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Muhámmad ben Tughj

Abū Bakr Muḥammad ibn Ṭughj ibn Juff ibn Yiltakīn ibn Fūrān ibn Fūrī ibn Khāqān (8 de febrero de 882-24 de julio de 946), más conocido por el título al-Ijshīd (árabe : الشخشيد) a partir del 939, fue un comandante abasida y gobernador. Administró autónomamente Egipto y partes del Levante desde 935 hasta su muerte en 946. Fue el fundador de la dinastía sunita ijshida, que gobernó la región hasta la conquista fatimí de 969.

Origen y vida temprana

Según el diccionario biográfico compilado por Ibn Khallikan, Muhammad ibn Tughj nació en Bagdad el 8 de febrero de 882,[1][2]​ en la calle que conduce a la Puerta de Kufa. Su familia era de origen turco del valle de Ferganá en Transoxiana, y reclamaba descendencia real; el nombre de su antepasado, «jagán» (gran kan), es un título real turco.[3][4]​ El abuelo de Muhammad, Juff, dejó Ferghana para ingresar al servicio militar en la corte de Abasida en Samarra, al igual que el padre de Ibn Tulun, el fundador de la dinastía tulunida. Juff y su hijo, el padre de Muhammad Tughj, sirvieron a los abasíes, pero Tughj más tarde entró al servicio de los tuluníes, quienes desde 868 se convirtieron en señores autónomos de Egipto y Levante.[5][6]​ Tughj sirvió a los tulunidas como gobernador de Tiberíades (capital del distrito de Jordania), Alepo (capital del distrito de Qinnasrin) y Damasco (capital del distrito homónimo).[5][6]​ Desempeñó un papel importante en repeler el ataque de los cármatas en Damasco en 903; aunque derrotado en la batalla, sostuvo la ciudad contra los cármatas durante siete meses hasta que, con la llegada de refuerzos de Egipto, fueron expulsados.[7][8]​ Por lo tanto, Muhammad ibn Tughj pasó gran parte de su juventud en el Levante tulunida al lado de su padre, adquiriendo sus primeras experiencias en la administración: desempeñándose como subgobernador de Tiberíades.[6]

Después de la muerte del hijo de Ibn Tulun, Jumarawayh, en 896, el estado tulunida comenzó a desmoronarse rápidamente y no logró resistir los intentos abasíes de restablecer su autoridad directa sobre el Levante y Egipto en 905.[9]​ Tughj se pasó a las filas de los invasores abasíes de Muhammad ibn Sulayman al-Katib, y fue nombrado gobernador de Alepo como recompensa;[6]​ el mismo al-Katib fue víctima de intrigas en la corte poco después, y Tughj junto con sus hijos Muhammad y Ubayd Allah fueron encarcelados en Bagdad. Tughj murió en prisión en 906, pero los hermanos fueron liberados poco después.[6]​ Los hijos de Tughj participaron en el golpe palaciego que intentó deponer al nuevo califa, al-Muqtadir (908-932), y sustituirlo por Ibn al-Mu'tazz en diciembre de 908. Aunque la intentona fracasó, Muhammad ibn Tughj y su hermano pudieron vengarse de su encarcelamiento asesinando al visir al-Abbas Ibn al-Hasan al-Jarjara'i con la ayuda de Huseín ibn Hamdan.[10][11]​ Tras el fracaso del golpe, los tres huyeron: Ibn Hamdan regresó a su Mesopotamia superior natal y Ubayd Allah huyó al este junto a Yusuf ibn Abi'l-Saj, mientras que Muhammad escapó a Siria.[11]

En Siria, Muhammad ibn Tughj entró al servicio del supervisor fiscal de las provincias de la zona, Abu'l-Abbas al-Bistam. Pronto siguió a su nuevo maestro a Egipto, y después de la muerte de al-Bistam en junio de 910, continuó sirviendo a su hijo.[11]​ Finalmente, atrajo la atención del gobernador local, Takin al-Jazari, quien lo envió a gobernar las tierras allende el río Jordán, con capital en Amán.[5][11]​ En 918, rescató una caravana de de peregrinos, entre los cuales se encontraba una de las damas de la madre de al-Muqtadir, de los asaltantes beduinos, lo que hizo más estimado en la corte abasí.[11]​ Dos años más tarde, Ibn Tughj se granjeó un patrocinador influyente cuando sirvió brevemente bajo el poderoso general en jefe abasí Munis al-Muzaffar, que fue a defender Egipto de una invasión fatimí. Durante la campaña, Ibn Tughj mandó las mejores tropas del ejército egipcio. Los dos hombres evidentemente establecieron una relación, y se mantuvieron en contacto a partir de entonces.[5][12][13]

Cuando Takin regresó a Egipto en calidad de gobernador en 923, Ibn Tughj se unió a él allí, pero los dos hombres se pelearon en 928 por la negativa de Takin a darle a Ibn Tughj el puesto de gobernador de Alejandría.[14]​ Ibn Tughj escapó de la capital Fustat por una artimaña, y logró obtener de Bagdad el nombramiento de gobernador de Palestina; el titular, al-Rashidi, huyó de la capital provincial, Ramla, a Damasco, cuyo gobierno asumió. Su huida, según el historiador Jere L. Bacharach, puede indicar que Ibn Tughj mandaba un importante contingente militar.[14]​ Tres años más tarde, en julio de 931, Ibn Tughj fue ascendido a gobernador de Damasco, mientras que al-Rashidi regresó a Ramla.[14]​ Ambos nombramientos fueron probablemente el resultado de la relación de Ibn Tughj con Munis al-Muzaffar, quien en ese momento estaba en el apogeo de su poder e influencia.[14][15]

Toma de control de Egipto

 
Dinar de Ibn Tughj

Takin murió en marzo de 933, y su hijo y sucesor, Muhammad, no logró someter Egipto. Ibn Tughj fue nombrado nuevo gobernador en agosto, pero un mes después se le revocó el nombramiento antes de que pudiera llegar a la región y se nombró en su lugar a Ahmad ibn Kayghalagh. El momento del retiro de Ibn Tughj coincide con el arresto (y posterior asesinato) de Mu'nis por parte del califa al-Qahir (r. 932-934) el 22 de septiembre, lo que sugiere que el nombramiento de Ibn Tughj se debió probablemente también a Mu'nis.[5][16]​ El hecho de que al-Qahir enviase un eunuco llamado Bushri para reemplazar a Ibn Tughj en Damasco después de la caída de Mu'nis refuerza esta opinión. Bushri pudo hacerse cargo del gobierno de Alepo (incluido en su nombramiento), pero Ibn Tughj se negó a entregarle el poder, lo derrotó y apresó. El califa acusó entonces a Ahmad ibn Kayghalagh de obligar a Ibn Tughj a rendirse, pero aunque Ahmad marchó contra Ibn Tughj, ambos evitaron el combate. En su lugar, se reunieron y llegaron a un acuerdo de apoyo mutuo, manteniendo el statu quo.[17]

Ahmad ibn Kayghalagh pronto demostró ser incapaz de restablecer el orden en la provincia, cada vez más turbulenta. Para el 935, las tropas se amotinaron por falta de paga, y las incursiones de los beduinos se reanudaron. Al mismo tiempo, el hijo de Takin, Muhammad y el administrador fiscal Abu Bakr Muhammad ibn Ali al-Madharaí, herederos de una dinastía de burócratas que habían manejado las finanzas de la provincia desde la época de Ibn Tulun y acumularon una enorme riqueza,[18][19]​ debilitaban la posición de Ibn Kayghalagh y envidiaban su posición.[20]​ Las luchas internas estallaron entre las tropas orientales (mashariqa), principalmente soldados turcos, que apoyaron a Muhammad ibn Takin, y los occidentales (maghariba), probablemente bereberes y africanos negros, que tomaron partido por Ibn Kayghalagh.[21]​ Con el apoyo en esta ocasión del exvisir e inspector general de las provincias occidentales al-Fadl ibn Ja'far ibn al-Furat, cuyo hijo estaba casado con una de las hijas de Ibn Tughj, este fue una vez más nombrado gobernador de Egipto. Sin arriesgarse, organizó la invasión del país por tierra y mar. Aunque Ibn Kayghalagh pudo retrasar el avance del ejército enemigo, la flota de Ibn Tughj tomó Tinnis y el delta del Nilo y avanzó hacia la capital, Fustat. Sorprendido por la maniobra y vencido en el combate, Ibn Kayghalagh huyó a territorio fatimí. El victorioso Muhammad ibn Tughj entró en Fustat el 26 de agosto de 935.[22][23]

Con la capital bajo su control, Ibn Tughj tuvo que enfrentarse a los fatimíes. Los maghariba que se habían negado a someterse a Ibn Tughj habían huido a Alejandría y luego a Barca acaudillados por Habashi ibn Ahmad, e invitaron al califa fatimí al-Qa'im (r. 934-946) a invadir Egipto, prometiéndole colaborar en la labor.[24][25][26]​ La suerte sonrió al principio a los invasores fatimíes: los bereberes Kutama al servicio de estos se apoderaron de la isla de al-Rawda en el Nilo y quemaron su arsenal. Los almirantes de Ibn Tughj, Ali ibn Badr y Bajkam, se pasaron al enemigo, y la misma Alejandría fue conquistada en marzo del 936. Sin embargo, el 31 de marzo, el hermano de Ibn Tughj al-Hasan derrotó a las fuerzas fatimíes cerca de Alejandría, expulsándolas de la ciudad y obligándolas a retirarse de Egipto y a volver a Barca, de donde había partido la invasión.[24][26][27]​ Durante la campaña, Ibn Tughj prohibió el saqueo a sus tropas, lo que, según J. L. Bacharach, era indicativo de que preveía permanecer en Egipto.[28]

Gobierno de Egipto

Al escribir al califa Ar-Radi (r. 934-940) en 936, Ibn Tughj podía presentarle un historial encomiable: había impedido la invasión fatimí y emprendido las primeras medidas para mejorar la situación financiera de la provincia. El califa lo confirmó en su puesto y le envió túnicas de honor. Como escribe Hugh N. Kennedy: «en cierto modo, la amenaza fatimí en realidad ayudó a Ibn Tughj» ya que, mientras apoyaba a los abasíes, «los califas estaban dispuestos a cambio a dar su aprobación a su gobierno». Su posición en la corte abasí fue suficiente para que pidiera en 938 el título honorífico (laqab) de al-Ijshid, que originalmente habían ostentado los reyes de su tierra natal, Ferganá. El califa Ar-Radi accedió a la solicitud, aunque la aprobación formal se retrasó hasta julio de 939. Después de recibir la confirmación oficial, Ibn Tughj exigió que en adelante se le llamara únicamente por su nuevo título.[27][29][30]

Se sabe muy poco acerca de las medidas internas de al-Ijshid. Sin embargo, el silencio de las fuentes sobre problemas regionales durante su reinado, aparte de una revuelta chiita en 942, que fue rápidamente sofocada, contrasta con la narrativa habitual de las incursiones beduinas, disturbios urbanos por precios elevados, o revueltas e intrigas militares y dinásticas, e indica que restauró la tranquilidad interna y el gobierno en Egipto. Según el diccionario biográfico de Ibn Jallikan, era «un príncipe resuelto, que mostraba una gran previsión en la guerra y una gran atención a la prosperidad de su imperio; trataba a la clase militar con honor y gobernaba con habilidad y justicia». Sus rivales potenciales Muhammad ibn Takin y al-Madharai fueron rápidamente vencidos e incorporados a la nueva administración. Este último había intentado resistirse en vano a la toma de posesión de al-Ijshid, ya que sus tropas habían desertado inmediatamente, y fue inicialmente encarcelado por al-Ijshid, que lo liberó en 939. Pronto recuperó su estado e influencia, y sirvió brevemente como regente del hijo y heredero de al-Ijshid, Unujur, en 946, antes de ser derrocado y encarcelado por un año. A partir de entonces, y hasta su muerte en 957, se retiró a la vida privada. Al igual que los tulunidas antes que él, al-Ijshid también tuvo especial cuidado en organizar un ejército propio del que formaron parte soldados esclavos turcos y negros africanos.

La política exterior y la lucha por Siria

Como comandante y gobernante en Egipto, Al-Ijshid fue un hombre paciente y cauteloso. Logró sus objetivos tanto por la diplomacia y los lazos con personajes poderosos en el régimen de Bagdad, como por la fuerza, e incluso entonces tendió a evitar la confrontación militar directa siempre que fue posible. Su conflicto con Ahmad ibn Kayghalagh fue indicativo de su enfoque: en lugar de un enfrentamiento directo, la tregua entre los dos le dio a Al-Ijshid el tiempo de reconocer la situación en Egipto antes de actuar. Aunque siguió los pasos de Ibn Tulun, sus ambiciones eran más modestas y sus objetivos más prácticos, como se hizo particularmente evidente en sus políticas hacia Siria y el resto del califato. Históricamente, la posesión de Siria, y en particular de Palestina, fue un objetivo de la política exterior para muchos gobernantes de Egipto, para excluir la ruta de invasión más probable hacia el país. Ibn Tulun antes y Saladino después de Al-Ijshid fueron dos ejemplos típicos de gobernantes egipcios que pasaron gran parte de sus reinados asegurando el control de Siria, y de hecho utilizaron a Egipto principalmente como fuente de ingresos y recursos para lograr este objetivo. Al-Ijshid difería de ellos; Bacharach lo describe como un "realista cauteloso y conservador". Sus objetivos eran limitados pero claros: su principal preocupación era Egipto y el establecimiento de su familia como una dinastía hereditaria, mientras que Siria seguía siendo un objetivo secundario. A diferencia de otros hombres fuertes militares de la época, no tenía intención de participar en el concurso por el control de Bagdad y el gobierno califal a través de la oficina todopoderosa de amir al-umara; de hecho, cuando el califa al-Mustakfi (r. 944-946) le ofreció el puesto, lo rechazó.[31]

Conflicto con Ibn Ra'iq

 
El Levante abasí en el siglo IX.

Tras la expulsión de los fatimíes de Egipto, Al-Ijshid hizo que sus tropas ocuparan toda el Levante hasta Alepo, aliándose, como Ibn Tulun, con la tribu local de los Banu Kilab para fortalecer su dominio sobre el norte de Siria. Como gobernador de Siria, su mandato se extendió a las fronteras (thughur) con el Imperio bizantino en Cilicia. Así, en 936/7 o 937/8 (muy probablemente en otoño 937) recibió una embajada del emperador bizantino, Romano I Lecapeno (r. 920-944), para organizar un intercambio de prisioneros. Aunque se llevó a cabo en nombre del califa Ar-Radi, fue un honor especial y un reconocimiento implícito de la autonomía de Al-Ijshid, ya que la correspondencia y las negociaciones para tales eventos normalmente se dirigían al califa en lugar de a los gobernadores provinciales. El intercambio tuvo lugar en el otoño de 938, lo que dio como resultado la liberación de 6.300 musulmanes por un número equivalente de cautivos bizantinos. Como los bizantinos tenían 800 prisioneros más que los musulmanes, estos tuvieron que ser rescatados y fueron liberados gradualmente durante los próximos seis meses.[32][33]

Mientras que el amir al-umara Ibn Ra'iq estaba en el poder en Bagdad (936-938) con el viejo amigo de al-Ijshid, al-Fadl ibn Ja'far ibn al-Furat, las relaciones con Bagdad eran buenas. Sin embargo, tras el reemplazo de Ibn Ra'iq por el turco Bajkam, Ibn Ra'iq recibió una nominación del califa a la gobernación de Siria y en 939 marchó hacia el oeste para reclamarlo de las fuerzas de al-Ijshid. El nombramiento de Ibn Ra'iq enfureció a al-Ijshid, quien envió un emisario a Bagdad para aclarar la situación. Allí, Bajkam le informó que el califa podría nombrar a quien él eligiera, pero que, en última instancia, no importaba: era la fuerza militar lo que determinaría quién sería el gobernador de Siria e incluso de Egipto, no un nombramiento por parte de un califa títere. Si Ibn Ra'iq o al-Ijshid salían victoriosos del conflicto, pronto vendría la confirmación califal. Al-Ijshid se enfureció aún más por la respuesta y, según se informa, durante un tiempo incluso amenazó con entregar una de sus hijas al califa fatimí al-Qa'im y que se acuñaran monedas y la oración del viernes en su nombre en lugar del califa abasí, hasta que los abasíes reconfirmaron formalmente su posición. Los fatimitas estaban preocupados por la revuelta de Abu Yazid y no pudieron ofrecer ninguna ayuda.

Desde Raqqa, las tropas de Ibn Ra'iq tomaron rápidamente los distritos del norte de Siria, que gobernaba el hermano de al-Ijshid, Ubayd Allah, mientras que las fuerzas egipcias se retiraron al sur. En octubre o noviembre, los hombres de Ibn Ra'iq habían llegado a Ramla y se trasladaron al Sinaí. Al-Ijshid dirigió a su ejército contra Ibn Ra'iq, pero después de un breve enfrentamiento en al-Farama, los dos hombres llegaron a un pacto, en virtud del cual se dividieron el Levante entre ellos: los territorios al sur de Ramla fueron para al-Ijshid, y los septentrionales, para Ibn Ra'iq. Sin embargo, en mayo o junio de 940, al-Ijshid supo que Ibn Ra'iq se encaminaba de nuevo contra Ramla. Una vez más, el señor egipcio condujo a su ejército a la batalla. Aunque fue derrotado en al-Arish, pudo reagrupar rápidamente a sus tropas y emboscar a Ibn Ra'iq, lo que impidió a este entrar en Egipto y lo obligó a retirarse a Damasco. Al-Ijshid envió a su hermano, Abu Nasr al-Husayn, con otro ejército contra Ibn Ra'iq, pero fue vencido y muerto en Lajjun. A pesar de su victoria, Ibn Ra'iq optó por la paz: le dio a Abu Nasr un entierro honorable y envió a su hijo, Muzahim, como emisario, a Egipto. Fiel a su estrategia política, al-Ijshid aceptó. El acuerdo recuperó el reparto territorial del año anterior, aunque al-Ijshid se comprometió a pagar un tributo anual de ciento cuarenta mil dinares de oro. El acuerdo se cimentó mediante el matrimonio de Muzahim con la hija de Al-Ijshid, Fátima.[34]

Conflicto con las hamdánidas

La paz no duró mucho, ya que la agitación política en Bagdad continuó. En septiembre de 941, Ibn Ra'iq asumió una vez más el puesto de amir al-umara por invitación del califa al-Muttaqui (r. 940-944), pero no era tan poderoso como antes. Incapaz de detener el avance de otro hombre fuerte, Abu'l-Husayn al-Baridi de Basora, tanto Ibn Ra'iq como el califa se vieron obligados a abandonar Bagdad y buscar la ayuda del gobernante hamdánida de Mosul. Este último pronto hizo asesinar a Ibn Ra'iq (abril de 942) y le sucedió como amir al-umara con el laqab de Nasir al-Dawla. Al-Ijshid aprovechó la oportunidad para volver a ocupar Siria, dirigiendo sus fuerzas personalmente en junio de 942 y aventurándose hasta Damasco, antes de regresar a Egipto en enero de 943. Los hamdánidas también reclamaron Siria al mismo tiempo, pero las fuentes no registran detalles de sus expediciones allí. La posición de Nasir al-Dawla como amir al-umara también demostró ser débil, y en junio de 943 fue expulsado por el general turco Tuzun. En octubre, el califa al-Muttaqi, temiendo que Tuzun intentara reemplazarlo, huyó de la capital y buscó refugio nuevamente con los hamdánidas. Aunque Nasir al-Dawla y su hermano Sayf al-Dawla albergaron al califa, tampoco enfrentaron a las tropas de Tuzun, y en mayo de 944 llegaron a un acuerdo que entregó la Alta Mesopotamia y el norte de Siria a los hamdaníes a cambio de reconocer la posesión de Iraq por parte de Tuzun. Nasir al-Dawla envió a su primo al-Husayn ibn Saíd para que se hiciera cargo de las provincias sirias que se le habían asignado en este acuerdo. Las fuerzas ijhsidas desertaron o se retiraron, y al-Husayn rápidamente tomó los distritos de Qinnasrin y Homs.[35][36]

Tal como sucedió, los emisarios de Tuzun, quienes protestaron por su lealtad, persuadieron a al-Muttaqi de que regresara a Irak, donde fue encarcelado, cegado y depuesto el 12 de octubre y reemplazado por Al-Mustakfi. Al-Mustakfi reconfirmó la gobernación de al-Ijshid, pero en este punto era un gesto vacío. De acuerdo con J. L. Bacharach, aunque el historiador del siglo XIII Ibn Said al-Maghribi informa de que al-Ijshid tomó inmediatamente el juramento de lealtad y leyó la oración del viernes en el nombre del nuevo califa, basado en la evidencia numismática, parece haber retrasado el reconocimiento de al-Mustakfi y su sucesor instalado por los buyidas, al-Muti (r. 946-974) durante varios meses al abstenerse de incluirlos en su acuñación, en un acto que fue una declaración clara y deliberada de su independencia de facto de Bagdad. Esta independencia también fue reconocida por otros; el contemporáneo De Ceremoniis registra que en la correspondencia de la corte bizantina, al «emir de Egipto» se le otorgó un sello de oro por valor de cuatro sólidos, al igual que al califa de Bagdad.[37]

Luego de su reunión con al-Muttaqi, al-Ijshid regresó a Egipto, dejando el campo abierto para el ambicioso Sayf al-Dawla. Las fuerzas ijshídidas que quedaron en Siria eran relativamente débiles, y el caudillo hamdánida, habiendo ganado el apoyo de los Banu Kilab, tuvo pocas dificultades para capturar Alepo el 29 de octubre de 944. Luego comenzó a extender su control sobre las provincias del norte de Siria hasta Hims. Al-Ijshid envió un ejército bajo los eunucos Abu al-Misk Kafur y Fatik contra el hamdánida, pero fue derrotado cerca de Hama y se retiró a Egipto, abandonando Damasco y Palestina a los hamdánidas. Al-Ijshid se vio obligado a hacer campaña una vez más en persona en abril de 945, pero al mismo tiempo envió emisarios a proponer a Sayf al-Dawla un acuerdo en línea con el de Ibn Ra'iq: el príncipe hamdánida mantendría el norte de Siria, mientras que al-Ijshid le pagaría un tributo anual por la posesión de Palestina y Damasco. Sayf al-Dawla se negó y, al parecer, incluso se jactó de que conquistaría el propio Egipto, pero al-Ijshid tenía la ventaja: sus agentes lograron sobornar a varios líderes hamdánidas, y se ganó a los ciudadanos de Damasco, quienes les cerraron las puertas a los hamdánidas y las abrieron para al-Ijshid. Los dos ejércitos se encontraron cerca de Qinnasrin en mayo, donde los hamdánidas fueron derrotados. Sayf al-Dawla huyó a Raqqa, dejando su capital Alepo a merced de al-Ijshid.

Sin embargo, en octubre los dos bandos llegaron a un acuerdo que, en líneas generales, seguía la propuesta anterior ijshidí: al-Ijshid reconoció el control hamdánida sobre el norte de Siria e incluso aceptó enviar un tributo anual a cambio de la renuncia de Sayf al-Dawla a Damasco. El señor hamdánida también debía casarse con una de las hijas o sobrinas de al-Ijshid. Para este, conservar Alepo era menos importante que el sur de Siria con Damasco, que era el baluarte oriental de Egipto. Siempre que estos permanecieran bajo su control, estaba más que dispuesto a permitir la existencia de un Estado hamdánida en el norte. El gobernante egipcio sabía que tendría dificultades para imponer y mantener el control sobre el norte de Siria y Cilicia, que tradicionalmente había tenido más influencia de la Mesopotamia superior e Irak. Al abandonar sus reclamos sobre estas provincias distantes, Egipto no solo se ahorraría el costo de mantener un gran ejército allí, sino que el emirato hamdánida también cumpliría el útil papel de estado amortiguador contra las incursiones de Irak y del resurgido Imperio bizantino. De hecho, a lo largo del gobierno de al-Ijshid y del de sus sucesores, las relaciones con los bizantinos fueron bastante amistosas, ya que la falta de una frontera común y la hostilidad común hacia los fatimíes garantizaron que los intereses de los dos Estados no chocaran. A pesar del intento de Sayf al-Dawla de penetrar de nuevo en el sur de Siria poco después de la muerte de al-Ijshid, el trazado de la frontera quedó fijado en 945, e incluso sobrevivió a ambas dinastías, formando la línea divisoria entre el norte de Siria con influencia mesopotámica y la meridional dominada por Egipto, hasta que los mamelucos tomaron toda la región en 1260.[38][39]

Muerte y Legado

A mediados de la primavera de 946, al-Ijshid envió emisarios a los bizantinos para acordar otro intercambio de prisioneros (que finalmente se verificó bajo los auspicios de Sayf al-Dawla en octubre). El emperador Constantino VII (r. 913-959) respondió con otra encabezada por Juan Místico que llegó a Damasco el 11 de julio.[40]​ El 24 de julio de 946, al-Ijshid murió en Damasco.[41]​ La sucesión de su hijo Unujur fue pacífica e indiscutible, debido a la influencia del poderoso y talentoso general en jefe, Kafur, uno de los muchos esclavos africanos negros reclutados por el difundo. Este siguió siendo el principal ministro y señor virtual de Egipto durante los veintidós años siguientes, asumiendo el poder por derecho propio en 966, que mantuvo hasta su fallecimiento dos años después. Animado por su muerte, en 969 los fatimíes invadieron y conquistaron Egipto, acontecimiento que marcó el comienzo de una nueva era en la historia del país.[42][43]

Los historiadores medievales notaron los muchos paralelismos entre al-Ijshid y sus antecesores tulunidas, especialmente Jumarawayh. Ibn Saíd incluso afirmó que, según los astrólogos egipcios, los dos hombres habían entrado en Egipto el mismo día del año y con la misma estrella en el mismo ascendente.[44]​ Sin embargo, hubo diferencias importantes: al-Ijshid carecía de la «extravagancia» (según Hugh Kennedy) de los tulunidas.[29]​ La cautela de Al-Ijshid y la moderación autoimpuesta en sus objetivos de política exterior también contrastaron con la actitud de sus contemporáneos y otros señores de Egipto que lo precedieron y siguieron, lo que le valió una reputación de extrema cautela, a menudo malinterpretada como timidez por los contemporáneos. También se lo tildó de menos cultivado que su predecesor Ibn Tulun.[35]​ A diferencia de este, que construyó una capital completamente nueva en al-Qattaí y una famosa mezquita, al-Ijshid no fue ni un patrón de los artistas y poetas, ni un gran constructor.[44]​ Según el historiador Thierry Bianquis, los cronistas medievales lo describieron como «hombre colérico y glotón, a la vez astuto e inclinado a la avaricia», pero con una afición por los lujos importados del este, y especialmente los perfumes. Su amor por el lujo oriental pronto se extendió también entre las clases altas de Fustat e influyó en el estilo y la moda de los productos egipcios, que comenzaron a imitarlos.[35]

Referencias

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Bibliografía

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Enlaces externos

  •   Datos: Q963733

muhámmad, tughj, abū, bakr, muḥammad, Ṭughj, juff, yiltakīn, fūrān, fūrī, khāqān, febrero, julio, más, conocido, título, ijshīd, árabe, الشخشيد, partir, comandante, abasida, gobernador, administró, autónomamente, egipto, partes, levante, desde, hasta, muerte, . Abu Bakr Muḥammad ibn Ṭughj ibn Juff ibn Yiltakin ibn Furan ibn Furi ibn Khaqan 8 de febrero de 882 24 de julio de 946 mas conocido por el titulo al Ijshid arabe الشخشيد a partir del 939 fue un comandante abasida y gobernador Administro autonomamente Egipto y partes del Levante desde 935 hasta su muerte en 946 Fue el fundador de la dinastia sunita ijshida que goberno la region hasta la conquista fatimi de 969 Indice 1 Origen y vida temprana 2 Toma de control de Egipto 3 Gobierno de Egipto 4 La politica exterior y la lucha por Siria 4 1 Conflicto con Ibn Ra iq 4 2 Conflicto con las hamdanidas 5 Muerte y Legado 6 Referencias 7 Bibliografia 8 Enlaces externosOrigen y vida temprana EditarSegun el diccionario biografico compilado por Ibn Khallikan Muhammad ibn Tughj nacio en Bagdad el 8 de febrero de 882 1 2 en la calle que conduce a la Puerta de Kufa Su familia era de origen turco del valle de Fergana en Transoxiana y reclamaba descendencia real el nombre de su antepasado jagan gran kan es un titulo real turco 3 4 El abuelo de Muhammad Juff dejo Ferghana para ingresar al servicio militar en la corte de Abasida en Samarra al igual que el padre de Ibn Tulun el fundador de la dinastia tulunida Juff y su hijo el padre de Muhammad Tughj sirvieron a los abasies pero Tughj mas tarde entro al servicio de los tulunies quienes desde 868 se convirtieron en senores autonomos de Egipto y Levante 5 6 Tughj sirvio a los tulunidas como gobernador de Tiberiades capital del distrito de Jordania Alepo capital del distrito de Qinnasrin y Damasco capital del distrito homonimo 5 6 Desempeno un papel importante en repeler el ataque de los carmatas en Damasco en 903 aunque derrotado en la batalla sostuvo la ciudad contra los carmatas durante siete meses hasta que con la llegada de refuerzos de Egipto fueron expulsados 7 8 Por lo tanto Muhammad ibn Tughj paso gran parte de su juventud en el Levante tulunida al lado de su padre adquiriendo sus primeras experiencias en la administracion desempenandose como subgobernador de Tiberiades 6 Despues de la muerte del hijo de Ibn Tulun Jumarawayh en 896 el estado tulunida comenzo a desmoronarse rapidamente y no logro resistir los intentos abasies de restablecer su autoridad directa sobre el Levante y Egipto en 905 9 Tughj se paso a las filas de los invasores abasies de Muhammad ibn Sulayman al Katib y fue nombrado gobernador de Alepo como recompensa 6 el mismo al Katib fue victima de intrigas en la corte poco despues y Tughj junto con sus hijos Muhammad y Ubayd Allah fueron encarcelados en Bagdad Tughj murio en prision en 906 pero los hermanos fueron liberados poco despues 6 Los hijos de Tughj participaron en el golpe palaciego que intento deponer al nuevo califa al Muqtadir 908 932 y sustituirlo por Ibn al Mu tazz en diciembre de 908 Aunque la intentona fracaso Muhammad ibn Tughj y su hermano pudieron vengarse de su encarcelamiento asesinando al visir al Abbas Ibn al Hasan al Jarjara i con la ayuda de Husein ibn Hamdan 10 11 Tras el fracaso del golpe los tres huyeron Ibn Hamdan regreso a su Mesopotamia superior natal y Ubayd Allah huyo al este junto a Yusuf ibn Abi l Saj mientras que Muhammad escapo a Siria 11 En Siria Muhammad ibn Tughj entro al servicio del supervisor fiscal de las provincias de la zona Abu l Abbas al Bistam Pronto siguio a su nuevo maestro a Egipto y despues de la muerte de al Bistam en junio de 910 continuo sirviendo a su hijo 11 Finalmente atrajo la atencion del gobernador local Takin al Jazari quien lo envio a gobernar las tierras allende el rio Jordan con capital en Aman 5 11 En 918 rescato una caravana de de peregrinos entre los cuales se encontraba una de las damas de la madre de al Muqtadir de los asaltantes beduinos lo que hizo mas estimado en la corte abasi 11 Dos anos mas tarde Ibn Tughj se granjeo un patrocinador influyente cuando sirvio brevemente bajo el poderoso general en jefe abasi Munis al Muzaffar que fue a defender Egipto de una invasion fatimi Durante la campana Ibn Tughj mando las mejores tropas del ejercito egipcio Los dos hombres evidentemente establecieron una relacion y se mantuvieron en contacto a partir de entonces 5 12 13 Cuando Takin regreso a Egipto en calidad de gobernador en 923 Ibn Tughj se unio a el alli pero los dos hombres se pelearon en 928 por la negativa de Takin a darle a Ibn Tughj el puesto de gobernador de Alejandria 14 Ibn Tughj escapo de la capital Fustat por una artimana y logro obtener de Bagdad el nombramiento de gobernador de Palestina el titular al Rashidi huyo de la capital provincial Ramla a Damasco cuyo gobierno asumio Su huida segun el historiador Jere L Bacharach puede indicar que Ibn Tughj mandaba un importante contingente militar 14 Tres anos mas tarde en julio de 931 Ibn Tughj fue ascendido a gobernador de Damasco mientras que al Rashidi regreso a Ramla 14 Ambos nombramientos fueron probablemente el resultado de la relacion de Ibn Tughj con Munis al Muzaffar quien en ese momento estaba en el apogeo de su poder e influencia 14 15 Toma de control de Egipto Editar Dinar de Ibn Tughj Takin murio en marzo de 933 y su hijo y sucesor Muhammad no logro someter Egipto Ibn Tughj fue nombrado nuevo gobernador en agosto pero un mes despues se le revoco el nombramiento antes de que pudiera llegar a la region y se nombro en su lugar a Ahmad ibn Kayghalagh El momento del retiro de Ibn Tughj coincide con el arresto y posterior asesinato de Mu nis por parte del califa al Qahir r 932 934 el 22 de septiembre lo que sugiere que el nombramiento de Ibn Tughj se debio probablemente tambien a Mu nis 5 16 El hecho de que al Qahir enviase un eunuco llamado Bushri para reemplazar a Ibn Tughj en Damasco despues de la caida de Mu nis refuerza esta opinion Bushri pudo hacerse cargo del gobierno de Alepo incluido en su nombramiento pero Ibn Tughj se nego a entregarle el poder lo derroto y apreso El califa acuso entonces a Ahmad ibn Kayghalagh de obligar a Ibn Tughj a rendirse pero aunque Ahmad marcho contra Ibn Tughj ambos evitaron el combate En su lugar se reunieron y llegaron a un acuerdo de apoyo mutuo manteniendo el statu quo 17 Ahmad ibn Kayghalagh pronto demostro ser incapaz de restablecer el orden en la provincia cada vez mas turbulenta Para el 935 las tropas se amotinaron por falta de paga y las incursiones de los beduinos se reanudaron Al mismo tiempo el hijo de Takin Muhammad y el administrador fiscal Abu Bakr Muhammad ibn Ali al Madharai herederos de una dinastia de burocratas que habian manejado las finanzas de la provincia desde la epoca de Ibn Tulun y acumularon una enorme riqueza 18 19 debilitaban la posicion de Ibn Kayghalagh y envidiaban su posicion 20 Las luchas internas estallaron entre las tropas orientales mashariqa principalmente soldados turcos que apoyaron a Muhammad ibn Takin y los occidentales maghariba probablemente bereberes y africanos negros que tomaron partido por Ibn Kayghalagh 21 Con el apoyo en esta ocasion del exvisir e inspector general de las provincias occidentales al Fadl ibn Ja far ibn al Furat cuyo hijo estaba casado con una de las hijas de Ibn Tughj este fue una vez mas nombrado gobernador de Egipto Sin arriesgarse organizo la invasion del pais por tierra y mar Aunque Ibn Kayghalagh pudo retrasar el avance del ejercito enemigo la flota de Ibn Tughj tomo Tinnis y el delta del Nilo y avanzo hacia la capital Fustat Sorprendido por la maniobra y vencido en el combate Ibn Kayghalagh huyo a territorio fatimi El victorioso Muhammad ibn Tughj entro en Fustat el 26 de agosto de 935 22 23 Con la capital bajo su control Ibn Tughj tuvo que enfrentarse a los fatimies Los maghariba que se habian negado a someterse a Ibn Tughj habian huido a Alejandria y luego a Barca acaudillados por Habashi ibn Ahmad e invitaron al califa fatimi al Qa im r 934 946 a invadir Egipto prometiendole colaborar en la labor 24 25 26 La suerte sonrio al principio a los invasores fatimies los bereberes Kutama al servicio de estos se apoderaron de la isla de al Rawda en el Nilo y quemaron su arsenal Los almirantes de Ibn Tughj Ali ibn Badr y Bajkam se pasaron al enemigo y la misma Alejandria fue conquistada en marzo del 936 Sin embargo el 31 de marzo el hermano de Ibn Tughj al Hasan derroto a las fuerzas fatimies cerca de Alejandria expulsandolas de la ciudad y obligandolas a retirarse de Egipto y a volver a Barca de donde habia partido la invasion 24 26 27 Durante la campana Ibn Tughj prohibio el saqueo a sus tropas lo que segun J L Bacharach era indicativo de que preveia permanecer en Egipto 28 Gobierno de Egipto EditarAl escribir al califa Ar Radi r 934 940 en 936 Ibn Tughj podia presentarle un historial encomiable habia impedido la invasion fatimi y emprendido las primeras medidas para mejorar la situacion financiera de la provincia El califa lo confirmo en su puesto y le envio tunicas de honor Como escribe Hugh N Kennedy en cierto modo la amenaza fatimi en realidad ayudo a Ibn Tughj ya que mientras apoyaba a los abasies los califas estaban dispuestos a cambio a dar su aprobacion a su gobierno Su posicion en la corte abasi fue suficiente para que pidiera en 938 el titulo honorifico laqab de al Ijshid que originalmente habian ostentado los reyes de su tierra natal Fergana El califa Ar Radi accedio a la solicitud aunque la aprobacion formal se retraso hasta julio de 939 Despues de recibir la confirmacion oficial Ibn Tughj exigio que en adelante se le llamara unicamente por su nuevo titulo 27 29 30 Se sabe muy poco acerca de las medidas internas de al Ijshid Sin embargo el silencio de las fuentes sobre problemas regionales durante su reinado aparte de una revuelta chiita en 942 que fue rapidamente sofocada contrasta con la narrativa habitual de las incursiones beduinas disturbios urbanos por precios elevados o revueltas e intrigas militares y dinasticas e indica que restauro la tranquilidad interna y el gobierno en Egipto Segun el diccionario biografico de Ibn Jallikan era un principe resuelto que mostraba una gran prevision en la guerra y una gran atencion a la prosperidad de su imperio trataba a la clase militar con honor y gobernaba con habilidad y justicia Sus rivales potenciales Muhammad ibn Takin y al Madharai fueron rapidamente vencidos e incorporados a la nueva administracion Este ultimo habia intentado resistirse en vano a la toma de posesion de al Ijshid ya que sus tropas habian desertado inmediatamente y fue inicialmente encarcelado por al Ijshid que lo libero en 939 Pronto recupero su estado e influencia y sirvio brevemente como regente del hijo y heredero de al Ijshid Unujur en 946 antes de ser derrocado y encarcelado por un ano A partir de entonces y hasta su muerte en 957 se retiro a la vida privada Al igual que los tulunidas antes que el al Ijshid tambien tuvo especial cuidado en organizar un ejercito propio del que formaron parte soldados esclavos turcos y negros africanos La politica exterior y la lucha por Siria EditarComo comandante y gobernante en Egipto Al Ijshid fue un hombre paciente y cauteloso Logro sus objetivos tanto por la diplomacia y los lazos con personajes poderosos en el regimen de Bagdad como por la fuerza e incluso entonces tendio a evitar la confrontacion militar directa siempre que fue posible Su conflicto con Ahmad ibn Kayghalagh fue indicativo de su enfoque en lugar de un enfrentamiento directo la tregua entre los dos le dio a Al Ijshid el tiempo de reconocer la situacion en Egipto antes de actuar Aunque siguio los pasos de Ibn Tulun sus ambiciones eran mas modestas y sus objetivos mas practicos como se hizo particularmente evidente en sus politicas hacia Siria y el resto del califato Historicamente la posesion de Siria y en particular de Palestina fue un objetivo de la politica exterior para muchos gobernantes de Egipto para excluir la ruta de invasion mas probable hacia el pais Ibn Tulun antes y Saladino despues de Al Ijshid fueron dos ejemplos tipicos de gobernantes egipcios que pasaron gran parte de sus reinados asegurando el control de Siria y de hecho utilizaron a Egipto principalmente como fuente de ingresos y recursos para lograr este objetivo Al Ijshid diferia de ellos Bacharach lo describe como un realista cauteloso y conservador Sus objetivos eran limitados pero claros su principal preocupacion era Egipto y el establecimiento de su familia como una dinastia hereditaria mientras que Siria seguia siendo un objetivo secundario A diferencia de otros hombres fuertes militares de la epoca no tenia intencion de participar en el concurso por el control de Bagdad y el gobierno califal a traves de la oficina todopoderosa de amir al umara de hecho cuando el califa al Mustakfi r 944 946 le ofrecio el puesto lo rechazo 31 Conflicto con Ibn Ra iq Editar El Levante abasi en el siglo IX Tras la expulsion de los fatimies de Egipto Al Ijshid hizo que sus tropas ocuparan toda el Levante hasta Alepo aliandose como Ibn Tulun con la tribu local de los Banu Kilab para fortalecer su dominio sobre el norte de Siria Como gobernador de Siria su mandato se extendio a las fronteras thughur con el Imperio bizantino en Cilicia Asi en 936 7 o 937 8 muy probablemente en otono 937 recibio una embajada del emperador bizantino Romano I Lecapeno r 920 944 para organizar un intercambio de prisioneros Aunque se llevo a cabo en nombre del califa Ar Radi fue un honor especial y un reconocimiento implicito de la autonomia de Al Ijshid ya que la correspondencia y las negociaciones para tales eventos normalmente se dirigian al califa en lugar de a los gobernadores provinciales El intercambio tuvo lugar en el otono de 938 lo que dio como resultado la liberacion de 6 300 musulmanes por un numero equivalente de cautivos bizantinos Como los bizantinos tenian 800 prisioneros mas que los musulmanes estos tuvieron que ser rescatados y fueron liberados gradualmente durante los proximos seis meses 32 33 Mientras que el amir al umara Ibn Ra iq estaba en el poder en Bagdad 936 938 con el viejo amigo de al Ijshid al Fadl ibn Ja far ibn al Furat las relaciones con Bagdad eran buenas Sin embargo tras el reemplazo de Ibn Ra iq por el turco Bajkam Ibn Ra iq recibio una nominacion del califa a la gobernacion de Siria y en 939 marcho hacia el oeste para reclamarlo de las fuerzas de al Ijshid El nombramiento de Ibn Ra iq enfurecio a al Ijshid quien envio un emisario a Bagdad para aclarar la situacion Alli Bajkam le informo que el califa podria nombrar a quien el eligiera pero que en ultima instancia no importaba era la fuerza militar lo que determinaria quien seria el gobernador de Siria e incluso de Egipto no un nombramiento por parte de un califa titere Si Ibn Ra iq o al Ijshid salian victoriosos del conflicto pronto vendria la confirmacion califal Al Ijshid se enfurecio aun mas por la respuesta y segun se informa durante un tiempo incluso amenazo con entregar una de sus hijas al califa fatimi al Qa im y que se acunaran monedas y la oracion del viernes en su nombre en lugar del califa abasi hasta que los abasies reconfirmaron formalmente su posicion Los fatimitas estaban preocupados por la revuelta de Abu Yazid y no pudieron ofrecer ninguna ayuda Desde Raqqa las tropas de Ibn Ra iq tomaron rapidamente los distritos del norte de Siria que gobernaba el hermano de al Ijshid Ubayd Allah mientras que las fuerzas egipcias se retiraron al sur En octubre o noviembre los hombres de Ibn Ra iq habian llegado a Ramla y se trasladaron al Sinai Al Ijshid dirigio a su ejercito contra Ibn Ra iq pero despues de un breve enfrentamiento en al Farama los dos hombres llegaron a un pacto en virtud del cual se dividieron el Levante entre ellos los territorios al sur de Ramla fueron para al Ijshid y los septentrionales para Ibn Ra iq Sin embargo en mayo o junio de 940 al Ijshid supo que Ibn Ra iq se encaminaba de nuevo contra Ramla Una vez mas el senor egipcio condujo a su ejercito a la batalla Aunque fue derrotado en al Arish pudo reagrupar rapidamente a sus tropas y emboscar a Ibn Ra iq lo que impidio a este entrar en Egipto y lo obligo a retirarse a Damasco Al Ijshid envio a su hermano Abu Nasr al Husayn con otro ejercito contra Ibn Ra iq pero fue vencido y muerto en Lajjun A pesar de su victoria Ibn Ra iq opto por la paz le dio a Abu Nasr un entierro honorable y envio a su hijo Muzahim como emisario a Egipto Fiel a su estrategia politica al Ijshid acepto El acuerdo recupero el reparto territorial del ano anterior aunque al Ijshid se comprometio a pagar un tributo anual de ciento cuarenta mil dinares de oro El acuerdo se cimento mediante el matrimonio de Muzahim con la hija de Al Ijshid Fatima 34 Conflicto con las hamdanidas Editar La paz no duro mucho ya que la agitacion politica en Bagdad continuo En septiembre de 941 Ibn Ra iq asumio una vez mas el puesto de amir al umara por invitacion del califa al Muttaqui r 940 944 pero no era tan poderoso como antes Incapaz de detener el avance de otro hombre fuerte Abu l Husayn al Baridi de Basora tanto Ibn Ra iq como el califa se vieron obligados a abandonar Bagdad y buscar la ayuda del gobernante hamdanida de Mosul Este ultimo pronto hizo asesinar a Ibn Ra iq abril de 942 y le sucedio como amir al umara con el laqab de Nasir al Dawla Al Ijshid aprovecho la oportunidad para volver a ocupar Siria dirigiendo sus fuerzas personalmente en junio de 942 y aventurandose hasta Damasco antes de regresar a Egipto en enero de 943 Los hamdanidas tambien reclamaron Siria al mismo tiempo pero las fuentes no registran detalles de sus expediciones alli La posicion de Nasir al Dawla como amir al umara tambien demostro ser debil y en junio de 943 fue expulsado por el general turco Tuzun En octubre el califa al Muttaqi temiendo que Tuzun intentara reemplazarlo huyo de la capital y busco refugio nuevamente con los hamdanidas Aunque Nasir al Dawla y su hermano Sayf al Dawla albergaron al califa tampoco enfrentaron a las tropas de Tuzun y en mayo de 944 llegaron a un acuerdo que entrego la Alta Mesopotamia y el norte de Siria a los hamdanies a cambio de reconocer la posesion de Iraq por parte de Tuzun Nasir al Dawla envio a su primo al Husayn ibn Said para que se hiciera cargo de las provincias sirias que se le habian asignado en este acuerdo Las fuerzas ijhsidas desertaron o se retiraron y al Husayn rapidamente tomo los distritos de Qinnasrin y Homs 35 36 Tal como sucedio los emisarios de Tuzun quienes protestaron por su lealtad persuadieron a al Muttaqi de que regresara a Irak donde fue encarcelado cegado y depuesto el 12 de octubre y reemplazado por Al Mustakfi Al Mustakfi reconfirmo la gobernacion de al Ijshid pero en este punto era un gesto vacio De acuerdo con J L Bacharach aunque el historiador del siglo XIII Ibn Said al Maghribi informa de que al Ijshid tomo inmediatamente el juramento de lealtad y leyo la oracion del viernes en el nombre del nuevo califa basado en la evidencia numismatica parece haber retrasado el reconocimiento de al Mustakfi y su sucesor instalado por los buyidas al Muti r 946 974 durante varios meses al abstenerse de incluirlos en su acunacion en un acto que fue una declaracion clara y deliberada de su independencia de facto de Bagdad Esta independencia tambien fue reconocida por otros el contemporaneo De Ceremoniis registra que en la correspondencia de la corte bizantina al emir de Egipto se le otorgo un sello de oro por valor de cuatro solidos al igual que al califa de Bagdad 37 Luego de su reunion con al Muttaqi al Ijshid regreso a Egipto dejando el campo abierto para el ambicioso Sayf al Dawla Las fuerzas ijshididas que quedaron en Siria eran relativamente debiles y el caudillo hamdanida habiendo ganado el apoyo de los Banu Kilab tuvo pocas dificultades para capturar Alepo el 29 de octubre de 944 Luego comenzo a extender su control sobre las provincias del norte de Siria hasta Hims Al Ijshid envio un ejercito bajo los eunucos Abu al Misk Kafur y Fatik contra el hamdanida pero fue derrotado cerca de Hama y se retiro a Egipto abandonando Damasco y Palestina a los hamdanidas Al Ijshid se vio obligado a hacer campana una vez mas en persona en abril de 945 pero al mismo tiempo envio emisarios a proponer a Sayf al Dawla un acuerdo en linea con el de Ibn Ra iq el principe hamdanida mantendria el norte de Siria mientras que al Ijshid le pagaria un tributo anual por la posesion de Palestina y Damasco Sayf al Dawla se nego y al parecer incluso se jacto de que conquistaria el propio Egipto pero al Ijshid tenia la ventaja sus agentes lograron sobornar a varios lideres hamdanidas y se gano a los ciudadanos de Damasco quienes les cerraron las puertas a los hamdanidas y las abrieron para al Ijshid Los dos ejercitos se encontraron cerca de Qinnasrin en mayo donde los hamdanidas fueron derrotados Sayf al Dawla huyo a Raqqa dejando su capital Alepo a merced de al Ijshid Sin embargo en octubre los dos bandos llegaron a un acuerdo que en lineas generales seguia la propuesta anterior ijshidi al Ijshid reconocio el control hamdanida sobre el norte de Siria e incluso acepto enviar un tributo anual a cambio de la renuncia de Sayf al Dawla a Damasco El senor hamdanida tambien debia casarse con una de las hijas o sobrinas de al Ijshid Para este conservar Alepo era menos importante que el sur de Siria con Damasco que era el baluarte oriental de Egipto Siempre que estos permanecieran bajo su control estaba mas que dispuesto a permitir la existencia de un Estado hamdanida en el norte El gobernante egipcio sabia que tendria dificultades para imponer y mantener el control sobre el norte de Siria y Cilicia que tradicionalmente habia tenido mas influencia de la Mesopotamia superior e Irak Al abandonar sus reclamos sobre estas provincias distantes Egipto no solo se ahorraria el costo de mantener un gran ejercito alli sino que el emirato hamdanida tambien cumpliria el util papel de estado amortiguador contra las incursiones de Irak y del resurgido Imperio bizantino De hecho a lo largo del gobierno de al Ijshid y del de sus sucesores las relaciones con los bizantinos fueron bastante amistosas ya que la falta de una frontera comun y la hostilidad comun hacia los fatimies garantizaron que los intereses de los dos Estados no chocaran A pesar del intento de Sayf al Dawla de penetrar de nuevo en el sur de Siria poco despues de la muerte de al Ijshid el trazado de la frontera quedo fijado en 945 e incluso sobrevivio a ambas dinastias formando la linea divisoria entre el norte de Siria con influencia mesopotamica y la meridional dominada por Egipto hasta que los mamelucos tomaron toda la region en 1260 38 39 Muerte y Legado EditarA mediados de la primavera de 946 al Ijshid envio emisarios a los bizantinos para acordar otro intercambio de prisioneros que finalmente se verifico bajo los auspicios de Sayf al Dawla en octubre El emperador Constantino VII r 913 959 respondio con otra encabezada por Juan Mistico que llego a Damasco el 11 de julio 40 El 24 de julio de 946 al Ijshid murio en Damasco 41 La sucesion de su hijo Unujur fue pacifica e indiscutible debido a la influencia del poderoso y talentoso general en jefe Kafur uno de los muchos esclavos africanos negros reclutados por el difundo Este siguio siendo el principal ministro y senor virtual de Egipto durante los veintidos anos siguientes asumiendo el poder por derecho propio en 966 que mantuvo hasta su fallecimiento dos anos despues Animado por su muerte en 969 los fatimies invadieron y conquistaron Egipto acontecimiento que marco el comienzo de una nueva era en la historia del pais 42 43 Los historiadores medievales notaron los muchos paralelismos entre al Ijshid y sus antecesores tulunidas especialmente Jumarawayh Ibn Said incluso afirmo que segun los astrologos egipcios los dos hombres habian entrado en Egipto el mismo dia del ano y con la misma estrella en el mismo ascendente 44 Sin embargo hubo diferencias importantes al Ijshid carecia de la extravagancia segun Hugh Kennedy de los tulunidas 29 La cautela de Al Ijshid y la moderacion autoimpuesta en sus objetivos de politica exterior tambien contrastaron con la actitud de sus contemporaneos y otros senores de Egipto que lo precedieron y siguieron lo que le valio una reputacion de extrema cautela a menudo malinterpretada como timidez por los contemporaneos Tambien se lo tildo de menos cultivado que su predecesor Ibn Tulun 35 A diferencia de este que construyo una capital completamente nueva en al Qattai y una famosa mezquita al Ijshid no fue ni un patron de los artistas y poetas ni un gran constructor 44 Segun el historiador Thierry Bianquis los cronistas medievales lo describieron como hombre colerico y gloton a la vez astuto e inclinado a la avaricia pero con una aficion por los lujos importados del este y especialmente los perfumes Su amor por el lujo oriental pronto se extendio tambien entre las clases altas de Fustat e influyo en el estilo y la moda de los productos egipcios que comenzaron a imitarlos 35 Referencias Editar McGuckin de Slane 1868 p 220 Bacharach 1993 p 411 McGuckin de Slane 1868 pp 217 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