Inmigración italiana en Colombia
La inmigración italiana en Colombia son grupos de ciudadanos colombianos de ascendencia italiana. Se estima que 2 000 000 de colombianos tienen ascendencia italiana.[5]
Italianos en Colombia | ||
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Italiani in Colombia (en italiano) | ||
Bandera híbrida de la Bandera de Italia y de Colombia. | ||
Población censal | 14,216[1] | |
Población estimada | Ascendencia: | |
Cultura | ||
Idiomas | Español colombiano, italiano | |
Religiones | Catolicismo[4] | |
Principales asentamientos y comunidades activas según el último censo de población | ||
Región Caribe | ||
Bogotá | ||
Historia
Período colonial
La enorme emigración italiana en América solo impactó mínimamente a Colombia.[6]La presencia de italianos en Colombia empezó desde los tiempos de Cristóbal Colón y Amerigo Vespucci. El mismo nombre de Colombia proviene del descubridor de América, idealizado por el venezolano Francisco de Miranda.
Martino Galeano (miembro de la noble Familia Galeano de Génova) fue uno de los más importantes conquistadores del territorio de la actual Colombia (Nuevo Reino de Granada). Como capitán de infantería, dirigió la campaña militar de Pedro Fernández de Lugo, que desembarcó en Santa Marta en 1535. Luego fundó la población de Vélez, en Santander, siendo regidor de la misma y cofundador de Bogotá.
Colombia independiente
Antes de la guerra de independencia, centenares de religiosos (principalmente misioneros y curas) dejaron sus huellas en muchos renglones de la sociedad colonial.[7] Aunque pocos, estos primeros italianos estaban casi todos en los niveles superiores de la sociedad colombiana: en 1812 Juan Dionisio Gamba, hijo de un comerciante genovés, fue Presidente de Colombia.
A mediados del siglo XIX llegaron muchos italianos del sur del país (especialmente de la provincia de Salerno y de las regiones de Basilicata y Calabria) a la costa norte de Colombia: Barranquilla fue el centro de esta primera migración de masa.[8]
Agustín Codazzi propuso la creación de una colonia agrícola de italianos, tomando como modelo lo que hizo con la Colonia Tovar en Venezuela, pero -según el académico Roberto Violi- un conjunto de factores se lo impidieron.
En 1885 se rompieron las relaciones diplomáticas entre Italia y Colombia cuando un acaudalado empresario italiano de nombre Ernesto Cerruti se puso en contra de la oligarquía y de la iglesia del Cauca, favoreciendo a los liberales y masones, por lo que las autoridades de Bogotá confiscaron sus propiedades y lo encarcelaron. Esto ocasionó un bloqueo de los puertos colombianos por parte de la Marina italiana y el flujo migratorio desde Italia se cerró parcialmente hasta 1899.
El largo contencioso diplomático entre Italia y Colombia y todo el caso Cerruti dejan un rezago de rencores y desconfianzas hacia los italianos. En 1892, cuando Carlo Vedovelli solicita y obtiene del gobierno colombiano 200.000 hectáreas de tierra en la Sierra Nevada de Santa Marta, en el Departamento del Magdalena, con la ilusión de asentar allí 8.000 inmigrantes italianos, el semanario Colombia Cristiana, pilar católico del régimen, critica duramente el proyecto.[9]
Quizá sin esta crisis diplomático-militar (que acaeció exactamente en los años cuando un gran número de italianos emigraban a América), la inmigración italiana en Colombia se habría parecido a la que ocurrió en Brasil, Argentina o la vecina Venezuela. De todos modos, antes de la Primera Guerra Mundial había unos 15.000 italianos en Colombia, concentrados en la costa alrededor de Barranquilla, Cartagena y Santa Marta, con algunos centenares viviendo en Bogotá. La mayoría de ellos eran hombres y muchos de ellos se casaron con colombianas de la alta sociedad local y de estirpe española.[10]
En las décadas siguientes, especialmente en Barranquilla, miembros de la comunidad italiana iniciaron todo tipo de actividades industriales: zapatos, joyas, bebidas, entre otras empresas, constituían sus grandes labores. Otros, médicos, ensayistas y demás, contaron sus últimas historias en el sur de la costa Caribe y sus puertos marítimos.[11]
Después de la Segunda Guerra Mundial la emigración italiana se dirigió prevalentemente hacia la capital, Cali y Medellín, en su mayoría provenientes de las regiones del norte de Italia.
Aporte cultural y social
....La influencia (italiana) fue determinante en la ciencia, la cultura, las artes y el derecho de Colombia. Además, les dieron vida a símbolos como el mapa, el Himno Nacional y el Capitolio.Armando Silva[12]
La enorme emigración italiana en América[6] impactó mucho menos en Colombia que en otros países de la región. Sin embargo, la diáspora creó una pequeña comunidad de italocolombianos que se ha integrado en la sociedad local.
Esta representa una importante población inmigrante en Colombia, principalmente en ciudades del Caribe como Barranquilla y Cartagena y Santa Marta. Desde el siglo XVII se ve la llegada de italianos a los puertos marítimos del país como Cartagena y Santa Marta, y algunos fluviales como Mompox.
Donde más se aprecia la presencia italiana es en la cultura de Colombia: desde el cine a la arquitectura, a la música y al arte en general es fundamental el aporte de los italianos inmigrados a Colombia.[13][14]
En efecto, desde la primera década del cine, casi al mismo tiempo que en los países europeos, aparecen ya en Colombia los italianos Vicente y Francesco di Domenico, quienes vienen a explotar comercialmente el nuevo invento. En 1912 estrenan el Teatro Olimpia de Bogotá, "con una capacidad asombrosa de 3.000 espectadores y rodarían la película italiana II romanzo di un giovane povero, la primera exhibida en Colombia en un teatro para tal fin.
Cuando en 1927 se lanza el cine sonoro, nace la empresa que va a dominar hasta hoy el paisaje cinematográfico nacional: Cine Colombia, originada en las empresas de los Di Domenico. En 1912 IIegó a Barranquilla Floro Manco, quien importó la primera máquina filmadora de cine con la que realizó películas documentales, lo que puede ser el lejano origen de este género en el país, así como en 1952 donde Rafael Campanella Rodríguez filmaba el Carnaval de Barranquilla, paisajes naturales del país y oleoductos de la empresa Andean National Corporation.[16]
En la arquitectura se vuelve a constatar la presencia italiana en la construcción de algunos de los emblemas de la nacionalidad colombiana. El Capitolio Nacional es obra de Pietro Cantini. Su labor se desarrolla desde 1885 hasta 1906 y su aporte se extiende a crear una escuela de arquitectura, formada alrededor de la construcción del Capitolio Nacional. Esta escuela, la antigua academia Vásquez de pintura y la academia de música se fusionaron para formar la "Escuela de Bellas Artes", que quedó constituida el 10 de abril de 1886 y es el origen de la actual Facultad de Artes de la Universidad Nacional. También es de Cantini el Teatro Colón.[17]
Dos esculturas de gran simbolismo nacional también son de manos italianas. A mediados del siglo antepasado llegó a Bogotá la estatua pedestre de Simón Bolívar, obra de Pietro Tenerani, hoy en la Plaza de Bolívar. Y en Cali se encuentra la imponente escultura de Cristo Rey en uno de sus cerros recibiendo a los visitantes, obra de los hermanos Alideo y Alindo Tazzioli, quienes llegaron entre 1929 y 1934.[18]
En Colombia, la influencia italiana en el arte musical tiene raíces antiguas con Giovanni Battista Coluccine y Giuseppe Dadey, que fueron prácticamente los precursores de este arte. En los siglos XIX y XX llegan varias compañías de ópera y dan a conocer la música operática de Verdi, Rossini, Vincenzo y Bellini. Particularmente, algunos himnos y coros se convirtieron en símbolos locales tan asumidos por los colombianos, que incluso hoy día varios de ellos se tararean diariamente, como ocurre con la de Aida, de Verdi.
Son muchos los campos de la cultura, las industrias y las ciencias nacionales abonados por italianos. El derecho, por ejemplo, recibió el influjo renovador de los grandes tratadistas italianos Francisco Carrara, César Lombroso y Enrique Ferri. Sus enseñanzas marcaron los caminos del derecho penal y la criminalística colombiana, y dejaron su impronta en el Código Penal que estuvo vigente desde 1936 hasta principios de 1981.
En arquitectura, además de Cantini, durante el siglo XIX el arquitecto Juan Mainero Trucco construyó el desaparecido Teatro Marinero. En Popayán, Mario Lombardi diseñó a su vez el Teatro Guillermo Valencia. En la misma ciudad, el religioso Serafín Barbetti construyó el Puente del Humilladero.
Giovanni Buscaglione desarrolló a principios del siglo XX varias construcciones religiosas de estilo ecléctico en Bogotá y Medellín. También en el siglo XX, Bruno Violi y Vicente Nasi dejaron obras significativas en la capital. Las Matemáticas como disciplina mucho le deben al profesor Carlo Federeci.
Actualmente los italianos en Colombia cuentan con escuelas italianas en Bogotá (institutos "Leonardo da Vinci" y "Alessandro Volta"), Medellín ("Leonardo da Vinci") y Barranquilla ("Galileo Galilei"), además de algunas instituciones patrocinadas por el gobierno italiano como la Sociedad Dante Alighieri, el Instituto de Cultura italiana y la Casa de Italia en la capital.[19]
Personas y descendientes notables
- Agustín Codazzi, geógrafo
- Oreste Síndici, compositor de la música del Himno Nacional de Colombia
- Giovanni Buscaglione, arquitecto
- Pietro Cantini, arquitecto
- Fernando Botero, Artista Pintor y Escultor
- Giancarlo Mazzanti, arquitecto
- Gustavo Petro, político
- Vicente Nasi, arquitecto
- Armando Benedetti, político
- Andrea Nocetti, Señorita Colombia
- Salvatore Mancuso, integrante de las Autodefensas Unidas de Colombia
- Salvo Basile, actor
- Francesco di Doménico, empresario
- Mario Revollo, sacerdote
- Juan del Rizzo, sacerdote
- Césare Sighinolfi, escultor
- Bruno Violi, arquitecto
- María Dalmazzo, actriz
- Carmenza Cossio, actriz
- Fabio Valencia Cossio, político
- Elizabeth Minotta, actriz
- Germán Samper Gnecco, arquitecto
- Adriana Bottina, actriz
- José Gabriel Sangiovanni, empresario deportivo
- Nicolás Benedetti, futbolista
- Julián Gallo Cubillos, Ex integrante de las FARC y Político
- Javier de Nicoló, sacerdote y educador.
Véase también
Referencias
- Departamento del Interior y Ordenación del Territorio de Italia. «Annuario Statistico 2009». pp. 121-129. Consultado el November 24, 2009.
- Massimiliano Castellari y Marco Mellone (2011): La ciudadanía italiana y los descendientes de ciudadanos italianos emigrados en Colombia. La eliminación de una injusticia social. Estudios Socio-Jurídicos, vol. 13, núm. 2, pp.107-139 (véase página 114). ISSN 0124-0579.
- «"Los Italianos en la Colombia caribeña"», Memoria & Sociedad, Vol. N° 10 (Vittorio Capelli), 06-2006, consultado el 13 de julio de 2014.
- .
- ↑
- Influencias italianas en la lengua colombiana
- Vittorio Cappelli. "Memoria & Sociedad" - Vol. 10 No. 20. Enero-Junio, 2006 p. 26
- . Archivado desde el original el 7 de diciembre de 2018. Consultado el 21 de marzo de 2012.
- Armando Silva. "Cultura italiana en Colombia: reflexión sobre etnias y mestizajes culturales".Introduccion
- Video sobre el aporte cultural de los Italianos en Colombia
- Video 2, sucesivo
- «Shakira descendiente de italianos, españoles y libaneses». MyHeritage Blog. 23 de junio de 2010. Consultado el 31 de marzo de 2021.
- Rescatan archivos del Cineasta Rafael Campanella Rodríguez
- Teatro Colón, de Cantini
- Cristo Rey, obra de los Tazzioli en Cali
- . Archivado desde el original el 9 de marzo de 2012. Consultado el 21 de marzo de 2012.
Bibliografía
- Aliprandi, Ermenegildo & Martini, Virgilio. Gli italiani nel Nord della Colombia. Talleres Gráficos de la Librería Cervantes, Barranquilla, 1932
- Cappelli, Vittorio. Dal Pollino alle Americhe. Socialisti ed emigranti a Morano Calabro tra Ottocento e Novecento in Emigranti, moschetti e podestà. Il Cascile. Castrovillari, 1995.
- Hernández Rodríguez, Guillermo. De los Chibchas a la Colonia y a la República. Universidad Nacional de Colombia. Sección de Extensión Cultural. Bogotá, 1949.
- Palacios, Marco. Between Legitimacy and Violence: A History of Colombia, 1875–2002. United States of America: Duke University Press; 2006 ISBN 0-8223-3767-3
- Sardi, Carlo. La Colombia e gli Italiani. Appunti. Tipografía Editrice Baroni. Lucca, 1915.
- Silva, Armando. Cultura italiana en Colombia: reflexión sobre etnias y mestizajes culturales. Istituto Italiano di Cultura. Tercer Mundo Editores. Bogotá, 1999
- Valencia Llano, Alonso. La cuestión Cerruti. Un conflicto internacional iniciado en el Valle del Cauca. Revista "Credencial Historia", p.92. Agosto 1997.