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Conferencia de Río de Janeiro de 1942

La Conferencia de Río de Janeiro de 1942, originalmente llamada III Reunión de Consulta entre los Ministros de Relaciones Exteriores de las Repúblicas Americanas, se celebró del 15 al 28 de enero de 1942 en la entonces capital de Brasil, en Río de Janeiro, con la intención de romper las relaciones diplomáticas, comerciales y otras a los países de los aliados declarados en la Segunda Guerra Mundial para no intervenir ni arriesgar su patrimonio de manera abrupta por la guerra. En la conferencia participaron los países de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Venezuela y Uruguay dentro de las ideas y principios del panamericanismo. Argentina declaró a Estados Unidos no beligerante, al tiempo que afirmaba la neutralidad ante Alemania, Reino de Italia e Imperio Japonés. El presidente Franklin D. Roosevelt agradeció la rápida declaración a su colega Castillo. Con la entrada de los países centroamericanos y caribeños en la conflagración, el gobierno argentino extendió la no beligerancia a esos Estados. Bolivia, Chile y Uruguay tomaron medidas similares inmediatamente estalladas las hostilidades entre Estados Unidos (más las naciones que lo acompañaron) y las potencias nazi-fascistas. Ecuador, Perú y Paraguay no realizaron acciones concretas hasta enero de 1942.

Acontecimientos preliminares a la conferencia

México, en el mes de diciembre de 1941, rompió relaciones diplomáticas con las potencias del Pacto Tripartito, estableciendo, además, una serie de medidas que afectaron de manera gradual la libertad y los bienes de los ciudadanos de los países del Eje; mientras que Colombia y Venezuela, hacia finales del mismo año, cortaron los vínculos diplomáticos con los gobiernos del Eje [1]. Brasil no ejecutó acciones favorables a ningún beligerante. Sin embargo, para entonces ya tenía un sesgo pronorteamericano disimulado por el juego pendular del gobierno de Vargas. Valga por ejemplo que seis meses antes del Ataque a Pearl Harbor, la Pan American Airways empezó a desarrollar en territorio brasileño los campos del Airport Development Program, cuya finalidad sería el apoyo al patrullaje del Atlántico Sur y a los aviones en tránsito a África, el Cercano y el Lejano Oriente [2]; al mismo tiempo nueve Estados de Centro América y el Caribe, con indudable liderazgo político y económico estadounidense, para el 11 de diciembre de 1941 se encontraban en estado de guerra con las potencias del Eje. En sincronía, la República Dominicana, Cuba, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua y Panamá adoptaron una beligerancia, naturalmente, limitada al espacio que representaban en el orden mundial. Las medidas más importantes se abocaron al confinamiento de ciudadanos de los países enemigos considerados peligrosos por el Departamento de Estado -con la subsiguiente deportación a Estados Unidos- y el control de la propiedad enemiga hasta llegar a la expropiación.

Consumado el ataque japonés, Estados Unidos y Chile propusieron un cónclave de cancilleres. Resuelta que fue favorablemente la convocatoria con la aprobación de todo el continente, se dispuso que la Tercera Reunión de Consulta entre Ministros de Relaciones Exteriores de las Repúblicas Americanas tuviera lugar en Río de Janeiro en enero de 1942. El doctor Enrique Ruiz Guiñazú, canciller argentino, hizo sondear la opinión de los países americanos, y algunas versiones le indicaron que la reunión giraría sobre asuntos económicos. El embajador argentino en Washington, sin embargo, le previno el 24 de diciembre de 1941, que el gobierno norteamericano usaría toda su influencia para obtener el corte de relaciones con el Eje, especialmente con el Japón. En su opinión, la ruptura colectiva tendría el terreno preparado, pues doce países estaban en guerra o habían cortado los vínculos con el Eje, y se suponía que Perú, Ecuador y Uruguay podrían tomar medidas análogas antes de la Conferencia. Asimismo, desde la embajada en Brasil, informaban que la reunión podría contemplar el rompimiento de las relaciones diplomáticas con los países en guerra con Estados Unidos.

Conflicto con los países aliados

El 2 de enero de 1942, reunidas en Washington, 26 naciones aliadas se comprometieron a apoyar el programa suscrito por Franklin D. Roosevelt y Winston Churchill el 14 de agosto de 1941, conocido como Carta del Atlántico. En consecuencia, los nueve Estados de América Central y el Caribe en estado de guerra contra el Eje se incorporaron a una alianza bélica y declararon “no hacer un armisticio o paz por separado con sus enemigos”. Conocido el hecho, al día siguiente, el ministro Ruiz Guiñazú decidió comunicarle al gobierno estadounidense que la alianza extra-continental constituía una presión sobre las resoluciones a adoptar en Río de Janeiro. Una semana antes de la apertura de la reunión consultiva, Ruiz Guiñazú informaba al Departamento de Estado un parecer que ponía en duda el sentido de la Conferencia: “Existe una cierta contradicción en invitarnos a participar del estudio y adopción de medidas de defensa común al mismo tiempo que nueve países proceden sin previo intercambio de opiniones a definir de manera absoluta su doble posición, intra-continental y extra-continental, con los consiguientes riesgos y responsabilidades de un estado de guerra”.

Ruiz Moreno analiza las consultas previas de Ruiz Guiñazú con las oficinas de la Cancillería y otros ministerios. No es el propósito del hilo entrar en el detalle de la correspondencia interna del gobierno argentino, pero conviene presentar el temperamento de Ramón S. Castillo, formalmente vicepresidente a cargo del Poder Ejecutivo y en aquellos días el presidente de hecho debido a una larga licencia por enfermedad del presidente Ortiz. En las instrucciones dirigidas al canciller, el vicepresidente expresa la firme política de neutralidad: “La Delegación Argentina no está autorizada entonces a adherir a ninguna declaración general de guerra o de ruptura de relaciones diplomáticas. Si llegara a proponerse alguna de esas dos medidas, la Delegación Argentina deberá consultar previamente con el Poder Ejecutivo la actitud a asumirse”.

Norman Armour, embajador estadounidense en Buenos Aires, informaba al Departamento de Estado que el gobierno argentino no accedería a declarar la guerra ni tampoco a la ruptura de relaciones, sin llegar a asegurar lo último. A la vez, Washington veía con preocupación el esfuerzo de la administración de Castillo por convocar a los delegados de los países de la región en viaje a la conferencia interamericana. Los representantes de Chile, Paraguay, Perú y Uruguay pasaron por Buenos Aires antes de llegar a Río de Janeiro.

Enseguida de producido el ataque a Pearl Harbor, el ministro de Relaciones Exteriores del gobierno chileno, Juan B. Rossetti, le había manifestado al embajador norteamericano en Santiago su preocupación ante un eventual ataque japonés a las costas chilenas. Hull, el 11 de diciembre, le había asegurado desde Washington que Estados Unidos daría todo su apoyo. No obstante, Rossetti insistió el 13 al embajador, advirtiéndole que encontraba muchas resistencias en una parte del Congreso y de las Fuerzas Armadas convencidas que el litoral chileno pudiera ser atacado por Japón.

Comienza la reunión consultiva

El ministro Ruiz Guiñazú arribó a la capital brasileña el 14 de enero de 1942, un día antes de la inauguración. Las entrevistas con autoridades locales y otros jefes de delegación le dieron un panorama de la víspera: “he podido comprobar la forma insidiosa con que se presenta a la Argentina frente a Norteamérica (…) tengo la impresión de que el propio Welles está bajo la sugestión de esa crítica sin control”. El subsecretario de Estado encabezaba la comitiva estadounidense, mientras Cordell Hull permanecía en Washington dedicado a los asuntos del ingreso de su país en la conflagración. El alejamiento geográfico de Hull le permitiría a Sumner Welles desplegar la política de apaciguamiento, contraria a la línea del secretario de Estado, más inclinado a la intransigencia.

Ruiz Guiñazú fue recibido por el presidente Getúlio Vargas, el cual coincidió con descartar la guerra contra el Eje y en no reconocer a Gran Bretaña como no beligerante; la condición del principal Aliado no americano estaba en discusión. El mandatario expresó el deseo de que predominase la “juiciosa actitud” argentina, y pidió al enviado que convenciera a Welles. Aunque acuciado por las circunstancias, Vargas parecía continuar con su táctica pendular. Sin embargo, el canciller argentino podía entrever la posición brasileña por las conversaciones con los representantes de México, Colombia y Venezuela. Ellos le adelantaron que presentarían un proyecto de ruptura colectiva, el cual contaba con la conformidad de Brasil.

El día 15, al abrir la Conferencia, Vargas no adoptó una postura clara. En su discurso, defendió en términos generales la solidaridad continental y los compromisos asumidos anteriormente, nada distinto de declaraciones del vicepresidente Castillo formuladas a la prensa. Inaugurado el cónclave y distribuidas las comisiones, las delegaciones comenzaron a trabajar en las resoluciones a suscribir por el cuerpo continental. A excepción de Hull, reemplazado por Welles, se encontraban todos los titulares de los asuntos exteriores.

Ruptura de relaciones con los países aliados

Una propuesta dominicana, apoyada por el bloque centroamericano, planteó la declaración de guerra de las naciones que no la habían formulado. Advirtiendo que tenía muy escasa probabilidad de ser aprobada, el Departamento de Estado descartó esa proposición. Una medida de tal naturaleza tampoco contaba con el aval del Alto Comando norteamericano, opuesto a extender el territorio beligerante a todo el continente. Con mejores perspectivas, los delegados de los tres países que habían cortado relaciones con el Eje introdujeron la declaración de ruptura colectiva. México, Colombia y Venezuela presentaron cuatro puntos que contenían los objetivos estadounidenses:

  • 1.- Las Repúblicas Americanas declaran que consideran estos actos de agresión contra una de las Repúblicas Americanas como actos de agresión contra todas ellas y como una amenaza inmediata a la libertad e independencia del Hemisferio Occidental.
  • 2.- Las Repúblicas Americanas reafirman su completa solidaridad y su determinación de cooperar estrechamente para su protección mutua, hasta que la presente amenaza haya desaparecido completamente.
  • 3.- En consecuencia, las Repúblicas Americanas manifiestan que, en virtud de su solidaridad y a fin de proteger y preservar su libertad e integridad, ninguna de ellas podrá seguir manteniendo sus relaciones políticas, comerciales y financieras con los gobiernos de Alemania, Italia y Japón; y, asimismo, declaran que, en pleno ejercicio de su soberanía, tomarán las medidas correspondientes a la defensa del Nuevo Mundo, que consideren, en cada caso, prácticas y convenientes.
  • 4.- Las Repúblicas Americanas declaran, por último, que antes de reanudar sus relaciones políticas, económicas y financieras con las potencias agresoras, consultarán entre sí, a fin de que su resolución tenga carácter colectivo y solidario.

Al final de la jornada, Welles visitó a Ruiz Guiñazú para enfatizarle que la ruptura “era de vida o muerte para Estados Unidos y toda América”. Enterado de la negativa argentina, calificó de “trágico” a dicho punto de vista, lamentando que se reprodujese “la misma oposición que en Lima y La Habana”. Ruiz Guiñazú se entrevistó también con los representantes de Venezuela y México. Welles, con el apoyo del canciller brasileño Oswaldo Aranha, insistió al ministro argentino sobre la importancia del corte de relaciones. El delegado chileno también mantuvo una firme posición contraria al rompimiento. De acuerdo con las instrucciones recibidas en Santiago, Rossetti debía apoyar a Estados Unidos con todos los medios, excepto con la ruptura de relaciones con el Eje. Al cabo de ese trajinado día de apertura, era visible que Argentina y Chile presentaban oposición a la iniciativa en debate.

En busca del compromiso

El 17 de enero parecía posible que la votación tuviera lugar en la siguiente sesión plenaria. El canciller argentino propuso que se agregase un artículo a la declaración de ruptura, según la cual quedaría abierta a la adhesión de los países no firmantes. El agregado no satisfizo a los autores ni a Aranha, quien consideró que tenía menos garantías que lo declarado en La Habana. En vista que el proyecto original seguía circulando, Ruiz Guiñazú solicitó instrucciones a Buenos Aires. El 20 recibió la orden “mantenerse firme en nuestra posición”, que ninguna fórmula “conduzca necesariamente a la ruptura de relaciones”.

El embajador Armour acudió a Castillo. El presidente interino, sin descuidar las formalidades diplomáticas, fue contundente: la colaboración ya estaba consagrada con el decreto de no beligerancia, acto oficial inamovible. No obstante ello, Buenos Aires cursó pautas generales a Ruiz Guiñazú tendientes a buscar el acuerdo. El delegado argentino, ante la delicada emergencia planteada, proyectó una enmienda al artículo 3º, la ruptura quedaría a referéndum de las “instituciones o poderes constitucionales” de cada país. El 21, con la intermediación de Aranha, entró en consideración el proyecto enmendado por Ruiz Guiñazú. Para el delegado chileno el nuevo artículo 3º podía ser conveniente, pues las instrucciones de La Moneda le indicaban que una resolución de ruptura sería aceptable únicamente condicionándola a la aprobación del Congreso.

La impugnación llegó desde el propio gobierno argentino. Enterado del tenor de la modificación, Castillo la rechazó de plano porque “conduce necesariamente a la ruptura de relaciones, no se ajusta a nuestra reiterada posición”. En otro telegrama añadió que aun cuando el texto no creaba un compromiso inmediato, “traería una expectativa perjudicial sobre la ruptura (…) de graves inconvenientes para el orden interno”. La alternativa fue desechada cuando Ruiz Guiñazú comunicó a los otros representantes que su gobierno no había aceptado la declaración enmendada.

El 15 de enero, como consecuencia del intento argentino de conformar un bloque opuesto a la ruptura antes de la Conferencia, Hull había enviado instrucciones a Welles en las que expresaba que era preferible que no hubiera unanimidad entre todos los países americanos a adoptar una fórmula de compromiso. En opinión del secretario de Estado, Argentina cedería ante una firme posición estadounidense apoyada por la mayoría de los países. De no ocurrir la conjetura, convenía obtener un voto mayoritario contra la disidencia.

Las negociaciones continuaron hasta el día 23, entonces Welles le telegrafió a Hull que presentaría una nueva fórmula que, de no ser aprobada por Argentina, obtendría al menos 19 votos. Llegados a este punto, algunos delegados propusieron suscribir el proyecto inicial, dejando aislados a Chile y Argentina. Los acontecimientos llevaron a Sumner Welles a defender el criterio opuesto al de su superior Hull. El subsecretario de Estado y la mayoría de los representantes prefirieron preservar la unanimidad, aun a costa de ceder ante la posición argentina. Ruiz Guiñazú presentó entonces una nueva redacción del artículo 3º, en donde la ruptura pasaba a ser una mera recomendación. Con cambios mínimos propuestos por Aranha y Rossetti, la Resolución I signada por todos los delegados decía en su artículo más discutido: III. Las Repúblicas Americanas, siguiendo los procedimientos establecidos por sus propias leyes y dentro de la posición y circunstancias de cada país en el actual conflicto continental, recomiendan la ruptura de sus relaciones diplomáticas con el Japón, Alemania e Italia, por haber el primero de esos Estados agredido y los otros dos declarado la guerra a un país americano.

Welles antes de aprobar el nuevo texto se aseguró que Brasil, Bolivia, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay romperían seguidamente con el Eje, acción que cumplieron antes de finalizar enero. Cordell Hull se enteró en su casa por la noticias de la radio del acuerdo logrado en Río de Janeiro, el cual no había sido informado por Welles al Departamento de Estado. De inmediato convocó a Roosevelt y Welles a una conferencia telefónica. En ella le recriminó duramente al subsecretario haber cambiado la política sin consultarlo y haber aceptado una cláusula que implicaba la rendición ante la Argentina. Roosevelt se interpuso poniendo final al cruce entre sus funcionarios: “Lo siento Cordell, pero en este caso voy a aceptar el juicio del hombre que está en el lugar de los hechos. Sumner, apruebo lo que Ud. ha hecho. Autorizo que siga los lineamientos que Ud. ha recomendado”.

El trasfondo del acuerdo

Algunos autores analizaron el conflicto entre Hull y Welles según el modelo de la “política burocrática”. La política exterior de Estados Unidos no resultó de la acción de un gobierno que procede con criterios racionales de acuerdo con objetivos determinados, sino que fue el resultado de un proceso burocrático con funcionarios y oficinas en competencia; por consiguiente, el producto fue un conjunto de decisiones con bajo nivel de coherencia. En Río, la delegación norteamericana se volcó al apaciguamiento bajo el influjo de los “latinoamericanistas” dirigidos por Welles, opuestos a los “internacionalistas” conducidos por Hull. Las explicaciones de Welles en parte respaldan la hipótesis, también sustentan una interpretación más convincente [4].

Al día siguiente de la conferencia tripartita, Welles envió un telegrama a Roosevelt agradeciéndole la intervención. Recordó que antes de partir la delegación, el presidente había incluido en los objetivos preservar la unidad continental lograda gracias a la política de buena vecindad. De modo que había actuado en atención a las instrucciones presidenciales, manteniendo a Hull al tanto de las novedades, aunque el ritmo vertiginoso de las reuniones hacía imposible consultar sobre cada palabra que se incluyera en las declaraciones. Asimismo, le notificó a Roosevelt que Vargas y Aranha expresaron sus preocupaciones por una eventual ruptura entre Brasil y Argentina. Los cancilleres de Bolivia y Uruguay también le habían manifestado el temor a las consecuencias de un aislamiento de Argentina. Los países del Cono Sur, con el decisivo empeño de Brasil, influyeron en el subsecretario, quien aceptó una fórmula de compromiso pese a las tempranas instrucciones de Hull del día 15.

La actitud brasileña se enmarca en la oscilación del gobierno varguista entre los bandos beligerantes y la relación dual de cooperación y rivalidad con Argentina. El 7 de enero, Roosevelt le había comunicado a su colega brasileño que estaba dispuesto a pagar el precio del alineamiento de Brasil. Vargas y Aranha llegaron a un acuerdo con Welles en las negociaciones paralelas a la Conferencia. Por su ubicación estratégica Brasil era una pieza importante en el tablero de la SGM, y la disidencia argentina potenciaba el rol brasileño de “país llave” para Estados Unidos en la región. El gobierno de Vargas buscaba obtener ventajas, pero no podía ni quería enfrentarse con Argentina. Aranha hizo de mediador, un papel que Itamaraty pretendía desempeñar desde Lima.

La posición chilena confluyó en el desenlace, aunque con matices que la diferenciaron de la argentina. Juan Bautista Rossetti enfatizó a Welles la potencial agresión japonesa. Rossetti, en la sesión plenaria del 25, declaró “sin duda alguna, Japón atacará inmediatamente a Chile”. El 26, el canciller le propuso al subsecretario un acuerdo por el cual Estados Unidos se comprometía a tomar medidas preventivas en el Pacífico Sur y proporcionar “efectiva asistencia militar”. Según Rossetti, el gobierno de Santiago le había expresado la seguridad de la ruptura con el Eje sin otros retrasos. Welles se declaró favorable al acuerdo previsto, y obtuvo por respuesta desde Washington el pedido de hacerle entender a Rossetti que había que estudiar las capacidades de patrullaje de la Marina estadounidense y que Chile no podía esperar un trato preferencial respecto de países latinoamericanos en la misma situación. Con estas consideraciones, Rossetti y Welles suscribieron el convenio. El canciller era favorable a los Aliados, pero debía obtener ventajas económicas y seguridades militares como contrapartida a la ruptura, pues para el ambiente político chileno y las fuerzas armadas el corte de los vínculos ubicaba al país en la prebeligerancia. De regreso en Santiago, Rossetti le aseguró al embajador estadounidense que el Congreso se aprestaba a sancionar la ruptura. En 1942 Estados Unidos no daba garantías de seguridad, la victoria del Eje no podía ser descartada y Chile seguía sin obtener beneficios económicos. El acto previsto por Rossetti se postergó hasta enero de 1943, cuando el Senado apoyó el corte de relaciones.

La desconfianza de Chile y Argentina acerca de la capacidad estadounidense para la defensa del continente tenía asidero. Con la destrucción de la flota del Pacífico y la necesidad de escoltar convoyes en el Atlántico, la Marina a duras penas operaba en la zona del Canal de Panamá. Altos funcionarios del Comando de Defensa del Caribe instaron al Departamento de Estado a que persuadiera a las naciones sudamericanas a no declararle la guerra al Eje ni a cometer actos de provocación, con más razón los dos países del extremo sur del continente. Los estrategas norteamericanos creían que Argentina, más que ninguno, debía evitar una rígida posición anti-Eje.

La vigilancia europea

El Foreign Office no tenía dudas acerca de la neutralidad platense: el sentimiento anti-norteamericano, propio de las clases dirigentes argentinas, y el hecho de que éstas consideraran al país como “una parte integrante de la economía europea”. Enrique Ruiz Guiñazú pertenecía a esas clases. Algunos autores ponen el acento en su perfil hispanófilo de raíz católica, según otros influenciado por los modelos fascistas. Esa caracterización, a lo sumo, aporta un matiz. Lo cierto es que el canciller seguía los lineamientos de la “prudente neutralidad” de la Casa Rosada, afirmada en tradiciones fuertemente arraigadas.

La embajada argentina en Berlín dio cuenta del ambiente pesimista en Alemania. Anticipando los pasos, consultó a Buenos Aires qué país tomaría la representación diplomática y solicitó órdenes para la destrucción de archivos. La Cancillería le informó que las declaraciones de Río no llevaban necesariamente al corte de los vínculos.

Alemania ejerció presiones para evitar la ruptura. A modo de amenaza velada, Berlín le comunicó a Brasil, Chile y Argentina la inquietud por una declaración de guerra por parte del Eje a consecuencia de la ruptura. Buenos Aires replicó con aspereza el rechazo a “advertencias de esa clase”. El régimen de Hitler no tenía manera de presionar a gobiernos alejados de su esfera política y económica sino por la intimidación. Y en todos los países de América Latina, los alemanes empeoraron las cosas para sí mismos.

En 1942, con la ampliación de la Batalla del Atlántico, la amenaza se hizo realidad. Varios buques mercantes de países iberoamericanos sufrieron ataques de los sumergibles alemanes, incluso barcos de cabotaje para el transporte de pasajeros. En Brasil, Colombia y México la agresión armada movilizó a la beligerancia al gobierno, al arco político y a la opinión pública.

Chile y Argentina, mientras resistían la coerción de Estados Unidos, a mediados de 1942 recibieron presiones de Alemania que incluían la amenaza del uso de la fuerza militar. A la política coactiva de Washington, el régimen nazi contrapuso la intimidación disuasiva para forzar a los gobiernos de Santiago y Buenos Aires a mantener la neutralidad. A finales del año, Chile se acercaba a Estados Unidos y Argentina demandaba armas alemanas para equilibrar el rearme brasileño. La falta de resultado de la política dura vis-à-vis Estados Unidos, llevó a Ribbentrop a adoptar una actitud menos rígida. De poco o nada sirvieron la presión y el posterior cambio: Chile cortó relaciones, y las promesas de suministro de armamento a Argentina no detuvieron la subsiguiente ruptura.

Las resoluciones y el alcance global

El cuerpo hemisférico acordó una serie de resoluciones en materia económica. Con ellas Estados Unidos procuraba la ruptura de las relaciones comerciales y financieras (explícita en el artículo 3º del frustrado proyecto original) y orientar la producción del continente de acuerdo con las necesidades de la guerra. Mediante recomendaciones se sugerían medidas de control de las operaciones comerciales y financieras (Resolución V), fomentar el aumento de la producción de materiales estratégicos (Resolución II), a fin de lograrlo, se pondrían en vigencia medidas destinadas a mejorar los medios de transporte, a coordinar los servicios de navegación (Resolución IV), a estabilizar los tipos de cambio (Resolución XV), y en el orden interno se instaba al establecimiento de sistemas de créditos adecuados y a la adopción de medidas para armonizar precios (Resolución III). De igual forma, se recomendaba invertir capitales en las repúblicas americanas (Resolución XI) y prestar colaboración en la explotación del suelo y del subsuelo (Resolución XVI). El Comité Consultivo Económico y Financiero Interamericano, creado en la reunión de Panamá, sería el organismo encargado de poner en práctica dichos planes.

Dos nuevos instrumentos tendrían importancia en el orden político y militar: la Junta Interamericana de Defensa (Resolución XXXIX) y el Comité Consultivo de Emergencia para la Defensa Política (Resolución XVII), este último, dedicado al control de las actividades subversivas, más en concreto al espionaje y propaganda de las potencias nazi-fascistas. En los hechos el Comité sería el escenario de denuncia de las actividades del Eje en Chile y Argentina; y con ello un mecanismo de presión sobre los gobiernos. Es cierto que después de enero de 1942 las redes de la Abwerh, del Servicio de Seguridad (Sicherheitdienst o SD) y de la Organización Exterior del NSDAP (Auslands Organisation) se desplazaron principalmente a Chile y Argentina, los dos países en donde podían contar con la cobertura del cuerpo diplomático alemán y hasta un punto la tolerancia oficial. Pero también es cierto el limitado alcance de estas organizaciones y sus magros resultados, reconocidos en los informes de la inteligencia y diplomacia británicas, que con tono más objetivo no exageraban la influencia nazi.

Después de Río la neutralidad se convirtió en un desafío político a los Estados Unidos, es por eso que la pretendida defensa sería una herramienta para doblegar a los “rebeldes”. El Comité, con sede en Montevideo y conformado por siete delegados, en principio uno de la Argentina, dio el marco continental para el no reconocimiento del gobierno de la junta boliviana dirigida por el Mayor Gualberto Villarroel (golpe de diciembre de 1943) y del régimen militar argentino presidido por el General Edelmiro Farrell (marzo de 1944).

Con la influencia del representante norteamericano Carl Spaeth (funcionario del Departamento de Estado de la línea Hull), el delegado uruguayo Alberto Guani (por entonces ministro de Relaciones Exteriores de su país) presentó la doctrina que lleva su nombre, según la cual los gobiernos del continente debían decidir el reconocimiento de uno impuesto por la fuerza. La posición de Uruguay en este punto merece varias consideraciones, aquí solamente mencionaré el dinamismo que algunas naciones adquirieron, es más correcto decir intentaron conseguir, subordinadas al gendarme estadounidense. La guerra parecía la oportunidad para los países pequeños de desplegar una política activa en el campo internacional, y las credenciales antifascistas podían servir, a su vez, para obtener de los Estados Unidos ventajas económicas y armamento moderno mediante el Préstamo y Arriendo.

En conclusión, en Río se estuvo cerca de la fractura del sistema panamericano, al evitarla se produjo una brecha infranqueable en el Departamento de Estado. Sumner Welles obtuvo una victoria sobre Cordell Hull, pero sería transitoria, pírrica según el consenso académico porque derivó en el predominio de Hull y el alejamiento de Welles del Departamento de Estado. En los meses siguientes a la Reunión, con moderada presión Welles intentó disuadir a Castillo. La falta de resultados habilitó a Hull a tomar el timón y aplicar una coerción más firme, que a la larga resultaría contraproducente, pues fortalecería a los sectores nacionalistas en la Argentina.

Notas

[1] Japoneses en México (1942-1945) ilustra las medidas implementadas contra la comunidad japonesa.

[2] El alineamiento del Brasil está dedicado a la Era de Vargas y al proceso de alineamiento. La guerra aerocomercial en Sudamérica trata el control de las aerolíneas civiles y su relación con las necesidades de la guerra.

[3] Expropiaciones en América Central aborda tres casos: Costa Rica, Guatemala y Nicaragua.

[4] Escudé en “Reino Unido…” amplió la línea interpretativa desarrollada por Randall Bennet Woods en The Roosevelt Foreign-Policy Establishment and the “Good Neighbor”: The United States and Argentina 1941-1945, Lawrence, 1979. La disputa “latinoamericanistas” vs. “internacionalistas” puede verse en Max Paul Friedman, Nazis y buenos vecinos, Madrid, Machado Libros, 2008, pp. 150-157. Este autor se apoya en el influyente estudio de Woods.

[5] En un texto sobre este período y la posguerra hay una perspectiva crítica de la actuación de Guani, su doctrina, y la posterior doctrina Larreta: Carlos Real de Azúa, “Política internacional e ideologías en el Uruguay”, en Marcha, Montevideo, N.º 966, julio de 1959. El calor de las luchas políticas del año 1959 y el tinte pro-herrerista de Marcha no menguan el análisis del lúcido cientista social y abogado uruguayo, cuya obra conserva vigencia en ambas márgenes del Plata

Bibliografía

  • Wikipedia - Conferencias panamericanas
  • Secretaria de Relaciones Exteriores de México. (1956) 1999b. Conferencias Internacionales Americanas. Primer suplemento 1938-1942. Recopilación de tratados y otros documentos - Copia digital del colegio de México.
  • Organización de Estados Americanos (OEA) - Acta final de la conferencia de Río de 1942.
  • Foro de la Segunda Guerra Mundial - Conferencia de 1942.
  •   Datos: Q16491368

conferencia, río, janeiro, 1942, originalmente, llamada, reunión, consulta, entre, ministros, relaciones, exteriores, repúblicas, americanas, celebró, enero, 1942, entonces, capital, brasil, río, janeiro, intención, romper, relaciones, diplomáticas, comerciale. La Conferencia de Rio de Janeiro de 1942 originalmente llamada III Reunion de Consulta entre los Ministros de Relaciones Exteriores de las Republicas Americanas se celebro del 15 al 28 de enero de 1942 en la entonces capital de Brasil en Rio de Janeiro con la intencion de romper las relaciones diplomaticas comerciales y otras a los paises de los aliados declarados en la Segunda Guerra Mundial para no intervenir ni arriesgar su patrimonio de manera abrupta por la guerra En la conferencia participaron los paises de Argentina Brasil Chile Colombia Ecuador Mexico Paraguay Peru Venezuela y Uruguay dentro de las ideas y principios del panamericanismo Argentina declaro a Estados Unidos no beligerante al tiempo que afirmaba la neutralidad ante Alemania Reino de Italia e Imperio Japones El presidente Franklin D Roosevelt agradecio la rapida declaracion a su colega Castillo Con la entrada de los paises centroamericanos y caribenos en la conflagracion el gobierno argentino extendio la no beligerancia a esos Estados Bolivia Chile y Uruguay tomaron medidas similares inmediatamente estalladas las hostilidades entre Estados Unidos mas las naciones que lo acompanaron y las potencias nazi fascistas Ecuador Peru y Paraguay no realizaron acciones concretas hasta enero de 1942 Indice 1 Acontecimientos preliminares a la conferencia 2 Comienza la reunion consultiva 3 En busca del compromiso 4 El trasfondo del acuerdo 5 La vigilancia europea 6 Las resoluciones y el alcance global 7 Notas 8 BibliografiaAcontecimientos preliminares a la conferencia EditarMexico en el mes de diciembre de 1941 rompio relaciones diplomaticas con las potencias del Pacto Tripartito estableciendo ademas una serie de medidas que afectaron de manera gradual la libertad y los bienes de los ciudadanos de los paises del Eje mientras que Colombia y Venezuela hacia finales del mismo ano cortaron los vinculos diplomaticos con los gobiernos del Eje 1 Brasil no ejecuto acciones favorables a ningun beligerante Sin embargo para entonces ya tenia un sesgo pronorteamericano disimulado por el juego pendular del gobierno de Vargas Valga por ejemplo que seis meses antes del Ataque a Pearl Harbor la Pan American Airways empezo a desarrollar en territorio brasileno los campos del Airport Development Program cuya finalidad seria el apoyo al patrullaje del Atlantico Sur y a los aviones en transito a Africa el Cercano y el Lejano Oriente 2 al mismo tiempo nueve Estados de Centro America y el Caribe con indudable liderazgo politico y economico estadounidense para el 11 de diciembre de 1941 se encontraban en estado de guerra con las potencias del Eje En sincronia la Republica Dominicana Cuba Costa Rica El Salvador Guatemala Haiti Honduras Nicaragua y Panama adoptaron una beligerancia naturalmente limitada al espacio que representaban en el orden mundial Las medidas mas importantes se abocaron al confinamiento de ciudadanos de los paises enemigos considerados peligrosos por el Departamento de Estado con la subsiguiente deportacion a Estados Unidos y el control de la propiedad enemiga hasta llegar a la expropiacion Consumado el ataque japones Estados Unidos y Chile propusieron un conclave de cancilleres Resuelta que fue favorablemente la convocatoria con la aprobacion de todo el continente se dispuso que la Tercera Reunion de Consulta entre Ministros de Relaciones Exteriores de las Republicas Americanas tuviera lugar en Rio de Janeiro en enero de 1942 El doctor Enrique Ruiz Guinazu canciller argentino hizo sondear la opinion de los paises americanos y algunas versiones le indicaron que la reunion giraria sobre asuntos economicos El embajador argentino en Washington sin embargo le previno el 24 de diciembre de 1941 que el gobierno norteamericano usaria toda su influencia para obtener el corte de relaciones con el Eje especialmente con el Japon En su opinion la ruptura colectiva tendria el terreno preparado pues doce paises estaban en guerra o habian cortado los vinculos con el Eje y se suponia que Peru Ecuador y Uruguay podrian tomar medidas analogas antes de la Conferencia Asimismo desde la embajada en Brasil informaban que la reunion podria contemplar el rompimiento de las relaciones diplomaticas con los paises en guerra con Estados Unidos Conflicto con los paises aliadosEl 2 de enero de 1942 reunidas en Washington 26 naciones aliadas se comprometieron a apoyar el programa suscrito por Franklin D Roosevelt y Winston Churchill el 14 de agosto de 1941 conocido como Carta del Atlantico En consecuencia los nueve Estados de America Central y el Caribe en estado de guerra contra el Eje se incorporaron a una alianza belica y declararon no hacer un armisticio o paz por separado con sus enemigos Conocido el hecho al dia siguiente el ministro Ruiz Guinazu decidio comunicarle al gobierno estadounidense que la alianza extra continental constituia una presion sobre las resoluciones a adoptar en Rio de Janeiro Una semana antes de la apertura de la reunion consultiva Ruiz Guinazu informaba al Departamento de Estado un parecer que ponia en duda el sentido de la Conferencia Existe una cierta contradiccion en invitarnos a participar del estudio y adopcion de medidas de defensa comun al mismo tiempo que nueve paises proceden sin previo intercambio de opiniones a definir de manera absoluta su doble posicion intra continental y extra continental con los consiguientes riesgos y responsabilidades de un estado de guerra Ruiz Moreno analiza las consultas previas de Ruiz Guinazu con las oficinas de la Cancilleria y otros ministerios No es el proposito del hilo entrar en el detalle de la correspondencia interna del gobierno argentino pero conviene presentar el temperamento de Ramon S Castillo formalmente vicepresidente a cargo del Poder Ejecutivo y en aquellos dias el presidente de hecho debido a una larga licencia por enfermedad del presidente Ortiz En las instrucciones dirigidas al canciller el vicepresidente expresa la firme politica de neutralidad La Delegacion Argentina no esta autorizada entonces a adherir a ninguna declaracion general de guerra o de ruptura de relaciones diplomaticas Si llegara a proponerse alguna de esas dos medidas la Delegacion Argentina debera consultar previamente con el Poder Ejecutivo la actitud a asumirse Norman Armour embajador estadounidense en Buenos Aires informaba al Departamento de Estado que el gobierno argentino no accederia a declarar la guerra ni tampoco a la ruptura de relaciones sin llegar a asegurar lo ultimo A la vez Washington veia con preocupacion el esfuerzo de la administracion de Castillo por convocar a los delegados de los paises de la region en viaje a la conferencia interamericana Los representantes de Chile Paraguay Peru y Uruguay pasaron por Buenos Aires antes de llegar a Rio de Janeiro Enseguida de producido el ataque a Pearl Harbor el ministro de Relaciones Exteriores del gobierno chileno Juan B Rossetti le habia manifestado al embajador norteamericano en Santiago su preocupacion ante un eventual ataque japones a las costas chilenas Hull el 11 de diciembre le habia asegurado desde Washington que Estados Unidos daria todo su apoyo No obstante Rossetti insistio el 13 al embajador advirtiendole que encontraba muchas resistencias en una parte del Congreso y de las Fuerzas Armadas convencidas que el litoral chileno pudiera ser atacado por Japon Comienza la reunion consultiva EditarEl ministro Ruiz Guinazu arribo a la capital brasilena el 14 de enero de 1942 un dia antes de la inauguracion Las entrevistas con autoridades locales y otros jefes de delegacion le dieron un panorama de la vispera he podido comprobar la forma insidiosa con que se presenta a la Argentina frente a Norteamerica tengo la impresion de que el propio Welles esta bajo la sugestion de esa critica sin control El subsecretario de Estado encabezaba la comitiva estadounidense mientras Cordell Hull permanecia en Washington dedicado a los asuntos del ingreso de su pais en la conflagracion El alejamiento geografico de Hull le permitiria a Sumner Welles desplegar la politica de apaciguamiento contraria a la linea del secretario de Estado mas inclinado a la intransigencia Ruiz Guinazu fue recibido por el presidente Getulio Vargas el cual coincidio con descartar la guerra contra el Eje y en no reconocer a Gran Bretana como no beligerante la condicion del principal Aliado no americano estaba en discusion El mandatario expreso el deseo de que predominase la juiciosa actitud argentina y pidio al enviado que convenciera a Welles Aunque acuciado por las circunstancias Vargas parecia continuar con su tactica pendular Sin embargo el canciller argentino podia entrever la posicion brasilena por las conversaciones con los representantes de Mexico Colombia y Venezuela Ellos le adelantaron que presentarian un proyecto de ruptura colectiva el cual contaba con la conformidad de Brasil El dia 15 al abrir la Conferencia Vargas no adopto una postura clara En su discurso defendio en terminos generales la solidaridad continental y los compromisos asumidos anteriormente nada distinto de declaraciones del vicepresidente Castillo formuladas a la prensa Inaugurado el conclave y distribuidas las comisiones las delegaciones comenzaron a trabajar en las resoluciones a suscribir por el cuerpo continental A excepcion de Hull reemplazado por Welles se encontraban todos los titulares de los asuntos exteriores Ruptura de relaciones con los paises aliadosUna propuesta dominicana apoyada por el bloque centroamericano planteo la declaracion de guerra de las naciones que no la habian formulado Advirtiendo que tenia muy escasa probabilidad de ser aprobada el Departamento de Estado descarto esa proposicion Una medida de tal naturaleza tampoco contaba con el aval del Alto Comando norteamericano opuesto a extender el territorio beligerante a todo el continente Con mejores perspectivas los delegados de los tres paises que habian cortado relaciones con el Eje introdujeron la declaracion de ruptura colectiva Mexico Colombia y Venezuela presentaron cuatro puntos que contenian los objetivos estadounidenses 1 Las Republicas Americanas declaran que consideran estos actos de agresion contra una de las Republicas Americanas como actos de agresion contra todas ellas y como una amenaza inmediata a la libertad e independencia del Hemisferio Occidental 2 Las Republicas Americanas reafirman su completa solidaridad y su determinacion de cooperar estrechamente para su proteccion mutua hasta que la presente amenaza haya desaparecido completamente 3 En consecuencia las Republicas Americanas manifiestan que en virtud de su solidaridad y a fin de proteger y preservar su libertad e integridad ninguna de ellas podra seguir manteniendo sus relaciones politicas comerciales y financieras con los gobiernos de Alemania Italia y Japon y asimismo declaran que en pleno ejercicio de su soberania tomaran las medidas correspondientes a la defensa del Nuevo Mundo que consideren en cada caso practicas y convenientes 4 Las Republicas Americanas declaran por ultimo que antes de reanudar sus relaciones politicas economicas y financieras con las potencias agresoras consultaran entre si a fin de que su resolucion tenga caracter colectivo y solidario Al final de la jornada Welles visito a Ruiz Guinazu para enfatizarle que la ruptura era de vida o muerte para Estados Unidos y toda America Enterado de la negativa argentina califico de tragico a dicho punto de vista lamentando que se reprodujese la misma oposicion que en Lima y La Habana Ruiz Guinazu se entrevisto tambien con los representantes de Venezuela y Mexico Welles con el apoyo del canciller brasileno Oswaldo Aranha insistio al ministro argentino sobre la importancia del corte de relaciones El delegado chileno tambien mantuvo una firme posicion contraria al rompimiento De acuerdo con las instrucciones recibidas en Santiago Rossetti debia apoyar a Estados Unidos con todos los medios excepto con la ruptura de relaciones con el Eje Al cabo de ese trajinado dia de apertura era visible que Argentina y Chile presentaban oposicion a la iniciativa en debate En busca del compromiso EditarEl 17 de enero parecia posible que la votacion tuviera lugar en la siguiente sesion plenaria El canciller argentino propuso que se agregase un articulo a la declaracion de ruptura segun la cual quedaria abierta a la adhesion de los paises no firmantes El agregado no satisfizo a los autores ni a Aranha quien considero que tenia menos garantias que lo declarado en La Habana En vista que el proyecto original seguia circulando Ruiz Guinazu solicito instrucciones a Buenos Aires El 20 recibio la orden mantenerse firme en nuestra posicion que ninguna formula conduzca necesariamente a la ruptura de relaciones El embajador Armour acudio a Castillo El presidente interino sin descuidar las formalidades diplomaticas fue contundente la colaboracion ya estaba consagrada con el decreto de no beligerancia acto oficial inamovible No obstante ello Buenos Aires curso pautas generales a Ruiz Guinazu tendientes a buscar el acuerdo El delegado argentino ante la delicada emergencia planteada proyecto una enmienda al articulo 3º la ruptura quedaria a referendum de las instituciones o poderes constitucionales de cada pais El 21 con la intermediacion de Aranha entro en consideracion el proyecto enmendado por Ruiz Guinazu Para el delegado chileno el nuevo articulo 3º podia ser conveniente pues las instrucciones de La Moneda le indicaban que una resolucion de ruptura seria aceptable unicamente condicionandola a la aprobacion del Congreso La impugnacion llego desde el propio gobierno argentino Enterado del tenor de la modificacion Castillo la rechazo de plano porque conduce necesariamente a la ruptura de relaciones no se ajusta a nuestra reiterada posicion En otro telegrama anadio que aun cuando el texto no creaba un compromiso inmediato traeria una expectativa perjudicial sobre la ruptura de graves inconvenientes para el orden interno La alternativa fue desechada cuando Ruiz Guinazu comunico a los otros representantes que su gobierno no habia aceptado la declaracion enmendada El 15 de enero como consecuencia del intento argentino de conformar un bloque opuesto a la ruptura antes de la Conferencia Hull habia enviado instrucciones a Welles en las que expresaba que era preferible que no hubiera unanimidad entre todos los paises americanos a adoptar una formula de compromiso En opinion del secretario de Estado Argentina cederia ante una firme posicion estadounidense apoyada por la mayoria de los paises De no ocurrir la conjetura convenia obtener un voto mayoritario contra la disidencia Las negociaciones continuaron hasta el dia 23 entonces Welles le telegrafio a Hull que presentaria una nueva formula que de no ser aprobada por Argentina obtendria al menos 19 votos Llegados a este punto algunos delegados propusieron suscribir el proyecto inicial dejando aislados a Chile y Argentina Los acontecimientos llevaron a Sumner Welles a defender el criterio opuesto al de su superior Hull El subsecretario de Estado y la mayoria de los representantes prefirieron preservar la unanimidad aun a costa de ceder ante la posicion argentina Ruiz Guinazu presento entonces una nueva redaccion del articulo 3º en donde la ruptura pasaba a ser una mera recomendacion Con cambios minimos propuestos por Aranha y Rossetti la Resolucion I signada por todos los delegados decia en su articulo mas discutido III Las Republicas Americanas siguiendo los procedimientos establecidos por sus propias leyes y dentro de la posicion y circunstancias de cada pais en el actual conflicto continental recomiendan la ruptura de sus relaciones diplomaticas con el Japon Alemania e Italia por haber el primero de esos Estados agredido y los otros dos declarado la guerra a un pais americano Welles antes de aprobar el nuevo texto se aseguro que Brasil Bolivia Ecuador Paraguay Peru y Uruguay romperian seguidamente con el Eje accion que cumplieron antes de finalizar enero Cordell Hull se entero en su casa por la noticias de la radio del acuerdo logrado en Rio de Janeiro el cual no habia sido informado por Welles al Departamento de Estado De inmediato convoco a Roosevelt y Welles a una conferencia telefonica En ella le recrimino duramente al subsecretario haber cambiado la politica sin consultarlo y haber aceptado una clausula que implicaba la rendicion ante la Argentina Roosevelt se interpuso poniendo final al cruce entre sus funcionarios Lo siento Cordell pero en este caso voy a aceptar el juicio del hombre que esta en el lugar de los hechos Sumner apruebo lo que Ud ha hecho Autorizo que siga los lineamientos que Ud ha recomendado El trasfondo del acuerdo EditarAlgunos autores analizaron el conflicto entre Hull y Welles segun el modelo de la politica burocratica La politica exterior de Estados Unidos no resulto de la accion de un gobierno que procede con criterios racionales de acuerdo con objetivos determinados sino que fue el resultado de un proceso burocratico con funcionarios y oficinas en competencia por consiguiente el producto fue un conjunto de decisiones con bajo nivel de coherencia En Rio la delegacion norteamericana se volco al apaciguamiento bajo el influjo de los latinoamericanistas dirigidos por Welles opuestos a los internacionalistas conducidos por Hull Las explicaciones de Welles en parte respaldan la hipotesis tambien sustentan una interpretacion mas convincente 4 Al dia siguiente de la conferencia tripartita Welles envio un telegrama a Roosevelt agradeciendole la intervencion Recordo que antes de partir la delegacion el presidente habia incluido en los objetivos preservar la unidad continental lograda gracias a la politica de buena vecindad De modo que habia actuado en atencion a las instrucciones presidenciales manteniendo a Hull al tanto de las novedades aunque el ritmo vertiginoso de las reuniones hacia imposible consultar sobre cada palabra que se incluyera en las declaraciones Asimismo le notifico a Roosevelt que Vargas y Aranha expresaron sus preocupaciones por una eventual ruptura entre Brasil y Argentina Los cancilleres de Bolivia y Uruguay tambien le habian manifestado el temor a las consecuencias de un aislamiento de Argentina Los paises del Cono Sur con el decisivo empeno de Brasil influyeron en el subsecretario quien acepto una formula de compromiso pese a las tempranas instrucciones de Hull del dia 15 La actitud brasilena se enmarca en la oscilacion del gobierno varguista entre los bandos beligerantes y la relacion dual de cooperacion y rivalidad con Argentina El 7 de enero Roosevelt le habia comunicado a su colega brasileno que estaba dispuesto a pagar el precio del alineamiento de Brasil Vargas y Aranha llegaron a un acuerdo con Welles en las negociaciones paralelas a la Conferencia Por su ubicacion estrategica Brasil era una pieza importante en el tablero de la SGM y la disidencia argentina potenciaba el rol brasileno de pais llave para Estados Unidos en la region El gobierno de Vargas buscaba obtener ventajas pero no podia ni queria enfrentarse con Argentina Aranha hizo de mediador un papel que Itamaraty pretendia desempenar desde Lima La posicion chilena confluyo en el desenlace aunque con matices que la diferenciaron de la argentina Juan Bautista Rossetti enfatizo a Welles la potencial agresion japonesa Rossetti en la sesion plenaria del 25 declaro sin duda alguna Japon atacara inmediatamente a Chile El 26 el canciller le propuso al subsecretario un acuerdo por el cual Estados Unidos se comprometia a tomar medidas preventivas en el Pacifico Sur y proporcionar efectiva asistencia militar Segun Rossetti el gobierno de Santiago le habia expresado la seguridad de la ruptura con el Eje sin otros retrasos Welles se declaro favorable al acuerdo previsto y obtuvo por respuesta desde Washington el pedido de hacerle entender a Rossetti que habia que estudiar las capacidades de patrullaje de la Marina estadounidense y que Chile no podia esperar un trato preferencial respecto de paises latinoamericanos en la misma situacion Con estas consideraciones Rossetti y Welles suscribieron el convenio El canciller era favorable a los Aliados pero debia obtener ventajas economicas y seguridades militares como contrapartida a la ruptura pues para el ambiente politico chileno y las fuerzas armadas el corte de los vinculos ubicaba al pais en la prebeligerancia De regreso en Santiago Rossetti le aseguro al embajador estadounidense que el Congreso se aprestaba a sancionar la ruptura En 1942 Estados Unidos no daba garantias de seguridad la victoria del Eje no podia ser descartada y Chile seguia sin obtener beneficios economicos El acto previsto por Rossetti se postergo hasta enero de 1943 cuando el Senado apoyo el corte de relaciones La desconfianza de Chile y Argentina acerca de la capacidad estadounidense para la defensa del continente tenia asidero Con la destruccion de la flota del Pacifico y la necesidad de escoltar convoyes en el Atlantico la Marina a duras penas operaba en la zona del Canal de Panama Altos funcionarios del Comando de Defensa del Caribe instaron al Departamento de Estado a que persuadiera a las naciones sudamericanas a no declararle la guerra al Eje ni a cometer actos de provocacion con mas razon los dos paises del extremo sur del continente Los estrategas norteamericanos creian que Argentina mas que ninguno debia evitar una rigida posicion anti Eje La vigilancia europea EditarEl Foreign Office no tenia dudas acerca de la neutralidad platense el sentimiento anti norteamericano propio de las clases dirigentes argentinas y el hecho de que estas consideraran al pais como una parte integrante de la economia europea Enrique Ruiz Guinazu pertenecia a esas clases Algunos autores ponen el acento en su perfil hispanofilo de raiz catolica segun otros influenciado por los modelos fascistas Esa caracterizacion a lo sumo aporta un matiz Lo cierto es que el canciller seguia los lineamientos de la prudente neutralidad de la Casa Rosada afirmada en tradiciones fuertemente arraigadas La embajada argentina en Berlin dio cuenta del ambiente pesimista en Alemania Anticipando los pasos consulto a Buenos Aires que pais tomaria la representacion diplomatica y solicito ordenes para la destruccion de archivos La Cancilleria le informo que las declaraciones de Rio no llevaban necesariamente al corte de los vinculos Alemania ejercio presiones para evitar la ruptura A modo de amenaza velada Berlin le comunico a Brasil Chile y Argentina la inquietud por una declaracion de guerra por parte del Eje a consecuencia de la ruptura Buenos Aires replico con aspereza el rechazo a advertencias de esa clase El regimen de Hitler no tenia manera de presionar a gobiernos alejados de su esfera politica y economica sino por la intimidacion Y en todos los paises de America Latina los alemanes empeoraron las cosas para si mismos En 1942 con la ampliacion de la Batalla del Atlantico la amenaza se hizo realidad Varios buques mercantes de paises iberoamericanos sufrieron ataques de los sumergibles alemanes incluso barcos de cabotaje para el transporte de pasajeros En Brasil Colombia y Mexico la agresion armada movilizo a la beligerancia al gobierno al arco politico y a la opinion publica Chile y Argentina mientras resistian la coercion de Estados Unidos a mediados de 1942 recibieron presiones de Alemania que incluian la amenaza del uso de la fuerza militar A la politica coactiva de Washington el regimen nazi contrapuso la intimidacion disuasiva para forzar a los gobiernos de Santiago y Buenos Aires a mantener la neutralidad A finales del ano Chile se acercaba a Estados Unidos y Argentina demandaba armas alemanas para equilibrar el rearme brasileno La falta de resultado de la politica dura vis a vis Estados Unidos llevo a Ribbentrop a adoptar una actitud menos rigida De poco o nada sirvieron la presion y el posterior cambio Chile corto relaciones y las promesas de suministro de armamento a Argentina no detuvieron la subsiguiente ruptura Las resoluciones y el alcance global EditarEl cuerpo hemisferico acordo una serie de resoluciones en materia economica Con ellas Estados Unidos procuraba la ruptura de las relaciones comerciales y financieras explicita en el articulo 3º del frustrado proyecto original y orientar la produccion del continente de acuerdo con las necesidades de la guerra Mediante recomendaciones se sugerian medidas de control de las operaciones comerciales y financieras Resolucion V fomentar el aumento de la produccion de materiales estrategicos Resolucion II a fin de lograrlo se pondrian en vigencia medidas destinadas a mejorar los medios de transporte a coordinar los servicios de navegacion Resolucion IV a estabilizar los tipos de cambio Resolucion XV y en el orden interno se instaba al establecimiento de sistemas de creditos adecuados y a la adopcion de medidas para armonizar precios Resolucion III De igual forma se recomendaba invertir capitales en las republicas americanas Resolucion XI y prestar colaboracion en la explotacion del suelo y del subsuelo Resolucion XVI El Comite Consultivo Economico y Financiero Interamericano creado en la reunion de Panama seria el organismo encargado de poner en practica dichos planes Dos nuevos instrumentos tendrian importancia en el orden politico y militar la Junta Interamericana de Defensa Resolucion XXXIX y el Comite Consultivo de Emergencia para la Defensa Politica Resolucion XVII este ultimo dedicado al control de las actividades subversivas mas en concreto al espionaje y propaganda de las potencias nazi fascistas En los hechos el Comite seria el escenario de denuncia de las actividades del Eje en Chile y Argentina y con ello un mecanismo de presion sobre los gobiernos Es cierto que despues de enero de 1942 las redes de la Abwerh del Servicio de Seguridad Sicherheitdienst o SD y de la Organizacion Exterior del NSDAP Auslands Organisation se desplazaron principalmente a Chile y Argentina los dos paises en donde podian contar con la cobertura del cuerpo diplomatico aleman y hasta un punto la tolerancia oficial Pero tambien es cierto el limitado alcance de estas organizaciones y sus magros resultados reconocidos en los informes de la inteligencia y diplomacia britanicas que con tono mas objetivo no exageraban la influencia nazi Despues de Rio la neutralidad se convirtio en un desafio politico a los Estados Unidos es por eso que la pretendida defensa seria una herramienta para doblegar a los rebeldes El Comite con sede en Montevideo y conformado por siete delegados en principio uno de la Argentina dio el marco continental para el no reconocimiento del gobierno de la junta boliviana dirigida por el Mayor Gualberto Villarroel golpe de diciembre de 1943 y del regimen militar argentino presidido por el General Edelmiro Farrell marzo de 1944 Con la influencia del representante norteamericano Carl Spaeth funcionario del Departamento de Estado de la linea Hull el delegado uruguayo Alberto Guani por entonces ministro de Relaciones Exteriores de su pais presento la doctrina que lleva su nombre segun la cual los gobiernos del continente debian decidir el reconocimiento de uno impuesto por la fuerza La posicion de Uruguay en este punto merece varias consideraciones aqui solamente mencionare el dinamismo que algunas naciones adquirieron es mas correcto decir intentaron conseguir subordinadas al gendarme estadounidense La guerra parecia la oportunidad para los paises pequenos de desplegar una politica activa en el campo internacional y las credenciales antifascistas podian servir a su vez para obtener de los Estados Unidos ventajas economicas y armamento moderno mediante el Prestamo y Arriendo En conclusion en Rio se estuvo cerca de la fractura del sistema panamericano al evitarla se produjo una brecha infranqueable en el Departamento de Estado Sumner Welles obtuvo una victoria sobre Cordell Hull pero seria transitoria pirrica segun el consenso academico porque derivo en el predominio de Hull y el alejamiento de Welles del Departamento de Estado En los meses siguientes a la Reunion con moderada presion Welles intento disuadir a Castillo La falta de resultados habilito a Hull a tomar el timon y aplicar una coercion mas firme que a la larga resultaria contraproducente pues fortaleceria a los sectores nacionalistas en la Argentina Notas Editar 1 Japoneses en Mexico 1942 1945 ilustra las medidas implementadas contra la comunidad japonesa 2 El alineamiento del Brasil esta dedicado a la Era de Vargas y al proceso de alineamiento La guerra aerocomercial en Sudamerica trata el control de las aerolineas civiles y su relacion con las necesidades de la guerra 3 Expropiaciones en America Central aborda tres casos Costa Rica Guatemala y Nicaragua 4 Escude en Reino Unido amplio la linea interpretativa desarrollada por Randall Bennet Woods en The Roosevelt Foreign Policy Establishment and the Good Neighbor The United States and Argentina 1941 1945 Lawrence 1979 La disputa latinoamericanistas vs internacionalistas puede verse en Max Paul Friedman Nazis y buenos vecinos Madrid Machado Libros 2008 pp 150 157 Este autor se apoya en el influyente estudio de Woods 5 En un texto sobre este periodo y la posguerra hay una perspectiva critica de la actuacion de Guani su doctrina y la posterior doctrina Larreta Carlos Real de Azua Politica internacional e ideologias en el Uruguay en Marcha Montevideo N º 966 julio de 1959 El calor de las luchas politicas del ano 1959 y el tinte pro herrerista de Marcha no menguan el analisis del lucido cientista social y abogado uruguayo cuya obra conserva vigencia en ambas margenes del PlataBibliografia EditarWikipedia Conferencias panamericanas Secretaria de Relaciones Exteriores de Mexico 1956 1999b Conferencias Internacionales Americanas Primer suplemento 1938 1942 Recopilacion de tratados y otros documentos Copia digital del colegio de Mexico Organizacion de Estados Americanos OEA Acta final de la conferencia de Rio de 1942 Foro de la Segunda Guerra Mundial Conferencia de 1942 Datos Q16491368 Obtenido de https es wikipedia org w index php title Conferencia de Rio de Janeiro de 1942 amp oldid 140706756, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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