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Traslado de la corte portuguesa a Brasil

El traslado de la corte portuguesa a Brasil (en portugués: Transferência da corte portuguesa para o Brasil) fue un episodio en la historia de Portugal y Brasil donde la familia real lusitana, encabezada por la reina María I de Portugal y el príncipe regente el futuro Juan VI de Portugal junto con toda la corte establecida en Lisboa (cerca de 15 000 personas entre civiles y militares) huyeron a la colonia portuguesa de Brasil en 1807 para escapar a las tropas de Napoleón Bonaparte y españolas que penetraban en Portugal en virtud del Tratado de Fontainebleau. De hecho, la sede de la Casa de Braganza quedó en Río de Janeiro desde el 7 de marzo de 1808 hasta el 26 de abril de 1821.

Semejante situación implicaba que todo el imperio colonial portugués era gobernado desde una de las colonias, Brasil, por lo que dicho territorio quedó elevado a una situación legal y administrativa igual a la de su metrópoli invadida por tropas extranjeras.

Antecedentes

 
El príncipe regente don Juan en 1804.

En 1807 Portugal era un país aliado de Gran Bretaña en contra de Francia (ya gobernada por Napoleón Bonaparte) y de España (regida por el monarca Carlos IV pero aliada con los franceses). En virtud de la alianza franco-española, Napoleón I llegó a un acuerdo con el favorito de los reyes de España, Manuel Godoy, para que tropas francesas invadieran Portugal transitando por territorio español; a cambio de ello, se otorgarían territorios portugueses a España. Este plan era en realidad una ejecución del Tratado de Tilsit celebrado en julio de 1807 entre Francia y Rusia, por el cual Napoleón Bonaparte disponía su voluntad de extinguir las dinastías de Borbón en España y de Braganza en Portugal, imponiendo a ambos países monarcas de la familia de Napoleón.

En ejecución de la "alianza franco-española" pactada entre Godoy y Napoleón, los embajadores de ambos países en Lisboa entregaron un mensaje en 12 de agosto de 1807 a la corte portuguesa: Francia reclamaba que Portugal se adhiriese al Bloqueo Continental ordenado por Napoleón Bonaparte (suprimiendo todo comercio con los británicos) y declarar la guerra a Gran Bretaña, arrestando a sus súbditos domiciliados en suelo portugués.

Ante ello en la corte de Lisboa se discutieron dos opciones: aceptar las exigencias de Napoleón e integrarse al bloqueo continental (posición defendida por el ministro Antonio de Araújo e Azevedo) o pedir ayuda a Gran Bretaña y retirar la sede del gobierno portugués a Brasil para evitar la invasión francesa (alternativa postulada por el ministro Rodrigo de Sousa Coutinho, conde de Linhares). Triunfó la opinión de Araújo e Azevedo y de inmediato Sousa Coutinho fue cesado, aceptando el rey Juan VI de Portugal el Bloqueo Continental.

No obstante, a mediados de octubre llegó a Lisboa la noticia que Carlos IV de España permitía libre paso a las tropas francesas por suelo español, y de inmediato éstas atravesaron los Pirineos en dirección a Portugal. En simultáneo se conocía que Francia había requerido a la corte española el arresto del príncipe heredero Fernando de Asturias, enemigo de Manuel Godoy y opositor a la política francesa, causando en Lisboa el temor a un efectivo destronamiento de la casa de Braganza del trono portugués por obra de las tropas napoleónicas.

En absoluta inferioridad numérica, y ante la hostilidad española, era evidente que Portugal no podría resistir mucho tiempo el masivo ataque francés y entonces el rey Juan VI buscó demorar el arribo de las tropas francesas mediante maniobras diplomáticas dilatorias, mientras en simultáneo pedía ayuda urgente a Gran Bretaña para resistir a los franceses de alguna manera.

La oferta del gobierno británico consistía en que Portugal se manifestase en contra del Bloqueo Continental ordenado por Napoleón Bonaparte y continuara comerciando con Gran Bretaña, pues en caso contrario la marina de guerra británica destruiría la flota portuguesa anclada en Lisboa (al igual que habían hecho con la flota danesa en agosto y setiembre del mismo año en la Segunda Batalla de Copenhague), lo cual significaba aniquilar el comercio internacional portugués así como suprimir la comunicación de Portugal con su muy rico imperio colonial (del cual dependía la subsistencia de la metrópoli).

Juan VI era consciente que Portugal no podría resistir militarmente una invasión conjunta franco-española, ni podría permitir la destrucción de su flota de la cual dependía el comercio con el imperio colonial, y pidió entonces ayuda a Gran Bretaña para que la corte lusitana huyera a Brasil y el mismo 20 de noviembre el rey decidió que toda la corte se preparase para salir de Lisboa, dando por válida la idea que meses antes había sugerido Rodrigo de Sousa Coutinho. Ideas de trasladar la corte portuguesa a Brasil en caso de "grave peligro" existían en Portugal desde el siglo XVII pero no habían pasado de análisis teóricos, sin formular un proyecto efectivo para ejecutar tal traslado; la amenaza de una invasión francesa a gran escala forzó a que Juan VI tornara en plan auténtico la antigua propuesta de "mudanza a Brasil".

En realidad Juan VI aún era propiamente sólo príncipe regente del reino portugués en tanto su madre María I de Portugal vivía, pero la anciana reina sufría demencia avanzada desde hacía años y no participaba en el gobierno. Para este plan de evacuación, Juan VI contaba con el apoyo naval de Gran Bretaña, quien finalmente remitió buques para auxiliar en el traslado.

La huida a Brasil

 
Embarque de la Corte de Portugal en el puerto de Lisboa el 29 de noviembre de 1807.

Juan VI logró que el traslado de la corte portuguesa fuera protegido por buques de la Marina Real Británica y de la pequeña flota de guerra portuguesa, dando órdenes para una evacuación masiva mientras tanto desde el 27 de noviembre los barcos recibían en los muelles lisboetas a la corte, toda la familia real, aristócratas y funcionarios, archivos, documentos, bibliotecas (incluyendo la mayor parte de la Biblioteca Nacional de Portugal), grandes cantidades de oro y plata, amplias colecciones de arte, y posesiones valiosas de la Casa de Braganza. Pese a la premura del tiempo, al desorden de los funcionarios, y la sorpresa y temor del pueblo, la evacuación logró ejecutarse oportunamente.

Finalmente el 29 de noviembre, tras esperar vientos favorables por dos días, la corte partió de Lisboa en docenas de navíos portugueses, escoltados por buques británicos, cuando los franceses ya se acercaban a la capital, que ocupaban por completo apenas al día siguiente de la partida. El 5 de diciembre, a medio camino entre Lisboa y la isla de Madeira, la mayor parte de la flota británica volvió a aguas europeas mientras sólo cuatro buques quedaban para escoltar hasta Brasil a la corte lusitana. La travesía resultó difícil y sacrificada para los casi 15 000 evacuados portugueses, al vivir incómodos y hacinados en barcos durante varias semanas.

Juan VI y la familia real llegaron a Salvador de Bahía el 22 de enero de 1808 y de inmediato se emitió en dicha ciudad un real decreto abriendo el comercio entre los puertos del Brasil y «los de las naciones amigas»,[1]​ lo cual en la práctica significaba dar dicho privilegio casi exclusivamente en beneficio de Gran Bretaña, único país de la coalición antinapoleónica que poseía una flota comercial capaz de comerciar con Brasil.

La apertura del comercio portuario era necesaria para la monarquía portuguesa con el fin de asegurarse el crucial apoyo de Gran Bretaña, aunque aumentaba la dependencia de la nueva corte hacia los británicos como proveedores de manufacturas y capitales, modificando crucialmente la economía colonial brasileña que ahora podía dedicarse al libre comercio con autorización de su propio rey.

El 7 de marzo el rey y la corte arribaron a Río de Janeiro, donde se establecerían definitivamente y empezarían a funcionar los órganos de la administración pública de Portugal. Esto permitió que en 1815, durante el Congreso de Viena, Juan VI creara el Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve, elevando a Brasil al mismo nivel político que Portugal y permitiendo que diputados brasileños acudieran a las Cortes Portuguesas.

Asimismo el traslado de la élite gubernamental causó que la administración política y económica del imperio colonial portugués (el cual abarcaba territorios también en África y Asia) fuese forzosamente dirigida desde Río de Janeiro, con la consiguiente elevación de la importancia de Brasil dentro del esquema imperial lusitano. Inclusive, cuando en 1816 la anciana reina María I murió en suelo brasileño, Juan VI fue coronado como rey de Portugal de iure y no sólo de facto en la propia Río de Janeiro, a pesar de que la metrópoli estaba libre de franceses desde 1814.

Consecuencias

Debido a la presencia de la corte portuguesa en Brasil, Juan VI incentivó el comercio y la industria, permitió la impresión de periódicos y libros en territorio brasileño (actividad severamente prohibida por el rey José I de Portugal desde mediados del siglo XVIII), también se impulsó la creación de colegios de medicina, una academia militar, e inclusive el primer banco brasileño (el Banco do Brasil) para dinamizar la economía ante la práctica inexistencia de una metrópoli que pudiera asumir un rol dirigente. Cabe recordar que Juan VI había trasladado a Brasil no sólo a la Corte de Lisboa sino a cientos de burócratas, militares y aristócratas, que reprodujeron en tierras brasileñas el funcionamiento de la administración pública portuguesa en la metrópoli, e introduciendo forzosamente en la maquinaria gubernamental a numerosos brasileños.

 
El Paço Imperial, palacio colonial del siglo XVIII en Río de Janeiro, usado como sede administrativa por Juan VI de Portugal y luego por Pedro I de Brasil.

El comercio también se dinamizó a extremos desconocidos hasta entonces en Brasil, pues la penetración de comerciantes británicos en pie de igualdad con los portugueses significó una liberalización que rompió el antiguo esquema donde Portugal monopolizaba el comercio exterior de Brasil. Después que la paz llegó a Europa en 1815 con el Congreso de Viena incluso empezó una pequeña penetración comercial de Francia y Estados Unidos que desplazó aún más a los portugueses.

Antes de 1808 las autoridades portuguesas prohibían la entrada en Brasil de individuos que no fueran nativos de Portugal, pero la llegada de extranjeros quedó permitida para todos los efectos con la llegada de la corte de Juan VI, por lo cual acudieron a Brasil numerosos artistas, científicos, y académicos europeos, impulsando y estimulando el desarrollo de artes y ciencias, muy descuidados en los siglos previos de administración colonial portuguesa. Entre ellos cabe destacar inclusive la llegada de una Misión Cultural Francesa desde 1816, compuesta por variados artistas que dinamizaron la hasta entonces adormilada vida cultural de Brasil y formaron un primer núcleo de brasileños aficionados a las novedades culturales y científicas de Europa, sin pasar por la previa aprobación de la autoridad de la metrópoli en Portugal.

El traslado de instituciones portuguesas a Brasil hizo también que éstas adquiriesen un carácter propiamente brasileño; la existencia de la propia corte en Río de Janeiro alentaba la separación política de Brasil y Portugal, al demostrarse que la colonia estaba bastante dotada de una mayor independencia de hecho en relación a la invadida metrópoli y que inclusive la élite local brasileña estaría preparada para regir sus propios asuntos de manera autónoma. La presencia del rey y su corte impulsó el otorgamiento de cargos públicos a brasileños leales a la Casa de Braganza y la cesión de títulos nobiliarios a éstos, formando una élite política y administrativa que lentamente se equiparaba a los nobles llegados de Portugal.

La prolongada ausencia del rey Juan VI años después del fin de la Guerra Peninsular sumió a Portugal en crisis económica y política, por lo cual el rey debió volver a instalar la corte en Lisboa en 1821, tras la Revolución liberal de Oporto, ante los violentos reclamos de sus súbditos portugueses, sujetos a la autoridad de los jefes militares nativos y las intromisiones de la flota militar británica que seguía en aguas portuguesas. Sin embargo, las autoridades oriundas del Brasil estaban ya acostumbradas a actuar de manera autónoma y no era posible al monarca portugués retornar al statuo quo previo a 1808 sin hacer concesiones políticas a las élites políticas brasileñas que, gracias a la presencia de la corte en Río de Janeiro, habían disfrutado de un poder e influencia desconocidos hasta entonces.

Ello se hizo evidente cuando el rey Juan VI, ya en Lisboa, ordenó a su hijo y heredero, el príncipe Pedro de Alcántara, acudir a Portugal en 1821; el joven príncipe se negó a ello y radicalizó su posición de permanecer en Brasil a lo largo de 1822, alentado por las autoridades locales. Cuando el rey Juan VI amenazó usar la fuerza para restaurar la obediencia de Brasil hacia Portugal, el príncipe Pedro, con el apoyo de sus súbditos sudamericanos, proclamó la independencia de Brasil el 7 de setiembre de 1822 y fue proclamado monarca del nuevo Imperio del Brasil, tomando el nombre de Pedro I.

Referencias

Bibliografía

  • Del Arenal Fenochio, Jaime (2011). Cronología de la Independencia (1808-1821) (1.ª edición). Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México. ISBN 978-607-7916-10-9. Consultado el 28 de agosto de 2018. 
  • Gomes, Laurentino (2007). 1808. Como uma rainha louca, um príncipe medroso, e uma corte corrupta enganaram Napoleao e mudaram a história de Portugal e do Brasil. Río de Janeiro: Editora Planeta do Brasil. ISBN 8576653206. 
  • Iglesias, Francisco (1992). Historia política de Brasil (1500-1964). Madrid: Ediciones Fundación Mapfre. ISBN 8471003325. 
  • Birmingham, David (1995). Historia de Portugal. Cambridge: Cambridge University Press. 
  •   Datos: Q2670007

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El traslado de la corte portuguesa a Brasil en portugues Transferencia da corte portuguesa para o Brasil fue un episodio en la historia de Portugal y Brasil donde la familia real lusitana encabezada por la reina Maria I de Portugal y el principe regente el futuro Juan VI de Portugal junto con toda la corte establecida en Lisboa cerca de 15 000 personas entre civiles y militares huyeron a la colonia portuguesa de Brasil en 1807 para escapar a las tropas de Napoleon Bonaparte y espanolas que penetraban en Portugal en virtud del Tratado de Fontainebleau De hecho la sede de la Casa de Braganza quedo en Rio de Janeiro desde el 7 de marzo de 1808 hasta el 26 de abril de 1821 Semejante situacion implicaba que todo el imperio colonial portugues era gobernado desde una de las colonias Brasil por lo que dicho territorio quedo elevado a una situacion legal y administrativa igual a la de su metropoli invadida por tropas extranjeras Indice 1 Antecedentes 2 La huida a Brasil 3 Consecuencias 4 Referencias 4 1 BibliografiaAntecedentes Editar El principe regente don Juan en 1804 En 1807 Portugal era un pais aliado de Gran Bretana en contra de Francia ya gobernada por Napoleon Bonaparte y de Espana regida por el monarca Carlos IV pero aliada con los franceses En virtud de la alianza franco espanola Napoleon I llego a un acuerdo con el favorito de los reyes de Espana Manuel Godoy para que tropas francesas invadieran Portugal transitando por territorio espanol a cambio de ello se otorgarian territorios portugueses a Espana Este plan era en realidad una ejecucion del Tratado de Tilsit celebrado en julio de 1807 entre Francia y Rusia por el cual Napoleon Bonaparte disponia su voluntad de extinguir las dinastias de Borbon en Espana y de Braganza en Portugal imponiendo a ambos paises monarcas de la familia de Napoleon En ejecucion de la alianza franco espanola pactada entre Godoy y Napoleon los embajadores de ambos paises en Lisboa entregaron un mensaje en 12 de agosto de 1807 a la corte portuguesa Francia reclamaba que Portugal se adhiriese al Bloqueo Continental ordenado por Napoleon Bonaparte suprimiendo todo comercio con los britanicos y declarar la guerra a Gran Bretana arrestando a sus subditos domiciliados en suelo portugues Ante ello en la corte de Lisboa se discutieron dos opciones aceptar las exigencias de Napoleon e integrarse al bloqueo continental posicion defendida por el ministro Antonio de Araujo e Azevedo o pedir ayuda a Gran Bretana y retirar la sede del gobierno portugues a Brasil para evitar la invasion francesa alternativa postulada por el ministro Rodrigo de Sousa Coutinho conde de Linhares Triunfo la opinion de Araujo e Azevedo y de inmediato Sousa Coutinho fue cesado aceptando el rey Juan VI de Portugal el Bloqueo Continental No obstante a mediados de octubre llego a Lisboa la noticia que Carlos IV de Espana permitia libre paso a las tropas francesas por suelo espanol y de inmediato estas atravesaron los Pirineos en direccion a Portugal En simultaneo se conocia que Francia habia requerido a la corte espanola el arresto del principe heredero Fernando de Asturias enemigo de Manuel Godoy y opositor a la politica francesa causando en Lisboa el temor a un efectivo destronamiento de la casa de Braganza del trono portugues por obra de las tropas napoleonicas En absoluta inferioridad numerica y ante la hostilidad espanola era evidente que Portugal no podria resistir mucho tiempo el masivo ataque frances y entonces el rey Juan VI busco demorar el arribo de las tropas francesas mediante maniobras diplomaticas dilatorias mientras en simultaneo pedia ayuda urgente a Gran Bretana para resistir a los franceses de alguna manera La oferta del gobierno britanico consistia en que Portugal se manifestase en contra del Bloqueo Continental ordenado por Napoleon Bonaparte y continuara comerciando con Gran Bretana pues en caso contrario la marina de guerra britanica destruiria la flota portuguesa anclada en Lisboa al igual que habian hecho con la flota danesa en agosto y setiembre del mismo ano en la Segunda Batalla de Copenhague lo cual significaba aniquilar el comercio internacional portugues asi como suprimir la comunicacion de Portugal con su muy rico imperio colonial del cual dependia la subsistencia de la metropoli Juan VI era consciente que Portugal no podria resistir militarmente una invasion conjunta franco espanola ni podria permitir la destruccion de su flota de la cual dependia el comercio con el imperio colonial y pidio entonces ayuda a Gran Bretana para que la corte lusitana huyera a Brasil y el mismo 20 de noviembre el rey decidio que toda la corte se preparase para salir de Lisboa dando por valida la idea que meses antes habia sugerido Rodrigo de Sousa Coutinho Ideas de trasladar la corte portuguesa a Brasil en caso de grave peligro existian en Portugal desde el siglo XVII pero no habian pasado de analisis teoricos sin formular un proyecto efectivo para ejecutar tal traslado la amenaza de una invasion francesa a gran escala forzo a que Juan VI tornara en plan autentico la antigua propuesta de mudanza a Brasil En realidad Juan VI aun era propiamente solo principe regente del reino portugues en tanto su madre Maria I de Portugal vivia pero la anciana reina sufria demencia avanzada desde hacia anos y no participaba en el gobierno Para este plan de evacuacion Juan VI contaba con el apoyo naval de Gran Bretana quien finalmente remitio buques para auxiliar en el traslado La huida a Brasil Editar Embarque de la Corte de Portugal en el puerto de Lisboa el 29 de noviembre de 1807 Juan VI logro que el traslado de la corte portuguesa fuera protegido por buques de la Marina Real Britanica y de la pequena flota de guerra portuguesa dando ordenes para una evacuacion masiva mientras tanto desde el 27 de noviembre los barcos recibian en los muelles lisboetas a la corte toda la familia real aristocratas y funcionarios archivos documentos bibliotecas incluyendo la mayor parte de la Biblioteca Nacional de Portugal grandes cantidades de oro y plata amplias colecciones de arte y posesiones valiosas de la Casa de Braganza Pese a la premura del tiempo al desorden de los funcionarios y la sorpresa y temor del pueblo la evacuacion logro ejecutarse oportunamente Finalmente el 29 de noviembre tras esperar vientos favorables por dos dias la corte partio de Lisboa en docenas de navios portugueses escoltados por buques britanicos cuando los franceses ya se acercaban a la capital que ocupaban por completo apenas al dia siguiente de la partida El 5 de diciembre a medio camino entre Lisboa y la isla de Madeira la mayor parte de la flota britanica volvio a aguas europeas mientras solo cuatro buques quedaban para escoltar hasta Brasil a la corte lusitana La travesia resulto dificil y sacrificada para los casi 15 000 evacuados portugueses al vivir incomodos y hacinados en barcos durante varias semanas Juan VI y la familia real llegaron a Salvador de Bahia el 22 de enero de 1808 y de inmediato se emitio en dicha ciudad un real decreto abriendo el comercio entre los puertos del Brasil y los de las naciones amigas 1 lo cual en la practica significaba dar dicho privilegio casi exclusivamente en beneficio de Gran Bretana unico pais de la coalicion antinapoleonica que poseia una flota comercial capaz de comerciar con Brasil La apertura del comercio portuario era necesaria para la monarquia portuguesa con el fin de asegurarse el crucial apoyo de Gran Bretana aunque aumentaba la dependencia de la nueva corte hacia los britanicos como proveedores de manufacturas y capitales modificando crucialmente la economia colonial brasilena que ahora podia dedicarse al libre comercio con autorizacion de su propio rey El 7 de marzo el rey y la corte arribaron a Rio de Janeiro donde se establecerian definitivamente y empezarian a funcionar los organos de la administracion publica de Portugal Esto permitio que en 1815 durante el Congreso de Viena Juan VI creara el Reino Unido de Portugal Brasil y Algarve elevando a Brasil al mismo nivel politico que Portugal y permitiendo que diputados brasilenos acudieran a las Cortes Portuguesas Asimismo el traslado de la elite gubernamental causo que la administracion politica y economica del imperio colonial portugues el cual abarcaba territorios tambien en Africa y Asia fuese forzosamente dirigida desde Rio de Janeiro con la consiguiente elevacion de la importancia de Brasil dentro del esquema imperial lusitano Inclusive cuando en 1816 la anciana reina Maria I murio en suelo brasileno Juan VI fue coronado como rey de Portugal de iure y no solo de facto en la propia Rio de Janeiro a pesar de que la metropoli estaba libre de franceses desde 1814 Consecuencias EditarDebido a la presencia de la corte portuguesa en Brasil Juan VI incentivo el comercio y la industria permitio la impresion de periodicos y libros en territorio brasileno actividad severamente prohibida por el rey Jose I de Portugal desde mediados del siglo XVIII tambien se impulso la creacion de colegios de medicina una academia militar e inclusive el primer banco brasileno el Banco do Brasil para dinamizar la economia ante la practica inexistencia de una metropoli que pudiera asumir un rol dirigente Cabe recordar que Juan VI habia trasladado a Brasil no solo a la Corte de Lisboa sino a cientos de burocratas militares y aristocratas que reprodujeron en tierras brasilenas el funcionamiento de la administracion publica portuguesa en la metropoli e introduciendo forzosamente en la maquinaria gubernamental a numerosos brasilenos El Paco Imperial palacio colonial del siglo XVIII en Rio de Janeiro usado como sede administrativa por Juan VI de Portugal y luego por Pedro I de Brasil El comercio tambien se dinamizo a extremos desconocidos hasta entonces en Brasil pues la penetracion de comerciantes britanicos en pie de igualdad con los portugueses significo una liberalizacion que rompio el antiguo esquema donde Portugal monopolizaba el comercio exterior de Brasil Despues que la paz llego a Europa en 1815 con el Congreso de Viena incluso empezo una pequena penetracion comercial de Francia y Estados Unidos que desplazo aun mas a los portugueses Antes de 1808 las autoridades portuguesas prohibian la entrada en Brasil de individuos que no fueran nativos de Portugal pero la llegada de extranjeros quedo permitida para todos los efectos con la llegada de la corte de Juan VI por lo cual acudieron a Brasil numerosos artistas cientificos y academicos europeos impulsando y estimulando el desarrollo de artes y ciencias muy descuidados en los siglos previos de administracion colonial portuguesa Entre ellos cabe destacar inclusive la llegada de una Mision Cultural Francesa desde 1816 compuesta por variados artistas que dinamizaron la hasta entonces adormilada vida cultural de Brasil y formaron un primer nucleo de brasilenos aficionados a las novedades culturales y cientificas de Europa sin pasar por la previa aprobacion de la autoridad de la metropoli en Portugal El traslado de instituciones portuguesas a Brasil hizo tambien que estas adquiriesen un caracter propiamente brasileno la existencia de la propia corte en Rio de Janeiro alentaba la separacion politica de Brasil y Portugal al demostrarse que la colonia estaba bastante dotada de una mayor independencia de hecho en relacion a la invadida metropoli y que inclusive la elite local brasilena estaria preparada para regir sus propios asuntos de manera autonoma La presencia del rey y su corte impulso el otorgamiento de cargos publicos a brasilenos leales a la Casa de Braganza y la cesion de titulos nobiliarios a estos formando una elite politica y administrativa que lentamente se equiparaba a los nobles llegados de Portugal La prolongada ausencia del rey Juan VI anos despues del fin de la Guerra Peninsular sumio a Portugal en crisis economica y politica por lo cual el rey debio volver a instalar la corte en Lisboa en 1821 tras la Revolucion liberal de Oporto ante los violentos reclamos de sus subditos portugueses sujetos a la autoridad de los jefes militares nativos y las intromisiones de la flota militar britanica que seguia en aguas portuguesas Sin embargo las autoridades oriundas del Brasil estaban ya acostumbradas a actuar de manera autonoma y no era posible al monarca portugues retornar al statuo quo previo a 1808 sin hacer concesiones politicas a las elites politicas brasilenas que gracias a la presencia de la corte en Rio de Janeiro habian disfrutado de un poder e influencia desconocidos hasta entonces Ello se hizo evidente cuando el rey Juan VI ya en Lisboa ordeno a su hijo y heredero el principe Pedro de Alcantara acudir a Portugal en 1821 el joven principe se nego a ello y radicalizo su posicion de permanecer en Brasil a lo largo de 1822 alentado por las autoridades locales Cuando el rey Juan VI amenazo usar la fuerza para restaurar la obediencia de Brasil hacia Portugal el principe Pedro con el apoyo de sus subditos sudamericanos proclamo la independencia de Brasil el 7 de setiembre de 1822 y fue proclamado monarca del nuevo Imperio del Brasil tomando el nombre de Pedro I Referencias Editar Del Arenal Fenochio 2011 p 7 Bibliografia Editar Del Arenal Fenochio Jaime 2011 Cronologia de la Independencia 1808 1821 1 ª edicion Instituto Nacional de Estudios Historicos de las Revoluciones de Mexico ISBN 978 607 7916 10 9 Consultado el 28 de agosto de 2018 Gomes Laurentino 2007 1808 Como uma rainha louca um principe medroso e uma corte corrupta enganaram Napoleao e mudaram a historia de Portugal e do Brasil Rio de Janeiro Editora Planeta do Brasil ISBN 8576653206 Iglesias Francisco 1992 Historia politica de Brasil 1500 1964 Madrid Ediciones Fundacion Mapfre ISBN 8471003325 Birmingham David 1995 Historia de Portugal Cambridge Cambridge University Press Datos Q2670007Obtenido de https es wikipedia org w index php title Traslado de la corte portuguesa a Brasil amp oldid 135925942, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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