Días de otoño
Días de otoño es una película mexicana del año 1963 producida por Clasa Films y dirigida por Roberto Gavaldón.
Días de otoño | ||
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Título | Días de otoño | |
Ficha técnica | ||
Dirección | ||
Producción | Felipe Subervielle Enrique L. Morfín | |
Guion | Julio Alejandro Emilio Carballido | |
Basada en | Frustration de B. Traven | |
Música | Raúl Lavista | |
Sonido | James L. Fields | |
Fotografía | Gabriel Figueroa | |
Montaje | Gloria Schoemann | |
Protagonistas | Pina Pellicer Ignacio López Tarso Evangelina Elizondo Adriana Roel | |
Ver todos los créditos (IMDb) | ||
Datos y cifras | ||
País | México | |
Año | 1963 | |
Género | Drama psicológico | |
Duración | 95 minutos | |
Idioma(s) | Español | |
Compañías | ||
Productora | Felipe Subervielle, Enrique L. Morfín | |
Distribución | Clasa Films Mundiales | |
Estudio | Churubusco | |
Ficha en IMDb Ficha en FilmAffinity | ||
Argumento
Luisa (Pina Pellicer) es una joven provinciana que llega a la Ciudad de México con una carta de recomendación para el dueño de una pastelería llamado Don Albino (Ignacio López Tarso). El hombre recibe reticentemente a la joven pero pronto se percata de su gran talento para la decoración de pasteles. Luisa acaba de perder a su único familiar, una tía, quien fue la que la recomendó con don Albino. Debido a esta pérdida y a su carácter intensamente tímido, Luisa se retrae y evita el contacto con las personas que le rodean, tanto en el trabajo como en su nuevo domicilio, localizado en una vecindad. Todos pueden notar que Luisa parece vivir en un mundo de sueños y fantasías, que aunque completamente inocentes, le abstraen de la realidad solitaria en que se ha instalado.
A pesar de su modo huraño, las compañeras comienzan a mostrarle aprecio, lo mismo que su patrón, quien es un viudo con dos hijos menores. Luisa toma gran cariño por los hijitos de don Albino, pero rechaza sistemáticamente los intentos de aproximación de él. Cercanas las festividades decembrinas, las compañeras de la pastelería intentan que acepte una invitación de don Albino, y con ello sus galanteos. Luisa, al verse acosada confiesa que está próxima a casarse; evidentemente, las compañeras, que la conocen, manifiestan dudar de la afirmación. Luisa reacciona molesta y narra las circunstancias en una serie de "flashbacks" sobre sus encuentros en las cuales conoció a su novio Carlos, -un chofer particular de un ingeniero- y su compromiso matrimonial que deberá efectuarse en quince días.
A Carlos lo conoció de manera fugaz, pero aun así ella se ilusiona sobremanera, aunque era de esperarse que él no la tomara en serio.
Al llegar de día de la boda, Luisa se las arregla para evitar que alguno de sus conocidos asista a la ceremonia; completamente sola se presenta en la iglesia donde ha quedado con Carlos, pero pronto es evidente que el novio no se ha presentado. Preocupada, Luisa pide ayuda al párroco de la iglesia para buscar por teléfono a Carlos en casa de sus patrones. Cuando se logran comunicar, la persona que contesta es el ama de llaves quien le aclara que es su esposa desde hace tres años, por lo que en ese momento ella se da cuenta de fue víctima de una falsa fantasía. Desolada, ante la mirada atónita de sus vecinos, regresa a su casa —una vieja y populosa vecindad— vestida de novia y evidentemente alterada. Luisa decide entonces mudarse de ahí para evitar mayores miradas de compasión, comentarios mordaces y cuchicheos en la vecindad.
Don Albino había concedido a Luisa unas vacaciones para que se casara, y cuando Luisa vuelve a la pastelería, hace creer a todos que efectivamente se ha casado; va donde un fotógrafo para que le tomen una fotografía con su vestido de novia, y arregla que agreguen, por medio de truco fotográfico, una imagen de Carlos.
Luisa finge ante sus compañeros que es intensamente feliz, e incluso les confiesa que está embarazada. Poco a poco don Albino y las compañeras comienzan a sospechar y a hacer preguntas, a todos les parece raro que Carlos nunca haya sido visto por nadie. Luisa miente diciendo que su marido murió en un accidente automovilístico. Luego, en su cada vez más fantasiosa imaginación, se convence de que tendrá a su hijo. Al final, Don Albino descubre la verdad respecto a Luisa al verla paseando por la calle, fingiendo que va de la mano con su hijito. Don Albino la compadece y decide ayudarla a regresar al mundo real.
Reparto
- Pina Pellicer .... Luisa
- Ignacio López Tarso ....don Albino
- Evangelina Elizondo .... Rita
- Adriana Roel .... Alicia
- Luis Lomelí .... Carlos
- Graciela Döring .... empleada de la pastelería
- Hortensia Santoveña .... doctora
- Eva Calvo .... clienta de la pastelería
- Guillermo Orea .... fotógrafo
- Enrique García Álvarez .... cura
- Ricardo Fuentes .... Mario, mensajero de la pastelería
- Joaquín Roche, Jr. .... Manuelito, hijo de don Albino
- Juan Antonio Edwards .... hijo de don Albino
- José Chávez Trowe .... taxista
Premios
En 1964 se le otorgó un premio a Pina Pellicer en el Festival de Mar del Plata Argentina por su actuación y en el Festival de Panamá obtuvo el premio a la fotografía para Figueroa.
Este filme ocupa el lugar 17 dentro de la lista de las 100 mejores películas del mexicanas, según la opinión de 27 críticos y especialistas del cine en México, publicada por el portal Sector Cine en junio de 2020.[1]
Referencias
- Sector Cine (9 de junio de 2020). «Las 100 mejores películas mexicanas de la historia». Consultado el 5 de julio de 2020.
Enlaces externos
- Días de otoño en Internet Movie Database (en inglés).