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Faustino Ansay

Faustino Ansay (o Anzay) (Zaragoza, España, 1765 - ibíd., 1840) fue un militar español que ejerció cargos militares y administrativos en el Virreinato del Rio de la Plata en los últimos años de la etapa colonial. Pasó largos años prisionero de los independentistas argentinos.

Faustino Ansay

subdelegado de la Real Hacienda y Guerra de Mendoza
diciembre de 1808-20 de julio de 1810

Información personal
Nacimiento 1765
Zaragoza (España)
Fallecimiento 1840
Zaragoza (España)
Nacionalidad Española
Información profesional
Ocupación Militar

Carrera militar y administrativa

En España

Ingresó al ejército en el regimiento de dragones de Villaviciosa con el que participó en el sitio y captura de la isla de Menorca y el castillo de San Felipe el 4 de febrero de 1782. Tomó parte en el bloqueo al Peñón de Gibraltar donde ascendió al grado de sargento en julio de 1782.

En Buenos Aires

Llegó a Buenos Aires en 1794. El 13 de mayo fue nombrado como alférez agregado y graduado del Regimiento de Dragones de Buenos Aires.

En Santa Fe

En 1779, el virrey Vértiz había implementado reformas progresivas en las milicias pagas llamadas Blandengues, cuerpo que se transformó en “veterano” por Orden Real del año 1784. Al comenzar una nueva guerra con Gran Bretaña, en 1797, Sobremonte aumentó la fuerza de los Blandengues de Buenos Aires y de Santa Fe. Con la idea de centralizar el mando, se creó una Comandancia de Fronteras y, siguiendo las ideas de Carlos III de crear “pueblos defensivos”, se buscó territorializar el control militar en las zonas críticas de Buenos Aires, sur de Santa Fe, Córdoba y Mendoza.[1]​ Otro de los objetivos fue fortalecer a las autoridades superiores frente a los Cabildos locales para lo cual se intentó contar en los mandos superiores con oficiales veteranos y peninsulares. En cierta medida esto produjo un cambio en el estatus de esos cargos, lo que atrajo a los jóvenes de las elites locales. Este proceso dio lugar a la criollización de la oficialidad de los Blandengues.[2]​ En este entorno, el 17 de agosto de 1798, Faustino Ansay figuró prestando servicios como Ayudante Mayor de la Compañía de Blandengues y Sargento Mayor en Santa Fe según el acta del cabildo de esa ciudad. Así, la Compañía de Blandengues santafesina fue una excepción, porque de los siete mandos, cuatro eran peninsulares y tres rioplatenses, mientras que diez años atrás la relación había sido de uno a seis.

En Mendoza

Expansión de la frontera sur

El 16 de abril de 1800 fue nombrado Comandante de Armas de la Frontera de Mendoza, cargo que el cabildo reconoció el 6 de diciembre de 1800. El 22 de octubre del mismo año, Sobremonte, en su calidad de Subinspector General de Armas, lo nombró Comandante primero del Regimiento de voluntarios de caballería de Mendoza. Ansay asumió el mando en un momento en que la frontera sur de Mendoza gozaba de un largo periodo de paz como consecuencia de los tratados firmados con las naciones indígenas en las décadas de 1780 y 1790. Esta estabilidad indujo a la elite mendocina y las autoridades virreinales a proyectar una nueva etapa expansiva de la frontera sur. A esto se agregó la necesidad comercial de encontrar una ruta más corta y utilizable todo el año para el intercambio con Chile que sirvió además de pretexto para explorar las posibilidades económicas de territorios desconocidos que estaban bajo control indígena. Se pensó además que la presencia de comerciantes que cruzaran el territorio indígena facilitaría la instalación de puntos estratégicos y mejoraría la relación con esas poblaciones.

Con ese objetivo manifiesto, el 26 de noviembre de 1802, José́ Santiago de Cerro y Zamudio partió de Talca y cruzó la cordillera por un paso que solo era conocido por indígenas y criollos chilenos y salió a las nacientes del Rio Grande, en Malargüe, desde donde llegó a Mendoza. En febrero y marzo de 1804, el capitán José Barros cruzó por territorio neuquino. Entre abril de 1804 y enero de 1805, Justo José Molina viajó de Chillán a Buenos Aires. En 1806, Luis de la Cruz, alcalde de Concepción, llegó a Melincué. Todos estos viajes fueron hechos cumpliendo las normas protocolares establecidas con los caciques de las zonas contando, en algunos casos, con pasaportes expedidos por Ansay. Sin embargo, el olvido progresivo de que las relaciones con los indígenas no eran las de súbditos fieles sino de aliados, produjo que se fueran postergando los “parlamentos” y agasajos que eran la base de las relaciones diplomáticas entre caciques y autoridades virreinales.

Además, al momento en que Anzay asumió su cargo las limitaciones presupuestarias eran importantes lo que reducía sus posibilidades. A fines del año 1800, acompañado por Francisco Barros, experimentado capitán de amigos, Ansay intervino como mediador en una rencilla intertribal. El “capitán de amigos”, una institución híbrida del reino de Chile, era un funcionario militar cuya tarea consistía en servir de intermediario entre las naciones indígenas y las autoridades españolas, además era el intérprete oficial en los parlamentos y actuaba como pacificador en caso de conflicto.[3]​ Al fallecer Barros, a principios de 1802, los caciques reclamaron que se nombrara a su hermano Nicolás como nuevo capitán de amigos lo que Ansay rechazó diciendo que no estaba capacitado para el cargo. Pese a un agasajo para reforzar su argumento, que pagó de su propio bolsillo, y al enojo que manifestó por el alboroto producido, Ansay tuvo que dar nuevos regalos que tampoco resultaron suficientes. Volvieron a reclamar el nombramiento de un reemplazante amenazando esta vez con retirarse a la sierra y a Chile. Ansay reaccionó en forma airada pero finalmente terminó proveyéndoles de vino y aguardiente, aunque en cantidad limitada para mantener “la mejor armonía”. En concreto, sin renovar los parlamentos, sin nombrar un nuevo capitán de amigos y sin saber que de esta manera desprestigiaba a los caciques por no dar una compensación razonable a los deudos de los familiares muertos, acuciado además por problemas presupuestarios que no podía resolver, Ansay intentó sortear todos los problemas con alcohol. Cuando la pehuenche María Josefa, respetada por su alcurnia, viajó a Buenos Aires, se quejó personalmente a Sobremonte por la conducta avara y autoritaria de Ansay. El virrey tomó dos medidas: a) Reprendió por nota a Ansay pidiéndole que la asistencia en comida fuera más abundante que la de bebida y, b) Nombró al pehuenche fray Francisco Inalicán y a Miguel Télez Meneses como mediadores por su buena relación con los indios. El capitán Teles de Meneses era un militar portugués capturado en 1777 e internado en Mendoza donde se quedó a vivir. Con los años terminó desempeñándose como comandante de las milicias urbanas de Mendoza y al que, con buen criterio, Sobremonte decidió nombrar como comandante de frontera de Mendoza en reemplazo del iracundo Ansay que mantuvo su cargo de comandante de armas. Sobremonte consideró que estas medidas facilitarían la instalación de un fuerte y poblado en las confluencias del rio Atuel y Diamante, hito fundamental para consolidar el avance hacia el sur. El 2 de abril de 1805 se fundó en esa zona el fuerte San Rafael del Diamante, nombre puesto en honor de Sobremonte.

Relevamiento de caminos

A fines de 1801, como consecuencia del incremento del tránsito comercial desde Buenos Aires y el Litoral hacia Mendoza, Chile y Perú, y viceversa, se necesitó verificar el estado de los tres caminos que partían de San Luis rumbo a San José de Corocorto, hoy La Paz, en Mendoza. El objetivo era evaluar cual era el mejor para el tránsito de las carretas.

Esa tarea fue realizada por Ansay que la inició el 21 de diciembre de 1801 y la finalizó el 23 de junio de 1802.[4]​ En tres Diarios separados describió cada camino con gran detalle, midiendo las distancias, el estado, la vegetación y el tipo de suelo, en tramos de 80 y 240 metros. Los caminos en cuestión eran: a) El llamado “de los Arrieros” que salía de San Luis hacia el norte, cruzaba el río Desaguadero y se dirigía hacia Corocorto con dirección suroeste; b) El denominado de la “Travesía del Medio” o “Camino Real” que con dirección oeste iba del puente del río Desaguadero a Corocorto; c) El llamado “camino del Bebedero”, que por el sureste bordeaba el río Tunuyán que por entonces ya había cambiado su curso al actual.[5]

El 23 de julio de 1802, Ansay informó al virrey Joaquín del Pino que la tarea había concluido como así también los planos que realizó el teniente coronel de milicias Julio Ramón de César.[4]

Invasiones inglesas

Durante las Invasiones Inglesas, por orden del virrey Sobremonte, Ansay partió hacia Buenos Aires el 16 de julio de 1806 con un contingente de 400 milicianos,[6]​ pasó por las guardias de Rojas y Salto con el objetivo de reunirse con las fuerzas que venían de Córdoba en la guardia de Luján pero, por falta de caballos, tuvo que detenerse en el fuerte de San Claudio de Areco. El 23 de agosto seguía en ese lugar, donde recibió la orden de permanecer hasta nuevo aviso.[7]​ El 7 de septiembre de 1806, Ansay recibió una comunicación de Sobremonte en la que le ordenaba, como parte de la primera etapa del Plan de Internación, esperar 400 prisioneros ingleses que debía conducir, 200 a San Juan y 200 a Mendoza, y que ya habían salido de Buenos Aires el día 3. Esos prisioneros los debía custodiar, hasta su destino, con las tropas que había traído desde Mendoza. Inútiles fueron las objeciones de Ansay respecto de que carecía de armas, hombres, medios de transporte y lugar de alojamiento, tanto en Mendoza como en San Juan.[8]​ Con estos prisioneros iban además unas 41 mujeres y aproximadamente 25 niños.

A fines de 1806 Ansay contrató a Melchor Videla para que en el plazo de 26 días transportara a Buenos Aires trescientos quintales de pólvora "en trece carretas y cinco tercios de otra" con un costo de 200 pesos por carreta. Se estableció un premio de 50 pesos por cada día que ganara e igual monto de descuento por cada día de demora. Esta partida ingresó a Buenos Aires en la segunda quincena de enero de 1807. Una segunda partida de cuatrocientos quintales de pólvora, conducida por José de Pasos, ingresó a mediados de febrero. Trajo también plomo y armas.[9]

Prisioneros ingleses

Desde que llegaron los prisioneros ingleses a Mendoza, el cabildo presionó al comandante Ansay para que aumentase las medidas de vigilancia y los traslade a otros lugares: Lujan, Arboleda, fuerte de San Carlos, incluso San Juan y San Luis. El argumento que esgrimían era: 1) La pericia militar de los prisioneros; 2) La gran probabilidad de que se sublevaran y pudieran conquistar Córdoba; 3) Las preguntas sospechosas que hacían sobre distancias, cantidad de armas, etc.; 4) La probable alianza con prisioneros detenidos en San Juan; 5) El peligro de un acuerdo con los indígenas del sur para que les sirviera de guía para llegar al Atlántico y volver sobre Buenos Aires. El 15 de noviembre de 1806, el cabildo se reunió con Ansay quien, para tranquilizarlos, propuso trasladar los prisioneros a Luján lo que además tenía la ventaja de ahorrar recursos. Al día siguiente, el cabildo apeló al virrey enviando un extenso oficio donde detalló sus temores. El 9 de diciembre, Sobremonte pidió al cabildo que tranquilice al pueblo mendocino. Cuando el 3 de febrero de 1807, Montevideo cayó en poder de los ingleses, volvieron los reclamos del cabildo. Esta vez se dirigieron al gobernador de Córdoba lo que motivó que éste llamara la atención a Ansay. Cuando las noticias del ataque inglés a Buenos Aires llegaron a Mendoza, el cabildo preguntó a Ansay que pasaría si los prisioneros ingleses se enteraran de que sus compatriotas habían tomado la capital.

En una nota del 19 de julio de 1807, Ansay aclaró que los prisioneros mantuvieron la subordinación desde que llegaron a Mendoza, que su número era mínimo en relación con la población y que Mendoza debía colaborar con la custodia y no pretender librarse, por “comodidad” más que por el costo, de esa obligación. Aclaró que la responsabilidad de la custodia le pertenecía y que cumplía con las ordenes de sus superiores. Además, propuso que si se deseaba mayor seguridad debían aumentarse los recursos, especialmente para destinarlos a las instalaciones en Luján.

En Luján convivían prisioneros, mujeres y niños con 25 milicianos de custodia. Si hubieran querido escapar o sublevarse lo podrían haber hecho sin mucho esfuerzo. Los prisioneros se opusieron a ser llevados a Arboleda, un lugar donde no existía posibilidad de abastecimiento, donde la distancia de 200 kilómetros de Mendoza era enorme y carecía de instalaciones. A fines de 1806, Ansay logró un acuerdo con el comandante de San Juan para enviar a ese destino 100 prisioneros que permanecieron allí siete meses hasta su repatriación. A San Luis pudo enviar unos 39 prisioneros pese a la fuerte oposición de sus autoridades que hasta se negaron a pagar parte de los costos del traslado.

Ansay estableció una serie de normas para controlar a los prisioneros. En una de ellas prohibió el ingreso de bebidas alcohólicas al cuartel o que los prisioneros y sus mujeres salieran del mismo para ir a las fondas a embriagarse. También insistió sobre el aseo del lugar y las personas, tanto de los prisioneros como de los custodios. El problema de la embriaguez fue una constante. Existió un pequeño grupo de músicos ingleses que como tales tenían un trato especial. Animaban fiestas en casas particulares y en la del mismo comandante.

Muchos ingleses desertaron de las columnas que los volvían a Buenos Aires para repatriarlos. Algunos retornaron a Mendoza donde se instalaron. Cinco años después, San Martin creó con ellos una compañía de “Cazadores ingleses” que según un parte del 5 de octubre de 1815 contaba con 4 oficiales y 51 suboficiales y soldados.

Subdelegado de la Real Hacienda y Guerra

Desde fines de diciembre de 1808 asumió también el cargo de subdelegado de la Real Hacienda y Guerra. Todos estos cargos dependían del gobernador de la intendencia de Córdoba del Tucumán y solo excepcionalmente del Subinspector General de Armas o del Virrey.

La Revolución de Mayo

Sucesos de junio y julio de 1810

Pese a no existir prueba alguna es factible que las noticias del movimiento juntista de mayo hayan llegado a Mendoza el 6 de junio a través de comerciantes provenientes de Buenos Aires. Pero recién el 13 de junio, al atardecer, llegó a Mendoza el comandante de frontera Manuel Corvalán trayendo las comunicaciones oficiales de la Junta Provisional Gubernativa, del cabildo de Buenos Aires y un oficio de Cisneros. El 14 de junio llegaron oficios del gobernador Gutiérrez de la Concha fechados el día 5 y dirigidos al cabildo y a Ansay en el que fijaba su posición de desconocer a la Junta Provisional Gubernativa considerando que su creación había sido abusiva y forzada la destitución del virrey Cisneros. Pidió sostener el orden y la obediencia a las “legitimas autoridades". Este oficio, en cierta medida, determinó el accionar futuro de Ansay y de los otros dos funcionarios reales: Domingo Torres y Harriet, Tesorero de las Reales Cajas de Mendoza, cargo que ejercía desde diciembre de 1803, y el contador Joaquín Gómez de Liaño, ministro Contador de las Reales Cajas, cargo que ejercía desde diciembre de 1805 o enero de 1806.

Después de varias demoras para recabar nueva información proveniente de Córdoba y Buenos Aires, finalmente se decidió reunir un cabildo abierto el día 23 de junio de 1810. Con la participación de sólo 38 miembros de la elite mendocina, sin contar a los cinco cabildantes y los tres funcionarios reales,[10]​ el cabildo abierto determinó obedecer la “real orden” (sic) enviada por el virrey Cisneros que pedía nombrar y enviar un diputado para constituir un gobierno en Buenos Aires. No se dudó de que el cambio de gobierno en la capital era semejante a los que habían ocurrido legalmente en la península en 1808, por lo que la disputa en Mendoza se planteó en términos de los que estaban a favor o en contra de un cambio de gobierno. Ansay y sus colegas no tuvieron otra opción que oponerse siguiendo la postura del gobernador de Córdoba que negaba toda legalidad al gobierno provisional.[11]

Esa misma noche, un grupo de personas se reunieron en la casa del alcalde de segundo voto Manuel Godoy y Rojas manifestando que el “pueblo” sentía temor de que Ansay, siguiendo ordenes del gobernador de Córdoba, pudiera utilizar las armas que seguían en su poder. A tal efecto decidieron enviar un emisario para que las pusiera a disposición del cabildo. Ansay se opuso pero luego se hizo presente otro emisario con una nota de los alcaldes de primer y segundo voto. Ansay aceptó entonces entregar lo solicitado para evitar un posible derramamiento de sangre. El español peninsular Isidro Sáenz de la Maza fue nombrado comandante de armas.

Ansay reprochó a los miembros del cabildo que permitieran que una minoría congregada al margen hubiera degradado la autoridad de esa institución siendo cómo era representante de todo el pueblo.[12]​ El día 27, Ansay hizo entrega de las armas. Ese día, el cabildo envió una nota a la Junta Provisional en la que explicó la demora en responder y pidió que no se alterara la quietud ni “el giro de sus producciones”. Solicitó se liberara de sospechas a Ansay porque, como militar, estaba obligado a cumplir las órdenes de su jefe inmediato.[13]​ Ansay hizo lo mismo afirmando que no se debía dudar de su obediencia siempre que las órdenes vinieran a través de Gutiérrez de la Concha, de quién dependía.[14]

Motivado por el oficio proveniente de Córdoba donde el gobernador le ordenó que procurara “sostener el buen orden” y a las legítimas autoridades en su ejercicio y teniendo en cuenta la escasa importancia del grupo que había presionado al cabildo para despojarlo de las armas, Ansay decidió recuperar el control del cuartel en la madrugada del 29 de junio. Con un grupo de quince adictos, entre los que figuraban algunos exmilitares británicos, que habían llegado a Mendoza como prisioneros de guerra de las invasiones inglesas, y que se habían quedado a vivir en Mendoza, ocupó, sin disparar un tiro, el cuartel. Por consejo de Gómez de Liaño y Torres y Harriet, colocó cantones en las azoteas cercanas y piezas de artillería en las bocacalles.[15]​ Dando muestras de estar dispuesto a usar la fuerza para defender la posesión del cuartel, Ansay convenció a sus oponentes de la necesidad de un nuevo acuerdo. Una comitiva integrada por el cura Domingo García, el alcalde de primer voto Joaquín de Sosa y el comandante Manuel Corvalán acordó con Ansay que quedaría al mando de las armas, que se suspenderían las ordenes del gobernador de Córdoba especialmente con pedidos de soldados y que las nuevas desavenencias que pudieran producirse se corregirían “severamente”.[16]​ El cabildo aprobó este acuerdo. En síntesis, se trató de no innovar hasta tanto los sucesos que se desarrollaban en Buenos Aires y Córdoba se fueran aclarando.

El 1 de julio de 1810 llegó la noticia de que la expedición militar estaba lista para salir de Buenos Aires. Nuevamente la elite quiso revisar lo acordado el 29 de junio. Ansay, sin nuevas noticias de Córdoba, acordó realizar una reunión privada y amigable en casa de un vecino destacado. A la reunión asistió Torres únicamente, ya que Ansay y Gómez de Liaño, por razones de seguridad, decidieron permanecer en el cuartel. Se firmó el documento más importante de esos meses. Se acordó:

  • que el ilustre Cabildo y el comandante de armas procederían de común acuerdo, firmando en forma conjunta todas las providencias con el título de “El Gobierno”;
  • que la fuerza armada seguiría a cargo de Ansay;
  • que el objeto del acuerdo no era seguir “el sistema de juntas ni otro alguno” que significara cambios en la forma de gobierno legalmente establecida.[17]

Cuando el 10 de julio llegó a Mendoza el coronel Juan Bautista Morón, con orden de la Junta Provisional de interceptar armas y municiones que pudieran reforzar a Córdoba, Ansay y el Cabildo se pusieron a sus órdenes para que pudiera cumplir con esos objetivos.

El 17 de julio llegó a Mendoza un oficio del gobernador Gutiérrez de la Concha ratificando lo acordado el 29 de junio y solicitando nuevamente el envió de armas y soldados. El cabildo aprovechó la oportunidad para efectuar una reunión extraordinaria, citar a Ansay al análisis de ese oficio y plantear la necesidad de que debía ceder el control de las armas a una persona de confianza del “pueblo”. Esta cesión se haría manteniendo el cargo y honores en poder de Ansay. Intervino en la reunión, previo permiso, el comisionado de la Junta Provisional Juan Bautista Morón quien apoyó esa moción. Ansay aceptó su desplazamiento que esta vez se hizo respetando la línea jerárquica, en su segundo. el teniente coronel Francisco Javier de Rosas.[18]​ El 20 de julio llegaron una serie de oficios, fechados el 9 de julio, en los que la junta provisional había ordenado el cese en el cargo, detención y traslado a Buenos Aires de Ansay y los dos ministros y nombrado los respectivos reemplazantes. Como comandante de armas, la junta provisional había elegido al teniente coronel de milicias Isidro Saenz de la Maza lo que provocó cierto malestar en la oficialidad y sectores del cabildo que lo habían acusado de no haber cuidado la seguridad cuando estaba a cargo de las armas permitiendo que con tanta facilidad Ansay se apoderara nuevamente del cuartel. Según lo relata Ansay, ese mismo día, se hicieron presentes en su casa los miembros del cabildo y amigos para expresarle el reconocimiento como funcionario y vecino y el dolor ante lo que acababa de suceder, manifestándole además el apoyo a todo lo que fuera necesario.[19]​En los días siguientes, los funcionarios salientes entregaron caudales, documentación y llaves en total orden.

Detención y marcha a Buenos Aires

El 25 de julio de 1810, Ansay, Torres y Harriet, Gómez de Liaño y dos esclavos de Ansay, partieron de Mendoza hacia Buenos Aires escoltados por doce milicianos al mando del teniente Felipe Segura. La primera escala fue Retamo, una hacienda del capitán Jacinto Godoy, donde permanecieron tres días. El 28 de julio partieron para Corocorto donde Ansay se separó de sus ministros que continuaron el viaje en galera mientras él, para hacerlo más rápido, lo hizo a caballo. Sin entrar en San Luis, llegó a Achiras. En la madrugada del 9 de agosto se presentó sorpresivamente el capitán de caballería José Moldes que, en su viaje a Mendoza, se había enterado que pernoctaba en esa posta. Ordenó que le pusieran grillos aunque no pudo hacerlo por no disponer de ese recurso. Cumpliendo ordenes de la Junta Provisional de embargar y vender los bienes de Ansay hizo un detallado inventario de todo su equipaje y el dinero que llevaba cuya copia, autenticada por Ansay, la envió a la Junta.[20]​ Al día siguiente, por orden de Moldes, el capitán de milicias de San Luis, José Narciso Domínguez, se encargó de su custodia, trasladándolo a su estancia de la Aguadilla, a 25 kilómetros de Achiras donde quedó alojado en su propia casa. Allí permaneció varios días hasta que el 14 de agosto, custodiado por un hermano de Domínguez y dos milicianos, partió a caballo hacia Buenos Aires. Todos los gastos del viaje, caballos, víveres, guardias, etc. corrieron en definitiva por cuenta de Ansay ya que se pagaron con el dinero confiscado por Moldes. En los siguientes días hicieron escalas en varias guardias donde fue bien acogido por los respectivos comandantes. Desde Melincué envió un oficio a la Junta Provisional en la que hizo un resumen de su actuación en Mendoza, de lo ocurrido con Moldes en Achiras y pidió tener la oportunidad de exponer su causa.[21]​ El 27 de agosto llegó a la guardia de Rojas donde se encontró con el cirujano Francisco Rivero. Por su intermedio se enteró de la publicación, en La Gaceta del 8 de agosto, del oficio que Bernardo Ortiz había dirigido al gobierno. En ese escrito, la acusación que más lo afectó fue la que afirmaba que el día que recuperó el control de las armas había obligado a los soldados a concurrir en su apoyo amenazándolos con la pena de muerte. En ese escrito, Ortiz incriminó a Torres y Harriet como el principal instigador de lo ocurrido en Mendoza.[22]​ Al día siguiente, ya en la guardia de Salto, se enteró, por una esquela que el comandante de la guarnición había recibido del hermano de Cornelio Saavedra, de los fusilamientos en Cruz Alta. El 30 de agosto, desde San Claudio de Areco, envió un mensajero a Buenos Aires con cartas a sus amigos y se detuvo a la espera de las respuestas que llegaron tres días después. Le comunicaron que el gobierno conocía su situación y que varios amigos habían pedido por él. El 4 de septiembre se encontró, en la guardia de Luján, con el “despavorido y asustado” obispo Orellana, testigo de los fusilamientos. En los Corrales de Miserere, donde llegó el día 6, se hospedó en casa de José Besares, comerciante que conoció en Santa Fe. Desde ahí envió varias notas, una a Cornelio Saavedra anunciando su llegada y otras a amigos preguntando como estaban las cosas en la capital. Con esa misma fecha, por pura casualidad, Saavedra y Moreno firmaron, en el margen del oficio que Ansay había enviado desde Melincué el 26 de agosto, el acuse de recibo con traslado a sus antecedentes. Dado que, aparentemente, podía ingresar sin cuidado a Buenos Aires, decidió hacerlo el 7 de septiembre, al atardecer presentándose en la casa de gobierno.

Prisión en la Cuna y sentencia

Esa noche, Ansay fue conducido a la cárcel de la Cuna, nombre de la prisión ubicada frente al edificio de los Niños Expósitos en la actual calle Alsina y Perú.[23]​ Esa misma noche le colocaron grillos en los pies los que además de humillantes e innecesarios apenas le permitían moverse. Al día siguiente tuvo que pagar los gastos de retorno más una gratificación al capitán Domínguez que lo había custodiado desde Achiras hasta Buenos Aires. Dos días después llegaron a la prisión los ministros Torres y Harriet y Gómez de Liaño trayendo algunas de sus pertenencias y dos esclavos de su propiedad. Marcos Balcarce, comandante de la guardia de la cárcel, procedió a confiscar los bienes y el dinero en poder de Ansay dejándole unos pocos pesos, unos cubiertos de plata y los dos esclavos. Pese a estar incomunicados, algunos amigos, con el permiso de las máximas autoridades a las cuales tenían acceso, lograron visitarlos. Entre ellos lo hizo Fermín Galigniana, hermano del doctor Miguel José Galigniana, compadre de Ansay y cuñado de Castelli. También lo visitó Manuel Lezica, importante comerciante y varias veces miembro del cabildo de Buenos Aires. Sin que Ansay lo supiera, también se interesó en él y en Gómez de Liaño, por ser amigo de ambos, Juan José Larramendi, vinculado con Moreno por cuestiones de amistad e intereses. Larramendi colaboró con recursos financieros para cubrir las necesidades de los detenidos. El 24 de septiembre, Galigniana le comunicó a Ansay que el secretario Moreno le había dicho que tenía “segura la vida”.[24]

El 26 de septiembre, a medio día, Balcarce le comunicó que el gobierno lo había depuesto de sus empleos y condenado a diez años de prisión en Carmen de Patagones. Al día siguiente salieron dos oficios, uno al gobernador interino de Córdoba y el otro al teniente gobernador de Mendoza comunicando la sentencia “para que lo haga notorio en toda su jurisdicción y quede así satisfecha la vindicta pública”.[25]

El 1.º de octubre, Juan José Larramendi recibió del gobierno una lista de los bienes que tenía Ansay en Buenos Aires para que procediera a su valuación y remate. En la lista figuraban los dos esclavos. El día 12, desde Mendoza, Morón informó a la Junta que todos los bienes embargados a Ansay en esa localidad, entre los que figuraban tres esclavos, ya se habían subastado en forma pública y el monto ingresado a la tesorería. El 6 de noviembre, la Junta decidió pagar los salarios atrasados de Ansay desde que dejó sus cargos en Mendoza, en julio, hasta octubre de 1810. Al mismo tiempo informó a los ministros de hacienda de Carmen de Patagones que el monto fijado a Ansay para su manutención en ese presidio por todo el tiempo que durara la condena, equivalente a un tercio de su último sueldo, debía ser abonado por la tesorería de esa localidad.[26]

En Carmen de Patagones

Marcha al destierro

El 13 de noviembre de 1810, al amanecer, Ansay y once presos salieron del presidio de la Cuna, en Buenos Aires, en medio de una formación de soldados dirigidos por Balcarce. El grupo iba custodiado por el capitán José Mármol del regimiento de dragones. La primera parada, que duró tres días, se produjo a unos 15 kilómetros de la capital, en la estancia de un inglés, para completar las provisiones y otros menesteres necesarios para el largo viaje. Ansay, como un favor de Balcarce y Mármol, pudo comprar una carretilla tirada por un caballo como medio de transporte y carga que le costó 45 pesos. Reiniciada la marcha dos días después llegaron a la guardia de Chascomús aunque se prohibió ingresar a ella. Ansay consiguió un permiso para hacer compras en el pueblo, para él y sus compañeros. Así pudo encontrar a muchos comerciantes de Buenos Aires que estaban confinados en ese lugar, algunos incluso con sus familiares. El 21 de noviembre llegaron a la estancia de Manuel Callejas, yerno de Mármol, donde intentaron aprovisionarse de carne salada. El dueño de la estancia les recomendó un cacique y dos indios para que les sirviera de guía e intérprete al que pagó con regalos, prometiendo otros más a la vuelta si cumplía lo acordado. Ansay valoró este gesto de Callejas como muy importante. Durante los días siguientes fueron encontrando las primeras tolderías de indígenas que iban comunicando a otras tribus sobre la marcha de la columna. El 6 de diciembre aparecieron de improviso unos 400 indios a caballo armados con lanzas, machetes, sables viejos y hachas. Estas fuerzas respondían al cacique Bravo que interpeló al cacique de Callejas sobre el destino de esa columna de 60 personas, algunas armadas, y cuatro carretillas que, si bien no le producían temor, sospechaba que marchaban a unirse con las fuerzas de Carmen de Patagones para luego, en alianza con tribus enemigas, iniciar acciones hostiles contra él. Después de una larga discusión y gracias a la intervención de un andaluz que vivía con los indios y la entrega de regalos, la columna pudo proseguir su marcha con el visto bueno del cacique Bravo que envió avisos a otras tribus para que los dejaran pasar. El 15 de diciembre llegaron al Rio Colorado. El paso demoró dos días porque al estar crecido se tuvo que construir balsas para cruzarlo. El agotamiento de las reservas de alimentos comenzó a afectar a los viajeros que tuvieron que pedir auxilio al comandante de Carmen de Patagones pero los que este envió llegaron en mal estado debido al calor. Finalmente, el 21 de diciembre, a medio día, ingresaron a su “destierro” después de 38 días de un viaje de unos mil kilómetros por un territorio que Ansay describió como “despoblado, sin caminos, por entre infieles y enemigos”.[27]

Estadía en prisión

Cuando Ansay llegó a Nuestra Señora del Carmen de Patagones, el poblado ya había logrado, desde su fundación en 1779, ocupar el espacio, poner en producción las tierras, establecer las relaciones interétnicas con los nativos y organizarse políticamente con cierta autonomía respecto del gobierno de Buenos Aires.

La tropa del fuerte estaba compuesta por veteranos, muchos de ellos con penas por faltas de disciplina. Abundaban los desertores que huían hacia las tolderías de la zona donde eran bien recibidos por los indígenas.[28]​ Esta era otra faceta del complejo intercambio étnico que entre pobladores, la guarnición y los indígenas se producía en la periferia del fuerte.

El fuerte y prisión estaba al mando del flamante comandante Francisco Javier de Sancho que había tomado posesión de su cargo el 15 de septiembre de 1810.[29]

Desde que llegaron, Ansay, Torres y Harriet y Gómez de Liaño fueron atendidos con mucha dignidad y cordialidad por Sancho que conocía a Ansay de antes por haber sido subalterno suyo en Buenos Aires. Los nuevos prisioneros fueron ubicados en aposentos especialmente preparados al efecto, bien ubicados y limpios. El comandante determinó que debían almorzar y cenar con él, juntos con otros invitados, siendo los gastos pertinentes distribuidos a prorrata. También lo debían acompañar cuando concurría a la iglesia o a fiestas. La relación con los pobladores del lugar se inició mediante unas cartas de recomendación que trajo Ansay dirigida a los vecinos de la época del virrey Vértiz.

Desde el primer día, Ansay y sus amigos consideraron que la forma más factible de fugarse del lugar era por mar, hacia Montevideo. A tal efecto debían contar con una nave que atracara en el puerto de Patagones, que reuniera las condiciones de navegabilidad incluso para llegar hasta Río de Janeiro si fuera necesario y que pudieran apoderarse de ella al mismo tiempo que lo hacían del fuerte.

Mientras pasaban los meses esperando esa oportunidad, Ansay se dedicó a poner en orden sus papeles, actualizó los registros de lo acontecido y escribió con Torres y Harriet y Gómez de Liaño un detallado itinerario del viaje desde Buenos Aires a Carmen de Patagones que sirvió de base al mapa que Fecit García publicó con fecha noviembre de 1811.[30]​ También mantuvo una permanente comunicación con Callejas por intermedio del cacique Chorlaquín que actuaba de correo entre ambos y que llegó a Carmen de Patagones en los meses de marzo, mayo y septiembre de 1811, fecha en la que Ansay consideró que podía prescindir de ese servicio. De esta manera pudo mantenerse al tanto de lo que ocurría en Buenos Aires, Montevideo y el Alto Perú y mantener correspondencia con sus amigos incluso hasta con los de la lejana Mendoza. La noticia de que iban a ser enviados a Carmen de Patagones presos políticos de la revuelta de abril de 1811 y que algunos de estos habían participado en su propia condena alarmó a Ansay. Los cambios en las relaciones con Sancho que podía producir la presencia de estos nuevos prisioneros eran impredecibles por lo que la noticia que trajo Chorlaquin de que el cacique Bravo no había permitido que esos prisioneros pasaran hacia Carmen de Patagones produjo un alivio en Ansay. No obstante, las relaciones con Sancho comenzaron a deteriorarse. Se lo convenció entonces de suspender los “almuerzos” a partir de diciembre de 1811, lo que se hizo con suma prudencia para no herir susceptibilidades.[31]

Durante febrero y marzo de 1812, se fueron ultimando algunos detalles de la fuga. En primer lugar, se “sondeó los corazones” de los vecinos que estuvieran a favor del rey. La misma actividad se desarrolló entre los soldados y prisioneros. A tal efecto se contó con el inestimable apoyo del sargento Domingo Fernández, que se había hecho cargo del puesto de guarda almacén el 9 de octubre de 1810.

A los efectos de la fuga, entre abril de 1811 y enero de 1812 llegaron tres buques a Carmen de Patagones, de los cuales uno se descartó por muy pequeño, el otro por ser viejo y poco “velero” y el tercero, un bergantín inglés que reunía todas las condiciones, porque su capitán lo mantuvo, con prudente recelo, lejos del puerto.

En los primeros días de abril de 1812, atracó el buque inglés Amazonas. Traía dinero, 12 rollos de tabaco, 6 tercios de yerba mate del Paraguay y resmas de papel enviados por el gobierno de Buenos Aires. El barco era nuevo, “muy a propósito para nuestras miras”, según Ansay, por lo que puso rápidamente en marcha el plan elaborado, con el mismo secreto que tuvo desde el comienzo junto con Torres de Harriet y Gómez de Liaño.[32]

La fuga

El envío de dos prisioneros rumbo a Buenos Aires demoró el plan de escape hasta que esa partida se alejara lo suficiente del fuerte como para que nadie la pudiera alcanzar para avisar a la capital. El día 20 de abril de 1812, a las 9 de la noche, un grupo de 14 soldados se embarcaron en un bote y silenciosamente se acercaron al bergantín Amazonas y en total silencio se apoderaron de él. Al mismo tiempo, en la fortaleza, Fernández ingresó a la guardia y luego de conseguir la lealtad de los soldados al rey propuso a Ansay como comandante en lugar de Sancho la que fue aceptada por estos. Ansay exigió personalmente de los soldados la misma subordinación. Una comitiva integrada por Torres, Gómez, Fernández y 4 soldados fueron a la casa del gobernador y detuvieron allí a Sancho, al ministro Azamor y al padre Acosta los que fueron trasladados a las habitaciones preparadas para los desterrados del movimiento de abril de 1811 y que el cacique Bravo había impedido que llegaran al presidio. Al amanecer, los sorprendidos vecinos fueron citados a la comandancia donde se les comunicó las novedades y se les solicitó que firmaran libremente un escrito de adhesión a las nuevas autoridades. La aceptación fue general con pocas excepciones. Al día siguiente se celebró una misa con Tedeum, juraron las nuevas autoridades y la tropa, con descarga de fusilería y artillería. Sin perder tiempo comenzó la preparación del Amazonas para el viaje a Montevideo y adicionalmente se lo cargó con víveres para ayudar a esa ciudad sitiada.

El 23 de abril se produjo un firme planteo de los vecinos: estos manifestaron que estaban dispuestos a colaborar en todo lo necesario, pero pedían que Ansay debía permanecer en Carmen de Patagones como comandante hasta tanto las autoridades de Montevideo determinaran su reemplazante, caso contrario nadie podría abandonar el puerto.[33]​ Aceptada esta exigencia, el 28 de abril, el barco abandonó el puerto rumbo a la barra del rio Negro. Llevaba a bordo a Torres de Harriet, Gómez de Liaño, Fernández, las autoridades depuestas, algunos presos y como detenidos al capitán, piloto y marineros del Amazonas. Dos días después, pese a las buenas condiciones de viento y marea, el bergantín varó en la barra con riesgo de sufrir daños irreparables. El pueblo ayudó a descargar todo lo que llevaba para aliviarlo y sacarlo de esa condición. Sancho y sus acompañantes fueron ubicados en un rancho cercano a la playa. Este contratiempo implicó postergar el viaje hasta que las condiciones de marea y viento volvieran a ser favorables.

Doce días después, mientras se esperaban buenas condiciones para partir, llegó el rumor de la presencia de un buque de dos palos por la zona. Como pasaron tres días sin nuevas noticias, Ansay envió una patrulla a recorrer la costa. El 19 de mayo recibió la noticia de que en la bahía de Todos los Santos estaba anclado el queche Hiena, un bergantín de 15 cañones con 90 tripulantes. De dicha unidad habían descendido su segundo oficial y unos soldados para dirigirse a Carmen de Patagones, los que después de extraviarse fueron capturados por una patrulla de exploración. Con la firme decisión de apoderarse del Hiena se planificó un ardid que consistía en invitar a su capitán, el norteamericano Tomás Taylor, a Carmen de Patagones, hacer descender a la playa la mayor cantidad de marineros para capturarlos allí sorpresivamente mientras otro grupo, bajo el pretexto de conducir alimentos al barco, lo abordaba y apresaba al resto de los tripulantes. El 22 de mayo, el capitán Taylor llegó a la barra del rio Negro y fue tomado prisionero y enviado a Carmen de Patagones. Al día siguiente, Torres y Harriet y Gómez de Liaño, uno en el barco y el otro en la playa, ejecutaron el resto del plan con gran entereza y valentía. De los 90 tripulantes, capturaron 72 marinos, 8 se pasaron de bando y 6 fallecieron. Las fuerzas de Ansay no tuvieron bajas. El 2 de junio el Hiena estuvo listo para partir desde la bahía de Todos los Santos. Iban a bordo: Sancho, Azamor, Acosta, Fernandez y los ministros de Ansay. Con la ayuda técnica del capitán Taylor, el barco partió el día 9 y llegó a Montevideo el 13 de junio.[34]

Durante el mes de junio y gran parte de julio de 1812, Ansay quedó solo al mando del fuerte. Desplegó una gran actividad: ordenó la fabricación de balas de plomo y cartuchos, reparó armas blancas y de fuego, cureñas, muelle, murallas e instalaciones del fuerte y hasta la iglesia. Con muy pocos hombres, pues los mejores fueron embarcados hacia Montevideo, controló a los 72 prisioneros del Hiena.

El 24 de julio llegó, proveniente de Montevideo, un buque menor, la sumaca San José y Animas, al mando del capitán catalán Tomás Torrens. Traía noticias del recibimiento del Hiena en Montevideo. Cinco días después llegó a la barra del río Negro el buque de guerra Aranzaza al mando del teniente de navío Manuel Borraz. Traía al teniente graduado de capitán Fernández como nuevo comandante del fuerte, tropas, municiones y un tren de artillería volante y la orden de auxiliar al Amazonas y custodiar a Ansay hasta Montevideo. El 1.º de agosto Ansay entregó el mando. El 17 de agosto Ansay se despidió de los pobladores de Carmen de Patagones y se embarcó en la zumaca rumbo a la barra. Mientras esperaba allí las condiciones favorables para partir, el 26 de agosto se produjo un intento de sublevación de los prisioneros del Hiena embarcados en el Aranzaza que terminó en el fusilamiento de los cabecillas, el contramaestre y el piloto del Hiena. Al día siguiente, el 27 de agosto de 1812, partió Ansay en la zumaca escoltada por el buque de guerra. El 7 de septiembre, a las 9 de la mañana, llegó a Montevideo.[35]​ Estuvo en Carmen de Patagones 615 días, 486 como prisionero y 103 como comandante del fuerte.

En Montevideo

El gobernador Gaspar de Vigodet nombró a Ansay Comandante de la fortaleza del Cerro. Pero la situación de la ciudad era preocupante: pasaban los meses, y el sitio que llevaba adelante el ejército independentista de José Rondeau no se aliviaba. Las frecuentes salidas que hacía Ansay a las afueras, para capturar ganado con el cual alimentar la ciudad, eran cada vez más inútiles. Finalmente, a principios de mayo de 1814, la flota porteña derrotó a la realista en la Campaña Naval de 1814 y cerró el cerco de la ciudad por mar.

Vigodet rindió Montevideo en junio de 1814. Ansay fue tomado prisionero y enviado a Buenos Aires, con otros 300 prisioneros españoles. De allí pasó a Río Cuarto y a Córdoba, en un viaje con muchas escalas de varias semanas cada una. El 4 de marzo de 1817 llegó a Córdoba, donde se enteró que Chile, su última esperanza, acababa de caer en manos independentistas.

Un campo de concentración en medio de la pampa

Hasta el año 1814, la frontera sur llegaba oficialmente hasta el rio Salado, a unos 200 kilómetros de Buenos Aires. A partir de esa fecha comenzaron diversas formas de apropiación y ocupación de territorios más allá de ese río, ya sea en forma privada por medio de estancias cuyos propietarios usaron a los indios que poblaban la zona como peones, ya sea con instalaciones militares a cargo del gobierno. Una de ellas fue la guardia sobre la laguna Kakel Huincul, hoy partido de Maipú, cuya función era proteger las estancias ante posibles incursiones de indígenas y bandoleros que robaban el ganado. En febrero de 1816, esa guardia se reforzó con un cuerpo de Blandengues de la Frontera. En 1817, hacia el noreste, cercana a las llamadas Islas de Tordillo, el gobierno, siguiendo una práctica borbónica que había sido exitosa en la frontera chaqueña del Tucumán, estableció un presidio llamado Las Bruscas o Santa Elena, fundó un pueblo cercano, la actual Dolores, y una “estancia de la patria” para aprovisionar de alimentos al presidio y en la que trabajarían los prisioneros del mismo.[36]

Las Islas del Tordillo eran unos montes al este de la actual Dolores, donde funcionaban varios hornos de carbón que abastecían a Buenos Aires. La zona era refugio de desertores, criminales y perseguidos por la justicia bajo la protección “de la siniestra conducta denigrante” del teniente coronel graduado Francisco Ramírez, propietario de los hornos, que los usaba como operarios. Pesaban sobre él la acusación de robar ganado de las estancias vecinas para consumo en las carboneras y de enviar cuero y sebo, ocultos en las carretas que transportaban carbón, para su venta en Buenos Aires, trayendo de retorno mujeres para los prostíbulos.[37]

El plan del gobierno de concentrar progresivamente en Las Bruscas los prisioneros provenientes de la Banda Oriental, Chile y Perú, dispersos por las provincias y la capital, no se efectivizó de manera coordinada. Cuando comenzaron los trasladados, el responsable del presidio, el capitán Juan Navarro, nombrado el 8 de abril de 1817, al no contar con las instalaciones necesarias para la vigilancia, tuvo que repartirlos provisoriamente entre cuatro estancias cercanas donde fueron custodiados por escasos milicianos. Los primeros prisioneros arribaron al “depósito” recién en julio de 1817 y según las listas elaboradas mensualmente por Navarro, recién alcanzaron los 487 individuos presentes en abril de 1818.[38]

Ansay partió de Córdoba el 8 de junio de 1817 con 36 prisioneros más. Después de llegar a la guardia de Lujan, la columna siguió la línea de guardias de Navarro, Lobos, Monte, Ranchos y Chascomús. Tras cruzar el río Salado, el 17 de julio, llegaron a la estancia de Carmona, unos 10 kilómetros antes de Las Bruscas, donde fueron alojados. Recién el 22 de septiembre, es decir, 67 días después, Ansay llegó finalmente a lo que llamó el “bruscal depósito”.[39]

En realidad, no era difícil escapar de Las Bruscas, un fortín hecho de palos "a pique" y paredes de tierra apisonada. Lo difícil era llegar a algún lado: las lagunas y bañados que la rodean forman una especie de laberinto inmenso, de cientos de kilómetros de radio. A cinco leguas estaba el río Salado con pocos lugares de paso seguro. Y por último estaban los indígenas, desertores y delincuentes, poco inclinados en general a la clemencia con los viajeros solitarios. No obstante, la permanente preocupación de las autoridades del "depósito de prisioneros" fue la fuga de los prisioneros y deserción de los guardias. Cada uno de los presos tuvo que levantar su rancho y, durante tres años, los sufrimientos y carencias que padecieron fueron terribles.

A pesar de cientos de pedidos de que lo trasladaran a Buenos Aires, no lo logró hasta mayo de 1820. En la capital reinaba el caos más absoluto, en medio de la llamada "Anarquía del Año XX: cuando llegó, el gobernador ya no era quien lo había autorizado. En octubre, aprovechando el motín del coronel Manuel Pagola, logró huir a través del Río de la Plata y llegó a Colonia del Sacramento.

Regreso y posteridad

La Banda Oriental estaba en manos portuguesas, de modo que no tuvo problemas en conseguir viaje de regreso a España. Pasó por Montevideo, Río de Janeiro, Cádiz y Madrid. Finalmente llegó a su Zaragoza natal, donde esperaba recibir algún tipo de reconocimiento oficial, pero el gobierno del Trienio Liberal no le dio ninguno.

Tras la restauración absolutista del rey Fernando VII escribió unas memorias de sus aventuras para el ministerio de guerra. Inicialmente era un simple relato militar de su carrera, pero con el correr de su escritura lo fue transformando en un relato casi literario de sus desventuras desde la Revolución de Mayo. Resultaron ser una de las pocas fuentes históricas para saber qué se hizo de los prisioneros realistas que fueron cayendo en manos de los patriotas americanos. Fueron publicadas mucho más tarde, y son casi la única fuente para saber algo de la vida de Faustino Ansay.

Murió en Zaragoza en la década de 1840.

En la literatura

La vida y las ideas de Ansay fueron interpretadas por Martín Caparrós en su novela Ansay, o los infortunios de la gloria (1984).

Referencias

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  17. Biblioteca de Mayo tomo IV, 1960, p. 3335 oficio Nº16.
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faustino, ansay, anzay, zaragoza, españa, 1765, ibíd, 1840, militar, español, ejerció, cargos, militares, administrativos, virreinato, plata, últimos, años, etapa, colonial, pasó, largos, años, prisionero, independentistas, argentinos, subdelegado, real, hacie. Faustino Ansay o Anzay Zaragoza Espana 1765 ibid 1840 fue un militar espanol que ejercio cargos militares y administrativos en el Virreinato del Rio de la Plata en los ultimos anos de la etapa colonial Paso largos anos prisionero de los independentistas argentinos Faustino Ansaysubdelegado de la Real Hacienda y Guerra de Mendozadiciembre de 1808 20 de julio de 1810Informacion personalNacimiento1765 Zaragoza Espana Fallecimiento1840 Zaragoza Espana NacionalidadEspanolaInformacion profesionalOcupacionMilitar editar datos en Wikidata Indice 1 Carrera militar y administrativa 1 1 En Espana 1 2 En Buenos Aires 1 3 En Santa Fe 1 4 En Mendoza 1 4 1 Expansion de la frontera sur 1 4 2 Relevamiento de caminos 1 4 3 Invasiones inglesas 1 4 4 Prisioneros ingleses 1 4 5 Subdelegado de la Real Hacienda y Guerra 2 La Revolucion de Mayo 2 1 Sucesos de junio y julio de 1810 2 2 Detencion y marcha a Buenos Aires 2 3 Prision en la Cuna y sentencia 3 En Carmen de Patagones 3 1 Marcha al destierro 3 2 Estadia en prision 3 3 La fuga 4 En Montevideo 5 Un campo de concentracion en medio de la pampa 6 Regreso y posteridad 7 En la literatura 8 Referencias 9 BibliografiaCarrera militar y administrativa EditarEn Espana Editar Ingreso al ejercito en el regimiento de dragones de Villaviciosa con el que participo en el sitio y captura de la isla de Menorca y el castillo de San Felipe el 4 de febrero de 1782 Tomo parte en el bloqueo al Penon de Gibraltar donde ascendio al grado de sargento en julio de 1782 En Buenos Aires Editar Llego a Buenos Aires en 1794 El 13 de mayo fue nombrado como alferez agregado y graduado del Regimiento de Dragones de Buenos Aires En Santa Fe Editar En 1779 el virrey Vertiz habia implementado reformas progresivas en las milicias pagas llamadas Blandengues cuerpo que se transformo en veterano por Orden Real del ano 1784 Al comenzar una nueva guerra con Gran Bretana en 1797 Sobremonte aumento la fuerza de los Blandengues de Buenos Aires y de Santa Fe Con la idea de centralizar el mando se creo una Comandancia de Fronteras y siguiendo las ideas de Carlos III de crear pueblos defensivos se busco territorializar el control militar en las zonas criticas de Buenos Aires sur de Santa Fe Cordoba y Mendoza 1 Otro de los objetivos fue fortalecer a las autoridades superiores frente a los Cabildos locales para lo cual se intento contar en los mandos superiores con oficiales veteranos y peninsulares En cierta medida esto produjo un cambio en el estatus de esos cargos lo que atrajo a los jovenes de las elites locales Este proceso dio lugar a la criollizacion de la oficialidad de los Blandengues 2 En este entorno el 17 de agosto de 1798 Faustino Ansay figuro prestando servicios como Ayudante Mayor de la Compania de Blandengues y Sargento Mayor en Santa Fe segun el acta del cabildo de esa ciudad Asi la Compania de Blandengues santafesina fue una excepcion porque de los siete mandos cuatro eran peninsulares y tres rioplatenses mientras que diez anos atras la relacion habia sido de uno a seis En Mendoza Editar Expansion de la frontera sur Editar El 16 de abril de 1800 fue nombrado Comandante de Armas de la Frontera de Mendoza cargo que el cabildo reconocio el 6 de diciembre de 1800 El 22 de octubre del mismo ano Sobremonte en su calidad de Subinspector General de Armas lo nombro Comandante primero del Regimiento de voluntarios de caballeria de Mendoza Ansay asumio el mando en un momento en que la frontera sur de Mendoza gozaba de un largo periodo de paz como consecuencia de los tratados firmados con las naciones indigenas en las decadas de 1780 y 1790 Esta estabilidad indujo a la elite mendocina y las autoridades virreinales a proyectar una nueva etapa expansiva de la frontera sur A esto se agrego la necesidad comercial de encontrar una ruta mas corta y utilizable todo el ano para el intercambio con Chile que sirvio ademas de pretexto para explorar las posibilidades economicas de territorios desconocidos que estaban bajo control indigena Se penso ademas que la presencia de comerciantes que cruzaran el territorio indigena facilitaria la instalacion de puntos estrategicos y mejoraria la relacion con esas poblaciones Con ese objetivo manifiesto el 26 de noviembre de 1802 Jose Santiago de Cerro y Zamudio partio de Talca y cruzo la cordillera por un paso que solo era conocido por indigenas y criollos chilenos y salio a las nacientes del Rio Grande en Malargue desde donde llego a Mendoza En febrero y marzo de 1804 el capitan Jose Barros cruzo por territorio neuquino Entre abril de 1804 y enero de 1805 Justo Jose Molina viajo de Chillan a Buenos Aires En 1806 Luis de la Cruz alcalde de Concepcion llego a Melincue Todos estos viajes fueron hechos cumpliendo las normas protocolares establecidas con los caciques de las zonas contando en algunos casos con pasaportes expedidos por Ansay Sin embargo el olvido progresivo de que las relaciones con los indigenas no eran las de subditos fieles sino de aliados produjo que se fueran postergando los parlamentos y agasajos que eran la base de las relaciones diplomaticas entre caciques y autoridades virreinales Ademas al momento en que Anzay asumio su cargo las limitaciones presupuestarias eran importantes lo que reducia sus posibilidades A fines del ano 1800 acompanado por Francisco Barros experimentado capitan de amigos Ansay intervino como mediador en una rencilla intertribal El capitan de amigos una institucion hibrida del reino de Chile era un funcionario militar cuya tarea consistia en servir de intermediario entre las naciones indigenas y las autoridades espanolas ademas era el interprete oficial en los parlamentos y actuaba como pacificador en caso de conflicto 3 Al fallecer Barros a principios de 1802 los caciques reclamaron que se nombrara a su hermano Nicolas como nuevo capitan de amigos lo que Ansay rechazo diciendo que no estaba capacitado para el cargo Pese a un agasajo para reforzar su argumento que pago de su propio bolsillo y al enojo que manifesto por el alboroto producido Ansay tuvo que dar nuevos regalos que tampoco resultaron suficientes Volvieron a reclamar el nombramiento de un reemplazante amenazando esta vez con retirarse a la sierra y a Chile Ansay reacciono en forma airada pero finalmente termino proveyendoles de vino y aguardiente aunque en cantidad limitada para mantener la mejor armonia En concreto sin renovar los parlamentos sin nombrar un nuevo capitan de amigos y sin saber que de esta manera desprestigiaba a los caciques por no dar una compensacion razonable a los deudos de los familiares muertos acuciado ademas por problemas presupuestarios que no podia resolver Ansay intento sortear todos los problemas con alcohol Cuando la pehuenche Maria Josefa respetada por su alcurnia viajo a Buenos Aires se quejo personalmente a Sobremonte por la conducta avara y autoritaria de Ansay El virrey tomo dos medidas a Reprendio por nota a Ansay pidiendole que la asistencia en comida fuera mas abundante que la de bebida y b Nombro al pehuenche fray Francisco Inalican y a Miguel Telez Meneses como mediadores por su buena relacion con los indios El capitan Teles de Meneses era un militar portugues capturado en 1777 e internado en Mendoza donde se quedo a vivir Con los anos termino desempenandose como comandante de las milicias urbanas de Mendoza y al que con buen criterio Sobremonte decidio nombrar como comandante de frontera de Mendoza en reemplazo del iracundo Ansay que mantuvo su cargo de comandante de armas Sobremonte considero que estas medidas facilitarian la instalacion de un fuerte y poblado en las confluencias del rio Atuel y Diamante hito fundamental para consolidar el avance hacia el sur El 2 de abril de 1805 se fundo en esa zona el fuerte San Rafael del Diamante nombre puesto en honor de Sobremonte Relevamiento de caminos Editar A fines de 1801 como consecuencia del incremento del transito comercial desde Buenos Aires y el Litoral hacia Mendoza Chile y Peru y viceversa se necesito verificar el estado de los tres caminos que partian de San Luis rumbo a San Jose de Corocorto hoy La Paz en Mendoza El objetivo era evaluar cual era el mejor para el transito de las carretas Esa tarea fue realizada por Ansay que la inicio el 21 de diciembre de 1801 y la finalizo el 23 de junio de 1802 4 En tres Diarios separados describio cada camino con gran detalle midiendo las distancias el estado la vegetacion y el tipo de suelo en tramos de 80 y 240 metros Los caminos en cuestion eran a El llamado de los Arrieros que salia de San Luis hacia el norte cruzaba el rio Desaguadero y se dirigia hacia Corocorto con direccion suroeste b El denominado de la Travesia del Medio o Camino Real que con direccion oeste iba del puente del rio Desaguadero a Corocorto c El llamado camino del Bebedero que por el sureste bordeaba el rio Tunuyan que por entonces ya habia cambiado su curso al actual 5 El 23 de julio de 1802 Ansay informo al virrey Joaquin del Pino que la tarea habia concluido como asi tambien los planos que realizo el teniente coronel de milicias Julio Ramon de Cesar 4 Invasiones inglesas Editar Durante las Invasiones Inglesas por orden del virrey Sobremonte Ansay partio hacia Buenos Aires el 16 de julio de 1806 con un contingente de 400 milicianos 6 paso por las guardias de Rojas y Salto con el objetivo de reunirse con las fuerzas que venian de Cordoba en la guardia de Lujan pero por falta de caballos tuvo que detenerse en el fuerte de San Claudio de Areco El 23 de agosto seguia en ese lugar donde recibio la orden de permanecer hasta nuevo aviso 7 El 7 de septiembre de 1806 Ansay recibio una comunicacion de Sobremonte en la que le ordenaba como parte de la primera etapa del Plan de Internacion esperar 400 prisioneros ingleses que debia conducir 200 a San Juan y 200 a Mendoza y que ya habian salido de Buenos Aires el dia 3 Esos prisioneros los debia custodiar hasta su destino con las tropas que habia traido desde Mendoza Inutiles fueron las objeciones de Ansay respecto de que carecia de armas hombres medios de transporte y lugar de alojamiento tanto en Mendoza como en San Juan 8 Con estos prisioneros iban ademas unas 41 mujeres y aproximadamente 25 ninos A fines de 1806 Ansay contrato a Melchor Videla para que en el plazo de 26 dias transportara a Buenos Aires trescientos quintales de polvora en trece carretas y cinco tercios de otra con un costo de 200 pesos por carreta Se establecio un premio de 50 pesos por cada dia que ganara e igual monto de descuento por cada dia de demora Esta partida ingreso a Buenos Aires en la segunda quincena de enero de 1807 Una segunda partida de cuatrocientos quintales de polvora conducida por Jose de Pasos ingreso a mediados de febrero Trajo tambien plomo y armas 9 Prisioneros ingleses Editar Desde que llegaron los prisioneros ingleses a Mendoza el cabildo presiono al comandante Ansay para que aumentase las medidas de vigilancia y los traslade a otros lugares Lujan Arboleda fuerte de San Carlos incluso San Juan y San Luis El argumento que esgrimian era 1 La pericia militar de los prisioneros 2 La gran probabilidad de que se sublevaran y pudieran conquistar Cordoba 3 Las preguntas sospechosas que hacian sobre distancias cantidad de armas etc 4 La probable alianza con prisioneros detenidos en San Juan 5 El peligro de un acuerdo con los indigenas del sur para que les sirviera de guia para llegar al Atlantico y volver sobre Buenos Aires El 15 de noviembre de 1806 el cabildo se reunio con Ansay quien para tranquilizarlos propuso trasladar los prisioneros a Lujan lo que ademas tenia la ventaja de ahorrar recursos Al dia siguiente el cabildo apelo al virrey enviando un extenso oficio donde detallo sus temores El 9 de diciembre Sobremonte pidio al cabildo que tranquilice al pueblo mendocino Cuando el 3 de febrero de 1807 Montevideo cayo en poder de los ingleses volvieron los reclamos del cabildo Esta vez se dirigieron al gobernador de Cordoba lo que motivo que este llamara la atencion a Ansay Cuando las noticias del ataque ingles a Buenos Aires llegaron a Mendoza el cabildo pregunto a Ansay que pasaria si los prisioneros ingleses se enteraran de que sus compatriotas habian tomado la capital En una nota del 19 de julio de 1807 Ansay aclaro que los prisioneros mantuvieron la subordinacion desde que llegaron a Mendoza que su numero era minimo en relacion con la poblacion y que Mendoza debia colaborar con la custodia y no pretender librarse por comodidad mas que por el costo de esa obligacion Aclaro que la responsabilidad de la custodia le pertenecia y que cumplia con las ordenes de sus superiores Ademas propuso que si se deseaba mayor seguridad debian aumentarse los recursos especialmente para destinarlos a las instalaciones en Lujan En Lujan convivian prisioneros mujeres y ninos con 25 milicianos de custodia Si hubieran querido escapar o sublevarse lo podrian haber hecho sin mucho esfuerzo Los prisioneros se opusieron a ser llevados a Arboleda un lugar donde no existia posibilidad de abastecimiento donde la distancia de 200 kilometros de Mendoza era enorme y carecia de instalaciones A fines de 1806 Ansay logro un acuerdo con el comandante de San Juan para enviar a ese destino 100 prisioneros que permanecieron alli siete meses hasta su repatriacion A San Luis pudo enviar unos 39 prisioneros pese a la fuerte oposicion de sus autoridades que hasta se negaron a pagar parte de los costos del traslado Ansay establecio una serie de normas para controlar a los prisioneros En una de ellas prohibio el ingreso de bebidas alcoholicas al cuartel o que los prisioneros y sus mujeres salieran del mismo para ir a las fondas a embriagarse Tambien insistio sobre el aseo del lugar y las personas tanto de los prisioneros como de los custodios El problema de la embriaguez fue una constante Existio un pequeno grupo de musicos ingleses que como tales tenian un trato especial Animaban fiestas en casas particulares y en la del mismo comandante Muchos ingleses desertaron de las columnas que los volvian a Buenos Aires para repatriarlos Algunos retornaron a Mendoza donde se instalaron Cinco anos despues San Martin creo con ellos una compania de Cazadores ingleses que segun un parte del 5 de octubre de 1815 contaba con 4 oficiales y 51 suboficiales y soldados Subdelegado de la Real Hacienda y Guerra Editar Desde fines de diciembre de 1808 asumio tambien el cargo de subdelegado de la Real Hacienda y Guerra Todos estos cargos dependian del gobernador de la intendencia de Cordoba del Tucuman y solo excepcionalmente del Subinspector General de Armas o del Virrey La Revolucion de Mayo EditarSucesos de junio y julio de 1810 Editar Pese a no existir prueba alguna es factible que las noticias del movimiento juntista de mayo hayan llegado a Mendoza el 6 de junio a traves de comerciantes provenientes de Buenos Aires Pero recien el 13 de junio al atardecer llego a Mendoza el comandante de frontera Manuel Corvalan trayendo las comunicaciones oficiales de la Junta Provisional Gubernativa del cabildo de Buenos Aires y un oficio de Cisneros El 14 de junio llegaron oficios del gobernador Gutierrez de la Concha fechados el dia 5 y dirigidos al cabildo y a Ansay en el que fijaba su posicion de desconocer a la Junta Provisional Gubernativa considerando que su creacion habia sido abusiva y forzada la destitucion del virrey Cisneros Pidio sostener el orden y la obediencia a las legitimas autoridades Este oficio en cierta medida determino el accionar futuro de Ansay y de los otros dos funcionarios reales Domingo Torres y Harriet Tesorero de las Reales Cajas de Mendoza cargo que ejercia desde diciembre de 1803 y el contador Joaquin Gomez de Liano ministro Contador de las Reales Cajas cargo que ejercia desde diciembre de 1805 o enero de 1806 Despues de varias demoras para recabar nueva informacion proveniente de Cordoba y Buenos Aires finalmente se decidio reunir un cabildo abierto el dia 23 de junio de 1810 Con la participacion de solo 38 miembros de la elite mendocina sin contar a los cinco cabildantes y los tres funcionarios reales 10 el cabildo abierto determino obedecer la real orden sic enviada por el virrey Cisneros que pedia nombrar y enviar un diputado para constituir un gobierno en Buenos Aires No se dudo de que el cambio de gobierno en la capital era semejante a los que habian ocurrido legalmente en la peninsula en 1808 por lo que la disputa en Mendoza se planteo en terminos de los que estaban a favor o en contra de un cambio de gobierno Ansay y sus colegas no tuvieron otra opcion que oponerse siguiendo la postura del gobernador de Cordoba que negaba toda legalidad al gobierno provisional 11 Esa misma noche un grupo de personas se reunieron en la casa del alcalde de segundo voto Manuel Godoy y Rojas manifestando que el pueblo sentia temor de que Ansay siguiendo ordenes del gobernador de Cordoba pudiera utilizar las armas que seguian en su poder A tal efecto decidieron enviar un emisario para que las pusiera a disposicion del cabildo Ansay se opuso pero luego se hizo presente otro emisario con una nota de los alcaldes de primer y segundo voto Ansay acepto entonces entregar lo solicitado para evitar un posible derramamiento de sangre El espanol peninsular Isidro Saenz de la Maza fue nombrado comandante de armas Ansay reprocho a los miembros del cabildo que permitieran que una minoria congregada al margen hubiera degradado la autoridad de esa institucion siendo como era representante de todo el pueblo 12 El dia 27 Ansay hizo entrega de las armas Ese dia el cabildo envio una nota a la Junta Provisional en la que explico la demora en responder y pidio que no se alterara la quietud ni el giro de sus producciones Solicito se liberara de sospechas a Ansay porque como militar estaba obligado a cumplir las ordenes de su jefe inmediato 13 Ansay hizo lo mismo afirmando que no se debia dudar de su obediencia siempre que las ordenes vinieran a traves de Gutierrez de la Concha de quien dependia 14 Motivado por el oficio proveniente de Cordoba donde el gobernador le ordeno que procurara sostener el buen orden y a las legitimas autoridades en su ejercicio y teniendo en cuenta la escasa importancia del grupo que habia presionado al cabildo para despojarlo de las armas Ansay decidio recuperar el control del cuartel en la madrugada del 29 de junio Con un grupo de quince adictos entre los que figuraban algunos exmilitares britanicos que habian llegado a Mendoza como prisioneros de guerra de las invasiones inglesas y que se habian quedado a vivir en Mendoza ocupo sin disparar un tiro el cuartel Por consejo de Gomez de Liano y Torres y Harriet coloco cantones en las azoteas cercanas y piezas de artilleria en las bocacalles 15 Dando muestras de estar dispuesto a usar la fuerza para defender la posesion del cuartel Ansay convencio a sus oponentes de la necesidad de un nuevo acuerdo Una comitiva integrada por el cura Domingo Garcia el alcalde de primer voto Joaquin de Sosa y el comandante Manuel Corvalan acordo con Ansay que quedaria al mando de las armas que se suspenderian las ordenes del gobernador de Cordoba especialmente con pedidos de soldados y que las nuevas desavenencias que pudieran producirse se corregirian severamente 16 El cabildo aprobo este acuerdo En sintesis se trato de no innovar hasta tanto los sucesos que se desarrollaban en Buenos Aires y Cordoba se fueran aclarando El 1 de julio de 1810 llego la noticia de que la expedicion militar estaba lista para salir de Buenos Aires Nuevamente la elite quiso revisar lo acordado el 29 de junio Ansay sin nuevas noticias de Cordoba acordo realizar una reunion privada y amigable en casa de un vecino destacado A la reunion asistio Torres unicamente ya que Ansay y Gomez de Liano por razones de seguridad decidieron permanecer en el cuartel Se firmo el documento mas importante de esos meses Se acordo que el ilustre Cabildo y el comandante de armas procederian de comun acuerdo firmando en forma conjunta todas las providencias con el titulo de El Gobierno que la fuerza armada seguiria a cargo de Ansay que el objeto del acuerdo no era seguir el sistema de juntas ni otro alguno que significara cambios en la forma de gobierno legalmente establecida 17 Cuando el 10 de julio llego a Mendoza el coronel Juan Bautista Moron con orden de la Junta Provisional de interceptar armas y municiones que pudieran reforzar a Cordoba Ansay y el Cabildo se pusieron a sus ordenes para que pudiera cumplir con esos objetivos El 17 de julio llego a Mendoza un oficio del gobernador Gutierrez de la Concha ratificando lo acordado el 29 de junio y solicitando nuevamente el envio de armas y soldados El cabildo aprovecho la oportunidad para efectuar una reunion extraordinaria citar a Ansay al analisis de ese oficio y plantear la necesidad de que debia ceder el control de las armas a una persona de confianza del pueblo Esta cesion se haria manteniendo el cargo y honores en poder de Ansay Intervino en la reunion previo permiso el comisionado de la Junta Provisional Juan Bautista Moron quien apoyo esa mocion Ansay acepto su desplazamiento que esta vez se hizo respetando la linea jerarquica en su segundo el teniente coronel Francisco Javier de Rosas 18 El 20 de julio llegaron una serie de oficios fechados el 9 de julio en los que la junta provisional habia ordenado el cese en el cargo detencion y traslado a Buenos Aires de Ansay y los dos ministros y nombrado los respectivos reemplazantes Como comandante de armas la junta provisional habia elegido al teniente coronel de milicias Isidro Saenz de la Maza lo que provoco cierto malestar en la oficialidad y sectores del cabildo que lo habian acusado de no haber cuidado la seguridad cuando estaba a cargo de las armas permitiendo que con tanta facilidad Ansay se apoderara nuevamente del cuartel Segun lo relata Ansay ese mismo dia se hicieron presentes en su casa los miembros del cabildo y amigos para expresarle el reconocimiento como funcionario y vecino y el dolor ante lo que acababa de suceder manifestandole ademas el apoyo a todo lo que fuera necesario 19 En los dias siguientes los funcionarios salientes entregaron caudales documentacion y llaves en total orden Detencion y marcha a Buenos Aires Editar El 25 de julio de 1810 Ansay Torres y Harriet Gomez de Liano y dos esclavos de Ansay partieron de Mendoza hacia Buenos Aires escoltados por doce milicianos al mando del teniente Felipe Segura La primera escala fue Retamo una hacienda del capitan Jacinto Godoy donde permanecieron tres dias El 28 de julio partieron para Corocorto donde Ansay se separo de sus ministros que continuaron el viaje en galera mientras el para hacerlo mas rapido lo hizo a caballo Sin entrar en San Luis llego a Achiras En la madrugada del 9 de agosto se presento sorpresivamente el capitan de caballeria Jose Moldes que en su viaje a Mendoza se habia enterado que pernoctaba en esa posta Ordeno que le pusieran grillos aunque no pudo hacerlo por no disponer de ese recurso Cumpliendo ordenes de la Junta Provisional de embargar y vender los bienes de Ansay hizo un detallado inventario de todo su equipaje y el dinero que llevaba cuya copia autenticada por Ansay la envio a la Junta 20 Al dia siguiente por orden de Moldes el capitan de milicias de San Luis Jose Narciso Dominguez se encargo de su custodia trasladandolo a su estancia de la Aguadilla a 25 kilometros de Achiras donde quedo alojado en su propia casa Alli permanecio varios dias hasta que el 14 de agosto custodiado por un hermano de Dominguez y dos milicianos partio a caballo hacia Buenos Aires Todos los gastos del viaje caballos viveres guardias etc corrieron en definitiva por cuenta de Ansay ya que se pagaron con el dinero confiscado por Moldes En los siguientes dias hicieron escalas en varias guardias donde fue bien acogido por los respectivos comandantes Desde Melincue envio un oficio a la Junta Provisional en la que hizo un resumen de su actuacion en Mendoza de lo ocurrido con Moldes en Achiras y pidio tener la oportunidad de exponer su causa 21 El 27 de agosto llego a la guardia de Rojas donde se encontro con el cirujano Francisco Rivero Por su intermedio se entero de la publicacion en La Gaceta del 8 de agosto del oficio que Bernardo Ortiz habia dirigido al gobierno En ese escrito la acusacion que mas lo afecto fue la que afirmaba que el dia que recupero el control de las armas habia obligado a los soldados a concurrir en su apoyo amenazandolos con la pena de muerte En ese escrito Ortiz incrimino a Torres y Harriet como el principal instigador de lo ocurrido en Mendoza 22 Al dia siguiente ya en la guardia de Salto se entero por una esquela que el comandante de la guarnicion habia recibido del hermano de Cornelio Saavedra de los fusilamientos en Cruz Alta El 30 de agosto desde San Claudio de Areco envio un mensajero a Buenos Aires con cartas a sus amigos y se detuvo a la espera de las respuestas que llegaron tres dias despues Le comunicaron que el gobierno conocia su situacion y que varios amigos habian pedido por el El 4 de septiembre se encontro en la guardia de Lujan con el despavorido y asustado obispo Orellana testigo de los fusilamientos En los Corrales de Miserere donde llego el dia 6 se hospedo en casa de Jose Besares comerciante que conocio en Santa Fe Desde ahi envio varias notas una a Cornelio Saavedra anunciando su llegada y otras a amigos preguntando como estaban las cosas en la capital Con esa misma fecha por pura casualidad Saavedra y Moreno firmaron en el margen del oficio que Ansay habia enviado desde Melincue el 26 de agosto el acuse de recibo con traslado a sus antecedentes Dado que aparentemente podia ingresar sin cuidado a Buenos Aires decidio hacerlo el 7 de septiembre al atardecer presentandose en la casa de gobierno Prision en la Cuna y sentencia Editar Esa noche Ansay fue conducido a la carcel de la Cuna nombre de la prision ubicada frente al edificio de los Ninos Expositos en la actual calle Alsina y Peru 23 Esa misma noche le colocaron grillos en los pies los que ademas de humillantes e innecesarios apenas le permitian moverse Al dia siguiente tuvo que pagar los gastos de retorno mas una gratificacion al capitan Dominguez que lo habia custodiado desde Achiras hasta Buenos Aires Dos dias despues llegaron a la prision los ministros Torres y Harriet y Gomez de Liano trayendo algunas de sus pertenencias y dos esclavos de su propiedad Marcos Balcarce comandante de la guardia de la carcel procedio a confiscar los bienes y el dinero en poder de Ansay dejandole unos pocos pesos unos cubiertos de plata y los dos esclavos Pese a estar incomunicados algunos amigos con el permiso de las maximas autoridades a las cuales tenian acceso lograron visitarlos Entre ellos lo hizo Fermin Galigniana hermano del doctor Miguel Jose Galigniana compadre de Ansay y cunado de Castelli Tambien lo visito Manuel Lezica importante comerciante y varias veces miembro del cabildo de Buenos Aires Sin que Ansay lo supiera tambien se intereso en el y en Gomez de Liano por ser amigo de ambos Juan Jose Larramendi vinculado con Moreno por cuestiones de amistad e intereses Larramendi colaboro con recursos financieros para cubrir las necesidades de los detenidos El 24 de septiembre Galigniana le comunico a Ansay que el secretario Moreno le habia dicho que tenia segura la vida 24 El 26 de septiembre a medio dia Balcarce le comunico que el gobierno lo habia depuesto de sus empleos y condenado a diez anos de prision en Carmen de Patagones Al dia siguiente salieron dos oficios uno al gobernador interino de Cordoba y el otro al teniente gobernador de Mendoza comunicando la sentencia para que lo haga notorio en toda su jurisdiccion y quede asi satisfecha la vindicta publica 25 El 1 º de octubre Juan Jose Larramendi recibio del gobierno una lista de los bienes que tenia Ansay en Buenos Aires para que procediera a su valuacion y remate En la lista figuraban los dos esclavos El dia 12 desde Mendoza Moron informo a la Junta que todos los bienes embargados a Ansay en esa localidad entre los que figuraban tres esclavos ya se habian subastado en forma publica y el monto ingresado a la tesoreria El 6 de noviembre la Junta decidio pagar los salarios atrasados de Ansay desde que dejo sus cargos en Mendoza en julio hasta octubre de 1810 Al mismo tiempo informo a los ministros de hacienda de Carmen de Patagones que el monto fijado a Ansay para su manutencion en ese presidio por todo el tiempo que durara la condena equivalente a un tercio de su ultimo sueldo debia ser abonado por la tesoreria de esa localidad 26 En Carmen de Patagones EditarMarcha al destierro Editar El 13 de noviembre de 1810 al amanecer Ansay y once presos salieron del presidio de la Cuna en Buenos Aires en medio de una formacion de soldados dirigidos por Balcarce El grupo iba custodiado por el capitan Jose Marmol del regimiento de dragones La primera parada que duro tres dias se produjo a unos 15 kilometros de la capital en la estancia de un ingles para completar las provisiones y otros menesteres necesarios para el largo viaje Ansay como un favor de Balcarce y Marmol pudo comprar una carretilla tirada por un caballo como medio de transporte y carga que le costo 45 pesos Reiniciada la marcha dos dias despues llegaron a la guardia de Chascomus aunque se prohibio ingresar a ella Ansay consiguio un permiso para hacer compras en el pueblo para el y sus companeros Asi pudo encontrar a muchos comerciantes de Buenos Aires que estaban confinados en ese lugar algunos incluso con sus familiares El 21 de noviembre llegaron a la estancia de Manuel Callejas yerno de Marmol donde intentaron aprovisionarse de carne salada El dueno de la estancia les recomendo un cacique y dos indios para que les sirviera de guia e interprete al que pago con regalos prometiendo otros mas a la vuelta si cumplia lo acordado Ansay valoro este gesto de Callejas como muy importante Durante los dias siguientes fueron encontrando las primeras tolderias de indigenas que iban comunicando a otras tribus sobre la marcha de la columna El 6 de diciembre aparecieron de improviso unos 400 indios a caballo armados con lanzas machetes sables viejos y hachas Estas fuerzas respondian al cacique Bravo que interpelo al cacique de Callejas sobre el destino de esa columna de 60 personas algunas armadas y cuatro carretillas que si bien no le producian temor sospechaba que marchaban a unirse con las fuerzas de Carmen de Patagones para luego en alianza con tribus enemigas iniciar acciones hostiles contra el Despues de una larga discusion y gracias a la intervencion de un andaluz que vivia con los indios y la entrega de regalos la columna pudo proseguir su marcha con el visto bueno del cacique Bravo que envio avisos a otras tribus para que los dejaran pasar El 15 de diciembre llegaron al Rio Colorado El paso demoro dos dias porque al estar crecido se tuvo que construir balsas para cruzarlo El agotamiento de las reservas de alimentos comenzo a afectar a los viajeros que tuvieron que pedir auxilio al comandante de Carmen de Patagones pero los que este envio llegaron en mal estado debido al calor Finalmente el 21 de diciembre a medio dia ingresaron a su destierro despues de 38 dias de un viaje de unos mil kilometros por un territorio que Ansay describio como despoblado sin caminos por entre infieles y enemigos 27 Estadia en prision Editar Cuando Ansay llego a Nuestra Senora del Carmen de Patagones el poblado ya habia logrado desde su fundacion en 1779 ocupar el espacio poner en produccion las tierras establecer las relaciones interetnicas con los nativos y organizarse politicamente con cierta autonomia respecto del gobierno de Buenos Aires La tropa del fuerte estaba compuesta por veteranos muchos de ellos con penas por faltas de disciplina Abundaban los desertores que huian hacia las tolderias de la zona donde eran bien recibidos por los indigenas 28 Esta era otra faceta del complejo intercambio etnico que entre pobladores la guarnicion y los indigenas se producia en la periferia del fuerte El fuerte y prision estaba al mando del flamante comandante Francisco Javier de Sancho que habia tomado posesion de su cargo el 15 de septiembre de 1810 29 Desde que llegaron Ansay Torres y Harriet y Gomez de Liano fueron atendidos con mucha dignidad y cordialidad por Sancho que conocia a Ansay de antes por haber sido subalterno suyo en Buenos Aires Los nuevos prisioneros fueron ubicados en aposentos especialmente preparados al efecto bien ubicados y limpios El comandante determino que debian almorzar y cenar con el juntos con otros invitados siendo los gastos pertinentes distribuidos a prorrata Tambien lo debian acompanar cuando concurria a la iglesia o a fiestas La relacion con los pobladores del lugar se inicio mediante unas cartas de recomendacion que trajo Ansay dirigida a los vecinos de la epoca del virrey Vertiz Desde el primer dia Ansay y sus amigos consideraron que la forma mas factible de fugarse del lugar era por mar hacia Montevideo A tal efecto debian contar con una nave que atracara en el puerto de Patagones que reuniera las condiciones de navegabilidad incluso para llegar hasta Rio de Janeiro si fuera necesario y que pudieran apoderarse de ella al mismo tiempo que lo hacian del fuerte Mientras pasaban los meses esperando esa oportunidad Ansay se dedico a poner en orden sus papeles actualizo los registros de lo acontecido y escribio con Torres y Harriet y Gomez de Liano un detallado itinerario del viaje desde Buenos Aires a Carmen de Patagones que sirvio de base al mapa que Fecit Garcia publico con fecha noviembre de 1811 30 Tambien mantuvo una permanente comunicacion con Callejas por intermedio del cacique Chorlaquin que actuaba de correo entre ambos y que llego a Carmen de Patagones en los meses de marzo mayo y septiembre de 1811 fecha en la que Ansay considero que podia prescindir de ese servicio De esta manera pudo mantenerse al tanto de lo que ocurria en Buenos Aires Montevideo y el Alto Peru y mantener correspondencia con sus amigos incluso hasta con los de la lejana Mendoza La noticia de que iban a ser enviados a Carmen de Patagones presos politicos de la revuelta de abril de 1811 y que algunos de estos habian participado en su propia condena alarmo a Ansay Los cambios en las relaciones con Sancho que podia producir la presencia de estos nuevos prisioneros eran impredecibles por lo que la noticia que trajo Chorlaquin de que el cacique Bravo no habia permitido que esos prisioneros pasaran hacia Carmen de Patagones produjo un alivio en Ansay No obstante las relaciones con Sancho comenzaron a deteriorarse Se lo convencio entonces de suspender los almuerzos a partir de diciembre de 1811 lo que se hizo con suma prudencia para no herir susceptibilidades 31 Durante febrero y marzo de 1812 se fueron ultimando algunos detalles de la fuga En primer lugar se sondeo los corazones de los vecinos que estuvieran a favor del rey La misma actividad se desarrollo entre los soldados y prisioneros A tal efecto se conto con el inestimable apoyo del sargento Domingo Fernandez que se habia hecho cargo del puesto de guarda almacen el 9 de octubre de 1810 A los efectos de la fuga entre abril de 1811 y enero de 1812 llegaron tres buques a Carmen de Patagones de los cuales uno se descarto por muy pequeno el otro por ser viejo y poco velero y el tercero un bergantin ingles que reunia todas las condiciones porque su capitan lo mantuvo con prudente recelo lejos del puerto En los primeros dias de abril de 1812 atraco el buque ingles Amazonas Traia dinero 12 rollos de tabaco 6 tercios de yerba mate del Paraguay y resmas de papel enviados por el gobierno de Buenos Aires El barco era nuevo muy a proposito para nuestras miras segun Ansay por lo que puso rapidamente en marcha el plan elaborado con el mismo secreto que tuvo desde el comienzo junto con Torres de Harriet y Gomez de Liano 32 La fuga Editar El envio de dos prisioneros rumbo a Buenos Aires demoro el plan de escape hasta que esa partida se alejara lo suficiente del fuerte como para que nadie la pudiera alcanzar para avisar a la capital El dia 20 de abril de 1812 a las 9 de la noche un grupo de 14 soldados se embarcaron en un bote y silenciosamente se acercaron al bergantin Amazonas y en total silencio se apoderaron de el Al mismo tiempo en la fortaleza Fernandez ingreso a la guardia y luego de conseguir la lealtad de los soldados al rey propuso a Ansay como comandante en lugar de Sancho la que fue aceptada por estos Ansay exigio personalmente de los soldados la misma subordinacion Una comitiva integrada por Torres Gomez Fernandez y 4 soldados fueron a la casa del gobernador y detuvieron alli a Sancho al ministro Azamor y al padre Acosta los que fueron trasladados a las habitaciones preparadas para los desterrados del movimiento de abril de 1811 y que el cacique Bravo habia impedido que llegaran al presidio Al amanecer los sorprendidos vecinos fueron citados a la comandancia donde se les comunico las novedades y se les solicito que firmaran libremente un escrito de adhesion a las nuevas autoridades La aceptacion fue general con pocas excepciones Al dia siguiente se celebro una misa con Tedeum juraron las nuevas autoridades y la tropa con descarga de fusileria y artilleria Sin perder tiempo comenzo la preparacion del Amazonas para el viaje a Montevideo y adicionalmente se lo cargo con viveres para ayudar a esa ciudad sitiada El 23 de abril se produjo un firme planteo de los vecinos estos manifestaron que estaban dispuestos a colaborar en todo lo necesario pero pedian que Ansay debia permanecer en Carmen de Patagones como comandante hasta tanto las autoridades de Montevideo determinaran su reemplazante caso contrario nadie podria abandonar el puerto 33 Aceptada esta exigencia el 28 de abril el barco abandono el puerto rumbo a la barra del rio Negro Llevaba a bordo a Torres de Harriet Gomez de Liano Fernandez las autoridades depuestas algunos presos y como detenidos al capitan piloto y marineros del Amazonas Dos dias despues pese a las buenas condiciones de viento y marea el bergantin varo en la barra con riesgo de sufrir danos irreparables El pueblo ayudo a descargar todo lo que llevaba para aliviarlo y sacarlo de esa condicion Sancho y sus acompanantes fueron ubicados en un rancho cercano a la playa Este contratiempo implico postergar el viaje hasta que las condiciones de marea y viento volvieran a ser favorables Doce dias despues mientras se esperaban buenas condiciones para partir llego el rumor de la presencia de un buque de dos palos por la zona Como pasaron tres dias sin nuevas noticias Ansay envio una patrulla a recorrer la costa El 19 de mayo recibio la noticia de que en la bahia de Todos los Santos estaba anclado el queche Hiena un bergantin de 15 canones con 90 tripulantes De dicha unidad habian descendido su segundo oficial y unos soldados para dirigirse a Carmen de Patagones los que despues de extraviarse fueron capturados por una patrulla de exploracion Con la firme decision de apoderarse del Hiena se planifico un ardid que consistia en invitar a su capitan el norteamericano Tomas Taylor a Carmen de Patagones hacer descender a la playa la mayor cantidad de marineros para capturarlos alli sorpresivamente mientras otro grupo bajo el pretexto de conducir alimentos al barco lo abordaba y apresaba al resto de los tripulantes El 22 de mayo el capitan Taylor llego a la barra del rio Negro y fue tomado prisionero y enviado a Carmen de Patagones Al dia siguiente Torres y Harriet y Gomez de Liano uno en el barco y el otro en la playa ejecutaron el resto del plan con gran entereza y valentia De los 90 tripulantes capturaron 72 marinos 8 se pasaron de bando y 6 fallecieron Las fuerzas de Ansay no tuvieron bajas El 2 de junio el Hiena estuvo listo para partir desde la bahia de Todos los Santos Iban a bordo Sancho Azamor Acosta Fernandez y los ministros de Ansay Con la ayuda tecnica del capitan Taylor el barco partio el dia 9 y llego a Montevideo el 13 de junio 34 Durante el mes de junio y gran parte de julio de 1812 Ansay quedo solo al mando del fuerte Desplego una gran actividad ordeno la fabricacion de balas de plomo y cartuchos reparo armas blancas y de fuego curenas muelle murallas e instalaciones del fuerte y hasta la iglesia Con muy pocos hombres pues los mejores fueron embarcados hacia Montevideo controlo a los 72 prisioneros del Hiena El 24 de julio llego proveniente de Montevideo un buque menor la sumaca San Jose y Animas al mando del capitan catalan Tomas Torrens Traia noticias del recibimiento del Hiena en Montevideo Cinco dias despues llego a la barra del rio Negro el buque de guerra Aranzaza al mando del teniente de navio Manuel Borraz Traia al teniente graduado de capitan Fernandez como nuevo comandante del fuerte tropas municiones y un tren de artilleria volante y la orden de auxiliar al Amazonas y custodiar a Ansay hasta Montevideo El 1 º de agosto Ansay entrego el mando El 17 de agosto Ansay se despidio de los pobladores de Carmen de Patagones y se embarco en la zumaca rumbo a la barra Mientras esperaba alli las condiciones favorables para partir el 26 de agosto se produjo un intento de sublevacion de los prisioneros del Hiena embarcados en el Aranzaza que termino en el fusilamiento de los cabecillas el contramaestre y el piloto del Hiena Al dia siguiente el 27 de agosto de 1812 partio Ansay en la zumaca escoltada por el buque de guerra El 7 de septiembre a las 9 de la manana llego a Montevideo 35 Estuvo en Carmen de Patagones 615 dias 486 como prisionero y 103 como comandante del fuerte En Montevideo EditarEl gobernador Gaspar de Vigodet nombro a Ansay Comandante de la fortaleza del Cerro Pero la situacion de la ciudad era preocupante pasaban los meses y el sitio que llevaba adelante el ejercito independentista de Jose Rondeau no se aliviaba Las frecuentes salidas que hacia Ansay a las afueras para capturar ganado con el cual alimentar la ciudad eran cada vez mas inutiles Finalmente a principios de mayo de 1814 la flota portena derroto a la realista en la Campana Naval de 1814 y cerro el cerco de la ciudad por mar Vigodet rindio Montevideo en junio de 1814 Ansay fue tomado prisionero y enviado a Buenos Aires con otros 300 prisioneros espanoles De alli paso a Rio Cuarto y a Cordoba en un viaje con muchas escalas de varias semanas cada una El 4 de marzo de 1817 llego a Cordoba donde se entero que Chile su ultima esperanza acababa de caer en manos independentistas Un campo de concentracion en medio de la pampa EditarHasta el ano 1814 la frontera sur llegaba oficialmente hasta el rio Salado a unos 200 kilometros de Buenos Aires A partir de esa fecha comenzaron diversas formas de apropiacion y ocupacion de territorios mas alla de ese rio ya sea en forma privada por medio de estancias cuyos propietarios usaron a los indios que poblaban la zona como peones ya sea con instalaciones militares a cargo del gobierno Una de ellas fue la guardia sobre la laguna Kakel Huincul hoy partido de Maipu cuya funcion era proteger las estancias ante posibles incursiones de indigenas y bandoleros que robaban el ganado En febrero de 1816 esa guardia se reforzo con un cuerpo de Blandengues de la Frontera En 1817 hacia el noreste cercana a las llamadas Islas de Tordillo el gobierno siguiendo una practica borbonica que habia sido exitosa en la frontera chaquena del Tucuman establecio un presidio llamado Las Bruscas o Santa Elena fundo un pueblo cercano la actual Dolores y una estancia de la patria para aprovisionar de alimentos al presidio y en la que trabajarian los prisioneros del mismo 36 Las Islas del Tordillo eran unos montes al este de la actual Dolores donde funcionaban varios hornos de carbon que abastecian a Buenos Aires La zona era refugio de desertores criminales y perseguidos por la justicia bajo la proteccion de la siniestra conducta denigrante del teniente coronel graduado Francisco Ramirez propietario de los hornos que los usaba como operarios Pesaban sobre el la acusacion de robar ganado de las estancias vecinas para consumo en las carboneras y de enviar cuero y sebo ocultos en las carretas que transportaban carbon para su venta en Buenos Aires trayendo de retorno mujeres para los prostibulos 37 El plan del gobierno de concentrar progresivamente en Las Bruscas los prisioneros provenientes de la Banda Oriental Chile y Peru dispersos por las provincias y la capital no se efectivizo de manera coordinada Cuando comenzaron los trasladados el responsable del presidio el capitan Juan Navarro nombrado el 8 de abril de 1817 al no contar con las instalaciones necesarias para la vigilancia tuvo que repartirlos provisoriamente entre cuatro estancias cercanas donde fueron custodiados por escasos milicianos Los primeros prisioneros arribaron al deposito recien en julio de 1817 y segun las listas elaboradas mensualmente por Navarro recien alcanzaron los 487 individuos presentes en abril de 1818 38 Ansay partio de Cordoba el 8 de junio de 1817 con 36 prisioneros mas Despues de llegar a la guardia de Lujan la columna siguio la linea de guardias de Navarro Lobos Monte Ranchos y Chascomus Tras cruzar el rio Salado el 17 de julio llegaron a la estancia de Carmona unos 10 kilometros antes de Las Bruscas donde fueron alojados Recien el 22 de septiembre es decir 67 dias despues Ansay llego finalmente a lo que llamo el bruscal deposito 39 En realidad no era dificil escapar de Las Bruscas un fortin hecho de palos a pique y paredes de tierra apisonada Lo dificil era llegar a algun lado las lagunas y banados que la rodean forman una especie de laberinto inmenso de cientos de kilometros de radio A cinco leguas estaba el rio Salado con pocos lugares de paso seguro Y por ultimo estaban los indigenas desertores y delincuentes poco inclinados en general a la clemencia con los viajeros solitarios No obstante la permanente preocupacion de las autoridades del deposito de prisioneros fue la fuga de los prisioneros y desercion de los guardias Cada uno de los presos tuvo que levantar su rancho y durante tres anos los sufrimientos y carencias que padecieron fueron terribles A pesar de cientos de pedidos de que lo trasladaran a Buenos Aires no lo logro hasta mayo de 1820 En la capital reinaba el caos mas absoluto en medio de la llamada Anarquia del Ano XX cuando llego el gobernador ya no era quien lo habia autorizado En octubre aprovechando el motin del coronel Manuel Pagola logro huir a traves del Rio de la Plata y llego a Colonia del Sacramento Regreso y posteridad EditarLa Banda Oriental estaba en manos portuguesas de modo que no tuvo problemas en conseguir viaje de regreso a Espana Paso por Montevideo Rio de Janeiro Cadiz y Madrid Finalmente llego a su Zaragoza natal donde esperaba recibir algun tipo de reconocimiento oficial pero el gobierno del Trienio Liberal no le dio ninguno Tras la restauracion absolutista del rey Fernando VII escribio unas memorias de sus aventuras para el ministerio de guerra Inicialmente era un simple relato militar de su carrera pero con el correr de su escritura lo fue transformando en un relato casi literario de sus desventuras desde la Revolucion de Mayo Resultaron ser una de las pocas fuentes historicas para saber que se hizo de los prisioneros realistas que fueron cayendo en manos de los patriotas americanos Fueron publicadas mucho mas tarde y son casi la unica fuente para saber algo de la vida de Faustino Ansay Murio en Zaragoza en la decada de 1840 En la literatura EditarLa vida y las ideas de Ansay fueron interpretadas por Martin Caparros en su novela Ansay o los infortunios de la gloria 1984 Referencias Editar Alemano 2011 p 7 8 Alemano 2017 p 70 Roulet 2015 p 62 a b Martinez Sierra 1975 p 190 Prieto y Abraham 2000 p s n Diaz Gavier 2007 p 113 Melli 1974 p 54 Santos Martinez 1970 p 284 286 Beverina 1935 p 118 Raffo de la Reta 1941 p 198 tomo XV Comadran Ruiz 1961 p 337 340 tomo VI Biblioteca de Mayo tomo IV 1960 p 3323 nota h Comadran Ruiz 1961 p 350 351 tomo VI Biblioteca de Mayo tomo IV 1966 p 3326 oficio Nº 10 Biblioteca de Mayo tomo IV 1960 p 3322 nota g Biblioteca de Mayo tomo IV 1960 p 3330 Biblioteca de Mayo tomo IV 1960 p 3335 oficio Nº16 Biblioteca de Mayo tomo IV 1960 p 3529 3530 Biblioteca de Mayo tomo IV 1960 p 3388 3389 Biblioteca de Mayo tomo IV 1960 p 3551 Biblioteca de Mayo tomo IV 1960 p 3569 Gaceta de Buenos Aires 1910 p 156 161 Levaggi 2002 p 34 Biblioteca de Mayo tomo IV 1960 p 3402 Biblioteca de Mayo tomo XVIII 1966 p 16402 16403 Biblioteca de Mayo tomo IV 1960 p 3581 3582 Biblioteca de Mayo tomo IV 1960 p 3413 Fradkin 2020 p 79 Indice del archivo del gobierno de Buenos Aires 1860 p 150 Dehais 2006 p 13 Biblioteca de Mayo tomo IV 1960 p 3417 3420 Biblioteca de Mayo tomo IV 1960 p 3421 Biblioteca de Mayo tomo IV 1960 p 3422 3426 Biblioteca de Mayo tomo IV 1960 p 3427 3434 Biblioteca de Mayo y tomo IV 1960 p 3438 Ratto y Fradkin 2010 p 26 Aranguren y Correa 2007 p 12 13 Ratto y Fradkin 2010 p 29 30 Biblioteca de Mayo tomo IV 1960 p 3458 Bibliografia EditarAlemano Maria Eugenia 2011 La reconversion de milicias en fuerzas veteranas el caso de los Blandengues de la frontera de Buenos Aires Asociacion Uruguaya de Historia Economica AUDHE V Jornadas de Historia Economica Simposio Guerra y Sociedad 1 28 Alemano Maria Eugenia 2017 Los Blandengues de la Frontera de Buenos Aires y los dilemas de la defensa del Imperio 1752 1806 Fronteras de la Historia 22 2 44 74 Aranguren Cecilia Correa Analia 2007 El poblado fronterizo de Dolores indicios para el analisis de la conflictividad interetnica y el control estatal en los inicios del siglo XIX XIº Jornadas Interescuelas Departamentos de Historia Facultad de Filosofia y Letras Universidad de Tucuman San Miguel de Tucuman 1 15 Archivo General de la Provincia de Buenos Aires Manuel Ricardo Trelles 1860 Indice del archivo del gobierno de Buenos Aires correspondiente al ano de 1810 Buenos Aires Argentina La Tribuna Beretta Curi Alcides Montevideo la ciudad realista Revista Todo es Historia nro 169 Beverina Juan 1935 El virreinato de las provincias del Rio de La Plata su organizacion militar contribucion a la Historia del ejercito argentino Buenos Aires Argentina Imp L Bernard Biblioteca de Mayo tomo IV 1960 Coleccion de obras y documentos para la historia Argentina Tomo IV Edicion especial en homenaje al 150 aniversario de la Revolucion de Mayo Buenos Aires Argentina Senado de la Nacion Biblioteca de Mayo tomo XVIII 1966 Coleccion de obras y documentos para la historia Argentina Tomo XVIII Edicion especial en homenaje al 150 aniversario de la Revolucion de Mayo Buenos Aires Argentina Senado de la Nacion Carranza Angel Justiniano Campanas Navales de la Republica Argentina Volumen I Tomos 1 y 2 pag 154 a 156 Secretaria de Estado de Marina 1962 Comadran Ruiz Jorge 1961 Mendoza en 1810 Tercer Congreso Internacional de Historia de America VI 287 373 Danero E M S Un campo de concentracion criollo Revista Todo es Historia N 25 Dehais Francisco Jose 2006 Contribucion a la cartografia de Patagonia o Chica desde 1519 a 1900 Rio Negro Argentina Buenos Aires Argentina Grafica Althabe Diaz Gavier Juan 2007 Cada casa era una fortaleza Buenos Aires 1806 1807 le peor derrota britanica durante las guerras napoleonicas Edicion ilustrada Buenos Aires Argentina IEdiciones del Boulevard ISBN 978 987 556 166 3 Gaceta de Buenos Aires 1910 Reimpresion Facsimilar 1810 1821 Junta de Historia y Numismatica Americana Buenos Aires Argentina Compania Sud Americana de Billetes de Banco Martinez Sierra Ramiro 1975 El mapa de Las Pampas Buenos Aires Argentina Certamen Literario del Sesquicentenario de la Independencia Melli Oscar Ricardo 1974 Historia de Carmen de Areco 1771 1970 Volumen 41 de Publicaciones del Archivo Historico de la Provincia de Buenos Aires Ricardo Levene Contribucion a la historia de los pueblos de la Provincia de Buenos Aires Buenos Aires Argentina Archivo Historico de la Provincia de Buenos Aires Ricardo Levene Prieto Maria del Rosario Abraham Elena Maria 2000 Caminos y comercio como factores de cambio ambiental en las planicies aridas de Mendoza Argentina entre los siglos XVII y XIX Theomai Edicion electronica Red internacional de estudios sobre sociedad naturaleza y desarrollo Universidad Nacional de Quilmes Argentina 2 ISSN 1666 2830 Raffo de la Reta Julio Cesar 1941 Una decada mendocina Boletin de la Academia Nacional de la Historia XV 186 232 Ratto Silvia Fradkin Raul O 2010 Un modelo borbonico para defender la frontera Presidio de Santa Elena en el sur de Buenos Aires 1817 1820 Paginas Revista digital de la Escuela de Historia Ano 2 3 26 52 ISSN 1851 992X Roulet Florencia 2015 Capitanes de amigos en la frontera de Mendoza los usos indigenas de una institucion colonial Salamanca Espana Ediciones Universidad de Salamanca Temuco Chile Universidad Catolica de Temuco ISBN 978 84 9012 546 5 Santos Martinez Pedro 1970 Los prisioneros ingleses en Mendoza Revista de la Junta de Estudios Historicos de Mendoza Segunda epoca 6 279 326 Segreti Carlos S A La aurora de la Independencia Memorial de la Patria tomo II Ed La Bastilla Bs As 1980 Zinny Jose Antonio Historia de los gobernadores de las Provincias Argentinas Ed Hyspamerica 1987 Datos Q5856774 Obtenido de https es wikipedia org w index php title Faustino Ansay amp oldid 143849666, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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