fbpx
Wikipedia

Crisis de las Carolinas

La llamada Crisis de las Carolinas fue un conflicto que enfrentó en 1885 a España con Alemania por la posesión del archipiélago de las islas Carolinas en el océano Pacífico.

Crisis de las Carolinas

Mapa de las islas Carolinas y otras del Pacífico.
Fecha 1885
Jurisdicción/es Gobierno de España
Causas Intereses alemanes sobre las islas Carolinas, de control español[nota 1]
Mediación  Santa Sede
Suscripción(es)
(Tratado o acuerdo)
España mantiene la posesión de las islas pero Alemania gana muchas ventajas comerciales en ese territorio
Negociación
Entidades enfrentadas
Representantes

  1. De facto (según las reglas de la época, España no tendría que tener las islas, pero las ostentaba debido a ser su descubridor).

Desde el comienzo de la década, comprobando la antigüedad y el desgaste de la flota construida en tiempos de Isabel II, habían tenido lugar sucesivos, aunque por el momento frustrados, intentos de reconstruir la escuadra. Así conocieron la luz los proyectos de escuadra de Durán (1880), Pavía (1883) y Antequera (1884). Pese a estos fracasos, la urgencia de dotar al país de unas adecuadas fuerzas navales en una época progresivamente convulsa en un ultramar colonial, hizo que se encargaran fuera de programa una larga serie de unidades. Sin embargo, pocas de estas estaban disponibles cuando estalló una crisis que amenazó por un momento por comprometer tanto la integridad de España como la de su sistema político.

Antecedentes

Las islas Carolinas fueron descubiertas el 22 de agosto de 1526 por los exploradores españoles Toribio Alonso de Salazar[1]​ y Diego de Saavedra,[cita requerida] avistando la isla de San Bartolomé o Taongui. El 1 de enero de 1528 el descubridor Álvaro de Saavedra[2]​ tomó posesión en nombre del rey de España de las islas de Uluti, siendo visitado el archipiélago en 1542 (islas Matelotes), 1543, 1545 y por Legazpi en 1565.

En el Pacífico español, amplias zonas estaban solo teóricamente bajo el dominio de la Corona española. Esto planteaba serios problemas en la era del imperialismo, máxime cuando, junto con África, el Pacífico era una de las zonas sin repartir entre las potencias y, a diferencia del continente negro, sin planificación colonial. En el Pacífico no se había llegado a un acuerdo internacional como el de Berlín de 1885.

Los problemas de España comenzaron a ser manifiestos desde 1870, pues tanto el Imperio británico como el Imperio alemán tenían intereses en Joló y el Borneo Septentrional lo suficientemente importantes como para poner en cuestión la soberanía española sobre tales territorios. El asunto se demoró en unas largas negociaciones diplomáticas, no exentas de alguna acritud e incidentes, hasta su resolución por el protocolo del 7 de marzo de 1885, cediendo España el norte de Borneo a los británicos a regañadientes y concediendo franquicias comerciales en Filipinas.

Pero la redistribución de los territorios situados bajo una discutible soberanía española no acabó en marzo de 1885; poco después, en abril y tras un cambio de notas, Londres y Berlín llegaban a un acuerdo sobre esferas de influencia que colocaba dentro de la alemana al archipiélago de las Carolinas.

Aunque descubierto por los españoles y tradicionalmente considerado posesión española, el archipiélago no había sido objeto de asentamiento ni de ocupación por parte de España. Los únicos actos de soberanía por parte de España en todo el siglo XIX se debían a unas reclamaciones del cónsul español en Hong Kong en 1875 y a la visita del crucero Velasco en febrero de 1885. Por el contrario, se habían instalado allí unos misioneros estadounidenses y comerciantes de distintas nacionalidades.

Partida de las expediciones

Decidida por parte española la ocupación y toma de posesión efectiva, se preparó en Manila una expedición compuesta por los transportes de guerra Manila y San Quintín, al mando del capitán de fragata Guillermo España, llevando como gobernador de las islas al teniente de navío Enrique Capriles y Osuna. Los dos buques zarparon de Manila el 8 y 10 de agosto de 1885, respectivamente. Sin embargo, a los jefes de la expedición no se les dio ninguna orden de apresurarse o fue puesto en su conocimiento la situación; solo se les recomendaba respecto a buques intrusos que

si... intentaran ejercer actos de soberanía, se les hará comprender con toda la prudencia posible que la situación de aquellas islas ha variado por completo desde que el gobierno de S. M., en uso de su legítimo derecho, ha establecido allí su pabellón. Si a pesar de ello insistieran en su temeraria empresa, se formulará la correspondiente protesta, a fin de que por el Gobierno General de este archipiélago, o el de S. M., según los casos, se hagan las gestiones oportunas en evitación de conflictos que no deben surgir dado nuestro reconocido derecho sobre aquellas islas.

El 6 de agosto verbalmente y el 11 por una nota escrita, el embajador de Alemania en Madrid, el conde Solms-Sonnewalde, anuncia al gobierno español el propósito de su país de ocupar las islas Carolinas, ya que las considera territorio sin dueño (res nullius). La contestación española se produjo el día 12, oponiéndose a tal circunstancia, pero ya los dos transportes españoles y el cañonero alemán Iltis se dirigían hacia el archipiélago.

La nota produjo un considerable revuelo en España: grandes manifestaciones patrióticas y encendidos manifiestos contra los alemanes. Dejando a un lado intereses partidistas o el vocerío de una prensa más o menos responsable, existían algunos motivos para la indignación. En primer lugar, un cierto acercamiento hispano-alemán, aunque sometido a altibajos, era visible desde hacía varios años. Fruto tangible de este acercamiento era el protocolo antedicho y las avanzadas conversaciones para ceder un depósito de carbón y otras instalaciones a Alemania en Fernando Poo.

El incidente

El 21 de agosto y el 22, respectivamente, llegaron a Puerto Tomil (actual Yap) el San Quintín y el Manila. Pronto comenzaron los preparativos para levantar acta de posesión, que incluían la adhesión de los caciques locales y el reconocimiento para elegir el emplazamiento de la colonia.

Estando en estos trámites, fondeó el día 25, a las 5:20 de la tarde, el Iltis en medio de un chubasco y con escasa visibilidad. Los españoles no recelaron nada, pero a las 7:00 un oficial alemán se presentó en el San Quintín para comunicar oficialmente

que había declarado solemnemente y con todos los requisitos del tratado de Berlín, todo el archipiélago bajo la protección de S. M. el emperador Guillermo de Alemania, mostrando a la vez el acta de posesión firmada, no solo por los extranjeros residentes en Yap, sino también por los residentes del país.

La reacción del gobernador español, Capriles, no se hizo esperar:

como es posible que el comandante de dicho buque pretenda alegar derechos para sostener la ocupación... debo manifestar a V. S. que estoy resuelto a sostener izado a todo trance nuestro honroso pabellón para lo cual reclamo el auxilio moral y material de V. S.

En efecto, Capriles había ordenado arbolar pabellón español en tierra. Al día siguiente, los alemanes protestaron porque el pabellón estaba izado «en territorio alemán».

La crisis estaba a punto de estallar y con ello el enfrentamiento armado. Las fuerzas allí presentes estaban tan igualadas, pese a contar España con un pequeño contingente de infantes de marina, que de haberse producido el enfrentamiento habría resultado en una victoria pírrica por parte de cualquiera de los dos bandos, quedando ambos sumamente debilitados.

Sin embargo, el capitán de fragata Guillermo España decidió asumir el mando, retirar la bandera y formular la oportuna protesta; las espadas, sin embargo, quedaban en alto.

La reacción

La reacción en España al saberse lo acontecido fue agria: alborotos populares, intento de ataque con rotura del escudo y bandera de la embajada alemana en Madrid, y alteraciones similares en las principales capitales. La actuación del Iltis fue considerada poco menos que pirática y abiertamente provocadora.

Aunque se era consciente de la inferioridad naval española, la opinión general era que estaba en juego la honra y que por ella se debía arrostrar cualquier inferioridad material. Así se mostró en la manifestación patriótica de Madrid, en la cual al pasar delante del Ateneo, se exhibió desde este un retrato del almirante Méndez Núñez, mientras que Alberto Aguilera repetía en su alocución la frase atribuida al marino: «más vale honra sin barcos que barcos sin honra», poniéndola como modelo de conducta en las circunstancias del momento.

Pese a los proyectos y programas navales, lo cierto es que en 1885 la Armada Real no había visto incrementados o renovados sus buques. La mayor parte de los encargados a los arsenales o al extranjero estaban aún lejos de poder entrar en servicio. Esta situación estaba empezando a minar la moral de los oficiales de la Armada.

Ya años antes, en 1881, y en la Revista General de Marina, se había publicado un artículo que intentaba predecir el resultado de una futura guerra naval. En ella, una pequeña potencia se enfrentaba a España con un único acorazado moderno. El buque enemigo, tras interrumpir el tráfico y bombardear las ciudades costeras, se enfrentaba a la escuadra española, compuesta de las ya anticuadas fragatas acorazadas Numancia, Vitoria y Zaragoza. Tras dejar atrás a la tercera por su escasa velocidad, el blindado enemigo averiaba a la segunda y hundía a la primera (insignia). El resultado no podía ser, pues, más descorazonador.

Otro artículo, del mismo Concas, escrito en 1884, reiteraba de forma más cruda lo que podría pasar:

Los buques irán donde sea necesario y se batirán con el enemigo que Dios les depare, aunque sea un disparate, pues el honor militar y la crueldad de la opinión pública, en todas partes y en España sobre todo, dispuesta a ver a sus marinos volar la Santa Bárbara para aclamarlos en el número de los héroes y dedicarles una procesión cívica con su correspondiente responso.

Realmente, la situación de la fuerza naval era decepcionante. Atendiendo a su despliegue, la Armada española disponía de los siguientes buques:

  • En la península, Baleares y Canarias se encontraban desplegadas las fragatas acorazadas Numancia, Vitoria, Sagunto y Zaragoza, las dos últimas con casco de madera, botadas entre 1863 y 1869.
  • En Cuba había una vieja fragata de madera, la Concepción, dos pequeños cruceros de hierro, los Jorge Juan y Sánchez Barcaiztegui comprados en Francia al final del Sexenio. Un aviso, el Fernando el Católico, de idéntica procedencia, e igualmente metálico, y luego la habitual colección de vapores, goletas y cañoneros, por lo general en mal estado.
  • En Filipinas había por su parte un crucero de madera, el Aragón, gemelo del Castilla y del Navarra, un crucero de hierro, el Velasco, un aviso, el Marqués de Duero, similar al Fernando el Católico, la corbeta de hélice Vencedora de 1861, tres goletas de hélice (Sirena, de 1863, y las Valiente y Animosa, de 1860); aparte de los transportes mencionados y pequeños cañoneros.

Pero si la fuerza naval de Filipinas se hallaba en una situación de inferioridad ya en el plano teórico, el estado real de los buques hacía su situación casi desesperada.

La obra muerta de la corbeta Vencedora se hallaba podrida, y el estado de las demás no era mucho mejor. La Sirena, por ejemplo, no había limpiado fondos en más de tres años, achaque común a las dos restantes. En todas ellas faltaban efectos.

Para colmo de desdichas, se supo que uno de los dos cruceros, el Velasco, tenía averías que si bien no le impedían navegar, solo podían ser reparadas en Hong Kong, cosa harto difícil si se rompían las hostilidades y se sucedía una previsible declaración de neutralidad por parte de los británicos.

El 15 de agosto, el gobernador del archipiélago notificaba a Capriles la situación tal como se la describía el ministro de Estado, y añadía:

Desgraciadamente, Vd. no desconoce la falta absoluta que tenemos de medios materiales para rechazar tan inicua agresión, agravada con los temores que abriga el gobierno de S. M. de que a la vez pueda ser amenazada esta capital (Manila) por fuerzas alemanas.

Como todo refuerzo a tan débil escuadrilla, escasa o nulamente apoyada por baterías de costa o minas, solo se pudo enviar desde la península la vieja corbeta de madera María de Molina, botada en Cádiz en 1868. El 3 de enero de 1886, tras una larga travesía dilatada por el mal estado de sus calderas, que llegaron solo a dar 4,5 nudos, el María de Molina fondeó en Cavite. A partir de entonces sería usada como pontón, pues la anciana corbeta poca más utilidad tenía.

En la península, la situación no era mucho mejor. La Escuadra de Instrucción había quedado al mando del vicealmirante Juan Bautista Antequera, quien precisamente había dimitido poco antes como ministro de Marina ante el rechazo de su plan de escuadra. La escuadra se componía de las fragatas Numancia, Vitoria, Gerona y Carmen, el cañonero Paz y los torpederos Rigel y Cástor, a la que se añadieron poco después la fragata Almansa y el crucero Navarra. Es decir, dos fragatas acorazadas ya algo anticuadas, tres fragatas de madera que ya lo eran decididamente, un crucero nuevo, pero igualmente de madera, un pequeño cañonero y dos torpederos, uno de ellos armado solo con torpedos de botalón. Todos ellos en no muy buen estado, salvo el Navarra que era nuevo, pero que desde su entrada en servicio hacía un año, solo había efectuado un ejercicio de tiro.

La escuadra se concentró en Mahón, donde el celo de Antequera obró milagros en la preparación de sus buques y dotaciones. Esta medida iba destinada a evitar un golpe de mano alemán sobre las Baleares. En efecto, se temía que se utilizaran como moneda de cambio tras la contienda, algo mucho más peligroso que el que la escuadra alemana bloqueara o bombardeara las costas peninsulares.

De cualquier modo, la situación era lo bastante grave como para arbitrar otro tipo de soluciones, y la más obvia era intentar comprar buques de guerra en el extranjero.

El 25 de agosto se enviaba una circular a los jefes de las Comisiones de Marina en el extranjero en los siguientes términos:

Con todo sigilo y sin perder momento, sírvanse V. E. investigar los buques de combate, enteramente listos, cuya adquisición sea posible y conveniente; enviando con toda urgencia proposiciones de venta, y especificaciones de los mismos. Nunca, como en esta ocasión, el reconocido celo e inteligencia de V. S. podrá prestar un importante servicio a la Patria.

Pese a que en todas las negociaciones de los Ministerios de Marina y Estado se encomiaba especialmente la reserva, el asunto no tardó en hacerse público, y el 5 de septiembre los periódicos belgas daban la noticia de que España pensaba gastar nada menos que «300 millones de pesetas para comprar acorazados en donde quiera que los haya». El asunto generó una serie de propuestas, por lo general poco serias.

Por su parte, en España al enterarse de esta noticia, el ardor patriótico, muy típico de su época, hizo que se abriesen suscripciones nacionales para la compra de buques de guerra. La Gaceta Universal pedía un empréstito forzoso de dos mil millones de reales, el diario El Liberal recaudaba fondos para un buque que se llamaría Patria. El Imparcial proponía que cada región sufragase un buque, y La América Española otro que se llamase Cervantes. El Resumen otro que se llamara Prensa. La Gaceta Universal abría con 10 000 reales para otra suscripción, etc.

Todo ello quedó en nada, salvo la iniciativa, más seria, del Centro del Ejército y de la Armada, entidad que sufragó la construcción del torpedero Ejército en los astilleros de Otero, Gil y Cía. de la Graña, buque que, evidentemente, no podía llegar a prestar servicio en la peligrosa coyuntura.

Por lo demás, los grandes capitales no se quedaron atrás. El marqués de Comillas ofreció al gobierno su flota, y sus servicios el Banco Hispano Colonial, el Crédito Mercantil, los Ferrocarriles del Norte de España y muchas otras entidades; sobresalieron las empresas industriales con alguna relación con lo naval.

La Marina Imperial alemana

En 1885, pese a no disponer de buques realmente modernos (se la consideraba una marina de segundo orden) y apegada todavía a una mentalidad defensiva y esencialmente continental, la Marina Imperial era muy superior a la española por varios motivos:

  • Uno era el de la calidad y cantidad de buques.
  • Otro, el de la organización de los arsenales para el rápido alistamiento de los buques.
  • Otro más era el considerable despliegue de su industria pesada, que proporcionaba, entre otros, el excelente material de artillería de Krupp, cuyas piezas a retrocarga eran superiores a las británicas de avancarga comunes por entonces en los buques españoles.

Pese a ser todavía una marina de segundo rango, basta una somera exposición de su orden de batalla para mostrar su superioridad sobre la española. En 1885, la flota imperial disponía de:

  • Ocho fragatas acorazadas de arboladura completa, semejantes a las españolas, pero de mayor tamaño, velocidad, armamento y modernidad, botadas entre 1867 y 1874, de 6197 a 10 591 toneladas: Friedrich Carl, Kronprinz, König Wilhelm, Hansa, Friedrich der Grosse, Preussen, Kaiser y Deutschland.
  • Cuatro acorazados más modernos, pero de limitado radio de acción y 7677 toneladas: Sachsen, Bayern, Würtemberg y Baden, botados entre 1877 y 1880.
  • Doce corbetas de hierro (y tres más alistándose) botadas entre 1875 y 1881, de 4553 y 2387 toneladas, superiores tanto a las fragatas de hélice españolas como a los cruceros.
  • Seis fragatas y corbetas de hélice y casco de madera de ya escaso valor militar.
  • Diez grandes cañoneros (donde se incluía el Iltis).
  • Catorce guardacostas acorazados de pequeño tamaño entre las 1800 toneladas del mayor y las 914 toneladas de los más pequeños.
  • Una treintena de torpederos, número en rápida expansión con modelos de prestigio internacional.

El jefe de la Comisión en Alemania, Segismundo Bermejo (ministro de Marina en 1898), señalaba el 19 de septiembre que la escuadra de instrucción alemana en vez de desarmarse según costumbre el 10 de octubre, había recibido orden de concentrarse en Wilhelmshaven, estar lista para recibir comisión y ocuparse en ejercicios de artillería y desembarco, recibiendo víveres para seis meses.

La escuadra la componían los acorazados Friedrich Karl, Hansa y Bayern, así como las corbetas de hierro Stein, Sophie y Olga y el pequeño aviso Sperber.

Resolución del conflicto

Afortunadamente para todos, la situación no degeneró en un conflicto abierto. Propuesto por España el arbitraje papal, el pontífice emitió un laudo, firmado como Protocolo en Roma por ambas potencias el 17 de diciembre de 1885. Según este, España conseguía la soberanía sobre el archipiélago pero concedía al Imperio alemán la libertad de comercio, navegación y pesca, y las islas Marshall, así como de establecimientos agrícolas. Por otra parte se concedía una estación naval y un depósito de carbón a la marina alemana. Estos beneficios fueron ampliados a Gran Bretaña por la mediación papal de 1885.

De manera aún más satisfactoria, Alemania renunció a la estación naval y al depósito de carbón el 20 de agosto de 1886.

Tal arreglo se debió fundamentalmente a la visión de Bismarck, el cual se expresó después de los acontecimientos de forma clara:

¿Qué hacer?... ¿Bombardear las fortalezas marítimas españolas? Muchos me impulsaban a hacerlo, pero yo pensaba que sería preciso gastar quizá unos 100 millones en nuevos odios y en nuevas discordias...
 
Caricatura del conflicto publicada por el Kladderadatsch, semanario satírico alemán de la época.

Evidentemente, las islas, para Bismarck, no merecían una guerra y la enemistad de España, que de esta forma pudiera aproximarse a Francia, comprometiendo buena parte de la labor del canciller por aislarla.

En cuanto al régimen político, debió soportar la desaparición de Alfonso XII, que falleció en aquel crítico otoño, y la última seria intentona republicana del XIX, la del general Villacampa en 1886. De haberse añadido un desastre militar y la pérdida de territorios, tal vez las cosas hubieran podido ser mucho más graves para el sistema de la Restauración.

Conclusiones

En el aspecto naval, la crisis de las Carolinas presenta sorprendentes paralelismos con la de 1898.

Ante una situación de indefensión, la opinión cree ingenuamente poderla afrontar con el recurso al corso y a defensas numantinas en tierra, con las suscripciones para la compra de buques o el recuerdo de glorias pasadas.

La escuadra debe de ponerse a punto improvisada y rápidamente, uniendo estas deficiencias a las ya impuestas por la inferioridad o antigüedad de los buques. Faltan defensas costeras que amparen tanto a la fuerza naval como al litoral mismo. Y, de nuevo, se carga la responsabilidad tanto política como militar en los marinos: mientras se decretan puntos de concentración distantes de las bases reales de la escuadra.

Del mismo modo que en 1898, se inician también unas precipitadas y poco exitosas negociaciones de última hora para adquirir buques de cualquier clase en el extranjero.

Poco o nada se aprendió en 1885, cuando trece años después, y de forma entonces trágica, se repitieron muchos de los mismos errores.

Referencias

  1. «Toribio Alonso de Salazar» • Real Academia de la Historia.
  2. «Álvaro de Saavedra» • Real Academia de la Historia.

Véase también

Enlaces externos

  • «», por Agustín R. Rodríguez González.
  • «Pohnpei, un estado marítimo-insular en el Océano Pacífico».
  •   Datos: Q668281

crisis, carolinas, llamada, conflicto, enfrentó, 1885, españa, alemania, posesión, archipiélago, islas, carolinas, océano, pacífico, mapa, islas, carolinas, otras, pacífico, fecha1885jurisdicción, esgobierno, españacausasintereses, alemanes, sobre, islas, caro. La llamada Crisis de las Carolinas fue un conflicto que enfrento en 1885 a Espana con Alemania por la posesion del archipielago de las islas Carolinas en el oceano Pacifico Crisis de las CarolinasMapa de las islas Carolinas y otras del Pacifico Fecha1885Jurisdiccion esGobierno de EspanaCausasIntereses alemanes sobre las islas Carolinas de control espanol nota 1 Mediacion Santa SedeSuscripcion es Tratado o acuerdo Espana mantiene la posesion de las islas pero Alemania gana muchas ventajas comerciales en ese territorioNegociacionEntidades enfrentadas Reino de Espana Imperio alemanRepresentantesVenancio Gonzalez Ministro de Gobernacion de 1885 a 1886 Otto von Bismarck Canciller de Alemania de 1871 a 1890 De facto segun las reglas de la epoca Espana no tendria que tener las islas pero las ostentaba debido a ser su descubridor editar datos en Wikidata Desde el comienzo de la decada comprobando la antiguedad y el desgaste de la flota construida en tiempos de Isabel II habian tenido lugar sucesivos aunque por el momento frustrados intentos de reconstruir la escuadra Asi conocieron la luz los proyectos de escuadra de Duran 1880 Pavia 1883 y Antequera 1884 Pese a estos fracasos la urgencia de dotar al pais de unas adecuadas fuerzas navales en una epoca progresivamente convulsa en un ultramar colonial hizo que se encargaran fuera de programa una larga serie de unidades Sin embargo pocas de estas estaban disponibles cuando estallo una crisis que amenazo por un momento por comprometer tanto la integridad de Espana como la de su sistema politico Indice 1 Antecedentes 2 Partida de las expediciones 3 El incidente 4 La reaccion 5 La Marina Imperial alemana 6 Resolucion del conflicto 7 Conclusiones 8 Referencias 9 Vease tambien 10 Enlaces externosAntecedentes EditarLas islas Carolinas fueron descubiertas el 22 de agosto de 1526 por los exploradores espanoles Toribio Alonso de Salazar 1 y Diego de Saavedra cita requerida avistando la isla de San Bartolome o Taongui El 1 de enero de 1528 el descubridor Alvaro de Saavedra 2 tomo posesion en nombre del rey de Espana de las islas de Uluti siendo visitado el archipielago en 1542 islas Matelotes 1543 1545 y por Legazpi en 1565 En el Pacifico espanol amplias zonas estaban solo teoricamente bajo el dominio de la Corona espanola Esto planteaba serios problemas en la era del imperialismo maxime cuando junto con Africa el Pacifico era una de las zonas sin repartir entre las potencias y a diferencia del continente negro sin planificacion colonial En el Pacifico no se habia llegado a un acuerdo internacional como el de Berlin de 1885 Los problemas de Espana comenzaron a ser manifiestos desde 1870 pues tanto el Imperio britanico como el Imperio aleman tenian intereses en Jolo y el Borneo Septentrional lo suficientemente importantes como para poner en cuestion la soberania espanola sobre tales territorios El asunto se demoro en unas largas negociaciones diplomaticas no exentas de alguna acritud e incidentes hasta su resolucion por el protocolo del 7 de marzo de 1885 cediendo Espana el norte de Borneo a los britanicos a reganadientes y concediendo franquicias comerciales en Filipinas Pero la redistribucion de los territorios situados bajo una discutible soberania espanola no acabo en marzo de 1885 poco despues en abril y tras un cambio de notas Londres y Berlin llegaban a un acuerdo sobre esferas de influencia que colocaba dentro de la alemana al archipielago de las Carolinas Aunque descubierto por los espanoles y tradicionalmente considerado posesion espanola el archipielago no habia sido objeto de asentamiento ni de ocupacion por parte de Espana Los unicos actos de soberania por parte de Espana en todo el siglo XIX se debian a unas reclamaciones del consul espanol en Hong Kong en 1875 y a la visita del crucero Velasco en febrero de 1885 Por el contrario se habian instalado alli unos misioneros estadounidenses y comerciantes de distintas nacionalidades Partida de las expediciones EditarDecidida por parte espanola la ocupacion y toma de posesion efectiva se preparo en Manila una expedicion compuesta por los transportes de guerra Manila y San Quintin al mando del capitan de fragata Guillermo Espana llevando como gobernador de las islas al teniente de navio Enrique Capriles y Osuna Los dos buques zarparon de Manila el 8 y 10 de agosto de 1885 respectivamente Sin embargo a los jefes de la expedicion no se les dio ninguna orden de apresurarse o fue puesto en su conocimiento la situacion solo se les recomendaba respecto a buques intrusos que si intentaran ejercer actos de soberania se les hara comprender con toda la prudencia posible que la situacion de aquellas islas ha variado por completo desde que el gobierno de S M en uso de su legitimo derecho ha establecido alli su pabellon Si a pesar de ello insistieran en su temeraria empresa se formulara la correspondiente protesta a fin de que por el Gobierno General de este archipielago o el de S M segun los casos se hagan las gestiones oportunas en evitacion de conflictos que no deben surgir dado nuestro reconocido derecho sobre aquellas islas El 6 de agosto verbalmente y el 11 por una nota escrita el embajador de Alemania en Madrid el conde Solms Sonnewalde anuncia al gobierno espanol el proposito de su pais de ocupar las islas Carolinas ya que las considera territorio sin dueno res nullius La contestacion espanola se produjo el dia 12 oponiendose a tal circunstancia pero ya los dos transportes espanoles y el canonero aleman Iltis se dirigian hacia el archipielago La nota produjo un considerable revuelo en Espana grandes manifestaciones patrioticas y encendidos manifiestos contra los alemanes Dejando a un lado intereses partidistas o el vocerio de una prensa mas o menos responsable existian algunos motivos para la indignacion En primer lugar un cierto acercamiento hispano aleman aunque sometido a altibajos era visible desde hacia varios anos Fruto tangible de este acercamiento era el protocolo antedicho y las avanzadas conversaciones para ceder un deposito de carbon y otras instalaciones a Alemania en Fernando Poo El incidente EditarEl 21 de agosto y el 22 respectivamente llegaron a Puerto Tomil actual Yap el San Quintin y el Manila Pronto comenzaron los preparativos para levantar acta de posesion que incluian la adhesion de los caciques locales y el reconocimiento para elegir el emplazamiento de la colonia Estando en estos tramites fondeo el dia 25 a las 5 20 de la tarde el Iltis en medio de un chubasco y con escasa visibilidad Los espanoles no recelaron nada pero a las 7 00 un oficial aleman se presento en el San Quintin para comunicar oficialmente que habia declarado solemnemente y con todos los requisitos del tratado de Berlin todo el archipielago bajo la proteccion de S M el emperador Guillermo de Alemania mostrando a la vez el acta de posesion firmada no solo por los extranjeros residentes en Yap sino tambien por los residentes del pais La reaccion del gobernador espanol Capriles no se hizo esperar como es posible que el comandante de dicho buque pretenda alegar derechos para sostener la ocupacion debo manifestar a V S que estoy resuelto a sostener izado a todo trance nuestro honroso pabellon para lo cual reclamo el auxilio moral y material de V S En efecto Capriles habia ordenado arbolar pabellon espanol en tierra Al dia siguiente los alemanes protestaron porque el pabellon estaba izado en territorio aleman La crisis estaba a punto de estallar y con ello el enfrentamiento armado Las fuerzas alli presentes estaban tan igualadas pese a contar Espana con un pequeno contingente de infantes de marina que de haberse producido el enfrentamiento habria resultado en una victoria pirrica por parte de cualquiera de los dos bandos quedando ambos sumamente debilitados Sin embargo el capitan de fragata Guillermo Espana decidio asumir el mando retirar la bandera y formular la oportuna protesta las espadas sin embargo quedaban en alto La reaccion EditarLa reaccion en Espana al saberse lo acontecido fue agria alborotos populares intento de ataque con rotura del escudo y bandera de la embajada alemana en Madrid y alteraciones similares en las principales capitales La actuacion del Iltis fue considerada poco menos que piratica y abiertamente provocadora Aunque se era consciente de la inferioridad naval espanola la opinion general era que estaba en juego la honra y que por ella se debia arrostrar cualquier inferioridad material Asi se mostro en la manifestacion patriotica de Madrid en la cual al pasar delante del Ateneo se exhibio desde este un retrato del almirante Mendez Nunez mientras que Alberto Aguilera repetia en su alocucion la frase atribuida al marino mas vale honra sin barcos que barcos sin honra poniendola como modelo de conducta en las circunstancias del momento Pese a los proyectos y programas navales lo cierto es que en 1885 la Armada Real no habia visto incrementados o renovados sus buques La mayor parte de los encargados a los arsenales o al extranjero estaban aun lejos de poder entrar en servicio Esta situacion estaba empezando a minar la moral de los oficiales de la Armada Ya anos antes en 1881 y en la Revista General de Marina se habia publicado un articulo que intentaba predecir el resultado de una futura guerra naval En ella una pequena potencia se enfrentaba a Espana con un unico acorazado moderno El buque enemigo tras interrumpir el trafico y bombardear las ciudades costeras se enfrentaba a la escuadra espanola compuesta de las ya anticuadas fragatas acorazadas Numancia Vitoria y Zaragoza Tras dejar atras a la tercera por su escasa velocidad el blindado enemigo averiaba a la segunda y hundia a la primera insignia El resultado no podia ser pues mas descorazonador Otro articulo del mismo Concas escrito en 1884 reiteraba de forma mas cruda lo que podria pasar Los buques iran donde sea necesario y se batiran con el enemigo que Dios les depare aunque sea un disparate pues el honor militar y la crueldad de la opinion publica en todas partes y en Espana sobre todo dispuesta a ver a sus marinos volar la Santa Barbara para aclamarlos en el numero de los heroes y dedicarles una procesion civica con su correspondiente responso Realmente la situacion de la fuerza naval era decepcionante Atendiendo a su despliegue la Armada espanola disponia de los siguientes buques En la peninsula Baleares y Canarias se encontraban desplegadas las fragatas acorazadas Numancia Vitoria Sagunto y Zaragoza las dos ultimas con casco de madera botadas entre 1863 y 1869 En Cuba habia una vieja fragata de madera la Concepcion dos pequenos cruceros de hierro los Jorge Juan y Sanchez Barcaiztegui comprados en Francia al final del Sexenio Un aviso el Fernando el Catolico de identica procedencia e igualmente metalico y luego la habitual coleccion de vapores goletas y canoneros por lo general en mal estado En Filipinas habia por su parte un crucero de madera el Aragon gemelo del Castilla y del Navarra un crucero de hierro el Velasco un aviso el Marques de Duero similar al Fernando el Catolico la corbeta de helice Vencedora de 1861 tres goletas de helice Sirena de 1863 y las Valiente y Animosa de 1860 aparte de los transportes mencionados y pequenos canoneros Pero si la fuerza naval de Filipinas se hallaba en una situacion de inferioridad ya en el plano teorico el estado real de los buques hacia su situacion casi desesperada La obra muerta de la corbeta Vencedora se hallaba podrida y el estado de las demas no era mucho mejor La Sirena por ejemplo no habia limpiado fondos en mas de tres anos achaque comun a las dos restantes En todas ellas faltaban efectos Para colmo de desdichas se supo que uno de los dos cruceros el Velasco tenia averias que si bien no le impedian navegar solo podian ser reparadas en Hong Kong cosa harto dificil si se rompian las hostilidades y se sucedia una previsible declaracion de neutralidad por parte de los britanicos El 15 de agosto el gobernador del archipielago notificaba a Capriles la situacion tal como se la describia el ministro de Estado y anadia Desgraciadamente Vd no desconoce la falta absoluta que tenemos de medios materiales para rechazar tan inicua agresion agravada con los temores que abriga el gobierno de S M de que a la vez pueda ser amenazada esta capital Manila por fuerzas alemanas Como todo refuerzo a tan debil escuadrilla escasa o nulamente apoyada por baterias de costa o minas solo se pudo enviar desde la peninsula la vieja corbeta de madera Maria de Molina botada en Cadiz en 1868 El 3 de enero de 1886 tras una larga travesia dilatada por el mal estado de sus calderas que llegaron solo a dar 4 5 nudos el Maria de Molina fondeo en Cavite A partir de entonces seria usada como ponton pues la anciana corbeta poca mas utilidad tenia En la peninsula la situacion no era mucho mejor La Escuadra de Instruccion habia quedado al mando del vicealmirante Juan Bautista Antequera quien precisamente habia dimitido poco antes como ministro de Marina ante el rechazo de su plan de escuadra La escuadra se componia de las fragatas Numancia Vitoria Gerona y Carmen el canonero Paz y los torpederos Rigel y Castor a la que se anadieron poco despues la fragata Almansa y el crucero Navarra Es decir dos fragatas acorazadas ya algo anticuadas tres fragatas de madera que ya lo eran decididamente un crucero nuevo pero igualmente de madera un pequeno canonero y dos torpederos uno de ellos armado solo con torpedos de botalon Todos ellos en no muy buen estado salvo el Navarra que era nuevo pero que desde su entrada en servicio hacia un ano solo habia efectuado un ejercicio de tiro La escuadra se concentro en Mahon donde el celo de Antequera obro milagros en la preparacion de sus buques y dotaciones Esta medida iba destinada a evitar un golpe de mano aleman sobre las Baleares En efecto se temia que se utilizaran como moneda de cambio tras la contienda algo mucho mas peligroso que el que la escuadra alemana bloqueara o bombardeara las costas peninsulares De cualquier modo la situacion era lo bastante grave como para arbitrar otro tipo de soluciones y la mas obvia era intentar comprar buques de guerra en el extranjero El 25 de agosto se enviaba una circular a los jefes de las Comisiones de Marina en el extranjero en los siguientes terminos Con todo sigilo y sin perder momento sirvanse V E investigar los buques de combate enteramente listos cuya adquisicion sea posible y conveniente enviando con toda urgencia proposiciones de venta y especificaciones de los mismos Nunca como en esta ocasion el reconocido celo e inteligencia de V S podra prestar un importante servicio a la Patria Pese a que en todas las negociaciones de los Ministerios de Marina y Estado se encomiaba especialmente la reserva el asunto no tardo en hacerse publico y el 5 de septiembre los periodicos belgas daban la noticia de que Espana pensaba gastar nada menos que 300 millones de pesetas para comprar acorazados en donde quiera que los haya El asunto genero una serie de propuestas por lo general poco serias Por su parte en Espana al enterarse de esta noticia el ardor patriotico muy tipico de su epoca hizo que se abriesen suscripciones nacionales para la compra de buques de guerra La Gaceta Universal pedia un emprestito forzoso de dos mil millones de reales el diario El Liberal recaudaba fondos para un buque que se llamaria Patria El Imparcial proponia que cada region sufragase un buque y La America Espanola otro que se llamase Cervantes El Resumen otro que se llamara Prensa La Gaceta Universal abria con 10 000 reales para otra suscripcion etc Todo ello quedo en nada salvo la iniciativa mas seria del Centro del Ejercito y de la Armada entidad que sufrago la construccion del torpedero Ejercito en los astilleros de Otero Gil y Cia de la Grana buque que evidentemente no podia llegar a prestar servicio en la peligrosa coyuntura Por lo demas los grandes capitales no se quedaron atras El marques de Comillas ofrecio al gobierno su flota y sus servicios el Banco Hispano Colonial el Credito Mercantil los Ferrocarriles del Norte de Espana y muchas otras entidades sobresalieron las empresas industriales con alguna relacion con lo naval La Marina Imperial alemana EditarEn 1885 pese a no disponer de buques realmente modernos se la consideraba una marina de segundo orden y apegada todavia a una mentalidad defensiva y esencialmente continental la Marina Imperial era muy superior a la espanola por varios motivos Uno era el de la calidad y cantidad de buques Otro el de la organizacion de los arsenales para el rapido alistamiento de los buques Otro mas era el considerable despliegue de su industria pesada que proporcionaba entre otros el excelente material de artilleria de Krupp cuyas piezas a retrocarga eran superiores a las britanicas de avancarga comunes por entonces en los buques espanoles Pese a ser todavia una marina de segundo rango basta una somera exposicion de su orden de batalla para mostrar su superioridad sobre la espanola En 1885 la flota imperial disponia de Ocho fragatas acorazadas de arboladura completa semejantes a las espanolas pero de mayor tamano velocidad armamento y modernidad botadas entre 1867 y 1874 de 6197 a 10 591 toneladas Friedrich Carl Kronprinz Konig Wilhelm Hansa Friedrich der Grosse Preussen Kaiser y Deutschland Cuatro acorazados mas modernos pero de limitado radio de accion y 7677 toneladas Sachsen Bayern Wurtemberg y Baden botados entre 1877 y 1880 Doce corbetas de hierro y tres mas alistandose botadas entre 1875 y 1881 de 4553 y 2387 toneladas superiores tanto a las fragatas de helice espanolas como a los cruceros Seis fragatas y corbetas de helice y casco de madera de ya escaso valor militar Diez grandes canoneros donde se incluia el Iltis Catorce guardacostas acorazados de pequeno tamano entre las 1800 toneladas del mayor y las 914 toneladas de los mas pequenos Una treintena de torpederos numero en rapida expansion con modelos de prestigio internacional El jefe de la Comision en Alemania Segismundo Bermejo ministro de Marina en 1898 senalaba el 19 de septiembre que la escuadra de instruccion alemana en vez de desarmarse segun costumbre el 10 de octubre habia recibido orden de concentrarse en Wilhelmshaven estar lista para recibir comision y ocuparse en ejercicios de artilleria y desembarco recibiendo viveres para seis meses La escuadra la componian los acorazados Friedrich Karl Hansa y Bayern asi como las corbetas de hierro Stein Sophie y Olga y el pequeno aviso Sperber Resolucion del conflicto EditarAfortunadamente para todos la situacion no degenero en un conflicto abierto Propuesto por Espana el arbitraje papal el pontifice emitio un laudo firmado como Protocolo en Roma por ambas potencias el 17 de diciembre de 1885 Segun este Espana conseguia la soberania sobre el archipielago pero concedia al Imperio aleman la libertad de comercio navegacion y pesca y las islas Marshall asi como de establecimientos agricolas Por otra parte se concedia una estacion naval y un deposito de carbon a la marina alemana Estos beneficios fueron ampliados a Gran Bretana por la mediacion papal de 1885 De manera aun mas satisfactoria Alemania renuncio a la estacion naval y al deposito de carbon el 20 de agosto de 1886 Tal arreglo se debio fundamentalmente a la vision de Bismarck el cual se expreso despues de los acontecimientos de forma clara Que hacer Bombardear las fortalezas maritimas espanolas Muchos me impulsaban a hacerlo pero yo pensaba que seria preciso gastar quiza unos 100 millones en nuevos odios y en nuevas discordias Caricatura del conflicto publicada por el Kladderadatsch semanario satirico aleman de la epoca Evidentemente las islas para Bismarck no merecian una guerra y la enemistad de Espana que de esta forma pudiera aproximarse a Francia comprometiendo buena parte de la labor del canciller por aislarla En cuanto al regimen politico debio soportar la desaparicion de Alfonso XII que fallecio en aquel critico otono y la ultima seria intentona republicana del XIX la del general Villacampa en 1886 De haberse anadido un desastre militar y la perdida de territorios tal vez las cosas hubieran podido ser mucho mas graves para el sistema de la Restauracion Conclusiones EditarEn el aspecto naval la crisis de las Carolinas presenta sorprendentes paralelismos con la de 1898 Ante una situacion de indefension la opinion cree ingenuamente poderla afrontar con el recurso al corso y a defensas numantinas en tierra con las suscripciones para la compra de buques o el recuerdo de glorias pasadas La escuadra debe de ponerse a punto improvisada y rapidamente uniendo estas deficiencias a las ya impuestas por la inferioridad o antiguedad de los buques Faltan defensas costeras que amparen tanto a la fuerza naval como al litoral mismo Y de nuevo se carga la responsabilidad tanto politica como militar en los marinos mientras se decretan puntos de concentracion distantes de las bases reales de la escuadra Del mismo modo que en 1898 se inician tambien unas precipitadas y poco exitosas negociaciones de ultima hora para adquirir buques de cualquier clase en el extranjero Poco o nada se aprendio en 1885 cuando trece anos despues y de forma entonces tragica se repitieron muchos de los mismos errores Referencias Editar Toribio Alonso de Salazar Real Academia de la Historia Alvaro de Saavedra Real Academia de la Historia Vease tambien EditarTratado germano espanol 1899 Guerra hispano estadounidense Armada Espanola Acorazados de la Armada de EspanaEnlaces externos Editar La crisis de las Carolinas por Agustin R Rodriguez Gonzalez Pohnpei un estado maritimo insular en el Oceano Pacifico Datos Q668281Obtenido de https es wikipedia org w index php title Crisis de las Carolinas amp oldid 131346170, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

español

, española, descargar, gratis, descargar gratis, mp3, video, mp4, 3gp, jpg, jpeg, gif, png, imagen, música, canción, película, libro, juego, juegos