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Enfermeras mártires de Somiedo

Enfermeras mártires de Somiedo fue la denominación que se ha dado a tres enfermeras de la Cruz Roja que prestaban servicio en un hospital de sangre perteneciente al ejército sublevado en el frente de Asturias, durante los primeros meses de la Guerra Civil Española. Luego de que el puesto fuera capturado por tropas republicanas el 27 de octubre de 1936, fueron hechas prisioneras. Según el juicio sumarísimo al que fue sometido en 1937 el comandante de las milicias del Frente Popular que apresaron a las enfermeras, éstas habrían sido ejecutadas tras ser violadas y sometidas a vejaciones.[1]​ El 12 de junio de 2019, el Papa Francisco reconoció que las tres enfermeras eran mártires asesinadas por odio a la fe.

Antecedentes

Poco después de iniciada la sublevación del 18 de julio de 1936, y asegurada gran parte de la provincia de León por las fuerzas que respondían al General Franco, en las principales ciudades de la región se iniciaron cursos acelerados de enfermería para cubrir puestos en el frente. En Astorga, la congregación de las Hermanas de María entrenaba enfermeras voluntarias, debido a la escasez de enfermeras matriculadas. Tres mujeres astorganas, María Pilar Gullón Yturriaga de 23 años -residente en Madrid, pero sorprendida por el inicio de la guerra en su ciudad natal-, Octavia Iglesias Blanco, de 41 y la joven Olga Pérez-Monteserín Núñez, de 19, se contaron entre las primeras en condiciones de ejercer su trabajo en el frente. El 8 de octubre fueron enviadas al frente, donde junto a otras enfermeras se turnarían para atender un puesto sanitario del ejército sublevado, ubicado en Somiedo, en la zona de montaña limítrofe entre León y Asturias. La línea del frente era volátil, estando separados los combatientes en ocasiones por tan sólo decenas de metros.

Apresamiento durante un contraataque de las fuerzas republicanas

El 27 de octubre, milicias locales pertenecientes a la UGT, comandadas por Genaro Arias Herrero, apodado El Pata, minero y veterano de la Revolución de Asturias de 1934, inician una modesta ofensiva destinada a aislar los puestos franquistas más avanzados del frente. Una de estas posiciones era el pequeño hospital donde prestaban servicio las enfermeras. En el momento del ataque, asistían, bajo las órdenes de un médico, a unos 14 heridos. Tanto el médico como las enfermeras tuvieron la posibilidad de huir junto a unos 21 soldados que evacuaron el puesto tras un breve enfrentamiento, pero se negaron a abandonar a sus pacientes. A partir de allí, casi todo lo que se sabe del destino de las enfermeras y quienes fueron tomados prisioneros junto a ellas deriva principalmente de los testimonios del juicio sumarísimo al que fue sometido Arias Herrero el 22 de octubre del año siguiente, tras caer en manos de las tropas franquistas.

Las ejecuciones

El jefe falangista, el médico y algunos oficiales fueron ejecutados ese mismo día; los 14 heridos fueron muertos por las milicias cuando, en un rápido contraataque, los sublevados recuperaron el control del terreno perdido. Los soldados rasos y suboficiales fueron conducidos a retaguardia. Según los testimonios recogidos durante el juicio a Arias Herrero, de su propia boca y a través de testigos presenciales, las enfermeras pasaron la noche en cautiverio en Pola de Somiedo, en las barracas donde se alojaban los milicianos, quienes abusaron reiteradamente de ellas. Dicen los testigos que un carro utilizado para actividades rurales, cuyo tipo de eje produce un chirrido característico, fue utilizado para apagar los gritos. En la mañana del 28, unas milicianas, entre quienes se contaban Felisa Fresnadillo, Josefa Santos, María Sánchez, María Soto y Consuelo Vázquez, se ofrecieron como voluntarias para fusilar a las prisioneras. Las ejecutoras de los disparos mortales fueron Evangelina Arienza, Dolores Sierra, y Emilia Gómez. Las milicianas despojaron a las enfermeras de toda su ropa, y, ya sobre el mediodía, las voluntarias republicanas las fusilaron, enteramente desnudas, en un prado. Las milicianas se repartieron las prendas de las muertas. Este hecho sirvió para que Concha Espina comparase el destino de las enfermeras con el de Jesús, cuyos verdugos se repartieron sus ropas antes de crucificarlo. Una investigación histórica llevada a cabo por TVE sostiene que las tres víctimas eran de buena posición económica, por lo que no resulta extraño que su vestuario resultara atractivo para mujeres de condición humilde.[2]​ Las milicianas hicieron escarnio de los cuerpos durante gran parte de la tarde, hasta que en la noche fueron sepultadas en la fosa común, que fueron obligados a cavar dos prisioneros falangistas también ejecutados luego.

La versión de los hechos presentada por TVE y por la novela de Concha Espina es contrastada por la antropóloga Lala Islas, que se basa en el relato de un combatiente republicano testigo de la acción en Somiedo. El declarante, que contaba con 17 años en 1936, le dijo a Islas en 2009 que la mujer del comandante miliciano muerto en el asalto al puesto de Somiedo, Milagros Valcárcel, al enterarse del fallecimiento de su esposo, arremetió arma en mano contra uno de los camiones que transportaba a los oficiales prisioneros, donde también iban las enfermeras, matando a todos los allí presentes con una ráfaga de fuego automático. La narrativa 'oficial' es calificada de "propaganda franquista".[3]

Otra versión es la de la también antropóloga y sobrina de Pilar Gullón, Mercedes Unzeta Gullón. Esta autora revela que los testimonios de los habitantes de Pola de Somiedo aportan un relato más verídico, con detalles aclaratorios, como que Olga Monteserín fue herida en acción cuando milicianas y milicianos asaltaron Somiedo, y que, contradiciendo la narración del testigo citado por Lala Islas, las enfermeras fueron efectivamente fusiladas después del mediodía en un prado. Las ropas de estas mujeres que se repartieron las milicianas formaban mayormente parte del bagaje que ellas habían llevado al puesto militar capturado, no las que llevaban puesta en el momento de la ejecución, que consistían en sus uniformes de la Cruz Roja, si bien ya muertas fueron despojadas de sus zapatos y "alguna cosa más de su vestuario". Unzeta Gullón también pone en duda la violación de las víctimas.[4]

Ejecución de Arias Herrero

Luego del juicio, Arias Herrero fue ejecutado el 25 de octubre de 1937 al garrote vil por orden directa de Franco. Si bien el comandante republicano dio testimonio sobre los fusilamientos en Somiedo, siempre negó haber dado las órdenes. Inclusive el testimonio de uno de los soldados franquistas detenidos lo ubica en Gijón el día de las muertes, a donde se había dirigido para entregar a los militares prisioneros y dar parte de la acción. Se desconoce el destino de los milicianos a quienes se atribuye la violación de las enfermeras y de las milicianas que las humillaron y vejaron antes de matarlas.

Funerales en Astorga

Una vez terminada la guerra en el norte de España, a principios de 1938 fueron repatriados los restos de Olga, Octavia y Pilar a su ciudad de origen. Trasladadas en ataúdes blancos cubiertos por la bandera española, fueron depositadas con todos los honores en tres nichos en el interior de la catedral de Astorga, donde permanecen hasta la fecha. En 2006, descendientes de Pilar Gullón, en nombre de la fundación Enfermeras Mártires de Somiedo, pidieron a las autoridades eclesiásticas iniciar el proceso de beatificación.[5]

Beatificación

El 29 de mayo de 2021 las tres enfermeras fueron beatificadas. La celebración tuvo lugar en la catedral de Astorga y fue presidida por el cardenal Marcello Semeraro, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.[6]

Referencias

  1. . Archivado desde el original el 7 de junio de 2008. Consultado el 9 de diciembre de 2007. 
  2. Documental Prados de Sangre emitido por TVE en 2006
  3. Negrete, Borja (30 de junio de 2019). «"Propaganda franquista" detrás de las 3 enfermeras beatificadas por el Papa». Consultado el 5 de septiembre de 2021. 
  4. Unzeta Gullón, Mercedes (27 de mayo de 2021). «Las mártires de Somiedo, Beatas». Consultado el 5 de septiembre de 2021. 
  5. . El Norte de Castilla. 26 de marzo de 2006. Archivado desde el original el 7 de junio de 2008. Consultado el 9 de diciembre de 2007. 
  6. ABC (29 de mayo de 2021). «Astorga beatifica a tres enfermeras mártires, Olga, Pilar y Octavia». www.abc.es. Consultado el 5 de junio de 2021. «La catedral de la localidad maragata (León) ha acogido este sábado la ceremonia, presidida por el cardenal Marcello Semerano». 

Bibliografía

  • Espina, Concha: Princesas del Martirio. Madrid, 1941
  •   Datos: Q5832735

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Existen desacuerdos sobre la neutralidad en el punto de vista de la version actual de este articulo o seccion En la pagina de discusion puedes consultar el debate al respecto Enfermeras martires de Somiedo fue la denominacion que se ha dado a tres enfermeras de la Cruz Roja que prestaban servicio en un hospital de sangre perteneciente al ejercito sublevado en el frente de Asturias durante los primeros meses de la Guerra Civil Espanola Luego de que el puesto fuera capturado por tropas republicanas el 27 de octubre de 1936 fueron hechas prisioneras Segun el juicio sumarisimo al que fue sometido en 1937 el comandante de las milicias del Frente Popular que apresaron a las enfermeras estas habrian sido ejecutadas tras ser violadas y sometidas a vejaciones 1 El 12 de junio de 2019 el Papa Francisco reconocio que las tres enfermeras eran martires asesinadas por odio a la fe Indice 1 Antecedentes 2 Apresamiento durante un contraataque de las fuerzas republicanas 3 Las ejecuciones 4 Ejecucion de Arias Herrero 5 Funerales en Astorga 6 Beatificacion 7 Referencias 8 BibliografiaAntecedentes EditarPoco despues de iniciada la sublevacion del 18 de julio de 1936 y asegurada gran parte de la provincia de Leon por las fuerzas que respondian al General Franco en las principales ciudades de la region se iniciaron cursos acelerados de enfermeria para cubrir puestos en el frente En Astorga la congregacion de las Hermanas de Maria entrenaba enfermeras voluntarias debido a la escasez de enfermeras matriculadas Tres mujeres astorganas Maria Pilar Gullon Yturriaga de 23 anos residente en Madrid pero sorprendida por el inicio de la guerra en su ciudad natal Octavia Iglesias Blanco de 41 y la joven Olga Perez Monteserin Nunez de 19 se contaron entre las primeras en condiciones de ejercer su trabajo en el frente El 8 de octubre fueron enviadas al frente donde junto a otras enfermeras se turnarian para atender un puesto sanitario del ejercito sublevado ubicado en Somiedo en la zona de montana limitrofe entre Leon y Asturias La linea del frente era volatil estando separados los combatientes en ocasiones por tan solo decenas de metros Apresamiento durante un contraataque de las fuerzas republicanas EditarEl 27 de octubre milicias locales pertenecientes a la UGT comandadas por Genaro Arias Herrero apodado El Pata minero y veterano de la Revolucion de Asturias de 1934 inician una modesta ofensiva destinada a aislar los puestos franquistas mas avanzados del frente Una de estas posiciones era el pequeno hospital donde prestaban servicio las enfermeras En el momento del ataque asistian bajo las ordenes de un medico a unos 14 heridos Tanto el medico como las enfermeras tuvieron la posibilidad de huir junto a unos 21 soldados que evacuaron el puesto tras un breve enfrentamiento pero se negaron a abandonar a sus pacientes A partir de alli casi todo lo que se sabe del destino de las enfermeras y quienes fueron tomados prisioneros junto a ellas deriva principalmente de los testimonios del juicio sumarisimo al que fue sometido Arias Herrero el 22 de octubre del ano siguiente tras caer en manos de las tropas franquistas Las ejecuciones EditarEl jefe falangista el medico y algunos oficiales fueron ejecutados ese mismo dia los 14 heridos fueron muertos por las milicias cuando en un rapido contraataque los sublevados recuperaron el control del terreno perdido Los soldados rasos y suboficiales fueron conducidos a retaguardia Segun los testimonios recogidos durante el juicio a Arias Herrero de su propia boca y a traves de testigos presenciales las enfermeras pasaron la noche en cautiverio en Pola de Somiedo en las barracas donde se alojaban los milicianos quienes abusaron reiteradamente de ellas Dicen los testigos que un carro utilizado para actividades rurales cuyo tipo de eje produce un chirrido caracteristico fue utilizado para apagar los gritos En la manana del 28 unas milicianas entre quienes se contaban Felisa Fresnadillo Josefa Santos Maria Sanchez Maria Soto y Consuelo Vazquez se ofrecieron como voluntarias para fusilar a las prisioneras Las ejecutoras de los disparos mortales fueron Evangelina Arienza Dolores Sierra y Emilia Gomez Las milicianas despojaron a las enfermeras de toda su ropa y ya sobre el mediodia las voluntarias republicanas las fusilaron enteramente desnudas en un prado Las milicianas se repartieron las prendas de las muertas Este hecho sirvio para que Concha Espina comparase el destino de las enfermeras con el de Jesus cuyos verdugos se repartieron sus ropas antes de crucificarlo Una investigacion historica llevada a cabo por TVE sostiene que las tres victimas eran de buena posicion economica por lo que no resulta extrano que su vestuario resultara atractivo para mujeres de condicion humilde 2 Las milicianas hicieron escarnio de los cuerpos durante gran parte de la tarde hasta que en la noche fueron sepultadas en la fosa comun que fueron obligados a cavar dos prisioneros falangistas tambien ejecutados luego La version de los hechos presentada por TVE y por la novela de Concha Espina es contrastada por la antropologa Lala Islas que se basa en el relato de un combatiente republicano testigo de la accion en Somiedo El declarante que contaba con 17 anos en 1936 le dijo a Islas en 2009 que la mujer del comandante miliciano muerto en el asalto al puesto de Somiedo Milagros Valcarcel al enterarse del fallecimiento de su esposo arremetio arma en mano contra uno de los camiones que transportaba a los oficiales prisioneros donde tambien iban las enfermeras matando a todos los alli presentes con una rafaga de fuego automatico La narrativa oficial es calificada de propaganda franquista 3 Otra version es la de la tambien antropologa y sobrina de Pilar Gullon Mercedes Unzeta Gullon Esta autora revela que los testimonios de los habitantes de Pola de Somiedo aportan un relato mas veridico con detalles aclaratorios como que Olga Monteserin fue herida en accion cuando milicianas y milicianos asaltaron Somiedo y que contradiciendo la narracion del testigo citado por Lala Islas las enfermeras fueron efectivamente fusiladas despues del mediodia en un prado Las ropas de estas mujeres que se repartieron las milicianas formaban mayormente parte del bagaje que ellas habian llevado al puesto militar capturado no las que llevaban puesta en el momento de la ejecucion que consistian en sus uniformes de la Cruz Roja si bien ya muertas fueron despojadas de sus zapatos y alguna cosa mas de su vestuario Unzeta Gullon tambien pone en duda la violacion de las victimas 4 Ejecucion de Arias Herrero EditarLuego del juicio Arias Herrero fue ejecutado el 25 de octubre de 1937 al garrote vil por orden directa de Franco Si bien el comandante republicano dio testimonio sobre los fusilamientos en Somiedo siempre nego haber dado las ordenes Inclusive el testimonio de uno de los soldados franquistas detenidos lo ubica en Gijon el dia de las muertes a donde se habia dirigido para entregar a los militares prisioneros y dar parte de la accion Se desconoce el destino de los milicianos a quienes se atribuye la violacion de las enfermeras y de las milicianas que las humillaron y vejaron antes de matarlas Funerales en Astorga EditarUna vez terminada la guerra en el norte de Espana a principios de 1938 fueron repatriados los restos de Olga Octavia y Pilar a su ciudad de origen Trasladadas en ataudes blancos cubiertos por la bandera espanola fueron depositadas con todos los honores en tres nichos en el interior de la catedral de Astorga donde permanecen hasta la fecha En 2006 descendientes de Pilar Gullon en nombre de la fundacion Enfermeras Martires de Somiedo pidieron a las autoridades eclesiasticas iniciar el proceso de beatificacion 5 Beatificacion EditarEl 29 de mayo de 2021 las tres enfermeras fueron beatificadas La celebracion tuvo lugar en la catedral de Astorga y fue presidida por el cardenal Marcello Semeraro prefecto de la Congregacion para las Causas de los Santos 6 Referencias Editar Resumen del articulo publicado por Manuel Gullon en la revista catolica Alfa y Omega 12 04 2007 Archivado desde el original el 7 de junio de 2008 Consultado el 9 de diciembre de 2007 Documental Prados de Sangre emitido por TVE en 2006 Negrete Borja 30 de junio de 2019 Propaganda franquista detras de las 3 enfermeras beatificadas por el Papa Consultado el 5 de septiembre de 2021 Unzeta Gullon Mercedes 27 de mayo de 2021 Las martires de Somiedo Beatas Consultado el 5 de septiembre de 2021 Comienza en Astorga el proceso de beatificacion de tres enfermeras fusiladas durante la Guerra Civil El Norte de Castilla 26 de marzo de 2006 Archivado desde el original el 7 de junio de 2008 Consultado el 9 de diciembre de 2007 ABC 29 de mayo de 2021 Astorga beatifica a tres enfermeras martires Olga Pilar y Octavia www abc es Consultado el 5 de junio de 2021 La catedral de la localidad maragata Leon ha acogido este sabado la ceremonia presidida por el cardenal Marcello Semerano Bibliografia EditarEspina Concha Princesas del Martirio Madrid 1941 Datos Q5832735 Obtenido de https es wikipedia org w index php title Enfermeras martires de Somiedo amp oldid 140720333, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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