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Incidente del Nossa Senhora da Graça

El incidente del Nossa Senhora da Graça (ノサ・セニョーラ・ダ・グラサ号事件, Nosa Senyōra Da Gurasa Gōjiken en japonés; Incidente da Nossa Senhora da Graça en portugués), también conocido como el incidente del Madre de Deus (マードレ・デ・デウス号事件, Mādore de Deusu Gōjiken en japonés; incidente de Madre de Deus en portugués), fue una batalla naval entre una carraca portuguesa del mismo nombre y una flotilla militar japonesa en el año 1610. Durante su transcurso, los portugueses resistieron con éxito todos los asaltos nipones, pero un incendio a bordo les obligó a claudicar, y el capitán luso, André Pessoa, optó por volar el barco antes que entregarse con vida. Este acto de resistencia impresionó a los cronistas japoneses y pervivió hasta el siglo XIX.

Incidente del Nossa Senhora da Graça

Carraca portuguesa en el arte japonés.
Fecha 3 de enero de 1610 - 6 de enero de 1610
Lugar Nagasaki, Japón
Casus belli Persecución de un capitán portugués por las autoridades japonesas
Conflicto Intento japonés de capturar un barco portugués
Resultado Victoria japonesa
Consecuencias Interrupción temporal del comercio portugués
Beligerantes
Comandantes
Arima Harunobu André Pessoa
Fuerzas en combate
33 barcos sekibun
1500 combatientes y tripulantes
1 carraca
50 tripulantes
Bajas
Varios centenares La mayoría de los efectivos

Contexto

En 1543, el imperio portugués inició contactos con tierras japonesas a través de la acción de sus comerciantes, que establecieron un puesto en Nagasaki y formaron rutas hasta Goa y Malaca. La marina portuguesa empleó mayoritariamente el tipo de embarcación conocida como carraca, que se volvió icónica para los japoneses, y en sus viajes se destacó la introducción del arcabuz y el cristianismo. Más tarde, los lusos ampliarían sus actividades para incluir a China, con quien comerciaban con seda desde el asentamiento portugués de Macao, ya que China tenía prohibido comerciar directamente con Japón, y por ello los lusos podían servir como intermediarios mercantiles con todos sus beneficios.[1]​ Sin embargo, cuando Nagasaki pasó de ser un simple pueblo pesquero nipón a un floreciente puesto comercial de mercaderes y misioneros jesuitas, su influencia económica y religiosa atrajo la desconfianza de los poderes japoneses. En 1588, los feudos locales revocaron el control de los portugueses e instauraron un gobernador o bugyo en 1605, sometido él también al magistrado de la zona o daikan.

Al mismo tiempo, el monopolio comercial portugués se vio asediado desde otro lado. La marina holandesa, que se encontraba en guerra con Portugal, llegó a Japón en 1600, y uno de sus navegantes ingleses, William Adams, se convirtió en consejero de la corte del shogun Ieyasu Tokugawa, naturalmente con intenciones de favorecer a los intereses flamencos. Por su parte, el imperio español también buscaba hacerse su propio hueco en Japón, a pesar de la unión política que le vinculaba con la corona portuguesa desde 1580.[2]​ Por último, los propios japoneses jugaron con montar su propia red de comercia de altura, llegando a enviar las conocidas naves del sello rojo o shuinsen hasta las Molucas.[3]

Preludio

Las causas del incidente pueden rastrearse hasta un incidente anterior en noviembre de 1608 en Macau, donde una nave de sello rojo perteneciente al daimyo cristiano de Hinoe, Arima Harunobu, se había guarecido de un temporal. La tripulación, muy nutrida y compuesta en gran parte por samuráis, provocó disturbios por toda la ciudad, atemorizando hasta tal punto a los ciudadanos chinos que éstos solicitaron al senado de Macau que tomara cartas en el asunto. Las autoridades portuguesas, sin embargo, se contentaron con pedir a los japoneses que moderasen su comportamiento y que intentaran pasar desapercibidos en la población, sugerencias que se vieron rechazadas de pleno y que no hicieron más que soliviantar todavía más a los nipones.[4]​ Cuando se unió a ellos otra tripulación japonesa de un barco que había naufragado cerca, las autoridades se vieron obligadas a endurecer sus medidas como se pedía y prepararse para acciones disciplinarias.[2]

El 30 de noviembre, el contingente japonés dio pie a una monumental reyerta en el puerto y, cuando el ouvidor o magistrado portugués intentó poner paz, los nipones le hirieron y asesinaron a varios miembros de su séquito. Dada la alarma general, el capitán general André Pessoa acudió con refuerzos y puso en fuga a los japoneses, que se vieron sitiados tras hacerse fuerte en dos casas cercanas. Pessoa ofreció cuartel a los que saliesen pacíficamente, pero 27 samuráis de la primera casa se negaron en redondo, por lo que el capitán mandó prender fuego al domicilio e hizo abatirlos a arcabuzazos cuando salieron. La segunda casa habría sufrido el mismo destino de no ser por los jesuitas y el obispo de Macau, que lograron hacer salir a la cincuentena de nipones que la ocupaban. Pessoa no vio la situación resuelta, empero, hasta que ordenó dar garrote a 23 nipones acusados de ser los cabecillas de la revuelta.[4]​ Al resto se les permitió marcharse tras firmar una declaración jurada que absolvía a los portugueses de toda culpa.[1]

En el período que siguió al incidente, la principal carraca disponible en Macau era una embarcación conocida como Nossa Senhora da Graça (o Madre de Deus, según otras crónicas).[1]​ El barco se había mantenido dos años en el puerto debido a la actividad holandesa, por lo que cargaba una gran cantidad de mercancías acumuladas a la espera de vender en Japón.[2]​ Por fin, el navío tuvo la oportunidad de partir en junio capitaneado por el mismo Pessoa, aunque su salida se adelantó al 10 de mayo a causa de rumores de un ataque holandés, similar al ya famoso abordaje del Santa Catarina en 1603.[2]​ Estas no eran meras habladurías, ya que el comandante holandés Abraham van den Broeck había recibido efectivamente órdenes de capturar el Nossa Senhora, así como de dirigirse a Japón para abrir comercio en caso de no toparse con el barco luso.[2]

Al mando de dos naves, Van den Broeck y Jacques Specx adquirieron mercancías en Patani y se desplazaron al estrecho de Taiwán para tender una emboscada, pero ésta resultó infructuosa porque un temporal había retasado al Nossa Senhora. Los flamencos se dieron por vencidos y pusieron rumbo a Hirado, al que llegaron el 1 de julio, con lo que el buque portugués siguió su travesía sin problemas y llegó a Nagasaki el 29 de junio.[2]

Negociaciones

Al llegar los portugueses a Nagasaki, el bugyo Hasegawa Fujihiro y el daikan Murayama Toan se mostraron inusualmente obstructivos con ellos, primero exigiendo inspeccionar la nave, luego negociando con ferocidad, y finalmente acusando a los portugueses de estar promoviendo un mercado negro.[1]​ Los motivos de esta mala acogida continúan mal esclarecidos, aunque se ha sospechado que la presencia del jesuita luso João Rodrigues al lado del shogun retirado Ieyasu podría haber despertado inquinas nativas hacia sus compatriotas; tampoco puede descartarse que el propio Ieyasu hubiera endurecido su actitud hacia los navegantes portugueses, movido por burócratas que opinaban que las naves del sello rojo y la competencia holandesa podían compensar cualquier pérdida económica.[4]​ Probablemente al tanto de esto, y procurando no dar motivos a los japoneses para desviar sus compras al Hirado holandés, Pessoa calmó la situación pidiendo la mediación de los jesuitas y pagando un soborno cuantioso a los dos funcionarios.[1]

Cuando fue el momento de explicar lo sucedido en Macau el año anterior, Pessoa pensó en presentar a Ieyasu el atestado de los samuráis, pero Hasegawa le disuadió de hacerlo, argumentando que el viejo shogun estaba obligado a ponerse de parte de sus súbditos por cuestión de principios. Sin embargo, poco convencido, el capitán lusitano envió un memorándum a Honda Masazumi, ministro de asuntos exteriores del shogunato, lo que tuvo el efecto de poner a Hasegawa y Murayama en su contra al dar la impresión de que el capitán había aprovechado para quejarse de ellos. Honda concurrió con Pessoa, prometiendo limitar la presencia japonesa en Macau y delegar futuros incidentes a la ley local,[4]​ por lo que Hasegawa volvió a mostrarse conciliador, hasta el punto de asistir a los lusos en la embajada y darles el valioso soplo de que Ieyasu planeaba desde hace tiempo favorecer a los mercaderes holandeses para romper el monopolio portugués.[1]​ Sin embargo, su volubilidad ocasionó que Pessoa y sus mercaderes desconfiasen de sus palabras, y por ello pidieron una apelación directa a Ieyasu con objeto de informarle sobre Hasegawa, decisión que horrorizó a los jesuitas, que sabían que su hermana Onatsu era concubina del ex-shogun y mantenía una gran influencia sobre él. Llegaron incluso a amenazar con excomulgar a Pessoa, pero el daño ya estaba hecho, ya que Hasegawa se enteró de sus discusiones por un intérprete corrupto y decidió vengarse del capitán.[1]

En septiembre de 1609, los supervivientes del incidente de Macau llegaron para dar su versión de los hechos a su señor, Arima Harunobu. Tras enterarse de ello, Ieyasu reprendió a Hasegawa por no habérselo comunicado antes y le ordenó una investigación, a lo que Hasegawa argumentó que no había nada que esclarecer y que la declaración de los samuráis esgrimida por Pessoa había sido evidentemente obtenida bajo presión. El bugyo y Arima, que buscaban respectivamente perjudicar a los lusos y vengar a los samuráis muertos, aconsejaron en su lugar iniciar acciones militares sobre el Nossa Senhora, pero el ex-shogun, por mucho que hubiera dejado de favorecer al comercio portugués, no se decidía a autorizarlas por temor a causar una crisis comercial. No obstante, sus deliberaciones se vieron interrumpidas por el naufragio en costas niponas del galeón español San Francisco, comandado por Rodrigo de Vivero, cuyos supervivientes fueron conducidos a la corte gracias al contacto por carta que Ieyasu y Vivero habían mantenido en el pasado. Cuando Ieyasu tuvo información de primera mano del comercio español, decidió que los mercaderes portugueses eran prescindibles y podían ser sustituidos por sus vecinos ibéricos y los holandeses, por lo que autorizó a Arima y Hasegawa a arrestar a Pessoa por cualquier medio necesario.[4]

Batalla

Primer día

 
Bahía de Nagasaki.

El 3 de enero, enterado de las intenciones de Hasegawa a través de la comunidad cristiana en Japón, Pessoa se dispuso para una huida forzosa. El Nossa Senhora, sin embargo, no estaba preparado para navegar debido a la enorme carga que los comerciantes habían adquirido, por lo que el capitán mandó apresurar el estibamiento y montar guardia. En ello llegó una embajada de Arima, quien afirmó haber venido a negociar por seda y comunicó a Pessoa que se le requería para testificar por el incidente de Macau como pura formalidad. El lusitano, sabiendo que cerca había un contingente de 1200 samuráis del clan Arima, no le creyó, y en su lugar ordenó que toda la tripulación acudiese al barco en situación de emergencia, dispuesto a partir lo antes posible. Sin embargo, los mercaderes se opusieron, culpando a Pessoa de haber causado complicaciones, y otros no pudieron llegar a puerto debido a los guardias japoneses, por lo que al final no abordaron el Nossa Senhora más que 50 europeos junto con varios esclavos negros y marinos indios o lascares.[1]

Arima y su camarilla contactaron entonces con los jesuitas, trayéndoles la noticia de que Pessoa estaba tratando de huir de la justicia y que estaban obligados a perseguirlo. Les sugirieron comunicar al barco que perdonarían a la tripulación si entregaban al capitán, pero los jesuitas no accedieron, argumentando que no estaba en la naturaleza de los portugueses traicionar a sus comandantes.

Al caer la noche, una flota de juncos al mando de Arima se aproximó al Nossa Senhora, que tenía las luces apagadas en previsión del ataque. Los oficiales de Pessoa aconsejaron disparar primero, aprovechando que los japoneses traían antorchas y eran blancos fáciles, pero el capitán, no queriendo ser el primero en abrir las hostilidades, mandó ultimar los preparativos para zarpar. Así, los japoneses tiraron las primeras flechas y mosquetazos, a lo que el buque disparó dos andanas sucesivas, acompañadas de toques burlones de instrumentos musicales. Disuelta por los cañonazos, la flotilla emprendió la retirada, pero el Nossa Senhora no pudo hacer lo mismo debido a que aquellos días había calma chicha, y por ello debió echar ancla en Fukahori.[1]

Observando el desenlace desastroso de la escaramuza, Hasegawa cedió al pánico y llevó a Ieyasu la noticia prematura de que habían perdido la batalla. El ex-shogun, enfurecido, ordenó que todo portugués en Nagasaki fuera pasado a cuchillo, incluyendo civiles y jesuitas, pero esta orden nunca se ejecutó debido a que el mensajero se topó con una situación muy distinta a su retorno.[2]

Segundo y tercer días

 
Balsas japonesas y carracas portuguesas.

La situación se repitió durante los dos días siguientes. Los japoneses no se atrevían a atacar por el día, y por ello intentaban parlamentar hasta que caía la noche, momento en que repetían sus asaltos con la misma fortuna. Al ver que no el buque occidental parecía inexpugnable, Arima probó esta vez con diferentes estrategias. Primeramente envió a dos samuráis disfrazados de mensajeros con órdenes de matar a Pessoa a costa de sus vidas, pero el plan fracasó porque los portugueses comprendieron el engaño y no les permitieron subir a bordo. Tras ello despachó a buceadores para cortar el ancla de la nave, pero también esto resultó infructuoso.

Al tercer día, Arima envió palabra de que deseaba reanudar el comercio y mandar rehenes a bordo como prueba de su sinceridad, pidiendo solo a cambio que la carraca volviera a puerto. Pessoa, siempre conocedor de sus auténticas intenciones, respondió exigiendo que Arima y Murayama aportaran a sus propios hijos como rehenes y que se permitiese al Nossa Senhora fondear en Fukuda, donde habría mejores vientos. Cuando llegó el momento de responder a esto, Hasegawa se enfureció, ya que no había dado autorización para tal cosa, y sobreescribió la negociación con otro mensaje: demandó que Pessoa se rindiera y que sus mercancías fueran vendidas a los japoneses al precio que éstos decidieran, todo ello a cambio de su intercesión personal ante Ieyasu. El capitán lusitano, comprensiblemente, se negó a seguir negociando en tanto los nipones no suspendieran las hostilidades.[1]

Aquella noche, Arima envió una flotilla de naves en llamas con intención de incendiar la carraca, pero las malas condiciones del viento les impidieron alcanzarla, a excepción de una de ellas, que rebotó contra su proa sin causar daños.[4]

Cuarto día

A la mañana del 6 de enero, el Nossa Senhora tuvo suficiente viento para navegar hasta las cercanías de Fukuda, pero no más allá. Arima, cuyas tropas llegaban ya a los 3000 debido a refuerzos oportunos, persiguió en una flotilla desvelando su nueva arma: una enorme torre de asedio flotante, construida sobre dos juncos y tan alta como la cubierta del barco, dentro de la cual se habían apostado 500 arqueros y arcabuceros bajo cortinas de cuero mojado para impedir incendios. Los japoneses también tuvieron cuidado de aproximarse por la popa de la carraca, donde la defensa resultaría más difícil para los lusos dado que los cañones habían sido concentrados en la proa para defender el ancla. Además, se había adjudicado el mando de la operación a un cristiano japonés, ya que él y sus correligionarios lucharían con vigor redoblado por el temor que Ieyasu se volviera contra su comunidad si fracasaban.[4]

La torre se acercó al barco, pero la resistencia lusitana fue denodada y no permitió pasar más que a unos pocos asaltantes, dos de los cuales fueron abatidos personalmente por Pessoa. Mientras tanto, sus tripulantes disolvieron las innumerables canoas de asalto con rudimentarias granadas de mano, incrementando lo que después de tres días eran ya centenares de bajas samurái, en contraste con menos de una decena de combatientes lusos caídos. Sin embargo, la presencia de la torre resultaría decisiva a largo plazo, ya que, después de seis horas de lucha, un arcabuzazo de uno de sus artilleros dio contra una granada incendiaria que un portugués iba a lanzar, ocasionando su caída y explosión sobre un alijo de pólvora. Se produjo una deflagración en cadena que causó importantes daños en el Nossa Senhora, culminando en un grave incendio.[4][1]

Asediados por las llamas, Pessoa y sus hombres se hicieron fuertes en el castillo de proa, donde se hizo evidente que, con su reducida tripulación, no disponían de personal suficiente para sofocar el incendio y repeler a los asaltantes al mismo tiempo. El capitán ordenó entonces prender fuego a la santabárbara y volar la nave, dispuesto a morir antes que conceder derrota, pero sus hombres dudaron, probablemente no imbuidos de la misma motivación. Pessoa entonces dejó la espada y la rodela, invocó a Dios con un crucifijo y permitió a sus tripulantes arrojarse al agua mientras él mismo se encargaba de destruir la carraca. Ante los ojos de los japoneses, el Nossa Senhora da Graça hizo explosión por dos veces, se partió por la mitad y se fue a pique con su carga, atacantes y defensores por igual.[1]​ Los samuráis abatieron a todos los portugueses que vieron en el agua, pero algunos consiguieron llegar hasta la costa, mientras que el cuerpo de André Pessoa, en caso de que hubieran quedado restos mortales reconocibles, nunca fue hallado.[4]

Consecuencias

Los supervivientes y el resto de los portugueses en suelo nipón temieron un exterminio, especialmente al saberse la orden que Ieyasu había enviado, pero Arima tuvo remordimientos por la situación e intercedió por los jesuitas. Al final, el mismo Ieyasu concurrió en que tal acción interrumpiría todo comercio extranjero, por lo que permitió a los lusos volver a Macao y a los misioneros quedarse si lo deseaban (con la excepción de João Rodrigues, que fue sustituido por William Adams).[5]

En marzo, Hasegawa prometió libre tráfico a los habitantes de Macau, y estos decidieron enviar una embajada para asegurarse, aunque no antes de verano de 1611. Por entonces Ieyasu había quedado desilusionado con el comercio extranjero, ya que los holandeses habían quedado debilitados por su derrota ante los españoles en Playa Honda, mientras que los propios españoles no habían podido enviar mucha mercancía tampoco.[2]​ Sin embargo, la seda importada a Japón era de una calidad muy inferior a la traída por los portugueses debido a la prohibición del comercio chino, por lo que ambos bandos deseaban reanudar el contacto; la culpa del incidente del Nossa Senhora da Graça fue depositada sobre el difunto Pessoa, por no haberse rendido cuando se le instó a hacerlo, y de este modo quedó zanjado. Por fin, tras otra embajada a la corte de Ieyasu en 1612, el São Felipe e Santiago fue la primero carraca portuguesa en llegar a Nagasaki tras dos años de cierre.[1]

En todo caso, el incidente había contribuido a sembrar en Japón la idea de que los portugueses eran difíciles de tratar, y esto sólo sustentó las posturas de los que pensaban que debía seguirse confiando más en el comercio holandés. En 1639, finalmente, el shogunato expulsó a los portugueses de Japón y, con una prohibición anterior de la presencia española, cedió el monopolio del comercio a los flamencos, que fueron desplazados a Nagasaki y permanecieron allí como el único factor europeo permitido en Japón durante su política aislacionista o sakoku.[6]

En recompensa por los servicios de Arima, Ieyasu le recompensó con una valiosa espada y la promesa de casar a su nieta Kunihime con el hijo de Harunobu, Naozumi. No obstante, Harunobu encontró insuficiente esta recompensa, ya que deseaba recuperar ciertos territorios en Hizen que le habían sido arrebatados en conflictos anteriores y esperaba que se le hubieran sido concedidos. Al no suceder, Harunobu inició una intriga con Okamoto Daihachi, un ayudante cristiano de Honda Masazumi, causando un incidente por el que Arima fue exiliado y ejecutado en 1613.[1]

Véase también

Referencias

  1. Boxer, C. R. The Christian Century in Japan: 1549–1650. University of California Press, 1951
  2. Boxer, C. R. "The affair of the Madre de Deus". In Moscato, Michael (ed.). Papers on Portuguese, Dutch, and Jesuit Influences in 16th- and 17th-Century Japan: Writings of Charles Ralph Boxer. Washington, D.C.: University Publications of America. pp. 4–94. ISBN 0890932557
  3. Vié, Michel. Histoire du Japon : des origines à Meiji. 2002, Presses Universitaires de France. ISBN 2130528937
  4. Boxer, C. R. Fidalgos in the Far East, 1550–1770. The Hague: Martinus Nijhoff, 1948.
  5. Milton, Giles. Samurai William: The Adventurer Who Unlocked Japan. 2011, Hachette UK. ISBN 1444731777.
  6. Curvelo, Alexandra. Nagasaki/Deshima after the Portuguese in Dutch accounts of the 17th century. 2003, Bulletin of Portuguese - Japanese Studies. Universidade Nova de Lisboa. 6 (junio de 2003): 147–157
  •   Datos: Q11325648

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El incidente del Nossa Senhora da Graca ノサ セニョーラ ダ グラサ号事件 Nosa Senyōra Da Gurasa Gōjiken en japones Incidente da Nossa Senhora da Graca en portugues tambien conocido como el incidente del Madre de Deus マードレ デ デウス号事件 Madore de Deusu Gōjiken en japones incidente de Madre de Deus en portugues fue una batalla naval entre una carraca portuguesa del mismo nombre y una flotilla militar japonesa en el ano 1610 Durante su transcurso los portugueses resistieron con exito todos los asaltos nipones pero un incendio a bordo les obligo a claudicar y el capitan luso Andre Pessoa opto por volar el barco antes que entregarse con vida Este acto de resistencia impresiono a los cronistas japoneses y pervivio hasta el siglo XIX Incidente del Nossa Senhora da GracaCarraca portuguesa en el arte japones Fecha3 de enero de 1610 6 de enero de 1610LugarNagasaki JaponCasus belliPersecucion de un capitan portugues por las autoridades japonesasConflictoIntento japones de capturar un barco portuguesResultadoVictoria japonesaConsecuenciasInterrupcion temporal del comercio portuguesBeligerantesShogunato Tokugawa Imperio portuguesComandantesArima Harunobu Andre PessoaFuerzas en combate33 barcos sekibun1500 combatientes y tripulantes 1 carraca50 tripulantesBajasVarios centenares La mayoria de los efectivos editar datos en Wikidata Indice 1 Contexto 2 Preludio 3 Negociaciones 4 Batalla 4 1 Primer dia 4 2 Segundo y tercer dias 4 3 Cuarto dia 5 Consecuencias 6 Vease tambien 7 ReferenciasContexto EditarEn 1543 el imperio portugues inicio contactos con tierras japonesas a traves de la accion de sus comerciantes que establecieron un puesto en Nagasaki y formaron rutas hasta Goa y Malaca La marina portuguesa empleo mayoritariamente el tipo de embarcacion conocida como carraca que se volvio iconica para los japoneses y en sus viajes se destaco la introduccion del arcabuz y el cristianismo Mas tarde los lusos ampliarian sus actividades para incluir a China con quien comerciaban con seda desde el asentamiento portugues de Macao ya que China tenia prohibido comerciar directamente con Japon y por ello los lusos podian servir como intermediarios mercantiles con todos sus beneficios 1 Sin embargo cuando Nagasaki paso de ser un simple pueblo pesquero nipon a un floreciente puesto comercial de mercaderes y misioneros jesuitas su influencia economica y religiosa atrajo la desconfianza de los poderes japoneses En 1588 los feudos locales revocaron el control de los portugueses e instauraron un gobernador o bugyo en 1605 sometido el tambien al magistrado de la zona o daikan Al mismo tiempo el monopolio comercial portugues se vio asediado desde otro lado La marina holandesa que se encontraba en guerra con Portugal llego a Japon en 1600 y uno de sus navegantes ingleses William Adams se convirtio en consejero de la corte del shogun Ieyasu Tokugawa naturalmente con intenciones de favorecer a los intereses flamencos Por su parte el imperio espanol tambien buscaba hacerse su propio hueco en Japon a pesar de la union politica que le vinculaba con la corona portuguesa desde 1580 2 Por ultimo los propios japoneses jugaron con montar su propia red de comercia de altura llegando a enviar las conocidas naves del sello rojo o shuinsen hasta las Molucas 3 Preludio EditarLas causas del incidente pueden rastrearse hasta un incidente anterior en noviembre de 1608 en Macau donde una nave de sello rojo perteneciente al daimyo cristiano de Hinoe Arima Harunobu se habia guarecido de un temporal La tripulacion muy nutrida y compuesta en gran parte por samurais provoco disturbios por toda la ciudad atemorizando hasta tal punto a los ciudadanos chinos que estos solicitaron al senado de Macau que tomara cartas en el asunto Las autoridades portuguesas sin embargo se contentaron con pedir a los japoneses que moderasen su comportamiento y que intentaran pasar desapercibidos en la poblacion sugerencias que se vieron rechazadas de pleno y que no hicieron mas que soliviantar todavia mas a los nipones 4 Cuando se unio a ellos otra tripulacion japonesa de un barco que habia naufragado cerca las autoridades se vieron obligadas a endurecer sus medidas como se pedia y prepararse para acciones disciplinarias 2 El 30 de noviembre el contingente japones dio pie a una monumental reyerta en el puerto y cuando el ouvidor o magistrado portugues intento poner paz los nipones le hirieron y asesinaron a varios miembros de su sequito Dada la alarma general el capitan general Andre Pessoa acudio con refuerzos y puso en fuga a los japoneses que se vieron sitiados tras hacerse fuerte en dos casas cercanas Pessoa ofrecio cuartel a los que saliesen pacificamente pero 27 samurais de la primera casa se negaron en redondo por lo que el capitan mando prender fuego al domicilio e hizo abatirlos a arcabuzazos cuando salieron La segunda casa habria sufrido el mismo destino de no ser por los jesuitas y el obispo de Macau que lograron hacer salir a la cincuentena de nipones que la ocupaban Pessoa no vio la situacion resuelta empero hasta que ordeno dar garrote a 23 nipones acusados de ser los cabecillas de la revuelta 4 Al resto se les permitio marcharse tras firmar una declaracion jurada que absolvia a los portugueses de toda culpa 1 En el periodo que siguio al incidente la principal carraca disponible en Macau era una embarcacion conocida como Nossa Senhora da Graca o Madre de Deus segun otras cronicas 1 El barco se habia mantenido dos anos en el puerto debido a la actividad holandesa por lo que cargaba una gran cantidad de mercancias acumuladas a la espera de vender en Japon 2 Por fin el navio tuvo la oportunidad de partir en junio capitaneado por el mismo Pessoa aunque su salida se adelanto al 10 de mayo a causa de rumores de un ataque holandes similar al ya famoso abordaje del Santa Catarina en 1603 2 Estas no eran meras habladurias ya que el comandante holandes Abraham van den Broeck habia recibido efectivamente ordenes de capturar el Nossa Senhora asi como de dirigirse a Japon para abrir comercio en caso de no toparse con el barco luso 2 Al mando de dos naves Van den Broeck y Jacques Specx adquirieron mercancias en Patani y se desplazaron al estrecho de Taiwan para tender una emboscada pero esta resulto infructuosa porque un temporal habia retasado al Nossa Senhora Los flamencos se dieron por vencidos y pusieron rumbo a Hirado al que llegaron el 1 de julio con lo que el buque portugues siguio su travesia sin problemas y llego a Nagasaki el 29 de junio 2 Negociaciones Editar Tokugawa Ieyasu Al llegar los portugueses a Nagasaki el bugyo Hasegawa Fujihiro y el daikan Murayama Toan se mostraron inusualmente obstructivos con ellos primero exigiendo inspeccionar la nave luego negociando con ferocidad y finalmente acusando a los portugueses de estar promoviendo un mercado negro 1 Los motivos de esta mala acogida continuan mal esclarecidos aunque se ha sospechado que la presencia del jesuita luso Joao Rodrigues al lado del shogun retirado Ieyasu podria haber despertado inquinas nativas hacia sus compatriotas tampoco puede descartarse que el propio Ieyasu hubiera endurecido su actitud hacia los navegantes portugueses movido por burocratas que opinaban que las naves del sello rojo y la competencia holandesa podian compensar cualquier perdida economica 4 Probablemente al tanto de esto y procurando no dar motivos a los japoneses para desviar sus compras al Hirado holandes Pessoa calmo la situacion pidiendo la mediacion de los jesuitas y pagando un soborno cuantioso a los dos funcionarios 1 Cuando fue el momento de explicar lo sucedido en Macau el ano anterior Pessoa penso en presentar a Ieyasu el atestado de los samurais pero Hasegawa le disuadio de hacerlo argumentando que el viejo shogun estaba obligado a ponerse de parte de sus subditos por cuestion de principios Sin embargo poco convencido el capitan lusitano envio un memorandum a Honda Masazumi ministro de asuntos exteriores del shogunato lo que tuvo el efecto de poner a Hasegawa y Murayama en su contra al dar la impresion de que el capitan habia aprovechado para quejarse de ellos Honda concurrio con Pessoa prometiendo limitar la presencia japonesa en Macau y delegar futuros incidentes a la ley local 4 por lo que Hasegawa volvio a mostrarse conciliador hasta el punto de asistir a los lusos en la embajada y darles el valioso soplo de que Ieyasu planeaba desde hace tiempo favorecer a los mercaderes holandeses para romper el monopolio portugues 1 Sin embargo su volubilidad ocasiono que Pessoa y sus mercaderes desconfiasen de sus palabras y por ello pidieron una apelacion directa a Ieyasu con objeto de informarle sobre Hasegawa decision que horrorizo a los jesuitas que sabian que su hermana Onatsu era concubina del ex shogun y mantenia una gran influencia sobre el Llegaron incluso a amenazar con excomulgar a Pessoa pero el dano ya estaba hecho ya que Hasegawa se entero de sus discusiones por un interprete corrupto y decidio vengarse del capitan 1 En septiembre de 1609 los supervivientes del incidente de Macau llegaron para dar su version de los hechos a su senor Arima Harunobu Tras enterarse de ello Ieyasu reprendio a Hasegawa por no haberselo comunicado antes y le ordeno una investigacion a lo que Hasegawa argumento que no habia nada que esclarecer y que la declaracion de los samurais esgrimida por Pessoa habia sido evidentemente obtenida bajo presion El bugyo y Arima que buscaban respectivamente perjudicar a los lusos y vengar a los samurais muertos aconsejaron en su lugar iniciar acciones militares sobre el Nossa Senhora pero el ex shogun por mucho que hubiera dejado de favorecer al comercio portugues no se decidia a autorizarlas por temor a causar una crisis comercial No obstante sus deliberaciones se vieron interrumpidas por el naufragio en costas niponas del galeon espanol San Francisco comandado por Rodrigo de Vivero cuyos supervivientes fueron conducidos a la corte gracias al contacto por carta que Ieyasu y Vivero habian mantenido en el pasado Cuando Ieyasu tuvo informacion de primera mano del comercio espanol decidio que los mercaderes portugueses eran prescindibles y podian ser sustituidos por sus vecinos ibericos y los holandeses por lo que autorizo a Arima y Hasegawa a arrestar a Pessoa por cualquier medio necesario 4 Batalla EditarPrimer dia Editar Bahia de Nagasaki El 3 de enero enterado de las intenciones de Hasegawa a traves de la comunidad cristiana en Japon Pessoa se dispuso para una huida forzosa El Nossa Senhora sin embargo no estaba preparado para navegar debido a la enorme carga que los comerciantes habian adquirido por lo que el capitan mando apresurar el estibamiento y montar guardia En ello llego una embajada de Arima quien afirmo haber venido a negociar por seda y comunico a Pessoa que se le requeria para testificar por el incidente de Macau como pura formalidad El lusitano sabiendo que cerca habia un contingente de 1200 samurais del clan Arima no le creyo y en su lugar ordeno que toda la tripulacion acudiese al barco en situacion de emergencia dispuesto a partir lo antes posible Sin embargo los mercaderes se opusieron culpando a Pessoa de haber causado complicaciones y otros no pudieron llegar a puerto debido a los guardias japoneses por lo que al final no abordaron el Nossa Senhora mas que 50 europeos junto con varios esclavos negros y marinos indios o lascares 1 Arima y su camarilla contactaron entonces con los jesuitas trayendoles la noticia de que Pessoa estaba tratando de huir de la justicia y que estaban obligados a perseguirlo Les sugirieron comunicar al barco que perdonarian a la tripulacion si entregaban al capitan pero los jesuitas no accedieron argumentando que no estaba en la naturaleza de los portugueses traicionar a sus comandantes Al caer la noche una flota de juncos al mando de Arima se aproximo al Nossa Senhora que tenia las luces apagadas en prevision del ataque Los oficiales de Pessoa aconsejaron disparar primero aprovechando que los japoneses traian antorchas y eran blancos faciles pero el capitan no queriendo ser el primero en abrir las hostilidades mando ultimar los preparativos para zarpar Asi los japoneses tiraron las primeras flechas y mosquetazos a lo que el buque disparo dos andanas sucesivas acompanadas de toques burlones de instrumentos musicales Disuelta por los canonazos la flotilla emprendio la retirada pero el Nossa Senhora no pudo hacer lo mismo debido a que aquellos dias habia calma chicha y por ello debio echar ancla en Fukahori 1 Observando el desenlace desastroso de la escaramuza Hasegawa cedio al panico y llevo a Ieyasu la noticia prematura de que habian perdido la batalla El ex shogun enfurecido ordeno que todo portugues en Nagasaki fuera pasado a cuchillo incluyendo civiles y jesuitas pero esta orden nunca se ejecuto debido a que el mensajero se topo con una situacion muy distinta a su retorno 2 Segundo y tercer dias Editar Balsas japonesas y carracas portuguesas La situacion se repitio durante los dos dias siguientes Los japoneses no se atrevian a atacar por el dia y por ello intentaban parlamentar hasta que caia la noche momento en que repetian sus asaltos con la misma fortuna Al ver que no el buque occidental parecia inexpugnable Arima probo esta vez con diferentes estrategias Primeramente envio a dos samurais disfrazados de mensajeros con ordenes de matar a Pessoa a costa de sus vidas pero el plan fracaso porque los portugueses comprendieron el engano y no les permitieron subir a bordo Tras ello despacho a buceadores para cortar el ancla de la nave pero tambien esto resulto infructuoso Al tercer dia Arima envio palabra de que deseaba reanudar el comercio y mandar rehenes a bordo como prueba de su sinceridad pidiendo solo a cambio que la carraca volviera a puerto Pessoa siempre conocedor de sus autenticas intenciones respondio exigiendo que Arima y Murayama aportaran a sus propios hijos como rehenes y que se permitiese al Nossa Senhora fondear en Fukuda donde habria mejores vientos Cuando llego el momento de responder a esto Hasegawa se enfurecio ya que no habia dado autorizacion para tal cosa y sobreescribio la negociacion con otro mensaje demando que Pessoa se rindiera y que sus mercancias fueran vendidas a los japoneses al precio que estos decidieran todo ello a cambio de su intercesion personal ante Ieyasu El capitan lusitano comprensiblemente se nego a seguir negociando en tanto los nipones no suspendieran las hostilidades 1 Aquella noche Arima envio una flotilla de naves en llamas con intencion de incendiar la carraca pero las malas condiciones del viento les impidieron alcanzarla a excepcion de una de ellas que reboto contra su proa sin causar danos 4 Cuarto dia Editar A la manana del 6 de enero el Nossa Senhora tuvo suficiente viento para navegar hasta las cercanias de Fukuda pero no mas alla Arima cuyas tropas llegaban ya a los 3000 debido a refuerzos oportunos persiguio en una flotilla desvelando su nueva arma una enorme torre de asedio flotante construida sobre dos juncos y tan alta como la cubierta del barco dentro de la cual se habian apostado 500 arqueros y arcabuceros bajo cortinas de cuero mojado para impedir incendios Los japoneses tambien tuvieron cuidado de aproximarse por la popa de la carraca donde la defensa resultaria mas dificil para los lusos dado que los canones habian sido concentrados en la proa para defender el ancla Ademas se habia adjudicado el mando de la operacion a un cristiano japones ya que el y sus correligionarios lucharian con vigor redoblado por el temor que Ieyasu se volviera contra su comunidad si fracasaban 4 La torre se acerco al barco pero la resistencia lusitana fue denodada y no permitio pasar mas que a unos pocos asaltantes dos de los cuales fueron abatidos personalmente por Pessoa Mientras tanto sus tripulantes disolvieron las innumerables canoas de asalto con rudimentarias granadas de mano incrementando lo que despues de tres dias eran ya centenares de bajas samurai en contraste con menos de una decena de combatientes lusos caidos Sin embargo la presencia de la torre resultaria decisiva a largo plazo ya que despues de seis horas de lucha un arcabuzazo de uno de sus artilleros dio contra una granada incendiaria que un portugues iba a lanzar ocasionando su caida y explosion sobre un alijo de polvora Se produjo una deflagracion en cadena que causo importantes danos en el Nossa Senhora culminando en un grave incendio 4 1 Asediados por las llamas Pessoa y sus hombres se hicieron fuertes en el castillo de proa donde se hizo evidente que con su reducida tripulacion no disponian de personal suficiente para sofocar el incendio y repeler a los asaltantes al mismo tiempo El capitan ordeno entonces prender fuego a la santabarbara y volar la nave dispuesto a morir antes que conceder derrota pero sus hombres dudaron probablemente no imbuidos de la misma motivacion Pessoa entonces dejo la espada y la rodela invoco a Dios con un crucifijo y permitio a sus tripulantes arrojarse al agua mientras el mismo se encargaba de destruir la carraca Ante los ojos de los japoneses el Nossa Senhora da Graca hizo explosion por dos veces se partio por la mitad y se fue a pique con su carga atacantes y defensores por igual 1 Los samurais abatieron a todos los portugueses que vieron en el agua pero algunos consiguieron llegar hasta la costa mientras que el cuerpo de Andre Pessoa en caso de que hubieran quedado restos mortales reconocibles nunca fue hallado 4 Consecuencias EditarLos supervivientes y el resto de los portugueses en suelo nipon temieron un exterminio especialmente al saberse la orden que Ieyasu habia enviado pero Arima tuvo remordimientos por la situacion e intercedio por los jesuitas Al final el mismo Ieyasu concurrio en que tal accion interrumpiria todo comercio extranjero por lo que permitio a los lusos volver a Macao y a los misioneros quedarse si lo deseaban con la excepcion de Joao Rodrigues que fue sustituido por William Adams 5 En marzo Hasegawa prometio libre trafico a los habitantes de Macau y estos decidieron enviar una embajada para asegurarse aunque no antes de verano de 1611 Por entonces Ieyasu habia quedado desilusionado con el comercio extranjero ya que los holandeses habian quedado debilitados por su derrota ante los espanoles en Playa Honda mientras que los propios espanoles no habian podido enviar mucha mercancia tampoco 2 Sin embargo la seda importada a Japon era de una calidad muy inferior a la traida por los portugueses debido a la prohibicion del comercio chino por lo que ambos bandos deseaban reanudar el contacto la culpa del incidente del Nossa Senhora da Graca fue depositada sobre el difunto Pessoa por no haberse rendido cuando se le insto a hacerlo y de este modo quedo zanjado Por fin tras otra embajada a la corte de Ieyasu en 1612 el Sao Felipe e Santiago fue la primero carraca portuguesa en llegar a Nagasaki tras dos anos de cierre 1 En todo caso el incidente habia contribuido a sembrar en Japon la idea de que los portugueses eran dificiles de tratar y esto solo sustento las posturas de los que pensaban que debia seguirse confiando mas en el comercio holandes En 1639 finalmente el shogunato expulso a los portugueses de Japon y con una prohibicion anterior de la presencia espanola cedio el monopolio del comercio a los flamencos que fueron desplazados a Nagasaki y permanecieron alli como el unico factor europeo permitido en Japon durante su politica aislacionista o sakoku 6 En recompensa por los servicios de Arima Ieyasu le recompenso con una valiosa espada y la promesa de casar a su nieta Kunihime con el hijo de Harunobu Naozumi No obstante Harunobu encontro insuficiente esta recompensa ya que deseaba recuperar ciertos territorios en Hizen que le habian sido arrebatados en conflictos anteriores y esperaba que se le hubieran sido concedidos Al no suceder Harunobu inicio una intriga con Okamoto Daihachi un ayudante cristiano de Honda Masazumi causando un incidente por el que Arima fue exiliado y ejecutado en 1613 1 Vease tambien EditarAsedio de Moji 1561 Batalla de la bahia de Fukuda 1565 Combates de Cagayan 1582 Referencias Editar a b c d e f g h i j k l m n Boxer C R The Christian Century in Japan 1549 1650 University of California Press 1951 a b c d e f g h Boxer C R The affair of the Madre de Deus In Moscato Michael ed Papers on Portuguese Dutch and Jesuit Influences in 16th and 17th Century Japan Writings of Charles Ralph Boxer Washington D C University Publications of America pp 4 94 ISBN 0890932557 Vie Michel Histoire du Japon des origines a Meiji 2002 Presses Universitaires de France ISBN 2130528937 a b c d e f g h i Boxer C R Fidalgos in the Far East 1550 1770 The Hague Martinus Nijhoff 1948 Milton Giles Samurai William The Adventurer Who Unlocked Japan 2011 Hachette UK ISBN 1444731777 Curvelo Alexandra Nagasaki Deshima after the Portuguese in Dutch accounts of the 17th century 2003 Bulletin of Portuguese Japanese Studies Universidade Nova de Lisboa 6 junio de 2003 147 157 Datos Q11325648Obtenido de https es wikipedia org w index php title Incidente del Nossa Senhora da Graca amp oldid 137128567, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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