fbpx
Wikipedia

Panchito Gómez Toro

Francisco Gómez Toro "Panchito" (finca La Reforma, Jatibonico, Cuba, 11 de marzo de 1876-San Pedro, provincia de La Habana, Cuba, 7 de diciembre de 1896) fue un militar cubano, teniente en la Guerra del 95.

Francisco Gómez Toro
Información personal
Nacimiento 11 de marzo de 1876
Jatibonico, Cuba
Fallecimiento 7 de diciembre de 1896
San Pedro, Cuba
Causa de muerte Muerte en combate
Nacionalidad cubana
Familia
Padres Máximo Gómez Báez y Bernarda Toro Pelegrín
Información profesional
Ocupación Mambí

Primeros años

Fue el cuarto de los nueve hijos del matrimonio integrado por el dominicano Máximo Gómez Báez y la cubana Bernarda Toro Pelegrín, apodada Manana.

El padre no pudo estar muy cerca del pequeño en los primeros meses de su vida, pues el compromiso con la lucha por la independencia de Cuba, que ya había convertido en su patria, lo reclamaba. Ni siquiera pudo estar cuando Manana y los hijos debieron salir rumbo a Jamaica y no es hasta marzo de 1878 que logra reunirse toda la familia.

Infante aún, Panchito al asumir sencillas tareas hogareñas, da muestras de su sentido de la responsabilidad, que cotidianamente, son distribuidas en medio de la penuria económica de la familia.

Unido a la admiración por el padre, a quien a veces imitaba en sus juegos infantiles, de manera recíproca resaltaba su sensibilidad y amor por su madre y hermanos.

El exilio

En 1878 se inicia un período difícil para la familia Gómez Toro, con el fin de las hostilidades independentistas cubanas. Jamaica, Honduras, Estados Unidos, Haití los acogen; y en 1888 llegan a Santo Domingo, la tierra del padre. Se instalan en La Reforma, finca del mismo nombre que la de Jatibonico.

Varios de los miembros enfermaron, murieron algunos de los muchachos, las cosechas se arruinaron, pasaron necesidades y apuros económicos, pero nunca se dieron por vencidos. En 1892 en Montecristi Francisco Gómez Toro trabaja en la casa Jiménez, y hasta allí va José Julián Martí Pérez a buscarlo para que lo conduzca a La Reforma, donde se hallaba el padre. Este primer encuentro del joven con Martí, marcaría el inicio de una relación que se mantendría hasta la muerte de Martí.

Panchito estaba plenamente identificado con la situación que se vivía en Cuba y la necesidad de iniciar nuevamente las acciones para lograr la definitiva independencia. En varias ocasiones participa junto a Martí, Antonio Maceo y Grajales, su padre y otros revolucionarios más en los propósitos conspirativos.

A pesar de su juventud es maduro, trabajador, responsable, Máximo Gómez confía plenamente en él y al partir hacia tierra cubana deja en sus manos y las de su hermano hijo Maxito, la tutela de los asuntos familiares. Panchito contrae una gran responsabilidad, que gustosamente cambiaría por poder estar combatiendo en la manigua de Cuba.

En septiembre de 1896 se embarca en el vapor Three Friends, con una expedición encabezada por el General Juan Rius Rivera, destinada a desembarcar en el occidente. Allí espera ponerse a las órdenes de Maceo.

Muerte

El General Antonio Maceo y Grajales acoge a Panchito como a un hijo y siempre lo mantiene cerca de él, sabe que al incorporarlo a su tropa contrae un gran compromiso con Gómez. Participan juntos en varias acciones, luego el 7 de diciembre mueren juntos en combate en la batalla de San Pedro.[1][2]

Hacia el otoño de 1896, se habían agudizado las contradicciones entre el gobierno de la República en Armas y el general en jefe del Ejército Mambí, Máximo Gómez. La petulancia de Rafael M. Portuondo Tamayo, secretario interino de la Guerra, llevó el conflicto hasta un punto de no retorno y Gómez convocó a Maceo para encontrarse en Las Villas. Llevaba una determinación: renunciar.

Con impasible indiferencia el gobierno observaba el sacrificio en Pinar del Río, sin socorros ni otro auxilio que su propio esfuerzo; pero Maceo no daba tregua al general Valeriano Weyler ni margen a Estados Unidos, que acechaba a la sombra, a la espera de que se debilitara el empuje revolucionario. En el segundo semestre, el Titán de Bronce había conseguido reactivar la campaña tras los desembarcos de Leyte Vidal, con 200 fusiles y 300 000 cartuchos, y Juan Rius Rivera, con 920 fusiles, 450 000 cartuchos y un cañón neumático. Entre los expedicionarios se hallaba Panchito Gómez Toro, el hijo de Gómez que Martí llevó consigo en su viaje a Costa Rica, aquel que con apenas 14 años de edad impresionó al Apóstol durante su estancia en La Reforma por su profunda vocación bolivariana y sentido quijotesco de la justicia. Tenía 20 años. Maceo lo abrazó como a un hijo.

El 2 de noviembre, Maceo recibió la nota de Gómez. Dos cartas de Eusebio Hernández y el coronel Juan Masó Parra, le permitieron comprender la gravedad de la situación. No podía creerlo. Preocupado, acudió de inmediato al llamado del Generalísimo pese a que su permanencia en Pinar del Río resultaba vital.

Para trasladarse a Las Villas, en repetidas ocasiones intentó atravesar la trocha Mariel-Majana, de 32 km de largo. En uno de los intentos cayó desplomado del caballo; poco tiempo después abrió los ojos. “Dijo que había sido un vahído, y se lo achacó a la humedad de la noche y a que había dormitado unos minutos después de haber chupado una caña. Alguien ha especulado que el motivo fue un sueño premonitorio en el que había visto a su esposa cubierta por un velo y a todos sus hermanos muertos en la guerra”.

Consiguió un bote para cruzar por la boca del Mariel con 20 compañeros, el 4 de diciembre. Dejó atrás su escolta y 150 hombres que lo acompañaron hasta la trocha. Hosco y taciturno, prosiguió por aquella ruta incierta. Nunca le pareció una noche tan corta, ni imaginó que del otro lado lo esperaba el comandante Francisco Cirujeda, jefe del batallón no. 7 de San Quintín, quien operaba entre Punta Brava y el Camino a Vueltabajo, en los límites con el Mariel: “Acaban de asegurarme que Maceo intenta pasar solo por la trocha inmediata a Mariel […]” —había notificado el 1.º de diciembre Cirujeda a su superioridad.

Sobre las 9:00 a. m. del 7 de diciembre de 1896, Maceo llegó a la finca de San Pedro de Punta Brava, en Bauta, donde lo aguardaban unos quinientos habaneros. Llegó enfermo y con fiebre. Desde su hamaca puntualizó un plan dirigido a atacar Marianao y otros suburbios capitalinos. Sobre las 2:55 p.m. fueron sorprendidos. A las voces de “¡Fuego, fuego en San Pedro!”, se sucedió una nutrida balacera que provocó desorden total en el campamento. Encolerizado, Maceo trató de incorporarse de la hamaca y, al no poder hacerlo, pidió a su ayudante que le tendiera la mano. Ante la confusión observada pidió un corneta para ordenar el toque a degüello y levantar la moral combativa. No apareció ninguno. Demoró 10 minutos en vestirse y ensilló su caballo, tal y como acostumbraba a hacer en vísperas de un combate.

La fuerza enemiga se parapetó tras unas cercas de piedra que dominaban el área con su fusilería. Maceo decidió realizar un movimiento envolvente por ambos flancos para desalojarlos del parapeto y batirlos en el potrero aledaño. Se interponía una cerca de alambres y comenzaron a picarla. La maniobra fue descubierta y un aguacero de proyectiles no les dejó terminar la faena. Al inclinarse sobre su caballo, una bala impactó sobre el lado derecho del rostro de Maceo y le seccionó la carótida junto al mentón. Un chorro de sangre brotó por la herida y manchó su chamarreta; se mantuvo dos o tres segundos erguido, soltó las bridas, se le desprendió el machete y se desplomó.

Se acercaron el general de división Pedro Díaz Molina, oficial de máxima graduación en San Pedro, después del Titán de Bronce; el brigadier José Miró Argenter, jefe del Estado Mayor del 6.º cuerpo; los coroneles Máximo Zertucha, médico del lugarteniente general; Alberto Nodarse Bacallao, su ayudante de campo durante la invasión, y el comandante Juan Manuel Sánchez Amat, jefe de la escolta del Cuartel General, quien al verlo desmoronado sostuvo su cuerpo exánime y le preguntó consternado: “¿Qué le pasa, general?”.

No respondió. Había perdido el habla y estaba pálido, sin sangre en el rostro; la condición mortal de la herida segó su vida en apenas un minuto. Miró Argenter salió impulsado del lugar, sin mirar atrás, ignorando los gritos de Zertucha que le pedía ayuda para cargar el cadáver. Tras unos segundos de incertidumbre, el galeno tomó la misma decisión y se retiró asustado, desmoralizado. Tres días más tarde, se acogería al indulto español; luego solicitaría reincorporarse a la contienda. Pedro Díaz igualmente se marchó; los tres con el mismo argumento: iban por refuerzos que nunca llegaron.

Alberto Nodarse, ingeniero, arquitecto de profesión y experimentado agrónomo, que había recibido ya siete heridas de bala, lideró junto a Juan Manuel Sánchez la resistencia que plantó la escolta del Cuartel General a campo descubierto para tratar de retirar el cadáver que pesaba 209 libras. Sus movimientos atrajeron el fuego español y el lugar se convirtió en un infierno. Después de gran esfuerzo, lo montaron en un caballo que fue fusilado en el campo enemigo. Sánchez trajo el suyo e intentaron alzar el cuerpo de Maceo; pero una descarga cerrada hizo impacto en las dos rodillas del bravo comandante y fue neutralizado. Bañado en sangre por la copiosa hemorragia provocada por dos proyectiles que le fracturaron el húmero y las costillas, Nodarse tuvo que desistir, ya casi desfallecido. Agotados todos los recursos tras más de dos horas de combate, se hizo insostenible la posición; los últimos mambises se retiraron gravemente heridos.

Al conocer la tragedia, Panchito, con un brazo en cabestrillo acudió —según expresó— “…a morir al lado del general”.

Caía la tarde, cuando en medio del clima de abatimiento y confusión reinante, el teniente coronel Juan Delgado —joven de Bejucal que se unió al contingente invasor a las órdenes de Gómez y ascendió hasta mandar el regimiento de Caballería de Santiago de las Vegas—le preguntó qué hacer al coronel Ricardo Sartorio Leal, jefe de la brigada Oeste de La Habana: “Delgado, los generales se han marchado, nuestra responsabilidad ha cesado” —fue la respuesta que recibió. Indignado y resuelto, el habanero arengó a los presentes: “Es una vergüenza para las fuerzas cubanas que los españoles se lleven el cadáver del general Maceo, sin hacer nada por rescatarlo. Prefiero la muerte antes de que el general Máximo Gómez sepa que estando yo aquí, los españoles se han llevado el cadáver del general. El que sea cubano y tenga valor, que me siga”.

Dieciocho valientes, entre ellos Ricardo Sartorio, quien acompañaba a Maceo desde Mangos de Baraguá, y el coronel Alberto Rodríguez Acosta, joven matancero que mandaba el regimiento de infantería de la brigada Oeste de La Habana, se sumaron a Delgado en la hombrada de rescatar de territorio enemigo al Titán de Bronce y a Panchito. Fue tan fuerte su embestida, que la guerrilla que despojaba a sus cadáveres de las pertenencias, abandonó el lugar sin imaginar la prenda que dejaban. Esa noche los insurrectos lavaron los cuerpos de los dos héroes y los velaron. Decidieron esconderlos en la finca Cacahual, propiedad de Pedro Pérez, tío del teniente coronel Juan Delgado.

Cabalgaron toda la noche. Sobre las 4:00 a. m. llegaron a Santiago de las Vegas. Delgado llamó a la puerta. Creyendo que eran los españoles, Pedro Pérez abrió con cierto temor. En voz baja, con los dos cadáveres depositados sobre la yerba, su sobrino le dio la encomienda: “Aquí te entrego estos dos cadáveres. Ellos son Antonio Maceo y el hijo de Máximo Gómez. Entiérralos secretamente antes de que llegue el día y no digas a nadie dónde están hasta que no se termine la guerra; entonces, si Cuba es libre, lo comunicas al presidente de la República, si no, al general Máximo Gómez”.

Pedro Pérez cumplió su promesa y guardó el secreto con celo extraordinario, aún en medio de las penurias que debió sufrir durante la reconcentración.

Paradójicamente, Pedro Díaz tuvo la bochornosa actitud de aceptar el ascenso al grado de mayor general que —a propuesta de José Miró Argenter, quien tergiversó los hechos— Gómez aceptó conferirle “…como gracia especialísima y por el hecho de haber rescatado con valor heroico […] el cadáver del ilustre Lugarteniente General Antonio Maceo”.

Fue un golpe terrible. Entre 1895 y 1896, habían muerto seis de los jefes más valiosos y radicales de la revolución: José Martí, Guillermón Moncada, Flor Crombet, Francisco Borrero, José Maceo y Serafín Sánchez. Para cerrar este año fatal perecían el lugarteniente general y, muy poco después, José María Aguirre. Varios de los nuevos cuadros, en algunos casos de probada competencia militar, estuvieron muy por debajo de la entereza y proyecciones ideológicas demandadas para la construcción de una patria nueva o, peor aún, distantes del sufrimiento y la miseria del pueblo humilde del que se nutrieron las filas del Ejército Mambí.

“José Miguel Gómez, Mario García Menocal, Gerardo Machado o José de Jesús Monteagudo, que demostraron su capacidad militar en la revolución, fueron el reverso ideológico de Antonio y José Maceo, Crombet, Moncada, Borrero, Sánchez y Aguirre. Sin ellos al general en jefe le esperaba una tarea de titanes: expulsar a España de Cuba”.

Gómez quedó destrozado. Al efecto ultrajante de la actitud del Consejo de Gobierno, se sumaba la muerte de Panchito y de su viejo compañero. Y aquel viejo soldado con el pellejo curtido por tanta pelea; de pronto, comenzó a llorar. “Otra gran desgracia, la más terrible que podía caer sobre mí. Cuánta verdad expresó el que tuvo la ocurrencia de decir: ‘Nunca los males vienen solos’” —registró el 16 de diciembre en su diario. Y el 28, en la intimidad de su hamaca, vertió su dolor: “¡Triste, muy triste, más que triste desgraciado ha sido para mí el año 96! Me deja acongojado y maltrecho. […] hoy, en este día, en estos instantes, siento en mi alma la más honda pena y casi me siento abrumado por una pesadumbre que hago esfuerzo por soportar”.

Aún no había cumplido 21 años y su sangre anegaba los campos de la patria. Días después la noticia del deceso le llegaría al padre, sumiéndolo en una profunda tristeza que le lleva a expresar:

"Murió mi Panchito amado muy lejos de mí; mis brazos se quedaron abiertos, esperándole, porque así lo dispuso el destino (...) Descansa en paz héroe feliz, flor de un día que esparció sus perfumes entre los suyos (...) siempre te estaremos llorando (...) en el hogar que tu eterna ausencia ha dejado desolado y triste, eterno será tu duelo".

Referencias

http://www.cubadebate.cu/especiales/2017/12/07/el-que-sea-cubano-y-tenga-valor-que-me-siga/#.WjQMEnnatQ8

  1. . Archivado desde el original el 16 de junio de 2010. Consultado el 14 de julio de 2010. 
  2. http://www.cultstgo.cult.cu/centroamaceo/index.php?option=com_content&task=view&id=132 (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).

Enlaces externos

  • Centro de Estudios Antonio Maceo Grajales el 30 de abril de 2020 en Wayback Machine. Institución cubana que estudia la vida y pensamiento de Antonio Maceo
  • Revista Bohemia - El combate de San Pedro el 16 de junio de 2010 en Wayback Machine.
  • Centro de Estudios Antonio Maceo Grajales - Aproximación a la muerte de Antonio Maceo y Francisco Gómez Toro. (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
  •   Datos: Q6059466

panchito, gómez, toro, francisco, gómez, toro, panchito, finca, reforma, jatibonico, cuba, marzo, 1876, pedro, provincia, habana, cuba, diciembre, 1896, militar, cubano, teniente, guerra, francisco, gómez, toroinformación, personalnacimiento11, marzo, 1876jati. Francisco Gomez Toro Panchito finca La Reforma Jatibonico Cuba 11 de marzo de 1876 San Pedro provincia de La Habana Cuba 7 de diciembre de 1896 fue un militar cubano teniente en la Guerra del 95 Francisco Gomez ToroInformacion personalNacimiento11 de marzo de 1876Jatibonico CubaFallecimiento7 de diciembre de 1896San Pedro CubaCausa de muerteMuerte en combateNacionalidadcubanaFamiliaPadresMaximo Gomez Baez y Bernarda Toro PelegrinInformacion profesionalOcupacionMambi editar datos en Wikidata Indice 1 Primeros anos 2 El exilio 3 Muerte 4 Referencias 5 Enlaces externosPrimeros anos EditarFue el cuarto de los nueve hijos del matrimonio integrado por el dominicano Maximo Gomez Baez y la cubana Bernarda Toro Pelegrin apodada Manana El padre no pudo estar muy cerca del pequeno en los primeros meses de su vida pues el compromiso con la lucha por la independencia de Cuba que ya habia convertido en su patria lo reclamaba Ni siquiera pudo estar cuando Manana y los hijos debieron salir rumbo a Jamaica y no es hasta marzo de 1878 que logra reunirse toda la familia Infante aun Panchito al asumir sencillas tareas hogarenas da muestras de su sentido de la responsabilidad que cotidianamente son distribuidas en medio de la penuria economica de la familia Unido a la admiracion por el padre a quien a veces imitaba en sus juegos infantiles de manera reciproca resaltaba su sensibilidad y amor por su madre y hermanos El exilio EditarEn 1878 se inicia un periodo dificil para la familia Gomez Toro con el fin de las hostilidades independentistas cubanas Jamaica Honduras Estados Unidos Haiti los acogen y en 1888 llegan a Santo Domingo la tierra del padre Se instalan en La Reforma finca del mismo nombre que la de Jatibonico Varios de los miembros enfermaron murieron algunos de los muchachos las cosechas se arruinaron pasaron necesidades y apuros economicos pero nunca se dieron por vencidos En 1892 en Montecristi Francisco Gomez Toro trabaja en la casa Jimenez y hasta alli va Jose Julian Marti Perez a buscarlo para que lo conduzca a La Reforma donde se hallaba el padre Este primer encuentro del joven con Marti marcaria el inicio de una relacion que se mantendria hasta la muerte de Marti Panchito estaba plenamente identificado con la situacion que se vivia en Cuba y la necesidad de iniciar nuevamente las acciones para lograr la definitiva independencia En varias ocasiones participa junto a Marti Antonio Maceo y Grajales su padre y otros revolucionarios mas en los propositos conspirativos A pesar de su juventud es maduro trabajador responsable Maximo Gomez confia plenamente en el y al partir hacia tierra cubana deja en sus manos y las de su hermano hijo Maxito la tutela de los asuntos familiares Panchito contrae una gran responsabilidad que gustosamente cambiaria por poder estar combatiendo en la manigua de Cuba En septiembre de 1896 se embarca en el vapor Three Friends con una expedicion encabezada por el General Juan Rius Rivera destinada a desembarcar en el occidente Alli espera ponerse a las ordenes de Maceo Muerte EditarEl General Antonio Maceo y Grajales acoge a Panchito como a un hijo y siempre lo mantiene cerca de el sabe que al incorporarlo a su tropa contrae un gran compromiso con Gomez Participan juntos en varias acciones luego el 7 de diciembre mueren juntos en combate en la batalla de San Pedro 1 2 Hacia el otono de 1896 se habian agudizado las contradicciones entre el gobierno de la Republica en Armas y el general en jefe del Ejercito Mambi Maximo Gomez La petulancia de Rafael M Portuondo Tamayo secretario interino de la Guerra llevo el conflicto hasta un punto de no retorno y Gomez convoco a Maceo para encontrarse en Las Villas Llevaba una determinacion renunciar Con impasible indiferencia el gobierno observaba el sacrificio en Pinar del Rio sin socorros ni otro auxilio que su propio esfuerzo pero Maceo no daba tregua al general Valeriano Weyler ni margen a Estados Unidos que acechaba a la sombra a la espera de que se debilitara el empuje revolucionario En el segundo semestre el Titan de Bronce habia conseguido reactivar la campana tras los desembarcos de Leyte Vidal con 200 fusiles y 300 000 cartuchos y Juan Rius Rivera con 920 fusiles 450 000 cartuchos y un canon neumatico Entre los expedicionarios se hallaba Panchito Gomez Toro el hijo de Gomez que Marti llevo consigo en su viaje a Costa Rica aquel que con apenas 14 anos de edad impresiono al Apostol durante su estancia en La Reforma por su profunda vocacion bolivariana y sentido quijotesco de la justicia Tenia 20 anos Maceo lo abrazo como a un hijo El 2 de noviembre Maceo recibio la nota de Gomez Dos cartas de Eusebio Hernandez y el coronel Juan Maso Parra le permitieron comprender la gravedad de la situacion No podia creerlo Preocupado acudio de inmediato al llamado del Generalisimo pese a que su permanencia en Pinar del Rio resultaba vital Para trasladarse a Las Villas en repetidas ocasiones intento atravesar la trocha Mariel Majana de 32 km de largo En uno de los intentos cayo desplomado del caballo poco tiempo despues abrio los ojos Dijo que habia sido un vahido y se lo achaco a la humedad de la noche y a que habia dormitado unos minutos despues de haber chupado una cana Alguien ha especulado que el motivo fue un sueno premonitorio en el que habia visto a su esposa cubierta por un velo y a todos sus hermanos muertos en la guerra Consiguio un bote para cruzar por la boca del Mariel con 20 companeros el 4 de diciembre Dejo atras su escolta y 150 hombres que lo acompanaron hasta la trocha Hosco y taciturno prosiguio por aquella ruta incierta Nunca le parecio una noche tan corta ni imagino que del otro lado lo esperaba el comandante Francisco Cirujeda jefe del batallon no 7 de San Quintin quien operaba entre Punta Brava y el Camino a Vueltabajo en los limites con el Mariel Acaban de asegurarme que Maceo intenta pasar solo por la trocha inmediata a Mariel habia notificado el 1 º de diciembre Cirujeda a su superioridad Sobre las 9 00 a m del 7 de diciembre de 1896 Maceo llego a la finca de San Pedro de Punta Brava en Bauta donde lo aguardaban unos quinientos habaneros Llego enfermo y con fiebre Desde su hamaca puntualizo un plan dirigido a atacar Marianao y otros suburbios capitalinos Sobre las 2 55 p m fueron sorprendidos A las voces de Fuego fuego en San Pedro se sucedio una nutrida balacera que provoco desorden total en el campamento Encolerizado Maceo trato de incorporarse de la hamaca y al no poder hacerlo pidio a su ayudante que le tendiera la mano Ante la confusion observada pidio un corneta para ordenar el toque a deguello y levantar la moral combativa No aparecio ninguno Demoro 10 minutos en vestirse y ensillo su caballo tal y como acostumbraba a hacer en visperas de un combate La fuerza enemiga se parapeto tras unas cercas de piedra que dominaban el area con su fusileria Maceo decidio realizar un movimiento envolvente por ambos flancos para desalojarlos del parapeto y batirlos en el potrero aledano Se interponia una cerca de alambres y comenzaron a picarla La maniobra fue descubierta y un aguacero de proyectiles no les dejo terminar la faena Al inclinarse sobre su caballo una bala impacto sobre el lado derecho del rostro de Maceo y le secciono la carotida junto al menton Un chorro de sangre broto por la herida y mancho su chamarreta se mantuvo dos o tres segundos erguido solto las bridas se le desprendio el machete y se desplomo Se acercaron el general de division Pedro Diaz Molina oficial de maxima graduacion en San Pedro despues del Titan de Bronce el brigadier Jose Miro Argenter jefe del Estado Mayor del 6 º cuerpo los coroneles Maximo Zertucha medico del lugarteniente general Alberto Nodarse Bacallao su ayudante de campo durante la invasion y el comandante Juan Manuel Sanchez Amat jefe de la escolta del Cuartel General quien al verlo desmoronado sostuvo su cuerpo exanime y le pregunto consternado Que le pasa general No respondio Habia perdido el habla y estaba palido sin sangre en el rostro la condicion mortal de la herida sego su vida en apenas un minuto Miro Argenter salio impulsado del lugar sin mirar atras ignorando los gritos de Zertucha que le pedia ayuda para cargar el cadaver Tras unos segundos de incertidumbre el galeno tomo la misma decision y se retiro asustado desmoralizado Tres dias mas tarde se acogeria al indulto espanol luego solicitaria reincorporarse a la contienda Pedro Diaz igualmente se marcho los tres con el mismo argumento iban por refuerzos que nunca llegaron Alberto Nodarse ingeniero arquitecto de profesion y experimentado agronomo que habia recibido ya siete heridas de bala lidero junto a Juan Manuel Sanchez la resistencia que planto la escolta del Cuartel General a campo descubierto para tratar de retirar el cadaver que pesaba 209 libras Sus movimientos atrajeron el fuego espanol y el lugar se convirtio en un infierno Despues de gran esfuerzo lo montaron en un caballo que fue fusilado en el campo enemigo Sanchez trajo el suyo e intentaron alzar el cuerpo de Maceo pero una descarga cerrada hizo impacto en las dos rodillas del bravo comandante y fue neutralizado Banado en sangre por la copiosa hemorragia provocada por dos proyectiles que le fracturaron el humero y las costillas Nodarse tuvo que desistir ya casi desfallecido Agotados todos los recursos tras mas de dos horas de combate se hizo insostenible la posicion los ultimos mambises se retiraron gravemente heridos Al conocer la tragedia Panchito con un brazo en cabestrillo acudio segun expreso a morir al lado del general Caia la tarde cuando en medio del clima de abatimiento y confusion reinante el teniente coronel Juan Delgado joven de Bejucal que se unio al contingente invasor a las ordenes de Gomez y ascendio hasta mandar el regimiento de Caballeria de Santiago de las Vegas le pregunto que hacer al coronel Ricardo Sartorio Leal jefe de la brigada Oeste de La Habana Delgado los generales se han marchado nuestra responsabilidad ha cesado fue la respuesta que recibio Indignado y resuelto el habanero arengo a los presentes Es una verguenza para las fuerzas cubanas que los espanoles se lleven el cadaver del general Maceo sin hacer nada por rescatarlo Prefiero la muerte antes de que el general Maximo Gomez sepa que estando yo aqui los espanoles se han llevado el cadaver del general El que sea cubano y tenga valor que me siga Dieciocho valientes entre ellos Ricardo Sartorio quien acompanaba a Maceo desde Mangos de Baragua y el coronel Alberto Rodriguez Acosta joven matancero que mandaba el regimiento de infanteria de la brigada Oeste de La Habana se sumaron a Delgado en la hombrada de rescatar de territorio enemigo al Titan de Bronce y a Panchito Fue tan fuerte su embestida que la guerrilla que despojaba a sus cadaveres de las pertenencias abandono el lugar sin imaginar la prenda que dejaban Esa noche los insurrectos lavaron los cuerpos de los dos heroes y los velaron Decidieron esconderlos en la finca Cacahual propiedad de Pedro Perez tio del teniente coronel Juan Delgado Cabalgaron toda la noche Sobre las 4 00 a m llegaron a Santiago de las Vegas Delgado llamo a la puerta Creyendo que eran los espanoles Pedro Perez abrio con cierto temor En voz baja con los dos cadaveres depositados sobre la yerba su sobrino le dio la encomienda Aqui te entrego estos dos cadaveres Ellos son Antonio Maceo y el hijo de Maximo Gomez Entierralos secretamente antes de que llegue el dia y no digas a nadie donde estan hasta que no se termine la guerra entonces si Cuba es libre lo comunicas al presidente de la Republica si no al general Maximo Gomez Pedro Perez cumplio su promesa y guardo el secreto con celo extraordinario aun en medio de las penurias que debio sufrir durante la reconcentracion Paradojicamente Pedro Diaz tuvo la bochornosa actitud de aceptar el ascenso al grado de mayor general que a propuesta de Jose Miro Argenter quien tergiverso los hechos Gomez acepto conferirle como gracia especialisima y por el hecho de haber rescatado con valor heroico el cadaver del ilustre Lugarteniente General Antonio Maceo Fue un golpe terrible Entre 1895 y 1896 habian muerto seis de los jefes mas valiosos y radicales de la revolucion Jose Marti Guillermon Moncada Flor Crombet Francisco Borrero Jose Maceo y Serafin Sanchez Para cerrar este ano fatal perecian el lugarteniente general y muy poco despues Jose Maria Aguirre Varios de los nuevos cuadros en algunos casos de probada competencia militar estuvieron muy por debajo de la entereza y proyecciones ideologicas demandadas para la construccion de una patria nueva o peor aun distantes del sufrimiento y la miseria del pueblo humilde del que se nutrieron las filas del Ejercito Mambi Jose Miguel Gomez Mario Garcia Menocal Gerardo Machado o Jose de Jesus Monteagudo que demostraron su capacidad militar en la revolucion fueron el reverso ideologico de Antonio y Jose Maceo Crombet Moncada Borrero Sanchez y Aguirre Sin ellos al general en jefe le esperaba una tarea de titanes expulsar a Espana de Cuba Gomez quedo destrozado Al efecto ultrajante de la actitud del Consejo de Gobierno se sumaba la muerte de Panchito y de su viejo companero Y aquel viejo soldado con el pellejo curtido por tanta pelea de pronto comenzo a llorar Otra gran desgracia la mas terrible que podia caer sobre mi Cuanta verdad expreso el que tuvo la ocurrencia de decir Nunca los males vienen solos registro el 16 de diciembre en su diario Y el 28 en la intimidad de su hamaca vertio su dolor Triste muy triste mas que triste desgraciado ha sido para mi el ano 96 Me deja acongojado y maltrecho hoy en este dia en estos instantes siento en mi alma la mas honda pena y casi me siento abrumado por una pesadumbre que hago esfuerzo por soportar Aun no habia cumplido 21 anos y su sangre anegaba los campos de la patria Dias despues la noticia del deceso le llegaria al padre sumiendolo en una profunda tristeza que le lleva a expresar Murio mi Panchito amado muy lejos de mi mis brazos se quedaron abiertos esperandole porque asi lo dispuso el destino Descansa en paz heroe feliz flor de un dia que esparcio sus perfumes entre los suyos siempre te estaremos llorando en el hogar que tu eterna ausencia ha dejado desolado y triste eterno sera tu duelo Referencias Editarhttp www cubadebate cu especiales 2017 12 07 el que sea cubano y tenga valor que me siga WjQMEnnatQ8 Copia archivada Archivado desde el original el 16 de junio de 2010 Consultado el 14 de julio de 2010 http www cultstgo cult cu centroamaceo index php option com content amp task view amp id 132 enlace roto disponible en Internet Archive vease el historial la primera version y la ultima Enlaces externos EditarCentro de Estudios Antonio Maceo Grajales Archivado el 30 de abril de 2020 en Wayback Machine Institucion cubana que estudia la vida y pensamiento de Antonio Maceo Revista Bohemia El combate de San Pedro Archivado el 16 de junio de 2010 en Wayback Machine Centro de Estudios Antonio Maceo Grajales Aproximacion a la muerte de Antonio Maceo y Francisco Gomez Toro enlace roto disponible en Internet Archive vease el historial la primera version y la ultima Datos Q6059466 Obtenido de https es wikipedia org w index php title Panchito Gomez Toro amp oldid 148813449, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

español

, española, descargar, gratis, descargar gratis, mp3, video, mp4, 3gp, jpg, jpeg, gif, png, imagen, música, canción, película, libro, juego, juegos