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Diego Huallpa

Diego de Huallpa fue un indígena quechua a quien se le atribuye, a mediados del siglo XVI, el descubrimiento accidental de plata en la actual ciudad de Potosí (Bolivia). Parece ser que vivía en la localidad cercana de Cantumarca.

Con el descubrimiento del Cerro Rico en 1545 por Huallpa, quien "no adquirió estimación ninguna, antes fue muy mal mirado de los españoles por encubridor de aquel primer descubrimiento”, y quizás esto explica por qué no recibió de ellos la recompensa que podía esperarse. El legendario jefe indio Chaqui Catari, que resistió con fiereza a los españoles en Potosí, les envía este mensaje: Y decidles que al mal hombre Hualca (Huallpa) lo ha de castigar el gran Pachacámac porque les ha descubierto el Potocsi”.

Según la leyenda, este indígena buscaba una de sus llamas perdidas, en el cerro prendió una fogata porque ya había caído la noche y el frío. Por la mañana, descubrió un hilo de plata que se fundió a flor de roca que sobresalía de los restos de la fogata que había encendido la noche anterior: se trataba de una veta rica en plata. Actualmente, este cerro se llama Cerro Rico de Potosí.

Encabezamiento del testamento del indio Huallpa. 1572 (Biblioteca Nacional de España)

Aún la plata comenzó a venderla en Cantumarca, en un principio decidió no hablar de eso a nadie, pero una noche se alardeó a su compadre llamado Huanca, para que además le ayudase a explotar la plata. Tras un enfrentamiento entre ambos, posiblemente por el reparto de beneficios, el compadre, u otro al que se lo dijo, se lo contó a su vez a los colonizadores españoles de la villa de Porco (a unos 25 km del Cerro), en particular al capitán Juan de Villarroel (copropietario de Porco). Estos no tardaron en darse cuenta de la riqueza de esta mina que iba a ser la más importante del continente.

Se tiene evidencia que, ya en la organización del sistema colonial y veintisiete años después de la revelación del Cerro Rico, el indio Huallpa (su descubridor) da a conocer ante el virrey Toledo, la existencia del adoratorio que hubo en las faldas del cerro y, lo más interesante, la injerencia permanente de los Caracaras en su custodio. Dice con respecto a las huacas: allí hallaron ser adoratorio de los indios comarcanos y haber algunas cosas ofrecidas de poca importancia a la guaca que allí estaba lo cual todo cogió este dicho don Diego Huallpa, y lo cargó en su compañero.... La huaca estaba relacionada con todos los demás elementos básicos de la religión inca, siendo especialmente claros sus lazos con el culto de los antepasados.

La población de Cantumarca en la época incaica fuera de ser un centro de actividad comercial era el guardián del Sumac Orko y de la huaca que vigilaba desde la cumbre, población desaparecida en los primeros años de la explotación minera. Es difícil conocer con exactitud la razón por la cual los pobladores de la región ocultaron la riqueza del Cerro a los propios incas, que ni siquiera revelaron el secreto al Inca Huayna Capac, cuando este visitó la laguna de Tarapaya y Cantumarca.

Actualmente, ubicado en el propio Cerro Rico de Potosí, existe un museo con el nombre de Diego Huallpa, dedicado a la historia minera y tradiciones de la ciudad

Testamento de Huallpa

 
Parte final del testamento del indio Huallpa. 1572 (Biblioteca Nacional de España)

Apartándome de los cronistas existen documentos de carácter oficial que ratifican al indio Huallpa como descubridor del cerro, que fueron publicados en el siglo XIX por Marcos Jiménez de la Espada y reproducidos en 1913 y 1914 por la Sociedad Geográfica de Potosí, asimismo, reproducido en el libro Creación de la Villa Imperial de Potosí. La Capitulación de 1561, se refiere a un memorial del hijo de Diego Huallpa, Juan, quien sostiene que su padre fue el primer descubridor del cerro y que aun vivía. Un segundo documento y complementando sobre este acontecimiento, existe la declaración jurada del propio indio Huallpa ante el clérigo presbítero Rodrigo de La Fuente el 31 de diciembre de 1572, por mandato de Francisco de Toledo. Y un tercero, se trata de una cédula real, fechada en 14 de mayo de 1578, mediante la cual se dispone que Juan Huallpa y sus ocho hermanos debían recibir cierta ayuda. Que parece nunca se dio.

Según el documento, Huallpa se bautizó y casó y se llamó don Diego Gualpa, murió de enfermedad dentro de quince días, o sea, el 15-enero-1573 a la edad de 70. Tenía 9 hijos de los cuales eran 5 mujeres. Con respecto al descubrimiento del cerro, se refiere que veinte y ocho años y nueve meses, pocos días más o menos, lo que significa que fue en abril de 1544.

He aquí el testamento o declaración jurada de Diego Huallpa:

RELACION DEL CERRO DE POTOSI Y SU DESCUBRIMIENTO

Notoria cosa es a los hombres que cristianamente quieren considerarlas obras de la naturaleza ser guiadas por el Criador della, que dellas, producen fines incomprensibles para bien y utilidad del género humano, porque viéndolas, se elabe el nombre de Dios y sea a gloria y a honra suya; el cual suplico me de lumbre en el entendimiento para que pueda manifestar con verdad lo que aquí quiero (así) declarar a las gentes que lo quieren saber y quede en memoria a los venideros siglos como y cuándo y en qué tiempo y por quién fue Nuestro Señor servido se manifestare la riqueza de plata tan innumerable que estaba y está abscondida en el cerro que los naturales de esta tierra de la provincia Caracaras llamaban y hoy día generalmente por el mundo se llama cerro de Potosí, por la mucha noticia que del se tiene por su gran riqueza, Y viniendo a contar cómo sucedió lo que escribo, fue: En treinta y un días del mes de diciembre del año de nuestra redención de mil é quinientos é setenta y dos años, estando el muy excelente señor don Francisco de Toledo, visorrey destos reinos del Perú y Tierra Firme, en la villa imperial de Potosí, y estando este día yo, Rodrigo de la Fuente, clérigo presbítero, en presencia de su excelencia, llegó un indio con una petición diciendo que era hijo del primer indio que había descubierto y dado noticia a los cristianos haber plata en el cerro de Potosí; que su excelencia le hiciese merced conforme a tan gran servicio, pues manifestó ser lo que decía verdad a las gentes antiguas que en aquel pueblo estaban (1). Regocíjose su excelencia de oir esta petición, por ser como es tan amigo de hacer bien a los naturales desta tierra, y me mandó que hiciese información si lo que decía este indio era verdad, pues en la villa imperial de Potosí, donde estábamos había gentes que con verdad podrían decir si lo que este indio decía era así. Este día fui a la casa del padre de este indio que presentó la petición a su excelencia, que vivía con sus hijos y mujer en la ranchería, y llevé conmigo a Jerónimo Hernández ciente (esciente) en la lengua general de los indios ingas y en la aymará, para con él mejor que poder entender, y hallé en la dicha casa un indio de buena disposición y aspecto de la mejor razón y entendimiento, porque a muchas cosas que le pregunté, aunque estaba en la cama días había enfermo, de la cual enfermedad murió dentro de quince días, siempre me dio buena salida de todo. Podría tener de edad, a lo que parecía, setenta años; bien mostraba tenerlos, porque estaba cercado de nueve hijos, los cinco de ellos mujeres y todos en edad madura y con hijos. 'Llamábase este indio en su lengua Gualpa', y después bautizó y casó y se llamó don Diego Gualpa. Era natural de Chumbibilca, del pueblo que se decía Yanqui, del repartimiento del licenciado Carbajal , en los términos del Cuzco. Díjome que en su tierra era hijo de un principal que se decía Alcaxuca, del ayllo Hanansaya que entre los indios de esta tierra se tiene por calidad. Viendo yo a este indio fatigado con su larga enfermedad que padecía días había, le consolé espiritualmente y recibió el consuelo cristianamente, diciendo que bien sabia tener alma y cuerpo de Dios y que esperaba la salvación de su ánima, por se haber bautizado y vivido con su mujer casado mucho tiempo, y que Dios quería mucho a sus criaturas especial a los que le conocían y creían por Dios y Señor, y questa noticia tenía desde el tiempo que entraron los cristianos en ella, por los haber siempre tratado y conservado y los haber servido e oído la predicación de los padres; e que él estaba confesado y había hecho testamento y encomendado su ánima a Jesuxpto, como a cosa criada de su mano. Preguntado yo a este indio de qué edad era cuando los cristianos entraron en esta tierra, dijo que era hombre ya entrado y me señalo a un hijo suyo que en su aspecto tenia más de veinticinco años; y que servía en aquel tiempo a Guascar Inga, hijo de Huayna Capa, Señor desta tierra, de guardar sus plumas, cosa muy estimada entre los indios, por ser amigos de tener adornada la cabeza con plumas, de diferentes colores; e cuando dieron los cristianos la batalla de Caxamarca, estaba en su tierra, y subiendo los cristianos al Cuzco, vino allí con otros indios della a ver qué gente era. Aficionóse a servir a un soldado que se decía Cardoso, de nación portugués, por le parecer en su persona y aspecto señor, y le sirvió mucho tiempo, en el discurso del cual subió con él al asiento de Porco, donde había noticia de haber mucha plata, por se labrar allí minas del Señor de la tierra antes que los cristianos entrasen en ella. Prosiguiendo su historia este indio de los acaecimientos que la habían acaecido sirviendo a su amo Cardoso, dijo que le dio una carta para unos soldados que estaban en Chuquiavo, que hoy es la ciudad de La Paz y vista la carta por los soldados, se enojaron mucho por las razones que en ellas (así) decía, y por quebrar su enojo en el mensajero, cosa no usada en buen uso y pulicía, le hecharon perros para que le mordiesen y aperreasen, y recibió tanto daño en su persona, que estuvo para morir, y desta causa no volvió en muchos días donde su amo estaba; y viendo el año la tardanza de su querido Gualpa, preguntaba a los que venían de donde le había enviado, si le habían visto. No faltó quien le dijo lo que había pasado; sintió mucho la injuria que le habían hecho y el daño que le habían hecho a su criado; vino a Chuquiavo desde Porco y halló a su yanacona maltratado de las mordeduras de los perros; contóle el trabajo grande que por su mandato había padecido, de los cual recibió grandísima alteración y fue a buscar a los que le habían hecho tan mala obra, y riño con ellos y en el campo mató al uno y al otro hirió mal y les quitó las armas, cosa con que obligó mucho a su criado Gualpa. Díjome que no le había engañado su corazón cuando puso en su ánimo de servir a este soldado Cardoso, pareciéndole que entre otros muchos que vido, tenía más valor en su persona. Este soldado Cardoso dejó la provincia de Charcas y asiento de Porco por negocios que se le ofrecieron, y se fue a la ciudad de Los Reyes y dejó encomendado a este indio Gualpa a otro soldado amigo suyo, que se decía Marín, con el cual vivió algún tiempo en resgates y granjerías, que ya se usaban en el asiento de Porco. Dijo más, que un día se juntaron cuatro soldados que se decían Marcos Xaramote, Alvaro de Olmedo, Gaspar Montesinos y Juan Camargo, a ver una loma de soroche que estaba junto al cerro de Potosí, que hoy llamamos Asientos de Gonzalo Pizarro, en busca de minas y soroche y le dijeron estando en la dicha loma “vé aquel cerro y en lo más alto dél hallarás mucha plata labrada y otro ofrecido a la guaca que en él está.” Subió al cerro este dicho indio Gualpa en compañía de otro indio que le señalaron para que con él fuese, por ser la subida, mucha y áspera, distancia de más de dos mil pasos. Yendo por su jornada con dificultad, llegaron ambos indios a lo más alto del cerro de Potosí, el cual cerro tiene una mesa en lo más alto dél de espacio de cien pies, poco más o menos, y en contorno igual todas partes. Allí hallaron ser adoratorio de los indios comarcanos y haber algunas cosas ofrecidas de pocas importancia a la guaca que allí estaba, lo cual todo cogió este dicho indio don Diego Gualpa, y lo cargó en su compañero y lo envió a los cuatro españoles que quedaban en los Asientos que dicen de Gonzalo Pizarro. Quedóse solo este indio Gualpa en el cerro de Potosí, después de haber enviado a su compañero con despojos de la guaca que estaba en lo más alto del cerro, a los cuatro cristianos que le habían enviado. Puédese piadosamente creer que la voluntad de Nuestro Señor (fue) que aquel tesoro que tantos tiempos había estado escondido debajo de tierra, fuese manifiesto a los hombres para gloria y honra suya por mano de un indio de que su majestad divina tenía poco conocimiento para que él y los demás desta tierra tuviesen entendido, como hoy lo van entendiendo, con el gran concurso que de buenos sacerdotes ha habido, ser nuestro Dios y Criador de todas las cosas, y olvidasen, como van olvidando, la creencia en que tanto millares de años han estado ciegos y engañados del Demonio, que sus ídolos y guacas eran poderosos para dar y quitar salud corporal a los hombre y socorrer a sus necesidades, como para esto dellos eran invocados con ofrecimientos, presentes y ayunos y sacrificios y derramamientos de sangre corporal, como se tiene entera noticia de los sacerdotes que les predican la ley evangélica y entre otras muchas personas curiosas que con pecho cristiano ayudan este menester. Dijo que bajando de la más alto del cerro, vino un viento tan grande, que dio con él en tierra, cosa acaecida muchas veces en este cerro de Potosí ser en él grandes los vientos, por estar escombrado de todas partes y haberle criado naturaleza a hechura de una punta de diamante, donde perdió el sentido y estuvo espacio de tiempo después de haberse cobrado sin se poder levantar, Miró a todas partes por ver si volvía, el compañero que había enviado a los cuatro cristianos, que dijo llamarse Gualpa yanacona de Marcos Xaramonte. Tornando sobre si para ser levantar, puso la mano sobre la tierra, las cuales hicieron en ella señal a manera de la que se suele hacer cuando se ponen sobre barro bien pisado, y señaló en ella las manos; e como ya era llegada la hora en que Dios Nuestro Señor tenía por bien para su servicio que este tan innumerable tesoro fuese a las gentes comunicado, abrió los ojos del entendimiento a este indio y conoció ser metal de plata sobre lo que había puesto las manos, por haber visto en el asiento de Porco otro metal como éste, y cogió dél cantidad como ocho o diez marcos y se bajó del cerro en busca de los cuatro cristianos que le habían enviado, los cuales no le aguardaron y se fueron a Porco. Fuése este indio Gualpa a Porco y mostró a Alvaro de Olmedo, el metal que había traído y le contó lo que le había acaecido, el cual hizo burla de lo que el indio le decía, diciendo que era imposible que del Cerro Potosí hubiese él traído cosa tan rica. Respondió que cierto le decía verdad, y que si quería ver era así, se fuesen lo ver junto.- Y a persuasión suya salieron de Porco y vinieron al Cerro de Potosí, que puede haber espacio de cinco leguas, y con dificultad iban subiendo al cerro, y llegando cerca de donde había sacado este indio el metal que mostró al dicho Alvaro de Olmedo, vino un viento tan grande, que desbarató y llevó la capa y sombrero y dio en tierra con el dicho Alvaro de Olmedo, de que recibió gran pesadumbre, que sobre el cansancio que traía del camino, tomó gran disgusto y le pesó de haber venido, por que temió destar en aquel lugar no usado despañoles, y de aqueste enojo dio al pobre indio (que le quería hacer rico) de bofetones y le tiró de los cabellos, y con este enojo y sobresalto no quiso llegar donde dicho indio había hallado el metal que le había mostrado, porque no le crió Dios para que este hombre fuese el primer que desta riqueza gozase, sino otro que después vino. Y así se bajaron sin conseguir lo que estaba manifiesto y llegaron a lo que hoy se dice Guayna Potosí y le dijo el español Olmedo: “en este lugar hay minas de plata, que no donde me llevaste, que no hay sino zupayes o demonios,”, que lo mesmo quiere decir. Cuando este indio vido que no quiso llegar el español Olmedo al lugar do[nde] había sacado el metal que le había mostrado, díjole en Porco: “Toma la mitad deste metal y fúndelo” y el indio se quedó con la otra parte; fundiéndolo el dicho Alvaro de Olmedo, como cosa que no tenía Dios criado para él, se le fue en humo todo, y el indio Gualpa fundió su parte, y echando en ello algún soroche, sacó tanta cantidad de plata como metal había fundido, de que, dijo, recibió contentamiento grande. Pasados veinte días, este indio Gualpa volvió al cerro de Potosí al lugar donde había traído el metal que fundió en Porco, y encima de la tierra estaba a manera de sebo regalado (así) del sol; dijo que con un palo lo juntó y echó cantidad dello en un costalejo o guayaca, que ellos dicen, y se bajó camino a Porco y lo fundió con el metal de allí y sacó muy fina plata. Por la mayor parte, los casos bien acaecidos en los hombres, sino se comunican con los amigos, no tiene el espíritu tanto contento como cuando los ha comunicado, y por gozar de este privilegio y contento, este indio don Diego Gualpa tuvo por amigo a un yanacona que se decía Chalco, natural del pueblo de Accha, junto al Cuzco, inga de nación, al cual le dijo haber hallado en el cerro de Potosí mucha riqueza de plata y le mostró lo que tenía en su poder de lo que había sacado del dicho cerro y cómo le había sucedido al haber hallado. Como por la mayor parte naturaleza repartió entre los indios que en los demás de otras naciones della, apeteció este yanacona Chalco ver y saber de dónde había sacado su amigo Gualpa esta riqueza de plata y le importunó fuesen a ver donde había lo que decía y mostraba (así). Ambos de conformidad fueron al Cerro de Potosí y le mostró el lugar de donde había sacado la plata que tenía, que lo halló y la manera que lo había contado, de que ambos a dos amigos se regocijaron, y como cosa que tenía mano estaba y con tan poco trabajo se sacaba, ambos cargaron de aquel metal y se volvieron a Porco, hicieron su ensayo, y de los que sacaron, que fue mucho y bueno, partieron hermanablemente sin lo pesar, por que casi tanta plata sacaron como carga habían bajado del metal del cerro. Este yanacona Chalco, inga de nación, servía a Lorenzo Estupiñán, vecino que fue de esta tierra, y con otros yanaconas que tenía de servicio en el asiento de Porco, les dejó a Diego de Villarroel, que era su mayordomo, para que se ocupase a lo que les mandase, en el entretanto que iba a la ciudad de Los Reyes, donde en aquel tiempo residía la más principal gente deste reino; el cual dicho yanacona Chalco dio noticia de lo que había visto en este cerro de Potosí y mostró la plata que había sacado en compañía de Gualpa yanacona, y certificó ser verdad lo que decía a Diego de Villarroel, mayordomo de su amo Lorenzo de Estupiñan, y le encareció que era mucho más de lo decía; y con esta demostración de plata y certificación del indio, se dispuso Diego de Villarroel, que estaba en Porco al presente, a venir con otros compañeros a ver lo que tan manifiestamente afirmaba ser ansí el dicho indico Chalco yanacona. Dijo el yanacona don Diego Gualpa, questando él un dia en Porco, vido venir del camino de Potosí a Diego Villarroel y a Gonzalo Bernal y a Juan de Portillo, españoles con Chalco yanacona y otros más indios con metal del cerro de Potosí, y registró ante la justicia Diego de Villarroel, primero que los demás sus compañeros, la mina que hoy está en la veta de Diego Centeno, que así se llama hoy; y esta fue la primera que descubrió y registró en el cerro de Potosí por la voluntad de Dios. Y prosiguiendo este yanacona Gualpa en su confesión de lo que era y vido en aquel cerro de Potosí, dijo que junto a la corona del cerro estaban en aquel tiempo como diez o doce árboles de quinua grandes, entre los cuales estaban camas de leones desta tierra, y en todo el cerro por ninguna parte dél había más montaña hasta bajar a lo que hoy es ranchería de indios y pueblo de españoles, que en estos lugares había mucha cantidad de árboles que se dice quinua, de la cual me mostró este dicho indio Gualpa un palo grueso que tenia en su casa, que era de los de aquel tiempo. He querido decir esta particularidad por que hoy no se hallará en toda la redondez del cerro ni en todo el poblado de Potosí un árbol ni apenas otra cosa que le parezca, por estar ya muy trillado ansí de indios como de españoles. Dijo más este yanacona don Diego Gualpa, que un pedazo grande de este metal rico del cerro de Potosí, lo dio a Antonio Quijada, un soldado de aquel tiempo, y hoy es vivo en esta provincia para que lo enviase al llatun Apo de Castilla que era en aquel tiempo inventísimo (asi) César Carlos, quinto deste nombre y primero rey de España, lo cual se envió al presidente Gasca y lo vido el licenciado Polo inviar, según me lo dijo el mesmo Antonio Quijada este día sobre dicho ser así verdad, estando en la Villa Imperial de Potosí. Preguntando yo a este indio don Diego Gualpa que tanto tiempo hacía que había descubierto el cerro de Potosí y su riqueza, dijo que hace veinte y ocho años y nueve meses, pocos días más o menos, en el día que me dio esta relación; la cual dio con juramento que le tomé y le requerí que dijese verdad por el juramento que había hecho antes questa confisión hiciese, y por el tiempo en que estaba, por estar en lo último de su vida y muy enfermo. Lo cual pasó delante de los testigos infra escritos, que fueron don Diego Conde Gualpa Inga, natural de Urcos, junto al Cuzco, y de Francisco hacha Angara, que se hallaron presentes este día, y otros indios viejos que estaban en casa deste don Diego Gualpa, que se conocían de días atrás antes que se descubriese este dicho cerro de Potosí, los cuales dijeron llamarse así este dicho cerro antes que se descubriese las riquezas que dél se ha sacado y se saca. Los cuales testigos dijeron ser verdad lo que así había dicho don Diego Gualpa y lo firmaron con juramento que para ello les tomé, siendo presente y lengua el sobredicho. Jerónimo Hernández, y lo firmamos de nuestros nombres en este dicho día, mes y año susodicho.

Rodrigo de la Fuente Jerónimo Hernández

Sanet Angeli

Bibliografía

  • Museo histórico minero Diego Huallpa del cerro rico de Potosí abre sus puertas el viernes, en la edición digital “Los Tiempos”, de 26/11/2009, Cochabamba (Bolivia).
  • POTOSÍ PATRIMONIO MINERO , Ana Maria Aranibar J. & Bady I. MANCILLA S., En la Cumbre de Sajama, La Paz (Bolivia).
  • Potosí, Wikipedia.
  • Juan de Villarroel, Wikipedia.
  • Testimonio de Diego Huallpa. En: Creación de la Villa Imperial de Potosí. La Capitulación de 1561 José Antonio Fuertes López

Enlaces externos

    •   Datos: Q5806242

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Diego de Huallpa fue un indigena quechua a quien se le atribuye a mediados del siglo XVI el descubrimiento accidental de plata en la actual ciudad de Potosi Bolivia Parece ser que vivia en la localidad cercana de Cantumarca Con el descubrimiento del Cerro Rico en 1545 por Huallpa quien no adquirio estimacion ninguna antes fue muy mal mirado de los espanoles por encubridor de aquel primer descubrimiento y quizas esto explica por que no recibio de ellos la recompensa que podia esperarse El legendario jefe indio Chaqui Catari que resistio con fiereza a los espanoles en Potosi les envia este mensaje Y decidles que al mal hombre Hualca Huallpa lo ha de castigar el gran Pachacamac porque les ha descubierto el Potocsi Segun la leyenda este indigena buscaba una de sus llamas perdidas en el cerro prendio una fogata porque ya habia caido la noche y el frio Por la manana descubrio un hilo de plata que se fundio a flor de roca que sobresalia de los restos de la fogata que habia encendido la noche anterior se trataba de una veta rica en plata Actualmente este cerro se llama Cerro Rico de Potosi Encabezamiento del testamento del indio Huallpa 1572 Biblioteca Nacional de Espana Aun la plata comenzo a venderla en Cantumarca en un principio decidio no hablar de eso a nadie pero una noche se alardeo a su compadre llamado Huanca para que ademas le ayudase a explotar la plata Tras un enfrentamiento entre ambos posiblemente por el reparto de beneficios el compadre u otro al que se lo dijo se lo conto a su vez a los colonizadores espanoles de la villa de Porco a unos 25 km del Cerro en particular al capitan Juan de Villarroel copropietario de Porco Estos no tardaron en darse cuenta de la riqueza de esta mina que iba a ser la mas importante del continente Se tiene evidencia que ya en la organizacion del sistema colonial y veintisiete anos despues de la revelacion del Cerro Rico el indio Huallpa su descubridor da a conocer ante el virrey Toledo la existencia del adoratorio que hubo en las faldas del cerro y lo mas interesante la injerencia permanente de los Caracaras en su custodio Dice con respecto a las huacas alli hallaron ser adoratorio de los indios comarcanos y haber algunas cosas ofrecidas de poca importancia a la guaca que alli estaba lo cual todo cogio este dicho don Diego Huallpa y lo cargo en su companero La huaca estaba relacionada con todos los demas elementos basicos de la religion inca siendo especialmente claros sus lazos con el culto de los antepasados La poblacion de Cantumarca en la epoca incaica fuera de ser un centro de actividad comercial era el guardian del Sumac Orko y de la huaca que vigilaba desde la cumbre poblacion desaparecida en los primeros anos de la explotacion minera Es dificil conocer con exactitud la razon por la cual los pobladores de la region ocultaron la riqueza del Cerro a los propios incas que ni siquiera revelaron el secreto al Inca Huayna Capac cuando este visito la laguna de Tarapaya y Cantumarca Actualmente ubicado en el propio Cerro Rico de Potosi existe un museo con el nombre de Diego Huallpa dedicado a la historia minera y tradiciones de la ciudadTestamento de Huallpa Editar Parte final del testamento del indio Huallpa 1572 Biblioteca Nacional de Espana Apartandome de los cronistas existen documentos de caracter oficial que ratifican al indio Huallpa como descubridor del cerro que fueron publicados en el siglo XIX por Marcos Jimenez de la Espada y reproducidos en 1913 y 1914 por la Sociedad Geografica de Potosi asimismo reproducido en el libro Creacion de la Villa Imperial de Potosi La Capitulacion de 1561 se refiere a un memorial del hijo de Diego Huallpa Juan quien sostiene que su padre fue el primer descubridor del cerro y que aun vivia Un segundo documento y complementando sobre este acontecimiento existe la declaracion jurada del propio indio Huallpa ante el clerigo presbitero Rodrigo de La Fuente el 31 de diciembre de 1572 por mandato de Francisco de Toledo Y un tercero se trata de una cedula real fechada en 14 de mayo de 1578 mediante la cual se dispone que Juan Huallpa y sus ocho hermanos debian recibir cierta ayuda Que parece nunca se dio Segun el documento Huallpa se bautizo y caso y se llamo don Diego Gualpa murio de enfermedad dentro de quince dias o sea el 15 enero 1573 a la edad de 70 Tenia 9 hijos de los cuales eran 5 mujeres Con respecto al descubrimiento del cerro se refiere que veinte y ocho anos y nueve meses pocos dias mas o menos lo que significa que fue en abril de 1544 He aqui el testamento o declaracion jurada de Diego Huallpa RELACION DEL CERRO DE POTOSI Y SU DESCUBRIMIENTO Notoria cosa es a los hombres que cristianamente quieren considerarlas obras de la naturaleza ser guiadas por el Criador della que dellas producen fines incomprensibles para bien y utilidad del genero humano porque viendolas se elabe el nombre de Dios y sea a gloria y a honra suya el cual suplico me de lumbre en el entendimiento para que pueda manifestar con verdad lo que aqui quiero asi declarar a las gentes que lo quieren saber y quede en memoria a los venideros siglos como y cuando y en que tiempo y por quien fue Nuestro Senor servido se manifestare la riqueza de plata tan innumerable que estaba y esta abscondida en el cerro que los naturales de esta tierra de la provincia Caracaras llamaban y hoy dia generalmente por el mundo se llama cerro de Potosi por la mucha noticia que del se tiene por su gran riqueza Y viniendo a contar como sucedio lo que escribo fue En treinta y un dias del mes de diciembre del ano de nuestra redencion de mil e quinientos e setenta y dos anos estando el muy excelente senor don Francisco de Toledo visorrey destos reinos del Peru y Tierra Firme en la villa imperial de Potosi y estando este dia yo Rodrigo de la Fuente clerigo presbitero en presencia de su excelencia llego un indio con una peticion diciendo que era hijo del primer indio que habia descubierto y dado noticia a los cristianos haber plata en el cerro de Potosi que su excelencia le hiciese merced conforme a tan gran servicio pues manifesto ser lo que decia verdad a las gentes antiguas que en aquel pueblo estaban 1 Regocijose su excelencia de oir esta peticion por ser como es tan amigo de hacer bien a los naturales desta tierra y me mando que hiciese informacion si lo que decia este indio era verdad pues en la villa imperial de Potosi donde estabamos habia gentes que con verdad podrian decir si lo que este indio decia era asi Este dia fui a la casa del padre de este indio que presento la peticion a su excelencia que vivia con sus hijos y mujer en la rancheria y lleve conmigo a Jeronimo Hernandez ciente esciente en la lengua general de los indios ingas y en la aymara para con el mejor que poder entender y halle en la dicha casa un indio de buena disposicion y aspecto de la mejor razon y entendimiento porque a muchas cosas que le pregunte aunque estaba en la cama dias habia enfermo de la cual enfermedad murio dentro de quince dias siempre me dio buena salida de todo Podria tener de edad a lo que parecia setenta anos bien mostraba tenerlos porque estaba cercado de nueve hijos los cinco de ellos mujeres y todos en edad madura y con hijos Llamabase este indio en su lengua Gualpa y despues bautizo y caso y se llamo don Diego Gualpa Era natural de Chumbibilca del pueblo que se decia Yanqui del repartimiento del licenciado Carbajal en los terminos del Cuzco Dijome que en su tierra era hijo de un principal que se decia Alcaxuca del ayllo Hanansaya que entre los indios de esta tierra se tiene por calidad Viendo yo a este indio fatigado con su larga enfermedad que padecia dias habia le console espiritualmente y recibio el consuelo cristianamente diciendo que bien sabia tener alma y cuerpo de Dios y que esperaba la salvacion de su anima por se haber bautizado y vivido con su mujer casado mucho tiempo y que Dios queria mucho a sus criaturas especial a los que le conocian y creian por Dios y Senor y questa noticia tenia desde el tiempo que entraron los cristianos en ella por los haber siempre tratado y conservado y los haber servido e oido la predicacion de los padres e que el estaba confesado y habia hecho testamento y encomendado su anima a Jesuxpto como a cosa criada de su mano Preguntado yo a este indio de que edad era cuando los cristianos entraron en esta tierra dijo que era hombre ya entrado y me senalo a un hijo suyo que en su aspecto tenia mas de veinticinco anos y que servia en aquel tiempo a Guascar Inga hijo de Huayna Capa Senor desta tierra de guardar sus plumas cosa muy estimada entre los indios por ser amigos de tener adornada la cabeza con plumas de diferentes colores e cuando dieron los cristianos la batalla de Caxamarca estaba en su tierra y subiendo los cristianos al Cuzco vino alli con otros indios della a ver que gente era Aficionose a servir a un soldado que se decia Cardoso de nacion portugues por le parecer en su persona y aspecto senor y le sirvio mucho tiempo en el discurso del cual subio con el al asiento de Porco donde habia noticia de haber mucha plata por se labrar alli minas del Senor de la tierra antes que los cristianos entrasen en ella Prosiguiendo su historia este indio de los acaecimientos que la habian acaecido sirviendo a su amo Cardoso dijo que le dio una carta para unos soldados que estaban en Chuquiavo que hoy es la ciudad de La Paz y vista la carta por los soldados se enojaron mucho por las razones que en ellas asi decia y por quebrar su enojo en el mensajero cosa no usada en buen uso y pulicia le hecharon perros para que le mordiesen y aperreasen y recibio tanto dano en su persona que estuvo para morir y desta causa no volvio en muchos dias donde su amo estaba y viendo el ano la tardanza de su querido Gualpa preguntaba a los que venian de donde le habia enviado si le habian visto No falto quien le dijo lo que habia pasado sintio mucho la injuria que le habian hecho y el dano que le habian hecho a su criado vino a Chuquiavo desde Porco y hallo a su yanacona maltratado de las mordeduras de los perros contole el trabajo grande que por su mandato habia padecido de los cual recibio grandisima alteracion y fue a buscar a los que le habian hecho tan mala obra y rino con ellos y en el campo mato al uno y al otro hirio mal y les quito las armas cosa con que obligo mucho a su criado Gualpa Dijome que no le habia enganado su corazon cuando puso en su animo de servir a este soldado Cardoso pareciendole que entre otros muchos que vido tenia mas valor en su persona Este soldado Cardoso dejo la provincia de Charcas y asiento de Porco por negocios que se le ofrecieron y se fue a la ciudad de Los Reyes y dejo encomendado a este indio Gualpa a otro soldado amigo suyo que se decia Marin con el cual vivio algun tiempo en resgates y granjerias que ya se usaban en el asiento de Porco Dijo mas que un dia se juntaron cuatro soldados que se decian Marcos Xaramote Alvaro de Olmedo Gaspar Montesinos y Juan Camargo a ver una loma de soroche que estaba junto al cerro de Potosi que hoy llamamos Asientos de Gonzalo Pizarro en busca de minas y soroche y le dijeron estando en la dicha loma ve aquel cerro y en lo mas alto del hallaras mucha plata labrada y otro ofrecido a la guaca que en el esta Subio al cerro este dicho indio Gualpa en compania de otro indio que le senalaron para que con el fuese por ser la subida mucha y aspera distancia de mas de dos mil pasos Yendo por su jornada con dificultad llegaron ambos indios a lo mas alto del cerro de Potosi el cual cerro tiene una mesa en lo mas alto del de espacio de cien pies poco mas o menos y en contorno igual todas partes Alli hallaron ser adoratorio de los indios comarcanos y haber algunas cosas ofrecidas de pocas importancia a la guaca que alli estaba lo cual todo cogio este dicho indio don Diego Gualpa y lo cargo en su companero y lo envio a los cuatro espanoles que quedaban en los Asientos que dicen de Gonzalo Pizarro Quedose solo este indio Gualpa en el cerro de Potosi despues de haber enviado a su companero con despojos de la guaca que estaba en lo mas alto del cerro a los cuatro cristianos que le habian enviado Puedese piadosamente creer que la voluntad de Nuestro Senor fue que aquel tesoro que tantos tiempos habia estado escondido debajo de tierra fuese manifiesto a los hombres para gloria y honra suya por mano de un indio de que su majestad divina tenia poco conocimiento para que el y los demas desta tierra tuviesen entendido como hoy lo van entendiendo con el gran concurso que de buenos sacerdotes ha habido ser nuestro Dios y Criador de todas las cosas y olvidasen como van olvidando la creencia en que tanto millares de anos han estado ciegos y enganados del Demonio que sus idolos y guacas eran poderosos para dar y quitar salud corporal a los hombre y socorrer a sus necesidades como para esto dellos eran invocados con ofrecimientos presentes y ayunos y sacrificios y derramamientos de sangre corporal como se tiene entera noticia de los sacerdotes que les predican la ley evangelica y entre otras muchas personas curiosas que con pecho cristiano ayudan este menester Dijo que bajando de la mas alto del cerro vino un viento tan grande que dio con el en tierra cosa acaecida muchas veces en este cerro de Potosi ser en el grandes los vientos por estar escombrado de todas partes y haberle criado naturaleza a hechura de una punta de diamante donde perdio el sentido y estuvo espacio de tiempo despues de haberse cobrado sin se poder levantar Miro a todas partes por ver si volvia el companero que habia enviado a los cuatro cristianos que dijo llamarse Gualpa yanacona de Marcos Xaramonte Tornando sobre si para ser levantar puso la mano sobre la tierra las cuales hicieron en ella senal a manera de la que se suele hacer cuando se ponen sobre barro bien pisado y senalo en ella las manos e como ya era llegada la hora en que Dios Nuestro Senor tenia por bien para su servicio que este tan innumerable tesoro fuese a las gentes comunicado abrio los ojos del entendimiento a este indio y conocio ser metal de plata sobre lo que habia puesto las manos por haber visto en el asiento de Porco otro metal como este y cogio del cantidad como ocho o diez marcos y se bajo del cerro en busca de los cuatro cristianos que le habian enviado los cuales no le aguardaron y se fueron a Porco Fuese este indio Gualpa a Porco y mostro a Alvaro de Olmedo el metal que habia traido y le conto lo que le habia acaecido el cual hizo burla de lo que el indio le decia diciendo que era imposible que del Cerro Potosi hubiese el traido cosa tan rica Respondio que cierto le decia verdad y que si queria ver era asi se fuesen lo ver junto Y a persuasion suya salieron de Porco y vinieron al Cerro de Potosi que puede haber espacio de cinco leguas y con dificultad iban subiendo al cerro y llegando cerca de donde habia sacado este indio el metal que mostro al dicho Alvaro de Olmedo vino un viento tan grande que desbarato y llevo la capa y sombrero y dio en tierra con el dicho Alvaro de Olmedo de que recibio gran pesadumbre que sobre el cansancio que traia del camino tomo gran disgusto y le peso de haber venido por que temio destar en aquel lugar no usado despanoles y de aqueste enojo dio al pobre indio que le queria hacer rico de bofetones y le tiro de los cabellos y con este enojo y sobresalto no quiso llegar donde dicho indio habia hallado el metal que le habia mostrado porque no le crio Dios para que este hombre fuese el primer que desta riqueza gozase sino otro que despues vino Y asi se bajaron sin conseguir lo que estaba manifiesto y llegaron a lo que hoy se dice Guayna Potosi y le dijo el espanol Olmedo en este lugar hay minas de plata que no donde me llevaste que no hay sino zupayes o demonios que lo mesmo quiere decir Cuando este indio vido que no quiso llegar el espanol Olmedo al lugar do nde habia sacado el metal que le habia mostrado dijole en Porco Toma la mitad deste metal y fundelo y el indio se quedo con la otra parte fundiendolo el dicho Alvaro de Olmedo como cosa que no tenia Dios criado para el se le fue en humo todo y el indio Gualpa fundio su parte y echando en ello algun soroche saco tanta cantidad de plata como metal habia fundido de que dijo recibio contentamiento grande Pasados veinte dias este indio Gualpa volvio al cerro de Potosi al lugar donde habia traido el metal que fundio en Porco y encima de la tierra estaba a manera de sebo regalado asi del sol dijo que con un palo lo junto y echo cantidad dello en un costalejo o guayaca que ellos dicen y se bajo camino a Porco y lo fundio con el metal de alli y saco muy fina plata Por la mayor parte los casos bien acaecidos en los hombres sino se comunican con los amigos no tiene el espiritu tanto contento como cuando los ha comunicado y por gozar de este privilegio y contento este indio don Diego Gualpa tuvo por amigo a un yanacona que se decia Chalco natural del pueblo de Accha junto al Cuzco inga de nacion al cual le dijo haber hallado en el cerro de Potosi mucha riqueza de plata y le mostro lo que tenia en su poder de lo que habia sacado del dicho cerro y como le habia sucedido al haber hallado Como por la mayor parte naturaleza repartio entre los indios que en los demas de otras naciones della apetecio este yanacona Chalco ver y saber de donde habia sacado su amigo Gualpa esta riqueza de plata y le importuno fuesen a ver donde habia lo que decia y mostraba asi Ambos de conformidad fueron al Cerro de Potosi y le mostro el lugar de donde habia sacado la plata que tenia que lo hallo y la manera que lo habia contado de que ambos a dos amigos se regocijaron y como cosa que tenia mano estaba y con tan poco trabajo se sacaba ambos cargaron de aquel metal y se volvieron a Porco hicieron su ensayo y de los que sacaron que fue mucho y bueno partieron hermanablemente sin lo pesar por que casi tanta plata sacaron como carga habian bajado del metal del cerro Este yanacona Chalco inga de nacion servia a Lorenzo Estupinan vecino que fue de esta tierra y con otros yanaconas que tenia de servicio en el asiento de Porco les dejo a Diego de Villarroel que era su mayordomo para que se ocupase a lo que les mandase en el entretanto que iba a la ciudad de Los Reyes donde en aquel tiempo residia la mas principal gente deste reino el cual dicho yanacona Chalco dio noticia de lo que habia visto en este cerro de Potosi y mostro la plata que habia sacado en compania de Gualpa yanacona y certifico ser verdad lo que decia a Diego de Villarroel mayordomo de su amo Lorenzo de Estupinan y le encarecio que era mucho mas de lo decia y con esta demostracion de plata y certificacion del indio se dispuso Diego de Villarroel que estaba en Porco al presente a venir con otros companeros a ver lo que tan manifiestamente afirmaba ser ansi el dicho indico Chalco yanacona Dijo el yanacona don Diego Gualpa questando el un dia en Porco vido venir del camino de Potosi a Diego Villarroel y a Gonzalo Bernal y a Juan de Portillo espanoles con Chalco yanacona y otros mas indios con metal del cerro de Potosi y registro ante la justicia Diego de Villarroel primero que los demas sus companeros la mina que hoy esta en la veta de Diego Centeno que asi se llama hoy y esta fue la primera que descubrio y registro en el cerro de Potosi por la voluntad de Dios Y prosiguiendo este yanacona Gualpa en su confesion de lo que era y vido en aquel cerro de Potosi dijo que junto a la corona del cerro estaban en aquel tiempo como diez o doce arboles de quinua grandes entre los cuales estaban camas de leones desta tierra y en todo el cerro por ninguna parte del habia mas montana hasta bajar a lo que hoy es rancheria de indios y pueblo de espanoles que en estos lugares habia mucha cantidad de arboles que se dice quinua de la cual me mostro este dicho indio Gualpa un palo grueso que tenia en su casa que era de los de aquel tiempo He querido decir esta particularidad por que hoy no se hallara en toda la redondez del cerro ni en todo el poblado de Potosi un arbol ni apenas otra cosa que le parezca por estar ya muy trillado ansi de indios como de espanoles Dijo mas este yanacona don Diego Gualpa que un pedazo grande de este metal rico del cerro de Potosi lo dio a Antonio Quijada un soldado de aquel tiempo y hoy es vivo en esta provincia para que lo enviase al llatun Apo de Castilla que era en aquel tiempo inventisimo asi Cesar Carlos quinto deste nombre y primero rey de Espana lo cual se envio al presidente Gasca y lo vido el licenciado Polo inviar segun me lo dijo el mesmo Antonio Quijada este dia sobre dicho ser asi verdad estando en la Villa Imperial de Potosi Preguntando yo a este indio don Diego Gualpa que tanto tiempo hacia que habia descubierto el cerro de Potosi y su riqueza dijo que hace veinte y ocho anos y nueve meses pocos dias mas o menos en el dia que me dio esta relacion la cual dio con juramento que le tome y le requeri que dijese verdad por el juramento que habia hecho antes questa confision hiciese y por el tiempo en que estaba por estar en lo ultimo de su vida y muy enfermo Lo cual paso delante de los testigos infra escritos que fueron don Diego Conde Gualpa Inga natural de Urcos junto al Cuzco y de Francisco hacha Angara que se hallaron presentes este dia y otros indios viejos que estaban en casa deste don Diego Gualpa que se conocian de dias atras antes que se descubriese este dicho cerro de Potosi los cuales dijeron llamarse asi este dicho cerro antes que se descubriese las riquezas que del se ha sacado y se saca Los cuales testigos dijeron ser verdad lo que asi habia dicho don Diego Gualpa y lo firmaron con juramento que para ello les tome siendo presente y lengua el sobredicho Jeronimo Hernandez y lo firmamos de nuestros nombres en este dicho dia mes y ano susodicho Rodrigo de la Fuente Jeronimo Hernandez Sanet AngeliBibliografia EditarMuseo historico minero Diego Huallpa del cerro rico de Potosi abre sus puertas el viernes en la edicion digital Los Tiempos de 26 11 2009 Cochabamba Bolivia https web archive org 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