El loro pelado
El loro pelado de Horacio Quiroga es un cuento infantil que forma parte de la obra Cuentos de la selva[1] publicada en 1918. Quiroga escribe y recopila varios cuentos infantiles ambientados en la selva, ya que la propia selva forma parte de la vida del autor cuando este viaja junto al poeta argentino Leopoldo Lugones hasta el Alto Paranal, y es allí donde su experiencia vital lo lleva a escribir sobre ese lugar que siempre formará parte de él.
Argumento
En este relato el protagonista es un loro al que sorprenden abriendo choclos[2] los peones de una hacienda. Estos peones disparan al loro, lo hieren, y acto seguido lo llevan a los niños del patrón para que estos lo curen. Uno de los niños se encariña mucho con el loro y lo llama Pedrito, el cual toma por costumbre imitar las conductas humanas, aprender algunas frases sueltas, y comer pan mojado de té con leche a las cinco de la tarde.
Un día, tras la balacera, Pedrito decide salir volando y alegremente canta la retahíla de frases que acostumbraba cuando estaba contento -¡Qué lindo día, lorito!... ¡Rica papa!... ¡La pata, Pedrito! En ese momento divisa desde las alturas un tigre al que amablemente invita a tomar el té, sin embargo el tigre que piensa que el loro se está burlando de él, urde un plan para que Pedrito se acerque lo suficiente como para cazarle. El tigre que finge ser sordo, logra que Pedrito que acerque tanto como para lanzar un zarpazo que por fortuna solo acierte a desplumar la cola del loro.
El loro, avergonzado y abatido por la pérdida de las plumas, se escondió de las personas hasta que le crezcan de nuevo las plumas. De esta forma un buen día vuelve con el plumaje nuevo y brillante pero sin su alegría habitual por lo que el patrón sospecha que algo ha podido ocurrirle. Así es, Pedrito confiesa que un tigre le atacó y de este modo el patrón, que quería conseguir una piel de tigre para la estufa, accede a cazar al tigre con la ayuda del loro.
De esta forma ambos se encaminan hacia la búsqueda del tigre, y una vez localizado, Pedrito lo engaña de nuevo con la retahíla de frases que distraen al tigre hasta que el patrón le dispara y lo mata en el acto. Finalmente la piel del tigre adornará la estufa del patrón y Pedrito vuelve a ser feliz y a burlarse del tigre cada vez que toma el té con leche a las cinco de la tarde, mientras que los niños se reían con él.
Personajes
En cuanto a los personajes encontramos al protagonista que es el hermoso y generoso loro verde llamado Pedrito, y después los personajes secundarios como el cazador y el tigre. Quedan un plano más atrás los niños que curan al loro y los peones que recogen al principio del cuento. En este apartado somos conscientes de la personificación de los animales, tan característica en los cuentos de Quiroga, los animales no solo hablan sino que también presentan conductas humanas, sienten miedo, vergüenza, ira, son capaces de racionalizar los hechos que les suceden, confiar en otros animales y creer que pueden ser amigos como en: élloro Pedrito se presentara a tomar té con leche con aquel magnífico amigo (el tigre) y por si fuera poco hasta son conscientes del sentimiento de venganza como cuando Pedrito festeja la muerte del tigre en: Pero el loro, ¡qué gritos de alegría daba! Estaba loco de contento, porque se había vengado -¡y bien vengado!- del feísmo animal que le había sacado las plumas.
Estilo literario
El relato de Horacio Quiroga sigue las características del resto de sus cuentos. Presenta un fuerte regionalismo que vemos no solo en la ambientación física de la historia, ambientada en la selva y el monte, sino que también nombra sitios reales como puede ser Paraguay o el río Paraná. Dentro de este regionalismo también podemos apreciar que el cuento tiene lugar en una hacienda sudamericana típica de la época, con peones al servicio del patrón. Estos lugares parecen tomar vida propia, por un lado la casa del patrón donde el loro vive felizmente y el ambiente es hogareño y agradable, y por otra parte tenemos la selva, oscura y llena de peligros, un peligro protagonizado por el tigre que acecha desde la maleza, que urde un plan malvado para capturar al loro y que presenta una voz grave y oscura.
Cabe mencionar otro rasgo típico de los cuentos de Quiroga, la descripción realista y sin tapujos de un hecho que puede no ser adecuado para los niños, como en "Pero también en ese mismo instante el hombre, que tenía el cañón de la escopeta recostado contra un tronco para hacer bien la puntería, apretó el gatillo, y nueve balines del tamaño de un garbanzo cada uno entraron como un rayo en el corazón del tigre, que lanzando un bramido que hizo temblar el monte entero, cayó muerto".
También son reseñables los elementos propios de un léxico autóctono de la zona, como las palabras choclo, patrón, chacra[3], papa. los ama a todos por igual
Moraleja
En esta ocasión la moraleja no aparece plasmada de forma literal, pero sin duda se muestra transparente al final del relato concluyendo que: la confianza y la ingenuidad pueden llevarnos a confiar en los desconocidos que acechan en las sombras, y que solo quieren engañarnos para conseguir sus fines. Al hilo de esta moraleja también podemos acudir a la visión del dicho “la venganza se sirve bien fría” en cuanto a que el loro vuelve acompañado del patrón, un tiempo después, para que ayudado por este logre consumar su venganza.
Referencias
- Quiroga Forteza, Horacio Silvestre (2008). Ana Alcolea, ed. Cuentos de la selva para los niños. Madrid: EDAF. ISBN 9788441420106.
- En América del sur se conoce como “choclo” a lapedooooooooó AE]
- Granja. RAE
Enlaces externos
- Wikisource contiene obras originales de o sobre El loro pelado.