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La conjuración de Venecia

La conjuración de Venecia, obra del Romanticismo español, escrita en 1830 por Francisco Martínez de la Rosa. En los Apuntes sobre el drama histórico que su autor, añadió a la obra en 1830, menciona que él ya había estudiado diferentes modos de escritura dramática, y había acumulado una gran experiencia como hombre de teatro. A continuación se explicarán hechos que sitúan a este drama romántico dentro de los límites del Romanticismo español, así como su estructura y movimiento escénico, comentando sus principales características.

Breve reseña del drama romántico La conjuración de Venecia

En La conjuración de Venecia nos encontramos en la Venecia de principios del siglo XIV. La fuerza ascendente en el acto I es un grupo de conspiradores contra la tiranía de un conjunto de nobles liderados por Pedro Morosini. La discusión de la conspiración ocupa el primer acto entero, que es totalmente expositivo. Está diseñado para adentrarse en el fondo político y aclarar las razones de los conspiradores. Al mismo tiempo crea un suspense revelando una conspiración que está a punto de suceder, mientras que a la vez va presentando, poco a poco, al héroe, Rugiero, como jefe de la conspiración. Sin embargo, la gran revelación de su carácter queda para más adelante. Cuando cae el telón, parece que la conspiración fuera a tener éxito. Pero si el acto I recalca la libertad, aunque no para la gente corriente, el acto II, por desarrollarse en la tumba familiar de los Morosini, apunta simbólicamente hacia la muerte. El uso de contrastes acentuados es algo muy característico de la técnica romántica. Martínez de la Rosa los emplea frecuentemente tanto en Aben Humeya como en La conjuración de Venecia. En la primera, la masacre de los cristianos por parte de los moriscos rebeldes ocurre durante la misa de medianoche del día de Navidad, inmediatamente después de una escena de cantos y júbilo religioso. Igual ocurre al final del acto I en La conjuración de Venecia, donde una noble oratoria libertaria es seguida por la escena del panteón, que lleva a la destrucción del amor entre Rugiero y Laura. Después de esto la frustrada conspiración se romperá y será sangrientamente ahogada entre cómicas y ruidosas escenas de carnaval. En todos los casos, el júbilo es el preludio del sufrimiento y la desesperación, en el melodrama del siglo XVIII, sucede lo contrario. Esto es parte del simbolismo subyacente en el drama romántico, en función del cual debe ser interpretado.

La fuerza adversa a los amantes está representada por Pedro Morosini y sus seguidores. El acto II va del drama al lirismo en la gran escena de amor, ¡en una tumba! Que este emplazamiento visual pronostica la futura destrucción de las esperanzas y la felicidad de los enamorados está claro desde el momento en que Laura se refiere a su sensación de «mal agüero» en la escena tercera. La escena de amor entera está situada entre la siniestra apariencia de Morosini y sus hombres y la detención de Rugiero como clímax. La ironía de la oración de Laura a la Virgen antes de la llegada de Rugiero no nos debe confundir. Tiene la misma función que la invocación que hace Elvira a la protección divina en el Aliatar de Rivas. y es igualmente inútil.

El acto II también nos da a conocer a Rugiero (que no aparecerá a lo largo de los actos III y IV), como una temprana prefiguración del héroe romántico. El siglo XVIII recalcó el concepto del hombre como un ser esencialmente social, para el que la búsqueda de la verdad racional cobraba sentido en el contexto de su contribución a la colectividad. Pero los románticos tendían a ver la situación del individuo frente a la sociedad de un modo menos optimista. Para los escritores más progresistas, especialmente cuando se pusieron en contacto con las ideas francesas de Montesquieu y Rousseau, ésta era una postura que debía ser combatida. Orientando el interés hacia figuras antisociales (el pirata, el criminal) o marginales (los mendigos, los gitanos, las prostitutas), estos escritores cuestionaban la ideología establecida, A primera vista, Rugiero es un ejemplo esclarecedor. Sus características románticas son su misterioso origen (fue raptado y criado por unos piratas), su infelicidad (lo que Laura llama «el vacío de tu corazón»), su dedicación a la libertad, la intensidad de su amor por Laura y la ironía de su destino final cuando es ejecutado inmediatamente después de descubrir que Pedro Morosini (que es responsable de su arresto y desgracia) es su padre. ¿Hasta dónde son suficientes estos datos para clasificarlo como un verdadero héroe romántico? Peers, E.A.[1]​ no duda en aceptarle como «el primer héroe del drama español». Sebold, R.P.[2]​ recalca su «yo romántico, noble, revolucionario y redentor, un yo, no obstante, desamparado por sus prójimos y su Padre Eterno», y a pesar del amor apasionado que Rugiero siente por Laura y de su secreto matrimonio, lo presenta como una figura de Cristo. El paralelismo bíblico al que Sebold se refiere es notable y no puede obviarse. Pero la trama amorosa es un obstáculo para aceptar plenamente esta interpretación. Sin rechazar una interpretación simbólica del papel de Rugiero, la nuestra está más cercana a las de Caldera, E. y Navas Ruiz. Debemos distinguir entre la situación simbólica y el destino de Rugiero, y su verdadera personalidad como personaje. Su situación puede ser vista como un reflejo de la visión romántica de orfandad y soledad del hombre en un mundo que ya no está dirigido necesariamente por un Dios paternal. Su sublevación y su irremediable fracaso puede que no sólo reflejen la experiencia personal de Martínez de la Rosa de que las revoluciones normalmente acaban por fracasar, sino también lo fútiles que son las revoluciones del hombre frente a una condición humana vista como opresiva e injusta. Lo que ante todo sugiere la ironía de su condena a muerte por parte del tribunal que su propio padre preside es que el Hombre está sentenciado primero a fracasar en sus ideales, y luego a morir por un Dios cruel.

Pero como personaje, Rugiero carece de dos rasgos esenciales del héroe romántico totalmente desarrollado. Uno es la falta de discernimiento interior, lo que Ruiz Ramón llama «la ausencia total de conciencia de lo trágico». La otra carencia de Rugiero es la de no reconocer el amor como el único soporte existencial real. Caldera, E.[3]​ reconoce correctamente que aquí el asunto amoroso está siempre subordinado al tema político.

Como resultado, la obra adolece de una evidente dualidad de intensidad. Hay tres peculiaridades más que merecen la atención. Primera, Rugiero no pronuncia soliloquios. Esto, sumado a su ausencia de escena durante la mayor parte de la obra, deja al dramaturgo muy poco espacio para desarrollar su personalidad. Segunda, no hay ningún juicio sobre el inevitable paso del tiempo, tal y como lo encontramos en Macías y en Los amantes de Teruel. El tiempo y el destino en el drama romántico son enemigos contra los que el hombre lucha inútilmente. Pero, y ésta es la tercera, el destino en esta ocasión no está directamente relacionado con la trama amorosa. Esto adorna el final de la obra con una ironía que contradice cualquier visión armoniosa del mundo, pero es el fracaso de la conspiración, y no el descubrimiento de Rugiero acerca de su padre, lo que acaba con las esperanzas de los enamorados y demuestra que las oraciones de Laura han sido inútiles.

El ideal de amor se desvanece pronto, al final del segundo acto. Los dramas románticos no son tragedias en el sentido estricto del término, ya que las fuerzas en conflicto no son nunca iguales. Al hombre siempre se lo ve luchando contra fuerzas (tiempo, destino, perversidad de las cosas, injusticia cósmica) que no puede esperar derrotar. Por ello el final del acto II de La conjuración de Venecia está en contraste brutal con las ilusiones de los conspiradores al final del acto I. El acto III enlaza la secuencia de acontecimientos políticos con la trama amorosa a través de la confesión de Laura a su padre y la posterior confrontación con su hermano, símbolo de la tiranía. La súplica inútil del padre de Laura a Pedro es el eje de la obra. Desde el momento en que Pedro manifiesta su inflexibilidad, los enamorados están condenados. Pero en ese mismo instante la ironía comienza a aparecer. Los actos IV y V. con el fracaso de la rebelión y el castigo de los conspiradores, incluido Rugiero, vuelven a acentuar la inutilidad de luchar contra fuerzas demasiado poderosas.

Por esto, creemos que La conjuración de Venecia puede ser leída como una obra dedicada al tema de la libertad. Pero también, por el simbolismo del panteón en el acto II, la ironía final y algunos aspectos del personaje de Rugiero y su situación, estudiados por Sebold, puede ser tomada como una metáfora de la condición humana. Pero el lector no sólo debe tener presente el desarrollo del tema en el drama romántico posterior, sino también el fracaso de las súplicas de Laura a la Virgen y la ironía de la conclusión de la obra.

La imparcial conclusión de Caldera, E. parece apropiada: el drama de Martínez de la Rosa pertenece a una época anterior al Macías, en la cual el teatro clásico acoge ingredientes típicos del Romanticismo, pero no siempre su verdadero espíritu.

Estructura y movimiento escénico

Con razón fue siempre alabada la estructura de La conjuración de Venecia; aunque, con esa especie de ilógica que domina los juicios sobre Martínez de la Rosa, fue utilizada muchas veces en su contra —como prueba de su tibieza romántica. Un drama bien pensado, construido teniendo muy presente la puesta en escena, los golpes de efecto, el ensamblaje de todos los cabos; fundamentalmente el de la doble esfera de lo público —la conjuración de 1310— y de lo privado —la historia de los amantes.

En su conjunto, la estructura general del drama se resuelve —dentro de esa arquitectura bien trabada— en términos románticos de articulación de opuestos: cada acto con el que le sigue y, a su vez, con el anterior; a partir del acto primero, introductorio. El acto II contrasta con el salón de palacio del embajador de Génova. En el lugar ambivalente —muerte y amor— del panteón, se nos presenta la intimidad de los amantes, en la que se creen solos. Encogiendo el corazón de los espectadores con la ironía dramática que se produce al oír de su boca, a la vez que las escuchan sus enemigos, las palabras que les pierden. El acto acaba con el golpe de teatro fulminante de la detención de Rugiero y el desmayo de Laura. Los espectadores se recobran apenas en el siguiente, con el doble diálogo de Juan Morosini con su hija y con su hermano; con un final de acto que deja en suspenso, a la vez que anuncia, el desgraciado final de Rugiero.

El acto III, además de darnos a conocer mejor el personaje de Laura y anticipar su proceso dramático, cumple la función estructural de retrasar el final: estirando las zozobras en el intento de salvar a Rugiero y vinculando, más aún, afectivamente, a los espectadores con los personajes, de modo que el final trágico alcance todo su efecto. Tampoco es menor el efecto de contraste, tan romántico y propio del drama histórico, al presentar, junto a lo público y lo trágico escenas familiares. Después, el contraste absoluto —en corte completo que sorprendió y entusiasmó a los espectadores del drama—, del acto siguiente: de gran energía, colorido, bullicio y movimiento de masas.

Este acto IV, reconocido también, como el II, con alabanzas, es del que menos se puede hacer idea en la sola lectura, a pesar de las acotaciones. Por lo mismo, pudo ser tan eficaz en la escena, presentándose con el cuidado con que se hizo. Dentro de la variedad entre los actos, no puede contrastar más con el tercero anterior. Pocos personajes, y conocidos, frente a muchos, abigarrados; interior discreto y, de inmediato, la plaza de San Marcos en pleno carnaval, con el fondo iluminado del palacio ducal, en que también se celebra. Dos fiestas a la vez: palaciega y popular; y en la popular, los conjurados, que entran en palacio o se quedan en el exterior, integrados como máscaras —dentro del conjunto de espías, soldados, conjurados, nobles fieles a la República y pueblo—, y como parte del regocijo común, en la cuadrilla de baile en que actúa Dauro como bastonero.

El movimiento de masas y el colorido real y emocional domina el acto. Ambientación festiva: el baile, la relación de Tierra Santa, las coplas carnavalescas, la animación general y la mezcla continua del progreso de la conjuración, que se va percibiendo como vendida. De tal manera que el momento final, en que se resuelven los conjurados, constituye un acto a la desesperada, heroico y perdido conscientemente; golpe con que acaba el acto. El acto V, realmente lúgubre, constituye el final sumamente opresivo. En él, los motivos externos, escenográficos y rituales del juicio del Tribunal de los Diez, y los nuevos ingredientes del sufrimiento de Rugiero —el descubrimiento doloroso del padre y la locura de Laura—, culminan en el momento en que, descorrida la cortina, se ve el patíbulo al fondo y Laura cae fulminada.

A través de esos contrastes, no se pierde el control de la acción ni oscila inmotivadamente el interés. Al contrario, en el conjunto del drama puede observarse la sabiduría y experiencia teatral de Martínez de la Rosa, en cuanto a la secuencia establecida de exposición, nudo —que enreda y tarda en desenredar lo suficiente, y desenlace, súbito, que produce la conmoción buscada.

Por último, los motivos románticos no se muestran prendidos con alfileres, sino que aparecen funcionalmente justificados; con lo que, si a primera vista es fácil que no se capten, resultan muy interesantes cuando se examinan de cerca.

Referencias

  1. Peers, E.A.: Historia del movimiento romántico español, Madrid, Gredos, 1973.
  2. Sebold, R.P.: Trayectoria del Romanticismo español, Barcelona, Crítica, 1982.
  3. Caldera, E.: El teatro español en la época romántica, Madrid, Castalia, 2001

Enlaces externos

  • Romero Tobar, Leonardo (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última). (pdf)
  • La conjuración de Venecia en la Biblioteca Virtual Cervantes



  •   Datos: Q5966291

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La conjuracion de Venecia obra del Romanticismo espanol escrita en 1830 por Francisco Martinez de la Rosa En los Apuntes sobre el drama historico que su autor anadio a la obra en 1830 menciona que el ya habia estudiado diferentes modos de escritura dramatica y habia acumulado una gran experiencia como hombre de teatro A continuacion se explicaran hechos que situan a este drama romantico dentro de los limites del Romanticismo espanol asi como su estructura y movimiento escenico comentando sus principales caracteristicas Indice 1 Breve resena del drama romantico La conjuracion de Venecia 2 Estructura y movimiento escenico 3 Referencias 4 Enlaces externosBreve resena del drama romantico La conjuracion de Venecia EditarEn La conjuracion de Venecia nos encontramos en la Venecia de principios del siglo XIV La fuerza ascendente en el acto I es un grupo de conspiradores contra la tirania de un conjunto de nobles liderados por Pedro Morosini La discusion de la conspiracion ocupa el primer acto entero que es totalmente expositivo Esta disenado para adentrarse en el fondo politico y aclarar las razones de los conspiradores Al mismo tiempo crea un suspense revelando una conspiracion que esta a punto de suceder mientras que a la vez va presentando poco a poco al heroe Rugiero como jefe de la conspiracion Sin embargo la gran revelacion de su caracter queda para mas adelante Cuando cae el telon parece que la conspiracion fuera a tener exito Pero si el acto I recalca la libertad aunque no para la gente corriente el acto II por desarrollarse en la tumba familiar de los Morosini apunta simbolicamente hacia la muerte El uso de contrastes acentuados es algo muy caracteristico de la tecnica romantica Martinez de la Rosa los emplea frecuentemente tanto en Aben Humeya como en La conjuracion de Venecia En la primera la masacre de los cristianos por parte de los moriscos rebeldes ocurre durante la misa de medianoche del dia de Navidad inmediatamente despues de una escena de cantos y jubilo religioso Igual ocurre al final del acto I en La conjuracion de Venecia donde una noble oratoria libertaria es seguida por la escena del panteon que lleva a la destruccion del amor entre Rugiero y Laura Despues de esto la frustrada conspiracion se rompera y sera sangrientamente ahogada entre comicas y ruidosas escenas de carnaval En todos los casos el jubilo es el preludio del sufrimiento y la desesperacion en el melodrama del siglo XVIII sucede lo contrario Esto es parte del simbolismo subyacente en el drama romantico en funcion del cual debe ser interpretado La fuerza adversa a los amantes esta representada por Pedro Morosini y sus seguidores El acto II va del drama al lirismo en la gran escena de amor en una tumba Que este emplazamiento visual pronostica la futura destruccion de las esperanzas y la felicidad de los enamorados esta claro desde el momento en que Laura se refiere a su sensacion de mal aguero en la escena tercera La escena de amor entera esta situada entre la siniestra apariencia de Morosini y sus hombres y la detencion de Rugiero como climax La ironia de la oracion de Laura a la Virgen antes de la llegada de Rugiero no nos debe confundir Tiene la misma funcion que la invocacion que hace Elvira a la proteccion divina en el Aliatar de Rivas y es igualmente inutil El acto II tambien nos da a conocer a Rugiero que no aparecera a lo largo de los actos III y IV como una temprana prefiguracion del heroe romantico El siglo XVIII recalco el concepto del hombre como un ser esencialmente social para el que la busqueda de la verdad racional cobraba sentido en el contexto de su contribucion a la colectividad Pero los romanticos tendian a ver la situacion del individuo frente a la sociedad de un modo menos optimista Para los escritores mas progresistas especialmente cuando se pusieron en contacto con las ideas francesas de Montesquieu y Rousseau esta era una postura que debia ser combatida Orientando el interes hacia figuras antisociales el pirata el criminal o marginales los mendigos los gitanos las prostitutas estos escritores cuestionaban la ideologia establecida A primera vista Rugiero es un ejemplo esclarecedor Sus caracteristicas romanticas son su misterioso origen fue raptado y criado por unos piratas su infelicidad lo que Laura llama el vacio de tu corazon su dedicacion a la libertad la intensidad de su amor por Laura y la ironia de su destino final cuando es ejecutado inmediatamente despues de descubrir que Pedro Morosini que es responsable de su arresto y desgracia es su padre Hasta donde son suficientes estos datos para clasificarlo como un verdadero heroe romantico Peers E A 1 no duda en aceptarle como el primer heroe del drama espanol Sebold R P 2 recalca su yo romantico noble revolucionario y redentor un yo no obstante desamparado por sus projimos y su Padre Eterno y a pesar del amor apasionado que Rugiero siente por Laura y de su secreto matrimonio lo presenta como una figura de Cristo El paralelismo biblico al que Sebold se refiere es notable y no puede obviarse Pero la trama amorosa es un obstaculo para aceptar plenamente esta interpretacion Sin rechazar una interpretacion simbolica del papel de Rugiero la nuestra esta mas cercana a las de Caldera E y Navas Ruiz Debemos distinguir entre la situacion simbolica y el destino de Rugiero y su verdadera personalidad como personaje Su situacion puede ser vista como un reflejo de la vision romantica de orfandad y soledad del hombre en un mundo que ya no esta dirigido necesariamente por un Dios paternal Su sublevacion y su irremediable fracaso puede que no solo reflejen la experiencia personal de Martinez de la Rosa de que las revoluciones normalmente acaban por fracasar sino tambien lo futiles que son las revoluciones del hombre frente a una condicion humana vista como opresiva e injusta Lo que ante todo sugiere la ironia de su condena a muerte por parte del tribunal que su propio padre preside es que el Hombre esta sentenciado primero a fracasar en sus ideales y luego a morir por un Dios cruel Pero como personaje Rugiero carece de dos rasgos esenciales del heroe romantico totalmente desarrollado Uno es la falta de discernimiento interior lo que Ruiz Ramon llama la ausencia total de conciencia de lo tragico La otra carencia de Rugiero es la de no reconocer el amor como el unico soporte existencial real Caldera E 3 reconoce correctamente que aqui el asunto amoroso esta siempre subordinado al tema politico Como resultado la obra adolece de una evidente dualidad de intensidad Hay tres peculiaridades mas que merecen la atencion Primera Rugiero no pronuncia soliloquios Esto sumado a su ausencia de escena durante la mayor parte de la obra deja al dramaturgo muy poco espacio para desarrollar su personalidad Segunda no hay ningun juicio sobre el inevitable paso del tiempo tal y como lo encontramos en Macias y en Los amantes de Teruel El tiempo y el destino en el drama romantico son enemigos contra los que el hombre lucha inutilmente Pero y esta es la tercera el destino en esta ocasion no esta directamente relacionado con la trama amorosa Esto adorna el final de la obra con una ironia que contradice cualquier vision armoniosa del mundo pero es el fracaso de la conspiracion y no el descubrimiento de Rugiero acerca de su padre lo que acaba con las esperanzas de los enamorados y demuestra que las oraciones de Laura han sido inutiles El ideal de amor se desvanece pronto al final del segundo acto Los dramas romanticos no son tragedias en el sentido estricto del termino ya que las fuerzas en conflicto no son nunca iguales Al hombre siempre se lo ve luchando contra fuerzas tiempo destino perversidad de las cosas injusticia cosmica que no puede esperar derrotar Por ello el final del acto II de La conjuracion de Venecia esta en contraste brutal con las ilusiones de los conspiradores al final del acto I El acto III enlaza la secuencia de acontecimientos politicos con la trama amorosa a traves de la confesion de Laura a su padre y la posterior confrontacion con su hermano simbolo de la tirania La suplica inutil del padre de Laura a Pedro es el eje de la obra Desde el momento en que Pedro manifiesta su inflexibilidad los enamorados estan condenados Pero en ese mismo instante la ironia comienza a aparecer Los actos IV y V con el fracaso de la rebelion y el castigo de los conspiradores incluido Rugiero vuelven a acentuar la inutilidad de luchar contra fuerzas demasiado poderosas Por esto creemos que La conjuracion de Venecia puede ser leida como una obra dedicada al tema de la libertad Pero tambien por el simbolismo del panteon en el acto II la ironia final y algunos aspectos del personaje de Rugiero y su situacion estudiados por Sebold puede ser tomada como una metafora de la condicion humana Pero el lector no solo debe tener presente el desarrollo del tema en el drama romantico posterior sino tambien el fracaso de las suplicas de Laura a la Virgen y la ironia de la conclusion de la obra La imparcial conclusion de Caldera E parece apropiada el drama de Martinez de la Rosa pertenece a una epoca anterior al Macias en la cual el teatro clasico acoge ingredientes tipicos del Romanticismo pero no siempre su verdadero espiritu Estructura y movimiento escenico EditarCon razon fue siempre alabada la estructura de La conjuracion de Venecia aunque con esa especie de ilogica que domina los juicios sobre Martinez de la Rosa fue utilizada muchas veces en su contra como prueba de su tibieza romantica Un drama bien pensado construido teniendo muy presente la puesta en escena los golpes de efecto el ensamblaje de todos los cabos fundamentalmente el de la doble esfera de lo publico la conjuracion de 1310 y de lo privado la historia de los amantes En su conjunto la estructura general del drama se resuelve dentro de esa arquitectura bien trabada en terminos romanticos de articulacion de opuestos cada acto con el que le sigue y a su vez con el anterior a partir del acto primero introductorio El acto II contrasta con el salon de palacio del embajador de Genova En el lugar ambivalente muerte y amor del panteon se nos presenta la intimidad de los amantes en la que se creen solos Encogiendo el corazon de los espectadores con la ironia dramatica que se produce al oir de su boca a la vez que las escuchan sus enemigos las palabras que les pierden El acto acaba con el golpe de teatro fulminante de la detencion de Rugiero y el desmayo de Laura Los espectadores se recobran apenas en el siguiente con el doble dialogo de Juan Morosini con su hija y con su hermano con un final de acto que deja en suspenso a la vez que anuncia el desgraciado final de Rugiero El acto III ademas de darnos a conocer mejor el personaje de Laura y anticipar su proceso dramatico cumple la funcion estructural de retrasar el final estirando las zozobras en el intento de salvar a Rugiero y vinculando mas aun afectivamente a los espectadores con los personajes de modo que el final tragico alcance todo su efecto Tampoco es menor el efecto de contraste tan romantico y propio del drama historico al presentar junto a lo publico y lo tragico escenas familiares Despues el contraste absoluto en corte completo que sorprendio y entusiasmo a los espectadores del drama del acto siguiente de gran energia colorido bullicio y movimiento de masas Este acto IV reconocido tambien como el II con alabanzas es del que menos se puede hacer idea en la sola lectura a pesar de las acotaciones Por lo mismo pudo ser tan eficaz en la escena presentandose con el cuidado con que se hizo Dentro de la variedad entre los actos no puede contrastar mas con el tercero anterior Pocos personajes y conocidos frente a muchos abigarrados interior discreto y de inmediato la plaza de San Marcos en pleno carnaval con el fondo iluminado del palacio ducal en que tambien se celebra Dos fiestas a la vez palaciega y popular y en la popular los conjurados que entran en palacio o se quedan en el exterior integrados como mascaras dentro del conjunto de espias soldados conjurados nobles fieles a la Republica y pueblo y como parte del regocijo comun en la cuadrilla de baile en que actua Dauro como bastonero El movimiento de masas y el colorido real y emocional domina el acto Ambientacion festiva el baile la relacion de Tierra Santa las coplas carnavalescas la animacion general y la mezcla continua del progreso de la conjuracion que se va percibiendo como vendida De tal manera que el momento final en que se resuelven los conjurados constituye un acto a la desesperada heroico y perdido conscientemente golpe con que acaba el acto El acto V realmente lugubre constituye el final sumamente opresivo En el los motivos externos escenograficos y rituales del juicio del Tribunal de los Diez y los nuevos ingredientes del sufrimiento de Rugiero el descubrimiento doloroso del padre y la locura de Laura culminan en el momento en que descorrida la cortina se ve el patibulo al fondo y Laura cae fulminada A traves de esos contrastes no se pierde el control de la accion ni oscila inmotivadamente el interes Al contrario en el conjunto del drama puede observarse la sabiduria y experiencia teatral de Martinez de la Rosa en cuanto a la secuencia establecida de exposicion nudo que enreda y tarda en desenredar lo suficiente y desenlace subito que produce la conmocion buscada Por ultimo los motivos romanticos no se muestran prendidos con alfileres sino que aparecen funcionalmente justificados con lo que si a primera vista es facil que no se capten resultan muy interesantes cuando se examinan de cerca Referencias Editar Peers E A Historia del movimiento romantico espanol Madrid Gredos 1973 Sebold R P Trayectoria del Romanticismo espanol Barcelona Critica 1982 Caldera E El teatro espanol en la epoca romantica Madrid Castalia 2001Enlaces externos EditarRomero Tobar Leonardo enlace roto disponible en Internet Archive vease el historial la primera version y la ultima pdf La conjuracion de Venecia en la Biblioteca Virtual Cervantes Datos Q5966291Obtenido de https 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