Enrique de Guzmán
Enrique de Guzmán y Ribera (Madrid, 1540 - ibid. 1607) fue un noble y hombre de estado español. Fue II conde de Olivares, tesorero mayor de Castilla, alcaide del alcázar de Sevilla, embajador de España en Francia y Roma, Virrey de Sicilia y más tarde de Nápoles, consejero de Estado. Padre de D. Gaspar de Guzmán y Pimentel, Conde-Duque de Olivares (III Conde de Olivares y I Duque de Sanlucar).
Enrique de Guzmán | ||
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Información personal | ||
Nacimiento | 1 de marzo de 1540 Madrid (España) | |
Fallecimiento | 1607 Madrid (España) | |
Sepultura | Noviciado de San Ignacio | |
Nacionalidad | Española | |
Religión | Iglesia católica | |
Familia | ||
Padres | Pedro Pérez de Guzmán y Zúñiga Francisca de la Rivera | |
Cónyuge | María Pimentel de Fonseca y Zúñiga | |
Hijos | Gaspar de Guzmán y Pimentel Ribera y Velasco de Tovar | |
Información profesional | ||
Ocupación | Diplomático | |
Cargos ocupados |
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Escudo | ||
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Biografía
Fue hijo de Pedro de Guzmán y Zúñiga, I conde de Olivares, y de Francisca de Ribera Niño. En 1582, a la edad de 42 años, fue nombrado embajador en Roma donde durante los siguientes diez años representaría al rey de España ante los papas Gregorio XIII (1572-1585), Sixto V (1585-1590) y Gregorio XIV (1590-1591).[1]
De 1591 a 1595 fue nombrado virrey de Sicilia.[1]
En noviembre de 1595 Felipe II le nombró virrey de Nápoles;[1] durante su gobierno allí, favorecido el virreinato por un periodo de abundancia en las cosechas, combatió con firmeza el bandolerismo y llevó a cabo numerosas obras públicas de mejora en la ciudad, asistido por el arquitecto Domenico Fontana. Tras la muerte de Felipe II en 1598, fue confirmado en el cargo por el sucesor de éste, Felipe III.[2]
De carácter austero y poco amigo de celebraciones, hizo hincapié en eliminar los gastos superfluos de la corte napolitana, centrándose en el control de la economía. La quiebra de algunos banqueros particulares llevó a Guzmán a considerar la implantación de un banco central del virreino, tarea en la que se encontró con la oposición de algunos diputados del parlamento, que Guzmán resolvió con la prisión de varios de ellos; los informes que llegaron a Felipe III acerca de la arbitrariedad de estas detenciones provocaron que Guzmán fuese relevado de su cargo.[2] El conde de Lemos Fernando Ruiz de Castro le sucedió en el puesto.
En julio de 1599 volvió a España, donde fue nombrado miembro del consejo de estado.
Matrimonio y descendencia
Se casó con María Pimentel de Fonseca, hija del IV conde de Monterrey Jerónimo de Acevedo y Zúñiga y de Inés de Velasco y Tovar, de quien tuvo la siguiente descendencia:[3]
- Jerónimo de Guzmán, muerto en la infancia al precipitarse desde las arquerías del tercer piso del palacio de Monterrey, en Salamanca.
- Gaspar de Guzmán y Pimentel, Conde-Duque de Olivares, valido de Felipe IV;
- Francisca de Guzmán;
- Inés de Guzmán, casada con el VI marqués de Alcañices Álvaro Enríquez de Almansa;
- Leonor María de Guzmán, casada con Manuel de Acevedo y Zúñiga.
Predecesor: Pedro de Guzmán y Zúñiga | Conde de Olivares | Sucesor: Gaspar de Guzmán y Pimentel |
Predecesor: Diego Enríquez de Guzmán | Virrey de Sicilia 1592 - 1595 | Sucesor: Juan Ventimiglia |
Predecesor: Juan de Zúñiga y Avellaneda | Virrey de Nápoles noviembre de 1595 - julio de 1599 | Sucesor: Fernando Ruiz de Castro |
Referencias
- ↑ Gregorio Marañón: El conde-duque de Olivares - La pasión de Mandar, Editorial Espasa Calpe, séptima edición, pag. 12 & seq.
- ↑ Virreyes de Nápoles, de José Raneo con anotaciones de Eustaquio Fernández Navarrete, págs. 267-279; incluido en la "Colección de documentos inéditos para la historia de España", vol. XXIII.
- Grandes de España.