INESCER
El Instituto de Educación Superior del Centro de la República "Dr. Ángel Diego Márquez" -INESCER- es una institución oficial que depende de la Dirección General de Educación Superior del Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba de Argentina. Fue creado por Resolución Ministerial N.º 902 del Ministerio de Educación de la Nación el 29 de mayo de 1987 durante el gobierno del Dr. Raúl Alfonsín y a partir de la iniciativa de un grupo de entusiastas docentes liderados por el Dr. Ángel Diego Márquez, quien fue su rector hasta el año 1991. Los principios fundacionales de libertad, creatividad y participación, definieron una identidad consustanciada con la defensa y el sostenimiento de los derechos humanos y los valores de la vida democrática. Actualmente su oferta académica está dirigida a la formación de técnicos superiores en distintas áreas del conocimiento y a la formación docente. Por esta razón la institución se caracteriza como Institución "mixta"; es un Instituto de Formación Técnico Profesional y, a la vez, es un Instituto de Formación Docente.
Origen institucional
El origen de la institución se remonta a la década del 80 que, en un contexto de recuperación democrática, viene a ampliar significativamente la oferta de educación superior de la ciudad. La educación superior en Villa María, hacia 1985, ofrecía carreras del campo de la ingeniería a través de la Facultad Regional Villa María de la Universidad Tecnológica Nacional, carreras de formación docente y tecnicaturas desarrolladas en instituciones educativas de educación superior privadas.De esta manera, las propuestas de estudios superiores se veían sumamente limitadas para los jóvenes de Villa María y la región; más aún para aquellos jóvenes que -por su pertenencia a determinados sectores sociales- no tenían posibilidades de instalarse en otras localidades y la oferta educativa local ofrecida no respondía a sus intereses.Ante este panorama, ampliar la oferta de educación superior y generar instituciones de formación con perfiles adecuados a las necesidades de los distintos sectores sociales de la ciudad y la región, constituía un verdadero anhelo comunitario, una necesidad concreta y palpable a nivel social.
En este contexto, el Dr. Ángel Diego Márquez, la Dra. Encarnación Sobrino, un grupo de docentes y representantes de diferentes organizaciones sociales,gremiales y de la sociedad civil, deciden generar una institución que respondiera a los intereses mayoritarios de la comunidad y pudiese ampliar las posibilidades de acceso a la Educación Superior. La participación de referentes sociales y comunitarios en el grupo fundacional permitió constituir, tempranamente, lazos sociales y comunitarios con el medio regional, preocupación central en la posición político pedagógica del Dr Ángel Diego Márquez. En la construcción del vínculo con las organizaciones sociales y gremiales fue vital la tarea desarrollada por la Dra. Encarnación Sobrino, originaria de la localidad y con sobrados contactos en gremios y sindicatos locales. La estructura zonal de algunos de esos sindicatos fue la que mostró la necesidad de regionalizar el proyecto, que logró una notable acogida en las fuerzas políticas de las localidades de la región y especialmente en la vecina localidad de Villa Nueva. Con las fuerzas del trabajo incorporadas al Proyecto este cobró dinamismo. Se sucedieron visitas del grupo impulsor a varios sindicatos locales como Empleados del Comercio, Peones Rurales, Obreros Panaderos, Molineros, Municipales y Gastronómicos entre otros. A su vez se generaron reuniones en las que se interesó por el proyecto directamente a los afiliados y de esta manera se consiguió el apoyo de diferentes grupos de trabajadores y algunos gremios agrupados en la CGT. Esa estrategia acercó las bases sociales al Proyecto.
Luego el grupo impulsor convocó a una asamblea pública a los efectos de dar a conocer el Proyecto a todas las fuerzas sociales de la ciudad y fundar normativamente el futuro Instituto, bajo la figura de una Fundación sin fines de lucro, la que se denominó Fundación para la Investigación y la Educación Superior del Centro de la República –Villa María, Villa Nueva– FUNDACER. Así, la sociedad civil no institucionalizada comenzó a formar parte de la etapa fundacional; para ella se reservó -en la futura estructura directiva de la institución- un lugar de representación directa y permanente desde la FUNDACER. Una vez fundada la institución, para dirigir los destinos de esta se creó un Consejo Superior de carácter resolutivo. En el mismo la comunidad –desde la FUNDACER– contaba con representación directa. Comenzaba a consolidarse la posibilidad de responder a una necesidad: Una educación superior accesible a los trabajadores. Esta posibilidad nacía precisamente de un mandato fundacional explícito: Generar junto a estos y con estos una nueva institución de educación superior.
El Centro de Investigaciones para el Desarrollo Regional -CIDER –
En este momento fundacional se crea una dependencia novedosa que tuvo como tarea inicial estudiar la demanda de profesionales que requería el sistema socio-productivo de Villa María y la región. La oferta educativa del instituto -en proceso de creación- se definió a partir de los resultados de este estudio, con el propósito de dar respuesta a las necesidades de formación detectadas.
El CIDER se consolida en el tiempo como un espacio de desarrollo de investigaciones interdisciplinarias, formación y estímulo a la investigación y encuentro de investigadores, docentes y estudiantes de diferentes formaciones.
Las acciones del CIDER, se sostuvieron en una concepción de la investigación entendida como una actividad que esté al servicio del desarrollo local y regional; la educación -en consecuencia- exige ser programada en función del contexto territorial en que esta se sitúa, atendiendo sus necesidades específicas de formación, considerando el contexto como un laboratorio para analizar la pertinencia de nuevos planes de formación y posibilitar la expresión de las iniciativas de la sociedad civil de la región. Esta perspectiva exige afirmar el respeto por la diversidad de las regiones y poner en relieve las particularidades individuales y colectivas.
La investigación se constituye, además, en un recurso central tanto para dar respuesta a los problemas de la ciencia, la tecnología y la sociedad como para enriquecer el desarrollo de la actividad de enseñanza en las carreras de la institución.
Una estructura institucional innovadora
Una característica que distinguió al INESCER fue su particular estructura institucional que promovía el desarrollo de las tres funciones centrales de la educación superior: docencia, investigación y extensión hacia la comunidad.
El instituto se organizó en Escuelas Profesionales como estructuras que agrupan carreras pertenecientes al mismo campo del saber y, en vinculación con otros organismos, promovía el desarrollo de la investigación académica. A las escuelas la constituían también espacios -denominados Departamentos- destinados a: el asesoramiento pedagógico, la orientación de los estudiantes, el asesoramiento para el uso de nuevas tecnologías educativas y la promoción de la formación permanente entre otras.
También fue de importancia el rol asignado a la vinculación con el medio, de allí que se priorizó el desarrollo de la Biblioteca Eduardo Requena , espacio concebido como un centro cultural de la comunidad.
Por otro lado el gobierno institucional lo ejercía el Rector, vicerrector y el Consejo Superior, órgano colegiado con representación de los diferentes claustros y representantes de la comunidad a través de la FUNDACER. Esta modalidad de gestión académica era, en ese tiempo, propia de las universidades pero poco usual para otras instituciones de nivel superior. Esta modalidad de organización académica y gobierno institucional fue innovadora para el contexto de la educación superior de la provincia de Córdoba.
La propuesta académica
El INESCER inicia las actividades académicas en 1987 con una variada oferta de carreras organizada en Escuelas Profesionales. Las Escuelas Profesionales agrupan carreras del mismo campo de conocimiento, las mismas eran: Escuela de Ciencias Sociales Aplicadas, de ella dependían las carreras de Animador Socio-Cultural (2 años), Técnico Superior en Animación y Administración Socio-Cultural (3 años), Trabajo Social (4 años). Orientación: Salud. Minoridad, Familia y Juventud y Técnico Superior en Comunicación Social (3 años y medio) con Orientaciones en: Comunicación Educativa y Promoción, Propaganda y Difusión.
Dependiendo de la Escuela de Ciencias Agrarias se desarrollaba la carrera de Técnico Superior en Producción Agrícola-Ganadera (3 años). Y de la Escuela de Ciencias Jurídico – Administrativas la carrera de Técnico Superior en Administración (4 años) con orientaciones en: Administración Comercial, Administración de Empresas y Administración Agraria.
La Escuela de Tecnología agrupaba a las carreras de Técnico Superior en Alimentos -orientación bromatológica- ( 4 años) y Técnico Superior en Diseño Industrial (4 años). La carrera de Técnico Superior en Salud Rural (de 3 años) dependía de la Escuela de Ciencias de la Salud.
Desde la Escuela de Ciencias de la Educación y en convenio con la Universidad Nacional de Rosario se desarrollaron las carreras de Formación Docente de Profesionales; Licenciatura en Ciencias de la Educación ( 4 años más la tesis) y Profesorado en Ciencias de la Educación (4 años más la residencia docente), en estos casos los títulos eran otorgados por la mencionada Universidad Nacional de Rosario. (Referencia Guía del Estudiantes. 1988. Cuadernos del INESCER n.º 1. 1987. Villa María)
Debido a la promulgación de la Ley 24049 de Transferencia Educativa, en el año 1995 el INESCER es transferido a la órbita provincial.
En este proceso se incorpora a la oferta educativa la carrera de Educador de Adultos. Posteriormente y en el marco de las normativas que el Consejo Federal de Cultura y Educación va sancionando, esta carrera no es considerada de formación inicial. De allí que el INESCER reconvierte esta oferta y la propone como una formación de postítulo.
En el año 2013 se comienza a dictar la Diplomatura en Educación de Adultos y la Diplomatura de Educación de Niños y Jóvenes en Contexto de Vulnerabilidad Social. Esta segunda propuesta incluía -como formaciones intermedias- la Actualización Académica en Prácticas Educativas en Contextos Adversos (al culminar el primer año) y la Especialización Superior en Planificación de Estrategias de Intervención Socio-educativas (al culminar el segundo año).
Actualmente, la estructura organizativa académica del INESCER, esta conformada por las siguientes ofertas educativas: Las carreras de Ciencias de la Educación y Formación Docente agrupan al Profesorado de Educación Tecnológica y el Profesorado de Educación Secundaria en Química; y las de formación técnica como las carreras de Técnico Superior en Animación Socio Cultural, Técnico Superior en Bibliotecología con Orientación Socioeducativa, Técnico superior en enfermería, Técnico Superior en Tecnología de los Alimentos, Técnico superior en Agrobioeconomía, Técnico Superior en Gestión y Administración de las Organizaciones y Técnico Superior en Administración y Gestión Pública.
Se desarrollan además otras propuestas de formación como el Profesorado de Educación Secundaria de la Modalidad Técnico Profesional, en concurrencia con el título de base y la Actualización Académica en la Enseñanza de la Educación Tecnológica postítulo organizado de manera conjunta con el Instituto Superior del Profesorado Tecnológico de Córdoba y la Subsecretaria de Promoción de Igualdad y Calidad Educativa. Además ha ampliado su cobertura territorial a través de las extensiones áulicas en las localidades de Marcos Juárez, en acuerdo con el Municipio local y el Centro Universitario Marcos Juárez, y en la localidad de Matorrales..
En la actualidad la carrera de Técnico Superior en Enfermería se cursa totalmente en la institución, con una duración de tres años de cursado, que incluye prácticas profesionalizantes en cada uno de ellos. Esta carrera cuenta con alumnos y alumnas de distintas localidades que se forman como profesionales, desde Villa María, Villa Nueva, y ciudades vecinas de la región del departamento General San Martín, provincia de Córdoba.
El Edificio Propio
La importancia de destacar la búsqueda de un espacio propio radica en la concepción de que las instituciones definen sus rasgos identitarios ocupando espacios simbólicos y físicos y son esos espacios los que permiten que se echen andar los sueños. El INESCER “Dr. Ángel Diego Márquez” no tuvo un edificio propio desde sus comienzos, más allá de las gestiones realizadas oportunamente por el entonces rector Dr.Ángel Diego Márquez. No fue hasta el año 2015 que se logra concretar el anhelo de un edificio propio y adecuado a las necesidades institucionales.No obstante, a lo largo del tiempo fue albergada por otras Instituciones Educativas del medio que permitieron que la utopía empezara a hacerse realidad.
Desde la etapa preparatoria fueron utilizadas las instalaciones de la Escuela Superior de Comercio “Manuel Anselmo Ocampo” a la que se suma - 1987- el Colegio Nacional de Villa María para el inicio de las clases de las noveles carreras. En el año 1988 la Escuela de Ciencias Sociales Aplicadas comienza a desarrollar las clases en las instalaciones de la Escuela Primaria “Dr. Josè Bianco”, la Carrera de Administración desarrolla sus clases en el edificio de la Escuela Primaria José Mármol y para albergar otras ofertas se trabaja en una vieja casona alquilada y en la Asociación de Trabajadores del Estado.
En el año 1988 la Municipalidad de Villa Nueva a través del Concejo Deliberante cede un terreno de una hectárea en el Parque Hipólito Yrigoyen para la construcción del edificio propio del INESCER. Se realizó la planimetría y se elevó el proyecto, el que fue aprobado y licitado por la Nación. En el año 1989 el proceso hiperinflacionario retrotrajo la situación a fojas cero.En 1996 se le asigna un edificio ubicado en la calle General Paz al 343 de la ciudad de Villa María ocupado, hasta ese momento, por la Escuela de Enseñanza Media “Rosario Vera Peñaloza”.En el año 2002 se traslada a la calle Estados Unidos 111, lugar que se constituirá en la sede central del INESCER hasta ocupar el edificio propio en el año 2015 y se continúa trabajando en la sub-sede de la Escuela “Dr. José Bianco”.
El sueño de un edificio propio fue una inquietud permanente de las gestiones que se sucedieron en el tiempo y cobró fuerza durante la gestión de la Ingeniera Estela González Baró. Las instalaciones de la calle Estados Unidos eran insuficientes para albergar a todas las carreras del Instituto y su estado edilicio mostraba falencias importantes; de allí que se plantea la necesidad inminente de tener una sede propia para habitar y desarrollar las actividades en forma conjunta evitando las dificultades operativas. (ver cita). Durante los años 2010 y 2011 se avanza en el proyecto del nuevo edificio que se emplazaría en un terreno donado a la Provincia por parte del Municipio de Villa María, ubicado en el Parque Pereyra y Domínguez.
El 2013 comenzaría con la noticia de que ya se estaría preparando el terreno para iniciar la obra, el sueño del edificio propio se hacía cada vez más tangible y toda la comunidad empezó a festejar. Se sucedieron visitas en el año 2013 y 2014, conforme la obra avanzaba, comisiones con directivos, docentes de las distintas carreras y estudiantes observaban cómo cobraba vida aquel anhelo largamente acariciado. Las visitas más importantes fueron el , el y el y. Finalmente el martes 7 de abril de 2015 se inauguran las nuevas instalaciones del INESCER, estas fueron escenario de celebración, donde estuvieron presentes los afectos, la emoción y los proyectos. En un acto presidido por el Gobernador de la Provincia Dr. José Manuel de la Sota, el Intendente Municipal, Eduardo Accastello, el Ministro de Educación Walter Grahovac acompañados por otras autoridades del gabinete provincial, municipal, legisladores, autoridades de instituciones educativas y un imponente marco de público, se cortaron las cintas que dieron paso a una nueva etapa de desarrollo institucional.
En el presente, habitar el edificio propio da esperanzas de cara al futuro, propicia mejores condiciones para el desarrollo de la actividad académica y genera fuerzas para seguir aprendiendo día a día.