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Golpe de Estado de julio de 1936 en Madrid

El Golpe de Estado de julio de 1936 contra el gobierno de la República Española, que dio comienzo a la Guerra Civil, no logró triunfar en Madrid, lo que llevaría al fracaso de la sublevación militar en todo el centro de España. La toma del cuartel de la Montaña, realizada el 20 de julio por las fuerzas militares y de orden público fieles al gobierno republicano, apoyadas por milicias obreras, fue determinante para el fracaso de la sublevación en Madrid.

Antecedentes: la conspiración militar

Desde la victoria electoral del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936 se venía fraguando una conspiración por parte de elementos militares (aunque también civiles). La dirección de la misma la ejercía el general Mola, desde Pamplona, encargándose de que las distintas ramificaciones de la misma estuvieran bajo una sola dirección, fuera el caso de la conspiración en el Protectorado marroquí, en las islas Canarias o en la capital, Madrid.

A principios de julio se palpaba como inminente la sublevación, y aunque se desconocía la fecha exacta, tras el asesinato de José Calvo Sotelo el día 13 ya quedó claro que ésta no tardaría en producirse. El viernes 17 de julio por la tarde comenzó la sublevación en Melilla (y con esta ciudad, todo el Marruecos español). Con ello, la sublevación se extendió por la península a partir del día siguiente.

La conspiración militar en Madrid

En Madrid se encontraba la principal concentración de fuerzas militares. La organización militar territorial se componía de los cuarteles de la 1.ª División Orgánica, once regimientos, cuatro batallones independientes, dos grupos de artillería especializados, las fuerzas y parques divisionarios y del Cuerpo de Ejército, el depósito de Remonta, algunas escuelas militares y la administración de los ejércitos. En los alrededores estaban los aeródromos militares de Getafe y Cuatro Vientos con ocho escuadrillas operativas, junto con el recién estrenado de Barajas, de uso civil.[1]​ En los primeros días de la sublevación se trasladaron a Madrid diversas compañías de Asalto de las dos Castillas al mando del coronel de caballería Pedro Sánchez Plaza, de cuyo republicanismo no se dudaba. La Guardia Civil estaba a cargo del general Sebastián Pozas Perea y del general José Sanjurjo Rodríguez Arias, como subordinado, ambos militares leales a la República.[2]​ En total había en Madrid veinticinco compañías de Asalto, catorce de la Guardia Civil, cinco de Carabineros y tres escuadrones de seguridad. Sebastián Pozas era el hombre clave para hacer fracasar la sublevación en Madrid. Exhortó a todas las Comandancias de la Benemérita lealtad al Gobierno, ordenando el arresto inmediato de cualquier militar que abandonara su destino.

El principal contacto de Mola en Madrid era el comisario Santiago Martín Báguenas, jefe superior de policía de Madrid.[3]​ Mola había diseñado el plan para Madrid confiando sólo en tres generales: general Fanjul, García de la Herrán y Villegas, y a cada uno se le había dado un cometido específico para el día 19. El problema era que cada uno de ellos estaba en la reserva y, consiguientemente, desconectados de la cadena de mando. Las primeras noticias de la sublevación en África llegan a Madrid por la tarde-noche del 17, y el Gobierno desarrolla una actividad febril.[4]

El domingo 19, tras los fallidos intentos telefónicos del recién nombrado presidente del Gobierno Diego Martínez Barrio de conciliar el Gobierno con los militares sublevados, se da la orden de acuartelar en Madrid las tropas de la 1.ª División Orgánica ya al mando del general Miaja (nombrado por Martínez Barrio). La instrucción de última hora enviada, procedente de Mola a los tres generales de Madrid, es la de contemporizar con el Gobierno hasta la llegada de tropas del norte, y en caso de verse copados, sacar las tropas de los cuarteles y dirigirse a la sierra de Madrid.[cita requerida] Ese mismo día 19 dimite Martínez Barrio, presionado por diversos estamentos. La 1.ª División pasa provisionalmente a cargo de Manuel Cardenal Dominicis que finalmente recae en el general Luis Castelló Pantoja que se hallaba de camino de Badajoz a Madrid desde el día 18. Se hace cargo de la Presidencia José Giral, que adopta la decisión de armar al "pueblo", lo cual suponía sacar el armamento de inmediato de los cuarteles. En una reunión nocturna del día 19 decide que el jefe de la I División sea el general Celestino García Antúnez, aunque al día siguiente recayó sobre el general Riquelme.

El domingo 19 con excepción de Marruecos, Pamplona y Zaragoza, poco se sabía sobre qué guarniciones se encontraban en rebeldía. La situación de la conspiración en Madrid era completamente caótica: nadie parecía saber qué hacer, y Mola no había conseguido coordinar las acciones de los conspiradores. No se sabía la actitud de los oficiales del ejército que rodeaban a Joaquín Fanjul o si el comandante de la 1ª Brigada de Infantería (el general Miaja) estaba o no con los rebeldes.[5]​ En el último minuto ni siquiera se sabía quién dirigía la sublevación en Madrid, si el políticamente activo Fanjul o García de la Herrán, general al mando del regimiento de Carabanchel. Además, faltaba el nervio de la conspiración madrileña, el coronel Galarza, El Técnico y coordinador del plan, que había sido arrestado.[5]

Según los planes iniciales de Mola, el general Fanjul se debía hacer cargo de la 1.ª División Orgánica,[6]​ y García de la Herrán del Campamento de Carabanchel como apoyo. El general Villegas dirigía la Unión Militar Española y era el encargado de dirigir la rebelión en Madrid, pero estaba muy vigilado por la policía. Ninguno de los tres había desarrollado una estrategia concreta para el día 19. El general Fanjul, debido al cariz de los acontecimientos, pensaba viajar a Burgos, pero una visita del comandante Castillo a su vivienda (sita en la calle Mayor n.º 28) le hizo cambiar de opinión y se personó a mediodía del día 19 en el Cuartel de la Montaña vestido de paisano acompañado de su hijo.[7]​ Se instaló en el despacho de Serra y allí redactó un bando de guerra que nunca llegó a ser publicado. Durante estas horas intentó comunicarse con el Campamento de Carabanchel. Justo en esos instantes se interrumpió la comunicación al ser intervenidas por el Gobierno. Las piezas de artillería de 7.5 milímetros no pudieron utilizarse a causa de las operaciones de mantenimiento a la que se veían sometidas desde días antes.[8]

Entre tanto, el gobierno republicano se decidió finalmente a repartir fusiles, siendo entregados desde el Ministerio de la Guerra hacia los centros de la CNT y la UGT.[9]​ Los fusiles indicados para ser repartidos eran en primera instancia los 65 000 fusiles almacenados en el Parque de Artillería que tenían los cerrojos en el Cuartel de la Montaña. El teniente Rodrigo Gil, jefe del Parque de Artillería, ya había repartido 5000 fusiles con dotación completa. Muchos de los que recibieron esas primeras armas fueron militantes de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y entre ellos figuraba Cipriano Mera, anarquista recién salido ese día de la Cárcel Modelo. En este instante se planteó un grave problema: se entregaron 65 000 fusiles, pero de estos solo 5000 tenían cerrojo. Los 60 000 cerrojos restantes estaban en el Cuartel de la Montaña. El ministro de la Guerra ya había ordenado al coronel Serra, al mando del cuartel, que los entregara. Ante el requerimiento oficial, se negó rotundamente y la Dirección General de Seguridad cortó las comunicaciones del cuartel. Su negativa a hacerlo señaló el comienzo de la sublevación militar en Madrid.[10]

Cuartel de la Montaña

Asedio al cuartel

El general Fanjul llegó al cuartel la misma tarde del 19 de julio. Este era un gran edificio de planta irregular, situado al oeste de Madrid, que dominaba el valle del río Manzanares, y estaba al mando del coronel Francisco Serra. A lo largo del día se habían ido reuniendo oficiales de otros cuarteles y bastantes falangistas y monárquicos. El general Fanjul les soltó un discurso sobre los objetivos del alzamiento y su legalidad.[11]​ Luego los rebeldes intentaron lanzarse a las calles de la capital, pero para entonces ya se había reunido ante las puertas del cuartel una multitud. Entre dicha multitud, organizada por los sindicatos UGT, CNT y otros partidos políticos, la mayoría iban armados con los 5000 fusiles que se habían repartido y con armas propias de los sindicatos. Por otro lado estaban presentes numerosos miembros de la Guardia de Asalto y de la Guardia Civil: En total unos 8000 congregados en torno al cuartel.[11]

La densidad de la multitud impidió salir a los rebeldes, por lo que éstos recurrieron a disparar con las ametralladoras. La multitud se replegó, pero no ocurrió nada más hasta la mañana siguiente.[11]​ Durante la noche del 19 al 20 de julio, los partidos obreros tenían el control efectivo de la capital mientras los republicanos leales consolidaban su posición en los ministerios, particularmente en el Ministerio de la Guerra. Al Cuartel de la Montaña se le puso un cerco por la Guardia Civil y de Asalto, seguido del batallón de socialistas y detrás los nuevos grupos armados. Poco a poco se fue calentando el ambiente, el Cuartel fue bombardeado por aire y tierra. El teniente Urbano Orad de la Torre, en conjunción con el teniente Vidal, fueron disparando salvas contra los muros del Cuartel por tres piezas de artillería que llegaron al lugar (arrastradas por un camión de cerveza) y más tarde contaron con la aviación de Getafe, que se había mantenido fiel al gobierno bajo la acción de Ignacio Hidalgo de Cisneros. En el interior, Fanjul, aunque confiado y con 2000 soldados y 500 falangistas y monárquicos, no tenía ningún medio de comunicarse con las demás guarniciones de la capital.[12]​ En aquellos momentos, las guarniciones solo podían comunicarse entre ellas por medio de señales hechas por encima de los tejados. A pesar de todo, de esta forma Fanjul imploró al general García de la Herrán (que se encontraba en Carabanchel) que le enviase refuerzos.[12]

Lo cierto es que fue un error fatal encerrarse en el Cuartel de la Montaña de esta manera. Allí Fanjul esperó ayuda pero fue al desastre. Ya para las 10 y media de la mañana, Fanjul y Serra estaban heridos. La caída de una bomba en el patio causó algunos heridos más pero, sobre todo, la moral de los sitiados cayó en picado ante el empeoramiento de la situación. La artillería también estaba siendo eficaz.[12]​ Unos minutos más tarde apareció una bandera blanca en una de las ventanas y la multitud avanzó hacia el edificio para recibir la esperada rendición. Pero fue recibida con fuego de ametralladoras, hecho que se repitió dos veces más y que enloqueció a los atacantes. La cuestión de las banderas se debió más a la confusión reinante dentro de los sitiados que a una decisión premeditada.[12]

Asalto

Pocos minutos antes del mediodía, la Guardia Civil entró en el Cuartel. La gran puerta del cuartel cedió ante los repetidos asaltos. Y en ese momento la multitud penetró violentamente en el patio, donde, durante unos minutos, todo fue histeria y gran carnicería. De repente, un miliciano apareció en una de las ventanas exteriores y empezó a tirar fusiles a la excitada multitud que todavía estaba en la calle.[13]​ Por otro lado, un gigantesco miliciano se creyó en el deber de arrojar, uno tras otro, a los oficiales desarmados, que gritaban de terror, desde la galería más alta del cuartel a la desenfrenada masa que se acumulaba en el patio principal.[13]​ Lo que ocurrió a continuación escapa a toda descripción: Murieron varios centenares de los defensores, entre ellos Serra. Unos 12 oficiales sobrevivieron al linchamiento y otros 14 fueron hechos prisioneros, siendo enviados a la Cárcel Modelo. El general Fanjul pudo ser sacado de allí con dificultad para ser juzgado por rebelión militar.[13]

Otros focos de la rebelión

El resto de los cuarteles de Madrid tampoco sacaron las fuerzas a la calle. El cuartel de Pacífico fue rendido el día 19, así como el cuartel de Infantería de María Cristina. Fuera de la capital, en las restantes guarniciones militares hubo diversos conatos de rebelión, pero la mayoría acabaron en un rotundo fracaso.

Un intento de sublevación en la base aérea de Getafe fue aplastado por los militares leales. En el regimiento de artillería del Getafe también hubo algún intento que pudo ser controlado; el comandante Enrique Jurado Barrio se hizo cargo de la unidad.[14]​ Los cuarteles de Carabanchel —sede del regimiento de infantería «Wad-Ras»— se mantuvieron fieles tras la muerte del general García de la Herrán a manos de sus propios soldados cuando intentaba sublevar los cuarteles; el comandante del regimiento, coronel Tulio López, acordó rendirse.[15]​ El capitán Miguel Melero Blanco tuvo un importante rol en el aplastamiento de los rebeldes en Carabanchel.[16]​ En el regimiento de carros de combate algunos oficiales eran partidarios de la sublevación —en contra del parecer del comandante de la unidad, el coronel Ángel Cuadrado Garcés—; sin embargo, este foco minoritario pudo ser rápidamente controlado y el cuartel sería ocupado por guardias civiles, soldados y milicianos.[15]

La excepción fue el Regimiento de transmisiones de El Pardo —al mando del coronel Juan Carrascosa Revellat[17]​ que, siguiendo las instrucciones dadas por Mola, se embarcó en camiones y se dirigió al puerto de Navacerrada y allí convenció a las tropas de Asalto leales que se dirigían a La Granja para cortar el avance de una columna procedente de Valladolid. Las fuerzas del regimiento de trasmisiones lograron alcanzar la zona controlada por los sublevados.

El 20 de julio, en Alcalá de Henares una parte de la oficialidad se sublevó y dio muerte al teniente coronel Mariano Monterde Hernández —comandante de militar de la plaza—, mientras que el teniente coronel Gumersindo de Azcárate —comandante del batallón ciclista— resultó herido.[18][19]​ El comandante Baldomero Rojo se autonombró jefe militar de la plaza, proclamándose el estado de guerra y ocupándose los principales centros administrativos.[18]​ Sin embargo, los sublevados no tomaron ningún acción concreta ni tampoco organizaron la defensa de la localidad.[20]​ La aviación leal procedente del cercano aeródromo militar de Alcalá de Henares comenzó a actuar, desmoralizando a los rebeldes; por su parte, una potente columna procedente de Madrid —al mando del coronel Ildefonso Puigdengolas— logró acabar con la resistencia al mediodía del 21 de julio, haciendo algunos prisioneros.[21]​ Puigdengolas, sin embargo, no logró evitar que se produjeran desórdenes y quema de iglesias por la multitud exaltada.[22]

Consecuencias

La caída del Cuartel de la Montaña fue el icono de la victoria frente a la rebelión militar. Según Hugh Thomas, los milicianos no se hicieron con un gran número de armas y municiones pues las preciosas reservas de estas que había en el cuartel pudieron ser llevadas al ministerio de la Guerra por los guardias de Asalto.[13]​ Sin embargo, Pilar Mera Costas afirma que cuando el ministro de la Guerra envió al cuartel a varios militares para que se hicieran cargo del arsenal, se encontraron con que todas las armas, incluidos los cerrojos, ya habían sido repartidas entre las organizaciones obreras.[23]

La victoria republicana al aplastar la sublevación militar en Madrid fue decisiva para poder reorganizar las fuerzas de la capital y trasladarlas a la sierra, donde frenarían a las tropas de Mola, o para aplastar a las guarniciones de Guadalajara y Toledo que se habían sublevado también.[24]

Los cabecillas de la sublevación acabaron hechos prisioneros o muertos, como fue el caso de los coroneles Tomás Fernández de la Quintana (Regimiento de Zapadores-Minadores), Pedro Ramírez Ramírez (regimiento de artillería de Getafe) y Enrique Cañedo Argüelles (Regimiento de Artillería a Caballo).[25]

Véase también

Notas

  1. En los primeros momentos de la Guerra, las fuerzas sublevadas no tenían una bandera diferente a la del resto del ejército. El 29 de agosto de 1936 un decreto de la Junta de Defensa Nacional (organismo que ostentaba la Jefatura del Estado en la zona sublevada) estableció la bandera bicolor, roja y gualda, monárquica.

Referencias

  1. Ruiz Manjón-Cabeza, 1990, p. 405.
  2. Méndez Luengo, Ernesto (1977). G. del Toro, ed. Tempestad al amanecer: (la epopeya de Madrid). Servicio Comercial del Libro. p. 121. ISBN 84-312-0225-4. 
  3. Romero, 1982, p. 148.
  4. Cervera Gil, Javier (2006). Madrid en Guerra - La ciudad clandestina, 1936 - 1939 (2ª edición). Madrid: Alianza Editorial. ISBN 84-206-4731-4. 
  5. Hugh Thomas, p. 269
  6. García Venero, Maximiano (1967). El general Fanjul: Madrid en el alzamiento nacional (1ª edición). Madrid: Ediciones Cid. p. 261. 
  7. Cit. opus Madrid en Guerra, pag.49
  8. Montoliú, 2000.
  9. Hugh Thomas, p. 254
  10. Hugh Thomas, p. 255
  11. Thomas, 1976, p. 269.
  12. Thomas, 1976, p. 270.
  13. Thomas, 1976, p. 271.
  14. Martínez Bande, 2007, p. 395.
  15. Martínez Bande, 2007, p. 391.
  16. Alpert, 2013, p. 342.
  17. Cabanellas, 1977, p. 152.
  18. Martínez Bande, 2007, p. 396.
  19. Cabanellas, 1975, p. 482.
  20. Martínez Bande, 2007, pp. 396-397.
  21. Martínez Bande, 2007, p. 397.
  22. Aróstegui, 2006, pp. 52-53.
  23. Mera Costas, 2021, p. 172-175.
  24. Martínez Bande, 2007, pp. 394-401.
  25. Cabanellas, 1975, p. 466.

Bibliografía

  •   Datos: Q3891598

golpe, estado, julio, 1936, madrid, golpe, estado, julio, 1936, contra, gobierno, república, española, comienzo, guerra, civil, logró, triunfar, madrid, llevaría, fracaso, sublevación, militar, todo, centro, españa, toma, cuartel, montaña, realizada, julio, fu. El Golpe de Estado de julio de 1936 contra el gobierno de la Republica Espanola que dio comienzo a la Guerra Civil no logro triunfar en Madrid lo que llevaria al fracaso de la sublevacion militar en todo el centro de Espana La toma del cuartel de la Montana realizada el 20 de julio por las fuerzas militares y de orden publico fieles al gobierno republicano apoyadas por milicias obreras fue determinante para el fracaso de la sublevacion en Madrid Golpe de Estado de julio de 1936 en MadridGolpe de Estado en Espana de julio de 1936Parte de Guerra civil espanola y Golpe de Estado en Espana de julio de 1936Fecha19 20 de julio de 1936LugarMadrid EspanaCoordenadas40 25 27 N 3 43 04 O 40 42403333 3 71764444ResultadoDecisiva victoria republicanaBeligerantesRepublica Espanola a Fuerzas sublevadasComandantesJose Miaja MenantRicardo BurilloUrbano Orad de la TorreJuan Guilloto LeonErnesto Carratala Hidalgo de Cisneros Joaquin Fanjul M Garcia de la Herran M Serra Bartolome editar datos en Wikidata Indice 1 Antecedentes la conspiracion militar 2 La conspiracion militar en Madrid 3 Cuartel de la Montana 3 1 Asedio al cuartel 3 2 Asalto 4 Otros focos de la rebelion 5 Consecuencias 6 Vease tambien 7 Notas 8 Referencias 9 BibliografiaAntecedentes la conspiracion militar EditarArticulo principal Conspiracion golpista de 1936 Desde la victoria electoral del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936 se venia fraguando una conspiracion por parte de elementos militares aunque tambien civiles La direccion de la misma la ejercia el general Mola desde Pamplona encargandose de que las distintas ramificaciones de la misma estuvieran bajo una sola direccion fuera el caso de la conspiracion en el Protectorado marroqui en las islas Canarias o en la capital Madrid A principios de julio se palpaba como inminente la sublevacion y aunque se desconocia la fecha exacta tras el asesinato de Jose Calvo Sotelo el dia 13 ya quedo claro que esta no tardaria en producirse El viernes 17 de julio por la tarde comenzo la sublevacion en Melilla y con esta ciudad todo el Marruecos espanol Con ello la sublevacion se extendio por la peninsula a partir del dia siguiente La conspiracion militar en Madrid EditarVease tambien Organizacion territorial del Ejercito espanol en 1936 En Madrid se encontraba la principal concentracion de fuerzas militares La organizacion militar territorial se componia de los cuarteles de la 1 ª Division Organica once regimientos cuatro batallones independientes dos grupos de artilleria especializados las fuerzas y parques divisionarios y del Cuerpo de Ejercito el deposito de Remonta algunas escuelas militares y la administracion de los ejercitos En los alrededores estaban los aerodromos militares de Getafe y Cuatro Vientos con ocho escuadrillas operativas junto con el recien estrenado de Barajas de uso civil 1 En los primeros dias de la sublevacion se trasladaron a Madrid diversas companias de Asalto de las dos Castillas al mando del coronel de caballeria Pedro Sanchez Plaza de cuyo republicanismo no se dudaba La Guardia Civil estaba a cargo del general Sebastian Pozas Perea y del general Jose Sanjurjo Rodriguez Arias como subordinado ambos militares leales a la Republica 2 En total habia en Madrid veinticinco companias de Asalto catorce de la Guardia Civil cinco de Carabineros y tres escuadrones de seguridad Sebastian Pozas era el hombre clave para hacer fracasar la sublevacion en Madrid Exhorto a todas las Comandancias de la Benemerita lealtad al Gobierno ordenando el arresto inmediato de cualquier militar que abandonara su destino El principal contacto de Mola en Madrid era el comisario Santiago Martin Baguenas jefe superior de policia de Madrid 3 Mola habia disenado el plan para Madrid confiando solo en tres generales general Fanjul Garcia de la Herran y Villegas y a cada uno se le habia dado un cometido especifico para el dia 19 El problema era que cada uno de ellos estaba en la reserva y consiguientemente desconectados de la cadena de mando Las primeras noticias de la sublevacion en Africa llegan a Madrid por la tarde noche del 17 y el Gobierno desarrolla una actividad febril 4 El domingo 19 tras los fallidos intentos telefonicos del recien nombrado presidente del Gobierno Diego Martinez Barrio de conciliar el Gobierno con los militares sublevados se da la orden de acuartelar en Madrid las tropas de la 1 ª Division Organica ya al mando del general Miaja nombrado por Martinez Barrio La instruccion de ultima hora enviada procedente de Mola a los tres generales de Madrid es la de contemporizar con el Gobierno hasta la llegada de tropas del norte y en caso de verse copados sacar las tropas de los cuarteles y dirigirse a la sierra de Madrid cita requerida Ese mismo dia 19 dimite Martinez Barrio presionado por diversos estamentos La 1 ª Division pasa provisionalmente a cargo de Manuel Cardenal Dominicis que finalmente recae en el general Luis Castello Pantoja que se hallaba de camino de Badajoz a Madrid desde el dia 18 Se hace cargo de la Presidencia Jose Giral que adopta la decision de armar al pueblo lo cual suponia sacar el armamento de inmediato de los cuarteles En una reunion nocturna del dia 19 decide que el jefe de la I Division sea el general Celestino Garcia Antunez aunque al dia siguiente recayo sobre el general Riquelme El domingo 19 con excepcion de Marruecos Pamplona y Zaragoza poco se sabia sobre que guarniciones se encontraban en rebeldia La situacion de la conspiracion en Madrid era completamente caotica nadie parecia saber que hacer y Mola no habia conseguido coordinar las acciones de los conspiradores No se sabia la actitud de los oficiales del ejercito que rodeaban a Joaquin Fanjul o si el comandante de la 1ª Brigada de Infanteria el general Miaja estaba o no con los rebeldes 5 En el ultimo minuto ni siquiera se sabia quien dirigia la sublevacion en Madrid si el politicamente activo Fanjul o Garcia de la Herran general al mando del regimiento de Carabanchel Ademas faltaba el nervio de la conspiracion madrilena el coronel Galarza El Tecnico y coordinador del plan que habia sido arrestado 5 Segun los planes iniciales de Mola el general Fanjul se debia hacer cargo de la 1 ª Division Organica 6 y Garcia de la Herran del Campamento de Carabanchel como apoyo El general Villegas dirigia la Union Militar Espanola y era el encargado de dirigir la rebelion en Madrid pero estaba muy vigilado por la policia Ninguno de los tres habia desarrollado una estrategia concreta para el dia 19 El general Fanjul debido al cariz de los acontecimientos pensaba viajar a Burgos pero una visita del comandante Castillo a su vivienda sita en la calle Mayor n º 28 le hizo cambiar de opinion y se persono a mediodia del dia 19 en el Cuartel de la Montana vestido de paisano acompanado de su hijo 7 Se instalo en el despacho de Serra y alli redacto un bando de guerra que nunca llego a ser publicado Durante estas horas intento comunicarse con el Campamento de Carabanchel Justo en esos instantes se interrumpio la comunicacion al ser intervenidas por el Gobierno Las piezas de artilleria de 7 5 milimetros no pudieron utilizarse a causa de las operaciones de mantenimiento a la que se veian sometidas desde dias antes 8 Entre tanto el gobierno republicano se decidio finalmente a repartir fusiles siendo entregados desde el Ministerio de la Guerra hacia los centros de la CNT y la UGT 9 Los fusiles indicados para ser repartidos eran en primera instancia los 65 000 fusiles almacenados en el Parque de Artilleria que tenian los cerrojos en el Cuartel de la Montana El teniente Rodrigo Gil jefe del Parque de Artilleria ya habia repartido 5000 fusiles con dotacion completa Muchos de los que recibieron esas primeras armas fueron militantes de la Confederacion Nacional del Trabajo CNT y entre ellos figuraba Cipriano Mera anarquista recien salido ese dia de la Carcel Modelo En este instante se planteo un grave problema se entregaron 65 000 fusiles pero de estos solo 5000 tenian cerrojo Los 60 000 cerrojos restantes estaban en el Cuartel de la Montana El ministro de la Guerra ya habia ordenado al coronel Serra al mando del cuartel que los entregara Ante el requerimiento oficial se nego rotundamente y la Direccion General de Seguridad corto las comunicaciones del cuartel Su negativa a hacerlo senalo el comienzo de la sublevacion militar en Madrid 10 Cuartel de la Montana EditarAsedio al cuartel Editar El general Fanjul llego al cuartel la misma tarde del 19 de julio Este era un gran edificio de planta irregular situado al oeste de Madrid que dominaba el valle del rio Manzanares y estaba al mando del coronel Francisco Serra A lo largo del dia se habian ido reuniendo oficiales de otros cuarteles y bastantes falangistas y monarquicos El general Fanjul les solto un discurso sobre los objetivos del alzamiento y su legalidad 11 Luego los rebeldes intentaron lanzarse a las calles de la capital pero para entonces ya se habia reunido ante las puertas del cuartel una multitud Entre dicha multitud organizada por los sindicatos UGT CNT y otros partidos politicos la mayoria iban armados con los 5000 fusiles que se habian repartido y con armas propias de los sindicatos Por otro lado estaban presentes numerosos miembros de la Guardia de Asalto y de la Guardia Civil En total unos 8000 congregados en torno al cuartel 11 La densidad de la multitud impidio salir a los rebeldes por lo que estos recurrieron a disparar con las ametralladoras La multitud se replego pero no ocurrio nada mas hasta la manana siguiente 11 Durante la noche del 19 al 20 de julio los partidos obreros tenian el control efectivo de la capital mientras los republicanos leales consolidaban su posicion en los ministerios particularmente en el Ministerio de la Guerra Al Cuartel de la Montana se le puso un cerco por la Guardia Civil y de Asalto seguido del batallon de socialistas y detras los nuevos grupos armados Poco a poco se fue calentando el ambiente el Cuartel fue bombardeado por aire y tierra El teniente Urbano Orad de la Torre en conjuncion con el teniente Vidal fueron disparando salvas contra los muros del Cuartel por tres piezas de artilleria que llegaron al lugar arrastradas por un camion de cerveza y mas tarde contaron con la aviacion de Getafe que se habia mantenido fiel al gobierno bajo la accion de Ignacio Hidalgo de Cisneros En el interior Fanjul aunque confiado y con 2000 soldados y 500 falangistas y monarquicos no tenia ningun medio de comunicarse con las demas guarniciones de la capital 12 En aquellos momentos las guarniciones solo podian comunicarse entre ellas por medio de senales hechas por encima de los tejados A pesar de todo de esta forma Fanjul imploro al general Garcia de la Herran que se encontraba en Carabanchel que le enviase refuerzos 12 Lo cierto es que fue un error fatal encerrarse en el Cuartel de la Montana de esta manera Alli Fanjul espero ayuda pero fue al desastre Ya para las 10 y media de la manana Fanjul y Serra estaban heridos La caida de una bomba en el patio causo algunos heridos mas pero sobre todo la moral de los sitiados cayo en picado ante el empeoramiento de la situacion La artilleria tambien estaba siendo eficaz 12 Unos minutos mas tarde aparecio una bandera blanca en una de las ventanas y la multitud avanzo hacia el edificio para recibir la esperada rendicion Pero fue recibida con fuego de ametralladoras hecho que se repitio dos veces mas y que enloquecio a los atacantes La cuestion de las banderas se debio mas a la confusion reinante dentro de los sitiados que a una decision premeditada 12 Asalto Editar Pocos minutos antes del mediodia la Guardia Civil entro en el Cuartel La gran puerta del cuartel cedio ante los repetidos asaltos Y en ese momento la multitud penetro violentamente en el patio donde durante unos minutos todo fue histeria y gran carniceria De repente un miliciano aparecio en una de las ventanas exteriores y empezo a tirar fusiles a la excitada multitud que todavia estaba en la calle 13 Por otro lado un gigantesco miliciano se creyo en el deber de arrojar uno tras otro a los oficiales desarmados que gritaban de terror desde la galeria mas alta del cuartel a la desenfrenada masa que se acumulaba en el patio principal 13 Lo que ocurrio a continuacion escapa a toda descripcion Murieron varios centenares de los defensores entre ellos Serra Unos 12 oficiales sobrevivieron al linchamiento y otros 14 fueron hechos prisioneros siendo enviados a la Carcel Modelo El general Fanjul pudo ser sacado de alli con dificultad para ser juzgado por rebelion militar 13 Otros focos de la rebelion EditarEl resto de los cuarteles de Madrid tampoco sacaron las fuerzas a la calle El cuartel de Pacifico fue rendido el dia 19 asi como el cuartel de Infanteria de Maria Cristina Fuera de la capital en las restantes guarniciones militares hubo diversos conatos de rebelion pero la mayoria acabaron en un rotundo fracaso Un intento de sublevacion en la base aerea de Getafe fue aplastado por los militares leales En el regimiento de artilleria del Getafe tambien hubo algun intento que pudo ser controlado el comandante Enrique Jurado Barrio se hizo cargo de la unidad 14 Los cuarteles de Carabanchel sede del regimiento de infanteria Wad Ras se mantuvieron fieles tras la muerte del general Garcia de la Herran a manos de sus propios soldados cuando intentaba sublevar los cuarteles el comandante del regimiento coronel Tulio Lopez acordo rendirse 15 El capitan Miguel Melero Blanco tuvo un importante rol en el aplastamiento de los rebeldes en Carabanchel 16 En el regimiento de carros de combate algunos oficiales eran partidarios de la sublevacion en contra del parecer del comandante de la unidad el coronel Angel Cuadrado Garces sin embargo este foco minoritario pudo ser rapidamente controlado y el cuartel seria ocupado por guardias civiles soldados y milicianos 15 La excepcion fue el Regimiento de transmisiones de El Pardo al mando del coronel Juan Carrascosa Revellat 17 que siguiendo las instrucciones dadas por Mola se embarco en camiones y se dirigio al puerto de Navacerrada y alli convencio a las tropas de Asalto leales que se dirigian a La Granja para cortar el avance de una columna procedente de Valladolid Las fuerzas del regimiento de trasmisiones lograron alcanzar la zona controlada por los sublevados El 20 de julio en Alcala de Henares una parte de la oficialidad se sublevo y dio muerte al teniente coronel Mariano Monterde Hernandez comandante de militar de la plaza mientras que el teniente coronel Gumersindo de Azcarate comandante del batallon ciclista resulto herido 18 19 El comandante Baldomero Rojo se autonombro jefe militar de la plaza proclamandose el estado de guerra y ocupandose los principales centros administrativos 18 Sin embargo los sublevados no tomaron ningun accion concreta ni tampoco organizaron la defensa de la localidad 20 La aviacion leal procedente del cercano aerodromo militar de Alcala de Henares comenzo a actuar desmoralizando a los rebeldes por su parte una potente columna procedente de Madrid al mando del coronel Ildefonso Puigdengolas logro acabar con la resistencia al mediodia del 21 de julio haciendo algunos prisioneros 21 Puigdengolas sin embargo no logro evitar que se produjeran desordenes y quema de iglesias por la multitud exaltada 22 Consecuencias EditarLa caida del Cuartel de la Montana fue el icono de la victoria frente a la rebelion militar Segun Hugh Thomas los milicianos no se hicieron con un gran numero de armas y municiones pues las preciosas reservas de estas que habia en el cuartel pudieron ser llevadas al ministerio de la Guerra por los guardias de Asalto 13 Sin embargo Pilar Mera Costas afirma que cuando el ministro de la Guerra envio al cuartel a varios militares para que se hicieran cargo del arsenal se encontraron con que todas las armas incluidos los cerrojos ya habian sido repartidas entre las organizaciones obreras 23 La victoria republicana al aplastar la sublevacion militar en Madrid fue decisiva para poder reorganizar las fuerzas de la capital y trasladarlas a la sierra donde frenarian a las tropas de Mola o para aplastar a las guarniciones de Guadalajara y Toledo que se habian sublevado tambien 24 Los cabecillas de la sublevacion acabaron hechos prisioneros o muertos como fue el caso de los coroneles Tomas Fernandez de la Quintana Regimiento de Zapadores Minadores Pedro Ramirez Ramirez regimiento de artilleria de Getafe y Enrique Canedo Arguelles Regimiento de Artilleria a Caballo 25 Vease tambien EditarMatanza de la Carcel Modelo de MadridNotas Editar En los primeros momentos de la Guerra las fuerzas sublevadas no tenian una bandera diferente a la del resto del ejercito El 29 de agosto de 1936 un decreto de la Junta de Defensa Nacional organismo que ostentaba la Jefatura del Estado en la zona sublevada establecio la bandera bicolor roja y gualda monarquica Referencias Editar Ruiz Manjon Cabeza 1990 p 405 Mendez Luengo Ernesto 1977 G del Toro ed Tempestad al amanecer la epopeya de Madrid Servicio Comercial del Libro p 121 ISBN 84 312 0225 4 Romero 1982 p 148 Cervera Gil Javier 2006 Madrid en Guerra La ciudad clandestina 1936 1939 2ª edicion Madrid Alianza Editorial ISBN 84 206 4731 4 a b Hugh Thomas p 269 Garcia Venero Maximiano 1967 El general Fanjul Madrid en el alzamiento nacional 1ª edicion Madrid Ediciones Cid p 261 Cit opus Madrid en Guerra pag 49 Montoliu 2000 Hugh Thomas p 254 Hugh Thomas p 255 a b c Thomas 1976 p 269 a b c d Thomas 1976 p 270 a b c d Thomas 1976 p 271 Martinez Bande 2007 p 395 a b Martinez Bande 2007 p 391 Alpert 2013 p 342 Cabanellas 1977 p 152 a b Martinez Bande 2007 p 396 Cabanellas 1975 p 482 Martinez Bande 2007 pp 396 397 Martinez Bande 2007 p 397 Arostegui 2006 pp 52 53 Mera Costas 2021 p 172 175 Martinez Bande 2007 pp 394 401 Cabanellas 1975 p 466 Bibliografia EditarAlpert Michael 2013 The Republican Army in the Spanish Civil War 1936 1939 Cambridge University Press ISBN 978 1 107 32857 0 Arostegui Julio 2006 Por que el 18 de 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