Ermita de San Saturio (Soria)
La ermita de San Saturio está situada en la ciudad española de Soria, en la provincia homónima, comunidad autónoma de Castilla y León. Es considerado popularmente, en su enclave paisajístico, uno de los parajes más bellos que posee la ciudad. Una maqueta a escala de este edificio se encuentra en el Parque temático Mudéjar de Olmedo. Desde la construcción de la ermita, el común de los habitantes de Soria, y después su Ayuntamiento, se han hecho cargo del mantenimiento del edificio, como atestigua el hecho de que el santero, persona encargada de cuidar de la ermita y sus reliquias, y que da título a la novela homónima de Juan Antonio Gaya Nuño, era un empleado municipal. Sin embargo, aprovechando la Ley de 1998, la Iglesia inmatriculó la ermita a espaldas de la ciudadanía y del Ayuntamiento, sin que hasta la fecha la situación se haya revertido ni el Obispado de Osma-Soria haya justificado esta apropiación.
Ermita de San Saturio | ||
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Localización | ||
País | España | |
División | Soria | |
Dirección | Soria Soria Castilla y León España | |
Coordenadas | 41°45′13″N 2°27′26″O / 41.753497, -2.457097 | |
Información religiosa | ||
Culto | Iglesia católica | |
Diócesis | Osma-Soria | |
Orden | clero secular | |
Advocación | San Saturio | |
Patrono | Saturio | |
Historia del edificio | ||
Construcción | Siglo XVII | |
Datos arquitectónicos | ||
Tipo | Ermita | |
Estilo | Barroco | |
Historia
Se cree que los templarios de San Polo monopolizaban el acceso a la cueva de Peñalba sobre la que se construyó la ermita de San Miguel de la Peña; en la tradición se dice que allí vivió el anacoreta visigodo San Saturio, santo patrono de la ciudad de Soria, bajo cuya advocación se encuentra el templo desde el siglo XVI y que, curiosamente, repite la estructura octogonal arquetípica del Temple.
Inicialmente los restos de San Saturio reposaban en esta cueva encima de la que fue construida la ermita, pero al construirse el edificio religioso se trasladaron al altar mayor del templo.
La ermita actual se construyó a finales del siglo XVII, colgada sobre el roquedal al lado del Duero, "con desparpajo y valentía insignes y procurando para todas las generaciones venideras un impacto visual incomparable", señala Gaya Nuño. El arquitecto fue Pedro de Ajín, en pleno período barroco, aunque la ermita es sobria en cuanto a la piedra, que no en lo que respecta a sus retablos y pinturas, en donde el barroco exultante está en su plenitud.
Según cuenta la leyenda, cuándo Saturio llevaba viviendo treinta años en la que cueva en la que se asienta la ermita, vio a un joven (de nombre Prudencio) que intentaba cruzar a nado el río y le empezó a advertir de la peligrosidad de la acción. Cuando todo el mundo esperaba que el joven muriese ahogado por la corriente, llegó sano y salvo a la orilla. Es más, ni siquiera llegaron a mojar las aguas sus prendas. El joven subió hasta lo alto de aquellos riscos para solicitar la bendición del eremita, y de paso, pedirle permiso para quedarse a vivir con él.
Descripción
A la ermita se accede por la cueva situada a sus pies, origen de la tradición santera. En un primer término, se encuentra la sala de reuniones del llamado Cabildo de los Heros, una especie de Tribunal de las Aguas para el secano donde celebraban sus juntas la hermandad de labradores. La sala posee una delicada bancada de piedra y una efigie del santo colocada en el lugar de honor.
Tras él, se encuentra el oratorio de San Miguel donde San Saturio asentó un pequeño altarcillo a San Miguel Arcángel, cuya figura, dominando al demonio, está presente en diversas estancias, tanto en escultura como en pintura. También tiene una imagen de Santa Ana procedente de una ermita situada en el cerro Santa Ana, monte arriba de esta de San Saturio.
Por una escalera adosada a la roca se sube a las dos salas capitulares, desde cuyos balcones se contempla el bello panorama de las orillas del Duero. En la sacristía en un retablo barroco se encuentra un Cristo Crucificado de gran tamaño.
La iglesia es de planta octogonal muy alargada, cubierta con cúpula de ocho plementos y linterna. En los frescos de sus paredes está representada la historia de San Saturio empezando por el lado del Evangelio: San Saturio repartiendo su hacienda entre los pobres; después, ya ermitaño, orando en la capilla de San Miguel; encima de la puerta principal, y en un pequeño recuadro, el santo tentado por los siete pecados capitales; el santo predicando, y en los restantes del lado de la Epístola, hacia el altar mayor, el paso milagroso de San Prudencio por el Duero sobre su capa, la muerte de San Saturio y su canonización por su discípulo San Prudencio, cuando ya era obispo de Tarazona. En dos de estos lienzos, se puede contemplar la silueta del castillo de Soria, tal como estaba antes de su destrucción. Además en el retablo mayor barroco se encuentra su relicario del siglo XVII.
En la cúpula, con linterna, frescos con representaciones de santos ermitaños, entre ellos San Juan Bautista, San Juan Evangelista, San Benito y el propio Jesucristo en el desierto. Esta obra fue realizada por Juan Zapata Ferrer entre los años de 1704 y 1705, el pintor soriano barroco más destacado, discípulo de Antonio Palomino.
Su fiesta, se celebra con una romería, el 2 de octubre.
Galería de imágenes
Vista de la ermita y del Duero.
Detalle.
Vista lejana.
Vista de la base.
Interior de la gruta sobre la que se encuentra la ermita.
Interior de la ermita.
Cúpula de la iglesia.
Acceso a la cueva en la que, de acuerdo a la tradición, vivió el Santo.
Enlaces externos
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