Campaña parta de Trajano
La campaña parta de Trajano, fue una campaña militar ejecutada por el emperador romano Trajano en el año 114 contra el Imperio Parto en Mesopotamia. La guerra fue inicialmente exitosa para los romanos, pero debido a una serie de reveses, incluidas las rebeliones a gran escala en el Mediterráneo oriental y el norte de África, así como la muerte de Trajano en 117, terminó en una retirada romana.
Campaña parta de Trajano | ||
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Parte de Guerras párticas | ||
Fecha | 114-117 | |
Lugar | Levante, Anatolia, Mesopotamia, Irán occidental | |
Resultado | Statu quo ante bellum | |
Beligerantes | ||
Comandantes | ||
Objetivos
Se puede sostener razonablemente que Trajano había planeado su expedición al Este contra los partos y la anexión de Armenia y Mesopotamia desde al menos 111[1], si no desde el comienzo de su reinado como sugiere Plinio el joven cuando afirma que Trajano conectó el Rin con el Éufrates ("Rhenumque et Euphraten") en su Panegírico del emperador Trajano[2].
El objetivo principal perseguido por Trajano pareció ser estabilizar de manera duradera la frontera oriental del Imperio. Para ello, anexionaría Armenia, la continuación lógica de las maniobras ya iniciadas desde las campañas de Corbulon bajo Néron, y conquistaría la parte occidental de Mesopotamia para organizarla en provincia[3] y convertirla en un glacis del Éufrates como ya lo hizo con Dacia para el Danubio [4]. Además, Trajano probablemente se sintió atraído por el prestigio que podía obtener de las victorias sobre los partos, una opinión compartida por Dion Casio para quien la verdadera motivación de Trajano no es otra que la búsqueda de la gloria[5] y la voluntad de imitar a Alejandro Magno (sogenante Alexander-imitatio)[6].
Desde el tratado de Rhandeia, la muerte de Vologases I y las luchas internas que los dividen, los partos se han debilitado. Trajano es consciente y utiliza la propaganda imperial para revivir entre los romanos el temor a un enemigo que amenaza la integridad del Imperio Romano[4]. Se pueden defender otros objetivos como asegurar las rutas comerciales que cruzan Mesopotamia hacia el Golfo Pérsico [7][8] para el cual los partos sirven como intermediarios, pero es poco probable que esto sea lo que decidió a Trajano para dar comienzo a esta gran expedición[3].
Casus belli
Durante décadas, el desacuerdo existente sobre el establecimiento de un rey en Armenia ha generado serias tensiones entre Roma y los partos. Tras las campañas de Corbulon y la firma del tratado de Rhandeia bajo Nerón, un rey armenio, Tiridates, es confirmado en el trono como vasallo de Roma. Desde entonces, la Gran Armenia es considerada un reino vasallo de Roma, aunque los partos todavía reclaman el control de ella.
Alrededor de 105, estalló una guerra civil en el reino de Partia cuando Vologases III reclamó el trono ocupado desde [9] por Pacoro II. Vologases III tomó el control de toda la parte oriental del reino donde gobernó. En 109, Osroes sucede a su hermano Pacoro e intenta recuperar el control de todo el reino. Alrededor de 110, de acuerdo con Roma, nombró a Axidares, su sobrino, rey de Armenia.
En 113, Osroes intenta extender su influencia en Armenia y derroca al rey armenio Axidarès. Instaló a su propio hermano Partamasiris en el trono, sin el consentimiento de Roma 16. Al ir así en contra de las cláusulas del tratado de Rhandeia de 63, ofrece a los romanos un casus belli, o más bien un pretexto según la opinión de Dion Casio.
Primera campaña
Prolegómenos
Anexión de Arabia Pétrea
En marzo de 106, aprovechando la muerte del rey de los nabateos Rabel II, Trajano ordenó a Aulo Cornelio Palma Frontoniano, gobernador de Siria, que ocupase su reino [9].[10] La Legio III Cirenaica fue establecida en Bostra, capital de la nueva provincia Arabia Petrea, bajo el mando del gobernador. Puede verse en la anexión del reino de Petra un deseo de asegurar los vínculos comerciales entre Egipto, Judea y Siria, con el establecimiento de una línea comercial entre Bostra y Aelana, pasando por Petra, y el comienzo de un fortalecimiento de la frontera oriental [11]. Entre 110 y 111, los romanos convirtieron el nuevo territorio en una base ofensiva y defensiva y establecieron en su frontera oriental el Limes Arabicus mediante la construcción de fortalezas aisladas para, al parecer, evitar que los partos invadieran Siria o incluso Egipto en una maniobra de diversión[12].
La decisión de incorporar el reino nabateo puede sugerir la necesidad de anexionar progresivamente otros reinos clientes de Roma en la región: el reino de Osroene alrededor de Edesa y el reino de Armenia. Armenia era un caso espinoso, los partos disputaban la supremacía sobre este reino con el Imperio romano desde la época del primer triunvirato. La prolongada soberanía de Roma sobre el reino parecía hacer aún más inevitable una anexión final.
Campañas en Dacia
Algunos historiadores sostienen la hipótesis de que Trajano planeó su expedición contra los partos incluso antes de su acceso al trono, en el momento en que estaba ocupado bajo las órdenes de su padre en el frente oriental. Esta experiencia militar le habría permitido darse cuenta de que la situación solo podría resolverse mediante una ofensiva a gran escala[13]. Según esta hipótesis, su viaje a lo largo del Rin y el Danubio al comienzo de su reinado y luego las campañas contra los dacios se analizarían en parte como un deseo de consolidar la situación en los frentes europeos para tener rienda suelta para la guerra contra los partos [14]. De todos modos, el botín recuperado durante las campañas dacias permitió a Trajano financiar los preparativos para la expedición a Oriente[15]. Sin esta contribución, la campaña contra los partos habría sido mucho más difícil de organizar.
Nuevos gobernadores para encabezar provincias clave
Trajano colocó a la cabeza de las provincias sensibles para el conflicto contra los partos a personajes notables: en 112, Tácito fue enviado como procónsul en Asia, Cayo Avidio Nigrino se convirtió en gobernador de Dacia recientemente conquistada, donde hay que temer disturbios, y Plinio el Joven, el hombre de confianza del emperador, se hizo cargo de la administración de Bitinia desde 111.[16].
Moneda parta de Pacoro II (78/80-105/110)
Moneda parta de Vologases III (105-147)
Moneda parta de Cosroes I (109-129)
Partida de Trajano hacia el este
Trajano abandonó Roma en septiembre-octubre de 113[3], pero no se dirigió directamente al frente de Partia. Primeramente desembarcó en Atenas, donde se reunió con los embajadores enviados por Osroes I, rey parto, quien parecía haber subestimado y lamentado las consecuencias de su intervención en Armenia [9]. Estos le pidieron a Trajano que reconociese a Partamasiris como rey de Armenia y vasallo de Roma [17]. Trajano respondió que resolvería este asunto en persona cuando llegase a Siria. Esta negativa a negociar puede analizarse como prueba de que se trataba de una guerra premeditada. Continuó su viaje siguiendo la costa de Asia Menor, lo que le permitió evitar cruzar Anatolia a mediados del invierno[18] y se detuvo en Éfeso[19]. A principios del año 114, Trajano desembarcó en Seleucia Pieria, el puerto de Antioquía y base de la flota de Siria creada bajo los Flavios[20], entró en Antioquía el 7 de enero de 114.[21] Concentró sus tropas y los suministros necesarios en Siria y Capadocia y pidió a las ciudades de Oriente y sus élites una gran contribución. Se benefició de la reorganización de Capadocia, con la construcción de los campamentos de Satala y Melitene y el establecimiento de una red de carreteras en un eje oeste-este llevada a cabo bajo los Flavios[4].
Año 114
Trajano recibió en Antioquía la embajada del rey Abgar de Osroene, reino de Mesopotamia occidental, ubicado entre el Imperio Romano y el reino de los partos, y los príncipes árabes de Mesopotamia, incluidos Mannos de la tribu senita de Singara, Manisaros de Gordiene y Mebarsapes, rey de Adiabene[22]. El rey Abgar ofreció muchos presentes al emperador como una disculpa por su retraso en la presentación, incluyendo 250 jinetes armas.[23] Osroes envíó una segunda delegación para continuar las negociaciones iniciadas en Atenas, pero Trajano le dice que lo que propone no es aceptable.
Mientras tanto, la lucha se llevaba a cabo en las orillas del Éufrates. Parece que los romanos sufrieron algunos reveses y que el Legio XVI Flavia Firma, de guarnición de Samosata, tuvo que abandonar temporalmente la ciudad[24]·[25]
Al comienzo de la primavera, Trajano dejó Antioquía a la cabeza de su ejército, compuesto por ocho legiones a las que se agregan diferentes vexillationes [26] de otras legiones y tropas auxiliares[27] comprendiendo un total de aproximadamente 80,000 hombres[19], con un total de 17 legiones y, de hecho, la mayor reunión de legiones que el Imperio había conocido [28]. Entre las legiones representadas, en su totalidad o por una vexilatio, podemos citar la VI Ferrata, cuyo legado Cayo Brutio Presente Lucio Fulvio Rústico fue condecorado por Trajano[29][30], la XVI Flavia Firma, establecida en Satala, uno de cuyos centuriones fue condecorado al final de la guerra[31], la IV Scythica, que dedicó un monumento a Trajano en Artaxata en 116 [32], la X Fretensis, uno de cuyos tribunos es recompensado por sus acciones[33], la XXII Primigenia, de la que fue condecorado su Praefectus castrorum Marco Julio Máximo[34] y la III Cirenaica, cuya vexilatio levantó un altar dedicado a Serapis en Jerusalén entre 116 y 117[35] y construyó un arco triunfal en Dura-Europos en 115.[36]
Trajano, tras obtener el apoyo de reyes locales sometidos a Roma como Anquialos, rey de los Machelones, tribu de Colquida,[37] se dirigió hacia el norte, pasando por Samosata, la cual recuperó sin combatir,[37] luego a través de Melitene y llegó al campamento de Satala en el noreste de Asia Menor, cerca de la frontera con Armenia. Parthamasiris intentó negociar con Trajano para que aceptase coronarlo, pero Trajano se negó a negociar.
Conquista de Armenia
Trajano invadió Armenia y se dirigió hacia su capital, Artaxata. Esta gran ofensiva constituía una violación importante de la paz establecida entre Roma y los partos desde el Tratado de Rhandeia,[38] firmado por Cneo Domicio Corbulón, bajo Nerón, al terminar la guerra romano-parta de 58-63. Convocado el rey Partamasiris a Elegeia, quien tenía la esperanza de ser coronado por Trajano, este se presentó ante el emperador y le entregó su corona, pero Trajano la depositó y luego ordenó a Partamasiris y sus partidarios para que abandonen el Imperio, bajo escolta romana. Después de salir de Elegeia, en el camino a Artaxata, estalló un motín entre la escolta romana y el grupo de Partamasiris, durante el cual este último fue asesinado, tal vez por orden de Trajano[17]. Armenia fue anexionada inicialmente a la vecina provincia de Capadocia[17] formando la provincia de Capadocia y Armenia Maior y Menor, con Lucio Catilio Severo [38] a la cabeza, como legado,[19] antes de convertirse en provincia romana en toda regla. La nueva provincia no ocupaba todo el antiguo reino armenio y lo que no fue anexionado formaba un pequeño reino cliente cerca del macizo del Cáucaso, a orillas del mar Caspio, probablemente dirigido por el rey Axidares, quien había sido derrocado por Osroes[39].
Trajano usó los siguientes meses para pacificar la nueva provincia y subyugar a los pueblos fronterizos. Colocó destacamentos de tres legiones en la guarnición de Artaxata, una gran parte de la Legio IV Scythica y vexilationes de las legiones I Italica y VI Ferrata.[40] Envió una columna bajo el mando del legado Lusio Quieto al sur del lago Van para resolver los problemas causados por los Mardes.[17]·[41][42] Lusio Quieto penetró después en territorio parto al cruzar el Araxe[38]. También envió al legado Brutio Presente, legado de la Legio VI Ferrata,[43] cerca de la frontera con Media Atropatene[40][44] y otro ejército a las Puertas del Caspio para someter a los albaneses del Cáucaso. La nueva provincia estuvo bajo el control total de los romanos a finales de 114.
Por la conquista de Armenia, Trajano recibió del Senado el título de Optimus a principios del otoño.[3][45] Trajano obtuvo la presentación oficial del Rey Abgar de Osroene[17] y fue invitado a pasar el invierno en Edessa[22]. Antes de abandonar Armenia, Trajano visito el santuario de Baalbeck-Héliopolis para consultar los oráculos del dios sirio Hadad, bautizado Júpiter-Heliopolitanus.[38]
Año 115
Conquista de Mesopotamia
En la primavera de 115, Trajano dejó Armenia a la cabeza de sus tropas y se dirigió al sur. Llegado al valle del Tigris en la Alta Mesopotamia a través del paso Bitlis,[22] la fortaleza de Nisibis rápidamente cayó bajo control romano, cuyo ejército parece haber obtenido muchas victorias, ya que Trajano fue aclamado cuatro veces como imperator en este año. Sin embargo, los romanos, aprovechando la guerra civil que paralizaba a los partos[42], no parece que encontrasen una resistencia seria. Lusio Quieto continuó hacia el suroeste, ocupando Singara y posiblemente llegó a Hatra y Libbana en el Tigris. Las ovaciones octava y novena de Trajano probablemente celebran las sucesivas tomas de Nisibis y Singara.[22]
Los romanos someten a los Cardueni de Gordia y los Marcomedi de Media Atropatene[22] y, antes de finales del año 115, el norte de Mesopotamia fue declarado provincia romana.[46] Hasta diciembre, Trajano organizó la nueva provincia,[3] que se extendía entre el Tigris y el Éufrates, mediante la construcción de calzadas[17] y el establecimiento de un sistema de aduanas en los dos ríos. Los soldados de la Legio III Cirenaica erigieron un arco en honor a Trajano en Dura Europos, un importante centro de caravanas sobre el Éufrates[22], una señal de que los puestos de avanzada romanos se instalaron suficientemente lejos en dirección sur.
A finales de 115, Trajano regresó a Antioquía. En el camino de regreso, a instancias de Abgar de Osroene, quien logró convencer a Trajano de esta necesidad, los romanos ocuparon Batnae[47], cerca de Edesa, capital de los Esporaces de Antemusia. A continuación, pasó el invierno de 115/116 en Antioquía[3], donde muchos soldados, entre ellos miembros de la guardia personal del emperador, perecieron en un violento terremoto el 13 de diciembre de 116.[22] El 20 de febrero de 116, fecha proporcionada por los Fasti Ostienses, el Senado agregó el título de Parthicus al título de Trajano, lo que se refleja en las emisiones monetarias con reversos que celebran las victorias sobre los partos con la leyenda Parthia Capta.
Segunda campaña
Objetivos
Al final de la primera campaña, la guerra parecía haber terminado y los objetivos alcanzados, pero Trajano tenía el deseo de asegurar la nueva frontera tanto como fuera posible tomando la capital de Partia para debilitar a los partos, que seguían siendo una real amenaza,[3] una estrategia ya iniciada por el avance de los destacamentos a Dura-Europos a lo largo del Éufrates y Libbana a lo largo del Tigris[48].
Año 116
Expedición al Golfo Pérsico
En la primavera 116, Trajano dejó Antioquía a la cabeza de su ejército, que dividió en dos columnas. Uno, que dirigía personalmente, llegó al menos hasta Nisibis, al marchar por la orilla izquierda del Tigris, usando botes remolcados desde la orilla para transportar sus pertrechos,[48] e invadió Adiabene, mientras que la otra columna siguió el valle del Éufrates e invadió la baja Mesopotamia.[17] Las dos columnas avanzaron sin encontrar resistencia, a excepción de algunos enfrentamientos durante el cruce del Tigris contra las tropas del Rey Mebarsapes[49], y cruzaron su curso a las puertas de Ctesifonte y Seleucia del Tigris que fueron ocupadas.[46][42] Osroes I, rey de los partos, huyó ante la proximidad de Trajano y se refugió con su hermano Mitrídates, pero una de sus hijas fue capturada y enviada a Roma[50]. La victoria en Adiabene y la toma de la capital parta le valieron a Trajano su aclamación duodécima y decimotercera como imperator[48].
En el verano de 116, Trajano continuó su viaje hacia el sur y obtuvo la sumisión de Attambélos V, rey de Mesene, quien se convirtió en cliente de Roma,[17] y del reino de Caracene. Recibido por el rey de Caracene, pro-romano, se quedó por un tiempo en Alejandría de Susiana a finales del verano[49], una ciudad portuaria ubicada cerca de la confluencia del Tigris y el Éufrates. Según una leyenda, Trajano, al asistir a la partida de buques mercantes hacia la India, habría lamentado no haber sido tan joven como Alejandro Magno para seguir conquistando hasta la India. Además, a su regreso del Golfo Pérsico Dion Casio dice que Trajano se habría detenido en Babilonia para visitar la casa donde falleció Alejandro Magno y ofrecer un sacrificio.
En el este, las tropas romanas llegaron a la llanura de Juzestan y ocuparon Susa, la capital invernal de los monarcas partos. Trajano marchó más al este que cualquier otro emperador romano anterior a él y llevó al Imperio a su máxima extensión,aunque estas conquistas resultaron ser de corta duración.[51]
Contraataque parto y revuelta judía
El rápido éxito de Trajano ante los partos le dio confianza y se embarcó en este avance a lo largo del Tigris hasta el Golfo Pérsico, cometiendo el error estratégico de descuidar el fortalecimiento de los territorios conquistados. Los partos, marcados por la caída de su capital, recuperaron cierta unidad, y la aprovecharon para reorganizarse [3] y avanzar detrás de las tropas romanas, recuperando el control de Adiabene[17], liderados por los jefes arsacidas Meerdotes y Sanatruces[52].[53]
A ello se sumó el descontento de la población local y la gran comunidad judía que protestó por los abusos cometidos por los soldados y la presión fiscal impuesta por los romanos,[54] con el apoyo de los comerciantes, cuyas actividades fueron interrumpidas por la conquista romana y el establecimiento de una nueva administración; así, se produjo un levantamiento en las regiones del norte de Mesopotamia, lo que, combinado con el contraataque parto, condujo a la pérdida de todas las conquistas territoriales romanas.[55] Aprovechando la ausencia de Trajano y la dispersión de sus tropas, la revuelta se extendió rápidamente a través de las caravanas [54] a todas las regiones recientemente conquistadas por los romanos[52] y los habitantes de Seleucia del Tigris, Nisibis y Édessa expulsaron a sus guarniciones romanas[23].
Ya el año anterior, los incidentes habían estallado en Cirenaica, incidentes que gradualmente se torno en una gran revuelta judía que envolvió toda la parte oriental del Imperio[55], desde Cirenaica hasta Mesopotamia, a través de Egipto, Chipre, Judea y Siria. Trajano, que no esperaba que ocurrieran disturbios en Cirenaica y Egipto, había disminuido la presencia de tropas romanas en estas regiones.[56] El levantamiento judío en el Medio Oriente podría explicarse en parte por antiguos lazos entre los partos y los Judíos.[57]
Ante la noticia de estos eventos, Trajano abandonó Babilonia y dio inicio a la reconquista sistemática de las regiones perdidas, pero en Mesopotamia, varios legados, incluido Apio Máximo Santra, fueron derrotados, lo que condujo al abandono de numerosas guarniciones. Los romanos se vieron obligados a evacuar el extremo sur de Mesopotamia. Partamaspates, hijo del rey parto Osroes I, que acompañó a Trajano en su expedición a Ctesifonte, estableció un frente con sus tropas contra los rebeldes, frenando su progreso. Su acción fue recompensada por Trajano con la corona de Rey de los Partos en Ctesifonte con el título de Rex Parthiis Datus ("Rey dado a los partos"), renunciando así a la integración completa de Mesopotamia en el Imperio,[58] y los territorios del sur de Mesopotamia, Babilonia y la región de Dura-Europos[59] se entregaron al nuevo rey. Este último, que había vivido durante mucho tiempo con los romanos, no fue aceptado por la población. Trajano no podía permitirse movilizar tropas para ayudar a Partamaspates,[60][54] quien fue derrocado por Osroes al año siguiente.
Trajano organizó la retirada de sus tropas más allá del Éufrates para recuperar el control de las ciudades rebeldes a lo largo del río.[61] La retirada fue segura gracias a las acciones de Lusio Quieto para proteger el flanco de las legiones.[54]
Intento de reconquista
Trajano encomendó a Lusio Quieto reprimir la insurrección que estalló en el norte de Mesopotamia, donde, con el apoyo de la gran comunidad judía de la región, Abgar VII de Osroene traicionó a los romanos y se unió a la causa de los partos[23]. Babilonia, Nisibis y Edesa rápidamente volvieron al control romano. La represión de Lusio Quieto es terrible[62][63]. Los judíos y los rebeldes partos de Babilonia son masacrados, el rey Abgar de Osroene es asesinado y la ciudad de Edesa es arrasada[54]. Lusio Quieto derrotó a las tropas de Sanatruces que recuperaron el control del sur de Armenia avanzando desde Media Atropatene. Sanatruces parece haber muerto en la lucha[64]. Los generales Sexto Erucio Claro y Tiberio Julio Alejandro Juliano son responsables de recuperar el control del sur de Mesopotamia y recapturar y quemar Seleucia, ciudad que se había rebelado [61][52].
Trajano debe separarse de una parte de sus tropas que son enviadas para reprimir las revueltas que comenzaron en otras provincias del Imperio. Quinto Marcio Turbón es enviado para recuperar el control de Egipto y Cirenaica, Cayo Julio Cuadrato Baso es enviado a Dacia para encabezar la Legio XIV Gemina [65][66], establecida en Carnuntum, para sofocar el levantamiento de los dacios libres, provocado por los repetidos ataques de los Sarmatas, Roxolanos y Yacigios[67]. Fue en esta ocasión que Adriano fue nombrado gobernador de Siria sustituyendo a Cayo Julio Cuadrato Baso [68].
Nuevas revueltas estallan en Armenia. Vologases, hijo de Sanatruces, toma la cabeza de las tropas partas e intenta defender su posición en Armenia. Trajano, cuyos recursos militares se están reduciendo, se ve obligado a ceder parte del reino para permitir que sus tropas descansen[61].
En el otoño de 116, una vez que los diversos teatros de operaciones estuvieron bajo control, Trajano se dirige hacia el norte y pone asedio a Hatra[58], punto estratégico entre el Éufrates y el Tigris, con una población compuesta por elementos iraníes, árabes y arameos, todos partidarios de los partos arsácidas [55]. El asedio se lleva a cabo en condiciones muy desfavorables para los sitiadores que sufren el clima del desierto y la escasez de suministros. A fines del otoño, Trajano, cuya salud disminuye, se ve obligado a retirarse a Antioquía [58], donde pasa el invierno[61]. El ejército romano se retiró de Mesopotamia y evacuó las ciudades de Babilonia y Dura-Europos, y esta última recupero su papel de ciudadela parta que vigilaba la frontera con el Imperio Romano[55].
Año 117
A principios de 117, el estado de salud de Trajano continuó deteriorándose. Incapaz de continuar dirigiendo ejército, finalmente decidió regresar a Roma a principios del verano dejando a Adriano, gobernador de Siria, al mando de las operaciones [54]. Trajano empeoró repentinamente a bordo del barco que fletó para su viaje de regreso y desembarcó urgentemente en Selinunte, donde murió a principios de agosto. La ciudad paso a llamarse Traianópolis por un tiempo bajo Adriano, su sucesor.
Cambio de estrategia de Adriano
Abandono de las conquistas de Trajano
Al momento de la muerte de Trajano, a mediados del verano de 117, la Gran Armenia estaba nuevamente bajo control romano incluso si la lucha continuaba, excepto en la parte cedida poco antes por Trajano. En el norte de Mesopotamia, Lusio Quieto logró tomar el control de la situación y la lucha no se detuvo y los rebeldes fueron aislados en pequeños enclaves. En el sur de Mesopotamia, el rey-cliente Partamaspates no pudo mantenerse y fue derrocado por Osroes, quien recuperó el control de su capital. Adriano lo colocó en el trono del reino de Osroene. Adiabene estaba perdido.
La situación no era catastrófica, pero la reconquista de los territorios perdidos requeriría la realización de una nueva expedición. En estas condiciones, Adriano decidió no seguir la política expansionista de Trajano en el este y renunció a Armenia y Mesopotamia. Lucio Catilio Severo, recién nombrado gobernador de Siria por Adriano, trató con Vologases y lo confirmó en el trono de Armenia[52].
Tratado de paz
En junio de 123, Adriano se reunió con el rey parto Osroes I en una isla en el Éufrates donde se llegó a la conclusión de un tratado de paz [69]. Adriano se comprometió a no intervenir en los asuntos del reino de Partia. La hija de Osroes, capturada por Trajano en Ctesifonte y llevada a Roma, fue devuelta a Partia.[70] La dinastía Abgarida, cuyo rey Abgar VII había sido asesinado durante la represión de Quieto en 116, fue confirmada a la cabeza del reino.[19] Armenia permaneció bajo la protección de Roma con Vologases como rey.[71] Mesopotamia perdió permanentemente su estado de una provincia del imperio[72] y la frontera oriental del Imperio, por lo tanto, volvió al estado anterior a las campañas de Trajano.
Consecuencias
Incluso si Adriano finalmente abandonó las conquistas de Trajano en el este, las campañas de Trajano contra los partos marcaron un punto de inflexión en la estrategia general del Imperio Romano e influyeron en sus sucesores: Lucio Aurelio Vero, después de un ataque parto en Armenia y Septimio Severo participaron en sendas guerras de anexión en el Este.
A mediados del siglo III los romanos tuvieron serios contratiempos contra los sasánidas, dinastía que derrocó a los partos en Persia. La victoria de Galerio sobre el rey persa Narses borró la vergüenza de las derrotas y el Frente Oriental siguió siendo una zona militar activa durante todo el siglo IV, como preludio de las tensas relaciones y guerras que entre los siglos VI y VII enfrentaron a los sasánidas con el imperio bizantino, heredero del Imperio romano.
Fuentes
Como las narraciones literarias supervivientes de la Campaña parta de Trajano son fragmentadas y dispersas, es difícil asignarles un contexto adecuado, algo que ha llevado a una larga controversia sobre sus acontecimientos precisos y objetivos finales.
Referencias
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- Fronton, Princ. hist., Édition critique de Naber, Leipzig, 1867
- Una vexillatio es un destacamento de una legión colocado bajo el mando de un praepositi, a menudo un primo pilo, y enviado en una misión de refuerzo o para un compromiso aislado.
- Parece ser que Trajano creó una unidad de soldados de caballería blindados como los Catafractos Partos, para adaptar sus tácticas de combate al enemigo. Cfr. Petit, 1974, p. 212.
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