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Desastre de Boroa

El llamado Desastre de Boroa o Batalla de Palo Seco fue un enfrentamiento militar librado entre mapuches y españoles en el contexto de la guerra de Arauco, en 1606, con victoria de los primeros.

Desastre de Boroa
Parte de Guerra de Arauco
Fecha 29 de septiembre-24 o 30 de noviembre de 1606
Lugar Fuerte San Ignacio de la Redención de Boroa, en la confluencia de los ríos Boroa y Cautín, actual Boroa, Chile[1]
Resultado Victoria mapuche
Consecuencias Despoblación del fuerte
Combatientes
Comandantes
Fuerzas en combate
280 españoles (guarnición de Boroa)[2] 3.000[1][3]​-6.000[4]​ guerreros

Antecedentes

Llegada del nuevo gobernador

El 22 de enero de 1605, Alonso García Ramón fue nombrado mediante decreto «gobernador propietario de Chile», trasladándose de Lima a Santiago. Su objetivo era realizar los planes de pacificación definitiva del territorio. Contaba con 1.200 soldados españoles, entre los veteranos que ya había en la ciudad y los refuerzos que le acompañaban. Desde noviembre, cada unidad partió al sur diferentes momentos para evitar la falta de víveres. Finalmente, el 23 de diciembre el gobernador llegaba a Concepción.[5]

García Ramón le ordenó al coronel Pedro Cortés, jefe de los fuertes al sur del río Biobío, dejar a las guarniciones necesarias para defenderlos y marchar a Millapoa con el resto de sus soldados, incluyendo 500 indios auxiliares. El gobernador salió de Concepción el 7 de enero de 1606, acampando con sus tropas cerca del fuerte Nuestra de Señora de Halle. En dicha zona, el comisario general de caballería y jefe de las muchas unidades españolas en el área, capitán Álvaro Núñez de Pineda y Bascuñán, había hecho varias correrías y conseguido forzar al toqui Nabalburí a pedir la paz.[5]​ Una vez llegaron todas las fuerzas requeridas, hubo una reunión de los altos mandos, que decidieron apartar 180 soldados para construir la ciudad de Monterrey de la Frontera, en el valle de Socarrones, cerca del fuerte Halle.[6]​ También se decidió reforzar los fuertes vecinos de Nacimiento y Santa Fe, dejando a cargo de estas labores al capitán Pineda y Bascuñán, quien debía repoblar Angol una vez que llegaran unos esperados refuerzos de Nueva España.[7]

Campaña en Arauco

El 15 de enero se realizó una vistosa revista militar del ejército, unos 1.200 soldados españoles, con la esperanza de atemorizar a los caciques vecinos. Se mandó que una división de 500 hombres, dirigida por el coronel Pedro Cortés y el maestre de campo Alonso González de Nájera, marchara por la costa contra Arauco y Tucapel antes de volver al valle central a través de Purén. La segunda, 600 efectivos a las órdenes del propio gobernador y el maestre de campo Diego Bravo de Saravia, avanzaría directamente por los valles centrales. A su lado marchaban varios sacerdotes, incluyendo Luis de Valdivia.[8]

Los 150 indios aliados que estaban en el campamento desertaron sigilosamente, asesinaron a Nabalburí y avisaron a sus congéneres de la campaña. Los araucanos se retiraron a las montañas y a los españoles sólo les quedó quemar chozas y sementeras y robar ganado. Sólo la división de Cortés tuvo un breve combate en el valle de Elicura, pero dispersó a los enemigos sin problema. El 2 de febrero ambas divisiones se reunieron en Purén. García Ramón sabía que miles de enemigos se refugiaban en las ciénagas de Lumaco y Purén, inaccesibles para caballería; con ellos había muchos prisioneros españoles.[8]​ El nuevo gobernador no se amilanó y atacó el pantano, pero sólo pudo dar muerte o capturar a algunos indígenas, ya que la mayoría huyó. Los hispanos si lograron hacerse con mucho ganado y granos, luego continuaron quemando chozas para atemorizar a los mapuches.[9]

Sin querer dar un respiro a sus enemigos, mientras Cortés saqueaba la zona de Tucapel, García Ramón se adelantó con 300 soldados hasta el río Cautín, a tres leguas de donde estuvo La Imperial. Hizo varias correrías por la zona, dando muerte al toqui Guenchupal, a quien creían el principal jefe de la rebelión.[10]​ Durante su campaña intentó, sin éxito, liberar a los aproximadamente 200 españoles que tenían cautivos los indígenas y que malvivían como esclavos, siendo su suerte una de las principales angustias de sus familiares y de las autoridades en Chile y Perú.[11]​ Al final, sólo pudieron rescatar a 20 hombres, 30 mujeres, 2 mulatos y algunos indios de servicio, por la fuerza o por negociaciones; muchas mujeres ya tenían hijos con los indios y no querían apartarse de su descendencia, que tampoco quería dejar el único mundo que conocían.[12]

Siguiendo el consejo de sus oficiales, García Ramón fundó en la zona entre las ruinas de La Imperial y Villarrica un fuerte donde pudieran encontrar refugio los españoles que lograran escapar de los araucanos.[13]​ Su idea era que sirviera como un primer paso para la reconstrucción de La Imperial. El sitio escogido fue Los Maques, cerca de Maquegua, en una isla formada por la confluencia de los ríos Boroa y Cautín. La fortaleza fue nombrada San Ignacio de la Redención de Boroa.[14]​ Durante 40 días los españoles trabajaron incansablemente a orillas del Cautín, sin indios auxiliares, y levantaron el mayor fuerte del país. Defendido por un foso y una sólida empalizada, disponía de amplios galpones y y espacio para chozas, pudiendo albergar una gran guarnición. Sus enemigos intentaron asaltarlo dos veces durante la construcción, mientras García Ramón hacia correrías por la zona. En un ataque nocturno que logró penetrar en el interior se distrajeron en saquear las primeras chozas que encontraron, permitiendo al jefe de la plaza, sargento mayor Diego Flores de León, reorganizar a los defensores y rechazarlos.[12]​ El ataque lo había organizado el toqui Aypinante, quien había reunido un ejército de 3.000 guerreros de las comarcas Toltén, La Imperial y Boroa, pero no se atrevía a enfrentar en batalla campal a los españoles.[15]​ Las cabezas de los indios muertos fueron colocadas en escarpias alrededor del fuerte como advertencia.[16]

A fines de marzo, con la proximidad del invierno, el gobernador ordenó el retorno al Biobío. Se dejó como guarnición a 280 soldados al mando del capitán Juan Rodulfo de Lisperguer y Flores.[17]​ Sus órdenes eran esperar hasta el noviembre, cuando llegaran las tropas de relevo.[18]​ García Ramón creía que los indios de La Imperial estaban atemorizados y que el fuerte sería un primer paso para pacificar la zona, sin embargo, los mapuches no habían dado batalla pero tampoco habían pedido la paz. La verdadera actitud de los indígenas pudo vislumbrarse en la emboscada sufrida el 2 de abril, en el río Colpí o Coipu, afluente del Cautín, ante 1800 indios de Purén. Los españoles vencieron pero perdieron a los prestigiosos capitanes Juan Sánchez Navarro y Tomás Machín. Para empeorar sus ánimos, el gobernador comprobó que Angol no había sido reconstruida y los refuerzos novohispanos eran apenas 55 o 57 españoles al mando del capitán Antonio de Villarroel y el alférez Jusepe de Heredia.[17][19]​ García Ramón puso rumbo a Angol con toda su hueste, pero en un paso de montaña muy angosto, donde sus tropas no podían moverse fácilmente, su retaguardia fue atacada por los indígenas. La formaban los novohispanos que no se esperaban tal agresividad de sus enemigos, rompiendo filas rápidamente y dejando 20 muertos, incluyendo Villarroel y Heredia. Los araucanos decapitaron a los muertos y huyeron por las montañas antes que el resto de españoles llegara. Después de la derrota, se hizo obvio que era imposible repoblar Angol.[20]

Entre tanto, el coronel Cortés realizó varias correrías en la costa y fundó un fuerte en el valle de Elicura. A cambio de una aparente paz, liberó a los indígenas del servicio personal, esperando imponerles un tributo cuando la pacificación acabara.[21]​ De hecho, venció a Pelantaro en el paso de Cunipulli, donde 2.000 guerreros les salieron al paso, dispersándolos fácilmente.[22]

La anterior derrota no detuvo los planes del gobernador, quien visitó Monterrey y los fuertes costeros a mediados de abril. Volvió a Concepción el 12 de mayo y envió cartas al rey y el virrey, pidiendo refuerzos para la campaña del próximo año, donde esperaba fundar otro fuerte pero a orillas del río Toltén.[21]​ Esperaba tener pacificado el territorio en unos tres años mediante la construcción de fuertes y ciudades y la llegada de refuerzos.[23]​ El padre Valdivia era igual de optimista, pero creía que la pacificación se estaba logrando mediante los indultos otorgados a los indígenas.[24]

Fuerzas enfrentadas

Mapuches

Diego de Rosales cuenta que los araucanos reunieron 3.000 infantes y 600 jinetes en las proximidades de Boroa antes de la emboscada.[25]Diego Barros Arana afirma que los caciques Aillavilu, Paillamacu y el desertor mestizo Juan Sánchez lograron concentrar 6.000 guerreros venidos de Tucapel y Purén.[4]​ En cambio, Francisco Antonio Encina reduce las fuerzas araucanas a la mitad, sólo 3.000 guerreros.[1][3]​ Este último autor menciona que el gobernador temía que el fuerte fuera asaltado por dos o tres millares de guerreros durante el invierno.[3]

Españoles

Respecto a las fuerzas que cayeron en la emboscada, ni las fuentes contemporáneas están de acuerdo. En una carta al rey de enero de 1607, García Ramón decía que fueron 130, según Barros Arana intentaba minimizar el desastre, pues en un informe que el mismo gobernador hizo algunos testigos hablan de 140 y otros de 150. Alonso de Ribera, en otra carta para el monarca escrita en Santiago del Estero, habla de 150 también. Considerando cuantos españoles había originalmente y cuantos quedaron al final del asedio, Barros Arana también apoya la cifra de 150.[26]​ Algo en lo que concuerda con el historiador Horacio Lara.[27]​ Por su parte, Rosales da una cifra más elevada, 163 españoles acompañaron a su capitán y murieron.[28]​ Por último, la cifra más alta la da González de Nájera con 170 soldados emboscados.[29]

Originalmente, la guarnición española de Boroa se componía de 280 soldados según Barros Arana y Bonilla,[17][30]​ basándose en los datos de González de Nájera.[31]​ Aunque Rosales habla de 300 efectivos divididos en tres compañías a las órdenes de los capitanes Melchor de Robles, Gerónimo de Ureta y Francisco Jil Negrete, prácticamente todos novatos.[32]

Desastre

Situación en Boroa

Las tribus de la costa siempre se caracterizaron por su belicosidad, pero estaban relativamente tranquilas por las numerosas guarniciones españolas en el área, sin embargo, en agosto empezaron a alzarse animadas por sus vecinos de Purén. Cortés realizó varias correrías en pleno invierno pero sin éxito alguno.[4]

En el interior la situación era peor, pues el capitán Lisperguer debió realizar numerosas correrías[4]​ a cuatro o cinco lenguas del fuerte[3]​ para capturar indios y hacerse con numerosas provisiones, tantas que su guarnición no pasaba hambre pero se encontraba permanentemente agotada por las exigencias militares.[4]​ Al mismo tiempo, llegó a rescatar una quincena de españoles.[3]​ De hecho, las notas del propio Lisperguer mencionan una expedición del 30 de julio donde se rescataron 15 cautivas y 2 prisioneros.[33]​ Fue en aquella época que el capitán empezó a negociar con los caciques locales mediante los prisioneros que tenía, creyendo que había logrado pacificar la zona, haciendo que él y sus tropas tomaran menos precauciones en cada salida.[4]

Para empeorar todo, dos soldados desertaron durante una incursión y le dieron vital información a los araucanos, como que el fuerte tenía un elevado número de defensores enfermos y le escaseaba la pólvora. Esto alimentó las ambiciones de los caciques de las comarcas de Purén, Boroa, La Imperial, Villarrica y Osorno de conquistar la fortaleza, empezando a congregar sus guerreros en las cercanías.[34]​ González de Nájera menciona que esos desertores eran dos de los tres mestizos que habían y huyeron en la misma expedición en que se rescataron a los cautivos.[33]

Emboscada

En una ocasión, como era costumbre, los españoles dejaron una pira de leña encendida para volver días después por el carbón[4]​ en la quebrada Palo Seco, a un cuarto de legua del fuerte.[3]​ El lugar del “horno” se ubicaba río arriba, donde la quebrada formada una mesa rodeada de terreno montañoso.[28]​ Los mapuches vieron el humo[4]​ y entendieron su significado por un mestizo peruano que había desertado tres días antes, quien también les ayudó a encontrar el lugar,[3]​ posicionándose en los bosques cercanos en silencio y vigilantes.[4]

Ese desertor era el tercer soldado mestizo y según las notas de Lisperguer, huyó por haber pasado hambre.[35]​ Al parecer, había desertado durante la expedición que fue a prender carbón, el 26 de septiembre.[36]

Los toquis dispusieron a 500 guerreros alrededor del “horno” con la intención de acometer a los españoles cuanto se distrajeran cargando el carbón. Había una reserva en el sector lista para una segunda carga. El resto de la hueste estaba ubicada bloqueando los caminos hacia el río o los costados, impidiendo cualquier posible escape.[28]

Finalmente, el 29 de septiembre españoles regresaron por el carbón. El capitán Lisperguer contaba con las compañías de los capitanes Ureta y Robles. Antes de salir rezaron al arcángel Miguel, cuyo santoral era ese día.[28]​ Al salir, Lisperguer proclamó «Sin duda oy hemos de pelear, que el cielo y mi corazon asi me lo dicen (sic)».[37]

Según Rosales, los españoles llegaron donde el “horno” y exploraron la zona pero los araucanos estaban tan bien ocultos que no los detectaron. Los hispanos disponían de 24 arcabuceros con sus mechas encendidas, pero la mayoría apago y dejó sus armas para cargar carbón. Estos soldados fueron los primeros en ser atacados desde todas direcciones.[37]​ En cambio, González de Nájera dice que los 2 o 3 jinetes enviados como exploradores fácilmente detectaron a los araucanos, regresando con la vanguardia,[38]​ que hizo retroceder a sus enemigos con el fuego de[39]​ seis o siete arcabuceros que tenían sus mechas encendidas.[3][38]

Sin embargo, los indios se percataron que la mayoría de los soldados llevaban sus mechas apagadas por el mestizo peruano[3]​ que les gritó «¡¿Dónde huir?! ¡Volved, volved, que los españoles no tienen cuerdas encendidas!»[38]​ y volvieron a la carga en formación compacta, rompiendo sus líneas con lanzas y macanas hasta fraccionarlos en pequeños grupos.[40]​ Los capitanes Ureta y Robles intentaron organizar a sus infantes, pero en la confusión todo fue en vano y acabaron muertos.[36][37]​ Los españoles resistieron a la desesperada, pero fueron cayendo uno a uno.[40]

Según Barros Arana, el capitán Lisperguer lideró a sus suyos, combatiendo a caballo hasta que mataron a su montura pero siguió a pie. Recibió un lanzazo en el pescuezo y un golpe de macana le destruyó la celada, luego lo acribillaron con armas blancas.[40]​ En cambio, Rosales dice que se abrió paso con su caballo y espada entre los indios, reuniendo a 14 soldados y un alférez para retirarse hasta una barranca junto al río. Nuevamente fueron rodeados y sus hombres intentaron huir por el monte, siendo capturados 6 o 7. En cambio, Lisperguer se arrojó con su montura al río, posiblemente intentando llegar a la otra orilla, pero acabó ahogándose.[37]​ Los araucanos rescataron su cuerpo y armas, quedándoselas como trofeo, al igual que su cabeza decapitada.[41]

El combate había durado varias horas y solamente habían sobrevivido diez a quince españoles como prisioneros,[40]​ aunque Rosales rebaja ese número a siete.[42]​ González de Nájera afirma que los prisioneros fueron los caballeros criollos Bernandino de Quiroga y Baltasar de Villagrán, los hermanos Castañeda y el soldado Rivas, este último posiblemente estaba oculto.[43]​ Por el número de muertos, fue la peor derrota de los españoles en Arauco.[40]

Asedio

Como ningún español logró volver al fuerte, sus compañeros que quedaron en el fuerte los esperaron por días, teniendo malos presentimientos porque los indígenas se acercaban cada vez más al foso circundante. Finalmente, regresó a Boroa el alférez Alonso Gómez, tomado prisionero se había fugado y vuelto a la fortaleza, relatando lo sucedido.[40]​ Entre tanto, los araucanos quisieron atacar inmediatamente el fuerte, eufóricos por su victoria, pero los hispanos que habían capturado les advirtieron que el oficial que había quedado era un hombre precavido, pronto doblaría la guardia al no volver la expedición y que los asaltos de fortalezas siempre eran terribles para los mapuches.[42]

La guarnición quedó a las órdenes del capitán Francisco Jil Negrete, de apenas 25 años y llegado a Chile el año anterior, pero veterano de la guerra en Flandes. Debido a la escasez de hombres, decidió reducir el perímetro del fuerte abandonando las zonas menos importantes. Esto le permitió defenderse exitosamente de dos ataques.[44]​ Contaba con 94 soldados,[45]​ principalmente los enfermos y todos acobardados por el anterior desastre.[46]​ Esperaban ser auxiliados por los 1.500 españoles que tenía en el Biobío el gobernador.[3]

El primer asalto vino quince días después de la emboscada. Mil guerreros de la zona de La Imperial estaban deseosos de tomar la fortificación por su cuenta para no compartir el botín, así que atacaron al alba. En su único intento 80 asaltantes fueron muertos y se retiraron a sus tierras.[42]

Sin embargo, las tribus de Tucapel, informadas de la victoria, se unieron a las de Purén en la rebelión.[42]​ Ambas tribus se unieron a las de La Imperial para atacar Arauco, animando a los locales a rebelarse y forzando al capitán Cortés a combatirlos durante el invierno y causarle bajas, debilitando las guarniciones españolas en la zona.[47]​ La noticia pronto se extendió por toda la Araucanía y llegó hasta el Maule y Cauquenes, manteniéndose celosamente en secreto a los hispanos.[42]

Rescate

El 15 de octubre salió de Concepción el ejército encabezado por García Ramón. El gobernador desconocía lo sucedido en Boroa y se dirigió a Arauco, donde creía que se concentraba la rebelión. Una vez ahí auxilió a Cortés, quien realizó muchas correrías en la zona durante el invierno. Durante cuatro días arrasó la región, sin tomar prisioneros diera igual su sexo o edad. Siguió al fuerte de Paicaví, haciendo lo mismo en la comarca.[48]​ Luego pasó a Purén en la primera mitad de noviembre, donde se presentó en su campamento un español de apellido Rivas. Fue uno de los soldados capturados en Palo Seco, pero logró escapar y sobrevivir en los bosques comiendo yerbas y frutas silvestres, caminando de noche en busca de algún fuerte español hasta que escuchó las trompetas del ejército en su escondite. Corrió presuroso a reunirse con su gente e informarles del desastre, sin embargo, no sabía nada de la suerte del fuerte. Algunos capitanes supusieron que la guarnición había sido aniquilada, así que pidieron volver al norte, pero García Ramón ordenó marchar a Boroa.[45][49]​ Contaba con 300 infantes y 250 jinetes.[46]

Finalmente, el 24 de noviembre todo el ejército llegó al fuerte[45]​ (aunque otras fuentes dicen que se puso en marcha recién el 30 de noviembre).[46]​ Los supervivientes estaban flacos y enfermos, casi irreconocibles, quedándoles una botija de pólvora, poca cuerda y 200 fanegas de cebada.[50]​ Sin embargo, antes fueron capaces de resistir dos asaltos mapuches, pues los toquis se enteraron de que García Ramón se aproximaba y decidieron atacar.[46]

García Ramón se dio cuenta de lo insostenible de la posición, pues estaba en pleno corazón del territorio araucano, lejos de todo puerto desde donde abastecerlo por mar y se requerían expediciones de al menos quinientos hombres para llegar con seguridad hasta él. Por ello decidió abandonarlo.[45]

Consecuencias

Bajas

Según Barros Arana, alrededor de 150 soldados murieron o fueron capturados en la emboscada,[51]​ a los que se sumaban las bajas producidas en el asedio. De los 94 hombres que quedaron en Boroa a las órdenes de Jil Negrete, número que incluye a enfermos y cautivos rescatados, unos 42 murieron o desertaron hasta su liberación.[45]​ Por su parte, Rosales cree que apenas 80 soldados sobrevivieron de los 300 originales.[50]​ Finalmente, González de Nájera sostiene que 30 de los hombres que quedaron en el fuerte y se salvaron en la emboscada murieron en el asedio, principalmente por enfermedades o durante el cruce de un río.[52]​ Habrían sobrevivido solamente 80 hombres.[46]

Eventos posteriores

La noticia se supo en Santiago por una carta de Núñez de Pineda a mediados de diciembre. El 19 de diciembre el cabildo de la ciudad se reunió de emergencia, temeroso que el desastre llevara a un nuevo levantamiento indígena, y resolvió hacer acopió de armas y caballos para sus milicias y desarmar a los indios pacificados. Sin embargo, la situación se mantuvo en calma. Entre tanto, en el sur el gobernador ya no pensó en seguir fundado ciudades, se limitó a seguir sus correrías contra las aldeas araucanas.[53]​ La situación se mantuvo de manera similar en la siguiente temporada. Las operaciones militares se iniciaron en septiembre de 1607 pero las incursiones se limitaron a la zona fronteriza o Purén como máximo. Las incursiones continuaron hasta el inicio del invierno de 1608, consiguiendo que por la violencia y el hambre muchas tribus pidieran la paz.[54]

Legado

La derrota española es mencionada en la novela del escritor chileno Gustavo A. Frías Reyes Tres nombres para Catalina, aunque en esta versión novelada todos los hispanos en el fuerte murieron: «El jesuita Rosales revela la magnitud del desastre bélico al señalar que en Tucapel hubo 53 víctimas españolas al mando de Pedro de Valdivia; en Marihuano, 96 hombres al mando de Pedro de Villagra; en Curalaba, 40 soldados a las órdenes de Oñez de Loyola; y en Cangrejeras, 97 españoles. En Boroa murieron 294».[55]

Referencias

  1. Encina, 2006: 66
  2. Barros, 2000: 348; Bonilla, 1988: 85
  3. Encina, 1944: 417
  4. Barros, 2000: 351
  5. Barros, 2000: 342
  6. Barros, 2000: 342 (nota 29)
  7. Barros, 2000: 342-343
  8. Barros, 2000: 343
  9. Barros, 2000: 343-344
  10. Barros, 2000: 344
  11. Barros, 2000: 344-345
  12. Barros, 2000: 346
  13. Barros, 2000: 346-347
  14. Encina, 1944: 416
  15. Rosales, libro V, capítulo xxxv (Vicuña, 1878: 439-441)
  16. Barros, 2000: 347-348
  17. Barros, 2000: 348
  18. Rosales, libro V, cap. xxxv (Vicuña, 1878: 442)
  19. Rosales, libro V, cap. xxxvi (Vicuña, 1878: 446-447)
  20. Barros, 2000: 348-349
  21. Barros, 2000: 349
  22. Rosales, libro V, cap. xxxvi (Vicuña, 1878: 443-444)
  23. Barros, 2000: 349-350
  24. Barros, 2000: 350
  25. Rosales, libro V, capítulo xxxviii (Vicuña, 1878: 459, 461); capítulo xxxix (Ibídem: 464)
  26. Barros, 2000: 351-352 (nota 41)
  27. Lara, 1889: 17
  28. Rosales, libro V, capítulo xxxix (Vicuña, 1878: 460)
  29. González, relación V, capítulo vi (Fernández, 1866: 147-148)
  30. Bonilla, 1988: 85
  31. González, relación V, capítulo iv (Fernández, 1866: 137), capítulo vi (Ibídem: 147)
  32. Rosales, libro V, cap. xxxv (Vicuña, 1878: 441)
  33. González, relación V, capítulo iv (Fernández, 1866: 139)
  34. Rosales, libro V, capítulo xxxviii (Vicuña, 1878: 459)
  35. González, relación V, capítulo iv (Fernández, 1866: 140)
  36. González, relación V, capítulo iv (Fernández, 1866: 141)
  37. Rosales, libro V, capítulo xxxix (Vicuña, 1878: 461)
  38. González, relación V, capítulo v (Fernández, 1866: 142)
  39. Barros, 2000: 351-352
  40. Barros, 2000: 352
  41. Rosales, libro V, capítulo xxxix (Vicuña, 1878: 461-462)
  42. Rosales, libro V, capítulo xxxix (Vicuña, 1878: 462)
  43. González, relación V, capítulo v (Fernández, 1866: 143)
  44. Barros, 2000: 353
  45. Barros, 2000: 357
  46. González, relación V, capítulo vi (Fernández, 1866: 146)
  47. Rosales, libro V, capítulo xxxix (Vicuña, 1878: 463)
  48. Barros, 2000: 356
  49. González, relación V, capítulo vi (Fernández, 1866: 147)
  50. Rosales, libro V, capítulo xl (Vicuña, 1878: 465)
  51. Barros, 2000: 351, 357
  52. González, relación V, capítulo vi (Fernández, 1866: 148)
  53. Barros, 2000: 358
  54. Barros, 2000: 362
  55. Frías, 2003: 619

Bibliografía

  • Barros Arana, Diego (2000). Historia general de Chile. Tomo III. 2a edición. Santiago: Editorial Universitaria & Centro de Investigaciones Diego Barros Arana. ISBN 956-11-1535-2. Versión digitalizada en Memoria chilena. Véase también Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
  • Bonilla Bradanovic, Tomás (1988). La gran guerra mapuche: 1541-1883: análisis crítico histórico. Tomo II. Santiago: Instituto Geográfico Militar.
  • Encina, Francisco Antonio (1944). Historia de Chile desde la prehistoria hasta 1891. Tomo II. Santiago: Editorial Nascimento.
  • Encina, Francisco Antonio & Leopoldo Castedo (2006). Descubrimiento y Conquista. Tomo I de Historia de Chile. Santiago: Editorial Santiago. ISBN 956-8402-69-1.
  • Frías Reyes, Gustavo A. (2003). Tres nombres para Catalina: La doña de Campofrío. Alfaguara. ISBN 9789562392709.
  • Lara Marchant, Horacio (1889). Crónica de la Araucanía: descubrimiento i conquista, pacificación definitiva i campaña de Villa-Rica (leyenda heroica de tres siglos). Tomo I. Santiago: Imprenta El Progreso.

Fuentes

  • Alonso González de Nájera. Desengaño y reparo de la guerra del reino de Chile, donde se manifiestan las principales ventajas que en ella tienen los Indios á nuestros Españoles. Véase versión digitalizada en Google Books, basado en Colección de documentos inéditos para la historia de España, tomo XVLIII, edición de Martín Fernández de Navarrete, Madrid: Imprenta de la Viuda de Calero, 1866.
  • Diego de Rosales. Historia general de el Reyno de Chile: Flandes Indiano. Véase versión digitalizada de Memoria chilena, edición de Benjamín Vicuña Mackenna, Valparaíso: Imprenta El Mercurio, tomo II, 1878.

Enlaces externos

  • . Legión de los Andes.
  • . Santillana.


  •   Datos: Q5803810

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El llamado Desastre de Boroa o Batalla de Palo Seco fue un enfrentamiento militar librado entre mapuches y espanoles en el contexto de la guerra de Arauco en 1606 con victoria de los primeros Desastre de BoroaParte de Guerra de AraucoFecha29 de septiembre 24 o 30 de noviembre de 1606LugarFuerte San Ignacio de la Redencion de Boroa en la confluencia de los rios Boroa y Cautin actual Boroa Chile 1 ResultadoVictoria mapucheConsecuenciasDespoblacion del fuerteCombatientesImperio espanol MapuchesComandantesJuan Rodulfo Lisperguer Francisco Jil Negrete Alonso Garcia Ramon Pelantaro Aillavilu II Paillamachu Juan SanchezFuerzas en combate280 espanoles guarnicion de Boroa 2 3 000 1 3 6 000 4 guerreros editar datos en Wikidata Indice 1 Antecedentes 1 1 Llegada del nuevo gobernador 1 2 Campana en Arauco 2 Fuerzas enfrentadas 2 1 Mapuches 2 2 Espanoles 3 Desastre 3 1 Situacion en Boroa 3 2 Emboscada 3 3 Asedio 3 4 Rescate 4 Consecuencias 4 1 Bajas 4 2 Eventos posteriores 4 3 Legado 5 Referencias 6 Bibliografia 6 1 Fuentes 7 Enlaces externosAntecedentes EditarLlegada del nuevo gobernador Editar Articulo principal Destruccion de las siete ciudades El 22 de enero de 1605 Alonso Garcia Ramon fue nombrado mediante decreto gobernador propietario de Chile trasladandose de Lima a Santiago Su objetivo era realizar los planes de pacificacion definitiva del territorio Contaba con 1 200 soldados espanoles entre los veteranos que ya habia en la ciudad y los refuerzos que le acompanaban Desde noviembre cada unidad partio al sur diferentes momentos para evitar la falta de viveres Finalmente el 23 de diciembre el gobernador llegaba a Concepcion 5 Garcia Ramon le ordeno al coronel Pedro Cortes jefe de los fuertes al sur del rio Biobio dejar a las guarniciones necesarias para defenderlos y marchar a Millapoa con el resto de sus soldados incluyendo 500 indios auxiliares El gobernador salio de Concepcion el 7 de enero de 1606 acampando con sus tropas cerca del fuerte Nuestra de Senora de Halle En dicha zona el comisario general de caballeria y jefe de las muchas unidades espanolas en el area capitan Alvaro Nunez de Pineda y Bascunan habia hecho varias correrias y conseguido forzar al toqui Nabalburi a pedir la paz 5 Una vez llegaron todas las fuerzas requeridas hubo una reunion de los altos mandos que decidieron apartar 180 soldados para construir la ciudad de Monterrey de la Frontera en el valle de Socarrones cerca del fuerte Halle 6 Tambien se decidio reforzar los fuertes vecinos de Nacimiento y Santa Fe dejando a cargo de estas labores al capitan Pineda y Bascunan quien debia repoblar Angol una vez que llegaran unos esperados refuerzos de Nueva Espana 7 Campana en Arauco Editar El 15 de enero se realizo una vistosa revista militar del ejercito unos 1 200 soldados espanoles con la esperanza de atemorizar a los caciques vecinos Se mando que una division de 500 hombres dirigida por el coronel Pedro Cortes y el maestre de campo Alonso Gonzalez de Najera marchara por la costa contra Arauco y Tucapel antes de volver al valle central a traves de Puren La segunda 600 efectivos a las ordenes del propio gobernador y el maestre de campo Diego Bravo de Saravia avanzaria directamente por los valles centrales A su lado marchaban varios sacerdotes incluyendo Luis de Valdivia 8 Los 150 indios aliados que estaban en el campamento desertaron sigilosamente asesinaron a Nabalburi y avisaron a sus congeneres de la campana Los araucanos se retiraron a las montanas y a los espanoles solo les quedo quemar chozas y sementeras y robar ganado Solo la division de Cortes tuvo un breve combate en el valle de Elicura pero disperso a los enemigos sin problema El 2 de febrero ambas divisiones se reunieron en Puren Garcia Ramon sabia que miles de enemigos se refugiaban en las cienagas de Lumaco y Puren inaccesibles para caballeria con ellos habia muchos prisioneros espanoles 8 El nuevo gobernador no se amilano y ataco el pantano pero solo pudo dar muerte o capturar a algunos indigenas ya que la mayoria huyo Los hispanos si lograron hacerse con mucho ganado y granos luego continuaron quemando chozas para atemorizar a los mapuches 9 Sin querer dar un respiro a sus enemigos mientras Cortes saqueaba la zona de Tucapel Garcia Ramon se adelanto con 300 soldados hasta el rio Cautin a tres leguas de donde estuvo La Imperial Hizo varias correrias por la zona dando muerte al toqui Guenchupal a quien creian el principal jefe de la rebelion 10 Durante su campana intento sin exito liberar a los aproximadamente 200 espanoles que tenian cautivos los indigenas y que malvivian como esclavos siendo su suerte una de las principales angustias de sus familiares y de las autoridades en Chile y Peru 11 Al final solo pudieron rescatar a 20 hombres 30 mujeres 2 mulatos y algunos indios de servicio por la fuerza o por negociaciones muchas mujeres ya tenian hijos con los indios y no querian apartarse de su descendencia que tampoco queria dejar el unico mundo que conocian 12 Siguiendo el consejo de sus oficiales Garcia Ramon fundo en la zona entre las ruinas de La Imperial y Villarrica un fuerte donde pudieran encontrar refugio los espanoles que lograran escapar de los araucanos 13 Su idea era que sirviera como un primer paso para la reconstruccion de La Imperial El sitio escogido fue Los Maques cerca de Maquegua en una isla formada por la confluencia de los rios Boroa y Cautin La fortaleza fue nombrada San Ignacio de la Redencion de Boroa 14 Durante 40 dias los espanoles trabajaron incansablemente a orillas del Cautin sin indios auxiliares y levantaron el mayor fuerte del pais Defendido por un foso y una solida empalizada disponia de amplios galpones y y espacio para chozas pudiendo albergar una gran guarnicion Sus enemigos intentaron asaltarlo dos veces durante la construccion mientras Garcia Ramon hacia correrias por la zona En un ataque nocturno que logro penetrar en el interior se distrajeron en saquear las primeras chozas que encontraron permitiendo al jefe de la plaza sargento mayor Diego Flores de Leon reorganizar a los defensores y rechazarlos 12 El ataque lo habia organizado el toqui Aypinante quien habia reunido un ejercito de 3 000 guerreros de las comarcas Tolten La Imperial y Boroa pero no se atrevia a enfrentar en batalla campal a los espanoles 15 Las cabezas de los indios muertos fueron colocadas en escarpias alrededor del fuerte como advertencia 16 A fines de marzo con la proximidad del invierno el gobernador ordeno el retorno al Biobio Se dejo como guarnicion a 280 soldados al mando del capitan Juan Rodulfo de Lisperguer y Flores 17 Sus ordenes eran esperar hasta el noviembre cuando llegaran las tropas de relevo 18 Garcia Ramon creia que los indios de La Imperial estaban atemorizados y que el fuerte seria un primer paso para pacificar la zona sin embargo los mapuches no habian dado batalla pero tampoco habian pedido la paz La verdadera actitud de los indigenas pudo vislumbrarse en la emboscada sufrida el 2 de abril en el rio Colpi o Coipu afluente del Cautin ante 1800 indios de Puren Los espanoles vencieron pero perdieron a los prestigiosos capitanes Juan Sanchez Navarro y Tomas Machin Para empeorar sus animos el gobernador comprobo que Angol no habia sido reconstruida y los refuerzos novohispanos eran apenas 55 o 57 espanoles al mando del capitan Antonio de Villarroel y el alferez Jusepe de Heredia 17 19 Garcia Ramon puso rumbo a Angol con toda su hueste pero en un paso de montana muy angosto donde sus tropas no podian moverse facilmente su retaguardia fue atacada por los indigenas La formaban los novohispanos que no se esperaban tal agresividad de sus enemigos rompiendo filas rapidamente y dejando 20 muertos incluyendo Villarroel y Heredia Los araucanos decapitaron a los muertos y huyeron por las montanas antes que el resto de espanoles llegara Despues de la derrota se hizo obvio que era imposible repoblar Angol 20 Entre tanto el coronel Cortes realizo varias correrias en la costa y fundo un fuerte en el valle de Elicura A cambio de una aparente paz libero a los indigenas del servicio personal esperando imponerles un tributo cuando la pacificacion acabara 21 De hecho vencio a Pelantaro en el paso de Cunipulli donde 2 000 guerreros les salieron al paso dispersandolos facilmente 22 La anterior derrota no detuvo los planes del gobernador quien visito Monterrey y los fuertes costeros a mediados de abril Volvio a Concepcion el 12 de mayo y envio cartas al rey y el virrey pidiendo refuerzos para la campana del proximo ano donde esperaba fundar otro fuerte pero a orillas del rio Tolten 21 Esperaba tener pacificado el territorio en unos tres anos mediante la construccion de fuertes y ciudades y la llegada de refuerzos 23 El padre Valdivia era igual de optimista pero creia que la pacificacion se estaba logrando mediante los indultos otorgados a los indigenas 24 Fuerzas enfrentadas EditarMapuches Editar Diego de Rosales cuenta que los araucanos reunieron 3 000 infantes y 600 jinetes en las proximidades de Boroa antes de la emboscada 25 Diego Barros Arana afirma que los caciques Aillavilu Paillamacu y el desertor mestizo Juan Sanchez lograron concentrar 6 000 guerreros venidos de Tucapel y Puren 4 En cambio Francisco Antonio Encina reduce las fuerzas araucanas a la mitad solo 3 000 guerreros 1 3 Este ultimo autor menciona que el gobernador temia que el fuerte fuera asaltado por dos o tres millares de guerreros durante el invierno 3 Espanoles Editar Respecto a las fuerzas que cayeron en la emboscada ni las fuentes contemporaneas estan de acuerdo En una carta al rey de enero de 1607 Garcia Ramon decia que fueron 130 segun Barros Arana intentaba minimizar el desastre pues en un informe que el mismo gobernador hizo algunos testigos hablan de 140 y otros de 150 Alonso de Ribera en otra carta para el monarca escrita en Santiago del Estero habla de 150 tambien Considerando cuantos espanoles habia originalmente y cuantos quedaron al final del asedio Barros Arana tambien apoya la cifra de 150 26 Algo en lo que concuerda con el historiador Horacio Lara 27 Por su parte Rosales da una cifra mas elevada 163 espanoles acompanaron a su capitan y murieron 28 Por ultimo la cifra mas alta la da Gonzalez de Najera con 170 soldados emboscados 29 Originalmente la guarnicion espanola de Boroa se componia de 280 soldados segun Barros Arana y Bonilla 17 30 basandose en los datos de Gonzalez de Najera 31 Aunque Rosales habla de 300 efectivos divididos en tres companias a las ordenes de los capitanes Melchor de Robles Geronimo de Ureta y Francisco Jil Negrete practicamente todos novatos 32 Desastre EditarSituacion en Boroa Editar Las tribus de la costa siempre se caracterizaron por su belicosidad pero estaban relativamente tranquilas por las numerosas guarniciones espanolas en el area sin embargo en agosto empezaron a alzarse animadas por sus vecinos de Puren Cortes realizo varias correrias en pleno invierno pero sin exito alguno 4 En el interior la situacion era peor pues el capitan Lisperguer debio realizar numerosas correrias 4 a cuatro o cinco lenguas del fuerte 3 para capturar indios y hacerse con numerosas provisiones tantas que su guarnicion no pasaba hambre pero se encontraba permanentemente agotada por las exigencias militares 4 Al mismo tiempo llego a rescatar una quincena de espanoles 3 De hecho las notas del propio Lisperguer mencionan una expedicion del 30 de julio donde se rescataron 15 cautivas y 2 prisioneros 33 Fue en aquella epoca que el capitan empezo a negociar con los caciques locales mediante los prisioneros que tenia creyendo que habia logrado pacificar la zona haciendo que el y sus tropas tomaran menos precauciones en cada salida 4 Para empeorar todo dos soldados desertaron durante una incursion y le dieron vital informacion a los araucanos como que el fuerte tenia un elevado numero de defensores enfermos y le escaseaba la polvora Esto alimento las ambiciones de los caciques de las comarcas de Puren Boroa La Imperial Villarrica y Osorno de conquistar la fortaleza empezando a congregar sus guerreros en las cercanias 34 Gonzalez de Najera menciona que esos desertores eran dos de los tres mestizos que habian y huyeron en la misma expedicion en que se rescataron a los cautivos 33 Emboscada Editar En una ocasion como era costumbre los espanoles dejaron una pira de lena encendida para volver dias despues por el carbon 4 en la quebrada Palo Seco a un cuarto de legua del fuerte 3 El lugar del horno se ubicaba rio arriba donde la quebrada formada una mesa rodeada de terreno montanoso 28 Los mapuches vieron el humo 4 y entendieron su significado por un mestizo peruano que habia desertado tres dias antes quien tambien les ayudo a encontrar el lugar 3 posicionandose en los bosques cercanos en silencio y vigilantes 4 Ese desertor era el tercer soldado mestizo y segun las notas de Lisperguer huyo por haber pasado hambre 35 Al parecer habia desertado durante la expedicion que fue a prender carbon el 26 de septiembre 36 Los toquis dispusieron a 500 guerreros alrededor del horno con la intencion de acometer a los espanoles cuanto se distrajeran cargando el carbon Habia una reserva en el sector lista para una segunda carga El resto de la hueste estaba ubicada bloqueando los caminos hacia el rio o los costados impidiendo cualquier posible escape 28 Finalmente el 29 de septiembre espanoles regresaron por el carbon El capitan Lisperguer contaba con las companias de los capitanes Ureta y Robles Antes de salir rezaron al arcangel Miguel cuyo santoral era ese dia 28 Al salir Lisperguer proclamo Sin duda oy hemos de pelear que el cielo y mi corazon asi me lo dicen sic 37 Segun Rosales los espanoles llegaron donde el horno y exploraron la zona pero los araucanos estaban tan bien ocultos que no los detectaron Los hispanos disponian de 24 arcabuceros con sus mechas encendidas pero la mayoria apago y dejo sus armas para cargar carbon Estos soldados fueron los primeros en ser atacados desde todas direcciones 37 En cambio Gonzalez de Najera dice que los 2 o 3 jinetes enviados como exploradores facilmente detectaron a los araucanos regresando con la vanguardia 38 que hizo retroceder a sus enemigos con el fuego de 39 seis o siete arcabuceros que tenian sus mechas encendidas 3 38 Sin embargo los indios se percataron que la mayoria de los soldados llevaban sus mechas apagadas por el mestizo peruano 3 que les grito Donde huir Volved volved que los espanoles no tienen cuerdas encendidas 38 y volvieron a la carga en formacion compacta rompiendo sus lineas con lanzas y macanas hasta fraccionarlos en pequenos grupos 40 Los capitanes Ureta y Robles intentaron organizar a sus infantes pero en la confusion todo fue en vano y acabaron muertos 36 37 Los espanoles resistieron a la desesperada pero fueron cayendo uno a uno 40 Segun Barros Arana el capitan Lisperguer lidero a sus suyos combatiendo a caballo hasta que mataron a su montura pero siguio a pie Recibio un lanzazo en el pescuezo y un golpe de macana le destruyo la celada luego lo acribillaron con armas blancas 40 En cambio Rosales dice que se abrio paso con su caballo y espada entre los indios reuniendo a 14 soldados y un alferez para retirarse hasta una barranca junto al rio Nuevamente fueron rodeados y sus hombres intentaron huir por el monte siendo capturados 6 o 7 En cambio Lisperguer se arrojo con su montura al rio posiblemente intentando llegar a la otra orilla pero acabo ahogandose 37 Los araucanos rescataron su cuerpo y armas quedandoselas como trofeo al igual que su cabeza decapitada 41 El combate habia durado varias horas y solamente habian sobrevivido diez a quince espanoles como prisioneros 40 aunque Rosales rebaja ese numero a siete 42 Gonzalez de Najera afirma que los prisioneros fueron los caballeros criollos Bernandino de Quiroga y Baltasar de Villagran los hermanos Castaneda y el soldado Rivas este ultimo posiblemente estaba oculto 43 Por el numero de muertos fue la peor derrota de los espanoles en Arauco 40 Asedio Editar Como ningun espanol logro volver al fuerte sus companeros que quedaron en el fuerte los esperaron por dias teniendo malos presentimientos porque los indigenas se acercaban cada vez mas al foso circundante Finalmente regreso a Boroa el alferez Alonso Gomez tomado prisionero se habia fugado y vuelto a la fortaleza relatando lo sucedido 40 Entre tanto los araucanos quisieron atacar inmediatamente el fuerte euforicos por su victoria pero los hispanos que habian capturado les advirtieron que el oficial que habia quedado era un hombre precavido pronto doblaria la guardia al no volver la expedicion y que los asaltos de fortalezas siempre eran terribles para los mapuches 42 La guarnicion quedo a las ordenes del capitan Francisco Jil Negrete de apenas 25 anos y llegado a Chile el ano anterior pero veterano de la guerra en Flandes Debido a la escasez de hombres decidio reducir el perimetro del fuerte abandonando las zonas menos importantes Esto le permitio defenderse exitosamente de dos ataques 44 Contaba con 94 soldados 45 principalmente los enfermos y todos acobardados por el anterior desastre 46 Esperaban ser auxiliados por los 1 500 espanoles que tenia en el Biobio el gobernador 3 El primer asalto vino quince dias despues de la emboscada Mil guerreros de la zona de La Imperial estaban deseosos de tomar la fortificacion por su cuenta para no compartir el botin asi que atacaron al alba En su unico intento 80 asaltantes fueron muertos y se retiraron a sus tierras 42 Sin embargo las tribus de Tucapel informadas de la victoria se unieron a las de Puren en la rebelion 42 Ambas tribus se unieron a las de La Imperial para atacar Arauco animando a los locales a rebelarse y forzando al capitan Cortes a combatirlos durante el invierno y causarle bajas debilitando las guarniciones espanolas en la zona 47 La noticia pronto se extendio por toda la Araucania y llego hasta el Maule y Cauquenes manteniendose celosamente en secreto a los hispanos 42 Rescate Editar El 15 de octubre salio de Concepcion el ejercito encabezado por Garcia Ramon El gobernador desconocia lo sucedido en Boroa y se dirigio a Arauco donde creia que se concentraba la rebelion Una vez ahi auxilio a Cortes quien realizo muchas correrias en la zona durante el invierno Durante cuatro dias arraso la region sin tomar prisioneros diera igual su sexo o edad Siguio al fuerte de Paicavi haciendo lo mismo en la comarca 48 Luego paso a Puren en la primera mitad de noviembre donde se presento en su campamento un espanol de apellido Rivas Fue uno de los soldados capturados en Palo Seco pero logro escapar y sobrevivir en los bosques comiendo yerbas y frutas silvestres caminando de noche en busca de algun fuerte espanol hasta que escucho las trompetas del ejercito en su escondite Corrio presuroso a reunirse con su gente e informarles del desastre sin embargo no sabia nada de la suerte del fuerte Algunos capitanes supusieron que la guarnicion habia sido aniquilada asi que pidieron volver al norte pero Garcia Ramon ordeno marchar a Boroa 45 49 Contaba con 300 infantes y 250 jinetes 46 Finalmente el 24 de noviembre todo el ejercito llego al fuerte 45 aunque otras fuentes dicen que se puso en marcha recien el 30 de noviembre 46 Los supervivientes estaban flacos y enfermos casi irreconocibles quedandoles una botija de polvora poca cuerda y 200 fanegas de cebada 50 Sin embargo antes fueron capaces de resistir dos asaltos mapuches pues los toquis se enteraron de que Garcia Ramon se aproximaba y decidieron atacar 46 Garcia Ramon se dio cuenta de lo insostenible de la posicion pues estaba en pleno corazon del territorio araucano lejos de todo puerto desde donde abastecerlo por mar y se requerian expediciones de al menos quinientos hombres para llegar con seguridad hasta el Por ello decidio abandonarlo 45 Consecuencias EditarBajas Editar Segun Barros Arana alrededor de 150 soldados murieron o fueron capturados en la emboscada 51 a los que se sumaban las bajas producidas en el asedio De los 94 hombres que quedaron en Boroa a las ordenes de Jil Negrete numero que incluye a enfermos y cautivos rescatados unos 42 murieron o desertaron hasta su liberacion 45 Por su parte Rosales cree que apenas 80 soldados sobrevivieron de los 300 originales 50 Finalmente Gonzalez de Najera sostiene que 30 de los hombres que quedaron en el fuerte y se salvaron en la emboscada murieron en el asedio principalmente por enfermedades o durante el cruce de un rio 52 Habrian sobrevivido solamente 80 hombres 46 Eventos posteriores Editar La noticia se supo en Santiago por una carta de Nunez de Pineda a mediados de diciembre El 19 de diciembre el cabildo de la ciudad se reunio de emergencia temeroso que el desastre llevara a un nuevo levantamiento indigena y resolvio hacer acopio de armas y caballos para sus milicias y desarmar a los indios pacificados Sin embargo la situacion se mantuvo en calma Entre tanto en el sur el gobernador ya no penso en seguir fundado ciudades se limito a seguir sus correrias contra las aldeas araucanas 53 La situacion se mantuvo de manera similar en la siguiente temporada Las operaciones militares se iniciaron en septiembre de 1607 pero las incursiones se limitaron a la zona fronteriza o Puren como maximo Las incursiones continuaron hasta el inicio del invierno de 1608 consiguiendo que por la violencia y el hambre muchas tribus pidieran la paz 54 Legado Editar La derrota espanola es mencionada en la novela del escritor chileno Gustavo A Frias Reyes Tres nombres para Catalina aunque en esta version novelada todos los hispanos en el fuerte murieron El jesuita Rosales revela la magnitud del desastre belico al senalar que en Tucapel hubo 53 victimas espanolas al mando de Pedro de Valdivia en Marihuano 96 hombres al mando de Pedro de Villagra en Curalaba 40 soldados a las ordenes de Onez de Loyola y en Cangrejeras 97 espanoles En Boroa murieron 294 55 Referencias Editar a b c Encina 2006 66 Barros 2000 348 Bonilla 1988 85 a b c d e f g h i j Encina 1944 417 a b c d e f g h i Barros 2000 351 a b Barros 2000 342 Barros 2000 342 nota 29 Barros 2000 342 343 a b Barros 2000 343 Barros 2000 343 344 Barros 2000 344 Barros 2000 344 345 a b Barros 2000 346 Barros 2000 346 347 Encina 1944 416 Rosales libro V capitulo xxxv Vicuna 1878 439 441 Barros 2000 347 348 a b c Barros 2000 348 Rosales libro V cap xxxv Vicuna 1878 442 Rosales libro V cap xxxvi Vicuna 1878 446 447 Barros 2000 348 349 a b Barros 2000 349 Rosales libro V cap xxxvi Vicuna 1878 443 444 Barros 2000 349 350 Barros 2000 350 Rosales libro V capitulo xxxviii Vicuna 1878 459 461 capitulo xxxix Ibidem 464 Barros 2000 351 352 nota 41 Lara 1889 17 a b c d Rosales libro V capitulo xxxix Vicuna 1878 460 Gonzalez relacion V capitulo vi Fernandez 1866 147 148 Bonilla 1988 85 Gonzalez relacion V capitulo iv Fernandez 1866 137 capitulo vi Ibidem 147 Rosales libro V cap xxxv Vicuna 1878 441 a b Gonzalez relacion V capitulo iv Fernandez 1866 139 Rosales libro V capitulo xxxviii Vicuna 1878 459 Gonzalez relacion V capitulo iv Fernandez 1866 140 a b Gonzalez relacion V capitulo iv Fernandez 1866 141 a b c d Rosales libro V capitulo xxxix Vicuna 1878 461 a b c Gonzalez relacion V capitulo v Fernandez 1866 142 Barros 2000 351 352 a b c d e f Barros 2000 352 Rosales libro V capitulo xxxix Vicuna 1878 461 462 a b c d e Rosales libro V capitulo xxxix Vicuna 1878 462 Gonzalez relacion V capitulo v Fernandez 1866 143 Barros 2000 353 a b c d e Barros 2000 357 a b c d e Gonzalez relacion V capitulo vi Fernandez 1866 146 Rosales libro V capitulo xxxix Vicuna 1878 463 Barros 2000 356 Gonzalez relacion V capitulo vi Fernandez 1866 147 a b Rosales libro V capitulo xl Vicuna 1878 465 Barros 2000 351 357 Gonzalez relacion V capitulo vi Fernandez 1866 148 Barros 2000 358 Barros 2000 362 Frias 2003 619Bibliografia EditarBarros Arana Diego 2000 Historia general de Chile Tomo III 2a edicion Santiago Editorial Universitaria amp Centro de Investigaciones Diego Barros Arana ISBN 956 11 1535 2 Version digitalizada en Memoria chilena Vease tambien Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes Bonilla Bradanovic Tomas 1988 La gran guerra mapuche 1541 1883 analisis critico historico Tomo II Santiago Instituto Geografico Militar Encina Francisco Antonio 1944 Historia de Chile desde la prehistoria hasta 1891 Tomo II Santiago Editorial Nascimento Encina Francisco Antonio amp Leopoldo Castedo 2006 Descubrimiento y Conquista Tomo I de Historia de Chile Santiago Editorial Santiago ISBN 956 8402 69 1 Frias Reyes Gustavo A 2003 Tres nombres para Catalina La dona de Campofrio Alfaguara ISBN 9789562392709 Lara Marchant Horacio 1889 Cronica de la Araucania descubrimiento i conquista pacificacion definitiva i campana de Villa Rica leyenda heroica de tres siglos Tomo I Santiago Imprenta El Progreso Fuentes Editar Alonso Gonzalez de Najera Desengano y reparo de la guerra del reino de Chile donde se manifiestan las principales ventajas que en ella tienen los Indios a nuestros Espanoles Vease version digitalizada en Google Books basado en Coleccion de documentos ineditos para la historia de Espana tomo XVLIII edicion de Martin Fernandez de Navarrete Madrid Imprenta de la Viuda de Calero 1866 Diego de Rosales Historia general de el Reyno de Chile Flandes Indiano Vease version digitalizada de Memoria chilena edicion de Benjamin Vicuna Mackenna Valparaiso Imprenta El Mercurio tomo II 1878 Enlaces externos EditarBatalla de Palo Seco Legion de los Andes 1601 1605 Santillana Datos Q5803810 Obtenido de https es wikipedia org w index php title Desastre de Boroa amp oldid 143529283, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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