Vlasta Lah
Vlasta Giulia Lah Rocchi (Pola, provincia de Trieste, Austria-Hungría, 13 de enero de 1918-diciembre de 1979), cuyo nombre artístico fue Vlasta Lah, directora de cine, fue la primera mujer a dirigir un film de largometraje sonoro en Argentina. Fue la única mujer cineasta en América Latina durante los años 60.[1]
Vlasta Lah | ||
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Información personal | ||
Nacimiento | 13 de enero de 1918 Trieste (Italia) | |
Fallecimiento | Diciembre de 1979 | |
Nacionalidad | Austrohúngara | |
Familia | ||
Cónyuge | Catrano Catrani | |
Hijos | Víctor Eugenio Catrani | |
Información profesional | ||
Ocupación | Directora de cine | |
Trayectoria en el cine
Vlasta Lah se formó en cinematografía en el Centro Experimental de Roma (la Scuola Nazionale di Cinematografia, primer nombre que tuvo el luego Centro Sperimentale di Cinematografia) y la Academia Nacional de Arte Dramático de Italia (Accademia Nazionale d’Arte Drammatica).
Luego de llegar a Buenos Aires, junto a su marido Catrano Catrani trabajaron para la productora Estudios San Miguel. Vlasta Lah empezó como asistente de dirección en los años 40 y continuó en los 50. Cuando en 1951 la empresa dejó de producir, empezó a colaborar de modo estrecho con su pareja.
En total, participó de diez películas desde el año 1946, cuando filmó Camino del infierno. En paralelo, se ejercitaba dirigiendo algunos cortos y films publicitarios, entre estos uno para los tomates enlatados Inca.[2] A mediados de los 50 dirigió una escuela cinematográfica que dependía de la Unidad Básica Eva Perón.
Dirección
En 1960 Vlasta Lah debutó como directora de largometrajes con Las furias (continuando además con su labor de guionista y encuadradora). Siguió en el rol de directora dos años más tarde con el largometraje Las Modelos.[3] Esos fueron sus dos únicos largometrajes. Teniendo en común ser historias protagonizadas por mujeres.
Las Furias
"Las furias del título son cuatro mujeres que se agreden de diversos modos, conviviendo en una casona que apenas pueden mantener. La directora Vlasta Lah, que tenía una carrera previa como asistente de dirección, inicia el film de manera muy eficaz, situando su tema y el rol de cada personaje en diez minutos de imagen pura, que anticipan la intención –luego prolongada a otras escenas– de apartarse del origen teatral del film con ideas formales interesantes. El resultado total no está a la altura de esas escenas aisladas, pero en todo caso es intrigante y merece verse." [4]
"Las Furias adapta una muy exitosa pieza teatral de Enrique Suárez de Deza,con cinco mujeres cuyas respectivas vidas y sus relaciones entre sí giran absolutamente alrededor de un hombre que ya no está: antes que el conflicto de amor/odio que une/separa a la madre (Ortiz), la hermana (Mujica), la viuda (Luz), la hija (Daniel) y la amante (Zubarry), mujeres que leen La Razón y Vea y Lea y que, excepto la amante, viven encerradas en un caserón de añejado esplendor, es preferible prestar atención a la notable partitura de Piazzolla y, sobre todo, a las actuaciones de actrices excelentes que se sacan chispas, con destaque para Alba Mujica –que nunca le temió al ridículo– y para Elsa Daniel, por primera vez en su carrera en plan sexy. Detalle de color: el hombre en cuestión, que en la pieza original es sólo mentado, en el film aparece brevemente tras los créditos, tomado de espaldas y de lejos, y apenas logra verse un fragmento de su rostro, tiempo suficiente, sin embargo, para reconocer a Catrano Catrani".[5]
Las modelos
"Las modelos, en cambio, comienza bajo la advocación de Baudelaire (“Qué poeta se atrevería, ante el placer de la aparición de una belleza, separar a la mujer de su traje”), cita apropiada para una discreta comedia dramática sobre los avatares sentimentales de dos amigas que trabajan como mannequins, que pretende ser un fresco sobre el ambiente de la alta costura y el de la publicidad, echar una mirada a la modernidad porteña y, por qué no, mostrar una intención “social”. No lo consigue del todo, claro, por debilidades de la estructura dramática, pero en cambio ofrece algunas situaciones y diálogos atractivos y denota, en lo formal, una indudable superación de Lah respecto de su opera prima. Las heroínas están interpretadas justamente por modelos profesionales, espléndidas mujeres y no tan malas actrices como se podía esperar. La historia presta mayor atención a Ana (Greta Ibsen), que es mendocina, quiere pasar de modelo a cliente y opina que el suyo es un trabajo que no requiere talento; la otra, Sonia (Mercedes Alberti), es decididamente feminista". [6]
La prensa de la época fue bastante ruda con la dirección de Vlasta Lah. Hoy se consideran que tales críticas fueron demasiados duras y exageradas.[7]
El nombre de Vlasta Lah no aparece en el Diccionario de Directores del Cine Argentino (de Adolfo Martínez, 2004).
Vida personal
Hija de padre austriaco y madre italiana, nacida en una ciudad que por pocos meses más pertenecería al imperio austro húngaro, para luego pasar al Reino de Italia.
Llegó a la Argentina junto con su esposo Catrano Catrani. Un hijo del matrimonio, Víctor Eugenio Catrani, también incursionó ocasionalmente en el cine.[2]
No se ha podido establecer la fecha exacta y la ciudad en las que Lah falleció. "En sus anuarios, Jorge Abel Martín la incluye en 1979, sin más detalles; otro investigador, Andrés Insaurralde, arriesgó diciembre de ese año, pero su nombre no figura en los avisos fúnebres de La Prensa, La Nación, La Razón y Clarín. Probablemente falleciera en Italia".[2]
Filmografía
Cortometrajes
- La química en su bienestar (1957)
- Conozca Atanor (1958)
Largometrajes
- Las furias (1960)
- Las modelos (1962)
Otros trabajos
- Praderas argentinas (Catrano Catrani, 1939, cm: Asistente de dirección)
- Catamarca, la tierra de la Virgen del Valle (Catrani, 1941, cm: Asistente de dirección)
- Sendas cruzadas (Belisario García Villar y Luis Morales, 1941: Pizarrera)
- Melodías de América (Eduardo Morera, 1941: Pizarrera)
- En el último piso (Catrani, 1941: asistente personal del director, no acreditada)
- Cruza (Moglia Barth, 1942: Pizarrera)
- Los hijos artificiales (Antonio Momplet, 1942: Pizarrera)
- Casa de muñecas (Ernesto Arancibia, 1943: Pizarrera)
- Besos perdidos (Mario Soffici, 1943: Pizarrera)
- Camino del infierno (Luis Saslavsky, 1945: Asistente de dirección)
- Inspiración (Jorge Jantus, 1946: Asistente de dirección)
- Los hijos del otro (Catrani, 1956: Asistente de dirección)
- Vacaciones (Luis Mottura, 1947: Asistente de dirección)
- La serpiente de cascabel (Carlos Schlieper, 1947: ad)
- Pobre mi madre querida (Homero Manzi y Ralph Pappier, 1947: Asistente de dirección)
- La otra y yo (Momplet, 1948: ad)
- Historia del 900 (Hugo del Carril, 1948: Asistente de dirección)
- El último payador (Manzi y Pappier, 1948: Asistente de dirección)
- El ladrón canta boleros (Kurt Land, 1949: Asistente de dirección)
- La barra de la esquina (Julio Saraceni, 1949: Asistente de dirección)
- La comedia inmortal (Catrani, 1950: Asistente de dirección)
- Mujeres en sombra (Catrani, 1951: Asistente de dirección)
- Alas argentinas (Catrani, 1952, cm: Asistente de dirección)
- Luz en el ocaso (Catrani, 1953, cm: Asistente de dirección),
- Antártida Argentina y Lago Buenos Aires (Catrani, 1954, cm: Asistente de dirección)
- Alto Paraná (Catrani, 1958: Directora de producción no acreditada)
- Santiago querido (Catrani, 1964: Guionista)
- Tacuara y Chamorro, pichones de hombre (Catrani, 1966: Guionista)
Referencias
- Side Dishes: Latina American Women, Sex, and Cultural Production, de Melissa A Fitch, p. 115.
- ↑ 31 Festival de Cine de Mar del Plata - Homenajes I, 2016.
- Chili: image et mémoire, de SAINT DIZIER F, p. 85.
- MALBA. «Las furias, de Vlasta Lah».
- 31 Festival de Cine de Mar del Plata (2016). Homenajes I.
- Homenajes I. 2016.
- «Filmoteca, Temas de Cine - Copete "Las furias" (1960)».