Las dos doncellas
Las dos doncellas es una de las Novelas ejemplares de Miguel de Cervantes Saavedra.
Argumento
Cinco leguas de la ciudad de Sevilla está un lugar llamado Castilblanco, a una de las posadas de ese lugar llegó un hombre. Acudió al huésped rápidamente desabrochándose los botones, en medio de esto se desmaya y la huésped lo despierta con chorros de agua en la cara él despierta con vergüenza y pide un cuarto para él solo. La huéspeda le dice que solo queda una habitación en toda la casa pero que esta tiene dos camas y va a ser difícil que si viene un huésped ella le niegue la cama sobrante a lo que él responde que va a pagar las dos camas venga o no alguien a ocuparla y como prueba de ello le pasa un escudo de oro, no descontenta la huéspeda le ofrece la cena y él la rechaza pidiendo las llaves de su cuarto se retira y cierra la puerta con llave y al parecer pega a ella dos sillas. Pasado un tiempo se reúnen los presentes y empiezan a murmurar sobre la belleza y gallardía del joven ya que le ponían de entre 16 y 17 años, en esto llega otro joven a pedir un cuarto y la huéspeda le dice que ya no le quedan cuartos que solo le queda una cama pero que está muy bien pagada pero sin ser utilizada él con mucha intriga pregunta por qué si no está ocupada el no puede utilizarla a lo que ella responde que un relindo caballero ocupa esa habitación y prefiere la soledad. Él dice- mozo sírvame la cena que aunque tenga que dormir en el suelo me quedaré a conocer a ese hombre tan alabado. En medio de todo esto llega el alguacil del pueblo y se sentó con el hombre recién llegado, enseguida vino el mozo a traerles vino y a sentarse con ellos salió a conversación el joven recién llegado y el hombre le ofreció al mozo un escudo de oro para que le ayudase a entrar a dormir en la otra cama, este bastante codicioso buscó por todas las formas pero no lo logró así que se dio por vencido ya que era imposible entrar sin que el huésped se diera cuenta a esto el alguacil dio una solución:
-yo llamare a la puerta diciendo que soy la autoridad y que traigo a un hombre que envía el alcalde para que se hospedase en este lugar y siendo la cama de su cuarto la última deberá cederla ya que esta desocupada
A todos les gusto la idea y la llevaron a la práctica. El primer huésped apenas abrió la puerta se acostó de nuevo sin dejarse ver y se hizo del dormido, pasó entonces el segundo huésped a acostarse esperando ansioso que amanezca para conocer a aquel caballero, enseguida quedándose dormido. Pasando la media noche se escuchaban suspiro del primer huésped, aunque el segundo estaba dormido los suspiros del otro lo despertaron y escuchando atentamente se dio cuenta de que a los suspiros le acompañaban sollozantes frases las cuales decían:
-¡Ay sin ventura! ¿Adónde me lleva la fuerza incontrastable de mis hados? ¡Ay honra menospreciada! Y muchas frases más. Todo esto lo estaba escuchando el segundo huésped y por la forma dulce y tierna que lo decía estaba seguro que con quien estaba compartiendo el cuarto era una mujer cosa que le avivo más a irse al cama de que creía era mujer y lo hubiera hecho sino le sintiera levantar, esta habla con el huésped para que este le tuviese listo su cuartago ya quería partir este le respondió que apenas estaba pasando la media noche y que era inútil querer salir a esa hora, convencido este cerro la puerta y se arrojó a la cama mientras el segundo huésped estaba atento a lo que sucedía y decidió hablar para ver si este le contaba lo que le estaba pasando, y así lo hizo ofreciéndole su ayuda para resolver su problema si es que este lo tenía, a lo que ella le respondió que si quería contar su historia pero que le jurase que no le iba a contar a nadie y que por más que ella sea mujer no le iba a dejar que se pase a su cama este aceptando su condición se dispuso a escucharla atentamente.
A lo ella empezó, me llamo Teodosia como ya le habían contado seguramente llegue en traje de hombre pero soy una doncella o mejor dicho alguna vez lo fui ya que perdí mi honra al creer en las promesas de un hombre llamado Marco Antonio que juró casarse conmigo pero que después de dos días de poseerme este se marchó de la ciudad y ni sus padres sabían donde este había ido por eso me dispuse a buscarlo cortándome los cabellos y poniéndome una ropa de camino de mi hermano, ensillé un cuartago de mi padre en una noche oscura sin que nadie se diera cuenta con intención de ir a Salamanca, donde según creían había ido Marco Antonio, porque también es estudiante y camarada de mi hermano. Saque una buena cantidad de dinero en oro para mis necesidades durante mi impensado viaje, pero se que mis padres me han de seguir y hallar por las señas de mis vestidos y el cuartago que traigo, también estoy consiente que aquí corro peligro ya que puedo encontrarme con mi hermano y por más de que escuche mis explicaciones mi vida corre peligro pero todo sea por encontrar a mi marido, porque es mi marido ya que no lo puede negar por dejó en mi poder varias de sus prendas y un anillo de diamantes que tiene un grabado que dice “es Marco Antonio esposo de Teodosia”.
Esta es la desdichada historia que quería saber no le pido una solución ya que dudo que la tenga pero por lo menos le pido un consejo para que me sea más fácil alcanzar el objetivo que me puse, aquel que estaba escuchando no dijo una palabra y Teodosia pensó que este estaba dormido y le dijo-duerme señor? Y como este no le respondió ella replicó para mi es doloroso pero para quien lo escucha debe de ser aburrido y debe provocar el mayor de los sueños. Este respondió esto me duele tanto como a usted y no solo le voy a dar un consejo sino que la voy a ayudar en todo lo que esta a mi alcance. Y se dispusieron a dormir lo poco que quedaba de aquella noche si es que podían él empezó a suspirar y ella le pregunto que le pasaba a lo que el respondió que era por su culpa pero que ella no tenía la solución temerosa quedó Teodosia ya que pensaba que había despertado una mala sensación en aquel hombre sabiendo el que ella era mujer, tomo Teodosia su daga para protegerse de cualquier cosa no pego los ojos en toda la noche ni el tampoco apenas entraron los rayos de sol por los muchos lugares que tenía la posada el le dijo levántate Teodosia que te voy a acompañar en tu búsqueda y no descansare hasta que él se halla casado contigo o bien uno de los dos muera y diciendo esto abrió las puertas y ventanas del aposento.
Esperaba expectante Teodosia que la claridad le de para conocer a aquel con quien había hablado casi toda la noche el también esperaba lo mismo hasta que se miraron y Teodosia prefirió que nunca hubiese amanecido ya que aquel hombre era su hermano se lanzó al suelo de rodillas y entregándole a su hermano su daga y diciéndole que la castigue ya que era lo que merecía el sin embargo la levanto y le dijo ahora más que nunca la iba a ayudar, don Rafael –así se llamaba su hermano- le dijo que se cambie el nombre de Teodosia a Teodoro y que juntos iban a dar la vuelta a Salamanca pero que él creía que Marco Antonio no estaba ahí ya que siendo su amigo ya le hubiera visitado aunque podía ser que halla perdido el querer verlo a causa de lo que sucedió. Habían pedido que les sirvan el almuerzo en este tiempo llegó al lugar un conocido de don Rafael y de Teodoro puesto que por esto Teodoro no salió de sus aposentos y don Rafael fue a saludarlo entre platica el le comento que venía del puerto de Santa María en donde había visto a Marco Antonio Adorno el hijo de Leonardo Adorno embarcarse en una de las galeras, un poco después se despidieron y contento el por tener pistas del paradero de Marco Antonio.
Luego se dispusieron a salir don Rafael y don Teodoro dejando a todos admirados de su belleza mientras salían don Rafael le comentó a su hermana las buenas noticias que tenía de Marco Antonio, don Rafael le ofreció dinero al cuidador de mulas para que los acompañase y este aceptó y así emprendieron su camino después de caminar unas leguas debían entrar a un bosquecito del cual salía un hombre asustado y corriendo entonces don Rafael lo detuvo y le preguntó por qué corría de ese modo y él le dijo que a un grupo de personas le habían hurtado todos sus bienes un grupo de ladrones y que los habían atado a unos árboles dejando a uno solo suelto para que desatase al resto después de que ellos se retiraran.
Se dispusieron a entrar al bosque en donde encontraron a las personas atadas a los árboles en donde Teodoro vio a un hombre hermoso y fue a desatarlo y don Rafael le pidió a su criado que le prestase su capa hasta que lleguen a una ciudad y le comprasen un vestido sensual para que Teodosia se sienta bien. Después de ello, se encuentran a Locadia, la amante de Marco Antonio, por el cual la dejó. Con ella, se embarcan a buscar los tres a Marco Antonio, el cual lo encuentran en Barcelona. Allí Marco Antonio les explica que se fue porque quería ir a la guerra,y, le declara su amor a Teodosia, y Leocadia se intenta ir, pero Rafael, el hermano de Teodosia,le agarra del brazo, y le declara su amor. Cuando llegan a su casa Leocadia y Rafael se casan.
Escenario
Esta novela se desarrolla en España. Habla de las ciudades de Sevilla y Barcelona.
Personajes
Personajes principales
Teodosia: Esposa de Marco Antonio. Éste la abandona sin motivos ni avisos.
Leocadia: Enamorada de Marco Antonio. Éste la abandona por Teodosia. Ella era una bella mujer
Marco Antonio: Hombre que desdicha a las dos mujeres
Personajes secundarios
Rafael: Hermano de Teodosia y enamorado de Leocadia.
Calvete, mozo de mulas: Sirve a Rafael. Le acompañaría al fin del mundo, tal como dice en un momento de la historia.
Referencias
Libro las dos doncellas
Enlaces externos
- Libro