0 3 ºC segun determinados autores Actualmente cientificos del NCAR National Center for Atmospheric Research o Centro Nacional para la Investigacion Atmosferica de Estados Unidos trabajan en observaciones mas detalladas sobre las variaciones en la emision de energia por parte del Sol y consideran que aunque reducida la oscilacion puede ser suficiente como para ocasionar cambios medibles en el clima De hecho la simulacion realizada por el Modelo de Sistema Climatico del NCAR coincide en establecer un paralelismo entre el pequeno enfriamiento global producido entre 1945 y 1970 respecto a la relativa baja actividad solar de ese periodo aunque estima que la influencia solar podria representar solo una tercera parte del calentamiento global desde principios de siglo Asi pues cada vez mas grupos de cientificos parecen coincidir en que pequenas variaciones en la actividad solar las cuales hemos comenzado a medir con exactitud durante los ultimos 20 anos pueden tener su reflejo en el clima terrestre De los datos recogidos parece deducirse que los periodos con una menor actividad solar reconocibles entre otros parametros por una menor cantidad de manchas solares cuyos registros mas o menos fiables abarcan los ultimos 200 anos aunque hay observaciones aun mas antiguas que se remontan al periodo inmediatamente posterior al descubrimiento del telescopio durante principios del siglo XVII favorecen pequenos enfriamientos relativos en el clima terrestre Asi durante el periodo comprendido entre 1645 y 1715 conocido como la Pequena Edad de Hielo y en el que no existieron apenas manchas solares hay numerosos registros que indican que se trato de una epoca de bajas temperaturas y un clima riguroso No obstante los mecanismos de actuacion de este factor sobre el clima terrestre pueden no ser todo lo directos que podria parecer y el mecanismo causante podria ser mas complejo de lo que en un principio podria suponerse El viento solar EditarEn 1951 Ludwig Biermann propuso la existencia de una radiacion solar corpuscular para explicar el hecho de la existencia de las grandes y largas colas de los cometas cuya orientacion es siempre contraria a la posicion del Sol tanto cuando se acercan como cuando se alejan de este tal y como observo Cuno Hoffmeister en 1943 y cuyo tamano no se explica por la diferencia de velocidades que podria existir entre las particulas emitidas en el supuesto vacio espacial y el nucleo del cometa Anos mas tarde en 1958 Eugene N Parker propuso la existencia de dicha radiacion solar corpuscular como parte de una explicacion teorica sobre el equilibrio en la estructura de la corona solar denominandolo viento solar En 1960 el sovietico K I Gringauz pudo comprobar esta teoria gracias a los datos de la sonda sovieticas Luna 2 dato que fue corroborado mas tarde por Herbert Bridge y Bruno Rossi gracias a las observaciones de los instrumentos a bordo de la sonda Explorer 10 de la NASA Cuando en 1962 la NASA lanzo la nave Mariner II con destino a Venus pudo no solo verificarse de nuevo su existencia sino que se vio que el viento solar no era uniforme existiendo corrientes mas intensas que se repetian con una periodicidad de unos 27 dias lo que al coincidir con el periodo de rotacion solar sugeria que las fuentes giraban con el Realmente la velocidad de rotacion del Sol no es igual en todas sus latitudes y mientras la parte central complete una vuelta cada 27 dias en los polos el giro tarda alrededor de 31 aproximadamente Hoy sabemos que el viento solar se trata de un flujo constante de particulas cargadas electricamente emitido por el Sol a grandes velocidades alrededor de 400 km s con una variacion normal entre los 200 y 800 km s aunque pueden registrarse valores mayores formado principalmente por iones de hidrogeno o protones en una proporcion de aproximadamente el 96 respecto del total de helio o particulas alfa en aproximadamente un 4 trazas de otros iones mas pesados oxigeno carbono etc y electrones En realidad se trata de la corona solar expandiendose en el espacio y por ello su densidad varia en relacion a la distancia del Sol Ejercen ademas una accion directa en la configuracion de la ionosfera terrestre cuya interaccion provoca a su vez que su densidad varie en funcion del campo magnetico de la Tierra A la altura de su orbita es de aproximadamente 6 particulas por cm centimetro cubico con oscilaciones que normalmente varian entre los 3 y los 10 particulas por cm pero las diferentes zonas de la magnetosfera ofrecen mediciones que descienden a 1 particula por cm en la parte mas exterior de la misma y valores inferiores a las 0 5 particulas por cm en zonas de los denominados lobulos de la cola Sin embargo el Sol no es la unica fuente de las particulas energeticas que inciden sobre la tierra Los rayos cosmicos y la atmosfera terrestre EditarLa existencia de una fuente de ionizacion que afectaba a los electroscopios detectores utilizados para medir diferencias de potencial era un misterio para los cientificos de finales del siglo XIX En un principio se penso que la fuente estaba en algun mineral de la corteza terrestre Gracias a diversos experimentos especialmente los realizados en 1910 por el suizo Albert Gockel y los efectuados por el fisico austriaco mas tarde nacionalizado estadounidense Victor Franz Hess entre 1911 y 1912 se pudo comprobar que el nivel de la ionizacion atmosferica provocada por reacciones de alta energia del cual era responsable un agente desconocido crecia con la altitud Dichos experimentos se vieron continuados y confirmados por Robert A Millikan quien introdujo el termino Rayos Cosmicos Posteriormente Walther Bothe y Dr Werner Kolhorster establecieron que dichos rayos cosmicos eran en realidad particulas cargadas Hoy se sabe que los rayos cosmicos de forma parecida al viento solar son principalmente iones de hidrogeno es decir protones que representan un 80 85 del total de helio o particulas alfa aproximadamente el 12 del total en menor medida de carbono oxigeno y una proporcion mucho menor de iones de hierro y otros elementos mas pesados representando todos ellos aproximadamente entre un 1 y un 5 del total ademas de un 2 de electrones y positrones en una proporcion de 5 1 Una pequena porcion aproximadamente el 0 1 son rayos gamma No obstante estas particulas se mueven a grandes velocidades cercanas a la velocidad de la luz Su rango de energias varia entre 10 9 eV 10 elevado a 9 electronvoltios y 10 20 eV y su origen al menos en aquellas con una energia de hasta 10 16 eV esta en las ondas de choque generadas en la explosion de estrellas supernovas El origen de los rayos cosmicos de muy alta energia superior a los 10 19 eV esta aun sin determinar Por otra parte el Sol emite en las grandes erupciones solares particulas energeticas que podrian considerarse como rayos cosmicos aunque debido a su baja energia generalmente por debajo de 10 9 eV o 1 GeV aunque a veces pueden alcanzar valores en torno a los 10 GeV en comparacion con los anteriores se agrupan en una categoria diferente las llamadas Particulas Energeticas Solares Solar Energetic Particles o SEPs En 1997 Henrik Svensmark and E Friis Christensen descubrieron una correlacion entre la intensidad de los rayos cosmicos que inciden sobre la Tierra y su cubierta nubosa global Observaron que en los periodos en los que se registraban mayores intensidades de rayos cosmicos aumentaba globalmente la capa nubosa Ver Svensmark H amp Friis Christensen E Variation of cosmic ray flux and global cloud coverage a missing link in solar climate relationships J Atm Sol Terr Phys 59 1997 1225 De acuerdo con estudios recientes efectuados por investigadores del Instituto de Investigaciones Espaciales Danes en Copenhague la causa principal en las oscilaciones del numero de rayos cosmicos recibidos en la Tierra se deberia a las variaciones en el flujo de viento solar emitido ya que este actua como un escudo protector frente a los primeros En los periodos con una emision mas intensa de viento solar que coinciden con un mayor numero de manchas solares se produce un aumento en la densidad de particulas por cm de aquel y por tanto aumenta la posibilidad de colisiones entre estas y los rayos cosmicos obstaculizando su llegada a la Tierra La incidencia de los rayos cosmicos en la atmosfera terrestre provoca fenomenos de ionizacion por colision rotura de moleculas y o perdida o ganancia de uno o mas electrones Esta es mas intensa en las zonas superiores de la atmosfera y disminuye a medida que descendemos en la misma Estaria tambien relacionada con la produccion de aerosoles particulas de entre 0 001 y 1 micra de diametro de liquidos o solidos que por su pequeno tamano estan suspendidos en el aire entre los cuales se incluyen polvo sal marina hollin y restos procedentes de la combustion de materia organica sulfatos nitratos etc y o su crecimiento Se piensa tambien que los rayos cosmicos influirian en la formacion de micro particulas de hielo en las nubes altas Los aerosoles actuarian a su vez como nucleos de condensacion de nubes a modo de siembra que permitiria su formacion la microfisica de nubes indica que es necesaria la presencia de pequenas particulas de tamano micrometrico con gran afinidad por el agua para que se produzca su formacion en condiciones atmosfericas cuyo papel seria actuar como nucleos de condensacion en lo que se ha dado a conocer como nucleacion heterogenea Una comparacion de las graficas sobre variaciones globales absolutas en la absorcion del infrarrojo con longitudes de onda entre 10 y 12 micrometros de la cobertura de nubes tomadas de los datos del Proyecto Internacional de Observaciones por Satelite sobre el Clima y las Nubes International Satellite Cloud Climate Project ISCCP y la variacion en el flujo de rayos cosmicos muestran una correlacion bastante significativa entre la intensidad de estos y la frecuencia de nubes bajas cuya altitud es inferior a los 3 200 metros Ver N Marsh and H Svensmark Low cloud properties influenced by solar activity enviado a Geophys Res Lett 2000 Los mapas de correlaciones globales entre el flujo de rayos cosmicos y la frecuencia de nubes o cobertura y la temperatura en la zona superior de la capa nubosa ambos referentes a nubes bajas resentan valores medios de las zonas con un coeficiente de correlacion sobre 0 6 son del 14 2 para el primer caso y del 29 6 en el segundo En este ultimo sorprendentemente puede observarse que la correlacion es mas intensa en las zonas cercanas al ecuador magnetico terrestre en donde los efectos de la modulacion de los rayos cosmicos por el viento solar deberian ser algo menores que en latitudes magneticas altas La probabilidad calculada de obtener un coeficiente de correlacion mayor o igual de 0 6 de forma aleatoria en uno de los pixeles de la grafica es del 0 01 El efecto de la capa nubosa sobre el balance de radiacion recibida emitida por la Tierra varia en funcion del tipo de nube Asi aquellas de pequeno grosor situadas a altitudes medias y altas favorecen el calentamiento global ya que son relativamente transparentes a las longitudes cortas de onda energia recibida pero opacas para longitudes de ondas infrarrojas energia irradiada por la Tierra debido al calentamiento de su superficie Sin embargo si se analiza el papel desempenado por aquellas de mayor grosor o en las situadas en las capas bajas de la atmosfera estimadas en su conjunto se ve que respecto al balance energetico predomina el efecto de reflexion de las radiaciones recibidas albedo frente a la energia que impiden se irradie al espacio Como el incremento en los rayos cosmicos modulado por disminuciones en la actividad solar estaria asociado a incrementos en la formacion de nubes bajas ello favoreceria un enfriamiento relativo de las temperaturas en superficie y viceversa El proyecto CLOUD EditarPara estudiar en detalle el mecanismo antes descrito cientificos de 17 instituciones y universidades internacionales han propuesto el proyecto CLOUD Cosmics Leaving OUtdoor Droplets University of Aarhus Institute of Physics and Astronomy Aarhus Denmark University of Bergen Institute of Physics Bergen Norway CERN Geneva Switzerland Danish Space Research Institute Copenhagen Denmark Finnish Meteorological Institute Helsinki Finland University of Helsinki Institute of Physics Helsinki Finland University of Helsinki Laboratory of aerosol and Environmental Physics Helsinki Finland Ioffe Physical Technical Institute Dept of Fusion Technology St Petersburg Russia University of Kuopio Department of Applied Physics Kuopio Finland Lebedev Physical Institute Solar and Cosmic Ray Research Laboratory Moscow Russia University of Leeds School of the Environment Leeds United Kingdom University of Mainz Institute for tmospheric Physics Mainz Germany Max Planck Institute for Nuclear Physics MPIK Atmospheric Physics Division Heidelberg Germany University of Missouri Rolla Cloud and Aerosol Sciences Laboratory Rolla USA University of Reading Department of Meteorology Reading United Kingdom Rutherford Appleton Laboratory Space Science amp Particle Physics Depts Chilton United Kingdom University of Vienna Institute for Experimental Physics Vienna AustriaSu funcionamiento se basa en la creacion de una camara especial de nubes siendo estas mecanismos destinados a permitir la deteccion de los rastros de particulas cargadas tales como rayos cosmicos conocidos tambien como camaras de Wilson disenada para reproducir las condiciones existentes en la atmosfera algo no conseguido hasta la fecha en la que se analizarian los efectos de un haz de rayos cosmicos ajustable Como fuente para el mismo se ha propuesto la utilizacion del Sincrotron de Protones Super Proton Synchrotron accelerator o SEP que el Laboratorio Europeo de Fisica de Particulas CERN aunque su utilizacion esta actualmente pendiente de aprobacion Metas EditarLas metas principales del proyecto CLOUD son Estudiar la relacion entre los rayos cosmicos y la formacion de grandes iones particulas de aerosol gotitas y cristales de hielo Comprender los mecanismos microfisicos que conectan los rayos cosmicos con los cambios en las particulas de aerosol y con las nubes Simular los efectos de los rayos cosmicos sobre las propiedades de aerosoles y nubes bajo condiciones atmosfericas Enlaces relacionados EditarWeb del Laboratorio Europeo de Fisica de Particulas CERN The sun climate question George C Reid Aeronomy Laboratory NOAA ERL Large Angle and Spectrometric Coronagraph Experiment LASCO Telescopio Solar Espacial SOHO Sonda espacial Ulysses Solar Terrestrial Physics Explicacion sobre la magnetosfera David P Stern and Mauricio Peredo Danish Space Research Institute Proyecto CLOUD y otros trabajos sobre la posible influencia de los rayos cosmicos en la capa de nubes de la Tierra Grupo de Expertos sobre Cambio Climatico IPCC Presentacion de Robert T Watson Chair Intergovernmental Panel on Climate Change at the Sixth Conference of Parties to the United Nations Framework Convention on Climate Change November 13 2000 Paginas de John L Daly Se recogen puntos de vista contrarios a la hipotesis de calentamiento global por el efecto invernadero Ver especialmente las paginas de T Landscheidt Schroeter Institute for Research in Cycles of Solar Activity Pew Center on Climate Change University Corporation for Atmospheric Research US Global Change Research Program Datos Q664424Obtenido de https es wikipedia org w index php title Proyecto Cloud amp oldid 130661514, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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