Periodismo en México
El periodismo en México es una actividad importante para la democracia, se le considera el cuarto poder debido a la influencia que tiene entre la sociedad. Actualmente es vulnerable a la cooptación gubernamental y a la violencia. Esto último debido a que en 2017 México se colocó como la nación más peligrosa para ejercer la profesión, con 12 periodistas asesinados según la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF).
Organizaciones para la protección de periodista
Sin duda, México es uno de los países más peligrosos para ejercer esta profesión, ya que uno de los mayores retos a los que se enfrentaran los periodistas en la mayoría de medios convencionales, como la prensa, radio o televisión, es la imparcialidad. Esta imparcialidad en múltiples ocasiones es nula, debido a que gran parte de estas empresas informativas están asociadas a un tipo de postura política o con algún rostro político por asuntos de publicidad e imagen pública.
Sin embargo, cuando la libertad de expresión de medios independientes es ajena de estos asuntos (por independientes se hace referencia a empresas informativas que no reciben subsidio por parte del gobierno y ni un pago por propaganda política), son comprados para que contribuyan a este manejo de la información con publicidad o simplemente son hechos desaparecer los periodistas responsables de la nota, dejando estos casos de asesinato o desaparición impunes ante el Estado.
A pesar de estos inconvenientes para el periodismo mexicano imparcial y objetivo, se han formado leyes y organizaciones, como lo son la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y su Recomendación General No. 24, Artículo 19 y la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE).
La Recomendación General No. 24 de la CNDH declara y promueve la libertad de expresión y el derecho a la información: “El ejercicio del derecho a la libertad de expresión debe ejercerse sin restricción y sin mayores límites que los previstos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y los tratados internacionales en materia de derechos humanos que nuestro país ha suscrito.”[1]
La Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) "es la autoridad encargada de dirigir, coordinar y supervisar las investigaciones y, en su caso perseguir los delitos cometidos en contra de quienes ejercen la actividad periodística o se cometan en razón del ejercicio del derecho a la información".[2] Aunado a esto, cada mes se encarga de actualizar datos estadísticos de casos que atenten contra la libertad de expresión que hayan sido registrados.
Historia
En 1541 apareció el primer impreso mexicano de carácter informativo que se conoce, tenía cuatro hojas y estaba impreso en letra gótica. El tema fue acerca del terremoto en Guatemala, la noche del 10 al 11 de septiembre de 1541. El encabezado era "Relación del espantable terremoto que ha acontecido en la ciudad de Guatemala; es cosa de gran admiración y de gran ejemplo para que todos nos enmendemos de nuestros pecados". Impreso en la ciudad de México en casa de Juan Cromberger en 1541.
La primera publicación de aparición regular en México surgió en 1722 con el nombre de Gaceta de México subtitulada 'Y noticias de Nueva España, que se imprimirán cada mes y comiensan desde primero de Henero de 1722' editada por Juan Ignacio María de Castorena Ursúa y Goyeneche, considerado con justicia el primer periodista mexicano y de Hispanoamérica.[3]
El periodismo floreció en México durante el siglo XIX, tiempo en que numerosos periódicos surgieron en apoyo de campañas y movimientos políticos. Figuras como los hermanos Flores Magón usaron el periodismo para expresar sus ideas políticas. Asimismo, durante el siglo XIX algunas mujeres comenzaron a escribir en periódicos y publicaciones, algunas con sobrenombre masculino. Algunas de las primeras publicaciones fueron Las Hijas del Anáhuac, o Violetas del Anáhuac (de Laureana Wright).[4]
Miguel Hidalgo y Costilla, iniciador del movimiento de independencia, fue también fundador del primer periódico insurgente, El despertador americano que se público clandestinamente en la ciudad de Guadalajara, Jalisco. El primer número apareció en el 20 de diciembre de 1810.[5]
El grupo guerrillero a cargo de Morelos vivía victoria tras victoria. Las publicaciones insurgentes pronto crecieron en número e importancia; Sud, El Correo Americano del Sur, Clamores de la Fidelidad Americana Contra la Opresión o Fragmentos para la historia futura estos dos últimos medios publicados por Andrés Eligio Quintana Roo.[5]
En 1891, la cárcel de Belén llenó con periodistas como Alberto García Granados, Walterio Waldestein, Lorenzo A. Miranda, Joaquín Romero y José Ortiz, redactores de La República; Antonio Rivera G., del Diario del Hogar; Joaquín Claussell de El Demócrata, Daniel Cabrera de El Hijo del Ahuizote y el escritor Querido Moheno.[6]
Las palabras de Porfirio Díaz en la famosa entrevista con el periodista estadunidense James Creelman en 1908, marca no solo el principio del fin de la dictadura que duraría 30 años, sino el inicio de una etapa que en el periodismo mexicano se caracterizó por su combatividad, pero también, por la intensificación de la persecución y el acallamiento de la prensa revolucionaria.[6]
La etapa porfirista del periodismo mexicano se había caracterizado por el control de los periódicos que se publicaban a la sombre del erario nacional. La persecución los juicios parciales, la cárcel y el asesinato fueron los dominadores comunes para la prensa de oposición.[6]
Tras la Revolución mexicana se estableció la prensa industrial en México, caracterizada por mayores tiradas de ejemplares y redacciones con más trabajadores. Una vez promulgada la Constitución de 1917 y luego del asesinato de Venustiano Carranza, Álvaro Obregón negoció el reconocimiento de los Estados Unidos y aceptó la inversión de numerosos capitales provenientes de aquel país. Finalmente agonizó la prensa partidista. Los caudillos aniquilan los brotes de oposición para dar lugar a la etapa de las instituciones, que dará pie a la actual prensa oficialista. Algunas periodistas destacadas durante esa época fueron Juana Belén Gutiérrez de Mendoza, Elisa Acuña y Magdalena Modragón. Durante la mayor parte del siglo XX, predominó en México un modelo de periodismo en gran medida subordinado al poder estatal a través del uso o prácticas de subsidios gubernamentales, prebendas, amenazas, control sindical, concesiones, publicidad gubernamental, entre otros mecanismos. Por ese motivo tal etapa es denominada por José Carreño "cien años de subordinación".[7]
Es hacia el final del siglo XX que a la par de signos de apertura democrática tales como la reforma política de 1977, ciertos rasgos de periodismo de responsabilidad social y periodismo cívico en empresas periodísticas tales como La Jornada, El Norte, Reforma y Siglo 21 llevaron a académicos[8][9] a considerar el inicio de un período de "democratización" o "modernización" en el periodismo mexicano.
En las regiones
Se ha realizado una distinción entre el periodismo practicado en la Ciudad de México, las ciudades principales (Guadalajara y Monterrey) y el del resto del país. Algunos problemas en las regiones son la vulnerabilidad de los periodistas frente a la violencia provocada por los cárteles del narcotráfico,[10][11] las condiciones laborales precarias y el control o cooptación gubernamental mediante mecanismos tales como la publicidad gubernamental y la intimidación.[12][11]
Casos registrados ante la FEADLE
La FEADLE nos da un total de indagatorias por delitos contra periodistas por estado entre 2010 y septiembre de 2019. Ciudad de México con 190, Veracruz 114, Estado de México 87, Quintana Roo 75, Guerrero 71 y así con los 27 Estados de la República restantes. Para mayor información consultar la: Fiscalía General de la República, informe estadístico [13]
Véase también
Referencias
- «RECOMENDACIÓN GENERAL No. 24 Sobre el ejercicio de la libertad de expresión en México.».
- República, Fiscalía General de la. «Conoce a la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión». gob.mx. Consultado el 10 de diciembre de 2019.
- Ochoa Campos Moisés (1968). Reseña Histórica del Periodismo Mexicano. Editorial Porrúa.
- «Del siglo XIX, las primeras periodistas mexicanas». www.dgcs.unam.mx. Consultado el 4 de marzo de 2020.
- ↑ Argudín, Yolanda (1987). Historia del periodismo en México. Panorama Editorial.
- ↑ Borrás (1983). Historia del periodismo mexicano; del ocaso porfirista al derecho a la información. Dirección General de Información UNAM.
- Carreño, J. (2000). Cien años de subordinación. Un modelo histórico de la relación entre prensa y poder en México en el siglo XX. Sala de prensa, 16.
- Lawson, C. (2002). Building the fourth estate: Democratization and the rise of a free press in Mexico. Univ of California Press.
- Hughes, S. (2009). Redacciones en conflicto: el periodismo y la democratización en México. Miguel Ángel Porrúa.
- Rodelo, F. V. (2009). . Comunicación y Sociedad (12): 101-118. Archivado desde el original el 22 de octubre de 2016.
- ↑ Del Palacio, C., ed. (2015). Violencia y periodismo regional en México. Juan Pablos Editor. ISBN 978-607-9361-41-9.
- De León Vázquez, S. (2004). «Prácticas periodísticas en Aguascalientes: estructuras de interpretación para acercarse al acontecer». Comunicación y sociedad: 185-228.
- República, Fiscalía General de la. «Conoce a la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión». gob.mx. Consultado el 10 de diciembre de 2019.
Bibliografía
Aguirre, Sebastián. (2017). Periodismo en democracia: El Estado mexicano ante la violencia contra la prensa. Tesis de licenciatura. Universidad Nacional Autónoma de México.
Ochoa Campos, Moises (1968). Reseña Histórica del Periodismo Mexicano. Porrua.
Tourliere M (2018) México se mantiene como el país más peligroso para ejercer el periodismo: RSF