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Muriel Viejo

Muriel Viejo es una localidad y también un municipio de la provincia de Soria, partido judicial de Soria, comunidad autónoma de Castilla y León, España. Pueblo de la comarca de Pinares.

Muriel Viejo
municipio de España


Bandera

Escudo

Panorámica de la localidad.
Muriel Viejo
Ubicación de Muriel Viejo en España.
Muriel Viejo
Ubicación de Muriel Viejo en la provincia de Soria.
País  España
• Com. autónoma  Castilla y León
• Provincia  Soria
• Comarca Pinares
• Partido judicial Soria
Ubicación 41°46′57″N 2°54′55″O / 41.7825, -2.9152777777778
• Altitud 1090 msnm
Superficie 11,36 km²
Población 82 hab. (2021)
• Densidad 7,75 hab./km²
Gentilicio murielense
Código postal 42148
Alcalde (2019) Carlos González (Cs)
Sitio web www.murielviejo.es

Desde el punto de vista jerárquico de la Iglesia católica forma parte de la diócesis de Osma, la cual es diócesis sufragánea de la archidiócesis de Burgos.

Toponimia

Muriel es un nombre ibero.

Historia

 
Término municipal.

En un documento del año 1088, que se encuentra en el archivo de la catedral de El Burgo de Osma, aparece citado cuando se establecen los límites de la diócesis de Osma, que se instaura después de haber recuperado los cristianos a los árabes la zona del Duero, y debe tratarse de Muriel Viejo, que sin duda se creó antes que Muriel de la Fuente y por eso es Viejo.[1]

En otros escritos se nombran a los dos Murieles juntos y en el año 1016 se dice que, desde Calatañazor y los Murieles, avanzan los castellanos hacia el norte de la provincia.

En la ciudad de Soria hubo una iglesia románica que se llamaba san Juan de Muriel situada en un barrio que posiblemente se formó con gentes venidas de los Murieles en los años de la repoblación cristiana, allá por el siglo XI y comienzos del siglo XII, y en el Fuero de Soria se dispone que los vendimiadores deben dejar su trabajo cuando se oiga el tañido de la campana de San Juan de Muriel.

No quedan muchas noticias del pueblo de aquella época remota. Algunos historiadores cuentan que Almanzor pasó herido por Muriel Viejo camino de Calatañazor para encontrarse con su derrota definitiva.

A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional en la región de Castilla la Vieja, partido de El Burgo de Osma[2]​ que en el censo de 1842 contaba con 28 hogares y 110 vecinos.

Merindad

En el Censo de 1879, ordenado por el Conde de Floridablanca,[3]​ figuraba como villa cabecera del Partido de Merindad de Solpeña en la Intendencia de Soria, con jurisdicción de señorío y bajo la autoridad del Alcalde Ordinario de Señorío, nombrado por el Marqués de Badillo. Contaba entonces con 223 habitantes.

Geografía

En la actualidad el pueblo, que es villa igual que Madrid, se encuentra en el valle del río rodeado por el este y el sur de los picos de La Lastra, San Vicente y Peñota.

Los robles y los pinos crecen en sus laderas y las sabinas en las cimas. Al norte y el oeste los montes están cubiertos de pinos que han dado calor y vida a muchas generaciones. En la Edad Media el caserío pudo estar en una zona más alta, a los pies del pico de San Vicente, en el paraje que se denomina la Iglesia Vieja. No hay duda de que hubo una iglesia románica porque su arquivolta se colocó en la puerta del actual cementerio. Tiene los capiteles muy deteriorados, pero con los mismos animales fantásticos que otros edificios de la zona.

Era el único vestigio medieval hasta que apareció la estela.

Medio ambiente

En su término e incluidos en la Red Natura 2000 los siguientes lugares:

Demografía

En 2010 la población asciende a 75 habitantes, 42 hombres y 33 mujeres.[5]

Gráfica de evolución demográfica de Muriel Viejo entre 1900 y 2010

     Población de derecho (1900-1991) o población residente (2001) según los censos de población del INE.      Población según el padrón municipal de 2010 del INE.

Cultura

Leyendas

Cómo tantos lugares Muriel Viejo tiene un sitio mítico y mágico que es el pico de San Vicente. El sol aparece cada mañana coronando la cima y la luna llena y las estrellas lo utilizan de balcón en las noches claras. Su silueta es el faro que señala el camino para volver al pueblo desde el oscuro laberinto de los pinares. Los últimos rayos del poniente iluminan las laderas para anunciar que otro día se termina. Arriba, en la planicie los moros dejaron escondido un becerro de oro que durante siglos nadie encontró porque sólo había que saber que estaba en aquel hoyo lleno de piedras, que eran las ruinas de una torre vigía y que, en la imaginación popular, llegó a ser una gran fortificación de la época musulmana.

Un día pusieron un poste para ver la televisión y después otro mucho más grande para la telefonía móvil. Subieron máquinas, perforaron el monte y descubrieron que la leyenda era verdadera. San Vicente guardaba el tesoro de la historia del pueblo entre las piedras amontonadas que ocultaban una necrópolis: las tumbas fueron arrasadas, pero de forma casual se salvó una magnífica estela que se ha depositado en la iglesia y que demuestra la importancia de los enterramientos destrozados.

Costumbres

Sin datos históricos que contrastar, es fácil imaginar como transcurrieron lentamente los años de largos y crudos inviernos, con hielos, escarchas y nieves que dejaban los caminos intransitables. Aislados en el valle, pasaban las interminables noches al amor de la lumbre, bajo las chimeneas cónicas, negras de jorguines, e iluminados por las teas de los pinos. Durante el día no les faltaría trabajo reparando los aperos agrícolas, cuidando de los animales que se quedaban sin pastos y mejorando sus viviendas.

Celebraban fiestas mientras esperaban la voluble y tardía primavera de soles y heladas para ver crecer los trigos en las empinadas cuestas que, arrebatando a las aulagas y a los pedregales, convirtieron en tierras cultivables. Cuando llegaba, cavaban y estercolaban los huertos y limpiaban las acequias para poder regar en el estío; sacaban de las cuadras y las majadas las vacas, las cabras y las ovejas en busca de la hierba escarchada en las mañanas de abril y mayo. El verano era corto pero caluroso y agotador. Escardaban los cereales para librarlos de los malas hierbas, plantaban y cuidaban algunas verduras en la vega del río, segaban, acarreaban la mies a las eras, trillaban y aventaban la parva para recoger unos montones de grano que les proporcionaba trigo para hacer el pan, que no siempre duraba todo el año, y cebada y avena para alimentar a los animales.

En el otoño continuaban recolectando alimentos para el invierno, engordaban los cerdos y hacían acopio de leña para mantener el fuego encendido cuando los copos de nieve se colaban por las chimeneas asustando al humo, que descendía a refugiarse entre los muros de las cocinas enjalbegadas.

A finales del siglo XVIII construyeron una nueva iglesia y a comienzos del XIX

encargaron un magnífico retablo barroco con la imagen de La Virgen de La Asunción que adoptaron como patrona. 

Cómo en otros pueblos nombraron patrón a San Roque y cómo en tantos pueblos también plantaron un olmo en el centro de la plaza que habían configurado al construir la iglesia. Alrededor, y en las orillas de lo que sería el camino de Cabrejas a Cubilla se fueron extendiendo las casas. Sólo quedan unas muestras de lo que fue la arquitectura de bardas con barro y han desparecido las chimeneas de las cocinas redondas.

El olmo crecía en la plaza mientras se sucedían las generaciones y los inviernos.

En los pueblos de pinares se concedió un privilegio por el que cada año se cortan pinos y se distribuyen entre los vecinos un lote que se llama “la suerte” y que todavía perdura. Fue una gran ayuda económica en aquellos tiempos en los que resultaba difícil subsistir con las escasas cosechas arrebatadas a unas tierras dura y a un clima devastador.

A la suerte de pinos añadían la madera que obtenían de “matute”, que era la que cortaban e escondidas en los pinares comunales, e iniciaron su comercio. Para elaborarla, en la primera mitad del siglo XIX construyeron una serrería en la orilla del río que funcionaba con fuerza hidráulica. Ahora, La Sierra, sólo es un montón de ruinas casi ocultas por la maleza y unos restos de máquinas oxidados y esparcidos entre las piedras. En el año 1866 el Ayuntamiento la adquirió en subasta pública; sufrió incendios y abandonos pero fue reconstruida en el año 1918. Más tarde se transformó y además de aserradero fue una pequeña central eléctrica que hizo el milagro de llevar la luz al pueblo acortando las frías noches de teas y candiles.

Con la madera transformada se aventuraban por los caminos, con carros de llanta de hierro tirados por yuntas de vacas, a zonas alejadas de la provincia para proveerse de cereales o al mercado del Burgo de Osma. Tardaban días y semanas en sus periplos. Pasaban las noches en majadas y chozas del camino y en corros de lumbres guisaban las sabrosas sopas de ajo carretero que compartían con la gente con las que encontraban en sus rutas.

Volvían contentos con las compras y con historias para contar. Traían productos nuevos para romper la monotonía de las patatas guisadas con grasa de torreznos y huevos de tarde en tarde, que era la comida cotidiana.

Durante meses engordaban los cerdos y en el principio del invierno hacían la matanza en una mezcla de rito, con sangre y con fuego, y de fiesta familiar con grandes comidas y regocijo de los pequeños que se divertían con juegos y rondas en noches gélidas de cielo claro y estrellado Llenaban la despensa para el resto del año. En los veranos sudorosos de trabajo comían los chorizos, los lomos y las costillas que conservaban con aceite en las ollas de barro. En las fiestas grandes se guisaba un pollo de los que las gallinas criaban por los prados que rodeaban el pueblo. La verdura escaseaba en tierra alta de hielos y sólo el repollo acompañaba a las eternas patatas guisadas. Una naranja era un tesoro.

En los inicios del siglo XX el olmo de la plaza había crecido.

Las familias también crecían y no había tierras, ni madera, ni rebaños para procurar trabajo a todos los hijos. Comenzó la emigración y muchos se fueron a América; de algunos nunca más se tuvo noticias, otros volvieron pobres cómo se fueron y unos pocos se hicieron fortuna y volvieron al pueblo algunos años para demostrar cómo vivían los tíos ricos americanos.

De la Segunda República queda el recuerdo de un buen maestro que fue asesinado solo por ser bueno y republicano.

En la primera mitad del siglo había aspectos de la vida del pueblo que guardaban muchas semejanzas con las de la época medieval: La pobreza, la monotonía y la escasez en los alimentos que se agudizó en la posguerra. La estructura de las viviendas, que tenían la cuadra en la planta baja para proporcionar calor al primer piso de arriba donde estaban la cocina, y las habitaciones para dormir, separadas en alcobas. En la cuadra estaban las vacas, las cabras, los cerdos y las gallinas. Arriba los padres, los hijos y los abuelos. Las palanganas, los orinales y la cuadra suplían las funciones del cuarto de baño. Las casas tenían un horno para cocer el pan de hogaza que se amasaba una vez a la semana. El agua se traía de la fuente con cántaros y calderos. Se bebía directamente en los botijos.

Los labradores usaban el arado romano, los azadones, los rastrillos y las palas. Los pastores andaban por el campo con abarcas y esquivaban el frío y la lluvia envueltos en gruesas mantas de lana. Uncían las yuntas de vacas. Algunos tenían cuatro, otros solamente una y formaban la pareja pidiendo prestada la de un familiar o un vecino. La vacada era el rebaño de todas las del pueblo que guardaba el vaquero. De la Cruz de mayo a los Santos, las vacas dormían en el campo.

Las cabras proporcionaban la leche del desayuno, y algún ingreso adicional con la venta de los cabritos. Triscaban los montes guardadas por el cabrero al que pagaban a escote los vecinos. A finales de los cincuenta quedaban tres rebaños de ovejas.

Había nacido el oficio de resinero que daba trabajo a varios vecinos. Se quitaba un trozo de corteza en el tronco del pino y unas astillas de la madera para provocarle una herida, por la que el pino generoso entregaba la resina. Se recogía en un cacharro de barro y después en una lata y después en una cuba para trasladarla a las fábricas donde obtenían el aguarrás y la colofonia.

El olmo creció y se hizo muy fuerte, sobrepasó la torre de la iglesia.

Observaba la vida del pueblo que transcurría bajo sus ramas.

Los domingos de invierno los hombres se quedaban a charlara a la salida de misa. Por la tarde los mozos jugaban a la pelota y las mujeres a la brisca. Los niños jugaban todo el año y en el otoño se enterraban en los montones de hojas amarillas hasta que el viento del norte las barría por las calles mezclándolas con los copos de las primeras nevadas. actuaban los titiriteros que aparecían de improviso; los cacharreros extendían las cazuelas, los pucheros, los botijos, los cántaros y las tarrizas que sacaban de los serones de las mulas; se compraban los cochinos pequeños para engordarlos, el pimentón y las especias de la matanza; se bailaba en la Fiesta; se celebraban las meriendas que el ayuntamiento ofrecía los días que se iba de “obras”, o cuando algún mozo forastero se casaba con una moza del pueblo y pagaba la “costumbre” Debajo del olmo se emprendía el recorrido del último camino hacia el cementerio.

A comienzos de los años sesenta en el pueblo había una escuela de niños y otra de niñas con más de veinte alumnos cada una. Los jóvenes se divertían bailando los domingos por la noche en el salón. También había dos bares, que además eran tiendas, y una panadería. No había farmacia, ni médico, ni cura. Había fragua, potro y pobrera. Se conservaba la costumbre de velar a los enfermos y visitar a los impedidos. Las calles se convertían en barrizales con la llegada de las lluvias y en pistas resbaladizas con el hielo. Cada vecino limpiaba su puerta y un trozo de calle para que los niños pudiesen ir a la escuela cuando caían las grandes nevadas. Hacía tiempo que la fábrica de luz no funcionaba. Los hombres encontraban jornales trabajando en “las limpias” del pinar. Las mujeres lavaban la ropa en el agua helada del lavadero. Desapareció la vacada. Los niños comían carámbanos de hielo.

Del pinar llegó el dinero para llevar el agua a las casas y para adoquinar las calles. Pusieron una centralita del teléfono y televisión en los dos bares.

En algunas casas hicieron cuarto de baño y el lavadero cayó en desuso. Dejaron de cultivarse las tierras de cereal. Se abandonó la resina. Los jóvenes se fueron del pueblo, a Valladolid, a Barcelona, a Madrid o a Zaragoza. Se cerraron primero, una escuela, después, la otra. Primero, un bar y después, el otro. Se arreglaron las casas.

El olmo enfermó de grafiosis. Era un mal que llegó de tierras muy lejanas atravesando Europa. Aguantó unos años con las hojas llenas de miles de agujeros, pero una primavera no volvió a brotar. Quedaron su tronco enorme y los muñones de sus viejas ramas presidiendo la plaza. Un día lo arrancaron, partieron el tronco en pedazos y lo dejaron abandonado en el borde de un camino donde se lo comen los gusanos.

Ahora hay nuevos árboles en su lugar y en verano muchos niños juegan a su alrededor. Todas las casas tienen cuarto de baño, teléfono y calefacción. Algunas están cerradas en invierno pero llenas de flores en verano. Hay un centro médico y un bar nuevo en el Ayuntamiento. Han vuelto algunos jóvenes que trabajan en Muriel. Recogen setas. Vienen de muchos pueblos a coger agua de la fuente del Chino. Se ponen campamentos de verano en las Novillas.

Permanecen los paisajes, el río, las fuentes y el monte. Los caminos y algunas veredas para llegar a La Lastra, al Enebral, a San Vicente, a Peñota, a las Tainas del Molino, al Prado de La Vega y a los Pinos Altos.

Quedan robles, sabinas, enebros y pinos. Crece el tomillo, la mejorana, la manzanilla, el cantueso, la lavanda, el brezo, la jara, y muchas, muchas flores en la primavera. Las primeras en llegar siempre son los narcisos.

Vecinos ilustres

Véase también

Referencias

  1. LOS TEXTOS HAN SIDO ESCRITOS POR HERMINDA CUBILLA
  2. Municipio Código INE -42.125
  3. Censo de Floridablanca 1787, Soria, INE, Madrid 1988 ISBN 84-260-1781-9
  4. Red Natura 2000 LIC ES4170029 [1]
  5. INE, Soria: Población por municipios y sexo.

Enlaces externos

  •   Datos: Q831994
  •   Multimedia: Muriel Viejo

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Muriel Viejo es una localidad y tambien un municipio de la provincia de Soria partido judicial de Soria comunidad autonoma de Castilla y Leon Espana Pueblo de la comarca de Pinares Muriel Viejomunicipio de EspanaBanderaEscudoPanoramica de la localidad Muriel ViejoUbicacion de Muriel Viejo en Espana Muriel ViejoUbicacion de Muriel Viejo en la provincia de Soria Pais Espana Com autonoma Castilla y Leon Provincia Soria ComarcaPinares Partido judicialSoriaUbicacion41 46 57 N 2 54 55 O 41 7825 2 9152777777778 Altitud1090 msnmSuperficie11 36 km Poblacion82 hab 2021 Densidad7 75 hab km GentiliciomurielenseCodigo postal42148Alcalde 2019 Carlos Gonzalez Cs Sitio webwww murielviejo es editar datos en Wikidata Desde el punto de vista jerarquico de la Iglesia catolica forma parte de la diocesis de Osma la cual es diocesis sufraganea de la archidiocesis de Burgos Indice 1 Toponimia 2 Historia 2 1 Merindad 3 Geografia 3 1 Medio ambiente 4 Demografia 5 Cultura 5 1 Leyendas 5 2 Costumbres 6 Vecinos ilustres 7 Vease tambien 8 Referencias 9 Enlaces externosToponimia EditarMuriel es un nombre ibero Historia Editar Termino municipal En un documento del ano 1088 que se encuentra en el archivo de la catedral de El Burgo de Osma aparece citado cuando se establecen los limites de la diocesis de Osma que se instaura despues de haber recuperado los cristianos a los arabes la zona del Duero y debe tratarse de Muriel Viejo que sin duda se creo antes que Muriel de la Fuente y por eso es Viejo 1 En otros escritos se nombran a los dos Murieles juntos y en el ano 1016 se dice que desde Calatanazor y los Murieles avanzan los castellanos hacia el norte de la provincia En la ciudad de Soria hubo una iglesia romanica que se llamaba san Juan de Muriel situada en un barrio que posiblemente se formo con gentes venidas de los Murieles en los anos de la repoblacion cristiana alla por el siglo XI y comienzos del siglo XII y en el Fuero de Soria se dispone que los vendimiadores deben dejar su trabajo cuando se oiga el tanido de la campana de San Juan de Muriel No quedan muchas noticias del pueblo de aquella epoca remota Algunos historiadores cuentan que Almanzor paso herido por Muriel Viejo camino de Calatanazor para encontrarse con su derrota definitiva A la caida del Antiguo Regimen la localidad se constituye en municipio constitucional en la region de Castilla la Vieja partido de El Burgo de Osma 2 que en el censo de 1842 contaba con 28 hogares y 110 vecinos Merindad Editar En el Censo de 1879 ordenado por el Conde de Floridablanca 3 figuraba como villa cabecera del Partido de Merindad de Solpena en la Intendencia de Soria con jurisdiccion de senorio y bajo la autoridad del Alcalde Ordinario de Senorio nombrado por el Marques de Badillo Contaba entonces con 223 habitantes Geografia EditarEn la actualidad el pueblo que es villa igual que Madrid se encuentra en el valle del rio rodeado por el este y el sur de los picos de La Lastra San Vicente y Penota Los robles y los pinos crecen en sus laderas y las sabinas en las cimas Al norte y el oeste los montes estan cubiertos de pinos que han dado calor y vida a muchas generaciones En la Edad Media el caserio pudo estar en una zona mas alta a los pies del pico de San Vicente en el paraje que se denomina la Iglesia Vieja No hay duda de que hubo una iglesia romanica porque su arquivolta se coloco en la puerta del actual cementerio Tiene los capiteles muy deteriorados pero con los mismos animales fantasticos que otros edificios de la zona Era el unico vestigio medieval hasta que aparecio la estela Medio ambiente Editar En su termino e incluidos en la Red Natura 2000 los siguientes lugares Lugar de Interes Comunitario conocido como Sabinares Sierra de Cabrejas ocupando 520 hectareas el 46 de su termino 4 Demografia EditarEn 2010 la poblacion asciende a 75 habitantes 42 hombres y 33 mujeres 5 Grafica de evolucion demografica de Muriel Viejo entre 1900 y 2010 Poblacion de derecho 1900 1991 o poblacion residente 2001 segun los censos de poblacion del INE Poblacion segun el padron municipal de 2010 del INE Cultura EditarLeyendas Editar Como tantos lugares Muriel Viejo tiene un sitio mitico y magico que es el pico de San Vicente El sol aparece cada manana coronando la cima y la luna llena y las estrellas lo utilizan de balcon en las noches claras Su silueta es el faro que senala el camino para volver al pueblo desde el oscuro laberinto de los pinares Los ultimos rayos del poniente iluminan las laderas para anunciar que otro dia se termina Arriba en la planicie los moros dejaron escondido un becerro de oro que durante siglos nadie encontro porque solo habia que saber que estaba en aquel hoyo lleno de piedras que eran las ruinas de una torre vigia y que en la imaginacion popular llego a ser una gran fortificacion de la epoca musulmana Un dia pusieron un poste para ver la television y despues otro mucho mas grande para la telefonia movil Subieron maquinas perforaron el monte y descubrieron que la leyenda era verdadera San Vicente guardaba el tesoro de la historia del pueblo entre las piedras amontonadas que ocultaban una necropolis las tumbas fueron arrasadas pero de forma casual se salvo una magnifica estela que se ha depositado en la iglesia y que demuestra la importancia de los enterramientos destrozados Costumbres Editar Sin datos historicos que contrastar es facil imaginar como transcurrieron lentamente los anos de largos y crudos inviernos con hielos escarchas y nieves que dejaban los caminos intransitables Aislados en el valle pasaban las interminables noches al amor de la lumbre bajo las chimeneas conicas negras de jorguines e iluminados por las teas de los pinos Durante el dia no les faltaria trabajo reparando los aperos agricolas cuidando de los animales que se quedaban sin pastos y mejorando sus viviendas Celebraban fiestas mientras esperaban la voluble y tardia primavera de soles y heladas para ver crecer los trigos en las empinadas cuestas que arrebatando a las aulagas y a los pedregales convirtieron en tierras cultivables Cuando llegaba cavaban y estercolaban los huertos y limpiaban las acequias para poder regar en el estio sacaban de las cuadras y las majadas las vacas las cabras y las ovejas en busca de la hierba escarchada en las mananas de abril y mayo El verano era corto pero caluroso y agotador Escardaban los cereales para librarlos de los malas hierbas plantaban y cuidaban algunas verduras en la vega del rio segaban acarreaban la mies a las eras trillaban y aventaban la parva para recoger unos montones de grano que les proporcionaba trigo para hacer el pan que no siempre duraba todo el ano y cebada y avena para alimentar a los animales En el otono continuaban recolectando alimentos para el invierno engordaban los cerdos y hacian acopio de lena para mantener el fuego encendido cuando los copos de nieve se colaban por las chimeneas asustando al humo que descendia a refugiarse entre los muros de las cocinas enjalbegadas A finales del siglo XVIII construyeron una nueva iglesia y a comienzos del XIX encargaron un magnifico retablo barroco con la imagen de La Virgen de La Asuncion que adoptaron como patrona Como en otros pueblos nombraron patron a San Roque y como en tantos pueblos tambien plantaron un olmo en el centro de la plaza que habian configurado al construir la iglesia Alrededor y en las orillas de lo que seria el camino de Cabrejas a Cubilla se fueron extendiendo las casas Solo quedan unas muestras de lo que fue la arquitectura de bardas con barro y han desparecido las chimeneas de las cocinas redondas El olmo crecia en la plaza mientras se sucedian las generaciones y los inviernos En los pueblos de pinares se concedio un privilegio por el que cada ano se cortan pinos y se distribuyen entre los vecinos un lote que se llama la suerte y que todavia perdura Fue una gran ayuda economica en aquellos tiempos en los que resultaba dificil subsistir con las escasas cosechas arrebatadas a unas tierras dura y a un clima devastador A la suerte de pinos anadian la madera que obtenian de matute que era la que cortaban e escondidas en los pinares comunales e iniciaron su comercio Para elaborarla en la primera mitad del siglo XIX construyeron una serreria en la orilla del rio que funcionaba con fuerza hidraulica Ahora La Sierra solo es un monton de ruinas casi ocultas por la maleza y unos restos de maquinas oxidados y esparcidos entre las piedras En el ano 1866 el Ayuntamiento la adquirio en subasta publica sufrio incendios y abandonos pero fue reconstruida en el ano 1918 Mas tarde se transformo y ademas de aserradero fue una pequena central electrica que hizo el milagro de llevar la luz al pueblo acortando las frias noches de teas y candiles Con la madera transformada se aventuraban por los caminos con carros de llanta de hierro tirados por yuntas de vacas a zonas alejadas de la provincia para proveerse de cereales o al mercado del Burgo de Osma Tardaban dias y semanas en sus periplos Pasaban las noches en majadas y chozas del camino y en corros de lumbres guisaban las sabrosas sopas de ajo carretero que compartian con la gente con las que encontraban en sus rutas Volvian contentos con las compras y con historias para contar Traian productos nuevos para romper la monotonia de las patatas guisadas con grasa de torreznos y huevos de tarde en tarde que era la comida cotidiana Durante meses engordaban los cerdos y en el principio del invierno hacian la matanza en una mezcla de rito con sangre y con fuego y de fiesta familiar con grandes comidas y regocijo de los pequenos que se divertian con juegos y rondas en noches gelidas de cielo claro y estrellado Llenaban la despensa para el resto del ano En los veranos sudorosos de trabajo comian los chorizos los lomos y las costillas que conservaban con aceite en las ollas de barro En las fiestas grandes se guisaba un pollo de los que las gallinas criaban por los prados que rodeaban el pueblo La verdura escaseaba en tierra alta de hielos y solo el repollo acompanaba a las eternas patatas guisadas Una naranja era un tesoro En los inicios del siglo XX el olmo de la plaza habia crecido Las familias tambien crecian y no habia tierras ni madera ni rebanos para procurar trabajo a todos los hijos Comenzo la emigracion y muchos se fueron a America de algunos nunca mas se tuvo noticias otros volvieron pobres como se fueron y unos pocos se hicieron fortuna y volvieron al pueblo algunos anos para demostrar como vivian los tios ricos americanos De la Segunda Republica queda el recuerdo de un buen maestro que fue asesinado solo por ser bueno y republicano En la primera mitad del siglo habia aspectos de la vida del pueblo que guardaban muchas semejanzas con las de la epoca medieval La pobreza la monotonia y la escasez en los alimentos que se agudizo en la posguerra La estructura de las viviendas que tenian la cuadra en la planta baja para proporcionar calor al primer piso de arriba donde estaban la cocina y las habitaciones para dormir separadas en alcobas En la cuadra estaban las vacas las cabras los cerdos y las gallinas Arriba los padres los hijos y los abuelos Las palanganas los orinales y la cuadra suplian las funciones del cuarto de bano Las casas tenian un horno para cocer el pan de hogaza que se amasaba una vez a la semana El agua se traia de la fuente con cantaros y calderos Se bebia directamente en los botijos Los labradores usaban el arado romano los azadones los rastrillos y las palas Los pastores andaban por el campo con abarcas y esquivaban el frio y la lluvia envueltos en gruesas mantas de lana Uncian las yuntas de vacas Algunos tenian cuatro otros solamente una y formaban la pareja pidiendo prestada la de un familiar o un vecino La vacada era el rebano de todas las del pueblo que guardaba el vaquero De la Cruz de mayo a los Santos las vacas dormian en el campo Las cabras proporcionaban la leche del desayuno y algun ingreso adicional con la venta de los cabritos Triscaban los montes guardadas por el cabrero al que pagaban a escote los vecinos A finales de los cincuenta quedaban tres rebanos de ovejas Habia nacido el oficio de resinero que daba trabajo a varios vecinos Se quitaba un trozo de corteza en el tronco del pino y unas astillas de la madera para provocarle una herida por la que el pino generoso entregaba la resina Se recogia en un cacharro de barro y despues en una lata y despues en una cuba para trasladarla a las fabricas donde obtenian el aguarras y la colofonia El olmo crecio y se hizo muy fuerte sobrepaso la torre de la iglesia Observaba la vida del pueblo que transcurria bajo sus ramas Los domingos de invierno los hombres se quedaban a charlara a la salida de misa Por la tarde los mozos jugaban a la pelota y las mujeres a la brisca Los ninos jugaban todo el ano y en el otono se enterraban en los montones de hojas amarillas hasta que el viento del norte las barria por las calles mezclandolas con los copos de las primeras nevadas actuaban los titiriteros que aparecian de improviso los cacharreros extendian las cazuelas los pucheros los botijos los cantaros y las tarrizas que sacaban de los serones de las mulas se compraban los cochinos pequenos para engordarlos el pimenton y las especias de la matanza se bailaba en la Fiesta se celebraban las meriendas que el ayuntamiento ofrecia los dias que se iba de obras o cuando algun mozo forastero se casaba con una moza del pueblo y pagaba la costumbre Debajo del olmo se emprendia el recorrido del ultimo camino hacia el cementerio A comienzos de los anos sesenta en el pueblo habia una escuela de ninos y otra de ninas con mas de veinte alumnos cada una Los jovenes se divertian bailando los domingos por la noche en el salon Tambien habia dos bares que ademas eran tiendas y una panaderia No habia farmacia ni medico ni cura Habia fragua potro y pobrera Se conservaba la costumbre de velar a los enfermos y visitar a los impedidos Las calles se convertian en barrizales con la llegada de las lluvias y en pistas resbaladizas con el hielo Cada vecino limpiaba su puerta y un trozo de calle para que los ninos pudiesen ir a la escuela cuando caian las grandes nevadas Hacia tiempo que la fabrica de luz no funcionaba Los hombres encontraban jornales trabajando en las limpias del pinar Las mujeres lavaban la ropa en el agua helada del lavadero Desaparecio la vacada Los ninos comian carambanos de hielo Del pinar llego el dinero para llevar el agua a las casas y para adoquinar las calles Pusieron una centralita del telefono y television en los dos bares En algunas casas hicieron cuarto de bano y el lavadero cayo en desuso Dejaron de cultivarse las tierras de cereal Se abandono la resina Los jovenes se fueron del pueblo a Valladolid a Barcelona a Madrid o a Zaragoza Se cerraron primero una escuela despues la otra Primero un bar y despues el otro Se arreglaron las casas El olmo enfermo de grafiosis Era un mal que llego de tierras muy lejanas atravesando Europa Aguanto unos anos con las hojas llenas de miles de agujeros pero una primavera no volvio a brotar Quedaron su tronco enorme y los munones de sus viejas ramas presidiendo la plaza Un dia lo arrancaron partieron el tronco en pedazos y lo dejaron abandonado en el borde de un camino donde se lo comen los gusanos Ahora hay nuevos arboles en su lugar y en verano muchos ninos juegan a su alrededor Todas las casas tienen cuarto de bano telefono y calefaccion Algunas estan cerradas en invierno pero llenas de flores en verano Hay un centro medico y un bar nuevo en el Ayuntamiento Han vuelto algunos jovenes que trabajan en Muriel Recogen setas Vienen de muchos pueblos a coger agua de la fuente del Chino Se ponen campamentos de verano en las Novillas Permanecen los paisajes el rio las fuentes y el monte Los caminos y algunas veredas para llegar a La Lastra al Enebral a San Vicente a Penota a las Tainas del Molino al Prado de La Vega y a los Pinos Altos Quedan robles sabinas enebros y pinos Crece el tomillo la mejorana la manzanilla el cantueso la lavanda el brezo la jara y muchas muchas flores en la primavera Las primeras en llegar siempre son los narcisos Vecinos ilustres EditarEloisa Alvarez Oteo 1956 2017 Alacaldesa de Soria y Diputada por Soria Vease tambien EditarMunicipios de la provincia de Soria Localidades de entidad menor de la provincia de Soria Provincia de SoriaReferencias Editar LOS TEXTOS HAN SIDO ESCRITOS POR HERMINDA CUBILLA Municipio Codigo INE 42 125 Censo de Floridablanca 1787 Soria INE Madrid 1988 ISBN 84 260 1781 9 Red Natura 2000 LIC ES4170029 1 INE Soria Poblacion por municipios y sexo Enlaces externos Editar Wikimedia Commons alberga una categoria multimedia sobre Muriel Viejo Ayuntamiento de Muriel Viejo Asociacion Cultural Los Abedules Datos Q831994 Multimedia Muriel Viejo Obtenido de https es wikipedia org w index php title Muriel Viejo amp oldid 138227679, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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