Enfermedad mano-pie-boca
La enfermedad de mano-pie-boca (también conocida como fiebre aftosa humana o HFMD por sus siglas en inglés) es una leve dolencia viral, cuyos síntomas principales son dolor en la boca y presencia de pequeñas ampollas, úlceras o aftas. Los dos tipos de virus que la causan son el Coxsackievirus y el Enterovirus.[1] No debe ser confundida con la otra fiebre aftosa o glosopeda, que es una afección del ganado y que probablemente es mucho más conocida por el público.[cita requerida]
Enfermedad mano-pie-boca | ||
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Lesiones bucales típicas de enfermedad mano-pie-boca en un bebé de 11 meses | ||
Especialidad | infectología | |
Sinónimos | ||
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Aviso médico | ||
Epidemiología
Ataca especialmente a los niños que empiezan a andar, aunque puede aparecer a cualquier edad. Esto ocurre particularmente cuando hace calor, normalmente en el verano o a principios del otoño.
Las mujeres embarazadas deben evitar exponerse a la fiebre aftosa ya que puede causar una infección viral más grave en el niño que todavía no ha nacido y, con ella, posibles defectos de nacimiento. Sin embargo el riesgo es pequeño.[cita requerida]
Signos y síntomas
Los síntomas de la fiebre aftosa empiezan de tres a seis días después de estar expuesto a ella e, inicialmente, son:
- fiebre baja (de 37,5 a 39 °C)
- pérdida de apetito
- dolor en la boca
- sentimiento de enfermedad no localizada
Pasados un par de días, empiezan a aparecer ampollas pequeñas pero de aspecto normal. Estas pueden variar de tamaño, desde 2 a 4 mm. Dichas ampollas están rodeadas de un área pequeña de coloración rojiza.
Aparecen generalmente:
- En la boca, formando algunas ulceraciones poco profundas y dolorosas.
- En las palmas de las manos y en las plantas de los pies, en la mayoría de los niños en edad preescolar y en un diez por ciento de los adultos.
- Con menos frecuencia, en las nalgas, en la parte superior de los brazos y de las piernas o en los genitales.
Tratamiento
No existe tratamiento específico para la enfermedad de manos, pies y boca. Síntomas individuales, como la fiebre o el dolor de las ampollas pueden ser aliviados con el uso de medicamentos, aunque la mayoría de las ampollas desaparecen sin ulcerarse, romperse o dejar cicatrices. La fiebre aftosa es una enfermedad viral que tiene que seguir su curso; muchos doctores no recetan medicamentos, a menos que la infección sea severa. Es usualmente recomendable que al niño afectado se le deje reposar en casa hasta que la infección ceda. Los reductores de fiebre ayudarán a controlar las altas temperaturas. Baños tibios también sirven para bajar la temperatura. El único medicamento recomendado es el paracetamol.
Solamente una pequeña minoría de los pacientes requiere atención de hospital, principalmente producto de complicaciones neurológicas, tal como la encefalitis, la meningitis, los edemas agudos de pulmón o las hemorragias pulmonares.
Véase también
Referencias
- CDC (2 de febrero de 2021). «Symptoms and Diagnosis of Hand, Foot & Mouth Disease». Centers for Disease Control and Prevention (en inglés estadounidense). Consultado el 16 de octubre de 2021.