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Incidente del San Felipe

El 19 de octubre de 1596, el barco español San Felipe naufragó en Urado, en la isla japonesa de Shikoku, en ruta de Manila a Acapulco. El daimyō local Chōsokabe Motochika se apoderó de la rica carga del galeón de Manila y el incidente se intensificó hasta llegar a Toyotomi Hideyoshi, gobernador taikō de Japón. El piloto del barco sugirió incautamente a las autoridades japonesas que era un modus operandi español que los misioneros se infiltraran en un país antes de una eventual conquista militar, como se había hecho en América. Esto llevó a la crucifixión de 26 cristianos en Nagasaki, la primera persecución a los cristianos por parte del estado en Japón. Los ejecutados fueron más tarde conocidos como los 26 mártires de Japón.

Contexto

Poco después de los primeros contactos en 1543, los barcos portugueses comenzaron a llegar a Japón para comerciar. En ese momento, los japoneses estaban deseando adquirir productos chinos como la seda y la porcelana, pero la dinastía Ming les había prohibido el comercio privado con China como castigo por las incursiones de los piratas wakō. Por lo tanto, los portugueses encontraron la oportunidad de actuar como intermediarios en el comercio de productos chinos por plata japonesa y se beneficiaron enormemente.[1]

El comercio Nanban, como se llamó a esta actividad comercial euro-japonesa, estaba estrechamente ligado a la propagación del cristianismo. Los jesuitas, patrocinados por Portugal, tomaron la iniciativa en el proselitismo de la fe católica en Japón, y el hecho consumado fue aprobado en la bula papal de Gregorio XIII de 1575, que decidió que Japón pertenecía a la diócesis portuguesa de Macao. De ahí que los jesuitas gozaran del derecho exclusivo para propagar el cristianismo en Japón, lo que significaba que sus patrocinadores, los portugueses, tenían el derecho exclusivo a comerciar con Japón dentro de la cristiandad.[2]

La misión cristiana en Japón tuvo un éxito temprano entre los daimyō guerreros del período Sengoku, porque los comerciantes portugueses, bajo la influencia de los misioneros, estaban más dispuestos a detenerse en puertos que pertenecían a un señor cristiano, lo que para el daimyō significaba un mejor acceso a las armas de fuego europeas. Esta situación cambió gradualmente a medida que Toyotomi Hideyoshi se aproximaba a completar la unificación de Japón y se preocupaba por los posibles factores de descentralización, como el hecho de que los vasallos siguieran una religión extranjera. En 1587, después de una cordial audiencia con Gaspar Coelho, superior de la misión jesuita, Hideyoshi incrementó su preocupación al jactarse Coelho de que los jesuitas podían realizar un llamamiento a los buques de guerra portugueses y reunir a los daimyō cristianos para la próxima invasión de Corea liderada por Hideyoshi. No más de dos semanas después, el 24 de julio, Hideyoshi ordenó la expulsión de los misioneros jesuitas de Japón;[3]​ sin embargo, el decreto de 1587 no se aplicó particularmente. Incluso el propio Hideyoshi se burló a sabiendas del edicto y permitió a los misioneros jesuitas entrar en Japón como traductores e intermediarios comerciales. Finalmente, los misioneros se sintieron lo suficientemente seguros como para continuar su proselitismo en Japón, aunque discretamente.[4]

A pesar de la unión de la corona española y portuguesa en 1580, que estipulaba que España no interferiría con el imperio colonial portugués, los misioneros de la Orden Franciscana patrocinados por España veían con celos el éxito de Portugal en Japón y trataban de desbaratar el monopolio jesuita en el país nipón.[5]​ Los frailes entraron en Japón a través de Filipinas en 1593 y tras una audiencia inicial con Hideyoshi se vieron lo suficientemente preparados como para que empezaran a hacer proselitismo abiertamente cerca de Kioto, la capital. Los padres jesuitas se quejaron inmediatamente de la ilegalidad de la presencia de los frailes y advirtieron contra su imprudente desprecio del edicto de 1587, pero los franciscanos, convencidos de la solidez de sus métodos debido a sus éxitos en América, no hicieron caso de estas advertencias.[6]

Naufragio del San Felipe

El 12 de julio de 1596, el barco español San Felipe zarpó de Manila a Acapulco bajo el mando del capitán Matías de Landecho con un cargamento que se estimaba en más de un millón de pesos.[7]​ Esta partida relativamente tardía del galeón de Manila significó que el San Felipe zarpó durante la temporada de tifones del Pacífico. Después de haber sido golpeado por dos tifones, el capitán decidió navegar hacia Japón para poder reparar el buque, pero al acercarse a la costa japonesa el galeón fue golpeado por un tercer tifón, dejando a la nave sin velas.[8]​ Gracias a la corriente de Kuroshio, el barco pudo ir a la deriva hacia Japón, algo que la tripulación consideró un milagro. A pesar de avistar tierra en la latitud de Kioto, el barco no pudo atracar por los fuertes vientos y se alejó de la costa.[8]​ En medio del temor de que el incontrolable barco se estrellara contra las rocas, el San Felipe se acercó a la costa de la provincia de Tosa, en Shikoku, el 19 de octubre de 1596.[9]

Confiado por las historias de la hospitalidad de Hideyoshi hacia los frailes, el capitán se sintió lo suficientemente seguro como para rechazar una sugerencia de su tripulación de dirigirse al puerto amistoso de Nagasaki, en el centro del comercio Nanban;[9]​ sin embargo, el daimyō local, Chōsokabe Motochika, se mostró hostil a los extranjeros mientras obligaba al malogrado buque a ir a su puerto de origen, Urado (浦戸; en la actual Kōchi), con 200 barcos armados. Una vez que el San Felipe llegó a Urado, se hundió en un banco de arena. Los samurái de Chōsokabe confiscaron los 600 000 pesos restantes de carga a bordo, pues el resto ya se había perdido en el tormentoso viaje.[10]​ Motochika afirmó que era un procedimiento estándar, ya que entendía que cualquier buque varado o naufragado en Japón pertenecía a las autoridades locales junto con su carga;[10]​ también pudo haber verse tentado por la propia carga, ya que el comercio Nanban y las riquezas asociadas a él rara vez llegaban a Shikoku.[11]

Cuando la tripulación española protestó, Motochika sugirió que llevaran su caso a Hideyoshi, el jefe de gobierno de facto, y les recomendó que buscaran ayuda de su amigo personal Mashita Nagamori, uno de los cinco comisionados de Hideyoshi. El capitán Landecho siguió el consejo y envió a dos de sus oficiales a Kioto con la orden de que se reunieran con los frailes franciscanos y evitaran tratar con los jesuitas.[10]

Entrevista y reacción

 
Crucifixión de los 26 cristianos en Nagasaki en 1597

La recomendación de Chōsokabe Motochika resultó ser de dudosa fe, ya que Mashita Nagamori vio que se podía sacar provecho de la situación y aconsejó a Hideyoshi que guardara el cargamento para la tesorería de la corte.[9]​ Los jesuitas se enteraron del asunto y se ofrecieron a interceder en nombre de la tripulación española, sugiriendo los servicios de otro de los cinco comisarios, el simpatizante cristiano Maeda Gen'i; pero el comisario franciscano de Kioto, Pedro Bautista, se negó. En el momento en que Maeda Gen'i fue contactado, Mashita Nagamori ya estaba en camino y Maeda no pudo hacer más que escribir una carta a su colega pidiendo clemencia.[12][13]

Cuando Nagamori llegó a Tosa, pidió un soborno monetario a los españoles. Al no poder pagarlo, se cargaron las mercancías del San Felipe en un centenar de barcos japoneses para enviarlas a Kioto. Mientras esto ocurría, Nagamori conoció a los españoles, que lo entretenían con música, juegos y un espectáculo de esgrima.[13]​ Le preguntó al comandante piloto Francisco de Olandía de dónde venían y cómo llegaron a Japón. En este punto Olandía realizó un mapa que mostraba la extensión del imperio colonial español, e insinuó que España ganó su imperio convirtiendo primero a las poblaciones nativas al cristianismo con misioneros y luego enviando conquistadores para que se unieran a los recién convertidos en una invasión de conquista.[14]​ Nagamori preguntó entonces sobre la relación entre España y Portugal, y se indignó cuando el piloto y el alférez del barco respondieron que los dos imperios compartían un rey (los jesuitas habían explicado durante mucho tiempo a los japoneses que los dos países eran diferentes y estaban separados).[15]

Estas informaciones fueron debidamente transmitidas a Hideyoshi, quien reaccionó con furia. La revelación del piloto fue una confirmación de las sospechas de Hideyoshi sobre el papel de "quinta columna" de los cristianos en Japón, algo avivado por sus seguidores anticristianos. Hideyoshi respondió rápidamente, ordenando que todos los misioneros en Japón fueran reunidos. Ishida Mitsunari, el primero de los cinco comisionados de Hideyoshi, aclaró que la orden de Hideyoshi estaba dirigida a los franciscanos que violaron abiertamente su edicto de 1587. Los jesuitas, que eran discretos en su predicación, fueron excluidos. Al final, veintiséis católicos -seis frailes franciscanos, diecisiete franciscanos terciarios japoneses y tres jesuitas japoneses incluidos por error- fueron llevados de Kioto a Nagasaki, donde fueron crucificados en una colina el 5 de febrero de 1597. Un pasajero del San Felipe, el fraile Felipe de Jesús, estuvo entre los mártires.[16]

Consecuencias

Al capitán Landecho, que fue a Osaka para reclamar la carga del San Felipe, le dijeron que Hideyoshi tenía todas las razones para tratarlo como un pirata y ser ejecutado, pero que se le perdonaría la vida y se le permitiría salir de Japón con la tripulación y los pasajeros del San Felipe, aunque los esclavos negros a bordo fueron reclutados para el servicio de Hideyoshi.[17]​ Una parte de la carga confiscada se utilizó para financiar la invasión japonesa de Corea y el resto se distribuyó entre la nobleza japonesa, llegando algunos artículos incluso hasta el emperador de Japón.[7]

La culpa del percance del San Felipe fue objeto de acalorados debates entre las órdenes religiosas rivales. El relato de los frailes que escaparon del martirio minimizó la declaración del piloto, mientras acusaba a los jesuitas de inacción y, lo que es peor, de traición. Los españoles alegaron que los jesuitas patrocinados por Portugal fueron los instigadores del incidente al instar a Hideyoshi a incautar la carga, denunciar a los españoles como piratas y conquistadores e insultar al rey español a pesar de que Portugal compartía corona con España en ese momento.[18]​ Los jesuitas negaron formalmente todas estas afirmaciones, y en su lugar culparon a los frailes franciscanos de la imprudencia en Japón que destruyó cualquier buena voluntad que Hideyoshi había mostrado anteriormente: la lengua ligera del piloto le dio a Hideyoshi la oportunidad de actuar y confirmar sus sospechas previas.[19]​ Estos debates y las historias exageradas que rodearon al episodio del San Felipe se difundieron por todo el imperio colonial español y resultaron en un gran resentimiento en contra de los portugueses y los jesuitas.[20][17]

Junto con el martirio de los 26 cristianos, el incidente del San Felipe desencadenó una nueva ronda de persecución contra los cristianos, en la que 137 iglesias fueron demolidas y los misioneros jesuitas fueron obligados a abandonar Japón. Los jesuitas hicieron una demostración de cumplimiento cargando una carraca con destino a Macao con un portugués común vestido de misionero, y luego continuaron evangelizando en Japón discretamente hasta la muerte de Hideyoshi en 1598.[21]

Véase también


Referencias

  1. Boxer, 1951, p. 91.
  2. Boxer, 1951, p. 155.
  3. Boxer, 1951, pp. 147.
  4. Boxer, 1951, pp. 152–53.
  5. Boxer, 1951, pp. 159–60.
  6. Boxer, 1951, pp. 162–63.
  7. Tremml-Werner, 2015, p. 219.
  8. Borao Mateo, 2007, p. 9.
  9. Boxer, 1951, p. 164.
  10. Murdoch y Yamagata, 1903, p. 287.
  11. Tremml-Werner, 2015, p. 220.
  12. Murdoch y Yamagata, 1903, p. 288.
  13. Boxer, 1951, p. 421.
  14. Boxer, 1951, p. 166.
  15. Boxer, 1951, pp. 422–24.
  16. Murdoch y Yamagata, 1903, p. 295.
  17. Murdoch y Yamagata, 1903, p. 292.
  18. Boxer, 1951, pp. 166–67.
  19. Murdoch y Yamagata, 1903, p. 299.
  20. Boxer, 1951, p. 167.
  21. Murdoch y Yamagata, 1903, pp. 296–97.

Bibliografía

  • Boxer, C. R. (1951). The Christian Century in Japan: 1549–1650. University of California Press. GGKEY:BPN6N93KBJ7. 
  • Murdoch, James; Yamagata, Isoh (1903). A History of Japan: During the Century of Early Foreign Intercourse (1542-1651). Kobe, Japan: Kobe Chronicle. 
  • Borao Mateo, José Eugenio (2007). «The arrival of the Spanish galleons in Manila from the Pacific Ocean and their departure along the Kuroshio stream (16th and 17th centuries)». Journal of Geographical Research 47: 17-38. 
  • Tremml-Werner, Birgit (2015). Spain, China and Japan in Manila, 1571-1644 : Local comparisons and global connections. Amsterdam: Amsterdam University Press. ISBN 9789089648334. 

Enlaces externos

(en inglés) El seculo cristiano en Japón, Charles Boxer

  •   Datos: Q11306135

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El 19 de octubre de 1596 el barco espanol San Felipe naufrago en Urado en la isla japonesa de Shikoku en ruta de Manila a Acapulco El daimyō local Chōsokabe Motochika se apodero de la rica carga del galeon de Manila y el incidente se intensifico hasta llegar a Toyotomi Hideyoshi gobernador taikō de Japon El piloto del barco sugirio incautamente a las autoridades japonesas que era un modus operandi espanol que los misioneros se infiltraran en un pais antes de una eventual conquista militar como se habia hecho en America Esto llevo a la crucifixion de 26 cristianos en Nagasaki la primera persecucion a los cristianos por parte del estado en Japon Los ejecutados fueron mas tarde conocidos como los 26 martires de Japon Indice 1 Contexto 2 Naufragio del San Felipe 3 Entrevista y reaccion 4 Consecuencias 5 Vease tambien 6 Referencias 7 Bibliografia 8 Enlaces externosContexto EditarVease tambien Kirishitan Poco despues de los primeros contactos en 1543 los barcos portugueses comenzaron a llegar a Japon para comerciar En ese momento los japoneses estaban deseando adquirir productos chinos como la seda y la porcelana pero la dinastia Ming les habia prohibido el comercio privado con China como castigo por las incursiones de los piratas wakō Por lo tanto los portugueses encontraron la oportunidad de actuar como intermediarios en el comercio de productos chinos por plata japonesa y se beneficiaron enormemente 1 El comercio Nanban como se llamo a esta actividad comercial euro japonesa estaba estrechamente ligado a la propagacion del cristianismo Los jesuitas patrocinados por Portugal tomaron la iniciativa en el proselitismo de la fe catolica en Japon y el hecho consumado fue aprobado en la bula papal de Gregorio XIII de 1575 que decidio que Japon pertenecia a la diocesis portuguesa de Macao De ahi que los jesuitas gozaran del derecho exclusivo para propagar el cristianismo en Japon lo que significaba que sus patrocinadores los portugueses tenian el derecho exclusivo a comerciar con Japon dentro de la cristiandad 2 La mision cristiana en Japon tuvo un exito temprano entre los daimyō guerreros del periodo Sengoku porque los comerciantes portugueses bajo la influencia de los misioneros estaban mas dispuestos a detenerse en puertos que pertenecian a un senor cristiano lo que para el daimyō significaba un mejor acceso a las armas de fuego europeas Esta situacion cambio gradualmente a medida que Toyotomi Hideyoshi se aproximaba a completar la unificacion de Japon y se preocupaba por los posibles factores de descentralizacion como el hecho de que los vasallos siguieran una religion extranjera En 1587 despues de una cordial audiencia con Gaspar Coelho superior de la mision jesuita Hideyoshi incremento su preocupacion al jactarse Coelho de que los jesuitas podian realizar un llamamiento a los buques de guerra portugueses y reunir a los daimyō cristianos para la proxima invasion de Corea liderada por Hideyoshi No mas de dos semanas despues el 24 de julio Hideyoshi ordeno la expulsion de los misioneros jesuitas de Japon 3 sin embargo el decreto de 1587 no se aplico particularmente Incluso el propio Hideyoshi se burlo a sabiendas del edicto y permitio a los misioneros jesuitas entrar en Japon como traductores e intermediarios comerciales Finalmente los misioneros se sintieron lo suficientemente seguros como para continuar su proselitismo en Japon aunque discretamente 4 A pesar de la union de la corona espanola y portuguesa en 1580 que estipulaba que Espana no interferiria con el imperio colonial portugues los misioneros de la Orden Franciscana patrocinados por Espana veian con celos el exito de Portugal en Japon y trataban de desbaratar el monopolio jesuita en el pais nipon 5 Los frailes entraron en Japon a traves de Filipinas en 1593 y tras una audiencia inicial con Hideyoshi se vieron lo suficientemente preparados como para que empezaran a hacer proselitismo abiertamente cerca de Kioto la capital Los padres jesuitas se quejaron inmediatamente de la ilegalidad de la presencia de los frailes y advirtieron contra su imprudente desprecio del edicto de 1587 pero los franciscanos convencidos de la solidez de sus metodos debido a sus exitos en America no hicieron caso de estas advertencias 6 Naufragio del San Felipe EditarEl 12 de julio de 1596 el barco espanol San Felipe zarpo de Manila a Acapulco bajo el mando del capitan Matias de Landecho con un cargamento que se estimaba en mas de un millon de pesos 7 Esta partida relativamente tardia del galeon de Manila significo que el San Felipe zarpo durante la temporada de tifones del Pacifico Despues de haber sido golpeado por dos tifones el capitan decidio navegar hacia Japon para poder reparar el buque pero al acercarse a la costa japonesa el galeon fue golpeado por un tercer tifon dejando a la nave sin velas 8 Gracias a la corriente de Kuroshio el barco pudo ir a la deriva hacia Japon algo que la tripulacion considero un milagro A pesar de avistar tierra en la latitud de Kioto el barco no pudo atracar por los fuertes vientos y se alejo de la costa 8 En medio del temor de que el incontrolable barco se estrellara contra las rocas el San Felipe se acerco a la costa de la provincia de Tosa en Shikoku el 19 de octubre de 1596 9 Confiado por las historias de la hospitalidad de Hideyoshi hacia los frailes el capitan se sintio lo suficientemente seguro como para rechazar una sugerencia de su tripulacion de dirigirse al puerto amistoso de Nagasaki en el centro del comercio Nanban 9 sin embargo el daimyō local Chōsokabe Motochika se mostro hostil a los extranjeros mientras obligaba al malogrado buque a ir a su puerto de origen Urado 浦戸 en la actual Kōchi con 200 barcos armados Una vez que el San Felipe llego a Urado se hundio en un banco de arena Los samurai de Chōsokabe confiscaron los 600 000 pesos restantes de carga a bordo pues el resto ya se habia perdido en el tormentoso viaje 10 Motochika afirmo que era un procedimiento estandar ya que entendia que cualquier buque varado o naufragado en Japon pertenecia a las autoridades locales junto con su carga 10 tambien pudo haber verse tentado por la propia carga ya que el comercio Nanban y las riquezas asociadas a el rara vez llegaban a Shikoku 11 Cuando la tripulacion espanola protesto Motochika sugirio que llevaran su caso a Hideyoshi el jefe de gobierno de facto y les recomendo que buscaran ayuda de su amigo personal Mashita Nagamori uno de los cinco comisionados de Hideyoshi El capitan Landecho siguio el consejo y envio a dos de sus oficiales a Kioto con la orden de que se reunieran con los frailes franciscanos y evitaran tratar con los jesuitas 10 Entrevista y reaccion Editar Crucifixion de los 26 cristianos en Nagasaki en 1597 La recomendacion de Chōsokabe Motochika resulto ser de dudosa fe ya que Mashita Nagamori vio que se podia sacar provecho de la situacion y aconsejo a Hideyoshi que guardara el cargamento para la tesoreria de la corte 9 Los jesuitas se enteraron del asunto y se ofrecieron a interceder en nombre de la tripulacion espanola sugiriendo los servicios de otro de los cinco comisarios el simpatizante cristiano Maeda Gen i pero el comisario franciscano de Kioto Pedro Bautista se nego En el momento en que Maeda Gen i fue contactado Mashita Nagamori ya estaba en camino y Maeda no pudo hacer mas que escribir una carta a su colega pidiendo clemencia 12 13 Cuando Nagamori llego a Tosa pidio un soborno monetario a los espanoles Al no poder pagarlo se cargaron las mercancias del San Felipe en un centenar de barcos japoneses para enviarlas a Kioto Mientras esto ocurria Nagamori conocio a los espanoles que lo entretenian con musica juegos y un espectaculo de esgrima 13 Le pregunto al comandante piloto Francisco de Olandia de donde venian y como llegaron a Japon En este punto Olandia realizo un mapa que mostraba la extension del imperio colonial espanol e insinuo que Espana gano su imperio convirtiendo primero a las poblaciones nativas al cristianismo con misioneros y luego enviando conquistadores para que se unieran a los recien convertidos en una invasion de conquista 14 Nagamori pregunto entonces sobre la relacion entre Espana y Portugal y se indigno cuando el piloto y el alferez del barco respondieron que los dos imperios compartian un rey los jesuitas habian explicado durante mucho tiempo a los japoneses que los dos paises eran diferentes y estaban separados 15 Estas informaciones fueron debidamente transmitidas a Hideyoshi quien reacciono con furia La revelacion del piloto fue una confirmacion de las sospechas de Hideyoshi sobre el papel de quinta columna de los cristianos en Japon algo avivado por sus seguidores anticristianos Hideyoshi respondio rapidamente ordenando que todos los misioneros en Japon fueran reunidos Ishida Mitsunari el primero de los cinco comisionados de Hideyoshi aclaro que la orden de Hideyoshi estaba dirigida a los franciscanos que violaron abiertamente su edicto de 1587 Los jesuitas que eran discretos en su predicacion fueron excluidos Al final veintiseis catolicos seis frailes franciscanos diecisiete franciscanos terciarios japoneses y tres jesuitas japoneses incluidos por error fueron llevados de Kioto a Nagasaki donde fueron crucificados en una colina el 5 de febrero de 1597 Un pasajero del San Felipe el fraile Felipe de Jesus estuvo entre los martires 16 Consecuencias EditarAl capitan Landecho que fue a Osaka para reclamar la carga del San Felipe le dijeron que Hideyoshi tenia todas las razones para tratarlo como un pirata y ser ejecutado pero que se le perdonaria la vida y se le permitiria salir de Japon con la tripulacion y los pasajeros del San Felipe aunque los esclavos negros a bordo fueron reclutados para el servicio de Hideyoshi 17 Una parte de la carga confiscada se utilizo para financiar la invasion japonesa de Corea y el resto se distribuyo entre la nobleza japonesa llegando algunos articulos incluso hasta el emperador de Japon 7 La culpa del percance del San Felipe fue objeto de acalorados debates entre las ordenes religiosas rivales El relato de los frailes que escaparon del martirio minimizo la declaracion del piloto mientras acusaba a los jesuitas de inaccion y lo que es peor de traicion Los espanoles alegaron que los jesuitas patrocinados por Portugal fueron los instigadores del incidente al instar a Hideyoshi a incautar la carga denunciar a los espanoles como piratas y conquistadores e insultar al rey espanol a pesar de que Portugal compartia corona con Espana en ese momento 18 Los jesuitas negaron formalmente todas estas afirmaciones y en su lugar culparon a los frailes franciscanos de la imprudencia en Japon que destruyo cualquier buena voluntad que Hideyoshi habia mostrado anteriormente la lengua ligera del piloto le dio a Hideyoshi la oportunidad de actuar y confirmar sus sospechas previas 19 Estos debates y las historias exageradas que rodearon al episodio del San Felipe se difundieron por todo el imperio colonial espanol y resultaron en un gran resentimiento en contra de los portugueses y los jesuitas 20 17 Junto con el martirio de los 26 cristianos el incidente del San Felipe desencadeno una nueva ronda de persecucion contra los cristianos en la que 137 iglesias fueron demolidas y los misioneros jesuitas fueron obligados a abandonar Japon Los jesuitas hicieron una demostracion de cumplimiento cargando una carraca con destino a Macao con un portugues comun vestido de misionero y luego continuaron evangelizando en Japon discretamente hasta la muerte de Hideyoshi en 1598 21 Vease tambien EditarSakoku Comercio NanbanReferencias Editar Boxer 1951 p 91 Boxer 1951 p 155 Boxer 1951 pp 147 Boxer 1951 pp 152 53 Boxer 1951 pp 159 60 Boxer 1951 pp 162 63 a b Tremml Werner 2015 p 219 a b Borao Mateo 2007 p 9 a b c Boxer 1951 p 164 a b c Murdoch y Yamagata 1903 p 287 Tremml Werner 2015 p 220 Murdoch y Yamagata 1903 p 288 a b Boxer 1951 p 421 Boxer 1951 p 166 Boxer 1951 pp 422 24 Murdoch y Yamagata 1903 p 295 a b Murdoch y Yamagata 1903 p 292 Boxer 1951 pp 166 67 Murdoch y Yamagata 1903 p 299 Boxer 1951 p 167 Murdoch y Yamagata 1903 pp 296 97 Bibliografia EditarBoxer C R 1951 The Christian Century in Japan 1549 1650 University of California Press GGKEY BPN6N93KBJ7 Murdoch James Yamagata Isoh 1903 A History of Japan During the Century of Early Foreign Intercourse 1542 1651 Kobe Japan Kobe Chronicle Borao Mateo Jose Eugenio 2007 The arrival of the Spanish galleons in Manila from the Pacific Ocean and their departure along the Kuroshio stream 16th and 17th centuries Journal of Geographical Research 47 17 38 Tremml Werner Birgit 2015 Spain China and Japan in Manila 1571 1644 Local comparisons and global connections Amsterdam Amsterdam University Press ISBN 9789089648334 Enlaces externos Editar en ingles El seculo cristiano en Japon Charles Boxer Esta obra contiene una traduccion derivada de San Felipe incident 1596 de la Wikipedia en ingles publicada por sus editores bajo la Licencia de documentacion libre de GNU y 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