Acción social
En sociología, acción social se refiere a toda acción o actividad que tenga un sentido para quienes la realizan, afectando o no, la conducta de otros, y cuya orientación o inspiración es de tipo altruista y desinteresado.
Una acción es toda conducta humana en la que el individuo o individuos que la producen, la establecen con un sentido personal. La acción social generalmente estará referida a la conducta de otros. No todo contacto entre personas es de carácter social. Las acciones o desencadenantes no son homogéneas sino variadas. Y no toda acción social es orientada por las acciones de otros.
Acción y sociología
La acción individual proviene, en definitiva, de las ideas y de las creencias que llevamos depositadas en nuestra mente. Cuando dicha acción influye, de alguna forma, en nuestro ambiente social, podemos decir que se trata de una acción social. Tales ideas y creencias pueden no tener una correspondencia cierta con la realidad, de ahí que la acción tendrá un fundamento subjetivo, en muchos casos. No solo debemos describir qué ideas producen tales acciones, sino también describir los efectos producidos por esas acciones.
Según Max Weber, la sociología es una ciencia que procura la comprensión e interpretación de la acción social para, desde ella, conseguir una explicación causal tanto del curso de la propia acción social como de sus efectos.
Marx, el fundador de la sociología moderna, luego de haber publicado el Manifiesto del Partido Comunista, dio otro significado a la acción social. La acción social es entendida en términos de lucha de clases. Por otro lado Comte, destacó que la instrucción metafísica y literaria “ejerce una acción social muy perturbadora en las clases ilustradas y que se haría mucho más peligrosa si se extendiera a los proletariados.
Herbert Spencer aseveraba que la gran masa de los individuos es la que produce la acción social, y aunque admitía que la suma de Acción Social de una sociedad poco numerosa no puede compararse con la de una sociedad grande, defendía la idea que la aceptación indiscutida de los efectos de la acción social es la consecuencia natural de la espera colectiva de estos resultados.
Heredero de la filosofía positivista y crítico del evolucionismo social anglosajón, Durkheim compartió con Comte la idea de que solo una élite es capaz de apreciar el origen y orientación de la fuerza colectiva ejercida por y sobre la sociedad. Al respecto escribió: “la acción social sigue caminos demasiados desviados y demasiados oscuros, emplea mecanismos psíquicos demasiados complejos para que el observador vulgar pueda percibir de donde proviene”.[1]
Formas de la acción social
Max Weber, en el comienzo de su obra Economía y Sociedad (1921), identifica cuatro formas de acción social como tipos ideales:
- Tradicional (costumbre); Son acciones conducidas por la costumbre propia del individuo, a partir de patrones en el comportamiento habitual del mismo.
- Afectiva (emocional); De carácter principalmente irracional guiada por emociones como el amor, odio, etc. La acción afectiva constituye un momento posterior en el proceso de racionalización, y su contenido es la pasión individual. En su propia descarga afectiva, la conciencia subjetiva rompe con la rutina tradicional y, afirmándose como subjetividad, se pone en camino de la auto conciencia racional.
- Racional con arreglo a valores; Es decir además de perseguir un fin racional están guiadas por principios o normas morales. La racionalidad con arreglo a valores sigue implicando el momento de la colectividad y se corresponde con formaciones intelectuales tales como la ideología o la ética (determinada por la creencia en el valor ético, o de cualquier otro tipo, y determinada conducta, sin relación alguna con el resultado). Cuando la razón subjetiva es autoconsciente de sus fines individuales, la realidad deviene instrumental; es el momento de la acción racional con arreglo a fines, en la que su forma teórica es la ciencia, susceptible de aplicación tecnológica.
- Racional con arreglo a fines; Acción racional para lograr un fin establecido.[2]
Otros autores o enfoques de la sociología le dan diferente orientación y aunque no son todas esas teorías intercambiables, si que tienen que ver entre sí con la racionalidad del actor y con la teoría del intercambio. El funcionalismo, por ejemplo, ve limitada la acción social por las normas y valores, que es una teoría de determinación estructural del sistema social, y que quizás solo sean 'condicionantes estructurales' y hasta solamente de índole artificial o manipulado, pero que inhiben al sujeto de la acción y un caso típico son los problemas de alimentación humana en la periferia, peor dotada, o en el tercer mundo.
Véase también
Referencias
- Emile Durkheim, Les formes élémentaires de la vie religieuse (1912), París, Ed. Livre de Poche, 1991, p. 369.
- Max Weber, Economía y sociedad. Esbozo de sociología comprensiva, trad. J. Medina Echavarría, ed. J. Winckelmann, FCE, México, 1964.
Bibliografía
- Weber, Max. (1921) 1977. Economía y sociedad. Fondo de Cultura Económica. México. 1205p.
- Giner, Salvador. 2001 Teoría Sociológica Clásica Ariel, México