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Guerra de los Padres

La guerra de los padres fue un episodio histórico oscuro sucedido entre la política, el clero y la sociedad hondureña a mediados del siglo XIX.

La guerra de los padres
Conflicto Político - clerigal hondureño.

Mapa del Estado de Honduras 1860
Fecha 1860 - 22 de junio de 1861
Lugar Territorio de Honduras
Casus belli En fecha 26 de diciembre de 1860 el Vicario Obispo Miguel del Cid, excomulga al presidente constitucional de turno el general Brigadier José Santos Guardiola, debido a las políticas internacionales que sostiene con Gran Bretaña por las Islas de la Bahía y defender que Honduras es un "Estado Laico" y con "Libertad de Culto", la represalia del político fue la de expatriar al Vicario del Cid hacia Guatemala país conservador y desde donde el Vicario dirige la revolución pastoral.
Resultado Victoria de las Fuerzas gubernamentales hondureñas
Beligerantes
Rebeldes anti laicismo Ejército de Honduras
Un contingente del Ejército Salvadoreño
Comandantes
Obispo Miguel del Cid
Vicario de la Diócesis de Honduras
Obispo Fray José Nicolás Irías Midence
Presbítero Yanuario Reyes (Párroco de Nacaome)
Presbítero Nicolás Madrid (Párroco de Gracias
Presbítero Nestor Graú (Párroco de La Paz)
Sacerdote Ramón Villalobos (Cura de Choluteca)
Coronel Felipe Espinoza (Nacionalidad salvadoreña)
Sacerdote Jerónimo Palma (Cura de La Virtud)
Sacerdote Lorenzo Hernández (Cura de La Virtud)
Sacerdote Paulino Rodríguez,
General Brigadier José Santos Guardiola (Presidente constitucional y Comandante general)
Coronel Venancio Pineda
Coronel Samuel Cáceres
General Francisco Lope (Comandante Salvadoreño)
Fuerzas en combate
Curas encabezando a rebeldes civiles y parroquianos. Soldados de la fuerza gubernamental hondureña, caballería y un batallón de El Salvador.

Antecedentes

Desde que el Licenciado don Dionisio de Herrera asumió como primer Jefe de Estado de Honduras, encontró varios obstáculos por parte de la Iglesia, para poder efectuar una buena administración, su mayor oponente fue el Obispo fray José Nicolás Irías Midence Provisor de la Diócesis de Comayagua y quien se postulaba para ascender al solio arzobispal. Irías Midence, excomulgaría a Herrera y al no resultar electo Arzobispo, salió del territorio hondureño. El descontento se generalizaba en Honduras, entre los partidarios conservadores y los de ideologías neoliberales y clérigos.

Siendo Presidente de la Asamblea Legislativa el Presbítero Francisco Antonio Márquez, (hermano del General José Antonio Márquez) fue el encargado de introducir una ley con la cual la que reformaba las situaciones de jerarquía entre estado y la iglesia, suprimiéndose diezmos, se expropiaron terrenos que pasaron a ser para el estado, se aprobó la unión mediante un matrimonio civil y la educación pasaría a ser laica.

Habiéndose suscrito el “Tratado Lennox Wyke-Cruz” en 1859 se concedió libertad de cultos en las Islas de la Bahía, (posteriormente declaradas parte del territorio hondureño junto con la Mosquitia mediante Decreto emitido el 22 de abril de 1861 y sucedida una guerra entre Gran Bretaña y Honduras). Este punto contradecía a lo expuesto en la Constitución de Honduras de 1848 en contra de que el catolicismo era la religión del estado. Por consiguiente, el Vicario del Obispado de Honduras, Miguel del Cid se manifestó su descontento viajó a la capital y solicitó a la Cámara de Diputados que se derogara dicho tratado, acto seguido se dirigió al Presidente General José Santos Guardiola en 1859, con sendas protestas ante tal resolución.

El sacerdote de Yocón, Paulino Rodríguez, enviado por el Vicario del Cid, partió a Olancho, allá se unió al sastre Manuel Cerrato y a Tomás Arias, con el fin de sublevar a la gente contra el gobierno central, Rodríguez llevaba consigo un impreso que repartió entre los ciudadanos y que en una de sus partes manifestaba:

"Hondureños: traed a la vista los hechos, recordad las ideas que se dejo palpar el año de 1857 con la toma de los diezmos que a mano armada, diré así, fueron usurpados por él, y ¿quién era entonces el mandatario? ¿No es el mismo que hoy concede en el territorio de Honduras, libertad de cultos? ¿No es el mismo que ha hecho arrebatadamente sobre las posesiones y dominio de la Iglesia, como son los edificios destinados al servicio de ésta? Recordad la infausta muerte del celoso Obispo de esta Diócesis Dr. don Hipólito Casiano Flores (Q.E.P.D.) ¿Quién puso fin a sus preciosos días? ¿Quién término el celo y amor con que ilustre prelado nos apacentaba? ¿No es el mismo que con furia infernal persigue hoy al sucesor del finado Obispo, presa de este malvado, y al que le contesta con sólo injuriarle: recurso que apela el ignorante y criminal.[1]"

La rebelión

Después de haber protestado oficialmente contra el artículo 1 del Tratado Lennox Wyke-Cruz, al año siguiente de 1860, el Vicario del Cid asentado en la ciudad de La Paz, publicó una carta “Pastoral contra el Gobierno hondureño" en que denunció al tratado como en contra a los derechos de la iglesia. De sus retóricas se formularon cargos y delitos además de la proliferación de la francmasonería y la política, por los cuales alborotaba a la población. El gobierno emitió un decreto declarando subversiva la pastoral y mandó recogerla.

Al haberse decretado subversivo su pastoral, en fecha de 26 de diciembre de 1860 el Vicario del Cid situado en San Antonio, excomulgó al presidente General José Santos Guardiola; además de esto previno a los curas de la diócesis que abandonen sus parroquias y saliesen del país bajo pena de suspensión, y el mismo vicario se trasladó a El Salvador. El gobierno prohibió el edicto de excomunión, y replicó en el 5 de enero de 1861 ordenando la expulsión del territorio nacional del Vicario Miguel del Cid, quedando como suplente Fray José Nicolás Irías Midence, que había regresado de su exilio.[2]

En el 14 de enero, el vicario del Cid ingresó al territorio de El Salvador en unión de trece otros sacerdotes hondureños, habiendo estos elegido por punto de residencia la ciudad de Suchitoto.[3]​ Al notar que varios curas habían emigrado del país, el gobierno emitió un decreto ejecutivo en el 16 de enero en que permitió el regreso de los sacerdotes que se hallaban fuera del país libres de toda responsabilidad con la condición de que observaran "una conducta pacífica, y debiendo ocuparse de las funciones propias de su ministerio"; al mismo tiempo excitó a los párrocos que aún se encontraban en el país que permanezcan prestando sus servicios espirituales.[4]

Del Cid, al saber de las órdenes gubernamentales procedió a mover a varios de sus allegados para realizar protestas y marchas en contra del gobierno. Primeramente se organizaron en la ciudad de Nacaome un buen grupo de civiles al mando del presbítero Yanuario Reyes quienes efectuaron movimientos hostiles, saqueo, y vandalismo. Al ser respondidos por las fuerzas gubernamentales, los rebeldes se atrincheraron en la iglesia de la localidad, ocasionando una pequeña batalla. En el 1 de abril, la plaza de Nacaome fue ocupada por los rebeldes.[5]

En el 6 de abril, el gobierno decretó el levantamiento en clase de empréstito una subvención de guerra mensual del medio por ciento sobre todos los capitales de 300 pesos arriba mientras se restablecía el orden público en el estado. El mismo día decretó que todos los hondureños entre 16 y 50 años de edad se declaraban soldados, siendo obligados a presentarse a los jefes políticos departamentales. Los rebeldes de Nacaome fueron declarados traidores a la patria y fuera de la protección de la ley y quedaron como reos del mismo crimen los que auxiliaban a los rebeldes; se prohibió "toda clase de relaciones" con los rebeldes y se decretó que los bienes de los llamados "facciosos" debían ser tomados por el gobierno para los gastos de la guerra. El presidente Santos Guardiola procedió a pronunciar un manifiesto a los hondureños en la capital, Comayagua.[5]

(...) Un sacerdote y un manteísta capitanean la gavilla de forajidos que ha puesto en el terreno de los hechos ilegales al principio de la sedición.

Hondureños: Se ha creído que es llegado el momento de precipitaros a la senda peligrosa de la insurrección contra la autoridad, constituida, después que habéis sido privados de la manera más injusta e irregular de los socorros de la iglesia. Se ha creído que la dura prueba a que os sometió un ministro extraviado y que en su frenesí no comprende la inmensa responsabilidad que pesa sobre su conciencia, ha gastado vuestra paciencia al extremo de que olvidando vuestros deberes, estáis dispuestos a mancharos con toda clase de crímenes. Se ha creído urgente derrocar al actual gobierno porque se teme y con razón, que el Jefe universal de la cristiandad va a descargar su justa indignación sobre el culpable del Cid. La hora es suprema, porque la cuestión es de tiempo para los promotores del desorden; ellos sin embargo tendrán pronto que conocer su ceguedad. (...)

Hondureños todos: el conflicto a que se nos provoca injusta y temerariamente, abre una sima profunda de dimensiones funestas para los que han osado llamarnos a la guerra, y cualesquiera que sean los protagonistas futuros de ese drama sangriento, tienen que sucumbir bajo el peso de un castigo ejemplar. Estad alerta, y rodeado al gobierno, custodio de vuestros derechos y de vuestros grandes y verdaderos intereses, esperad con confianza el restablecimiento del orden y de la paz en todos los ángulos de la república.

También en abril, el gobierno salvadoreño de Gerardo Barrios, al notar que la rebelión en Honduras había tomado proporciones considerables, dio ordenes terminantes a los gobernadores de los departamentos limítrofes con Honduras para que no consientan que en la frontera de El Salvador se reúnan, armen, ni asilen personas sospechosas de querer atentar contra Honduras, desarmando a los que se presenten con tal intención y concentrándolos bajo la mayor vigilancia, con facultad de usar la fuerza para hacerse cumplir sus órdenes.[6]

Posteriormente, la villa de Ocotepeque se pronunció contra el gobierno a instancia de algunos clérigos emigrados. El gobierno envió al general Toro con unos 40 o 50 hombres para dar contragolpe a los rebeldes; estos se fugaron de la villa para reforzarse en el pueblo de Citalá en El Salvador. El gobernador de Chalatenango hizo disolverse o concentrarse a los rebeldes para impedirles nuevas tentativas de agresión. Entre los que ingresaron procedentes de Ocotepeque resultaron dos individuos que habían servido en el ejército salvadoreño con el grado de tenientes coroneles, uno siendo nicaragüense y firmante del acta de pronunciamiento de Ocotepeque y el otro un guatemalteco que había participado en la asonada; estos fueron ordenados a evacuar el territorio salvadoreño y lo verificaron el 1 de mayo en que tomaron rumbo a Nicaragua.[7]​ En el 9 de mayo, el gobierno salvadoreño oficialmente acordó que todo emigrado hondureño asilado en El Salvador que intente agredir al gobierno hondureño será obligado a evacuar el territorio salvadoreño y que cualquier individuo residente en El Salvador que acompañe o auxilie a los rebeldes será detenido y que toda persona que de El Salvador pasen a Honduras a acompañar a los rebeldes no podrán asilarse otra vez en el país.[8]

En el occidente de Honduras, el Presbítero Nicolás Madrid al mando de otro grupo tomo la ciudad de Gracias. En el sur oeste, en la ciudad de La Paz, el Presbítero Néstor Grau falló en su intento por invadir las ciudades de Santa Ana y Opatoro. Por su parte, la ciudad de Choluteca cedió a las tropas organizadas al mando del Cura Ramón Villalobos y secundado por el Coronel Felipe Espinoza de nacionalidad salvadoreña. La Villa de Guarita fue atacada por una fuerza invasora al mando del cura Jerónimo Palma y el cura Lorenzo Hernández y veinticinco personas más.[9]​ Las partidas rebeldes de los departamentos de Choluteca y Gracias (hoy Lempira), también huyeron al acercarse las fuerzas del gobierno. Se asilaron en El Salvador en las fronteras de los departamentos de San Vicente y San Miguel (que en ese entonces componía todo el oriente de El Salvador) pero los gobernadores de San Vicente y San Miguel procedieron de la misma forma que el gobernador de Chalatenango, acatando las ordenes del gobierno salvadoreño.[7]

En la localidad de La Virtud sucedió el encontronazo entre las fuerzas del pueblo y seguidamente las gubernamentales al mando del Coronel Venancio Pineda contra de los invasores rebeldes al mando del cura Jerónimo Palma y el cura Lorenzo Hernández. En la villa de Goascorán las fuerzas pacifistas al mando del Coronel Samuel Cáceres derrotaron a los rebeldes, pero estos se reorganizaron y marcharon hasta El Salvador donde recibieron apoyo del General salvadoreño Francisco Lope.

Las tropas gubernamentales pusieron orden entre los rebeldes y el encarcelamiento de los cabecillas. El 22 de junio de 1861 fue designado como Obispo de Honduras Fray Juan Félix de Jesús Zepeda y Zepeda, quien logró acabar con las violentas revueltas y apaciguar a la población.

Consecuencias

La Guerra de los Padres dejó dividida al pueblo hondureño entre la opinión popular y la política la cual repercutió en los planes administrativos del General Guardiola y de los gobiernos futuros. No se sabe con exactitud el número de personas que fueron víctimas de este suceso. Por decreto gubernamental las propiedades del Vicario Miguel del Cid fueron confiscadas y rematadas, lo mismo se hizo con las propiedades del cura Néstor Graú.[10]

El 9 de julio de 1861 se firmó una “Acto de Concordato” con la Santa Sede entre el enviado por el gobierno de Honduras, a su embajador Carlos Gutiérrez y el Cardenal Giacomo Antonelli, Secretario de Estado y representante del papa Pio IX sobre los hechos sucedidos, asimismo a Guardiola se levantaría su excomunión. Quizás, por este hecho y el descontento de la población fuere asesinado el 11 de enero de 1862, por su propia guardia presidencial al mando del Mayor de plaza Pablo Agurcia.

En el 11 de octubre de 1861, el gobierno salvadoreño de Gerardo Barrios emitió un decreto que obligó a todos los párrocos y eclesiásticos del país a prestar juramento ante el gobierno de someterse a las leys del país; este decreto no fue acatado por el clero salvadoreño. De hecho, el ex-provisor José Miguel del Cid y el presbítero hondureño Juan Miguel Bustillos fueron expulsados del país para el 16 de noviembre por, según el periódico oficial la Gaceta del Salvador. "haberse manifestado tan recalcitrantes como los demás eclesiásticos...".[11]​ Días más tarde en el 19 de noviembre, el obispo de San Salvador Tomás Miguel Pineda y Saldaña huye de la capital por la noche en camino a Guatemala, culminando una crisis clerigal en El Salvador.[12]

Referencias

  1. Un sacerdote de esta Diócesis. Impreso en Nicaragua por el Obispo Miguel Delcid, en 1860
  2. «Cuastiones eclesiásticas en Honduras». Gaceta de Guatemala (Guatemala). 7 de febrero de 1861. Consultado el 12 de diciembre de 2021. 
  3. «El Señor Vicario capitular de Honduras». Gaceta Oficial (Tomo 9 Número 37) (San Salvador, El Salvador: Imprenta del Gobierno). 30 de enero de 1861. p. 1. Consultado el 12 de diciembre de 2021. 
  4. «Poder Ejecutivo». Gaceta de Honduras. 20 de enero de 1861. Consultado el 12 de diciembre de 2021. 
  5. «Honduras». Gaceta de Honduras (Honduras). 10 de abril de 1861. Consultado el 12 de diciembre de 2021. 
  6. «Honduras». Gaceta Oficial (Tomo 9 Número 58) (San Salvador, El Salvador: Imprenta del Gobierno). 24 de abril de 1861. pp. 1-2. Consultado el 12 de diciembre de 2021. 
  7. «Cosas de Honduras». Gaceta Oficial (Tomo 9 Número 62) (San Salvador, El Salvador: Imprenta del Gobierno). 8 de mayo de 1861. p. 1. Consultado el 13 de diciembre de 2021. 
  8. Viteri, Braulio (18 de mayo de 1861). «Acuerdo del gobierno sobre emigrados de Honduras que abusen del asilo que se les dispensa, comprendiendo á sus auxiliadores de esta República». Gaceta Oficial (Tomo 9 Número 65) (San Salvador, El Salvador: Imprenta del Gobierno). p. 1. Consultado el 13 de diciembre de 2021. 
  9. Pérez Chávez, Porfirio. Magnicidio hondureño, 2006 (página 36)
  10. Pérez Chávez, Porfirio. Magnicidio hondureño, 2006. (Páginas 65 y 67)
  11. «Editorial». Gaceta del Salvador (Tomo 11 Número 9) (San Salvador, El Salvador: Imprenta del Gobierno). 13 de noviembre de 1861. p. 4. Consultado el 2021-14-12. 
  12. «El Ilustrisimo Sr. Obispo de esta Diócesis». Gaceta Oficial (Tomo 10 Número 12) (San Salvador). 23 de noviembre de 1861. p. 1. Consultado el 20 de febrero de 2019. 

Bibliografía

  • Becerra, Longino. “Evolución Histórica de Honduras”, Editorial Baktun, Tegucigalpa, Honduras, 2005. ISBN 99926-19-48-1, ISBN 978-99926-19-48-3.
  • Cronología histórica de Honduras
  • Yankelevich, Pablo. "Textos de la historia de Centroamérica y el Caribe", Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora, Universidad de Guadalajara, México. Editorial Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora, 1990; ISBN 968-6382-05-4, ISBN 978-968-6382-05-1.
  •   Datos: Q5835762

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La guerra de los padres fue un episodio historico oscuro sucedido entre la politica el clero y la sociedad hondurena a mediados del siglo XIX La guerra de los padresConflicto Politico clerigal hondureno Mapa del Estado de Honduras 1860Fecha1860 22 de junio de 1861LugarTerritorio de HondurasCasus belliEn fecha 26 de diciembre de 1860 el Vicario Obispo Miguel del Cid excomulga al presidente constitucional de turno el general Brigadier Jose Santos Guardiola debido a las politicas internacionales que sostiene con Gran Bretana por las Islas de la Bahia y defender que Honduras es un Estado Laico y con Libertad de Culto la represalia del politico fue la de expatriar al Vicario del Cid hacia Guatemala pais conservador y desde donde el Vicario dirige la revolucion pastoral ResultadoVictoria de las Fuerzas gubernamentales hondurenasBeligerantesRebeldes anti laicismo Ejercito de Honduras Un contingente del Ejercito SalvadorenoComandantesObispo Miguel del CidVicario de la Diocesis de HondurasObispo Fray Jose Nicolas Irias MidencePresbitero Yanuario Reyes Parroco de Nacaome Presbitero Nicolas Madrid Parroco de GraciasPresbitero Nestor Grau Parroco de La Paz Sacerdote Ramon Villalobos Cura de Choluteca Coronel Felipe Espinoza Nacionalidad salvadorena Sacerdote Jeronimo Palma Cura de La Virtud Sacerdote Lorenzo Hernandez Cura de La Virtud Sacerdote Paulino Rodriguez General Brigadier Jose Santos Guardiola Presidente constitucional y Comandante general Coronel Venancio PinedaCoronel Samuel Caceres General Francisco Lope Comandante Salvadoreno Fuerzas en combateCuras encabezando a rebeldes civiles y parroquianos Soldados de la fuerza gubernamental hondurena caballeria y un batallon de El Salvador editar datos en Wikidata Indice 1 Antecedentes 2 La rebelion 3 Consecuencias 4 Referencias 5 BibliografiaAntecedentes EditarDesde que el Licenciado don Dionisio de Herrera asumio como primer Jefe de Estado de Honduras encontro varios obstaculos por parte de la Iglesia para poder efectuar una buena administracion su mayor oponente fue el Obispo fray Jose Nicolas Irias Midence Provisor de la Diocesis de Comayagua y quien se postulaba para ascender al solio arzobispal Irias Midence excomulgaria a Herrera y al no resultar electo Arzobispo salio del territorio hondureno El descontento se generalizaba en Honduras entre los partidarios conservadores y los de ideologias neoliberales y clerigos Siendo Presidente de la Asamblea Legislativa el Presbitero Francisco Antonio Marquez hermano del General Jose Antonio Marquez fue el encargado de introducir una ley con la cual la que reformaba las situaciones de jerarquia entre estado y la iglesia suprimiendose diezmos se expropiaron terrenos que pasaron a ser para el estado se aprobo la union mediante un matrimonio civil y la educacion pasaria a ser laica Habiendose suscrito el Tratado Lennox Wyke Cruz en 1859 se concedio libertad de cultos en las Islas de la Bahia posteriormente declaradas parte del territorio hondureno junto con la Mosquitia mediante Decreto emitido el 22 de abril de 1861 y sucedida una guerra entre Gran Bretana y Honduras Este punto contradecia a lo expuesto en la Constitucion de Honduras de 1848 en contra de que el catolicismo era la religion del estado Por consiguiente el Vicario del Obispado de Honduras Miguel del Cid se manifesto su descontento viajo a la capital y solicito a la Camara de Diputados que se derogara dicho tratado acto seguido se dirigio al Presidente General Jose Santos Guardiola en 1859 con sendas protestas ante tal resolucion El sacerdote de Yocon Paulino Rodriguez enviado por el Vicario del Cid partio a Olancho alla se unio al sastre Manuel Cerrato y a Tomas Arias con el fin de sublevar a la gente contra el gobierno central Rodriguez llevaba consigo un impreso que repartio entre los ciudadanos y que en una de sus partes manifestaba Hondurenos traed a la vista los hechos recordad las ideas que se dejo palpar el ano de 1857 con la toma de los diezmos que a mano armada dire asi fueron usurpados por el y quien era entonces el mandatario No es el mismo que hoy concede en el territorio de Honduras libertad de cultos No es el mismo que ha hecho arrebatadamente sobre las posesiones y dominio de la Iglesia como son los edificios destinados al servicio de esta Recordad la infausta muerte del celoso Obispo de esta Diocesis Dr don Hipolito Casiano Flores Q E P D Quien puso fin a sus preciosos dias Quien termino el celo y amor con que ilustre prelado nos apacentaba No es el mismo que con furia infernal persigue hoy al sucesor del finado Obispo presa de este malvado y al que le contesta con solo injuriarle recurso que apela el ignorante y criminal 1 La rebelion EditarDespues de haber protestado oficialmente contra el articulo 1 del Tratado Lennox Wyke Cruz al ano siguiente de 1860 el Vicario del Cid asentado en la ciudad de La Paz publico una carta Pastoral contra el Gobierno hondureno en que denuncio al tratado como en contra a los derechos de la iglesia De sus retoricas se formularon cargos y delitos ademas de la proliferacion de la francmasoneria y la politica por los cuales alborotaba a la poblacion El gobierno emitio un decreto declarando subversiva la pastoral y mando recogerla Al haberse decretado subversivo su pastoral en fecha de 26 de diciembre de 1860 el Vicario del Cid situado en San Antonio excomulgo al presidente General Jose Santos Guardiola ademas de esto previno a los curas de la diocesis que abandonen sus parroquias y saliesen del pais bajo pena de suspension y el mismo vicario se traslado a El Salvador El gobierno prohibio el edicto de excomunion y replico en el 5 de enero de 1861 ordenando la expulsion del territorio nacional del Vicario Miguel del Cid quedando como suplente Fray Jose Nicolas Irias Midence que habia regresado de su exilio 2 En el 14 de enero el vicario del Cid ingreso al territorio de El Salvador en union de trece otros sacerdotes hondurenos habiendo estos elegido por punto de residencia la ciudad de Suchitoto 3 Al notar que varios curas habian emigrado del pais el gobierno emitio un decreto ejecutivo en el 16 de enero en que permitio el regreso de los sacerdotes que se hallaban fuera del pais libres de toda responsabilidad con la condicion de que observaran una conducta pacifica y debiendo ocuparse de las funciones propias de su ministerio al mismo tiempo excito a los parrocos que aun se encontraban en el pais que permanezcan prestando sus servicios espirituales 4 Del Cid al saber de las ordenes gubernamentales procedio a mover a varios de sus allegados para realizar protestas y marchas en contra del gobierno Primeramente se organizaron en la ciudad de Nacaome un buen grupo de civiles al mando del presbitero Yanuario Reyes quienes efectuaron movimientos hostiles saqueo y vandalismo Al ser respondidos por las fuerzas gubernamentales los rebeldes se atrincheraron en la iglesia de la localidad ocasionando una pequena batalla En el 1 de abril la plaza de Nacaome fue ocupada por los rebeldes 5 En el 6 de abril el gobierno decreto el levantamiento en clase de emprestito una subvencion de guerra mensual del medio por ciento sobre todos los capitales de 300 pesos arriba mientras se restablecia el orden publico en el estado El mismo dia decreto que todos los hondurenos entre 16 y 50 anos de edad se declaraban soldados siendo obligados a presentarse a los jefes politicos departamentales Los rebeldes de Nacaome fueron declarados traidores a la patria y fuera de la proteccion de la ley y quedaron como reos del mismo crimen los que auxiliaban a los rebeldes se prohibio toda clase de relaciones con los rebeldes y se decreto que los bienes de los llamados facciosos debian ser tomados por el gobierno para los gastos de la guerra El presidente Santos Guardiola procedio a pronunciar un manifiesto a los hondurenos en la capital Comayagua 5 Un sacerdote y un manteista capitanean la gavilla de forajidos que ha puesto en el terreno de los hechos ilegales al principio de la sedicion Hondurenos Se ha creido que es llegado el momento de precipitaros a la senda peligrosa de la insurreccion contra la autoridad constituida despues que habeis sido privados de la manera mas injusta e irregular de los socorros de la iglesia Se ha creido que la dura prueba a que os sometio un ministro extraviado y que en su frenesi no comprende la inmensa responsabilidad que pesa sobre su conciencia ha gastado vuestra paciencia al extremo de que olvidando vuestros deberes estais dispuestos a mancharos con toda clase de crimenes Se ha creido urgente derrocar al actual gobierno porque se teme y con razon que el Jefe universal de la cristiandad va a descargar su justa indignacion sobre el culpable del Cid La hora es suprema porque la cuestion es de tiempo para los promotores del desorden ellos sin embargo tendran pronto que conocer su ceguedad Hondurenos todos el conflicto a que se nos provoca injusta y temerariamente abre una sima profunda de dimensiones funestas para los que han osado llamarnos a la guerra y cualesquiera que sean los protagonistas futuros de ese drama sangriento tienen que sucumbir bajo el peso de un castigo ejemplar Estad alerta y rodeado al gobierno custodio de vuestros derechos y de vuestros grandes y verdaderos intereses esperad con confianza el restablecimiento del orden y de la paz en todos los angulos de la republica Tambien en abril el gobierno salvadoreno de Gerardo Barrios al notar que la rebelion en Honduras habia tomado proporciones considerables dio ordenes terminantes a los gobernadores de los departamentos limitrofes con Honduras para que no consientan que en la frontera de El Salvador se reunan armen ni asilen personas sospechosas de querer atentar contra Honduras desarmando a los que se presenten con tal intencion y concentrandolos bajo la mayor vigilancia con facultad de usar la fuerza para hacerse cumplir sus ordenes 6 Posteriormente la villa de Ocotepeque se pronuncio contra el gobierno a instancia de algunos clerigos emigrados El gobierno envio al general Toro con unos 40 o 50 hombres para dar contragolpe a los rebeldes estos se fugaron de la villa para reforzarse en el pueblo de Citala en El Salvador El gobernador de Chalatenango hizo disolverse o concentrarse a los rebeldes para impedirles nuevas tentativas de agresion Entre los que ingresaron procedentes de Ocotepeque resultaron dos individuos que habian servido en el ejercito salvadoreno con el grado de tenientes coroneles uno siendo nicaraguense y firmante del acta de pronunciamiento de Ocotepeque y el otro un guatemalteco que habia participado en la asonada estos fueron ordenados a evacuar el territorio salvadoreno y lo verificaron el 1 de mayo en que tomaron rumbo a Nicaragua 7 En el 9 de mayo el gobierno salvadoreno oficialmente acordo que todo emigrado hondureno asilado en El Salvador que intente agredir al gobierno hondureno sera obligado a evacuar el territorio salvadoreno y que cualquier individuo residente en El Salvador que acompane o auxilie a los rebeldes sera detenido y que toda persona que de El Salvador pasen a Honduras a acompanar a los rebeldes no podran asilarse otra vez en el pais 8 En el occidente de Honduras el Presbitero Nicolas Madrid al mando de otro grupo tomo la ciudad de Gracias En el sur oeste en la ciudad de La Paz el Presbitero Nestor Grau fallo en su intento por invadir las ciudades de Santa Ana y Opatoro Por su parte la ciudad de Choluteca cedio a las tropas organizadas al mando del Cura Ramon Villalobos y secundado por el Coronel Felipe Espinoza de nacionalidad salvadorena La Villa de Guarita fue atacada por una fuerza invasora al mando del cura Jeronimo Palma y el cura Lorenzo Hernandez y veinticinco personas mas 9 Las partidas rebeldes de los departamentos de Choluteca y Gracias hoy Lempira tambien huyeron al acercarse las fuerzas del gobierno Se asilaron en El Salvador en las fronteras de los departamentos de San Vicente y San Miguel que en ese entonces componia todo el oriente de El Salvador pero los gobernadores de San Vicente y San Miguel procedieron de la misma forma que el gobernador de Chalatenango acatando las ordenes del gobierno salvadoreno 7 En la localidad de La Virtud sucedio el encontronazo entre las fuerzas del pueblo y seguidamente las gubernamentales al mando del Coronel Venancio Pineda contra de los invasores rebeldes al mando del cura Jeronimo Palma y el cura Lorenzo Hernandez En la villa de Goascoran las fuerzas pacifistas al mando del Coronel Samuel Caceres derrotaron a los rebeldes pero estos se reorganizaron y marcharon hasta El Salvador donde recibieron apoyo del General salvadoreno Francisco Lope Las tropas gubernamentales pusieron orden entre los rebeldes y el encarcelamiento de los cabecillas El 22 de junio de 1861 fue designado como Obispo de Honduras Fray Juan Felix de Jesus Zepeda y Zepeda quien logro acabar con las violentas revueltas y apaciguar a la poblacion Consecuencias EditarLa Guerra de los Padres dejo dividida al pueblo hondureno entre la opinion popular y la politica la cual repercutio en los planes administrativos del General Guardiola y de los gobiernos futuros No se sabe con exactitud el numero de personas que fueron victimas de este suceso Por decreto gubernamental las propiedades del Vicario Miguel del Cid fueron confiscadas y rematadas lo mismo se hizo con las propiedades del cura Nestor Grau 10 El 9 de julio de 1861 se firmo una Acto de Concordato con la Santa Sede entre el enviado por el gobierno de Honduras a su embajador Carlos Gutierrez y el Cardenal Giacomo Antonelli Secretario de Estado y representante del papa Pio IX sobre los hechos sucedidos asimismo a Guardiola se levantaria su excomunion Quizas por este hecho y el descontento de la poblacion fuere asesinado el 11 de enero de 1862 por su propia guardia presidencial al mando del Mayor de plaza Pablo Agurcia En el 11 de octubre de 1861 el gobierno salvadoreno de Gerardo Barrios emitio un decreto que obligo a todos los parrocos y eclesiasticos del pais a prestar juramento ante el gobierno de someterse a las leys del pais este decreto no fue acatado por el clero salvadoreno De hecho el ex provisor Jose Miguel del Cid y el presbitero hondureno Juan Miguel Bustillos fueron expulsados del pais para el 16 de noviembre por segun el periodico oficial la Gaceta del Salvador haberse manifestado tan recalcitrantes como los demas eclesiasticos 11 Dias mas tarde en el 19 de noviembre el obispo de San Salvador Tomas Miguel Pineda y Saldana huye de la capital por la noche en camino a Guatemala culminando una crisis clerigal en El Salvador 12 Referencias Editar Un sacerdote de esta Diocesis Impreso en Nicaragua por el Obispo Miguel Delcid en 1860 Cuastiones eclesiasticas en Honduras Gaceta de Guatemala Guatemala 7 de febrero de 1861 Consultado el 12 de diciembre de 2021 El Senor Vicario capitular de Honduras Gaceta Oficial Tomo 9 Numero 37 San Salvador El Salvador Imprenta del Gobierno 30 de enero de 1861 p 1 Consultado el 12 de diciembre de 2021 Poder Ejecutivo Gaceta de Honduras 20 de enero de 1861 Consultado el 12 de diciembre de 2021 a b Honduras Gaceta de Honduras Honduras 10 de abril de 1861 Consultado el 12 de diciembre de 2021 Honduras Gaceta Oficial Tomo 9 Numero 58 San Salvador El Salvador Imprenta del Gobierno 24 de abril de 1861 pp 1 2 Consultado el 12 de diciembre de 2021 a b Cosas de Honduras Gaceta Oficial Tomo 9 Numero 62 San Salvador El Salvador Imprenta del Gobierno 8 de mayo de 1861 p 1 Consultado el 13 de diciembre de 2021 Viteri Braulio 18 de mayo de 1861 Acuerdo del gobierno sobre emigrados de Honduras que abusen del asilo que se les dispensa comprendiendo a sus auxiliadores de esta Republica Gaceta Oficial Tomo 9 Numero 65 San Salvador El Salvador Imprenta del Gobierno p 1 Consultado el 13 de diciembre de 2021 Perez Chavez Porfirio Magnicidio hondureno 2006 pagina 36 Perez Chavez Porfirio Magnicidio hondureno 2006 Paginas 65 y 67 Editorial Gaceta del Salvador Tomo 11 Numero 9 San Salvador El Salvador Imprenta del Gobierno 13 de noviembre de 1861 p 4 Consultado el 2021 14 12 El Ilustrisimo Sr Obispo de esta Diocesis Gaceta Oficial Tomo 10 Numero 12 San Salvador 23 de noviembre de 1861 p 1 Consultado el 20 de febrero de 2019 Bibliografia EditarBecerra Longino Evolucion Historica de Honduras Editorial Baktun Tegucigalpa Honduras 2005 ISBN 99926 19 48 1 ISBN 978 99926 19 48 3 Cronologia historica de Honduras 1 Yankelevich Pablo Textos de la historia de Centroamerica y el Caribe Instituto de Investigaciones Dr Jose Maria Luis Mora Universidad de Guadalajara Mexico Editorial Instituto de Investigaciones Dr Jose Maria Luis Mora 1990 ISBN 968 6382 05 4 ISBN 978 968 6382 05 1 Datos Q5835762 Obtenido de https es wikipedia org w index php title Guerra de los Padres amp oldid 140582668, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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