Luis Henry Molina Peña
Luis Henry Molina Peña (Santo Domingo, República Dominicana; 24 de agosto de 1967), es licenciado en Derecho de la , y con un posgrado en Derecho Constitucional de la Universidad Católica de Chile. Presidente de la Suprema Corte de Justicia y del Consejo del Poder Judicial de la República Dominicana. Fue director de la , institución adscrita a la Suprema Corte de Justicia desde 1998 hasta 2010.
Luis Henry Molina Peña | ||
---|---|---|
| ||
Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la República Dominicana Actualmente en el cargo | ||
Desde el 5 de abril de 2019 | ||
Presidente | Danilo Medina | |
Predecesor | Mariano Germán Mejía | |
| ||
Presidente del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel) | ||
19 de febrero de 2018-5 de abril de 2019 | ||
Presidente | Danilo Medina | |
Predecesor | José del Castillo Saviñón | |
Sucesor | Nelson José Guillén Bello | |
| ||
Viceministro de la presidencia de la República Dominicana | ||
16 de agosto de 2012-16 de agosto de 2016 | ||
Presidente | Danilo Medina | |
| ||
Información personal | ||
Nacimiento | 24 de agosto de 1967 (53 años) Santo Domingo, República Dominicana | |
Residencia | Santo Domingo, Distrito Nacional, República Dominicana | |
Nacionalidad | Dominicana | |
Familia | ||
Hijos | Guillermo Emilio Fernándo José Luis Henry | |
Educación | ||
Educado en | Universidad Autónoma de Santo Domingo, UASD | |
Información profesional | ||
Ocupación | Abogado | |
Web | ||
Sitio web | ||
Desde 2012 a 2016 fue viceministro de la Presidencia de la República Dominicana. Luego fue designado director ejecutivo del Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana (CEI-RD), donde enfocó sus esfuerzos en lograr las sinergias sectoriales necesarias para llevar adelante una estrategia de impacto en los indicadores de gestión, como en la atracción de inversiones de fuera y el logro de exportación de productos locales. En 2018 fue designado Presidente del Consejo del Instituto Dominicano de Telecomunicaciones (INDOTEL).
Vida personal
Hijo de Carmen Miledys Peña Castro y Luis Henry Molina. Es el segundo de cuatro hermanos.
Ha vivido la mayor parte de su vida en República Dominicana, pero en su niñez emigró a Caracas, Venezuela durante seis años en compañía de su padre, quien tuvo que abandonar el país por persecuciones políticas en épocas del gobierno de Joaquín Balaguer. En Venezuela, llevó a cabo muchísimas excursiones en los cerros de La Trinidad, en Coracrevi convertidos hoy en zonas increíblemente pobladas.
Tiene tres hijos: Guillermo Emilio, Fernando José y Luis Henry.
Influencia política e inicios
Toda su infancia estuvo llena de política. Cuando era pequeño estuvo muy influenciado por la actividad sindical y política de su padre, a quien acompañaba cuando era secretario general de la Confederación Autónoma Sindical Cristiana (CASC),[1] así como a las actividades de las reuniones del Instituto Nacional de la Formación Agraria Sindical (INFAS) y a los eventos de la Federación de Ligas Agrarias Cristianas (FEDELAC). Esto le permitió tener la experiencia de entrar en contacto desde niño con políticos de la talla de Luis Herrera Campins, Rafael Caldera, Arístides Calvani, Dagoberto Gonzáles, Rafael León y Emilio Máspero. Durante el período en que su padre se desempeñó como secretario general adjunto de la Confederación Latinoamericana de Trabajadores (CLAT) vivió intensamente el ambiente del sindicalismo latinoamericano y la efervescencia política de Venezuela.
En dicho país varias personas marcaron su formación, entre ellos su padrino, Rafael León Leónel (murió el año 2008), quien fue diputado y secretario general de la Central Venezolana de Trabajadores; Emilio Máspero, quien era el secretario general de la CLAT; Dagoberto González, entonces senador por Caracas y el secretario general de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA). A todos ellos los llamaba “tios” por la relación de familiaridad con que se trataban.
En sus años de estudiante en la UASD, comenzó a militar en el Movimiento Estudiantil de Concientización (MEC), cuyo asesor era el padre Frenando de Arango, sacerdote jesuita. En el MEC tuvo por primera vez contacto con la espiritualidad ignaciana a través de los retiros espirituales y un contacto muy activo con las zonas rurales dominicanas a través de la participación en las jornadas de trabajo solidario en distintas comunidades del país. Del MEC aprendió la importancia del método de trabajo, la mística y el compromiso como instrumentos transformadores de la vida para poder a su vez transformar la sociedad. En el Movimiento hizo los amigos que hasta el día son con los que comparte el camino de la vida. Durante los dos últimos años de sus estudios universitarios, vivió junto a su gran amigo Andrés Navarro García, una experiencia de inserción en el barrio de los Guandules, el sector parroquial de la Esperanza, una experiencia que marco mucho su vida, porque le permitió comprender y compartir las necesidades de la población marginada de nuestra sociedad.
Carrera laboral y profesional
Su primer trabajo remunerado lo tuvo a los 18 años como oficinista en el Tribunal de Superior de Tierras y después en el Centro Dominicano de Asesorías e Investigaciones Legales (CEDAIL), una institución de la Conferencia del Episcopado Dominicano. Como parte de su trabajo en CEDAIL tuvo la oportunidad de colaborar con Ciudad Alternativa, un proyecto de remodelación urbana con la participación popular. Pero después que terminó la universidad, sintió la necesidad de aprender la experiencia de trabajar bajo la disciplina y eficiencia del sector privado.
Laboró como abogado asociado de la firma Pellerano & Herrera donde se desempeñó por un tiempo litigando; fueron años de experiencia como abogado, y luego por algunas circunstancias que se presentaron, tuvo la oportunidad de crear y gestionar la división de Servicio de Cobros (Servicobros) de la firma.
Durante sus años en Pellerano & Herrera tuvo la oportunidad de trabajar y entrar en contacto con el Dr. Juan Manuel Pellerano [1] en un trabajo de organización de la biblioteca de la oficina, las actividades de la Asociación Hipólito Herrera Billini y como miembro del Comité de Redacción de la Revista Estudios Jurídicos. Con el Dr. Pellerano ha mantenido desde aquella época una relación muy estrecha y filial, donde se destaca el mutuo respeto y admiración de ambos.
Luego de seis años trabajando en Pellerano y Herrera y de haber adquirido una importante experiencia gerencial, sus intereses sociales comenzaron a surgir de nuevo y sentía que no deseaba continuar como empleado privado, quería dedicarse a hacer un trabajo público para hacer aportes a su país; no había contemplado la posibilidad de estudiar una maestría, pero conversando con su esposa de sus inquietudes ella lo convenció de que depositara algunas solicitudes de beca para ver si podía hacer una maestría. Buscando opciones, se enamoró de Chile viendo el programa de noticias de la Cadena de Televisión SUR y comenzó a buscar universidades en Chile con la idea de hacer una Maestría en Derecho Público, mención Derecho Constitucional.
Con los ahorros de sus seis años de trabajo, decidió irse a Chile con su esposa y su hijo mayor, que en esa época tenía apenas dos años, pero al llegar a Chile, consiguió una beca del gobierno de dicho país para hacer su maestría de Derecho Constitucional en la Pontificia Universidad Católica de Chile. A su regreso, trabajó como consultor del Banco Mundial para el y luego pasó a ser su director ejecutivo, una breve experiencia que le permitió conocer de manera muy rápida y dolorosa la diferencia entre el mundo de lo público y lo privado y los intereses que se mueven en esas esferas. Luego de esta experiencia, el Dr. Juan Manuel Pellerano, que fungía como director de la entonces Escuela de la Magistratura, lo llevó como subdirector de la escuela. Unos dos meses después el Dr. Pellerano tuvo que renunciar a su puesto porque le ley de Carrera judicial prohibía que el director de le escuela fuera un abogado en ejercicio, así que Luis Henry paso a desempeñarse como director interino de la Escuela de la Magistratura hasta que la nueva ley estableció el cambio de Escuela de la Magistratura, por “” y se llamó a un concurso público de oposición para la elección del director, del cual Henry Molina resultó ganador.
En el marco de sus funciones se ha desempeñado: como director ejecutivo de la Comisión de Implementación de la Reforma Procesal Penal (CONAEJ), se ha desempeñado también como el primer secretario general de la Red Iberoamericana de Escuelas Judiciales (RIAEJ), creada por la Cumbre de Presidentes de Tribunales y Cortes Supremas de Justicia de Iberoamerica; ha contribuido a la creación de las y las provincias argentinas REFELJAR, en el marco del Proyecto Euro Social de la Unión Europea; y se desempeñó también como coordinador del Proyecto E-justicia: la justicia en la sociedad del conocimiento, de la Cumbre Judicial Iberoamericana. Tras 12 años consecutivos como director de la Escuela Nacional de la Judicatura en diciembre del año 2010 puso fin a sus funciones y fue reemplazado por la .
Experiencia como docente
Se he desempeñado como profesor en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, de las materias de Historia del Derecho, Introducción al Derecho, Derecho Comparado a nivel de licenciatura, así como Derecho Constitucional, en el grado de maestría para la Universidad Iberoamericana (UNIBE).
Enlaces relacionados
- Poder Judicial de la República Dominicana
- Página oficial de Henry Molina
Referencias
- Gómez Cerda, José. «50 años de la Confederación Autónoma Sindical Cristiana (CASAC)». Consultado el 27 de abril de 2015.