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El aguador de Sevilla

El aguador de Sevilla es una de las más destacadas obras de juventud de Diego Velázquez, pintada en los últimos años de su estancia en Sevilla y conservada actualmente en el Wellington Museum, instalado en el palacio londinense de Apsley House, tras haber sido regalada por Fernando VII al general Arthur Wellesley en reconocimiento a su ayuda en la Guerra de la Independencia.[1]

El aguador de Sevilla
Año c. 1620
Autor Diego Velázquez
Técnica Óleo sobre lienzo
Estilo Barroco
Tamaño 106,7 cm × 81 cm
Localización Apsley House, Londres, Reino Unido

Historia

La pintura pertenece al género del bodegón con figuras que Velázquez practicó durante sus años de formación en Sevilla para adquirir por ese medio el completo dominio de la imitación del natural, según defendía su suegro Francisco Pacheco en El arte de la pintura. De las pinturas tempranas de Velázquez, es la que cuenta con mayor número de testimonios documentales y literarios, habiendo sido extensamente descrita, aunque de memoria y con errores, por Antonio Palomino, que la ponía como ejemplo de las pinturas de género a las que se había entregado el pintor en sus primeros años:

Inclinóse [Velázquez] a pintar con singularísimo capricho, y notable genio, animales, aves, pescaderías, y bodegones con la perfecta imitación del natural, con bellos países, y figuras; diferencias de comida, y bebida; frutas, y alhajas pobres, y humildes, con tanta valentía, dibujo, y colorido, que parecían naturales, alzándose con esta parte, sin dejar lugar a otro, con que granjeó gran fama, y digna estimación en sus obras, de las cuales no se nos debe pasar en silencio la pintura, que llaman del Aguador; el cual es un viejo muy mal vestido, y con un sayo vil, y roto, que se le descubría el pecho, y vientre con las costras, y callos duros, y fuertes: y junto a sí tiene un muchacho a quien da de beber. Y ésta ha sido tan celebrada, que se ha conservado hasta estos tiempos en el Palacio del Buen Retiro.[2]

Su datación oscila, según los especialistas, entre 1618 y 1622, pero en todo caso se presume sea posterior a la Vieja friendo huevos, otra de las obras destacadas de este periodo pero de técnica más inexperta, e incluso, según insinúa Jonathan Brown, podría haber sido pintada ya en Madrid en 1623.[3]

El cuadro perteneció por regalo o venta a Juan de Fonseca, clérigo y maestrescuela sevillano llamado a la corte por el Conde-Duque de Olivares donde desempeñaba el cargo de sumiller de cortina al servicio de Felipe IV. Fonseca, por orden de Olivares, fue quien llamó a Velázquez a Madrid, siendo su primer protector en la corte. El retrato que Velázquez le pintó a poco de llegar a Madrid fue, según Pacheco, lo primero de su mano que vio el rey, abriéndole las puertas de palacio.[4]​ El 28 de enero de 1627 el propio Velázquez se encargó de su tasación en el inventario de los bienes dejados por Fonseca a su muerte, dando una sencilla descripción de la pintura, valorada en 400 reales: «un quadro de un aguador de mano de Diego Velázquez».[5]​ Como «un aguador» fue adquirido en la almoneda de los bienes de Fonseca por Gaspar de Bracamonte, camarero del infante don Carlos, habiéndoselo adjudicado por 330 reales a cuenta de deudas; perteneció luego al cardenal-infante don Fernando antes de pasar al Palacio del Buen Retiro, donde en el inventario de 1700 se aventuró por primera vez el nombre de «el corzo de Sevilla» para denominar al aguador: «496 Ottra de Vara de alto y ttres quartas de ancho Con Un rettrato de Un Aguador de Velázquez llamado el dicho Aguador el corzo de Sevilla». Más tarde se incorporó al Palacio Real Nuevo donde lo vio Antonio Ponz y fue grabado al aguafuerte por Goya. En 1813 fue apresado por el duque de Wellington con el equipaje de José Bonaparte tras la batalla de Vitoria y llevado a Inglaterra. Regalado al duque por Fernando VII, permanece desde entonces en Apsley House.

Descripción

Protagonistas del cuadro son un anciano aguador vestido con un capote pardo, bajo el que asoma una camisa blanca y limpia, y el muchacho que de él recibe una copa de cristal fino llena de agua. El muchacho, vestido de negro y con amplio cuello blanco, inclina la cabeza, en un escorzo semejante al del joven recadero de La vieja friendo huevos, para recoger la copa con gesto grave, sin cruzarse las miradas. Entre ellos, casi confundido en las sombras del fondo de color tierra oscuro, otro hombre de mediana edad bebe en lo que parece una jarrilla de loza. El brazo izquierdo del anciano se proyecta en escorzo hacia fuera del cuadro, apoyando la mano en un cántaro grande de cerámica en el que se dibujan las marcas del torno, cortado en su parte inferior y sin apoyo dentro del lienzo. En su superficie rezuma el líquido y brillan algunas gotas de agua. Ante él, sobre una mesa o banco, aparece otra alcarraza de arcilla de menor tamaño, cubierta por una taza de loza blanca.

Velázquez insiste en el dibujo, la luz dirigida creadora del fuerte modelado y los aspectos táctiles de los objetos con mayor meticulosidad que en otras obras tempranas, pero además recalca esa tangibilidad con la rotura del marco, privando al cántaro en primer término de asiento, pues éste queda más allá del espacio comprendido en la tela y situado en el espacio del espectador, hacia el que se proyecta la mano del anciano. El aguador es, pese a su aparente naturalidad, el resultado final de un meticuloso estudio del dibujo y de las posibilidades de la pintura para recrear el natural por procedimientos exclusivamente pictóricos. Velázquez pone el mismo interés en representar los diversos tipos humanos —por la contraposición de edades— y la expresión de sus emociones, como en analizar las calidades táctiles de los objetos, respondiendo a un interés científico por los efectos de la visión en los que la luz controlada desempeña un papel fundamental por la forma diversa de verse reflejada en los diferentes objetos.

La afirmación de Pacheco de que Velázquez en sus años de formación dibujaba con frecuencia a un aldeanillo en diferentes posturas y representando emociones diferentes, «sin perdonar dificultad alguna», puede aplicarse a los bodegones de estos primeros años, en los que el pintor parece querer dar respuesta a las dificultades con las que se ha ido enfrentado, mostrando el grado de dominio y perfección técnica alcanzado en cada momento. Velázquez responde con soluciones exclusivamente pictóricas —la mancha de agua que escurre por la superficie de la cerámica— como los escorzos o la representación del volumen mediante la luz —el «rilievo»—, e independientes de su significado, a problemas ópticos y psicológicos que habían sido puestos de actualidad por la teoría italiana del arte, unido todo ello al deseo de emular las obras de los artistas clásicos que, según Plinio, habían alcanzado un gran dominio de la representación del natural sirviéndose de sujetos bajos.

Tema e interpretaciones

 
El aguador de Sevilla, detalle. La jarra cubierta por una taza a modo de tapa es una alcarraza (o "talla trianera") de loza blanca de Triana; detrás y en el centro una copa de cristal, y en primer plano parte de un cántaro "sogelado" (con las estrías de los dedos del alfarero).[6]

Atendiendo a lo dicho por el propio Velázquez en el inventario de los bienes de Juan de Fonseca, el cuadro tendría como tema, sencillamente, el retrato de «un aguador», oficio común en Sevilla. Estebanillo González en su Vida y hechos, que pretende ser novela autobiográfica, cuenta que llegando a Sevilla, por no ser perseguido como vagabundo, adoptó este oficio dejándose aconsejar por un anciano aguador «que me pareció letrado, porque tenía la barba de cola de pato». Estebanillo elegirá este trabajo, que siendo Sevilla una ciudad calurosa y muy poblada dejaba a sus oficiales un digno beneficio, porque siendo oficio «necesario en la república» no requería examen ni caudal para establecerse, bastándole para practicarlo con adquirir «un cántaro y dos cristalinos vidrios». Pagaba dos maravedíes por cada cántaro que llenaba en un pozo de agua fría de un portugués y la vendía luego como agua de la Alameda, poniendo sobre el tapador un ramito para acreditar tal origen, obteniendo con su venta dos reales más lo que le dejaba la venta de falsos jabones de Bolonia y mondadientes de Moscovia, a lo que dedicaba las mañanas por no ser esas horas buenas para la venta de agua.[7]

La posibilidad de que el sujeto representado sea el retrato de un aguador concreto, el supuesto Corzo o Corso de Sevilla al que alude el inventario de 1700, quien sería un personaje popular en la ciudad del Guadalquivir y en el que estaría pensando Palomino, más que en el propio cuadro, cuando pasando del presente al imperfecto decía que con el sayo abierto se le descubría el pecho con costras y callos, ha sido defendida por José López-Rey.[8]​ La crítica, en términos generales, no toma en consideración tal posibilidad, atendiendo a la tardía aparición del nombre del Corzo en los inventarios, y al contrario, observando en los gestos y actitudes de los personajes una composición de «naturaleza casi sacramental», ha preferido buscar mensajes ocultos, de interpretación insegura.[9]

En este sentido, Leo Steinberg primero[10]​ y Julián Gállego han explicado El aguador como una representación de las tres edades en «una suerte de ceremonia iniciática», en la que el anciano, la Vejez, tiende la copa del conocimiento al muchacho más joven y de noble aspecto.[11]​ El propio Gállego apuntaba en 1990 que ese rito de iniciación pudiera hacer referencia también al amor, encontrando un símbolo sexual en el higo dibujado en el interior de la copa en la que bebe el adolescente, destinado a perfumar el agua según los comentaristas.[12]​ Como una representación de las tres edades, en la que a cada una correspondería una actividad, ha interpretado el cuadro también Fernando Marías: el anciano, abstraído, medita; el hombre actúa y el joven con la mirada pregunta. Pero, además, esas tres figuras enlazarían conceptualmente y de forma enigmática con los tres objetos que rivalizan con ellas en protagonismo —el cántaro, la jarra vidriada y la copa de cristal—, respondiendo a la luz conforme a su materia, opaca, reflectante y transparente.[13]

Últimamente Manuela Mena ha propuesto identificar el asunto como una representación del filósofo ateniense Diógenes el Cínico en su función de pedagogo, interpretando así la ceremonia iniciática con relación a un asunto histórico concreto, la educación de los hijos de Xeníades, lo que convendría a una pintura destinada a un maestrescuela neoestoico como lo sería Juan de Fonseca, quien en el inventario de sus bienes contaba también con un retrato de Justo Lipsio.[14]​ Sin embargo, la copa de fino cristal que el aguador en el lienzo velazqueño entrega al joven, parece en contradicción con una de las más célebres anécdotas referidas al filósofo cínico, ilustrada entre otros por Nicolas Poussin (Diógenes tirando su escudilla, Museo del Louvre), según la cual, viendo el filósofo a un muchacho beber con las manos, arrojó su humilde vasija diciendo «un muchacho me gana en simplicidad y economía».[15]

El nombre del primer propietario, aunque no hay modo de saber si el cuadro fue encargo suyo o se pintó para él, ha hecho pensar que el cuadro pudiera ocultar un juego de palabras. Según ello, tanto si se considera a Fonseca como primer protector de Velázquez o como maestrescuela, la transmisión del conocimiento mediante la entrega del agua indicaría que la «fuente» no está «seca».[16]​ Para Fernando Marías, el juego de palabras «lúdico y conceptuoso», se extendería también al segundo apellido, Figueroa, aludido en el higoficus— contenido dentro del agua de la fuente.[17]

Réplicas y copias antiguas

 
El aguador de Sevilla, copia, Florencia, Galería Uffizi.

Del Aguador se conocen dos réplicas o copias antiguas, la más destacada de ellas en la antigua colección Contini-Bonacossi de Florencia (Galería Uffizi), que José Gudiol pensó podría tratarse de la primera versión, distinta a ella no solo en su ejecución, notablemente más seca —incapaz de reproducir la exudación del barro—, sino en detalles como el bonete que cubre la cabeza del aguador, además de por hacer más nítido el dibujo del hombre de mediana edad y del vaso de loza vidriada en el que bebe, surgiendo de la penumbra en que los dejó Velázquez, alteraciones que en opinión de Gudiol serían impropias de un copista y abonarían una ejecución anterior.[18]​ Las radiografías que se han hecho del original velazqueño muestran, sin embargo, arrepentimientos en la posición y dibujo de las manos del aguador que no se advierten en la versión de Florencia, que es en esta parte copia del último estado.[19]

Referencias

  1. Pérez Sánchez, Alfonso E. «Velázquez (exposición 1990).» Museo Nacional del Prado. Consultado el 11 de julio de 2016.
  2. Palomino, p. 207.
  3. Morán y Sánchez Quevedo, p. 48.
  4. Pacheco, pp. 203-204.
  5. Corpus velazqueño, p. 60.
  6. Seseña, Natacha. . Archivo Español de Arte (Madrid: CSIC) (254). ISSN 0004-0428. Archivado desde el original el 3 de enero de 2017. Consultado el de enero de 2015. 
  7. La vida y hechos de Estebanillo González, hombre de buen humor, compuesta por él mismo, en La novela picaresca española, edición de Florencio Sevilla Arroyo, Madrid, Editorial Castalia, 2001, p. 1076.
  8. López-Rey, p. 40.
  9. Brown, pp. 13-15.
  10. Steinberg, L., «The Water Carrier of Seville», Art News, 1971, nº 70.
  11. Gállego, Velázquez en Sevilla, Sevilla, 1974, p. 132.
  12. Gállego, Julián, catálogo de la exposición Velázquez, 1990, pp. 72-73. Elena Ramírez-Montesinos, «Objetos de vidrio en los bodegones de Velázquez», V Jornadas de Arte, Departamento de Historia del Arte, CSIC, Madrid, 1991, p. 403, sostiene sin embargo que la figura interpretada habitualmente como un higo sería un adorno del cristal característico de las más valiosas piezas venecianas de vidrio soplado y que en España se ejecutaban también en Cadalso de los Vidrios.
  13. Marías, p. 70.
  14. Manuela B. Mena Marqués, «El Aguador de Velázquez o una meditación sobre la cultura clásica: Diógenes y los hijos de Xeníades», en Archivo Español de Arte, 288 (1999) pp. 391-413.
  15. Diógenes Laercio, Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres, tomo I, libro sexto, p. 336.
  16. Pérez Lozano, «Velázquez y los gustos conceptistas: el Aguador y su destinatario», Boletín del Museo e Instituto Camón Aznar, LIV, 1993, pp. 9-10.
  17. Marías, p. 46.
  18. Gudiol, «Algunas réplicas de la obra de Velázquez», en Varia velazqueña, Madrid, 1960, p. 418.
  19. Catálogo de la exposición Velázquez y Sevilla (M. Mena), p. 188.

Bibliografía

  •   Datos: Q2627810
  •   Multimedia: El aguador de Sevilla (Velázquez)

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El aguador de Sevilla es una de las mas destacadas obras de juventud de Diego Velazquez pintada en los ultimos anos de su estancia en Sevilla y conservada actualmente en el Wellington Museum instalado en el palacio londinense de Apsley House tras haber sido regalada por Fernando VII al general Arthur Wellesley en reconocimiento a su ayuda en la Guerra de la Independencia 1 El aguador de SevillaAnoc 1620AutorDiego VelazquezTecnicaoleo sobre lienzoEstiloBarrocoTamano106 7 cm 81 cmLocalizacionApsley House Londres Reino Unido editar datos en Wikidata Indice 1 Historia 2 Descripcion 3 Tema e interpretaciones 4 Replicas y copias antiguas 5 Referencias 6 BibliografiaHistoria EditarLa pintura pertenece al genero del bodegon con figuras que Velazquez practico durante sus anos de formacion en Sevilla para adquirir por ese medio el completo dominio de la imitacion del natural segun defendia su suegro Francisco Pacheco en El arte de la pintura De las pinturas tempranas de Velazquez es la que cuenta con mayor numero de testimonios documentales y literarios habiendo sido extensamente descrita aunque de memoria y con errores por Antonio Palomino que la ponia como ejemplo de las pinturas de genero a las que se habia entregado el pintor en sus primeros anos Inclinose Velazquez a pintar con singularisimo capricho y notable genio animales aves pescaderias y bodegones con la perfecta imitacion del natural con bellos paises y figuras diferencias de comida y bebida frutas y alhajas pobres y humildes con tanta valentia dibujo y colorido que parecian naturales alzandose con esta parte sin dejar lugar a otro con que granjeo gran fama y digna estimacion en sus obras de las cuales no se nos debe pasar en silencio la pintura que llaman del Aguador el cual es un viejo muy mal vestido y con un sayo vil y roto que se le descubria el pecho y vientre con las costras y callos duros y fuertes y junto a si tiene un muchacho a quien da de beber Y esta ha sido tan celebrada que se ha conservado hasta estos tiempos en el Palacio del Buen Retiro 2 Su datacion oscila segun los especialistas entre 1618 y 1622 pero en todo caso se presume sea posterior a la Vieja friendo huevos otra de las obras destacadas de este periodo pero de tecnica mas inexperta e incluso segun insinua Jonathan Brown podria haber sido pintada ya en Madrid en 1623 3 El cuadro pertenecio por regalo o venta a Juan de Fonseca clerigo y maestrescuela sevillano llamado a la corte por el Conde Duque de Olivares donde desempenaba el cargo de sumiller de cortina al servicio de Felipe IV Fonseca por orden de Olivares fue quien llamo a Velazquez a Madrid siendo su primer protector en la corte El retrato que Velazquez le pinto a poco de llegar a Madrid fue segun Pacheco lo primero de su mano que vio el rey abriendole las puertas de palacio 4 El 28 de enero de 1627 el propio Velazquez se encargo de su tasacion en el inventario de los bienes dejados por Fonseca a su muerte dando una sencilla descripcion de la pintura valorada en 400 reales un quadro de un aguador de mano de Diego Velazquez 5 Como un aguador fue adquirido en la almoneda de los bienes de Fonseca por Gaspar de Bracamonte camarero del infante don Carlos habiendoselo adjudicado por 330 reales a cuenta de deudas pertenecio luego al cardenal infante don Fernando antes de pasar al Palacio del Buen Retiro donde en el inventario de 1700 se aventuro por primera vez el nombre de el corzo de Sevilla para denominar al aguador 496 Ottra de Vara de alto y ttres quartas de ancho Con Un rettrato de Un Aguador de Velazquez llamado el dicho Aguador el corzo de Sevilla Mas tarde se incorporo al Palacio Real Nuevo donde lo vio Antonio Ponz y fue grabado al aguafuerte por Goya En 1813 fue apresado por el duque de Wellington con el equipaje de Jose Bonaparte tras la batalla de Vitoria y llevado a Inglaterra Regalado al duque por Fernando VII permanece desde entonces en Apsley House Descripcion EditarProtagonistas del cuadro son un anciano aguador vestido con un capote pardo bajo el que asoma una camisa blanca y limpia y el muchacho que de el recibe una copa de cristal fino llena de agua El muchacho vestido de negro y con amplio cuello blanco inclina la cabeza en un escorzo semejante al del joven recadero de La vieja friendo huevos para recoger la copa con gesto grave sin cruzarse las miradas Entre ellos casi confundido en las sombras del fondo de color tierra oscuro otro hombre de mediana edad bebe en lo que parece una jarrilla de loza El brazo izquierdo del anciano se proyecta en escorzo hacia fuera del cuadro apoyando la mano en un cantaro grande de ceramica en el que se dibujan las marcas del torno cortado en su parte inferior y sin apoyo dentro del lienzo En su superficie rezuma el liquido y brillan algunas gotas de agua Ante el sobre una mesa o banco aparece otra alcarraza de arcilla de menor tamano cubierta por una taza de loza blanca Velazquez insiste en el dibujo la luz dirigida creadora del fuerte modelado y los aspectos tactiles de los objetos con mayor meticulosidad que en otras obras tempranas pero ademas recalca esa tangibilidad con la rotura del marco privando al cantaro en primer termino de asiento pues este queda mas alla del espacio comprendido en la tela y situado en el espacio del espectador hacia el que se proyecta la mano del anciano El aguador es pese a su aparente naturalidad el resultado final de un meticuloso estudio del dibujo y de las posibilidades de la pintura para recrear el natural por procedimientos exclusivamente pictoricos Velazquez pone el mismo interes en representar los diversos tipos humanos por la contraposicion de edades y la expresion de sus emociones como en analizar las calidades tactiles de los objetos respondiendo a un interes cientifico por los efectos de la vision en los que la luz controlada desempena un papel fundamental por la forma diversa de verse reflejada en los diferentes objetos La afirmacion de Pacheco de que Velazquez en sus anos de formacion dibujaba con frecuencia a un aldeanillo en diferentes posturas y representando emociones diferentes sin perdonar dificultad alguna puede aplicarse a los bodegones de estos primeros anos en los que el pintor parece querer dar respuesta a las dificultades con las que se ha ido enfrentado mostrando el grado de dominio y perfeccion tecnica alcanzado en cada momento Velazquez responde con soluciones exclusivamente pictoricas la mancha de agua que escurre por la superficie de la ceramica como los escorzos o la representacion del volumen mediante la luz el rilievo e independientes de su significado a problemas opticos y psicologicos que habian sido puestos de actualidad por la teoria italiana del arte unido todo ello al deseo de emular las obras de los artistas clasicos que segun Plinio habian alcanzado un gran dominio de la representacion del natural sirviendose de sujetos bajos Tema e interpretaciones Editar El aguador de Sevilla detalle La jarra cubierta por una taza a modo de tapa es una alcarraza o talla trianera de loza blanca de Triana detras y en el centro una copa de cristal y en primer plano parte de un cantaro sogelado con las estrias de los dedos del alfarero 6 Atendiendo a lo dicho por el propio Velazquez en el inventario de los bienes de Juan de Fonseca el cuadro tendria como tema sencillamente el retrato de un aguador oficio comun en Sevilla Estebanillo Gonzalez en su Vida y hechos que pretende ser novela autobiografica cuenta que llegando a Sevilla por no ser perseguido como vagabundo adopto este oficio dejandose aconsejar por un anciano aguador que me parecio letrado porque tenia la barba de cola de pato Estebanillo elegira este trabajo que siendo Sevilla una ciudad calurosa y muy poblada dejaba a sus oficiales un digno beneficio porque siendo oficio necesario en la republica no requeria examen ni caudal para establecerse bastandole para practicarlo con adquirir un cantaro y dos cristalinos vidrios Pagaba dos maravedies por cada cantaro que llenaba en un pozo de agua fria de un portugues y la vendia luego como agua de la Alameda poniendo sobre el tapador un ramito para acreditar tal origen obteniendo con su venta dos reales mas lo que le dejaba la venta de falsos jabones de Bolonia y mondadientes de Moscovia a lo que dedicaba las mananas por no ser esas horas buenas para la venta de agua 7 La posibilidad de que el sujeto representado sea el retrato de un aguador concreto el supuesto Corzo o Corso de Sevilla al que alude el inventario de 1700 quien seria un personaje popular en la ciudad del Guadalquivir y en el que estaria pensando Palomino mas que en el propio cuadro cuando pasando del presente al imperfecto decia que con el sayo abierto se le descubria el pecho con costras y callos ha sido defendida por Jose Lopez Rey 8 La critica en terminos generales no toma en consideracion tal posibilidad atendiendo a la tardia aparicion del nombre del Corzo en los inventarios y al contrario observando en los gestos y actitudes de los personajes una composicion de naturaleza casi sacramental ha preferido buscar mensajes ocultos de interpretacion insegura 9 En este sentido Leo Steinberg primero 10 y Julian Gallego han explicado El aguador como una representacion de las tres edades en una suerte de ceremonia iniciatica en la que el anciano la Vejez tiende la copa del conocimiento al muchacho mas joven y de noble aspecto 11 El propio Gallego apuntaba en 1990 que ese rito de iniciacion pudiera hacer referencia tambien al amor encontrando un simbolo sexual en el higo dibujado en el interior de la copa en la que bebe el adolescente destinado a perfumar el agua segun los comentaristas 12 Como una representacion de las tres edades en la que a cada una corresponderia una actividad ha interpretado el cuadro tambien Fernando Marias el anciano abstraido medita el hombre actua y el joven con la mirada pregunta Pero ademas esas tres figuras enlazarian conceptualmente y de forma enigmatica con los tres objetos que rivalizan con ellas en protagonismo el cantaro la jarra vidriada y la copa de cristal respondiendo a la luz conforme a su materia opaca reflectante y transparente 13 Ultimamente Manuela Mena ha propuesto identificar el asunto como una representacion del filosofo ateniense Diogenes el Cinico en su funcion de pedagogo interpretando asi la ceremonia iniciatica con relacion a un asunto historico concreto la educacion de los hijos de Xeniades lo que convendria a una pintura destinada a un maestrescuela neoestoico como lo seria Juan de Fonseca quien en el inventario de sus bienes contaba tambien con un retrato de Justo Lipsio 14 Sin embargo la copa de fino cristal que el aguador en el lienzo velazqueno entrega al joven parece en contradiccion con una de las mas celebres anecdotas referidas al filosofo cinico ilustrada entre otros por Nicolas Poussin Diogenes tirando su escudilla Museo del Louvre segun la cual viendo el filosofo a un muchacho beber con las manos arrojo su humilde vasija diciendo un muchacho me gana en simplicidad y economia 15 El nombre del primer propietario aunque no hay modo de saber si el cuadro fue encargo suyo o se pinto para el ha hecho pensar que el cuadro pudiera ocultar un juego de palabras Segun ello tanto si se considera a Fonseca como primer protector de Velazquez o como maestrescuela la transmision del conocimiento mediante la entrega del agua indicaria que la fuente no esta seca 16 Para Fernando Marias el juego de palabras ludico y conceptuoso se extenderia tambien al segundo apellido Figueroa aludido en el higo ficus contenido dentro del agua de la fuente 17 Replicas y copias antiguas Editar El aguador de Sevilla copia Florencia Galeria Uffizi Del Aguador se conocen dos replicas o copias antiguas la mas destacada de ellas en la antigua coleccion Contini Bonacossi de Florencia Galeria Uffizi que Jose Gudiol penso podria tratarse de la primera version distinta a ella no solo en su ejecucion notablemente mas seca incapaz de reproducir la exudacion del barro sino en detalles como el bonete que cubre la cabeza del aguador ademas de por hacer mas nitido el dibujo del hombre de mediana edad y del vaso de loza vidriada en el que bebe surgiendo de la penumbra en que los dejo Velazquez alteraciones que en opinion de Gudiol serian impropias de un copista y abonarian una ejecucion anterior 18 Las radiografias que se han hecho del original velazqueno muestran sin embargo arrepentimientos en la posicion y dibujo de las manos del aguador que no se advierten en la version de Florencia que es en esta parte copia del ultimo estado 19 Referencias Editar Perez Sanchez Alfonso E Velazquez exposicion 1990 Museo Nacional del Prado Consultado el 11 de julio de 2016 Palomino p 207 Moran y Sanchez Quevedo p 48 Pacheco pp 203 204 Corpus velazqueno p 60 Sesena Natacha Los barros y lozas que pinto Velazquez Archivo Espanol de Arte Madrid CSIC 254 ISSN 0004 0428 Archivado desde el original el 3 de enero de 2017 Consultado el de enero de 2015 La vida y hechos de Estebanillo Gonzalez hombre de buen humor compuesta por el mismo en La novela picaresca espanola edicion de Florencio Sevilla Arroyo Madrid Editorial Castalia 2001 p 1076 Lopez Rey p 40 Brown pp 13 15 Steinberg L The Water Carrier of Seville Art News 1971 nº 70 Gallego Velazquez en Sevilla Sevilla 1974 p 132 Gallego Julian catalogo de la exposicion Velazquez 1990 pp 72 73 Elena Ramirez Montesinos Objetos de vidrio en los bodegones de Velazquez V Jornadas de Arte Departamento de Historia del Arte CSIC Madrid 1991 p 403 sostiene sin embargo que la figura interpretada habitualmente como un higo seria un adorno del cristal caracteristico de las mas valiosas piezas venecianas de vidrio soplado y que en Espana se ejecutaban tambien en Cadalso de los Vidrios Marias p 70 Manuela B Mena Marques El Aguador de Velazquez o una meditacion sobre la cultura clasica Diogenes y los hijos de Xeniades en Archivo Espanol de Arte 288 1999 pp 391 413 Diogenes Laercio Vidas opiniones y sentencias de los filosofos mas ilustres tomo I libro sexto p 336 Perez Lozano Velazquez y los gustos conceptistas el Aguador y su destinatario Boletin del Museo e Instituto Camon Aznar LIV 1993 pp 9 10 Marias p 46 Gudiol Algunas replicas de la obra de Velazquez en Varia velazquena Madrid 1960 p 418 Catalogo de la exposicion Velazquez y Sevilla M Mena p 188 Bibliografia EditarBrown Jonathan 1986 Velazquez Pintor y cortesano Madrid Alianza Editorial ISBN 84 206 9031 7 Catalogo de la exposicion 1999 Velazquez y Sevilla Sevilla Junta de Andalucia Consejeria de Cultura ISBN 84 8266 098 5 Corpus velazqueno 2000 Corpus velazqueno Documentos y textos 2 vols bajo la direccion de J M Pita Andrade Madrid ISBN 84 369 3347 8 Gallego Julian 1990 Catalogo Velazquez Catalogo Museo del Prado Exposicion enero marzo 1990 Madrid Museo del Prado ISBN 84 87317 01 4 Lopez Rey Jose 1996 Velazquez Catalogue raisonne vol II Colonia Taschen Wildenstein Institute ISBN 3 8228 8731 5 Marias Fernando 1999 Velazquez Pintor y criado del rey Madrid Nerea ISBN 84 89569 33 9 Moran Turina Miguel y Sanchez Quevedo Isabel 1999 Velazquez Catalogo completo Madrid Ediciones Akal SA ISBN 84 460 1349 5 Pacheco Francisco ed de Bonaventura Bassegoda 1990 El arte de la pintura Madrid Catedra ISBN 84 376 0871 6 Palomino Antonio 1988 El museo pictorico y escala optica III El parnaso espanol pintoresco laureado Madrid Aguilar S A de Ediciones ISBN 84 03 88005 7 Datos Q2627810 Multimedia El aguador de Sevilla Velazquez Obtenido de https es wikipedia org w index php title El aguador de Sevilla amp oldid 133138982, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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