Plaza del Ángel (Madrid)
La plaza del Ángel, y antes plazuela del Ángel, es un espacio urbano asimétrico en la cabecera alta del barrio de las Musas (o de las Letras) de Madrid; lo forman la confluencia de las calles de San Sebastián, Cruz, Espoz y Mina, Huertas, y los esquinazos de la plaza de Santa Ana (Madrid) al Este y la de Benavente por el Oeste.[1] Pedro de Répide cuenta que en su origen también daba a la plazuela el desaparecido callejón del Beso.[2][nota 1]
Historia
Al parecer, la antigua plazuela del Ángel tomó este nombre del Ángel de la Guarda que decoraba la fachada de uno de sus edificios.[2]
En la segunda mitad del siglo XVI, las cofradías de la Pasión y de la Soledad adquirieron en 1579 un corral grande, situado en la embocadura de la calle de la Cruz con la plazuela del Ángel. El corral de comedias de La Cruz, que llegaría a ser Teatro de la Cruz, fue inaugurado el 16 de septiembre de 1584, casi al mismo tiempo que el nuevo corral del Príncipe.[3]
También hay noticia de que a partir de 1683, el extremo de la plazuela del Ángel que formaban la reunión de Carretas con Atocha, fue demarcación del gremio de mercaderes de lonja para las casas almacenes.[4] La plaza es citada en el poema Piedra de sol (poema) de Octavio Paz.[5]
Palacio de los condes de Montijo
En 1810, sobre los solares que ocuparon las casas del conde de Baños y de Pedro Velasco de Bracamonte, el arquitecto Silvestre Pérez construyó para los condes de Montijo y Teba, un nuevo palacio que llegaría a alcanzar cierta categoría entre la aristocracia madrileña durante el siglo XIX.[6] En él, por ejemplo, la viuda del conde presentó 'en sociedad' a sus hijas María Francisca y Eugenia, que respectivamente llegarían a ser duquesa de alba y emperatriz de Francia. También fue en este palacio donde, durante la cena de Nochebuena de 1874, se dio a conocer la proclamación del rey Alfonso XII.[7]
Se instaló, asimismo en este edificio, el Casino Militar, el Centro de Instrucción Comercial y, durante una temporada fue vivienda de Canalejas. Tras su demolición, se construyó en el solar un edificio comercial.[2]
Antiguos establecimientos
Frente al palacio de Montijo, estuvo la relojería Canseco, que tenía un gran reloj colgado de la fachada que anunciaba a los transeúntes las horas.[8] Otra atracción del relojero Canseco, en especial para niños y provincianos era el "reloj de los chinos", una maquinaria decorada con dos chinos a ambos lados de la esfera que cuando sonaban las horas se tiraban de las coletas.[9]
Entre los años 1897 y 1910 se inauguró el Café Central, que en 1954 pasó a local de venta obras de arte y en 1968 recuperó su condición de café con actuaciones en vivo.
También se apoya en la plaza un lateral de los antiguos Almacenes Simeón, obra de Jesús Carrasco-Muñoz y Encina entre 1919 y 1923, transformados en el Hotel Reina Victoria.
Véase también
Notas
- El callejón del Beso, que unía la calle del Prado con la de San Sebastián, desapareció como tal vía al ser derribada por los franceses, al inicio del siglo XIX, la manzana de casas que cerraba la parte ancha de la Plazuela del Ángel.
Referencias
- Gea, María Isabel (2002). Diccionario enciclopédico de Madrid. Madrid, Ediciones La Librería. p. 27. ISBN 8495889099.
- ↑ Pedro de Répide, (2007), "Las Calles de Madrid", 6ª Ed., Madrid, La Librería, pág. 48
- Montoliu Camps, Pedro (2002). Enciclopedia de Madrid. Barcelona, Ed. Planeta. pp. 150-153. ISBN 9788408043386.
- Cabezas, Juan Antonio (1968). Diccionario de Madrid. Madrid, Editorial El Avapiés S.A. p. 45. ISBN 8486280419.
- https://ciudadseva.com/texto/piedra-de-sol/
- Pedro Montoliú Camps, (2003), Madrid, villa y corte: historia de una ciudad, Volumen 1, Madrid, Ed. Silex, pág. v
- Repide, Pedro (2011). María Isabel Gea, ed. Las calles de Madrid. Madrid: Ediciones La Librería. p. 48-49. ISBN 9788487290909.
- Montero Alonso, José; Azorín, Francisco; Montero Padilla, José (1990). Enciclopedia General de Madrid. Madrid, Méndez y Molina Editores. p. 34. ISBN 8486686067.
- Cabezas, Juan Antonio, "Diccionario de Madrid", p. 45