fbpx
Wikipedia

Imad al-Din

Imad al-Din (h. 1125-1201) fue secretario de Nur ad-Din y luego de Saladino. Fue un erudito y sabio en la retórica y dejó una antología muy útil de la poesía árabe a la que se suman sus numerosos trabajos de historia.[1]

Imad al-Din
Información personal
Nombre en árabe مُحمَّد بن مُحمَّد بن حامد بن أَلُه الأصبهاني
Apodo الكاتب الأصفهاني, عماد الدين y أبو عبد الله
Nacimiento 1125
Isfahán (Irán)
Fallecimiento 20 de junio de 1201
Damasco (Imperio selyúcida)
Sepultura Maqabir
Religión Islam
Lengua materna Persa
Educación
Educado en Al-Nizamiyya de Bagdad
Información profesional
Ocupación Historiador, escritor, filólogo y poeta
Área Literatura árabe e historia
Conflictos Batalla de Marjayoun, Batalla de los Cuernos de Hattin y Sitio de Jerusalén (1187 d.C.)

Vida y obra

Sirviendo como biógrafo contemporáneo de Saladino, Imad al-Din dejó constancia de las dos más importantes hazañas de Saladino, la batalla de Hattin y el asedio y posterior reconquista de Jerusalén. Como es lógico, su trabajo se enfoca en las hazañas correspondientes a su materia y la gloria de los guerreros musulmanes bajo su mando.

El autor era consciente de que la batalla de Hattin fue un evento de gran importancia para la posterior reconquista de la ciudad de Jerusalén y como resultado le adjudica al suceso su correspondiente relevancia. Imad al-Din proporciona una detallada descripción de la conducta de Saladino y la forma en que trataba a los cruzados tras la batalla. Probablemente la descripción más sobresaliente del rostro de Saladino es que “brillaba con alegría” mientras alrededor de setecientos caballeros cristianos cautivos eran decapitados enfrente de él, dada su orden, después de la Batalla de Hattin.

Igualmente tras la batalla de Hattin, y habiendo capturado al Rey Guido de Lusignan y a Reinaldo de Châtillon, Imad al-Din nos ofrece el siguiente relato:

Saladino invitó al rey a sentarse a su lado y, cuando entró Arnat (como los musulmanes llamaban a Reinaldo), lo instaló cerca de su rey y le recordó sus fechorías: "¡Cuántas veces has jurado y luego has violado tus juramentos, cuántas veces has firmado acuerdos que no has respetado!". Arnat le mandó contestar al intérprete: "Todos los reyes se han comportado siempre así. No he hecho nada más de lo que hacen ellos." Mientras tanto, Guido jadeaba de sed, cabeceaba como si estuviera borracho y su rostro traslucía un gran temor. Saladino le dirigió palabras tranquilizadoras y mandó que le trajeran sorbete de las montañas que luego le ofreció. El rey bebió y luego le tendió el resto a Arnat que apagó la sed a su vez. El sultán le dijo entonces a Guido: "No me has pedido permiso antes de darle de beber. No estoy obligado, por tanto, a concederle la gracia". Tras haber pronunciado estas palabras, el sultán salió, montó a caballo y luego se alejó, dejando a los cautivos presa del terror. Supervisó el regreso de las tropas y luego volvió a su tienda. Una vez allí, mandó traer a Arnat, avanzó hacia él con el sable en la mano y lo golpeó entre el cuello y el omóplato. Cuando Arnat cayó al suelo, le cortaron la cabeza y luego arrastraron su cuerpo por los pies ante el rey, que se echó a temblar. Al verlo tan impresionado, el sultán le dijo con tono tranquilizador: "Este hombre sólo ha muerto por su maldad y su perfidia".[Nota 1]

Imad al-Din también nos ofrece una útil y detallada visión general de la conquista de Jerusalén a manos de Saladino. Su historia de la caída de la Ciudad Santa acaba con la muerte de Saladino. Su obra, titulada Relámpago de Siria, crónicas de la vida y hazañas de Saladino en 1175, tiene un aire festivo cuando escribe sobre las victorias de Saladino y las retrata como el inicio de una nueva era para el Islam. Él describe a Saladino siempre en los términos más entusiastas. Por ejemplo, escribe de Saladino:

"Victorioso en su decisión, acompañado por la victoria, escoltado por la gloria, él ha domesticado el indomable potro de sus deseos, y ha hecho fértil el prado de su riqueza. Su esperanza tenía un pasaje seguro, sus huellas eran fragantes, sus dones manaban de su ser, su suavidad perfumaba el aire, su poder era manifiesto, su autoridad suprema".

Otro aspecto importante de lo que cuenta Imad al-Din también encontrado en los relatos de Ibn al-Athir, es su afirmación de que las mujeres cristianas también luchaban en los ejércitos cruzados. Sus notas dicen:

"Entre los francos había sin duda mujeres que cabalgaban en la batalla con corazas y yelmos, vestidas como los hombres; estas damas cabalgaban en lo más crudo de la batalla y guerreaban como hombres valientes. Aunque también había mujeres compasivas que sostenían que todo eso era un acto de piedad, creyendo que irían al Paraíso después de todo y viviendo de esa forma su existencia. Alabados sean quienes las guiaron hacia semejante y errónea idea que está fuera de los caminos de la sabiduría. En el día de la batalla más de una mujer cabalgaba con ellos como un caballero y mostraba resistencia masculina por despecho a su debilidad femenina; vestidas con solo una sencilla cota de malla no eran reconocidas como mujeres hasta que eran despojadas de sus vestiduras. Aunque algunas de ellas fueron descubiertas antes y capturadas vivas y vendidas como esclavas".

Estas afirmaciones no siempre son aceptadas por los expertos del tema debido a que no hay relatos de cronistas cruzados o cristianos que indiquen lo mismo. Ambos bandos en las Cruzadas, cristianos y musulmanes, veían a las mujeres en el combate como un tabú, así que parece improbable que cualquiera de los dos bandos aceptara mujeres como miembros formales de sus ejércitos. Al contrario hubiera figurado en los intereses de los cronistas musulmanes retratar mujeres cristianas fungiendo como guerreras debido a que esto hubiera sido vergonzoso para los ejércitos cristianos. Sin embargo debido a que se sabe que las mujeres cristianas participaron en asedios, defendiendo los muros o pequeños pueblos y villas, hay una pequeña probabilidad de que también participaran en las batallas mencionadas por los cronistas musulmanes.

Referencias

Notas

  • Citado en Amin Maalouf: Las cruzadas vistas por los árabes (Madrid, Alianza Editorial, 2005); pp. 270-271.
    •   Datos: Q742319

    imad, 1125, 1201, secretario, luego, saladino, erudito, sabio, retórica, dejó, antología, útil, poesía, árabe, suman, numerosos, trabajos, historia, información, personalnombre, árabeم, حم, بن, حم, بن, حامد, بن, الأصبهانيapodoالكاتب, الأصفهاني, عماد, الدين, أب. Imad al Din h 1125 1201 fue secretario de Nur ad Din y luego de Saladino Fue un erudito y sabio en la retorica y dejo una antologia muy util de la poesia arabe a la que se suman sus numerosos trabajos de historia 1 Imad al DinInformacion personalNombre en arabeم حم د بن م حم د بن حامد بن أ ل ه الأصبهانيApodoالكاتب الأصفهاني عماد الدين y أبو عبد اللهNacimiento1125 Isfahan Iran Fallecimiento20 de junio de 1201 Damasco Imperio selyucida SepulturaMaqabirReligionIslamLengua maternaPersaEducacionEducado enAl Nizamiyya de BagdadInformacion profesionalOcupacionHistoriador escritor filologo y poetaAreaLiteratura arabe e historiaConflictosBatalla de Marjayoun Batalla de los Cuernos de Hattin y Sitio de Jerusalen 1187 d C editar datos en Wikidata Vida y obra EditarSirviendo como biografo contemporaneo de Saladino Imad al Din dejo constancia de las dos mas importantes hazanas de Saladino la batalla de Hattin y el asedio y posterior reconquista de Jerusalen Como es logico su trabajo se enfoca en las hazanas correspondientes a su materia y la gloria de los guerreros musulmanes bajo su mando El autor era consciente de que la batalla de Hattin fue un evento de gran importancia para la posterior reconquista de la ciudad de Jerusalen y como resultado le adjudica al suceso su correspondiente relevancia Imad al Din proporciona una detallada descripcion de la conducta de Saladino y la forma en que trataba a los cruzados tras la batalla Probablemente la descripcion mas sobresaliente del rostro de Saladino es que brillaba con alegria mientras alrededor de setecientos caballeros cristianos cautivos eran decapitados enfrente de el dada su orden despues de la Batalla de Hattin Igualmente tras la batalla de Hattin y habiendo capturado al Rey Guido de Lusignan y a Reinaldo de Chatillon Imad al Din nos ofrece el siguiente relato Saladino invito al rey a sentarse a su lado y cuando entro Arnat como los musulmanes llamaban a Reinaldo lo instalo cerca de su rey y le recordo sus fechorias Cuantas veces has jurado y luego has violado tus juramentos cuantas veces has firmado acuerdos que no has respetado Arnat le mando contestar al interprete Todos los reyes se han comportado siempre asi No he hecho nada mas de lo que hacen ellos Mientras tanto Guido jadeaba de sed cabeceaba como si estuviera borracho y su rostro traslucia un gran temor Saladino le dirigio palabras tranquilizadoras y mando que le trajeran sorbete de las montanas que luego le ofrecio El rey bebio y luego le tendio el resto a Arnat que apago la sed a su vez El sultan le dijo entonces a Guido No me has pedido permiso antes de darle de beber No estoy obligado por tanto a concederle la gracia Tras haber pronunciado estas palabras el sultan salio monto a caballo y luego se alejo dejando a los cautivos presa del terror Superviso el regreso de las tropas y luego volvio a su tienda Una vez alli mando traer a Arnat avanzo hacia el con el sable en la mano y lo golpeo entre el cuello y el omoplato Cuando Arnat cayo al suelo le cortaron la cabeza y luego arrastraron su cuerpo por los pies ante el rey que se echo a temblar Al verlo tan impresionado el sultan le dijo con tono tranquilizador Este hombre solo ha muerto por su maldad y su perfidia Nota 1 Imad al Din tambien nos ofrece una util y detallada vision general de la conquista de Jerusalen a manos de Saladino Su historia de la caida de la Ciudad Santa acaba con la muerte de Saladino Su obra titulada Relampago de Siria cronicas de la vida y hazanas de Saladino en 1175 tiene un aire festivo cuando escribe sobre las victorias de Saladino y las retrata como el inicio de una nueva era para el Islam El describe a Saladino siempre en los terminos mas entusiastas Por ejemplo escribe de Saladino Victorioso en su decision acompanado por la victoria escoltado por la gloria el ha domesticado el indomable potro de sus deseos y ha hecho fertil el prado de su riqueza Su esperanza tenia un pasaje seguro sus huellas eran fragantes sus dones manaban de su ser su suavidad perfumaba el aire su poder era manifiesto su autoridad suprema Otro aspecto importante de lo que cuenta Imad al Din tambien encontrado en los relatos de Ibn al Athir es su afirmacion de que las mujeres cristianas tambien luchaban en los ejercitos cruzados Sus notas dicen Entre los francos habia sin duda mujeres que cabalgaban en la batalla con corazas y yelmos vestidas como los hombres estas damas cabalgaban en lo mas crudo de la batalla y guerreaban como hombres valientes Aunque tambien habia mujeres compasivas que sostenian que todo eso era un acto de piedad creyendo que irian al Paraiso despues de todo y viviendo de esa forma su existencia Alabados sean quienes las guiaron hacia semejante y erronea idea que esta fuera de los caminos de la sabiduria En el dia de la batalla mas de una mujer cabalgaba con ellos como un caballero y mostraba resistencia masculina por despecho a su debilidad femenina vestidas con solo una sencilla cota de malla no eran reconocidas como mujeres hasta que eran despojadas de sus vestiduras Aunque algunas de ellas fueron descubiertas antes y capturadas vivas y vendidas como esclavas Estas afirmaciones no siempre son aceptadas por los expertos del tema debido a que no hay relatos de cronistas cruzados o cristianos que indiquen lo mismo Ambos bandos en las Cruzadas cristianos y musulmanes veian a las mujeres en el combate como un tabu asi que parece improbable que cualquiera de los dos bandos aceptara mujeres como miembros formales de sus ejercitos Al contrario hubiera figurado en los intereses de los cronistas musulmanes retratar mujeres cristianas fungiendo como guerreras debido a que esto hubiera sido vergonzoso para los ejercitos cristianos Sin embargo debido a que se sabe que las mujeres cristianas participaron en asedios defendiendo los muros o pequenos pueblos y villas hay una pequena probabilidad de que tambien participaran en las batallas mencionadas por los cronistas musulmanes Referencias Editar http www crusades encyclopedia com imadaldin htmlNotas Editar Citado en Amin Maalouf Las cruzadas vistas por los arabes Madrid Alianza Editorial 2005 pp 270 271 Datos Q742319 Obtenido de https es wikipedia org w index php title Imad al Din amp oldid 140677125, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

    español

    , española, descargar, gratis, descargar gratis, mp3, video, mp4, 3gp, jpg, jpeg, gif, png, imagen, música, canción, película, libro, juego, juegos