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Régimen político de las comunas urbanas de la Italia medieval

El régimen político de las comunas urbanas de la Italia medieval se refiere a la organización institucional de las comunas medievales en las ciudades-estado italianas.

Origen

Durante el siglo IX se va a producir la decadencia de las ciudades, ya que en una época de inseguridad, con los mares y costas asolados por los sarracenos, el gran comercio prácticamente desapareció y con ello los grandes mercados. Frente a este panorama, Venecia, vinculada al imperio bizantino, mantuvo un comercio activo con el Imperio bizantino y con los árabes, en disputa con los piratas eslavos narentinos. Este movimiento contagió a las ciudades italianas vecinas a través del río Po con el beneplácito de los emperadores carolingios. Así, al comercio de productos agrícolas se les irían sumando los industriales, de modo que en el norte de Italia hubo una mayor circulación monetaria y comercial respecto al resto de Europa occidental; y además, desde el sur de Italia, Amalfi y Nápoles (aliadas por motivos comerciales con los sarracenos), propagaron su actividad comercial al norte. En este contexto, es en Lombardía donde confluía todo el movimiento comercial del Mediterráneo, al este por Venecia y al oeste por Pisa y Génova; y desde Lombardía, gracias a la fertilidad de su suelo y al resurgimiento de la manufactura industrial, el movimiento comercial se expandió hacia el sur, a Toscana, y hacia el norte, siguiendo el curso de los ríos Ródano, Rin y Danubio. Estas particularidades económicas provocaron que al contrario que en el núcleo del Imperio carolingio, donde los terratenientes al perder sus salidas comerciales tendieron a autoabastecerse permaneciendo solamente pequeños mercados locales, la nobleza italiana no adquirió todavía carácter rural al no residir en sus campos, asolados por las razzias sarracenas, sino que se permaneció en las ciudades (civitas) obteniendo beneficio de sus bienes raíces. Sería ya en el inicio del siglo XI, cuando Génova y Pisa comenzaron la ofensiva frente a los musulmanes, arrebatándoles progresivamente las bases que les habían permitido cerrar el Mediterráneo al comercio: Cerdeña (1022), Córcega (1091) y la conquista normanda de Sicilia (1058-1090); de este modo, pudieron abrir su influencia hacia Oriente con el inicio de las Cruzadas.

La expansión del comercio en Italia involucró no solo a los judíos sino a mendigos emprendedores, como San Goderico de Finchale,[1]​ que portaban mercancías de un lugar a otro obteniendo beneficios, los cuales no se atesoraron sino que se invertían nuevamente, extendiendo así el comercio. En la inseguridad de los caminos los mercaderes no viajaban solos, de este asociacionismo surgirían en el siglo XI, las sociedades comerciales en las que varios socios aportaban capital para desarrollar el negocio como la commenda y la compagnia; de la estabilidad y asentamiento de las mismas daría lugar a la banca en el siglo XIII. La misma nobleza territorial protegía a los mercaderes asegurándose así beneficios por los peajes, y especialmente otorgando privilegios de feria y mercado, e incluso, en Italia, las familias aristocráticas intervinieron como prestamistas en las operaciones comerciales.

Estos mercaderes se establecieron en los aledaños de las ciudades, formando un barrio a extramuros (forisburgus), en un suburbio construido por motivos económicos. En Italia, el desarrollo urbano vino favorecido por la seguridad de la civitas, que de suyo poseía una muralla (si no la tenía, dejaba de ser civitas pasando a ser vicus); y también vino favorecido porque en virtud del edicto de Rotario de 643, la acción delictiva perpetrada dentro de la ciudad era más grave que si era producida en el campo. Desde la segunda mitad del siglo IX se difundieron los forisburgos, y así se atrajo a más población (como artesanos especializados, panaderos, carniceros, porteadores) y se desarrolló la industria (textil, metalúrgica), a los que se añadían mercaderes ambulantes y estables (incluyendo a cambistas y prestamistas). De la defensa de los nuevos emplazamientos a extramuros (forisburgus) se encargaron los propios habitantes. A la larga, el primitivo núcleo feudal de las ciudades perdieron su sentido y tiraron sus muros, ampliándose el recinto urbano amurallado. De este modo, con la reactivación del comercio comenzaron a aparecer suburbios urbanos dedicados al comercio donde se establecían artesanos y comerciantes, y por conveniencia los mercaderes, puesto que los mercaderes llegaron a ser también propietarios de tierras y por tanto tenían una preeminencia dentro de la sociedad urbana. Así, su riqueza y sus tierras les hicieron introducirse en la aristocracia feudal.

Desde época postcarolingia, los obispos habían asumido no solo funciones religiosas, sino también funciones administrativas comitales como delegados reales en la civitas y sus territorios aledaños, en un área que se podía extender unos 10 kilómetros,[2]​ lo que incluía a la pequeña nobleza. Contra la concepción feudal, los mercaderes, vinculados entre sí por sociedades, se dieron cuenta de que el ejercicio de sus actividades profesionales exigía que los poderes dominantes tradicionales reconocieran no solo las libertades y los privilegios económicos, sino también las franquicias jurídicas y el poder político para su salvaguarda, con lo que procuraron el cambio jurisdiccional y la limitación de la acción episcopal.

A las reivindicaciones de los mercaderes, se añadieron la miseria de los trabajadores industriales, y el misticismo de los patarinos contra la simonía. Pero como dentro del burgo, los mercaderes constituían el elemento más activo y rico de la población, en tanto como patronos y consumidores de productos, fueron ellos el factor determinante en la formación de una conciencia colectiva entre los habitantes del burgo. En Italia, nunca se había perdido el todo el sentido comunitario y urbano de los habitantes de las ciudades, y de esta forma, los habitantes de una ciudad se unieron para emprender una acción conjunta frente a los teóricos representantes del poder central que afectaban a sus propios intereses. Dado que las mentalidades del clero y de los habitantes de la ciudad diferían mucho entre sí, entonces a lo largo del siglo XI incluso del X, surgieron numerosas rebeliones de las ciudades contra los obispos y los monjes de abadías. Ya en el año 927 está documentado un conflicto entre los habitantes de Cremona y su obispo, y en 991 en Milán.[3]

La formación de una conciencia colectiva urbana precedió a la concesión de privilegios. Estos privilegios hacían referencia a la inviolabilidad de los domicilios, la exclusión del duelo como prueba judicial para los habitantes de los centros urbanos, y la prohibición de someter a los habitantes de la ciudad a una jurisprudencia cuya sede radicase fuera del recinto municipal. Los señores laicos, y sobre todo los reyes, se dieron cuenta de que les interesaba favorecer a los nuevos grupos urbanos, bien para encontrar en ellos apoyo contra sus adversarios o para obtener, mediante imposición de impuestos y tasas, beneficios sustanciales a partir de las actividades económicas a que se dedicaban los ciudadanos. Coincidiendo con un clima de expansión económica con la extracción y la difusión de plata de las minas de Goslar, en el siglo X fueron otorgados los primeros privilegios municipales, el primero de ellos a Génova en el año de 958 por los reyes Berengario II y Adalberto, y en 996 consta otro concedido por el emperador Otón III a Cremona, y otro en 1059 a Savona por el rey de Romanos Enrique IV, así como los concedidos a 1081 a Lucca y Pisa. Pero además, los señores laicos también se involucró en los beneficios del comercio, debido a la fragmentación de las propiedades por los repartos de herencias pro cuota y la reducción de ingresos por sus bienes raíces. Pero pese a los beneficios del comercio, aún la riqueza procedía preferentemente de la tierra.[4]

 
Las tres torres de Pavía.

Los estamentos dominantes no opusieron un frente unido a tales pretensiones del burgo. Las diferencias de intereses y de fines entre la aristocracia y el clero, diferencias que se ampliaron con la reforma gregoriana contra la simonía y la injerencia de los laicos en el orden eclesiástico, permitieron a los burgueses beneficiarse de estas rivalidades. De esta forma, en las ciudades en las que el obispo ostentaba el poder político, la pequeña nobleza de los alrededores, se alió con los nuevos ciudadanos para sacudirse de la autoridad episcopal y arrancar concesiones al obispo.

Pero como no todos los obispos tenían facultades comitales, el origen de la comuna se halla en la dispersión feudal fruto de repartos sucesorios derivados del derecho de sucesión pro cuota (more longobardico).[5]​ En la revuelta de Milán de 1035, la pequeña nobleza de los valvasores se levantó contra sus señores los capitanei, fruto de la cual el emperador Conrado II promulgó el Edictum de beneficiis o Constitutio de feudis de mayo de 1037, que regulaba las relaciones entre los grandes señores (seniores), y la pequeña nobleza de feudatarios (milites) de los capitanei y valvasores, a los que se les garantizaba la sucesión en el feudo,[6]​ impidiendo al señor recuperar el feudo lo que permitió convertir los feudos en hereditarios. Conrado II, de esta forma, intentaba reprimir el poder de los obispos y de los capitanei de Milán ganándose la fidelidad de un grupo de subvasallos, que eran los valvasores. Estos, como propietarios con la seguridad de no ser despojados por su señor, se asociaron in consortium dentro de la ciudad, con la burguesía urbana de mercaderes, jueces, notarios y cambistas, para obtener el gobierno urbano, y formar la comuna,[7]​ libres de la jurisdicción del obispo o de otro funcionario imperial, y nominaron a sus propios representantes, los cónsules, que tomaron progresivamente el control de la ciudad.

Así que los mercaderes y la pequeña nobleza hicieron causa común para sacudirse del poder episcopal o feudal, y obtener no solo privilegios económicos y jurisdiccionales, sino apoderarse del poder urbano, y hacer que el obispo reconociera la comuna como un pacto para el mantenimiento de la paz. Esta comuna era un cuerpo jurídico en sí mismo que separaba los derechos de obispo y el de los burgueses, de modo que desaparecieron las servidumbres personales y territoriales, se sustituyeron los peajes señoriales por impuesto público, o se estableció un derecho urbano con tribunales específicos para los burgueses. La comuna estaba dirigida por cónsules elegidos periódicamente de entre la nobleza territorial (patricios), y estaban apoyados por un consilium (concejo) de ciudadanos de las familias poderosas denominado credenza, pues al fin y al cabo sobre ellos reposaba la prosperidad de la ciudad.

Lucca poseía ya en el año 1068 una corte de justicia comunal que administraba la ciudad. Milán se había liberado del poder obispal, quizás ya en 1067. Piacenza se vio libre en el 1090. Cremona y Lodi en el año 1095. Pronto se sumarían a la lista Vicenza, Bolonia, Pavía y Génova. Este movimiento se difundió desde Italia a Provenza y el Languedoc; y con la querella de las Investiduras y el conflicto entre güelfos y gibelinos se catalizaría el establecimiento del fenómeno comunal en la Italia medieval.

El desarrollo comunal en Italia en el siglo XII

Aunque la inoperancia del poder imperial en el reino italiano durante la primera mitad del siglo XII favoreció el desarrollo de las comunas, lo que realmente decidió este desarrollo de la institución comunal, fue la dinámica entre las distintas facciones y sus fluctuantes alianzas.

Las ciudades del reino de Italia, entre 1061 y 1197, estuvieron comprometidas en las querellas de los cismas pontificios y sobre todo, en la lucha entre el papado y el imperio, de modo que a pesar de sufrir graves perjuicios materiales, financieros y humanos, en cambio les favoreció en gran medida la autonomía urbana. Los grandes señoríos que dominaban en Italia al final del siglo XI como el marquesado de Toscana, de Verona, de Ivrea... dieron paso a las comunas urbanas que reorganizaron a su alrededor la vida económica y la vida política. Las comunas urbanas atrajeron en su recinto a los nobles que residían en el campo, y sometieron a su control al hinterland denominado contado, arrebatándoselo a la dominación y exacciones señoriales. Los emperadores alemanes habían acentuado la tendencia emprendida por el rey Berengario de Friul de transferir las funciones administrativas de los condes a los obispos, por lo que la autonomía política comunal no se circunscribiría hasta los muros de la ciudad, sino que también aspiró al control del contado, un territorio con el que existían vínculos socioeconómicos, ya que la ciudad ofrecía un mercado para los productos del contado, y también ofrecía oportunidades laborales a la gente del campo así como garantizaba su seguridad, pero es que además el contado ofrecía oportunidades de inversión para los residentes de la ciudad, y sobre todo, el suministro de alimentos. Las comunas urbanas atrajeron en su recinto a la pequeña nobleza que residía en el contado puesto que la nobleza rural era demasiado débil individualmente y a la vez demasiado aislada para contener el proceso.[8]​ Pero por otro lado, se liberaban de la dominación de los grandes magnates,[9]​ y aspiraban a controlar el gobierno comunal.[10]

No obstante, la estructura de cada comuna variaba de una ciudad a otra, y durante este periodo de expansión comunal, distintas facciones, procedentes tanto de la ciudad como del campo, pugnaron por controlar la comuna, de ahí que la influencia que pudieran tener los mercaderes urbanos o los terratenientes rurales estribaba del tamaño de cada grupo en cada comuna, allí donde un grupo era más reducido buscaba alianzas con otros, aunque estas alianzas fueran extrañas, como en Lucca, donde tanto el obispo como la comuna tenían una preocupación común acerca de las pretensiones de la abadía de Fucecchio a causa de sus vínculos con Pisa, o como en Brescia, donde a comienzos del siglo XIII, una facción de magnates atrajo apoyos de herejes. Sin embargo, aunque varias facciones pudieran entenderse, debían afrontar no solo a sus enemigos comunes, sino además la fragilidad de la coalición. En este sentido, para evitar el domino de un grupo, las comunas emplearon sistemas para limitar el mandato de las instituciones y posibilitar cambios en el gobierno.

En la primera mitad del siglo XII, Pisa fue la primera potencia del Mediterráneo occidental. En 1114 los pisanos saquearon Mallorca e Ibiza y se instalaron en Córcega; y en 1155[11]​ el emperador Federico I (1152-1190) le concedió un privilegio de acuñar dineros, dada la cercanía con las minas de Montieri, y que reemplazaron a los denari de Lucca como moneda toscana; y además, tenía una situación preponderante en Oriente. Su gobierno estaba en manos de los nobles y de los armadores. Pero Génova, en el curso del siglo XII, aunque afectada por luchas entre facciones, entabló una competencia iniciada en el siglo XI por el dominio sobre Córcega y Cerdeña, y se propuso superar a Pisa obteniendo barrios en ciudades de Oriente, además era la principal constructora y armadora de los barcos que transportaban cruzados y peregrinos a Tierra Santa, y en 1191, el emperador Enrique VI (1190-1197) le reconoció el dominio de la costa ligur. Al margen de Pisa y Génova, las demás ciudades tuvieron éxitos más modestos, como la ciudad imperial de Lucca, centro del marquesado de Toscana, que se estancó al no alcanzar el mar; Florencia inició lentamente su despegue, y en 1183 su comuna fue formalmente admitida por el emperador Federico I; o el marquesado de Espoleto, donde la situación de las comunas se estancó al estar limitadas en su territorio por los Apeninos.

De forma general, cuando las familias nobles tenían castillos con capacidad defensiva, tierras extensas y vasallos numerosos para defenderse por ellos mismos, se vinculaban con el emperador, como hicieron los marqueses de Montferrato de la antigua marca de Ivrea, y no formaron un nuevo entramado feudovasallático que abarcara nuevos territorios, sino que se vincularon a las querellas de los partidos proimperial o antimperial. Pero cuando esas familias nobles tenían castillos de fácil acceso, como en planicies, o cerca de grandes ciudades, y débiles para defenderse por ellos mismos, se vinculaban a la comuna. En la antigua marca de Verona: Verona, Padua, Vicenza, Treviso, Mantua, Ferrara, dada su situación montañosa, la nobleza no había sido sometida a la comuna como los valvasores de las planicies del alto Po, y esta nobleza que se vinculaban voluntariamente a la comuna atraídos por su riqueza, allí aspiraba a obtener el gobierno, como por ejemplo, los Visconti en Milán, los Este en Ferrara, o los Romano en Verona y Vicenza. Las familias nobles permanecían en la ciudad en residencias fortificadas, y con su riqueza y formación militar, podían asumir las magistraturas, y podían llegar al gobierno de la misma comuna alineándola bien con el partido proimperial o bien, con el antimperial.

Las nuevas comunas lombardas trataron de expandirse a costa de las vecinas, Milán sometió Lodi en 1111, y Como en 1128 con ayuda de las comunas lombardas, Cremona sometió Crema en 1099, y Pavía hizo lo mismo sobre Tortona años después, pero cuando Crema trató de sacudirse el poder de Cremona se formaron dos ligas enfrentadas en 1129, una encabezada por Milán en favor de Crema, y otra formada por Pavía, Piacenza, Novara y Brescia como aliadas de Cremona. De esta forma, ya en la primera mitad del siglo XII estaba formado el sistema de alianzas y de enemistades que activaron con las intervenciones imperiales desde la segunda mitad de siglo.

Determinadas ciudades no dudaron en sostener al emperador para imponerse sobre algunas ciudades rivales, y así Pisa se colocó del lado del emperador Federico Barbarroja, apoyó el sitio de Milán en 1158 y aprovechó el apoyo del emperador contra Génova, contra Lucca y contra los normandos; y del mismo modo, Cremona sostuvo también al emperador contra sus rivales Crema y sobre todo Milán, obteniendo privilegios imperiales, también Pavía obtuvo, en 1164, privilegios del Emperador que la independizaba del conde palatino.[12]​ Y en definitiva, en Lombardía, Pavía apoyaba al emperador junto con Cremona y Novara, frente a Milán y sus aliadas, que eran Tortona, Crema, Bérgamo, Brescia, Piacenza y Parma. En Piamonte, se produce más retrasadamente la extensión del fenómeno comunal con la apropiación de los territorios y derechos feudales señoriales o episcopales en las zonas rurales circundantes, como en el caso Turín, Asti, Vercelli o Novara, por lo que la enemistad entre las ciudades no era tan intensa como en las ciudades lombardas;[13]​ y aunque en Piamonte las zonas feudales estaban dispersas, estas no desaparecieron, y fueron los marqueses de Montferrato los firmes apoyos del gibelinismo expandiendo su territorio.

Las ciudades italianas que apoyaban al partido imperial pasarían a ser las gibelinas, y frente a ellas, las ciudades güelfas, que por enfrentarse a la autoridad imperial, tuvieron la ayuda de los papas. Así frente al poder estático y centralizador de los emperadores, que pretendían extraer los mayores recursos posibles a través de los derechos de reales, regalia, y que imponían a ministeriales alemanes como señores o gobernadores (podestà), cuya falta de habilidad y brutalidad les hacían todavía más hostiles, se opusieron los ideales de autonomía de las ciudades, sus privilegios y sus libertades individuales, lo que favoreció la formación de la Liga lombarda.

A pesar de que el proyecto del emperador Federico I de restauración imperial en Italia no tuvo duración, la figura del podestà que apareció con ese proyecto sí llegó a ser un factor importante en el norte de Italia. Las luchas internas entre el patriciado que ejercía y el que aspiraba a ejercer el poder en la comuna aumentaron el desorden, y los grupos mercantiles y artesanales, que estaban fuera de los órganos de gobierno, exigieron la constitución de un poder arbitral que asumió el poder supremo en la ciudad, reemplazando a los cónsules, y es el denominado podestà, y que ya existía en Cremona desde 1178 y en Milán en 1186.[14]

Política comunal en el siglo XIII

Las líneas políticas de la vida urbana en Italia ya habían sido esbozadas y gestadas desde mediados del siglo XI, sobre la base de las controversias políticas internas derivadas del movimiento de reforma monacal, pero estas controversias no consistían meramente en una dicotomía entre lo laico y lo clerical, sino en una lucha por los derechos ciudadanos, especialmente acerca de la propiedad. La querella entre el emperador Federico II y los papas Gregorio IX (1227–1241) e Inocencio IV (1243-1254), sin duda, contribuyó a dar forma a las facciones políticas en el norte de Italia durante el siglo XIII, con la aparición de los partidos papales e imperiales, denominados güelfos y gibelinos respectivamente. En este contexto, las alianzas entre los obispos y las comunas se hicieron más habituales en el siglo XIII, dado que el poder eclesiástico se presentaba como garante de la independencia comunal frente a imperio, mientras que la ideología imperial se impulsaba en gran medida desde el mundo rural, aunque sin excluir, que las controversias con obispos fueron una característica inevitable en la escena urbana italiana.

El conflicto en torno a la Iglesia y el Imperio influyó en los acontecimientos políticos en Italia, pues en las comunas italianas güelfos y gibelinos pugnaron por alcanzar el poder urbano de modo que los que estaban en el poder expulsaban a sus adversarios, destruían sus casas y les confiscaban sus posesiones; pero además bajo estas pugnas subyacían factores locales y regionales. Así tenemos que durante el siglo XIII, Milán, Génova, Bolonia, Perugia y Venecia (que no pertenecía al reino italiano) fueron las principales ciudades güelfas, mientras que Pisa, Cremona, Padua, Módena y Siena, lo fueron del campo gibelino; y la rivalidad de la ciudad contra otra fue un factor importante a para que cada ciudad se adscribiera a un bando determinado:[15]​ Pavía y Cremona eran gibelinas porque Milán (junto con Brescia y Piacenza) era güelfa; Florencia era güelfa, al ser la cabeza de la Liga Toscana, y Lucca también, ya que necesitaba la protección florentina; en cambio Siena era gibelina, ya que necesitaba el apoyo imperial contra Florencia y su propia nobleza; Pisa era gibelina por hostilidad a Florencia y por requerir ayuda imperial para contrarrestar las glorias marítimas de Génova. Pero el apoyo del papa a las comunas para evitar las intervenciones imperiales en Italia, van a afirmar la independización efectiva de las mismas.

 
Palazzo del Podestà (Mantua)

No obstante, son las divisiones entre el patriciado terrateniente y el popolo las que caracterizan la política urbana a comienzos del siglo XIII, variando en importancia desde un lugar y momento a otro según las inquietudes respecto de los derechos ciudadanos. Frente a esto, el régimen del Podestà (originado en la segunda mitad del siglo XII por designaciones imperiales), pretendía proporcionar una mayor estabilidad y protección contra la violencia. El podestá era elegido por la Asamblea General del Pueblo (Consejo General), y se encomendaba a un extranjero (de otra comuna), para evitar su involucración en las querellas internas de la ciudad. El podestà controlaba el cumplimiento de la justicia y la ejecución de las leyes, durante un mandato de un año. En la ciudad de Roma, presa de las querellas entre familias nobles, que se saldaba incluso con la expulsión del papa de la ciudad, este cargo se denominaba senador. La preferencia por los funcionarios profesionales, ya en la época de Federico II, apuntaba a prevenir el engrandecimiento militar de un Ezzelino da Romano o un Azzo de Este y para defender los valores comunales.

Política comunal en los siglos XIV y XV

El sistema señorial y republicano

En el curso de un largo proceso que se extiende a través de los siglos XIII y XIV, en muchas ciudades del norte y centro de Italia, se originó de las viejas comunas una nueva forma de gobierno, que fue la señoría. A comienzos del siglo XIV, el territorio del regnum italiae estaba compuesto por un mosaico de entidades políticas protectoras de su autonomía y celosas unas de otras: principados eclesiásticos y laicos, de origen feudal; regímenes republicanos de tipo oligárgico permitiendo la participación a ciudadanos privilegiados; y las señorías (signorie), que supuso el gobierno de una persona o una familia sobre una ciudad, sometiendo a la comuna a su autoridad, con el apoyo de su facción y de sus posesiones.

 
Palazzo del Capitano del Popolo en Perugia.

Las comunas del siglo XIII habían llegado a estar dominadas de forma creciente por los conflictos de la nobleza, que controlaba sus gobiernos, y que significaban un perjuicio a los intereses económicos. Estos conflictos, aunque a menudo motivados por los partidos güelfo y gibelino, de hecho ampliamente reflejaban rivalidades personales, económicas, o de política local, todas enardecidas por ideales de honor caballeresco y en una aceptación común de las tradiciones de vendetta. Como respuesta a esos conflictos, habían surgido dentro de las comunas, el movimiento del popolo: asociaciones de no nobles intentando ganar una variedad de concesiones de la nobleza. Dentro de la condición de popolo, estaban, en primer lugar, aquellos que habían ganado riqueza a través del comercio, banca, ejercitación de una profesión, o poseyendo tierras, y buscaban ser miembros en las oligarquías gobernantes de nobles; el segundo grupo abarcaba miembros prósperos de las clases artesanales o comerciales, quienes mientras no buscaban normalmente buscar una posición directa en el gobierno, buscaban una más satisfactoria administración de las finanzas de la comuna (particularmente una más equitativa distribución de la tributación), una mayor voz en materias que más directamente le afectaban (como por ejemplo las licencias de exportación de comida), y en particular, la administración imparcial de justicia entre el noble y el no-noble. Sobre todo, el popolo (como muchos de la nobleza) deseaba un orden cívico que finalizaría los violentos conflictos partidistas y redujera los efectos de las vendettas de los nobles.

En algunas ciudades, el movimiento del popolo tuvo éxito en llevar a cabo un cambio constitucional. En aquellas comunas donde la nobleza no monopolizaba toda la riqueza y donde el desarrollo del comercio, industria y finanzas había creado una compleja estructura social, las oligarquías existentes aceptaron llegar a acuerdos, formando el gobierno republicano. Esto resultó más fácil cuando el popolo tuvo éxito en finalizar las luchas partidistas tan violentas que podían ser descritas en forma de guerra civil. Aquí, a menudo contra el trasfondo de algún desastre, como una derrota en guerra, llegó a ser normal establecer un concejo del popolo bajo el capitano del popolo, al lado del viejo concejo de la comuna bajo su podestà, como un elemento consultivo en el que era ahora denominado el gobierno del la comuna y el popolo, el podestà se encargaría de la administración mientras el capitano del popolo del orden público,[16][17][18]​ como en Milán, tras la derrota de Cortenuova (1237), los plebeyos temiendo represalias de la nobleza nombraron a Pagano della Torre como capitano del popolo para gobernar junto con el podestà, o en Florencia, una rebelión popular en 1250, sometió a la nobleza gibelina y nombraron un capitano del popolo para gobernar junto con el podestà y un consejo de 12 ancianos. De este modo, se consumó el proceso por el que el poder patriciado de las ciudades italianas fue desplazado por la burguesía mercantil (popolo grasso), ahora en enfrentamiento con los artesanos (popolo minuto) que buscaban la intervención en el gobierno. En Florencia, el popolo, organizado en siete grandes gremios (arti maggiori), asumió el poder en 1282 no simplemente como socio de la comuna de gobierno, sino el elemento dominante dentro de ella, junto otros cinco gremios menores (arti mediane). En Siena, la revuelta de 1315 fue aún un enfrentamiento entre linajes-bando rivales del patriciado: Tolomei contra Salimbene, pero en 1318, los artesanos y mercaderes ricos impedían ya, como nuevo patriciado, el acceso al poder de otros artesanos gremiados.

 
Tribunale di Mercatanzia en Florencia.

Sin embargo, salvo en pocas ciudades, el popolo se demostró incapaz de solucionar el problema del orden público, además la autoridad civil del podestà chocaba con la autoridad militar del capitano del popolo[19]​ y en esas circunstancias la paz y la tranquilidad de las ciudades tuvo que ser establecida por los signori, quienes eran los líderes más poderosos, y que reunían en su persona todo el poder del Estado. El resultado era que al titular de una elevada magistratura cívica (podestà, capitano del popolo, anziano della credenza,...), que era un órgano de la comuna, o creado expresamente para superar una situación difícil, le fue otorgado por la comuna los poderes inherentes a su cargo, u otros extraordinarios, con la salvedad de que no era solo durante un periodo de unos meses, sino para cinco o diez años, o vitaliciamente. Con lo que el ostentar una alta magistratura de la comuna durante un breve periodo comenzó a desaparecer, y el signore tuvo los medios para consolidar su poder personal y preparar la transmisión de sus poderes a miembros de su familia. Las comunas italianas emplearon a lo largo de los siglos XIII y XIV, la signoria para afrontar la disputas entre poderes locales o como protección de un peligro externo. La señoría podía compartirse con otra señoría en la misma comuna con otras funciones distintas: en Milán, Martino della Torre, cuya familia había ostentado cargos comunales previamente, fue proclamado anziano del popolo, pero en el mismo año de 1259, Oberto Pallavicino fue designado por iniciativa de della Torre, a capitano di popolo; y en 1278 la situación se repitió entre Otón Visconti y el marqués Guillermo VII de Montferrato. Incluso la republicana Florencia, recurrió a señores ante situaciones externas: Carlos de Anjou en 1266 para coordinar a los guelfos ante la conquista del reino siciliano, o Carlos de Calabria en 1325, para oponerse a Castruccio Castracani, señor de Lucca y Pistoia.

Desde la segunda mitad del siglo XIII, habiendo triunfado destruido y exiliado a sus oponentes, estos hombres comenzaron a dar forma institucional a su poder y a pasarlo a sus hijos como un derecho hereditario. Lo que ellos ofrecían a sus ciudadanos sometidos a cambio era la esperanza de eliminar la anárquica violencia civil por el ejercicio de una fuerza superior. Fue en este camino, en el que, en el curso del siglo XIV, comenzó el gobierno permanente y legal por únicas familias. De las instituciones comunales, que ya dominaban y manipulaban, los signori obtenían la legitimidad de sus títulos y acumulaban magistraturas[20]​ (un ejemplo lo tenemos en Mastino I della Scala, fue elegido podestà de Verona en 1259, y capitán del pueblo en 1262), también la autoridad para controlar las comunas "de acuerdo a su propia voluntad", ejercer poderes extraordinarios y el derecho a transmitir esta concesión a sus sucesores escogidos;[21]​ y de esta manera se formaron dinastías locales como los Visconti en Milán, los Langoshi en Pavía, los Gonzaga en Mantua, los Este en Ferrara, los della Scala en Verona, los Carrara en Padua o los Rusoni en Como.[22]​ En definitiva, en el desarrollo de la constitución de las Signorie el primer paso era la elección de un nuevo señor como podestà o capitán del pueblo, pero con competencias y periodo de servicio que excedían a los establecidos en las leyes comunales, el siguiente paso era la elección vitalicia con plenos poderes, el próximo paso era la transferencia de su autoridad señorial a sus herederos a través de elección, aunque dichas elecciones eran una mera formalidad, y el último paso era la elección del señor como gobernante hereditario.[23]​ Bajo los nuevos regímenes, los concejos de las comunas y el popolo aún permanecieron, pero su papel era limitado a tareas administrativas menores o a una aprobación formal de las decisiones políticas del los signori. Esencialmente, todo lo que permaneció del viejo sistema comunal era su servicio administrativo, un núcleo de expertos notarios quienes mantenían el mecanismo de gobierno en funcionamiento. Sin embargo, su posición no era en absoluto estable, a expensas de la protección de sus tropas mercenarias, la fidelidad de su facción y familiares, el poder de los exiliados o de revueltas urbanas. Por tanto, el éxito en el acceso y extensión de poder de los signori en varias ciudades requería alianzas de conveniencia: los güelfos della Torre se aliaron con el gibelino Pelavicino y alternaron fidelidad entre el bando papal-angevino o al imperial, los gibelinos Visconti eran güelfos en Romaña, los güelfos Estensi encabezaron a gibelinos de Romaña y Bolonia, el güelfo Ghiberto da Correggio gobernó Parma con apoyo gibelino, en la gibelina Pisa, Ugolino della Gherardesca tomó el poder con el apoyo de Florencia, el archienemigo güelfo.[24]

Con el paso del tiempo, estas añagazas legislativas usurpadas dio la apariencia de legitimidad a su gobierno, y durante el siglo XIV, los signori normalmente buscaron legitimación de su poder a través de obtener autorización del emperador o el papa para actuar como vicarios sobre los territorios que sus familias habían heredado el gobierno, y de esta forma se hallaban investidos de poderes autocráticos por una autoridad superior: los Visconti adquirieron el vicariato de Lombardía en 1294, y el de Milán en 1311; Cangrande y Alboino della Scala en 1311; y Luis Gonzaga tras arrebatar el poder a los Bonacolsi en 1328 fue designado capitán del pueblo y al año siguiente el Emperador le designó vicario imperial en un intento de fortalecer a los gibelinos.[25]​ Dado que el poder de los signori llegó a ser cada vez más afianzado, llegaron a establecer dinastías y adquirir estilo cortesano, y así, durante el siglo XV, estos señoríos hereditarios dieron la impresión de constituir el orden natural en grandes áreas en el norte de Italia.

La disolución del poder imperial con la muerte de Federico II (1250) se dio paso a la difusión de los signori en el norte de Italia.[26]​ En Milán, con la expulsión de la nobleza en 1257, esta puso sus esperanzas en el gibelino Ezzelino da Romano, lo que entregó la señoría al güelfo Martin della Torre en 1259, gobierno que pasó a sus descendientes, este ejemplo fue seguido por otras ciudades lombardas como Lodi, Novara, Como, Vercelli o Bérgamo, que buscaron protección bajo el dominio de los Torriani, y esta situación se extendió en Lombardía, el gibelino marqués Oberto Pallavicino, vicario imperial en Lombardía, que ya ejercía su poder en Cremona desde 1249, extendió su influencia sobre el resto de Lombardía, como Pavía, Crema, Piacenza, Brescia, Tortona o Alejandría;[27]​ con la expedición de Carlos de Anjou y su victoria en Benevento, Pelavicino cayó en 1266, los Torriani sufrirían la misma suerte frente a los Visconti en 1277 y en 1311, y durante los siguientes 35 años, los Visconti extendieron su dominio obteniendo el poder en Cremona (1334), Pavía, Lodi, Bérgamo (1332), Como (1335), Piacenza (1337), Tortona, y Parma (1346); por su parte, los Bonacolsi desde 1276 y después, desde 1328 la familia Gonzaga, llegaron a ser los únicos gobernantes de la gibelina Mantua.[28]​ En la marca trevisana, tras la eliminación de la familia Romano, Verona cayó en poder de la familia gibelina della Scala (o Scaligeri) desde 1259, como hizo Vicenza desde 1312, mientras Padua estaba sujeta a la familia gibelina Carrara (o Carraresi) desde 1318, la familia güelfa Este (Estense), ya establecida en Ferrara en 1208, extendió su poder a Módena (1288) y Reggio (1290) hasta 1306, siendo entonces expulsados de estas dos ciudades.[29][30][31]​ Y en el sector norte de los Estados Pontificios, las ciudades de la Romaña y la Marca de Ancona cayeron a los signori entre 1315 y 1342, como los Polenta en Rávena, los Malatesta en Rímini, los Manfredi en Faenza, los Ordelaffi de Forlì, o los Montefeltro en Urbino, y la misma Roma se la disputaban los Colonna y los Orsini; antes del éxito temporal llevado a cabo en someter a los territorios pontificios por el cardenal Albornoz, el papado concedió mucho de sus territorios a vicarios, incluidos estos signori. Así, entre ca. 1250 y 1350, el norte y el centro de Italia había experimentado una profunda transformación en las formas constitucionales, vida política, y actitudes hacia la autoridad. El gobierno de una ciudad-estado por un solo hombre, no fue visto más como una solución extraña y provisional, sino como un aspecto normal de la vida comunal. A cambio de su poder absoluto, los signori restauraron o crearon armonía dentro de las clases superiores de las ciudades y reconciliaron los intereses del popolo y la nobleza.

 
Palazzo Vecchio en Florencia.

Sin embargo, el surgimiento de las signorie, aunque importante, era solo un elemento en la historia constitucional de las ciudades del norte y centro de Italia en el siglo XIV. Fue un movimiento mayormente confinado al Veneto, Lombardía, Emilia y la Marca. En Piamonte, tres grandes potentados locales controlaban el territorio: el príncipe de Acaya y señor de Piamonte, el marqués de Montferrato, y el marqués de Saluzzo; junto con el Conde de Saboya, la Casa de Anjou, y el señor de Milán.[32]​ En un territorio feudalizado, se desarrollaron las señorías sujetas a la suzeranía de estos príncipes regionales.

En muchas ciudades de Umbría y Lacio, el papado pudo prevenir su establecimiento. En Toscana, las señorías fueron ampliamente frustradas. Lucca cayó a los signori en la primera mitad del siglo XIV, notablemente con el gobierno de Castruccio Castracani entre 1316 y 1328, pero la ciudad experimentó un fuerte resurgimiento de gobierno republicano de 1369 a 1392. La republicana Florencia experimentó breves interludios de gobierno señorial. Florencia conquistó varios de sus vecinos: Volterra, Prato, Pistoia, San Gimignano, antes que cualquier signorie se originara en ellas. En Liguria, Génova era de continuo inestable a causa de los violentos conflictos de sus casas nobles, más que someterse ella misma a una sola familia, la ciudad oscilaba entre el gobierno comunal y una serie de dictaduras vitalicias, destacando la de Simone Boccanegra. Dos comunas, Siena (al menos durante el siglo XIV) y Venecia, rechazaron el gobierno signorial completamente en beneficio de las instituciones republicanas.

Por tanto, durante el siglo XIV, partes sustanciales de Italia permanecieron fuera del control de signori. Al lado de los nuevos principados señoriales, había algunos gobiernos comunales, como los de Venecia y Florencia, dos de las ciudades más poderosas en la península, que se desarrollaron como poderosos estados territoriales con tradiciones republicanas muy fuertes. Las repúblicas como gobierno oligárquico de los mercaderes ricos y gremios poderosos, sobrevivieron en parte porque era mucho más difícil para los signori apoderarse del control de una oligarquía patricia de banqueros y comerciantes, que dominar una sociedad consistente en terratenientes, artesanos y trabajadores rurales, aunque tenían que hacer frente a las revueltas de los excluidos del gobierno (popolo minuto) como la de Siena de 1368 y 1385 o la de los Ciompi en Florencia de 1378. Las sociedades con economías sumamente desarrolladas eran mucho menos dóciles con el control principesco. En las repúblicas, una economía que sería amenazada por la desunión interna, una clase dirigente unida al menos en su búsqueda de ventaja comercial ayudaba a asegurar la preservación del orden público y a rechazar de cualquier individuo o familia buscando la dominación política.

La guerra y los condottieri

Entrado ya el siglo XIV, la próspera economía italiana se enfrentó a desafíos severos, por un lado, las hambrunas que afectaron la mayor parte de Italia en los años 1339-40, 1346-47, 1352-53, y 1374-75, y por otro a una extensión general y la intensificación de guerra. La difusión de la ballesta durante el siglo XIII obligó a los caballeros montados a adoptar la armadura más pesada para la mejor protección contra las flechas, así como de necesitar una mayor cantidad de caballos, de esta forma, la guerra se hizo más cara y profesionalizada, con lo que se hicieron necesarias las tropas mercenarias para sumarse o reemplazar a las milicias ciudadanas. Pero no solo esto, la desaparición del gobierno comunal en beneficio de los signori, provocó que fueran desapareciendo también las milicias comunales con que las ciudades habían defendido sus libertades, y que los señores contrataran tropas mercenarias.[33]​ En el siglo XIV, los Estados italianos emplearon estas tropas, pero no reclutando individualmente, sino estableciendo un contrato (condotta) con un particular (condottiere), quien era el encargado de aportar una mesnada de varios miles de soldados en tiempo de guerra para auxiliar a un determinado territorio. Sin embargo, dadas las dificultades para controlar a estos líderes militares, puesto que se temía que podrían asumir el control del Estado, se hizo común, desde la década de 1330, negociar con condottieri no italianos.

 
Monumento Funerario (o Monumento Ecuestre) a John Hawkwood (1436) en la basílica Santa María del Fiore de Florencia, por Paolo Uccello.

Las expediciones de Enrique VII, Luis IV y Juan de Bohemia habían traído bandas alemanas, que fueron fácilmente convencidas para permanecer en el rico territorio italiano. Las ciudades descubrieron rápidamente la ventaja de emplear estos mercenarios extranjeros, pero indiferentes a la causa que les pagaba se encargaban también de realizar pillaje sobre el territorio. Antes de la mitad del siglo XIV, los mercenarios extranjeros adoptaron un nuevo sistema de acción, agrupando bandas y formando compañías, que cuando no estaban a servicio de ningún poder, invadían distintos estados sometiéndolos a pillaje y depredación, o los chantajeaban por su inacción. La compañía de Werner de Urslingen, englobó aproximadamente 10.000 tropas y 20.000 simpatizantes y tenía su propio consejo de gobierno, consultivo, burocracia, y política exterior. Estas compañías extranjeras, como las de John Hawkwood, Albrecht Sterz o Hannekin Baumgarteny, dominaron la guerra en Italia, y como sistemas administrativos portátiles, eran capaces de chantajear a sus antiguos empleadores.

Estos cambios en el modo de llevar a cabo la guerra conllevaron un expansión del poder de los gobiernos. Las descentralizadas comunas del siglo XIII, con una administración y tributación débiles dieron paso en el siglo XIV a repúblicas y señorías con un control político mucho más fuerte, con ingresos de impuestos de propiedad, gabelas, y préstamos forzados (prestanze), y la gestión de una deuda pública. Además, los cambios derivados de las necesidades de provisión de alimentos, guerra, y tributación, produjeron un crecimiento considerable en la burocracia, tanto en las instituciones como en los funcionarios; todo lo cual, a su vez, retroalimentó que las guerras pudieran ser llevadas a mayor escala, con mayor gasto de riqueza.

El resultado fue que el colapso se produjo en la década de 1340, con el comercio con Francia interrumpido por la Guerra de los Cien Años, la quiebra de bancos, especialmente los florentinos, en 1343 el Peruzzi, en 1345 el Acciaiuoli, y en 1346 el Bardi. A esto se añadió la llegada de la Peste Negra a Messina a principios de octubre de 1347, la cual alcanzó Génova y Pisa hacia enero de 1348, y Venecia por febrero, y de estos puertos la plaga se extendió por la península italiana y el resto de Europa, intensificándose en muchas partes de la península, tanto en ciudad como en el campo, en 1361–62, 1363, 1371, 1373–74, 1382–83, 1398–1400, 1407, y 1410–12, causando una pérdida de población entre un tercio y la mitad de la población.

La formación de los principados territoriales italianos

Desde el último tercio del siglo XIII, en un contexto en el que los soberanos alemanes estaban ausentes de Italia y en el que los angevinos se hallaban enzarzados en guerra con los aragoneses, los señores locales comenzaron a extender sus dominios a las comunas vecinas: los Este a Módena (1288) y Reggio (1289) y potencialmente a Mantua, Padua, Parma y Bolonia; los della Torre y Visconti a Novara y Vercelli, Como, Bérgamo, Pavía; y otros déspotas menores como los Montefeltro, Polenta y Malatesta en competición por territorios en Romaña y la Marca.[24]​ Este proceso de enfrentamientos entre las distintas ciudades italianas va a generar la creación de Estados regionales a lo largo de los siglos XIV y XV. Durante este periodo, la fragmentación e inestabilidad heredada del periodo comunal fue superada por la formación de divisiones políticas más estructuradas y coherentes y con mayor amplitud territorial, esto es, las ciudades más poderosas se aseguraron el control de sus vecinas.

Sin embargo, en la formación de los nuevos Estados a lo largo de los siglos XIV y XV, estos no eran más que el agregado de antiguas comunas subordinadas a una ciudad dominante tanto en régimen señorial como republicano, de forma que esta nueva situación política no alteró sustancialmente la naturaleza del antiguo orden territorial. Una ciudad dominante, como Milán, desarmó pero no disolvió las instituciones municipales de las demás ciudades; con lo cual, pese a cambiar el estandarte y la guarnición, la vida municipal de estas ciudades subordinadas no se vio profundamente alterada, y en el caso de Florencia, esta ciudad nombraba a florentinos en los puestos de gobierno de sus núcleos urbanos subordinados.[34]

Como consecuencia de esta fragmentación heredada, se condicionó la dinámica de la formación territorial del Estado principesco en esta época, afectado por cambios como adquisiciones y pérdidas territoriales, o repartición entre herederos. Estos cambios afectaban al bloque de ciudad con su contado, sobre el que el núcleo urbano venía a ser señor colectivo, y aún evidenciaron un límite inestable y flexible de dominio durante unos 150 años. En especial, estos cambios fueron más acusados tanto más cuando se refieren a principados que no se gestaron en torno a un gran centro urbano sino a la figura de un señor, como ocurrió en los Estados Pontificios o en Piamonte, donde la adquisición territorial no se hacía sobre ciudades con su definido contado, sino sobre castillos, señoríos feudales o pequeños núcleos urbanos, y así por ejemplo, el ducado de Urbino, expandido desde la señoría de Montefeltro, contaba a finales del siglo XV un superficie equivalente al contado de un ciudad lombarda; por el contrario, las zonas de Lombardía y valle del Po mantuvieron una mayor estabilidad, donde las viejas comunas fueron transformadas en provincias del nuevo Estado, y en la que la ciudad (el núcleo urbano) era la capital de la provincia, y en el que su territorio (contado) mantuvo su sujeción.

En la realidad del entramado político italiano, la posición del emperador (o el rey de Romanos) se mostraba al ser requerido por las repúblicas urbanas y signori para obtener una concesión imperial de jurisdicción: las repúblicas urbanas buscaban confirmación e libertades, y los signori legitimar sus regímenes o romper sus vínculos constitucionales con la comuna. Cuando Carlos IV bajó a Italia en 1355, evidenció que la autoridad imperial aún existía y era válida, pues las repúblicas urbanas compraron y obtuvieron del emperador los privilegios que confirmaran sus libertades, y así Florencia pagó 100.000 florines, lo que suponía el reconociendo la superioridad formal de la jurisdicción imperial;[35]​ pero también las peticiones de vicariatos de los regímenes señoriales manifestaron también la validez de la jurisdicción imperial en Italia. La campaña de Carlos IV en Italia de 1368 prosiguió esta tendencia.[36]​ La ruptura de los orígenes democráticos de los signori debía ser sancionada y legitimada por los emperadores, lo que alteró la base del poder político de las ciudades italianas, pues se liberó a estos gobernantes de posibles restricciones populares, y de esta manera se les proporcionó libertad de acción para desarrollar sus ambiciones dinásticas en una expansión territorial cuya consecuencia era la guerra con otros territorios italianos.[37]​ El proceso culminó con el rey de Romanos Wenceslao de Luxemburgo, al garantizar un ducado imperial a Gian Galeazzo Visconti en 1395. Esta concesión de jurisdicción fue considerada tan legítima tanto en Alemania, en donde los electores renanos lo consideraron una razón fundamental para deponer al rey de Romanos en 1400, y también en Italia, en donde se elevó a los Visconti a un nivel de magnificencia sobre los otros signori que eran simplemente vicarios. Este ennoblecimiento sería continuado por el emperador Segismundo de Luxemburgo al designar a Amadeo VIII de Saboya como duque de Saboya en 1416, y a Gianfrancesco Gonzaga como marqués de Mantua en 1433;[38]​ y también por el emperador Federico III al designar en 1452 a Borso de Este como duque de Módena y Reggio. Estas investiduras prosiguieron con los emperadores sucesivos y ratificaron los gobiernos hereditarios.

 
Expansión de Milán (1339-1402) y Florencia (1300-1494).

La formación de los Estados territoriales dio como resultado en el siglo XV a los siguientes territorios:[39]

En Piamonte, la Casa de Saboya, en sus bases de Maurienne, Turín, Susa, Tarentaise se había configurado en un poder dominante al extenderse a lo largo del siglo XIV por Italia y el Arelato: Aosta, Bresse, Faussigny, Gex, Vaud, Bugey, Valromey, Condado de Niza, Ventimiglia, Trenda, Beuil, Villafranca, Barceloneta, Genovesado, Vercelli,[40]​ los territorios angevinos piamonteses denominados condado de Piamonte,[41]​ cedidos por Luis de Anjou a Amadeo VI de Saboya,[42]​ a los que se añadieron en 1418, los territorios del señorío de Piamonte que revirtieron de la rama colateral de Saboya-Acaya. En 1416, Segismundo de Luxemburgo, rey de Romanos, invistió a la casa de Saboya como duques.[43]​ Vecinos a Saboya, la Casa de los Aleramici estaba dividida entre los marquesados de Saluzzo, Incisa y Montferrato, en esta última, desde 1305, con una rama colateral de los Paleólogo. Génova poseía en la tierra firme la costa ligur desde Ventimiglia hasta Sarzana, debido a su inestabilidad se sometía durante un periodo de tiempo a un señor extranjero: a Milán en 1353, a Francia en 1396, Montferrato en 1409, Milán en 1421 y de nuevo en 1458.

El Milanesado, señorío de los Visconti, elevado a ducado en 1395 por el rey de Romanos, Wenceslao de Luxemburgo. Entre el río Sesia y el Adda, el ducado comprendía los territorios de Milán, Pavía, Lodi, Cremona, Parma, Plasencia, Alejandría, Tortona, Novara, Como, Bellinzona, el condado de Anghiera, Gera d'Adda y llegó a extenderse entre el Sesia, los Alpes, el Brenta y el Po, y también a Siena y Pisa, y territorios pontificios como Bolonia. Al este limitaba con Venecia, que se había extendido hacia el Adda y comprendía el Dogado] (las lagunas y el litoral adriático entre el Adigio y el Piave), Friul arrebatado en 1421 al patriarca de Aquileya, la marca trevisana (con las ciudades de Cadore, Belluno, Feltre y Treviso) arrebatada a los della Scala en 1387, y el territorio de Padua quitado a Carrara en 1388 e incorporado en 1405 junto con Vicenza y Verona, a los que se añadieron en 1428 Brescia, Bérgamo, Crema cedidos por el duque de Mián, y también Cervia y Rávena arrebatados a los Polenta (1440).

En Mantua, el emperador Luis IV confirmó a la casa Gonzaga (1329) el vicariato imperial,[28]Leibniz, Gottfried Wilhelm (1984). Saemtliche Schriften Und Briefe. Akademie Verlag. p. 167. ISBN 9783050015705.  (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última). y el emperador Carlos IV les reconoció Reggio en 1354, pero fue perdida en 1371.[44]​ Un año después de haberles concedido la dignidad de príncipes del Imperio, el emperador Segismundo de Luxemburgo elevó Mantua a un marquesado en 1433,[45]​ comprendiendo también los señoríos de Sabionetta y Bozzolo, y en 1530 elevado a ducado por el emperador Carlos V.[46]​ La Casa de Este gobernaba en Módena, Reggio, Ferara, y el Polesino. Borso e Este obtuvo de Federico III el título de duque de Módena y Reggio y conde de Rovigo (1452) al que Paulo III añadió el de duque de Ferrara (1471).

En Toscana, la república de Florencia logró someter a Pisa, Volterra, Arezzo, Liorna y Pistoia. Vecinos a ella, estaban el señorío de Piombino (elevado a principado en 1594 por el emperador Rodolfo II) y la repúblicas de Lucca y de Siena. Más al sur, los Estados de la Iglesia, comprendían desde Bolonia a Terracina y desde Ancona a Civittavecchia, comprendiendo la Romaña, la marca de Ancona, el ducado de Espoleto, y el Patrimonio de San Pedro, más la ciudad de Benevento.

Otros pequeños territorios eran la señoría de Mónaco en poder de los Grimaldi. Los Malaspina detentaban el marquesado de Massa y el señorío de Carrara, convertidos en 1568 en principado de Massa y marquesado de Carrara por el emperador Maximiliano II, y en 1663 en ducado de Massa y principado de Carrara por el emperador Leopoldo I.[47]​ ducado de Massa y marquesado de Carrara[48]​ La familia Pico gobernaba el señorío de Mirandola y condado de Concordia, finalmente convertido en ducado de Mirandola y marquesado de Concordia en 1619 por el emperador Fernando II.[49]

Referencias

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El regimen politico de las comunas urbanas de la Italia medieval se refiere a la organizacion institucional de las comunas medievales en las ciudades estado italianas Indice 1 Origen 2 El desarrollo comunal en Italia en el siglo XII 3 Politica comunal en el siglo XIII 4 Politica comunal en los siglos XIV y XV 4 1 El sistema senorial y republicano 4 2 La guerra y los condottieri 5 La formacion de los principados territoriales italianos 6 ReferenciasOrigen EditarDurante el siglo IX se va a producir la decadencia de las ciudades ya que en una epoca de inseguridad con los mares y costas asolados por los sarracenos el gran comercio practicamente desaparecio y con ello los grandes mercados Frente a este panorama Venecia vinculada al imperio bizantino mantuvo un comercio activo con el Imperio bizantino y con los arabes en disputa con los piratas eslavos narentinos Este movimiento contagio a las ciudades italianas vecinas a traves del rio Po con el beneplacito de los emperadores carolingios Asi al comercio de productos agricolas se les irian sumando los industriales de modo que en el norte de Italia hubo una mayor circulacion monetaria y comercial respecto al resto de Europa occidental y ademas desde el sur de Italia Amalfi y Napoles aliadas por motivos comerciales con los sarracenos propagaron su actividad comercial al norte En este contexto es en Lombardia donde confluia todo el movimiento comercial del Mediterraneo al este por Venecia y al oeste por Pisa y Genova y desde Lombardia gracias a la fertilidad de su suelo y al resurgimiento de la manufactura industrial el movimiento comercial se expandio hacia el sur a Toscana y hacia el norte siguiendo el curso de los rios Rodano Rin y Danubio Estas particularidades economicas provocaron que al contrario que en el nucleo del Imperio carolingio donde los terratenientes al perder sus salidas comerciales tendieron a autoabastecerse permaneciendo solamente pequenos mercados locales la nobleza italiana no adquirio todavia caracter rural al no residir en sus campos asolados por las razzias sarracenas sino que se permanecio en las ciudades civitas obteniendo beneficio de sus bienes raices Seria ya en el inicio del siglo XI cuando Genova y Pisa comenzaron la ofensiva frente a los musulmanes arrebatandoles progresivamente las bases que les habian permitido cerrar el Mediterraneo al comercio Cerdena 1022 Corcega 1091 y la conquista normanda de Sicilia 1058 1090 de este modo pudieron abrir su influencia hacia Oriente con el inicio de las Cruzadas La expansion del comercio en Italia involucro no solo a los judios sino a mendigos emprendedores como San Goderico de Finchale 1 que portaban mercancias de un lugar a otro obteniendo beneficios los cuales no se atesoraron sino que se invertian nuevamente extendiendo asi el comercio En la inseguridad de los caminos los mercaderes no viajaban solos de este asociacionismo surgirian en el siglo XI las sociedades comerciales en las que varios socios aportaban capital para desarrollar el negocio como la commenda y la compagnia de la estabilidad y asentamiento de las mismas daria lugar a la banca en el siglo XIII La misma nobleza territorial protegia a los mercaderes asegurandose asi beneficios por los peajes y especialmente otorgando privilegios de feria y mercado e incluso en Italia las familias aristocraticas intervinieron como prestamistas en las operaciones comerciales Estos mercaderes se establecieron en los aledanos de las ciudades formando un barrio a extramuros forisburgus en un suburbio construido por motivos economicos En Italia el desarrollo urbano vino favorecido por la seguridad de la civitas que de suyo poseia una muralla si no la tenia dejaba de ser civitas pasando a ser vicus y tambien vino favorecido porque en virtud del edicto de Rotario de 643 la accion delictiva perpetrada dentro de la ciudad era mas grave que si era producida en el campo Desde la segunda mitad del siglo IX se difundieron los forisburgos y asi se atrajo a mas poblacion como artesanos especializados panaderos carniceros porteadores y se desarrollo la industria textil metalurgica a los que se anadian mercaderes ambulantes y estables incluyendo a cambistas y prestamistas De la defensa de los nuevos emplazamientos a extramuros forisburgus se encargaron los propios habitantes A la larga el primitivo nucleo feudal de las ciudades perdieron su sentido y tiraron sus muros ampliandose el recinto urbano amurallado De este modo con la reactivacion del comercio comenzaron a aparecer suburbios urbanos dedicados al comercio donde se establecian artesanos y comerciantes y por conveniencia los mercaderes puesto que los mercaderes llegaron a ser tambien propietarios de tierras y por tanto tenian una preeminencia dentro de la sociedad urbana Asi su riqueza y sus tierras les hicieron introducirse en la aristocracia feudal Desde epoca postcarolingia los obispos habian asumido no solo funciones religiosas sino tambien funciones administrativas comitales como delegados reales en la civitas y sus territorios aledanos en un area que se podia extender unos 10 kilometros 2 lo que incluia a la pequena nobleza Contra la concepcion feudal los mercaderes vinculados entre si por sociedades se dieron cuenta de que el ejercicio de sus actividades profesionales exigia que los poderes dominantes tradicionales reconocieran no solo las libertades y los privilegios economicos sino tambien las franquicias juridicas y el poder politico para su salvaguarda con lo que procuraron el cambio jurisdiccional y la limitacion de la accion episcopal A las reivindicaciones de los mercaderes se anadieron la miseria de los trabajadores industriales y el misticismo de los patarinos contra la simonia Pero como dentro del burgo los mercaderes constituian el elemento mas activo y rico de la poblacion en tanto como patronos y consumidores de productos fueron ellos el factor determinante en la formacion de una conciencia colectiva entre los habitantes del burgo En Italia nunca se habia perdido el todo el sentido comunitario y urbano de los habitantes de las ciudades y de esta forma los habitantes de una ciudad se unieron para emprender una accion conjunta frente a los teoricos representantes del poder central que afectaban a sus propios intereses Dado que las mentalidades del clero y de los habitantes de la ciudad diferian mucho entre si entonces a lo largo del siglo XI incluso del X surgieron numerosas rebeliones de las ciudades contra los obispos y los monjes de abadias Ya en el ano 927 esta documentado un conflicto entre los habitantes de Cremona y su obispo y en 991 en Milan 3 La formacion de una conciencia colectiva urbana precedio a la concesion de privilegios Estos privilegios hacian referencia a la inviolabilidad de los domicilios la exclusion del duelo como prueba judicial para los habitantes de los centros urbanos y la prohibicion de someter a los habitantes de la ciudad a una jurisprudencia cuya sede radicase fuera del recinto municipal Los senores laicos y sobre todo los reyes se dieron cuenta de que les interesaba favorecer a los nuevos grupos urbanos bien para encontrar en ellos apoyo contra sus adversarios o para obtener mediante imposicion de impuestos y tasas beneficios sustanciales a partir de las actividades economicas a que se dedicaban los ciudadanos Coincidiendo con un clima de expansion economica con la extraccion y la difusion de plata de las minas de Goslar en el siglo X fueron otorgados los primeros privilegios municipales el primero de ellos a Genova en el ano de 958 por los reyes Berengario II y Adalberto y en 996 consta otro concedido por el emperador Oton III a Cremona y otro en 1059 a Savona por el rey de Romanos Enrique IV asi como los concedidos a 1081 a Lucca y Pisa Pero ademas los senores laicos tambien se involucro en los beneficios del comercio debido a la fragmentacion de las propiedades por los repartos de herencias pro cuota y la reduccion de ingresos por sus bienes raices Pero pese a los beneficios del comercio aun la riqueza procedia preferentemente de la tierra 4 Las tres torres de Pavia Los estamentos dominantes no opusieron un frente unido a tales pretensiones del burgo Las diferencias de intereses y de fines entre la aristocracia y el clero diferencias que se ampliaron con la reforma gregoriana contra la simonia y la injerencia de los laicos en el orden eclesiastico permitieron a los burgueses beneficiarse de estas rivalidades De esta forma en las ciudades en las que el obispo ostentaba el poder politico la pequena nobleza de los alrededores se alio con los nuevos ciudadanos para sacudirse de la autoridad episcopal y arrancar concesiones al obispo Pero como no todos los obispos tenian facultades comitales el origen de la comuna se halla en la dispersion feudal fruto de repartos sucesorios derivados del derecho de sucesion pro cuota more longobardico 5 En la revuelta de Milan de 1035 la pequena nobleza de los valvasores se levanto contra sus senores los capitanei fruto de la cual el emperador Conrado II promulgo el Edictum de beneficiis o Constitutio de feudis de mayo de 1037 que regulaba las relaciones entre los grandes senores seniores y la pequena nobleza de feudatarios milites de los capitanei y valvasores a los que se les garantizaba la sucesion en el feudo 6 impidiendo al senor recuperar el feudo lo que permitio convertir los feudos en hereditarios Conrado II de esta forma intentaba reprimir el poder de los obispos y de los capitanei de Milan ganandose la fidelidad de un grupo de subvasallos que eran los valvasores Estos como propietarios con la seguridad de no ser despojados por su senor se asociaron in consortium dentro de la ciudad con la burguesia urbana de mercaderes jueces notarios y cambistas para obtener el gobierno urbano y formar la comuna 7 libres de la jurisdiccion del obispo o de otro funcionario imperial y nominaron a sus propios representantes los consules que tomaron progresivamente el control de la ciudad Asi que los mercaderes y la pequena nobleza hicieron causa comun para sacudirse del poder episcopal o feudal y obtener no solo privilegios economicos y jurisdiccionales sino apoderarse del poder urbano y hacer que el obispo reconociera la comuna como un pacto para el mantenimiento de la paz Esta comuna era un cuerpo juridico en si mismo que separaba los derechos de obispo y el de los burgueses de modo que desaparecieron las servidumbres personales y territoriales se sustituyeron los peajes senoriales por impuesto publico o se establecio un derecho urbano con tribunales especificos para los burgueses La comuna estaba dirigida por consules elegidos periodicamente de entre la nobleza territorial patricios y estaban apoyados por un consilium concejo de ciudadanos de las familias poderosas denominado credenza pues al fin y al cabo sobre ellos reposaba la prosperidad de la ciudad Lucca poseia ya en el ano 1068 una corte de justicia comunal que administraba la ciudad Milan se habia liberado del poder obispal quizas ya en 1067 Piacenza se vio libre en el 1090 Cremona y Lodi en el ano 1095 Pronto se sumarian a la lista Vicenza Bolonia Pavia y Genova Este movimiento se difundio desde Italia a Provenza y el Languedoc y con la querella de las Investiduras y el conflicto entre guelfos y gibelinos se catalizaria el establecimiento del fenomeno comunal en la Italia medieval El desarrollo comunal en Italia en el siglo XII EditarAunque la inoperancia del poder imperial en el reino italiano durante la primera mitad del siglo XII favorecio el desarrollo de las comunas lo que realmente decidio este desarrollo de la institucion comunal fue la dinamica entre las distintas facciones y sus fluctuantes alianzas Las ciudades del reino de Italia entre 1061 y 1197 estuvieron comprometidas en las querellas de los cismas pontificios y sobre todo en la lucha entre el papado y el imperio de modo que a pesar de sufrir graves perjuicios materiales financieros y humanos en cambio les favorecio en gran medida la autonomia urbana Los grandes senorios que dominaban en Italia al final del siglo XI como el marquesado de Toscana de Verona de Ivrea dieron paso a las comunas urbanas que reorganizaron a su alrededor la vida economica y la vida politica Las comunas urbanas atrajeron en su recinto a los nobles que residian en el campo y sometieron a su control al hinterland denominado contado arrebatandoselo a la dominacion y exacciones senoriales Los emperadores alemanes habian acentuado la tendencia emprendida por el rey Berengario de Friul de transferir las funciones administrativas de los condes a los obispos por lo que la autonomia politica comunal no se circunscribiria hasta los muros de la ciudad sino que tambien aspiro al control del contado un territorio con el que existian vinculos socioeconomicos ya que la ciudad ofrecia un mercado para los productos del contado y tambien ofrecia oportunidades laborales a la gente del campo asi como garantizaba su seguridad pero es que ademas el contado ofrecia oportunidades de inversion para los residentes de la ciudad y sobre todo el suministro de alimentos Las comunas urbanas atrajeron en su recinto a la pequena nobleza que residia en el contado puesto que la nobleza rural era demasiado debil individualmente y a la vez demasiado aislada para contener el proceso 8 Pero por otro lado se liberaban de la dominacion de los grandes magnates 9 y aspiraban a controlar el gobierno comunal 10 No obstante la estructura de cada comuna variaba de una ciudad a otra y durante este periodo de expansion comunal distintas facciones procedentes tanto de la ciudad como del campo pugnaron por controlar la comuna de ahi que la influencia que pudieran tener los mercaderes urbanos o los terratenientes rurales estribaba del tamano de cada grupo en cada comuna alli donde un grupo era mas reducido buscaba alianzas con otros aunque estas alianzas fueran extranas como en Lucca donde tanto el obispo como la comuna tenian una preocupacion comun acerca de las pretensiones de la abadia de Fucecchio a causa de sus vinculos con Pisa o como en Brescia donde a comienzos del siglo XIII una faccion de magnates atrajo apoyos de herejes Sin embargo aunque varias facciones pudieran entenderse debian afrontar no solo a sus enemigos comunes sino ademas la fragilidad de la coalicion En este sentido para evitar el domino de un grupo las comunas emplearon sistemas para limitar el mandato de las instituciones y posibilitar cambios en el gobierno Catedral de Pisa En la primera mitad del siglo XII Pisa fue la primera potencia del Mediterraneo occidental En 1114 los pisanos saquearon Mallorca e Ibiza y se instalaron en Corcega y en 1155 11 el emperador Federico I 1152 1190 le concedio un privilegio de acunar dineros dada la cercania con las minas de Montieri y que reemplazaron a los denari de Lucca como moneda toscana y ademas tenia una situacion preponderante en Oriente Su gobierno estaba en manos de los nobles y de los armadores Pero Genova en el curso del siglo XII aunque afectada por luchas entre facciones entablo una competencia iniciada en el siglo XI por el dominio sobre Corcega y Cerdena y se propuso superar a Pisa obteniendo barrios en ciudades de Oriente ademas era la principal constructora y armadora de los barcos que transportaban cruzados y peregrinos a Tierra Santa y en 1191 el emperador Enrique VI 1190 1197 le reconocio el dominio de la costa ligur Al margen de Pisa y Genova las demas ciudades tuvieron exitos mas modestos como la ciudad imperial de Lucca centro del marquesado de Toscana que se estanco al no alcanzar el mar Florencia inicio lentamente su despegue y en 1183 su comuna fue formalmente admitida por el emperador Federico I o el marquesado de Espoleto donde la situacion de las comunas se estanco al estar limitadas en su territorio por los Apeninos De forma general cuando las familias nobles tenian castillos con capacidad defensiva tierras extensas y vasallos numerosos para defenderse por ellos mismos se vinculaban con el emperador como hicieron los marqueses de Montferrato de la antigua marca de Ivrea y no formaron un nuevo entramado feudovasallatico que abarcara nuevos territorios sino que se vincularon a las querellas de los partidos proimperial o antimperial Pero cuando esas familias nobles tenian castillos de facil acceso como en planicies o cerca de grandes ciudades y debiles para defenderse por ellos mismos se vinculaban a la comuna En la antigua marca de Verona Verona Padua Vicenza Treviso Mantua Ferrara dada su situacion montanosa la nobleza no habia sido sometida a la comuna como los valvasores de las planicies del alto Po y esta nobleza que se vinculaban voluntariamente a la comuna atraidos por su riqueza alli aspiraba a obtener el gobierno como por ejemplo los Visconti en Milan los Este en Ferrara o los Romano en Verona y Vicenza Las familias nobles permanecian en la ciudad en residencias fortificadas y con su riqueza y formacion militar podian asumir las magistraturas y podian llegar al gobierno de la misma comuna alineandola bien con el partido proimperial o bien con el antimperial Las nuevas comunas lombardas trataron de expandirse a costa de las vecinas Milan sometio Lodi en 1111 y Como en 1128 con ayuda de las comunas lombardas Cremona sometio Crema en 1099 y Pavia hizo lo mismo sobre Tortona anos despues pero cuando Crema trato de sacudirse el poder de Cremona se formaron dos ligas enfrentadas en 1129 una encabezada por Milan en favor de Crema y otra formada por Pavia Piacenza Novara y Brescia como aliadas de Cremona De esta forma ya en la primera mitad del siglo XII estaba formado el sistema de alianzas y de enemistades que activaron con las intervenciones imperiales desde la segunda mitad de siglo Determinadas ciudades no dudaron en sostener al emperador para imponerse sobre algunas ciudades rivales y asi Pisa se coloco del lado del emperador Federico Barbarroja apoyo el sitio de Milan en 1158 y aprovecho el apoyo del emperador contra Genova contra Lucca y contra los normandos y del mismo modo Cremona sostuvo tambien al emperador contra sus rivales Crema y sobre todo Milan obteniendo privilegios imperiales tambien Pavia obtuvo en 1164 privilegios del Emperador que la independizaba del conde palatino 12 Y en definitiva en Lombardia Pavia apoyaba al emperador junto con Cremona y Novara frente a Milan y sus aliadas que eran Tortona Crema Bergamo Brescia Piacenza y Parma En Piamonte se produce mas retrasadamente la extension del fenomeno comunal con la apropiacion de los territorios y derechos feudales senoriales o episcopales en las zonas rurales circundantes como en el caso Turin Asti Vercelli o Novara por lo que la enemistad entre las ciudades no era tan intensa como en las ciudades lombardas 13 y aunque en Piamonte las zonas feudales estaban dispersas estas no desaparecieron y fueron los marqueses de Montferrato los firmes apoyos del gibelinismo expandiendo su territorio Las ciudades italianas que apoyaban al partido imperial pasarian a ser las gibelinas y frente a ellas las ciudades guelfas que por enfrentarse a la autoridad imperial tuvieron la ayuda de los papas Asi frente al poder estatico y centralizador de los emperadores que pretendian extraer los mayores recursos posibles a traves de los derechos de reales regalia y que imponian a ministeriales alemanes como senores o gobernadores podesta cuya falta de habilidad y brutalidad les hacian todavia mas hostiles se opusieron los ideales de autonomia de las ciudades sus privilegios y sus libertades individuales lo que favorecio la formacion de la Liga lombarda A pesar de que el proyecto del emperador Federico I de restauracion imperial en Italia no tuvo duracion la figura del podesta que aparecio con ese proyecto si llego a ser un factor importante en el norte de Italia Las luchas internas entre el patriciado que ejercia y el que aspiraba a ejercer el poder en la comuna aumentaron el desorden y los grupos mercantiles y artesanales que estaban fuera de los organos de gobierno exigieron la constitucion de un poder arbitral que asumio el poder supremo en la ciudad reemplazando a los consules y es el denominado podesta y que ya existia en Cremona desde 1178 y en Milan en 1186 14 Politica comunal en el siglo XIII EditarLas lineas politicas de la vida urbana en Italia ya habian sido esbozadas y gestadas desde mediados del siglo XI sobre la base de las controversias politicas internas derivadas del movimiento de reforma monacal pero estas controversias no consistian meramente en una dicotomia entre lo laico y lo clerical sino en una lucha por los derechos ciudadanos especialmente acerca de la propiedad La querella entre el emperador Federico II y los papas Gregorio IX 1227 1241 e Inocencio IV 1243 1254 sin duda contribuyo a dar forma a las facciones politicas en el norte de Italia durante el siglo XIII con la aparicion de los partidos papales e imperiales denominados guelfos y gibelinos respectivamente En este contexto las alianzas entre los obispos y las comunas se hicieron mas habituales en el siglo XIII dado que el poder eclesiastico se presentaba como garante de la independencia comunal frente a imperio mientras que la ideologia imperial se impulsaba en gran medida desde el mundo rural aunque sin excluir que las controversias con obispos fueron una caracteristica inevitable en la escena urbana italiana El conflicto en torno a la Iglesia y el Imperio influyo en los acontecimientos politicos en Italia pues en las comunas italianas guelfos y gibelinos pugnaron por alcanzar el poder urbano de modo que los que estaban en el poder expulsaban a sus adversarios destruian sus casas y les confiscaban sus posesiones pero ademas bajo estas pugnas subyacian factores locales y regionales Asi tenemos que durante el siglo XIII Milan Genova Bolonia Perugia y Venecia que no pertenecia al reino italiano fueron las principales ciudades guelfas mientras que Pisa Cremona Padua Modena y Siena lo fueron del campo gibelino y la rivalidad de la ciudad contra otra fue un factor importante a para que cada ciudad se adscribiera a un bando determinado 15 Pavia y Cremona eran gibelinas porque Milan junto con Brescia y Piacenza era guelfa Florencia era guelfa al ser la cabeza de la Liga Toscana y Lucca tambien ya que necesitaba la proteccion florentina en cambio Siena era gibelina ya que necesitaba el apoyo imperial contra Florencia y su propia nobleza Pisa era gibelina por hostilidad a Florencia y por requerir ayuda imperial para contrarrestar las glorias maritimas de Genova Pero el apoyo del papa a las comunas para evitar las intervenciones imperiales en Italia van a afirmar la independizacion efectiva de las mismas Palazzo del Podesta Mantua No obstante son las divisiones entre el patriciado terrateniente y el popolo las que caracterizan la politica urbana a comienzos del siglo XIII variando en importancia desde un lugar y momento a otro segun las inquietudes respecto de los derechos ciudadanos Frente a esto el regimen del Podesta originado en la segunda mitad del siglo XII por designaciones imperiales pretendia proporcionar una mayor estabilidad y proteccion contra la violencia El podesta era elegido por la Asamblea General del Pueblo Consejo General y se encomendaba a un extranjero de otra comuna para evitar su involucracion en las querellas internas de la ciudad El podesta controlaba el cumplimiento de la justicia y la ejecucion de las leyes durante un mandato de un ano En la ciudad de Roma presa de las querellas entre familias nobles que se saldaba incluso con la expulsion del papa de la ciudad este cargo se denominaba senador La preferencia por los funcionarios profesionales ya en la epoca de Federico II apuntaba a prevenir el engrandecimiento militar de un Ezzelino da Romano o un Azzo de Este y para defender los valores comunales Politica comunal en los siglos XIV y XV EditarEl sistema senorial y republicano Editar En el curso de un largo proceso que se extiende a traves de los siglos XIII y XIV en muchas ciudades del norte y centro de Italia se origino de las viejas comunas una nueva forma de gobierno que fue la senoria A comienzos del siglo XIV el territorio del regnum italiae estaba compuesto por un mosaico de entidades politicas protectoras de su autonomia y celosas unas de otras principados eclesiasticos y laicos de origen feudal regimenes republicanos de tipo oligargico permitiendo la participacion a ciudadanos privilegiados y las senorias signorie que supuso el gobierno de una persona o una familia sobre una ciudad sometiendo a la comuna a su autoridad con el apoyo de su faccion y de sus posesiones Palazzo del Capitano del Popolo en Perugia Las comunas del siglo XIII habian llegado a estar dominadas de forma creciente por los conflictos de la nobleza que controlaba sus gobiernos y que significaban un perjuicio a los intereses economicos Estos conflictos aunque a menudo motivados por los partidos guelfo y gibelino de hecho ampliamente reflejaban rivalidades personales economicas o de politica local todas enardecidas por ideales de honor caballeresco y en una aceptacion comun de las tradiciones de vendetta Como respuesta a esos conflictos habian surgido dentro de las comunas el movimiento del popolo asociaciones de no nobles intentando ganar una variedad de concesiones de la nobleza Dentro de la condicion de popolo estaban en primer lugar aquellos que habian ganado riqueza a traves del comercio banca ejercitacion de una profesion o poseyendo tierras y buscaban ser miembros en las oligarquias gobernantes de nobles el segundo grupo abarcaba miembros prosperos de las clases artesanales o comerciales quienes mientras no buscaban normalmente buscar una posicion directa en el gobierno buscaban una mas satisfactoria administracion de las finanzas de la comuna particularmente una mas equitativa distribucion de la tributacion una mayor voz en materias que mas directamente le afectaban como por ejemplo las licencias de exportacion de comida y en particular la administracion imparcial de justicia entre el noble y el no noble Sobre todo el popolo como muchos de la nobleza deseaba un orden civico que finalizaria los violentos conflictos partidistas y redujera los efectos de las vendettas de los nobles En algunas ciudades el movimiento del popolo tuvo exito en llevar a cabo un cambio constitucional En aquellas comunas donde la nobleza no monopolizaba toda la riqueza y donde el desarrollo del comercio industria y finanzas habia creado una compleja estructura social las oligarquias existentes aceptaron llegar a acuerdos formando el gobierno republicano Esto resulto mas facil cuando el popolo tuvo exito en finalizar las luchas partidistas tan violentas que podian ser descritas en forma de guerra civil Aqui a menudo contra el trasfondo de algun desastre como una derrota en guerra llego a ser normal establecer un concejo del popolo bajo el capitano del popolo al lado del viejo concejo de la comuna bajo su podesta como un elemento consultivo en el que era ahora denominado el gobierno del la comuna y el popolo el podesta se encargaria de la administracion mientras el capitano del popolo del orden publico 16 17 18 como en Milan tras la derrota de Cortenuova 1237 los plebeyos temiendo represalias de la nobleza nombraron a Pagano della Torre como capitano del popolo para gobernar junto con el podesta o en Florencia una rebelion popular en 1250 sometio a la nobleza gibelina y nombraron un capitano del popolo para gobernar junto con el podesta y un consejo de 12 ancianos De este modo se consumo el proceso por el que el poder patriciado de las ciudades italianas fue desplazado por la burguesia mercantil popolo grasso ahora en enfrentamiento con los artesanos popolo minuto que buscaban la intervencion en el gobierno En Florencia el popolo organizado en siete grandes gremios arti maggiori asumio el poder en 1282 no simplemente como socio de la comuna de gobierno sino el elemento dominante dentro de ella junto otros cinco gremios menores arti mediane En Siena la revuelta de 1315 fue aun un enfrentamiento entre linajes bando rivales del patriciado Tolomei contra Salimbene pero en 1318 los artesanos y mercaderes ricos impedian ya como nuevo patriciado el acceso al poder de otros artesanos gremiados Tribunale di Mercatanzia en Florencia Sin embargo salvo en pocas ciudades el popolo se demostro incapaz de solucionar el problema del orden publico ademas la autoridad civil del podesta chocaba con la autoridad militar del capitano del popolo 19 y en esas circunstancias la paz y la tranquilidad de las ciudades tuvo que ser establecida por los signori quienes eran los lideres mas poderosos y que reunian en su persona todo el poder del Estado El resultado era que al titular de una elevada magistratura civica podesta capitano del popolo anziano della credenza que era un organo de la comuna o creado expresamente para superar una situacion dificil le fue otorgado por la comuna los poderes inherentes a su cargo u otros extraordinarios con la salvedad de que no era solo durante un periodo de unos meses sino para cinco o diez anos o vitaliciamente Con lo que el ostentar una alta magistratura de la comuna durante un breve periodo comenzo a desaparecer y el signore tuvo los medios para consolidar su poder personal y preparar la transmision de sus poderes a miembros de su familia Las comunas italianas emplearon a lo largo de los siglos XIII y XIV la signoria para afrontar la disputas entre poderes locales o como proteccion de un peligro externo La senoria podia compartirse con otra senoria en la misma comuna con otras funciones distintas en Milan Martino della Torre cuya familia habia ostentado cargos comunales previamente fue proclamado anziano del popolo pero en el mismo ano de 1259 Oberto Pallavicino fue designado por iniciativa de della Torre a capitano di popolo y en 1278 la situacion se repitio entre Oton Visconti y el marques Guillermo VII de Montferrato Incluso la republicana Florencia recurrio a senores ante situaciones externas Carlos de Anjou en 1266 para coordinar a los guelfos ante la conquista del reino siciliano o Carlos de Calabria en 1325 para oponerse a Castruccio Castracani senor de Lucca y Pistoia Desde la segunda mitad del siglo XIII habiendo triunfado destruido y exiliado a sus oponentes estos hombres comenzaron a dar forma institucional a su poder y a pasarlo a sus hijos como un derecho hereditario Lo que ellos ofrecian a sus ciudadanos sometidos a cambio era la esperanza de eliminar la anarquica violencia civil por el ejercicio de una fuerza superior Fue en este camino en el que en el curso del siglo XIV comenzo el gobierno permanente y legal por unicas familias De las instituciones comunales que ya dominaban y manipulaban los signori obtenian la legitimidad de sus titulos y acumulaban magistraturas 20 un ejemplo lo tenemos en Mastino I della Scala fue elegido podesta de Verona en 1259 y capitan del pueblo en 1262 tambien la autoridad para controlar las comunas de acuerdo a su propia voluntad ejercer poderes extraordinarios y el derecho a transmitir esta concesion a sus sucesores escogidos 21 y de esta manera se formaron dinastias locales como los Visconti en Milan los Langoshi en Pavia los Gonzaga en Mantua los Este en Ferrara los della Scala en Verona los Carrara en Padua o los Rusoni en Como 22 En definitiva en el desarrollo de la constitucion de las Signorie el primer paso era la eleccion de un nuevo senor como podesta o capitan del pueblo pero con competencias y periodo de servicio que excedian a los establecidos en las leyes comunales el siguiente paso era la eleccion vitalicia con plenos poderes el proximo paso era la transferencia de su autoridad senorial a sus herederos a traves de eleccion aunque dichas elecciones eran una mera formalidad y el ultimo paso era la eleccion del senor como gobernante hereditario 23 Bajo los nuevos regimenes los concejos de las comunas y el popolo aun permanecieron pero su papel era limitado a tareas administrativas menores o a una aprobacion formal de las decisiones politicas del los signori Esencialmente todo lo que permanecio del viejo sistema comunal era su servicio administrativo un nucleo de expertos notarios quienes mantenian el mecanismo de gobierno en funcionamiento Sin embargo su posicion no era en absoluto estable a expensas de la proteccion de sus tropas mercenarias la fidelidad de su faccion y familiares el poder de los exiliados o de revueltas urbanas Por tanto el exito en el acceso y extension de poder de los signori en varias ciudades requeria alianzas de conveniencia los guelfos della Torre se aliaron con el gibelino Pelavicino y alternaron fidelidad entre el bando papal angevino o al imperial los gibelinos Visconti eran guelfos en Romana los guelfos Estensi encabezaron a gibelinos de Romana y Bolonia el guelfo Ghiberto da Correggio goberno Parma con apoyo gibelino en la gibelina Pisa Ugolino della Gherardesca tomo el poder con el apoyo de Florencia el archienemigo guelfo 24 Con el paso del tiempo estas anagazas legislativas usurpadas dio la apariencia de legitimidad a su gobierno y durante el siglo XIV los signori normalmente buscaron legitimacion de su poder a traves de obtener autorizacion del emperador o el papa para actuar como vicarios sobre los territorios que sus familias habian heredado el gobierno y de esta forma se hallaban investidos de poderes autocraticos por una autoridad superior los Visconti adquirieron el vicariato de Lombardia en 1294 y el de Milan en 1311 Cangrande y Alboino della Scala en 1311 y Luis Gonzaga tras arrebatar el poder a los Bonacolsi en 1328 fue designado capitan del pueblo y al ano siguiente el Emperador le designo vicario imperial en un intento de fortalecer a los gibelinos 25 Dado que el poder de los signori llego a ser cada vez mas afianzado llegaron a establecer dinastias y adquirir estilo cortesano y asi durante el siglo XV estos senorios hereditarios dieron la impresion de constituir el orden natural en grandes areas en el norte de Italia La disolucion del poder imperial con la muerte de Federico II 1250 se dio paso a la difusion de los signori en el norte de Italia 26 En Milan con la expulsion de la nobleza en 1257 esta puso sus esperanzas en el gibelino Ezzelino da Romano lo que entrego la senoria al guelfo Martin della Torre en 1259 gobierno que paso a sus descendientes este ejemplo fue seguido por otras ciudades lombardas como Lodi Novara Como Vercelli o Bergamo que buscaron proteccion bajo el dominio de los Torriani y esta situacion se extendio en Lombardia el gibelino marques Oberto Pallavicino vicario imperial en Lombardia que ya ejercia su poder en Cremona desde 1249 extendio su influencia sobre el resto de Lombardia como Pavia Crema Piacenza Brescia Tortona o Alejandria 27 con la expedicion de Carlos de Anjou y su victoria en Benevento Pelavicino cayo en 1266 los Torriani sufririan la misma suerte frente a los Visconti en 1277 y en 1311 y durante los siguientes 35 anos los Visconti extendieron su dominio obteniendo el poder en Cremona 1334 Pavia Lodi Bergamo 1332 Como 1335 Piacenza 1337 Tortona y Parma 1346 por su parte los Bonacolsi desde 1276 y despues desde 1328 la familia Gonzaga llegaron a ser los unicos gobernantes de la gibelina Mantua 28 En la marca trevisana tras la eliminacion de la familia Romano Verona cayo en poder de la familia gibelina della Scala o Scaligeri desde 1259 como hizo Vicenza desde 1312 mientras Padua estaba sujeta a la familia gibelina Carrara o Carraresi desde 1318 la familia guelfa Este Estense ya establecida en Ferrara en 1208 extendio su poder a Modena 1288 y Reggio 1290 hasta 1306 siendo entonces expulsados de estas dos ciudades 29 30 31 Y en el sector norte de los Estados Pontificios las ciudades de la Romana y la Marca de Ancona cayeron a los signori entre 1315 y 1342 como los Polenta en Ravena los Malatesta en Rimini los Manfredi en Faenza los Ordelaffi de Forli o los Montefeltro en Urbino y la misma Roma se la disputaban los Colonna y los Orsini antes del exito temporal llevado a cabo en someter a los territorios pontificios por el cardenal Albornoz el papado concedio mucho de sus territorios a vicarios incluidos estos signori Asi entre ca 1250 y 1350 el norte y el centro de Italia habia experimentado una profunda transformacion en las formas constitucionales vida politica y actitudes hacia la autoridad El gobierno de una ciudad estado por un solo hombre no fue visto mas como una solucion extrana y provisional sino como un aspecto normal de la vida comunal A cambio de su poder absoluto los signori restauraron o crearon armonia dentro de las clases superiores de las ciudades y reconciliaron los intereses del popolo y la nobleza Palazzo Vecchio en Florencia Sin embargo el surgimiento de las signorie aunque importante era solo un elemento en la historia constitucional de las ciudades del norte y centro de Italia en el siglo XIV Fue un movimiento mayormente confinado al Veneto Lombardia Emilia y la Marca En Piamonte tres grandes potentados locales controlaban el territorio el principe de Acaya y senor de Piamonte el marques de Montferrato y el marques de Saluzzo junto con el Conde de Saboya la Casa de Anjou y el senor de Milan 32 En un territorio feudalizado se desarrollaron las senorias sujetas a la suzerania de estos principes regionales En muchas ciudades de Umbria y Lacio el papado pudo prevenir su establecimiento En Toscana las senorias fueron ampliamente frustradas Lucca cayo a los signori en la primera mitad del siglo XIV notablemente con el gobierno de Castruccio Castracani entre 1316 y 1328 pero la ciudad experimento un fuerte resurgimiento de gobierno republicano de 1369 a 1392 La republicana Florencia experimento breves interludios de gobierno senorial Florencia conquisto varios de sus vecinos Volterra Prato Pistoia San Gimignano antes que cualquier signorie se originara en ellas En Liguria Genova era de continuo inestable a causa de los violentos conflictos de sus casas nobles mas que someterse ella misma a una sola familia la ciudad oscilaba entre el gobierno comunal y una serie de dictaduras vitalicias destacando la de Simone Boccanegra Dos comunas Siena al menos durante el siglo XIV y Venecia rechazaron el gobierno signorial completamente en beneficio de las instituciones republicanas Por tanto durante el siglo XIV partes sustanciales de Italia permanecieron fuera del control de signori Al lado de los nuevos principados senoriales habia algunos gobiernos comunales como los de Venecia y Florencia dos de las ciudades mas poderosas en la peninsula que se desarrollaron como poderosos estados territoriales con tradiciones republicanas muy fuertes Las republicas como gobierno oligarquico de los mercaderes ricos y gremios poderosos sobrevivieron en parte porque era mucho mas dificil para los signori apoderarse del control de una oligarquia patricia de banqueros y comerciantes que dominar una sociedad consistente en terratenientes artesanos y trabajadores rurales aunque tenian que hacer frente a las revueltas de los excluidos del gobierno popolo minuto como la de Siena de 1368 y 1385 o la de los Ciompi en Florencia de 1378 Las sociedades con economias sumamente desarrolladas eran mucho menos dociles con el control principesco En las republicas una economia que seria amenazada por la desunion interna una clase dirigente unida al menos en su busqueda de ventaja comercial ayudaba a asegurar la preservacion del orden publico y a rechazar de cualquier individuo o familia buscando la dominacion politica La guerra y los condottieri Editar Entrado ya el siglo XIV la prospera economia italiana se enfrento a desafios severos por un lado las hambrunas que afectaron la mayor parte de Italia en los anos 1339 40 1346 47 1352 53 y 1374 75 y por otro a una extension general y la intensificacion de guerra La difusion de la ballesta durante el siglo XIII obligo a los caballeros montados a adoptar la armadura mas pesada para la mejor proteccion contra las flechas asi como de necesitar una mayor cantidad de caballos de esta forma la guerra se hizo mas cara y profesionalizada con lo que se hicieron necesarias las tropas mercenarias para sumarse o reemplazar a las milicias ciudadanas Pero no solo esto la desaparicion del gobierno comunal en beneficio de los signori provoco que fueran desapareciendo tambien las milicias comunales con que las ciudades habian defendido sus libertades y que los senores contrataran tropas mercenarias 33 En el siglo XIV los Estados italianos emplearon estas tropas pero no reclutando individualmente sino estableciendo un contrato condotta con un particular condottiere quien era el encargado de aportar una mesnada de varios miles de soldados en tiempo de guerra para auxiliar a un determinado territorio Sin embargo dadas las dificultades para controlar a estos lideres militares puesto que se temia que podrian asumir el control del Estado se hizo comun desde la decada de 1330 negociar con condottieri no italianos Monumento Funerario o Monumento Ecuestre a John Hawkwood 1436 en la basilica Santa Maria del Fiore de Florencia por Paolo Uccello Las expediciones de Enrique VII Luis IV y Juan de Bohemia habian traido bandas alemanas que fueron facilmente convencidas para permanecer en el rico territorio italiano Las ciudades descubrieron rapidamente la ventaja de emplear estos mercenarios extranjeros pero indiferentes a la causa que les pagaba se encargaban tambien de realizar pillaje sobre el territorio Antes de la mitad del siglo XIV los mercenarios extranjeros adoptaron un nuevo sistema de accion agrupando bandas y formando companias que cuando no estaban a servicio de ningun poder invadian distintos estados sometiendolos a pillaje y depredacion o los chantajeaban por su inaccion La compania de Werner de Urslingen englobo aproximadamente 10 000 tropas y 20 000 simpatizantes y tenia su propio consejo de gobierno consultivo burocracia y politica exterior Estas companias extranjeras como las de John Hawkwood Albrecht Sterz o Hannekin Baumgarteny dominaron la guerra en Italia y como sistemas administrativos portatiles eran capaces de chantajear a sus antiguos empleadores Estos cambios en el modo de llevar a cabo la guerra conllevaron un expansion del poder de los gobiernos Las descentralizadas comunas del siglo XIII con una administracion y tributacion debiles dieron paso en el siglo XIV a republicas y senorias con un control politico mucho mas fuerte con ingresos de impuestos de propiedad gabelas y prestamos forzados prestanze y la gestion de una deuda publica Ademas los cambios derivados de las necesidades de provision de alimentos guerra y tributacion produjeron un crecimiento considerable en la burocracia tanto en las instituciones como en los funcionarios todo lo cual a su vez retroalimento que las guerras pudieran ser llevadas a mayor escala con mayor gasto de riqueza El resultado fue que el colapso se produjo en la decada de 1340 con el comercio con Francia interrumpido por la Guerra de los Cien Anos la quiebra de bancos especialmente los florentinos en 1343 el Peruzzi en 1345 el Acciaiuoli y en 1346 el Bardi A esto se anadio la llegada de la Peste Negra a Messina a principios de octubre de 1347 la cual alcanzo Genova y Pisa hacia enero de 1348 y Venecia por febrero y de estos puertos la plaga se extendio por la peninsula italiana y el resto de Europa intensificandose en muchas partes de la peninsula tanto en ciudad como en el campo en 1361 62 1363 1371 1373 74 1382 83 1398 1400 1407 y 1410 12 causando una perdida de poblacion entre un tercio y la mitad de la poblacion La formacion de los principados territoriales italianos EditarDesde el ultimo tercio del siglo XIII en un contexto en el que los soberanos alemanes estaban ausentes de Italia y en el que los angevinos se hallaban enzarzados en guerra con los aragoneses los senores locales comenzaron a extender sus dominios a las comunas vecinas los Este a Modena 1288 y Reggio 1289 y potencialmente a Mantua Padua Parma y Bolonia los della Torre y Visconti a Novara y Vercelli Como Bergamo Pavia y otros despotas menores como los Montefeltro Polenta y Malatesta en competicion por territorios en Romana y la Marca 24 Este proceso de enfrentamientos entre las distintas ciudades italianas va a generar la creacion de Estados regionales a lo largo de los siglos XIV y XV Durante este periodo la fragmentacion e inestabilidad heredada del periodo comunal fue superada por la formacion de divisiones politicas mas estructuradas y coherentes y con mayor amplitud territorial esto es las ciudades mas poderosas se aseguraron el control de sus vecinas Sin embargo en la formacion de los nuevos Estados a lo largo de los siglos XIV y XV estos no eran mas que el agregado de antiguas comunas subordinadas a una ciudad dominante tanto en regimen senorial como republicano de forma que esta nueva situacion politica no altero sustancialmente la naturaleza del antiguo orden territorial Una ciudad dominante como Milan desarmo pero no disolvio las instituciones municipales de las demas ciudades con lo cual pese a cambiar el estandarte y la guarnicion la vida municipal de estas ciudades subordinadas no se vio profundamente alterada y en el caso de Florencia esta ciudad nombraba a florentinos en los puestos de gobierno de sus nucleos urbanos subordinados 34 Como consecuencia de esta fragmentacion heredada se condiciono la dinamica de la formacion territorial del Estado principesco en esta epoca afectado por cambios como adquisiciones y perdidas territoriales o reparticion entre herederos Estos cambios afectaban al bloque de ciudad con su contado sobre el que el nucleo urbano venia a ser senor colectivo y aun evidenciaron un limite inestable y flexible de dominio durante unos 150 anos En especial estos cambios fueron mas acusados tanto mas cuando se refieren a principados que no se gestaron en torno a un gran centro urbano sino a la figura de un senor como ocurrio en los Estados Pontificios o en Piamonte donde la adquisicion territorial no se hacia sobre ciudades con su definido contado sino sobre castillos senorios feudales o pequenos nucleos urbanos y asi por ejemplo el ducado de Urbino expandido desde la senoria de Montefeltro contaba a finales del siglo XV un superficie equivalente al contado de un ciudad lombarda por el contrario las zonas de Lombardia y valle del Po mantuvieron una mayor estabilidad donde las viejas comunas fueron transformadas en provincias del nuevo Estado y en la que la ciudad el nucleo urbano era la capital de la provincia y en el que su territorio contado mantuvo su sujecion En la realidad del entramado politico italiano la posicion del emperador o el rey de Romanos se mostraba al ser requerido por las republicas urbanas y signori para obtener una concesion imperial de jurisdiccion las republicas urbanas buscaban confirmacion e libertades y los signori legitimar sus regimenes o romper sus vinculos constitucionales con la comuna Cuando Carlos IV bajo a Italia en 1355 evidencio que la autoridad imperial aun existia y era valida pues las republicas urbanas compraron y obtuvieron del emperador los privilegios que confirmaran sus libertades y asi Florencia pago 100 000 florines lo que suponia el reconociendo la superioridad formal de la jurisdiccion imperial 35 pero tambien las peticiones de vicariatos de los regimenes senoriales manifestaron tambien la validez de la jurisdiccion imperial en Italia La campana de Carlos IV en Italia de 1368 prosiguio esta tendencia 36 La ruptura de los origenes democraticos de los signori debia ser sancionada y legitimada por los emperadores lo que altero la base del poder politico de las ciudades italianas pues se libero a estos gobernantes de posibles restricciones populares y de esta manera se les proporciono libertad de accion para desarrollar sus ambiciones dinasticas en una expansion territorial cuya consecuencia era la guerra con otros territorios italianos 37 El proceso culmino con el rey de Romanos Wenceslao de Luxemburgo al garantizar un ducado imperial a Gian Galeazzo Visconti en 1395 Esta concesion de jurisdiccion fue considerada tan legitima tanto en Alemania en donde los electores renanos lo consideraron una razon fundamental para deponer al rey de Romanos en 1400 y tambien en Italia en donde se elevo a los Visconti a un nivel de magnificencia sobre los otros signori que eran simplemente vicarios Este ennoblecimiento seria continuado por el emperador Segismundo de Luxemburgo al designar a Amadeo VIII de Saboya como duque de Saboya en 1416 y a Gianfrancesco Gonzaga como marques de Mantua en 1433 38 y tambien por el emperador Federico III al designar en 1452 a Borso de Este como duque de Modena y Reggio Estas investiduras prosiguieron con los emperadores sucesivos y ratificaron los gobiernos hereditarios Expansion de Milan 1339 1402 y Florencia 1300 1494 La formacion de los Estados territoriales dio como resultado en el siglo XV a los siguientes territorios 39 En Piamonte la Casa de Saboya en sus bases de Maurienne Turin Susa Tarentaise se habia configurado en un poder dominante al extenderse a lo largo del siglo XIV por Italia y el Arelato Aosta Bresse Faussigny Gex Vaud Bugey Valromey Condado de Niza Ventimiglia Trenda Beuil Villafranca Barceloneta Genovesado Vercelli 40 los territorios angevinos piamonteses denominados condado de Piamonte 41 cedidos por Luis de Anjou a Amadeo VI de Saboya 42 a los que se anadieron en 1418 los territorios del senorio de Piamonte que revirtieron de la rama colateral de Saboya Acaya En 1416 Segismundo de Luxemburgo rey de Romanos invistio a la casa de Saboya como duques 43 Vecinos a Saboya la Casa de los Aleramici estaba dividida entre los marquesados de Saluzzo Incisa y Montferrato en esta ultima desde 1305 con una rama colateral de los Paleologo Genova poseia en la tierra firme la costa ligur desde Ventimiglia hasta Sarzana debido a su inestabilidad se sometia durante un periodo de tiempo a un senor extranjero a Milan en 1353 a Francia en 1396 Montferrato en 1409 Milan en 1421 y de nuevo en 1458 El Milanesado senorio de los Visconti elevado a ducado en 1395 por el rey de Romanos Wenceslao de Luxemburgo Entre el rio Sesia y el Adda el ducado comprendia los territorios de Milan Pavia Lodi Cremona Parma Plasencia Alejandria Tortona Novara Como Bellinzona el condado de Anghiera Gera d Adda y llego a extenderse entre el Sesia los Alpes el Brenta y el Po y tambien a Siena y Pisa y territorios pontificios como Bolonia Al este limitaba con Venecia que se habia extendido hacia el Adda y comprendia el Dogado las lagunas y el litoral adriatico entre el Adigio y el Piave Friul arrebatado en 1421 al patriarca de Aquileya la marca trevisana con las ciudades de Cadore Belluno Feltre y Treviso arrebatada a los della Scala en 1387 y el territorio de Padua quitado a Carrara en 1388 e incorporado en 1405 junto con Vicenza y Verona a los que se anadieron en 1428 Brescia Bergamo Crema cedidos por el duque de Mian y tambien Cervia y Ravena arrebatados a los Polenta 1440 En Mantua el emperador Luis IV confirmo a la casa Gonzaga 1329 el vicariato imperial 28 Leibniz Gottfried Wilhelm 1984 Saemtliche Schriften Und Briefe Akademie Verlag p 167 ISBN 9783050015705 enlace roto disponible en Internet Archive vease el historial la primera version y la ultima y el emperador Carlos IV les reconocio Reggio en 1354 pero fue perdida en 1371 44 Un ano despues de haberles concedido la dignidad de principes del Imperio el emperador Segismundo de Luxemburgo elevo Mantua a un marquesado en 1433 45 comprendiendo tambien los senorios de Sabionetta y Bozzolo y en 1530 elevado a ducado por el emperador Carlos V 46 La Casa de Este gobernaba en Modena Reggio Ferara y el Polesino Borso e Este obtuvo de Federico III el titulo de duque de Modena y Reggio y conde de Rovigo 1452 al que Paulo III anadio el de duque de Ferrara 1471 En Toscana la republica de Florencia logro someter a Pisa Volterra Arezzo Liorna y Pistoia Vecinos a ella estaban el senorio de Piombino elevado a principado en 1594 por el emperador Rodolfo II y la republicas de Lucca y de Siena Mas al sur los Estados de la Iglesia comprendian desde Bolonia a Terracina y desde Ancona a Civittavecchia comprendiendo la Romana la marca de Ancona el ducado de Espoleto y el Patrimonio de San Pedro mas la ciudad de Benevento Otros pequenos territorios eran la senoria de Monaco en poder de los Grimaldi Los Malaspina detentaban el marquesado de Massa y el senorio de Carrara convertidos en 1568 en principado de Massa y marquesado de Carrara por el emperador Maximiliano II y en 1663 en ducado de Massa y principado de Carrara por el emperador Leopoldo I 47 ducado de Massa y marquesado de Carrara 48 La familia Pico gobernaba el senorio de Mirandola y condado de Concordia finalmente convertido en ducado de Mirandola y marquesado de Concordia en 1619 por el emperador Fernando II 49 Referencias Editar Escohotado Antonio 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